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NUESTRO

CREDO
Una explicación

UNA EXPLICACION
El credo

Un solo Dios

Adorado en la Trinidad

Obispo Alejandro (Mileant).

Traducido por Nicolás Mitakys / William Swan /

Miguel Schurov

Contenido: La grandeza de Dios y el deseo humano


de conocerlo. La noción de Dios entre los lósofos

y las civilizaciones antiguas. Los atributos de Dios


según las Sagradas Escrituras y los Santos Padres. El

misterio de la Santísima Trinidad. La perfección de


Dios manifestada en nuestro Señor Jesucristo.

Oración a Dios. Dos poesías


El credo

La grandeza de Dios

y el deseo humano de conocerlo

Dios es un Ser sublime y perfectísimo, Creador y

Rector del universo, Espíritu eterno, omnipresente,

omnisciente y todopoderoso.

La esencia de Dios es incomprensible tanto para la


mente humana, como para la de los ángeles. Él

habita en una luz inaccesible; a Él nadie le ha visto ni


le puede ver. (I Tim 6:16).

San Basilio el Grande, escribe:


El credo

"Si quieres hablar acerca de Dios, renuncia a


tu cuerpo y a los sentidos físicos, abandona
la tierra y el mar. Haz que el aire quede
debajo de ti. Deja de lado la cronología de
los años, su orden preciso, y el ornamento
de la tierra. Sitúate sobre el éter, deja a tras
las estrellas, su belleza y tamaño, la utilidad
que brindan al universo, su organización,
luminosidad, posición, movimiento y todo
cuanto próximo o distante haya entre ellas.
Sobrepasando todo esto con la mente,
circunda el cielo y situándote por encima de
él imagínate la belleza del lugar. Desestima
las huestes de los ángeles, la autoridad de
los arcángeles, la gloria de los señoríos, la
presencia de los tronos, las virtudes, los
principados y las potestades
El credo

Desestimándolos a todos ellos cruza los


límites de la creación dejándola por debajo
de tus pensamientos. Imagínate la
naturaleza divina, firme inmutable,
desapasionada, simple e indivisible, Imagina
la luz inaccesible, la grandeza ilimitada, el
poder inefable, la gloria resplandeciente, la
bondad ansiada y la belleza
inconmensurable que impresiona
fuertemente las almas sensibles y que no
puede describirse dignamente con
palabras."

(N de T: Señoríos, Tronos, Principados, Virtudes,

Querubines y Sera nes, son los nombres de las

jerarquías de los ángeles. El mundo espiritual de los

ángeles es mucho más numeroso que el nuestro).


El credo

Semejante elevación espiritual es necesaria para

meditar acerca de Dios.

Es paradójico que el hombre desde temprana edad, y

a pesar de sus limitaciones mentales y espirituales,

desee conocer a Dios. La tendencia instintiva de la

mente humana de conocer al Ser Supremo y al

mundo espiritual, se advierte en personas de


cualquier que raza, cultura o de desarrollo.

Evidentemente, hay algo misterioso en la naturaleza

del hombre, que como un imán lo atrae hacia la

esfera de lo invisible y lo perfecto. Las Sagradas

Escrituras de nen a este "algo" como " imagen y

semejanza de Dios" en el hombre, grabada por el

Creador en los cimientos de nuestra naturaleza

espiritual. (génesis 1:27).


El credo

Sólo la presencia de este vínculo entre el alma y su

Creador, puede explicar que ante las más adversas

circunstancias, aún las personas sin formación

religiosa alguna pueden tener una idea más o menos


correcta acerca de Dios. Lo extraordinario es que

Dios siempre va al encuentro de la persona que lo

busca, manifestándose ante ella misteriosamente.


El credo

Las Sagradas Escrituras conservan el recuerdo de un

breve pero muy valioso tiempo en el que en los

albores de la humanidad, Dios aparecía y hablaba

con Adán y Eva, como un padre con sus hijos. En

aquellos días no había siquiera un atisbo de temor

entre los primeros hombres ante la presencia del Ser

Supremo. Sobre esto, los ateos pretenden

convencernos de que la surgió como consecuencia

del temor inconsciente que experimentaba el

hombre primitivo frente a las fuerzas de la

naturaleza. Por el contrario, de acuerdo al Génesis, el

primer encuentro del Creador al hombre estuvo

pleno de con anza y beatitud


El credo

Fue la caída en el pecado lo que privó realmente al

hombre del sentimiento de proximidad y

bienaventuranza de Dios.

La noción de Dios entre

los lósofos y las civilizaciones


antiguas

Luego de la caída de Adán y Eva en el pecado, la

mayoría de sus descendientes fueron alejándose de

Dios y volviéndose cada vez más rudos, y

entregándose a los vicios cayeron en la superstición.

Lentamente fue desarrollándose la idolatría. Pero a

pesar de esto, la tendencia instintiva de buscar a

Dios permaneció en el hombre


El credo

Toda la historia antigua de la humanidad testimonia

que el hombre, a diferencia de los animales, no

puede limitarse solo a satisfacer sus requerimientos

físicos. Inconscientemente, su pensamiento es

atraído hacia niveles más altos, hacia el mundo

trascendental, hacia su Creador


El credo

El hombre anhela conocer: ¿cómo y por qué

apareció este mundo que lo rodea? ¿Tiene su vida

un signi cado más importante? ¿Qué le espera

detrás del umbral de la muerte? Existe otro más

perfecto? ¿ Existe la justicia absoluta y excelsa?

¿Habrá una recompensa por las obras buenas y un


castigo por los crímenes? Al Contemplar la

grandeza, la armonía y la hermosura del mundo, el

hombre llega al convencimiento de que debe existir

un Creador. Su sentido moral le dicta sobre la

existencia de un Legislador recto que dará a cada

uno según sus obras


El credo

De esta manera, bajo la in uencia de motivos

internos y externos, paulatinamente comenzó a

gestarse en el hombre un sentimiento religioso, una


necesidad de conocer y acercarse a su Creador.

Por esta razón, nunca existió un pueblo totalmente

privado de la noción de un Dios.

"Observen la faz de la tierra - dice Plutarco (siglo I

AC) - ustedes encontrarán ciudades sin fortalezas,

sin ciencias, sin autoridades, verán personas sin

hogar, personas que desconocen el uso del dinero o

que ignoran totalmente la hermosura del arte, sin

embargo, nunca encontrarán una sociedad que viva

sin fe en una Divinidad."


El credo

Debido a que no existe una información detallada


sobre las diferentes creencias y la vida de los pueblos

antiguos, es difícil establecer puntualmente como

surgieron y se desarrollaron sus diferentes

conceptos religiosos. Sin embargo muchos religiosos

de las religiones comparadas a rman que en las

religiones primitivas existió la idea del monoteísmo

(un solo Dios); en tanto que la dei cación de las

fuerzas naturales y diferentes dioses (politeísmo)

apareció mucho más tarde. * Los primeros capítulos

del Génesis relatan el desarrollo del politeísmo entre

"los hijos del hombre" como el resultado del

entorpecimiento moral
El credo

También nos enseña como "los hijos de Dios" (los

descendientes de Set) conservaron su fe en un solo

Dios. Además debemos aclarar, que en las religiones

politeístas, siempre existió un dios supremo por

encima de otras divinidades. Por ello al margen de

las imperfecciones de las religiones paganas el

reconocimiento de la existencia de un Ser Supremo,

nos indica que el hombre en su naturaleza interna es

religioso. El ateísmo es un estado anormal y

patológico del alma humana surgido de un estilo de

vida pecaminoso y que con los años se fortalece aún

más con la penetración de los conceptos ateos.


El credo

En Grecia, donde 600 años AC, el politeísmo

desplazó al monoteísmo, advertimos una saludable


oposición por parte de los lósofos. Uno de los

primeros lósofos en oponerse al politeísmo, fue


Xenofonte (570 – 466 AC) quien luchó contra los
adoradores de animales y héroes legendarios. Él dijo

"Entre los dioses y los hombres existe un Dios


supremo, el cual no se parece a ellos, ni

mentalmente, ni en su apariencia externa. El es toda


visión, todo pensamiento y oído. Él habita, eterno e

inamoviblemente, en un solo lugar y con su mente


dirige todo sin esfuerzo"
El credo

Heráclito habla sobre el Logos de quien todo recibió


su existencia. El llama Logos a la Sabiduría Divina
(1) Anaxagoras llama Dios "Razón purísima"

omnisciente y omnipotente. Esta Razón, siendo de


naturaleza espiritual, todopoderosa y omnipresente

mantiene todo en un orden. Ella formó al mundo a


partir de un caos primitivo.

Sócrates reconoce que Dios solo hay uno. Él es el


principio moral del mundo y es la "Providencia,"

que se preocupa del mundo y la gente.


El credo

Platón, combatiendo las supersticiones paganas,


exige que se excluyan del concepto de Dios, ciertas

cualidades imperfectas como la envidia o la


metamórfosis. "Dios, y no el hombre, es la última

palabra en todo." Para Platón, Dios — "Demiurgo"


es el creador de todo, el Pintor. Del Universo. Él es

un espíritu inmortal, que cambia y da forma a la


materia según Su idea. Existe un mundo eterno y

real de ideas, al que se atribuye la auténtica realidad.


Al frente de este reino de ideas se encuentra la Idea

del Bien, el Dios Creador del universo.


El credo

Aristóteles sostiene que Dio está sobre todas las

cosas, y es el Principio motor del universo "el


Inmóvil Primer Motor," fuente del movimiento

universal. Él es un ser eterno y perfecto, centro de


toda actividad y energía, autónomo e inaccesible. Él,

es pura razón "mente de las mente" y ajeno a


cualquier materialidad vive en un intenso estado de

acción intelectual y de autocontemplación: "La


realidad del pensamiento es la vida, y Dios es esta

realidad." De acuerdo con Aristóteles, todo el


mundo busca a Dios porque Dios es amado por su

perfección.
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Artaus de Cilicia, (escritor del siglo III a. de Cristo),


elevándose mentalmente llegó a la idea de una

"imagen de Dios en el hombre" diciendo: "nosotros


somos Su generación."(2) Tal vez in uencia

in uenciados por los lósofos, que insistieron sobre


la existencia un Ser sapientísimo que está sobre

todas las cosas, los atenienses hayan construido un


altar al "Dios Desconocido," como menciona el

Apóstol San Pablo al principio de su famoso sermón


en Atenas. (Hechos 17:23).
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De esta manera, los conceptos que algunos lósofos

tuvieron sobre Dios fueron correctos y profundos.


Los lósofos más destacados entendieron que debe

existir sólo un Dios verdadero. Dios es todo


pensamiento y es el poseedor de la suprema

sabiduría. Él es eterno, absoluto, transcendente, la


Primer causa de toda acción y movimiento en el
mundo. Algunos lósofos llegaron a una opinión

tan elevada sobre Dios, que lo consideraban como el


"Demiurgo," conductor del universo. Sin embargo,

carecieron de una clara noción de Dios Creador que


hizo el mundo de la nada, como leemos en la Biblia.

La principal falla en la opinión es considerar que


Dios es un Ser "frío," distante al mundo, como
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encerrado en Su vida introspectiva. La causa de esta


opinión tan alejada del Dios verdadero, reside, en

que los lósofos carecieron de una experiencia


espiritual personal. No experimentaron la viva

unión con el Dios bondadosísimo, que es alcanzada


durante la oración ferviente y atenta.

A pesar de esto, muchos Santos Padres estimaron a

los lósofos antiguos hasta el punto de llamarlos


"cristianos antes de Cristo." Su principal mérito fue

el desarrollo de un entendimiento religioso – moral.


Acuñaron una terminología que permitió a los

primeros apologetas cristianos y Padres de la Iglesia


confesar y defender las verdades cristianas.
El credo

Las opiniones losó cas aquí presentadas sobre el

Ser Supremo, son interesantes, porque demuestran


el límite del conocimiento sobre Dios al que puede
llegar el hombre a través de su esfuerzo natural. Pero

mucho más puro y perfecto aún es el testimonio


que hallamos sobre Dios en las Sagradas Escrituras.

Mediante ellas sabemos que Dios se ha revelado ante


quienes lo han buscado como los (Rectos/ Justos)

del Antiguo y Nuevo Testamento. Aquí no se trata


de un producto de ideas abstractas o de posibles

adivinanzas, sino de una espontánea iluminación


desde lo alto, recibida por los santos como una viva

experiencia espiritual. Los santos escribieron sobre


Dios según lo revelado por el Espíritu Santo
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Por esta razón en las Sagradas Escrituras, y en las

obras de los santos cristianos, no hay adivinanzas ni


contradicciones sino una completa unanimidad.

* (Confrontar W. Schmidt " Der Ursprung der


gottesidee).

(1) (la enseñanza sobre el Logos fue desarrollada


por Filón en el siglo I AC).

(2) (una idea similar fue expresada por su


contemporáneo estoico, Cleanfas).

Los atributos de Dios

según las Sagradas Escrituras

y los Santos Padres


El credo

Las Sagradas Escrituras nos dan una sublime y


completa información sobre Dios. Ellas nos

enseñan que Dios es Uno, Él es un ser personal,


supremo, que está sobre todas las cosas. Dios es

Espíritu eterno, bondadosísimo, omnisciente,


delisimo, todopoderoso, omnipresente,

perfectísimo y muy bienaventurado. Sin tener


necesidad alguna, Dios todopoderoso, por su

bondad creó de la nada al mundo visible e invisible,


y también nos creó. Hasta la creación del mundo no

existían ni el espacio ni el tiempo. Ambos surgieron


con el mundo. Dios, como un Padre amoroso, se

preocupa por todo el mundo, por cada ser creado


por Él, aún el más pequeño. Por sus sendas
misteriosas
El credo

Él conduce a cada hombre hacia la salvación eterna

pero sin forzarlo, sino iluminándolo y ayudándolo a


realizar sus buenas intenciones.
El credo

Contemplaremos ahora, atentamente, algunas


cualidades divinas que han sido reveladas por las

Sagradas Escrituras y los Santos Padres de la Iglesia.


Dios se mani esta al hombre como un Ser

absolutamente distinto del mundo físico, es decir


como Espíritu. "Dios es Espíritu," — dicen las

Escrituras, — "donde está el Espíritu de Dios — allí


esta la libertad" (Ju: 4:24 II Cor 3:17) En otras
palabras, Dios es ajeno a cualquier materialidad o

corporeidad, propias de los seres humanos e incluso


de los ángeles, quienes aparecen tan solo como

"imagen" de la espiritualidad de Dios. Dios es


Espíritu excelso, purísimo y perfectísimo. El se

manifestó ante el profeta Moisés como " El que Es "


un Ser Supremo, puro y espiritual. (1).
El credo

Es inusual que las mentes contemporáneas

imaginen a Dios como Espíritu puro. Por su parte el


panteísmo (2), tan difundido en nuestros tiempos,

también contradice esta verdad. Por esta razón, en el


" rito de la Ortodoxia," celebrado el primer

Domingo de la Gran Cuaresma escuchamos que: "


Sean anatemas aquellos que dicen que Dios no es
Espíritu, que es sólo cuerpo."
El credo

Dios es eterno — Dios existe fuera del tiempo, pues


el tiempo es nito y variable (el tiempo se considera

como la cuarta dimensión en la teoría física de la


relatividad. De acuerdo con la cosmología actual, el
espacio y el tiempo no son eternos. Ellos

aparecieron y desaparecerán con el mundo). Para


Dios no existen ni el pasado, ni el futuro, solo existe

el presente
El credo

. "En el principio Tú, Señor, fundaste la tierra, y los

cielos son obra de Tus manos. Ellos van pasando,


más Tú permanecerás; Todo en ellos envejece como

una vestidura. Tú los mudarás, y quedarán

cambiados; más Tú eres el mismo, y Tus años no

tienen n"(salmo 101, 26-28). Algunos Santos


Padres señalan la diferencia conceptual entre la

"eternidad " y la "inmortalidad." La eternidad es

vitalidad, que no tiene principio ni n. El

entendimiento de la eternidad puede aplicarse


únicamente a la esencia de Dios que es sin principio

y en quien todo es siempre igual y tiene el mismo

aspecto.
El credo

El entendimiento de la inmortalidad se atribuye a

aquellos seres a los que se les dio la existencia y son

inmortales como los ángeles y el alma humana. La


eternidad es algo que pertenece únicamente a la

Esencia Divina (San Isidro Pelusiota).

Dios — es bondadosísima — es decir, in nitamente

bueno. Las escrituras testi can: "Generoso y


clemente es el Señor Dios, paciente en exceso y

grande en misericordia" (Salmo 102:8).


El credo

Dios es amor. La bondad de Dios se extiende sobre

todo el mundo y sobre cada ser que habita en él. Es

decir, no se restringe a una determinada región,

pues un amor así es propio de seres limitados. Él se


preocupa con amor por la vida y las necesidades de

cada criatura, por más pequeña e insigni cante que

pueda parecer.

San Gregorio el Teólogo dice: "Si alguien nos


pregunta a quién honramos y a quien adoramos,

debemos contestar: "adoramos al amor."


El credo

Dios concede tantos bienes a su creación en la


medida en que cada uno puede recibirlos de acuerdo

a su naturaleza y estado, y en correspondencia con

la armonía del mundo. Dios mani esta al ser

humano una bondad especial. San Clemente de


Alejandría dice: "Él, como un ave-madre, al ver a su

pichón caer fuera del nido, acude en su ayuda para

levantarlo, y cuando ve que su pichón puede ser

devorado por una serpiente, con un penoso


graznido, vuela alrededor de él y de sus otros

pichones sin mostrar indiferencia ante la pérdida de

alguno de ellos."
El credo

Dios nos ama mucho más de lo que nos aman

nuestros padres, nuestros amigos, e incluso de lo


que nos amamos nosotros mismos. Él, se preocupa

más por nuestra salvación, que por su propia gloria,

como lo demuestra el hecho de que envió a Su Hijo

Unigénito encarnado al mundo para que con sus


padecimientos y su muerte nos sea revelado el

camino de la salvación y la vida eterna.

Si el hombre muchas veces no entiende toda la


fuerza de la bondad de Dios, es porque concentra su

mente y sus deseos en la prosperidad terrenal. La

Providencia Divina, en cambio relaciona la

concesión de bienes temporales y terrenales con el


llamado a la conquista para sí y para nuestras almas

de los bienes eternos.


El credo

1. Ciertamente, hay pasajes de las Sagradas

Escrituras en los que de manera simbólica son

adjudicados a Dios órganos o miembros


humanos: oídos, ojos, manos y otros, que

reciben el nombre de "antropomorfísmos."

Estas expresiones son usadas en sentido


demostrativo y son halladas con frecuencia

entre los libros poéticos de la Biblia. Con ellos,

las Escrituras establecen una correspondencia

con los atributos espirituales de


2. Dios. Así, por ejemplo, los oídos y ojos

simbolizan la omnisciencia divina, la mano su

omnipotencia y el corazón, su Amor.


El credo

(2) Pamteismo: creencia en una divinidad irracional

e impersonal esparcida por toda la naturaleza....

(FALTA NO SALIO LA FOTOCOPIA).

Dios es omnisciente." Todo está desnudo y

descubierto ante sus ojos" (Heb. 4:13) El rey David

escribió: "Tus ojos han visto mi origen" (Salmos

138:16).
El credo

La ciencia de Dios es visión y conocimiento de

todas las cosas existentes y posibles, del presente, del

pasado y del futuro. La previsión del futuro es una

visión espiritual, porque para Dios el futuro es


presente. La previsión de Dios no altera la libre

voluntad de la creación, así como la libertad de

nuestro prójimo no es alterada a pesar de que

nosotros podemos ver sus acciones. La previsión de


Dios, con respecto al mal en el mundo y las acciones

de los seres libres, se coronan con la previsión de la

salvación del mundo cuando "Dios sea todo en

todos" (1 Cor. 15:28).

Otro aspecto de la omnisciencia de Dios es Su

sabiduría. "Grande es nuestro Señor, grande es su

fortaleza y su sabiduría es in nita" (Salm. 146:5).


El credo

Los Santos Padres de la Iglesia, siguiendo la palabra


de Dios, siempre han enseñado con profunda

piedad la grandeza de la Sabiduría de Dios en la

economía del mundo visible, dedicando a este tema

una gran cantidad de obras como por ejemplo: "el


Hexameron" es decir el proceso de la creación de

mundo (San Basilio Magno, San Juan Crisóstomo,

San Gregorio de Niza). San Basilio magno dice: "Un

pequeño tallo, una hierbezuela es su ciente para


ocupar toda la atención de tu mente en examinar el

arte de su creación."
El credo

Dios es absolutamente recto. El entendimiento del

vocablo rectitud tanto en la Palabra de Dios, como


en el uso corriente del término comprende dos

signi cados: la santidad y la justicia. La santidad no

solo consiste en la ausencia del mal o del pecado, es

además la presencia de elevados valores espirituales


unidos a la pureza. La santidad es semejante a la luz,

y la santidad de Dios es luz purísima. Dios es "el

único Santo" en esencia, por su naturaleza. Él es la

Fuente de santidad para los ángeles y los seres


mismos. El justo juicio de Dios es otro aspecto de su

rectitud. Él juzgará al mundo según la verdad, y a los

pueblos con rectitud" (Salmo 9:8)."El retribuirá a


cada uno conforme a sus obras, porque Dios no
hace acepción de personas" (Rom. 2:6-11).
El credo

¿Cómo concuerdan el amor Divino y la rectitud de

Dios con el juicio severo por los pecados y el castigo

del culpable? Con respecto a esta pregunta muchos


Santos Padres expresan su opinión. Ellos comparan

la ira de Dios con la ira de un padre, que para hacer

entrar en razón al hijo desobediente, acude a

métodos paternales de castigo. Al mismo tiempo, se


apena por el hijo insensato, compadeciéndose por la

a icción que le causa. Por eso la justicia de Dios es

siempre la misericordia y la misericordia es siempre la


verdad, como está escrito: "La misericordia y la

verdad se encontraron; se darán el ósculo" (Salm.


84:10).
El credo

La santidad y la verdad de Dios están estrechamente

vinculadas entre sí. Dios llama a todos a la vida

eterna en Su Reino. Pero al Reino de Dios no puede

ingresar nada impuro. Por esa razón, Dios nos


puri ca mediante el castigo como método de

corrección a causa del gran amor que nos tiene. Nos

espera el juicio justo, el juicio terrible, ¿cómo


podríamos entrar en el Reino de la santidad y la luz,

y cómo nos sentiríamos estando allí, siendo

impuros, oscuros, sin ninguna santidad y sin tener

ningún valor espiritual o moral positivo?

Dios es Todopoderoso. "Porque Él habló y todo fue

hecho, Él ordenó y todo apareció" (Salm. 32:9). Así


se expresa el salmista sobre la omnipotencia de Dios.

Dios es el Creador y sustentador del mundo.


El credo

El es omnipotente, "El único que hace maravillas"


(Sal. 71:18). Si Dios tolera el mal y a los malvados en

el mundo, no es porque El no pueda eliminarlos. Es

porque Él da libertad a los seres espirituales y los


guía, de tal forma, que ellos por su propia voluntad

rechazan el mal y se dirigen hacia el bien (sobre las

cuestiones casuística, de que hay ciertas cosas que

Dios "no puede realizar," responderemos que la


Omnipotencia de Dios se extiende sobre todo

aquello que le place a su mente, a su benevolencia y

a su voluntad).
El credo

Dios es Omnipresente. "¿Adónde iré que me


sustraiga a tu Espíritu? ¿Adónde huiré de tu rostro?
Si subieres a los cielos allí estas Tú. Y descendiere al
abismo, allí estás Tú. Si tomare las alas del alba y
habitare en el extremo del mar, también allí me
guiaría Tú mano, y me asirá Tu diestra" (Salm.
138:7-10) .

Dios no esta limitado espacialmente. Él impregna

todo con su Ser. Siendo de naturaleza simple


(indivisible), está presente en todo lugar pero no

parcialmente ni con su fuerza, sino con todo su Ser

y sin mezclarse con nada. Dios impregna todo, sin

mezclarse con nada y nada puede penetrar en Él.


(San Juan Damasceno).
El credo

Dios es inmutable. "En e Padre de las luces no hay

cambio, ni sombra de variación" (Stg. 1:17). Dios es


perfección. Un cambio es signo de imperfección,

por esa razón, la mutabilidad es inconcebible en un

Ser perfecto. Cuando se habla de Dios no se puede

decir que en Él existe un proceso de desarrollo,


cambio, evolución, progreso o algo parecido. Pero el

hecho de que Dios es invariable, no signi ca de que

El se encuentre en un estado inmóvil o este

encerrado en sí. Todo lo contrario, a pesar de que


Dios es invariable, Él es vida, y se encuentra siempre

en un estado activo y energético. Dios por sí mismo

es vida, y esta vida es el estado de Su existencia.


El credo

Dios es muy bienaventurado y perfectísimo. Estos

dos conceptos son muy parecidos. Perfectisimo

signi ca que posee todo, que tiene plena riqueza,


plenitud de bienes, y su signi cado no es estar

contento consigo mismo. Dios no tiene necesidad

de nada pero, "es el que da a todos la vida y el

aliento, y todas las cosas" (Hech.17:25). De esta


manera, Dios es la fuente de toda existencia y de

todos los bienes. Los seres creados reciben la

perfección de esa Fuente. El apóstol San Pablo se

re ere dos veces en sus epístolas a Dios como


Bienaventurado en 1 Timot. 1:11 dice "del

evangelio que me ha sido con ado y que nos revela


la gloria del Bienaventurado," y en 1 Timot. 1:15
dice "
El credo

a su tiempo mostrará el Bienaventurado y único


soberano, Rey de reinantes y Señor de
señoreadores."
El credo

No debe entenderse la palabra "Bienaventurado" en


el sentido que Dios, siendo perfecto y teniendo

todo en Sí Mismo, es indiferente a Su creación y a

sus sufrimientos; si no que de Él y en El todos sus

seres reciben la bienaventuranza. Dios no sufre,


pero es misericordioso. "Jesucristo sufre como un

mortal" (canon de la Pascua) no como Dios, sino,

por su naturaleza humana. Dios es la fuente de la


bienaventuranza, en Él habitan la plena felicidad, la

dulzura, y la alegría para aquellos que lo aman;

Como dice en el salmo: "plenitud de gozo; a la vista

de tu rostro, las eternas delicias de Tú diestra"


(Salm.15:11).

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El credo

(1) Ciertamente hay pasajes de las Sagradas

Escrituras en los que de manera simbólica son


adjudicados a Dios órganos y miembros humanos:

oídos, ojos, manos y otros, que reciben el nombre

de "antropomór simos." Estas expresiones son


usadas en sentido demostrativo y son hallados con

frecuencia entre los libros poéticos de la Biblia. Con

ellos, las Escrituras establecen una concordancia con

los atributos espirituales de Dios. Así, por ejemplo,


los oídos y ojos simbolizan la omnisciencia Divina,

la mano su Omnipotencia y el corazón, su Amor.

(2) (Panteísmo = creencia en una divinidad

irracional e impersonal esparcida por toda la


naturaleza. El Budismo y otras creencias orientales

se fundamentan en el panteísmo).
El credo

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El credo

Es importante tener en cuenta que, la Sagradas

Escritura y los Santos Padres hablan

predominantemente de las cualidades divinas, y no


de la naturaleza de Dios. Los Santos Padres rara vez

hablan de la naturaleza de Dios, y cuando lo hacen,

lo hacen tangensialmente, explicando que "su

naturaleza es simple, única y sencilla." Pero esta


sencillez y simplicidad no son un todo indiferente o

insubstancial, por el contrario, contienen en sí, la

plenitud de Sus cualidades


El credo

. "Dios es un mar de esencia, ilimitado e

incalculable" (San Gregorio el Teólogo). "Dios es la

plenitud de todas las cualidades y perfecciones en su

aspecto más sublime e in nito (San Basilio Magno).


"Dios es simple. Él es todo sentido, todo espíritu,

todo pensamiento y toda fuente de bienes" (San

Irineo, Obispo de Lyon).


El credo

Re riéndose a los atributos de Dios, los Santos


Padres señalan que su multitud, en comparación

con la naturaleza simple de Dios, es resultado de

nuestra incapacidad de encontrar una sola forma de

apreciar la naturaleza divina. En Dios un atributo es


aspecto de otro atributo. Dios es recto, esto signi ca

que Él es omnisciente, omnipotente, bondadoso y

bienaventurado. Esta multiplicidad de la simpleza de

Dios puede compararse con la luz del sol que se


evidencia en los colores del arco iris.
El credo

Nuestros pensamientos sobre Dios se re eren en

primer lugar a Su distinción del mundo (por


ejemplo: Dios - es "sin Principio," mientras que el

mundo tiene un origen, Dios es eterno, mientras

que el mundo es nito; y en segundo lugar a sus

acciones en el mundo y la relación del Creador con


la creación (Creador, Sustentador, Misericordioso,

Juez recto).
El credo

Al referirnos a las cualidades divinas, nosotros no

de nimos con precisión lo que es Dios pues, Su

naturaleza hace imposible una de nición. Cualquier


de nición establece límites, marca una restricción,

una imperfección. Dios no tiene límites, por ello, no

es posible precisar un concepto sobra la Divinidad


porque "incluso el entendimiento es una forma de

limitación."

El Misterio de la

Santísima Trinidad
El credo

La comprensión de la unidad y de las excelsas

cualidades divinas no agotan la plenitud de la

enseñanza cristiana sobre Dios. La fe cristiana nos


consagra al profundísimo misterio de la vida interna

de Dios; ella presenta a Dios como uno en esencia y

trino personas. Así como Dios en su esencia es Uno,

todas sus cualidades - eternidad, omnipotencia,


omnipresencia y demás, pertenecen igualmente a las

tres Personas de la Santísima Trinidad. En otras

palabras, el Hijo de Dios y el Espíritu Santo, son

eternos y todopoderosos como Dios Padre.


El credo

La verdad acerca de la trinidad de Dios constituye la

sobresaliente herencia del cristianismo. Las

religiones naturales ignoran esta verdad, e inclusive

en la enseñanza del Antiguo Testamento no existe


una revelación clara y directa sobre el tema. Allí hay

rudimentos, indicaciones alegóricas u oscuras sobre

este misterio, que solo puede entenderse, en su

plenitud con la luz del nuevo testamento que revela


la enseñanza sobre Dios uno y trino con total

claridad. Hay fragmentos del Antiguo Testamento

que se re eren a la pluralidad de personas en la

divinidad "Hagamos al hombre en nuestra imagen y


semejanza" (Gen. 1:26), "He aquí el hombre es
como uno de nosotros" (Gen. 3:22).
El credo

"Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su


lengua" (Gen. 11:7). En estos ejemplos podemos ver
que Dios usa el plural cuando habla de Su propia
Persona. Hay otro ejemplo bíblico en el que la
narración dice que Dios se mani esta como Uno en

Tres Personas Es la teofanía ante Abraham en la


forma de tres peregrinos (ángeles). Abraham
conversa con los tres usando el singular. Esta

manifestación de Dios ante Abraham sirvió de


inspiración a Andrés Rublev, para escribir el icono

de la Santísima Trinidad.
El credo

La enseñanza sobre la Trinidad es el cimiento sobre

el cual se fundamenta la fe cristiana. Todas las


verdades felices y saludables del cristianismo sobre la

salvación, la santi cación y la bienaventuranza del


hombre, pueden ser adquirirse únicamente con la
condición de crecer en el Dios Trinitario, porque

todos estos magní cos bienes nos son dados por la


acción conjunta y común de las Personas Divinas.
San Gregorio el Teólogo dice: "El diseño de nuestra

enseñanza es uno y breve. Es como un letrero sobre


un poste que hace entrar en razón a todos y que
dice: Estas personas adoran sinceramente a la
Trinidad."
El credo

La gran importancia y el principal signi cado del


dogma de la Santísima Trinidad encuentra su

explicación en la constante preocupación con la que


la Iglesia siempre ha guardado este Dogma. Esa

vigilancia y tensa labor del pensamiento con las que


defendió su fe ante los herejes estableciendo la
exacta de nición: "Dios es uno en esencia y trino en

personas, unisubstancial e indivisible." Con estas


palabras se expresa la naturaleza de la enseñanza
cristiana sobre la Santísima Trinidad. Pero a pesar de

esta evidente síntesis y simpleza, el dogma de la


Trinidad es el más profundo, incomprensible y
desconocido misterio de la divina revelación
El credo

Sin importar el esfuerzo de nuestras mentes nos es


imposible imaginar de qué manera Tres Personas
Divinas, independientes, completamente iguales en

dignidad divina pueden constituir un solo e


independiente Ser.
El credo

Los Santos Padres de la Iglesia, cuyas mentes fueron

iluminadas por Dios, más de una vez se acercaban a


esta verdad sublime e incomprensiblemente
profunda. En sus esfuerzos por explicarla y

aproximarla al entendimiento de nuestras mentes


limitadas, acudían a diferentes ejemplos tomados de
las manifestaciones de la naturaleza o de la

formación espiritual del hombre. Por ejemplo: 1)


sol, luz y calor, (de aquí surge luz verdadera de luz

verdadera en el Credo); 2) manantial, llave y


corriente; 3) raíz, tronco y ramas; 4) mente,
sentimiento y voluntad..
El credo

San Cirilo, el equiapóstol instructor de los eslavos


año 869 durante una conversación con los

musulmanes sobre la Santísima Trinidad, indicando


al sol, dijo: "Ven Ustedes en el cielo un círculo
brillante del cual nace la luz y el calor?
El credo

Dios Padre, como este círculo solar, es sin principio


ni n. De Él nace el Hijo de Dios como del sol nace
la luz, y como del sol, juntamente con los rayos
luminosos, sale también el calor, así procede el
Espíritu Santo de Dios Padre. Todos nosotros
diferenciamos en el sol él circulo, la luz y el calor,
pero el sol es uno solo en el cielo. Así es la Santísima
Trinidad: en ella hay tres Personas, pero Dios es
Uno e Indivisible
El credo

." Todas estas y otras semejanzas que facilitan un


poco el entendimiento del misterio de la Santísima

Trinidad, no son más que una débil insinuación


sobre la naturaleza de un Ser excelso. Ellas dejan la

sensación de insu ciencia, de falta de


correspondencia con aquel concepto sublime para
cuya explicación fueron elegidas. No pueden quitar

de la enseñanza sobre Dios Uno y Trino, el velo de


lo incomprensible y e lo misterioso con el que se
cubre esta enseñanza para la mente humana.
El credo

Existe un relato muy instructivo sobre San Agustín,


famoso maestro de la iglesia occidental. Sumido en
la contemplación del misterio de la Trinidad, y

planeando una composición sobre el tema, fue a


pasear a la orilla del mar. Allí vio a un niño que

jugaba excavando un hoyo en la arena. Acercándose


al niño, San Agustín le preguntó: "¿Qué estas
haciendo?" – "Quiero pasar todo el mar a este hoyo"

le contestó el niño, sonriendo. En ese momento


San Agustín entendió y se dijo: Acaso no estoy yo
haciendo lo mismo que esta haciendo este niño

cuando trato de entender al in nito mar, que es


Dios, con mi mente?
El credo

De la misma manera, San Gregorio Nacianceno, el

gran jerarca universal llamado el Teólogo por su


capacidad de penetrar mentalmente hasta los más
profundos misterios de la fe, escribía que él hablaba

más de la Santísima Trinidad de lo que respiraba,


admitiendo que no existe un término satisfactorio
para el entendimiento del dogma de la Trinidad. Él

decía, que todo cuanto estudiaba escudriñadora, y


empeñándose en enriquecerla con analogías era

insu ciente para explicar la esencia de Dios.


El credo

Así la enseñanza sobre la Santísima Trinidad, es el


más profundo e incomprensible misterio de la fe.

Todos los esfuerzos por hacerla entendible,


introduciéndola en el marco de nuestra manera de
pensar, son vanos. San Atanasio el Grande dice: "

Aquí se encuentra el límite de todo aquello que los


querubines cubren con sus alas."
El credo

Sin embargo, a pesar de toda su incomprensibilidad,

la enseñanza sobre la Santísima Trinidad tiene para


nosotros un importante signi cado moral, y por

esta causa este misterio fue revelado a los hombres.


En realidad, ésta enseñanza eleva la idea del
monoteísmo, la establece sobre un cimiento sólido y

aleja aquellas di cultades importantes e insuperables


que aparecieron tempranamente en la mente
humana. Algunos lósofos de la antigüedad pre-

cristiana, elevándose al entendimiento de la Unidad


del Ser Supremo, no pudieron resolver la cuestión

de, como se mani esta la vida y la actividad de este


Ser por sí mismo fuera de Su relación con el mundo
El credo

Entonces la Divinidad se identi caba con el mundo


(panteísmo), o bien tenía vida, estaba encerrada en

sí misma, era inmóvil constituyendo un principio


aislado (deísmo), o se convertía en un terrible e

inexorable destino que gobernaba el mundo


(fatalismo). La enseñanza cristiana sobre la
Santísima Trinidad revela que en las Tres-Hipóstasis

del Ser Supremo, además de su relación con el


mundo, se mani esta la in nita plenitud de una
misteriosa
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