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PARTE GENERAL
El Código Civil y Comercial se ocupa de los contratos bancarios con una regulación
generalizada de los instrumentos negociales prevalecientes (los contratos), procurando la
articulación, entre la estructura segmentada del mercado y el sistema legal que distingue las
relaciones de consumo.
El Código estructura una parte general de los contratos bancarios, capturando la diversidad
negocial, fijando reglas mínimas para el género y para la especie (los contratos de consumo) y
regulando los aspectos básicos de los contratos neurálgicos que soportan la dinámica del
sector.
Los bancos están sometidos a una disciplina especial distinta del derecho común,
generalmente válida para la regulación de otras actividades económicas y de las empresas, en
particular en cuanto concierne a su “transparencia”, relativa al cúmulo de la información que
debe proveer respecto de su estructura y de su actividad, tanto el ente regulador, como a
otros agentes económicos y al mercado.
Régimen legal
Existen personas y entidades públicas o privadas que realizan operaciones financieras, con
o sin intermediación en forma habitual, pero que por su volumen o por razones de política
monetaria y crediticia, se le aplican las disposiciones de la ley 21.526 (conf. art. 3), en cuyo
caso sus operaciones también quedarán alcanzadas por las disposiciones dispuestas para
los contratos bancarios.
Forma. El articulo 1380 exige para todos los contratos bancarios la instrumentación por
escrito y la entrega de un ejemplar al cliente.
Contenido. Por su parte el contrato bancario relativo a operaciones activas o pasivas debe
integrarse con las "condiciones económicas" (tasa de interés, gastos, comisiones, etc.) a
cargo del cliente, sin que éstas puedan determinarse remitiéndose a los usos; en su
defecto el contrato se integra con la tasa nominal mínima para las operaciones activas y
máxima para las pasivas informadas por el BCRA.
Para proteger el interés de los clientes, el articulo 1384 delimita en primer lugar el ámbito de
una tutela intensificada al decir que "las disposiciones relativas a los contratos de consumo son
aplicables a los contratos bancarios (con consumidores y usuarios) de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 1093, donde establece que el contrato de consumo es el celebrado
entre un consumidor o usuario final con una persona física o jurídica que actúa profesional u
ocasionalmente con una empresa productora de bienes o prestadora de servicios, pública o
privado, que tenga por objeto la adquisición, uso o goce de los bienes o servicios por parte de
los consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o social.
De tal forma para establecer la aplicación de las disposiciones de los contratos de consumo se
hace necesario establecer si el cliente es persona física o jurídica que adquiere o utiliza en
forma gratuita u onerosa bienes o servicios (bancarios) como destinatario final, en beneficio
propio o de su grupo familiar o social.
En la sección 2º del Capítulo referido a los contratos bancarios, se tratan los “Contratos en
particular”, regulándose aquellos negocios prevalecientes en la actividad bancaria.
Depósito en dinero
De la formulación genérica del depósito del art. 1390 resulta que éste debe ser restituido “a
simple requerimiento del depositante” o “al vencimiento del término o del preaviso
convencionalmente previsto”, de modo que allí quedan individualizadas las modalidades de
“depósitos a la vista” y “depósitos a plazo”.
Depósito a la vista. La obligación nuclear del Banco se corresponde con la del depósito
bancario; esto es, la devolución del dinero recibido en el mismo tipo de moneda de la
imposición, a simple requerimiento del depositante.
Depósito a plazo. El depósito a plazo está asociado a una finalidad lucrativa, de allí que
el depositante tiene derecho a su remuneración, subsiste, sin embargo, la
disponibilidad inmediata resignando el pago de los intereses, si solicita su restitución
antes del plazo convenido o sin dar el preaviso previsto.
Cuenta corriente bancaria
El CCyC regula los contratos bancarios relativos a las operaciones activas, en dos parágrafos: en
el primero de ellos el préstamo y el descuento, en el siguiente la apertura de crédito.
Préstamo
Descuento
Apertura de crédito
Finalmente, el CCyC se ocupa de los contratos que soportan jurídicamente a las operaciones
neutras, así caracterizadas porque no pertenecen a las categorías de las pasivas ni activas.
El articulo 1413 obliga al prestador de una caja de seguridad a responder por la idoneidad de la
custodia de los locales, la integridad de las cajas y el contenido de ellas.
Debe señalarse que es inválida la cláusula que exime de responsabilidad al Banco. Es válida, en
cambio, la que la limita hasta. un monto máximo, lo que debe ser debidamente informado al
cliente, y sin que ello desnaturalice el contrato (art. 1414).
Sucede que ante el incumplimiento de este tipo de obligación, el banco deberá demostrar la
existencia del caso fortuito externo a su actividad o que la cosa fue afectada por un vicio
propio, para liberarse (art. 1413, in fine).
En el caso de los daños derivados del siniestro ocurrido en el marco de un contrato de caja de
seguridad, una previsión como la del art. 1415, relativa a “cualquier medio de prueba”,
significa que pueden considerarse presunciones e indicios.
La regulación del servicio de la caja de seguridad se integra con los arts. 1416 y 1417. El
primero admite la pluralidad de usuarios, quienes pueden acceder indistintamente a la caja; el
segundo prescribe un procedimiento pautado y razonable para la apertura y retiro de los
efectos, dado los supuestos de que no se cuente con la participación del titular usuario del
servicio.
La custodia de títulos