Está en la página 1de 2

PENA DE MUERTE EN COLOMBIA

http://repository.urosario.edu.co/bitstream/handle/10336/4725/1032421204-
2013.pdf;jsessionid=E1C0CE4B8B56B3619CFCAA496F320A20?sequence=1

http://www.elcolombiano.com/historico/la_pena_de_muerte-LEEC_108737

https://encolombia.com/educacion-cultura/arte-cultura/notasdecienciayarte/la-ultima-
ejecucion-legal-en-colombia/

https://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo-234532-hoy-hace-100-anos-se-
abolio-pena-de-muerte-colombia

http://www.alaluzpublica.com/proposito-de-la-pena-de-muerte-cadena-perpetua-en-
colombia-sugeridas-por-general-de-la-republica/

http://www.semana.com/especiales/articulo/pena-de-muerte-serviria/18576-3

La última ejecución (Legal) en


Colombia

Un abogado chocoano fue la última víctima de la pena de muerte en


Colombia. Un séquito triste acompañó a Manuel Saturio Valencia por las
calles de Quibdó la tarde de su ejecución. Trompetas y tambores marcaron el
paso. Descalzo, humillado y maltratado, él presidió el tumulto que lo escoltó
hasta el árbol de palosanto que hizo las veces de paredón. Todos los fusileros
del pelotón aseguraron luego los testigos le apuntaron directo al corazón.

“Esto a mí no me extraña”, había escrito Manuel Saturio la víspera, inspirado


en su desvelo de condenado a muerte. “Desde que tuve uso de razón
comprendí que la fatalidad me perseguía”, añadió.

Manuel Saturio Valencia Mena, el último condenado a muerte en la historia


del país, había nacido en los barrios marginales de Quibdó, cuarenta años
atrás, en 1867, en tiempos en que el recuerdo de la esclavitud estaba aún
fresco en la memoria. Quibdó, capital de una provincia minera del Estado del
Cauca, era una ciudad segregada, con las casas de la clase pudiente alineadas
a lo largo de una sola calle larga, la Carrera Primera, que estaba vedada para
los de piel oscura.

La aristocracia chocoana era boyante; había industria y había comercio.


Además del oro, y del platino, que vivía entonces sus mejores precios, del
puerto de Quibdó partían por el río Atrato, rumbo al Darién, al Caribe y a los
mercados del mundo, vapores cargados de maderas finas, caucho, quina y
tagua.

A su regreso los mismos barcos traían telas y porcelanas, vajillas y cubiertos


de plata, sólo para los ricos, claro. Cuando niño, Manuel Saturio cantó en el
coro parroquial, y aprendió pronto el latín y el francés que le enseñaron los
capuchinos. Fue un estudiante destacado, tanto que los mismos curas se
encargaron luego de sus estudios superiores. Manuel Saturio Valencia fue así
el primer hombre de su color de piel admitido en la Universidad del Cauca, en
su Escuela de Leyes.

De regreso a Quibdó, Manuel Saturio se alineó con el conservatismo, un


partido minoritario en la región. Vino la guerra de los Mil Días, y Valencia
alcanzó el grado de capitán en las tropas gobiernistas.

También podría gustarte