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¿Es el feto capaz de aprender?

¿Tiene el feto la capacidad de aprender? ¿Es posible entrenar al niño que aún no nace y
puede este entrenamiento darle al niño un inicio mental,
para su aprendizaje posterior? ¿Qué es lo que ya ha
aprendido el feto de su madre? Por siglos, la gente ha
dilucidado acerca de la manera en que las experiencias en
el vientre pueden afectar al neonato. EL filósofo griego
Aristóteles, pensaba que el feto puede adquirir
“sensibilidad”. En la Europa Medieval, algunos aún creían
que el feto podía tener ideas. Si Aristóteles y estos otros
estaban en lo correcto ¿Cómo se adquieren estas
sensaciones e ideas? ¿Existe evidencia para apoyar o
refutar creencias?

Primero, revisemos lo que ya sabemos acerca de las capacidades del feto. Por lo general
los investigadores están de acuerdo en que el feto es sensible al tacto, y a la vibración y
que puede oír en los dos últimos meses antes del nacimiento. Sin embargo se deberá
acotar que los sonidos que vienen del exterior de la madre, compiten con los sonidos
dentro de la madre, para ser oídos. Los investigadores que han puesto micrófonos en
vientres de ovejas, se impactaron al descubrir el volumen tan alto de ruido dentro de la
oveja. El medio ambiente fetal puede ser tan ruidoso como una pequeña fábrica, con los
ruidos rítmicos del sistema circulatorio, con el latir constante del corazón de la madre, y
los diferentes ruidos del sistema digestivo de la madre.

Los investigadores especulan que los sonidos que vienen del exterior del cuerpo de la
madre deben de ser muy amortiguados.

El feto se adapta al ruidoso medio ambiente por medio de una sencilla forma de
aprendizaje que se conoce como acomodación. Muy sencillo, el feto aprende a responder
a ciertos sonidos. Los sonidos repetitivos tales como latirte el corazón resultan
tranquilizadores. El feto se asusta con nuevos sonidos repentino o vibraciones pero
parece calmarse si estos continúan. Los investigadores han descubierto que después del
nacimiento el sonido de un metrónomo puesto al ritmo del corazón de la madre tranquiliza
al recién nacido.
¿Qué es lo que aprende el feto del mundo exterior? Peter Hepper (1980) elaboró un
interesante experimento con un grupo de madres embarazadas en Londres. Hepper les
preguntó con que tanta frecuencia veían la telenovela más popular de la televisión
británica “Neighbours”. Seleccionó un grupo que había visto el programa casi todos los
días y otro grupo que casi nunca lo veía. Pero las horas posteriores a los nacimientos de
los bebés, Hepper les puso la música del programa a los recién nacidos cuando lloraban
tan pronto como escucharon la música, los bebés del primer grupo dejaron de llorar y se
alertaban. Los recién nacidos de las madres que casi nunca veían el programa no
mostraron ninguna reacción (Hepper 1988). Al parecer era un poco dudoso que los recién
nacidos que se habían acomodado a la música del programa de televisión hubiesen
aprendido algo.

Si el feto puede aprender en el vientre, ¿Le podemos dar al bebé un inicio académico
mental antes de que nazca? René Van de Carr, fundador y presidente de la Universidad
Pre natal de Hayward California cree que puede hacerlo. Con una currícula que incluye el
“Juego de la patada” y otros ejercicios, el objetivo de Van de Carr es estimular el cerebro
del feto. A los padres se les instruye para palmear la parte del abdomen donde el bebé
patea y a hablar fuerte con palabras alentadoras mientras se les enseña el vocabulario. El
doctor Van de Carr afirma que el recién nacido graduado de la Universidad Pre natal está
más despierto, se desarrolla con mayor rapidez y está más cercano emocionalmente a
sus padres que los recién nacidos que no han tenido estas experiencias pre natales.
Otros exponentes del entrenamiento fetal hacen declaraciones aún más ambiciosas
(Poole, 1987).

Sin embargo, la mayoría de los expertos en el desarrollo infantil, ven estas declaraciones
con escepticismo, cautela e incluso con una evidente hostilidad. Creen que a los sumo
estos programas pueden ayudar a fortalecer el vínculo entre padres e hijos. Incluso
declaran, que no es debido a los detalles de los programas sino mas bien al hecho de que
los padres están más involucrados con su futuro hijo.

Estos expertos observaron la venta de cintas y paquetes caros más como una estrategia
comercial que como una investigación científica.

En resumen, continúa la búsqueda de algunos estudios precisos que capten a


imaginación y ayuden a identificar con exactitud lo que el feto es capaz de aprender
(Poole, 1987).

Craig, Grace J., Desarrollo Psicológico, 1994, pág. 107

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