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Desarrollo

1. El maltrata infantil, las causas y consecuencias.


El maltrato a los niños es un problema universal que ha existido desde tiempos
remotos, sin embargo, es en el siglo XX con la declaración de los derechos del niño
(O.N.U. 1959) cuando se le considera como un delito y un problema de profundas
repercusiones psicológicas, sociales, éticas, legales y médicas.
Los estudiosos del tema del maltrato infantil han tratado de explicar su aparición y
mantenimiento utilizando diversos modelos, así tenemos:
1. El modelo sociológico, que considera que el abandono físico es consecuencia de
situaciones de carencia económica o de situaciones de aislamiento social
(Wolock y Horowitz, 1984).
2. El modelo cognitivo, que lo entiende como una situación de desprotección que
se produce como consecuencia de distorsiones cognitivas, expectativas y
percepciones inadecuadas de los progenitores/cuidadores en relación a los
menores a su cargo (Larrance, 1983).
3. El modelo psiquiátrico, que considera que el maltrato infantil es consecuencia
de la existencia de psicopatología en los padres (Polansky, 1985).
4. El modelo del procesamiento de la información, que plantea la existencia de
un estilo peculiar de procesamiento en las familias con menores en situación de
abandono físico o negligencia infantil (Crittender, 1993).
5. El modelo de afrontamiento del estrés, que hace referencia a la forma de
evaluar y percibir las situaciones y/o sucesos estresantes por parte de estas
familias (Hilson y Kuiper, 1994).

Las consecuencias pueden ser:


 Cuando el maltrato se da en niños pequeños, menores de tres años, es
probable que no se desarrolle el apego y por lo tanto, se dañarán sus
habilidades sociales y su autoestima. En estos casos, es habitual ver que el
niño tenga pesadillas, trastornos del sueño, cambios en los hábitos
alimenticios, retrasos en su desarrollo psicomotor o pérdida del control de
esfínteres.
 Al crecer, es probable que los niños maltratados tengan dificultades para
comprender, graduar y regular sus emociones y sus impulsos.
 Con frecuencia carecen de creencias positivas acerca de sí mismos y del
mundo que los rodea. En general, tienen menos habilidades para reconocer o
reaccionar ante el malestar de los demás.
 Suelen interpretar las intenciones de sus pares o maestros como más hostiles
de lo que verdaderamente son.

2. El abuso infantil.
Es cualquier acción, omisión o negligencia que prive al niño de sus derechos y
bienestar, que amenace o interfiera en su desarrollo físico, mental o social, y
cuyos autores pueden ser personas, instituciones o la propia sociedad.

3. La negligencia infantil por parte de los padres.


El abuso por negligencia consiste en fallas al cubrir las necesidades básicas de
un niño, niña o adolescente. Esto puede ser carencia de supervisión apropiada,
provisión de alimentos, protección o cuidado médico necesario, fallas al atender
las necesidades de educación, o cualquier desatención a las necesidades de los
menores de edad.

4. Fundamento del desarrollo psicosocial de los niños en los primeros 3 años.


0-3 meses: Los niños están abiertos a la estimulación.
3-6 meses: Pueden anticipar lo que está a punto de suceder y experimentan
percepción cuando no ocurre.
6-9 meses: Participan en juegos sociales y tratan de obtener respuestas de la
gente.
9-12 meses: Se relacionan más estrechamente con su cuidador principal. Sienten
temor ante los desconocidos y actúan tímidamente en situaciones nuevas.
12-18 meses: Exploran su ambiente para lo cual se apoyan a las personas que
están más apegadas.
18-36 meses: En ocasiones muestran ansiedad para que se den cuenta de lo
mucho que se están separando de sus cuidadores.

5. Los principales aspectos en el desarrollo de la infancia.


Desarrollo de la crianza.
La primera etapa que Erickson identificó es la de confianza básica frente a la
desconfianza básica, entre las que se necesita desarrollar un equilibrio, para así
desarrollar la virtud de la esperanza: la creencia de que pueden satisfacer sus
necesidades y cumplir sus deseos.
De lo contrario verán al mundo como un lugar hostil e impredecible, y tendrán
problemas para formar relaciones.
Es fundamental para un desarrollo adecuado de esta etapa, un cuidado sensible,
afectuoso y consistente.
Alimentación como escenario para establecer la mezcla correcta de confianza y
desconfianza.

Desarrollo de los apegos.


Más sociales, con vocabularios más grandes.
Predecían la fuerza de las habilidades de comunicación de los niños, su
compromiso cognoscitivo y su motivación de dominio a la edad de ocho años.

6. Niñez temprana que es y a qué se debe.


La niñez temprana es un período crucial que abarca desde el nacimiento hasta
los ocho años (0 – 8) de edad. Las experiencias de nuestros niños y niñas en esta
etapa, las cuales comienzan en la familia y se extienden a su comunidad y a los
escenarios de cuidado y educación temprana, establecen la base para su
bienestar, desarrollo, aprendizaje y productividad para el resto de sus vidas. Su
impacto es perdurable, tanto en el ámbito académico como social,
particularmente para aquellos de familias en desventaja económica

7. Analizar la importancia para los niños que tienen contacto con otros niños.
La socialización permite a los niños y niñas elegir con criterio a sus amigos,
crear amistades sanas, vencer la timidez, compartir con los demás, trabajar en
equipo y otros beneficios. Nacimos para ser sociables, desde que estamos en el
vientre de nuestra madre, hasta el último día de nuestra vida hemos de
desarrollar experiencias socialmente relevantes, de aquí la importancia de
enseñar a nuestros pequeños, pautas de conductas para mantener buenas
relaciones con los demás, que son la base de una buena inteligencia emocional.

8. Analizar el desarrollo psicosocial de los niños con padres que trabajan.


Factores como los horarios de trabajo no estándares y las tensiones financieras
pueden tener un impacto negativo en el desarrollo social, emocional y
conductual de los niños, resultando en problemas de conducta y bajo
rendimiento académico. La calidad y la cantidad de tiempo empleado en los
centros de atención infantil también puede afectar el desarrollo. Un estudio
longitudinal encontró que los adolescentes que pasaron la mayor parte del
tiempo en los centros de atención infantil con niños de corta edad eran más
propensos a exhibir la impulsividad y las conductas de riesgo que sus pares que
habían pasado menos tiempo en las guarderías.
A pesar de los posibles efectos negativos de tener padres que trabajan, los niños
también pueden experimentar ciertos beneficios si tienen padres que asisten a
trabajar con responsabilidad a sus necesidades. Los niños con padres que
trabajan pueden ver el mundo como un lugar menos amenazador. Ellos pueden
sentir una sensación de orgullo al saber que sus padres tienen carreras (las niñas,
en particular, pueden sentirse motivadas y tener un sentido de que tienen más
opciones de carrera si tienen una madre que trabaja) y también la participación
en una guardería de calidad se ha vinculado a los rasgos positivos.

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