Si bien el dominio de una lengua es fundamental para una
participación exitosa en la sociedad, el dominio de la lengua materna es un factor crítico, pues, es un marcador de la identidad y la conexión con el patrimonio cultural, su comprensión es la interconexión entre la Identidad cultural, y su construcción, este hecho sucede en las prácticas escolares del uso de la lengua en sus diferentes contextos.
A la larga, negar el valor de la lengua materna priva a los niños de la
herencia lingüística y cultural que ayudará desarrollan tanto un fuerte sentido de identidad como la base cognitiva para aprendizaje futuro (Sánchez, 1999).
Ejemplo de resumen: Resumen
La lengua (y la escritura) es el vehículo de la mayor parte de
interacciones que ocurren en nuestra vida social. Por ello es hacedora, instrumento de comunicación y recurso implícito y/o explícito de las relaciones sociales, y como tal, también del Capital social.
En un colectivo fuertemente cohesivo, en el sentido de gran intensidad
de relaciones fuertes internas al mismo en un ámbito dado de la vida social, se puede suponer que la lengua de uso y referencia en dicho ámbito es idéntica en otros ámbitos si el mismo grupo permanece también cohesivo en ellos. Visto a la inversa, el hecho de que en un colectivo se den y usen dos o más lenguas diferentes, desconocidas o con competencias limitadas por partes de dicho colectivo, no facilita la cohesión global del grupo y sí la formación de grupos cohesivos por comunidades lingüísticas. En el caso de la integración.