Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Melendez - Las Enfermedades Son Solo Padecimientos
Melendez - Las Enfermedades Son Solo Padecimientos
1
Doctor en Ciencias RESUMEN Partiendo de la propuesta de Giovanni Berlinguer, de que los procesos de
Antropológicas. Profesor
e investigador, Centro salud/enfermedad constituyen algunos de los principales espías de las contradicciones
de Investigaciones y de un sistema, se describen en primer lugar algunos casos ocurridos en contextos ca-
Estudios Superiores en
pitalistas centrales y periféricos, así como en Estados denominados “socialistas reales”,
Antropología Social (CIESAS),
México. Coordinador del que permiten observar dicho papel. En segundo lugar, observamos los procesos y sobre
Seminario Permanente de todo las interpretaciones que se han desarrollado en América Latina y especialmente en
Antropología Médica (SPAM).
emenendez1@yahoo.com.mx México respecto del papel atribuido a la medicina tradicional en la identidad y pertenen-
cia de los pueblos originarios, y que subrayan la incompatibilidad de las cosmovisiones
indígenas con la biomedicina, analizando algunos proyectos que se impulsaron en tér-
minos de salud intercultural, y que concluyeron en su mayoría en fracasos, tanto desde
el punto de vista de la salud, como político. Se subraya el contenido y la perspectiva casi
exclusivamente ideológicos de dichos proyectos, y su poca relación con la realidad de
los pueblos originarios. Por último, se trata de ver si la trayectoria de estas concepciones
y programas de salud expresan y explican el notable repliegue que sufren desde hace
casi diez años la mayoría de los movimientos étnicos en América Latina.
PALABRAS CLAVES Medicina Tradicional; Organizaciones Indígenas; México.
políticos e ideológico-culturales, sino que en- países de mayor desarrollo. Según el presidente
cuentren en su modificación la solución o por de Médicos Sin Frontera (MSF) de España: “Si el
lo menos la limitación de determinados daños mundo hubiera respondido con contundencia
a la salud. Y así, por ejemplo, observamos que desde el principio, hubiésemos frenado el brote
desde mediados de la década de 1990, en Gran hace ya meses” (26). Pero esta ayuda fue mínima
Bretaña se incrementa constantemente el número por parte de los países con mayor capacidad tecno-
de niños con raquitismo, un padecimiento que fue lógica y financiera, sobre todo, cuando se verificó
endémico en los niños de clase baja urbana du- que la epidemia no se expandía a nivel mundial y
rante gran parte del periodo victoriano y que en no afectaba a los países centrales. Si bien el FMI
su momento sintetizó las denuncias respecto del negó estas acusaciones, aduciendo además que
tipo de sociedad capitalista impulsada por quien entregó a dichos países financiamientos extraordi-
era entonces el país dominante a nivel mundial. narios para enfrentar la epidemia, dicho financia-
Entre 1995 y 2011 el número de niños hospita- miento no solo fue tardío sino que no compensó
lizados por raquitismo se cuadriplicó en Gran las consecuencias de la aplicación de las políticas
Bretaña, coincidiendo con el incremento de las neoliberales impuestas por el FMI.
desigualdades socioeconómicas generadas por el Los procesos de s/e/a-p enumerados posibi-
neoliberalismo. litan, por lo tanto, detectar, describir y analizar en
La epidemia de Ébola surgida y expandida en diferentes contextos económico-políticos y socio-
2014 –principalmente en tres de los países más culturales tanto las contradicciones y conflictos
pobres de África (Guinea, Sierra Leona y Liberia)– como los objetivos reales y las reacciones de los
evidenció múltiples procesos, pero especialmente sectores sociales dominantes y también de los do-
dos. Por una parte, las consecuencias de la apli- minados, así como muchos de nuestros mitos e
cación de las políticas económicas del Fondo imaginarios colectivos, incluidos los académicos.
Monetario Internacional (FMI), sobre todo en Es decir, nos posibilita analizar las llamadas narra-
Guinea y Sierra Leona, ya que dichas políticas im- tivas, no solo para estudiar sus significados en sí,
plicaron una fuerte reducción de gastos del sector sino para ver qué tienen que ver con los hechos y
público que afectó, en particular, al sector salud. procesos, y lo que ideológicamente expresan, así
Dichos países se vieron obligados a derivar sus como, obviamente, nos indican la necesidad de
ingresos al pago de las deudas contraídas con las cambiar las políticas económicas y sociales que
fuentes de financiamiento, en lugar de dedicarlos generan gran parte de las situaciones señaladas.
a programas de salud, lo cual acentuó las conse- De allí que el objetivo central de este texto
cuencias negativas generadas por la descentrali- es observar si a través de lo ocurrido durante las
zación de los servicios de salud, impuesta también décadas de 1980, 1990 y la primera del siglo XXI,
por el FMI. Más aún, estas políticas implicaron el con los procesos y actores sociales organizados
despido masivo de trabajadores de la salud en en torno a la denominada medicina tradicional,
dichos países, de tal manera que, por ejemplo, en pueden explicarse por lo menos algunos aspectos
Sierra Leona el personal de salud pasó de una re- relevantes de la trayectoria, repliegue y estanca-
lación de 0,11 por cada 1.000 habitantes en 2004 miento de los movimientos étnicos en México.
a 0,02 en 2008, todo lo cual debe ser asociado
con la expansión de las empresas extractivas, la
situación económico/política de dichos países PERTENENCIAS, IDENTIDADES Y
caracterizados por guerras civiles, y el enrique- NEGACIONES
cimiento de los sectores gobernantes a través de
mecanismos de corrupción normalizados (25).
En segundo lugar, la epidemia de Ébola evi- Es a partir de lo señalado que presentaré in-
denció la escasa, tardía y lenta reacción de la terrogantes respecto de procesos que implican as-
ayuda internacional respecto de una enfermedad pectos económico-políticos y socioculturales, que
que generaba miles de muertos, y que pudo haber han sido abundantemente tratados y debatidos, en
sido tempranamente controlada con el uso de los especial, desde la década de 1970 hasta la actua-
recursos técnicos que poseen, principalmente, los lidad, y que tienen que ver con los movimientos
influencia biomédica solo cuando existen servicios exclusivamente a lo que narran los curadores
médicos oficiales o privados, y no cuando esta se tradicionales, y aún menos a los discursos de los
expresa a través de la existencia de medicinas de líderes políticos movimientistas o no, o de los in-
patente en las tiendas de las comunidades, en el telectuales más o menos orgánicos. No negamos
uso de fármacos por curadores tradicionales o en la importancia de lo que nos informa una partera,
la colaboración de la población nativa –incluidos un curador herbolario o un shamán, así como un
curadores tradicionales– para realizar vigilancia médico o una enfermera, pero reducir solamente a
epidemiológica respecto del paludismo, la enfer- estos la información sobre los procesos de s/e/a-p,
medad de Chagas o la oncocercosis. Como lo he como ocurre en la mayoría de los estudios sobre
sostenido en varios trabajos, necesitamos asumir enfermedades tradicionales y no tradicionales en
que la biomedicina es uno de los principales pro- México –incluidos los míos– nos permite obtener
ductores de ideología, de consenso y de hege- el punto de vista de los curadores, pero no tener
monía, y que estos se ejercen en la vida cotidiana una visión holística de los procesos de s/e/a-p.
y no solo a través de los servicios biomédicos. Por Para ello necesitamos trabajar con la población
lo cual, pensar la biomedicina solo donde existen y con los curadores tradicionales, alternativos y
servicios de salud, evidencia su notable efecto biomédicos pero, sobre todo, con los sujetos que
ideológico (3,4,13,19,28,29). enferman, con sus familiares, con sus vecinos (c)
Todo indica que los miembros de gran parte y, por supuesto, con las condiciones económico-
de los grupos étnicos utilizan cada vez más la políticas y socioculturales que condicionan pero
biomedicina; que dichos grupos solicitan la ins- no determinan los procesos de s/e/a-p.
talación de centros de salud y de hospitales de Reiteradamente me he preguntado si lo que
tipo biomédico en sus comunidades; que las po- actualmente saben, piensan, dicen y hacen los
blaciones reconocen cada vez más que sus hijos shamanes ¿corresponde o no a lo que la población
se mueren de gastroenteritis y no de mal de ojo, indígena según género, edad, nivel educativo, ex-
o por lo menos de ambos padecimientos; que en periencia migratoria, participación política, perte-
las tiendas, incluso de las pequeñas comunidades, nencia religiosa y otras variables dice, sabe, piensa
existen analgésicos y vitaminas. Más aún, una y sobre todo hace? Y esto me lo he preguntado res-
parte de las mujeres indígenas, cuando pueden, pecto de poblaciones en las que observamos cada
utilizan toallitas higiénicas durante sus periodos vez más bilingüismo, o de vastas zonas indígenas
menstruales y pañales desechables para sus hijos donde niños y jóvenes ya no hablan maya, como
pequeños. Del mismo modo, vemos que los grupos ocurre en Yucatán (México).
étnicos utilizan no solo prácticas sino concep- Considero que una parte de los curadores tra-
ciones biomédicas, articulándolas con sus propios dicionales y, sobre todo, los de tipo shamánico,
saberes a través del continuo proceso de autoa- expresan los saberes y valores tradicionales en
tención que caracteriza a los pequeños grupos. Y términos de pautas ideales, pero que ya no co-
respecto de estos procesos, necesitamos observar rresponden, por lo menos parcialmente, a lo que
si los sujetos y grupos que desarrollan una con- viven sobre todo los niños y los adolescentes.
cepción biomedicalizada mantienen la que funda- Uno de los investigadores que más conoce
menta la identidad y cosmovisión “tradicional” de sobre medicina tradicional de los Altos de Chiapas,
los procesos, o generan representaciones y prác- y que ha sido desde su creación asesor de la
ticas que articulan sus formas tradicionales y las Organización de Médicos Indígenas del Estado
biomédicas de una nueva manera. de Chiapas (OMIECH), y me refiero al Dr. Rafael
Y esto necesita ser investigado y no dar por Alarcón, nos recuerda que los j’iloles (shamanes)
sentada cada una de estas posibilidades según se caracterizan por interpretar los sueños, pero
los presupuestos, orientaciones y objetivos de que el contenido de los sueños está experimen-
los estudiosos y/o de los líderes movimientistas. tando notables cambios principalmente en niños
Dicha investigación debería realizarse sobre la y jóvenes indígenas, ya que en sus sueños han
vida cotidiana de los sujetos y grupos, incluyendo comenzado a aparecer temas sobre violencias re-
lo que surge de los curadores tradicionales y no feridas al narcotráfico, artes marciales, materiales
tradicionales, pero no reduciendo los estudios pornográficos, personajes como Rambo, que son
de niños menores de cinco años, así como en la conquista– modificaron, o no, la cosmovisión e
disminución de la mortalidad por enfermedades identidad de dichos grupos étnicos?, queda en el
infectocontagiosas, lo cual es reconocido por los campo de las interpretaciones más o menos imagi-
propios grupos étnicos. Por lo tanto, el papel y pe- narias, aun cuando podemos suponer que impac-
netración de la biomedicina no se hace a través de taron profundamente no solo en las cosmovisiones
aspectos triviales y secundarios, sino relacionado e identidades, sino también en las relaciones de
con las muertes “evitables”, y además operando hegemonía/subalternidad y de dominación. Pero,
en forma directa e indirecta a nivel local (g). en términos comparados, actualmente estamos
Ahora bien, la expansión biomédica implica en condiciones de observar a nivel etnográfico si
la existencia de oposiciones y rechazos, por varias los refrescos, los productos chatarra, la diabetes
razones, incluyendo el papel ambivalente de los mellitus tipo 2, pero también el VIH-sida, la re-
productos y acciones biomédicas, ya que simultá- ducción de las mortalidades general y etarias, así
neamente pueden enfermar pero también curar o como la desaparición o transformación de los
por lo menos limitar el daño. curadores tradicionales y las representaciones y
Necesitamos reconocer que más allá de estos prácticas biomédicas modifican no solo los com-
aspectos, ocurre que en gran parte de los grupos portamientos sino también las cosmovisiones e
étnicos americanos, la penetración occidental identidades étnicas.
tiene varios siglos de antigüedad, dado que, por Por lo menos a nivel teórico, las enferme-
ejemplo, los aguardientes son productos occiden- dades, especialmente las que generan altas tasas
tales que fueron apropiados hasta convertirse en de mortalidad, los procesos de embarazo/parto/
imprescindibles en el desarrollo de los principales puerperio, así como las técnicas del “cuerpo”,
rituales sociales –incluidos rituales de sanación– o las acciones de sanación son parte básica de
de gran parte de los pueblos originarios ameri- las cosmovisiones e identidades, pero me parece
canos. Pero además, desde hace pocos años, en que la mayoría de los que estudiamos los pro-
algunos contextos étnicos, los aguardientes han cesos de s/e/a-p, de los que se preocupan por
sido reemplazados en los rituales por refrescos identidades y pertenencias étnicas en términos
y, especialmente, por Coca-Cola (43). Y como políticos e ideológicos, así como los que centran
también sabemos, la mayoría de las enfermedades sus intereses en las cosmovisiones reducidas casi
infectocontagiosas que padecieron y padecen los siempre a la dimensión religiosa, no estamos
grupos étnicos fueron importadas de occidente analizando estos aspectos, sino que a partir de
desde finales del siglo XV. Más aún, estas enfer- nuestros objetivos y presupuestos hacemos in-
medades diezmaron a la población amerindia, ge- terpretaciones periféricas y reducidas a nuestro
nerando una de las catástrofes demográficas más campo de interés.
profundas de las que tengamos información a nivel Lo señalado no ignora que existen estudios
mundial; catástrofe frente a la cual los saberes in- de notoria calidad entre nosotros (36,44,45) que
dígenas evidenciaron una total impotencia, al tratan esta problemática, y que en algunos casos
igual que la medicina de los colonizadores. Pero subrayan el papel que la Iglesia católica y los di-
con una diferencia radical: la población europea ferentes credos protestantes tienen en la modifi-
moría mucho menos debido a la creación de resis- cación de las cosmovisiones, pero sin observar el
tencias a dichas enfermedades, de las que carecía papel “religioso” (religación) que pueden tener la
la población nativa. La catástrofe solo se dio en biomedicina y otras formas de atención de los pa-
la población originaria, lo cual algo debió incidir decimientos, máxime cuando estas iglesias no solo
en el desarrollo de relaciones de hegemonía/sub- han cuestionado y hasta satanizado especialmente
alternidad generadas entre los colonizadores y las ciertos tipos de curadores y técnicas de sanación
poblaciones nativas. tradicionales, sino que han impulsado el recono-
Ahora bien ¿cómo estos productos occiden- cimiento y uso de la biomedicina. Por lo menos
tales –desde el alcohol hasta las enfermedades entre nosotros, las cosmovisiones se buscan casi
infectocontagiosas y las resistencias diferenciales, exclusivamente en lo religioso; más aún cuando
así como la terrible y prolongada mortalidad ocu- se incluyen los procesos de s/e/a-p es para obser-
rrida sobre todo durante los primeros siglos de la varlos desde la dimensión religiosa.
sociedad dominante, incluida la biomédica. Y así algunos beneficios en términos de dinero y/o de
Page, a partir de talleres realizados con población trabajo. Y es por las mismas razones de supervi-
indígena de los Altos de Chiapas, concluye que: vencia que también usan todo tipo de atención
a su alcance, incluida la biomédica, para poder
Existe claridad en cuanto a que sus saberes enfrentar sus enfermedades. Lo cual –y también lo
ancestrales están casi totalmente perdidos, subrayo– no supone que los grupos étnicos des-
que de la religión maya queda muy poco; aparecerán, sino que sobre todo cambiarán.
también que en las últimas tres décadas la La mayoría de estos grupos no usan la me-
costumbre se ha perdido a tal grado que ya dicina tradicional ni realizan rituales de sanación
hasta usan los vestidos de los mestizos, lo porque están pensando que, a través de estos,
que tiene como consecuencia que ahora ya defienden su identidad cultural, y cuestionan
no reconozcan de donde viene cada quien, a la medicina de los actores sociales occidentales
qué pueblo pertenecen. (52 p.83) que los colonizaron y racializaron. La gente usa
la medicina tradicional articulada o no con la
Y si bien este autor señala que los sistemas de biomedicina, con prácticas espiritistas o con ri-
salud indígena son los que más han resistido, tanto tuales cristianos de diferente orientación para
su información como la de la mayoría de los ana- tratar de solucionar sus problemas de salud, en
listas concluyen que el número de curadores tradi- la forma más inmediata, eficaz y económica po-
cionales se reduce constantemente (34,53).Varios sible. Lo cual no niega que los rituales de sanación
especialistas señalan que los jóvenes indígenas ya propios de los grupos son parte sustantiva de sus
no quieren ser “curanderos”; que varios curadores cosmovisiones, de su identidad y de su cohesión
tradicionales en diversos grupos étnicos reco- sociocultural; pero asumiendo que los sujetos y
nocen que cuando ellos mueran, ya nadie ejercerá microgrupos actúan dichos rituales, al mismo
la medicina tradicional en sus comunidades (i). tiempo que se inyectan antibióticos o ingieren
Por lo cual, necesitamos observar la persistencia vitaminas o analgésicos. Es decir, no niego que
o las transformaciones de las cosmovisiones no haya diferencias e incluso contradicciones entre
solo en lo que se mantiene, sino también en lo las cosmovisiones nativas respecto de los pro-
que desaparece, sobre todo si lo que desaparece cesos de s/e/a-p y las que se expresan a través de
corresponde a algunos de los actores sociales que la biomedicina, pero –y es lo que tienen que ex-
son los “encargados” de manejar las formas de plicar los especialistas en cosmovisiones– ello no
saber indígena. impide que los pueblos originarios utilicen ambas,
Los procesos de pertenencia e identidad de incluso simultáneamente.
cualquier grupo subalterno, y no solo de los grupos Creo que en las comparaciones entre cosmovi-
étnicos latinoamericanos, tienen que ser pensados siones operan varios sesgos metodológicos, siendo
y analizados a partir de asumir que la mayoría de el primero comparar la cosmovisión biomédica
estos sectores necesitan desarrollar diferentes es- con la cosmovisión indígena, cuando lo obvio me-
trategias para sobrevivir, dados los bajos niveles todológicamente sería comparar las cosmovisiones
de vida y la marginación a los que han sido some- de los “mestizos” mexicanos, o las de los franceses
tidos, ya que han tenido y siguen teniendo los in- con las cosmovisiones de los diferentes grupos
dicadores más negativos en términos económicos, étnicos mexicanos; así como las cosmovisiones
educativos y de salud; además de ser los grupos de dichos grupos con las de los médicos y enfer-
más racializados en forma abierta o tácita. Por meras que atienden en el primer, segundo o tercer
lo cual, tienen que valerse de todo aquello que nivel, así como con las de los shamanes, hueseros
esté a su alcance y les sirva para “aguantar” las o parteras. Más aún tendrían que comparar, por
situaciones a las que se enfrentan. Actualmente la ejemplo, las cosmovisiones del llamado “cinturón
mayoría de los sujetos y grupos indígenas migran, calvinista” de Holanda o de sectores medios ur-
trabajan en lo que pueden, se organizan en mo- banos de los EE.UU. con los saberes del personal
vimientos locales para oponerse a la instalación de salud de sus respectivos países en torno, por
de minas o de parques eólicos así como para ejemplo, al rechazo creciente a las vacunas que se
negociar con las empresas para poder obtener observa en dichos grupos. Pero además, –y para
más positiva de los servicios y productos privados, los procesos de s/e/a-p, tal vez porque los preocu-
lo cual ha sido confirmado reiteradamente. pados por objetivos políticos, si bien las nombran
Desde hace casi cuarenta años sostengo que realmente incluyen muy escasamente el papel de
la mayoría de los sujetos y grupos étnicos de las cosmovisiones y de las identidades étnicas en
México puede ser que tengan contradicciones en términos de procesos de s/e/a-p; y los preocupados
términos de cosmovisión respecto de la biome- por las cosmovisiones no nos aclaran qué papel
dicina, pero no las tienen en términos de prácticas, cumplirían en los cambios políticos y económicos
lo cual no ignora que existan conflictos culturales de los mundos posibles. O para ser más precisos,
y también sociales, sino que estos necesitan ser señalan y hasta defienden propuestas, pero sin
pensados desde la vida cotidiana de los sujetos y que podamos observar el papel favorable, o no,
grupos. Los que ven conflictos y contradicciones que respecto de los procesos de s/e/a-p pueden
en términos civilizatorios monolíticos y no mo- estar generando las modificaciones en las cosmo-
nolíticos son, sobre todo, ideólogos indianistas visiones e identidades.
y antropólogos sociales, que si realmente inda- Como sabemos, las propuestas alternativas se
garan la vida cotidiana de los grupos étnicos ob- hacen a partir de asumir que los grupos étnicos
servarían que la mayoría de los grupos indígenas son por lo menos “diferentes”, y que es a partir de
no solo no rechazan, sino que, por el contrario, esas “diferencias” que podemos pensar e impulsar
demandan atención y productos biomédicos. Lo otras formas de vida diferentes a las “occiden-
que rechazan frecuentemente, en forma callada, tales” –o si se prefiere capitalistas– incluidas otras
es el tipo de relación médico/paciente, el maltrato formas distintas de atender los padecimientos. Y
del personal de salud, el racismo que les imponen no cabe duda de que en los grupos étnicos existen
las instituciones, darse cuenta que a la mayoría de “diferencias” no solo respecto de la sociedad no
los médicos y de los pasantes no les gusta vivir en indígena, sino respecto de otros grupos étnicos,
sus comunidades rurales. pero ¿en qué consisten en términos de cosmo-
Más aún, si bien existen críticas de los grupos visión, identidad, subjetividad, estas diferencias,
étnicos a la biomedicina en el plano de las repre- como para a partir de ellas impulsar otros mundos
sentaciones sociales, estas no suelen incidir en posibles, incluidas otras formas de atención de
el uso de los productos y servicios biomédicos o los padecimientos? Y es respecto de este aspecto
biomedicalizados, sobre todo en situaciones de nuclear que, desde los procesos de s/e/a-p, ob-
urgencia. Lo cual no niega que haya tabúes, pre- servo que las propuestas son, por lo menos hasta
ferencias, oposiciones a ciertas prácticas y repre- ahora, básicamente ideológicas y de muy escasa
sentaciones biomédicas, pero los estudios sobre precisión técnica y concreción práctica. Lo que
atención y sobre trayectoria de enfermedad nos in- no niega la creatividad y capacidad de lucha de
dican que los grupos sociales, incluidos los grupos una parte de los grupos étnicos americanos y de
étnicos practican una articulación de diferentes sus asesores para obtener tanto el reconocimiento
formas de atención a su alcance, y no un rechazo social y legal, como el cumplimiento de las de-
al “otro” occidental, por lo menos en términos mandas territoriales que posibiliten su autonomía
biomédicos (19,28,29). política y económica.
Ahora bien, ¿qué significan –en términos de
identidad, pertenencia, cosmovisión pero también
de subjetividad– los procesos señalados, dado que LAS ORGANIZACIONES, LAS
estos pueden estar indicando cambios sustantivos IDEOLOGÍAS Y LOS HECHOS
hacia formas occidentales, como sería el caso de la
creciente mercantilización de los curadores tradi-
cionales? (34,36). Entre otros aspectos, esto cues- En varios momentos, durante el siglo XX, sur-
tionaría las expectativas colocadas en el desarrollo gieron en México movimientos ideológico-polí-
de “otro mundo posible” construidas, por lo menos ticos, incluso armados, que intentaron modificar
parcialmente, a partir de las cosmovisiones de los la situación de explotación, marginación y sub-
pueblos originarios. Pero, y lo subrayo, sobre esto ordinación a que estaban sometidos los sectores
sabemos muy poco, por lo menos en relación con sociales subalternos, pero hasta la década de 1970
tradicionales. La capacitación de las parteras em- Y así, por ejemplo, para algunos de ellos la cuestión
píricas, así como la construcción de hospitales de la disminución, desaparición o transformación de
mixtos o interculturales legitimaron inicialmente los curadores tradicionales y especialmente de los
a los curadores tradicionales, pero también con- shamanes, se convierte en una especie de cruzada
tribuyeron a la biomedicalización, instituciona- y en una búsqueda o justificación de la existencia
lización y subordinación de una parte de dichos y persistencia de los shamanes, aun cuando todos
curadores, así como a su mercantilización. Y, jus- los datos indican que, por lo menos, para Yucatán
tamente, muchos de los conflictos que se van a y para los Altos de Chiapas los shamanes han des-
suscitar dentro de algunas de las organizaciones de aparecido, están en vías de extinción o los encon-
curadores tradicionales, así como la emergencia tramos reemplazados y a veces transformados en
de nuevos curadores o la transformación de otros, curadores tipo new age.
tendrán que ver con cuestiones económicas, y con Ahora bien, en términos políticos no me
procesos de biomedicalización basados en la uti- preocupan tanto los sesgos académicos, sino el
lización de medicamentos de patente, lo que ya papel de los líderes indianistas. Y es por ello que,
podía observarse desde mediados de la década de frente a los discursos de los líderes que apelan a
1970 por lo menos en Yucatán (28,29). la cosmovisión y el saber de los pueblos origi-
Correlativamente, como ya señalé, las organi- narios, me pregunto si a través de dichos líderes
zaciones de curadores tradicionales, creadas por el habla el conjunto de la población indígena; si los
INI en forma directa o inducida, permanecieron en líderes expresan las demandas y necesidades de
una situación de dependencia financiera y técnica. la población, o si hablan básicamente a partir de
Y si bien observamos intentos de autonomía en sus propios objetivos políticos e ideológicos, que
varias de estas organizaciones, dichos intentos no pueden expresar –o tal vez no– los objetivos de
solo fueron escasos, sino que concluyeron, salvo los sujetos y conjuntos sociales. Por lo cual sería
excepción, en el repliegue o desaparición de estas importante observar a través de estudios el distan-
organizaciones. Y una de las razones básicas de ciamiento o la convergencia que existen entre los
este proceso fue la reducción o directamente la discursos de los líderes etnicistas y también no et-
falta de financiamiento. Es decir, estas organiza- nicistas, y las representaciones y prácticas de los
ciones –así como los procesos de capacitación– sujetos y grupos que dichos líderes representan.
fueron pensadas e impulsadas desde fuera de los Considero que, en función de sus propios ob-
grupos étnicos, y por profesionales que no per- jetivos, una parte de los líderes se distancian cada
tenecían a ellos, aun cuando habían establecido vez más de las prácticas de la población, por lo
relaciones, a veces, muy profundas con los grupos menos respecto de los procesos de s/e/a-p, y pese
étnicos. Los objetivos y las actividades, así como a que dichos líderes saben de los usos cada vez
los congresos y talleres fueron propuestos, finan- más constantes de la biomedicina por los grupos
ciados y coordinados por los asesores, y no por étnicos. Aclaro que no estoy proponiendo que el
los curadores tradicionales. Lo cual no niega, que saber del “pueblo” es el correcto, y que no lo es el
una parte de los curadores tradicionales tuvieran de los líderes, sino que lo que me interesa es esta-
una participación activa en el desarrollo y mante- blecer el saber de los sujetos y grupos que operan
nimiento de los objetivos de estas organizaciones en la realidad: si estos se oponen en la práctica a
e intentaran darle continuidad. los usos biomédicos, y si los líderes trabajan o no
Pero reitero que, si bien reconozco los obje- con dichos saberes o los reformulan ideológica-
tivos ideológicos y técnicos que guían estas lecturas mente en función de sus propios objetivos.
y acciones por parte de los asesores profesionales Cuando una parte de estos líderes cuestiona
y por líderes indianistas buscando un sujeto au- que las organizaciones de médicos indígenas
tónomo, persistente y opuesto o, por lo menos, venden sus productos medicinales, y proponen
cuestionador de “Occidente”, no termino de en- que los curadores tradicionales formen parte de
tender la lógica que opera en los antropólogos cuyo los equipos de salud y reciban salarios y presta-
campo de acción es, en la inmensa mayoría, ex- ciones, podemos entenderlo, por un lado, como
clusivamente académico, más allá de que de tanto cuestionamiento al mercantilismo médico y, por
en tanto firmen –firmemos– denuncias colectivas. otro, como forma de subrayar las obligaciones
medicinas tradicionales locales, sino principal- la población de estos países africanos –alrededor
mente para impulsar las actividades biomédicas de 366 entre principios de marzo y finales de di-
de vacunación, de atención del parto, y las que ciembre de 2014 (72)– fueron médicos y personal
tienen que ver con la higiene personal y el sa- sanitario biomédico, algunos de los cuales fueron
neamiento del medio ambiente. La rehabilitación asesinados cuando trataban de desarrollar tareas
de la medicina china bajo el maoísmo tuvo sobre preventivas (m). Lo cual implica reconocer, más
todo un objetivo ideológico, tal como –según allá de las críticas que podemos hacer a la bio-
algunos autores– está ocurriendo actualmente medicina, su notable hegemonía actual y, a través
con la medicina tradicional en el caso de algunos de ella, la persistencia de la hegemonía occidental
países latinoamericanos (70). no solo en términos científicos y técnicos, sino
Pero lo que me interesa subrayar es que la también culturales e ideológicos. Que además,
medicina tradicional china se articuló ideológica- y lo subrayo, constituye la forma más insidiosa
mente con el impulso a la biomedicina, dadas las del poder hegemónico, dado que la biomedicina
características atribuidas a esta última. Y así el go- aparece como un referente universal que está más
bierno comunista chino impulsó la medicina occi- allá de cada cultura, sociedad o nación. Y por eso
dental, más allá de sus críticas y enfrentamientos tanto las sociedades occidentales, como todos los
con los países capitalistas “occidentales”, dado países a nivel mundial, impulsan el uso de la bio-
que la biomedicina, si bien se concretiza dentro medicina, e incluso proponen la construcción de
de países capitalistas, no se identifica con ningún sistemas de salud generales y gratuitos basados
régimen político ni ideológico ni siquiera cultural en la biomedicina como, por ejemplo, es el caso
(l), sino que se identifica con “la ciencia”. Más aún, actual del gobierno proindígena de Bolivia.
las únicas organizaciones internacionales referidas Ahora bien, y retomando los interrogantes
a los procesos de s/e/a-p, y en las cuales participan formulados previamente, no cabe duda de que
oficialmente todos los países, son de tipo bio- por lo menos en América Latina asistimos a una
médico, como ocurre con la OMS, con el Fondo constante expansión de la biomedicina, pero
de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dicha expansión ¿implica modificaciones en las
y, en cierta medida, con Médicos Sin Fronteras. identidades y cosmovisiones de nuestros grupos
Mientras que las medicinas “paralelas” solo han étnicos? Y, sobre todo, dichas modificaciones ¿han
dado lugar al desarrollo de redes más o menos sido tenidas en cuenta por los líderes de los movi-
minoritarias de usuarios y/o de profesionales, fre- mientos étnicos y por sus intelectuales orgánicos?
cuentemente asociadas a la biomedicina y cuya Yo no tengo respuestas seguras respecto de estos
continuidad está permanentemente en duda. interrogantes, dado que no contamos con estudios
Como ya lo señalamos, cuando a principios profundos sobre estos aspectos, aunque sí con
de la década de 1980 surgió una nueva enfer- una diversidad de opiniones fuertemente ideolo-
medad llamada VIH-sida, o en la actualidad con la gizadas. De los materiales analizados y respecto
expansión del Ébola, los países a nivel individual y del primer interrogante surge que, por lo menos
colectivo buscaron y siguen buscando la solución en parte, las cosmovisiones y sobre todo las prác-
en productos y concepciones biomédicas, y no ticas, respecto de los procesos de s/e/a-p, se están
en la medicina mandarina, en la medicina ayur- modificando en los grupos étnicos americanos. En
védica, en las medicinas tradicionales africanas o países como México se señala que las represen-
latinoamericanas ni en las medicinas new age. O taciones sociales de determinados grupos étnicos
mejor dicho, muchos las siguen buscando en las respecto de la enfermedad y su tratamiento se han
medicinas “paralelas”, pero hasta ahora la única ido modificando especialmente por la influencia
que aplica soluciones parciales o más o menos de las iglesias católicas y protestantes. Además, la
definitivas para el VIH-sida o para el Ébola es la reducción, desaparición o transformación de los
biomedicina. Las acciones biomédicas no solo curadores más emblemáticos en términos de cos-
consiguieron reducir la expansión del virus y la movisión, es decir, los shamanes, evidencia, por
mortalidad generada por él, no solo están desarro- lo menos, la pérdida de alguno de los principales
llando vacunas para controlarlo en el futuro, sino sostenes y reproductores de las cosmovisiones.
que los que enfermaron y murieron por salvar a Lo cual en cierta medida se verifica, como ya lo
¿Será acaso que las esterilizaciones de mujeres del “machismo” mexicano. Pero ahora no vamos
no afectan la identidad y la cosmovisión étnica? Y a analizar estos aspectos, que no obstante serían
si fuera así ¿qué sería entonces lo que las afecta? parte de la cosmovisión o de los usos y cos-
Si bien en varias regiones indígenas mexicanas tumbres del campesinado mexicano indígena y
–como la de los Altos de Chiapas– hubo una opo- no indígena y que, sin embargo, se modificaron
sición silenciosa a dichos programas, sin embargo, rápidamente en la mayoría de los contextos na-
en Yucatán –el estado mexicano con mayor por- cionales, sin que casi se dieran oposiciones a las
centaje de población indígena– hubo un rechazo esterilizaciones.
muy escaso no solo a las esterilizaciones sino a La planificación familiar fue el mecanismo a
las histerectomías (83). Pero más allá de reconocer través del cual en México se redujo el número de
estas diferencias entre grupos mayas, necesitamos hijos por mujer de 6,5 en la década de 1970 a 2,2
preguntarnos ¿qué expresan esas omisiones en el en la actualidad; y cuyo alto número no solo tenía
caso de las ONG y sobre todo de los movimientos objetivos económicos para los campesinados in-
indígenas? Mientras en el caso de la mayoría de las dígenas y no indígenas, sino que evidenciaba la
ONG, incluidas las feministas radicales, expresa fuerza genésica masculina, y la gran fertilidad
por una parte conflictos ideológicos y éticos, dado femenina en una articulación de concepciones
que en gran medida están de acuerdo con la pla- cristianas y precristianas. Pero además la plani-
nificación familiar, aunque frecuentemente no en ficación familiar en sus propuestas y acciones
la forma en que es aplicada; por otra, dichas ONG iniciales implicó que fuera el Estado quien impu-
suelen estar “atadas” a financiamientos que pro- siera/sugiriera el número de hijos a tener, y no el
mueven dicha planificación (84). Es decir, tanto varón o el grupo familiar; más aún fue el Estado
por sus objetivos ideológicos feministas, por sus quien colocó en la mujer y no en el varón la posi-
concepciones biomédicas, como por sus fuentes bilidad de un real control de la natalidad. Pero esa
financieras de mantenimiento, investigaron muy inducción del Estado ha sido asumida, según al-
poco, y menos aún se movilizaron contra las gunos expertos, por la población: “En Chiapas las
esterilizaciones. mujeres están teniendo menos hijos que nunca y
En el caso de los movimientos étnicos tengo les gustaría que sus hijos, a su vez, tuvieran menos
pocas explicaciones más allá de asumir, como hijos” (74 p.158). Y podríamos seguir abundando
señalé previamente, que la mayoría de los líderes en posibles contenidos de la cosmovisión y de la
se ha preocupado escasamente por el papel de identidad indígena, así como en los mecanismos
los procesos de s/e/a-p en el desarrollo de sus de transformación a través de procesos de s/e/a-p,
objetivos y movilizaciones políticas, aun cuando pero lo que ahora me interesa subrayar es la
pueden llegar a utilizarlos ideológicamente como escasa o nula movilización de los movimientos
parte de sus estrategias etnicistas; lo cual no es nativos respecto de un proceso, durante el cual las
solo una característica de estos grupos, sino de los instituciones del sector salud también trataron de
movimientos sociales liderados, en su mayoría, esterilizar a varones indígenas (o).
por varones. Pero ocurre que la planificación fa-
miliar, y aún más las esterilizaciones, no consti-
tuyen procesos secundarios y menos invisibles, IDEOLOGÍAS, PROYECTOS Y
aun cuando los medios de comunicación masiva POSIBILIDADES
difundieron fuertemente la planificación familiar,
pero silenciaron las esterilizaciones, en lo cual
convergieron con las ONG, con los movimientos De los procesos de s/e/a-p analizados surgen
indios y con el sector salud. Necesitamos subrayar algunos hechos interesantes que trataré de sinte-
que la planificación familiar y, sobre todo, las este- tizar. En principio observamos que el papel dado
rilizaciones, no solo violentan a la mujer, sino que a las cosmovisiones indígenas como alternativa
se supone violentan una masculinidad que hasta social e ideológica no va más allá, por lo menos
hace pocos años sostenía que “la mujer siempre hasta ahora, de las retóricas académicas y polí-
debe estar cargada, como el fusil”, y que era se- ticas, dado que el principal reservorio y operador
ñalado como uno de los principales indicadores de dicha cosmovisión, según los especialistas, es
si bien no se lograron gran parte de los objetivos, problematiza no solo lo que está ocurriendo en tér-
se desarrollaron procesos de aprendizaje, que más minos políticos con los movimientos indígenas en
adelante, sobre todo cuando surjan coyunturas México, sino también las interpretaciones de los
favorables, podrían ser retomados. Lo cual es co- analistas, ya que tanto en los procesos de s/e/a-p
rrecto, pero en la medida en que asumamos que como en los procesos específicamente políticos
gran parte de los procesos de empoderamiento, au- observamos similares trayectorias, que sintetizaría
tonomía y/o búsqueda de legalidad de la medicina en seis aspectos: 1) el repliegue cada vez mayor
tradicional se dieron, al menos en parte, debido a de las organizaciones étnicas; 2) las limitaciones
que las corrientes económico-políticas neoliberales y fracasos, así como los pocos éxitos en el enfren-
tendieron, durante los años ochenta y noventa, tamiento y resistencias frente a la expansión de la
a reconocer e incluso impulsar las “diferencias”, sociedad dominante; 3) la pérdida de iniciativa y
los empoderamientos y los emprendimientos, lo autonomía de los actores subalternos; 4) el apro-
cual es reconocido por los movimientos sociales y vechamiento parcial de las contradicciones y pro-
por sus analistas, ya que además, algunos de ellos blemas de la sociedad dominante; 5) el uso de
plantearon explícitamente el uso de las aporías y mecanismos legales que se propusieron a nivel
aparentes contradicciones del neoliberalismo para, internacional y se establecieron localmente, pero
a partir de estas, desarrollar los propios objetivos. que establecieron expectativas que se cumplieron
Más aún, por lo menos los intelectuales orgá- solo parcialmente; 6) el dominio de la dimensión
nicos de los movimientos y grupos étnicos sabían ideológica tanto en la lectura de los procesos como
no solo del poder técnico, económico y político de de las propuestas (s).
la biomedicina, sino de su constante pragmatismo. Para profundizar lo planteado y analizado en
Una biomedicina que en función de sus objetivos este texto, podría seguir formulando interrogantes
se apropia, permite y/o desecha otras formas de respecto de por qué las mujeres, las lesbianas o los
atención en la medida que le permita extender gay se organizan en movimientos sociales en torno
la cobertura o desarrollar vigilancias epidemioló- a sus padecimientos, mientras los varones hete-
gicas para el paludismo o para el VIH-sida, y a las rosexuales no; y no solo para establecer algunas
que usa coyuntural y momentáneamente. Y, sobre conclusiones sobre las posibilidades de organi-
todo, no tomaron en cuenta el constante proceso zarse en términos de género, sino de la eficacia
de penetración, legitimación técnica e ideológica diferencial de esta forma de organización (t). O
de la biomedicina, no tanto en los curadores tra- podría plantearme interrogantes respecto de si los
dicionales sino en los sujetos y conjuntos sociales grupos y movimientos new age que utilizan con-
subalternos y no subalternos así como en los go- cepciones y rituales ancestrales –o supuestamente
biernos de, por lo menos, todos los países adhe- ancestrales– inciden negativa o positivamente en
ridos a la OMS y a la ONU. el desarrollo de los movimientos étnicos, cuyos
Ahora bien, lo analizado refiere a los procesos objetivos son básicamente políticos. O podría
de s/e/a-p, y no sabemos hasta qué punto nuestras analizar cómo a través de lo que pasó en México
interpretaciones sobre estos procesos pueden apli- con la epidemia de influenza A-H1N1 en los años
carse a lo que ocurrió y está ocurriendo con los 2009-2010, podemos observar las limitaciones y
movimientos y organizaciones étnicas en términos errores de la descentralización del sector salud
políticos, pese a que si bien siguen existiendo or- mexicano.
ganizaciones y luchas en muy diferentes contextos Pero considero que, a través de los procesos
mexicanos, observamos un repliegue de ambas, analizados, ha quedado claro que el análisis de
una expansión continua de las empresas privadas los procesos de s/e/a-p posibilita llegar a detectar,
–especialmente las extractivas– sobre los territorios a observar, a problematizar, por lo menos, ciertos
indígenas, un proceso migratorio constante y cada aspectos de procesos económico-políticos o ideo-
vez menos reversible hacia medios urbanos y/o lógico-culturales que no suelen ser considerados
rurales nacionales y de los EE.UU., así como una por los especialistas en dichos procesos ni por los
profundización de la pobreza, especialmente en líderes etnicistas. Del mismo modo, los procesos
las zonas indígenas. Por lo cual considero que lo de s/e/a-p pueden evidenciar no solo las contra-
ocurrido con los procesos de s/e/a-p, por lo menos, dicciones y conflictos de los sectores sociales
finales de la década de 1960 a través del Modelo por lo tanto, el personal de salud era considerado
Médico Hegemónico (4,5,13,19,28,29,41,42). un agente que actuaba simultáneamente contra
las costumbres mortuorias y contra la economía
h. “Para Félix Durán Quispe (2006), el médico tra- de las comunidades. Es decir que los procesos de
dicional no solo es el hombre llamado a curar los s/e/a-p pueden expresar tanto los conflictos de los
síntomas de las enfermedades, sino a establecer sistemas, como las acciones sociopolíticas que
la armonía primordial del cosmos con su realidad los sujetos y grupos crean para “resolver” dichos
comunitaria. Para él la medicina tradicional utiliza conflictos, y que pueden parecernos paradojales
métodos bajo el principio de humanidad…” (50 o incomprensibles si no tenemos la información
p.35). Para observar una concepción similar en los suficiente para entender no solo las lógicas cultu-
shamanes y otros curadores tradicionales mexi- rales, sino también las económicas.
canos ver Bartolomé y Barabas (30).
n. La elección de Cuba no solo es por razones de
i. Entre 2000 y 2014 antropólogos sociales que tra- tipo ideológico, sino también económico, dado
bajan en áreas indígenas de Chiapas, Chihuahua, el bajo costo de los estudios universitarios com-
Guerrero, Oaxaca, Sonora y Yucatán me infor- parado con el de sus países de origen.
maron no solo de la disminución de curadores
tradicionales, sino de que los jóvenes no querían o. En el estado mexicano de Guerrero se esterilizó
ya trabajar como curadores populares, aunque sí a varones de origen indígena con el consenti-
como promotores. Incluso en una comunidad de miento de ellos, lo que produjo que se movili-
Oaxaca y en otra de Guerrero, curadores tradicio- zaran debido a que el sector salud no les dio el
nales les preguntaron a sendos antropólogos qué dinero que les había prometido si aceptaban ser
podían hacer para que los jóvenes se interesaran esterilizados (4).
por actuar como curadores tradicionales.
p. Bolivia es el país con mayor porcentaje de po-
j. Cuadrillero y Megchún (54) describen la trayec- blación indígena como ya se señaló, y que tiene
toria de una mujer tzeltal residente en las Cañadas la población que más atiende los partos por autoa-
de la Selva Lacandona que padecía un fuerte dolor tención y/o con parteras empíricas, pero también
de espalda y que acudió a promotores de salud lo- el país con mayor porcentaje de muertes maternas
cales, a la clínica regional, al hospital de cabecera después de Haití (85). Obviamente, las altas tasas
municipal, al huesero de dicha cabecera, a una de mortalidad materna no solo se deben a los dos
curandera de fuera de su comunidad. Esta trayec- “factores” señalados, aunque son determinantes.
toria supone varios tipos de curadores biomédicos
y “tradicionales”, y procesos similares podemos q. Ello no ignora la eficacia simbólica y no sim-
observar en muy diferentes contextos rurales y ur- bólica observada en el trabajo de hueseros,
banos, originarios y mestizos (29,51,55-57). parteras, curanderos o brujos, pero no tiene ca-
pacidad para enfrentar y reducir la mortalidad por
k. El BRICS está integrado por Brasil, Rusia, India, problemas cardiovasculares, cancerígenos, por
China y Sudáfrica. VIH-sida, o por las llamadas muertes “evitables”
generadas por enfermedades infectocontagiosas, o
l. La medicina “occidental” tiene sus principales incluso las benignas.
raíces no solo en Grecia, Roma y Europa medieval
y renacentista, sino también en China, India y r. Para una discusión de los conceptos tradicional
países árabes (71). y medicina tradicional ver “La enfermedad y la cu-
ración: ¿Qué es medicina tradicional? (86).
m. Es posible que también hayan muerto cura-
dores tradicionales, pero es casi seguro que opo- s. No desconozco el papel de las violencias le-
niéndose a las medidas biomédicas en función de gales e ilegales, así como los procesos de coop-
dos hechos: primero, porque algunas de dichas tación política en los procesos señalados, que
medidas afectaban fuertemente los rituales mor- si bien pueden ser decisivos para los objetivos
tuorios tradicionales y, segundo, porque las ac- políticos de los movimientos, no han tenido un
ciones biomédicas eran impulsadas por gobiernos papel relevante en la trayectoria de los procesos
no solo caracterizados por la corrupción, sino de s/e/a-p analizados.
por la explotación, lo que dio lugar al desarrollo
y difusión de ideas que evidencian la gran des- t. Si bien Alcohólicos Anónimos fue creado e im-
confianza que la población tiene respecto de las pulsado por varones, no obstante constituye un
autoridades políticas, ya que algunos rumores con- grupo de autoayuda que por sus objetivos y di-
sideraban que el Ébola era un problema inventado námica no puede ser considerado un movimiento
por los gobiernos para seguir recaudando fondos y, social.
3. Menéndez EL. La parte negada de la cultura: 18. Astorga L. Drogas sin frontera: los expedientes
Relativismo, diferencias y racismo. Barcelona: Be- de una guerra permanente. México: Grijalbo;
llaterra; 2002. 2003.
4. Menéndez EL. De sujetos, saberes y estructuras: 19. Menéndez EL. Morir de alcohol: Saber y hege-
Introducción al enfoque relacional en el estudio monía médica. México: Alianza Editorial; 1990.
de la salud colectiva. Buenos Aires: Lugar Edi-
torial; 2009. 20. Menéndez EL. ¿Qué drogas matan más? Al-
gunos comentarios sobre las políticas prohibi-
5. Menéndez EL. De racismos, esterilizaciones cionistas aplicadas a las sustancias consideradas
y algunos otros olvidos de la antropología y de adictivas. Ichan tecolotl. 2012;(266):3-6.
la epidemiología mexicanas. Salud Colectiva.
2009;5(2):155-179. 21. Romaní O. Las drogas: Sueños y razones. Bar-
celona: Ariel; 1999.
6. Harrington M. The Other America: Poverty in
the United States. New York: Macmillan; 1962. 22. Valdés G. Historia del narcotráfico en México.
México: Editorial Aguilar; 2013.
7. Kolko G. Wealth and Power in the United
States. New York: Frederick Praeger; 1962. 23. McKeown T. The modern rise of population.
London: Academic Press; 1976.
8. Riesman F, Cohen J, Pearl A. Mental health of
the poor. New York: The Free Press; 1964. 24. McKeown T. Los orígenes de las enfermedades
humanas. Barcelona: Crítica; 1990.
9. Hertzman C, Siddiqi A. Health and rapid eco-
nomic change in the late twentieth century. Social 25. Kentikelenis A, King L, McKee M, Stuckle D.
Science & Medicine. 2000;35(11):1369-1378. The International Monetary Fund and the Ebola out-
break. The Lancet Global Health. 2014;3(2):e69.
10. Leon DA, Chenet L, Shkolnikov VM, Zakharov
S, Shapiro J, Rakhmanova G, Vassin S, McKee 26. Médicos sin Fronteras. Ébola en 2014: La
M. Huge variations in Russian mortality rates vergonzosa respuesta internacional ha costado la
1984/1994: artifact, alcohol or what? The Lancet. vida a miles de personas [Internet]. 2 ene 2015
1997;350:383-388. [citado 15 ene 2015]. Disponible en: https://goo.
gl/l0Hpzc.
11. Guibert W. Epidemiología de la conducta
suicida. Revista Cubana de Medicina General In- 27. Baud M, Koonings K, Oostindie G, Ouweneel
tegral. 2002;18:1-7. A, Silva P. Etnicidad como estrategia en América
Latina y el Caribe. Quito: Abya-Yala; 1996.
12. Hagedus A. Socialismo y burocracia. Barcelona:
Ediciones Península; 1978. 28. Menéndez EL. Poder, estratificación y salud:
Análisis de las condiciones sociales y económicas
13. Menéndez EL. Cura y control: La apropiación de la enfermedad en Yucatán. México: Ediciones
de lo social por la práctica psiquiátrica. México: de la Casa Chata; 1981.
Editorial Nueva Imagen; 1979.
29. Menéndez EL. Antropología Médica: Orien-
14. Perez Jr. LA. To die in Cuba: Suicide and so- taciones, desigualdades y transacciones. México
ciety. The University of North Carolina Press; DF: CIESAS; 1990. (Cuadernos de la Casa Chata
2005. 179)
15. Fort M, Mercer MA, Gish O. El negocio de la 30. Bartolomé MA, Barabas AM, compiladores.
salud: Los intereses de las multinacionales y la pri- Los sueños y los días: Chamanismo y nahualismo
vatización de un bien público. Barcelona: Paidos en el México actual. México DF: Instituto Na-
Ibérica; 2006. cional de Antropología e Historia; 2013.
31. Baytelman B. De enfermos y curanderos, me- economía política, 1930-1979. México: Ediciones
dicina tradicional en Morelos. México DF: INAH; de la Casa Chata; 1991.
1986.
44. Guiteras C. Los peligros del alma: Visión del
32. Baytelman B. Acerca de las plantas y curan- mundo de un tzotzil. México: Fondo de Cultura
deros. México DF: INAH; 1993. Económica; 1965.
33. Campos R. Nosotros los curanderos. México 45. Pitarch P. Ch’ulel: una etnografía de las almas
DF: Nueva Imagen; 1990. tzeltales. México: Fondo de Cultura Económica;
1996.
34. Gallardo J. Medicina tradicional p’urhépecha.
Zamora: El Colegio de Michoacán; 2002. 46. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica
35. Luengas MI. El saber y el quehacer de las 2009 [Internet]. 2010 [citado 10 ene 2013]. Dis-
parteras en el medio rural mexicano [Tesis de ponible en: http://goo.gl/3rqYoJ.
Maestría]. México DF: Facultad de Ciencias Polí-
ticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma 47. Berrio L. Entre la normatividad comunitaria y
de México; 1994. las instituciones de salud: Procesos reproductivos
y salud materna en mujeres indígenas de la Costa
36. Page-Pliego JT. El Mandato de los dioses: chica de Guerrero [Tesis de Doctorado]. División
Etnomedicina entre los tzotziles de Chamula y de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad Au-
Chenalhó, Chiapas. San Cristóbal de las Casas: tónoma Metropolitana-Unidad Iztapalapa; 2013.
UNAM; 2005.
48. Berrio L. Trayectorias reproductivas y prácticas
37. Ramos I. Hueseros y sobadores en la de atención a la salud meterna entre mujeres indí-
ciudad de México: Un estudio de caso [Tesis de genas de la Costa Chica de Guerrero. En: Sánchez
Maestría]. México DF: Posgrado en Antropología Bringas A, coordinador. Desigualdades en la pro-
Social, Escuela Nacional de Antropología e His- creación: Trayectorias reproductivas, atención
toria; 2002. obstétrica y morbimortalidad materna en México.
México: UAM: 2014. p. 211-243.
38. Antropología de la curación. Revista Alteri-
dades [Internet]. 1996;(12) [citado 12 ene 2015]. 49. Observatorio de Mortalidad Materna. La
Disponible en: http://goo.gl/Foo9Yn. muerte materna tiene rostro: Indicadores [In-
ternet]. México DF: OMM; 2010 [citado 12 ene
39. Arana Cedeño M, Cabada X. La amarga rea- 2015]. Disponible en: http://goo.gl/x6ed7n.
lidad del azúcar: mayores riesgos y amenazas para
los pueblos indígenas en México. En: Observatorio 50. Organización Panamericana de la Salud. Una
del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición. visión de salud intercultural para los pueblos indí-
¿Quién decide sobre la alimentación y nutrición genas de las Américas [Internet]. Washington DC:
a nivel global? Reinheim: Brot für die Welt, FIAN OPS; 2008 [citado 12 ene 2015]. Disponible en:
Internacional, ICCO; 2012. p. 46-48. http://goo.gl/ctZhLb.
40. Page-Pliego JT. Refresco y diabetes entre los 51. Ortega J. Proceso reproductivo femenino: sa-
mayas de Tenejapa, San Cristóbal y Chamula, beres, género y generaciones en una comunidad
Chiapas. LiminaR: Estudios Sociales y Humanís- maya de Yucatán [Tesis de Doctorado]. El Colegio
ticos. 2013;11(1):118-133. de Michoacán; 1999.
41. Menéndez EL. Políticas del Sector Salud 52. Page-Pliego JT. Política sanitaria dirigida
mexicano (1980-2004): ajuste estructural y prag- a los pueblos indígenas de México y Chiapas
matismo de las propuestas neoliberales. Salud Co- 1857-1995. Chiapas: UNACH, IEI, UNAM; 2002.
lectiva. 2005;1(2):195-224.
53. Freyermuth-Enciso G. Médicos tradicionales
42. Menéndez EL. Poblaciones abiertas, seguras y médicos alópatas: Un encuentro difícil en los
y privadas: cambios, reorientaciones y perma- Altos de Chiapas. Tuxtla Gutiérrez: Gobierno del
nencias en el sector salud mexicano. En: Asis A, Estado de Chiapas, CIESAS; 1993.
Alonso J, coordinadores. El estado mexicano: he-
rencias y cambios. México DF: Porrúa/CIESAS; 54. Cuadriello OH, Megchún Rivera R. El despla-
2005. vol II; p.151-192. zamiento de curadores y brujos entre los tzeltales
de las Cañadas de la Selva Lacandona. En: Bar-
43. Menéndez EL, editor. Antropología del alco- tolomé MA, Barabas AM, coords. Los sueños y
holismo en México: Los límites culturales de la los días: Chamanismo y nahualismo en el México
Universidad de castilla-la Mancha; 2006. p. 84. Menéndez el, Di Pardo rB. Sector Salud y or-
289-303. ganizaciones no-gubernamentales: convergencias
y articulaciones en torno a la salud reproductiva.
78. ramírez-Hita S. Aspectos interculturales de la AM-rivista della Società italiana di Antropologia
reforma del sistema de salud en Bolivia. revista Medica. 2010-2011;29-32:215-252.
Peruana de Medicina experimental y Salud Pú-
blica. 2014;31(4):762-768. 85. Uribe G. Mortalidad materna en Bolivia: ¿Qué
hacer para evitar tantas muertes de mujeres? en:
79. reinaga F. la podredumbre criminal del pen- Fernández Juárez G, coord. Salud e intercultura-
samiento europeo. la Paz: ediciones comunidad lidad en América latina: antropología de la salud
Amaútica Mundial; 1982. y crítica intercultural. ciudad real: Universidad
de castilla-la Mancha; 2006. p. 173-186.
80. Baschet J. los zapatistas: ¿“Ventiloquia india” o
interacciones creativas? istor. 2005;(22):110-128. 86. Menéndez el. la enfermedad y la curación:
¿Qué es medicina tradicional? Alteridades.
81. Pitarch P. los zapatistas y el arte de la ventri- 1994;(7):71-83.
loquia. istor. 2004;(17):95-132.
87. Bourdieu P. Contrafuegos: reflexiones para
82. Pitarch P. “Ventriloquia confusa”. istor. 2005; servir a la resistencia contra la invasión neoliberal.
(22):129-144. Barcelona: Anagrama; 1999.
83. Sánchez-escobedo P, cetina-canto t, Menén- 88. Bourdieu P, chamboredon Jc, Passeron Jc.
dez-Antuñano P. efectos psicológicos de la esterili- El oficio de sociólogo: Presupuestos epistemoló-
zación quirúrgica en mujeres yucatecas [internet]. gicos. México DF: Siglo XXi editores; 1975.
1994 [citado 10 ene 2015]. Disponible en: http://
goo.gl/dnltfp.
ForMA DE cItAr
Menéndez el. las enfermedades ¿son solo padecimientos?: biomedicina, formas de atención “paralelas” y proyectos
de poder. Salud colectiva. 2015;11(3):301-330.
este obra está bajo una licencia de creative commons reconocimiento-Nocomercial 4.0
internacional. reconocimiento — Permite copiar, distribuir y comunicar públicamente la obra.
A cambio, se debe reconocer y citar al autor original. No comercial — esta obra no puede ser
utilizada con finalidades comerciales, a menos que se obtenga el permiso.
http://dx.doi.org/10.18294/sc.2015.719