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El Evangelio según
María Magdalena
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Capítulo 4
(Las páginas 1 a 6 del manuscrito, que contienen los capítulos 1 a 3, se han perdido.
el texto comienza en la página 7 ...)
. . . ¿Entonces la materia será destruida o no?
22) El Salvador dijo: Toda la naturaleza, todas las formaciones, todas las criaturas existen en y con
unos a otros, y serán
resuelto de nuevo en sus propias raíces.
23) Porque la naturaleza de la materia se resuelve únicamente en las raíces de su propia naturaleza.
24) El que tiene oídos para oír, oiga.
25) Pedro le dijo: Ya que nos has explicado todo, dinos esto
también: ¿Cuál es el pecado del
¿mundo?
26) El Salvador dijo: No hay pecado, pero eres tú quien comete el pecado cuando lo haces.
las cosas que son como la naturaleza
del adulterio, que se llama pecado.
27) Por eso entró el Bien en medio de ustedes, a la esencia de cada naturaleza
para restaurarlo a su raíz.
28) Luego continuó y dijo: Por eso te enfermas y mueres, porque
están privados de quien
puede curarte.
29) El que tiene mente para comprender, que comprenda.
30) La materia dio origen a una pasión sin igual, que procedía de
algo contrario a la naturaleza.
Entonces surge una alteración en todo su cuerpo.
31) Por eso te dije: Ten ánimo, y si estás desanimado
ser animado en presencia
de las diferentes formas de la naturaleza.
32) El que tiene oídos para oír, oiga.
33) Cuando el Bendito hubo dicho esto, los saludó a todos, diciendo: La paz sea
contigo. Recibe mi paz
a ustedes mismos.
34) Tengan cuidado de que nadie los extravíe diciendo ¡Aquí o allá! Para el hijo
del Hombre está dentro de ti.
35) ¡Síguelo!
36) Los que lo buscan lo encontrarán.
37) Ve entonces y predica el evangelio del Reino.
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y no me conociste.
12) Cuando dijo esto, (el alma) se fue muy regocijada.
13) De nuevo llegó al tercer poder, que se llama ignorancia.
14) El poder cuestionó el alma, diciendo: ¿A dónde vas? En
la maldad estás atado. Pero tu eres
ligado; ¡no juzgues!
15. Y el alma dijo: ¿Por qué me juzgas, si no he juzgado?
16) Estaba atado, pero no atado.
17) No fui reconocido. Pero he reconocido que el Todo se está disolviendo,
tanto las cosas terrenales como las
celestial.
18) Cuando el alma hubo vencido el tercer poder, subió y vio
el cuarto poder, que tomó
siete formas.
19) La primera forma es oscuridad, el segundo deseo, la tercera ignorancia, la
cuarto es la excitacin de la muerte, el
el quinto es el reino de la carne, el sexto es la insensata sabiduría de la carne, el
séptimo es la sabiduría iracunda.
Estos son los siete poderes de la ira.
20) Le preguntaron al alma: ¿De dónde vienes, matador de hombres, o dónde estás?
yendo, conquistador del espacio?
21) Respondió el alma y dijo: Lo que me ata ha sido inmolado, y lo que
me da la vuelta ha sido superado,
22) y mi deseo se ha acabado, y la ignorancia ha muerto.
23) En un eón fui liberado de un mundo, y en un Tipo de un tipo, y de
el grillete del olvido que es
transitorio.
24) A partir de este momento alcanzaré el resto del tiempo, de la temporada, del
eón, en silencio.
Capítulo 9
1) Cuando María hubo dicho esto, guardó silencio, ya que fue hasta este punto que la
Salvador había hablado con ella.
2) Pero Andrés respondió y dijo a los hermanos: Di lo que quieras decir.
sobre lo que ha dicho. Yo al menos
no crean que el Salvador dijo esto. Porque ciertamente estas enseñanzas son
ideas extrañas.
3) Pedro respondió y habló acerca de estas mismas cosas.
4) Les preguntó acerca del Salvador: ¿Realmente habló en privado con un
mujer y no abiertamente a nosotros?
¿Vamos a dar la vuelta y escucharla todos? ¿La prefería a ella a nosotros?
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5) Entonces María lloró y le dijo a Pedro: Mi hermano Pedro, ¿qué te parece? Hacer
crees que he pensado
esto en mi corazón, o que estoy mintiendo acerca del Salvador?
6) Leví respondió y le dijo a Pedro: Pedro, siempre has sido de mal genio.
7) Ahora te veo conteniendo contra la mujer como los adversarios.
8) Pero si el Salvador la hizo digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Seguramente
el Salvador la conoce muy
bien.
9) Por eso la amaba más que a nosotros. Más bien, avergüencemos y pongámonos
en el Hombre perfecto, y separa
como Él nos ordenó y predicar el evangelio, sin establecer ninguna otra regla o
otra ley más allá de lo que el
Dijo el Salvador.
10. Y cuando oyeron esto, empezaron a salir a proclamar y a
predicar.
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María Magdalena
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