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a = Ss 3 = | = = = a Ee = E eS 5 \z = i eS 5 Ee & Es E Es 2 Ee 2 eS 3 2 2 s rs ie iS 4 CO ne =. Ministerio de Educaci6n Presidencia de la Nacién n | — ase I ARGENTINAS PABLO DE SANTIS llustraciones de AUGUSTO COSTANZO De Santis, Pablo Invenciones argentinas : guia de cosas que nunca exis- tieron : edicién especial para el Ministerio de Educacion de la Nacion. - 1?. ed. - Buenos Aires : Colinue, 2013. 88 p.; 20x12 cm.- (Obsesiones) ISBN 978-987-684-980-7 14. Conocimientos discutibles. Misterios. |. Titulo CDD 001.9 Director de coleccién REkersase DE SANTIS Disefio de coleccién EASY MANUEL LIMA Diagramacion NEYenieeWalree Todos los derechos reservados. no pu 1 reproducida, total 0 paccialmente » transinitida por, un sistema de recuperacion de tarorocora nguna forma por ningun medio, sc mecdnico, — Yesu eet ‘ooptico, por falocopia y fotoquimico, electronico, magnético, 0 cualquier ot10, sin permiso previo por eserito de la editorial i ; Solo se autoriza la reproduceiin de la tapa, cont nade legalese indive. comp de la presente obra exclusivamente para fines promocionales o de registro bibliogratico 1? edicion ISBN $78-987-684-980-7 Ed ién especial para el Ministerio de Educacion de la Nacion a= iones Colihue S. R. L. Av. Diaz Vélez 5125 (C1405DCG) Buenos Aires - Argentina ecolinue@colihue.com.ar www.colihue.com.ar Hecho el depésito que marca la ley 11.723 IMPRESO EN ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA ALEPH ; E n Buenos Aires, en una casa de la calle Garay, es- taba el Aleph. Para verlo habia que bajar al séta- ; no, acostarse en el suelo y mirar con fijeza el decimo- noveno escal6n. Al cabo de unos minutos aparecia el Aleph. Era una esfera de tres centimetros de diame- tro, en la que se veian a la vez, sin superponerse, to- dos los puntos del universo, vistos desde todos los angulos. E] duefio de casa, Carlos Argentino Daneri, aproveché su descubrimiento para redactar un poe- ma cuyo proyecto era infinito y que se pro- ponia describir todos los rincones del mun- do. La casa era alquilada; sus propictarios, Ye los sefiores Zunino y Zungri, la demolieron Y ep en 1942 para ampliar la moderna confiteria \ vecina. El Aleph se perdié y el poema de Carlos Argentino quedé inconcluso. ¥ A partir del cuento El Aleph (1949) de Jorge Luis Borges. ALIMENTOS MINERALES n librerias de viejo se encuentran todavia los fo- letos que el “salvador de la humanidad” Cayeta- no Parlatto publicé durante los afios treinta. En ellos proponia su revolucionario sistema alimenticio. Consideraba que los vegetales y los animales eran in- termediarios entre los yerdaderos alimentos (mine- rales como el fésforo, el magnesio y el calcio) y el hombre. Por eso llegé a la conclusion de que habia que eliminar los intermediarios, alimentandose di- rectamente de los minerales. No habria necesidad de eliminar desechos, y asi los bafios y las cloacas deja- rian de existir. # ALTAR DE LA PATRIA partir de 1973 se iniciaron los tramites para construir un Panteén Nacional, donde ubicar a todos los muertos ilustres. El inmenso Altar de la Pa- tria ocuparia los terrenos ubicados enfrente de la Facultad de Derecho, donde alguna vez estuvo la an- tigua cancha de River Plate. Al comienzo de las obras, se clausuré el puente que cruza la Avenida Fi- gueroa Alcorta. La arquitectura del Altar recordaria al Partenén. En un sitio de privilegio estarian ubicados los restos de Eva Perén. Una comisién se encargaria de decidir qué otras figuras destinar al Panteén. Una lista pro- visoria incluia a todos los presidentes de la Argenti- na, al General San Martin, Juan Manuel de Rosas, Fray Mamerto Esquit, Facundo Quiroga y los pre- mios Nobel Bernardo Houssay y Carlos Saavedra Lamas. ; Una enorme cipula sostenida por columnas rema- taria el Altar. A través de unas rampas se Ilegaria al subsuelo, espacio destinado a celebrar misas y actos en recuerdo de las figuras que descansarian arriba. Muy pronto los costos iniciales de la obra fueron desbordados, a lo que se sumaron dificultades adi- cionales. Cuando se comenzé a cavar en el terreno elegido se encontraron viejas calderas, piletas de clo- rificacién de agua, cafierias de hierro fundido y con- ductos de petréleo abandonados, ademas de la cloa- Material de distribucién gratuita. zo —_— ca maxima de la zona norte. Pero lo mas dificultoso era perforar una gigantesca losa de cemento cons- truida en 1953 para el inconcluso Monumento al Descamisado. Sobre la losa de esa obra quedé un se- gundo monumento frustrado, ya que el Altar nunca fue construido. E] mas entusiasta impulsor de la obra fue José Lé- pez Rega, minisiro de Bienestar Social y creador de Ja Triple A, organizacién de extrema derecha res- ponsable de cientos de asesinatos. En una de los lados del Altar estaria inseripta la siguiente leyenda: “Hermanos en la gloria vigilamos los destinos de la Patria. Que nadie utilice nuestro recuerdo para desunir a los argentinos”. # AQUENO ategoria de objetos descubierta por Macedonio Fernandez. Son las cosas mas cercanas a la no existencia. “E] género mas inmediato a la Nada que he hallado es el de los ‘a-que- no’, o simplemente ‘aque- no’, que estoy formando — con todos aquellos obje- tos, frases, entes, cosas a | cuyo funcionar o existir precede una expectativa — incrédula o una increduli- dad expectante, en la que hay un 80 por ciento de la irritante gana de fracaso. Han ingresado ya al cata- logo: los irrompibles; los encendedores a nafta; la la- picera automatica; los estuches de catorce herra- mientas; el lapiz de tinta; los nudos de no olvidar, que fracasan en el olvido de no-olvidar; las extrac- ciones sin dolor; los remedios infalibles; los saca- manchas; los paracaidas; los bastones paraguas; los seguros de revélveres, navajas y ascensores; las ta- pas agujereadas para hervidores de leche; las mne- motecnias; todas las especies de garantias para la puntualidad, la formalidad, la calvicie tonifican- te...” Otra categoria de objetos es la de “Las insulsas e imbéciles Cosas sin ellas: el vino sin vino, o sea alco- B a hol; el café sin cafeina; el tabaco sin nicotina; los re- cuerdos de Mar del Plata; la plata boliviana.” ¥ A partir de Continuacién de la Nada de Macedonio Fernandez. AQUILEA & una ciudad muy parecida a Buenos Aires, con esas modificaciones 0 transformaciones que im- ponen la noche o la memoria. Entre las cosas que Aquilea tiene de Buenos Aires est4 la cancha de Bo- ca. Un ejército de hombres desalmados sitia la ciu- dad: unos pocos resistentes la defienden, sin saber muy bien por qué. Los invasores usan trajes blancos, impecables, modernos; los defensores, en cambio, ropas oscuras, bufandas, sombreros, sacos viejos. Al principio la batalla es andrquica, apoyada en herois- mos tan individuales como initiles; finalmente, ya consumada la invasién, ya caidos los primeros mar- tires, se organiza la resistencia armada. Aquilea es la ciudad donde transcurre la pelicula Invasion. Jorge Luis Borges definié asi su argumen- to: “Invasién es la leyenda de una ciudad, imagina- ria o real, sitiada por fuertes enemigos y defendida por unos pocos hombres, que acaso no son héroes. 4 re Luchan hasta el fin, sin sospechar que su batalla es infinita”. % De la pelicula Invasién (1968-69) de Hugo Santiago, sobre un argumento de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares y guién de Borges y Santiago. ARCO DE TRIUNFO E n 1933 se construyé el edificio del Ministerio de Obras Pablicas, en Belgrano y 9 de Julio. El in- tendente de Buenos Aires, Mariano de Vedia y Mitre, observé que la alta torre arruinaria la perspectiva de la avenida cuando la ensancharan. Entonces sur- gieron dos proyectos para solucionar aquel proble- ma estético. El arquitecto José Alvarez propuso en 1937 la construccién de un edificio gemelo: unidos los dos por encima de la Avenida 9 de Julio, forma- rian un arco de triunfo sobre la avenida. La perspec- tiva quedaria intacta. La otra solucién quizds era atin mas ardua: montar el edificio sobre gigantescos rodillos y Hevarlo a otro lugar. El edificio, al que lla- maban entonces MOP, eludié los peligros de la mu- danza y la duplicacién; inmévil y solitario, continia quebrando la perspectiva de la 9 de Julio. # IS ARGIROPOLIS ii onie Faustino Sarmiento imagino en 1850 una ciudad construida sobre la isla Martin Garcia. Para inyentarle un nombre, exploré las raices griegas de las palabras, y asi llegé a Argirépolis o ciudad del Plata. Seria la capital de los Estados del Plata, que formarian la Confederacién Argentina, Uruguay y | Paraguay. En la isla Martin Garcia funcionaria el go- | bierno de esa unién (con edificios destinados al con- greso y al presidente) ademas del “tribunal supremo de justicia, un arzobispado, el Departamento Topo- grafico, la administracién de los vapores, la escuela nautica, la universidad, una escuela politécnica, otra de artes y oficios, y otra normal para maestros de es- cuela, el arsenal de marina, los astilleros y mil otros establecimientos administrativos y preparativos que supone la capital de un Estado civilizado”. La isla serviria para resguardar al Rio de la Pla- ta de ataques extranjeros, ya que podrian instalarse fortificaciones en los puntos elevados de la isla. So- bre el rio se establecerian baterias flotantes con ca- fiones. Las casas de comercio y las oficinas piblicas se ex- tenderian hacia otras islas del Delta. “jA cuantas aplicaciones publicas se ofrece el laberinto de cana- les e islas que forman el delta del Parana!”. Para concebir la idea de una ciudad construida expresamente como capital, Sarmiento se inspiré en 16 Washington. A través de su utopia, se proponia dos objetivos: solucio- nar el problema de la ca- pital y volver a unir ba- jo los Estados del Plata, las tierras del antiguo vi- rreinato. Famosa es la anéc- dota que encabeza el Facundo: en 1840, al partir desterrado rum- bo a Chile, Sarmiento escribe en una pared de los Bafios de Zonda, bajo el escudo de armas de la Reptblica, que él mis- mo habia hecho pintar en una sala: On ne tue point les idées (“A los hombres se degiiella, a las ideas no” sega su propia traduccién). No fue su tnico graffi- ti: varios aiios después de haber escrito Argirépolis y de haber recibido unas cuantas criticas de sus con- tempordneos, visité la isla y grab6é en una roca su nombre y el titulo de su libro. La isla Martin Garcia no tuvo la gloriosa historia que le imaginé Sarmiento: a lo largo del tiempo fue terreno ocupado, motivo de problemas limitrofes, prisién temporaria para gobernantes depuestos o modesto destino turistico. % A partir de Argirépolis (1850) de Domingo F. Sarmiento. BARCO ASESINO os E staremos todos despiertos cuando parta el barco asesino con su carga de albatros muertos, sin timonel y sin destino. 4Cuanto andar por esos mares, hacia qué muelle destruido, hasta que un dia lo aprisionen los arrecifes del olvido? gHacia qué bruma, hacia qué puerto, hacia qué bahia infernal? {Solo como un grumete muerto mi corazén se quedara? Estaremos todos borrachos cuando parta el barco asesino desplegando las velas grises, sin bitacora y sin permiso. Ni el mas viejo se dara cuenta —tan habil sera la maniobra— digna de quien sabe lo suyo. Foja increible, oscura historia. Solo después, la mano hinchada, el ojo rojo, el vino agrio, despertaremos al espanto del Barco Asesino.” € Rail Gonzélez Tuiién, “El Barco Asesino”, en Caprichos de Juancito Caminador (1939). BOMBA ATOMICA I C: marzo de 1950 se instalé en la isla Huemul, en el lago Nahuel Huapi, Ronald Richter, un supues- to sabio austriaco (nacionalizado argentino) que le habia prometido al presidente Juan Perén reacciones termonucleares controladas. La Argentina seria el primer pais en aleanzar la fusidn del atomo controla- da como fuente de energia sin limites. Inmediatamen- te comenzé a conjeturarse, a partir de las entusiastas declaraciones de Perén, que la Argentina podria te- ner su propia bomba atémica en poco tiempo. Mientras los cientificos extranjeros se reian de las promesas de Richter (cuyos antecedentes académi- cos eran inexistentes), éste se hizo construir un reac- tor termonuclear sobre la superficie de la isla, que mas adelante reemplazé por otro subterraneo. El complejo incluia una torre y laboratorios, y se exten- dié a la isla de las Gallinas, la isla de las Gaviotas y Playa Bonita. Como el tiempo pasaba y Richter no aportaba ninguna prueba de sus teorias sobre la po- sibilidad de conseguir la fusién del 4tomo en frio, su poder comenzé a declinar. Tal vez como defensa, de- nuncié en 1952 un improbable sabotaje contra la “planta nuclear” y exigié una nueva mudanza. Poco después, mientras Richter estaba en Buenos Aires, la isla fue cerrada por enviados del gobierno. Se com- probé que la tnica actividad que se habia llevado a cabo en ella habia consistido en la edificacién y de- 20 molicién de laboratorios y reactores. El inicio de los experimentos habia sido siempre postergado. Las teorfas de Richter costaron a la Argentina 63 millones de pesos (15 millones de délares de aquellos tiempos) y un atraso de 5 a 10 afios. Debi- do al “Caso Richter” el premio Nobel aleman Werner Heisemberg desistié de radicarse en la Argentina. Las razones por las que Richter insistié en sus ex- perimentos fueron siempre misteriosas y nunca llegé a saberse muy bien si el austriaco era un verdadero cientifico con mucho de fabulador o un mitémano con un asombroso poder de conviccién. El investiga- dor Mario Mariscotti, autor del libro El secreto até- mico del Huemul (1985) descubrié que fue un error en sus experimentos lo que lo llevé a creer que esta- ba cerca de la esperada reaccién termonuclear con- trolada. Richter interpreté de manera equivocada las placas fotograficas que mostraban los atomos quemados en el arco voltaico del reactor nuclear, y cuyas lineas estaban alteradas por una falla en sus instrumentos. Los problemas comenzaron para Richter ya antes de la caida de Perén. Fue encarcelado por un corto periodo en 1954 por responder agresivamente a las acusaciones que recibié en la Camara de diputados. Volvié a la carcel en 1955, luego del golpe militar que derrocé a Perén, acusado de haber estafado al Esta- do. El experimento de Richter condené a Ja isla Hue- mul a una jurisdiccién erratica: antes de 1949 habia pertenecido al Parque Nacional Nahuel Huapi; entre esa fecha y 1975 fue cedida a la Comisién Nacional Material de distribucién gratuita. al de Energia Atémica. En 1982 ese peiién de 200 hec- tareas pasé a estar bajo control del Comando de In- genieros del Ejército. En 1984 la isla fue finalmente restituida ala Provincia de Rio Negro: un paisaje ro- coso de construcciones sin terminar, semiderruidas después de treinta afios de abandono. Restos de una historia de ciencia ficcién, parecida a la de esos sa- bios locos de las viejas peliculas que imician, desde una isla remota, la brusca y siempre frustrada con- quista del mundo. ¥ BOMBA ATOMICA II elvio Botana, hijo del creador del diario Criti- ca, cuenta en sus memorias que un ingeniero ruso Hamado Rayboul se presenté en la ‘redacci6n para proponer la construccién de la bomba atémica. Rayboul conocia un método mas econdmico que el de Richter: la fabricacién demandaria 300 pesos men- suales y sélo requeriria cuatro anotadores, seis lapi- ces y una goma. “Puede mandar a hacer la bomba a cualquier taller -dijo Rayboul- y saldra baratisima pues estos miserables bolcheviques y estos misera- bles yanquis, manejados por el gran Senhedrin, ju- dio internacional, hacen correr el rumor de que es carisima para apartar sus beneficios de la pequefia burguesia”’. Rayboul era un ingeniero ruso blanco que confié hasta su muerte en 1970, que el zarismo volveria a tomar el poder en Rusia. Sus otras invenciones fueron un sistema para fila- mentar el cuarzo (con el que se podrian fabricar ca- tapultas para mandar capsulas al espacio), un méto- do para hacer diamantes a partir del carbén, otro pa- ra la pesca de ranas en la laguna de San Vicente y la fabricacién de un ladrillo térmico e incombustible sa- cado de la tierra a través de un catalizador secreto. ¥ BUENOS AIRES BAJO EL REGIMEN SOCIALISTA EN 1950 C! 1° de Mayo de 1925, en una revolucién pacifica, el socialismo se impuso en Argentina, como parte de un movimiento mundial cuyo centro esta en la ciu- dad suiza de Berna. En 1950 la nueva sociedad ya goza de todos los be- neficios imaginables. No hay pobres ni hambre, ni 23 ——— guerras. Ya no existe el ejército. No hay tampoco di- nero: lo reemplazan unas fichas llamadas proleta- rios, que permiten controlar que cada trabajador haya cumplido con sus tareas. El gobierno esta ejer- cido por un Gran Consejo Local integrado por tres miembros que sesionan en la Casa Rosada. Al prin- cipio de la revolucién se iz6 la bandera roja, simbo- lo del socialismo, pero luego fue cambiada por una blanca con la imagen de la paloma de la paz. Las Is- las Malvinas pertenecen en el nuevo orden al Pueblo 13, que integran todos los paises de América Latina. En la Argentina socialista, la provincia de Chubut contiene a la poblacién total de Irlanda, ya que los ir- landeses han cedido su isla a todos los anarquistas del mundo, para que puedan vivir en paz alli. En La Pam- pa, en cambio, se han instalado agricultores chinos. En Buenos Aires, muchas cosas han cambiado de nombre. Constitucién es Plaza Igualdad, Once es Plaza Palacios. La Catedral es la Casa del Pueblo. Por la calles de la ciudad circulan sélo autos eléctri- cos. En la estacién terminal del Ferrocarril Oeste hay una edificio gigantesco que sirve de base a sofis- ticadas aeronaves. Desde Retiro parten trenes eléc- tricos hasta Nueva York. Los aviones transatlanticos son un “gigantesco monstruo con miles de ojos y ten- taculos de fuego” que une Buenos Aires con Paris en dieciocho horas. La utopia Buenos Aires en 1950 bajo el régimen socialista fue publicada por Julio Otto Dittrich en 1908. Dittrich era un obrero metalirgico de convic- ciones socialistas que llegé a la Argentina en su ado- lescencia. Habia nacido el 18 de julio de 1872 en 24 — Barr, Alsacia, que por entonces formaba parte de Alemania. Era un gran admirador del diputado so- cialista Alfredo L. Palacios, quien en su libro es la unica victima de la revolucién pacifica. Su heroica muerte lo convierte en un martir del socialismo. Aunque la fantasia de Dittrich lo hizo morir en 1925, en realidad Palacios vivid hasta 1965. Dittrich, en cambio, murié en 1950, justo en el afio clave de su fantasia. ¥ 25 CACODELPHIA s una ciudad infernal que esta debajo de Buenos Aires. Esta dividida en varias zonas, entre ellas el Fanguibarrio —superpoblado de pequefias casas de madera y cinc-, el Plutobarrio, caracterizado por sus delirios arquitecténicos de nuevos ricos y el La- berinto de los solitarios. Para Hegar a Cacodelphia hay que encontrar cierto ombd en las afueras de Vi- Ila Crespo e iniciar por un hoyo cavado entre sus rai- ces un descenso vertiginoso. Después se debe cruzar un rio de aguas oscuras en un bote a motor, que tri- pula un ex colectivero de la linea 38. # A partir de la novela Adén Buenosayres de Leopoldo Mare- chal, 1949. CAMPANA PRESIDENCIAL os escritores amigos de Macedonio Fernandez concibieron la idea de proponerlo como presi- dente. Parte de la campaiia consistia en que Macedo- nio pusiera un sello con su nombre a los libros de la biblioteca Dante Alighieri, para ganar adeptos (de un modo subliminal) entre la colectividad italiana. ¥ CANCHAS DEMOLIDAS s inatil intentar llegar hasta el estadio de River Plate: ya no existe. Lo mismo ocurre con las otras canchas de fatbol: o estan demolidas o se caen a pedazos. El altimo partido se jugé el 24 de junio de 1937, desde entonces las cosas ocurren en las redac- ciones, en la radio y en la televisién. Los jugadores son actores profesionales que graban en estudios. Los resultados se deciden de antemano y los relato- res deportivos se exaltan sega un libreto previo. # A partir de Crénicas de Bustos Domecq, de Jorge Luis Bor- ges y Adolfo Bioy Casares, 1963. 27 CIUDAD ANARQUISTA AMERICANA A oaquin Alejo Falconnet, un tipografo francés que trabajaba en la Biblioteca Nacional, publicé en 1914 una utopia anarquista, que firmé con un seud6- nimo: Pierre Quiroule. A lo largo de trecientas pagi- nas describié ese sitio ideal, al que amé El Dorado, como la ciudad sofiada por los conquistadores. To- dos los habitantes viven en medio de una irrestricta libertad, sin la concentracién de las grandes ciuda- des. La capital es Las Delicias, junto al Rio Diaman- te. En esa ciudad los caminos son de arena y las ca- sas —construidas segim una misteriosa arquitectura etrusco-japonesa— de vidrio. El agua sale de peque- iios pozos gracias a molinos; a la noche, las calles de la ciudad, para ahorrar energia, permanecen a oscu- ras. # A partir de La Ciudad anarquista americana, de Pierre Quiroule. CIUDAD DE LOS CESARES bicada en la Patagonia, esta ciudad tiene un plano rectangular y casas bajas. En sus frentes abundan los adornos de oro y plata. Sus habitantes, altos y rubios, dedican poco tiempo al trabajo (la igricultura) y descansan la mayor parte del dia. Son ombres justos y nobles, y su mayor rareza es la per- petua felicidad. Hermana de El Dorado y del Pais del Rey Blanco, la Ciudad de los Césares es la mas austral de las co- marcas que sofiaron los conquistadores y también la que mas resistié los embates de la realidad. De me- diados del siglo XVI data la primera expedicién que partié en su busca; de fines del mil setecientos, la al- tima. Cada generacién le agregé detalles a la Ciudad de los Césares, hasta volverla casi tan compleja como las ciudades reales. Quizds alguien la esté buscando todavia. # 29 CIUDAD HIDROESPACTAL e} artista plastico Gyula Kosice (nacido en 1924 en la frontera checo-hangara y criado en la Argenti- na) desarrollé durante aiios la arquitectura de una ciudad suspendida a 4.000 metros de aliura. Dota- dos de cipulas y autopropulsién, sus médulos trans- parentes flotarian entre las nubes. “Cuando tenia 22 aiios: vislumbré la posibilidad de construir una arquitectura en el espacio. Hoy po- demos imaginar algo m4s audaz aim: por ejemplo, ciudades enteras en suspensién en el espacio inter- planetario mediante un sistema de urbanizacidn hi- draulico. Ahora bien, el hecho de que fuera de la ér- bita terrestre no exista gravitacién no es, por su- puesto, un impedimento para lo que yo propongo, ya que estas ciudades reposarian sobre soportes produ- cidos por la cristalizacién de vapores de agua en fun- cién de su poder energético; inclu- sive ella misma serviria de combustible para poder ~ trasladarlas a los luga- i Sy) res elegidos”. NEES En cuanto a la }) Oy Yo} utilidad de su crea- \ J LF cién —cuyos planos y Ty maquetas fueron ex- @ puestos en varios centros en la misma NASA- Kosice la definié asi: “El objetivo es liberar al ser humano. En la Ciudad Hidroes- JP pacial nos propone- (f mos destituir la angus- tia y las enfermedades, revalorizar el amor, el espar- ~ cimiento lidico, los jabilos indefinidos, porque la propuesta es, esencialmente, fundir el arte en la vi- yienda y en la vida misma. En la célula hidroespa- cial, el hidrociudadano inventa su arquitectura, nombra y elige los sitios para vivir. Habra lugares para alegrar la vida y corregir la improvisacién, pa- ra olvidar el olvido, y para disolver el estupor del porqué y del para qué”. # COLONIA ANARQUISTA 1897 Macedonio Fernandez intenté fundar en una isla perdida del Paraguay una sociedad uté- pica junto con sus amigos Arturo Muscario y Julio Molina y Vedia. Jorge Borges, padre de Jorge Luis Borges, formé parte del grupo inicial de utopistas, pero abandoné por su casamiento con Leonor Aceve- 3L —_— Material de distribucion gratuita. do. Los, utopistas, quiz4s demasiado habituados a Buenos Aires como para conformarse con una ciu- dad ideal, pronto abandonaron el proyecto. # DESCRIPCION DE LA ARGENTINA (ate German Burmeister, director del Museo Pi- blico de Buenos Aires desde 1862, se entregé du- rante afios a la redaccién de una monumental Des- cription Physique de la République Argentine. La obra, de la que Burmeister era dnico escritor e ilus- trador, se proponia dar cuenta de toda la fauna, la flora, la geologia y la paleontologia del pais, plan ex- cesivo para un hombre solo. A partir de 1876 se pu- blicaron cinco tomos Ss de esta obra en =? francés y en ale- man. En 1892 Burmeister mu- rié a causa de un accidente ocurrido en una de las salas del museo que habia dirigido du- \ rante treinta afios. La casi infi- , nita enciclopedia que se habia propuesto escribir e ilustrar quedé inconclusa. ¥ 32 DIA DEL ARQUERO ay muchas cosas que todavia no ocurrieron, por falta de tiempo, de dedicacién, de necesi- dad. El Dia del Arquero es una de ellas. Como toda- yia es un momento incierto en el futuro, los que de- hen dinero prometen pagar ese dia, los que no se quieren casar lo eligen como fecha de boda, los que eluden un deber prometen asistir a una cita exacta en esas irreales 24 horas dedicadas a los guardava- llas. Hay quienes lo ubicaron, sin dar mayores pruebas, un 29 de febrero de un ano no bisiesto. Quizas ese dia legue, pero per- dera su atractivo y sera ¥ una fecha mas (salvo los ' arqueros, no hay otro ofi- cio ni actividad qu no tenga su dia, ex- eepto el ocio). Di- n que el Dia del Ar- quero coincide con el Dia de la Escarapela; creemos, sin embargo, que caen en fechas igual- mente imposibles, pero distintas. ¥ DIARIO DEL PRESIDENTE eee 1 final de su segunda presidencia, antes de ser derrocado por el golpe militar de 1930, muchos rumores rodeaban la figura de Hipdlito Yrigoyen. Que estaba muy enfermo, que lo tenian secuestrado, que no dejaban que nadie capaz de decir la verdad llegara hasta él, para que permaneciera en la com- pleta ignorancia de lo que estaba ocurriendo en el pais... También se decia que sus asesores, para ha- cer mas perfecto el ocultamiento de la realidad, man- daban imprimir un diario que sélo incluia noticias tranquilizadoras, y del que se editaba un nico ejem- plar. A Yrigoyen le llegaban noticias felices de ese pais de ficcion construido para él. ¥ DICTADURAS TRANSITORIAS n la novela de Roberto Arlt Los siete locos una Ces secreta prepara una revolucion. A una de esas reuniones, el jefe del grupo, el Astrélogo, in- vita a un militar, el Mayor, quien propone: 4 ——__—$§_im “Ahora bien, cuando numerosas bombas hayan es- tallado por los rincones de la ciudad y las proclamas sean leidas y la inquietud revolucionaria esté madu- ra, entonces intervendremos nosotros, los militares. Diremos que en vista de la poca capacidad de gobier- no para defender las instituciones de la patria, el ca- pital y la familia, nos apoderamos del Estado, procla- mando una dictadura transitoria. Todas las dictadu- ras son transitorias para despertar confianza”. ¥ ajo el cerro Uritorco, en Cér- doba, a 500 metros de profun- didad, hay una enorme cavidad. Alli esta la ciudad de Erks, edificada por se- A res de otros planetas. Erks es una de las bases | extraterrestres mas im- ~ ortantes. Pertenece, se- : i algunos ufélogos, a la Confederacién Intergalac- tica, que agrupa a los habitantes de distintos plane- tas. Los habitantes de Erks sélo se comunican a tra- és de la telepatia con algunos elegidos. ¥ FIGURITA DIFICIL C: la historia de nuestros albumes de figuritas siempre hubo algunas a las que les tocé en suerte el dudoso prestigio de la ausencia. Se hablaba de esas figuritas con veneracién: su obtencién era tan importante en si misma, que el premio por Album Ile- no (una pelota de fatbol nimero cinco, una mufieca) parecia un tesoro banal frente al milagro de su con- quista. Todo el mundo conocia a alguien que Ja habia recibido, en otro colegio, en otro barrio, en otra ciu- dad, siempre més alla de las fronteras conocidas. Pe- ro nunca hubo testigos directos de la aparicién. Cen el tiempo uno Iegé a pensar que esas figuri- tas no eran dificiles porque habia pocas, sino por una razon mas sencilla: no existian. Su destino fue ser el centro de una esperanza infundada, una falsa promesa y finalmente una demorada decepeién. En los albumes, una leyenda al pie de cada espa- cio advertia sobre las umagenes de las figuritas por venir. Asi uno podia conocer el contenido de esas eternas ausentes. La 128 de El Zorro, que mostraba a Diego de la Vega sobre Tornado saltando un preci- picio, un defensor de Chacarita en 1969, un platillo volador atacando el Obelisco y la 65 de Batman (la baticueva inundada) fueron algunos de esos objetos imposibles. ¥ HOMBRE DE LA VACA ee las muchas invenciones de Omar Vifiole, “el hombre de la vaca”, la primera es la de haberse inventado a si mismo. Nacié en Bragado en 1918, y _8e recibié de médico veterinario en Cérdoba, donde comenzaron sus andanzas. Alli instalé, en una plaza, la Universidad Popular del Pueblo San Martin, “la universidad al aire libre y sin techo” de la que se nombré rector. Otorgé titulos de Ingeniero de Soni- do, Doctor en Depravatius Causas y Doctor en Dig- nidad. Se propuso también como candidato a gober- nador de la provincia a través de su propio partido, el PAN. En 1934 viajé a Buenos Aires y con el acom- pafiamiento del diario Critica comenzé a dedicarse a su especialidad: “Tengo una vocacién de empresario de escdndalos, de la misma manera que los hay de pompas finebres”. Viajé a Espaiia “para devolverle a Colén la visita de cortesia” acompafiado del animal que fue su simbolo: una vaca tambera holandesa. En sus frecuentes conferencias fustigé al gobierno y a las clases altas, con- virtiéndose en una especie de lucha- dor social que defendia, cadtica [7 pero insistentemente, a los =” pobres. En todas sus confe- rencias aparecia en escena con la vaca, su tinica interlocuto- 37. ra. El teatro Avenida y el Argentino de La Plata fue- ron algunos de sus escenarios. Viiiole publicé muchos libros, escritos con una ve- locidad sorprendente y con titulos que lamaban a gritos a sus lectores: A usted le sale sangre, El hom- bre que se depilé la ingle, La camiseta del jefe de po- licia, La caligrafia de los juanetes en el Rio de la Plata, Lo que opina la vaca de Buenos Aires, Men- saje a los desventurados que me conocieron idiota, entre otros. Su vida y su campaiia publicitaria de ese producto que era él mismo fueron inseparables: lle- g6 a la osadia de participar en el Luna Park en un enfrentamiento de Catch, un deporte por entonces tan popular como teatral. En la altima pelea de la noche se enfrenté con el ruso Martin Zikoff, a quien le gané (su rival fue descalificado por juego sucio). Algunos de sus escandalos (Viiiole iba con la vaca a todas partes) terminaron con la participacion de la policia. En 1938 su vida dio un giro: se volvié misti- co y fundé en una isla del Tigre una Escuela de me- ditacién, de la que sus discipulos egresaban con el ti- tulo de Hermanos azules. Ya cerrada la escuela, per- manecié un tiempo en un monasterio franciscano. El 17 de octubre de 1945 lo encontré alejado del misti- cismo, escribiendo para un diario del Partido Inde- pendiente, una de las fuerzas politicas que apoyé la candidatura de Perén. Después, durante varios afios publicé una revista semanal, El tanque. Cuando mu- rid, en 1967, intentaba sacar a la calle un diario Ila- mado Mi pais. ¥ HRON 0 es infrecuente, en las regiones mas antiguas de Tlon, la duplicacién de objetos perdidos. Dos personas busean un lapiz; la primera lo encuentra y no dice nada, la segunda encuentra un lapiz no me- nos real, pero m4s ajustado a su expectativa. Esos objetos secundarios se Haman hrénir y son, aunque de forma desairada, un poco mas largos. Hasta hace poco los hrénir fueron hijos casuales de la distrac- cin y del olvido. Parece mentira que su metédica produccién cuente apenas cien aiios...” (l Hronir es el plural de hrén, en uno de los idio- mas de Tlén. Si uno pierde un hriin, puede aparecer un hrén de segunda generacién (la copia de una copia) y asi sucesivamente. “Los de quinto grado son ca- ( si uniformes; los de no- yeno se confunden con los le segundo; en los de undécimo hay una pure- ja de lineas que los originales 0 tienen”, # A partir del relato, “Tlin, Uqbar, Orbis ‘ertius” de Jorge Luis Borges. HUNDIMIENTO DE BUENOS AIRES a ciudad esta horadada por numerosos tineles, construidos en épocas distintas. No existen ma- pas de esos caminos secretos. Uno de ellos nace en Corrientes y Callao para unirse a una vasta red que conecta a conventos e iglesias de la ciudad. En la historia subterranea de Buenos Aires, la le- yenda y la verdad se confunden, porque en los con- ductos secretos no hubo nunca testigos. Fueron usa- dos por traficantes de esclavos, por perseguidos po- liticos, por amantes clandestinos. Leopoldo Lugones recogié en un articulo (“El hundimiento de Buenos Aires”, La Nacién, 9 de julio de 1922) una catastr6- fica creencia popular: la proliferacién de taneles ha hecho del subsuelo un inmenso hormiguero y llegara el dia en que Buenos Aires termine por hundirse. # 40 oracio Kalibang mide algo menos de un metro y medio, tiene barba y una mirada fija. Puede inclinar su cuerpo hacia adelante hasta alcanzar un Angulo que desafia toda gravedad, como si estuviera hueco y sus pies fueran de plomo. Kalibang es uno de los autématas fabricados por Oscar Baum. EI ha creado muchas réplicas que ha echado a andar por el mundo, confundidas con los humanos. Ya no hay manera de distinguir quien es un hombre y quien un aut6mata. ¥ A partir del cuento “Horacio Kalibang o los autématas” #1879), de Eduardo Holmberg. Material de distribucion gratuita, oh

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