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EL DESIERTO

CARLOS FRANZ
Editorial: Literatura Mondadori
2005
POR INGRID ODGERS

EL DESIERTO, la novela con que Carlos Franz ganó el Premio La Nación-


Sudamericana 2005 y que se publicó ese mismo año, es una obra de tragedia, un
texto donde el sufrimiento, muerte y dolor están presente en toda su extensión. Con
ella nos remontamos a tiempos de dictadura, la historia es una indagación en los
crímenes de la dictadura pinochetista y el recuerdo de ésta veinte años después.

Muestra dos fases en paralelo: la protagonista que regresa al pueblo luego de veinte
años de exilio, donde se produce un reencuentro con diversos personajes
relacionados con su vida personal y laboral, y la carta que le escribe a su hija, donde
le relata diversos acontecimientos que sucedieron cuando vivió en el pueblo.

El pasado ocurre en el inmediato postgolpe de Estado y el presente, en los


comienzos de la llamada “transición a la democracia”, es decir en este segundo
caso el tiempo histórico de principios de los años noventa, es el de retorno de Laura,
así se llama el personaje principal.

Es un texto perturbador, crudo, implacable, cruel. Una gran obra, que requiere del
lector mucha concentración y comprensión, a veces resulta agotadora.

En cuanto a la historia conocemos a Laura Larco quien regresa a Chile, y lo hace


recuperando el lugar que fue suyo en el pasado. La ambientación está dada por la
ciudad llamada nombre Pampa Hundida, ubicada en medio de un oasis y este a su
vez en medio del gran desierto de Atacama. Es, además, una “ciudad santuario”, a
la que acuden cada año miles de peregrinos con la esperanza de que la “Patrona”
los alivie de sus penurias (la fiesta de la Virgen del Carmen de la Tirana, que se
celebra en el pueblo del mismo nombre todos los meses de julio, entre los días 12
y 18). Se agrega un dato, próxima a Pampa Hundida, se encuentran las ruinas (una
“ciudad fantasma”) de un arcaico campamento salitrero.

No es un texto de lectura fácil, no es una obra de entretención, nos vemos insertados


en una escritura reflexiva, descriptiva, tal vez demasiado descriptiva y a veces
sinuosa, tortuosa, confusa, es esta una escritura a veces reiterativa, especialmente
en el trabajo con las metáforas y comparaciones. Una novela, que en todo caso no
nos deja indiferente.

El pasado nos persigue voraz, insistente, persistente, nos devora sin compasión.

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