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Dora Lucía
Porte
CAMINO
HACIA
LA
EL CAMINO QUE
NOS CONDUCE
A DIOS, AL PERDÓN,
A LA VIDA.
LUZ
UNDORA LUCÍA PORTE
CAMINO
HACIA
LA
EL CAMINO QUE
NOS CONDUCE
A DIOS, AL PERDÓN,
LUZ
A LA VIDA.
Queda hecho el depósito que determina la
ley 11.723
ISBNº 987-43-8170-1
Dora LucíaPORTE
Nació un día de invierno del 02/07/36.
Su niñez feliz, su adolescencia plena,
pero difícil su vida cuando mujer, colmada
desacrificios y sufrimientos, tal vez aquellos
que Dios puso en su camino para darle
fuerzas y sabiduría, templanza y valor para
dedicarse no solo a dar amor y protección a
sus hijos sino a todos los que en esta tierra
sufren y necesitan mejorar su espíritu, ca-
nalizar bien sus energías y curar su cuerpo.
Dios privilegió a esta mujer que decidió
estudiar y profundizar el plano espiritual y
energético para ayudarnos a pasar por esta
vida de una forma más placentera.
En 1984 recibió el certificado sobre el
curso de energía de las Formas - CEMPSI.
En 1991 en el colegio de Profesionales
de la Parapsicología se recibe de Parap-
sicóloga.
En 2001 se recibe como Maestra en
Reiki.
Así
SOY YO
Soy una flor, de corta vida,
casi fugaz.
Mi aroma eterno,
mi alma toda, mi amor es pleno,
la paz profunda.
Aunque me azote
un fuerte viento,
en mis semillas
-resurgiré-
Pablo, mi esposo.
Dedicado a mi hermana, a
todos mis hijos en especial a
Viviana, a mis nietos:
A Dios,
que me inspiró y dio la vida.
Prólogo
H ace más de quince años, vino
a mi consultorio con un perro muy vie-
jo, que creo que llegó a esa edad por el
amor y la energía que le daba Dorita.
En un instante nos reconocimos
como que llevábamos siglos de amis-
tad.
Sergio de la Torre
Preliminar
E ste libro a través de sus rela-
tos, pretende entrar en el espíritu de
cada uno de los lectores y hacer rena-
cer los valores perdidos de la sociedad:
el Amor, la fe, la confianza, la bondad
de corazón, la caridad, la solidaridad, el
perdón.
Un enviado de Dios,
un ser angelical, lleno de luz,
había llegado a la tierra,
mandado con el propósito
de observar si estaba
cumpliendo el
AMAOS LOS UNOS
A LOS OTROS...
Empezó su camino
siendo visible para unos
e invisible para otros,
comenzando su grandiosa misión...
"Ver es creer,
pero sentir
es la verdad"
Thomas Fuller M.D.
CAPÍTULO I
19
ASIEMPRE
mor de
No habían papeles,
sólo el compromiso:
Formar un hogar.
Yo te sigo amando!
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Me aproximé y te pregunté:
- ¿Puedo sentarme a tu lado?
Tu respuesta fue irónica:
- La plaza no es mía!
22
Proseguí:
-¿Cómo te llamas?
Y levantando la cabeza no contestaste,
sólo escuché casi un gruñido. A partir de
aquí te llamaré amigo.
-Amigo ¿qué te ocurre?, ¿por qué es-
tás así?
Y abriendo los brazos muy enojado:
-¿Te parece poco?, perdí mi empleo,
mi hogar, no tengo nada! (Mientras
sus lágrimas se entremezclaban con el
agua).
Seguí preguntando:
-¿Crees en Dios o en algo superior?
Contestó como casi todo el mundo:
-A veces sí a veces no. Pero si está, a
mí no me escucha.
-Me permites que tengamos una
charla (la lluvia ya era intensa). Te in-
vito a que nos sentemos allá (señalé el
lugar, era el refugio de peatones, me
miró asintiendo con su cabeza y nos di-
rigimos a ese lugar).
23
Meditación
T odas las enseñanzas te dicen que lo
primero que debes hacer en las maña-
nas es una meditación, conectarte en si-
lencio con Dios (sino trata de hacerlo en
el transcurso del día), luego agradecer
este nuevo día que Dios te regala, sentir
gratitud por todos los dones que se te
han otorgado, agradece, no te quejes si
está nublado, si hace demasiado calor
o frío; sigue agradeciendo y piensa que
hoy es un día espectacular y grábatelo,
dilo con convicción y piensa qué rega-
lo te darías hoy; luego ve a la ducha y
mientras el agua limpia tu cuerpo usa
tu imaginación, que estás limpiando tu
mente, que esa agua sale oscura, sacan-
do todas las impurezas de tu pensam-
iento, hasta que sientas que está clara
que te sientes liviano que irradias luz
tal como si fueras pare del sol. Ahora
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CAPÍTULO II
31
Un día
CON DIOS
D esperté una mañana
y allí estaba DIOS.
Meditación
A prender a amar y amarnos a
nosotros mismos, y a cuidar tu cuerpo,
tener fortaleza espiritual, sabiduría,
dando lo mejor y obtener lo mejor, sig-
nifica que tú debes amarte y en la me-
dida en que estés dispuesto a ha- cerlo,
no el amor egoísta sino el amor que se
da primero todo, empezando por ti.
Acepta merecer lo mejor, a sentir qué
valioso es vivir.
AMOR: Es dar sin condiciones a ti,
a tus seres amados, a tus amigos a todos
los seres que se crucen en tu camino, a
los animales, a las plantas, a tu hogar, al
planeta, a todo lo que en este momento
está en tu mundo.
Sentir ese deseo de ayudar, deseo
que te hace tan feliz, es cuando alguien
te necesita, decirle una palabra de
afecto y de apoyo y darte cuenta que
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Amar a Dios y
agradecer
la maravilla de respirar,
sentirte vivo.
CAPÍTULO III
43
Meditación
D ios es uno solo, no importa el
nombre, todos somos parte de él y todo
forma parte de ese todo.
En nuestro interior está la fuerza, la
energía palpitante, aquella que puede
aconsejar y, que siempre deberíamos
escuchar.
Y te otorgó en su gran generosidad
un cerebro maravilloso dotado de la
mejor de las computadoras (aún no in-
ventada), poderosa, archiva todo, con
una información y que de acuerdo a la
intensidad emocional en los distintos
programas eso se desarrolla, respondi-
endo en forma similar a lo archivado.
Por eso es que seguimos pasando en-
diferentes circunstancias o diferentes
personas, las mismas sensaciones y ex-
periencias, hasta que no cambiamos la
pauta, eso continúa.
47
N
ació el
AMOR
U n ángel guardián,
celoso
cuidaba la más bella obra
de la Creación
palacio dorado,
rodeado de estrellas.
Perlas cultivadas con exquisitez.
Trompetas al viento,
vaya algarabía que el cielo creó.
Había llegado
la Presencia Plena.
La huésped amada y
siempre esperada.
La dulce paloma,
tocando a los seres en esa unidad.
La energía pura
que se llama AMOR.
"Has cambiado
mi lamento
en baile;
me quitaste la ropa
áspera y me vestiste
dealegría"
Salmo 30:11
CAPÍTULO IV
53
EraMAMÁ
C anta la alondra,
corre la voz
la tierna niña se hizo mamá.
Con los gorjeos de sus retoños
cuánta alegría, reboza en júbilo...
Era mamá
Los desafíos,
que fueron muchos,
con entereza y valentía los conquistó
Era mamá
Canción de
CUNA
D uérmete mi vida.
Duérmete dulzura.
Un hada madrina al cielo voló
dejando una estela y, un niño llegó
dulce nieto mío,
calmaste el vacío de mi corazón.
Sonriendo llegaste vibrando de amor.
Sembrando ternuras a tu alrededor.
Tu madre temblaba llena de emoción
teniendo en sus brazos
tan bello, tan bello.
Rayito de luna. Rayito del sol.
Calla tus gorjeos, cierra tus ojitos,
ponte ya a dormir.
Que un ángel del cielo te protegerá.
Duérmete mi niño,
duérmete mi amor.
61
Meditación
C arta para mis seres queridos,
mis hijos, mi familia, mis amigos a to-
dos los seres queridos que ame y me
amaron:
“El día que yo parta, no se angus-
tien, piensen que sólo se ha termina-
do mi estadía en este planeta y que este
bendito cuerpo (al cual estoy muy agra-
decida) que sólo me sirve para mover-
me en la tierra y que debe cumplir su
ciclo desintegrador. Yo seguiré viva, en
otra forma, seguiré viva en sus charlas,
en sus recuerdos, en las vivencias que
pasamos, en mis escritos.
Piensen que seré libre, que po-
dré estar en una flor, en una estrella, o
en un capullo que me permita descan-
sar el sueño eterno, que me abraza-
rán los rayos del Amor de mi Padre.
Recuerden que fui muy feliz, que in-
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CAPÍTULO V
67
Meditación
E n la maravillosa obra de la Cre-
ación vemos que todo tiene una razón
de ser.
Qué sería de nosotros si el sol no
estuviera más, si el agua no regará más
el planeta, sin el aire, no dudaríamos ni
tres minutos, moriríamos.
En la gran generosidad de Dios nos
ha sido otorgado todo (lo vemos como
algo común, natural), sin darle la impor-
tancia de todas esas dádivas que a cada
instante nos llega y nos ayuda a vivir.
Debemos invitarlas con nuestro
accionar, nuestro pensamiento. Si el ser
humano lograra mejorar sus valores,
sacar su mezquindad, y el egoísmo y
levantar el espíritu, se terminarían las
divisiones, compartíamos con todos
el amor verdadero y los seres encon-
trarían el auténtico sentido de saber
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CAPÍTULO VI
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Seguí mi camino.
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Meditación
H ace tiempo atrás me ocurrió,
hace varios días con distintos desafíos,
sucedía a diario; me sentía dolida y
depresiva. En numerosas ocasiones so-
licite ayuda, sin obtener respuesta. Si
bien oraba no sentía paz interior, lle-
gando enfermar mi cuerpo físico.
Poco a poco me preguntaba ¿qué
me está sucediendo?, ¿Qué deberes no
estaban bien hechos? Si algo fallaba,
era porque me había envuelto en el
problema, no en la solución, ¿dónde es-
taba mi fe? Comencé a sentir más livia-
no todo y pensé en una frase que había
leído, el gran autor Antony Robins: ¿qué
hay de nuevo en este problema? Dicho
esto pensé: es un aprendizaje de creci-
miento.
Lo primero fue decirme que es-
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CAPÍTULO VII
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VIVIR
Q ué hermoso es vivir
respirar profundo,
exhalar muy largo.
Observar el cielo,
ver volar las aves.
En su libertad y sentir te libre
como si volaras,
contemplando todo.
Con ojos de niño, saliendo chispitas
Estela de estrella, en este tu viaje
tan vertiginoso,
que no existe tiempo.
Recorrer los mares,
luego las montañas...
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Meditación
P ara el ejercicio de este capítulo,
primero relataré una corta historia...
Mi nieta, un adolescente inteligente,
de noble corazón, impulsiva, depresiva,
no muy claras a veces sus reacciones,
llegando a picos de agresividad, o en
caso contrario se queda en la cama dos
o tres días, sin levantarse, sin comer,
tomando sólo agua, quebrada su volun-
tad. Cuando la llamaba para ir al colegio,
costaba mucho lograrlo. A pesar de esta
situación, le gustaba mucho estudiar.
Logramos iniciarle un tratamiento, lo
que ayudó a superar su estado, a pesar
de que sus pozos depresivos continu-
aban. A raíz de estos sucesos hablamos
con los directivos de la escuela, ya que
había cursado el ochenta y cinco por
ciento, obteniendo notas excelentes,
tomando en cuenta que restaban veinte
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Gabriela
Q uerida niña que no se encuentra,
lo que no tienes, empieza dentro;
para lograrlo usa los dones
que Dios te dio.
Eres hermosa e inteligente.
Quienes ternuras, sientes bondad.
No te destruyas con frustraciones,
que sólo traen la soledad.
En esos ojos cuando te miras,
tu alma dice empieza a amar.
Gratificarte, tratarte bien.
La paz interna sólo se logra
cuando elimines todo rencor.
Cuando te escucho gritar muy fuerte
que no te entienden,
que no te miman que no te aman,
yo te pregunto
Querida niña:
¿cómo pretende es lograrlo afuera?
Lo que por dentro tú no te das.
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Ejercicio
A hora relájate, inspira, exhala
(tres veces), quédate en silencio duran-
te quinceminutos.
Emprenderemos un paseo, esta-
mos en la vera del camino frente a un
gran bosque, nos internamos en él.
Usar la imaginación usando todos tus
sentidos, observa la vegetación, el sol
que penetra entre los árboles, el aroma
de las flores, la gran fantasía de las dis-
tintas especies, escucha los sonidos, el
ruido del follaje, el crujir de las hojas y
ramitas cuando vas pisandolas a medida
que te sigues internando, de pronto en
el medio aparece una cabaña, te aproxi-
mas a ella y al abrir la puerta te asom-
bras, ahí un niño de dos o tres años, se
encuentra solo, te inspira ternura. Te
aproximas, lo abrazas,lo acaricias, el
pequeño sonríe sintiéndose feliz, prote-
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La naturaleza entera,
se lava la cara limpiando sus hojas,
el verde renace, el éxtasis espleno.
Y guardando en su entraña,
cual madre perfecta,
el precioso néctar
luego agradecida, devuelve el favor.
Con sus arroyos, rocío, vapor
El agua regresa, sigue la corriente.
Donde allí nació.
Qué sabia, tan mágica
La naturaleza.
Las formas se cambian,
la esencia es la misma.
Extremos unidos, círculo fantástico
Su principio y fin.
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INDICE
Prólogo .................................... pág.11