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El surgimiento de la revolución agraria

La revolución política convocada por Francisco I Madero y coronada por Venustiano Carranza
desató una gigantesca movilización de masas, cuya explicación puede encontrarse en los agravios
infringidos a las masas trabajadoras, particularmente campesinas, durante el porfiriato. Entre
estos agravios destacaba el despojo de tierras a los pueblos y comunidades por los hacendados
con el apoyo del gobierno.

Desde el momento mismo de la caída del gobierno de Porfirio Díaz, los jefes campesinos
expresaron con claridad que no se habían levantado contra un fraude electoral, sino contra los
opresores del pueblo. Habían peleado por la tierra y se negaban a entregar las armas tal como
Madero exigía que eran su única garantía para el cumplimiento de los postulados a la Revolución
principalmente el agrario.

Los campesinos empezaron a tomar por la fuerza sus tierras que antes usurparon las haciendas,
inclinándose una nueva agitación en el campo que muy pronto devino en motines y revueltas.
Estos hombres acusaron a Madero de traicionar los principios del Plan de San Luis. Empezaron a
ser llamados agraristas y pasaron a la rebelión del verano de 1911 en Chihuahua, Coahuila,
Durango, Sinaloa, Puebla, Veracruz, Guerrero y Morelos, donde apareció el documento
programático más importante de esta revolución, el Plan de Ayala.

Así los zapatistas empezaban su revolución contra el gobierno de Madero, que prolongaron contra
el de Victoriano Huerta. Enfrentaron la violencia de las fuerzas del Estado, a las que luego de tres
años echaron de su región.

El Ejército Libertador del Sur, encabezado por Zapata nunca reconoció el liderazgo de Carranza,
aunque contribuyo de manera significativa a la caída de Huerta. Cuando Zapata lanzó la ofensiva
final contra el huertismo, definió su posición frente a los revolucionarios del norte, muchos más
poderosos militarmente, con, los que pronto tendrían que tratar.

El 19 de julio Zapata y los principales jefes del sur redactaron un Acta de redificación del Plan de
Ayala en las que enfatizaban el objetivo de la Revolución. Al mismo tiempo. En el norte del país, a
las expropiaciones realizadas por Villa se sumó el reparto de las tierras que los pueblos disputaban
a las haciendas en el norte y el oriente de Durango. Es decir, cuando no triunfaba la revolución
política que preconizaba Carranza aparecían ya la teoría y la práctica de una revolución social.

La guerra civil de 1915, que enfrentó a los partidarios de Carranza, o constitucionalistas, contra
Villa y Zapata, llamados convencionistas, fue la etapa más violenta de la Revolución Mexicana. Se
enfrentaron poderosos ejércitos mandados por jefes capaces, populares y carismático y termino
con la destrucción militar de uno de los bandos.

Los combates empezaron en noviembre de 1914 con el avance de la división del norte, de Villa, en
sobre la capital de la Republica y concluyeron en diciembre de 1915, con la disolución de la
División del Norte.

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