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CAPÍTULO VI LA NOCIÓN DE INCUMPLIMIENTO

SUMARIO: I. Las cuestiones; II. Las sentencias; III. Reglas sobre la materia;
IV. Bibliografía nacional de consulta; V. Otras sentencias sobre la materia.

I. LAS CUESTIONES

Introducción

El capítulo anterior examinó el contenido del contrato, al hacerlo


advertimos que, parcialmente al menos, dicho contenido está
compuesto por deberes de prestación. Lo que nos interesa aquí es
considerar el fenómeno del incumplimiento; al hacerlo, advertiremos
que la falta de cumplimiento puede predicarse tanto de esos deberes
de prestación como del contrato en su conjunto y que hacerlo de una u
otra manera trae consecuencias relevantes. Defenderemos que en el
Código Civil, en general, resulta preferible hablar de incumplimiento
del contrato. No obstante lo anterior, encontramos una excepción
respecto de las obligaciones de especie o cuerpo cierto. Sin embargo,
aún respecto de ellas encontramos sentencias que emplean la idea de
incumplimiento del contrato. Al hacerlo de esta manera tiende a
diluirse la diferencia entre un régimen general de tutela del acreedor y
otros especiales.

1. En el Código Civil

El Código Civil, no define el "incumplimiento", ni lo regula


sistemáticamente. En él únicamente encontramos una disciplina, si es
que podemos denominarla así, bastante dispersa, en la que conviven
unas reglas generales —de aplicación a toda especie de obligación
contractual, piénsese en los artículos 1489, 1547, 1553, 1555, 1556 y
1558, entre otros— y otras especiales de aplicación únicamente a
alguna clase de obligaciones, nacidas de tipos contractuales
particulares, como en la compraventa (artículos 1826, 1831, 1838 y
1857); y en el arrendamiento (artículos 1924, 1926, 1927 y 1930).
Conviven un régimen general y otros especiales, ofreciendo al
acreedor soluciones diversas para el evento del incumplimiento.
El Código Civil, entonces, en contraste con los instrumentos que
integran el moderno derecho de contratos —como la CISG, los PCCI,
los PECL, los PLDC y la reciente reforma francesa de 2016— carece
de una definición de incumplimiento y de un régimen que lo
reglamente. Así, a vía ejemplar, los PLDC, prevén un régimen para el
incumplimiento del contrato, que principia con su definición "como no
ejecución de lo pactado", y, además, los medios de tutela del acreedor
—remedios—, enumerándolos y dando reglas particulares para cada
uno (Capítulo 8, artículos 86 al 116)1.
Esta dispersión normativa y la aludida fragmentación trasuntan en
distintos niveles de protección para el acreedor ante el incumplimiento
según la obligación infringida2. El modelo del codificador decimonónico
tanto de vinculación contractual, como de obligación, no se ajusta al
imperante en el tráfico y en el moderno derecho de contratos. Hemos
transitado desde la idea del contrato como conjunto de obligaciones
unidireccionales a otro que envuelve una garantía de satisfacción del
interés del acreedor y que impone al deudor la realización del contrato,
de lo pactado3.

2. La necesidad de un concepto unitario de incumplimiento y la


superación de la pluralidad de regímenes de tutela del acreedor
1
Para un comentario sobre las reglas del incumplimiento y sus efectos, véase: DE LA MAZA, Íñigo
y VIDAL OLIVARES, Álvaro (2018). Los Principios Latinoamericanos de Derecho de los Contratos,
Texto, Presentación y contenidos fundamentales. Madrid: BOE, pp. 51-75.
2
VIDAL OLIVARES, Álvaro (2017). "La protección del comprador en el Código Civil: desde la
fragmentación a un modelo unitario como instrumento eficaz para la resolución de conflictos en
torno al incumplimiento del vendedor, en Contardo, Juan Ignacio y De la Maza, Íñigo (dirs.). La
compraventa. Estudios.  Santiago: Thomson Reuters, pp. 233-284.
3
MORALES MORENO, Antonio Manuel (2014). "Claves de la modernización del derecho de
contratos", en De la Maza, Íñigo, Morales Moreno, Antonio Manuel y Vidal Olivares,
Álvaro, Estudios de derecho de Contratos, Formación, Cumplimiento e incumplimiento. Santiago:
Thomson Reuters, pp. 27-38 y pp. 77-86.
La ausencia de un concepto general de incumplimiento, dispersión y
superposición de normativas, junto a la fragmentación de las
obligaciones contractuales y de sus efectos en caso de
incumplimiento, producen en los jueces —estatales y privados— y
abogados, una incertidumbre no deseada. Con único propósito de
mostrarles las perplejidades que provoca un régimen como el del
Código Civil. Las siguiente sentencias evidencian el problema.
Comencemos por los hechos de una sentencia bien conocida de la
Corte Suprema de 27 de julio de 20054. Se trata de un contrato de
compraventa en el que la vendedora se obligó a entregar 7.000 kilos
de "sal nitrificada" con una concentración del 0,8% de nitrito de sodio y
entregó la cantidad de sal acordada, pero con una concentración del
8.0%, es decir "sal de cura". La compradora demandó, en lo principal,
resolución del contrato de compraventa y, en subsidio, la rescisión por
vicios redhibitorios. La vendedora se defiende, alegando que la acción
procedente sería esta última y no la primera. En lo que respecta a esta
última pretensión, la Corte Suprema declara que, a primera vista,
pareciera que se trataría de un caso de vicio redhibitorio, destacando
que debe entenderse que la acción redhibitoria es una resolutoria
especial, sometida a una regulación distinta de la general del
artículo 1489 del Código Civil. Añade que, ante el cumplimiento
imperfecto de la obligación de entregar, si bien puede ocurrir que éste
reúna los requisitos de los vicios ocultos, siendo aplicable su
regulación particular. Si no es el caso, resulta aplicable el citado
artículo, procediendo así, si se cumplen los requisitos, la resolución del
contrato. En seguida, el sentenciador examina si concurren, o no, las
condiciones de un vicio redhibitorio y advierte que en el caso no se
entregó la cosa realmente vendida, sino otra distinta, un aliud pro alio;
y que la primera condición para estar ante un vicio de esta especie es
que se trata de la misma cosa, pero con un defecto. Por esta
consideración, se hace lugar a la resolución del citado artículo 1489
que fuera demandada en lo principal5.
Sigamos con una segunda sentencia, también de la Corte Suprema,
de fecha 13 de marzo de 2017 6. Ella recoge la doctrina de la sentencia
anterior. La compradora demanda la resolución del contrato,
fundándose en que ella compró tres toneladas de sulfato de zinc
granulado, destinado a fertilizar una plantación de nogales de la
4
Cecinas La Preferida S.A. con sociedad Comercial Salinak Limitada  (2005).
5
Véase los considerandos 5º a 7º de la sentencia.
6
Sociedad Agrícola y Forestal Vista El Volcán Limitada con Coagra S.A. (2017).
variedad "Chandler" y que, sin embargo, el vendedor le entregó sulfato
que contenía un alto porcentaje de boro, situación que determinó que
el fertilizante intoxicara a las plantas, arriesgando la subsistencia de
algunas y un retraso en el crecimiento de otras. El vendedor cuestionó
que procediera la resolución. Según su opinión se trataba de un caso
de vicios redhibitorios y, en consecuencia, la acción rescisoria —no la
resolutoria del artículo 1489 del Código Civil, se encontraba prescrita.
La Corte Suprema rechaza la defensa del vendedor expresando que lo
entregado por la parte demandada no era lo que el contrato obligaba,
sino que entregó una cosa distinta de la pactada. Y, agrega como
argumento adicional que, al ser una obligación de género, resulta
aplicable el artículo 1509 del Código Civil, conforme con el cual el
deudor queda libre de ella, entregando cualquier individuo del género,
con tal de que sea de una calidad a lo menos mediana. Concluye que
debe acogerse la demanda de resolución conforme el citado
artículo 1489 del Código Civil, porque el vendedor entregó una cosa
distinta de la vendida, descartándose, de este modo, la existencia de
un vicio redhibitorio y la excepción de prescripción del artículo 1867.
En tercer lugar, detengámonos en la sentencia de la Corte Suprema
de 24 de marzo de 20117. Las partes celebran un contrato de
compraventa mercantil de dos semi-remolcadores "tolva", descritos en
las facturas correspondientes, a un precio de $24.395.000 cada uno.
El vendedor demanda en juicio ordinario al comprador por el pago del
saldo de precio y el demandado opone la excepción de contrato no
cumplido del artículo 1552 del Código Civil, habida cuenta que el
demandante incumplió su obligación de entregar determinados bienes,
al entregar algo muy distinto a lo pactado. Las mercaderías no
cumplían con las especificaciones técnicas ofrecidas, lo que significó
que nunca pudieron servir, completa y eficientemente, en las faenas
para las cuales habían sido adquiridas. El vendedor se defendió,
alegando que la excepción opuesta no se fundaba en un
incumplimiento contractual, sino en un vicio redhibitorio y que, por
ende, las acciones del comprador se encontrarían prescritas, por lo
que mal podría invocarse tal incumplimiento como fundamento de la
excepción en cuestión. La Corte Suprema rechaza tal alegación
porque el derecho que invoca el comprador ha derivado de la
inejecución de la obligación de entrega del vendedor y no de un vicio
redhibitorio.

7
Fuentes Rodríguez, José Belisario con Canteras Lonco S.A. (2011).
En cuarto lugar, visitemos la sentencia de la Corte Suprema, de
fecha 6 de diciembre de 20168. El comprador celebró una compraventa
de un bus nuevo, con especificaciones técnicas claras, con la finalidad
de transportar personas con éste. Con todo, el vehículo entregado
presentó fallas de fabricación de distinta índole. El comprador
demandó la resolución del contrato más indemnización de perjuicios
en virtud del artículo 1489 del Código Civil, alegando que se le entregó
una cosa distinta a la pactada, a saber, un vehículo con defectos
materiales que, al no cumplir con los requisitos mínimos para su uso,
lo hacen inhábil para cumplir el objeto de la compraventa. En subsidio,
interpuso demanda de resolución por vicio redhibitorio, junto con la
indemnización de perjuicios. En primera instancia, el Tribunal declaró
que el comprador sólo puede ejercitar las acciones generales por
incumplimiento cuando no concurran los requisitos de los vicios
redhibitorios; de concurrir tales requisitos, deberá ejercitar las acciones
para tales vicios, debido al carácter especial de las reglas que le
gobiernan. Estimó que en este caso efectivamente se trataba de un
vicio redhibitorio, razón por la cual rechazó la demanda principal y
acogió la demanda subsidiaria, declarando la recisión del contrato. Sin
embargo, rechazó la indemnización de perjuicios, en atención a que
los defectos del vehículo provenían de fábrica, no siendo por tanto de
aquellos que el vendedor conocía o que debía conocer en atención a
su profesión u oficio. De esta manera, no se cumplía con el requisito
de procedencia de la indemnización de daños del 1861 del Código
Civil. La Corte de Apelaciones y la Corte Suprema confirman el fallo.
En quinto lugar, la sentencia de la Corte Suprema, de fecha 18 de
mayo de 20119. Las partes celebraron un contrato de compraventa de
un departamento que, según la publicidad objetiva, tenía una
superficie determinada; sin embargo, el vendedor al recibir el inmueble
constató que el departamento tenía una superficie real menor en 9,67
metros cuadrados a la declarada en la publicidad, que se integró por
aplicación de la norma de la Ley General de Urbanismo y
Construcciones (artículo 18, inciso 5º). Fundado en lo anterior,
demandó la respectiva indemnización de perjuicios por incumplimiento
de la obligación de entrega. En primera instancia se rechazó la
demanda. La Corte de Apelaciones respectiva revoca el fallo, y acoge
la acción deducida. La parte demandada deduce recurso de casación,
alegando que no es posible aplicar los artículos 1833 y 1835 del
8
Combustibles y Servicios Lepe y Álamo con Sociedad Le Pascui S.A. (2016).
9
Carmen Muñoz Carvajal con Inmobiliaria Las Nieves S.A. (2011).
Código Civil —que disponen sobre la diferencia de cabida como
hipótesis particular de incumplimiento— toda vez que refieren
exclusivamente a la compraventa de un inmueble a medida, no siendo
el caso de autos, que trata sobre la venta de un inmueble como
especie o cuerpo cierto. Además, añade que, el comprador había
declarado, en la escritura pública, recibir el inmueble a su entera
satisfacción. Entonces, basándose en estos dos argumentos, alega
que el comprador no puede alegar como incumplimiento la diferencia
de superficie (declarada y real). La Corte rechaza el recurso deducido,
expresando que, efectivamente no son aplicables los artículos 1833 y
siguientes, toda vez que ellos sólo son aplicables a la compraventa de
predios rústicos y en el caso se trataba de un inmueble urbano. Hay
incumplimiento de la obligación de entrega. El vendedor no entregó lo
que rezaba el contrato según el artículo 1828 del Código Civil.

3. ¿Qué hay de común en todos estos casos?

Primero, en la mayoría de los casos, el acreedor (el comprador),


ejercita los remedios generales fundándose en un incumplimiento del
contrato por parte del deudor (el vendedor no entregó lo que rezaba el
contrato).

Segundo, en todos los casos el deudor se defiende alegando que no


hay incumplimiento general, sino una infracción sometida a un régimen
especial que hacía improcedente la demanda principal o excepción.

Tercero, en todos aparece la tensión entre el régimen general del


incumplimiento y los regímenes especiales, debido a los distintos
niveles de protección que confieren al acreedor.

Y, Cuarto, en todos los casos, pese a la discusión en torno al


régimen aplicable y las acciones procedentes, si hacemos abstracción
de los regímenes especiales, lo que habría es incumplimiento de
contrato, siendo procedentes las acciones generales a que este último
da lugar.

En todos los fallos, salvo el que se pronuncia sobre el bus nuevo con
defectos, la Corte Suprema adhiere a un concepto amplio y unitario de
incumplimiento, confiriendo, de este modo, la misma protección al
acreedor afectado.
A lo anterior, hemos de añadir que en otros casos, sin alegarse
sobre si hay o no incumplimiento, la Corte Suprema, al justificar su
resolución, razona en términos como si de un incumplimiento se
tratase. Así, la sentencia de la Corte Suprema, de 9 de diciembre de
201510que, al declarar la nulidad de una compraventa por error
sustancial, fundamenta su resolución en que en virtud de este
contrato, el vendedor debe entregar lo que reza el contrato, de
acuerdo con el artículo 1828 del Código Civil y que, al entregar una
cosa que no posee la cualidad material que determinó su celebración,
habría incumplido tal obligación, siendo procedente la declaración de
nulidad por error sustancial.

Una sociedad compra cerdos para faenarlos y, posteriormente,


vender su carne para el consumo humano en el extranjero. Sin
embargo, el comprador no pudo comercializar la carne porque ella
contenía altos niveles de dioxina, situación que los hacía inidóneos
para el consumo humano. La compradora se niega a pagar el precio y
la vendedora demanda ejecutivamente el cobro de las facturas
impagas. A la parte compradora, al ser demandada ejecutivamente,
sólo le queda oponer la excepción de nulidad relativa alegando que
padeció de un error sustancial sobre la calidad de los cerdos, ya que
los entregados no poseían la calidad que les hacía idóneos para ser
comercializados. En ambas instancias se acogió la excepción
deducida; y el ejecutante interpuso recurso de casación en el fondo y
que la Corte Suprema rechazó, fundando su fallo en el artículo 1828
del Código Civil, dado que el vendedor no entregó lo que rezaba el
contrato. La Corte declara que, indiscutiblemente, el vendedor debió
haber entregado partidas de cerdos aptas para el consumo humano,
cosa que no sucedió.

4. Una cuestión clave. El modelo de vinculación contractual ¿a qué se


obliga el deudor?

10
Sociedad Agrícola Santa Anita con Faenadora El Milagro (2015)
Para dar respuesta sobre si hubo cumplimiento o incumplimiento del
deudor, previamente debemos dilucidar a qué se obligó en virtud del
contrato. Tal interrogante no concierne ni al contenido del contrato, ni
a su determinación —problema objeto del capítulo anterior—, sino al
modelo de vinculación contractual que hemos de adoptar, para
alcanzar una correcta y adecuada comprensión de la noción de
incumplimiento y, seguidamente, de sus efectos.
Dos son los modelos de vinculación contractual a los que debemos
prestar atención. El primero, que la concibe como un conjunto de
deberes de conducta —entiéndase obligaciones contractuales—, que
podemos calificar de "fragmentado"; y, el segundo, que la concibe
como una garantía de realización del contrato, entendido como unidad,
y, consiguientemente, de la satisfacción del interés del acreedor 11. El
primero es característico del derecho civil decimonónico, mientras que
el segundo lo es del common law, y hoy de la CISG y otros
instrumentos del moderno derecho de contratos, como los PCCI, los
PECL y los PLDC, entre otros12. En el modelo fragmentado, el deudor
se obliga a ejecutar obligaciones contractuales y si no lo hace o lo
hace imperfectamente, infringe la obligación concernida; en el
segundo, en cambio, su obligación consiste en realizar el contrato,
entendiéndose que no lo hace cuando el deudor no ejecuta lo pactado,
provocando la insatisfacción del interés del acreedor. Quiere decir que
en uno, el deudor cumple e incumple la obligación; y, en el otro,
cumple o incumple el contrato13.

Morales Moreno, refiriéndose a la vinculación contractual de los


códigos decimonónicos, afirma que:
"esta construcción, aunque pueda parecer muy clara y fácil de explicar, es
excesivamente esquemática y limitada, pues sólo contempla los deberes
de conducta del deudor. No considera la vinculación contractual desde la
perspectiva del acreedor (desde la satisfacción de su interés). Resulta, por
ello, insuficiente para incorporar todos los contenidos de la vinculación
contractual. Así, por ejemplo, impide, o al menos dificulta, que las
cualidades (materiales y jurídicas) que debe tener la cosa específica

11
ZIMMERMAN (2008), pp. 112-113.
12
DE LA MAZA y VIDAL (2018), pp. 48-49.
13
MORALES MORENO, Antonio Manuel (2014). "La noción unitaria de incumplimiento en la Propuesta
de Modernización del Código Civil", en González Isabel y García, Carmen (coords.), Estudios
sobre el incumplimiento y resolución.  Navarra: Cizúr Menor, p. 27.
vendida, para satisfacer el interés del comprador, sean contenido del
deber de prestación"14.

En cambio, aludiendo ahora al modelo de la CISG —el de garantía


de realización del contrato— expresa que en él están presentes dos
aspectos fundamentales de los que carecería el modelo anterior:

"Primero: las cualidades que debe tener la cosa (y no sólo la entrega de


misma), forman parte del contenido del deber de prestación del vendedor.
El problema teórico que pudo plantear la imposibilidad inicial de que la
cosa específica vendida deba tener las cualidades que no tiene, ha sido
superado.
Segundo: el comprador dispone de un sistema de remedios del
incumplimiento, y no, simplemente, del sistema de protección del
saneamiento (acciones edilicias). El sistema de remedios del
incumplimiento garantiza al comprador (en la medida del fin de protección
del contrato) la satisfacción de su interés en que la cosa tenga las
cualidades que debe tener conforme al contrato: el sistema de
saneamiento, como hemos visto, normalmente no"15.

La pregunta que debemos formularnos, entonces, refiere a si es


posible, o no, sostener este segundo modelo de vinculación en nuestro
Código Civil.
Si pensamos, únicamente, en las obligaciones de dar nacidas de un
contrato bilateral —como en la compraventa— coincidiremos que, si se
trata de obligaciones que tienen por objeto una especie o cuerpo
cierto, existen buenas razones para entender que el modelo de
vinculación es el primero; sin embargo, la respuesta varía si pensamos
en obligaciones de dar individuos de un género. Respecto de éstas, la
vinculación contractual se aproxima más a aquella de la CISG, cuyo
modelo es el contrato con objeto fungible. Desde este punto es posible
avanzar hacia una relectura de las normas sobre incumplimiento y sus
efectos, aproximando el derecho decimonónico al del nuevo derecho
de contratos16.

Si estamos en lo correcto, quiere decir que el ámbito de los


regímenes especiales que el Código Civil prevé en la compraventa
14
MORALES (2014), p. 83.
15
MORALES MORENO, Antonio Manuel (2012). "Tres modelos de vinculación del vendedor en las
cualidades de las cosas", en Anuario de derecho civil LXV., p. 8.
16
VIDAL OLIVARES, Álvaro (2009). "La noción de incumplimiento esencial en el Código Civil". Revista
de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Nº 32, 1ª Ed.,pp. 495-550.
para las entregas defectuosas —o con anomalías materiales y
jurídicas—, estaría limitado a aquellas ventas de especie o cuerpo
cierto, respecto de las cuales el modelo de vinculación sería el
primero, es decir, el contrato como fuente de obligaciones particulares.
En cambio, para las compraventas que recaen en individuos de un
género, el modelo sería uno muy próximo, sino idéntico, al de la
vinculación contractual garantía. Esta delimitación daría cuenta que en
nuestro Código Civil, convivirían los dos modelos; y que, además,
tratándose de las ventas específicas se plantea el problema del
concurso de acciones para las hipótesis de cumplimientos
defectuosos, tal como lo mostraremos en el capítulo siguiente.

Puestas así las cosas, podemos avanzar en el sentido que,


tratándose de las obligaciones de dar individuos de un género, la
vinculación sería más próxima a la imperante en el nuevo derecho de
contratos, razón por la cual no habría discusión acerca de que el
deudor compromete en ellas la realización del contrato, la ejecución de
lo pactado; y, por consiguiente, el incumplimiento no estaría referido a
obligaciones particulares, sino al contrato como una unidad.

El punto que queda por develar, pese a la división anterior, refiere a


si podemos, o no, extender este modelo de vinculación a las restantes
las obligaciones contractuales, incluidas las de dar una especie o
cuerpo cierto.

Si aceptamos la posibilidad de concurso de acciones en hipótesis de


entrega defectuosa, concurso de acciones que, en nuestra opinión,
presupone que unas mismas circunstancias de hecho pueden
calificarse, a la vez, de incumplimiento y, por ejemplo, de vicio
redhibitorio; y si aceptamos, además, como lo ha hecho nuestra Corte
Suprema, que la opción de la acción corresponde al acreedor, la única
justificación de esta solución se halla en la vinculación garantía de
realización del contrato. Quiere decir, entonces, que incumplió.

¿Qué conclusiones podemos extraer de lo expresado?

Primero, que tratándose de las obligaciones de dar individuos de un


género, el modelo de vinculación se aproxima con aquel que la
concibe como garantía de realización del contrato.
Segundo, que el modelo de vinculación para las obligaciones de dar
una especie o cuerpo cierto es el fragmentado; sin embargo, habría
buenas razones para entender que tal modelo conviviría con el de
garantía de realización del contrato.

Y, tercero, que tratándose de las otras obligaciones, las de hacer, no


habría ninguna razón para negar como modelo de vinculación el de
garantía de realización del contrato. Así pareciere recogerse de dos
sentencias que se pronuncian sobre el incumplimiento de obligaciones
de hacer, resaltando que el deudor se obliga a desplegar una cierta
actividad orientada a la satisfacción del interés del acreedor, más que
a la realización de específicos deberes de conducta.

La primera, la sentencia de la Corte Suprema de 6 de diciembre de


2011, que se pronuncia sobre el incumplimiento de contrato de
mandato judicial, en la que se lee:
"En esas condiciones, los magistrados del fondo concluyen que, siendo
una obligación, la asumida por los demandados, de poner en beneficio de
su mandante el comportamiento y diligencia debidos, por efecto de la
referida omisión, ocasionaron negligentemente al actor un perjuicio
irreparable, que incide en el resultado de su pretensión y que configura el
incumplimiento de las obligaciones contractuales de los demandados, al
no poner a favor del mandante el comportamiento o actividad debida para
finalizar con éxito lo que, hasta la dictación de la sentencia definitiva,
había logrado" (considerando tercero)17.

Y, la segunda, también de la Corte Suprema, de 5 de junio de 2013,


que al juzgar sobre el incumplimiento de un contrato de prestación de
servicios médicos, expresa:
"Que en el ejercicio del acto médico, el profesional se obliga a emplear
todos sus conocimientos y medios suficientes y disponibles con el objetivo
de precaver, diagnosticar, tratar y curar la enfermedad. Conforme con ello,
determinaron que la culpa de la que responde el médico se origina por no
haber empleado los medios suficientes para el propósito encomendado o
no haber sido diligente o prudente en tomar todas las precauciones que
hubieran evitado el daño. No obstante lo anterior, también consideraron
que el médico está obligado a cumplir 3 obligaciones de resultado: el
deber de información, la obligación por los materiales y productos y la
obligación relativa a los exámenes y análisis simples, ya que los

17
Orellana Cáceres, Cristián con Prado Berger, Jaime y Belmar Palavecino, Cecilia  (2011).
diagnósticos y resultados están sujetos a la interpretación del profesional
acerca de su alcance y posibles efectos, y que en relación a la obligación
de medios, el profesional debe atenerse a su lex artis, que impone los
deberes de seguir los progresos de la ciencia; mantener una práctica
adecuada de los protocolos; obedecer las reglas generalmente admitidas
por la ciencia y el arte de la salud especializada a cual se dedica; conocer
sus personales limitaciones frente al acto que debía realizar; y mantener
una observancia del reglamento destinados a normar las acciones de
salud, los protocolos médicos quirúrgicos, etc." (considerando cuarto)18.

¿Podemos afirmar el modelo de vinculación garantía en nuestro


Código Civil?

Para dar respuesta a esta interrogante, de nuevo resultan muy


sugerentes las palabras de Morales Moreno, quien sostiene que es
posible identificar en el Código Civil español, el modelo de vinculación
garantía, al afirmar que:

"Quizás pueda parecer que el nuevo modo de entender la vinculación


contractual (...) es una construcción importada del Common Law, extraña
a la concepción de los Derechos continentales, y que, por tanto, no
procede tomarla en cuenta en nuestro Ordenamiento. Esta consideración,
a mi modo de ver, sería incorrecta. (...). Para ponerlo de manifiesto voy a
recordar, a continuación, cómo Federico de Castro en su construcción del
concepto de negocio jurídico siguió un método parecido".

Luego, en su trabajo acerca de "El propósito práctico y la idea de


negocio jurídico en Federico de Castro", en el que se ocupó del modo
de entender el negocio jurídico por de Castro, advertía que:
"El negocio jurídico debe ser entendido, siguiendo la idea de Castro, no
simplemente como un mecanismo de creación, modificación o extinción
de relaciones jurídicas, aunque también le cabe ese cometido, sino como
algo más complejo y de más amplio alcance: como un medio para
organizar los particulares intereses. Extrayendo las consecuencias que
pueden derivarse de este enfoque, resulta que todo negocio jurídico, en sí
mismo considerado, justifica en quienes lo han celebrado un determinado
interés, que razonablemente aspiran a ver satisfecho y que, también, por
múltiples causas, unas imputables a la conducta de la otra parte y otros no
imputables a ella, puede quedar sin satisfacción (...)"19.
18
Treizman Sacks Lucy, Rado Kovari Rolando, Rado Treizman Sandra con Erazo Reyes Rodrigo,
Clínica Las Condes S.A.  (2013).
19
MORALES (2014), p. 85.
Esta extensa cita nos permite afirmar que, tal como lo sugieren,
primero, de Castro y, después, Morales Moreno, si bien el contrato
cumple la tarea de crear derechos y obligaciones, constituye, por
sobre todo, un dispositivo que tiene por finalidad que las partes
satisfagan el interés que determinó la celebración del contrato; interés
que, por causas imputables o no al deudor, puede quedar insatisfecho.
Así parece recogerlo el artículo 1926 de nuestro Código Civil que, de
una parte, utiliza como criterio para definir los efectos del
incumplimiento —el retardo en la entrega— la utilidad del contrato
para el acreedor conectada con las circunstancias que motivaron la
celebración del contrato. Y, de otro, permite escindir los efectos del
incumplimiento de la imputabilidad, al limitarla, como condición de
procedencia, sólo a la pretensión indemnizatoria, no así a la resolución
del contrato. De la norma se infiere que el interés del acreedor puede
quedar sin satisfacción por causas imputables, o no, al deudor. Si lo
son, procede la indemnización; si no, sólo la resolución.

Quiere decir, entonces, que los problemas de cumplimiento e


incumplimiento de contrato son, al mismo tiempo, de satisfacción e
insatisfacción del interés del acreedor, siendo determinante a estos
efectos, tal como lo hemos explicado en el capítulo anterior, descubrir
el propósito práctico de las partes incorporado al contrato; propósito
que permite no sólo definir el interés del acreedor, sino también su fin
de protección.

¿Qué consecuencias se siguen de afirmar que nuestro Código Civil


recoge el modelo de vinculación contractual garantía de la realización
del contrato?
Que el deudor, al contratar, se obliga a realizar el contrato,
garantizando la satisfacción del interés del acreedor y que cualquiera
desviación respecto de lo pactado, constituye incumplimiento y pone a
disposición del acreedor los remedios generales al mismo. Y que, en
la tarea de definir si el deudor cumplió o no el contrato, resulta
irrelevante si la causa fue o no le fue imputable 20. Aparece la noción de
incumplimiento como hecho amplio y objetivo o neutro.

Nuestra Corte Suprema, en sentencia de 10 de diciembre de 2012,


recoge esta idea de incumplimiento entendido como insatisfacción del

20
MORALES MORENO (2014), p. 19
interés del acreedor y que confiere al acreedor una serie de remedios,
al declarar en su considerando cuarto que:

"Cuarto: Que de la sola existencia del incumplimiento contractual,


entendido este como la insatisfacción del interés del acreedor, no se
desprende necesaria y directamente la consecuencia demandada, esto
es, la resolución del contrato y la consiguiente indemnización de
perjuicios".

Queda pendiente entonces ahora, averiguar si el incumplimiento así


entendido tiene, o no, asiento normativo en nuestro Código Civil.

5. Una noción unitaria de incumplimiento en el Código Civil21

El incumplimiento se entiende como un hecho amplio y objetivo cuyo


efecto inmediato es la insatisfacción del interés del acreedor, al punto
que se sostiene —a partir del concepto realista de contrato arriba
examinado— que para comprender el fenómeno del cumplimiento y el
incumplimiento de contrato, hemos de examinarlo como un problema
de satisfacción e insatisfacción del mencionado interés.

Es un hecho amplio puesto que para establecerlo basta la simple


constatación de la falta de coincidencia entre el objeto ideal —lo
idealmente prometido por el deudor— y el objeto real —lo
efectivamente ejecutado por el deudor; cualquiera desviación respecto
del objeto ideal implica el incumplimiento del deudor. De forma que el
deudor no incumple una o más obligaciones aisladas, sino el contrato
todo, siendo indiferente, en principio, la clase o tipo de obligación
incumplida. De cualquier modo, el carácter amplio del incumplimiento
no puede significar que, cualquiera sea su manifestación, hará
procedente cualquier remedio. Siempre hemos de estar a si concurren,

21
PANTALEÓN PRIETO, Fernando (1993). "Las nuevas bases de la responsabilidad contractual",
en ADC., Nº 46, pp. 1720-1721; MORALES MORENO (2014), pp. 32-33; FENOY PICON, Nieves (2010).
"La modernización del régimen del incumplimiento del contrato: Propuestas de la Comisión General
de Codificación. Parte primera: aspectos generales. El incumplimiento", en ADC,, tomo XIII, fasc. I,
pp. 70-71. En Chile: VIDAL OLIVARES, Álvaro (2007). "Cumplimiento e Incumplimiento Contractual en
el Código Civil. Una perspectiva más realista". RCHD, Nº 34, 1ª Ed., pp. 48 y ss.; PIZARRO WILSON,
Carlos (2008), "Hacia un sistema de remedios al incumplimiento contractual", en GUZMÁN BRITO,
Alejandro (editor), Estudios de Derecho civil III. Santiago: Legal Publishing, pp. 399-400; y MEJÍAS
ALONZO, Claudia (2008). "El incumplimiento contractual y sus modalidades", en Guzmán Brito,
Alejandro (editor), Estudios de Derecho civil III. Santiago: Legal Publishing, pp. 459-478.
o no, las condiciones que configuran su supuesto de hecho. Así, en la
exposición de motivos de la Propuesta de Modernización del Código
Civil español en materia de obligaciones, se lee:
"El dibujo de los incumplimientos no es el mismo en cada uno de los
remedios (acción de cumplimiento, resolución por incumplimiento,
pretensión de indemnización de daños), pero, sin duda, también que
puede tener vigencia un sistema que generalice la figura del
incumplimiento"22.

Por su parte, el artículo 91 de los PLDC plasma la idea del


incumplimiento unitario que permite articular un elenco de remedios,
cada uno con sus propias condiciones de procedencia que configuran
su supuesto de hecho específico. Así se extrae del encabezado de su
párrafo (1), al prescribir: "En caso de incumplimiento, el acreedor
puede ejercer, a su elección y según proceda, alguno de los siguientes
medios de tutela".
Y el incumplimiento es un hecho objetivo o neutro porque prescinde
de su causa, de la valoración de la conducta del deudor; no interesa si
se debió o no a un caso fortuito, únicamente interesa que el deudor no
ejecutó lo pactado, provocando la insatisfacción del acreedor 23. Ese
incumplimiento que tuvo por causa un caso fortuito permite,
igualmente, al acreedor disponer de alguno de los remedios.
Explicando este carácter neutro, Nieves Fenoy, afirma que:
"Y el tercer y último rasgo del incumplimiento de la Propuesta civil es que
el incumplimiento es un concepto neutro desde el punto de vista de la
imputación subjetiva al deudor. Basta constatar que ha habido una
divergencia entre lo materialmente ejecutado y lo diseñado y exigible

22
MINISTERIO DE JUSTICIA (2009). "Exposición de motivos", en Propuesta para la modernización del
Derecho de Obligaciones y Contratos. Madrid: Ministerio de Justicia, Apartado VII.
23
Cabe consignar, algunos cuestionan el carácter objetivo del incumplimiento tratándose de
obligaciones de medios. En ellas la culpa es un elemento constitutivo del incumplimiento. Por
todos: PIZARRO WILSON, Carlos (2008). "La culpa como elemento constitutivo del incumplimiento en
las obligaciones de medio o de diligencia". Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica
de Valparaíso, Nº 31, pp. 257-260. Disponible también [en
ínea]: https://scielo.conicyt.cl/pdf/rdpucv/n31/a05.pdf (Fecha de consulta: 5 junio 2018). A nuestro
modo de ver, esta posición confundiría la noción de incumplimiento -no realización del contrato,
cualquiera sea la obligación concernida- con el criterio de atribución de responsabilidad que implica
la inobservancia de la diligencia promotora del cumplimiento. BRANTT ZUMARÁN, María Graciela
y VIDAL OLIVARES, Álvaro (2013). "Obligación, incumplimiento, y responsabilidad civil del
mandatario en el Código Civil chileno". Revista Chilena de Derecho Privado, Nº 40, 2ª Ed., pp. 416-
420. Disponible también [en línea]: https://scielo.conicyt.cl/pdf/rchilder/v40n2/art03.pdf (Fecha de
consulta: 5 de junio 2018).
según el contrato, para que pueda decirse que el deudor ha incumplido. El
incumplimiento incluye el incumplimiento inexcusable y el excusable" 24.
Los instrumentos del nuevo derecho de contratos, como la CISG, los
PCCI, los PECL, los PLDC y, también, la reforma al Code Civil de
2016, entre otros, recogen esta noción unitaria de incumplimiento
amplia y objetiva. Noción de incumplimiento que encierra todas sus
manifestaciones, incluso el error vicio del contrato y la imposibilidad
originaria —carácter amplio— sin que resulte relevante si el
incumplimiento —así concebido— se debió a una causa imputable o
no al deudor —carácter objetivo25.

A este efecto, resulta especialmente conspicua la definición de


"incumplimiento de contrato" y su regulación en los PLDC, la que
destaca por su simplicidad y porque explicita todo aquello a lo que se
ha llegado por la vía interpretativa de la disciplina del incumplimiento
en los restantes instrumentos de referencia. En efecto, el capítulo 8 de
los PLDC disciplinan el incumplimiento del contrato y el artículo 86 lo
define como: "la falta de ejecución del contrato en la forma pactada",
añadiendo que el incumplimiento imperfecto comprende toda
disconformidad entre lo acordado y lo ejecutado por el deudor. Así, el
incumplimiento del contrato es el reverso de su cumplimiento, de modo
que se incumple el contrato cuando no se realiza lo acordado o se
realiza imperfectamente. Como hemos afirmado en otro sitio:
"En los Principios, al igual que en los instrumentos de derechos uniforme,
el Código Civil francés y las propuestas de reforma al Código Civil
español, el incumplimiento constituye un hecho amplio y objetivo. Por lo
que toca a la amplitud, (...) éste incorpora cualquiera hipótesis de
desviación respecto de lo pactado, absorbiendo categorías que en la
tradición decimonónica se someten a disciplinas especiales, excluyéndose
del régimen general del incumplimiento, como la imposibilidad, los vicios
ocultos y la evicción (...) Por lo que se refiere ahora al carácter objetivo de
incumplimiento, en los PLDC resulta irrelevante para definir si hay o no
incumplimiento, si éste tuvo su causa en la propia conducta del deudor,
del acreedor o de sus auxiliares, de caso fortuito o de fuerza mayor..."26.

24
FENOY (2010), p. 70.
25
FENOY PICON, Nieves (1996). Falta de conformidad del objeto, modelo de compraventa y sistema
de acciones. Madrid: Colegio de Registradores de la propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de
España, p. 200.
26
DE LA MAZA Y VIDAL (2018), pp. 51 y 54.
Volviendo a nuestro Código Civil, hemos de advertir que el carácter
objetivo del incumplimiento reviste, por así decirlo, un interés más bien
teórico que práctico. Bien sabemos que, en nuestro Código Civil, a
partir del inciso 3º del artículo 1547, se entiende que los
incumplimientos se reputan imputables al deudor mientras éste no
acredite un caso fortuito o de fuerza mayor (inciso 4º). Quiere decir,
entonces, que el incumplimiento atribuye responsabilidad, mientras el
deudor no acredite una causa de exoneración. Así los recoge, por lo
demás, explícitamente el citado artículo 1926 del Código Civil27.
En cambio, el carácter amplio del incumplimiento reviste una
insospechada importancia en la práctica de nuestros Tribunales,
siendo tal carácter la consecuencia inmediata, como hemos
destacado, de adherir a la vinculación contractual garantía de
realización del contrato. Esta noción amplia de incumplimiento permite
simplificar y aglutinar las distintas manifestaciones del incumplimiento,
desde la falta de actividad del deudor, el retardo en el cumplimiento,
como aquellas hipótesis de cumplimientos imperfectos debido a que el
objeto de la prestación adolece de anomalías materiales o jurídicas, y
otras, como el error, vicio del consentimiento 28. Esta noción absorbe
las distintas manifestaciones de incumplimiento, a las que nos
referiremos en el capítulo que sigue.

Así, en el caso de los cerdos, si el vendedor no se hubiera


adelantado, iniciando el juicio ejecutivo de cobro de pesos en contra
del comprador, éste no habría alegado la nulidad relativa por error
sustancial del artículo 1454, sino la resolución por incumplimiento de
contrato según el artículo 1489 del Código Civil y, ante la alegación del
demandado que lo que allí hay es un error o un vicio redhibitorio, el
Tribunal se hubiera limitado a afirmar que ciertamente hay
incumplimiento, porque el vendedor no hizo entrega de lo que rezaba
el contrato.
Y en el caso de los buses, podríamos transitar entre el error y el
incumplimiento, pasando por los vicios redhibitorios y, concluir, pese al
criterio de la Corte Suprema que aplica al caso, que, desde la óptica
del artículo 1828 del Código Civil, el vendedor no entregó al
comprador lo que rezaba el contrato, a saber, un bus nuevo, libre de
27
GENICON, Thomas (2007). La résolution du contrat pour inexécution. Paris: L.D.G.J., pp. 206-207.
28
FENOY (1996), pp. 183-187, 222. LANDO, Ole y HUGH, Beale (2003). Principios de Derecho
contractual Europeo. Los trabajos de la  "Comisión de Derecho contractual europeo. Madrid, p.
163. DÍEZ-PICAZO, Luis, ROCA TRÍAS, Encarna, MORALES MORENO, Antonio Manuel (2002). Los
principios del Derecho Europeo de Contratos. Madrid: Civitas, p. 317.
cualquiera de las anomalías materiales que lo hiciera inhábil para la
finalidad que determinó la decisión de comprar. Resolvemos el
conflicto acudiendo a la doctrina del aliud pro alio funcional. Verda y
Beamonte afirma que, junto con esta versión material del aliud pro
alio, en la que lo relevante es la identidad física de la cosa entregada,
es posible detectar otra en la práctica de los tribunales españoles, a la
cual denomina "funcional". En esta segunda versión, el aliud pro
alio comprendería supuestos en que existe identidad física entre lo
debido y lo entregado, sin embargo, la cosa resulta "funcionalmente
incapaz de desempeñar el destino económico-social a que se destina
y, por ende, de satisfacer aquellas concretas necesidades que
indujeron al comprador a efectuar su adquisición" 29.

Ambos casos nos permiten ilustrar sobre las consecuencias


derivadas de una comprensión amplia del incumplimiento entendido,
sencillamente, como la no realización de lo pactado o su realización no
conforme.

6. ¿Cuál es el asiento normativo de un concepto amplio de


incumplimiento en el Código Civil?
La construcción de una noción amplia de incumplimiento en nuestro
Código Civil puede asentarse en las reglas de los artículos 1568, 1569
y 182830, pues de estas tres disposiciones extraemos que el
incumplimiento consiste en la realización de la prestación no conforme
con el contrato31. Quiere decir, entonces, que los conflictos de
incumplimiento lo son también de cumplimiento, y que el juez resolverá
conforme con la regla contractual, cobrando especial interés la
determinación del contenido del contrato, problema que fuera objeto
del capítulo anterior.
Entonces, si el pago no se efectúa bajo todo respecto conforme con
el contrato (artículos 1545 y 1546 del Código Civil), hay
incumplimiento. El pago imperfecto no produce su efecto liberador,

29
VERDA Y BEAMONTE, José (2010). Saneamiento por vicios ocultos. Las acciones edilicias.
Navarra: Cizúr Menor, Thomson Reuters, p. 314.
30
MEJÍAS ALONZO (2008), pp. 476-477.
31
VIDAL (2007), pp. 501-502; BARAONA GÓNZALEZ, Jorge (1998). El retraso en el cumplimiento de
las obligaciones. Madrid: Dykinson, p. 89; PIZARRO WILSON (2007), p. 400; GENICON (2007), pp.
206-207.
abriendo paso a los remedios del acreedor, cuyo fundamento se
explica, precisamente, en la subsistencia del contrato 32.
Sobre el particular hemos de prestar atención a dos sentencias de
nuestros Tribunales superiores de Justicia. La primera, es la sentencia
de la Corte de Apelaciones de Concepción de 1 de diciembre de
199333, que se pronuncia sobre un caso de entrega de un inmueble
que adolece de un defecto jurídico, como lo es la existencia de una
hipoteca no declarada por el vendedor, al expresar:
"... el vendedor está obligado a entregar lo que reza el contrato, regla
dispuesta a propósito de la obligación de entregar (Ti´t. XXIII, Lib. IV) y
que hace de la obligación de entregar no solamente un paso material y
jurídico de la cosa, sino también comprender en ella, una identidad entre
aquello que forma el objeto de la obligación y lo efectivamente entregado,
puesto que, en definitiva, no se trata sino de la particularización de la regla
general del artículo 1569 que impone como requisito objetivo del
cumplimiento la exactitud, identidad e integridad de la prestación, pues
guarda aún vigencia la fórmula del Derecho Romano aliud pro alio, invito
creditori solvi non potest (I.2, 1, D.1, así José Beltrán Heredia y Castaño,
El Cumplimiento de las Obligaciones, págs. 209 y sgtes. Madrid 1956). En
las palabras de eminentes autores: Cuando la compraventa recaiga sobre
un cuerpo cierto, el vendedor está obligado igualmente a entregar la cosa
tal y como ha sido convenida, querida por las partes; en consecuencia, si
la cosa vendida y entregada está afectada por un vicio oculto, ignorado
por el comprador, o si lleva consigo una posibilidad de evicción, el
vendedor no ha cumplido con su obligación de entrega (H., L. y J.
Mazeaud, Lecciones de Derecho Civil, parte 3, vol., n. 937)"34.

Del considerando transcrito se extrae la idea de incumplimiento,


entendido como la discordancia entre el objeto ideal —la cosa como
debe ser (lo pactado)— y el objeto real —la cosa tal cual es (lo
ejecutado por el deudor).
La segunda sentencia a la que hemos de prestar atención, sentencia
de la Corte Suprema, de 31 de octubre de 2012 35. Se pronuncia sobre
una compraventa cuyo objeto eran 1.500 toneladas de rodillos de
laminación en desuso, que debían tener una determinada composición
química, particularmente de Níquel. No obstante, la vendedora entrega
los rodillos en la cantidad pactada, empero no poseen la calidad

32
DÍEZ-PICAZO (2008), p. 572.
33
Silva Escandón, María Gabriela con Dosque Contreras, María Luisa (1993).
34
Transportes Sierra Nevada con Dosque (1993).
35
Zorin S.A. con Compañía Siderúrgica Huachipato S.A.  (2012).
pactada, esto es, la concentración de Níquel, lo que hace al objeto real
(los rodillos entregados) inhábiles para el fin perseguido por la
compradora. Y, en lo que toca al incumplimiento de la vendedora, el
Tribunal expresa:

"Que conforme con el artículo 1828 del Código Civil, el vendedor es


obligado a entregar lo que reza el contrato, lo que supone un
cumplimiento estricto a los términos del mismo, norma que debe
complementarse con lo que disponen los artículos 1568 y 1569 del mismo
Código. Estas disposiciones describen el pago efectivo como la prestación
de lo que se debe, ordenan que el pago se hará 'bajo todos los respectos
en conformidad al tenor de la obligación', salvo casos especiales
contemplados por las leyes, y prescriben que 'el acreedor no podrá ser
obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba ni aun a pretexto de ser
igual o mayor valor la ofrecida'" (Considerando cuarto).

Las dos sentencias, se sirven de las normas generales del pago


(artículos 1568 y 1569 del Código Civil) y de la particular, dada para la
compraventa, la del artículo 1828 del Código Civil, para justificar el
incumplimiento del deudor, en ambos casos, desplazando la disciplina
de los regímenes especiales —en el primero la de la evicción y en el
segundo la de los vicios redhibitorios, acudiendo, en su lugar, a la de
general aplicación a todo incumplimiento, la norma del artículo 1489
del mismo código. Sin embargo, de lo expresado podría subsistir una
inquietud. En concreto, si es posible afirmar este concepto amplio de
incumplimiento cuando se trata de obligaciones de hacer, sea
positivas o negativas. Y nuestra primera intuición es que sí es posible,
intuición que podemos confirmar normativamente si prestamos
atención, de una parte, a la disposición general del artículo 1555 del
Código Civil para el incumplimiento de las obligaciones de no hacer,
cuyo supuesto es uno amplio —la contravención— y, de otra, a la
especial dada para la ejecución del encargo, objeto del contrato de
mandato, aquella que contiene el artículo 2131 del mismo código, que,
al igual que el artículo 1828 comentado, no es sino una
particularización de la regla de la identidad y exactitud del pago,
contenida en el artículo 1569. Quiere decir, entonces, que, tratándose
de un contrato que impone una obligación de hacer, si el deudor
contraviene lo pactado, o no ejecuta la prestación ciñéndose
rigurosamente a lo pactado, habrá incumplimiento, desplegándose los
efectos que le son propios.
7. Dos prevenciones, la teoría de los riesgos y la nulidad por falta de
objeto

Hemos señalado que es posible construir una noción de


incumplimiento amplia y objetiva en el Código Civil. Ahora resulta
necesario precisar los límites que el Código Civil impone a esto.

El primero de ellos se manifiesta a propósito de la teoría de los


riesgos. No resulta posible afirmar el carácter amplio del
incumplimiento cuando se trata de hipótesis de pérdida o destrucción
de la cosa específica debida. La razón es que, según lo dispuesto en
los artículos 1550 y 1820 del Código Civil, en tal caso la obligación del
deudor se extingue, subsistiendo la obligación correlativa de la otra
parte (la contraprestación).

Rige, de esta manera, la regla del res perit creditori. El riesgo de la


cosa específica es soportado por el acreedor. Por aplicación de esta
regla, no sería posible hablar de incumplimiento del deudor pues su
obligación se extingue, no obstante lo cual, la otra parte sigue obligada
a su contraprestación, debiendo pagar el precio a pesar que nada
recibirá a cambio.
Como se ve, tratándose de esta clase de obligaciones, no procede la
resolución, pues la regla del riesgo de la contraprestación lo impide. La
solución varía si la regla fuera la del res perit debitoris, sea porque la
ley la prevé o porque las partes la acordaron 36. Allí sí habría
incumplimiento y procedería la resolución, siendo irrelevante que la
imposibilidad no le sea imputable al deudor. Así se desprende del
artículo 83 de los PLDC, disposición conforme la cual la imposibilidad
total o parcial no imputable al deudor, produce o la resolución, la
reducción del precio o la cesión de derechos y acciones del deudor
contra terceros.
36
Para un estudio de la regla del riego de la contraprestación en nuestro Código Civil, una crítica y
vinculación con el incumplimiento del contrato, véase: ELORRIAGA DE BONIS, Fabián (2000),
en Estudios sobre reformas al Código Civil y Código de Comercio, tomo II. Santiago: Editorial
Jurídica de Chile. LÓPEZ SANTA MARÍA, Jorge y ELORRIAGA DE BONIS, Fabián (2016). Los Contratos.
Parte General. Santiago: Thomson Reuters; y PIZARRO WILSON, Carlos y VIDAL OLIVARES, Álvaro
(2017). "Riesgos del contrato, incumplimiento contractual y remedios. Una relectura para el
Derecho Civil Chileno", en Lo público y lo privado en el derecho. Estudios en homenaje al profesor
Enrique Barros Bourie, Santiago: Thomson Reuters.
Habrá que advertir, sin embargo, que la denominada teoría de los
riesgos, ha sido repudiada en Chile por la doctrina más autorizada y su
ámbito de aplicación jibarizado hasta donde ha resultado posible
según lo muestra el trabajo más importante acerca de la materia en
Chile, publicado por el profesor Fabián Elorriaga 37.
El segundo límite se manifiesta a propósito de la imposibilidad
inicial38. Tratándose de la cosa que no existe, pero se supone
existente. El inciso primero del artículo 1814 dispone que: "La venta
de una cosa que al tiempo de perfeccionarse el contrato se supone
existente y no existe, no produce efecto alguno". Alessandri Rodríguez
ilustra el supuesto de hecho de la norma con una antigua sentencia de
la Corte de Apelaciones sobre una compraventa de terrenos de sales
potásicas, en la cual se estableció que dichas sales no habían existido
nunca39.
¿Configura esta situación un incumplimiento de las obligaciones del
vendedor? Si se adopta una noción amplia de incumplimiento, la
respuesta es desde luego que sí, el vendedor ha dejado de realizar la
prestación debida. Así, por ejemplo, se considera en la Convención de
Viena sobre Compraventa Internacional de Mercaderías (CV) 40, los
Principios Europeos de Derecho de los Contratos (PECL) 41 o en los
Principios UNIDROIT sobre Contratos Comerciales Internacionales
(PCCI)42.
Sin embargo, ésta no es la opción que asume el Código Civil chileno.
Si la cosa no existe43, el contrato es totalmente ineficaz por carecer de
objeto44. Se trata, según advierte DÍEZ-PICAZO, de una antigua regla,
cuyos antecedentes pueden rastrearse en el Digesto (18, 1, 15) 45, más
tarde en las Partidas (5, 5, 14) y en el artículo 1601 del Code46. Una
regla que, además, resulta frecuente en los ordenamientos europeos 47.

37
ELORRIAGA (2000).
38
Tomamos esto de DE LA MAZA (2012).
39
ALESSANDRI (2003), p. 194.
40
Ver artículo 79-5. Sobre el precepto puede consultarse SALVADOR (1997), p. 653.
41
Artículo 4:102, ver comentario al respecto en DÍEZ-PICAZO, ROCA y MORALES (2002), pp. 219-223.
42
Artículo 3.3.
43
Y esto ha de entenderse como que carezca de realidad, no que no exista en manos del deudor.
Al respecto puede consultarse Mario Enrique Villagrán Medina con Guillermo Hernán Godoy
Fernández; Sergio Villagrán Medinala (2006).
44
Ver ALESSANDRI (2003), p. 193.
45
Aunque, según señalan DÍEZ-PICAZO, ROCA y MORALES (2002), pp. 221-222, un romanista de la
talla de Betti consideraba que en el derecho romano la regla carecía de la amplitud con que pasó a
los códigos civiles decimonónicos.
46
DÍEZ-PICAZO (2010), p. 73.
47
Sobre el tema puede consultarse MORALES (2006), p. 118.
Pues bien, como puede verse, únicamente en un sentido no técnico
puede hablarse en este caso de incumplimiento, pues se trataría de
uno que no constituye la premisa de ninguno de los remedios propios
del incumplimiento contractual, sino más bien de la acción de nulidad
absoluta48.

8. ¿Cuál es la conclusión general que podemos extraer de lo hasta


aquí expuesto?
Si la actividad desplegada por el deudor (objeto real) se adecúa a lo
pactado, a lo que reza el contrato (objeto ideal), observándose el
principio de identidad y exactitud de pago, hay cumplimiento y el de
deudor se libera del contrato. En cambio, si no se da tal adecuación
entre el objeto real y el objeto ideal, hay incumplimiento del contrato 49.
Se supera, desde esta mirada, la dispersión, el fraccionamiento y la
superposiciónn de regímenes, y la noción amplia de incumplimiento,
construida desde las normas del pago, lo es del contrato y, de esta
forma, permite aglutinar, las distintas manifestaciones de
incumplimiento, manifestaciones que serán objeto del capítulo que
sigue.

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48
Situación que según relata ZIMMMERMAN (2008), p. 42, había sido considerada como
"perturbadora, tanto desde el punto de vista conceptual como desde el punto de vista práctico" por
la doctrina alemana antes de la modificación del régimen del derecho de las obligaciones de 2001.
49
Cfr. PANTALEÓN (1993), pp. 1720-1721; CARRASCO PERERA, Ángel (2010). Derecho de Contratos.
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Jurisprudencia citada

Carmen Muñoz Carvajal con Inmobiliaria Las Nieves S.A.


(2011): Corte Suprema, 18 de mayo de 2011, rol Nº 3298-2011.

Cecinas La Preferida S.A. con sociedad Comercial Salinak


Limitada (2005): Corte Suprema, 27 de julio de 2005, rol Nº 5320-
2003.

Combustibles y Servicios Lepe y Álamo con Sociedad Le Pascui


S.A. (2016): Corte Suprema, 6 de diciembre de 2016, rol Nº 45309-
2016.

Fuentes Rodríguez, José Belisario con Canteras Lonco


S.A. (2011): Corte Suprema, 24 de marzo de 2011, rol Nº 3789-
2009.

Mario Enrique Villagrán Medina con Guillermo Hernán Godoy


Fernández; Sergio Villagrán Medinala (2006).
Orellana Cáceres, Cristián con Prado Berger, Jaime y Belmar
Palavecino, Cecilia (2011): Corte Suprema, 6 de diciembre de 2011,
rol Nº 192-2010.

Silva Escandón, María Gabriela con Dosque Contreras, María


Luisa (1993): Corte de Apelaciones de Concepción, 1 de diciembre
de 1993, rol Nº 1171-1992.

Sociedad Agrícola Santa Anita con Faenadora El Milagro (2015): Corte


Suprema, 9 de diciembre de 2015, rol Nº 3657-2015.

Sociedad Agrícola y Forestal Vista El Volcán Limitada con Coagra S.A.


(2017): Corte Suprema, 13 de marzo de 2017, rol Nº 39979-2016.

Treizman Sacks Lucy, Rado Kovari Rolando, Rado Treizman Sandra


con Erazo Reyes Rodrigo, Clínica Las Condes S.A. (2013): Corte
Suprema, 5 de junio de 2013, rol Nº 5883-2012.

Transportes Sierra Nevada con Dosque (1993).

Zorin S.A. con Compañía Siderúrgica Huachipato S.A. (2012): Corte


Suprema, 31 de octubre de 2012, rol Nº 3325-2012.

II. LAS SENTENCIAS

1. Cecinas La Preferida S.A. con Sociedad Comercial Salinak Limitada

Corte Suprema, 27 de julio de 2005, rol Nº 5320-2003

Cita Online: CL/JUR/3930/2005)

Palabras clave: Resolución — vicios redhibitorios — error

Normativa aplicada: artículos 1489 y 1858 del Código Civil

a) Resumen. Se compra sal nitrificada con una determinada


concentración. Una vez entregada, se constata que la concentración
no es la pactada en el contrato. La compradora demanda la resolución
del contrato. Se rechaza su pretensión en primera instancia. El tribunal
de alzada la confirma. La Corte Suprema revoca la sentencia de
apelaciones, declarando resuelto el contrato.

b) Sentencia

i. Hechos del caso

"a. La actora, Cecinas La Preferida S.A. solicitó se declarara la resolución


de un contrato de compraventa pactado con la demandada Comercial
Salinak Ltda. fundado en el incumplimiento por parte de ésta de entregar
la cosa objeto del contrato (...)

b. La sentencia de primera instancia (...) estableció en su considerando


decimoprimero que el objeto de la compraventa celebrada entre las partes
litigantes fue 'sal nitrificada' en una concentración de 0,8% y el producto
entregado por la demandada fue 'sal de cura' en una concentración del
8,0%. (...)".

ii. Decisión de la Corte

"Sentencia de reemplazo:

1º Que el conflicto de autos se resuelve analizando el cumplimiento de las


obligaciones por parte del vendedor, de las cuales la primera es entregar
la cosa vendida al comprador, lo que en este caso se hizo, pero en
términos objetados por éste y la segunda, es la obligación de garantía,
que a su turno comprende los vicios redhibitorios y el saneamiento de la
evicción.

2º (...) [A]unque en el caso de autos el vendedor cumplió con su obligación


de entregar la cosa la sal lo hizo en forma imperfecta al entregar sal en
una concentración distinta a la requerida por el comprador. Esta materia
se encuentra tratada en el artículo 1454 del Código Civil, referida al error
de hecho que se produce cuando 'la sustancia o calidad esencial del
objeto sobre el que versa el acto o contrato, es diversa de lo que se cree'.

3º Que, en el caso de autos, no se ha demandado la nulidad del contrato


por la existencia de este error sustancial, sino que la resolución del mismo
(...). De esta manera, el conflicto jurídico a que debe avocarse el
sentenciador, es determinar cuál es la sanción por el hecho de haber
entregado el vendedor una cosa distinta a la comprada y que, no sólo no
servía para el objeto que buscaba el comprador, sino que, además, le
habría producido graves perjuicios.

4º Que, habiendo sido recibida la cosa comprada, se ha producido lo que


la doctrina llama el cumplimiento imperfecto, porque el vendedor cumplió
su obligación de entregar sin reclamo de parte del comprador, pero en
definitiva, como se ha señalado, el producto resultó ser otro diferente al
comprado.

5º) Que corresponde, entonces, determinar cuál es la sanción para este


caso por haberse entregado una cosa diferente a la comprada.

A primera vista, pareciera que se trataría de un caso de vicio redhibitorio,


definido en el artículo 1857 del Código Civil, como la acción que tiene el
comprador para pedir que se 'rescinda' la venta o se rebaje
proporcionalmente el precio, por los vicios ocultos de la cosa vendida.

Sin embargo, ha de destacarse que la acción antedicha, cuyos requisitos


de procedencia se encuentran en el artículo 1858 del Código Civil,
constituye una excepción a la regla general de que el incumplimiento de
las obligaciones de un contrato bilateral da origen a la acción resolutoria,
debiendo entenderse que aun cuando el legislador califica
constantemente la acción por vicios redhibitorios como una acción
rescisoria, lo cierto es que, en verdad, es una acción resolutoria especial y
con reglamentación diferente a la regla general del artículo 1489 del texto
legal señalado.

6º (...) [A]nte el cumplimiento imperfecto de la obligación de entregar,


puede suceder que se reúnan los requisitos de los vicios ocultos, (...) pero
si no se dan dichas exigencias puede reclamarse el cumplimiento de la
obligación de entregar por parte del vendedor, a través del artículo 1489
del Código Civil, si concurren los presupuestos que exige la norma, dando
lugar así a la aplicación de la condición resolutoria tácita de este precepto
de aplicación general.

7º Que, de acuerdo a las disposiciones que reglamentan la institución de


los vicios ocultos, ellas se aplican cuando entregada la cosa realmente
vendida, ésta resulta tener un vicio existente al tiempo de la venta, pero
que no puede ser advertido por el comprador, lo que en este caso se
cumple, como se encuentra establecido en autos. Pero ello sólo puede
tener lugar cuando la cosa entregada es realmente la vendida, lo que no
acontece en autos, donde la cosa entregada es otra, como ha quedado
establecido en la sentencia de primer grado. (...).
9º Que, conforme lo razonado precedentemente, corresponde acoger la
acción principal de resolución de contrato deducida por el actor.

15º (...) Por estas consideraciones, se revoca la sentencia de veinticinco


de octubre de dos mil uno, escrita a fojas 232 y siguientes y, en su lugar,
se decide:

I. Que se acoge la demanda deducida en lo principal de fojas 50 y se


resuelve el contrato de compraventa de sal nitrificada celebrado entre las
partes en el mes de mayo de 1999".

2. Sociedad Agrícola y Forestal Vista El Volcán con Coagra S.A.

Corte Suprema, 13 de marzo de 2017, rol Nº 39979-2016

Palabras clave: Resolución — vicios redhibitorios— aliud pro alio

Normativa aplicada: artículos 1489,1509 y 1867 del Código Civil

a) Resumen. Una empresa compró tres toneladas de sulfato de zinc


granulado para fertilizar una plantación de nogales, pero el vendedor
entregó sulfato con alta concentración de boro, que determinó que las
plantas se intoxicaran.

Producto de lo anterior, el comprador demandó la resolución del


contrato. Ante lo cual el vendedor se defendió alegando que se trataba
de un supuesto de vicios redhibitorios, por lo que la acción se
encontraba prescrita.

El tribunal de primera instancia acogió parcialmente la demanda,


declarando resuelto el contrato. Decisión confirmada por la Corte de
Apelaciones.

b) Sentencia

i. Hechos del caso

"OCTAVO: Que para la correcta comprensión del recurso en estudio cabe


tener presente que en estos autos Agrícola y Forestal Vista El Volcán
Limitada demandó la resolución del contrato de compraventa celebrado
con Coagra S.A. con fecha 30 de junio de 2008, por el cual esta última le
vendió tres toneladas de sulfato de zinc granulado destinadas a fertilizar
una plantación de nogales de exportación de la variedad 'Chandler',
acción que se basó en el incumplimiento por parte de la demandada y
vendedora, toda vez que el sulfato de zinc que entregó contenía un alto
porcentaje de boro, situación oculta e irregular que trajo como efecto que
el fertilizante vendido intoxicara las plantas de nogales al punto de
provocar la muerte de algunas y un retraso en el crecimiento de otras".

ii. Decisión de la Corte

"NOVENO: Que de lo expuesto precedentemente y del mérito del recurso


que se examina se colige que las infracciones normativas que se
denuncian exigen determinar cuál es la sanción aplicable por el hecho de
haber entregado el vendedor una cosa distinta a la comprada y que no
sólo no servía para el objeto que buscaba el comprador, sino que,
además, le habría producido graves perjuicios.

DÉCIMO: Que, al respecto, es del caso considerar que al haber recibido el


comprador las tres toneladas de sulfato de zinc respecto de las que
posteriormente reparó un contenido de boro inadecuado y dañino para las
plantas en las que fueron aplicadas, se ha producido lo que la doctrina
llama un cumplimiento imperfecto, porque en principio el vendedor cumple
la obligación de entregar sin reclamo de parte del comprador, pero, en
definitiva, el producto resulta ser otro diferente al comprado.

UNDÉCIMO: Que, entonces, corresponde determinar cuál es la sanción


para este caso por haberse entregado una cosa diferente a la comprada.

A primera vista pareciera que se trataría de un caso de vicio redhibitorio,


definido en el artículo 1857 del Código Civil, como la acción que tiene el
comprador para pedir que se 'rescinda' la venta o se rebaje
proporcionalmente el precio, por los vicios ocultos de la cosa vendida.

Sin embargo, debe destacarse que la acción antedicha, cuyos requisitos


de procedencia se encuentran en el artículo 1858 del Código Civil,
constituye una excepción a la regla general relativa a que el
incumplimiento de las obligaciones derivadas de un contrato bilateral da
origen a la acción resolutoria, por lo que debe entenderse que aun cuando
el legislador califica constantemente la acción por vicios redhibitorios
como una acción rescisoria, lo cierto es que, verdaderamente, es una
acción resolutoria especial y con una reglamentación diferente a la regla
general prevista en el artículo 1489 del Código sustantivo, tal como lo
sostuvo esta Corte en la causa rol Nº 5320-2003.

DUODÉCIMO: Que, en este contexto, para que se apliquen las normas


que reglamentan la institución de los vicios ocultos, se requiere que se
cumplan todos y cada uno de sus requisitos, en particular que la cosa
entregada sea efectivamente 'la cosa vendida', tal como lo exige el
artículo 1857 del Código Civil, lo que no se cumple en autos dado que la
cosa entregada es otra, como ha quedado establecido en la sentencia
impugnada, al decir que el contenido de boro inadecuado, dañino y no
informado al comprador alteró la naturaleza o la esencia del fertilizante
adquirido.

Por lo demás, considerando que la obligación que pesaba sobre el


vendedor era la de entregar tres toneladas de sulfato de zinc, también
resulta aplicable el artículo 1509 del Código Civil, norma que dispone que
en la obligación de género como la de autos el deudor queda libre de ella
entregando cualquier individuo del género, con tal que sea de una calidad
a lo menos mediana. En la especie no cabe duda de que el vendedor no
entregó individuos del género 'sulfato de zinc', sino que 'sulfato de zinc
con boro inadecuado y dañino' y, por tanto, menos aún puede entenderse
que haya entregado individuos de 'una calidad a lo menos mediana'.

Por consiguiente, al no cumplirse la exigencia fundamental que hace


aplicable la acción redhibitoria, cual es entregar 'la cosa vendida', resulta
imperioso resolver el presente caso de acuerdo a la regla general del
artículo 1489 del Código Civil, ya que el incumplimiento del vendedor
reúne todos los requisitos para que proceda la resolución del contrato,
puesto que cumplió en forma imperfecta con la señalada obligación al
entregar sulfato de zinc granulado con una concentración de boro
inadecuada no informada al comprador y más aún no requerida por éste.

DECIMOTERCERO: Que, conforme lo razonado precedentemente, los


jueces del fondo no han infringido los dos grupos de normas que denuncia
el recurrente, por cuanto, por una parte, resulta inconcuso que no se
aplica la prescripción especial de la acción por vicios redhibitorios prevista
en el artículo 1866 del Código Civil sino la prescripción general de cinco
años contemplada para la acción resolutoria tácita prevista en el
artículo 1489 del Código Civil y, por otro lado, establecido el cumplimiento
imperfecto de la obligación de entrega por parte del vendedor, resultaba
ajustado a derecho dar lugar a la acción resolutoria intentada por el
comprador en cuanto contratante cumplidor y a la indemnización de
perjuicios que contempla el artículo 1556 del mismo Código, razones que
justifican el rechazo del recurso de casación en el fondo deducido por la
parte demandada".

3. Fuentes Rodríguez, José Belisario con Canteras Lonco S.A.

Corte Suprema, 24 de marzo de 2011, rol Nº 3789-2009

Palabras clave: Vicios redhibitorios — compraventa — excepción de


contrato no cumplido

Normativa aplicada: artículo 1552 del Código Civil

a) Resumen. Se celebró un contrato de compraventa de dos


semirremolques, los cuales no cumplieron con las especificaciones
técnicas ofrecidas. Frente a la demanda del vendedor para obtener el
pago del precio pendiente, el demandado opuso excepción de contrato
no cumplido, alegando el incumplimiento de la obligación de entrega
del vendedor. El tribunal de primera instancia acogió la excepción de
contrato no cumplido y rechazó la demanda. Decisión confirmada por
la Corte de Apelaciones.

b) Sentencia

i. Hechos del caso

"CUARTO: Que, teniendo en consideración que no se ha denunciado la


transgresión de normas reguladoras de la prueba, resultan ser hechos de
la causa, que adquieren el carácter de inamovibles y, de acuerdo a los
cuales corresponde resolver los errores de derecho que se han
reclamado, los siguientes:

a.- La demandada Canteras Lonco S.A. celebró un contrato de


compraventa de dos semirremolques tolva con el demandante José
Belisario Fuentes Rodríguez, que se detallan en las copias de facturas
números 0797 y 0798, cuyo precio fue la suma de $24.395.000 cada uno.

b.- El 12 de noviembre de 2004 se descontó de cada factura indicada la


suma de $1.547.000.

c.- Las especies objeto del contrato fueron recibidas por el demandado.
d.- Las bateas o semirremolques tolva adquiridos por el demandado al
actor, tuvieron un sinnúmero de inconvenientes en su operación, sufriendo
desperfectos de soldaduras, paquetes de resortes, llantas y pulmones de
aire, los que finalizaron con el accidente que afectó a una de ellas a
mediados de noviembre de 2004, fecha desde la cual ninguna de ambas
especies continuó ocupándose en las faenas para las cuales habían sido
adquiridas.

e.- Los semirremolques no cumplían con las especificaciones técnicas


ofrecidas, lo que significó que nunca pudieron servir, completa y
eficientemente, a las faenas para las cuales habían sido adquiridas.

f.- Los continuos desperfectos indicados estaban en conocimiento del


vendedor".

ii. Decisión de la Corte

"OCTAVO: Que, la existencia de facturas y la recepción de las tolvas sin


protesta de parte del comprador no son razones suficientes para sostener
la inaplicabilidad del artículo 1552 del Código Civil, pues el objeto de la
compraventa en el presente caso, atendida su naturaleza y
características, requiere naturalmente de un uso razonable para concluir
su adecuación o no a los diseños convenidos y, consiguientemente, si
hubo o no incumplimiento de contrato. (...).

DECIMOTERCERO: Que, en el caso sub lite, se cumplen las exigencias


requeridas para aplicar el artículo 1552 del Código Civil, porque se trata
de obligaciones recíprocas exigibles que constan en un mismo vínculo
contractual, concurre buena fe de parte de quien alega la excepción de
contrato no cumplido y son faltas o infracciones que emanan del contrato
a favor de quien alega la citada infracción.

DECIMOCUARTO: Que fundada en principios de equidad, buena fe y en


la teoría de la causa, la inejecución atribuída al acreedor demandante en
el caso sub lite incide en una obligación relevante, de real trascendencia
en el contrato cuyo incumplimiento en lo concerniente a las
especificaciones técnicas convenidas llegaron al extremo que las tolvas
objeto del contrato resultaron ulteriormente inservibles para los fines que
le son propios.

DECIMOQUINTO: Que, los hechos establecidos ya citados, no se


corresponden con las exigencias jurídicas de los vicios redhibitorios —
artículo 1858 del Código Civil— ni ha sido esta institución jurídica objeto
de alguna acción. El derecho que invoca el comprador ha derivado de la
inejecución en la obligación del vendedor y no de un vicio redhibitorio.

De conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos 764, 676 y 768


del Código de Procedimiento Civil, se rechaza, con costas, el recurso de
casación en el fondo deducido en lo principal de fojas 214 por el
demandante Ramón Valverde Prats, en contra de la sentencia de la Corte
de Apelaciones de Concepción, de fecha veintitrés de abril de dos mil
nueve, que se lee a fojas 212.

Se previene que el Ministro señor Muñoz concurre al rechazo del recurso


(...)".

4. Combustibles y Servicios Lepe y Álamo Limitada con Sociedad Le


Pascui S.A.

Corte Suprema, 6 de diciembre de 2016, rol Nº 45309-2016

Palabras clave: Resolución — vicios redhibitorios — indemnización

Normativa aplicada: artículos 1489 y 1857 del Código Civil

a) Resumen. Se celebró una compraventa respecto a un bus nuevo,


el cual sería destinado al transporte de personas. No obstante, el
vehículo presentó diversas fallas, por lo que el comprador demandó la
resolución del contrato con indemnización de perjuicios y en subsidio,
solicitó la resolución por vicios redhibitorios con indemnización de
perjuicios.

El tribunal de primera instancia rechazó la demanda de resolución y


acogió la pretensión subsidiaria de recisión por vicios redhibitorios,
descartando la indemnización. Decisión confirmada por la Corte de
Apelaciones.

b) Sentencia

i. Hechos del caso


"SEGUNDO: Que son antecedentes de la causa, que conviene dejar
anotados, los que siguen:

a.- Que Iván Paredes Romero, abogado, en representación convencional


de Combustibles y Servicios Lepe y Álamo Ltda., dedujo demanda de
resolución de contrato con indemnización de perjuicios en contra de Le
Pascui S.A., solicitando que se declare resuelto el contrato de
compraventa celebrado entre las partes con indemnización de perjuicios,
por existir incumplimiento grave de la demandada.

Señala que el 11 de septiembre de 2013 celebró un contrato de


compraventa de un bus nuevo, año 2013, marca Ashok Leyland, modelo
Eagle 814, por la suma de US$46.370 (cuarenta y seis mil trescientos
setenta dólares americanos), el que sería destinado al trasporte de
pasajeros.

Adiciona que no obstante haberse pagado el precio convenido, la


vendedora le entregó una cosa distinta, ya que los desperfectos que el
vehículo presentó lo hacían inhábil para su uso natural.

Expone que el fin de la adquisición de dicho bien tenía un carácter


netamente económico, razón por la que celebró un contrato de
arrendamiento con la Sociedad de Inversiones y Comercial Lepe y Álamo
Limitada, en virtud del cual dio en arriendo el bus adquirido, para que esta
última lo utilizara para trasportar pasajeros, lo que no fue posible.

Concluye indicando que la cosa vendida no reúne los requisitos mínimos


exigidos, pues su funcionamiento pone en riesgo la seguridad de sus
ocupantes, razón por la que no ha sido utilizada desde el 8 de diciembre
de 2013.

En forma subsidiaria, el mismo litigante interpone demanda de resolución


de contrato por vicios redhibitorios con indemnización de perjuicios,
añadiendo que la demandada, en su calidad de importadora de vehículos,
debió conocer los desperfectos que tenía la cosa objeto de la
compraventa, lo que no informó a su parte".

ii. Decisión de la Corte

"SÉPTIMO: Que, sin perjuicio de lo razonado en los motivos que


preceden, en relación al segundo capítulo del presente arbitrio, el que
refiere a la indemnización de perjuicio solicitada en autos consistente en la
suma de $18.000.000 (dieciocho millones de pesos) por concepto de lucro
cesante y $15.000.000 (quince millones por daño moral), el fallo recurrido
confirmó sin otros fundamentos el de primer grado, rechazando esta
pretensión.

Al efecto reflexiona que tratándose de la acción por vicios redhibitorios


'sólo procede la indemnización de perjuicios en aquellos casos en que el
vendedor conocía el vicio y lo ocultó, o que en razón de su profesión u
oficio debía conocerlos, actuando con negligencia, es decir, exige la
norma culpa del vendedor'. Añade que 'al efecto, habiéndose establecido
en el motivo noveno que los defectos de que adolece el vehículo de
marras son de fabricación, resulta lógico concluir, que tratándose de un
bus cero kilómetro, el vendedor no conoció ni pudo conocer los vicios,
toda vez que éste no está obligado —como dueño de su empresa— a
conocer los desperfectos que se produzcan en los procedimientos de
fabricación en los cuales no interviene, ya que no es el fabricante del
vehículo nuevo y, conocer de un vicio de fabricación importa exigir un
estándar de suma diligencia que, caracteriza a la culpa levísima, de lo
cual no responde el vendedor'.

(...)

NOVENO: Que los jueces del fondo dieron por establecido como hecho de
la causa que los vicios que presentaba el bus que adquirió la actora eran
graves, desde que la cosa vendida presentaba fallas estructurales y
funcionales que impiden su uso natural. Además, de haber sido estos
conocidos por el comprador, este no habría celebrado el respectivo
contrato de compraventa, ya que a través de esta convención el
adquirente perseguía que el vehículo le prestara una utilidad económica,
por tratarse de un bus con capacidad para 33 pasajeros, lo que no produjo
los efectos deseados pues los desperfectos que tenía el bus ponían en
riesgo la integridad de sus ocupantes.

Del análisis de autos se advierte que si bien eventualmente pudiese


discutirse la procedencia de la acción general resolutoria del artículo 1489
del Código Civil, para que proceda la indemnización de perjuicios
solicitada por la actora en cuanto al lucro cesante y el daño moral es
necesario en dicho caso concurran los presupuestos necesarios para ello.

Sobre esta materia la doctrina define la indemnización de perjuicios como


'la cantidad de dinero que el acreedor puede exigir del deudor cuando
éste no cumple oportunamente su obligación' (Arturo Alessandri R.,
Tratado de las Obligaciones, tomo II, Editorial Jurídica de Chile, segunda
edición, año 2004, página 263). Para su procedencia se requiere la
infracción de una obligación y que la misma cause un daño para el
acreedor, es decir, que uno de los contratantes sufra una lesión resarcible
en sus intereses patrimoniales o no patrimoniales a consecuencia de la
infracción del contrato por parte del deudor.

En consecuencia, es necesario que el solicitante pruebe la existencia de


los perjuicios sufridos por el acreedor y, sólo una vez demostrado aquello,
cabe avaluarlos en cuanto a su monto o cuantía. La determinación de los
mismos puede hacerla la ley, el juez o las partes. En este último caso
siempre será necesario que el acreedor pruebe la existencia y cuantía de
aquellos, de manera que para establecer el monto a indemnizar el juez
debe atenerse a la prueba que se haya allegado al proceso en forma
legal.

En otras palabras, en el caso de autos, en que la actora solicita al tribunal


que determine tanto el lucro cesante como el daño moral que dice haber
sufrido con ocasión de la adquisición de un bus defectuoso, sobre dicho
litigante pesaba la carga de la prueba en orden a demostrar tales
supuestos fácticos, de manera que sólo se podría acceder a la
indemnización en la medida que los daños reclamados se logren
acreditar".

5. Muñoz Carvajal, Carmen con Inversiones e Inmobiliaria Las Nieves

Corte Suprema, 18 de mayo de 2011, rol Nº 3298-2011

Palabras clave: Integración publicitaria — compraventa de inmuebles


— disconformidad material

Normativa aplicada: artículos 1545, 1560, 1828, 1833 y 1835 del


Código Civil, y 18 de la Ley General de Urbanismo y Construcción

a) Resumen. La compradora de un departamento alega que el


inmueble no cuenta con las dimensiones anunciadas en la publicidad
presentada por la vendedora, por lo que interpone demanda de
indemnización de perjuicios. El tribunal de primera instancia rechaza la
acción. Decisión revocada por la Corte de Apelaciones.

b) Sentencia
i. Hechos del caso

"1º.- Que en estos autos rol Nº 12930-2008, sobre juicio ordinario de


menor cuantía por indemnización de perjuicios, seguidos ante el Décimo
Quinto Juzgado Civil de Santiago, caratulados 'Muñoz Carvajal Carmen
con Inversiones e Inmobiliaria Las Nieves', la demandada recurre de
casación en la forma en contra de la sentencia dictada por una de las
Salas de la Corte de Apelaciones de esta ciudad, de tres de marzo de dos
mil once (...) que revocó la sentencia de primer grado de treinta de octubre
de dos mil nueve (...) que rechazó, sin costas, la demanda, declarando en
su lugar que ésta quedaba parcialmente acogida, debiendo la demandada
indemnizar a la actora 263,42 Unidades de Fomento por los metros
cuadrados faltantes en su departamento (...).

5º.- (...) dedujo demanda de indemnización de perjuicios en contra de


Inversiones e Inmobiliaria Las Nieves S.A. fundada en que esta última le
ofreció a la venta un departamento de 111,29 metros cuadrados útiles,
14,29 metros cuadrados de terraza y 2,80 metros cuadrados de logia. No
obstante, una vez celebrado el contrato de compraventa se pudo percatar
que la superficie real total era inferior a la ofrecida en 9,67 metros
cuadrados (...)".

ii. Decisión de la Corte

"8º.- Que, conviene hacer presente, además, que los recurridos, para
revocar el fallo de primer grado y acoger la demanda de indemnización de
perjuicios opuesta por la actora, reflexionan: '5º) Que, entonces, la
solución al conflicto parece evidente: si se ha entregado una cosa con
menos cabida que la ofrecida, y por tratarse de un predio urbano no tiene
aplicación lo que señala el artículo 1833 del Código Civil, debe acogerse
la demanda y rebajarse el precio en forma proporcional a los metros que
faltan. Así, si se pagó la suma equivalente a 3.497,2800 unidades de
fomento por un departamento supuestamente de 128,38 metros, ello
implica un valor de 27,24 unidades de fomento el metro cuadrado, lo que
multiplicado por los metros que faltan, esto es, 9,67, hace un total de
263,42 unidades de fomento, que la demandada deberá pagar a la actora,
más intereses corrientes para operaciones reajustables desde la fecha de
ejecutoriada esta sentencia y hasta el pago efectivo; 6º) Que no es óbice
para razonar de una manera distinta a la de esta Corte el hecho que en la
escritura pública de compraventa, agregada a fojas 3, se haya indicado en
la cláusula tercera que «la entrega material del inmueble objeto de este
contrato se ha efectuado en este acto, a entera conformidad del
comprador», declarando este último haber comprobado las características
y dimensiones del bien raíz y que revisó los planos respectivos, pues lo
cierto es que también forman parte del contrato, por el sólo ministerio de
la Ley de Urbanismo y Construcciones (inciso 5º de su artículo 18), las
condiciones ofrecidas en la publicidad, según ya se ha dicho, de suerte
que se ha estipulado en el contrato que la cabida era una mayor a la que
realmente tenía el departamento'.

9º.- Que, en virtud de lo anterior, no se observa infracción a las normas


contenidas en los artículos 1545, 1560,1828, 1833 y 1835 del Código Civil
y 18 inciso 5º de la Ley General de Urbanismo y Construcción, por cuanto
esta Corte concuerda con los recurridos en el sentido que la publicidad
efectuada por la demandada para la venta al público de los
departamentos, forma parte del contrato de compraventa celebrado con
posterioridad entre ellas, constando de ella que tanto antes como después
de la celebración del mismo, se ofrecieron departamentos con una
superficie de 111,29 metros cuadrados útiles, 14,29 metros cuadrados de
terraza y 2,80 metros cuadrados de logia (fojas 66 y 143), en
circunstancias que la superficie útil real era de sólo 104,14 metros
cuadrados.

A mayor abundamiento, y pese a que la venta se haya efectuado como


especie o cuerpo cierto, no debe olvidarse que se trata de un predio
urbano no siendo aplicables las normas relativas a los predios rústicos del
artículo 1833 del Código Civil, no siendo efectiva la interpretación
analógica que efectúa la demanda del artículo 1835 del mismo cuerpo de
leyes.

(...)

10º.- Que, en consecuencia, la Corte de Apelaciones respectiva al


resolver como lo hizo, se ajustó a lo establecido en las normas que se
dicen vulneradas, desde que es el propio inciso 5º del artículo 18 antes
referido, el que incorpora al contrato, por mandato expreso del legislador,
las condiciones ofrecidas en la publicidad efectuada por la demandada,
siendo un hecho de la causa que lo ofrecido difería de lo real, como aclaró
la propia inmobiliaria en publicación efectuada el 11 de abril de 2008 (con
posterioridad a la adquisición del inmueble por la demandada), que consta
a fojas 72, en la que precisa que la medida de los departamentos de
cuatro dormitorios es de 104,14 metros cuadrados útiles y no 111,29
como anteriormente se había ofrecido a través de diversas y reiteradas
publicaciones.
11º.- Que, por los razonamientos anteriores, y no siendo efectivas las
infracciones de ley denunciadas por la demandada, el recurso de casación
en el fondo deducido no podrá ser admitido a tramitación por adolecer de
manifiesta falta de fundamento, motivo por el que no podrá prosperar".

6. Sociedad Agrícola Santa Anita con Faenadora El Milagro S.A.

Corte Suprema, 9 de diciembre de 2015, rol Nº 3657-2015

Palabras clave: Nulidad — error — compraventa de animales

Normativa aplicada: artículos 1454 y 1828 del Código Civil

a) Resumen. Se compran cerdos con el objetivo de comercializarlos,


lo cual no fue posible por encontrarse contaminados con dioxinas que
los hacían no aptos para su consumo. Ante el cobro ejecutivo de las
deudas contenidas en facturas por parte de la vendedora, la empresa
compradora alega haber padecido error sustancial, pretensión que fue
acogida por el tribunal de primera instancia y confirmada por la Corte
de Apelaciones. Ante lo cual la vendedora interpuso recurso de
casación.

b) Sentencia

i. Hechos del caso

"TERCERO: Que el fallo cuestionado dejó asentados, como hechos de la


causa, los siguientes:

a.- Que durante el mes de junio del año 2008 la ejecutada compró cerdos
vivos a la ejecutante, quien tenía la calidad de proveedora de tales
animales en su calidad de dueña de plantas de producción y crianza de
porcinos.

b.- Que tal contrato dio origen a las facturas invocadas por la actora en
estos antecedentes.

c.- Que en el mes de julio de 2008 la autoridad sanitaria de Corea del Sur
notificó al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) su decisión de suspender
temporalmente la importación a su mercado, de carne de cerdo exportada
por la demandada, a consecuencia de haberse detectado dioxinas en una
partida de carne de cerdo congelada, procediendo a suspender la
certificación del establecimiento para el envío de productos cárnicos a ese
país, iniciando el SAG, a consecuencia de lo anterior, una investigación
para determinar el origen y la causa de esta detección.

d.- Que en la investigación antes indicada se determinó que la producción


con niveles altos de dioxina provenía de 16 planteles productores de
cerdos, dentro de los cuales se encontraba el de la empresa ejecutante.

e.- Que la carne no exportada proveniente de los planteles comprometidos


con dioxina quedó inhabilitada para su exportación, debido a las medidas
preventivas tomadas por la autoridad sanitaria del país, mientras se
investigaba la determinación de la causa de la contaminación.

f.- Que el Servicio Agrícola y Ganadero y la Secretaría Regional Ministerial


de Salud decretaron el decomiso y posterior destrucción de las carnes
contaminadas, tanto las exportadas retornadas como las no exportadas y
que estaban en poder de la ejecutada".

ii. Decisión de la Corte

"NOVENO: Que, como se viene analizando, no debe olvidarse que el


artículo 1828 del Código Civil dispone que 'el vendedor es obligado a
entregar lo que reza el contrato', y ello, en el caso de autos, corresponde a
partidas de cerdos aptas para el consumo humano, de lo cual
indefectiblemente ha de concluirse que ese deber, al menos en lo que
hace a los contratos que originan las facturas de autos, no aparece
satisfecho de acuerdo a las probanzas rendidas. Es un hecho no
controvertido que la mercadería no pudo comercializarse por encontrarse
la carne contaminada con niveles de dioxina no recomendados para el
consumo humano y, a su vez, la extensa relación comercial habida entre
las partes imponía a la ejecutante el conocimiento de que los productos
vendidos serían comercializados en el extranjero, existiendo regulación
tanto en Corea del Sur como en la Unión Europea respecto del límite
máximo de picogramos de dioxina permitidos, lo que era una obligación y
estándar propio del negocio que no podía ser ignorado por la Sociedad
Agrícola Santa Anita Limitada.

En razón de lo expuesto, este tribunal de casación comparte el


razonamiento de los sentenciadores recurridos, en el sentido de que en la
especie existió un error de hecho en cuanto a la sustancia o calidad
esencial del objeto sobre el que versaba el contrato de compraventa
celebrado entre las partes, error que vició el consentimiento de la
ejecutada por existir una falsa representación de la realidad, pues ella
concurrió a la celebración de la compraventa, creyendo que la
demandante le vendía cerdos vivos cuya carne era comerciable, apta para
el consumo humano, lo que no sucedió al haberse entregado cerdos
contaminados con dioxina, lo que motivó que la carne de los animales
vendidos fuese decomisada y posteriormente destruida por el Servicio
Agrícola y Ganadero en conjunto con el Ministerio de Salud, antecedentes
que de haber sido conocidos al momento de celebración del contrato en
cuestión, habrían impedido que la compradora manifestara su voluntad en
orden a perfeccionar dicho acto jurídico.

DÉCIMO: Que de lo anterior fluye, entonces, que no se produjo en el fallo


cuestionado, en los términos propuestos por el recurrente, la conculcación
de lo estatuido en el artículo 1454 del Código Civil. En razón de lo
anterior, existiendo un error que vició el consentimiento en los términos
expuestos en los considerandos que preceden, mal pueden estimarse
infringidos, como lo hace la recurrente, los artículos 1684, 1550 Nºs. 7 y 9
y 1820 del Código Civil, lo que determina que el haber acogido la
excepción de nulidad de la obligación se ajusta a derecho".

7. Orellana Cáceres, Cristián con José Camarena y Compañía Ltda.

Corte Suprema, 6 de diciembre de 2011, rol Nº 192-2010

Palabras clave: Obligación de medios — responsabilidad profesional


— mandato judicial

Normativa aplicada: artículos 1489 y 1553 del Código Civil

a) Resumen. Una persona demandó a su empleadora por daño


moral. Si bien obtuvo una sentencia favorable, el procedimiento
terminó con la declaración de abandono del procedimiento debido a la
inactividad de los abogados de la demandante una vez dictada la
sentencia definitiva. Producto de lo anterior, el cliente de dichos
abogados los demandó, solicitando una indemnización por daño
emergente, lucro cesante y daño moral. El tribunal de primera
instancia acogió la demanda. Decisión confirmada por la Corte de
Apelaciones, ante lo cual los demandados interpusieron recurso de
casación en el fondo.
b) Sentencia

i. Hechos del caso

"SEGUNDO: (...) los sentenciadores tuvieron asentados, como hechos de


la causa, los siguientes:

a) Que la causa laboral a la que refieren los basamentos de la litis, fue


incoada en septiembre de 1994 y terminó con la declaración de abandono
del procedimiento en el mes de marzo de 2000 (sic).

(...)

c) Que los defensores tuvieron activa participación en las etapas de


discusión y prueba, pero una vez que se dictó la sentencia definitiva, se
aprecia un período de inactividad que fue sancionado con el abandono del
procedimiento y, los argumentos en contrario hechos valer por los ahora
demandados resultaron ineficaces".

ii. Decisión de la Corte

"TERCERO: (...).

En cuanto a la incidencia de la gratuidad del mandato alegada por los


demandados, se expresa en la sentencia que es un principio del foro el
que la defensa de los trabajadores se realice con cargo a un porcentaje,
previamente pactado entre los contratantes pacto de cuota litis, de lo que
se obtiene, naturalmente, que los mandatarios asuman los gastos del
juicio, los que son descontados en su oportunidad; consideración con la
cual los jueces del grado descartan que el mandato, en esas condiciones,
se transforme en uno gratuito, pues la sola estipulación de una
remuneración, aunque dependa de una contingencia incierta de ganancia
y pérdida, no le quita el carácter de contrato oneroso, perteneciendo a la
categoría de contratos aleatorios.

Asimismo, teniendo presente que en la especie, la de los demandados era


una prestación de servicios personales que suponen conocimientos y
habilidades especiales, la responsabilidad profesional de aquellos se
manifestó en la omisión de dar curso progresivo al juicio, por ser
precisamente ellos quienes tenían la carga de brindarle el impulso
procesal, por el que tenían el deber de instar, hasta obtener el resultado
de la acción, lo que debió manifestarse en la atención, preocupación y
oportunidad en que debieron realizar las acciones propias de la causa que
estaban defendiendo.

En esas condiciones, los magistrados del fondo concluyen que, siendo


una obligación, la asumida por los demandados, de poner en beneficio de
su mandante el comportamiento y diligencia debidos, por efecto de la
referida omisión, ocasionaron negligentemente al actor un perjuicio
irreparable, que incide en el resultado de su pretensión y que configura el
incumplimiento de las obligaciones contractuales de los demandados, al
no poner a favor del mandante el comportamiento o actividad debida para
finalizar con éxito lo que, hasta la dictación de la sentencia definitiva,
había logrado (...).

Es precisamente la falta de diligencia de los abogados demandados en la


interposición de los recursos dirigidos a impugnar el abandono del
procedimiento decretado en la causa laboral a su cargo y similar actitud
en orden a recurrir contra la determinación del tribunal de alzada que
confirmó dicho abandono que era susceptible de casación la que
configura el incumplimiento contractual imputado a título de fuente de la
responsabilidad que se les achaca a los profesionales demandados.

Resulta evidente, entonces, que el manifiesto descuido de los ocurrentes


de casación en la notificación de la sentencia, que había acogido
parcialmente las pretensiones de su mandante en el juicio laboral de
marras, fue determinante en el abandono del procedimiento decretado por
el tribunal de la instancia, que tampoco se pudo revertir por no
interponerse en su contra y en todos los grados los recursos que la ley les
franqueaba. Tal situación, por cierto, no es equiparable a la institución del
caso fortuito, desde que los abogados del litigio laboral tuvieron la opción
de recurrir contra las resoluciones perjudiciales para sus clientes y se
abstuvieron de hacerlo, evento que, en modo alguno, puede evaluarse
como un imprevisto que era imposible de subsanarse con sólo emplear un
mínimo celo profesional.

Por consiguiente, los juzgadores no incurrieron en transgresión de los


artículos mencionados de la recopilación civil (...);

Y de conformidad, además, a lo dispuesto en los artículos 764 y 767 del


Código de Procedimiento Civil, se rechaza, sin costas, el recurso de
casación en el fondo (...)".
8. Lucy Treizman Sacks y Otros con Erazo Reyes, Rodrigo y Otra

Corte Suprema, 5 de junio de 2013, rol Nº 5883-2012

Palabras clave: Responsabilidad médica — tratamiento psiquiátrico —


diagnóstico erróneo

Normativa aplicada: artículos 1552, 1557, 2158 y 2329 del Código Civil

a) Resumen. Se demanda de indemnización de perjuicios por


responsabilidad contractual a un médico que diagnosticó
erróneamente una enfermedad, manteniéndose dicho diagnóstico
durante varios años. El tribunal de primera instancia acogió la
demanda en contra del médico y la rechazó respecto a la clínica.
Desición confirmada por la Corte de Apelaciones. Finalmente, el
médico demandado y los demandantes interpusieron recurso de
casación en el fondo.

b) Sentencia

i. Hechos del caso

"TERCERO: Que, para la resolución del recurso y en lo que al mismo


interesa, es conveniente dejar expresado, que los sentenciadores fijaron
como hechos de la causa, los siguientes:

a) Que doña Lucy Treizman Sacks fue tratada como paciente particular
del demandado Dr. Rodrigo Erazo Reyes, a partir del mes de junio del año
1999, quien motivado por los síntomas que ella presentaba, ordenó su
hospitalización en la Clínica Congregación del Amor Misericordioso
Pensionado San José, desde 25 al 29 de junio de 1999; b) Que durante su
estadía en dicha clínica, el Dr. Erazo Reyes ordenó un tratamiento con
medicamentos y la realización del examen de Escalas de Batería
neuropsicológica Luria y Nebraska, procedimiento que aplicó la psicóloga
doña Ximena Rubio, así como otros exámenes, dando las órdenes en
forma telefónica, al igual que el alta de la paciente.

c) Que con los resultados de los exámenes, específicamente el test


aplicado por la psicóloga, el Dr. Erazo Reyes concluyó que la paciente
padecía de un deterioro orgánico cerebral, atribuible a un tipo de
demencia presenil, llamada Enfermedad de Pick.
d) Que tras ello comenzó un tratamiento con medicamentos y visitas a su
consulta particular por lo menos una vez al año, más la evaluación vía
telefónica que constantemente realizaba él mismo o por llamadas de la
propia paciente o de algún familiar, la mayoría de las veces su cónyuge.

e) Que el demandado fue el médico tratante de doña Lucy Treizman al


menos hasta el mes de enero de 2004, época en que tuvo que emitir un
certificado médico para la tramitación de su pensión de invalidez, en el
cual se afirma que ella presenta un cuadro de demencia frontal progresiva
del tipo Enfermedad de Pick, cuadro que tiene un carácter progresivo,
invalidante e irreversible, dado que se trata de un proceso
neurodegenerativo del encéfalo".

ii. Decisión de la Corte

"CUARTO: Que conforme con dicho sustrato fáctico y sobre la base que la
relación que une a doña Lucy Treizman con el psiquiatra Dr. Erazo Reyes,
deriva de un contrato médico, en la especie de tracto sucesivo y que
comprende una evaluación de los síntomas, su diagnóstico y tratamiento,
los sentenciadores de fondo —haciendo suyos los fundamentos del fallo
de primera instancia— estimaron que en el ejercicio del acto médico, el
profesional se obliga a emplear todos sus conocimientos y medios
suficientes y disponibles con el objetivo de precaver, diagnosticar, tratar y
curar la enfermedad. Conforme con ello, determinaron que la culpa de la
que responde el médico se origina por no haber empleado los medios
suficientes para el propósito encomendado o no haber sido diligente o
prudente en tomar todas las precauciones que hubieran evitado el daño.
No obstante lo anterior, también consideraron que el médico está obligado
a cumplir 3 obligaciones de resultado: el deber de información, la
obligación por los materiales y productos y la obligación relativa a los
exámenes y análisis simples, ya que los diagnósticos y resultados están
sujetos a la interpretación del profesional acerca de su alcance y posibles
efectos, y que en relación a la obligación de medios, el profesional debe
atenerse a su lex artis, que impone los deberes de seguir los progresos de
la ciencia; mantener una práctica adecuada de los protocolos; obedecer
las reglas generalmente admitidas por la ciencia y el arte de la salud
especializada a la cual se dedica; conocer sus personales limitaciones
frente al acto que debía realizar y mantener una observancia del
reglamento destinados a normar las acciones de salud, los protocolos
médicos quirúrgicos etc (...).

SEXTO: Que en el escenario indicado, esto es, un contrato de prestación


médica —del cual se ha derivado un resultado no deseado—, el
facultativo queda sujeto al paciente por un vínculo de obligación, en cuyo
cumplimiento debe emplear el debido cuidado y resulta que la cita de las
disposiciones legales que se dicen vulneradas por el demandado en los
apartados primero y segundo del recurso, esto es, los artículos 2158 Nº 1,
1552, 1557 y 2329 del Código Civil y el artículo 425 del Código de
Procedimiento Civil, así como los argumentos esgrimidos en apoyo de sus
afirmaciones, tienen por objeto sustentar, fundamentalmente —en relación
a dichos capítulos— que una adecuada valoración de las pruebas
allegadas a la causa y en especial del informe pericial agregado a fojas
613, debió conducir a los sentenciadores a concluir que, en la especie, no
concurren los requisitos que hacen procedente la responsabilidad
contractual, en atención, por un lado, al incumplimiento de las
obligaciones de doña Lucy Treizman Sacks en su calidad de paciente, al
no asistir de manera periódica a la consulta particular del médico tratante
y no efectuarse los exámenes de imágenes que le habría requerido, y por
otro, a que el médico demandado actuó conforme a la lex artis, por lo que
su actuar no puede ser considerado negligente, en circunstancias que la
sentencia recurrida, sobre la base fáctica precedentemente descrita, dio
por acreditados los requisitos que estructuran la acción de indemnización
de perjuicios contractual, de lo que se sigue que las infracciones
denunciadas persiguen desvirtuar los supuestos de hecho fundamentales
asentados los jueces del fondo, mediante el establecimiento de nuevos
hechos que permitan sostener el rechazo de la demanda.

Asimismo la infracción que se denuncia en relación a los artículos 1698,


305, 47, 2314 y 2329 del Código Civil y 425 del Código de Procedimiento
Civil, ahora en los apartados tercero y cuarto del libelo, lo lleva a
contradecir lo aseverado en la sentencia impugnada, en orden a que la
gravedad de los hechos que en ella se describen, lleva a concluir que el
sufrimiento padecido por el cónyuge y las hijas de la paciente tiene su
causa en la mala praxis del profesional demandado, sobre la base de los
antecedentes fácticos que sirven de sustento a la responsabilidad
extracontractual que se deriva del actuar del demandado en relación a los
actores don Rolando Radó Kovari y doña Sandra y doña Claudia Radó
Treizman, cuestionamiento que importa apartarse de dichos supuestos
para sostener que la demanda deducida por los mencionados actores
resulta improcedente.

(...)

DUODÉCIMO: Que sentado lo anterior, resulta patente que la infracción


denunciada en relación, a los artículos 2158 Nº 1, 1552, 1557 y 2329,
todos del Código Civil, sustentada por un lado, en el supuesto
incumplimiento de los demandantes, atendido que la paciente asistió en
escasas oportunidades a la consulta médica privada del facultativo,
situación que no permitiría constituir en mora al deudor y tornaría aplicable
la excepción de contrato no cumplido, y por otro, en el actuar plenamente
ajustado a la lex artis médica del facultativo demandado, que impediría el
incumplimiento de las obligaciones contraídas por el demandado en virtud
del contrato de prestaciones médicas, descansa sobre la base de hechos
que la sentencia no ha dado por acreditados, desde que por la misma se
ha estimado lo contrario, esto es, que el facultativo no dio cumplimiento a
sus obligaciones contractuales para con la paciente doña Lucy Treizman y
que su actuar no se ajustó a la buena praxis médica y se ejecutó sin
emplear la diligencia debida en el diagnóstico y tratamiento aplicado,
manteniéndolo a lo largo de los años no obstante que la enfermedad no
evolucionaba conforme los efectos esperados, impidiéndole su pleno
desarrollo en diversos ámbitos, ocasionándole daños que deben
ser compensados.

(...)

DECIMOCUARTO: Que en razón de los fundamentos y al no haberse


cometido en la sentencia impugnada los errores de derecho que se
aducen como fundamento del recurso de casación en estudio, procede
decidir su rechazo.

(...)".

9. Silva Escandón, María Gabriela con Dosque Contreras, María Luisa

Corte de Apelaciones de Concepción, 1 de diciembre de 1993, rol


Nº 1171-1992

Cita Online: CL/JUR/66/1993

Palabras clave: Evicción — hipoteca — entrega libre de gravamen

Normativa aplicada: artículos 1820 y 1837 del Código Civil

a) Resumen. En el contrato de venta de un inmueble, se declara que


este se encuentra libre de todo gravamen o derecho de tercero. Sin
embargo, con posterioridad a la venta, el comprador advierte que el
inmueble se encontraba gravado con una hipoteca. La corte falla que
ha existido incumplimiento en la entrega, pero no concede la ejecución
forzada con la indemnización de perjuicios.

b) Sentencia

i. Hechos del caso

"1º La demandada doña María Luisa Dosque Contreras vendió a


Transportes Sierra Nevada Limitada, quien compró para la demandante
doña María Gabriela Silva Escandón, el departamento número once del
primer piso del Bloque A, en la Población Remodelación Lautaro de Penco
(...). La demandante aceptó expresamente la compra que para ello hizo en
esa escritura Transportes Sierra Nevada Limitada, por escritura de 28 de
julio de 1989 (...).

2º (...) la vendedora hizo el traspaso material del inmueble a que se refiere


la compraventa de 26 de febrero de 1988.

3º Que en dicha compraventa, cláusula cuarta, se dijo por las partes que
la venta se hacía en el estado que se encuentra actualmente el
departamento, con todos sus usos, derechos, costumbres y servidumbres,
libre de todo gravamen, prohibición y embargo, con todo lo edificado y
planteado. Con todo, consta del certificado emitido por el señor
Conservador de Bienes Raíces de Concepción el 5 de junio de 1989 (...)
que a la fecha el departamento objeto de la compraventa estaba gravado
por una hipoteca determinada (...) en favor del Banco del Estado de Chile.
Y que también existía a esa misma fecha, una prohibición de gravar,
enajenar y arrendar, también en favor de ese Banco (...). De modo que
está acreditado que, al tiempo de la compraventa de 26 de febrero de
1988, el inmueble a que ella se refiere estaba afecto a una hipoteca y a
una prohibición de enajenar.

4º Que en razón de la existencia de aquella hipoteca y prohibición, la


compradora ha deducido la acción de cumplimiento, de la obligación de
entregar, pidiendo concretamente, se obligue a la vendedora a alzar aquel
gravamen y prohibición en el plazo que indica en su demanda, se le
embarguen bienes para lograr ese alzamiento. Deduce además acción de
perjuicios".

ii. Decisión de la Corte

"8º Que, si bien el Código Civil distingue la obligación de entregar de la de


saneamiento de la evicción, ello no ha de llevar a la conclusión que se
trate de obligaciones absolutamente desligadas, de forma que,
habiéndose hecho la tradición y la entrega material, esté cumplida la
primera y que todo derecho existente en favor de terceros sobre la cosa
sea objeto únicamente de la obligación de saneamiento de la evicción.

En efecto, como lo sostienen autorizados doctrinadores, 'si la cosa


vendida está gravada con cargas o si existen derechos de terceros o aun
si la cosa es ajena, la obligación de saneamiento se hace efectiva desde
que el tercero reclame su derecho, en tanto que, mientras ello no suceda,
si el comprador advierte la existencia de tales derechos, aunque no
reclamados por su titular, puede prevalecerse de las acciones a que da
lugar el cumplimiento de la obligación de entregar' (así, F. Messineo,
Manual de Derecho Civil y Comercial, T. 5, n. 18, pág. 98). Esa
conclusión, que otras legislaciones han pormenorizado en reglas
explícitas (por ejemplo, artículo 1489 Código Civil italiano), es también la
que resulta de las normas de nuestro Código, si se tiene presente lo
prevenido en los artículos 1828, 1838, 1843 y 1489 del Código Civil. En
efecto, el vendedor está obligado a entregar lo que reza el contrato, regla
dispuesta a propósito de la obligación de entregar (pág. 6 Tít. XXIII, Lib.
IV) y que hace de la obligación de entregar no solamente un paso material
y jurídico de la cosa, sino también comprender en ella, una identidad entre
aquello que forma el objeto de la obligación y lo efectivamente entregado,
puesto que, en definitiva, no se trata sino de la particularización de la regla
general del artículo 1569 que impone como requisito objetivo del
cumplimiento la exactitud, identidad e integridad de la prestación, pues
guarda aún vigencia la fórmula del Derecho Romano aliud pro alio, invito
creditori solvi non potest (I.2, 1, D. 1, así, José Beltrán Heredia y Castaño,
El Cumplimiento de las Obligaciones, pág. 209 y sgtes. Madrid 1956).

En las palabras de eminentes autores 'Cuando la compraventa recaiga


sobre un cuerpo cierto, el vendedor está obligado igualmente a entregar la
cosa tal y como ha sido convenida, querida por las partes; en
consecuencia, si la cosa vendida y entregada está afectada por un vicio
oculto, ignorado por el comprador, o si lleva consigo una posibilidad de
evicción, el vendedor no ha cumplido con su obligación de entrega' (H., L.
y J. Mazeaud, Lecciones de Derecho Civil, parte 3, vol., n. 937). Pero una
vez que un tercero se adelante a reclamar derechos sobre la cosa por
causa anterior a la venta, surge para el vendedor la obligación de defensa
y saneamiento. La distinción entre ambas obligaciones es pues más de
oportunidad que de diferencia de contenido y es lo que explica en
modernas tendencias, se unifiquen ambas en la de entregar. Así
entonces, desde que las partes convinieron en que el departamento once
de calle Infante 145 de la ciudad de Penco se vendía libre de gravámenes
y prohibición, la vendedora no cumplió con exactitud su deber de entregar
lo que reza el contrato, desde que ese inmueble estaba afecto a una
hipoteca y una prohibición en favor del Banco del Estado, según se ha
dicho más arriba".

10. Zorín S.A. con Compañía Siderúrgica Huachipato S.A.

Corte Suprema, 31 de octubre de 2012, rol Nº 3325-2012

Cita online: CL/JUR/2412/2012

Palabras clave: Indemnización autónoma — cualidad atribuida por las


partes

Normativa aplicada: artículos 1556, 1568, 1569, 1826 y 1828 del


Código Civil

a) Resumen. Se compra una determinada cantidad de rodillos de


laminación en desuso. Estos debían tener una determinada
concentración de níquel, lo cual en la especie no se verifica. Ante ello,
la compradora demanda indemnización de perjuicios. En primera
instancia se acoge la pretensión. El tribunal de alzada la revoca. La
Corte Suprema anula la sentencia de apelaciones.

b) Sentencia

i. Hechos del caso

"SEXTO: Que de los antecedentes allegados al proceso es dable


establecer los siguientes hechos:

1º.- Que en octubre del año 2006, el señor Luis Acosta, quien hacía de
intermediario entre las partes de este juicio, se contactó con don
Francisco Barriga, jefe de la unidad de materiales de Compañía
Siderúrgica Huachipato S.A., y este último le ofertó la compraventa de
chatarra e insumos químicos de una cantidad de rodillos en desuso.
Oferta que se materializó mediante la exhibición de una planilla, en la que
se individualizan y aparecen las características y composición química de
los mentados rodillos.
2º.- Dentro de esta nómina, aparecen unos rodillos con un contenido del
elemento químico Níquel mayor al de otros rodillos del mismo listado,
según se desprende de la simple lectura de la planilla.

3º.- Entre las Empresas Receptoras de la oferta, se encuentra la Sociedad


demandante, la que, una vez analizada la planilla por medio de la cual se
ofertaron los rodillos, demuestra interés sólo por aquellos rodillos en los
cuales el contenido de níquel era mayor.

SEPTIMO: (...) Desde el momento en que Zorín S.A entregó a título de


arras parte del precio, esto es, la suma de $25.000.000, en señal expresa
de quedar convenidos, se ha reputado perfecto el contrato de
compraventa entre la Sociedad demandante y la Sociedad demandada".

ii. Decisión de la Corte

"Sentencia de reemplazo

CUARTO: Que conforme con el artículo 1828 del Código Civil, el vendedor


es obligado a entregar lo que reza el contrato, lo que supone un
cumplimiento estricto a los términos del mismo, norma que debe
complementarse con lo que disponen los artículos 1568 y 1569 del mismo
Código. Estas disposiciones describen el pago efectivo como la prestación
de lo que se debe, ordenan que el pago se hará 'bajo todos los respectos
en conformidad al tenor de la obligación', salvo casos especiales
contemplados por las leyes, y prescriben que 'el acreedor no podrá ser
obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba ni aun a pretexto de ser
igual o mayor valor la ofrecida'(...).

SÉPTIMO: Que esta Corte ha llegado a la convicción que los rodillos no


tenían la composición química que se había convenido. (...).

OCTAVO: Que en consecuencia, debe dilucidarse si efectivamente esta


circunstancia plantea un caso de incumplimiento contractual que daría
derecho a la compradora a ser indemnizada. Para resolver esta cuestión,
es preciso determinar si la obligación de entrega que el comprador asume,
en virtud del contrato de compraventa se satisface con la mera entrega
física de la cosa comprada, que en este caso no hay duda de que
efectivamente ocurrió, pues, las partes no han discrepado sobre este
hecho, o por el contrario es imprescindible que el bien entregado reúna las
calidades que se habían ofrecido y que las partes habían convenido.
Sobre este punto, esta Corte entiende que, en una compraventa de estas
características, el hecho de que la cosa no reúna las características o
cualidades ofrecidas —no apareciendo que se trata de una cosa
comprada a la vista, de acuerdo con los artículos 133 y 134 del Código de
Comercio— configura un incumplimiento del vendedor, quien no ha
cumplido cabalmente con la obligación de entrega, conforme con los
artículos 1828, 1568 y 1569 del Código Civil. La cosa que ha entregado el
vendedor es distinta a la comprada, lo que permite calificar a este hecho
de un cumplimiento imperfecto, conforme con el artículo 1556 del Código
Civil. Esta doctrina ha sido reconocida por la sentencia de esta misma
Sala, rol Nº 5320-2003.

(...)

DUODÉCIMO: Que también la demandada ha sostenido que el


consentimiento recayó exclusivamente en rodillos de laminación de
desecho, sin que en la nota de venta se hicieran más especificaciones, y
que ellos fueron entregados tal cual se habían ofertado, por lo que no ha
habido incumplimiento, ni menos una acción dolosa de parte de la
demandada. Esta alegación no puede aceptarse, porque del conjunto de
la prueba rendida, especialmente la que consta de carpeta de
investigación RIT Nº 2810-2008, RUC Nº 0810015540-1, agregada al
proceso, aparece claramente que la vendedora aseguró a la compradora
que los rodillos tenían unas características determinadas, que fueron
consideradas en el acuerdo contractual, por lo que se estima que la
vendedora no entregó lo que efectivamente se había obligado, según ya
se ha reflexionado.

(...)

VIGÉSIMO PRIMERO: a) Se revoca la decisión apelada de fecha treinta


de noviembre de dos mil nueve, escrita desde fojas 532 B a 547,
complementada el tres de junio de dos mil once, según se lee a fojas 714,
en cuanto por ella se condenó al demandado al pago de $243.673.148 por
concepto de daño emergente y $500.000.000 a título de daño moral,
resolviéndose en su lugar que, por estos acápites la demanda queda
desestimada.

b) Se la confirma, con declaración que se reduce la condena del


demandado por concepto de lucro cesante, al pago de la suma de
$114.000.000. (ciento catorce millones de pesos), más reajustes e
intereses corrientes para operaciones no reajustables que correrán desde
el día 8 de octubre de 2008, hasta el día del pago efectivo, sin costas.
c) Se desechan las excepciones opuestas en segunda instancia, tanto de
cosa juzgada como de prescripción".

III. REGLAS APLICABLES A LA MATERIA

1. Legislación nacional aplicable

a) Código Civil

Artículo 1489. "En los contratos bilaterales va envuelta la condición


resolutoria de no cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.

Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su arbitrio o la resolución


o el cumplimiento del contrato, con indemnización de perjuicios".

Artículo 1545. "Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los


contratantes, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo
o por causas legales".

Artículo 1566. "La indemnización de perjuicios comprende el daño


emergente y lucro cesante, ya provengan de no haberse cumplido la
obligación, o de haberse cumplido imperfectamente, o de haberse
retardado el cumplimiento.

Exceptúanse los casos en que la ley la limita expresamente al daño


emergente".

Artículo 1568. "El pago efectivo es la prestación de lo que se debe".

Artículo 1569. "El pago se hará bajo todos respectos en conformidad al


tenor de la obligación; sin perjuicio de lo que en casos especiales
dispongan las leyes".

El acreedor no podrá ser obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba
ni aun a pretexto de ser de igual o mayor valor la ofrecida".

Artículo 1590. "Si la deuda es de un cuerpo cierto, debe el acreedor


recibirlo en el estado en que se halle; a menos que se haya deteriorado y
que los deterioros provengan del hecho o culpa del deudor, o de las
personas por quienes éste es responsable; o a menos que los deterioros
hayan sobrevenido después que el deudor se ha constituido en mora, y no
provengan de un caso fortuito a que la cosa hubiese estado igualmente
expuesta en poder del acreedor.

En cualquiera de estas dos suposiciones se puede pedir por el acreedor la


rescisión del contrato y la indemnización de perjuicios; pero si el acreedor
prefiere llevarse la especie, o si el deterioro no pareciere de importancia,
se concederá solamente la indemnización de perjuicios.

Si el deterioro ha sobrevenido antes de constituirse el deudor en mora,


pero no por hecho o culpa suya, sino de otra persona por quien no es
responsable, es válido el pago de la cosa en el estado en que se
encuentre; pero el acreedor podrá exigir que se le ceda la acción que
tenga su deudor contra el tercero, autor del daño".

Artículo 1591. "El deudor no puede obligar al acreedor a que reciba por


partes lo que se le deba, salvo el caso de convención contraria; y sin
perjuicio de lo que dispongan las leyes en casos especiales.

El pago total de la deuda comprende el de los intereses e


indemnizaciones que se deban".

Artículo 1828. "El vendedor es obligado a entregar lo que reza el


contrato".

b) Convención de Viena sobre Compraventa Internacional de


Mercaderías

Artículo 45. "1) Si el vendedor no cumple cualquiera de las obligaciones


que le incumben conforme al contrato o a la presente Convención, el
comprador podrá: (...)".

Artículo 61. "1) Si el vendedor no cumple cualquiera de las obligaciones


que le incumben conforme al contrato o a la presente Convención, el
comprador podrá: (...)".

Artículo 79. "1) Una parte no será responsable de la falta de cumplimiento


de cualquiera de sus obligaciones si prueba que esa falta de cumplimiento
se debe a un impedimento ajeno a su voluntad y si no cabía
razonablemente esperar que tuviese en cuenta el impedimento en el
momento de la celebración del contrato, que lo evitase o superase, o que
evitase o superase sus consecuencias.

2) Si la falta de cumplimiento de una de las partes se debe a la falta de


cumplimiento de un tercero al que haya encargado la ejecución total o
parcial del contrato, esa parte sólo quedará exonerada de
responsabilidad:

a) si está exonerada conforme al párrafo precedente, y

b) si el tercero encargado de la ejecución también estaría exonerado en el


caso de que se le aplicaran las disposiciones de ese párrafo.

3) La exoneración prevista en este artículo surtirá efecto mientras dure el


impedimento.

4) La parte que no haya cumplido sus obligaciones deberá comunicar a la


otra parte el impedimento y sus efectos sobre su capacidad para
cumplirlas.

Si la otra parte no recibiera la comunicación dentro de un plazo razonable


después de que la parte que no haya cumplido tuviera o debiera haber
tenido conocimiento del impedimento, esta última parte será responsable
de los daños y perjuicios causados por esa falta de recepción.

5) Nada de lo dispuesto en este artículo impedirá a una u otra de las


partes ejercer cualquier derecho distinto del derecho a exigir la
indemnización de los daños y perjuicios conforme a la presente
Convención".

Artículo 80. "Una parte no podrá invocar el incumplimiento de la otra en la


medida en que tal incumplimiento haya sido causado por acción u omisión
de aquélla".

2. Instrumentos de Derecho Uniforme

a) Principios UNIDROIT sobre los contratos comerciales


internacionales

Artículo 7.1.1 (Definición del incumplimiento). "El incumplimiento


consiste en la falta de ejecución por una parte de alguna de sus
obligaciones contractuales, incluyendo el cumplimiento defectuoso o el
cumplimiento tardío".

Artículo 7.1.2 (Interferencia de la otra parte). "Una parte no podrá


ampararse en el incumplimiento de la otra parte en la medida en que tal
incumplimiento haya sido causado por acción u omisión de la primera o
por cualquier otro acontecimiento por el que ésta haya asumido el riesgo".

Artículo 7.1.6 (Cláusulas de exoneración). "Una cláusula que limite o


excluya la responsabilidad de una parte por incumplimiento o que le
permita ejecutar una prestación sustancialmente diversa de lo que la otra
parte razonablemente espera, no puede ser invocada si fuere
manifiestamente desleal hacerlo, teniendo en cuenta la finalidad del
contrato".

Artículo 7.1.7 (Fuerza mayor). "(1) El incumplimiento de una parte se


excusa si esa parte prueba que el incumplimiento fue debido a un
impedimento ajeno a su control y que, al momento de celebrarse el
contrato, no cabía razonablemente esperar, haberlo tenido en cuenta, o
haber evitado o superado sus consecuencias.

(2) Cuando el impedimento es sólo temporal, la excusa tiene efecto


durante un período de tiempo que sea razonable en función del impacto
del impedimento en el cumplimiento del contrato.

(3) La parte incumplidora debe notificar a la otra parte acerca del


impedimento y su impacto en su aptitud para cumplir. Si la notificación no
es recibida por la otra parte en un plazo razonable a partir de que la parte
incumplidora supo o debió saber del impedimento, esta parte será
responsable de indemnizar los daños y perjuicios causados por la falta de
recepción.

(4) Nada de lo dispuesto en este artículo impide a una parte ejercitar el


derecho a resolver el contrato, suspender su cumplimiento o a reclamar
intereses por el dinero debido".

b) Principios Latinoamericanos de Derecho de Contratos

Artículo 86. Concepto de incumplimiento "(1) Incumplimiento es la falta


de ejecución de la prestación en la forma pactada.

(2) El cumplimiento imperfecto comprende toda disconformidad entre lo


acordado y lo ejecutado por el deudor.
(3) El incumplimiento del deudor comprende el hecho de las personas que
emplee para ejecutar su prestación".

Artículo 88. Acción u omisión del acreedor "El acreedor no puede


invocar el incumplimiento causado por su propia acción u omisión".

Artículo 89. Fuerza mayor o caso fortuito. "Fuerza mayor o caso fortuito


es un hecho ajeno al control del deudor, cuyo riesgo no asumió, y que le
impide cumplir la obligación, temporal o definitivamente, y cuyo
acaecimiento o efectos no ha podido resistir".

Artículo 90. Imposibilidad total o parcial de cumplimiento. "(1) La


imposibilidad sobreviniente total y definitiva para cumplir una obligación
contractual, causada por caso fortuito, extingue la obligación y libera al
deudor. En tal caso, el acreedor puede optar por resolver el contrato o
reclamar la cesión de los derechos y acciones que, en razón de la
imposibilidad, el deudor detenta contra un tercero.

(2) Si la imposibilidad es parcial o temporal, el acreedor puede suspender


la contraprestación o reducirla en una proporción equivalente, salvo si,
como consecuencia de la imposibilidad, se ve privado de aquello que
podía sustancialmente esperar al tiempo de celebrarse el contrato. En
este último supuesto rige la opción prevista en el punto (1)".

IV. BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA

ABELIUK MANASEVICH, René (2008). Las Obligaciones, tomo II.


Santiago: Editorial Jurídica de Chile.

ALESSANDRI RODRIGUEZ, Arturo et al. (2004). Tratado de las


obligaciones. Santiago: Editorial Jurídica, 2ª edición.

FUEYO LANERI, Fernando (1991): Cumplimiento e incumplimiento de


las obligaciones. Santiago: Editorial Jurídica de Chile.

GATICA PACHECO, Sergio (1959). Aspectos de la indemnización de


perjuicios por incumplimiento del contrato. Santiago: Editorial
Jurídica de Chile.
PIZARRO WILSON, Carlos (2007). "La responsabilidad contractual en
Derecho civil chileno", en MANTILLA, Fabricio (coordinador), Libro
colectivo. Problemas de Derecho de los contratos. Bogotá: Legis.

RODRÍGUEZ GREZ, Pablo (2008). "Pacta sunt servanda". Revista


Actualidad Jurídica, Nº 18, 2ª Ed.

VIDAL OLIVARES, Álvaro (2000). "La construcción de la regla contractual


en el Derecho Civil de los contratos". Revista de Derecho de la
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Nº 31.

________________ (2006). La protección del comprador. Régimen de


la Convención de Viena y su contraste con el Código Civil.
Valparaíso: Ediciones Universitarias.

________________ (2007). "El incumplimiento de obligaciones con


objeto fungible y los remedios del acreedor afectado: Una relectura
de las disposiciones del Código Civil sobre incumplimiento", en
Guzmán Brito, Alejandro (coord.), El Código Civil (1855-2005).
Santiago: LexisNexis.

V. OTRAS SENTENCIAS

Irina Buvinic Gonella con Complejo Turístico Marbella S.A. (2012):


Corte Suprema, 7 de marzo de 2012, rol Nº 3946-2011.

Luis Aguilera Ordenes Bernardo y otros con Inmobiliaria Trébol Icafal


Limitada (2010): Corte de Apelaciones de Santiago, 7 de junio de
2010, rol Nº 7399-2008.

Leonidas Molina Bustos con Nubia Candia Cárdenas (2016): Corte


Suprema, 17 de marzo de 2016, rol Nº 11881-2015.

Sociedad Inmobiliaria Ene S.A. con Marta Fuenzalida Gutiérrez (2016):


Corte Suprema, 6 de septiembre de 2016, rol Nº 28913-2015.

Comunidad de Copropietarios de Golf Lomas de La Dehesa con


Inversiones Lomas de La Dehesa Limitada (2013). Corte de
Apelaciones de Santiago, 9 de agosto de 2013, rol Nº 272-2011

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