En todas las fibras nerviosas, la velocidad de conducción es proporcional al
diámetro de los axones, pero la mielinización aumenta notablemente la
velocidad de conducción del axón en comparación con la de las fibras no mielinizadas del mismo diámetro. Esto es debido a que en las fibras no mielinizadas la conducción del impulso nervioso (potencial de membrana) es continuo a lo largo de la neurita, mientras que en las fibras mielinizadas la conducción es saltatoria: la generación de cambios en el potencial de membrana sucede solamente en los nódulos de Ranvier, lo que permite una conducción más rápida y con menos gasto energético.