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UNIVERSIDAD

REGIONAL DEL
SURESTE
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES
CAMPUS “ROSARIO”

ASIGNATURA: ENSAYO
TERCERA UNIDAD
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

CATEDRÁTICO:

LIC. SALVADOR VILLALOBOS

GRADO Y GRUPO:

4° “A”

INTEGRANTES:

ERNESTO ALCALÁ VÁLDEZ

FERNANDO ALONSO ENRÍQUEZ RIVERA

ALFREDO GONZÁLEZ GARCÍA

DIANA LAURA TRUJILLO NARANJO


1

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 2

UNIDAD III. SUJETOS DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO ................... 4

3. SUJETOS DE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y ESTADOS


SOBERANOS ...................................................................................................... 4

PERSONALIDAD JURÍDICA INTERNACIONAL .............................................. 4

LOS ESTADOS SOBERANOS ........................................................................ 6

SUJETOS ATÍPICOS ....................................................................................... 7

RECONOCIMIENTO DE ESTADOS .............................................................. 10

RECONOCIMIENTO DE GOBIERNO ............................................................ 11

COMPETENCIAS ESTATALES ..................................................................... 14

4. EL ESPACIO ULTRATERRESTRE Y LA INMUNIDAD JURISDICCIONAL .. 15

LÍMITES ENTRE EL ESPACIO AÉREO Y EL ESPACIO ULTRATERRESTRE


....................................................................................................................... 15

RÉGIMEN JURÍDICO DEL ESPACIO ULTRATERRESTRE ......................... 18

FUNDAMENTO DE LA INMUNIDAD DE LOS ESTADOS SOBERANOS...... 21

CONCEPTOS DE LA INMUNIDAD JURISDICCIONAL ................................. 23

PRACTICA MEXICANA EN MATERIA DE INMUNIDAD ............................... 24

CONCLUSIÓN ...................................................................................................... 26

BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 28
2

INTRODUCCIÓN
Es en los sujetos de derecho internacional donde este derecho manifiesta
marcadamente su evolución. Hasta el siglo pasado el Estado era considerado el
sujeto por excelencia del derecho internacional, entendiendo como tal aquel a quien
el derecho internacional atribuye un catálogo de derechos y obligaciones.

A principios del siglo pasado, cuando aparecen las primeras manifestaciones de


organizaciones internacionales es el punto de partida para terminar con el
monopolio del Estado como sujeto de derecho internacional.

Si bien es cierto, en el Derecho Internacional Público, se encuentran a los estados


y las organizaciones internacionales como sujetos típicos del mismo; en la
actualidad, la gama de sujetos de derecho internacional es amplia y está en
aumento, surgiendo otra clasificación de sujetos, llamada por algunos autores como
sujetos especiales, de personalidad jurídica dudosa, o simplemente atípicos, como
lo son la Santa Sede, los beligerantes, los movimientos de liberación nacional,
etcétera.

En el presente trabajo se analizará desde un punto de vista doctrinal, lo que debe


entenderse por sujeto de Derecho Internacional Público. De la misma manera se
pretende profundizar en las características que presenta un Estado soberano, en su
calidad de sujeto de derecho internacional; lo mismo se hará con los ya
mencionados sujetos atípicos, haciéndose las distinciones pertinentes por la
especial connotación que poseen dentro de la comunidad internacional.

Se abundará en el tema de la personalidad jurídica internacional, pues no solo basta


la existencia de un estado, organización internacional u otro sujeto de derecho
internacional, sino que debe analizarse cuáles son los requisitos que dichos entes
deben cumplir para que la propia comunidad internacional los reconozca como
sujetos susceptibles de adquirir derechos y cumplir con obligaciones.

Bajo este orden de ideas, se estudiará el reconocimiento que los Estados miembros
de la comunidad internacional, dado que dicha facultad es exclusiva de esta clase
de sujetos, hacen a otros Estados o bien, a otros gobiernos.
3

Posteriormente, en un segundo capítulo, se analizarán los puntos concernientes al


estudio del espacio aéreo y ultraterrestre. Se propondrán los conceptos que los
doctrinarios o la propia normatividad internacional proponen de cada uno de ellos,
su regulación dentro del régimen jurídico de los Estados, entre otros aspectos.

Por último, se abarcará el tema de la inmunidad jurisdiccional de los Estados, su


concepto, fundamento y como ha sido la práctica de dicha institución dentro del
sistema jurídico mexicano.

La metodología empleada en el presente trabajo de investigación será la


recopilación de información en libros de textos, revistas jurídicas, informes, y demás
fuentes que sean de utilidad y que además sean fiables, objetivas y verídicas en la
información que proporcionan. Posteriormente, esta información recopilada será
analizada y comparada con los apuntes recopilados por el Lic. Salvador Villalobos;
de esta manera, se pretende realizar una síntesis completa, que atienda a las
diferentes perspectivas de los distintos estudiosos del derecho internacional, que
pueda ser fácilmente comprendida y represente un verdadero aprendizaje de la
materia.
4

UNIDAD III. SUJETOS DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO


3. SUJETOS DE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y ESTADOS
SOBERANOS
Un sujeto del derecho internacional es una entidad capaz de tener derechos
jurídicos y obligaciones, y tiene por consiguiente la capacidad de celebrar tratados
internacionales. Se puede decir que una persona jurídica es una entidad reconocida
por el derecho consuetudinario con capacidad de tener derechos y obligaciones
devengadas de su personalidad jurídica y puede promover cuestiones de carácter
internacional.

PERSONALIDAD JURÍDICA INTERNACIONAL


De acuerdo con Herdegen (2019), “la personalidad jurídica en el derecho
internacional implica la capacidad para ser titular de sus derechos y deberes”1. En
ese sentido, el contexto formal de la personalidad jurídica en el derecho
internacional se refiere a la capacidad de tener derecho y obligaciones respecto a
cuestiones del derecho internacional; la capacidad de firmar tratados
internacionales; el goce de privilegios e inmunidades de jurisdicciones nacionales.

Es importante observar el ejercicio de las capacidades jurídicas del Estado ya que,


más como una evidencia de personalidad jurídica, podría tener todas las
características de una entidad distinta.

El artículo 1° de la Convención sobre Derechos y Deberes de los Estados, firmada


en Montevideo, Uruguay, el 26 de diciembre de 1933, suscrita y ratificada por
México, dispone lo siguiente:

El Estado como persona de Derecho Internacional debe reunir los


siguientes requisitos:

I. Población permanente.
II. Territorio determinado.
III. Gobierno.

1Herdegen, M. (2019). Derecho internacional público (Segunda ed.). (I. UNAM, Ed., & M. Anzola,
Trad.) Ciudad de México, México: Konrad Adenauer Stiftung.
5

IV. Capacidad de entrar en relaciones con los demás Estados.


(Naciones Unidas, 1933)2

En principio, las consideraciones para el reconocimiento de un Estado son la


existencia de un gobierno efectivo e independiente, y más importante aún, es el
reconocimiento por parte de otros Estados que conduce al reconocimiento de un
Estado en la comunidad internacional de naciones, y, por ende, permite su afiliación
a organismos internacionales como las Naciones Unidas. No obstante, la
personalidad jurídica no es una característica particular del Estado ya que existen
varios tipos de personas jurídicas reconocidos por el derecho internacional.

Ahora bien, Herdegen (2019)3 distingue dos sub-clasificaciones de la personalidad


jurídica, las cuales son las siguientes:

A. Personalidad limitada (parcialmente) de derecho internacional. Los


estados son los únicos que, de conformidad con el derecho internacional, no
se encuentran sometidos a restricciones en lo que concierne al posible
ámbito de sus derechos y deberes. Las organizaciones internacionales se
encuentran limitadas en su personalidad jurídica de derecho internacional
por los objetivos de la organización.
B. Personalidad de derecho internacional absoluta y relativa.
a. Absoluta. La personalidad de derecho internacional tiene efecto
básicamente respecto de todos los miembros de la comunidad
internacional.
b. Relativa. En el caso de algunos sujetos de derecho internacional, la
personalidad jurídica es válida, sin embargo, únicamente con
fundamento en un reconocimiento especial. Por ejemplo, la existencia
legal de las organizaciones internacionales como sujetos de derecho
internacional no requiere del reconocimiento de los no miembros.

2 Naciones Unidas. (26 de diciembre de 1933). Convención sobre Derechos y Deberes de los
Estados. Obtenido de SRE: Tratados internacionales:
https://aplicaciones.sre.gob.mx/tratados/ARCHIVOS/DERECHOS%20Y%20DEBERES%20DE%20
LOS%20ESTADOS.pdf
3 Herdeger, M. op. cit.
6

Entre las organizaciones internacionales, solo las Naciones Unidas


gozan de personalidad absoluta de derecho internacional en la
totalidad de la comunidad de Estados, debido a que casi todos los
Estados son miembros de ella.

LOS ESTADOS SOBERANOS


De acuerdo con Kaiser (s.f.)4, la soberanía es uno de los principios cardinales de la
teoría del Estado. La soberanía de los Estados denota el derecho legal inalienable,
exclusivo y supremos de ejercer poder dentro del área de su poder. El ejercicio de
los poderes soberanos en la esfera nacional comprende los poderes Legislativo,
Ejecutivo y Judicial, en relación a las personas físicas y morales.

La soberanía es un concepto arraigado dentro de la figura del Estado. Únicamente


el Estado es capaz de tener soberanía; solo el Estado, por medio de sus órganos,
puede ejercer los derechos legales y la autoridad de los poderes del Estado.
Ninguna persona, ni física ni moral, puede asumir tales derechos soberanos, a
menos que sean órganos del Estado y actúen con la capacidad de uno de esos
órganos.

Por su parte, el Lic. Villalobos (2020)5 comenta que un Estado soberano, y conforme
a la legislación internacional, es una entidad jurídica representada por un gobierno
centralizado que tiene soberanía sobre una determinada área geográfica. Las leyes
internacionales definen a los Estados soberanos por cuatro condiciones
fundamentales: poseer una población permanente, un territorio definido, un
gobierno y la capacidad de establecer relaciones con otros Estados
soberanos.Teóricamente también se considera que un Estado soberano no
depende ni está sometido a cualquier otro Estado o poder superior.

4 Kaiser, S. (s.f.). El ejercicio de la soberanía de los Estados. (UNAM, Ed.) Obtenido de Instituto de
Investigaciones Jurídicas: Biblioteca Jurídica Virtual:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/6/2790/6.pdf
5 Villalobos, S. (2020). Derecho Internacional Público. Programa de Estudios, Universidad Regional

del Sureste, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.


7

SUJETOS ATÍPICOS
Las normas del Derecho Público Internacional, aparte de reconocer como sujetos
típicos de esta rama del Derecho, a los Estados soberanos y, más recientemente,
a los Organismos Internacionales, también ha dado paso al reconocimiento de
derechos, por excepción, de otro tipo de personas a los que se les atribuye
personalidad jurídica internacional, conocidos como sujetos atípicos del Derecho
Internacional Público.

En sus apuntes de Derecho Internacional Público, el Lic. Villalobos (2020)6 reconoce


los siguientes sujetos atípicos del Derecho Internacional Público:

A. La Santa Sede. De acuerdo


con Ranson (2003)7, se afirma por
la doctrina canonista, que la Santa
Sede es sujeto de Derecho
Internacional no sólo por sus
poderes temporales y como
soberano del Estado de la Ciudad
de El Vaticano, sino que ante todo
La Santa Sede. e independientemente de tal
https://images.app.goo.gl/cLfxy1gXSVXnns8e8
calificación, en virtud de su primado
espiritual universal, como institución suprema de la Iglesia Católica. Los
autores coinciden por su parte, en que le corresponden todos los derechos y
que posee los atributos propios de los sujetos de Derecho Internacional.
La Santa Sede tiene personalidad jurídica propia y es ella, en estricto rigor,
la que mantiene relaciones diplomáticas con los demás países del mundo.
Debe quedar claro que, la Ciudad del Vaticano y la Santa Sede son dos
sujetos de Derecho Internacional Público independientes uno del otro.

6Villalobos, S. op. cit.


7Ranson, J. (enero-febrero de 2003). La Santa Sede como sujeto de Derecho Internacional. Revista
de Marina (872), 1-8.
8

B. Los Beligerantes. Existen movimientos nacionales que se levantan en


armas contra Estados centrales, provocando la independencia y libertad de
un pueblo, para establecer un nuevo orden social. Esto ha hecho que los
Estados soberanos y los Organismos Internacionales tengan una posición de
reconocimiento hacia esos movimientos que afectan la convivencia de la
Comunidad Internacional.
De acuerdo con la Atlantic International University (s.f.)8, la comunidad
beligerante que ha sido reconocida, posee ciertos derechos y obligaciones
emanados del orden jurídico internacional, como, por ejemplo, la posibilidad
de instruir bloqueos, tomar presas, cobro de impuestos, etc. Esto evidencia
que la comunidad beligerante posee el carácter de un sujeto de Derecho
Internacional ejerciendo supremacía de hecho en el territorio bajo su control.
Como obligaciones puede decirse que debe comportarse de acuerdo al
Derecho Internacional Público, en lo que se refiere al uso de la violencia,
entre otros aspectos.
C. Los insurrectos. El Lic. Villalobos (2020)9, define la insurrección como el
levantamiento, sublevación o rebelión de un pueblo o ejército, o parte de
ellos, contra el régimen constituido. En el contexto del Derecho Internacional,
constituye un grupo de personas que se levanta en armas contra el gobierno
de su propio Estado, controlando algunas plazas y disponiendo de algunos
buques de guerra.
D. Los movimientos de liberación nacional. Para Rojas (2010)10, los
movimientos de liberación nacional representan una categoría especial de
las rebeliones. Ellos luchan con base en el principio del derecho de
autodeterminación de los pueblos contra el poder extranjero que controla el
Estado. A este tipo de movimientos, Rojas (2010)11 no les reconoce
personalidad de Derecho Internacional Público.

8 Atlantic International University. (s.f.). Derecho Internacional Público. Recuperado el 1 de abril de


2020, de Open Courses: AIU: http://cursos.aiu.edu/Derecho%20Internacional%20Publico.html
9 Villalobos, S. op. cit.
10 Rojas, V. (2010). Derecho internacional público. (UNAM, Ed.) D.F., México: Nostra.
11 Rojas, V. Ídem.
9

E. La Soberana Orden de Malta. De acuerdo con


Herdegen (2019)12, esta orden fue creada durante la
época de las cruzadas, conquisto y gobernó la Isla de
Rodas. Desde 1894, la Orden tiene su asiento en Roma.
Luego de la pérdida de su territorio, la Orden se dedicó al
La Soberana Orden cuidado de los enfermos y otras actividades de carácter
de Malta.
https://images.app.go humanitario. La orden mantiene relaciones con la Santa
o.gl/y8QxyKXcX8ppq
AaW8 Sede y con un número significativo de Estados.
F. El individuo como sujeto de deberes internacionales. El Lic. Villalobos
(2020)13, considera que es importante tener en cuenta que el individuo puede
ser responsable internacionalmente cuando viola normas fundamentales del
Derecho Internacional.
Los únicos sujetos que pueden cometer estos actos son las personas físicas,
los individuos, pero los Estados están autorizados por el ordenamiento
internacional a detener a los infractores de la norma y someterlos a su
jurisdicción; pero quien tipifica el delito es el Derecho Internacional.
G. El Comité Internacional de la Cruz Roja.
Aparte de los sujetos atípicos reconocidos por el
Lic. Villalobos (2020)14, otros autores, tales como
Herdegen (2019)15 y Rojas (2010)16, consideran
dicho Comité también como sujeto atípico del
Derecho Internacional Público. Es una
organización que se integra hasta por 25
ciudadanos particulares suizos que tiene su sede
Comité Internacional de la Cruz
en Ginebra y que posee una personalidad Roja.
https://images.app.goo.gl/pPJghc
limitada de Derecho Internacional Público. En 7D3aYVehvd6

12 Herdegen, M. op. cit.


13 Villalobos, S. op. cit.
14 Villalobos, S. Ídem.
15 Herdegen, M. Ídem.
16 Rojas, V. op. cit.
10

conflictos armados, el Comité tiene el derecho de realizar inspecciones a los


campos de prisioneros de guerra.
Dice Rojas (2010)17 que no se debe confundir el Comité Internacional de la
Cruz Roja, con las sociedades nacionales de la Cruz Roja, con la Liga de las
Sociedades de la Cruz Roja, ni con la Conferencia Internacional de la Cruz
Roja, los que no tienen personalidad dentro de la comunidad internacional.

RECONOCIMIENTO DE ESTADOS
De acuerdo con el Lic. Villalobos (2020)18, el reconocimiento de estados es una
institución del derecho internacional público mediante la cual uno o más estados
hacen constar la existencia en un determinado territorio de una sociedad
políticamente organizada e independiente, poniendo de manifiesto su voluntad de
considerarla un miembro más de la sociedad internacional.

En términos llanos, Sepulveda (1954) considera que “el reconocimiento en su


acepción más aceptable significa admisión dentro de la familia del Estado”19. El
autor diferencia entre reconocimiento de Estado y reconocimiento de gobierno, y en
este sentido, establece que el reconocimiento de Estado es el acto por el cual las
demás naciones miembros de la comunidad internacional se hacen sabedoras, para
ciertos efectos, que ha surgido a la vida internacional un nuevo ente.

Por su parte, la Carta de la Organización de Estados Americanos, ratificada por


México en el Diario Oficial de la Federación el 13 de enero de 1949, en su artículo
13 establece:

La existencia política del Estado es independiente de su


reconocimiento por los demás Estados. Aun antes de ser
reconocido, el Estado tiene el derecho de defender su integridad e
independencia, proveer a su conservación y prosperidad y, por
consiguiente, de organizarse como mejor lo entendiere, legislar

17 Rojas, V. op. cit.


18 Villalobos, S. op. cit.
19 Sepúlveda, C. (1954). La teoría y la práctica del reconocimiento de gobiernos. D.F., México:

UNAM.
11

sobre sus intereses, administrar sus servicios y determinar la


jurisdicción y competencia de sus tribunales. El ejercicio de estos
derechos no tiene otros límites que el ejercicio de los derechos de
otros Estados conforme al derecho internacional. (OEA, 1948)20

De acuerdo con Rojas (2010)21, para que un Estado pueda ser reconocido, deben
existir los tres elementos: territorio, poder y pueblo. La legitimidad del poder del
Estado no es necesaria para el reconocimiento del mismo.

Según la doctrina Lauterpacht, existe una obligación para otorgar el reconocimiento


a los Estados existentes. Sin embargo, esta doctrina aún no ha llegado a ser parte
del derecho de costumbre internacional, por lo que ningún Estado tiene derecho a
ser reconocido por los demás Estados, ni se encuentra obligado a reconocer a los
demás Estados.

RECONOCIMIENTO DE GOBIERNO
De acuerdo con Rojas (2010)22, normalmente no existe la necesidad de que un
gobierno sea reconocido, dado que el reconocimiento del Estado lleva implícito el
reconocimiento de su gobierno. Sin embargo, el reconocimiento de un gobierno
puede llegar a ser necesario cuando el mismo haya cambiado de una forma que
resulte contraria al régimen constitucional del Estado, pues en dicho caso se debe
determinar si los nuevos gobernantes son competentes en los términos del Derecho
Internacional Público para representar al Estado en sus relaciones internacionales.

Ahora bien, de acuerdo con Sepulveda (1954)23, usualmente se admite que puede
hablarse de cuatro teorías doctrinales del reconocimiento de gobiernos, la de
Jefferson, la de Tobar, la de Wilson y la doctrina Estrada. Estas tres últimas las
reconoce el Lic. Villalobos (2020)24 en sus apuntes.

20 OEA. (30 de abril de 1948). Carta de la Organización de los Estados Americanos. Obtenido de
Orden Jurídico Nacional: Tratados Internacionales:
http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/PI0.pdf
21 Rojas, V. op. cit.
22 Rojas, V. Ídem.
23 Sepúlveda, C. op. cit.
24 Villalobos, S. op. cit.
12

A. La doctrina Jefferson. Se denomina así al


pronunciamiento hecho en 1792 por el entonces
Secretario de Estado, Thomas Jefferson, en relación
con la actitud del gobierno norteamericano frente a los
acontecimientos en Francia, que determinaron la
muerte del monarca y el establecimiento de la
Republica. Lo dicho por Jefferson y que constituye la
Thomas Jefferson.
parte central de la doctrina es lo siguiente: “Va de https://images.app.goo.gl/
2EUuHjAQX5doeJzw5
acuerdo con nuestros principios determinar que un
gobierno legítimo es aquel creado por la voluntad de la nación,
substancialmente declarada… Evidentemente no podemos negar a ninguna
nación ese derecho sobre el cual nuestro propio gobierno se funda: que
cualquier nación puede gobernarse en la forma que le plazca, y cambiar esa
forma a su propia voluntad; y que puede llevar sus negocios con naciones
extranjeras al través de cualquier órgano que estime adecuado, sea
monarca, convención, asamblea, presidente o cualquier cosa que escoja. La
voluntad de la nación es la única cuestión esencial a considerar.”
B. La doctrina Tobar. Fue enunciada por el doctor
Carlos Tobar, ministro de Relaciones Exteriores en la
República del Ecuador, en carta de 15 de marzo de
1907 al cónsul de Bolivia en Bruselas: “Las
Repúblicas Americanas, por su buen nombre y
crédito, aparte de otras consideraciones humanitarias
y altruistas, deben intervenir de modo indirecto en las
decisiones internas de las repúblicas del continente.
Carlos Tobar.
https://images.app.goo.gl/g Esta intervención podría consistir, a lo menos, en el
vg3hUUPXasVz5Vt9
no reconocimiento de gobiernos de hechos surgidos
de revoluciones contra la constitución”.
C. La doctrina Wilson. Esta doctrina se desprende de un discurso del
Presidente Wilson, de 11 de marzo de 1913, en el cual publicaba sus ideas
sobre la naturaleza de un gobierno republicano justo, y, posiblemente sin
13

darse cuenta, abogaba por la doctrina pronunciada por Tobar seis años
antes. Ahí estableció que todo gobierno latinoamericano de origen
revolucionario o contrario a la constitución, no podría gozar del favor del
gobierno de Washington y no sería reconocido por él.
D. La doctrina Estrada. El Gobierno de México dio
a la prensa, el 27 de septiembre de 1930, el
siguiente comunicado, que se ha conocido desde
entonces con el nombre de Doctrina Estrada, por
el nombre del entonces Secretario de Relaciones
Exteriores, don Genaro Estrada.
“Después de un estudio muy atento sobre la
materia, el Gobierno de México ha transmitido
instrucciones a sus ministros o encargados de
negocios en los países afectados por las Genaro Estrada.
https://images.app.goo.gl/F2YXse
recientes crisis políticas, haciéndoles conocer zU6Fva96Wx5

que México no se pronuncia en el sentido de otorgar reconocimientos, porque


considera que esta es un practica denigrante que, sobre herir la soberanía
de otras naciones, coloca a estas en el caso de que sus asuntos interiores
puedan ser calificados en cualquier sentido, por otros gobiernos, quienes de
hecho asumen una actitud de crítica al decidir, favorable o
desfavorablemente, sobre la capacidad legal de regímenes extranjeros. En
consecuencia, el Gobierno de México se limita a mantener o retirar, cuando
lo crea procedente, a sus agentes diplomáticos y a continuar aceptando,
cuando también lo considere procedente, a los similares agentes
diplomáticos que las naciones respectivas tengan acreditados en México, sin
calificar, ni precipitadamente ni a posteriori, el derecho que tengan las
naciones extranjeras para aceptar, mantener o substituir a sus gobiernos o
autoridades. Naturalmente, en cuanto a las formulas habituales para
acreditar y recibir agentes y canjear cartas autógrafas de Jefes de Estado y
Cancillerías, continuara usando las mismas hasta ahora, aceptadas por el
Derecho Internacional y el Derecho Diplomático”.
14

COMPETENCIAS ESTATALES
De acuerdo con Naujoel (2019)25, una de las funciones principales del Derecho
internacional es, la de delimitar y distribuir las competencias estatales.

El Lic. Villalobos (2020)26 reconoce tres tipos de competencias de los Estados:

A. Competencia territorial. Las competencias del Estado soberano se


despliegan sobre un territorio, pudiendo regular libremente las actividades
que suceden en el mismo.
B. Competencia personal. Se despliega sobre una población, entendiendo por
ella el conjunto de personas que están unidas al Estado por el vínculo de la
nacionalidad, y otras personas que residan en su territorio.
C. Competencia extraterritorial. Excepcionalmente, se permite que el Estado
despliegue su soberanía sobre actividades que tienen lugar fuera de su
territorio, en zonas no pertenecientes a otros Estados, o sobre sus
nacionales, aunque se encuentren en el extranjero.

El ordenamiento jurídico internacional reconoce la capacidad de que dispone el


Estado para ejercer sus competencias soberanas con total plenitud, exclusividad y
autonomía, y ello como notas expresivas de la no subordinación del poder estatal a
ninguna otra autoridad, sin su consentimiento.

La soberanía del Estado determina que éste pueda ejercer en principio, todas las
competencias necesarias para el desempeño de sus funciones, con exclusión de
cualquier otro Estado, y aun con absoluta discrecionalidad a la hora de tomar
decisiones; pudiendo destacar concretamente ahora, por relación a esta última
característica, la autonomía constitucional que corresponde al Estado, a la hora de
decidir el modelo de organización interna y la forma de gobierno.

25 Naujoel. (24 de junio de 2019). Apuntes de la asignatura Derecho Internacional Público. Obtenido
de Derecho UNED: https://derechouned.com/libro/internacional/3639-concepto-y-delimitacion-del-
espacio-ultraterrestre
26 Villalobos, S. op. cit.
15

4. EL ESPACIO ULTRATERRESTRE Y LA INMUNIDAD JURISDICCIONAL


El Derecho del espacio ultraterrestre está conformado por aquel conjunto de normas
jurídicas relativas a la regulación de las actividades espaciales por parte de los
Estados, de los organismos internacionales y de las entidades no gubernamentales.

La aparición del Derecho Espacial es muy reciente y en México aún no se encuentra


regulado. Hoy en día el Derecho Ultraterrestre constituye una parte del Derecho que
ha alcanzado madurez, independencia y originalidad.

No existe precepto ni disposición que defina el "espacio ultraterrestre", y no se


facilita la determinación de sus límites con relación al espacio aéreo. El espacio
ultraterrestre o extra atmosférico está regulado por los principios y normas del
Derecho Espacial, en tanto que el espacio aéreo se encuentra vinculado al ejercicio
de los derechos soberanos del Estado subyacente.

LÍMITES ENTRE EL ESPACIO AÉREO Y EL ESPACIO ULTRATERRESTRE


El espacio aéreo, de acuerdo con Luis Erdozain (1964), “es el ambiente en el que
se desarrolla específicamente la actividad aeronáutica”.27

Se considera tomar este concepto como definición del espacio. Es necesario


intentar una definición de espacio como realidad natural, en primer lugar, porque
existe una noción general sobre lo que es el espacio en ese sentido y, en segundo
lugar, porque o dicha definición llevaría muy lejos en un terreno filosófico o científico.

La utilización del espacio aéreo como elemento de circulación de aeronaves


presenta dos problemas: el primero, en orden a la propiedad privada (atributo de la
persona), y el otro, en relación a la soberanía (atributo del Estado). El primero es
tema de Derecho Privado; el segundo, de Derecho Público.

Ahora bien, ni la Convención de París de 1919 ni la vigente Convención de Chicago


de 1944 contienen una definición y delimitación precisas del espacio aéreo. De
acuerdo con estas disposiciones, el espacio aéreo medido horizontalmente tiene la

27 Luis Erdozain, M. (1964). El espacio aéreo y su regulación internacional. Lecciones y ensayos


(25). Recuperado el 1 de abril de 2020, de
http://www.derecho.uba.ar/publicaciones/lye/revistas/25/el-espacio-aereo-y-su-regulacion-
internacional.pdf
16

misma extensión longitudinal que la suma del terrestre y el marítimo sometido a la


soberanía estatal, abarcando, por tanto, la tierra, las aguas interiores y el mar
territorial. Pero, si de acuerdo con ello, el límite horizontal del espacio aéreo resulta
suficientemente preciso, no ocurre lo mismo respecto a su límite vertical, es decir,
con relación a la delimitación del espacio aéreo con el espacio ultraterrestre.

Bajo este orden de ideas, respecto del espacio ultraterrestre, el Lic. Villalobos
(2020)28 apunta que el Derecho del espacio ultraterrestre está conformado por aquel
conjunto de normas jurídicas relativas a la regulación de las actividades espaciales
por parte de los Estados, de los organismos internacionales y de las entidades no
gubernamentales.

Sin embargo, la aparición del Derecho Espacial es muy reciente y en México aún
no se encuentra regulado. Hoy en día el Derecho Ultraterrestre constituye una parte
del Derecho que ha alcanzado madurez, independencia y originalidad.

No existe precepto ni disposición que defina el "espacio ultraterrestre", y no se


facilita la determinación de sus límites con relación al espacio aéreo. El espacio
ultraterrestre o extra atmosférico está regulado por los principios y normas del
Derecho Espacial, en tanto que el espacio aéreo se encuentra vinculado al ejercicio
de los derechos soberanos del Estado subyacente.

En efecto, nos afirma Naujoel (2019)29 que ni el Tratado de 1967 ni los demás
instrumentos internacionales que conforman el Derecho del espacio ultraterrestre
aportan una definición de este espacio, ni tampoco facilitan una determinación de
sus límites con relación al espacio aéreo. Esta cuestión tampoco la resuelve la
Convención de Chicago sobre Aviación Civil Internacional de 1944, en tanto no
contiene una definición y delimitación precisas de espacio aéreo.

Con respecto a la delimitación, a nivel doctrinal y en la Subcomisión de Asuntos


Jurídicos de la Comisión sobre el espacio ultraterrestre de las Naciones Unidas, se

28 Villalobos, S. op. cit.


29 Naujoel. op. cit.
17

han defendido muchas teorías para solucionar esta cuestión. Estas teorías
podemos sintetizarlas en tres grupos:

I. LAS QUE SE BASAN EN CRITERIOS CIENTÍFICOS. Sitúan el límite en el


lugar en el que acaba la atmósfera o bien en el límite del campo gravitatorio
terrestre.
II. LAS QUE SE BASAN EN CRITERIOS FUNCIONALES. Atienden a la altura
en la que es posible el vuelo en la atmósfera de una aeronave o bien al punto
más bajo en el cual haya sido colocado en órbita alrededor de la Tierra un
satélite artificial.
III. LAS QUE SE BASAN EN CRITERIOS ZONALES. Consideran que el
espacio aéreo posee un límite máximo de 90, 100 o 110 kilómetros de altura.

Y es precisamente con esta última teoría con la cual compaginan los apuntes del
Lic. Villalobos (2020)30, pues menciona que, efectivamente, se considera que el
espacio ultraterrestre comienza en donde se desvanece la atmósfera terrestre o,
más concretamente, a partir de los 90 y hasta los 100 kilómetros de altitud, ya que,
por debajo de cualquiera de estos límites hablaríamos de espacio aéreo y
consecuentemente de soberanía estatal.

Espacio aéreo.
https://images.app.goo.gl/d54w49GSg4tNsNRh8

30 Villalobos, S. op. cit.


18

En cualquier caso, sigue pendiente de solución la cuestión de determinar las


fronteras entre el espacio aéreo y el espacio ultraterrestre. Lo conveniente debería
ser proceder a dicha delimitación por el hecho de tratarse de dos espacios
dominados por un régimen jurídico muy distinto: soberanía estatal en el espacio
aéreo; no apropiación y libertad en el espacio ultraterrestre.

RÉGIMEN JURÍDICO DEL ESPACIO ULTRATERRESTRE

De acuerdo con el Lic. Villalobos (2020)31, no fue sino hasta el desarrollo tecnológico
de la actividad espacial, misma que da inicio en el año de 1957, año en que fue
lanzado al espacio el primer satélite artificial llamado “Sputnik” por la URSS. Hasta
ese momento, la comunidad internacional no se interesaba por el espacio
ultraterrestre, y por lo tanto no había sido objeto de regulación jurídica.

Posteriormente, la actividad espacial fue cada vez más recurrente, siendo la URSS
y los Estados Unidos de América las únicas potencias que realizaban dicha
actividad entre 1957 y 1962, por ser los Estados que poseían los avances
tecnológicos necesarios para ello.

Es entonces que las Naciones Unidas, bajo el contexto de una novedosa actividad
emprendida por el hombre que aún no se encontraba regulada, se aboca al estudio
y posterior desarrollo de la materia, siendo una de las principales causas la
preocupación de que los conflictos derivados de la Guerra Fría entre las dos
potencias mencionadas anteriormente, no se trasladaran al espacio exterior.

Las primeras resoluciones que emitió la Asamblea General, llamaba a los Estados
miembros a realizar estudios conjuntos para efecto de realizar un sistema que
asegurara que el envío de objetos al espacio exterior, fuera exclusivamente con
fines pacíficos.

En un primer momento, se había establecido una comisión, la llama el Lic. Villalobos


(2020)32 ad hoc, para tratar estas situaciones; posteriormente, se crea la Comisión

31 Villalobos, S. op. cit.


32 Villalobos, S. Ídem.
19

para la utilización del espacio exterior con fines pacíficos (COPUOS, por sus siglas
en ingles).

La Comisión fue establecida por la


Asamblea General de la ONU en 1959 y
tiene como propósitos principales fomentar
la cooperación internacional para la
exploración y la utilización del espacio
ultraterrestre con fines pacíficos, con objeto
de que todos los Estados puedan gozar de
los beneficios derivados de esas
actividades e impulsar la adhesión más
amplia posible a los tratados y principios
Comité para usos pacíficos del espacio extra
atmosférico de Naciones Unidas. internacionales sobre el espacio
https://images.app.goo.gl/q8GNJaCt5KJsmhxa6
ultraterrestre. Actualmente cuenta con 87
Estados miembros. Su sede se encuentra en Viena, Austria y la Oficina de Naciones
Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA) funge como su secretariado.
(Gobierno de México, 2019)33

La COPUOS es el único foro internacional para el desarrollo del derecho espacial


internacional. Desde su establecimiento, el Comité ha concluido 5 tratados
internacionales, los cuales son los siguientes:

1. Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados
en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y
otros cuerpos celestes,

2. Acuerdo sobre el salvamento y la devolución de astronautas y la restitución


de objetos lanzados al espacio ultraterrestre,

33Gobierno de México. (3 de diciembre de 2019). México y COPUOS. Obtenido de Secretaria de


Relaciones Exteriores: https://embamex.sre.gob.mx/austria/index.php/es/mision-de-mexico-
onu/copuos
20

3. Convenio sobre la responsabilidad internacional por los daños causados por


objetos espaciales,

4. Convenio sobre el registro de objetos lanzados al espacio ultraterrestre,

5. Acuerdo que rige las actividades de los Estados en la Luna y otros cuerpos
celestes.

En la actualidad, el régimen jurídico del espacio ultraterrestre se encuentra


establecido en el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los
Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y
otros cuerpos celestes, firmado en la Asamblea General de las Naciones Unidas el
19 de diciembre de 1966, de la siguiente manera:

Artículo I

El espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes,


estará abierto para su exploración y utilización a todos los Estados
sin discriminación alguna en condiciones de igualdad y en
conformidad con el derecho internacional, y habrá libertad de
acceso a todas las regiones de los cuerpos celestes. (Naciones
Unidas, 2002)34

La propia Real Academia Española (2014) define el espacio ultraterrestre como el


“espacio de interés internacional situado más allá del espacio aéreo”35 y en dicha
definición agrega que tanto la exploración y utilización del mismo, incluso la Luna y
otros cuerpos celestes, está sometida a un régimen jurídico fundado en diversos
principios, establecidos por el Derecho Internacional Público, los cuales son los
siguientes:

A. Libertad e igualdad de uso;


B. La no apropiación nacional;

34 Naciones Unidas. (2002). Tratados y principios de las Naciones Unidas sobre el espacio
ultraterrestre. Nueva York. Obtenido de http://www.unoosa.org/pdf/publications/STSPACE11S.pdf
35 Real Academia Española. (2014). Diccionario de la lengua española (Vigésima tercera ed.).

Madrid: Espasa. Obtenido de RAE.ES.


21

C. La desnuclearización y desmilitarización;
D. La utilización pacífica;
E. La cooperación internacional y;
F. La asistencia mutua.

FUNDAMENTO DE LA INMUNIDAD DE LOS ESTADOS SOBERANOS


El derecho internacional señala como regla general que los Estados gozan de
inmunidad jurisdiccional ante las cortes de otros, sujeta a ciertas excepciones. La
interpretación de esta norma varía entre los países y, en consecuencia, surgen
criterios legales distintos.

La inmunidad de los Estados se originó y continúa desarrollándose como una norma


de costumbre internacional que deriva del principio básico de la igualdad soberana
de los Estados. A diferencia de otras figuras jurídicas, constituye una obligación que
ha nacido sin la ayuda de tratados internacionales de aplicación universal. Su
inobservancia por parte de un Estado daría lugar a responsabilidad internacional y
al correspondiente deber de reparar el daño.

La figura de la inmunidad del Estado no es estática, ha evolucionado con el tiempo.


De acuerdo con el Lic. Villalobos (2020)36, sus orígenes se remontan a la aparición
del concepto de soberanía y el principio par in parem non habet imperium (un igual
no tiene poder sobre un igual). Estas consideraciones dieron lugar a una primera
época de la doctrina durante el siglo XVIII, caracterizada por una concesión de una
inmunidad absoluta al soberano extranjero.

Ante ello y dando paso a una segunda etapa, los Estados comenzaron a distinguir
entre los actos intrínsecamente soberanos (acta jure imperii) y los actos de
naturaleza privada (acta jure gestionis). En virtud de esta teoría de “inmunidad
restringida”, la inmunidad se concede sólo en los primeros casos. La transición de
un régimen a otro fue gradual, pero los cambios más relevantes en la postura de los
Estados tuvieron lugar tras la Segunda Guerra Mundial.

36 Villalobos, S. op. cit.


22

El tratado internacional más reciente es la Convención de las Naciones Unidas


sobre las Inmunidades Jurisdiccionales de los Estados y de sus Bienes (CNUIJEB).
La Convención aún no ha entrado en vigor; sin embargo, opina Stoll (2012)37, es ya
ampliamente reconocida como un reflejo preciso, extensivo y sistemático de esta
materia del derecho, y es ampliamente utilizada como base para la práctica jurídica
y la reflexión académica.

La CNUIJEB establece como regla general que “un Estado goza, para sí y sus
bienes, de inmunidad de jurisdicción ante los tribunales de otro Estado”.
Posteriormente, la Convención provee una lista exhaustiva de excepciones a la
inmunidad, por lo que incorpora la doctrina de la inmunidad restringida. Sin
embargo, el verdadero valor del tratado no radica en sus términos, sino que busca
establecer un régimen convencional entre los países para uniformar reglas y
establecer las mismas condiciones para todos. Ello brindará mayor estabilidad y
certeza a las relaciones entre Estados y personas privadas extranjeras.

La inmunidad jurisdiccional del Estado es una norma de derecho internacional que


necesariamente interactúa con la legislación de los Estados del foro, ya que exige
ciertas normas de trato a los soberanos extranjeros que se presentan ante sus
tribunales. En otras palabras, la inmunidad del Estado es de naturaleza procesal y
debe ser claramente diferenciada del derecho internacional sustantivo que califica
la legalidad de la conducta del Estado.

En síntesis, Reyes (2017)38 establece los principios rectores de la inmunidad


jurisdiccional de los Estados, sobre los cuales parece haber un mayor consenso:

A. Los Estados gozan de inmunidad de jurisdicción ante las cortes de otro


Estado como regla de derecho internacional consuetudinario;

37Stoll, P. (2012). State Immunity (Vol. X). (R. Wolfrum, Ed.) Oxford University Press.
38 Reyes, M. (enero-abril de 2017). La inmunidad jurisdiccional de los Estados: diferencias
normativas y prácticas entre México y Estados Unidos. (SRE, Ed.) Revista Mexicana de Política
Exterior (109).
23

B. La existencia de la inmunidad jurisdiccional se presume, por lo que para llevar


a un Estado a juicio ante cortes extranjeras necesariamente se debe probar
una excepción;
C. Los Estados gozan de inmunidad al realizar actos soberanos, públicos o
gubernamentales;
D. Los Estados no gozan de inmunidad por actos privados;
E. La inmunidad es sólo una barrera procesal que no califica el fondo del asunto,
y
F. La inmunidad de jurisdicción es renunciable.

CONCEPTOS DE LA INMUNIDAD JURISDICCIONAL


La Real Academia Española (2014)39 la define como un principio derivado de los de
soberanía, independencia e igualdad de los Estados que impide que un Estado, sus
órganos de gobierno o sus bienes puedan quedar sometidos a la jurisdicción de otro
Estado. Implica la incompetencia de los tribunales internos ante las demandas
contra un Estado extranjero y la imposibilidad de ejecución coercitiva contra los
bienes de ese Estado que se encuentren en el territorio del Estado del foro.

Por otra parte, el Lic. Villalobos (2020)40 apunta que la inmunidad de jurisdicción de
los Estados en el derecho internacional público, es el deber de los Estados de no
enjuiciar a ningún Estado extranjero y el derecho de los Estados a no ser sometido
a juicio por otros estados extranjeros, debido a esto, los tribunales de un Estado no
pueden asumir jurisdicción sobre un estado extranjero.

En términos simples, Barria (1993)41 comenta que dicha institución significa que un
Estado no se encuentra obligado a comparecer como demandado ante los
tribunales de otro país. Sin embargo, bajo este principio, aparentemente sencillo, se
encuentra inmerso una estructura normativa compleja.

39Real Academia Española. op. cit.


40Villalobos, S. op. cit.
41 Barria, J. (1993). Comentarios sobre la Inmunidad de Jurisdicción de los Estados y sus Bienes.
Themis: Revista de Derecho (26).
24

El origen del principio de la inmunidad se remonta a la Edad Media, época en que


se habría acuñado la máxima par in parem, non habet imperium, es decir, los iguales
no tienen jurisdicción uno sobre otro. Su autor habría sido Bartolo de Sassoferrato,
apareciendo en su obra "Tractatus Represaliarum" en el año 1534. Este aforismo,
del que arrancará la doctrina absoluta de la inmunidad, fue ampliándose más tarde
a los soberanos extranjeros. Deak (1973) dice que “"la inmunidad personal quedó
fortalecida, además, por el principio constitucional del common law, según el cual
un soberano no podría obrar aun vis-a-vis sus propios súbditos, y que sus actos,
por consiguiente, quedaban fuera de la esfera de los tribunales locales".42

PRACTICA MEXICANA EN MATERIA DE INMUNIDAD


De acuerdo con Reyes (2017)43, nuestro país ha desarrollado una práctica ad hoc,
producto de la ausencia de una ley en la materia que defina el alcance de las
inmunidades de los Estados extranjeros en México. La regulación actual al respecto
deriva principalmente de dos fuentes: la práctica del Poder Ejecutivo federal y un
criterio del Poder Judicial de la Federación.

Por lo que respecta a la primera, desde 1995 se adoptó el concepto de inmunidad


restringida. La aceptación de dicha doctrina ha quedado establecida en diversas
notas circulares que el Estado mexicano envía a las representaciones de Estados
extranjeros acreditadas en nuestro país, a fin de informarles el procedimiento a
seguir cuando sean objeto de demandas laborales ante tribunales mexicanos. Lo
anterior en virtud de que la mayoría de las controversias que se ventilan en México
son conflictos entre Estados extranjeros y los empleados que éstos contratan
localmente para prestar servicios a sus representaciones diplomáticas y consulares.

En la más reciente de estas notas:

A. Se destaca que México no reconoce inmunidad en materia laboral, por lo que


el Estado demandado está obligado a comparecer;

42 Deak, F. (1973). Órganos del Estado en sus Relaciones Exteriores: Inmunidades y Privilegios del
Estado y sus Órganos. En M. Sorensen, Manual de Derecho Internacional Público (pág. 413).
México.
43 Reyes, M. op. cit.
25

B. Se establece que la audiencia inicial y el laudo se notificarán por la vía


diplomática;
C. Se otorga un plazo de 60 días naturales entre la notificación y la fecha de
contestación del reclamo, y
D. Se señala que la Junta Federal de Conciliación de Arbitraje es la competente.

Dada la ausencia de legislación en la materia, en México se han interpretado de


manera extensiva las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y
Consulares, a fin de aplicar por analogía sus disposiciones en materia de
inmunidades, en lugar del marco jurídico especializado en inmunidad jurisdiccional
de los Estados.

Por una parte, cuando la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) tiene


conocimiento de un asunto que involucra a un sujeto que pudiera gozar de
inmunidades, puede transmitir su opinión sobre la procedencia de la inmunidad para
consideración de las autoridades que conocen del caso. Si bien no hay obligación
de aceptar la visión del Ejecutivo federal, las opiniones de la Cancillería son de
utilidad, ya que aportan elementos de derecho internacional actuales que pudieran
ser desconocidos para la autoridad que resuelve.

Por otra parte, la notificación por la vía diplomática a las embajadas de los Estados
demandados no es aceptada por todos los países, ya que el derecho internacional
da prioridad a otros métodos. A la luz de la ratificación de la CNUIJEB, nuestro país
puede explorar la posibilidad de utilizar convenios internacionales para notificar
juicios a personas demandadas con domicilio en el extranjero. Si bien hay voces
que argumentarán que estos métodos son menos prácticos que el actual y dilatarían
los procesos en perjuicio de los demandantes, debe considerarse que, para efectos
de emplazamiento, los Estados no son distintos a particulares situados fuera de
territorio nacional.
26

CONCLUSIÓN
En el presente trabajo se abarcaron tres principales temas del Derecho Internacional
Público: el primero de ellos fue lo concerniente a los sujetos de dicha rama del
Derecho.

Un sujeto del derecho internacional es una entidad capaz de tener derechos


jurídicos y obligaciones, y tiene por consiguiente la capacidad de celebrar tratados
internacionales. Se puede decir que una persona jurídica es una entidad reconocida
por el derecho consuetudinario con capacidad de tener derechos y obligaciones
devengadas de su personalidad jurídica y puede promover cuestiones de carácter
internacional.

El contexto formal de la personalidad jurídica en el derecho internacional se refiere


a la capacidad de tener derecho y obligaciones respecto a cuestiones del derecho
internacional; la capacidad de firmar tratados internacionales; el goce de privilegios
e inmunidades de jurisdicciones nacionales. Los Estados tienen estas capacidades
e inmunidades y el surgimiento de los Estados en el derecho consuetudinario ha
dado indicios e instrumentos de personalidad.

El segundo tema motivo de análisis es el concepto de espacio aéreo y el


ultraterrestre, así como su régimen jurídico.

El Derecho del espacio ultraterrestre está conformado por aquel conjunto de normas
jurídicas relativas a la regulación de las actividades espaciales por parte de los
Estados, de los organismos internacionales y de las entidades no gubernamentales.

Se analizó que la aparición del Derecho Espacial es muy reciente y en México aún
no se encuentra regulado. Hoy en día el Derecho Ultraterrestre constituye una parte
del Derecho que ha alcanzado madurez, independencia y originalidad.

Se concluyó que no existe precepto ni disposición que defina el "espacio


ultraterrestre", y no se facilita la determinación de sus límites con relación al espacio
aéreo. El espacio ultraterrestre o extra atmosférico está regulado por los principios
y normas del Derecho Espacial, en tanto que el espacio aéreo se encuentra
vinculado al ejercicio de los derechos soberanos del Estado subyacente.
27

De la misma manera, se definió al Derecho Espacial como el conjunto de principios


y reglas que ordenan las condiciones en que debe desenvolverse la exploración,
uso y explotación del espacio y de los cuerpos celestes, los vehículos que por ellos
circulan, el personal responsable de su tripulación y las relaciones jurídicas que
surjan como consecuencia de tales actividades.

Por último, el tercer tema abarcado fue el de la inmunidad jurisdiccional de los


Estados. Se observó que, históricamente el principio de la inmunidad de los Estados
extranjeros se desarrolló a partir del reconocimiento de las inmunidades y privilegios
de los soberanos extranjeros y de sus representantes diplomáticos. Reconocida la
de éstos en primer lugar, es a partir de comienzos del siglo XIX cuando empieza a
admitirse la inmunidad de los Estados en cuanto tales.

Se analizó como la institución de la inmunidad del Estado se basa en el principio de


la igualdad soberana de los Estados y se expresa en la máxima “par in parem non
habet imperium” (los iguales no tienen jurisdicción uno sobre otro). Por otro lado,
pone de relieve que la razón de ser de la inmunidad de jurisdicción radica en la
propia conveniencia de los Estados y en las ventajas que para ellos tiene el trato
recíproco que recibirán ante los tribunales de otros Estados.

Finalmente, se conceptualizo la inmunidad de jurisdicción como una consecuencia


del principio de la soberanía que tiene el Estado que la invoca. Desde esta
perspectiva la inmunidad es un derecho que posee cualquier Estado y una limitación
que tienen los demás Estados en su facultad para dictar las normas que determinan
la jurisdicción de sus tribunales o las competencias de sus órganos administrativos.
Este enfoque destaca la soberanía de cada Estado y las consecuencias que de ella
se derivan en la limitación de la jurisdicción de los demás Estados.
28

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