Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Mas Que Un Despertador
Mas Que Un Despertador
Ya era de noche, los grillos cantaban y la luz de la luna alumbraba las calles. Me
sentía segura en mi acogedora casa. Parecía todo perfecto: el cálido clima, la calmante
música, los reconocibles ruidos, pero no era así. No creía lo que veía, ni lo que había
pasado, pero mi alarma decía más que la verdad.
Parecía estar en una calle normal y tranquila como todas otras. Oía bocinas, ladridos,
y a lo lejos escuchaba la encantadora música de un circo. Creí que tenía suficiente
tiempo para visitarlo. Le eché un pequeño vistazo desde afuera, y con tan solo un
segundo, me di la vuelta y quise regresar a mi casa, pero ya era demasiado tarde. Una
fuerte tormenta eléctrica arrasó. Sus intensas gotas mojaban al debilitado circo, y a mí.
La música se apagó en un cerrar de ojos, ya no era divertido, sino peligroso. No tenía
tiempo para planear, ya estaba perdido. Mi única opción era correr, así que dejé de
pensar en ello, y corrí rápidamente a mi querida vivienda.
Se acercaban poco a poco, sus pasos sobre el césped me daban cada vez aún más
miedo. Olía el espantoso aliento como si estuviesen al lado mío, mientras mi cuerpo
temblaba como nunca. Miré a mi alrededor con esperanzas de que se me ocurra la
brillante idea la cual me ayude a escapar de esta peligrosa situación, pero sus ruidos
me distraían, no había escape. Me alejé, pero no ayudó de mucho. Ya estaba cansada,
no tenía más opciones, ¿realmente era mi fin? Hasta que un ruido interrumpió. No me
encontraba más allí, sino en mi cama, sin lobos, sin música, sin aullidos, sin tormenta,
sin nada. Todavía sigo sin entender qué pasó.