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Explotando el potencial de las

algas para aplicaciones


alimentarias

Fuente: Revista Alimentaria | 02/08/2019


Alimentar a la población en el futuro implica superar una serie de retos a los
que tenemos que ir dando respuestas. Por un lado, se estima que la demanda
global de alimentos aumentará en un 60% hacia el 2050 [1]. Al mismo tiempo,
la cadena alimentaria se encuentra bajo presión debido a la limitación de
recursos, la escasez de agua, la degradación de suelos, la pérdida de
biodiversidad y los impactos del cambio climático. Si a eso le sumamos que
más de un tercio de la comida que se produce en el mundo hoy en día se
pierde o se desperdicia, podemos hacernos una idea de lo complicado de la
situación.
Adicionalmente, nuestro sistema alimentario ha sufrido tremendas
transformaciones durante el último siglo, provocando cambios en las
preferencias dietéticas que han impactado de forma significativa en la salud de
los consumidores (por ejemplo, aumentando de forma alarmante el número
de enfermedades metabólicas y obesidad), así como en la disponibilidad de
alimentos.
En este contexto, se hace necesario reforzar nuestra cadena alimentaria,
desde la producción hasta el consumo, para incrementar la sostenibilidad en el
sistema productivo, reduciendo las pérdidas en la cadena de suministro de
alimentos y limitando los impactos medioambientales. Actualmente
existen diversas iniciativas que persiguen la valorización de nuevas fuentes
alimentarias con el fin de aumentar la competitividad, abordando el tema de
sostenibilidad y proporcionando valor añadido.
En esta línea, se pretende explotar los recursos marinos (algas), no sólo por su
abundancia. Las algas contienen altas cantidades de proteínas, por lo que
pueden ser una nueva fuente interesante de proteínas para aplicaciones
alimentarias. Por ejemplo, la Chrorella contiene aproximadamente un 60% de
proteínas. Pero también tienen alta potencialidad otros alimentos 'verdes',
como las microalgas tipo 'Spirulina'.

Además las algas también empiezan a parecer sustitutos vegetales del huevo.
Las fuentes de Ainia han explicado que a partir de una base vegetal se crea un
ingrediente alternativo al huevo para utilizar en productos horneados, como en
galletas con chocolate. Un ejemplo de este tipo de productos es Just Mayo,
desarrollado por la empresa Hampton Creek Foods.

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