Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ideas Interculturalidad
Ideas Interculturalidad
1
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad ii
Directora
Amanda Romero
1. Información General
Tipo de documento Trabajo de grado Maestría
Acceso al documento Universidad Pedagógica Nacional. Biblioteca Central
Percepciones de racismo, discriminación e interculturalidad en
Título del documento experiencias pedagógicas de docentes afros de la localidad de
Ciudad Bolívar, Bogotá
Autor(es) Montoya Méndez ,Omar Manuel
Directora Romero Medina, Amanda
Publicación Bogotá. Universidad Pedagógica Nacional, 2016. 148p.
Unidad Patrocinante Universidad Pedagógica Nacional
PEDAGOGÍA, INTERCULTURAL, EDUCACIÓN, CIUDAD
Palabras Claves BOLÍVAR, MAESTROS Y MAESTRAS AFRO,
AFROCOLOMBIANO.
2. Descripción
Trabajo de grado para optar el título de Magister en educación. Esta investigación se centró
en las percepciones de los maestros y maestras afros de Ciudad Bolívar, la localidad diecinueve de
Bogotá, en su quehacer docente y en cómo se relaciona éste con la interculturalidad. Las preguntas
de investigación fueron: ¿Cómo perciben las maestras y los maestros afros en sus experiencias de
vida el racismo o la discriminación?, ¿Cómo viven la educación intercultural estos maestros y
maestras? ¿Cómo la implementan? Su objetivo fue investigar sobre las experiencias de racismo y
discriminación que viven los maestros y maestras afros en la localidad de Ciudad Bolívar
(Bogotá).
3. Fuentes
Escobar, A. (2010a). Una minga para el postdesarrollo: lugar, medio ambiente y movimientos
sociales en las transformaciones globales. Universidad Nacional Mayor de San Marcos:
Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales.
Friedemann, Nina. Friedemann, N. (1984). Huellas de Africanía en Colombia. Geografía humana
de Colombia. Variación biológica y cultural en Colombia. Tomo I. Recuperado de:
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/geografia/geofraf1/huellas.htm
iii
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Marulanda, Oscar. Marulanda, O. (1979). Folclor del Litoral Pacífico de Colombia. Colombia:
Instituto Colombiano de Cultura.
Park, Ezra. Park, E. (1950). Race and Culture, Glencoe Ill: The Free Press.
Restrepo, Eduardo. Restrepo, E. & Arias, J. (2010). Historizando raza: Propuestas conceptuales y
metodológicas. Emancipación y Crítica. No. 3, pp. 45-64.
Rojas, Axel. Rojas, A. (1990). Rutas de la interculturalidad. Estudio sobre educación con
poblaciones afrodescendientes en ecuador, Bolivia y Colombia. Enfoques, experiencias y
propuestas. Recuperado de: http://unesdoc.unesco.org/images/0021/002159/215925s.pdf
Wade, Peter. Wade, P. (2000). Raza y etnicidad en Americe Latina. Quito-Ecuador: Ediciones
Abya-Yala.
4. Contenidos
iv
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
5. Metodología
Modelo interpretativo de metodología cualitativa. Se recogieron datos cualitativos de fuentes
secundarias, por medio de una búsqueda bibliográfica, y también, para recoger datos cualitativos
de fuentes primarias se hicieron entrevistas y encuestas en diversos colegios distritales de la
localidad de Ciudad Bolívar en la ciudad de Bogotá.
Para lograr los primeros contactos se realizaron visitas a varios colegios distritales y en rápidas
charlas se preguntó por la presencia de maestras y maestros afros en los colegios. De esta manera,
se logró iniciar el contacto con los primeros docentes, quienes me referenciaron a otros
compañeros que trabajan en la localidad. Estas personas se contactaron una a una y se concertaron
las citas para lograr las entrevistas.
6. Conclusiones
Es clave destacar que la cuestión de la discriminación racial se refiere solo tangencialmente a
la noción de raza. La noción de raza ha sido históricamente usada para promover discursos racistas
que minimizan o vuelven invisibles a grupos humanos definidos.
El concepto de una única identidad nacional, que nos iguala está muy arraigado en los
imaginarios latinoamericanos. Se debe replantear, por tanto, la identidad desde la pluralidad de
culturas que cohabitan, sí, pero como la posibilidad de ser diferentes en igualdad de derechos; es
decir, la identidad sostenida en dos pilares: la herencia, como recordatorio del pasado y, la
relación con los otros, que es parte de nuestra definición como personas.
El Estado define la pluriculturalidad y a partir de ella, toma decisiones de políticas públicas,
mientras se reconoce que existe una pluralidad, no se está reconociendo la diversidad de esa
pluralidad, es decir, la diferencia cultural, ni tampoco se ahonda en el estudio de sus culturas y sus
identidades, o se promueve un diálogo enriquecedor, donde tanto etnicidades diversas como
Estado puedan encontrarse y construir relaciones más horizontales que las jerárquicas que se han
venido sosteniendo desde la época colonial. El Estado colombiano ha intentado luchar contra el
v
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
racismo; sin embargo, lo ha hecho imponiendo perspectivas que -muchas veces- no coinciden con
las realidades locales, y si bien reconocer la multiculturalidad es un paso importante, no es el final,
ni mucho menos el más grande que el gobierno debe dar, en la esperanza de lograr un país
equitativo para todos.
Los maestros y maestras casi siempre se ven involucrados en representaciones sociales dadas,
donde ellos, como sujetos, son identificados con “lo afro”, tanto si ellos mismos se identifican o
no con esa categoría, y esta identidad superpuesta por otros los afecta. Además las formas
culturales afros se folclorizan, se toman como muestras estancadas en el pasado, cosas “bonitas”,
pero las cuales parecen carecer de utilidad. En esta folclorización de lo diferente, revela mucho del
poder de la escuela como dispositivo alienante, como medio para la colonización de la mente y de
los saberes; son bien reconocidas las representaciones de los libros escolares que, desde los
primeros niveles de educación, representan a los afros en selvas y lugares alejados de la ciudad, o
a los indígenas usando taparrabos y saludándose con monosílabos o infinitivos, como si no fueran
capaces de hablar.
Estamos acostumbrados a pensar que las opciones interculturales son para comunidades
“étnicas” (indígenas, raizales, rom, afros y otros grupos), pero la realidad no es así. Según Néstor
García Canclini, todas las culturas, incluso las afros y las indígenas, son mestizas; en el mundo
actual, ya no existen culturas “puras” tal y como se concebían en un pasado. Ello no obsta para
que este reconocimiento de la diversidad cultural parta de la constatación del racismo epistémico y
estructural introducido por la colonialidad del poder, del saber y der ser desde el siglo XVI en
América, que convirtió en inferiores a los pueblos indígenas y a los afrodescendientes.
vi
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Tabla de Contenido
Introducción 1
Capítulo 1 .......................................................................................................................... 9
Capítulo 2 ........................................................................................................................ 42
Capítulo 3 ........................................................................................................................ 71
vii
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Sentidos y percepciones sobre su pertenencia étnica en las maestras y maestros de algunas IED
Ciudad Bolívar en el ser de docentes afrocolombianos .............................................................. 77
Capítulo 4 ........................................................................................................................ 92
Interculturalidad ....................................................................................................................... 92
¿Cómo viven el racismo, desde una perspectiva intercultural, los maestros afrocolombianos
de Ciudad Bolívar? ................................................................................................................... 108
viii
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad 9
TABLA DE ILUSTRACIONES
ÍNDICE DE TABLAS
10
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad 1
Introducción
La historia de los grupos humanos y su evolución social ha estado cargada por la hegemonía
del crecimiento del capitalismo desmesurado. La acumulación de capital, como fin último de la
vida, se ha tomado grandes porciones de la población; para lograrlo, han pasado a subyugar y
arrasar grupos humanos y sus culturas. En América, los colonizadores borraron del mapa pueblos
completos y, a su vez, trajeron a los africanos que, en su momento, fueron considerados
“animales salvajes”.
Desde la llegada de los afrodescendientes, pasando por las revueltas protagonizadas por
personajes reconocidos como el cimarrón Benkos Biohó, hasta los maestros ilustres que hoy
circulan en las diferentes aulas de colegios, universidades, también en los ámbitos políticos del
Estado colombiano, han emergido de los anaqueles de la historia, experiencias y percepciones
verdaderas de los africanos y su descendencia en América. Como menciona Friedman (1984):
Las culturas africanas penetraron el lago del subconsciente de los portadores de las
nuevas culturas negras, para surgir en expresiones y circunstancias sociales que han
sido objeto de investigación y que actualmente se someten a análisis comparativos.
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
2
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Aunque desposeídos de sus patrimonios materiales, los africanos negros trajeron consigo sus
culturas, sus memorias y sus tradiciones, las que se recrearon e integraron en estas tierras
americanas, generando un mestizaje cultural, donde las memorias de pasados africanos, los
recuerdos de los ancestros, se combinaron con lo aprendido, visto, creado en las Américas para
generar un acervo cultural, marcado por el encuentro de saberes y el aporte de su propia cultura a
la configuración de las actuales sociedades latinoamericanas.
Es por esto que la investigación con grupos de afrocolombianos no sólo es vigente, sino
necesaria y urgente, y aún falta mucho por hacer. Ahora bien, en el campo educativo, indagar por
la participación y las percepciones docentes en los ámbitos interculturales no es una tarea fácil, y
si se trata de maestras y maestros afrodescendientes, en escenarios como Bogotá, es más
complicado aún; sin embargo, los docentes colaboradores en esta investigación, en su gran
mayoría, estuvieron abiertos a la ampliación y recopilación de la información sobre sus
experiencias y sus percepciones de interculturalidad, desde su quehacer pedagógico y
comunitario. Para este caso, las y los docentes abrieron el baúl de sus recuerdos y la memoria. La
memoria, recurso de la historia para revivir en el tiempo sus tradiciones y sus formas de vida,
vienen de la mano del tiempo y el espacio.
La posesión de “sí mismos” es asumir con pertenencia su identidad, es asumir los retos de
una sociedad discriminadora y racista que aún no comprende la diferencia y el respeto por los
otros. Por ello, en la presente investigación reflexiono sobre las experiencias de vida de los
docentes afrocolombianos y la relación entre éstas y las formas como ellos y ellas abordan sus
realidades, desde sus actividades pedagógicas, poniendo en conocimiento el verdadero valor de
sus tradiciones culturales, desde su identidad. En pocas palabras, es resaltar el valor de “sí
mismos”, frente a los contextos de vida en lo profesional y lo cotidiano en algunos colegios de la
localidad de Ciudad Bolívar, en Bogotá.
3
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
grupos humanos y sus otros permiten des-ocultar las experiencias de las maestras y maestros
afrocolombianos en el campo de la educación. Este espacio, donde convergen distintas formas de
percibir al otro, es un “caldero” donde se ponen en consideración las relaciones de poder de un
maestro o maestra, frente a la comunidad interna y externa y su interactuar en la misma.
Como veremos en este trabajo, las experiencias vividas por docentes afrocolombianos en un
medio como el de Bogotá, demuestran que el racismo y la discriminación aún permean algunos
círculos pedagógicos y comunitarios en las instituciones educativas y la relación directa con el
entorno comunitario de la localidad.
Por otro lado, están las percepciones de la historia y sus vivencias, que plantean una
reflexión sobre el racismo y la discriminación. Además de las perspectivas de relación que tienen
desde el saber y el poder: esta relación que está unida por los procesos históricos y que hoy,
desde sus experiencias, perciben de distintas formas, es un recorrido por la historia, partiendo del
punto de vista de algunos investigadores en afrocolombiano descendencia; y de las maestras y
maestros afrocolombianos que laboran en algunas instituciones educativas de la localidad.
El Estado viene promoviendo una convivencia basada en las relaciones de respeto entre los
grupos humanos, pero ¿es posible que, entre afrodescendientes y los otros grupos humanos,
exista una relación de respeto a la diferencia étnica, partiendo del entorno educativo? En la actual
investigación se observa el panorama de posibilidades de un desarrollo de una educación más
4
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
acorde con las acciones de respeto, donde se integre la interculturalidad y la diferencia, y donde
se valore la condición social del otro.
Finalmente, el trabajo busca reflexionar sobre las condiciones que la educación y el ámbito
socio-cultural de las comunidades afrocolombianas para el mejoramiento de los procesos de
educación intercultural en la localidad de Ciudad Bolívar; puesto que no en todas las
instituciones se da como una alternativa de transformación y saber, sino que son acogidas por la
obligación de cumplir la normativa estatal.
Esta investigación la realicé como maestro que estudió Lenguas Modernas en la Universidad
INCCA de Colombia, y está relacionada con mi práctica docente de 16 años. De ese modo, este
secundarias, por medio de una búsqueda bibliográfica, y también, para recoger datos cualitativos
5
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Para lograr las encuestas y entrevistas se hizo un primer contacto con el DILE1 de la
localidad de Ciudad Bolívar, para averiguar si tenían datos del número de maestras y maestros
afrocolombianos, pero no poseían esa información; tampoco ninguna otra relacionada con los
en rápidas charlas con el director, o en algunos casos, el coordinador académico, se preguntó por
De esta manera, se logró iniciar el contacto con los primeros docentes, quienes me
referenciaron a otros compañeros que trabajan en la localidad. Estas personas se contactaron una
se presentaron inconvenientes: En el colegio Lara Bonilla se concertó cita con un maestro en dos
ocasiones, pero en el momento del encuentro se excusó diciendo que estaba muy atareado; en
una ocasión el investigador lo contactó en una marcha y se le pidió colaboración para llenar la
encuesta, la respuesta del docente fue “no estoy para eso”. En otra institución, una maestra, con
la que se había concertado una cita, le pidió al guarda de seguridad que no dejara ingresar al
1
Es la Dirección Local de Educación. Es la entidad derivada del Secretaria de Educación Distrital (SED) para
cada una de las localidades (unidades administrativas) de la ciudad de Bogotá. Se encargan de administrar lo
educativo para localidad correspondiente, entre otras cosas: asignaciones de docentes, número de cupos y su
asignación, recursos, etc.
6
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
A través del trabajo de campo, se describió que los docentes temían participar en estas
investigaciones, y que aceptaron hacerlo porque quien me referenció era un amigo; ellos decían
que, por lo regular, los investigadores quitan mucho tiempo y ellos, como sujetos de
investigación, nunca conocen los resultados ni qué se hace con la información que brindan, otro
temor manifiesto fue que, con estas investigaciones, se puede juzgar su labor docente.
Todos los docentes eran amigos entre sí; el proceso investigativo cubrió dos años, pues el
primer contacto con la DILE se hizo en el primer semestre de 2014; en ese mismo semestre, se
realizaron los encuentros iniciales con rectores, coordinadores y docentes afrocolombianos para
lograr el acercamiento inicial. Durante el trascurso del segundo semestre del mismo año, se
concertaron las primeras citas para las encuestas. En el año 2015 se concertaron las citas para las
entrevistas, las cuales se realizaron en dos o tres sesiones a cada uno de los siete docentes. Todo
de los cuales sólo se pudieron concretar 20 personas para la aplicación de la encuesta (Ver anexo
1. Preguntas de la encuesta); al mismo tiempo, la entrevista fue realizada con siete docentes, que
7
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
modo éstas se usan en este documento, al final, se encuentran apartados sobre la relación entre
los afrocolombianos y Ciudad Bolívar.
Para efectos de este estudio, en el segundo capítulo se realiza una presentación sobre el tema
de la colonialidad y la decolonialidad, desde la teoría y desde las perspectivas de los
afrocolombianos que participaron.
8
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Capítulo 1
Para definir raza se ha recurrido a Peter Wade, antropólogo británico que se ha interesado,
entre otras cosas, en el racismo y cómo opera en Colombia y otros países, desde su
planteamiento de que es importante hablar de “raza” como concepto, y también de los supuestos
que conlleva, porque si bien se reconoce que solo existe una “raza” humana, el concepto raza
muchas veces ha sido validado para ratificar el racismo y los discursos racistas.
A pesar de que se piensa en “raza” como término inmutable, la verdad es que no lo es;
“raza” es un constructo social que se ha venido modificando con el tiempo, siendo suplantado
por el de “etnicidad”, pero como señala Peter Wade:
‘Etnicidad’ se ha utilizado con frecuencia en lugar de ‘raza’, sea porque el uso mismo
de éste último término se ha visto como propagador del racismo por implicar que las
razas biológicas existen realmente, o simplemente porque al estar viciado por su
historia, ‘olía mal’. (Wade, 2000: 15).
A menudo, se argumenta que ‘negro’ es una identificación racial, mientras que ‘indígena’ es
una identificación étnica (Wade, 2000: 23). Pero, al igual que “raza”, “etnicidad” también es una
9
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
construcción social, que, si bien es más aceptada y usada dentro de las ciencias sociales, posee
igualmente una carga distintiva, ya que lo étnico se asociaría a lo indígena, a lo diferente, por lo
menos en lo que refiere a Latinoamérica, y, a nivel general, se asume que este concepto hace
referencia a las diferencias culturales entre un grupo minoritario respecto de un grupo
mayoritario y por lo regular, hegemónico.
Pero, por su parte, “raza” tampoco tiene una definición única en las ciencias humanas,
aunque, en los últimos años, algunos autores han llegado a ciertos acuerdos al momento de
conceptualizar “raza” (Wade, 1997, 2000; Grueso, 1998; Pardo, 1997; Mosquera, 2000; Urrea,
2002; Cunin, 2000; Escobar, 1999; Restrepo, 2004, Almario, 2007) plantean que ésta no es un
fenómeno único, sino que es un concepto polisémico y, que, además, se modifica y estructura
dependiendo del contexto:
‘Raza’ y ‘etnicidad’ no son términos que se refieran de manera neutral a una realidad
transparente de la cual las ciencias sociales nos ofrecen una descripción cada vez más
certera. Más bien, están entremezclados en discursos académicos, populares y políticos
que constituyen ellos mismos parte de las relaciones académicas, populares y políticas,
y de las prácticas cotidianas. (Wade, 2000: 9).
10
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
“Raza” y “etnia” no son los únicos conceptos problemáticos; para conceptualizar cultura es
necesario un recuento histórico del término, desde visiones críticas de la cultura, no como las que
planteó la Modernidad en la sociología de los siglos XIX y XX, como, por ejemplo, el sociólogo
sudafricano Adam Kuper (2001) hace un recuento histórico en el cual dice que “cultura”, como
concepto, remonta sus inicios al siglo XVIII, donde en Europa se discute qué es y a qué hace
referencia. De estos debates nace “cultura” como sinónimo de orden, gobierno y fuertemente
relacionada con el concepto de “civilización”; todo lo demás era considerado bárbaro y por tanto
“no cultural”.
Esta es una aproximación diferente a la del sociólogo Alfred Weber (1868-1958) quien en
su momento escribió el libro “Historia de la cultura”, que se hizo famoso e incluso se convirtió
en un hito de referencia para saber “qué era cultura y qué no”. En el texto, el autor recorre las
que llama “grandes civilizaciones” humanas, y analiza cómo se desarrollaron y conformaron; sin
embargo, durante el análisis no menciona civilizaciones o culturas africanas, apenas hace
mención a la agricultura de algunos grupos humanos:
Este hecho marca la tendencia a mostrar como “incultos” o “carentes de cultura” a las y los
africanos, lo que derivará en el discurso de la evangelización “por su propio bien”, o en la licitud
de la esclavitud por ser considerados más cercanos a los animales que a los seres humanos.
En Alemania, gracias a grandes discusiones de corte filosófico, cambia desde el siglo XIX la
denominación de cultura para relacionarla con el “progreso”, el mejoramiento material y
11
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
económico; de esta manera, grupos humanos que no poseía cultura (entendida bajo estos
parámetros) podían adquirirla si se esforzaban, “progresaban” y se hacían seres “culturales”.
Entre 1920 y 1950, los norteamericanos crearon por lo menos 150 definiciones de cultura
(Kuper, 2001); ya en el siglo XX, muchos intelectuales reconocen la imposibilidad de crear una
única conceptualización de “cultura”, y es entonces que se empieza a pluri-conceptualizar. Esto
equivale a reconocer que no existe una sola cultura universal, que debe ser el estandarte de todos
12
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
los pueblos, ligada a la superioridad y al progreso; por el contrario, existen múltiples culturas, y
diferentes formas de reconocerse.
En los años 80 del siglo XX, se introduce el concepto de “desarrollo humano” como eje
central de la cultura; pero es en los noventa donde el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) el que lo delimita y define:
13
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
progreso humano” (1990: 34). Por lo que, aclara que el desarrollo humano no termina en los tres
enunciados anteriormente citados, sino que se amplía a todas aquellas cosas que cada quien
valora y que el Estado debe garantizar: libertad social, política, económica, el derecho a crear y
expresarse, etc.
Hasta la década de los noventa del siglo XX, la “cultura” fue tratada como un accesorio,
algo agregado a los proyectos de desarrollo que se hacían en las comunidades. Es a partir de los
conceptos de sostenibilidad y desarrollo humano, y de los debates que les sucedieron, que desde
diferentes ciencias sociales se empieza a estudiar la cultura “per se”, como una dimensión que
cuenta de manera decisiva:
14
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
La cultura es algo vivo, compuesta tanto por elementos heredados del pasado como por
influencias exteriores adoptadas y novedades inventadas localmente. La cultura tiene
funciones sociales. Una de ellas es proporcionar una estimación de sí mismo, una
identidad en relación con los otros, esta puede ser de carácter personal o colectivo.
(Verhelst, 1994: 42)
La idea que adopto es que no debería haber jerarquías entre los grupos humanos, porque las
diferencias son sociales y no naturales, y que esas diferencias deben ser comprendidas a partir de
la historia y especificidad de cada grupo, por lo que la definición en sí misma constituye un
argumento a favor de la pluralidad de grupos humanos (Grimson, 2008), reivindicando la noción
de que existen diferentes culturas y que éstas no se ciñen a una escala donde unas están por sobre
las otras.
15
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Significa usar el lenguaje para decir algo con sentido sobre el mundo, o para
representarlo de manera significativa a otras personas. Es posible preguntar, ¿Es eso
todo? Bien, sí y no. La representación identitaria es una parte esencial del proceso
mediante el cual se produce el sentido y se intercambia entre los miembros de una
cultura. (Hall, 2010: 387)
La identidad, según Hall, va unida por consiguiente a otro concepto que también tiene un
sentido significativo y plural, muy importante: cultura. Diversos autores van definiendo la
identidad, otorgando mayor o menor importancia a diferentes connotaciones, por ejemplo según
dos características: el reconocimiento y la apropiación del pasado, como dice esta otra
definición:
16
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
En este mismo sentido Romero Cevallos (2005) reafirma el concepto de identidad ligado a
la colectividad, pero la conceptualiza a través de la pertenencia a un grupo que se convierte a su
vez en una referencia: “Esta colectividad puede estar por lo general localizada geográficamente,
pero no de manera necesaria (por ejemplo, los casos de refugiados, desplazados, emigrantes,
etc.)” (Romero Cevallos 2005: 62) Es en estos grupos en que se manifiesta la cultura y son estas
manifestaciones las que configuran la identidad individual que siempre está asentada en la
colectividad.
La identidad se basa, por tanto, en los “significados compartidos” donde las personas
conviven con toda una serie de cotidianidades que son significativas para ellas. La identidad
cultural de un pueblo viene definida de manera histórica por múltiples significados compartidos:
la lengua, como instrumento de comunicación, las relaciones y los códigos sociales, los ritos, las
ceremonias propias, los sistemas de valores y creencias en común; todos son producto de la vida
en colectividad. Las personas se comunican gracias a este sistema de significados que incluye:
música, danza, lenguaje, escritura, etc., el cual permite que nos entendamos mutuamente.
El sistema de significados (expresados en acciones tales como: danzas, habla, ritos, etc.),
conforman la cultura y, a su vez, influyen y marcan la identidad de las personas. Configurando
un ciclo auto regulatorio y mutuamente influyente: un sistema de significados-cultura-identidad.
17
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
sujeto, como es el caso en el curso del Colegio de Francia “Hermenéutica del sujeto” (2001a),
recurre a la noción de representación como “conjunto de ideas”. (p: 42)
En ese sentido, es el sujeto quien realiza las representaciones, quien se representa, en donde
la relación individuo-sociedad, “inicialmente formulada en términos de oposición entre actor o
agente y sistema social o estructura, ha evolucionado en un sentido que aproxima, en su
acepción, las nociones de actor y de agente, acercándolos a la noción de sujeto”. (Jodelet, 2008:
43). Así, en esta perspectiva de Jodelet, es más correcto hablar de actor, que de sujetos.
Los actores son quienes están con otros, y según Godelier (2007, en Jodelet 2008), es la
interacción la que hace que el actor interiorice la visión cultural que se tenía de sí mismo; por eso
las interacciones sociales poseen tres esferas de pertenencia: la de la subjetividad la inter-
objetividad y la de la trans-subjetividad. Estas tres esferas actúan y vuelven a actuar ante y como
consecuencia, sobre el sujeto, para lograr las representaciones. Por tanto, las representaciones
sociales son “fenómenos complejos que suponen numerosas dimensiones” (Jodelet, 2008: 50).
Por ejemplo, existen representaciones sociales activas, que son aquellas en las cuales el actor
decide hacer parte, y existen otras pasivas, que son las que envuelven al actor y en las que éste
no decide participar.
Un ejemplo de lo anterior se puede ver en el estudio que realiza Peter Wade (2008), en el
Distrito de Aguablanca (Cali):
18
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Así pues, la identidad es una característica que es inherente a la situación geoespacial y del
hábitat natural de un grupo humano; en ella se une la cultura, que reúne aspectos de la valoración
del pensamiento y las actividades hegemónicas de las prácticas culturales que propenden por el
mantenimiento o la reivindicación de sus raíces ancestrales; además, el conjunto de valores,
imágenes, pensamientos, la percepción de las condiciones de vida en la historia y la visión de
seres diversos, moldean la identidad de los seres humanos.
Las identidades de los pueblos se edifican por la búsqueda de lo que se ha considerado como
“nación”, de acuerdo con Wade (2000), y en ello se debe valorar la presencia de la triada que él
menciona: el mestizaje del indígena, el afrocolombiano y el blanco. Sin embargo, la
conformación del nacionalismo latinoamericano está ligado al mestizaje racista, cuando el autor,
al retomar a Whitten y Torres (1998), resume esta característica para plantear que el
nacionalismo latinoamericano utiliza tres símbolos básicos: el mestizaje, el indigenismo y el
blanqueamiento.
La mezcla o mestizaje se entiende como el modo de conformar una población nacional, que
pasa por formas de reconocimiento del otro/otra. Por ejemplo, el indigenismo es el
reconocimiento de la población indígena autóctona, pero a la que se localiza en el pasado, como
un grupo ubicado en el origen del poblamiento de la actual nación, más que la valoración de los
pueblos indígenas como una presencia contemporánea, ya que se espera con este enfoque la
integración final de esta población indígena al “resto del país”; el blanqueamiento, por su parte,
es la tecnología de control de la población, que espera o anhela un futuro nacional más blanco y
19
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
menos negro e indígena. En este discurso, lo negro y lo indígena se identifican como algo
arraigado en el pasado, inferior, algo que se tiene que superar (Wade, 2000).
La identidad, según Wade, está unida, en ese contexto, al nacionalismo, y éste depende de
dos factores relacionados: el lugar de nacimiento y el origen de los padres. Sin embargo, color y
raza son estandarte de identidad trasnacional:
Cabe anotar que el mestizaje es solo un escalón de la estratificación arcaica de los modos de
producción inventados por los colonizadores europeos y es parte de la construcción de los
Estados-nación latinoamericanos.
La raza negra, salvo excepciones que convencen de su actitud para la civilización sólo
bajo el amparo de la blanca puede servirla con provecho, disfrutar sus beneficios y
20
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
elevarse en religión, mediante los actos exteriores del culto, hasta el sublime de la
caridad; pero, perezosa y sensual, cuando se la deja entregada a sí misma, torna presto a
su barbarie primitiva. Mientras el americano tiende a aislarse de las demás razas, el
negro procura confundirse con la blanca, y su tipo desaparece en la descendencia de
pocas generaciones. (…). Por su fuerza física, por la confianza que pone en ella, y por
su aptitud para habitar en climas ardientes y malsanos, la raza africana es utilísima para
la industria en las regiones tropicales. (Arboleda, 1869: 3)
Arboleda expresa, así, el sentir de intelectuales y políticos de la época, como se lee en la cita
anterior, ya que en el siglo XIX la raza africana y su descendencia se consideraron, desde su
llegada a América, una herramienta poderosa del capitalismo europeo, capaz de soportar las
adversidades climáticas y las enfermedades que aquejaban a los blancos.
Wade (2009) habla del papel de los afrodescendientes en la configuración del “Estado-
nación” como piezas claves en esta construcción. Incluso, menciona la ideología de las
comunidades afrocolombianos y su participación en dicha construcción, como grupo pleno de
identidad personal y colectiva, basándose en Whitten y Torres:
21
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
guiar, los negros no fueron aceptados, sino negados sistemáticamente y, cuando se aceptaron, fue
para hacer aparecer el concepto de “blanqueamiento” como una aspiración, el fin último al que
debía llegar el negro. De esta manera operaba el racismo; pero el asunto no es simplemente de
exclusión:
Así pues, en el estado actual de los estudios de las culturas negras, se descarta el hecho
de que el bagaje iconográfico traído por los africanos -en su mayoría adultos saludables-
hubiera podido ser aniquilado. Más bien, empieza a explorarse el proceso de cómo tales
iconos o representaciones simbólicas, denominadas en este trabajo huellas de africanía,
han llegado a reflejarse en los sistemas de las culturas negras. (Friedemann, 1984: 547)
22
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Los procesos identitarios de los afrocolombianos en nuestro país son incluidos por estudios
en la academia, que les ayuda en su visibilidad, al constatar que la historia de la reivindicación
de la identidad afrocolombiana se puede rastrear hacia la década de los años cuarenta del siglo
XX, cuando textos pioneros como los de Rogerio Velásquez (1948, 1952, 1957), José Rafael
Arboleda (1950, 1952) y Aquiles Escalante (1954, 1964), iniciaron sus estudios.
Friedemann (1984), por su lado, intenta explicar parte del proceso de los estudios que se
realizan en las escuelas, colegios y universidades, con el fin de hallar una justificación al camino
recorrido en la intervención académica en lo concerniente al estudio de los afrocolombianos y su
identidad:
23
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Pero esto lo hacían los académicos, desconociendo los procesos que las comunidades
afrocolombianas en todo el país estaban realizando, como formas de organización comunitarias y
revitalización de sus tradiciones. Es, en este punto, donde los intelectuales afrocolombianos y
mediante movimientos propios, intentan redescubrir y abrir el “baúl” de los recuerdos ancestrales
para demostrar el verdadero valor de su grupo humano, en las construcciones de las naciones
latinoamericanas.
24
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Escobar (2010b) cuestiona también las diferencias entre investigadores y sus disciplinas,
porque, de cualquier forma, las posiciones se intersectan en cualquier punto, para llegar a la
definición de la identidad de un grupo humano; en este caso, el de los afrodescendientes
colombianos:
Para empezar, las formas existentes de auto-referencia y pertenencia entre los grupos
negros del Pacífico tenían poco que ver con lo que después de la Constitución de 1991
viniera a ser referido como “comunidades negras” o, aún más, “etnicidad negra”. Las
reuniones de activistas, expertos, ONG, líderes locales, grupos de mujeres —todos
discutiendo el carácter y el estatus de las nuevamente descubiertas “comunidades
negras”— llegaron a convertirse en una imagen ubicua en el Pacífico, desde aldeas de
río a pequeños pueblos y ciudades. Un frenesí de actividad paralela podría ser visto en
muchas oficinas de planificación y de desarrollo del Estado en Bogotá y en las
principales capitales departamentales con territorios en el Pacífico: Cali, Quibdó,
Popayán y Pasto. (Escobar, 2010b: 231)
25
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Restrepo (2008) también plantea que existen diversos enfoques en el multiculturalismo, que
van desde el neoliberalismo hasta lo radical, este abanico de posibilidades lo hace compatible
con diversos regímenes, sin que estos, necesariamente, sean realmente incluyentes:
26
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Hay que reconocer que esta definición está muy marcada por las concepciones
antropológicas de lo “étnico” y de los modelos de familia e identidad indígenas, lo que
constituye una visión sesgada pero, además, una falta de reconocimiento de lo que es
afrodescendencia. A pesar de estos inconvenientes, el hecho de que a nivel nacional se emita una
ley exclusiva para la población afrocolombiana produce una revitalización de las actividades de
2
El Artículo Transitorio 55 de la Constitución de 1991 (AT-55) fue el antecedente legal que permitió el
reconocimiento de derechos diferenciales como etnia a las personas afrocolombiano descendientes en 1991, y que,
posteriormente, tras la creación de una Comisión Consultiva Nacional, daría lugar a la aprobación en el Congreso de
la República de la Ley 70 de 1993.
27
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
3
La sentencia fue la C-253/13, (Bogotá DC, abril 25 de 2013), Actor: Harold Javier Palacios Agresott, Magistrado
Ponente: Mauricio González Cuervo, Corte Constitucional de Colombia.
28
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Demandar la Ley 70 de 1993 con base en una discusión sobre la dicotomía de lo negro
versus lo afrocolombiano resuena con las políticas pretendidamente antirracistas que
convierten la retórica del sentido del origen y del etnicismo fundamentalista en un
peligroso artefacto político. (Sentencia C253/13).
Esta apreciación del ICANH refuta la percepción del demandante: en primer lugar, lo que se
busca con la Ley 70 de 1993 es abrir espacios de inclusión y participación en todos los ámbitos
de la nación colombiana para los afrocolombianos; en ningún momento quiere dar continuidad a
la discriminación y el racismo.
29
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Aunque la categorización como grupo étnico hace evidente las lecturas y comprensiones
de los demás grupos poblacionales en su interacción con ellos, en donde cobra
relevancia la manera como la sociedad ha ido entendiendo y desarrollando las
relaciones entre poder y diferencias, también expresa una manera específica de cómo
tales grupos se observan a sí mismos y cómo han avanzado en el involucramiento en
procesos de apropiación y construcción de ciudad, de luchas y conquistas para la
visibilización, reconocimiento y valoración como parte activa y protagonista de la
ciudad. (IDPAC, 2009)
30
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
un recurso maniqueo del Estado para hacer ver que es inclusivo y que da voz a los
afrocolombianos, cuando en verdad no se les tiene en cuenta; además, argumentan que estas
políticas tienen un objetivo asimilacionista, que oculta el racismo estructural.
Según este autor, la diversidad cultural es un concepto académico que quiere mantener la
separación entra las culturas, como si fueran entes asépticos que no se tocaran y también es una
categoría de estudios antropológicos, como la etnología. Por otro lado, la diferencia cultural es:
“es el reconocimiento de contenidos y usos ya dados; contenida en un marco temporal de
relativismo, da origen a ideas liberales de multiculturalismo, intercambio cultural o de la cultura
de la humanidad” (Bhabha, 2004: 55)
La diferenciación reflexiona los límites de las culturas, tema que casi nunca se revela en las
investigaciones, además de otros tan interesantes como las relaciones de poder entre culturas, o
31
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
la interacción entre los significantes culturales. Es por esta razón que cada vez más grupos de
minorías nacionales han optado por la “diferencia”, como una característica de sus luchas, pero
además como estrategia de reconocimiento. Entre estos grupos destacan las asociaciones
afrocolombianas, que ven en la interacción desde la diferencia un planteamiento acorde a sus
necesidades.
32
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Ciudad Bolívar
Está estigmatizada por los habitantes de la ciudad como una de las zonas con más
criminalidad; esto obedece a la cantidad de hechos violentos que ocurren por las
inconformidades sociales y por los mismos conflictos territoriales que establecen los micro-
traficantes de drogas y los poderes de la economía del “rebusque” (informal). Según la alcaldía
local el 40% de los barrios no han sido legalizados (Censo 2010), esto hace que, a cada rato, se
asienten de forma ilegal grupos humanos en “invasiones” y en terrenos muy peligrosos, no aptos
para la construcción, por el riesgo de la erosión del suelo.
Aunque los gobiernos local, distrital y nacional han tratado de involucrar a la localidad en
distintos programas de convivencia, educación y formación cultural y otros programas de
inclusión, la gran cantidad de migrantes no permite logros de envergadura y significación.
Además, las continuas luchas del poder político y económico del país hacen que dichos
programas sólo lleguen a determinados grupos de la población afrocolombiano en la localidad y,
según manifiestan los mismos afrocolombianos, esto ocurre únicamente “en época de
elecciones”.
33
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
nacido y crecido en este sector ven hoy a la localidad con grandes avances, en comparación con
lo que acontecía hace veinte años, en especial por las nuevas vías de acceso, la construcción de
viviendas, parques y colegios, que hacen que el mismo nivel de vida haya mejorado, por lo que
no se revela tan precaria, como era en el tiempo pasado.
En efecto, son muchas las transformaciones del paisaje y lo único de lo que se quejan sus
habitantes es de la falta de oportunidades para el acceso y calidad de la educación y la formación
universitaria, puesto que la única universidad pública que hace presencia en el sector es la
Universidad Distrital; y en formación tecnológica, está el Servicio Nacional de Aprendizaje,
SENA, que opera a través de convenios con colegios públicos. Y respecto de las universidades
privadas, existen convenios entre algunos colegios y la Universidad de Minuto de Dios, de la
congregación católica de los Eudistas. Sin embargo, es difícil acceder a cupos, ya que no son
suficientes para la población estudiantil.
34
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
En Bogotá existe una gran cantidad de personas de ascendencia africana (negra, palenquera,
raizal o afrocolombiana como la denomina el Estado colombiano)4. El último censo, realizado en
el año 2005, arrojó los siguientes resultados, según el Departamento Nacional de Estadísticas,
4
La Constitución colombiana no tiene un solo artículo para los afrocolombianos. Ellos solamente lograron el
Art. Transitorio 55, que luego se convirtió en la Ley 70 de 1993. Dicha norma tampoco habla de esta clasificación;
la misma llegaría posteriormente en el Censo de 2005, cuando se planteó la diferenciación de las “comunidades
negras” de la Ley 70.
35
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
DANE, que indicaba que en Bogotá había 97.885 afrodescendientes, repartidos de la siguiente
manera:
Palenqueros 7 6 1
Ahora bien, éste es un número aproximado, porque de este censo ya han transcurrido más de
diez años, y los habitantes han crecido de manera acelerada. En aquel entonces, en la localidad
19 de Ciudad Bolívar había registradas 5.671 personas afrodescendientes; 2.866 eran hombres y
el resto, mujeres. Es decir que, al día de hoy, las cifras podrían superar los 6.000 hombres y
mujeres afrocolombianos en la localidad, como lo podría mostrar el censo que se realizará en
2016.
36
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
cifras exactas de esta población flotante. Sin embargo, en el Acuerdo Nº333 de 2008,
correspondiente a un estudio realizado por el Concejo de Bogotá, se citó una cifra no
confirmada, pero sí cercana, de un número de 5.800 a 6.000 habitantes afrocolombianos en la
localidad. Dicho estudio fue realizado para garantizar la inclusión de la población
afrocolombiano en los diferentes programas de educación, alimentación, salud y la participación,
con el fin de erradicar la discriminación y la búsqueda de un desarrollo digno en su modo de
vida.
En realidad, la visibilidad que dan esos programas indicaría que el número de habitantes
afrocolombianos ha aumentado en esta localidad en los últimos años, entre otras razones porque
aún prevalece la violencia en las regiones costeras Pacífica y Atlántica, donde viven estas
personas mayoritariamente, por causa del dominio hegemónico del neo-paramilitarismo (es
decir, las facciones de las AUC que no se desmovilizaron entre 2003-2005), las guerrillas de las
FARC, el ELN y otros grupos que surgen al margen de la ley, con el objetivo de imponer su
dominio territorial, cuestión que involucra en gran parte al narcotráfico.
Puesto que a esta localidad llega un buen número de personas afrocolombianos desplazadas
y con problemas derivados de violaciones de sus derechos humanos, causadas en otros lugares de
Colombia, y debido a su precaria situación socio-económica y los escasos recursos con que
llegan a instalarse, deben optar por fijar sus lugares de residencia en zonas de alto riesgo y en
barrios no legalizados.
37
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Hombres y mujeres de este segundo grupo permanecen desde hace años, en esta zona de
Bogotá; sus hijos e hijas han ingresado a las escuelas (en especial de primaria), sólo a partir de la
aplicación de algunos artículos de la Ley 70 de 1993, cuando se inician procesos de inclusión en
los programas educativos y comunitarios de población afrocolombiano, aunque han existido
ocasiones en donde han tenido que recurrir a acciones de tutela para obligar al sistema educativo
distrital a incluir personas en situación de desplazamiento.
Se puede afirmar que, en casi todos los colegios públicos de la localidad, hay por lo menos
una o un docente afrocolombiano y que en algunas instituciones hay un buen número de ellos;
por ejemplo, en la IED Arborizadora Baja, hay cinco; en la IED Rodrigo Lara Bonilla, hay seis;
en la IED Nicolás Gómez Ávila, hay dos; en la IED Técnico San Francisco, uno; en la IED Lara
Bonilla, hay cuatro; en la IED Acacias 1, uno; en el Liceo Mauritania, hay cuatro y en el
Gimnasio Gran Colombiano, uno, respectivamente.
38
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Las profesoras y los profesores afrocolombianos de los colegios de la localidad, tanto en los
privados como en los públicos, permanecen anclados a las instituciones educativas por las
experiencias y las perspectivas que a futuro labran socialmente, relacionados a su modo de vida,
por la importancia de la experiencia y renombre personal que pueden adquirir en cada colegio y
cada comunidad y porque cada vivencia ha enriquecido y transformado sus vidas.
Aquellos que viven en la localidad hablan de haber tenido experiencias significativas, tanto
desagradables como agradables; sin embargo, esas situaciones desagradables desaparecen con el
39
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
pasar de los días y algunas de las experiencias se vuelven enriquecedoras; incluso se convierten
en ejemplo para las comunidades del barrio y del colegio. Otras docentes mujeres dicen que las
situaciones negativas son del orden laboral y nada más.
Otros más, atribuyen su presencia en la docencia bogotana al azar, pues manifiestan que, por
“cosas de la vida” es que están aquí: que la localidad es bastante “peligrosa” y que sólo trabajan
en este lugar porque les fue asignado y nada más y que, precisamente por ello, sus lugares de
residencia no están en la localidad. Efectivamente, algunos de los maestros viven en barrios y
localidades distintas, según la encuesta realizada en el proceso investigativo.
Aun así, algunas maestras y maestros afrocolombianos de estos colegios manifiestan que su
vida ha sido “muy bonita” por el quehacer de la comunidad y en la vida profesional en esta
localidad, y que, como en cualquier parte de la urbe bogotana, hay de todo un poco, hablando de
los problemas sociales que sobresalen en la localidad, como el micro-tráfico de drogas ilícitas, la
violencia cotidiana y el desplazamiento forzado interno, derivado del conflicto armado, las
desmovilizaciones de miembros de grupos armados ilegales, y otros que afectan el normal
desarrollo de la comunidad.
Los problemas raciales sí han tenido cierto efecto al centrar el análisis en sus vidas. La
discriminación racial, el valor y el respeto que se la ha dado a sus tradiciones culturales, a su
alteridad y el mismo disfrute de sus derechos, se han visto vulnerados. La indiferencia, la falta de
respeto y la falta de garantías para el ejercicio de sus derechos constitucionales es para las
docentes y los docentes afrocolombianos una barrera que atraviesa las relaciones laborales y
personales con impactos diferenciados respecto de otras personas de otros grupos humanos
(mestizos, indígenas y comunidad Rom), que tienen o no relación con el ambiente pedagógico de
la escuela y la comunidad social.
40
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
importante para cada uno(a) de ellos y ellas: el que priorizan es la búsqueda del respeto entre la
población estudiantil y el resto de la comunidad; y a pesar de los problemas existentes, hay
docentes que han trabajado con bastante dedicación en sus labores pedagógicas, creando
escenarios como la “Maloka” intercultural, construida por la maestra Maruja Rengifo en el
colegio Técnico San Francisco IED, hoy fallecida (por un accidente), como veremos en detalle
más adelante.
Pero no puede solamente verse las experiencias desde una única perspectiva. Al ser
personas adultas en ejercicio docente, es interesante analizar las relaciones de poder/saber entre
las comunidades “mestizas” y los docentes afrocolombianos, además de los otros grupos
humanos que habitan el sector; con espacios de tensión que se viven desde el primer momento
que comienzan a ejercer la práctica pedagógica en el aula y la comunidad educativa de cualquier
escuela en la zona. La hipótesis de trabajo es si dicha tensión obedece al racismo y la
discriminación racial que no han sido superados por ciertos segmentos sociales en cada una de
las comunidades pedagógicas y sociales de esta localidad, o si hay otros factores presentes, como
los derivados de la colonialidad, como explicaremos en el siguiente capítulo.
41
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Capítulo 2
Tan solo en los últimos años, algunos autores críticos han advertido que dicha
universalidad fue una construcción temporal y espacialmente particular: “en palabras de
Hegel, el Espíritu Universal es cristiano y germánico. De este modo, deja fuera lo
hispánico, lo judío y, desde luego, lo maya, lo náhuatl, etc.” (De la Garza, 2002: 10). La
filosofía moderna no ha pensado al sujeto desde su realidad inmediata, por el contrario,
ha tachado de primitivas y salvajes algunas de las formas sociales de las que hacía parte.
(Gómez-Quintero, 2010: 2)
A pesar de que se quiere mostrar o presentar las formas de pensamiento hegemónico como
“universales” éstas no lo son, ni mucho menos: “porque los planteamientos que permiten
comprender sus relaciones sociales, su historia y su cultura están condicionados por las premisas
de una racionalidad supuestamente neutral, pero internamente racista y etnocéntrica. Estas
42
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Según Quijano (2010), la colonialidad es asimismo un patrón de poder, por medio del cual
se espera dominar al otro, a través del control de su cultura y su identidad. Lo más peligroso de
la colonialidad es que al otro colonizado se le hace pensar que es necesaria la colonización, que
es buena para su ser ya que está siendo “ayudado” a progresar, mejorar, civilizarse.
Este patrón de poder [la colonialidad] es articulado por vez primera con la Conquista de
América (Quijano, 2000). Un planteamiento que encontrará su continuismo teórico y su
culminación en el siglo XIX con el evolucionismo, que supone la clasificación
jerárquica y la taxonomización social del otro no sólo por sus rasgos fenotípicos sino
también por sus descubrimientos mentales y culturales (Quijano, 2000a: 203). 2000).
(Gómez-Quintero, 2010: 3)
Esto es lo que Maldonado Torres (2004) ha denominado: La colonialidad del ser; según este
autor, el concepto lo crea Walter Mignolo, a partir de conversaciones sobre la colonialidad del
poder y reflexiones sobre la filosofía de Levinas. Al respecto escribe Maldonado:
La idea era que si en adición a la colonialidad del poder también existía la colonialidad
del saber, entonces, muy bien podría haber una colonialidad específica del ser. Y, si la
colonialidad del poder se refiere a la interrelación entre formas modernas de explotación
43
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
y dominación, y la colonialidad del saber tiene que ver con el rol de la epistemología y
las tareas generales de la producción del conocimiento en la reproducción de regímenes
de pensamiento coloniales, la colonialidad del ser se refiere, entonces, a la experiencia
vivida de la colonización y su impacto en el lenguaje. (…) Mignolo lo hace claro en sus
reflexiones sobre el tema: “La ciencia (conocimiento y sabiduría) no puede separarse
del lenguaje; los lenguajes no son sólo fenómenos ‘culturales’ en los que la gente
encuentra su ‘identidad’; estos son también el lugar donde el conocimiento está inscrito.
Y si los lenguajes no son cosas que los seres humanos tienen, sino algo que estos son, la
colonialidad del poder y del saber engendra, pues, la colonialidad del ser. (2004: 129-
130)
La colonialidad del ser incluye la colonialidad del poder, y ésta influye en las formas de
pensamiento, en las relaciones de poder/saber que se desarrollan; además, infiere en las auto
concepciones, definiciones y búsquedas identitarias de los sujetos, pero tiene una base material,
que es la experiencia concreta:
Desde los trabajos de Franz Fanon y, especialmente, en Piel Negra, Máscaras Blancas, se
empiezan a realizar reflexiones sobre lo que implica la colonialidad como concepto, y su
aplicación en el contexto del estudio de la colonialidad del afrocolombiano y la percepción en
este grupo humano racializado por la historia. El panorama del racismo en la modernidad
europea es distinto, porque si bien existen formas discriminatorias y esclavistas sobre los
diversos grupos humanos y sociales, es necesario mirar los procesos de colonialidad en el joven
continente americano.
En el curso del despliegue de esas características del poder actual, se fueron configurando
las nuevas identidades sociales de la colonialidad, como los denomina Quijano “indios, negros,
aceitunados, amarillos, blancos, mestizos y las geoculturales del colonialismo, como América,
44
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
África, Lejano Oriente, Cercano Oriente (ambas últimas Asia, más tarde), Occidente o Europa
(Europa Occidental después)”. (Quijano, 2000: 342-343)
45
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Los diferentes procesos de colonización que vivió el mundo en la edad moderna, después
del “descubrimiento” de América marcaron decisivamente las relaciones de poder de las
naciones-estado modernas, y además generaron procesos colonialistas en las formas de ser de
diversos grupos humanos, según Maldonado (2004) se forjaron nuevas identidades: blancos,
negros, indios, mestizos, europeos, son solo las más obvias, pero hay otras subyacentes a éstas.
La colonialidad del ser afrocolombiano está fuertemente enraizada con los procesos de
colonización y esclavitud a los que fueron obligados, con el concepto de modernidad que estos
sustentan, como lo dice Maldonado, el proyecto de colonización americana no fue un proceso
local, sino que generó un proceso mundial, ineludible, y ligado al capitalismo y a un sistema de
dominación, de poder, que está estructurado alrededor de los imaginarios de raza.
46
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
De estas relaciones surgen dos fenómenos: “Racismo: relación que crea la sociedad
colonial, donde el blanco y sus valores son los considerados superiores. 2. Exclusión racial y
social: un grupo privilegiado, otros excluidos sin derecho a pertenecer a la sociedad” (Murillo y
Cuervo, 22011: 24)
Por el lado del centro y sur de América está la llegada de los afrocolombianos a tierras
indígenas de otro modelo de hegemonía eurocéntrica, como el de la corona española y su poderío
político y económico que hace temblar todo el sur del continente: las dos formas de subyugación
y de dominación permiten ver dos posiciones en el ámbito espacio-histórico de grandes
47
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
No obstante, toda esta estructura no quiebra en su totalidad la interacción cultural entre los
grupos humanos naturales de esta región y los traídos a la fuerza del continente africano; por el
contrario, algunas culturas siembran semillas de sus raíces en las agrestes selvas y paisajes de
América. La historia revela un proceso religioso de aculturación y colonización en casi todo el
territorio americano, dejando la religión como instrumento de asimilación e imposición en los
indígenas y los africanos y las descendencias de los dos grupos humanos por el espacio histórico
en el continente.
Pero ni la violencia ni la religión lograron borrar por completo toda la cultura de estos
grupos. Estos grupos mantuvieron en secreto y muchas veces a la luz pública, sus creencias
religiosas, sus mitos, sus danzas, su música, su lenguaje, sus tradiciones y otros elementos claves
en la búsqueda de la identidad y del ser indígena o africano.
Al relacionar la forma de vida de los afrocolombianos con sus ancestros se puede hacer un
análisis que permita establecer ciertas semejanzas, desde las “huellas de africanía”, donde se
reconoce que el proceso de aculturación al que fueron sometidas generaciones enteras, no
permite que se pueda hablar de características culturales claramente heredadas de sus antecesores
africanos, ya que han dado paso a una nueva cultura con aportes tanto de europeos, como de
indígenas.
Algunos autores colombianos y también extranjeros se han expresado sobre este tema. Por
ejemplo, uno de los más destacados estudiosos del folclor; Octavio Marulanda et al. (1979)
afirman que:
48
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Por otro lado, Iriarte (2000), en uno de sus documentos de clase dice:
Los negros no fueron solo esclavos que traídos a América perdieron su identidad,
aculturados en el mundo hispánico, vale decir, asimilados, sino que conservaron (y
conservan) una cultura propia que es más bien síntesis de varias, elemento definitivo en
nuestra configuración colombiana. La imposición del idioma español pareciera indicar
lo contrario, pero cada vez más evidente que la asimilación no fue total, en ocasiones
bastante parcial, ya que mucho de lo africano subsiste en lo profundo, aunque en la
superficie se haya transformado. (s. p)
Los colonizadores utilizaron el idioma como instrumento alienante, obligando a todos los
individuos a usarlo sin importar su procedencia ni su clasificación racial, los “afrocolombianos”
tuvieron que aprenderlo para las tareas asignadas y cumplir órdenes. El idioma volvió invisible la
cultura africana original, y lo que los colonizadores pretendían era que al hacerlo, desapareciera,
pero esto no fue así. Mosquera (1993) nos orienta sobre los orígenes de nuevos grupos étnicos
del mestizaje y que se expandieron por todo el continente americano:
Del mestizaje surgió un nuevo hombre africano que integró sexual, étnica y
culturalmente a los representantes de los grupos étnicos y naciones africanas… En
adelante la formación étnico-cultural de América latina se conformaría por grandes
grupos raciales surgidos del intenso mestizaje interno entre los individuos que
representaban a cientos de grupos étnicos africanos, y del mestizaje entre los miembros
de las etnias europeas reencontradas en el escenario colonial (Mosquera, 1993: 5).
49
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
La formación de hatos propició un mestizaje ágil, de tal magnitud que aunque existen
sectores de concentración demográfica negra, podría considerarse que allí el mestizaje
se ha aproximado más al ideal triétnico de una mezcla racial en la cual los negros,
indios y blancos habrían perdido su pigmentación y rasgos fenotípicos específicos
adquiriendo una nueva expresión (…) El legado de los pueblos africanos se ha
integrado a las costumbres, gestos y actitudes de sus descendientes en América y
lógicamente en Colombia forman parte de la herencia africana, las cuales han sido
transmitidas en el transcurso del tiempo en manifestaciones culturales como: léxico,
bailes, literatura oral, ritos religiosos, ritos funerarios, festividades, instrumentos
musicales, culinaria, onomástica, como también en la vida social y cultural, además del
aporte de otras culturas. (1993: 66)
Como se ve, la colonialidad del ser afrocolombiano empieza desde muy temprano en la
historia de Colombia; en ella, el lenguaje fue el arma usada para despojar de saber a los
afrocolombianos, tratando de aniquilar sus tradiciones y su cultura. Sin embargo, estas
poblaciones mantuvieron rasgos de sus culturas, mimetizándolas con lo mestizo, creando un
sincretismo cultural. En este proceso se diluyeron las fronteras de que es afrocolombiano y que
es mestizo, o también: qué fue afrocolombiano y qué fue mestizo, de tal manera que en muchas
ocasiones, la mayoría de las veces, no se pueden distinguir y se les separa basándose en
estereotipos como: “Este baile debe ser afrocolombiano porque es muy movido”.
Además, el mestizaje, como proceso propio de la colonización y más tarde como resultado
histórico, llevó muchas veces a que poblaciones o individuos afrocolombianos quisieran ser
mestizos, el llamado proceso de “blanqueamiento” que consistía en conseguir parejas blancas
para que los hijos nacieran con un tono de piel más claro con cada generación, fue aceptado por
mucha población afrocolombiano que vio en este proceso una oportunidad para salir del racismo
que vivían.
El anhelo por el proceso de “blanqueamiento” todavía se da, sobre todo en áreas urbanas de
población afrocolombiano. El mestizaje, como herramienta de resistencia para conservar y
50
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
51
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
particulares […]; desde ese momento hasta las primeras décadas del siglo XIX la
escuela mantuvo relación directa con las órdenes religiosas. (García, 2005: 221)
52
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Aranjuez, del 31 de mayo de 1789, donde a pesar del título “Educación, trato y ocupaciones de
los esclavos”, en ningún lado se reconoce el derecho a la educación o instrucción de los esclavos,
ni se hace referencia de comprometer a los hacendados, esclavistas o a sus representantes en las
colonias a brindar el tiempo para la capacitación de los esclavos. El documento habla de la
catolización de los esclavos, pero teniendo en cuenta que todo se hará por medio de la oralidad,
sin que medie nunca el aprendizaje de algo escrito. Un referente a dicha Cédula dice
textualmente:
Todo poseedor de esclavos, de cualquier clase y condición que sea, deberá instruirlos en
los principios de la religión católica y en las verdades necesarias para que puedan ser
bautizados, cuidando que se les explique la doctrina cristiana todos los días de fiesta de
precepto en que no se les obligara ni permitirá trabajar para sí, ni para sus dueños,
excepto en los tiempos de recolección de frutos, en que se acostumbra conceder licencia
para trabajar en los días festivos. (Real Cédula de Aranjuez: mayo de 1789)
En estos y en los demás en que obliga el precepto de oír misa, deberán los dueños de
hacienda procurar, que en unos y en otros les digan misa, y en los primeros les
expliquen la doctrina cristiana, y administren los santos sacramentos, cuidando así
mismo de que todos los días de la semana, después de concluido el trabajo, recen el
rosario a su presencia o a la de su mayordomo, con la mayor compostura y devoción.
(Real Cédula de Aranjuez: mayo de 1789.)
El régimen doctrinal evangelizador fue asumido por los afrocolombianos con actitud pasiva
y devocional, por el temor al castigo y el trato violento recibido ante las posibles represalias que
pudieran tomar sus “dueños”. Sin embargo, la doctrina evangelizadora enseñaba los preceptos y
los constructos que Europa tenía: los recuerdos ancestrales afrocolombianos estaban siendo
reemplazados por las imágenes del catolicismo, siendo “adoptadas” su ética, su moral, las
53
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
creencias católicas, llevando consigo la carga de la racialización. Sin embargo, las prácticas
propias no desaparecen, sino que se mimetizan, se adaptan o se transforman.
A pesar de estas y otras normativas que tenían por objetivo aumentar la cobertura en
educación (en especial en los niveles de primaria y bachillerato), los afrocolombianos no tenían
verdaderas oportunidades de educarse, pues siguió existiendo una serie de elementos que los
alejaban de las escuelas: en primer lugar, el racismo, ya que en una clase no era común encontrar
estudiantes afrocolombianos y mucho menos docentes; el alejamiento de los centros de
enseñanza en zonas con topografía compleja, como las islas del Caribe, el litoral Pacífico, y
dentro de éste, el Chocó, han sido lugares de gran concentración de población afrocolombiano,
pero por su lejanía de las capitales departamentales o del centro del país, así como por sus
difíciles condiciones geográficas, y por estar en medio de zonas selváticas, no han contado con
infraestructuras adecuadas para la educación, a lo que se suma la falta de motivación de los
padres, que en ocasiones no sienten interés porque sus hijos estudien, ya que no creen que esto
sirva para algo, actitud que va trascendiendo generación tras generación.
54
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Es importante tener claro que una de las vías para el desarrollo de las comunidades
afrocolombianas corresponde a una educación acorde a su realidad étnica y a la realidad del país.
Al respecto, las propias comunidades y sus dirigentes han realizado procesos de investigación
encaminados a identificar y elaborar lineamientos generales para la educación afrocolombiana,
en diálogo con el Estado. De este modo, el gobierno impulsó una serie de actividades con el fin
de construir una propuesta educativa que fuera afín al desarrollo de estas comunidades,
facilitando así el fortalecimiento integral del ser afrocolombiano, en donde cada día se impulsen
sus cualidades y el afrocolombiano se apropie más de sí mismo, sin querer parecerse a los demás,
o separarse del resto de la población colombiana. Ese fue el contexto en el que se llevó a cabo el
Congreso de Etnoeducación para comunidades Afrocolombianas en Tumaco- Nariño, en 1992;
posteriormente, el primer seminario para comunidades afrocolombianas en Cartagena, Bolívar,
en 1993, y el taller de Educación de Comunidades Afrocolombianas en Guapi, Cauca, en 1994.
En 1998 el gobierno aprueba el Decreto 1122: “por el cual se expiden normas para el
desarrollo de la Cátedra de Estudios Afrocolombianos, en todos los establecimientos de
educación formal del país y se dictan otras disposiciones.” (Decreto 1122/98), que reglamenta la
Ley 70 y da lugar a la creación de la Catedra de Estudios Afrocolombianos (CEA), ordenando
55
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
que ésta debe estar presente en todas las instituciones educativas y a todos los niveles de
educación:
Según Díaz (2015), la CEA ayuda a entablar diálogos interculturales y a disminuir disputas,
provee herramientas para disminuir la discriminación, y ayuda a la erradicación de estereotipos
dañinos sobre los afrocolombianos, al hacer ver sus representaciones sociales como normales y
pertenecientes a lo nacional, además de ampliar la visión de lo que significa ser
afrocolombiano/a y realzar los aportes que esta población han hecho al país, a la llamada
“identidad nacional”, que, sin embargo les desconoce:
56
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
La colonialidad del poder implantó una sola historia, en este sentido es primordial
reflexionar en torno a los peligros que representa el hecho de desconocer otras
realidades, cómo el modelo educativo es una herramienta de dicha colonialidad del
poder, es decir la reproducción del poder en el saber, la escuela tradicional ha sido un
elemento de tiranía, ha representado que la escuela solo sea un sistema que desarrolla y
reproduce el orden social implantado. Pues a través de ésta se realiza todo un constructo
de legitimación de la marginalidad, de la pobreza, de la superioridad de unos grupos
humanos sobre otros, de la supremacía de unas formas de ser, pensar y sentir sobre
otras, es decir se implanta toda una serie de imaginarios sociales por vías de hecho, pero
imperceptibles de esta manera, pues son vistos como el ideal de sociedad que se busca.
(Murillo y Cuervo, 2011: 32)
57
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
plantea que es requerida una educación que sirva para el entorno inmediato de los estudiantes, y
se plantea temas como un currículo flexible a las necesidades.
Este maestro, añorado hoy por las comunidades, con su actuar político-educativo se
constituye en motor de la intelectualidad de su pueblo, con lo que estaría garantizada
una sociedad que hace respetar sus derechos. Por lo tanto, en la base del pensamiento
educativo de Velásquez se expone la idea de la necesidad de contar con maestros
intelectuales que luchen por la autonomía de sus comunidades para que estas, a vez,
puedan decidir los métodos, los contenidos y los propósitos de su formación. Sin duda,
se trata de una postura revolucionaria para su tiempo, entendiendo que el proyecto
educativo nacional, pese a las luchas de Diego Luis Córdoba, desdelos años treinta,
seguía siendo confesional y homogeneizante. (García Rincón, 2015:167)
Por su parte, Miguel Antonio Caicedo, quien se preocupa por realizar una historia de la
educación afrocolombiana, hace una severa crítica a prácticas como el blanqueamiento. Sin
embargo, su historia se centra en el Chocó, lo que ayuda a que permanezca la idea de que solo
allí existen afrocolombianos y se invisibilizan los afrodescendientes de Bogotá y otras regiones
del país. Luego debe mencionarse al reconocido Manuel Zapata Olivella (1920-2004), quien
además de plantear una educación afrocolombiana que proviniera del Ethos afro, conformándolo
y enriqueciéndolo, realizó una gran labor como difusor de la cultura afrocolombiana a través de
la literatura, ayudó a instaurar la investigación sobre temas afros dentro de la academia
colombiana: “Zapata marca, de esta manera, un nuevo camino para el reconocimiento étnico de
los negros y abre las puertas para los procesos reivindicatorios de la década de los noventa”
(García Rincón, 2015:174).
58
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Pacífico sur (1992) y la Normal Manuel Cañizales, en Quibdó (1998), aclarando que existieron
muchas más, pero que estas tuvieron un fuerte impacto en la educación afrocolombiana, ya que
aportaron la formación de educadores, los cuales se constituyen en la siguiente generación de
investigadores y pioneros de educaciones afrocolombianas:
De estos procesos, que incluían apoyo para comunidades negras del norte del Cauca,
Buenaventura y la costa chocoana, el proyecto etnoeducativo afronariñense (Pretan) alcanzó el
mayor reconocimiento, como quiera que fue asumido por el departamento como política pública de
educación afro (García Rincón, 2015: 180).
59
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
La anterior afirmación tiene su fundamento en los patrones del poder, que determinan el
desarrollo del ser. Según Castro y Grosfoguel (2007), las estructuras de poder están reguladas
por tres elementos de lo que ellos denominan “colonialidad”:
Las categorías de trabajo, género y raza permiten realizar un análisis de las relaciones de
poder y las acciones que ejecutan las personas para demostrar el ejercicio del poder desde los
diferentes ángulos sociales. Ese poder se hegemonizó desde la colonia haciendo referencia a lo
blanco-europeo-español que es lo que se impone como “superior” o como referencia de
evolución para otros grupos humanos.
60
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Por ejemplo, Vásquez (2007) en su investigación concluye que existe una sutil forma de
racismo en los colegios, que es efectiva y agresiva contra docentes, estudiantes y a todos los
afrocolombianos que hacen parte del sistema escolar, pero que –además- encuentra eco en los
propios docentes, al repetir la supuesta naturalidad de los afrocolombianos hacia el deporte o la
danza, negando cualquier aporte intelectual, también se invisibiliza sistemáticamente la
participación de los afrocolombianos en los escenarios políticos, en la historia se niegan los
aportes de los próceres afrodescendientes. De esta manera, el poder se mantiene en una esfera
ajena a los afrocolombianos y estos ven reducidos sus aportes a la danza y los deportes.
61
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
En Colombia se parte del principio que los afrocolombianos forman parte del Estado y, por
ende, de la estructura sociopolítica del país; así que las normativas universales de derechos
humanos prevalecen en el país y garantizan, de cierta forma, las estructuras sociales en la
protección y la participación de los afrodescendientes.
Castillo (2007) dice que la organización del Colombia como Estado está asentada en una
profunda división donde existe un ego (el colonial, el mestizo, lo aceptado mayoritariamente), en
contraposición al otro: “las formas discursivas dominantes en lo que hoy en día es Colombia
construyen al otro, al indígena y al negro, no como seres diferentes, sino inferiores” (Castillo,
2007:31)
Según el autor, esta inferiorización tiene sus orígenes en la Colonia, donde la organización
de castas que era predominante, clasificaba a las personas de acuerdo a su procedencia. A su vez
la clasificación proviene de Europa que, como centro regidor del mundo en el siglo XVI, clasifica
al mundo y a sus pobladores. Este tipo organizativo se mantuvo hasta el siglo XX:
5
Si se quiere profundizar en el tema de las formas de organización social afrocolombianos, se recomienda el
libro: Etnicidad y Nación. El desafío de la diversidad en Colombia, del investigador de la Universidad del Valle
Luis Carlos Castillo.
62
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
El discurso civilizador, que opone civilización a barbarie, que considera a los negros y a
los indígenas seres inferiores, estará presente en las elites políticas colombianas hasta
bien entrado el siglo XX. (Castillo, 2007: 32)
Esta clasificación entre “civilizados” (los europeos, blancos) y “salvajes (los no europeos,
reconocidos por sus diferentes todos de piel) conlleva la misión cristianizadora, donde se espera
salvar el alma de los “salvajes”, para esto es necesario una estructura burocrática donde se
registre, ordene y se pueda hacer seguimiento a las órdenes y los resultados. Además, es
necesaria la mano de obra para producir elementos de las colonias con el propósito de enviarlos a
Europa; es por eso que es necesario “organizar” a los negros e indios, ya que se entendía que
ellos mismos no eran capaces por ser “salvajes” e “inferiores”.
Cabildos: tiene sus orígenes en las llamadas cofradías de negros, establecidas en Sevilla
España desde 1475, cuando se les permitió a los afrocolombianos unirse para celebrar sus bailes
y fiestas los días feriados. Estas fueron trasladadas a América con el nombre de cabildos donde
se amplió su propósito como: asistencia y ayuda para los bozales y negros de procedencia
africana, favorecer la devoción y religiosidad dentro de los cánones y normas de la religión
católica, en algunas ocasiones asumieron ser representantes de todos los afrocolombianos de una
misma lengua o tribu, atención a enfermos y entierro de los muertos.
Esta organización primaria es aplicada en América con relativo éxito, en especial entre las
comunidades indígenas, hasta el punto que fue adoptado por estos como propia y así lo
reivindican hoy día.
63
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Real de minas, Institución de estilo colonial, instaurada cerca de los frentes de trabajo.
Fueron igualmente la base del poblamiento en las zonas bajas occidentales de Colombia, y en
todos los lugares donde se dio explotación minera de oro, plata y platino, como el Pacífico.
Luego de la independencia, el único escenario colonial que se mantuvo como legal fue el
Cabildo, pero se hacen fuertes otros conceptos que existían desde antes, como linaje, raza y
casta:
Jaramillo Uribe documenta los largos litigios que se dan a finales del siglo XVIII, en lo
que hoy es Colombia, en contra de actos de difamación del honor. En estos los
demandantes que la posición o herencia racial atribuida no se corresponde con estatus
racial que consideran correctos. (Castillo, 2007: 46)
Estos retoman una importancia vital con miras a organizar la joven nación, pero, además,
para mantener un orden colonial dentro de una república.
Poblados: los integrantes de las familias generalmente construyen sus viviendas en torno
donde viven sus padres. Los hijos de éste hacen lo mismo, y así continuamente, hasta consolidar
un poblado unido por lazos sanguíneos o afinidad. No es raro encontrar pueblos afrocolombianos
o localidades bautizadas con apellidos que identifiquen a un jefe de familia.
Linaje: son parientes de sangre con descendencia del mismo antepasado, genealógicamente
conocida.
64
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Tribu: es un conjunto de familias nómadas que obedecen a un jefe, en este caso cada una de
las agrupaciones en que estaban divididos los pueblos africanos.
Castas: Eran familias en el África que se especializaban en un oficio diferente, esta palabra
fue utilizada por los españoles al inicio con la trata de esclavos para referirse a los grupos
triviales que llegaban a América.
La casta y el linaje adquieren importante significación entre los mestizos, mientras que la
tribu es apropiada por los indígenas y si bien hay afrocolombianos que mantienen una
organización parecida, la denominan palenque.
Ya en la República, a finales del siglo XX, uno de los eventos más importantes que daría
lugar para la organización de los afrocolombianos es la Asamblea Constituyente Nacional
(ACN); además de ser el escenario de decisiones políticas más importante, hacia el año 1991, fue
un espacio donde se convocó diferentes grupos indígenas a participar, y se propuso un nuevo
pacto de participación, sin embargo no se invitó a los afrocolombianos y fueron los
representantes indígenas Lorenzo Muelas, Francisco Rojas Birry y Anatolio Quirá, los que, con
apoyo de organizaciones afrocolombianos, propulsaron el Artículo Transitorio 556, en donde se
6
Artículo transitorio 55: “Dentro de los dos años siguientes a la entrada en vigencia de la presente Constitución, el
Congreso expedirá, previo estudio por parte de una comisión especial que el Gobierno creará para tal efecto, una ley
que les reconozca a las comunidades negras que han venido ocupando tierras baldías en las zonas rurales ribereñas
de los ríos de la Cuenca del Pacífico, de acuerdo con sus prácticas tradicionales de producción, el derecho a la
propiedad colectiva sobre las áreas que habrá de demarcar la misma ley. En la comisión especial de que trata el
inciso anterior tendrán participación en cada caso representantes elegidos por las comunidades involucradas. La
propiedad así reconocida sólo será enajenable en los términos que señale la ley. La misma ley establecerá
mecanismos para la protección de la identidad cultural y los derechos de estas comunidades, y para el fomento de su
desarrollo económico y social. PARÁGRAFO 1º. Lo dispuesto en el presente artículo podrá aplicarse a otras zonas
del país que presenten similares condiciones, por el mismo procedimiento y previos estudio y concepto favorable de
la comisión especial aquí prevista. PARÁGRAFO 2º. Si al vencimiento del término señalado en este artículo el
Congreso no hubiere expedido la ley a la que él se refiere, el Gobierno procederá a hacerlo dentro de los seis meses
siguientes, mediante norma con fuerza de ley”.
65
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
reconocen las “comunidades negras” como grupo étnico (hasta el momento solo se reconocían a
los indígenas como tales), además el Estado se compromete a protegerla y promoverla y uno de
los mayores logros es el reconocimiento de la propiedad comunal colectiva sobre tierras
ancestralmente ocupadas.
Como consecuencia del AT 55, se genera una gran movilización donde se divulga la nueva
información y se generan organizaciones, son fundamentales los Encuentros de río:
Amplios espacios de participación en los que diferentes comunidades negras de los ríos
del Pacífico y otros lugares de Colombia, se encuentran para analizar, evaluar, discutir,
tomar decisiones y proponer la forma para la titulación colectiva de los territorios
ancestralmente ocupados. (Castillo, 2007: 206)
Después de esto, se aprueba la llamada Ley de Negritudes (Ley 70 de 1993), compuesta por
60 artículos. A partir de esta ley, las comunidades negras asumen otros tipos organizativos
propuestos en concertación con el gobierno, como son la Comisión Consultiva de Alto Nivel y
las Comisiones Consultivas departamentales, que sirven más que a la comunidad, a procesos
burocráticos ante el Estado; sin embargo, la ley previó otras instancias:
66
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
de las Comisiones consultivas de sus respectivas regiones, con copia a la Dirección de Asuntos
para Comunidades Negras, que funciona en el Ministerio del Interior.
Una mujer blanca-mestiza debe soportar unas formas de discriminación diferentes a una
mujer afrocolombiano, una mujer afrocolombiano-europea está sometida a unas discriminaciones
distintas a una mujer afrocolombiano egipcia, africana o latinoamericana, y así, sucesivamente;
pero no solamente por la ubicación geográfica y cultural, sino por su posición económica. Así
surgió el argumento de que mujer, género, clase, raza, no son categorías homogéneas y se
interrelacionan. McCall (2007) una de las principales representantes de la interseccionalidad
argumenta que ésta es una teoría necesaria para reactivar las discusiones sociológicas en torno al
ser mujer.
67
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Para abordar este tema Klára Hellebrandová escribe sobre el término “interseccionalidad”:
Las y los expertos resaltaron la estrecha relación entre pobreza y raza y entre raza y
clase, y cómo estas categorías se entrelazan profundizando la situación de riesgo de la
población afrocolombiano. (OEA. CIDH. 2011: 24).
Estos cambios suscitan relaciones nuevas, entre los grupos hegemónicos y los grupos
minoritarios, las culturas dominantes ven a los campesinos, indígenas y afrodescendientes como
una amenaza y sin medir las consecuencias, generan, en su desacuerdo, luchas racistas y
discriminatorias en contra de estos grupos humanos. Mientras que las luchas de los campesinos y
68
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
obreros se deben, en todos los rincones del continente, a protestas por la falta de apoyo del
Estado en la producción agrícola y el mejoramiento de los salarios de los trabajadores, los
indígenas y afrodescendientes luchan por su derecho al territorio, a la dignidad y el hecho de ser
reconocidos en su diferencia étnica y cultural.
El racismo y las formas de discriminación se dan también en cada rincón donde habitaba un
resguardo o un palenque; en ámbitos rurales y urbanos se manifestaba el racismo desde
perspectivas que “cruzan” o hacen una intersección entre diversas categorías, como se señaló
anteriormente.
69
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
dispara y en ciertas áreas laborales o educativas son discriminados. De esta manera los
afrocolombianos se enfrentan al racismo y a la discriminación que provienen de múltiples
maneras y con muchas excusas diversas.
70
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Capítulo 3
71
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
En la SED no se contaba tampoco con esta información y por ello, recurrí a indagar con las
maestras y maestros del colegio IED Arborizadora Baja sobre la posibilidad de encontrar
docentes afrocolombianos en la localidad. Fue de esta manera que llegué a la información de la
existencia de veinte maestros y maestras que posteriormente contacté para hacer parte de esta
investigación.
IED ACACIAS 1 1 1
LICEO MAURITANIA 2 2 4
72
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Durante el proceso de investigación se plantearon cinco campos temáticos sobre los cuales
se indagaría a las maestras y los maestros, a través de una encuesta:
El tema que se analiza en este apartado es la interseccionalidad del racismo de las maestras
y maestros afrocolombianos por parte de su contexto laboral: de las veinte maestras y maestros
encuestados y entrevistados se encontró que estas personas habían experimentado situaciones de
racismo y discriminación.
Aunque, además de las encuestas, las entrevistas de forma oral no fueron posibles con todas
las personas participantes en este trabajo, a las que se les hizo manifestaron que aún existen
formas racistas y discriminatorias en contra y que algunas de ellas no son trascendentes, pero sí
enfatizan su desacuerdo e incomodidad experimentados durante la experiencia.
73
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
De los veinte docentes encuestados: doce de ellos son mujeres y ocho son hombres que
oscilan entre los treinta dos y sesenta y ocho años de edad. En las entrevistas, seis de ellos
manifestaron haber sido discriminados por los estudiantes con palabras racistas de menosprecio;
algunos estudiantes lo hicieron frente a ellos y con el conocimiento de la ofensa y otros,
pensando que no eran racistas, sino normalizando frases como “ahí va el profe negro”. Otras
frases que se escucharon eran explícitamente racistas: “Negrito, negro María Jesú, el profe
morocho, negro chorro de humo”.
Los profesores sienten que no son discriminados por sus estudiantes; sin embargo, sí se han
presentado casos. Por ejemplo, la maestra Maruja Rengifo manifestó haber sido discriminada por
un estudiante, y en su experiencia relató que:
“hace algunos diez años atrás, comencé a conformar un grupo de danzas en el colegio.
Convoque a los estudiantes para aquellos que creían, que tenían habilidades para las danzas,
efectivamente llegaron muchos chicos. Pero a la hora de seleccionar en el grupo, a los
mejores; no elegí a un estudiante mestizo y tremendo problema. Este chico reaccionó con
74
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
violencia y me agredió verbalmente: ¡disculpe profe, usted al fin y al cabo no es más que
una negra aparecida y, de todas maneras, gracias! El chico salió del aula y tiró la puerta con
violencia. Ese día me sentí muy mal, y las palabras del estudiante rondaron en mi cabeza. Y
por si poco al otro día llego con la mamá, a quien le explique la situación… ¡y sabes qué! La
señora también me dijo “negra estúpida”.
Los otros profesores dicen que en ocasiones escuchan que se les llama “negros” de una
manera ofensiva, pero que ellos no prestan atención a esos epítetos.
75
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Con los compañeros docentes las manifestaciones son menos visibles, pero se nota en
algunos espacios laborales, en especial se vive en actividades culturales:
“Un día monté una danza chocoana para una izada de bandera y un profesor mestizo
manifestó: para eso es lo único que sirven los negros… para enseñar a mover el trasero” y le
agregó “los bailes de los negros son chéveres”. Estas palabras son discriminatorias; como si
nosotros, los afrocolombianos, fuésemos bichos raros”. (Rengifo, M. Maestra del IED
técnico San Francisco).
Con respecto las Directivas, es notoria una experiencia de una de las maestras: cuando una
docente afrocolombiana solicitaba materiales de apoyo pedagógico, el rector quiso agradarle a la
profesora diciéndole:
76
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
“¿Cierto profe, que ustedes las negras lo más bonito que tienen es el cuerpo?” La
maestra se sintió vituperada y le recriminó por el uso del término “negra” y por la intención
lasciva del comentario. El rector, en lugar de disculparse, añadió en tono jocoso: “yo
cambiaria tres blancas por una, así como usted, ja, ja, ja”.
La maestra no le dijo nada más, para evitar los roces. Sin embargo, lo recuerda con un poco
de rabia, pues el directivo aprovechó su cargo para hacer estos comentarios racistas y lascivos,
además en un tono naturalizador, como si ella por ser afrocolombiano debiera encontrarlos como
un cumplido y no molestarse por remarcarle las cosas “naturales”.
En entrevista con la maestra María del Carmen Ararat, ella percibe algo similar con respeto
a los piropos de las personas en las calles bogotanas a las mujeres afrocolombianos:
“Estos piropos son agresivos y grotescos por las formas de ver a las mujeres negras; los
señores ven a las mujeres negras como objeto sexual. Y se creen con derecho a verlas así”.
Así, se expresa la naturalización de la discriminacion, cuando las personas sienten que las
agresiones racistas son lo “normal”, porque simplemente se está marcando un hecho “natural”.
Los veinte docentes pertenecen a grupos que reivindican a las comunidades negras; entre
ellos están: ASOPRON, AKENATON, Red de Hilos de Ananse y otras. En estos grupos se busca
77
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
78
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Es Colombia uno de los países que realiza un montaje sobre el estudio e implantación de la
educación afrocolombiano, los saberes afrodescendientes, desde su historia, hasta las normativas
estatales modernas que dieron lugar a la CEA: la Cátedra de Estudios Afrocolombianos que, en
su momento, fue acogida con rigor por parte de algunas instituciones. La CEA permitirá a las
maestras y maestros afrocolombianos encontrarse con el saber ancestral y tradicional y
relacionarlo con el contexto actual.
La CEA implica pensar los valores en un discurso cultural que intenta romper el valor
tradicional europeo. En consecuencia, es necesario resaltar permanentemente el hecho
de que la educación y la Cátedra de Estudios Afrocolombianos, en particular, tienen la
posibilidad de ser agentes determinantes en la reafirmación y transformación de las
relaciones sociales en contextos multiculturales como el colombiano. Axel Rojas
afirma: “Se busca también ofrecer una perspectiva integral acerca de las múltiples
realidades y trayectorias históricas de las poblaciones negras, afrocolombianas, raizales
y palenqueras con el fin de superar la invisibilización de sus aportes a la sociedad
colombiana, particularmente en lo que compete al sistema educativo y los
conocimientos que circulan en las aulas escolares” (Rojas). La CEA es un dispositivo
(…) por medio del cual se busca el reconocimiento de la cultura afrocolombiana, tiene
que cumplir una misión crucial, derrotar los obstáculos históricos de discriminación,
invisibilización y olvido. En este sentido, la Cátedra de Estudios Afrocolombianos se
constituye en un elemento significativo, ya que con su implementación se pretende
79
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Y no solo en los colegios de primaria y secundaria acogen esta cátedra, también algunas
universidades como la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (UD), donde se hace
investigación, tomando como referente el proceso multicultural e intercultural, y las acciones de
racismo y discriminación que viven los afrocolombianos; además de su actuar en las sociedades
modernas y su participación interactiva en estas; en sus recientes indagaciones la profesora
María Isabel Mena afirma que:
En este proyecto se encuentran, por un lado, las percepciones de su rol pedagógico y por
otro, el saber de sí mismos y los contenidos subjetivos de las culturas. Enriqueciéndose a través
de un proceso de auto reflexión y auto conocimiento, pero siempre con una conciencia crítica.
Los saberes de los afrodescendientes han sido objeto de análisis desde diversos puntos de
vista y con diferentes objetivos, han ido desde la curiosidad por descubrir lo “místico” o
“misterioso” que dentro de los estereotipos son dos cualidades de lo afrodescendiente, pasando
por los estudios historicistas o de revisión de hechos históricos, que hablan de la historia de los
afrocolombianos en América Latina como un pasado lejano que pareciera ya superado, o los
estudios hechos desde lo “mestizo”, o mejor, desde el conocimiento colonial, juzgando o
atacando lo afrocolombiano, muchas veces justificando la esclavitud, el racismo, entre otras
cosas; hasta estudios hechos con verdadera intención conocedora, o cuando los afrocolombianos
se han tomado el papel de investigadores dejando de ser los sujetos de estudio. En todo caso el
80
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
saber afrocolombiano ha sido analizado, juzgado y estudiado desde mucho tiempo atrás, esto ha
sido necesario y muchas veces enriquecedor y es necesario que se continúe haciendo.
En el caso de los afrocolombianos, lo tradicional viene dado por los legados ancestrales que
se han venido recuperando y se tratan de conservar, los que sobrevivieron a los procesos que
trataron de invisivilizarlas, y los saberes ancestrales que, entre otros, están expresados en las
cosmovisiones sobre el origen de la humanidad, la organización del mundo, etc.
Escobar (2010a) hace referencia a seis puntos claves que involucran las precepciones de lo
que se podría decir que participa en los fundamentos de la conservación de las tradiciones y su
tradición como un valor; esto, tomando como referente la región del Pacífica, lugar de
procedencia de estudio efectuado por este autor, en donde menciona:
81
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Las anteriores percepciones de Escobar surgen después de estudiar las comunidades étnicas
de la región Pacífica, en relación con las formas de hallar explicación al proceso del encuentro
con el verdadero valor de los grupos humanos y sus prácticas sociales, culturales y políticas con
el Estado colombiano.
Según este autor, el segundo se basa en las praxis sociales para la construcción del
conocimiento, donde los sujetos son agentes activos de lo que aprenden o de lo que se investiga y
no simples recepcionadores del conocimiento de otros. Frente a este panorama, propone una
82
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
TEORIA TRADICIONAL
Tienen una
representación ya
constituida y Tienen una imagen
caracterizada del ya descrita del
objeto de estudio objetode estudio
Objeto político
Objeto cultural
Objeto social
CFF
OBJETO DE
ESTUDIO
Nos vemos tal Nos vemos
como es y nos Objeto Objeto tal como es y
caracterizado constituido
ven tal como nos ve tal
Solo somos como somos Solo
describen describen
En la Teoría tradicional el sujeto (en el centro) es visto como un objeto relacionado con
otros ámbitos que lo hacen jugar roles de objeto pasivo: objeto caracterizado, objeto constituido,
objeto social, cultural o político. Estos roles pasivos llevan a que la interacción del sujeto-objeto
con el conocimiento sea restrictiva, además que todo se basa en percepciones ya determinadas en
83
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
donde los otros tienen una imagen ya descrita de los otros. El aporte del sujeto-objeto es tan solo
la descripción de sus situaciones o las de otros, pero no la interacción o el análisis.
84
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Mientras los resultados del conocimiento de la visión tradicional son ajenos, lejanos,
reproductores de la hegemonía, que buscan mantener el estatus de diferenciación entre el
conocimiento de primer y segundo orden, desde la teoría critica la creación de conocimiento es
un proceso que reconoce los diversos saberes, y rompe con la distinción entre el conocimiento
científico como “superior” frente a un conocimiento tradicional “menor” o con aplicación solo
en lo cotidiano y lo local. Arocha et al., (2007) lo ilustran muy bien en su artículo cuando
refieren la estereotipia como forma de discriminación, además donde se ha “andino-centralizado”
el conocimiento, otorgándole la superioridad a los eurodescendiente y blanco, negando las demás
expresiones de saber.
85
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Memoria es un concepto que radica en el recordar toda historia que significa y tiene
relevancia en el proceso de un pueblo. Todo grupo humano está ligado a su historia; y toda
historia empieza en el recuerdo y por la comunicación oral y visual; además, se va transmitiendo
de generación en generación. Esta es una de las tradiciones más antiguas e importantes de la
humanidad; y es la naturaleza de los sujetos, la que obliga en cada rincón de la tierra a mantener
su historia; la historia oral es la que siempre narra los eventos más trascendentales de la historia
de los grupos humanos.
De hecho, algunos autores, como Wilmer y Ernell Villa (2010), mencionan “la pedagogía de
la oralidad”, como un elemento inherente a la constitución de la historia del ser afrocolombiano y
la unión permanente de un proceso oral, arraigado en la memoria de las personas que están en los
procesos cognitivos del aprendizaje de su propia historia:
Pocos son los textos escritos que documentan desde los sujetos africanos mismos estas
luchas, estrategias y prácticas, aunque permanecen como enseñanzas vivientes dentro de
la memoria colectiva y la tradición oral, constitutivas también de la pedagogía de
escucha a la que se refieren Wilmer Villa y Ernell Villa (…) Otros ejemplos del enlace
de lo pedagógico y decolonial se encuentran en los palenques, el cimarronaje, el
malungaje (…) y la muntuzación (para seguir a Zapata Olivella) llevados a cabo por
numerosas mujeres y hombres de la diáspora africana en sus luchas por recuperar y
reconstruir la existencia, libertad y liberación ante las condiciones deshumanizantes de
esclavización y racialización, y en su creación de prácticas, espacios y condiciones-otras
de re-existencia. (Walsh, 2012: 36)
86
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Escobar (2010a) menciona que toda cultura étnica tiene su origen en un espacio físico; estos
orígenes pueden cambiar con el devenir del tiempo, así que él identifica que el espacio cultural
puede ser variado (como en el caso de las personas inmigrantes) o bipartita, en el caso de hijos
de dos personas de diferente origen cultural. El espacio determina el comportamiento y su actuar
en los contextos sociales de desarrollo del ser humano. Los lugares, como ámbito histórico, han
construido al hombre a través de la memoria en Movimientos sociales afrocolombiano y políticas
de identidad:
La historia escrita en libros de texto, manuscritos, literatura y las diversas narrativas han
mostrado la imagen de unos sujetos desalojados y extraños, desprovistos de territorio,
identidad y legados culturales. Por lo anterior, se afirma hoy que existen esfuerzos por
construir y reconstruir una historia capaz de devolver la historicidad real de los pueblos
que habitan este territorio, donde se cuenten alegrías, luchas, prácticas culturales
narradas por los protagonistas. (Alarcón, 2012: 1)
87
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Los testimonios orales de los esclavos resultan, a la postre, piezas claves en la construcción
de la memoria y sus vivencias en los diferentes espacios de confrontación histórica de la diáspora
africana. Siendo la oralidad un elemento trascendente en la historicidad afrocolombiano, las
muestras de cantos y rezos simbolizan las experiencias en los espacios de esclavitud y
sometimiento, así como cimarronaje de estas personas.
A la par, está otro elemento clave como es la iconografía. Los elementos iconográficos
hacen la diferencia entre las nacientes etnias afrodescendientes en América como lo estima
Friedemann en su aporte:
Así pues, en el estado actual de los estudios de las culturas negras, se descarta el hecho
de que el bagaje iconográfico traído por los africanos -en su mayoría adultos saludables-
hubiera podido ser aniquilado. Más bien empieza a explorarse el proceso de cómo tales
iconos o representaciones simbólicas, denominadas en este trabajo huellas de africanía,
han llegado a reflejarse en los sistemas de las culturas negras. (Friedemann, 1984: 547)
88
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Logró encontrar reflejos de tales procesos en los ritmos de su cotidianidad y los plasmó
en su libro Lecturas antillanas (…). Aunque ella no especifica el método, sí anota que se
trata de una búsqueda de recuerdos en su memoria. Resultado de ese esfuerzo aparece,
por ejemplo, en las visiones de la mujer que en Port-au-Prince en un momento corre a
mimar a un niño que grita. Lo alza y "al tenerlo en sus brazos -dice- comparte con él el
impulso de sus breves pasos cadenciosos que golpean el piso con firmeza, imitando el
tambor que lleva dentro: Ah tan tan- tan ran tan ah tan tan- ta ran tan. (Friedemann,
1984: 547)
Los ritmos de la música afrocolombiano son una muestra del proceso de encuentro con la
memoria de los ancestros y las tradiciones africanas puestas en los escenarios americanos:
simbolizan también los lugares del proceso histórico de los afrodescendientes. Sus tambores, sus
flautas, sus danzas, mediadas por el ritmo de los instrumentos, y la compañía de los cantos, son
las huellas que con el tiempo no borran de sus memorias los lugares de donde fueron arrancados
y los lugares a donde llegarían a sembrar sus semillas tradicionales y culturales provenientes de
África.
89
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Imagen de la maestra Jenny Carabali: en uno de los actos civicos con los ñiños y las docentes de primaria: en
ésta resaltan siempre el colorido de sus vestimentas. (Foto autorizada para ser publicada por la docente)
No obstante, las escenas de los encuentros con la memoria se folclorizan en los diferentes
espacios pedagógicos y en ocasiones son sólo imitaciones desaliñadas y montadas con el fin de
llenar actos cívicos. La escuela modernizadora es una escuela folclorizadora, la folclorización es
el proceso donde lo cultural de otros grupos humanos, diferentes al hegemónico, se torna
conocimiento menor, incluso más inocuo que el conocimiento tradicional, según Miñana (2002):
90
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Las tradiciones de los distintos grupos humanos en cualquier lugar de la tierra son los
referentes de sus culturas, y las expresiones de estas tradiciones son las que nutren los saberes y
el reconocimiento de los grupos étnicos. De hecho, el valor de las tradiciones en cada evento
social, cultural, político y económico se hace central en la medida que trascienda los espacios de
la historia.
Las tensiones entre los grupos étnicos y las políticas etnoeducativas de los distintos países
donde hay población afrocolombiana crean un imaginario contextual de los procesos de
valoración de las tradiciones culturales de cada grupo. En esto, Aníbal Quijano (2000), Catherine
Walsh (2014) y otros autores analizan las características de lo que se hace como tradición, como
valor en las distintas actividades culturales de los pueblos afrocolombianos.
91
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Capítulo 4
Interculturalidad
La interculturalidad es:
92
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
• Una tarea social y política que interpela al conjunto de la sociedad, que parte
Walsh agrega que la interculturalidad es un intento por romper la hegemonía con la que se
ha socavado las identidades excluidas, y que es un reto al que debe adscribirse toda la sociedad;
sin embargo, se tiende a confundir, o usar indistintamente como sinónimos: pluri, multi e
interculturalidad por lo que es indispensable tenerlos claros.
93
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
La interculturalidad no es una hibridación de culturas, sino que refiere a los procesos que se
desarrollan para lograr la interacción y el encuentro entre personas, grupos pertenecientes a
diversas culturas; en esa medida, no pretende ocultar las desigualdades, las injusticias o los
conflictos en los que están inmersas esas culturas, sino que trabaja para que sean las propias
comunidades, los propios individuos, los que logren acuerdos o procesos que los ayuden a salir
de sus problemáticas. La interculturalidad busca un enriquecimiento de todos, el conocimiento/
reconocimiento de todos, sin la necesidad de sacrificar la identidad cultural.
94
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Promueve, en primer lugar, el respeto por los saberes de las diferentes culturas, busca no
jerarquizar el conocimiento ni hacer distinción tipo: ciencia/saber, nación/tradición, etc., que
perpetúa imaginarios de la cultura hegemónica sobre otras. El objetivo de la interculturalidad
hace que se rechace la asimilación de las minorías culturales dentro de una cultura mayoritaria,
porque la asimilación implica la renuncia de los grupos minoritarios a sus identidades culturales
para poder “entrar” en la cultura mayoritaria; éste es un proceso de adaptación y muchas veces,
de sometimiento.
En segundo lugar, la educación intercultural es para todos, no solo para los que conforman
una minoría cultural. No es el objetivo de la educación “separar” a los estudiantes que se
reconocen como una minoría cultural, lo que se plantea debe estar formulado de manera que sea
un todo holístico. Además de estudiantes, la comunidad educativa en conjunto, debe estar
implicada en la educación intercultural; en especial los docentes y las familias son parte integral
de los procesos pedagógicos.
95
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
intercultural, sino que se debe desarrollar con base en las identidades personales, el diálogo y la
diversidad, apuntando siempre a programas educativos viables, vivenciales, flexibles y eficaces.
Estas acciones pedagógicas deben propender por adquirir actitudes positivas con respecto a
la diversidad cultural “relacionarse y comunicarse entre sí de manera positiva y creativa, a partir
de las culturas de su contorno y respetando sus diversas identidades” (Alvo, 1999: 107. En Walsh,
2005: 12). Walsh (2005) propone unos fines para la educación intercultural que se resumen aquí:
96
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
El asimilacionismo proponía que una persona que se integraba a la cultura hegemónica tenía
muchas más oportunidades de “triunfar” sobre otra persona que se mantenía “diferente”, esto
estaba muy relacionado con el “sueño americano”, las nociones de éxito y progreso personal. Sin
embargo, con el trascurso de los años fue notorio que el asimilacionismo no funcionaba. La
promesa de éxito no se cumplió, y en este marco se dieron movimientos de revitalización étnica:
en oposición a la asimilación se llamaba a abrazar la propia cultura, a mantenerse diferentes
frente a la cultura hegemónica y ser y sentirse orgulloso de esto.
A pesar de que estos movimientos empiezan desde la década de los sesenta del siglo XX, no
es sino hasta los años ochenta que los gobiernos, principalmente europeos, empiezan a escuchar
los llamados por una educación con sentido pluralista y no asimilacionista. Es cuando en Europa
y Estados Unidos empiezan a desarrollar e implementar nuevas pedagogías y aparecen distintos
enfoques para involucrar la pluriculturalidad, dentro de estos la multiculturalidad.
97
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
En la educación bilingüe, el uso del término intercultural se inició a principios de los años
ochenta. Más que “bicultural”, recalcaba la necesidad de establecer políticas nacionales
de plurilingüismo y multietnicidad orientadas a la oficialización de lenguas indígenas y
la necesidad de promover visiones correctas y no discriminatorias del conjunto social.
(p. 13)
En cada país latinoamericano esta educación bilingüe fue formulada por diferentes
circunstancias, Walsh (2005) refiere que, en Perú, estuvo ligada a organismos estatales; en
Ecuador, fue resultado de la reivindicación por parte de comunidades indígenas; en Colombia,
98
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
fue parte de un proyecto de progreso nacional por parte del Estado que buscaba ayudar a que los
indígenas se movieran con libertad en espacios de mestizos.
Es de recalcar que en Colombia siempre se pensaron los procesos bilingües para los
indígenas, al igual que otras iniciativas de multi y pluri-culturalismos; pero hasta la década de los
noventa, no se reconocieron los movimientos ni los asentamientos afrocolombianos como
étnicos, y por tanto, no entraban dentro de este tipo de proyectos.
En general, estos programas han sido parte de Reformas Educativas que intentan “multi-
culturalizar” los contenidos sin cambiar sustancialmente las estructuras o los enfoques
curriculares dominantes, estructuras y enfoques que reproducen las relaciones sociales y
culturales y preparan ciudadanos no muy críticos. La mayoría de estos programas
utilizan el referente “multicultural”, lo cual, como mencionamos anteriormente, tiene
connotaciones muy distintas a lo “intercultural”. Sin embargo, muchas de las Reformas
Educativas latinoamericanas hacen referencia a la última cuando en la práctica se la
entiende como a la primera. (Walsh, 2005: 22)
En estos enfoques se dan una serie de premisas que Walsh desarrolla en su texto; aquí, se
retoman las que están más relacionadas con las experiencias de los afrocolombianos. Por un lado,
se da la folclorización de las contribuciones étnicas, donde lo perteneciente a la cultura no
hegemónica se piensa como algo “bello” pero remoto, que es folclor y no cultura, minorizando
las expresiones culturares, además se le usa en tiempos y espacios marcados, aislándolos de esta
manera de la cotidianidad.
99
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Pero los programas e ideas surgidos provienen de las elites educativas de cada país, y
aunque pretenden llevar a las aulas todo aquello que tuviese que ver con los procesos de
interculturalidad, pocas veces lo lograron. En varios países latinoamericanos, hubo pésima
recepción de documentos de la ONU que (apoyados en los procesos de Europa y Estados
Unidos), aconsejaban a las naciones de la región implementar programas de educación pluri o
multicultural, en los que acogieran las sugerencias de experiencias que, si bien no fueron
totalmente positivas, sí enriquecieron la discusión de que es y cómo se fomenta una educación
verdaderamente intercultural.
100
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
autoridad competente adoptará las medidas necesarias para que en cada uno de los
niveles educativos, los currículos se adapten a esta disposición (Artículo 32º)
No en vano, en Colombia las investigaciones que se realizan demuestran que los avances
han sido fructíferos, aunque con obstáculos, en cuestión de educación de las comunidades
indígenas, afrodescendientes y los otros grupos humanos. Esto debido a que diversas poblaciones
étnicas han buscado el reconocimiento de estatus cultural. Y así lo afirma Walsh: “La
interculturalidad tiene sus raíces y antecedentes no en el Estado, sino en las discusiones políticas
puestas en escena por los movimientos sociales” (Villa, 2008: 47)
La creación de las normas y leyes en favor de las diferentes etnias son construidas con el fin
de redefinir la estructura social y con la ambición de lograr el respeto y el reconocimiento de los
“otros”, grupos étnicos que ha sido vituperados a través de la historia; pero, estas normas
también buscan la estabilidad de los estamentos que componen los Estados como: la economía,
la política, la cultura, la educación y demás. De hecho, es el poder político el que está a la cabeza
de estas decisiones y, por ende, encuentra la manera de sostener y equilibrar las sociedades.
101
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
102
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Las dificultades para la aplicación de la CEA han sido muchas y van desde lo estatal, como
la negligencia que, presentado el gobierno para implementarla realmente, hasta lo local cuando
docentes que no tienen la capacitación necesaria para entender que deben realizar, y como
hacerlo.
Hace unos años, el intelectual afrocolombiano y ekobio Manuel Zapata Olivella nos
recordó que las cadenas ya no están en los pies, sino en las mentes…son estas cadenas
puestas por las estructuras y sistemas de poder y saber coloniales, y aun mantenidas y
reproducidas por la institución educativa, las que dirigen y organizan, las maneras de
pensar como de ver el mundo. (Murillo y Cuervo, 2011: 27)
Además la CEA ha sido planteada para estudiantes y docentes dentro del sistema oficial de
educación, no se ha planteado un diálogo entre la CEA y la etnoeducación (tradicional o popular)
de los pueblos afrocolombianos, además esté el inconveniente de que los conocimientos
103
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
ancestrales afrocolombianos no han sido reconocidos como convalidados dentro del MEN; es
decir que, si un profesor o profesora estudia las danzas ancestrales afrocolombianas como una
forma de fortalecerse en sus identidades históricas, la CEA, no tiene ningún título que le valide
su esfuerzo, ni tampoco le es válido para mejorar su escalafón docente, por lo que puede preferir
otros estudios. (Díaz, 2015)
Por otro lado, Díaz (2015) también relaciona que los maestros que enseñan en los espacios
de etnoeducación, deben tener una formación calificada para ello y además validada por la
comunidad. De tal manera que, los estudios de docentes afrocolombianos en educación oficial y
en etnoeducación son distintos y parecen no encontrar un punto en común.
104
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
comunidades, sus historias, hasta sus ritos. En esto se puede notar el desconocimiento por parte
del Estado sobre las culturas afrocolombianas, pero además una discriminación al pensar que un
afrocolombiano va a saber lo de todos los afrocolombianos, o tiene que saberlo por ser
afrocolombiano, una negación de la diversidad de lo afrocolombiano.
Lo anterior es el reflejo del desconocimiento del contexto por parte del Estado, fue la razón
para el Movimiento afrocolombiano para justificar la petición de incluir maestros etno
educadores que se identificarán con el grupo humano afrocolombiano, esto fue aceptado por el
gobierno y más adelante se tendría en cuenta en los nombramientos de las maestras y maestros
afrocolombianos para la CEA, lo que mejoró su implementación.
El éxito de la CEA ha sido relativo en parte porque su buena ejecución depende en gran
parte de la motivación y participación de los docentes cuyo papel es fundamental en la
validación, recreación y desarrollo de los lineamientos. El gobierno ha intentado ampliar el
conocimiento de los docentes sobre el tema afrocolombiano:
105
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Sin embargo, se intenta enseñar a los docentes de manera apresurada, sin un contexto, pero
sobretodo estas intenciones se quedan en papel ya que muy pocas acciones han sido llevadas a
cabo para cumplir el propósito de la formación docente sobre los afrocolombianos. Las pocas
intentan referenciar la multiculturalidad e interculturalidad como premisa en la formación y
capacitación docente, pero todo se da desde un espacio vertical, el MEN como cabeza y orden
imparte a los maestros, decide que es importate, que se enseña, y los docentes se vuelven
receptáculos pasivos de conocimiento, que a su vez multiplican este proceso en sus aulas.
La maestra María del Carmen Ararat, quien, según las entrevistas realizadas en la presente
investigación, menciona la importancia de los maestros de origen afrocolombiano en las
Cátedras de Estudios Afrocolombianos, afirma que:
“El error que comete el MEN es de no capacitar y no permitir que sean los mismos
docentes afrocolombianos, quienes impartan estos saberes propios de la cultura
afrocolombiano, para lograr una mejor interacción cultural y se pueda llegar con más
efectividad a la transformación intercultural”.
“La gente no entiende la forma de ser del afrocolombiano, los tildan de bulliciosos, de
delincuentes (en ocasiones), no entienden la alegría de la vida con que vivimos el día a día”.
Esta es la percepción que tiene la maestra María Del Carmen Ararat acerca de lo que
perciben los bogotanos en algunos de los encuentros casuales entre afrocolombianos y otras
106
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
107
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
¿Cómo viven el racismo, desde una perspectiva intercultural, los maestros afrocolombianos
de Ciudad Bolívar?
La encuesta que se realizó a los y las docentes afrocolombianos tuvo dos componentes, el
primero sobre la información personal y general, como procedencia, universidad donde estudió,
en qué lugar vive.
108
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
109
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
110
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
pensionarse, además de ser los de mayor edad, también todos son pedagogos(as), no estudiaron
otras disciplinas. Esta particularidad marca un cambio generacional, pues los más antiguos son
de Bogotá y se reconocen afrocolombianos desde lo capitalino, sin embargo, los nuevos son de
otras ciudades y otras tradiciones.
Aquí cabe mencionar que un docente refirió que, entre los maestros y maestras, esta
diferenciación es muy marcada, y los docentes afrocolombianos nuevos se “sienten” más
auténticos que los citadinos.
“En una marcha una vez escuché a otros maestros afro hablando de que los de la ciudad
no somos tan afro como los de la costa” Maestro del Colegio Liceo Mauritania. (pidió no ser
nombrado)
En este caso la identidad de los maestros se forja en su auto reconocimiento como afros,
pero también en el reconocimiento de “pertenencias culturales”, es decir que los otros los
reconozcan como pertenecientes. Retomando el concepto de “representaciones sociales” se
puede ver que los maestros se identifican como sujetos de acuerdo a estas, y también que los
otros maestros se reconocen mutuamente entre ellos por las representaciones sociales, sin
embargo, es importante decir que cada maestro-sujeto tiene una concepción propia de lo que son
tales representaciones.
7
Capital cultural, tal como lo entiende Bourdieu, es la acumulación de cultura propia, que es heredada o
adquirida y tiene un peso diferente en el mercado cultural (un mercado simbólico donde unas culturas tienen mayor
valor que otras).
111
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
maestros y maestras afrocolombianos tienen un capital cultural diferente, que tiene que ver con
su proveniencia, ya que los que son capitalinos reconocen como propios los mismos rasgos
históricos que los maestros que no son bogotanos: esclavitud, persecución, pobreza, etc. Pero en
muchos otros aspectos no se identifican, en la organización familiar, por ejemplo, los maestros
afro-bogotanos solo referían a su madre, padre, esposas, hijos, mientras que los
afrodescendientes de otras regiones siempre estaban refiriéndose a la familia extensa.
Los esclavos africanos llegaron a una América “salvaje y desconocida” para ellos y para los
esclavistas, con un signo ya establecido por el pensamiento europeo: la imposición del
cristianismo; pero en su intento por sobrevivir, las creencias africanas e indígenas se mezclaron,
pero no se extinguieron con el paso de la historia. Esta intersección cultural de creencias tiene un
relativo poder significativo en las mentes y los ámbitos culturales de los protagonistas históricos.
De esta manera, creencias africanas han sobrevivido hasta hoy, en algunos casos también
mezcladas con creencias católicas y cristianas, en un sincretismo religioso.
Dentro de los mismos maestros afrocolombianos, las percepciones sobre las religiones están
diversificadas, el 80% de los maestros se identificaron como católicos; sin embargo, al indagar
más, muchos usaban prácticas de otros ámbitos espirituales, el 10% de los maestros dijo no tener
religión aunque sí algunas creencias, y solo una maestra se reconoció como seguidora de una
religión africana, pues se designó como seguidora de “Ocha” y su vida se rige por algo que se
llama “Regla de Ocha”: Que es una serie de reglas venidas de la tribu Yoruba. Muchas
generaciones de esta tribu de origen africano en Nigeria, aceptaron el catolicismo, sin olvidar sus
112
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
creencias ancestrales, mantuvieron su antigua religión creyendo en los Orichas: emisarios del
Dios Olodumare.
“La regla de Ocha, tiene que ver con el culto a santos que te hacen favores: desde muy
pequeña aprendí las costumbres, las danzas, y cantos. Y con más fervor los oficios
religiosos. Que consiste en realizar oraciones por día a los santos que son identificados con
colores: por ello la costumbre de vestirme con un color diferente cada día de la semana”
María del Carmen Ararat.
Ella aprendió los ritos y adoraciones de su religión como herencia materna, y refirió que
todos en su familia creían lo mismo. Al preguntarle por su posición frente a que los otros
maestros afros se reconozcan como católicos, primero explicó que la adoración a los “orichas”
no es exclusiva, quiere decir, que una persona puede ser católica o de cualquier otra religión y
adorar a los orichas, o cumplir con alguno de los ritos de adoración a ellos y que, siguiendo el
ejemplo de su propia religión, ella decía que no criticaba a los docentes afrocolombianos
católicos, porque además algunos también adoraban a algún oricha en especial, solo que con su
nombre de santo católico, pero que sí le gustaría que las religiones afrodescendientes o africanas
fueran más conocidas para evitar que sean consideradas “brujería” por muchas personas.
Más adelante, con respecto a la consulta ¿de estos aspectos con cuál es el más que identifica
y valora en su cultura?, con esta pregunta se quiso indagar sobre las representaciones culturales
de los maestros afros, cuales reconocen como de mayor o menor valor cultural, a continuación se
presenta el promedio es el ponderado a los 20 maestros encuestados.
113
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Mientras únicamente una docente se reconoce como seguidora de una religión africana, se
puede ver en este ponderado que el 40% de los entrevistados reconoce la religión como uno de
los aspectos que más valora en su cultura. Cabe aquí preguntarse sobre la representación social
de la religión como parte importante de la identidad para el sujeto se reconoce como afro. Pero,
su religión no lo es, siendo católico, pero aun así reconoce que la religión es muy importante.
Desafortunadamente, es un tema muy sensible que no se ahondó más en la presente investigación
y que se podría retomar en otras investigaciones futuras.
114
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
La danza es la representación social mas valorada, en sus entrevistas las maestras María del
Carmen y Maruja dijeron que la danza es la herramienta más importante para el reconocimiento
y llegar a la intersección intercultural; adicionalmente, también referían que es el elemento más
reconocido por los mestizos y blancos, por lo que también es muy identificativo de los afros.
“Es que un afrocolombiano tiene que bailar, es lo natural, es parte de lo que somos, yo
no sé qué haría si me encuentro con uno que sea un tronco” Docente Maruja.
La danza también se asocia con la música y la producción de ésta, lo que hace parte de la
representación de los afrocolombianos como sujetos alegres, siempre dispuestos a la fiesta. Los
maestros y maestras que quisieron hablar del tema decían que era algo muy común que las
personas pensaran que siempre estaban en fiesta. Una de las docentes contaba que cuando fue
trasladada a Bogotá, sus compañeros creían que se iba a bailar todos los fines de semana. Sin
bien alguno de ellos se reconocieron como sujetos a los cuales les gusta la fiesta, la mayoría dijo
no ser así e identificarse como “personas serias”, donde la danza hace parte de lo que son, pero
no que no es lo único que los define.
115
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
la música se mezclan para darle forma a la transmisión oral y la búsqueda de la inclusión cultural
de los herederos afrodescendientes.
En especial la docente María del Carmen Ararat refirió que la literatura afrocolombiana
hace referencia a la tradición oral, más que a otra cosa.
En la entrevista realizada, los maestros provenientes de otras regiones manifestaron que las
cosas habían cambiado mucho con su traslado a Bogotá porque el trato para las personas, en
especial con los maestros afrocolombianos. María del Carmen Ararat cuenta:
“Hace muchos años, cuando mis hijos estaban pequeños, me subí a un bus en compañía
de los dos varones, ellos se subieron primero y rápido (ellos son de piel más oscura, que la
mía) y el conductor dijo despóticamente y con discriminación: “¿Y el pasaje de los monos
quien los paga?” Esto para mí fue brutal y asqueroso, tanto así que le contesté, yo que no
soy vulgar: “¡su madre!” Jamás pensé que este incidente quedara en mi recuerdo, como un
sabor amargo de la discriminación y el racismo de Bogotá”. Y agregó, que su quehacer
profesional le ha dejado, a pesar de la discriminación y el racismo de los bogotanos, muchas
satisfacciones y alegrías; Y que ser maestra es “una bendición de Dios”.
116
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Además, algunos de los maestros sostienen que la CEA ha ayudado para que ellos mismos se
piensen y repiensen como sujetos identatarios y como afrocolombianos, enunciaban varias
razones; una muy común fue qué los obligó a pensarse como tales, por qué se consideran
afrocolombianos, además del color de la piel, o si era solo por eso; además de preguntarse por
los términos: ¿somos negros, afros, afrocolombianos?, también empezaron a pensarse sus
representaciones culturales como afros como la danza, el lenguaje, la religión, etc. Y hasta qué
117
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
punto les eran conocidas, propias o inculcadas. Tal como lo expresó la maestra Maruja Rengifo
8
del IED Técnico San Francisco ; evocando tiempos de antaño, hace referencia a su experiencia:
“Llevo muchos años trabajando en este colegio, y lo más trascedente en estos más de
veinte años en la institución, es la interacción con mis estudiantes. Y enseñarles muchas de
las formas de cultura de nosotros los negros; bueno, como ahora nos llaman,
afrodescendientes. La empatía que he ganado con los estudiantes y el apoyo de los padres de
familia en este colegio me ha llevado a rescatar los valores ancestrales de mi etnia. La
enseñanza de las danzas, la música de tambores, los coros llenos de riquezas literarias, los
movimientos corporales, las vestimentas de colores y las bullas de todo esto, atraen a los
estudiantes, y por supuesto que esto me hace importante en la comunidad y me he ganado
un lugar de respeto frente a la comunidad. Además, me identifico como afrocolombiana el
respeto ha madurado con el tiempo”.
8
Uno de sus estudiantes se acercó de manera espontánea al investigador y le dijo (refiriéndose a la maestra): es
una gran profesora, una de las mejores, tal vez la mejor.
118
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Las respuestas se dieron de manera espontánea y sin titubeo. No obstante, se observa que
algunos docentes contestaron que no en la encuesta sobre eventos discriminatorios, pero en la
entrevista profundizando el tema aparecieron situaciones que mostraban discriminación.
119
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Otro ejemplo de esta relación es que ningún docente relacionó haberse sentido discriminado
por parte de las directivas, sin embargo tenemos la experiencia donde una docente relató que el
rector le dijo:
“¿Cierto profe, que ustedes las negras las más bonito que tienen es el cuerpo?” La
maestra se sintió vituperada y le recriminó por el uso del término “negra” y por la intención
lasciva del comentario. El rector, en lugar de disculparse, añadió en tono jocoso: “yo
cambiaria tres blancas por una así como usted, ja, ja, ja”.
Ella refirió sentirse muy agredida y que, aunque fue varios años atrás no lo había podido
olvidar.
Por otro lado, está la pregunta de: ¿se ha sentido excluido y por qué? A la primera solo dos
maestros afrocolombianos respondieron que si el resto no. Y en la entrevista los dos que
manifestaron que si respondieron desde la voz de su experiencia:
120
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Con respecto a la marginalidad, las maestras y los maestros afrodescendientes existen dos
corrientes: una de la propia exclusión de las personas en la participación activa de su contexto
convivencia y la otra es de la construcción de la estratificación social que hace referencia a los
espacios de desarrollo social. Siendo lo anterior una breve explicación, los anfitriones de esta
investigación dudan en la pregunta y manifiestan en algunas de sus respuestas que si se trata de
espacios, la mayoría ha vivido en espacios marginales pero no muy cerrados:
“Yo nací en el Chocó, y viví en Quibdó casi toda mi niñez. Conozco a muchos amigos
que vivieron marginados por el gobierno. Es decir, estaban en las goteras de la ciudad,
alejados de la ciudad y llenos de necesidades. Estas necesidades no satisfechas en cuanto a
la educación, la falta de apoyo en las escuelas en la infraestructura en la alimentación en los
libros son bastantes notorios en esta ciudad. Yo percibo hoy en día hasta las miradas de mis
antiguos compañeros del colegio las acusaciones marginales. El nene, me dicen aun mis
compañeros. Eso porque dicen que yo crecí en barrio distinto al de ellos o porque mis
padres se esforzaron para darme una buena educación.” Profesor Edwin Ríos IED
Arborizadora Baja.
Por su parte la maestra Maruja Rengifo, Docente IED Técnico San Francisco dijo:
121
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
“yo, como maestra afrocolombiana, ofrezco mis aportes desde mi etnia y a su vez
descubro y aprendo de los otros, como los indígenas y la cultura urbana de los bogotanos”
Es así como los maestros y maestras afrocolombianos intentan aportar, no solo a la CEA
sino a la construcción de un espacio educativo culturalmente justo.
122
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Conclusiones
Como cada maestro tiene sus propias concepciones de qué es ser “afro”; se crea una escala
donde unas personas son identificadas como más afrocolombianas que otras, porque sus vínculos
sociales son más apegados a lo que se espera tradicionalmente de este grupo humano. Se puede
123
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
analizar aquí que los mismos maestros caen en los estereotipos de lo que significa ser
afrocolombiano.
Entre las representaciones sociales hay una que es importante para todas las personas
participantes del estudio, aunque percibida de distintas maneras, cuando se habla de la religión.
Los maestros (y maestras) afrocolombianos la reconocieron como muy importante para la
identificación como afrodescendientes, pero a pesar de este reconocimiento, muchos dijeron no
tener una religión africana, sino pertenecer el catolicismo. Esto me hizo pensar como
investigador hasta qué punto los maestros y maestras estaban predispuestos para ofrecer una
respuesta, basándose en lo que se esperaría que respondieran que fuera adecuado a lo
afrocolombiano. Es una cuestión importante la de saber hasta qué punto los mismos
afrocolombianos mantienen una idea estereotipada de lo que es ser descendiente de africanos y a
qué se debe ello, un planteamiento que se deja abierto para otras investigaciones.
Vale la pena anotar que la percepción de los otros, como los blancos y mestizos, es la de
relacionar sus religiones africanas, como la santería y las creencias propias, con brujería malsana,
que de hecho se han presentado pronunciamientos de la iglesia católica en contra de las
religiones africanas.
Teniendo en cuenta que las creencias religiosas son parte de cómo se reconocen las personas
y, sobre todo, de la identidad que asumen y que es una de las prácticas sociales de los
afrocolombianos más malentendidas y mal percibidas por los mestizos y blancos, se hace muy
necesario su reconocimiento positivo.
124
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Destacan los modos de discriminación racial y racismo de que son objeto. Esto los obliga a
buscar el reconocimiento de los otros y sin duda, a repensar y dimensionar sus estrategias en esa
anhelada búsqueda del respeto y su importancia en el desarrollo de las comunidades a donde
finalmente han llegado.
125
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
En este sentido, es clave destacar que la cuestión de la discriminación racial se refiere solo
tangencialmente a la noción de raza. La noción de raza ha sido históricamente usada para
promover discursos racistas que minimizan o vuelven invisibles a grupos humanos definidos. De
esta manera, se crean ideas de una aparente superioridad de las culturas mestizas, de identidades
nacionales que niegan los aportes afrocolombianos y que aparecen como ideales a los cuales, se
supone, todos deben aspirar.
El concepto de una única identidad nacional, que nos iguala, en la que cada ciudadano es lo
mismo que los otros, en todos los aspectos, sin que medie un análisis histórico de las
discriminaciones contra indígenas y afrodescendientes, es algo muy arraigado en los imaginarios
latinoamericanos. Se debe replantear, por tanto, la identidad desde la pluralidad de culturas que
cohabitan, sí, pero como la posibilidad de ser diferentes en igualdad de derechos; es decir, la
identidad sostenida en dos pilares: la herencia, como recordatorio del pasado y la relación con los
otros, que es parte de nuestra definición como personas.
Que el Estado se limite a hacer políticas desde lo que cree saber, desde los estereotipos que
se han perpetuado históricamente y que, al alimentar las políticas modernas, siguen
instaurándose dentro del imaginario colectivo, es un efecto nocivo para toda la sociedad. La
CEA, como experimento más bien ha resultado fallido, la falta de comunicación del Estado con
los maestros, que son los que al final tienen que implementar la política de educación que los
funcionarios idean, ha tenido como resultado que la CEA en poco o nada funciona, y mucho
menos cumple con los objetivos para los cuales fue creada.
126
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
La CEA debería ser una oportunidad para la descolonialización del saber afrocolombiano,
para reconocer su diáspora y sus saberes como parte de la identidad nacional, y no seguir
perpetuando los discursos hegemónicos. La descolonialización del saber afrocolombiano
ayudaría a mitigar, desafiar, afrontar, cuestionar y transformar las acciones que son constitutivas
de discriminación, por causa de la racialización, o clasificación social para inferiorizar por
cuestiones de “raza”. Si la CEA fuera bien implementada podríamos encontrar un espacia de
dialogo cultural. Entre otras complicaciones que ha tenido que enfrentar la CEA está el hecho de
que los propios docentes no se sienten preparados para ella.
Como se menciona a lo largo de esta tesis, los maestros y las maestras afrocolombianos
parecen divididos, por un lado aquellos que pertenecen a la educación oficial y otros de
etnoeducación, y no se hace un esfuerzo por crear puentes que los comuniquen, se hace necesaria
la interacción entre los docentes afrocolombianos, para disminuir la división existente, además
de poner sobre la mesa el tema de que unos docentes afrocolombianos son identificados como
menos afros que otros.
127
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Estamos acostumbrados a pensar que las opciones interculturales son para comunidades
“étnicas” (indígenas, raizales, ROM, afrocolombianos y otros grupos), pero la realidad no es así.
Según Néstor García Canclini, todas las culturas, incluso las afrocolombianas y las indígenas,
son mestizas; en el mundo actual, ya no existen culturas “puras” tal y como se concebían en un
pasado. Este proceso es irreversible y mucho más acentuado que antes, y todas estas culturas
están en un constante encuentro mutuo, lo que genera un intercambio. Ello no obsta para que este
128
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Lo que se quiere, entonces, con el enfoque intercultural es asumir una postura crítica frente
al multiculturalismo y poder brindar una educación donde se obtenga una experiencia
pedagógica viva, que no radique en la asimilación y reproducción de conocimientos únicos, sino
en la posibilidad de participar en las prácticas culturales, tanto propias como de otros, siempre en
el marco del reconocimiento y el respeto mutuos.
En esta investigación han quedado muchas preguntas abiertas, esto muestra que el tema
afrocolombiano es rico en material para investigación, que además se puede aportar mucho al
tema y al quehacer docente. Para aquellos que quieran indagar en torno a ellas, los invito a
hacerlo.
129
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Referencias
Aguayo, Cecilia. (2007). Las Profesiones Modernas. Dilemas del conocimiento y del poder. Un
análisis para y desde el Trabajo Social Ediciones Espacio Editorial, Buenos Aires. Argentina.
Alcaldía Mayor de Bogotá. (2009) ¿Cómo participa Bogotá? Bogotá: Instituto Distrital de la
Participación y Acción Comunal, IDPAC.
Alcaldía Local de Ciudad Bolívar. (2010). Censo de población. Disponible en la página oficial
de la alcaldía.
Arocha, J. Guevara, N. Londoño, S. Del mar, L. Rincón, L. (2007) Eleggúa y el respeto por los
afrocolombianos. Una experiencia con docentes de Bogotá en torno a la Catedra de
Estudios Afrocolombianos. Revista estudios sociales. Bogotá. (27). Pp 94-105.
130
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Castro, S. & Grosfoguel, R. (2007). El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad
epistémica más allá del capitalismo global. Colombia: Biblioteca universitaria, ciencias
sociales y humanidades. Serie encuentros. Pontificia Universidad javeriana, Universidad
Central.
Escobar, A. (2010a). Una minga para el postdesarrollo: lugar, medio ambiente y movimientos
sociales en las transformaciones globales. Universidad Nacional Mayor de San Marcos:
Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales.
Fanón, F. (1973). Piel negra, máscaras blancas. Buenos Aires-Argentina: Editorial Abraxas.
131
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Gómez-Quintero, J. (2010). La colonialidad del ser y del saber: la mitologización del desarrollo
en América Latina. USB Medellín-Colombia. 10 (1). Pp 1-27.
132
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Marulanda, O.; Iriarte, A.; Mosquera, J.D.; Longelle, M. & Friedemann, N. (2000). Cátedra
Afrocolombiana de CORPIDECU (Corporación Identidad Cultura), pp. 39 y 40.
Molano, O. (2007). Identidad cultural, un concepto que evoluciona. Revista Opera, Núm. 7, pp.
69-84.
Mosquera, J. (1993). Las comunidades negras de Colombia. Bogotá: Edit. Trama Color.
Olivella, M. (2010). Por Los senderos de los ancestros. Bogotá: Biblioteca de literatura
afrocolombiana, Tomo XVIII. Ministerio de Cultura.
Park, E. (1950). Race and Culture, Glencoe Ill: The Free Press.
PNUD. (1990). Desarrollo humano. Informe 1990. Tercer mundo editores. Recuperado de:
http://hdr.undp.org/sites/default/files/hdr_1990_es_completo_nostats.pdf
133
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Quijano, A. (2000). Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina. Lander. E. (comp.)
La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas
Latinoamericanas. CLACSO, Recuperado de:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/lander/quijano.rtf
134
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Serna, S. (2010). Vivir de los imaginarios del mar: restaurantes y estereotipos sobre el pacífico
en Bogotá. (Tesis de pregrado). Universidad del Rosario.
Vásquez, C. (2007). Aquí ellos también son iguales”: una aproximación al racismo en el ámbito
escolar. Afro-reparaciones. Memorias de la Esclavitud y Justicia Reparativa para
negros, afrocolombianos y raizales. CES: Bogotá. Pp 647-661
Verhelst, T. (1994). Cultura y desarrollo local. Memorias del seminario “Cultura”. Llevado a
Aragón-España. Recuperado de: http://ec.europa.eu/agriculture/rur/leader2/rural-
es/biblio/culture/art04.htm
Villa, W. & Villa, E. (2010). La pedagogía de la oralidad. Cuadernos de literatura del Caribe e
Hispanoamérica. 12. Universidad Externado: Bogotá.
135
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
136
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
Anexo 1
PREGUNTAS DE LA ENTREVISTA:
8. Desde las percepciones de ser maestro afrocolombiano, ¿cómo son las relaciones
entre la comunidad y la escuela?
10. ¿Cómo se presentan los diálogos interculturales con los estudiantes, padres de familia
y comunidad en general?
137
Experiencias de racismo, discriminación e interculturalidad
13. ¿En las propuestas de las políticas educativas cómo percibe su labor docente?
14. ¿Cómo percibe las relaciones personales con docentes de otros grupos humanos?
16. En las manifestaciones culturales que observa ¿cuáles son las más destacadas?
17. ¿En su labor de docente afrocolombiano qué hace para demostrar la diversidad
cultural?
138