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Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990

Horacio A. Torres

Cambios socioterritoriales en Buenos


Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres1

Abstract

During this past decade, Buenos Aires has experienced important socio-territorial
transformations that directly or indirectly relate to those examined and exposed in texts
covering "global cities". The following article analyzes these changes, showing
particular characteristics that have effected Buenos Aires and focuses on those
processes that have cast profound transformations over the metropolitan "social map".
Considering both central city areas as well as the vast metropolitan region, special
attention is placed on the suburbanization of the "elite group" that during the 1990’s
has become a rapid and intense process in Buenos Aires. However, this process
seems to occur later in time when compared to the time similar processes took place in
other American and Latin American metropolitan areas.

Key Words: Buenos Aires; Suburbanization; Residential Segregation; Gated


Communities.

Resumen

Durante la década de 1990 Buenos Aires experimenta transformaciones


socioterritoriales de trascendencia que pueden ser relacionadas de manera directa o
indirecta con las estudiadas en la literatura que enfoca el fenómeno de la «ciudad
global», mostrando, sin embargo, características específicas que son analizadas en el
trabajo. El análisis se centra en aquellos procesos que provocan fuertes cambios en el
«mapa social» metropolitano, tanto los producidos en su casco central como en su
extensa región metropolitana, prestando especial atención al fenómeno al que se ha
denominado la «suburbanización de las élites», que en Buenos Aires se produce de
manera importante y acelerada durante los años noventa, pero que cronológicamente
resulta un proceso tardío si lo comparamos con fenómenos de características más o
menos similares producidos en otras metrópolis tanto de los Estados Unidos como de
Latinoamérica.

Palabras clave: Buenos Aires; Suburbanización; Segregación residencial; Barrios


Cerrados.

1
Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de la Argentina (CONICET), Profesor-
Investigador de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (FADU-UBA). E-
mail: htorres@fadu.uba.ar

Revista eure (Vol. XXVII, Nº 80), pp. 33-56, Santiago de Chile, mayo 2001
[33]

 
Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

1. Introducción
Buenos Aires participa de muchas de
1.1 Aspectos generales: el contexto las características que la literatura atribuye
global a las «ciudades globales», pero lo hace de
manera específica, condicionada básica-
mente por dos situaciones: por una parte,
Las importantes transformaciones
su posición en la red global (que podría
socioterritoriales que comienzan a
definirse como «semiperiférica» y que al-
experimentarse en Buenos Aires en gunos califican como sólo de alcance «re-
la década de 1980 y que se acentúan
gional» -Borja y Castells, 1997-) y, por otra,
drásticamente durante la década subsi-
por características específicas de su desa-
guiente, constituyen un fenómeno de mag-
rrollo histórico que han dejado una fuerte
nitud que ha concitado el interés no sólo
impronta en su actual estructura
del mundo académico sino también de los
socioterritorial.
actores políticos urbanos, de los grupos de
intereses específicos y del público en ge-
neral, lo que repercute en el tratamiento En relación con el contexto global, los
que se ha dado al tema en varios eventos trabajos de John Friedmann de mediados
2
científicos realizados y en la cobertura de la década de 1980 en los que enuncia-
otorgada por los periódicos de mayor cir- ba la «hipótesis de la ciudad global»
culación y por publicaciones especializa- (Friedmann, 1986 y 1995) tuvieron un im-
das. pacto académico de gran magnitud y fue-
ron seguidos por numerosos otros trabajos
que, aunque retomaban lo fundamental de
Esos fenómenos, aunque algunas ve- esa hipótesis, seguían líneas específicas
ces son tratados desde una perspectiva
de investigación. Entre esos trabajos, los
local, responden a una lógica de mayor
que contienen los aportes que permiten de
alcance íntimamente relacionada con los
manera más consistente relacionar los prin-
procesos interrelacionados de globalización
cipios más generales de esas hipótesis con
de la economía, la sociedad y la cultura
el urbanismo de las «ciudades globales»
(Casariego Ramírez, 1995) y, en particular,
son, en primer lugar, los de Saskia Sassen
con el tratamiento académico que se ha
(1994 y 1999) y, posteriormente, los de
dado al fenómeno del surgimiento de una Borja y Castells (1997).
red de «ciudades globales».

Sassen (1999) considera que en primer


3
lugar la crisis de los años setenta y

2
Se citan algunos: (1) 1r. Seminario sobre la Unidad Temática de Desarrollo Urbano de la Red
Barrios Cerrados, convocado por la Municipalidad Mercociudades y la Municipalidad de Malvinas
de Malvinas Argentinas en septiembre de 1997; (2) Argentinas; realizado en el Campus de la Univer-
Mesa «Barrios privados» del Seminario de Inves- sidad Nacional de General Sarmiento en agosto de
tigación Urbana El nuevo milenio y lo urbano 2000.
3
organizado por el Instituto de Investigación Gino Que finaliza con el régimen internacional
Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universi- forjado en las décadas posteriores a la Segunda
dad de Buenos Aires, en noviembre de 1998; (3) Guerra Mundial. Ese período coincide en América
Sesiones específicas en el Curso Internacional Latina en general y en la Argentina en particular,
Gestión Urbana y de Ciudades organizado por con el régimen de industrialización sustitutivo de
Unidad de Gestión y Coordinación del Área importaciones. Este tipo de proceso e industria-
Metropolitana de Buenos Aires de la Facultad de lización constituye uno de los factores más
Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad importantes para explicar el gran crecimiento de la
de Buenos Aires, en mayo de 2000; (4) 2° aglomeración Gran Buenos Aires durante ese
Seminario sobre Barrios Cerrados convocado por período.

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específicamente la de los años ochenta alto nivel se haya concentrado en unos
producen cambios en la geografía y la pocos centros financieros líderes. La auto-
composición de la economía global que se ra citada sostiene «que es precisamente
traducen en "una compleja dualidad: una porque la telecomunicación facilita la dis-
organización de la actividad económica persión territorial que la aglomeración de
espacialmente dispersa pero a la vez ciertas actividades centralizadas se ha vis-
globalmente integrada" (p.29). Esta combi- to notablemente incrementada» (p.31), re-
nación de concentración y dispersión crea firiéndose con lo anterior tanto a la concen-
un cuádruple rol estratégico para las gran- tración en las ciudades globales en su
des ciudades: (1) se afianzan como puntos conjunto como a la que se produce en el
de comando desde los que se organiza la interior de ellas, en sus Distritos Centrales
economía mundial, (2) reemplazan a la de Negocios (CBD’s).
industria como sector económico dominan-
te y se afianzan también como localizacio- Otro aspecto importante que comple-
nes clave para las finanzas y las empresas menta la línea argumentativa anterior es la
de servicios especializados, (3) acrecien- afirmación de que las ciudades globales no
tan su potencial para generar innovaciones son sólo puntos nodales para la coordina-
vinculadas a esas mismas actividades y ción de procesos sino también sitios par-
(4) se convierten en los mercados privile- ticulares de producción de aquellos servi-
giados para los productos y las innovacio- cios especializados que posibilitan dirigir
nes producidas (p.30). redes dispersas y de innovaciones (finan-
cieras, relativas a la formación de merca-
Sassen es categórica al negar el carác- dos, etc.). Sería entonces una función ur-
ter reduccionista que algunos podrían atri- banamerecedora de especial atención en
buir al término «ciudad global», afirmando el contexto actual «la práctica del control
al mismo tiempo el carácter interactivo que global», es decir «el trabajo de producir
reviste la relación entre lo macroeconómico y reproducir la organización y la ges-
y lo específicamente urbano: «Sin embar- tión del sistema de producción global
go, el término ciudad global puede tornar- y de un mercado global para las finan-
se reduccionista y equívoco si sugiere que zas» (p.32).
las ciudades son meros resultados de una
máquina económica global. Esas ciudades Analizando lo anterior desde la perspec-
son lugares específicos cuyos espacios, tiva de la construcción histórica de la teoría
dinámicas internas y estructura social urbana, resulta de interés destacar que la
son relevantes; en realidad seremos afirmación de que la «centralidad» y la «den-
capaces de entender el orden global sidad» urbanas constituyen factores
sólo analizando por qué las estructuras causales decisivos en la producción y re-
clave de la economía global están si- producción de comportamientos «no tradi-
tuadas necesariamente en las ciudades» cionales», «racionales» e «innovativos»,
(p.30). La explicación de esta necesidad hunde sus raíces en conceptos, tales como
surge del hecho de que aunque ha habido la «densidad moral» de la que habla
dispersión territorial de la actividad econó- Durkheim (1898) o en la «forma de vida» en
mica, no ha habido descentralización algu- las grandes metrópolis tal como es presen-
na en la apropiación de beneficios, lo que 5
tada por Simmel (1950) o por Wirth (1938) .
causa que el control y la gestión en el más

4 5
Básicamente la crisis de la deuda externa del Esto se manifiesta en particular en la
Tercer Mundo y la competencia extranjera en los referencia de la autora citada a los «contactos
Estados Unidos. cara-a-cara». ¿Por qué -se pregunta- los servicios

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De manera más directa, lo anterior tam- problemática de la ciudad global. En gene-
bién remite a la reflexión sobre lo que ral, se constata que se está produciendo
«produce» y «reproduce» la ciudad: recor- de manera clara una doble polarización: (1)
demos que para Castells (1973) es otro una relacionada con la distribución del in-
tipo de «reproducción» lo que constituye greso y (2) otra de magnitud comparable
una de las principales funciones distintivas relacionada con la distribución ocupacional
de la ciudad en las sociedades capitalistas de los trabajadores. Esto implica que exis-
avanzadas: lo que este autor define como te un mayor crecimiento en los polos altos
«la reproducción simple y ampliada de la y bajos, lo que excluye a muchos sectores
fuerza de trabajo» (p.298). medios y a los relacionados con las viejas
industrias, hoy en declive.
Desde una perspectiva aun más am-
plia, puede decirse que la literatura que Además del incremento de la oferta de
enfoca el problema de la «ciudad global» empleos en el tramo superior de la escala
alude a una abarcativa gama de proble- de ingresos, la autora citada observa que
mas: en economía, al «postfordismo»; en hay también una vasta oferta de empleos
el campo de los avances científico-tecnoló- de bajos salarios requeridos por los proce-
gicos, a la revolución en las telecomu- sos urbanos de «gentrificación» caracterís-
nicadiones, y en el campo de la sociedad, ticos de los años ochenta y acentuados en
lo urbano, la cultura y el pensamiento en los noventa, relacionados con el surgimien-
general al «postmodernismo» y el to de nuevas zonas urbanas de interés, ya
«postestructuralismo» (Casariego Ramírez, sean éstas de carácter residencial o co-
1995). mercial y de servicios especializados: «El
incremento en el número de restaurantes,
En relación con los fenómenos llama- casas y hoteles lujosos, locales de gastro-
dos de «polarización», es este un tema nomía, boutiques y lavanderías especiales
común a todos los trabajos que abordan la que ornamentan el nuevo paisaje urbano
6
ilustran esta tendencia» (Sassen, 1999: 36) .

a la producción y las finanzas están tan altamente firmas. Ellos se ven atraídos hacia las como-
concentrados? La respuesta sería que esto se didades y estilos de vida que los grandes
debe a la necesidad de las comunicaciones cara- centros urbanos pueden ofrecer, y disfrutan
a-cara en la comunidad de servicios: «La comu- de vivir en las áreas centrales en lugar de
nicación cara-a-cara requiere ser refinada en los suburbios» (Sassen, 1999: 39).
6
varios sentidos. Los servicios avanzados son en El término gentryfication (que en traduccio-
su mayor parte servicios a la producción; a nes y textos recientes deviene «gentrificación») se
diferencia de otros tipos de servicios, no dependen refiere en los estudios urbanos actuales a la
de la proximidad de los consumidores servidos. En ocupación por parte de grupos de altos ingresos
cambio, estas frimas especializadas necesitan de zonas anteriormente ocupadas por grupos de
localizarse cerca de otras firmas que producen bajos ingresos (con la consiguiente valorización de
insumos clave, o cuya proximidad vuelve posible esas zonas -en general zonas centrales muchas
la producción articulada de ofertas de veces deterioradas- y el desplazamiento de sus
servicios. Las empresas contables pueden servir primitivos ocupantes). Es ésta una tendencia
a sus clientes a distancia, pero la naturaleza de opuesta -que constituiría una alternativa más
su servicio depende de la proximidad de otros reciente- a la tendencia «clásica» de los grupos
especialistas, desde abogados hasta programado- de altos ingresos hacia la suburbanización (en
res. Hoy en día las transacciones de las grandes particular en las ciudades norteamericanas), ya
corporaciones requieren usualmente la participa- tratada en los trabajos clásicos de Burgess (1925)
ción simultánea de varias empresas especializadas y estudiada específicamente por Hoyt (1933 y
que proveen asesoría legal, contable y financiera, 1939) en lo que respecta a la ocupación y
relaciones públicas, consultoría gerencial y otros valorización («colonización») de zonas cada vez
servicios similares. Más aún, la concentración más alejadas a lo largo de los ejes metropolitanos
resulta de las necesidades y expectativas de los preferenciales. El término «gentry» aludía origina-
trabajadores de altos ingresos empleados en esas

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1.2 Los índices económicos de la autora citada caracteriza sintéticamente
aglomeración Gran Buenos Aires este período como «de economía abierta»,
en los noventa: los procesos de contraponiéndolo al anterior, de la siguien-
«polarización» te manera: «El rápido crecimiento del pro-
ducto, la recuperación de la capacidad de
Según una periodización en la que coinci- acumulación, el crecimiento de la produc-
den varios estudios que abarcan los veinti- tividad y la estabilidad de precios fueron la
cinco últimos años de evolución de la eco- contracara positiva [de esta nueva etapa].
nomía argentina, puede hablarse de dos En cambio, el fuerte aumento de la tasa de
grandes ciclos: el primero se extiende entre desocupación y la precarización del em-
mediados de los años ‘70 y fines de los pleo asalariado fueron los aspectos más
‘80 y el segundo durante la década de 1990. negativos» (p.178).
El primero es caracterizado como «de tran-
sición» entre el modelo sustitutivo de im- Esta periodización es particularmente
portaciones -que tuvo vigencia entre la válida para la Aglomeración Gran Buenos
década de 1930 y la de 1960- y el actual Aires, que contiene más de la tercera par-
modelo, que es caracterizado como «de te de la población del país y concentra una
economía abierta» y que, a partir de la proporción considerablemente mayor (hol-
década de 1990 se convierte en hegemóni- gadamente la mayor parte) de la actividad
co (luego del cambio político que trajo económica del país. Las transformaciones
consigo la promulgación de la Ley de Re- socioterritoriales que se experimentan en
forma del Estado y de Emergencia Econó- Buenos Aires durante los años ‘90 pueden
mica en 1989 y de la implementación del ser claramente enmarcadas en esa
Plan de Convertibilidad en 1991). Este periodización.
modelo se basa en «una amplia liberaliza-
ción comercial y financiera, la libre Analicemos en primer lugar algunos de
convertibilidad del peso a una tasa de cam- los indicadores macroeconómicos que fun-
bio baja y fija, acuerdos para el pago de la damentan la periodización anterior, que se
deuda externa y la privatización de las muestran en el cuadro siguiente y en el
empresas públicas» (Cimillo, 1999). La gráfico construido a partir del mismo:

riamente a los grupos que socialmente estaban ocupada por un grupo social de alto nivel -o, en
posicionados «inmediatamente por debajo de la ocasiones, por actividades del terciario avanzado-
nobleza» (The Concise Oxford Dictionary, 4th. lo que provoca usualmente drásticas variaciones
Edition, 1929); en la literatura urbana actual la en los valores y usos del suelo y fenómenos de
«gentrificación» se refiere al fenómeno preciso ya «sucesión» residencial.
aludido: una zona se «gentrifica» cuando es

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El cuadro muestra el incremento de la conjunto significativo de autores aborda de
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tasa de actividad en el GBA entre 1990 y lleno esta problemática, coincidiendo en
1997 (luego de una práctica estabilidad muchas de las premisas y conclusiones a
durante el período 1974-1980-1990). Este las que se arriba, pero desarrollando enfo-
incremento está acompañado por un incre- ques disciplinarios diferenciados y centros
mento más acusado de la tasa de de interés específicos. Antes de pasar a
precarización del empleo y también por otros aspectos, y aun a riesgo de incurrir
incrementos de las tasas de desocupación en omisiones importantes, se hará a con-
y subempleo. El cuadro pone claramente tinuación una breve mención de algunos de
en evidencia que en la aglomeración ha esos trabajos:
aumentado la tasa de actividad (que se
mide como un porcentaje sobre el total de Ciccolella (1998) señala la declinación
la población), acompañada por un impor- de las funciones productivas de la ciudad,
tante aumento de las tasas de desocupa- la que tiende a ser reacondicionada en
ción y desempleo (que se miden como función de las lógicas del consumo y los
porcentajes de la población económicamen- servicios avanzados, lo que la convierte en
te activa o PEA) y por un aumento aún ellocus de la competitividad, que presenta
mayor de la precarización (que se mide las condiciones de acumulación apropia-
como porcentaje del total de asalariados). das para los grandes inversores y empre-
sarios, locales y externos. Destaca la re-
Como resumen, entonces, puede decir- levancia de las nuevas inversiones en Bue-
se que en la aglomeración Gran Buenos nos Aires a partir de 1989, alentadas con
Aires durante los años noventa están pre- el nuevo clima favorable para estos
sentes todos los elementos de un impor- emprendimientos que se abre con el cam-
tante proceso de polarización. bio político que se traduce en la Ley de
Convertibilidad y la de Reforma del Esta-
1.3 Cambios socioterritoriales de do. Las nuevas inversiones son en medida
Buenos Aires: el estado de la importante inversiones extranjeras directas:
cuestión las estima en 30.000 millones de dólares
entre 1990 y 1996, habiéndose concentra-
do principalmente en la Región Metropoli-
Al finalizar la década de 1990 ya no era tana de Buenos Aires. Señala que, simul-
posible dudar que Buenos Aires había ex- táneamente, el Estado disminuye sus ac-
perimentado transformaciones socioterri- ciones directas sobre el territorio y pasa a
toriales de trascendencia que podían ser actuar como acondicionador y promotor,
relacionadas de manera directa o indirecta destacando que durante los noventa se han
con procesos del tipo de los estudiados en completado 150 Km. de nuevas autopistas
la literatura que enfoca el fenómeno de la y remodelado y ampliado las existentes,
«ciudad global». habiéndose también realizado inversiones
del orden de los 4.000 millones de dólares
En los varios eventos realizados ya en nuevas urbanizaciones privadas en la
mencionados y en otras publicaciones, un Región Metropolitana de Buenos Aires
(30.000 Has. y 4 millones de metros cua-
drados construidos). A lo anterior debe
agregarse la hotelería internacional (900
7
A los efectos del análisis de las estadís- millones de dólares), las nuevas sedes
ticas que se presentan, la unidad territorial que la empresariales con «edificios inteligentes»
fuente denomina «Gran Buenos Aires» puede que generan «imágenes emblemáticas del
considerarse comparable a la que es utilizada en poder económico» (500 millones de dóla-
este trabajo y que denominamos -siguiendo al
INDEC- «Aglomeración Gran Buenos Aires».

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res) y los grandes espacios de consumo de la ciudad (el de principios del siglo XX
(malls, shopping centers, hipermercados). -«del centro a los barrios», estudiado por
Scobie (1977) y Torres (1975)- y el de las
Clichevsky (2000, 2000a -en prensa-), décadas de 1940, 1950 y 1960 (nuevos
analiza la nueva dinámica inmobiliaria de migrantes internos que se asientan en
los noventa señalando que la estabilidad zonas periféricas de «loteos económicos»).
monetaria desde 1991, el hecho de que la En el contexto de la evolución del «mapa
Argentina brinde posibilidades de rentabili- social» de la ciudad, destaca la importan-
dad mayores que otros países (incluido cia que tuvieron en el proceso de
Estados Unidos), y las escasas regulacio- suburbanización los fuertes subsidios que
nes estatales relativas a la subdivisión de abarataron radicalmente el costo del trans-
tierras, constituyó un conjunto de factores porte suburbano nacionalizado en 1947-
8
que impulsaron el incremento de capital en 1948 , facilitando de esta manera los des-
el sector inmobiliario. El influjo de capital, plazamientos cotidianos residencia-trabajo
los cambios tecnológicos y el agravamien- de los trabajadores urbanos y la realiza-
to de los problemas de violencia urbana y ción de "loteos económicos" en toda la
seguridad -sostiene la autora- han provoca- periferia.
do grandes cambios en la configuración
urbana: los sectores de altos ingresos, que Varios otros autores, desde otras pers-
habitaban parte de la «primera corona», o pectivas, tratan de manera central los
bien vuelven al centro, en torres de lujo, o «loteos económicos» (principalmente
bien se alejan encerrándose en «Clubes de Clichevsky, 1975, y Clichevsky, Prévôt-
Campo» exclusivos y en «Barrios Cerra- Schapira y Schneier, 1990); en el primer
dos». Esto ha resultado en una periferia caso, el interés se centra en el estudio del
ocupada tanto por los sectores pobres mercado de tierras y sus agentes, abor-
como por los ricos. Los sectores de altos dando teóricamente la teoría de la renta u
ingresos se segregan, así, de los de me- rbana e intentando establecer los proble-
dios ingresos en descenso y de los de mas que presenta su aplicación al caso de
bajos ingresos, algunos de los cuales han Buenos Aires.
descendido a la indigencia.
8
Los precios del pasaje en los ferrocarriles
suburbanos aumentaron entre 1939 y 1959 de m$n
Torres (1993, 1998, 1999) estudia los 1,60 a m$n 7,50; mientras que el nivel general de
cambios en la «estructura socioterritorial» costo de vida, en el mismo período, aumentó entre
de la aglomeración, principalmente a partir m$n 2,60 y m$n 78,7. Es decir, en el primer caso
de la elaboración, análisis e interpretación los precios se multiplicaron por cinco y en el
de fuentes censales de períodos sucesi- segundo por treinta (m$n era el símbolo que
vos. Detecta a comienzos de los noventa designaba a los «pesos moneda nacional», unidad
el fenómeno (nuevo en Buenos Aires) de la monetaria argentina durante el período de referen-
suburbanización de los grupos de más al- cia). Este abaratamiento radical del transporte
-excepcional si lo comparamos con ejemplos
tos ingresos, al que denomina «la internacionales- sólo fue viable como política del
suburbanización de las élites» (y que esta- Estado luego del cambio político que posibilitó la
ba produciendo fuertes cambios en el tipo nacionalización de los ferrocarriles, incluyendo la
de «tensión centro-periferia» que había extensa red suburbana de Buenos Aires. En el
caracterizado hasta entonces a la ciudad), trabajo mencionado y en otros (Torres; 1975, 1978,
señalando que este fenómeno se manifies- 1993) ese subsidio es denominado «implícito» debido
ta de manera tardía en Buenos Aires en a que no es establecido por ningún acto político-
comparación con otras ciudades. Compara administrativo «explícito» sino que resulta del hecho
de haberse, a lo largo de por lo menos una década,
este fenómeno por su importancia con otros aumentado el precio de los pasajes en ferrocarril
dos grandes procesos de suburbanización suburbano a un ritmo considerablemente inferior al
que había adquirido el proceso inflacionario.

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Torres (1993) sostiene que el transporte nos distritos, localizándose actividades de
urbano extremadamente barato por las ra- comando, gestión empresarial y hotelería
zones antedichas, habría constituido en los internacional; además de producirse nue-
hechos un subsidio, también «implícito», a vos desarrollos residenciales tales como
la tierra residencial suburbana (sin servi- los «countries en altura» y los «lofts» y
cios y donde no se aplicaban en la prác- «reciclajes», estos últimos ligados a pro-
tica controles urbanísticos), lo que habría cesos de «gentrificación». En la periferia
sido capitalizado por los trabajadores urba- de la Región Metropolitana tiene lugar el
nos que estaban afluyendo masivamente a desarrollo de los «countries», «barrios ce-
la aglomeración en el contexto del proceso rrados», «marinas», etc., además del tras-
de industrialización sustitutivo de importa- lado de sedes empresariales y el estable-
ciones, adquiriendo muchos de ellos lotes cimiento de grandes centros de servicios
a largos plazos (sin indexar), lo que les («shopping centers», «hipermercados»,
permitía autoconstruir sus viviendas. La «megacentros» de entretenimientos». Como
eliminación paulatina de ese subsidio has- factor que facilita -o aun posibilita- los
ta su práctica eliminación a lo largo de la desarrollos anteriores, la autora destaca la
década de 1990, cuando los ferrocarriles flexibilización de las normas urbanísticas y
suburbanos son concesionados, contribui- de ordenamiento territorial, refiriéndose en
ría también a explicar las nuevas formas particular al Código de Planeamiento Urba-
de suburbanización, que ahora no se de- no de 1990 y sus numerosas excepciones
sarrollan dentro del perímetro de influencia y a las modificaciones -más permisivas- de
de la extensa red de ferrocarriles suburba- la Ley 8912 de ordenamiento territorial de
nos de Buenos Aires sino fuera de él, en la Provincia de Buenos Aires.
los ejes de influencia de las nuevas auto-
pistas, no siendo ahora sus protagonistas De manera relacionada con el trabajo
los trabajadores urbanos sino, por el con- anterior, Szajnberg (en prensa), concentra
trario, los grupos de más altos ingresos. su atención en un detallado estudio de la
Torres (1998) sostiene que la existencia de zona norte (Municipios de Pilar y Tigre)
esta importante suburbanización previa, tuvo para abordar luego un estudio generalizado
un peso considerable en cuanto a perso- de los cambios de tendencias en la orga-
nas involucradas y superficie ocupada y nización del espacio residencial metropoli-
también por su perdurable consolidación en tano y las tendencias hacia la
la estructura y el tejido urbanos, constitu- «recentralización» y la «suburbanización de
yendo factores que condicionaron fuerte- las élites». Para Pilar y Tigre calcula que
mente en Buenos Aires las nuevas formas la oferta residencial involucra potencialmen-
adoptadas por la «suburbanización de las te casi el 70% de la oferta total para urba-
élites» de los noventa. nizaciones cerradas en la aglomeración (que
estima tiene un potencial de más de medio
Mignaqui (1998) estudia detalladamente millón de personas); discute el «mito» de
la dinámica inmobiliaria durante los noven- que las urbanizaciones cerradas generen
ta (una «modernización excluyente»), pro- automáticamente desarrollo económico lo-
ceso que califica como un «boom» inmo- cal pero admite como un hecho que el
biliario -que contrasta con el estancamien- sistema de centralidades metropolitano está
to de los ochenta- en el que la localización experimentando un proceso de cambio y
de la inversión privada se centra preferen- reactivación (apertura en la zona norte de
temente en las áreas centrales y a lo largo colegios, supermercados, cines, restauran-
del borde costero del Río de la Plata y de tes y oficinas) que la autora releva en de-
las principales autopistas. En las áreas talle para las municipalidades que estudia.
centrales se amplían y modernizan algu- Señala también que los gobiernos munici-

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pales alientan verdaderas políticas de «mar- social populista» (que convertía a las ciu-
keting» urbano y tienden a dejar de lado dades en un ámbito de integración durante
las funciones de regulación que les com- los años de mayor crecimiento), lo que da
peten, observando que las nuevas lugar a la desaparición del funcionamiento
centralidades se vinculan en realidad al global metropolitano en favor del
«mapa de inversiones del sector privado», protagonismo de pequeñas unidades y el
concluyendo que «los viejos centros inten- empobrecimiento del continuum espacial.
tarían adaptarse a un nuevo rol en el sis-
tema de subcentros mientras que los nue- 2. La transformación de los
vos tenderían a prescindir de todo contacto
con los anteriores», lo que implicaría «la
patrones residenciales de
duplicidad contradictoria de un modelo te- la aglomeración en los
rritorial que recrudece la escisión entre el noventa
espacio de los ricos y el de los pobres».
2.1 Antecedentes: la complejidad
Prévôt-Schapira (2000) estudia la «ciu- jurisdiccional de la aglomeración
dad fragmentada» en América Latina, que Gran Buenos Aires
sustituye a la más tradicional «ciudad or-
gánica» que caracterizaba a la región, La Aglomeración Gran Buenos Aires (ver
aumentando la polarización espacial; en el Fig. 1) configura una suerte de semicírculo
caso de Buenos Aires, ciudad especial- en el que el diámetro (de casi 100 Km.) es
mente estudiada por la autora, señala la la costa del Río de la Plata continuada con
incidencia particular de la erosión del «pacto el límite del Delta del Río Paraná. La aglo-

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meración constituye una «entidad urbana», propio gobierno, con un "Jefe de Gobierno"
tanto desde el punto de vista funcional (es elegido por los ciudadanos de la Capital.
el ámbito de los desplazamientos cotidia-
nos de la población, en particular los mo- Fuera del polígono que limita la Capital
vimientos pendulares residencia-trabajo) federal (la costa del Río de la Plata, el
como desde el punto de vista físico (cons- trazado poligonal de la Avenida General Paz
tituye una «mancha urbana» sin solucio- y el Riachuelo -ver fig. 1-), nos encontra-
9
nes importantes de continuidad) . Sin em- mos en territorio de la Provincia de Buenos
bargo, esta entidad urbana "real" no lo es Aires, uno de los estados federales argen-
desde el punto de vista jurídico por hallarse tinos, que está dividido en municipios (que
fragmentada en varias jurisdicciones de en esta provincia se denominan "Partidos").
distinto nivel: nacional, provincial y munici- La Provincia de Buenos Aires tiene su pro
pal. pio gobierno cuya sede es la ciudad de La
Plata, capital de la provincia (a aproxima-
Los censos argentinos de 1947 y 1960 damente 60 Km. del centro de Buenos
comienzan a reconocer para fines estadís- Aires). La Plata es un municipio que, en
ticos la existencia del "Gran Buenos Ai- conjunto con otros dos (Berisso y Ensena-
res". Pero es recién a partir de 1970 que el da) constituyen para el INDEC otra aglo-
Instituto Nacional de Estadística y Censos meración: la Aglomeración Gran La Plata.
(INDEC) adopta criterios teórico- En el último censo (1991) esta aglomera-
metodológicos que le permiten delimitar lo ción, aunque casi colindaba con la Aglo-
que denomina la "Aglomeración Gran Bue- meración Gran Buenos Aires, constituía una
nos Aires" que, para los fines censales, localidad separada.
constituye una sola "localidad" (con
11.298.030 habs. en 1991, fecha del último Aparte de lo anterior, el uso ha impues-
censo nacional). Esta "localidad", sin em- to la denominación de "primera corona" a
bargo está constituida por un variado con- una corona semicircular alrededor de la
junto de jurisdicciones. Capital que se extiende hasta aproximada-
mente 25 Km. del centro (y que incorpora
La principal de estas jurisdicciones es los municipios de la Provincia de Buenos
la Ciudad de Buenos Aires (casco central Aires colindantes con la Capital federal);
de la aglomeración, con 2.965.403 habs. se denomina "segunda corona" a la corona
en 1991), que es la Capital federal de la semicircular subsiguiente, que se extiende
República y, en consecuencia, la sede del hasta aproximadamente 40 ó 50 Km. del
Gobierno Nacional. La Ciudad de Buenos centro y, finalmente, la más reciente "ter-
Aires (o Capital federal), que antes de 1994 cera corona", que se extiende (con fluctua-
era un municipio que dependía para su ciones) desde aproximadamente los 40 Km.
gobierno del Gobierno Nacional y, en par- y avanza de manera rápida y consistente,
ticular, del Poder Ejecutivo Nacional (que en particular durante los últimos años. Los
nombraba de manera directa al "Intenden- municipios de la Provincia de Buenos Ai-
te" de la ciudad), desde la reforma consti- res próximos a la Capital federal, dentro de
tucional de 1994 adquiere el rango de "ciu- los cuales se extiende la Aglomeración Gran
dad autónoma" y es también sede de su Buenos Aires, son usualmente clasificados
según su pertenencia a cada una de estas
"coronas", sin que esto implique ninguna
pertenencia institucional.
9
Más técnicamente, el criterio "físico" para la
determinación de localidades hace referencia a
"concentraciones espaciales de edificios próximos
conectados por una red de calles" (Vapñarsky,
1978, 1999).

42 eure

 
Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

 
Esta complejidad jurisdiccional ha sido correspondiente a la Ciudad de Buenos
tratada por varios autores en relación con las Aires -el casco central de la aglomeración-, a
dificultades que presenta en varios niveles de la que, como ya se dijo, también podemos
análisis: por una parte, en el ámbito político, referirnos como la Capital federal. El cua-
de gestión urbana y de representación ciuda- dro muestra resultados particularmente elo-
dana (ver Pírez, 1994) y, por otra, en el ámbito cuentes: si bien la línea de tendencia de la
de la formulación de planes urbanos. evolución de los permisos de construcción
es claramente ascendente a lo largo de
Es importante observar que esa misma todo el período, si se consideran separada-
complejidad, por su parte, parece ser en el mente ambas décadas, el crecimiento es
actual contexto una característica que faci- considerablemente más acusado (con fluc-
lita las actuales tendencias hacia la frag- tuaciones) a partir de comienzos de la
mentación y la polarización. década de 1990, lo que se pone en eviden-
cia al superponer a la línea de tendencia
general otra curva trazada por el método
2.2 Análisis de las tendencias hacia la «de la media móvil» (ver gráfico 2).
polarización residencial en la
aglomeración Gran Buenos Aires
Además, y de manera más relevante,
otros cuadros que analizan ese crecimien-
2.2.1 Tendencias hacia la polarización to discriminan cuatro categorías de vivien-
en el casco central de la das: «sencillas», «confortables», «lujosas»
aglomeración: la ciudad de y «suntuosas». Así, se pone en evidencia
Buenos Aires (Capital federal) que son las viviendas «suntuosas» las que
más crecen durante los noventa, mostran-
- La evolución del mercado formal do una línea de tendencia (calculada a partir
de las series anuales de valores) que as-
ciende desde menos de 100.000 m2 anua-
• Análisis de los permisos de
les a comienzos de la década hasta más
construcción
de 300.000 a fines de la misma; la línea de
tendencia de las viviendas «sencillas», en
El cuadro 2 se refiere a la evolución de la cambio, es horizontal y se mantiene en
cantidad de los permisos de construcción
y la superficie involucrada en los mismos,

eure 43

 
Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

300.000 m2 anuales a todo lo largo del lación con las tendencias hacia la polariza-
período (Torres y Furlong, 2000). ción del mercado residencial formal de la
Capital federal (Torres y Furlong, 2000).
De todo lo anterior, entonces, puede
concluirse que sin lugar a dudas, la activi- Esencialmente, la principal tendencia
dad constructiva de viviendas dentro del encontrada es la siguiente: las áreas de
mercado formal en la Capital federal estuvo mejor nivel (centro-norte) aumentan su pro-
claramente dirigida, de manera creciente porción de estratos altos y disminuyen la
durante el período estudiado, hacia los de sus estratos medios; es decir, son algo
grupos de más altos ingresos. más «exclusivas» en la segunda fecha que
en la primera. Si en lugar de las áreas
• Análisis de una encuesta urbanas son considerados como unidades
de análisis un conjunto de tipos residen-
ciales, se arriba a la misma conclusión:
La comparación entre dos encuestas aumentan los tipo de alta calidad y nivel y
municipales sobre situación habitacional, disminuyen los que corresponden a tipos
una realizada en 1982 (para estudiar la residenciales de categoría estándar o me-
situación habitacional de la ciudad en esa dia y tienen ocupantes de nivel socioeco-
fecha) y la otra en 2000 (replicando la nómico medio.
anterior para estudiar los cambios produci-
dos), arroja resultados interesantes en re-

44 eure
Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

 
- La evolución fuera del mercado for- A lo anterior debería agregarse también
mal: las «villas miseria» y otras for- la población residiendo en «casas toma-
mas de vivienda sub-estándar das». Su número resulta difícil de estimar
aunque algunas fuentes la estiman digna
Las tendencias hacia la polarización de consideración (Cuenya, 1998, citando
residencial de la Capital federal se ven al Movimiento de Ocupantes e Inquilinos).
considerablemente reforzadas si analizamos
la situación existente fuera del mercado Como escueto resumen de todo lo an-
formal, en particular la mejor estudiada de terior, entonces, la Capital Federal, casco
las situaciones de este tipo: las «villas central de la Aglomeración Gran Buenos
miseria». Aires, experimentó durante la década de
1990 un claro proceso de polarización. Por
Según estadísticas compiladas en fuen- una parte, se produce un importante incre-
10
tes municipales , las personas habitando mento de la actividad constructiva residen-
11
en “villas” en junio de 1983 eran 11.157; cial en el mercado formal, dirigida princi-
en el período 1987-1990 se registran 39.897 palmente a las viviendas «suntuosas»; al
y, finalmente, en el período 1993-1995 ese mismo tiempo, las viviendas estándar con
número asciende a 59.977. población de nivel socioeconómico medio
no aumentan sensiblemente su proporción
y, de igual manera, la población de bajo
Las casas de inquilinato (los tradiciona- nivel socioeconómico pero con viviendas en
les «conventillos», que tuvieron su auge a el mercado formal se mantiene también
fines del siglo XIX y comienzos del XX) estable. Fuera del mercado formal, en cam-
siguieron una tendencia decreciente desde bio, la cantidad de población de nivel
la década de 1950 (315.200 personas en socioeconómico más bajo que reside en
1958; 11,4% de la población de la Capital) «villas» aumenta considerablemente desde
hasta la década de 1980 (46.000 personas fines de la década de 1980 hasta media-
-estimadas- en 1986; 1,64% de la pobla- dos de la de 1990 (y lo sigue haciendo).
ción de la Capital) para luego aumentar
hasta comienzos de la década de 1990
(69.324 personas en 1991; 2,33% de la 2.2.2 Tendencias a la polarización en
población de la Capital) (Pastrana y otros, el resto de la Aglomeración
1995: p.11). Gran Buenos Aires (fuera de la
Capital federal): la
suburbanización de las élites
Las personas que residían de manera
permanente en los llamados «hoteles y
pensiones» («hoteles» en ínfimas condicio- - Evolución de las urbanizaciones ce-
nes de habitabilidad que devienen residen- rradas
cias permanentes) era computada en 1991
en poco más de 65.000 (2,2% de la pobla- En los noventa se profundiza una tenden-
ción de la Capital) (Pastrana y otros, p.12). cia en constante incremento -que comien-
za débilmente en los ochenta- hacia lo que
denominaremos genéricamente «urbaniza-
10
Comisión Municipal de la Vivienda del ciones cerradas» (UC) aunque incluyen
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Gerencia varias formas diferenciadas entre sí que
de Promoción Urbana. distinguiremos siguiendo las denominacio-
11
Es decir, aún bajo los efectos de la nes usadas en guías inmobiliarias especia-
erradicación de «villas» realizado manu militari lizadas: los «clubes de campo» (o, como
(con la ayuda de topadoras) por el régimen militar se los denomina usualmente, «country-
vigente entre 1976 y 1983. clubs»), los «barrios cerrados», los «clu-

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Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

 
bes de chacra» y los «mega- otras fuentes. A comienzos de los noventa
emprendimientos.» la oferta periodística cubría unas pocas
páginas (usualmente dos) de un día espe-
Como el censo programado para 2001 cífico (los sábados) y la información era de
no ha sido aún realizado (y su realización difícil sistematización aunque incluía el lis-
y posterior procesamiento y análisis toma- tado de todos los emprendimientos, sus
rá un tiempo difícil de estimar pero segura- nombres, sus localizaciones y sus princi-
mente prolongado), para estudiar la evolu- pales características. A partir de mediados
ción de este fenómeno que comienza dé- de la década ambos periódicos incorporan
bilmente en los ochenta y experimenta una un suplemento especial dedicado a
explosiva expansión durante los noventa, «Countries» (aludiendo genéricamente a
es necesario recurrir al manejo de infor- todas las UC), normalmente de quince
mación no censal (con excepción de la páginas o más, con información completa
Encuesta Permanente de Hogares -EPH- y cartografía detallada de la ubicación de
que provee series mensuales). las UC, discriminando sus distintos tipos.
Por otra parte, la guía especializada ya
mencionada, que aquí se ha utilizado pre-
Se ha estudiado aquí en particular el 12
ferentemente, de aparición mucho más
análisis de la oferta en periódicos (Clarín y reciente, constituye en su última entrega
La Nación), en guías especializadas, y en

12
Nueva Guía de Countries, Barrios Privados
y Chacras. Buenos Aires: Publicountry S.R.L.

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Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

 
(4a. edición, 2001) un volumen de 130 • Si bien las UC siguen a las autopis-
páginas que incluye información completa tas, no se encuentran a la vera de
sobre los distintos emprendimientos, sus ellas sino en zonas intersticiales próxi-
características, los servicios que presta, la mas, muchas veces superponiéndose
infraestructura deportiva, su ubicación, las y entrando potencialmente en conflic-
rutas de acceso e información complemen- to con zonas modestas de tejido ur-
taria variada. Además provee cartografía bano regular (viejos loteos económi-
completa tanto en general como en detalle cos) o con «villas» periféricas.
para cada caso específico. Sin duda, esta
rápida evolución ascendente de los medios • Las UC se concentran masivamente
de difundir la oferta de este submercado en el sector norte, donde, por una
constituye un claro indicador de la vitalidad parte, también se ha desarrollado el
creciente del mismo. sector más articulado de autopistas
(el «Acceso Norte» con sus distintas
Las figuras 2 y 3 -y el cuadro 5 que las ramas) cuya construcción comenzó en
acompaña- fueron construidos a partir del la década de 1960) y, por otra parte,
volcado de la información obtenida de las constituye el eje metropolitano predo-
fuentes ya mencionadas en un sistema de minante en cuanto al nivel socioeco-
información geográfica (SIG). Losregistros nómico de sus habitantes.
de la base de datos utilizada en el sistema
representan los emprendimientos y los • Del cuadro 5 surge la distancia pro-
campos sus varias características consi- medio al centro de las UC de cada
deradas como variables). partido y la correspondiente a la aglo-
meración en su conjunto. El cálculo
de esta última distancia arroja la cifra
- Expansión de las urbanizaciones ce-
de 49 Km., lo que confirma que cons-
rradas entre 1991 y 2001
tituyen el elemento predominante de
la «tercera corona».
La Figura 2 muestra un mapa de la
expansión de las UC, tomadas genérica-
- Distribución de las urbanizaciones
mente en todos sus tipos, entre 1990-1991
cerradas por tamaño, tipo y otras ca-
y 2001 (a partir del análisis de dos periódi-
racterísticas en 2001
cos: Clarín y La Nación). En 1990-1991 se
registraron 91 emprendimientos diferencia-
dos mientras que en 2001 se contaron 461. La figura 3 incluye el mapa que mues-
tra sólo los registros con información com-
pleta (tomados de la guía mencionada), que
El mapa pone en evidencia los siguien-
representan un conjunto algo menor, 342
tes aspectos:
casos. La información con la que se cuen-
ta para este último conjunto es la siguien-
• Las UC se agrupan invariablemente a te: tipo de UC, tamaño en hectáreas, can-
lo largo de las principales autopistas tidad de parcelas y viviendas (discriminan-
(las nuevas y las anteriores amplia- do casas y departamentos), cantidad de
das) dejando de lado el patrón ante- viviendas de residencia permanente y de
rior de suburbanización, que se desa- viviendas en construcción, etc. En el mapa
rrollaba exclusivamente dentro del cada UC está representada por un círculo
ámbito de alcance del ferrocarril su- cuya superficie es proporcional al tamaño
burbano, en particular dentro del polí- del emprendimiento, medido por las hectá-
gono imaginario formado tomando reas de terreno que ocupa.
como vértices a las estaciones termi-
nales de las seis principales líneas.

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Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

En la figura, esta información fue super- bar (33)- representan el 53% del total
puesta a una versión simplificada del «mapa de los emprendimientos de la región.
social» de la aglomeración de 1991, que Esto es una enorme concentración en
divide los radios censales (unidad espacial sólo tres partidos colindantes de la
de análisis) en tres categorías de «nivel zona norte (comparar figuras 1, 2 y 3
sociohabitacional»: alto, medio y bajo (para con cuadro 5).
una versión completa de ese mapa, ver
Torres, 1999). En el mapa que aquí se • En cuanto al tamaño, en esa concen-
presenta se utilizan tres gamas de grisado tración no sólo están masivamente re-
(obscuro, medio y claro) para representar, presentados los emprendimientos chi-
respectivamente, los tres niveles cos y medianos sino también los tres
sociohabitacionales (bajo, medio y alto). megaemprendimientos registrados en
la guía consultada (dos en Pilar -48
Del análisis del cuadro y el mapa surge Km. del centro- y uno en Tigre -31
lo siguiente: Km.-). Los otros emprendimientos de
gran superficie que aparecen en la lista
corresponden en realidad a los «clu-
• En el cuadro 5 los partidos se orga- bes de granja» y se localizan en par-
nizan de mayor a menor por el núme- tidos más alejados: Luján y Exalta-
ro de emprendimientos. Esto permite ción de la Cruz (ambos a 73 Km. del
ver que los tres partidos que encabe- centro).
zan la lista -Pilar (104
emprendimientos), Tigre (43) y Esco-

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Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

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Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

 
• En cuanto a la residencia permanente Durante los años noventa, sin embargo,
en las UC, los porcentajes más altos y fundamentalmente en la «tercera coro-
de viviendas permanentes sobre el na», estos patrones muestran nuevas ten-
total de viviendas se produce en los dencias muy diferentes de las anteriores:
partidos más cercanos: San Isidro, a no existe actualmente subdivisión alguna
22 Km. del centro (86%); San Fer- de tierras con fines residenciales en Bue-
nando, a 24 Km. (79%); Tigre, 31 Km.; nos Aires, en la periferia externa de la aglo-
(63%), Malvinas Argentinas, a 33 Km. meración (a 40 y más kilómetros del cen-
(61%). tro), que no esté dirigida a los sectores de
más alto poder adquisitivo, tendiendo cada
• Finalmente, la Figura 3 muestra con vez más a extenderse para abarcar tam-
claridad que en las zonas de mayor bién a los sectores medio-altos.
concentración ya mencionadas se pro-
duce una cohabitación -que en los he- Como ya se dijo, los nuevos
chos resulta muchas veces conflic- emprendimientos corresponden al tipo «ur-
tiva- entre una multitud de nuevas urba- banización cerrada» (UC) y se establecen
nizaciones cerradas pertenecientes a en zonas previamente intersticiales
una amplia gama de tamaños y tipos, pero con acceso directo a la red prin-
que tienden a ocupar todos los inters- cipal de autopistas. Su inserción en el
ticios dejados libres por el desarrollo tejido urbano marca cortes abruptos: cons-
histórico del tejido regular (aman- tituyen desarrollos "parquizados" de cuida-
zanado) existente. Como puede verse do diseño, viviendas suntuosas en
en la figura este tejido regular está emprendimientos de variadas dimensiones
ocupado por viviendas donde habitan (ver figura 3) separados físicamente del
hogares de nivel socioeconómico bajo tejido urbano circundante (loteos económi-
o medio-bajo. cos de los años cincuenta y sesenta, vi-
llas, viejos centros urbanos) por medio de
2.2.3 Las variaciones de la estructura dispositivos de seguridad (muros cerrados,
y el tejido urbanos de la puestos de vigilancia) que no sólo han al-
aglomeración entre 1970 y 2001 terado partes importantes del paisaje urba-
y los cambios en el «mapa no periférico (en el sentido de crear y con-
social» solidar situaciones de enclave) sino que
han originado un número significativo de
conflictos sociales urbanos localizados.
En la parte de la aglomeración cuyo desa-
Antes de 1980 las situaciones de enclave
rrollo es anterior a 1980 (básicamente la
paradigmáticas en Buenos Aires eran las
Capital federal y parte de la 1a. y 2a. co-
«villas», los «enclaves de los más pobres»;
ronas), el «mapa social» de la aglome-
las UC constituyen en los noventa los
ración construido a partir de información del
nuevosenclaves de los ricos.
censo de 1991 muestra tres patrones
socioterritoriales característicos que se
mantienen desde por lo menos la década Todas las mediciones de la magnitud
de 1940: (1) una preeminencia del norte de la expansión del fenómeno de las urba-
sobre el sur, (2) una preeminencia del cen- nizaciones cerradas muestran un extraor-
tro sobre la periferia y (3) una clara domi- dinario crecimiento durante los años no-
nancia de los ejes principales sobre los venta:
espacios intersticiales (ver: Torres, 1993,
1999). En 1994 sólo 1450 familias vivían en los
nuevos desarrollos, llegando en agosto de

50 eure

 
Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

 
13
1996 a 4000. La consulta y análisis del Las nuevas posibilidades y los nuevos
documento reciente ya mencionado mues- problemas que plantean las urbanizaciones
tra que existen actualmente 28.411 vivien- cerradas son de tal magnitud que han
das en UCs, de las que 12.815 son vivien- despertado el interés y la preocupación de
das de ocupación permanente. Una esti- un amplio conjunto de actores, poniéndose
mación de la cantidad de habitantes en evidencia situaciones conflictivas entre
realizada a partir de estas cifras llevaría la ellos.
cantidad total de ocupantes a casi 80.000,
de los cuales cerca de 35.000 serían resi- Estos actores y sus reclamos podrían
dentes permanentes. dividirse en los siguientes grupos:

2.2.4 Los actores sociales involucrados • Los municipios externos de la aglo-


y los conflictos planteados meración.

Uno de los efectos de los cambios econó- Importantes lobbies de las instituciones
micos, sociales y políticos de los años municipales involucradas alientan muchas
noventa en la Argentina consistió en la veces los nuevos desarrollos, que son una
agudización de los cortes existentes en el fuente de mayor recaudación impositiva
interior del amplio abanico de las clases local y de un aumento importante de cier-
medias -cuyo peso es particularmente sig- tas categorías de puestos de trabajo (tra-
nificativo en Buenos Aires-, produciéndose bajadores de la construcción, personal de
una separación neta entre una «clase media servicio, jardineros, etc.). Como contrapar-
alta» (ejecutivos, profesionales exitosos) y tida, deben también enfrentar nuevas situa-
el resto de las clases medias (comercian- ciones conflictivas tales como las que son
tes y profesionales medios, empleados producidas por la apropiación privada de
públicos, etc. Son los primeros los que espacios públicos por parte de los
forman la base del submercado residencial desarrolladores, que los incorporan a las
que en un primer momento alimenta -en UC para que puedan ser usadas solamen-
conjunto con otros grupos- el submercado te por los habitantes de los nuevos
de las residencias secundarias de fin de emprendimientos, logrando de esta mane-
semana («quintas») y luego deja estas por ra diseños amplios y abiertos (aunque
residencias también secundarias en los cercados), seguros, y al mismo tiempo en
14
«country clubs», más protegidos. Final- contacto con la naturaleza.
mente, en una etapa más reciente, la resi-
dencia permanente dentro de la Capital
(Centro, Barrio Norte, Belgrano), constitui- • Los antiguos habitantes de zonas
da generalmente por un amplio piso de lujo próximas a los nuevos desarrollos
-encuadrado en la ley de "propiedad hori-
zontal"- y la residencia secundaria, son Muchos de los viejos habitantes de las
reemplazadas por una residencia única en zonas próximas a los lugares donde se
las urbanizaciones cerradas. Este último implantan los nuevos desarrollos protagoni-
desarrollo va acompañado de la adopción zan muchas veces situaciones de conflicto
de una tipología edilicia característica (más abierto, en particular al oponerse a la apro-
amplia, lujosa y ostentosa) y de un cambio piación privada de espacios públicos que
en los patrones culturales y urbanos.
14
El aumento de la inseguridad urbana se
manifestó de manera particularmente grave en
esas casas de fin de semana de ocupación
13
Información del Instituto de Capacitación de temporaria, las que eran robadas sistemáticamente
la Cámara Inmobiliaria Argentina. (se denuncian a veces varios robos anuales).

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Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

 
estaban previstos en planes municipales • Los observadores externos del fenó-
como calles públicas, y que los nuevos meno: el interés despertado en el
desarrollos incorporan -a veces de hecho- a mundo académico y en los medios
sus dominios. Esto produce perjuicios se-
rios o molestias a los viejos habitantes de En el medio académico, en cuyo ámbi-
las zonas involucradas, en particular en to se realizaron -como ya fue mencionado-
relación con sus traslados habituales (por varios eventos científicos en los que el fe-
ejemplo los realizados a pie o en bicicleta). nómeno fue tratado en profundidad, el inte-
rés por el mismo partió principalmente de
En relación con los nuevos empleos urbanistas, geógrafos y sociólogos (sin
generados, muchos de ellos constituyen ignorar la importancia de otras contribucio-
un tipo de mano de obra que posiblemente nes surgidas desde varios otros campos).
sea provista por otras zonas y no necesa- En términos generales, esos enfoques re-
riamente por el entorno inmediato del de- saltan los aspectos críticos, condenando
sarrollo. Sin embargo, el arraigo permanen- la fragmentación socioterritorial de la ciu-
te en la periferia de población de alto poder dad, en particular el hecho de que la pola-
adquisitivo produce un claro efecto de rización social de los noventa se materia-
revitalización del comercio y los servicios liza y consolida con transformaciones per-
de los centros existentes y en los nuevos durables en el tejido urbano, lo que rompe
creados (en algunos casos de gran impor- una suerte de continuum que siempre ha-
tancia, como complejos cinematográficos, bía caracterizado a Buenos Aires (y que,
Shopping Centers, etc.). señalan algunos trabajos, había contribui-
do históricamente a la integración social).
• Los habitantes de los nuevos desa-
rrollos Para los medios masivos de difusión,
en particular los periódicos de mayor cir-
Los propios habitantes de los desarro- culación, el fenómeno se convierte en «no-
llos tienen a su vez reclamos que les son ticia»: se multiplican las páginas dedica-
propios al considerar como excesiva la das al tema, se editan suplementos espe-
mayor carga impositiva municipal, que ta- ciales, se incluyen artículos en los que se
chan de improcedente. En eventos públi- entrevista a expertos, etc. Al mismo tiem-
cos, algunos empresarios inmobiliarios se po se difunde un tipo de discurso que re-
han convertido en portavoces de esta posi- salta, por una parte, la vida al aire libre y
ción al sostener que los municipios no la práctica de deportes en el propio lugar
deberían cobrar por servicios que no pres- de residencia -inclusive deportes náuticos-,
tan, puesto que los servicios básicos (agua, la seguridad y la presencia en la perife-
cloacas, seguridad) son sostenidos por los ria externa -único lugar donde todo lo
propios emprendimientos. En algunos ca- anterior es posible- de una variada gama
sos, a su vez, los municipios sostienen de servicios urbanos (se resalta que los
que éste es precisamente el mecanismo empren-dimientos se encuentran «cerca de
impositivo que permitiría generalizar la pro- excelentes colegios y rodeados de super-
visión de servicios a todo el territorio muni- mercados, bancos, centros de atención
cipal. médica, entretenimientos, cines y
Shoppings). Paralelamente, se difunde tam-
bién un discurso que envuelve todo lo an-
terior resaltando de manera nada sutil «lo
exclusivo» de los emprendimientos y las
ventajas de tener por vecinos a personas
de igual nivel social.

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Cambios socioterritoriales en Buenos Aires durante la década de 1990
Horacio A. Torres

 
3. Reflexiones finales: la 3.3 En este y otros trabajos (Torres, 1993
tensión centro-periferia y y 1998), la etapa temprana (en parti-
ciertas características cular en relación con otras metrópolis
distintivas de Buenos Aires latinoamericanas) en la que el aspec-
to mencionado en el punto 2 se pone
en la etapa de la
de manifiesto en Buenos Aires y el
globalización impacto importante que tiene en la
estructura urbana, se consideran an-
Varios procesos socioterritoriales, que la tecedentes importantes que están ín-
literatura atribuye genéricamente a las ciu- timamente relacionados con la forma
dades globales, tienen también lugar en particular en que se manifiesta el fe-
Buenos Aires, tal como se pone de mani- nómeno mencionado en el punto 1 y
fiesto a lo largo del presente texto. Ciertas con el hecho de que -en este caso-
características específicas, sin embargo, su aparición sea tardía.
resultan importantes para analizar el caso
en estudio: 3.4 El centro urbano principal, que man-
tiene la misma localización geográfi-
3.1 Lo que aquí y en trabajos anteriores ca histórica de siglos anteriores (aun-
ha sido llamado "la suburbanización que apuntando ahora hacia el norte),
de las élites" fue muy tardía en Bue- mantiene también su preeminencia en
nos Aires -en comparación con fenó- Buenos Aires tanto en relación con
menos del mismo tipo producidos en las funciones político-administrativas
primer lugar en las metrópolis norte- como en lo que respecta a la locali-
americanas y luego también en mu- zación residencial de alto y medio-
chas latinoamericanas-, haciéndose alto nivel socioeconómico (departa-
sentir sus efectos de manera impor- mentos en altura de muy buena cali-
tante sólo en los años noventa, en la dad). Esto puede considerarse uno de
periferia externa de la aglomeración los rasgos típicos de la ciudad.
(en lo que se ha dado en llamar la Con posterioridad a esos anteceden-
"tercera corona"). tes históricos, no se produjeron en
Buenos Aires durante la segunda
3.2 Por otra parte, Buenos Aires había mitad del Siglo XX de manera masiva
experimentado en décadas anteriores los procesos de "sucesión" que histó-
(1940, 1950, 1960) un muy importan- ricamente habían conducido en otras
te proceso de suburbanización de los metrópolis al deterioro central y la
trabajadores urbanos -de manera tem- formación de guetos. Sólo en la déca-
prana y también excepcional por su da de 1980 se producen procesos de
magnitud si lo comparamos con el deterioro en zonas centrales de mag-
producido en otras metrópolis latinoa- nitud suficiente como para ser detec-
mericanas- que deja una impronta tados estadísticamente por medio del
indeleble en la estructura urbana, el análisis comparativo de los censos,
tejido urbano, el patrón de los despla- sin que esto altere la notoria preemi-
zamientos cotidianos de la PEA, etc. nencia del centro (aunque el aumento
Este proceso tuvo lugar en lo que de la población en "villas", que ocu-
entonces constituía la periferia exter- pan intersticios en zonas centrales de
na de la aglomeración (que hoy lla- la Capital, es también notoria).
mamos "segunda corona", colindante El núcleo central de la aglomeración
con la "tercera corona", y superponién- se especializa y desarrolla en su in-
dose con esta última a lo largo de terior núcleos donde predomina el
amplias franjas).

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terciario avanzado, pero su tejido ur- les como los cementerios-parque),
bano no presenta soluciones de con- constituye también un fenómeno tar-
tinuidad de importancia con las zonas dío en Buenos Aires (Capron, 1996)
residenciales en altura de alto nivel que, aunque de naturaleza diferente,
socioeconómico que caracterizan su tiene un desarrollo cronológico com-
vasta prolongación hacia el centro- parable al de la "suburbanización de
norte (el Barrio Norte) y otros barrios las élites" y exhibe patrones de loca-
de buen nivel hacia el oeste. Como lización que son afines a los de las
consecuencia de lo anterior los pro- transformaciones socioterritoriales de
cesos de "gentrificación" central de la los noventa. Los nuevos centros de
década del ochenta tal como son consumo -a diferencia de los tradicio-
estudiados en la literatura (reocupación nales centros y subcentros inmersos
de los centros deteriorados por parte en el tejido urbano-, se aíslan del
de grupos de ingresos altos o medio- tejido circundante buscando en cam-
altos, desplazamiento de los primi- bio conexiones de alcance metropoli-
tivos habitantes), no tienen un lugar tano a través de la red de autopistas.
importante en Buenos Aires (o lo tie-
nen de manera muy limitada y su 3.7 En relación con los cambios en las
impacto es marginal). Es decir, no hay relaciones centro-periferia en Buenos
"vuelta al centro" en Buenos Aires Aires puede entonces resumirse
porque la parte más importante de éste sintéticamente:
nunca había sido abandonado por sus
Como otras grandes aglomeraciones
residentes de alto nivel socioeco-
urbanas, Buenos Aires experimenta un
nómico (solamente, durante los no-
importante proceso de suburbanización
venta, una parte de ellos emprende el
durante el período posterior a la Se-
camino de la suburbanización).
gunda Guerra Mundial (1947-1960)
pero sus características y tipo de
3.5 Los dos principales subcentros, impacto son diferentes. En Buenos
Belgrano hacia el norte y Flores hacia Aires protagonizan ese proceso los
el oeste (ambos en el interior de la trabajadores urbanos que consolidan
Capital federal), incrementan su vitali- los "barrios de loteo económico" en la
dad (muy en particular Belgrano) pero "segunda corona" de la aglomeración;
no desplazan ni reemplazan al centro en otros países -Estados Unidos prin-
principal. El incremento de su impor- cipalmente- esos procesos de
tancia como centros de comercio y suburbanización dieron lugar a la for-
servicios no impide que zonas resi- mación de suburbios de clase media
denciales en altura, de muy buena y alta lo cual es posibilitado por la
calidad, rodeen al subcentro (de ma- amplia difusión del automóvil y la
nera muy neta en Belgrano) sin que construcción de autopistas. En Bue-
se manifiesten soluciones de conti- nos Aires, en cambio, la suburba-
nuidad en el tejido urbano. nización de ese período fue posibilita-
da por cambios en la gestión del trans-
3.6 La reciente e importante expansión porte público (precios fuertemente
periférica del terciario en complejos subsidiados en el transporte público
de compras -en muchos casos de nacionalizado). Las clases medias y
diseño emblemático- (Shopping altas, por su parte, no sólo no se
Centers, hipermercados, sedes de suburbanizaron durante ese período
empresas, a lo que también podrían sino que, si bien abandonaron algu-
agregarse otros más específicos ta- nas partes del centro tradicional (des-

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plazadas por la expansión del tercia- tiva. Pilar, por ejemplo, no puede po-
rio) consolidaron con edificios en altu- nerse en igual rango que las "exópolis"
ra (en "propiedad horizontal") las ca- tratadas por Soja (1996), cuya base
racterísticas residenciales y los valo- de sustentación es económica (ade-
res "urbanos" de otras zonas centrales más de poseer vastos desarrollos re-
próximas y subcentrales a lo largo de sidenciales, parques temáticos, ele-
los ejes principales dentro de la Capi- mentos simbólicos, etc.). En nuestro
tal. caso, en cambio, lo residencial e in-
Puede afirmarse que la existencia pre- mobiliario parece jugar el rol más
via en Buenos Aires de un importante importante, de igual manera que la
proceso de suburbanización que tuvo tendencia creciente -a veces
por protagonistas a los sectores po- avasalladora- hacia la terciarización y
pulares y que definió la estructura la presencia de una modernización
urbana durante varias décadas (entre drástica del consumo que, por otra
la segunda mitad de la década de parte, tuvo lugar de manera reciente,
1940 y la primera mitad de la de 1970) se completó en muy pocos años, y
tuvo una influencia determinante en re- afectó a prácticamente todos los as-
lación con las características especí- pectos de la vida cotidiana.
ficas (urbanizaciones cerradas) que
adoptaron los nuevos procesos resi- 4. Bibliografía
denciales de los noventa. Fue princi-
palmente esta vecindad territorial
el hecho que dramatizó los con- Borja, Jordi y Manuel Castells (1997). Lo-
trastes socioespaciales e impuso la cal y Global. La gestión de las ciuda-
lógica de la fragmentación urba- des en la era de la información. Madrid:
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Burgess, Ernest W. (1925). The Growth of
the City: An Introduction to a Research
3.8 En Buenos Aires aparecen zonas que
Project. Park, Robert.; Burgess, Ernest
aglutinan las funciones de coordina-
and Roderick McKenzie (eds.). The City.
ción y control y que confieren carac-
Chicago: The University of Chicago
terísticas formales simbólicas al pai-
Press.
saje urbano (edificios "inteligentes",
etc.). Sin embargo, podría argumen- Capron, Guénola (1996). "La ville privée: les
shopping centers à Buenos Aires" (re-
tarse que más que centros de co-
sumen de Tesis Doctoral), L’ordinaire la-
mando constituyen centros de trans-
tino-américain, N° 165-166.
misión de estrategias y procesos
exógenos, lo que se traduce en su Casariego Ramírez, Joaquín (1995). «So-
menor impacto en la ciudad en su bre el espacio y la modernidad. Una
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mático resulte más diluido. ricana», Ciudad y Territorio, III, N° 106.
Castells, Manuel (1973). La question
urbaine. París: François Maspero.
3.9 Finalmente, en relación con lo ante-
Ciccolella, Pablo (1998). «Grandes inver-
rior podría destacarse que las mani-
siones y dinámicas metropolitanas. Bue-
festaciones -algunas espectaculares-
nos Aires: ¿ciudad global o ciudad
de la "postmodernidad" de los años
dual?», Aa.Vv. Seminario: El nuevo
noventa en Buenos Aires no parecen
milenio y lo urbano, Instituto de Investi-
encontrarse sustentadas por cambios
gaciones Gino Germani, Facultad de
de igual magnitud en la base econó-
Ciencias Sociales, Universidad de Bue-
mica urbana ni en la actividad produc-
nos Aires.

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