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LOS VICIOS OCULTOS

Los Vicios Ocultos de una Cosa o Bien son los defectos o


imperfecciones que tiene, pero no son notorias y disminuyen
o destruyen la utilidad o el aprovechamiento normal de la
misma.
Cuando el Enajenante transmite una cosa garantiza al
Adquirente la calidad de la cosa transmitida y que no existen
defectos en ella antes del acto de transmisión, pero en caso
de que los defectos son anteriores a la transmisión realizada y
los sufre el adquirente, entonces el Enajenante responderá
con la indemnización o la reparación de la cosa.
EL SANEAMIENTO POR VICIOS OCULTOS
Todo Adquirente siempre tiene la esperanza de que la
cosa que adquiere satisfaga sus necesidades y le resulte
un beneficio para el fin al que la destine, pero cuando esto
no ocurre y existen defectos en la cosa surge el
Saneamiento por Vicios Ocultos y el Código Civil
establece:

Artículo 2142. En los contratos conmutativos, el


enajenante está obligado al saneamiento por los
defectos ocultos de la cosa enajenada que la haga
impropia para los usos a que se la destina, o que
disminuyan de tal modo este uso, que a haberlo
conocido el adquirente no hubiere hecho la
adquisición o habría dado menos precio por la cosa.
ELEMENTOS PARA PROMOVER EL SANEAMIENTO
POR VICIOS OCULTOS
1. Exista un acto sobre una cosa con vicios ocultos
2. Los vicios impiden o disminuyen la utilidad de la cosa
3. Los vicios de la cosa son materialmente evidentes
EFECTOS DE LOS VICIOS OCULTOS

➢ Promover Acción redhibitoria, la cual tiene un carácter


de rescisión o resolutoria que extingue el contrato
retroactivamente, y faculta al adquirente a devolver la
cosa viciada en el mismo estado en que la recibió.
➢ A través de la Acción estimatoria o de valuación
“quanti minoris” tiene por finalidad la reducción del
precio de la cosa por las deficiencias presentadas.
.

Artículo 2144. En los casos del artículo 2142,


puede el adquirente exigir la rescisión del
contrato y el pago de los gastos que por él
hubiere hecho, o que se le rebaje una
cantidad proporcionada del precio, a juicio
de peritos.
Artículo 2143. El enajenante no es
responsable de los defectos manifiestos o
que estén a la vista, ni tampoco de los que
no lo están, si el adquirente es un perito que
por razón de su oficio o profesión debe
fácilmente conocerlos.

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