Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El desierto es el lugar del despojo del propio yo. La inmensa aridez que te
rodeará, hará desaparecer de ti todas aquellas cosas que no son
imprescindibles en tu vida. Desnudará tu alma, y te despojará de todo, incluso
de lo que consideras como más amado.
El desierto es indispensable para todo aquel que busca a Dios, fijos los ojos en
Jesús, alentado por la nostalgia que el Espíritu hizo nace en ti gracias al don del
agua que te dio vida.
El Pueblo de Israel caminó por el desierto durante cuarenta años. Moisés vivió
en él antes de acoger la misión que Dios le quería confiar.
Senderos de silencio
El objetivo de tus primeros pasos, en esta experiencia espiritual que estás
iniciando, es sencillo y claro: En la serenidad y en la paz, busca el silencio.
Reencuéntrate con la unificación interior en Él.
Podrás afirmar: Amor... Amor... Amor... sólo quiero dar amor, comunicarlo. Sólo
quiero amar... entrar a descubrir el misterio que encierra el Amor.
Es el corazón de la vida, es el alma del silencio: abres tu vida al Misterio del
proyecto de Dios para ti. En el silencio, el Espíritu correrá el velo que lo cubre.
Déjate guiar por Él. Porque el encuentro con el amor, muchas veces, se hace en
una ruta de pura fe, en el que, aunque no lo sientas, estás viviendo en la ruta
del amor.
"No debáis nada a nadie, sólo sois deudores en el amor" (Rm 13,8)
(Tomado de http://www.dominicos.org/aragon/ESPIRI/senderos/conlamirada/
4el_desierto_es_indispensable_en_.htm)