ECUACIÓN DE CUARTO GRADO C. I.

JORGE GABRIEL CHIÉ GARCÍA

CAPÍTULO 3
ECUACIÓN DE CUARTO GRADO.

3.1 Introducción

Los matemáticos del siglo XVI, una vez resuelto el problema de la ecuación de tercer
grado, se enfrentaron a un nuevo desafío: la resolución de la ecuación de cuarto
grado. Hasta donde se tiene conocimiento, el primer matemático en resolver una
ecuación de cuarto grado en forma general fue Ludovico Ferrari (1522-1565),
discípulo de Cardano, quien publicó su resolución en el libro “Ars Magna”.

Al igual que Bombelli, Ferrari fue un estudioso de las matemáticas y en unión de

otros colaboradores, siendo el más importante de ellos Cardano, llegó a ser uno de
los mayores representantes de la escuela de Bolonia, que se dedicaba principalmente
al estudio del álgebra, con lo que le llegó al descubrimiento de la resolución
algebraica de la ecuación general de cuarto grado en 1540; con un bello argumento
reducía el problema a resolver una cúbica por el método de Tartaglia. Ferrari demostró
por primera vez que las soluciones de una ecuación de cuarto grado podían ser
negativas, irracionales e incluso podían implicar raíces cuadradas de números
negativos.

Todo el reconocimiento que obtuvieron Cardano y Ferrari no hizo más que amargar
aún más a Niccolò Fontana “Tartaglia”, quien emprendió una violenta campaña
contra Cardano a través de cartellos (cartas de desafíos). Sin embargo, no fue
Cardano el que respondió a las mismas, pese a los muchos intentos de Tartaglia de
retarle públicamente, sino el que se ocupó de la pelea fue Ferrari. Pese a que
Tartaglia no quería concursar públicamente con el estudiante, al final lo acabó
haciendo, posiblemente por la presión de una posible plaza de profesor de geometría
en su ciudad natal, Brescia, Italia.

El enfrentamiento sucedió el 10 de agosto de 1548 en la iglesia y los jardines de Frati

Zoccolanti en Milán. Una gran multitud se congregaba y todos los notables de la
ciudad estaban pendientes de su resolución, incluido el gobernador de Milán
(dependiente de la corona española), Don Fernando de Gonzaga, que era el juez
último. Aunque Tartaglia tenía experiencia y había ganado otros debates, Ferrari
tenía un mayor conocimiento de los problemas prácticos de cúbicas y sobre todo de
ecuaciones cuárticas que el mismo había resuelto para el libro de su jefe Cardano.
Tartaglia con menos carácter y más edad, pronto se dio cuenta que el público
celebraba cada acción de su oponente y que el mismo no sabía resolver algunos de
los problemas que implicaban cuárticas. Decidió abandonar Milán durante la noche
sin esperar a concluir el debate en que finalmente se declaró vencedor a Ferrari.
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Como consecuencia de este hecho, Ferrari ganó fama y tuvo muchas ofertas de
trabajo, incluida una del propio emperador, que deseaba un tutor para su hijo.

Ferrari consiguió un puesto como asesor de impuestos del gobernador de Milán,

Ferrando Gonzaga. Se retiró joven y rico a su ciudad natal Bolonia donde vivió con
su hermana viuda Maddalena.

En 1565, se le ofreció una plaza de profesor en la Universidad de Bolonia pero

desgraciadamente Ferrari murió ese mismo año. Se dice que envenenado con
arsénico, por su propia hermana. No hay pruebas directas de esta acusación, pero
las pruebas parecen indicar que fue así. Según Cardano, su hermana no lloró en su
entierro y habiendo heredado la fortuna de éste se volvió a casar a las pocas semanas.
Maddalena, después de su muerte, transfirió a su nuevo marido todas las
propiedades de Ferrari. Incluso parece que se apropió de algunos escritos inéditos
para que los publicara a su nombre su nuevo hijastro.

A continuación, veremos en forma resumida, el método de Ferrari, para resolver las

ecuaciones de cuarto grado.
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3.2 Método de Ferrari.

En esta sección, transcribiré la metodología para resolver la ecuación de cuarto

grado en forma general, de acuerdo con lo que expone Ludovico Ferrari, en el libro
“Ars Magna”.

Consideremos la ecuación general de cuarto grado:

+ + + + = 0 … (1)

donde , , y son números reales.

Es posible, mediante una Transformación de Tschirnhaus, eliminar el término cúbico

de la ecuación (1).

Al utilizar la resultante para eliminar el término cúbico, se llega a:

= − … (2)

Por lo tanto la ecuación (1) puede ser transformada de la siguiente manera:

+ + + = 0 … (3)

donde , , y están expresados en términos de , , y .

A esta ecuación se le conoce como “ecuación cuártica reducida”.

Ferrari se cuestionó si era posible expresar de alguna manera la ecuación cuártica

reducida mediante un binomio y un trinomio elevados al cuadrado. Veamos la
manera de proceder, de acuerdo al pensar de Ferrari.

Se sabe que:

( + ) = +2 + … (4)

Al utilizar (4) en (3), se obtiene que:

( + ) = − + − … (5)

Ferrari ahora propuso una idea genial: incluir una nueva variable dentro de (5).
Veamos qué ocurre si hacemos que:
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( + + ) = ( + ) + 2 ( + ) +
= +2 + +2 +2 + … (6)

Al utilizar (5) y (6), se obtiene lo siguiente:

( + + ) =( +2 ) − +( +2 + − ) … (7)

Ahora, Ferrari propone que la parte derecha de (7) sea igual a un binomio cuadrado
perfecto, es decir que:

( +2 ) − +( +2 + − )=( + ) … (8)

Si se logra encontrar y , entonces habremos logrado que (7) sea una igualdad de
cuadrados prefectos; un binomio y un trinomio. Veamos cómo encontrar y .

Al expandir (8), se tiene que:

( +2 ) − +( +2 + − )= +2 + … (9)

Por igualdad de coeficientes, de (8) se debe de cumplir que:

+ 2 =
− =2 … (10)
+2 + − =

Al resolver el sistema de ecuaciones de (10), se llega a una ecuación cúbica resolvente,

es decir, se tiene que cumplir que:

4 ( + 2 ) ( +2 + − )= … (11)

De (11), se obtiene un valor de , dado que es una ecuación cúbica.

Por lo tanto, al combinar (7) y (8), se tiene que:

( + + ) =( + ) … (12)

Al observar la expresión (12), podemos despejar el valor de , ya que , y son

conocidos, de donde se obtienen las cuatro raíces buscadas:
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± − 4( + − )
, =
2

− ± − 4( + + )
, =
2

Finalmente, al usar (2), el valor de será:

= −
4

Esta metodología presentada por Ferrari, brinda una manera original de resolver
una ecuación de cuarto grado; un método avanzado considerando que en el siglo
XVI apenas surgían las ideas de Rafael Bombelli sobre el álgebra y los números
complejos. Al tratarse del primer método para resolver ecuaciones cuárticas, uno se
queda con la espinita de poder mejorar éste método y eso es algo que hicieron
grandes matemáticos posteriores a Ferrari, como por ejemplo Euler, Descartes,
Lagrange, entre otros.

Es interesante hacer notar que para resolver una ecuación de cuarto grado, se
requiere forzosamente resolver una ecuación cúbica asociada a la ecuación cuártica
que estemos resolviendo (por ese motivo en el capítulo 2 vimos de manera
exhaustiva los métodos más relevantes para resolver ecuaciones cúbicas), a la que le
llamamos la ecuación cúbica resolvente.

En la actualidad, el método de Ferrari (de acuerdo a mi humilde punto de vista) lo

puedo considerar un poco complejo para poderlo aplicar a las ecuaciones cuárticas.
Como veremos más adelante, existen métodos más sencillos que resuelven el mismo
problema, pero por tratarse del primer método, me pareció muy relevante y
didáctico, darlo a conocer ante ustedes.

Como ejercicio, muestra 5 ejemplos donde se resuelvan ecuaciones de cuarto grado

usando el método de Ferrari, anotando tus conclusiones.