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Artículo / Article 301

SALUD COLECTIVA. 2015;11(3):301-330. DOI: 10.18294/sc.2015.719


Las enfermedades ¿son solo padecimientos?:
biomedicina, formas de atención “paralelas”
y proyectos de poder

Is disease merely illness? Biomedicine, “parallel”


forms of care and power

Menéndez, Eduardo L.1

1
Doctor en Ciencias RESUMEN Partiendo de la propuesta de Giovanni Berlinguer, de que los procesos de
Antropológicas. Profesor
e investigador, Centro salud/enfermedad constituyen algunos de los principales espías de las contradicciones
de Investigaciones y de un sistema, se describen en primer lugar algunos casos ocurridos en contextos ca-
Estudios Superiores en
pitalistas centrales y periféricos, así como en Estados denominados “socialistas reales”,
Antropología Social (CIESAS),
México. Coordinador del que permiten observar dicho papel. En segundo lugar, observamos los procesos y sobre
Seminario Permanente de todo las interpretaciones que se han desarrollado en América Latina y especialmente en
Antropología Médica (SPAM).
emenendez1@yahoo.com.mx México respecto del papel atribuido a la medicina tradicional en la identidad y pertenen-
cia de los pueblos originarios, y que subrayan la incompatibilidad de las cosmovisiones
indígenas con la biomedicina, analizando algunos proyectos que se impulsaron en tér-
minos de salud intercultural, y que concluyeron en su mayoría en fracasos, tanto desde
el punto de vista de la salud, como político. Se subraya el contenido y la perspectiva casi
exclusivamente ideológicos de dichos proyectos, y su poca relación con la realidad de
los pueblos originarios. Por último, se trata de ver si la trayectoria de estas concepciones
y programas de salud expresan y explican el notable repliegue que sufren desde hace
casi diez años la mayoría de los movimientos étnicos en América Latina.
PALABRAS CLAVES Medicina Tradicional; Organizaciones Indígenas; México.

ABSTRACT Following Giovanni Berlinguer’s proposal that health/disease processes


are one of the primary spies into the contradictions of a system, this article describes
cases that occurred in central and peripheral capitalist contexts as well as in the so-
called “real socialist” States that allow such a role to be seen. Secondly, we observe the
processes and above all the interpretations developed in Latin America and especially
Mexico regarding the role attributed to traditional medicine in the identity and sense of
belonging of indigenous peoples, which emphasize the incompatibility of indigenous
worldviews with biomedicine. To do so we analyze projects that were carried out under
the notion of intercultural health, which in large part resulted in failure both in health
and political terms. The almost entirely ideological content and perspective of these
projects is highlighted, as is the scant relationship they hold with the reality of indigenous
people. Lastly, the impact and role that the advance of these conceptualizations and
health programs might have had in the disengagement experienced over the last nearly
ten years in the ethnic movements of Latin America is considered.
KEY WORDS Medicine, Traditional; Indigenous Organizations; Mexico.

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Para Juan Luis Sariego y por la Antropología Médica de Latinoamérica,


podemos observarla a través de una variedad de
Desde hace años considero que, a través casos correspondientes a diferentes situaciones
de los procesos de salud/enfermedad/atención- y momentos históricos, de los cuales solo men-
prevención (s/e/a-p), pueden ser observados y cionaré algunos. Durante la década de 1960 se
analizados gran parte de los problemas econó- “descubrió” que EE.UU. tenía la tasa de morta-
mico-políticos e ideológico-culturales con mayor lidad infantil más alta entre los países capitalistas
transparencia y menores sesgos que si los estudiá- desarrollados, e incluso más alta que países como
ramos en términos específicos. Incluso podemos Cuba, lo cual condujo a reconocer la existencia de
llegar a detectar conflictos y hasta contradic- amplios bolsones de pobreza, así como la relación
ciones, así como formular nuevos interrogantes, de estos con la mortalidad infantil, con la desnu-
generando lecturas diferentes o al menos comple- trición, con graves problemas de salud mental, así
mentarias de las desarrolladas por los especialistas como con el racismo en el país que lideraba el
–por ejemplo– en movimientos sociales, en iden- desarrollo capitalista a nivel mundial (6-8).
tidades étnicas o en relaciones de género. En la misma década, los datos epidemioló-
A finales de la década de 1960, Giovanni Ber- gicos referidos a mortalidad general e infantil y
linguer (1,2) propuso que los procesos de salud- a desnutrición evidenciaron un fuerte deterioro
enfermedad constituían algunos de los principales económico y de salud en las zonas musulmanas
“espías” de las contradicciones de un sistema; es del sur de la URSS, vaticinando la emergencia
decir que a través de estos se expresan los conflic- de fuertes conflictos políticos y étnicos, que ulte-
tos y las contradicciones más allá de las interpreta- riormente se dieron. El descenso de la natalidad
ciones, ocultamientos o racionalizaciones que los y el incremento de la mortalidad que afectaron
gobiernos, los medios y los intelectuales orgánicos a la URSS desde finales de la década de 1970
y no orgánicos suelen generar. Pero estos conflic- hasta la actualidad, a fines de los años ochenta se
tos y contradicciones no solo refieren a los países transformaron en un derrumbe demográfico que
capitalistas centrales, sino que a través de los pro- implicó que la esperanza de vida disminuyera en
cesos de s/e/a-p también los podemos observar en alrededor de once años; lo cual constituyó no solo
los países capitalistas periféricos, en los socialistas una catástrofe social que afectó especialmente a
“reales” y “de mercado”, y en las sociedades preca- los varones rusos, sino que evidenció el colapso
pitalistas, incluidas sus continuidades actuales. Más social e ideológico que estaba ocurriendo en la
aún, pueden expresar los sesgos, contradicciones e Federación Rusa, que estaba dejando de ser “so-
imaginarios de los analistas, así como contribuir a viética” (9,10). Este colapso, que no tiene parangón
problematizar la realidad. con ningún otro proceso similar, y que ocurrió en
Es decir, necesitamos acercarnos a la realidad la que había sido la segunda potencia mundial en
no solo desde lo manifiesto, evidente y explicitado, términos políticos y militares, ha sido escasamente
sino desde los aspectos marginados, secundarios asumido por los que estudiamos los procesos de
e incluso irrelevantes; tan irrelevantes que no se s/e/a-p, así como también lo que significó en tér-
“ven”, como por ejemplo ocurre con el racismo minos de identidad nacional y en cierta medida
que caracteriza a nuestras sociedades latinoameri- ideológica a nivel de los sujetos, y sobre todo
canas, pero que es negado a nivel tanto de las po- de los varones que en pocos años redujeron tan
líticas públicas como de los estudios académicos, fuertemente sus esperanzas de vida. Las caídas o
aunque emerge en nuestra vida cotidiana, y es pa- fracturas de las “cosmovisiones” no solo se dan a
radojalmente evidenciado en forma permanente nivel de los grupos étnicos, sino que las caídas o
por los medios de comunicación masiva, en gran fracturas de las ideologías colectivas convertidas
parte de nuestros países. Y por eso necesitamos en gran medida en “cultura” se dan también en las
observar las contradicciones y conflictos a través sociedades denominadas “complejas”.
de lo obvio, de lo que vemos pero no miramos, y El incremento constante de las altas tasas de
frecuentemente no reflexionamos (3-5). suicidio que se registraron en Hungría a partir del
La propuesta de Berlinguer, que ha sido es- inicio de la década de 1950 y, en Cuba, a partir
casamente desarrollada por la Medicina Social de finales de la misma década, especialmente en

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jóvenes, evidenció que algo estaba pasando con el Desde hace años sabemos que la denominada
“nuevo hombre” y, en general, con los desarrollos “guerra contra las drogas” no solo ha fracasado,
sociales e ideológicos de los “socialismos reales” pues siguen incrementándose los consumos de
(11-14). A su vez, la emergencia y expansión del sustancias consideradas “adictivas” así como el
VIH-sida desde principios de la década de 1980 narcotráfico, sino que los expertos no pueden ex-
evidenció y sigue evidenciando el notable bi- plicar en términos biomédicos por qué varias de
sexualismo del varón en muchas sociedades y, las principales sustancias “adictivas” son legales
en particular, en las latinoamericanas, lo cual se mientras otras, de consecuencias mucho menores,
expresó especialmente a través del incremento son tratadas como “ilegales”. Tanto los criterios de
del VIH-sida en mujeres transmitido por su pareja legalidad e ilegalidad, como los de “adicción” o
masculina. “dependencia” no resisten la menor indagación y
Toda una serie de datos epidemiológicos reflexión, ni en términos técnicos, ni de sentido
constituyen expresiones de la situación de inferio- común. Lo evidente desde hace varios años es que
ridad y marginalidad social y económica en que la “guerra a las drogas” ha tenido y sigue teniendo
han vivido y viven las mujeres en la casi totalidad funciones de control social, político e ideológico,
de las sociedades, y que se pone de manifiesto y tiene que ver muy poco con la salud de los ciu-
tanto en las tasas de mortalidad materna y en los dadanos en general y, sobre todo, de los conside-
tipos de suicidio a que fueron y son inducidas rados “adictos” (18-22).
cultural y socialmente las mujeres en India y en Una parte de los críticos al capitalismo parece
China, como en la menor esperanza de vida que añorar cada vez más a las sociedades pre o no
han tenido sobre todo en las sociedades campe- capitalistas por varias razones y, especialmente,
sinas, hasta fechas relativamente recientes. En la por la relación con “la tierra” que habrían desa-
casi totalidad de las sociedades, incluida la capita- rrollado dichas sociedades, dado que tendrían un
lista, el estatus de la mujer no solo fue siempre in- trato sagrado y conservacionista. Más allá de que
ferior al del varón, sino que con la mujer se podía esta actitud sea o no cierta, necesitamos recordar
hacer casi cualquier cosa, incluso lapidarla, inci- que en las sociedades precapitalistas así como en
nerarla en vida o violarla, lo cual estaba y sigue las capitalistas, hasta por lo menos mediados del
siendo legalizado por los usos y costumbres en siglo XIX, la esperanza de vida era muy baja, es
numerosas sociedades actuales. Será en las socie- decir, estaba entre 20 y 30 años de edad o aún
dades capitalistas en las que la mujer, sobre todo menos, debido a varios factores, siendo uno de
desde el último tercio del siglo XX, además de los más determinantes la mortalidad por enferme-
tener una esperanza de vida mayor que el varón, dades infectocontagiosas. Pero además, muchas
alcance las mayores expectativas de vida cono- de nuestras sociedades precapitalistas –lo cual ha
cidas hasta la actualidad en cualquier sociedad. podido registrarse etnográficamente– aplicaron
Será en estas sociedades donde la mujer acceda criterios “eugenésicos” a través de rituales so-
al mayor empoderamiento comparado con cual- ciales, como fue el asesinato de gemelos y otras
quier otro sistema, y contrastando con la situación prácticas de infanticidio referidas en ciertos casos
de inferioridad de las mujeres en la mayoría de las a niños que nacían con malformaciones, o con as-
sociedades de las cuales tenemos información. pectos considerados malformaciones. Las tasas de
Si algo expresa la mercantilización de casi mortalidad general, infantil, en menores de cinco
todo por el capitalismo es el desarrollo actual años pero también en jóvenes y adultos, llegaron
de la biomedicina, que en forma directa e indi- en esas sociedades a niveles que actualmente no
recta ha convertido en mercancía todo producto podemos ni pensar (23,24).
y acción biomédico, inventando incluso padeci- Ahora bien, subrayo que los procesos de
mientos, o impulsando el uso de medicamentos s/e/a-p evidencian los problemas señalados tanto
casi sin control, o con controles permisivos. Más a nivel de los países capitalistas centrales como
aún, mercantilizando la vida desde el nacimiento de los periféricos, en forma constante, y de allí la
a través del notable incremento de los partos por posibilidad de seguir registrándolos y de proponer
cesárea, o prolongando una muerte hasta que el interpretaciones que, a partir de los procesos de
sujeto y/o su seguro médico aguanten (15-17). s/e/a-p, no solo refieran a procesos económico-

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políticos e ideológico-culturales, sino que en- países de mayor desarrollo. Según el presidente
cuentren en su modificación la solución o por de Médicos Sin Frontera (MSF) de España: “Si el
lo menos la limitación de determinados daños mundo hubiera respondido con contundencia
a la salud. Y así, por ejemplo, observamos que desde el principio, hubiésemos frenado el brote
desde mediados de la década de 1990, en Gran hace ya meses” (26). Pero esta ayuda fue mínima
Bretaña se incrementa constantemente el número por parte de los países con mayor capacidad tecno-
de niños con raquitismo, un padecimiento que fue lógica y financiera, sobre todo, cuando se verificó
endémico en los niños de clase baja urbana du- que la epidemia no se expandía a nivel mundial y
rante gran parte del periodo victoriano y que en no afectaba a los países centrales. Si bien el FMI
su momento sintetizó las denuncias respecto del negó estas acusaciones, aduciendo además que
tipo de sociedad capitalista impulsada por quien entregó a dichos países financiamientos extraordi-
era entonces el país dominante a nivel mundial. narios para enfrentar la epidemia, dicho financia-
Entre 1995 y 2011 el número de niños hospita- miento no solo fue tardío sino que no compensó
lizados por raquitismo se cuadriplicó en Gran las consecuencias de la aplicación de las políticas
Bretaña, coincidiendo con el incremento de las neoliberales impuestas por el FMI.
desigualdades socioeconómicas generadas por el Los procesos de s/e/a-p enumerados posibi-
neoliberalismo. litan, por lo tanto, detectar, describir y analizar en
La epidemia de Ébola surgida y expandida en diferentes contextos económico-políticos y socio-
2014 –principalmente en tres de los países más culturales tanto las contradicciones y conflictos
pobres de África (Guinea, Sierra Leona y Liberia)– como los objetivos reales y las reacciones de los
evidenció múltiples procesos, pero especialmente sectores sociales dominantes y también de los do-
dos. Por una parte, las consecuencias de la apli- minados, así como muchos de nuestros mitos e
cación de las políticas económicas del Fondo imaginarios colectivos, incluidos los académicos.
Monetario Internacional (FMI), sobre todo en Es decir, nos posibilita analizar las llamadas narra-
Guinea y Sierra Leona, ya que dichas políticas im- tivas, no solo para estudiar sus significados en sí,
plicaron una fuerte reducción de gastos del sector sino para ver qué tienen que ver con los hechos y
público que afectó, en particular, al sector salud. procesos, y lo que ideológicamente expresan, así
Dichos países se vieron obligados a derivar sus como, obviamente, nos indican la necesidad de
ingresos al pago de las deudas contraídas con las cambiar las políticas económicas y sociales que
fuentes de financiamiento, en lugar de dedicarlos generan gran parte de las situaciones señaladas.
a programas de salud, lo cual acentuó las conse- De allí que el objetivo central de este texto
cuencias negativas generadas por la descentrali- es observar si a través de lo ocurrido durante las
zación de los servicios de salud, impuesta también décadas de 1980, 1990 y la primera del siglo XXI,
por el FMI. Más aún, estas políticas implicaron el con los procesos y actores sociales organizados
despido masivo de trabajadores de la salud en en torno a la denominada medicina tradicional,
dichos países, de tal manera que, por ejemplo, en pueden explicarse por lo menos algunos aspectos
Sierra Leona el personal de salud pasó de una re- relevantes de la trayectoria, repliegue y estanca-
lación de 0,11 por cada 1.000 habitantes en 2004 miento de los movimientos étnicos en México.
a 0,02 en 2008, todo lo cual debe ser asociado
con la expansión de las empresas extractivas, la
situación económico/política de dichos países PERTENENCIAS, IDENTIDADES Y
caracterizados por guerras civiles, y el enrique- NEGACIONES
cimiento de los sectores gobernantes a través de
mecanismos de corrupción normalizados (25).
En segundo lugar, la epidemia de Ébola evi- Es a partir de lo señalado que presentaré in-
denció la escasa, tardía y lenta reacción de la terrogantes respecto de procesos que implican as-
ayuda internacional respecto de una enfermedad pectos económico-políticos y socioculturales, que
que generaba miles de muertos, y que pudo haber han sido abundantemente tratados y debatidos, en
sido tempranamente controlada con el uso de los especial, desde la década de 1970 hasta la actua-
recursos técnicos que poseen, principalmente, los lidad, y que tienen que ver con los movimientos

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indígenas y sus objetivos de rehabilitación cultural Ahora bien, respecto de estas dos posiciones,
y empoderamiento político, los que se constituyen necesitamos aclarar varias apreciaciones, comen-
en una posible alternativa a las sociedades capita- zando por tratar de entender ¿en qué consisten ac-
listas, a partir de las formas de vida y de las cosmo- tualmente –y subrayo lo de actualmente– la cultura
visiones desarrolladas y usadas por dichos grupos. llamada occidental así como la precolombina?,
Y trataremos de observarlo a través de los procesos sobre todo cuando son pensadas en términos
de s/e/a-p, por dos razones básicas: porque es a monolíticos y esencialistas. Así como también
través de estos que, según analistas que citaremos entender en qué consiste la “apropiación” para
más adelante, no solo se expresan sino que “se explicar, entre otras cuestiones, ¿por qué pese a
conservan” más los aspectos centrales de las cos- los cambios generados, por ejemplo, en el perfil
movisiones de los pueblos originarios comparados epidemiológico de la morbimortalidad o en el no-
con cualquier otro tipo de procesos. Así como, por torio descenso de las tasas de mortalidad general
el papel metodológico y problematizador que, y etarias en la mayoría de los grupos étnicos, se
como ya señalamos, pueden cumplir. mantienen la identidad y la cosmovisión étnica,
Desde finales de la década de 1960 se desa- dado que la enfermedad y la muerte, así como
rrollaron diferentes concepciones sobre las princi- su tratamiento sociocultural y técnico, son parte
pales características de los movimientos indígenas central de casi toda cosmovisión?
que se organizaron y tuvieron una fuerte pre- Además, para precisar nuestros interrogantes
sencia en ciertos países de América Latina durante tendríamos que analizar, entre otros, no solo
las décadas de 1970, 1980 y 1990, lo cual –y lo los conceptos de identidad y cosmovisión, sino
subrayo– no niega la existencia previa de orga- también los de actores sociales, persona y sub-
nizaciones y movilizaciones indígenas sino que, jetividad que manejan dichas orientaciones; y
sobre todo, durante las décadas mencionadas, aclarar también, cuando hablamos de movimiento
estas fueron mucho más numerosas y desarro- étnico o de medicina tradicional, si asumimos que
llaron nuevos objetivos y estrategias (27). Algunos existe una diversidad de movimientos étnicos y de
de los procesos que más se discutieron fueron los medicinas tradicionales que pueden tener coin-
que tenían y tienen que ver con las identidades, cidencias, pero también fuertes diferencias entre
cosmovisiones y pertenencias étnicas, en función sí (a). Pero ahora no me detendré en tratar estos
de los objetivos señalados, y que dieron lugar al aspectos, sino que, como propuse, formularé al-
surgimiento de varias orientaciones que sintetiza- gunos interrogantes respecto de los procesos ét-
remos esquemáticamente en dos: una, que plantea nicos señalados para poder avanzar en su análisis.
la existencia de una identidad, pertenencia y cos- Y lo primero a preguntarnos es ¿cómo afecta la
movisión indígena monolítica, de carácter funda- identidad, cosmovisión y pertenencia de los
mentalmente precolombino, que sostiene que si grupos étnicos de América Latina, y en particular
bien existen procesos de cambio y aculturación, de México, la constante expansión y penetración
estos no afectan los núcleos identitarios, sino que de la biomedicina? (b). Y cuando digo biome-
sigue dominando una cosmovisión diferencial res- dicina me refiero tanto a la instalación de servicios
pecto de la sociedad occidental, a la cual también biomédicos y a la aplicación de programas pre-
suelen considerar como unificada y monolítica, ventivos, como al uso de productos, prácticas y
sobre todo, en términos culturales. Y otra, que concepciones biomédicas en la vida cotidiana de
asume la existencia de cambios constantes, es- nuestros grupos étnicos, más allá de que existan
pecialmente de tipo económico-políticos, impul- o no servicios biomédicos. La biomedicina no
sados por la expansión de la sociedad dominante, solo se ha expandido a través del sector salud,
y que si bien reconoce modificaciones, incluso sino también a través del Instituto Lingüístico de
sustantivas, considera que los grupos étnicos rea- Verano, de la enorme cantidad de organizaciones
lizan un proceso de apropiación, que convierte en no gubernamentales (ONG), así como de las “mi-
propios aspectos generados en otras culturas y so- siones” protestantes que han trabajado sobre pro-
ciedades, de tal manera que siguen manteniendo cesos de salud en comunidades mexicanas.
una identidad y cosmovisión diferencial aunque Una visión biomédica sumamente extendida,
modificada. incluso entre científicos sociales, es la de pensar la

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influencia biomédica solo cuando existen servicios exclusivamente a lo que narran los curadores
médicos oficiales o privados, y no cuando esta se tradicionales, y aún menos a los discursos de los
expresa a través de la existencia de medicinas de líderes políticos movimientistas o no, o de los in-
patente en las tiendas de las comunidades, en el telectuales más o menos orgánicos. No negamos
uso de fármacos por curadores tradicionales o en la importancia de lo que nos informa una partera,
la colaboración de la población nativa –incluidos un curador herbolario o un shamán, así como un
curadores tradicionales– para realizar vigilancia médico o una enfermera, pero reducir solamente a
epidemiológica respecto del paludismo, la enfer- estos la información sobre los procesos de s/e/a-p,
medad de Chagas o la oncocercosis. Como lo he como ocurre en la mayoría de los estudios sobre
sostenido en varios trabajos, necesitamos asumir enfermedades tradicionales y no tradicionales en
que la biomedicina es uno de los principales pro- México –incluidos los míos– nos permite obtener
ductores de ideología, de consenso y de hege- el punto de vista de los curadores, pero no tener
monía, y que estos se ejercen en la vida cotidiana una visión holística de los procesos de s/e/a-p.
y no solo a través de los servicios biomédicos. Por Para ello necesitamos trabajar con la población
lo cual, pensar la biomedicina solo donde existen y con los curadores tradicionales, alternativos y
servicios de salud, evidencia su notable efecto biomédicos pero, sobre todo, con los sujetos que
ideológico (3,4,13,19,28,29). enferman, con sus familiares, con sus vecinos (c)
Todo indica que los miembros de gran parte y, por supuesto, con las condiciones económico-
de los grupos étnicos utilizan cada vez más la políticas y socioculturales que condicionan pero
biomedicina; que dichos grupos solicitan la ins- no determinan los procesos de s/e/a-p.
talación de centros de salud y de hospitales de Reiteradamente me he preguntado si lo que
tipo biomédico en sus comunidades; que las po- actualmente saben, piensan, dicen y hacen los
blaciones reconocen cada vez más que sus hijos shamanes ¿corresponde o no a lo que la población
se mueren de gastroenteritis y no de mal de ojo, indígena según género, edad, nivel educativo, ex-
o por lo menos de ambos padecimientos; que en periencia migratoria, participación política, perte-
las tiendas, incluso de las pequeñas comunidades, nencia religiosa y otras variables dice, sabe, piensa
existen analgésicos y vitaminas. Más aún, una y sobre todo hace? Y esto me lo he preguntado res-
parte de las mujeres indígenas, cuando pueden, pecto de poblaciones en las que observamos cada
utilizan toallitas higiénicas durante sus periodos vez más bilingüismo, o de vastas zonas indígenas
menstruales y pañales desechables para sus hijos donde niños y jóvenes ya no hablan maya, como
pequeños. Del mismo modo, vemos que los grupos ocurre en Yucatán (México).
étnicos utilizan no solo prácticas sino concep- Considero que una parte de los curadores tra-
ciones biomédicas, articulándolas con sus propios dicionales y, sobre todo, los de tipo shamánico,
saberes a través del continuo proceso de autoa- expresan los saberes y valores tradicionales en
tención que caracteriza a los pequeños grupos. Y términos de pautas ideales, pero que ya no co-
respecto de estos procesos, necesitamos observar rresponden, por lo menos parcialmente, a lo que
si los sujetos y grupos que desarrollan una con- viven sobre todo los niños y los adolescentes.
cepción biomedicalizada mantienen la que funda- Uno de los investigadores que más conoce
menta la identidad y cosmovisión “tradicional” de sobre medicina tradicional de los Altos de Chiapas,
los procesos, o generan representaciones y prác- y que ha sido desde su creación asesor de la
ticas que articulan sus formas tradicionales y las Organización de Médicos Indígenas del Estado
biomédicas de una nueva manera. de Chiapas (OMIECH), y me refiero al Dr. Rafael
Y esto necesita ser investigado y no dar por Alarcón, nos recuerda que los j’iloles (shamanes)
sentada cada una de estas posibilidades según se caracterizan por interpretar los sueños, pero
los presupuestos, orientaciones y objetivos de que el contenido de los sueños está experimen-
los estudiosos y/o de los líderes movimientistas. tando notables cambios principalmente en niños
Dicha investigación debería realizarse sobre la y jóvenes indígenas, ya que en sus sueños han
vida cotidiana de los sujetos y grupos, incluyendo comenzado a aparecer temas sobre violencias re-
lo que surge de los curadores tradicionales y no feridas al narcotráfico, artes marciales, materiales
tradicionales, pero no reduciendo los estudios pornográficos, personajes como Rambo, que son

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observados en la televisión o en videos en sus co- se están desarrollando diferentes maneras de ser
munidades, así como también son producto de sus indígena, asumiendo además que este proceso se
experiencias migratorias laborales en Cancún, en viene dando en forma constante en los pueblos
varios estados del norte de México y de EE.UU. Si originarios, lo que podemos detectar sobre todo
bien los j’iloles siguen interpretando los sueños, lo en las prácticas cotidianas de los sujetos y grupos
hacen a partir de ciertas concepciones y contextos étnicos.
que no corresponden a los que ahora sueñan los Por lo tanto, es en lo que dicen y, sobre todo,
niños y jóvenes. en lo que hacen los distintos –y subrayo lo de
Según Alarcón, los propios curadores indí- distintos– sujetos y grupos sociales, donde ne-
genas señalan que ya no todos sus hijos e hijas cesitamos observar los usos, los desusos, las re-
sueñan, así como también reconocen positiva- sistencias, las aculturaciones, las autonomías, la
mente que algunos lo hacen, ya que soñar es creatividad que los sujetos y grupos desarrollan
parte del proceso de iniciación shamánica. Pero más allá de los discursos académicos y/o polí-
en muchas ocasiones no es que los jóvenes no ticos que proponen la impugnación y negación
sueñen, sino que de lo “occidental”, o que validan positiva y uni-
lateralmente las aculturaciones. Los procesos de
…no quieren contar su sueño a sus mayores lucha o de resistencia, así como los procesos de
debido a que esto implica un compromiso apropiación y los de hegemonía/subalternidad,
con su comunidad. Si narran sus sueños, ya debemos registrarlos en los quehaceres cotidianos
no podrán abandonar la comunidad, pues el de las personas y grupos. Y si bien no cabe duda
sueño indica que tienen un “mandato de los de que procesos macrosociales como los de los
dioses” para permanecer en la comunidad medios de comunicación masiva influyen, con-
y servirla. Y actualmente, la mayoría de los sidero que su influencia depende de cómo se
jóvenes tienden cada vez más a salir de sus procese la información a nivel local y microsocial.
comunidades. [Estos procesos son los que] Y no debemos olvidar que los saberes biomédicos
están conduciendo a que los j’iloles desapa- operan tanto a nivel macro como microsocial.
rezcan lentamente, y por eso el último video Como sabemos, México se ha convertido
que elaboró el compañero Agripino del área en el principal consumidor mundial de refrescos
de comunicación de la OMIECH lo titulamos y en uno de los más importantes consumidores
“Los últimos j’iloles mayas”. (d) (36) de alimentos chatarra (o basura), incluso en sus
zonas indígenas; y la diabetes mellitus tipo 2 se
Pero además, por lo menos respecto de los va constituyendo a nivel nacional y de nuestros
procesos de s/e/a-p, una parte de los analistas grupos étnicos en una de las principales causas
buscan casi exclusivamente las formas tradicio- de mortalidad y morbilidad. Es decir que nuestros
nales de actuar como si estas no se modificaran, grupos indígenas han sido penetrados no solo por
manejando nociones explícitas o implícitas de bebidas y alimentos “occidentales” (e), no solo
control sociocultural ajenas a las dinámicas ac- por enfermedades generadas por el consumo de
tuales de la mayoría de los grupos étnicos (28). dichos productos occidentales, sino también por
Si bien la Iglesia católica prohíbe el aborto, el la biomedicina occidental.
suicidio –incluida la eutanasia–, el adulterio, el Y es seguro que el consumo de refrescos
homicidio y muchos otros actos sociales convir- tiene que ver, en gran medida, con los medios de
tiéndolos en pecados mortales, una parte de los comunicación masiva, las políticas de mercadeo
católicos –en algunos contextos, la mayoría– rea- locales, los procesos de urbanización y de mi-
lizan estos actos pese a caer en pecado mortal, gración, y con el turismo local (f). Pero además,
lo que evidencia no solo que hay diferentes ma- ocurre que el enfrentamiento a la diabetes mellitus
neras de ser católico, sino que casi siempre hay evidencia la ineficacia de la medicina tradicional y
diferencias entre las representaciones y las prác- de sus operadores, así como crea expectativas en
ticas sociales. Y procesos similares se dan por lo lo que puede hacer la biomedicina. Expectativas
menos en los sujetos que adhieren al catolicismo desarrolladas a través de su papel en el descenso
dentro de los grupos étnicos, de tal manera que de las tasas de mortalidad sobre todo infantil y

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de niños menores de cinco años, así como en la conquista– modificaron, o no, la cosmovisión e
disminución de la mortalidad por enfermedades identidad de dichos grupos étnicos?, queda en el
infectocontagiosas, lo cual es reconocido por los campo de las interpretaciones más o menos imagi-
propios grupos étnicos. Por lo tanto, el papel y pe- narias, aun cuando podemos suponer que impac-
netración de la biomedicina no se hace a través de taron profundamente no solo en las cosmovisiones
aspectos triviales y secundarios, sino relacionado e identidades, sino también en las relaciones de
con las muertes “evitables”, y además operando hegemonía/subalternidad y de dominación. Pero,
en forma directa e indirecta a nivel local (g). en términos comparados, actualmente estamos
Ahora bien, la expansión biomédica implica en condiciones de observar a nivel etnográfico si
la existencia de oposiciones y rechazos, por varias los refrescos, los productos chatarra, la diabetes
razones, incluyendo el papel ambivalente de los mellitus tipo 2, pero también el VIH-sida, la re-
productos y acciones biomédicas, ya que simultá- ducción de las mortalidades general y etarias, así
neamente pueden enfermar pero también curar o como la desaparición o transformación de los
por lo menos limitar el daño. curadores tradicionales y las representaciones y
Necesitamos reconocer que más allá de estos prácticas biomédicas modifican no solo los com-
aspectos, ocurre que en gran parte de los grupos portamientos sino también las cosmovisiones e
étnicos americanos, la penetración occidental identidades étnicas.
tiene varios siglos de antigüedad, dado que, por Por lo menos a nivel teórico, las enferme-
ejemplo, los aguardientes son productos occiden- dades, especialmente las que generan altas tasas
tales que fueron apropiados hasta convertirse en de mortalidad, los procesos de embarazo/parto/
imprescindibles en el desarrollo de los principales puerperio, así como las técnicas del “cuerpo”,
rituales sociales –incluidos rituales de sanación– o las acciones de sanación son parte básica de
de gran parte de los pueblos originarios ameri- las cosmovisiones e identidades, pero me parece
canos. Pero además, desde hace pocos años, en que la mayoría de los que estudiamos los pro-
algunos contextos étnicos, los aguardientes han cesos de s/e/a-p, de los que se preocupan por
sido reemplazados en los rituales por refrescos identidades y pertenencias étnicas en términos
y, especialmente, por Coca-Cola (43). Y como políticos e ideológicos, así como los que centran
también sabemos, la mayoría de las enfermedades sus intereses en las cosmovisiones reducidas casi
infectocontagiosas que padecieron y padecen los siempre a la dimensión religiosa, no estamos
grupos étnicos fueron importadas de occidente analizando estos aspectos, sino que a partir de
desde finales del siglo XV. Más aún, estas enfer- nuestros objetivos y presupuestos hacemos in-
medades diezmaron a la población amerindia, ge- terpretaciones periféricas y reducidas a nuestro
nerando una de las catástrofes demográficas más campo de interés.
profundas de las que tengamos información a nivel Lo señalado no ignora que existen estudios
mundial; catástrofe frente a la cual los saberes in- de notoria calidad entre nosotros (36,44,45) que
dígenas evidenciaron una total impotencia, al tratan esta problemática, y que en algunos casos
igual que la medicina de los colonizadores. Pero subrayan el papel que la Iglesia católica y los di-
con una diferencia radical: la población europea ferentes credos protestantes tienen en la modifi-
moría mucho menos debido a la creación de resis- cación de las cosmovisiones, pero sin observar el
tencias a dichas enfermedades, de las que carecía papel “religioso” (religación) que pueden tener la
la población nativa. La catástrofe solo se dio en biomedicina y otras formas de atención de los pa-
la población originaria, lo cual algo debió incidir decimientos, máxime cuando estas iglesias no solo
en el desarrollo de relaciones de hegemonía/sub- han cuestionado y hasta satanizado especialmente
alternidad generadas entre los colonizadores y las ciertos tipos de curadores y técnicas de sanación
poblaciones nativas. tradicionales, sino que han impulsado el recono-
Ahora bien ¿cómo estos productos occiden- cimiento y uso de la biomedicina. Por lo menos
tales –desde el alcohol hasta las enfermedades entre nosotros, las cosmovisiones se buscan casi
infectocontagiosas y las resistencias diferenciales, exclusivamente en lo religioso; más aún cuando
así como la terrible y prolongada mortalidad ocu- se incluyen los procesos de s/e/a-p es para obser-
rrida sobre todo durante los primeros siglos de la varlos desde la dimensión religiosa.

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Esta omisión o exclusión es aun más notable algunos contextos la mayoría– de las familias in-
cuando documentamos que cada vez más niños dígenas rechacen la atención biomédica del parto
indígenas nacen en clínicas y hospitales biomé- no solo por la preferencia cultural por la partera
dicos, y se espera que esto ocurrirá con la totalidad tradicional o por el autoparto, sino por las formas
de los futuros niños, por lo menos en México, negativas de trato, así como por el tipo de activi-
generándose desde el nacimiento una impronta dades de planificación familiar que les imponen,
(imprinting) biomédica, que además excluye a que pueden incluir la aplicación inducida o no de
las parteras “empíricas” del proceso de parto. Este dispositivos intrauterinos, esterilizaciones y/o ce-
proceso es impulsado por los gobiernos y en parti- sáreas. Esto lo sabemos a través de estudios que se
cular por el sector salud debido a la necesidad de han hecho en los últimos años en zonas indígenas
reducir las muertes maternas y el embarazo infan- de México (49). Lo que no sabemos es si estos
to-juvenil, pero sobre todo para reducir la tasa de procesos modifican las identidades y las cosmovi-
natalidad. Y es favorecido por la tendencia de los siones nativas y, sobre todo, cómo lo hacen.
sujetos nativos a radicarse en medios urbanos, in- No obstante, sabemos algunas cosas rele-
cluidas grandes urbes como la ciudad de México, vantes. En primer lugar, que la penetración bio-
donde se da la mayor concentración de población médica opera sobre aspectos centrales de la
indígena del país. identidad y la cosmovisión como son los que
Según Berrio, los datos de la Encuesta Nacional tienen que ver con el nacimiento, las enferme-
de la Dinámica Demográfica (46) indican que el dades y la muerte. Segundo, que pese a la escasez
90% de las mujeres mexicanas habrían tenido el de recursos e incluso del maltrato a que suelen
parto y el 97% habría tenido los controles natales ser sometidos por el personal de salud, los grupos
en instituciones de salud. En su estudio de dos co- étnicos siguen demandando servicios biomédicos,
munidades indígenas del estado de Guerrero, el sobre todo para determinados problemas de salud.
90% de las 100 mujeres encuestadas dijeron haber Tercero, que a nivel mexicano se documenta cons-
asistido a control durante su último embarazo, y el tantemente el descenso del número de curadores
60% lo hizo desde el primer trimestre. Más aún, tradicionales; incluso en los grupos étnicos mayas
encontró que el 80% de las mujeres de entre 15 y de Chiapas y de Yucatán están desapareciendo los
24 años tuvieron el parto en hospitales de primer y shamanes, que serían los actores sociales que no
segundo nivel mientras que, de las mujeres de entre solo concentrarían, sino que utilizarían algunos de
25 y 49 años, solo el 36% lo tuvo en instituciones los contenidos más idiosincráticos de las cosmo-
médicas. Incluso encontró que en las jóvenes indí- visiones indígenas (h). Y recordemos que son dos
genas no solo aparecen normalizados los análisis de los estados con mayor porcentaje de población
de laboratorio y ultrasonido, sino que manejan los indígena (51,52).Y cuarto, que el proceso de ex-
conceptos de riesgo obstétrico y factores de riesgo. pansión biomédica, por lo menos en México, ha
Y esto ocurre en el estado mexicano con mayor sido intermitente aunque se mantuvo constante
mortalidad materna (47,48). desde finales del siglo XIX, y que se ha dado
Si bien la atención biomédica del parto es to- primero a través de campañas preventivas contra
davía menor en la población indígena que en el el tifus murino, la fiebre amarilla, el paludismo,
resto de la población, el problema más fuerte no la oncocercosis, y contra otras enfermedades in-
radica en el rechazo de la población originaria a fectocontagiosas que se desarrollaron en zonas de
la biomedicina, sino en la falta de cobertura de los población indígena, y no indígena, y más tarde
servicios de salud debido a que una parte de la a través de las actividades clínicas (28). Aunque
población indígena vive en localidades pequeñas tampoco sabemos cómo la fuerte disminución e
y dispersas como ocurre, sobre todo, en el caso incluso erradicación de enfermedades, que eran
de Chiapas, donde el 80% de la población reside algunas de las principales causas de mortalidad,
en comunidades de menos de 2.500 habitantes. influyeron o no en la aceptación de la biome-
Pero también se debe a la renuencia del personal dicina y en las modificaciones de las cosmovi-
de salud, y principalmente de los médicos, a ra- siones étnicas.
dicarse en medios rurales, incluidas las pequeñas No obstante, tenemos análisis que eviden-
ciudades. Lo cual no niega que una parte –y en ciarían las consecuencias de la expansión de la

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sociedad dominante, incluida la biomédica. Y así algunos beneficios en términos de dinero y/o de
Page, a partir de talleres realizados con población trabajo. Y es por las mismas razones de supervi-
indígena de los Altos de Chiapas, concluye que: vencia que también usan todo tipo de atención
a su alcance, incluida la biomédica, para poder
Existe claridad en cuanto a que sus saberes enfrentar sus enfermedades. Lo cual –y también lo
ancestrales están casi totalmente perdidos, subrayo– no supone que los grupos étnicos des-
que de la religión maya queda muy poco; aparecerán, sino que sobre todo cambiarán.
también que en las últimas tres décadas la La mayoría de estos grupos no usan la me-
costumbre se ha perdido a tal grado que ya dicina tradicional ni realizan rituales de sanación
hasta usan los vestidos de los mestizos, lo porque están pensando que, a través de estos,
que tiene como consecuencia que ahora ya defienden su identidad cultural, y cuestionan
no reconozcan de donde viene cada quien, a la medicina de los actores sociales occidentales
qué pueblo pertenecen. (52 p.83) que los colonizaron y racializaron. La gente usa
la medicina tradicional articulada o no con la
Y si bien este autor señala que los sistemas de biomedicina, con prácticas espiritistas o con ri-
salud indígena son los que más han resistido, tanto tuales cristianos de diferente orientación para
su información como la de la mayoría de los ana- tratar de solucionar sus problemas de salud, en
listas concluyen que el número de curadores tradi- la forma más inmediata, eficaz y económica po-
cionales se reduce constantemente (34,53).Varios sible. Lo cual no niega que los rituales de sanación
especialistas señalan que los jóvenes indígenas ya propios de los grupos son parte sustantiva de sus
no quieren ser “curanderos”; que varios curadores cosmovisiones, de su identidad y de su cohesión
tradicionales en diversos grupos étnicos reco- sociocultural; pero asumiendo que los sujetos y
nocen que cuando ellos mueran, ya nadie ejercerá microgrupos actúan dichos rituales, al mismo
la medicina tradicional en sus comunidades (i). tiempo que se inyectan antibióticos o ingieren
Por lo cual, necesitamos observar la persistencia vitaminas o analgésicos. Es decir, no niego que
o las transformaciones de las cosmovisiones no haya diferencias e incluso contradicciones entre
solo en lo que se mantiene, sino también en lo las cosmovisiones nativas respecto de los pro-
que desaparece, sobre todo si lo que desaparece cesos de s/e/a-p y las que se expresan a través de
corresponde a algunos de los actores sociales que la biomedicina, pero –y es lo que tienen que ex-
son los “encargados” de manejar las formas de plicar los especialistas en cosmovisiones– ello no
saber indígena. impide que los pueblos originarios utilicen ambas,
Los procesos de pertenencia e identidad de incluso simultáneamente.
cualquier grupo subalterno, y no solo de los grupos Creo que en las comparaciones entre cosmovi-
étnicos latinoamericanos, tienen que ser pensados siones operan varios sesgos metodológicos, siendo
y analizados a partir de asumir que la mayoría de el primero comparar la cosmovisión biomédica
estos sectores necesitan desarrollar diferentes es- con la cosmovisión indígena, cuando lo obvio me-
trategias para sobrevivir, dados los bajos niveles todológicamente sería comparar las cosmovisiones
de vida y la marginación a los que han sido some- de los “mestizos” mexicanos, o las de los franceses
tidos, ya que han tenido y siguen teniendo los in- con las cosmovisiones de los diferentes grupos
dicadores más negativos en términos económicos, étnicos mexicanos; así como las cosmovisiones
educativos y de salud; además de ser los grupos de dichos grupos con las de los médicos y enfer-
más racializados en forma abierta o tácita. Por meras que atienden en el primer, segundo o tercer
lo cual, tienen que valerse de todo aquello que nivel, así como con las de los shamanes, hueseros
esté a su alcance y les sirva para “aguantar” las o parteras. Más aún tendrían que comparar, por
situaciones a las que se enfrentan. Actualmente la ejemplo, las cosmovisiones del llamado “cinturón
mayoría de los sujetos y grupos indígenas migran, calvinista” de Holanda o de sectores medios ur-
trabajan en lo que pueden, se organizan en mo- banos de los EE.UU. con los saberes del personal
vimientos locales para oponerse a la instalación de salud de sus respectivos países en torno, por
de minas o de parques eólicos así como para ejemplo, al rechazo creciente a las vacunas que se
negociar con las empresas para poder obtener observa en dichos grupos. Pero además, –y para

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mí es metodológica e ideológicamente decisivo– negativamente no solo por los mestizos que los
toda cosmovisión debe ser descripta y analizada a explotan y discriminan racialmente, sino también
través de las prácticas sociales, y no ser reducida por el personal de salud. Y así, por ejemplo,
exclusivamente a las “narrativas”. Aguirre Beltrán en 1955 señalaba el “prestigio
La existencia y el papel de las cosmovisiones, inconmensurable que tiene la medicina científica
como vengo subrayando, los tenemos que observar entre la generalidad de la población, pero particu-
en las representaciones y prácticas sociales de los larmente entre los grupos étnicos subordinados”,
diferentes sujetos y grupos y, sobre todo, en las así como pese a los maltratos y prejuicios del per-
prácticas, dado que a través de ellas vemos las arti- sonal de salud hacia los indios, la biomedicina va
culaciones que estos realizan, así como las cosmo- siendo aceptada “lenta pero firmemente entre los
visiones que realmente utilizan. Y es en la “carrera grupos étnicos menos aculturados” (58 p.169),
del enfermo” o, si se prefiere, en la trayectoria de que es lo que reiteradamente señalan diferentes
los padeceres en la que podemos observar cómo analistas hasta la actualidad (51,52,59)
los diferentes grupos, incluidos los miembros de En nuestro estudio sobre Yucatán confir-
los grupos étnicos, utilizan las diferentes formas de mamos a finales de 1970, lo que autores como
atención a su alcance, más allá de que esas formas Erasmus (60) habían señalado para las comuni-
de atención correspondan a cosmovisiones dife- dades de los grupos mayo de Sonora, es decir,
rentes, y aparentemente opuestas. Y obviamente no solo la penetración biomédica, por lo menos
las utilizan (eligen) a partir de sus posibilidades desde la década de 1930, en la población nativa,
económico-sociales y no solo culturales (j). sino que dicha población atribuía a la medicina y
Más aún, es en los procesos de autoatención especialmente a los antibióticos la reducción de la
donde podemos observar la persistencia de los sa- mortalidad, especialmente en sus hijos pequeños,
beres tradicionales, más allá de que hayan desapa- señalando además que una parte de la población
recido o no los curadores tradicionales. Es donde originaria en las décadas de 1940 y 1950 fue ca-
podemos observar la persistencia del mal de ojo, pacitada como “inyeccionista”, es decir fue pre-
de “limpias”, o de las relaciones frío/caliente; así parada para aplicar antibióticos, dado que ese fue
como observar los usos de hierbas convertidas o el objetivo de la capacitación. Pero estos datos
no en medicamentos herbolarios, una parte de los han sido también confirmados en las diferentes
cuales pueden ser comprados en mercados “po- zonas indígenas por el indigenismo de partici-
pulares”, en cadenas internacionales de supermer- pación, así como por los estudios etnográficos y
cados o en tiendas “naturistas”, y por supuesto en por la información epidemiológica durante las dé-
los viejos “huertos” y en los nuevos “jardines” her- cadas de 1980, 1990 y 2000, en las que emergía
bolarios. Es especialmente en los procesos de au- como una constante el reconocimiento por parte
toatención del embarazo y del parto, vigentes aún de los sujetos y grupos originarios de la eficacia
en numerosos grupos étnicos desde Bolivia hasta de la biomedicina junto con la crítica y descon-
México, donde podemos observar no solo su per- fianza hacia el personal de salud.
sistencia sino sus transformaciones, los cambios Pero gran parte de la desconfianza no solo re-
en los saberes tradicionales y la apropiación de fiere al maltrato, sino a que, como observamos en
nuevas formas de atención “paralela”, además de Yucatán a finales de los años setenta, los sujetos y
la emergencia de nuevos curadores para pade- grupos cuestionaban ser atendidos por pasantes, es
cimientos que exigen la existencia de un “otro” decir, médicos aún no titulados profesionalmente,
como curador. y señalaban la frecuente rotación del personal de
Por lo menos, desde la década de 1940, al- salud, así como la frecuencia de sus inasistencias
gunos de los líderes académicos del indigenismo o llegadas tarde a la consulta. Además, establecían
integracionista señalaron reiteradamente la ten- una valoración diferencial entre médico del centro
dencia de los grupos étnicos mexicanos a solicitar de salud y médico de hospital, y entre médico
la instalación de escuelas, caminos, agua potable privado y médico de los servicios oficiales de
y centros de salud en sus comunidades, diferen- salud, e incluso entre las medicinas que les da la
ciando con claridad que dichas demandas van Secretaría de Salud y las medicinas que adquieren
junto con sus denuncias de cómo son tratados en las farmacias. Es decir, tenían una valoración

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más positiva de los servicios y productos privados, los procesos de s/e/a-p, tal vez porque los preocu-
lo cual ha sido confirmado reiteradamente. pados por objetivos políticos, si bien las nombran
Desde hace casi cuarenta años sostengo que realmente incluyen muy escasamente el papel de
la mayoría de los sujetos y grupos étnicos de las cosmovisiones y de las identidades étnicas en
México puede ser que tengan contradicciones en términos de procesos de s/e/a-p; y los preocupados
términos de cosmovisión respecto de la biome- por las cosmovisiones no nos aclaran qué papel
dicina, pero no las tienen en términos de prácticas, cumplirían en los cambios políticos y económicos
lo cual no ignora que existan conflictos culturales de los mundos posibles. O para ser más precisos,
y también sociales, sino que estos necesitan ser señalan y hasta defienden propuestas, pero sin
pensados desde la vida cotidiana de los sujetos y que podamos observar el papel favorable, o no,
grupos. Los que ven conflictos y contradicciones que respecto de los procesos de s/e/a-p pueden
en términos civilizatorios monolíticos y no mo- estar generando las modificaciones en las cosmo-
nolíticos son, sobre todo, ideólogos indianistas visiones e identidades.
y antropólogos sociales, que si realmente inda- Como sabemos, las propuestas alternativas se
garan la vida cotidiana de los grupos étnicos ob- hacen a partir de asumir que los grupos étnicos
servarían que la mayoría de los grupos indígenas son por lo menos “diferentes”, y que es a partir de
no solo no rechazan, sino que, por el contrario, esas “diferencias” que podemos pensar e impulsar
demandan atención y productos biomédicos. Lo otras formas de vida diferentes a las “occiden-
que rechazan frecuentemente, en forma callada, tales” –o si se prefiere capitalistas– incluidas otras
es el tipo de relación médico/paciente, el maltrato formas distintas de atender los padecimientos. Y
del personal de salud, el racismo que les imponen no cabe duda de que en los grupos étnicos existen
las instituciones, darse cuenta que a la mayoría de “diferencias” no solo respecto de la sociedad no
los médicos y de los pasantes no les gusta vivir en indígena, sino respecto de otros grupos étnicos,
sus comunidades rurales. pero ¿en qué consisten en términos de cosmo-
Más aún, si bien existen críticas de los grupos visión, identidad, subjetividad, estas diferencias,
étnicos a la biomedicina en el plano de las repre- como para a partir de ellas impulsar otros mundos
sentaciones sociales, estas no suelen incidir en posibles, incluidas otras formas de atención de
el uso de los productos y servicios biomédicos o los padecimientos? Y es respecto de este aspecto
biomedicalizados, sobre todo en situaciones de nuclear que, desde los procesos de s/e/a-p, ob-
urgencia. Lo cual no niega que haya tabúes, pre- servo que las propuestas son, por lo menos hasta
ferencias, oposiciones a ciertas prácticas y repre- ahora, básicamente ideológicas y de muy escasa
sentaciones biomédicas, pero los estudios sobre precisión técnica y concreción práctica. Lo que
atención y sobre trayectoria de enfermedad nos in- no niega la creatividad y capacidad de lucha de
dican que los grupos sociales, incluidos los grupos una parte de los grupos étnicos americanos y de
étnicos practican una articulación de diferentes sus asesores para obtener tanto el reconocimiento
formas de atención a su alcance, y no un rechazo social y legal, como el cumplimiento de las de-
al “otro” occidental, por lo menos en términos mandas territoriales que posibiliten su autonomía
biomédicos (19,28,29). política y económica.
Ahora bien, ¿qué significan –en términos de
identidad, pertenencia, cosmovisión pero también
de subjetividad– los procesos señalados, dado que LAS ORGANIZACIONES, LAS
estos pueden estar indicando cambios sustantivos IDEOLOGÍAS Y LOS HECHOS
hacia formas occidentales, como sería el caso de la
creciente mercantilización de los curadores tradi-
cionales? (34,36). Entre otros aspectos, esto cues- En varios momentos, durante el siglo XX, sur-
tionaría las expectativas colocadas en el desarrollo gieron en México movimientos ideológico-polí-
de “otro mundo posible” construidas, por lo menos ticos, incluso armados, que intentaron modificar
parcialmente, a partir de las cosmovisiones de los la situación de explotación, marginación y sub-
pueblos originarios. Pero, y lo subrayo, sobre esto ordinación a que estaban sometidos los sectores
sabemos muy poco, por lo menos en relación con sociales subalternos, pero hasta la década de 1970

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dichos movimientos no se hicieron en nombre de personales impulsadas por los programas sociales
la etnicidad. Considero que, por lo menos, una federales y estatales contra la pobreza. Según
parte de las organizaciones de curadores tradicio- esta y otros analistas, el sector salud y otras ins-
nales que subrayan su identidad étnica diferencial tituciones buscaron eliminar o por lo menos su-
y, en algunos casos, opuesta a la cultura y epis- bordinar a las parteras empíricas, como parte de
temología occidental, y que plantearon no solo las políticas neoliberales del Estado mexicano,
formas paralelas de atención de la enfermedad, pero pese a ello las parteras habrían sostenido su
sino que también reclamaron autonomía para ase- autonomía, y junto con otras organizaciones de
gurar las orientaciones propias de su desarrollo, curadores tradicionales, como la Organización
forman parte de dichos movimientos. Pero asu- de Médicos Indígenas del Estado de Chiapas
miendo que dichas organizaciones tuvieron una (OMIECH), en el año 2000 consiguieron la cance-
trayectoria de pocos años, y en su mayoría termi- lación definitiva del proyecto Maya International
naron por languidecer o disolverse. Cooperative Biodiversity Group (ICBG-Maya) que
Es importante subrayar que casi todas estas buscaba apropiarse del saber tradicional sobre la
organizaciones emergieron como paralelas a la flora regional y patentarlo a través de la acción de
biomedicina, y no como opuestas, aunque en profesionales y empresas estadounidenses aso-
algunas experiencias se acentuaron las críticas y ciadas con centros de investigación y organiza-
diferendos con la biomedicina. Y así, por ejemplo, ciones nacionales (62,63).
en Chiapas se formó en 1994 el Consejo de Pero además, la COMPITCH, no solo habría
Organizaciones de Médicos y Parteras Indígenas enfrentado y revertido “las estrategias de control
Tradicionales (COMPITCH), constituida sobre corporativista del Estado mexicano para abogar por
todo por parteras, y que según los documentos la recuperación, conservación y fortalecimiento
de dicha organización, las parteras constituían un de la medicina indígena…” (61 p.107), sino que
reservorio del saber ancestral de sus grupos pero hizo suyas las propuestas del Consejo Nacional
no solo respecto de la salud, sino también de la de Médicos Indígenas Tradicionales (CONAMIT),
“naturaleza”. Más aún que sostiene

La esencia indígena y femenina de los conoci- La necesidad de que en el país se reconozca


mientos de las parteras permitió visualizarlos la existencia del sistema real de atención a
además como saberes integrales que no solo la salud conformada por la medicina aca-
se relacionan con la atención médica sino démica, la medicina tradicional y la medicina
que también definen el cuidado del medio doméstica; y por lo mismo, la necesidad de
ambiente y la alimentación. [Su saber] es un realizar la programación en salud tomando
don otorgado por Dios [y ejercido] desde en consideración la utilización y desarrollo
dinámicas de solidaridad y de reciprocidad de las tres instancias mencionadas [y el
en el entorno social y material, respondiendo derecho de los curadores tradicionales a]
así a la voluntad divina. (61 p.216) participar en la elaboración de políticas y
programas destinados a las comunidades
Se sostiene además que “Los conoci- indígenas. (61 p.105)
mientos tradicionales de las parteras indígenas
del COMPITCH se vuelven la fuente de una re- Estas propuestas en el campo de salud, si
sistencia sociocultural que cuestiona desde una bien venían desarrollándose desde los años se-
lógica y principios propios, la hegemonía del de- tenta, fueron en parte reimpulsadas, para algunos
sarrollo neoliberal que conlleva al genocidio de analistas, contradictoriamente (64), a partir del
su oficio” (61 p.6). Por lo cual, esta organización surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación
decidió –según Araya– defender sus comunidades Nacional (EZLN) en 1994, lo cual posibilitó cues-
de las opresiones biomédicas y de las agresiones tionar el neoliberalismo tanto en términos de cos-
a su medio ambiente, denunciando tanto la pla- movisión, como políticos, a partir de los procesos
nificación familiar aplicada por las instituciones de s/e/a-p, como aparece documentado en el texto
biomédicas, como la imposición de obligaciones de Araya, así como impulsar las organizaciones

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de curadores tradicionales, y fundamentar la ne- profesionalmente. De tal manera que el papel de


cesidad de autonomía de los pueblos originarios a la partera tradicional queda reducido a ciertos
través del uso de sus propias formas de atención a controles durante el embarazo, a la educación
los padecimientos. respecto de los principales riesgos obstétricos, a
Por lo tanto, no puede negarse el proceso la promoción del parto hospitalario y del uso de
organizativo que se dio en los curadores tradicio- anticonceptivos, lo que se tradujo en que en 2013
nales, así como el proceso de lucha ideológica solo el 1,51% de los partos fueran atendidos por
impulsado a través de la reivindicación de la me- parteras tradicionales. Pese a que el discurso del
dicina tradicional no solo en términos de su efi- sector salud reconoce el papel de estas parteras,
cacia técnica, sino de su capacidad para posibilitar en los hechos se las subordina o excluye cada vez
la continuidad cultural y social de los grupos, dado más (66).
que dicho saber médico tradicional constituiría Por lo tanto, no se logró integrar la medicina
la principal área de resistencia ante la expansión tradicional a partir de las propuestas de medicina
de las concepciones “occidentales”, incluidas las “paralelas”, ni mantener ciertos logros obtenidos
biomédicas. como el de las organizaciones de curadores tra-
Unos pocos autores, por lo menos en México, dicionales. Es decir, no se pudo dar continuidad
adhirieron a la propuesta decolonial, de que a estos y otros objetivos, debido a varias razones
el saber tradicional expresa una epistemología entre las cuales destaca el papel directo e indirecto
propia, a partir de la cual engendrar otra ciencia de la biomedicina tanto a nivel del sector salud,
posible. Estas y otras propuestas, durante alrededor como de la difusión de productos biomédicos y
de dos décadas, dieron visibilidad y legitimidad a su legitimación a través de la experiencia de la po-
la medicina tradicional, convirtiendo a los cura- blación, e incluso el reconocimiento dado, sobre
dores tradicionales en interlocutores del Instituto todo en la práctica, por el movimiento zapatista a
Nacional Indigenista (INI) y, en menor medida, del las acciones de tipo biomédico (67,68). Y además,
sector salud y de los programas contra la pobreza, como veremos más adelante, debido a la depen-
por lo menos en algunos contextos nacionales. dencia financiera, técnica e ideológica de las orga-
Pero este proceso no tuvo demasiados re- nizaciones médicas nativas.
sultados por lo menos en el campo de salud en En toda esta trayectoria, aparentemente pa-
los términos alternativos demandados sino que, radojal, cumplieron un papel decisivo el INI
por el contrario, posibilitó un mayor impulso de “participacionista” y una serie de profesionales
la biomedicina en términos de cobertura de ser- progresistas que fueron los que pensaron, planifi-
vicios de salud, incluyendo las zonas indígenas caron e impulsaron los programas de “medicinas
de Chiapas, de tal manera que, según Graciela paralelas”, la reivindicación ideológica y técnica
Freyermuth, como respuesta a la emergencia del de la medicina tradicional, y especialmente la
movimiento zapatista, el gasto total en salud pasó creación de organizaciones de curadores tradi-
en dicho estado de 2,06 millones de pesos en cionales. Prácticamente, la totalidad de las orga-
1998 a 6,443,16 millones en 2012 (65 p.32-33). nizaciones de curadores tradicionales, incluida
Pero además se acentuó la tendencia a la biome- COMPITCH, fue impulsada y/o directamente or-
dicalización del trabajo de una parte de los cura- ganizada por el INI y/o profesionales progresistas,
dores tradicionales, así como la subordinación o en su mayoría médicos, que propusieron parte de
exclusión de las parteras empíricas. los objetivos de dichas organizaciones así como
Desde por lo menos mediados de la década participaron activamente en los procesos de or-
de 1990, el sector salud aplicará toda una serie de ganización, gestión y asesoría, pero subrayando
medidas a nivel nacional, que se incrementarán además que en forma periférica operaron toda
en los últimos años, y que directamente excluyen una serie de intelectuales, que cumplieron bási-
del parto a las parteras tradicionales al establecer camente una función de legitimación académica
que todo parto debe realizarse en instituciones con escasas intervenciones prácticas, aunque ge-
hospitalarias por lo menos del primer nivel, y en nerando propuestas y expectativas ideológicas
las que el parto esté exclusivamente realizado que frecuentemente contribuyeron a distorsionar
por médicos o por personal de salud acreditado la realidad.

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Considero que el texto de Araya, en el campo Como sabemos el INI, la Secretaria de Salud
de los procesos de s/e/a-p, es un ejemplo de un tipo y otras instituciones médicas, así como toda una
de producción académica que busca fundamentar serie de ONG variopintas formaron promotores de
procesos y el papel de actores sociales que les in- salud con orientación biomédica en zonas rurales.
teresa defender, pero a través de información y de Además, desde finales de los años setenta, el INI
interpretaciones/afirmaciones no solo unilaterales, desarrolló programas de capacitación de cura-
sino que tienen, por lo menos en parte, escasa re- dores tradicionales básicamente en la elaboración
lación con los hechos ocurridos y con las caracte- de productos y en la aplicación de tratamientos
rísticas de los actores sociales. Como en la mayoría herbolarios para, en la década de 1990, impulsar
de las zonas indígenas, en los Altos de Chiapas la organización de médicos tradicionales a través
“La partera y el huesero poseen el status más bajo de financiamientos nacionales e internacionales
dentro de la estructura de la práctica curativa in- (34,52,61), excluyendo en forma radical acciones
dígena” (53 p.82), por lo cual la partera empírica de brujería. Y así Gallardo describe y analiza las
no expresa –según los propios curadores tradicio- consecuencias que esta orientación tuvo para
nales– los aspectos centrales de la cosmovisión in- la medicina tradicional en Cherán (Michoacán,
dígena como pretende la autora. Pero además, si México):
bien las parteras participaron en las luchas contra el
proyecto ICBG-Maya, los principales protagonistas A inicios de los ochenta la medicina tradi-
fueron la OMIECH y sus asesores, que además con- cional de Cherán sufrió un cambio que a
taron con el apoyo de ONG nacionales e interna- futuro transformaría su desarrollo. A través del
cionales (62). Justamente, esta situación secundaria INI los especialistas fueron organizados y su
de la partera empírica evidencia la situación de in- práctica se sujetó a una serie de normas nuevas
ferioridad social que tiene la mujer en la mayoría o diferentes. Estas incidieron en las relaciones
de los grupos étnicos, lo cual no desconoce los entre los especialistas y restringieron la utili-
esfuerzos de sujetos y grupos internos y externos, zación de la magia, de la hechicería y de la
como Araya, por elevar el estatus femenino, y por “brujería” como alternativa terapéutica. Así
proponer una autonomía radical de las curadoras a como también modificaron las formas de
partir de sus luchas. Pero como ya hemos señalado, transmisión del conocimiento médico tra-
las parteras no solo no han podido imponer su au- dicional. Antes de los ochenta este saber se
tonomía, como desea Araya, sino que cada vez transfería principalmente de un familiar a otro;
están más excluidas de su principal objetivo como de un adulto con experiencia hacia un joven
curadora: la atención del parto. aprendiz. Ahora, personas adultas pidieron
Por lo cual, los objetivos de Araya deben refe- ser “iniciadas” cambiando el significado cul-
rirse a las representaciones y prácticas dominantes tural de la práctica médica y de las concep-
en los propios grupos étnicos, para no atribuir, ciones tradicionales de salud y enfermedad.
por ejemplo, la subordinación de las parteras ex- La medicina tradicional se transformó en un
clusivamente al sector salud, sino asumiendo la oficio remunerativo… (34 p.157)
subordinación y secundarización de las parteras
en sus propias comunidades tanto en términos de Agrega, además, que todo este proceso “se ha
mujer como de curadora, como parte de los usos traducido en una especie de ‘profesionalización’
y costumbres actuales. A nivel de las autoridades del médico tradicional… [lo que] ha significado que
locales, de la religión y de la sanación, el poder los especialistas hayan convertido a la medicina tra-
ha estado siempre en manos masculinas, y es a dicional en una forma de empleo” (34 p.164).
partir sobre todo de la apelación a los derechos Este proceso significó el reconocimiento ins-
humanos que sujetos y grupos originarios, ONG, titucional de los curadores tradicionales por parte
asesores y otros grupos organizados, están tratando del INI y, en menor medida, por instituciones del
de modificar estas relaciones de poder interno que sector salud, lo que se expresó a través de talleres,
son parte no sé si de la cosmovisión, pero sí de reuniones y congresos organizados y financiados
los usos y costumbres de la mayoría de los grupos por estas instituciones, así como en la entrega de
étnicos, y no étnicos de México. diplomas que los acreditaban como curadores

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tradicionales. La capacitación de las parteras em- Y así, por ejemplo, para algunos de ellos la cuestión
píricas, así como la construcción de hospitales de la disminución, desaparición o transformación de
mixtos o interculturales legitimaron inicialmente los curadores tradicionales y especialmente de los
a los curadores tradicionales, pero también con- shamanes, se convierte en una especie de cruzada
tribuyeron a la biomedicalización, instituciona- y en una búsqueda o justificación de la existencia
lización y subordinación de una parte de dichos y persistencia de los shamanes, aun cuando todos
curadores, así como a su mercantilización. Y, jus- los datos indican que, por lo menos, para Yucatán
tamente, muchos de los conflictos que se van a y para los Altos de Chiapas los shamanes han des-
suscitar dentro de algunas de las organizaciones de aparecido, están en vías de extinción o los encon-
curadores tradicionales, así como la emergencia tramos reemplazados y a veces transformados en
de nuevos curadores o la transformación de otros, curadores tipo new age.
tendrán que ver con cuestiones económicas, y con Ahora bien, en términos políticos no me
procesos de biomedicalización basados en la uti- preocupan tanto los sesgos académicos, sino el
lización de medicamentos de patente, lo que ya papel de los líderes indianistas. Y es por ello que,
podía observarse desde mediados de la década de frente a los discursos de los líderes que apelan a
1970 por lo menos en Yucatán (28,29). la cosmovisión y el saber de los pueblos origi-
Correlativamente, como ya señalé, las organi- narios, me pregunto si a través de dichos líderes
zaciones de curadores tradicionales, creadas por el habla el conjunto de la población indígena; si los
INI en forma directa o inducida, permanecieron en líderes expresan las demandas y necesidades de
una situación de dependencia financiera y técnica. la población, o si hablan básicamente a partir de
Y si bien observamos intentos de autonomía en sus propios objetivos políticos e ideológicos, que
varias de estas organizaciones, dichos intentos no pueden expresar –o tal vez no– los objetivos de
solo fueron escasos, sino que concluyeron, salvo los sujetos y conjuntos sociales. Por lo cual sería
excepción, en el repliegue o desaparición de estas importante observar a través de estudios el distan-
organizaciones. Y una de las razones básicas de ciamiento o la convergencia que existen entre los
este proceso fue la reducción o directamente la discursos de los líderes etnicistas y también no et-
falta de financiamiento. Es decir, estas organiza- nicistas, y las representaciones y prácticas de los
ciones –así como los procesos de capacitación– sujetos y grupos que dichos líderes representan.
fueron pensadas e impulsadas desde fuera de los Considero que, en función de sus propios ob-
grupos étnicos, y por profesionales que no per- jetivos, una parte de los líderes se distancian cada
tenecían a ellos, aun cuando habían establecido vez más de las prácticas de la población, por lo
relaciones, a veces, muy profundas con los grupos menos respecto de los procesos de s/e/a-p, y pese
étnicos. Los objetivos y las actividades, así como a que dichos líderes saben de los usos cada vez
los congresos y talleres fueron propuestos, finan- más constantes de la biomedicina por los grupos
ciados y coordinados por los asesores, y no por étnicos. Aclaro que no estoy proponiendo que el
los curadores tradicionales. Lo cual no niega, que saber del “pueblo” es el correcto, y que no lo es el
una parte de los curadores tradicionales tuvieran de los líderes, sino que lo que me interesa es esta-
una participación activa en el desarrollo y mante- blecer el saber de los sujetos y grupos que operan
nimiento de los objetivos de estas organizaciones en la realidad: si estos se oponen en la práctica a
e intentaran darle continuidad. los usos biomédicos, y si los líderes trabajan o no
Pero reitero que, si bien reconozco los obje- con dichos saberes o los reformulan ideológica-
tivos ideológicos y técnicos que guían estas lecturas mente en función de sus propios objetivos.
y acciones por parte de los asesores profesionales Cuando una parte de estos líderes cuestiona
y por líderes indianistas buscando un sujeto au- que las organizaciones de médicos indígenas
tónomo, persistente y opuesto o, por lo menos, venden sus productos medicinales, y proponen
cuestionador de “Occidente”, no termino de en- que los curadores tradicionales formen parte de
tender la lógica que opera en los antropólogos cuyo los equipos de salud y reciban salarios y presta-
campo de acción es, en la inmensa mayoría, ex- ciones, podemos entenderlo, por un lado, como
clusivamente académico, más allá de que de tanto cuestionamiento al mercantilismo médico y, por
en tanto firmen –firmemos– denuncias colectivas. otro, como forma de subrayar las obligaciones

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sociales de un estado neoliberal que trata de des- va constituyendo en una de las principales ame-
entenderse de por lo menos una parte de ellas. nazas a la salud, especialmente para los países pe-
Pero dichas propuestas tienen poco que ver, no riféricos, dada la posible expansión de las viejas y
solo con los objetivos y la ideología del sector nuevas enfermedades infectocontagiosas. Lo cual
salud, sino también con los objetivos y necesi- no ignora que, según la OMS, el 80% de la po-
dades de la medicina tradicional entendida en blación de los países en desarrollo depende de la
términos de cosmovisión; aunque sí puede tener medicina tradicional para resolver los problemas
que ver con las necesidades de una parte de los de salud más comunes y frecuentes y que, según
curadores tradicionales. la OPS, el 80% de la población indígena de las
Américas utiliza los curadores tradicionales como
principal prestador de asistencia sanitaria (69
BIOMEDICINA: LAS CRÍTICAS p.37), aunque considero que este último dato es
EQUIVOCADAS producto de una manera “tradicional” de producir
etnografías o encuestas dado que, por ejemplo, no
consideran que una parte creciente de la población
La biomedicina es la forma de atender y pre- originaria, incluidos los curadores tradicionales,
venir enfermedades que más se expande a nivel utilizan fármacos.
mundial. Análisis, frecuentemente superficiales, Sin embargo, lo importante a asumir es que
señalan la expansión de formas “orientales” de si bien la mayoría de la población del planeta
atención y sanación en los países occidentales, no tiene acceso a la atención biomédica, obser-
pero sin informar sobre la constante expansión vamos una tendencia constante a la expansión de
de la biomedicina sobre las sociedades asiáticas la biomedicina a través de fármacos, como es el
y africanas. caso de la India y los países del BRICS que, recor-
Actualmente la India, uno de los países que demos, constituyen casi el 50% de la población
exportaría en forma directa e indirecta gran parte mundial. Este proceso de expansión también po-
de las técnicas de sanación no occidentales, es el demos observarlo a través de la lucha contra el
país que tiene el más alto consumo de antibióticos VIH-sida en países africanos y del sudeste asiático
del mundo, lo cual se ha convertido en un hecho y, más recientemente, con la epidemia de Ébola,
casi imposible de contener dada la facilidad con ya que en un país africano como Liberia donde
que la población hindú tiene acceso a estos medi- solo existen 120 médicos para 4 millones de per-
camentos, y a la masividad de su consumo. Dicha sonas, a principios de 2015 se estaban probando
masividad es producto, al igual que en Occidente, varias vacunas para inmunizar a la población. La
de la fuerte tendencia de los médicos hindúes a biomedicina, como parte del sistema capitalista
recetar antibióticos innecesariamente, a los inte- en sus diferentes variantes, tiende a la expansión
reses y presiones de la industria químico/farma- constante para asegurar su reproducción, por lo
céutica, así como a la rápida eficacia encontrada cual desde sus objetivos intencionales y funcio-
en los antibióticos por la población hindú. Una nales todavía hay una enorme población que la
de las paradojas de este proceso es que, para re- está aguardando a partir de sus propios objetivos
vertir esta tendencia, se está reimpulsando el uso y necesidades.
de las medicinas ayurvédica, siddhi, yumani, yoga Cuando en la década de 1970, intelectuales
y también la homeopatía, aunque sin conseguirlo, latinoamericanos preocupados, tanto por las
por lo menos hasta ahora. orientaciones negativas que se estaban dando
Ahora bien, el 76% del incremento en el uso dentro de la biomedicina, como por la partici-
de antibióticos durante el período 2010-2013 se pación popular en salud, proponían como modelo
concentra en los países que integran el BRICS (k), alternativo o por lo menos complementario de
al cual pertenece India. Si bien para algunos ana- atención de la enfermedad, a los promotores de
listas, el BRICS puede constituir una alternativa salud denominados “médicos descalzos” que
económica de ayuda a países latinoamericanos, no había impulsado el maoísmo en China, no seña-
cabe duda que no lo es respecto de ciertos procesos laron que dichos promotores de salud no fueron
de s/e/a-p, ya que la resistencia a los antibióticos se a las comunidades rurales solo para rescatar las

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medicinas tradicionales locales, sino principal- la población de estos países africanos –alrededor
mente para impulsar las actividades biomédicas de 366 entre principios de marzo y finales de di-
de vacunación, de atención del parto, y las que ciembre de 2014 (72)– fueron médicos y personal
tienen que ver con la higiene personal y el sa- sanitario biomédico, algunos de los cuales fueron
neamiento del medio ambiente. La rehabilitación asesinados cuando trataban de desarrollar tareas
de la medicina china bajo el maoísmo tuvo sobre preventivas (m). Lo cual implica reconocer, más
todo un objetivo ideológico, tal como –según allá de las críticas que podemos hacer a la bio-
algunos autores– está ocurriendo actualmente medicina, su notable hegemonía actual y, a través
con la medicina tradicional en el caso de algunos de ella, la persistencia de la hegemonía occidental
países latinoamericanos (70). no solo en términos científicos y técnicos, sino
Pero lo que me interesa subrayar es que la también culturales e ideológicos. Que además,
medicina tradicional china se articuló ideológica- y lo subrayo, constituye la forma más insidiosa
mente con el impulso a la biomedicina, dadas las del poder hegemónico, dado que la biomedicina
características atribuidas a esta última. Y así el go- aparece como un referente universal que está más
bierno comunista chino impulsó la medicina occi- allá de cada cultura, sociedad o nación. Y por eso
dental, más allá de sus críticas y enfrentamientos tanto las sociedades occidentales, como todos los
con los países capitalistas “occidentales”, dado países a nivel mundial, impulsan el uso de la bio-
que la biomedicina, si bien se concretiza dentro medicina, e incluso proponen la construcción de
de países capitalistas, no se identifica con ningún sistemas de salud generales y gratuitos basados
régimen político ni ideológico ni siquiera cultural en la biomedicina como, por ejemplo, es el caso
(l), sino que se identifica con “la ciencia”. Más aún, actual del gobierno proindígena de Bolivia.
las únicas organizaciones internacionales referidas Ahora bien, y retomando los interrogantes
a los procesos de s/e/a-p, y en las cuales participan formulados previamente, no cabe duda de que
oficialmente todos los países, son de tipo bio- por lo menos en América Latina asistimos a una
médico, como ocurre con la OMS, con el Fondo constante expansión de la biomedicina, pero
de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dicha expansión ¿implica modificaciones en las
y, en cierta medida, con Médicos Sin Fronteras. identidades y cosmovisiones de nuestros grupos
Mientras que las medicinas “paralelas” solo han étnicos? Y, sobre todo, dichas modificaciones ¿han
dado lugar al desarrollo de redes más o menos sido tenidas en cuenta por los líderes de los movi-
minoritarias de usuarios y/o de profesionales, fre- mientos étnicos y por sus intelectuales orgánicos?
cuentemente asociadas a la biomedicina y cuya Yo no tengo respuestas seguras respecto de estos
continuidad está permanentemente en duda. interrogantes, dado que no contamos con estudios
Como ya lo señalamos, cuando a principios profundos sobre estos aspectos, aunque sí con
de la década de 1980 surgió una nueva enfer- una diversidad de opiniones fuertemente ideolo-
medad llamada VIH-sida, o en la actualidad con la gizadas. De los materiales analizados y respecto
expansión del Ébola, los países a nivel individual y del primer interrogante surge que, por lo menos
colectivo buscaron y siguen buscando la solución en parte, las cosmovisiones y sobre todo las prác-
en productos y concepciones biomédicas, y no ticas, respecto de los procesos de s/e/a-p, se están
en la medicina mandarina, en la medicina ayur- modificando en los grupos étnicos americanos. En
védica, en las medicinas tradicionales africanas o países como México se señala que las represen-
latinoamericanas ni en las medicinas new age. O taciones sociales de determinados grupos étnicos
mejor dicho, muchos las siguen buscando en las respecto de la enfermedad y su tratamiento se han
medicinas “paralelas”, pero hasta ahora la única ido modificando especialmente por la influencia
que aplica soluciones parciales o más o menos de las iglesias católicas y protestantes. Además, la
definitivas para el VIH-sida o para el Ébola es la reducción, desaparición o transformación de los
biomedicina. Las acciones biomédicas no solo curadores más emblemáticos en términos de cos-
consiguieron reducir la expansión del virus y la movisión, es decir, los shamanes, evidencia, por
mortalidad generada por él, no solo están desarro- lo menos, la pérdida de alguno de los principales
llando vacunas para controlarlo en el futuro, sino sostenes y reproductores de las cosmovisiones.
que los que enfermaron y murieron por salvar a Lo cual en cierta medida se verifica, como ya lo

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señalamos, a través de lo que está ocurriendo con El segundo caso es por lo menos paradójico.
los sueños y con los “lectores” de estos, por lo Como sabemos, Cuba ha desarrollado una industria
menos en los Altos de Chiapas. Pero también se de la atención médica que cumple funciones eco-
observa en una serie de procesos, de los cuales nómicas e ideológicas para el gobierno cubano, y
solo presentaré tres que expresan situaciones dis- que ha evidenciado su gran capacidad técnica y
tintas aunque complementarias. solidaria en gran cantidad de situaciones graves,
Como sabemos, entre los mayas yucatecos, especialmente en países periféricos. En función de
los shamanes tienen un papel decisivo en la rea- ello, Cuba ha establecido acuerdos para instalar
lización de rituales colectivos vinculados con en las comunidades más pobres y marginadas ru-
enfermedades, con la producción agrícola, o con rales y urbanas de varios países latinoamericanos,
ceremonias familiares, existiendo además una médicos cubanos a tiempo completo, recordando
diferenciación estratificada entre “maestros” y que, en naciones como Bolivia, gran parte de esas
“aprendices” en el manejo de estos rituales. Según comunidades son indígenas.
algunos analistas se está dando una situación cada La paradoja radica en que dichos médicos cu-
vez más común, según la cual los jmeeno’ob con banos caracterizados por su excelente formación
cierto reconocimiento deciden dedicarse única- técnica, y por el buen trato a los pacientes como
mente a realizar curaciones y autoexcluirse de lo han demostrado las evaluaciones de su des-
los rituales colectivos agrarios por ser estos muy empeño, se caracterizan por una formación bio-
“peligrosos” y/o muy “cansados”; además de que médica que excluye toda consideración científica
ello implica abandonar la milpa (plantío de maíz), y técnica respecto de las medicinas tradicionales,
la familia, el trabajo, según ellos mismos expresan y de las creencias religiosas. Más aún, nos encon-
(73). Por consiguiente, dejan encargados de los tra- tramos con la paradoja de que sujetos de origen
bajos grandes o colectivos a jmeeno’ob en proceso indígena, a partir de sus objetivos personales, y
de instrucción (73 p.186). Los “maestros” se dedi- comunidades originarias latinoamericanas han
carían exclusivamente a actividades terapéuticas, decidido ir a estudiar o enviar jóvenes a estudiar
porque además “suelen obtener remuneración medicina en Cuba, pese a que la formación que
económica importante” (73 p.186). obtienen cuestionará aspectos centrales de las
Pero un aspecto básico que señalan estos cosmovisiones indígenas respecto de los procesos
autores es que uno de los principales rituales de s/e/a-p (n).
comunitarios que realizaban los shamanes yu- El tercer proceso refiere a los hospitales
catecos es el ritual agrario ch’a chák, el cual ha mixtos o interculturales que, en los casos que co-
disminuido notoriamente, dado que la población nozco para México, ninguno ha sido demandado
maya trabaja cada vez menos en la milpa debido por los grupos étnicos, sino que han sido pro-
a la baja remuneración obtenida. Por lo cual va puestos y organizados por el INI o por los go-
desapareciendo uno de los principales espacios biernos de algunos estados, subrayando que los
de reproducción de la cosmovisión e identidad hospitales interculturales del estado de Puebla han
maya, subrayado por los autores mencionados. sido construidos como parte de las actividades de
Si bien estos rituales agrarios ya se estaban redu- ecoturismo relacionadas con el denominado Plan
ciendo a finales de los años setenta según obser- Puebla/Panamá (74 p.394). La mayoría de los cu-
vamos entre 1977 y 1980 en la zona yucateca de radores tradicionales se han opuesto a dichos hos-
Ticul; lo más significativo es que conjuntamente pitales, ya que para los curadores chiapanecos, por
con esta reducción, los shamanes importantes ejemplo, en estos hospitales se descontextualiza la
dejan de participar en ellos, delegándolos en práctica médica tradicional, señalando que “no es
aprendices, mientras se dedican exclusivamente posible juntar a los doctores con los médicos tradi-
a realizar actividades terapéuticas mercantili- cionales porque las medicinas son muy diferentes,
zadas. Y todo ello, dentro de un desarrollo de no tienen nada que ver con las otras” (52 p.94-95).
tendencias sanadoras tipo new age impulsadas Una de las razones por la cual una parte de los cu-
por el gobierno, por intelectuales y por sectores radores tradicionales se interesaron por trabajar en
sociales medios, relacionadas en gran parte con estos hospitales es económica, pues pensaban que
el turismo. tendrían una demanda que les redituaría ganancias

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y, por ello, en el hospital mixto de Cuetzalan y del papel hegemónico de la biomedicina y de


(México) se había propuesto la atención diaria, sus efectos positivos sobre los padecimientos que
pero que a partir de 1994 se redujo solo a los más afectan a las comunidades indígenas, tienden
jueves y domingos, que son los días de mercado. a sostener a nivel de discurso la defensa de una
En los hospitales mixtos de Puebla la demanda no “tradicionalidad” que opera en términos ideológi-
solo es muy escasa, sino que parte de esa demanda co-políticos como justificación de sus propuestas
corresponde a sectores no indígenas. etnicistas sin desconocer por ello el papel de la
Es importante subrayar que, en la mayoría biomedicina, pero colocando el peso del discurso
de los países latinoamericanos, los hospitales y en la “tradicionalidad”. Y este discurso comple-
centros de salud interculturales han evidenciado mentario, que no es doble discurso, es el que por
los mismos problemas, incluso en el país con una parte apoya el mantenimiento ideológico de
mayor porcentaje de población originaria, ya que una identidad étnica propia, al mismo tiempo que
en Bolivia, al igual que en México, los centros incluye lo que la población indígena hace en la
de salud mixtos no fueron solicitados por la po- vida cotidiana, es decir, utilizar tanto lo tradicional
blación indígena ni por los curadores tradicionales como lo biomédico.
sino que fueron pensados y organizados por las Considero que el caso boliviano evidencia casi
ONG, los antropólogos sociales y algunos funcio- paradigmáticamente lo que estamos señalando,
narios. Al igual que en México, se caracterizan dado que el gobierno de Evo Morales no solo tiene
por la falta de demanda por parte de la población un discurso identitario referido a la medicina tra-
indígena (75,76).Y así, por ejemplo, en el hospital dicional, sino que ha creado un Subministerio de
intercultural, localizado en San Pedro de Curva, Medicina Tradicional y Salud Intercultural pero,
comunidad relativamente cercana al lago Titicaca, sin embargo, los recursos para la salud del estado
durante los años 2003, 2004 y 2005 hubo 34 vi- boliviano no van hacia la medicina tradicional sino
sitas de pacientes al consultorio de medicina tradi- que, en su totalidad –y subrayo en su totalidad–,
cional, es decir 11 consultas por año, de las cuales van hacia personal y acciones biomédicas (76,78).
18 fueron de turistas extranjeros (77). Más aún, el gobierno boliviano plantea desarrollar
Si bien la poca demanda de atención que se un sistema de salud universal basado en la bio-
observa en estos hospitales, así como el rechazo medicina, dado que es una de las principales de-
de trabajar en ellos por la mayor parte de los cura- mandas de la población. Y recordemos que Bolivia
dores tradicionales, expresan su fracaso, considero es el país con mayor porcentaje de población in-
que la existencia de estos hospitales evidencia las dígena, ya que para finales de 2010 constituía el
concepciones y relaciones de hegemonía/subal- 50% de dicho país, mientras que en México solo
ternidad que constantemente se lanzan a la po- corresponde al 13% (69).
blación indígena y no indígena, ya que más allá de Es decir que la medicina tradicional, como
su subutilización, dichas instituciones ponen de parte sustantiva de la cosmovisión e identidad
manifiesto los recursos diferenciales que utilizan de los grupos étnicos, es usada, junto con otros
la biomedicina y la medicina tradicional, el lugar saberes tradicionales, a nivel de discurso polí-
marginal que tienen los servicios tradicionales tico-ideológico, mientras que en los hechos se
dentro del hospital, las características diferenciales impulsa y financia la biomedicina. Lo cual no
de los consultorios y salas de espera, así como las supone la negación, y menos aún desprecio y/o
“distancias” sociales que operan entre curadores subvaloración de la medicina tradicional por los
biomédicos y tradicionales. Lo interesante es que dirigentes políticos bolivianos, sino reconocer
las propuestas y la puesta en funcionamiento de que la eficacia técnica y la legitimación social
estos centros de salud interculturales se hicieron están colocadas en una biomedicina, que además
pensando en que ayudarían a cuestionar las rela- es cada vez más demandada y usada por los
ciones de hegemonía/subalternidad; más aún, al- pueblos originarios. Esta conclusión es reforzada
gunos las veían como contrahegemónicas. por el hecho de que, en 2014, Evo Morales volvió
En el caso del segundo interrogante, considero a ganar las elecciones presidenciales, obteniendo
que una parte de los líderes políticos y de los inte- la mayoría de votos en todas las zonas indígenas,
lectuales orgánicos, si bien saben de la expansión incluso en aquellas donde pocos años antes se

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generaron conflictos por cuestiones territoriales. si se convierten en parte de su cultura, más allá de
Un presidente que, además, accede ritualmente a que a nivel verbal se impugnen la sociedad y los
su cargo presidencial a través de ceremonias más valores “occidentales”.
o menos ancestrales. En términos de movimientos étnicos y sobre
Como sabemos, en América Latina tenemos todo de sus objetivos políticos, tanto entre los lí-
líderes políticos e intelectuales que denuncian deres como entre quienes se dedican a analizar
no solo la penetración de la biomedicina en las procesos políticos, observamos que las cosmovi-
sociedades nativas, sino que subrayan la incom- siones, y en particular las que se expresan a través
patibilidad entre las cosmovisiones indígenas y de los procesos de s/e/a-p, constituyen procesos
las occidentales, lo cual se evidenciaría a través secundarios y frecuentemente irrelevantes más
de los procesos de s/e/a-p; propuestas que cada allá de los usos tácticos y coyunturales que hagan
vez tienen menos que ver con lo que realmente de estos. Más aún, considero que existe toda una
hacen los grupos étnicos con dichos procesos, serie de procesos de s/e/a-p a través de los cuales
lo cual inevitablemente los lleva a un distancia- se evidencia la penetración biomédica en los usos
miento con dichos grupos. Considero que estos y costumbres de los grupos étnicos, pero que casi
líderes políticos y, sobre todo, algunos intelec- no han generado en los líderes políticos y acadé-
tuales (79), no han descripto y menos trabajado micos reflexiones sobre los cambios en las cos-
sobre los procesos de s/e/a-p que operan en los movisiones indígenas referidas a la enfermedad
grupos étnicos, sino que sus referencias a la bio- y su atención y prevención afectadas por dicha
medicina las utilizan en función de sus objetivos penetración. Algunas de las más fuertes y cons-
ideológicos, y en menor medida políticos. Más tantes agresiones físicas y culturales impulsadas
aún, las utilizan desde perspectivas etnicistas de por el sector salud han sido muy poco denun-
tipo nacionalista o socialista, o a través de una ciadas por los líderes indianistas, por las ONG y
articulación de ambas, para impugnar tanto al por los académicos. Y me refiero a los programas
capitalismo como a la cosmovisión occidental de planificación familiar y de salud reproductiva
en función de sus objetivos económico-políticos, impulsados, especialmente, desde mediados de la
que cuando logran institucionalizarse, por lo década de 1970 hasta casi finales de la de 1990
menos hasta ahora, han concluido en alguna por el sector salud de la mayoría de los países
variante de capitalismo. Esto ha sido analizado latinoamericanos y del Caribe. Programas que
para procesos muy dispares ocurridos en países buscaron reducir radicalmente las tasas de nata-
de América Latina y del Caribe (27), incluso res- lidad, y en los cuales la esterilización de mujeres
pecto de la trayectoria del EZLN (80-82) para evi- se constituyó en la principal técnica de control de
denciar los usos de la etnicidad como estrategia la natalidad (5).
política, pero recordando que los usos del etni- Ahora bien ¿por qué la mayoría de las ONG
cismo como estrategia política fueron llevados, afines y no afines a los grupos étnicos, que tra-
entre las décadas de 1920 y 1940, casi hasta bajan sobre procesos de s/e/a-p, especialmente
sus últimas (¿?) consecuencias por movimientos las que trabajan sobre salud reproductiva, de-
sociales y organizaciones políticas europeas, nunciaron y se opusieron tan poco a las esterili-
aunque con objetivos muy diferentes. Por lo cual, zaciones; o cuando las denunciaron, lo hicieron
como ocurre en la mayoría de los procesos, los durante un pequeño lapso, pese a que la esteri-
usos de la etnicidad y sus consecuencias deben lización sistemática duró más de dos décadas?
ser referidos a las fuerzas sociales que se hacen Pero además ¿por qué la gran mayoría de los mo-
cargo de ella y no a la etnicidad en sí (3). vimientos indianistas casi no dijeron nada al res-
Ahora bien, más allá de la validez de dichos pecto, no formando parte de sus demandas ni de
usos instrumentales, una de las principales cues- sus luchas? Estas ausencias son aún más notorias
tiones para nosotros está en observar si las repre- porque el lapso de mayor intensidad de la apli-
sentaciones y las prácticas biomédicas penetran, cación de los programas de planificación familiar
modifican, hegemonizan o no los comporta- y, especialmente, de esterilizaciones coincide con
mientos, las cosmovisiones o, si se prefiere, los el periodo de mayor frecuencia e intensidad de los
usos y costumbres de los grupos étnicos. Es decir, movimientos indios en América Latina.

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¿Será acaso que las esterilizaciones de mujeres del “machismo” mexicano. Pero ahora no vamos
no afectan la identidad y la cosmovisión étnica? Y a analizar estos aspectos, que no obstante serían
si fuera así ¿qué sería entonces lo que las afecta? parte de la cosmovisión o de los usos y cos-
Si bien en varias regiones indígenas mexicanas tumbres del campesinado mexicano indígena y
–como la de los Altos de Chiapas– hubo una opo- no indígena y que, sin embargo, se modificaron
sición silenciosa a dichos programas, sin embargo, rápidamente en la mayoría de los contextos na-
en Yucatán –el estado mexicano con mayor por- cionales, sin que casi se dieran oposiciones a las
centaje de población indígena– hubo un rechazo esterilizaciones.
muy escaso no solo a las esterilizaciones sino a La planificación familiar fue el mecanismo a
las histerectomías (83). Pero más allá de reconocer través del cual en México se redujo el número de
estas diferencias entre grupos mayas, necesitamos hijos por mujer de 6,5 en la década de 1970 a 2,2
preguntarnos ¿qué expresan esas omisiones en el en la actualidad; y cuyo alto número no solo tenía
caso de las ONG y sobre todo de los movimientos objetivos económicos para los campesinados in-
indígenas? Mientras en el caso de la mayoría de las dígenas y no indígenas, sino que evidenciaba la
ONG, incluidas las feministas radicales, expresa fuerza genésica masculina, y la gran fertilidad
por una parte conflictos ideológicos y éticos, dado femenina en una articulación de concepciones
que en gran medida están de acuerdo con la pla- cristianas y precristianas. Pero además la plani-
nificación familiar, aunque frecuentemente no en ficación familiar en sus propuestas y acciones
la forma en que es aplicada; por otra, dichas ONG iniciales implicó que fuera el Estado quien impu-
suelen estar “atadas” a financiamientos que pro- siera/sugiriera el número de hijos a tener, y no el
mueven dicha planificación (84). Es decir, tanto varón o el grupo familiar; más aún fue el Estado
por sus objetivos ideológicos feministas, por sus quien colocó en la mujer y no en el varón la posi-
concepciones biomédicas, como por sus fuentes bilidad de un real control de la natalidad. Pero esa
financieras de mantenimiento, investigaron muy inducción del Estado ha sido asumida, según al-
poco, y menos aún se movilizaron contra las gunos expertos, por la población: “En Chiapas las
esterilizaciones. mujeres están teniendo menos hijos que nunca y
En el caso de los movimientos étnicos tengo les gustaría que sus hijos, a su vez, tuvieran menos
pocas explicaciones más allá de asumir, como hijos” (74 p.158). Y podríamos seguir abundando
señalé previamente, que la mayoría de los líderes en posibles contenidos de la cosmovisión y de la
se ha preocupado escasamente por el papel de identidad indígena, así como en los mecanismos
los procesos de s/e/a-p en el desarrollo de sus de transformación a través de procesos de s/e/a-p,
objetivos y movilizaciones políticas, aun cuando pero lo que ahora me interesa subrayar es la
pueden llegar a utilizarlos ideológicamente como escasa o nula movilización de los movimientos
parte de sus estrategias etnicistas; lo cual no es nativos respecto de un proceso, durante el cual las
solo una característica de estos grupos, sino de los instituciones del sector salud también trataron de
movimientos sociales liderados, en su mayoría, esterilizar a varones indígenas (o).
por varones. Pero ocurre que la planificación fa-
miliar, y aún más las esterilizaciones, no consti-
tuyen procesos secundarios y menos invisibles, IDEOLOGÍAS, PROYECTOS Y
aun cuando los medios de comunicación masiva POSIBILIDADES
difundieron fuertemente la planificación familiar,
pero silenciaron las esterilizaciones, en lo cual
convergieron con las ONG, con los movimientos De los procesos de s/e/a-p analizados surgen
indios y con el sector salud. Necesitamos subrayar algunos hechos interesantes que trataré de sinte-
que la planificación familiar y, sobre todo, las este- tizar. En principio observamos que el papel dado
rilizaciones, no solo violentan a la mujer, sino que a las cosmovisiones indígenas como alternativa
se supone violentan una masculinidad que hasta social e ideológica no va más allá, por lo menos
hace pocos años sostenía que “la mujer siempre hasta ahora, de las retóricas académicas y polí-
debe estar cargada, como el fusil”, y que era se- ticas, dado que el principal reservorio y operador
ñalado como uno de los principales indicadores de dicha cosmovisión, según los especialistas, es

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decir, los curadores tradicionales, no es realmente ciertos objetivos, los resultados son por lo menos
tomado en cuenta en términos políticos ni econó- preocupantes desde las perspectivas etnicistas. La
micos tanto por los líderes movimientistas, como información indica que sigue expandiéndose la
por los grupos étnicos que han accedido al poder. biomedicina; que se reducen, desaparecen o se
Más aún, asistimos a un proceso de desaparición o subordinan una parte de los curadores tradicio-
de transformación de la mayoría de los principales nales; que las organizaciones de médicos tradi-
curadores tradicionales, sin que esto preocupe en cionales han desaparecido, reducido el número
términos políticos ni ideológicos. de miembros o se han limitado a un mínimo de
Si bien la defensa y legitimación de la me- acciones, y que las expresiones autonómicas en
dicina tradicional se monta, en gran medida, sobre términos de objetivos y organización, si bien
su eficacia respecto de ciertos padecimientos y su siempre fueron escasas, actualmente han desapa-
papel en la cohesión, pertenencia e identidad de recido. Más aún, la orientación hacia una práctica
los grupos, así como en su diferenciación y crítica de los curadores tradicionales basada en la her-
de la medicina, no sé cuál es su propuesta de bolaria y la exclusión de los aspectos “mágicos”
sector, y ello por dos razones básicas. En primer impulsada por el INI, por las diferentes iglesias
lugar, porque no sabemos cómo a través de la me- cristianas, por funcionarios de los gobiernos esta-
dicina tradicional vamos a reducir o eliminar las tales y/o por institutos de investigación; así como
enfermedades de las cuales muere la población el creciente uso de fármacos y la mercantilización
en los diferentes contextos étnicos y no étnicos de la atención por una parte de los curadores
(p). Y, segundo, porque sabemos que la medicina tradicionales, indica la falta y/o reducción de su
tradicional no ha podido reducir las principales autonomía técnica, así como la penetración no
causas de muerte en sus propios grupos étnicos, solo técnica sino ideológico-cultural de la biome-
debido en gran medida a que la mayoría de los dicina. De hecho, la medicina tradicional (r) que
padecimientos a través de los cuales se reconoce se expande es la que se expresa a través de formas
la eficacia de los curadores tradicionales tiene de sanación new age o similares.
que ver con padeceres generados por relaciones Como lo señalamos, la casi totalidad de pro-
sociales, especialmente los que se organizan en cesos organizativos, objetivos técnicos e ideo-
torno a la envidia, a las transgresiones sociales, al lógicos y cuestionamientos fueron generados,
no cumplimiento de normas y rituales. Lo cual no impulsados, asesorados y/o financiados por insti-
niega el papel que puede cumplir a nivel micro- tuciones y/o profesionales e intelectuales que no
grupal y comunitario tanto de eficacia simbólica pertenecen a los grupos étnicos, y de los cuales
como técnica (51) (q), pero que implica un trabajo las organizaciones mantuvieron una dependencia,
teórico y práctico de justificación y articulación por lo menos parcial, a través de todo el proceso.
que, no niego que exista, pero que desconozco Gran parte de las críticas a la biomedicina, como
por lo menos para México, ya que una cosa es la validación técnica y cultural de la medicina
defender la medicina tradicional en términos ideo- tradicional, por dar dos ejemplos, no surgen de
lógicos y técnicos, y otra pensarla en términos de los grupos étnicos sino de las elaboraciones de
políticas de salud/enfermedad. Por lo cual, creo profesionales, académicos y de intelectuales más
que una de las tareas básicas para los analistas o menos orgánicos. Lo cual no cuestiono, sino
y sobre todo para los líderes indianistas es justa- que recuerdo para tratar de entender por qué en
mente pensar e impulsar esta posibilidad. México, luego de más de dos décadas de trabajo
A través de los materiales analizados obser- organizativo, las organizaciones de curadores
vamos un proceso de organización y empodera- desarrolladas en nombre de las cosmovisiones y
miento de los curadores tradicionales, de defensa técnicas sanadoras tradicionales decaen hasta casi
de la medicina tradicional y de sus curadores en desaparecer. Y, paradojalmente, se desarrollan
términos de su eficacia simbólica, social y física, nuevos curadores que utilizan algunas de las ca-
que incluyó la demanda de su legalización; un racterísticas de los curadores tradicionales, pero a
cuestionamiento de las concepciones y prácticas partir de propuestas de tipo new age.
biomédicas, así como propuestas e intentos de au- Por supuesto que respecto de lo ocurrido, y
tonomía. Y si bien, como se señaló, se lograron de nuestras interpretaciones, puede aducirse que

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si bien no se lograron gran parte de los objetivos, problematiza no solo lo que está ocurriendo en tér-
se desarrollaron procesos de aprendizaje, que más minos políticos con los movimientos indígenas en
adelante, sobre todo cuando surjan coyunturas México, sino también las interpretaciones de los
favorables, podrían ser retomados. Lo cual es co- analistas, ya que tanto en los procesos de s/e/a-p
rrecto, pero en la medida en que asumamos que como en los procesos específicamente políticos
gran parte de los procesos de empoderamiento, au- observamos similares trayectorias, que sintetizaría
tonomía y/o búsqueda de legalidad de la medicina en seis aspectos: 1) el repliegue cada vez mayor
tradicional se dieron, al menos en parte, debido a de las organizaciones étnicas; 2) las limitaciones
que las corrientes económico-políticas neoliberales y fracasos, así como los pocos éxitos en el enfren-
tendieron, durante los años ochenta y noventa, tamiento y resistencias frente a la expansión de la
a reconocer e incluso impulsar las “diferencias”, sociedad dominante; 3) la pérdida de iniciativa y
los empoderamientos y los emprendimientos, lo autonomía de los actores subalternos; 4) el apro-
cual es reconocido por los movimientos sociales y vechamiento parcial de las contradicciones y pro-
por sus analistas, ya que además, algunos de ellos blemas de la sociedad dominante; 5) el uso de
plantearon explícitamente el uso de las aporías y mecanismos legales que se propusieron a nivel
aparentes contradicciones del neoliberalismo para, internacional y se establecieron localmente, pero
a partir de estas, desarrollar los propios objetivos. que establecieron expectativas que se cumplieron
Más aún, por lo menos los intelectuales orgá- solo parcialmente; 6) el dominio de la dimensión
nicos de los movimientos y grupos étnicos sabían ideológica tanto en la lectura de los procesos como
no solo del poder técnico, económico y político de de las propuestas (s).
la biomedicina, sino de su constante pragmatismo. Para profundizar lo planteado y analizado en
Una biomedicina que en función de sus objetivos este texto, podría seguir formulando interrogantes
se apropia, permite y/o desecha otras formas de respecto de por qué las mujeres, las lesbianas o los
atención en la medida que le permita extender gay se organizan en movimientos sociales en torno
la cobertura o desarrollar vigilancias epidemioló- a sus padecimientos, mientras los varones hete-
gicas para el paludismo o para el VIH-sida, y a las rosexuales no; y no solo para establecer algunas
que usa coyuntural y momentáneamente. Y, sobre conclusiones sobre las posibilidades de organi-
todo, no tomaron en cuenta el constante proceso zarse en términos de género, sino de la eficacia
de penetración, legitimación técnica e ideológica diferencial de esta forma de organización (t). O
de la biomedicina, no tanto en los curadores tra- podría plantearme interrogantes respecto de si los
dicionales sino en los sujetos y conjuntos sociales grupos y movimientos new age que utilizan con-
subalternos y no subalternos así como en los go- cepciones y rituales ancestrales –o supuestamente
biernos de, por lo menos, todos los países adhe- ancestrales– inciden negativa o positivamente en
ridos a la OMS y a la ONU. el desarrollo de los movimientos étnicos, cuyos
Ahora bien, lo analizado refiere a los procesos objetivos son básicamente políticos. O podría
de s/e/a-p, y no sabemos hasta qué punto nuestras analizar cómo a través de lo que pasó en México
interpretaciones sobre estos procesos pueden apli- con la epidemia de influenza A-H1N1 en los años
carse a lo que ocurrió y está ocurriendo con los 2009-2010, podemos observar las limitaciones y
movimientos y organizaciones étnicas en términos errores de la descentralización del sector salud
políticos, pese a que si bien siguen existiendo or- mexicano.
ganizaciones y luchas en muy diferentes contextos Pero considero que, a través de los procesos
mexicanos, observamos un repliegue de ambas, analizados, ha quedado claro que el análisis de
una expansión continua de las empresas privadas los procesos de s/e/a-p posibilita llegar a detectar,
–especialmente las extractivas– sobre los territorios a observar, a problematizar, por lo menos, ciertos
indígenas, un proceso migratorio constante y cada aspectos de procesos económico-políticos o ideo-
vez menos reversible hacia medios urbanos y/o lógico-culturales que no suelen ser considerados
rurales nacionales y de los EE.UU., así como una por los especialistas en dichos procesos ni por los
profundización de la pobreza, especialmente en líderes etnicistas. Del mismo modo, los procesos
las zonas indígenas. Por lo cual considero que lo de s/e/a-p pueden evidenciar no solo las contra-
ocurrido con los procesos de s/e/a-p, por lo menos, dicciones y conflictos de los sectores sociales

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dominantes y también de los subalternos, sino dichos sistemas. En última instancia, lo que estoy
poner de manifiesto cuáles son los objetivos, las concluyendo retoma no solo las propuestas ya
trayectorias y las transacciones que operan entre citadas de Berlinguer, sino también las de Pierre
los diferentes actores sociales. Así como también Bourdieu (87,88), y su obsesión –o tal vez obsesi-
permite observar varios de los sesgos, omisiones, vidad– por la problematización y la modificación
e imaginarios que cometemos los analistas de de la realidad.

NOTAS FINALES e. La penetración biomédica debe ser analizada


en sí misma, y en relación con otros procesos
a. Considero decisivo precisar estos conceptos de tipo social, político y económico, desde las
para entender de qué hablan los analistas cuando organizaciones políticas desarrolladas por el
se refieren a cosmovisión o subjetividad, dado Partido Revolucionario Institucional (PRI), y por
que la casi totalidad de los autores consultados otros partidos políticos para cooptar a sujetos
no los definen o por lo menos no los precisan. y comunidades indias impulsando cacicazgos,
Por lo tanto, en este texto nos referimos a cosmo- hasta el establecimiento del Ejército Zapatista de
visión, usos y costumbres o identidad tal como lo Liberación Nacional (EZLN), pasando por el de-
usan la mayoría de los autores, es decir, en forma sarrollo de sucesivas organizaciones indígenas
“abierta”. Aclaro también que, técnicamente, las con diferentes grados de autonomía; así como la
enfermedades tradicionales son denominadas continua expansión de la educación formal, de
“síndromes” culturalmente diferenciados por la la aplicación de programas contra la pobreza, y
Organización Mundial de la Salud (OMS), pero en de los procesos migratorios; incluyendo el asen-
el texto suelo usar como denominación “enferme- tamiento del narcotráfico en tierras indígenas, ya
dades tradicionales”. sea en términos de producción de marihuana o
amapola, o como control de territorios para la
b. Si bien el referente mayor es América Latina y distribución de drogas. Es decir, el análisis de la
aun cuando presento datos y reflexiones referidos expansión biomédica implica incluir los diferentes
a otros países de la región, mi análisis se centra procesos, actores y espacios a través de los cuales
en la situación mexicana. Aclaro, además, que se expande la sociedad dominante, que además
la información manejada no solo surge de la bi- –y lo subrayo– implica la presencia de procesos
bliografía específica, especialmente para México, de s/e/a-p en la mayoría de dichos espacios. Pero
sino también de la información que investiga- por razones obvias, no podemos desarrollar estos
dores nacionales y extranjeros han presentado en aspectos.
el Seminario Permanente de Antropología Médica
(SEPAM) durante casi treinta años. f. Arana y Cabada señalan el incremento del so-
brepeso y obesidad en población indígena, y
c. La mayoría de los estudios sobre síndromes que “Precisamente en estas regiones indígenas es
culturalmente delimitados y, en particular, los donde se observan las prácticas de mercadeo más
que tratan sobre cosmovisión y sobre atención agresivas y no reglamentadas para promocionar el
de los padecimientos, solo obtienen información consumo de bebidas azucaradas, incluyendo una
de los curadores tradicionales sin incluir los sa- reducción generalizada de 35% del precio de las
beres de la población. Esto lo venimos señalando mismas, abundante publicidad en español y en
desde nuestro estudio sobre Yucatán (28), lo cual lenguas indígenas, gigantes anuncios que asocian
obviamente no niega los aportes y la calidad de el consumo de refrescos con símbolos tradicio-
muchos de esos trabajos –ver entre otros y para nales de prestigio, así como numerosos puntos de
diferentes especialidades: Bartolomé y Barabas venta dentro y en los alrededores de las escuelas”
(30), Baytelman (31,32), Campos (33), Gallardo (39). Estos autores, en la región de Tenejapa (Altos
(34), Luengas (35), Page (36), Ramos (37), Revista de Chiapas), identificaron 165 puntos de venta
Alteridades (38)– sino que cuestiona reducir la et- de refrescos en una distancia de 42,5 kilómetros,
nografía de los procesos de s/e/a-p, incluidas las es decir que hay un punto de venta cada 257,5
cosmovisiones, a los curadores tradicionales, sean metros. Ver también Page (40).
parteras empíricas, shamanes o hueseros.
g. Aclaro que el reconocimiento de los aportes de
d. Comunicación personal del 25 de agosto de la biomedicina no solo clínica sino salubrista lo ha-
2011. cemos a partir de asumir los aspectos negativos, tal
como lo venimos describiendo y analizando desde

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finales de la década de 1960 a través del Modelo por lo tanto, el personal de salud era considerado
Médico Hegemónico (4,5,13,19,28,29,41,42). un agente que actuaba simultáneamente contra
las costumbres mortuorias y contra la economía
h. “Para Félix Durán Quispe (2006), el médico tra- de las comunidades. Es decir que los procesos de
dicional no solo es el hombre llamado a curar los s/e/a-p pueden expresar tanto los conflictos de los
síntomas de las enfermedades, sino a establecer sistemas, como las acciones sociopolíticas que
la armonía primordial del cosmos con su realidad los sujetos y grupos crean para “resolver” dichos
comunitaria. Para él la medicina tradicional utiliza conflictos, y que pueden parecernos paradojales
métodos bajo el principio de humanidad…” (50 o incomprensibles si no tenemos la información
p.35). Para observar una concepción similar en los suficiente para entender no solo las lógicas cultu-
shamanes y otros curadores tradicionales mexi- rales, sino también las económicas.
canos ver Bartolomé y Barabas (30).
n. La elección de Cuba no solo es por razones de
i. Entre 2000 y 2014 antropólogos sociales que tra- tipo ideológico, sino también económico, dado
bajan en áreas indígenas de Chiapas, Chihuahua, el bajo costo de los estudios universitarios com-
Guerrero, Oaxaca, Sonora y Yucatán me infor- parado con el de sus países de origen.
maron no solo de la disminución de curadores
tradicionales, sino de que los jóvenes no querían o. En el estado mexicano de Guerrero se esterilizó
ya trabajar como curadores populares, aunque sí a varones de origen indígena con el consenti-
como promotores. Incluso en una comunidad de miento de ellos, lo que produjo que se movili-
Oaxaca y en otra de Guerrero, curadores tradicio- zaran debido a que el sector salud no les dio el
nales les preguntaron a sendos antropólogos qué dinero que les había prometido si aceptaban ser
podían hacer para que los jóvenes se interesaran esterilizados (4).
por actuar como curadores tradicionales.
p. Bolivia es el país con mayor porcentaje de po-
j. Cuadrillero y Megchún (54) describen la trayec- blación indígena como ya se señaló, y que tiene
toria de una mujer tzeltal residente en las Cañadas la población que más atiende los partos por autoa-
de la Selva Lacandona que padecía un fuerte dolor tención y/o con parteras empíricas, pero también
de espalda y que acudió a promotores de salud lo- el país con mayor porcentaje de muertes maternas
cales, a la clínica regional, al hospital de cabecera después de Haití (85). Obviamente, las altas tasas
municipal, al huesero de dicha cabecera, a una de mortalidad materna no solo se deben a los dos
curandera de fuera de su comunidad. Esta trayec- “factores” señalados, aunque son determinantes.
toria supone varios tipos de curadores biomédicos
y “tradicionales”, y procesos similares podemos q. Ello no ignora la eficacia simbólica y no sim-
observar en muy diferentes contextos rurales y ur- bólica observada en el trabajo de hueseros,
banos, originarios y mestizos (29,51,55-57). parteras, curanderos o brujos, pero no tiene ca-
pacidad para enfrentar y reducir la mortalidad por
k. El BRICS está integrado por Brasil, Rusia, India, problemas cardiovasculares, cancerígenos, por
China y Sudáfrica. VIH-sida, o por las llamadas muertes “evitables”
generadas por enfermedades infectocontagiosas, o
l. La medicina “occidental” tiene sus principales incluso las benignas.
raíces no solo en Grecia, Roma y Europa medieval
y renacentista, sino también en China, India y r. Para una discusión de los conceptos tradicional
países árabes (71). y medicina tradicional ver “La enfermedad y la cu-
ración: ¿Qué es medicina tradicional? (86).
m. Es posible que también hayan muerto cura-
dores tradicionales, pero es casi seguro que opo- s. No desconozco el papel de las violencias le-
niéndose a las medidas biomédicas en función de gales e ilegales, así como los procesos de coop-
dos hechos: primero, porque algunas de dichas tación política en los procesos señalados, que
medidas afectaban fuertemente los rituales mor- si bien pueden ser decisivos para los objetivos
tuorios tradicionales y, segundo, porque las ac- políticos de los movimientos, no han tenido un
ciones biomédicas eran impulsadas por gobiernos papel relevante en la trayectoria de los procesos
no solo caracterizados por la corrupción, sino de s/e/a-p analizados.
por la explotación, lo que dio lugar al desarrollo
y difusión de ideas que evidencian la gran des- t. Si bien Alcohólicos Anónimos fue creado e im-
confianza que la población tiene respecto de las pulsado por varones, no obstante constituye un
autoridades políticas, ya que algunos rumores con- grupo de autoayuda que por sus objetivos y di-
sideraban que el Ébola era un problema inventado námica no puede ser considerado un movimiento
por los gobiernos para seguir recaudando fondos y, social.

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recibido: 16 de febrero de 2015 | Aprobado: 23 de abril de 2015

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