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Líder y jefe
La persona que elabora bajo la figura de jefe es el superior de un cuerpo u oficio y, tiene autoridad para mandar y
exigir obediencia. A su vez, el líder busca motivar su equipo de trabajo para alcanzar los objetivos trazados, y
desarrollar grandes habilidades.
La experta en ética y liderazgo empresarial hace mención, en el mismo texto, a las causas que pueden llevar tanto a un
líder como a las empresas a cometer fallas éticas. Algunas de las razones individuales por las que se incurren en
comportamientos no éticos tiene que ver con:
Ignorar los límites; por ejemplo, los valores de la compañía o los códigos de la industria.
Seguir a la multitud, lo que viene a ser un problema de actitud.
Falta de autocontrol.
Liderazgo ético
Una cultura empresarial centrada en la ética deriva en efectos positivos para los negocios. Para ello, es importante
programar dentro de las compañías un liderazgo ético a través del establecimiento de pautas y procedimientos éticos.
Los líderes que entienden la importancia de actuar éticamente tendrán más probabilidades de atraer a los mejores
empleados y clientes. Poner el ejemplo correcto para otros trabajadores ayuda a crear un entorno que alienta a una
buena ciudadanía corporativa y que motiva a los colaboradores a desempeñarse mejor y de forma más innovadora.
Para ello, se deben seguir los siguientes pasos:
Para ser un buen gerente o líder y, en consecuencia, dar un ejemplo de liderazgo ético, primero necesitas conocer los
valores de la empresa. Así, podrás incorporarlos en las actividades cotidianas del negocio. Es decir, debes implementar
un código de ética.
Este comunicará a los miembros de tu equipo las reglas sobre el comportamiento que se espera de ellos y cómo
navegar por áreas éticas grises. Este conocimiento generalmente se deriva de las declaraciones de misión y visión.
Cuando las personas entienden por qué el comportamiento ético importa, es más probable que actúen en consecuencia.
Lo valores comunicados en un documento básico, funcional y a la disposición de todos, deben abarcar desde el nivel
más alto de la compañía hasta la base de la pirámide organizacional. El código debe quedar claro para todos los
empleados y reforzarse mediante capacitaciones regulares y otros eventos. Además, debe contemplarse la revisión de
estas reglas a medida que el negocio crece o cambia.
Una buena práctica es tener una política de puertas abiertas y reuniones personales regulares para que los trabajadores
puedan dar sugerencias y puntos de vista. Así, el equipo podrá apreciar que sus opiniones son bienvenidas y valoradas.
Esta acción generará confianza y cultivará un entorno respetuoso dentro de la empresa.
Las reglas se deben cumplir y no pueden permitirse excusas. Nadie puede quedar exento de cumplir con los estándares
éticos establecidos. En este sentido, se debe mantener el estado de la ética como un deber total y absoluto en la
compañía. Todos deben hacerse responsables de su conducta, especialmente los líderes de cada departamento y
gerentes de alto perfil.
Ser un líder proactivo no solo es enfatizar en la prevención. También debe tomarse el tiempo de aplaudir las elecciones
éticas positivas y recompensar a los empleados que tienen el valor de admitir un error y aprender de ellos.
Ser un líder significa adoptar altos estándares éticos en tu vida profesional y tratar a los demás con respeto y
autenticidad. Es necesario tener la disposición de exponer con honestidad las decisiones éticas difíciles. No temas
democratizar la toma de decisiones y pedir opiniones y sugerencias a tu personal. Compartir y delegar tareas
empoderará y motivará a tu equipo.