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ARTURO ROCHA FELICES

RECURSOS
HIDRÁULICOS

EDICIONES

Capítulo de Ingeniería Civil


Consejo Departamental de Lima
Colegio de Ingenieros del Perú
Primera Edición Noviembre 1993

Capítulo de Ingeniería Civil


Consejo Departamental de Lima
Colegio de Ingenieros del Perú

Marconi 210 San Isidro-Lima


Teléfono 228047

Derechos Reservados®

Prohibida la reproducción total o


parcial de este libro por cualquier
medio sin permiso expreso del autor

Impreso en el Perú
CAPITULO DE INGENIERIA CIVIL
CONSEJO DEPARTAMENTAL DE LIMA

PROGRAMA DE ACTUALIZACION
1992 - 1993

COLECCION DEL INGENIERO CIVIL


LIBRO N° 16

CAPÍTULO DE INGENIERÍA CIVIL

Presidente: Antonio Blanco Blasco

Vicepresidente: Julio Rivera Feijóo

Secretario: José María Corso López de Romaña

Directores: Alberto Llave Espinosa


Javier Piqué del Pozo
Arturo Rocha Felices
Luis Zapata Baglietto
Luis Zegarra Ciquero

Delegado a la
Asamblea: Gustavo Paz y Barriga

CONSEJO DEPARTAMENTAL DE LIMA

Decano: Edgardo Quintanilla Quintanilla

Secretario: Guillermo Vaudenay Reyes


PRÓLOGO DEL EDITOR

En las proximidades de cumplirse cuatro años de intenso esfuerzo editorial de


nuestro Capítulo, aparece ahora el libro N° 16 de la Colección del Ingeniero
Civil. Este libro trata de los Recursos Hidráulicos, importante tema de gran
actualidad nacional y mundial.

El autor, quien es miembro de nuestra Junta Directiva, posee una amplia


experiencia en materia de Recursos Hidráulicos, a los que ha dedicado la
mayor parte de su vida profesional. El doctor Rocha ha participado en
numerosos proyectos hidráulicos y ha sido durante muchos años profesor
universitario.

En el libro que hoy presentamos, el autor desarrolla diversos aspectos de los


Recursos Hidráulicos que incluyen el estudio conceptual de la oferta y
demanda de agua, la naturaleza de los proyectos hidráulicos en general y de
las irrigaciones en particular, los problemas vinculados a las avenidas y
sequías y el interesante tema de los recursos hidráulicos internacionalmente
compartidos.

De esta manera el Capítulo de Ingeniería Civil pone a disposición de nuestros


colegas, y del público en general, este libro, que llena un vacío en la literatura
especializada y que creemos interesará a los profesionales de distintas
especialidades de la ingeniería.

La Junta Directiva del Capítulo de Ingeniería Civil agradece una vez más el
apoyo brindado por nuestros colegas, quienes con su esfuerzo y dedicación al
escribir los libros de esta Colección y dictar los cursos del Programa de
Actualización, están contribuyendo en forma efectiva al desarrollo profesional,
que es la tarea que los estatutos del CIP asignan a los Capítulos.

La Junta Directiva que presido agradece al Centro Peruano-Japonés de


Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) por su valiosa
ayuda en la composición del texto y dibujos en su Centro de Cómputo.

El Capítulo de Ingeniería Civil agradece al doctor Arturo Rocha Felices por su


valioso aporte al desarrollo de este Programa de Actualización Profesional.

Antonio Blanco Blasco


Presidente
Capítulo de Ingeniería Civil
Consejo Departamental de Lima

v
Arturo Rocha Felices

El autor realizó sus estudios superiores en la Universidad Nacional de Ingeniería,


donde obtuvo el título de ingeniero civil. Posteriormente realizó estudios en la
Universidad de Delft, Holanda y luego en la Universidad de Hannover, Alemania,
donde en 1970 obtuvo el grado de doctor en ingeniería.

Durante su carrera profesional el autor ha tenido una gran vinculación con los
proyectos de aprovechamiento y control de los Recursos Hidráulicos. Fue Director
Técnico del Proyecto Chira-Piura, Director de Estudios de Grandes Irrigaciones y
desde 1982 fundador y directivo de ARIASA, empresa consultora en el campo de
los Recursos Hidráulicos con la que participó, entre otros proyectos, en la
Rehabilitación y Reconstrucción del Departamento de Tumbes, afectado por el
Fenómeno de El Niño 1983, en el Estudio Hidrológico Global y Compatibilización
Hidrológica de los proyectos CHAVIMOCHIC y CHINECAS, en el diseño definitivo
del Proyecto CHINECAS (Bocatoma y Desarenador) y en el Estudio Integral del
Control de Avenidas en el río Tumbes.

El autor ha participado en asesorías y consultorías para numerosos proyectos


hidráulicos, entre los que están: Proyecto Olmos, Estudio Definitivo del Trasvase
Mantaro, Proyecto Puyango-Tumbes, Proyecto CHAVIMOCHIC. Ha sido director
alterno y asesor de la Sub-comisión Peruana de la Comisión Mixta Peruano-
Ecuatoriana, presidente del Comité Latinoamericano de la Asociación Internacio-
nal de Investigaciones Hidráulicas, miembro de la Comisión encargada de
satisfacer la Demanda Nacional de Energía.

El doctor Rocha ha sido profesor principal de la Universidad Nacional de


Ingeniería y de la Universidad Católica del Perú.

Asimismo ha desarrollado sus actividades profesionales y académicas en varios


lugares del extranjero como Argentina, Bolivia, Chile, Venezuela, Haití,
Yugoslavia, Italia y Suiza.

Es autor de numerosas publicaciones de su especialidad en libros, revistas y


memorias de Congresos y es autor del Libro N° 1 de la Colección del Ingeniero
Civil.

En la actualidad es gerente de ARIASA, miembro de la Junta Directiva del


Capítulo de Ingeniería Civil del CIP-Lima, vicepresidente del Comité Peruano de
Grandes Presas y Director del Instituto Naturaleza y Desarrollo

vi
PRÓLOGO DEL AUTOR

El tema de los Recursos Hidráulicos es de gran actualidad e importancia, tanto


en nuestro país como en la mayor parte del mundo. Esta circunstancia se
explica porque el agua no sólo es necesaria para todas nuestras actividades,
sino que es un recurso vital que cada vez escasea más.

Vivimos en un mundo cuyas necesidades de agua son crecientes y donde la


población aumenta vertiginosamente. Cada año hay en nuestro planeta cien
millones más de seres humanos. En el Perú la población está aumentando a
razón de medio millón de habitantes por año.

Las necesidades de agua aumentan no sólo por el crecimiento poblacional,


sino también por la legítima aspiración de todos los seres humanos de
alcanzar una mejor calidad de vida, lo que implica disponer de agua en
cantidades adecuadas. Pero la cantidad total de agua de la Tierra no
aumenta; por el contrario, tiende a disminuir por pérdida de calidad.

Los Recursos Hidráulicos están repartidos irregularmente en el tiempo y en el


espacio. El Perú tiene casi el 5% de la escorrentía mundial. Esto significa una
cantidad enorme de agua, pero ella se encuentra distribuida de un modo muy
desfavorable. La ocupación territorial que hemos realizado, y en la que
persistimos, no guarda relación con la distribución de los Recursos Hidráuli-
cos; así, más del 50% de nuestra población vive en la costa, cuyos recursos
hidráulicos sólo llegan a 1,7% de la disponibilidad nacional. Precisamente, en
esa zona árida y desierta se encuentra instalada la ciudad de Lima, capital de
la República, donde viven cerca de siete millones de habitantes, lo que
representa el 30% de la población nacional y donde sólo están disponibles los
5/10 000 de los Recursos Hidráulicos del país. Lima es un caso paradójico;
tiene un déficit enorme de agua potable y, a la vez, grandes desperdicios y
fugas en todo su sistema de abastecimiento. Es una ciudad que sin tener
agua suficiente posee, sin embargo, aspiraciones de ciudad jardín y que ha
crecido hasta ocupar las faldas de los cerros vecinos.

La escasez de servicios de agua potable y alcantarillado a nivel nacional crea


condiciones para la propagación de enfermedades y epidemias, como las
ocurridas en los últimos años.

Nos consideramos país agrícola, sin embargo, sólo cultivamos el 2,2% de


nuestro territorio, pero lo que es más grave es que nuestro potencial de tierras
agrícolas llega sólo al 6% de la extensión del país. Tenemos una elevada
proporción de tierras cultivadas bajo riego, lo que encarece nuestros productos
agrícolas y aumenta el consumo de agua. Todo esto dentro de sistemas en los
que el agua se usa y distribuye con gran liberalidad y bajísima eficiencia. El
resultado es que tenemos un octavo de hectárea cultivada por habitante, que
es un valor muy bajo comparado no sólo con otros países, sino con nuestra
propia realidad de hace veinte años.

vii
Tenemos grandes necesidades de energía, pero usamos sólo el 3% del potencial
hidroeléctrico nacional. Dentro de este panorama no podemos perder de vista
que más del 98% de nuestros Recursos Hidráulicos superficiales está, de
algún modo, comprometido internacionalmente.

La tarea de la Ingeniería de los Recursos Hidráulicos es contribuir a la


corrección de los desequilibrios existentes, en el tiempo y en el espacio, en la
distribución de los Recursos Hidráulicos, de modo que podamos disponer de la
cantidad de agua requerida en el momento oportuno, en el lugar adecuado y
con la calidad debida. También compete a la Ingeniería de los Recursos
Hidráulicos las acciones destinadas a defendernos de la agresión del agua.
Sabido es que las inundaciones causan más daños que los sismos. También
es aspecto importante de la tarea el cuidado del agua frente a las acciones
humanas.

Siendo el agua un recurso escaso y costoso es evidente que su uso debe ser
cuidadosamente planificado. Sin embargo, en la práctica, poco es lo que
hacemos al respecto.

Estas y otras preocupaciones nos han llevado a escribir este libro sobre los
Recursos Hidráulicos. Nuestro tema no es, sin embargo, el de los cálculos,
fórmulas y teorías para la cuantificación del recurso. Nuestro tema es el
recurso mismo. Nuestro tema es el agua, en todas sus manifestaciones y
vinculaciones con el Hombre.

La difusión del conocimiento del agua, sus posibilidades y potencialidades y su


relación con los seres humanos son los objetivos de este libro.

Este libro trata de llegar a todos sus lectores. Cada uno de nosotros, cualquie-
ra que sea la posición que ocupe, puede contribuir decididamente al cuidado
del agua, a la preservación de su calidad y al ahorro en el consumo. Los
ingenieros en general, a través de su actividad profesional, podemos y debemos
contribuir a solucionar las necesidades de agua de la población. Los
ingenieros hidráulicos, muchas veces encerrados en fórmulas y ecuaciones,
tendremos que constituir el frente de defensa del agua. Todo lo relativo al
agua es esencialmente social, pues el agua es un bien común al que todos
debemos tener acceso y al que todos debemos cuidar.

El libro está dividido en siete capítulos. A su vez cada uno de ellos consta de
varios puntos, los que suman 58. Cada uno de los siete capítulos de este libro
no constituye una unidad aislada. Los capítulos están todos
interrelacionados; en realidad el orden es arbitrario, pues no constituyen una
secuencia absoluta; cada uno de ellos participa de los otros. Así deben verse y
así deben leerse, porque ese es el modo como han sido pensados y escritos. El
lector notará que a lo largo del libro abundan las citas y las referencias
bibliográficas. Esto constituye parte de la metodología empleada. Se trata de
familiarizar al lector con la mayor cantidad posible de autores, nacionales y
extranjeros, para que aprecie así la amplitud del tema y lo mucho que puede
enriquecer su lectura con la consulta de la abundante literatura existente
viii
sobre los Recursos Hidráulicos. Los casos y ejemplos mencionados en el texto
provienen principalmente de las vivencias del autor y se inspiran en problemas
peruanos, aunque no se omite la experiencia extranjera.

El libro lo hemos titulado Recursos Hidráulicos. Los recursos son, según el


Diccionario, "bienes o medios de subsistencia". En la siguiente acepción
recurso es el "conjunto de elementos disponibles para resolver una necesidad o
llevar a cabo una empresa" y en tal acepción el Diccionario menciona los
recursos naturales, hidráulicos, forestales, económicos, humanos, etc. Hemos
preferido el adjetivo hidráulico y no hídrico, que a veces encontramos en la
literatura especializada, porque su uso se encuentra muy extendido en
diversos países, porque se usa ampliamente en el Perú y porque la expresión
recursos hidráulicos es la que aparece en el Diccionario.

A continuación presentamos una brevísima descripción del contenido de cada


uno de los siete capítulos.

En el primer capítulo, Introducción General al Estudio del Agua, se empieza por


examinar algunos aspectos generales sobre la importancia del agua en
nuestras vidas y se continúa con una brevísima exposición sobre el
simbolismo de las aguas, tema éste que consideramos muy representativo de
la relación que existe entre el Hombre y el Agua. Luego de examinar los
diferentes usos del agua se continúa con la presentación de las reservas
mundiales de agua. Se desarrolla luego el concepto de ciclo hidrológico, tema
que aparece en muchas partes del libro, pues es fundamental para
comprender las múltiples posibilidades de acceder a los Recursos Hidráulicos.
Se presenta luego las reservas de agua de América Latina y las del Perú. Se
confirma así que en el Perú disponemos de 89 000 metros cúbicos de agua por
habitante por año, valor altísimo, casi diez veces el promedio mundial y casi 30
veces la cantidad de agua disponible, por ejemplo, en Francia; sin embargo, en
este país se cultiva el 40% de su extensión territorial. Pero, la enorme
cantidad de agua que tenemos en el Perú debe verse dentro de los
desequilibrios espaciales y temporales que tenemos. El primer capítulo
termina con la trascripción de la Carta Europea del Agua, documento de gran
utilidad y que consideramos como gran marco de referencia para el estudio de
los Recursos Hidráulicos.

El capítulo segundo trata de las Disponibilidades de Agua. Se expone reiterada-


mente la idea de multiplicidad de fuentes de Recursos Hidráulicos, sin
restringirnos a las aguas superficiales. Es así como se examina las posibilida-
des de las aguas de mar, de las aguas subterráneas y de las aguas meteóricas.
Así mismo se considera que el ahorro y el reúso son importantes fuentes de
agua que deben tenerse presentes. Se señala luego la importancia de disponer
de un inventario de los recursos hidráulicos, pues la información es funda-
mental para saber lo que tenemos y para tomar decisiones. Debemos pensar
en las aguas subterráneas como una solución alternativa, y a menudo comple-
mentaria, de los aprovechamientos superficiales. En realidad se trata de dos
fases de un mismo recurso cuyo uso conjunto puede ser muy ventajoso. En el
ix
mar están las grandes reservas hidráulicas del planeta. Alguna vez habrá que
usarlas. Los Recursos Hidráulicos superficiales se caracterizan por su gran
variabilidad espacial y temporal. Es ésta una de las mayores dificultades para
su aprovechamiento, a lo que se suma el deterioro creciente de la calidad del
agua debido a la contaminación causada por el hombre.

En el capítulo tercero tratamos de las Demandas de Agua. En realidad los


estudios de la oferta y de la demanda de agua están estrechamente vinculados
a través de los proyectos. Hemos preferido tratar primero de las disponibilida-
des y luego de las demandas. Pensamos que un país pobre debe fijar sus
demandas de agua en función de sus posibilidades hidráulicas, económicas y
financieras. La determinación de la oferta de agua es un problema de
ingeniería. La determinación de la demanda es un problema multisectorial,
vinculado a un Plan de Desarrollo y al modelo de sociedad que queremos
construir. El estudio y la determinación de las demandas no pueden
independizarse de la economía general de la Nación; de acá que tengamos que
precisar la concepción de la demanda. En un país con escasez de recursos no
debe emplearse demandas que impliquen un desperdicio del recurso agua.
Luego se examina el problema demográfico mundial y las correspondientes
necesidades de agua. Los problemas crecientes para satisfacer la demanda
tienen que ver con la desruralización, la deforestación, los cinturones de
pobreza en torno a las grandes ciudades y el deterioro de la calidad del agua.
Se examina luego las pérdidas en los sistemas hidráulicos y finalmente las
diferentes demandas, según los diversos usos del agua.

El capítulo cuarto, que hemos denominado Los Proyectos Hidráulicos, gira en


torno a tres ideas principales. El uso del agua debe planificarse; aún más,
debe haber un Plan Nacional de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos
que sea compatible con el Plan Nacional de Desarrollo. La posibilidad de una
participación intensa de la actividad privada en los proyectos hidráulicos hace
que sea mayor la necesidad de un Plan. La segunda idea de este capítulo se
refiere a la gestión del agua, al manejo de los Recursos Hidráulicos, lo que
implica el manejo de las consecuencias ambientales, sociales y culturales de
los proyectos de aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos, el manejo
integrado de la cuenca y de sus recursos, la distribución racional del agua
entre diversos usuarios y usos y el logro de la efectiva implementación de los
proyectos. Este capítulo se completa con la presentación del problema del
Impacto Ambiental de los proyectos hidráulicos.

El capítulo quinto está dedicado a Las Irrigaciones, a los esfuerzos gigantescos


que desde hace miles de años realizamos para modificar la Naturaleza en
provecho del hombre. El riego es la actividad que consume mayor cantidad de
agua; más del 65% del agua dulce que se emplea en el mundo está dedicado al
riego. Esto nos indica la importancia de las Irrigaciones dentro del estudio de
los Recursos Hidráulicos. Si a lo anterior se añade que, además de escasez de
agua, tenemos escasez de tierras y de capital, se comprende la importancia de
reflexionar sobre las irrigaciones, sobre la necesidad de que sean proyectos
integrales de desarrollo en los que haya una alta eficiencia en el uso de los
x
recursos. En los últimos veinte años hemos ejecutado en el Perú proyectos
que comprenden un total de 177 000 hectáreas (35 000 hectáreas nuevas y
142 000 hectáreas de mejoramiento), sin embargo tan sólo para mantener el
bajísimo índice de hectáreas por habitante que tenemos (0,125) habría que
incorporar anualmente 60 000 hectáreas a la agricultura. La frialdad de las
cifras hace ver que el camino de la expansión horizontal como único medio de
mejorar nuestra producción agrícola, debe revisarse.

Las Avenidas y Sequías se estudian en el capítulo sexto. Se examina las carac-


terísticas hidrometeorológicas de estos eventos extremos y su metodología de
estudio. Se recuerda las avenidas e inundaciones ocurridas en el pasado,
como fuente de conocimiento para el futuro y se presenta algunas de las
peculiaridades del Fenómeno de El Niño, especialmente el de 1983. En la
segunda parte de este capítulo se presenta el tema de las sequías y sus
características e impacto sobre la población. Así mismo, hay algunas
indicaciones acerca del manejo del agua en tiempos de sequía. Las avenidas y
sequías son fenómenos naturales muy frecuentes en el Perú, cuyo estudio
interesa no sólo desde el punto de vista hidrológico, sino desde el punto de
vista del manejo de sus consecuencias y poder así aliviar la grave situación
que en esas oportunidades soporta la población.

El séptimo y último capítulo trata de los Recursos Hidráulicos Internacionalmente


Compartidos. En el continente americano el 55% de las grandes cuencas
hidrográficas y el 75% de los Recursos Hidráulicos existentes están
compartidos entre dos o más Estados. En el Perú casi la totalidad de sus
Recursos Hidráulicos es compartida o está comprometida internacionalmente.
Estos hechos hacen que sea importante el estudio de los aspectos principales
del aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos internacionalmente
compartidos. Se examina los alcances del Acuerdo de Montevideo y las
Normas de Helsinki sobre ríos internacionales, el desarrollo del convenio de
desarrollo hidráulico que el Perú tiene celebrado con el Ecuador, así como
varias experiencias de otros países en el desarrollo de los Recursos Hidráulicos
compartidos.

Finalmente debemos señalar que la preparación de este libro se ha ajustado a


los requerimientos editoriales de la Colección del Ingeniero Civil, que desde
1990 viene publicando el Colegio de Ingenieros del Perú, a través del Capítulo
de Ingeniería Civil del Consejo Departamental de Lima. Asimismo, el
contenido del libro corresponde al curso que con el mismo nombre dictamos
dentro del Programa de Actualización 1992-93 del Capítulo de Ingeniería Civil.

Necesariamente ha habido que seleccionar y escoger los temas a tratar, pues


hubiera sido materialmente imposible desarrollar todas las posibilidades que
nos ofrece el apasionante estudio de los Recursos Hidráulicos.

A. R. F.

xi
RECONOCIMIENTOS

El contenido de este libro es el fruto del ejercicio profesional a lo largo de


muchos años, en los que el trato, el cambio de ideas, el trabajo conjunto y las
conversaciones con ilustres colegas, cuyos nombres sería largo de citar, han
enriquecido poderosamente mi concepción del problema de los Recursos
Hidráulicos. A ellos mi reconocimiento.

Los miembros de la Junta Directiva del Capítulo de Ingeniería Civil, CIP-Lima,


hicieron posible que este libro aparezca dentro de la Colección del Ingeniero
Civil. A ellos mi reconocimiento, en especial, a nuestro presidente ingeniero
Antonio Blanco Blasco, sin cuyo entusiasmo casi compulsivo, quizás no
hubiese escrito este libro. La dedicación del ingeniero Blanco ha hecho posible
la Colección del Ingeniero Civil, que es el esfuerzo editorial más grande hecho
en el Perú en el área de la ingeniería civil.

El Centro Peruano-Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de


Desastres (CISMID) de la Universidad Nacional de Ingeniería hizo posible la
edición de este libro mediante su efectiva participación en la composición del
texto, preparación de los dibujos y diagramación general, a través de su Centro
de Cómputo. Mi reconocimiento al CISMID, a su director Dr. Jorge Alva
Hurtado, y al Dr. Javier Piqué del Pozo, quienes hicieron posible esta forma de
colaboración interinstitucional.

Mariza Pedemonte realizó la composición del texto, el Bach. en Ing. Civil


Wilfredo Cupe, los dibujos y el Bach. Víctor Rojas, con especial dedicación y
eficiencia, se ocupó de la diagramación general y la preparación de la edición
en su presentación final. A ellos mi personal reconocimiento.

A. R. F.

xii
CONTENIDO

Prólogo del Editor........................................................................................................ v


Prólogo del Autor......................................................................................................... vii
Contenido .................................................................................................................... xiii

Capítulo 1 INTRODUCCION GENERAL AL ESTUDIO DEL AGUA

1.1 Aspectos Generales ............................................................................. 1


1.2 El Simbolismo de las Aguas ................................................................. 5
1.3 El Agua como Recurso Natural. Sus Usos ......................................... 7
1.4 Las Reservas de Agua de la Tierra...................................................... 10
1.5 El Ciclo Hidrológico............................................................................... 14
1.6 Los Recursos Hidráulicos de América Latina ...................................... 23
1.7 Los Recursos Hidráulicos del Perú ...................................................... 24
1.8 La Carta Europea del Agua.................................................................. 31

Capítulo 2 DISPONIBILIDADES DE AGUA

2.1 Aspectos Generales ............................................................................. 33


2.2 Precipitación ......................................................................................... 40
2.3 Aguas Superficiales .............................................................................. 47
2.4 Aguas Subterráneas............................................................................. 59
2.5 Aguas Salinas....................................................................................... 68
2.6 Aguas Atmosféricas.............................................................................. 71
2.7 Prevención y Control de la Contaminación .......................................... 73
2.8 Economía en el Consumo .................................................................... 73
2.9 La Reutilización de las Aguas .............................................................. 76
2.10 Cantidad y Variabilidad Temporal del Recurso Agua .......................... 78
2.11 Los Problemas de Ubicación del Recurso Agua.................................. 95
2.12 La Calidad del Agua ............................................................................. 99

xiii
Capítulo 3 DEMANDAS DE AGUA

3.1 Sobre las Demandas de Agua en General .......................................... 111


3.2 Concepción de la Demanda ................................................................. 116
3.3 Aumento de la Población...................................................................... 126
3.4 Pérdidas de Agua en los Sistemas Hidráulicos ................................... 133
3.5 Demandas de Agua para Uso Poblacional .......................................... 137
3.6 Demandas de Agua para Uso Agropecuario ....................................... 150
3.7 Otras Demandas .................................................................................. 161

Capítulo 4 LOS PROYECTOS HIDRÁULICOS

4.1 Naturaleza de los Proyectos Hidráulicos.............................................. 163


4.2 La Necesidad de Planificar................................................................... 167
4.3 Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos ............ 171
4.4 Manejo de los Recursos Hidráulicos .................................................... 175
4.5 Problemas en el Manejo de los Recursos Hidráulicos......................... 182
4.6 Los Estudios de Impacto Ambiental ..................................................... 196
4.7 Consenso de Lima sobre los Problemas del Agua en América
Latina y el Caribe.................................................................................. 201

Capítulo 5 LAS IRRIGACIONES

5.1 Las Irrigaciones y el Desarrollo Integral ............................................... 205


5.2 La Irrigación en el Mundo ..................................................................... 221
5.3 La Irrigación en el Perú......................................................................... 227
5.4 Esquema General de un Proyecto de Irrigación .................................. 242
5.5 Problemática de las Grandes Irrigaciones de la Costa Peruana ......... 248

Capítulo 6 AVENIDAS Y SEQUIAS

6.1 Caracterización de las Avenidas .......................................................... 263


6.2 Predicción de Máximas Avenidas ........................................................ 268
6.3 Control de Avenidas ............................................................................. 273
6.4 Avenidas e Inundaciones del Pasado .................................................. 274
6.5 El Fenómeno de El Niño de 1983 ........................................................ 277
6.6 El Desembalse de Poechos ................................................................. 291
6.7 Aspectos Generales de las Sequías .................................................... 298
6.8 Definición de Sequía............................................................................. 303
6.9 Características e Impacto de las Sequías............................................ 304
6.10 Manejo del Agua en Tiempos de Sequía ............................................. 308

xiv
Capítulo 7 RECURSOS HIDRÁULICOS INTERNACIONALMENTE COMPARTIDOS

7.1 Aspectos Generales ............................................................................. 313


7.2 Cursos de Agua Internacionales .......................................................... 315
7.3 Acuerdo de Montevideo........................................................................ 318
7.4 Normas de Helsinki............................................................................... 320
7.5 Principios Generales y Convenios Específicos.................................... 324
7.6 El Convenio Peruano-Ecuatoriano de 1971......................................... 327
7.7 El Proyecto Binacional Puyango-Tumbes............................................ 331
7.8 El Proyecto Itaipú.................................................................................. 342
7.9 Otros Casos de Uso de Recursos Comprometidos............................. 344

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.......................................................................... 347

ÍNDICE DE CUADROS............................................................................................... 361

ÍNDICE DE FIGURAS................................................................................................. 363

ÍNDICE DE TEMAS ................................................................................................... 365

ÍNDICE DE NOMBRES PROPIOS............................................................................. 370

xv
Capítulo 1

Introducción General
al Estudio del Agua

1.1 Aspectos Generales

Thomson KING se expresó en una oportunidad de la siguiente manera "De


todas las sustancias que son necesarias para la vida tal como la conocemos en la
Tierra, el agua es sin duda la más importante, la que nos es más familiar y más
maravillosa; sin embargo, la mayor parte de la gente conoce muy poco sobre ella"
[82].

¡Qué gran verdad encierran sus palabras! Nos invitan a reflexionar sobre
esa sustancia maravillosa que es el agua, la que en nuestra concepción de la
Naturaleza resulta ser sinónimo de vida. El agua es algo verdaderamente
asombroso y extraordinario. Nuestro planeta tiene alrededor de 1 350 millones
de kilómetros cúbicos de agua y es el único cuerpo del sistema solar que la
posee en sus tres estados naturales: sólido, líquido y gaseoso. El agua es tan
antigua que si nos preguntásemos acerca de su origen tendríamos que
remontarnos al origen de la Tierra [86].

La vida empezó en el agua hace unos 3 500 millones de años y gran


parte de los seres vivientes siguen estando en el agua. Hace unos 400 millones
de años la vida pasó a tierra firme. El hombre mismo, producto de un largo
proceso, está constituido por agua en las dos terceras partes de su peso.

El agua es fuente de vida y de muerte. Un hombre puede vivir más de


dos meses sin ingerir alimentos, pero apenas unos cuantos días sin beber.
Basta que el hombre pierda el 5% de su contenido normal de agua para que
tenga alucinaciones. Una pérdida del 12% suele ser fatal.

1
El agua está presente en todos los aspectos de nuestra vida. El hombre
utiliza el agua no sólo para beber, sino para muchas otras cosas que
detallaremos más adelante. Todas las actividades humanas están vinculadas
al uso del agua: así es en los aspectos domésticos, agrícolas, pecuarios,
industriales y recreativos, sólo para citar muy rápidamente algunos de los
aspectos del uso del agua.

El agua no sólo es indispensable para la vida. El agua es la vida misma.


De acá que tengamos que recordar siempre que cualquiera que sea el régimen
político o ideológico de una Nación, ésta tendrá que reservarse para sí la
propiedad de las aguas. En los años en que vivimos, que corresponden a la
finalización del siglo XX, las economías de los países están cada vez más
dependientes unas de otras. En consecuencia, tenemos que mirar el agua,
recurso escaso y vital, como un recurso planetario. De su importancia y de su
escasez surge la necesidad de planificar su uso (158).

La luz y el calor del sol son también fundamentales para la vida, pero su
abundancia es tal que su uso no requiere planificación: siempre están a
nuestro alcance y constituyen recursos inagotables. La Tierra recibe casi toda
su energía del sol por medio de la radiación electromagnética. El sol mantiene
la temperatura de la Tierra dentro de un rango que hace posible la vida. La
madera, el carbón, el petróleo, el gas natural, al igual que el viento, son
manifestaciones de la energía solar transformada. La energía solar es gratuita
y nos pertenece a todos por igual [111). El aire, que es igualmente importante
para la vida, está también a nuestra libre disposición. Sin embargo, en algunos
lugares su grado de contaminación es tal, que resulta irrespirable. La tierra,
que también es necesaria para la vida, parece existir en grandes cantidades,
pero no siempre reúne condiciones de habitabilidad. De acá las altas
densidades demográficas que se ven en muchas partes. De hecho, el 80% de
la población mundial vive en el 16% de la superficie terrestre.

El agua es un recurso cuya escasez va en aumento. La demanda


mundial ha crecido vertiginosamente, pero las cantidades de agua disponible
han disminuido.

Pero, el agua también causa daños. El agua atemoriza al hombre. Las


inundaciones son los fenómenos naturales que producen los mayores daños a
nivel mundial.

El agua también es objeto de agresión por parte del hombre. Las


actividades humanas en su mayoría contaminan el agua. En ésta una de las
grandes preocupaciones de la Humanidad en las últimas décadas del siglo XX.

2
Desde los tiempos más antiguos el agua ha sido fuente de alimentación
y vía para el transporte. La historia de los progresos hechos para domeñar el
agua constituye un reflejo de la historia de la civilización y del progreso. Como
el control del agua es fundamental para la vida humana resulta que las
ciudades y las sociedades crecen y desaparecen en concordancia con sus
éxitos y fracasos en el manejo del agua.

La enorme cantidad de agua que hemos mencionado como existente en


nuestro planeta podría hacernos pensar que en la Tierra no deberían existir
problemas de abastecimiento de agua. Sin embargo, no es así. Lo que ocurre
es que el agua es a la vez un recurso abundante y escaso.

El agua nos interesa más, en tanto que encuentre en la cantidad


deseada, en la oportunidad en que hace falta, en el lugar preciso y con la
calidad debida. En esta forma y bajo esas condiciones el agua es útil al
hombre. Hacer que esto sea así es la tarea de la ingeniería de los recursos
hidráulicos. Así como ingeniería y desarrollo son dos conceptos íntimamente
asociados, también es cierto que en países subdesarrollados, llamados
eufemísticamente "países en vías de desarrollo", el papel de la ingeniería para
lograr el desarrollo es mayor que en otros. El agua es fuente de vida y de
riqueza. Su escasez produce hambre y sed. Su abundancia, en forma de
lluvias e inundaciones, trae daños y destrucción. Sólo el equilibrio, el justo
medio, el control de las fuerzas de la Naturaleza permite su aprovechamiento.
Esa es la inmensa tarea que el ingeniero tiene ante sí.

El reto es más grande porque la población mundial aumenta


rápidamente y las necesidades de agua también. La cantidad total de agua no
aumenta, más bien tiende a disminuir por pérdida de calidad. La
contaminación del agua a nivel mundial es peligrosamente creciente. A
igualdad de habitantes un grupo contemporáneo requiere una cantidad mayor
de agua que la que requirió un grupo humano hace 2 000 ó 3 000 años.

Estas preocupaciones, que no son nuevas, llevaron a las Naciones


Unidas a convocar a una Conferencia Mundial sobre el Agua, la que se realizó en
Mar del Plata, Argentina, en marzo de 1977. Se llegaron allí a importantes
conclusiones sobre el tema del agua. Antes se había realizado en Lima una
reunión preparatoria para América Latina y el Caribe y se llegó a la elaboración
del documento titulado "Consenso de Lima sobre los problemas del agua" [115),
cuyas recomendaciones se presentan más adelante. Antes, en 1968, como una
muestra del interés por los problemas del agua se firmó la Carta Europea del
Agua, importante documento que aparece en el punto 1.8 de este capítulo.

Los problemas del agua se han tratado en numerosos foros


internacionales. Hemos avanzado mucho en lo que respecta al conocimiento

3
del agua, el modo de aprovecharla y el modo de cuidarla. Respecto a este
último asunto debemos reconocer que nuestras realizaciones no han avanzado
tanto como debieran.

En este punto, y a modo de reflexión es conveniente recordar los


conceptos que un grupo de trabajo de la FAO (Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación) señaló, con ocasión del Decenio
Hidrológico Internacional: "El agua, además de constituir un elemento
imprescindible de nuestra existencia, es también el recurso más maleable, dúctil
y manejable de todos los que poseemos en la actualidad. Es capaz de ser
desviada, trasvasada, conducida, canalizada, almacenada, reciclada o
reconvertida. Y estas propiedades le imparten al agua sus condiciones
características de gran provecho y utilidad para toda la humanidad. Su calidad y
el sistema de distribución y reparto empleado dentro de los conceptos de tiempo y
espacio son sumamente variables, pero, en cambio, la cantidad total de agua
disponible, permanece como algo constante. Así, pues, el hombre se enfrenta con
una gran posibilidad de distintas alternativas al encarar el proceso administrativo
de sus recursos hidráulicos. Al mismo tiempo, y no obstante esto, muchas de
estas alternativas resultan ser mutuamente exclusivas. Por tanto, cualquier tipo
de acción propuesta para ser tenida en cuenta que implique y comprenda los
recursos de agua dulce no deberá ser llevada acabo de manera aislada, sino
dentro de un sentido justo, de comprensión total, con plena capacidad de
entendimiento, acerca de los efectos hidrológicos anejos que esta medida
conlleva, así como de los resultados ecológicos implícitos en esta cuestión, a la
vez que se deben tener en consideración los demás aspectos de las acciones que
deberán quedar excluidas del planteamiento general de esta materia. En
resumidas cuentas diremos que el hombre deberá equilibrar sus acciones
relacionadas con el ciclo hidrológico, de tal suerte que una determinada cantidad
de agua pueda servir para los diversos propósitos usos y necesidades presentes,
sin que por ello se produzcan resultados o efectos secundarios poco deseables o
nocivos para la Humanidad".

Al empezar este apartado citamos una palabras de KING, en las que


habla acerca de lo maravillosa que es el agua y lo poco que la conocemos.
Podríamos agregar que esa sustancia tan maravillosa y necesaria que es el
agua, la venimos usando de modo muy ineficiente, con gran desperdicio y
creciente deterioro de la calidad del recurso.

4
1.2 El simbolismo de las aguas

Para comprender el significado e importancia del agua y estar así en mejores


condiciones para planificar su uso y ejecutar y operar las obras respectivas
consideramos que es necesario efectuar algunas reflexiones sobre el
simbolismo de las aguas.

El agua es el símbolo de todo lo posible. "Matriz de todas las


posibilidades de existencia", dice ELIADE. El agua es fuente de vida y de
muerte. El agua es el principio y es el fin. "Principio de lo indiferenciado y de lo
virtual, fundamento de toda manifestación cósmica, receptáculo de todos los
gérmenes, las aguas simbolizan la sustancia primordial de la que todas las
formas nacen y a la que todas las formas vuelven, por regresión o por cataclismo"
[52].

El agua es esencialmente un elemento cosmogónico. El agua representa


el comienzo, pero también el final. Nos cuenta Garcilaso, que Manco Capac y
Mama Ocllo salieron del Lago Titicaca para fundar el Imperio Incaico.

El agua es el símbolo de la vida, del comienzo. El agua cura, el agua


sana, el agua rejuvenece y da la vida eterna. Estos conceptos los encontramos,
con ligeras variaciones, en todas las sociedades del planeta. El agua del río
Ganges es considerada sagrada porque purifica.

En la costa peruana, en sus antiguas y milenarias culturas, hay todo un


simbolismo del agua. Lagunas cuyas aguas curan son frecuentes en el
antiguo y aún en el actual Perú. "El agua cura porque de alguna manera
reproduce la creación..."..."La inmersión en el agua simboliza la regresión a lo
preformal, la regeneración total, el volver a nacer…" [52].

El cristianismo ha recogido este sentido simbólico del agua y así


tenemos que San Juan Bautista usaba la fórmula "Yo os bautizo con agua pero
viene el que puede más que yo... El os bautizará con el Espíritu Santo y el fuego".
(Lc. 3,15-22). Las citas evangélicas sobre este tema son numerosas. Jesús dijo
a Nicodemo: "En verdad, en verdad te digo que si uno no nace del agua y del
Espíritu Santo no puede entrar en el reino de Dios" (Ju. 3,5). El P. Joaquín DIEZ
ESTEBAN al comentar el evangelio de San Lucas nos dice: "En el momento del
Bautismo, por el signo lavado con agua y por la efusión del Espíritu Santo, se
produce un nuevo nacimiento: renacemos a una nueva vida y se limpia a nuestra
alma del pecado original..."

El agua no solo es considerada algo sagrado, algo que sana y algo que
regenera, sino que el agua es germinativa, la lluvia es fecundante". [52]

5
El ingeniero chileno Bernardo DOMINGUEZ en su interesante trabajo
sobre el culto del agua en la historia nos señala lo siguiente:

"Desde los más remotos tiempos el agua ha sido para los hombres un
signo sagrado de poder fecundador, de poder regenerador, y también destructor.

El carácter sagrado y mágico que se le daba al agua en la antigüedad está


presente en todas creencias y cultos. El agua viene del cielo y está asociada al
sol, que la envía a fecundar la tierra. La Madre Tierra la absorbe, para luego
hacerla resurgir de sus entrañas de modo que fecunde, lave, sane.

La relación agua-cielo aparece como una constante en todas las leyendas y


ritos relacionados con el agua. El sol, que representa al cielo con todas sus
fuerzas, produce las tormentas, el trueno, la lluvia, el granizo... La Tempestad es,
por excelencia, el desencadenamiento potente de las fuerzas creadoras.

Tlaloc, Dios de la Lluvia,… a quien han erigido imponentes pirámides,


representa el poder fecundador. El agua es la semilla del cielo, del Sol, y
simboliza la sustancia primordial de la cual nacen todas las formas: estas formas
están latentes en el agua, en estado de germen.

El agua al caer en la tierra, que parece estéril, se integra a ella, asimismo el


germen que también existe en su interior. Se vuelve con ellos más fecundador y
puede entonces brotar, viva, de la tierra, escurriendo y haciendo germinar la
fertilidad por ella engendrada. Las fuentes, origen del agua en la tierra, han sido
desde siempre un símbolo del poder germinador y regenerador.

Hombres de todas las razas y creencias han transformado las fuentes de


agua en santuarios y lugares sagrados. Antecesores nuestros en América, los
incas, construyeron verdaderas obras de ingeniería para hacer escurrir el agua
limpia y graciosa en fuentes reservadas a las vírgenes y a los príncipes.

En Oriente y Occidente el agua de la fuente se transforma en sustancia


mágica y medicinal por excelencia, tradición que ha perdurado con el tiempo. En
lugares tan distantes como el templo de Kannon y el Santuario de Lourdes, el
agua simboliza la vida para miles de creyentes". [49]

Míticamente un río no es considerado solamente una manifestación de


lo sagrado, una hierofanía, sino una manifestación de fuerza, de poder, de
vida.

Pensemos en la costa peruana que es un desierto absoluto. La vida es


posible por los ríos que traen las aguas que se produjeron en la parte alta de
las cuencas. El agua es la vida. La sequía es la muerte.

6
Recordemos que cuando no llueve se recurre a rezos y procesiones. El
agua es, pues, para los creyentes, un don divino. En diciembre de 1992 el
Arzobispo de Huancayo dispuso, según información del diario "El Comercio",
de Lima, que "en todas las parroquias de la arquidiócesis de su jurisdicción se
realicen misas y procesiones, los tres últimos días del año, para pedir que
llueva..." según comunicado del arzobispado se tomó esta decisión "ante la
persistente falta de lluvias..."

María ROSTWOROWSKI al hablar de la importancia de los sistemas


hidráulicos en el Tahuantinsuyu nos dice: “El acceso al agua y por ende al riego
fue tan importante en el ámbito andino como el acceso a la tierra. Los mitos y
leyendas narran episodios sobre el inicio de los canales hidráulicos en un tiempo
mágico, cuando los animales hablaban. Las fuentes o puquio surgieron por
rivalidades entre célebres huacas que se retaron para medir poderes, y se
orinaron en varios lugares dando a lugar a que brotasen manantiales. El mar, los
lagos, las fuentes fueron venerados por pacarina o lugares de origen de
numerosos grupos étnicos. Las lagunas eran consideradas como manifestaciones
del mar y origen del agua en general”. [165]

1.3 El agua como recurso natural. Sus usos

El agua está presente en todas las actividades de nuestra vida. Son


tantos y tan variados sus usos que no es fácil enumerarlos y clasificarlos. El
agua se caracteriza no sólo por la diversidad de usos, sino por la multiplicidad
de usuarios. Vamos a intentar señalar los principales usos del agua, sin
pretender que la clasificación que ofrecemos a continuación sea exhaustiva. Es
sólo ilustrativa. Distinguimos tres grandes grupos de usos de acuerdo a la
siguiente descripción:

Usos domésticos

1. Consumo (bebida, cocina, aseo personal, limpieza, medicina, religión, etc.)


2. Evacuación de desechos
3. Recreación (natación, deportes, pesca, etc.)

Usos agrícolas y pecuarios

1. Riego
2. Avenamiento (drenaje)
3. Evacuación de desechos

7
4. Producciones de alimentos acuáticos
5. Abrevaderos y consumo animal

Usos industriales y comerciales

1. Producción de energía
2. Industrias
3. Construcción
4. Navegación
5. Transporte de troncos
6. Evacuación de desechos
7. Industrias extractivas (minería, petróleo, etc.)
8. Pesca comercial
9. Enfriamiento
10. Conservación del equilibrio ecológico y del paisaje
11. Turismo

Son pues, tantos y tan van variados los usos del agua que su examen
detallado es una tarea ardua. Más adelante examinaremos las demandas de
los diferentes usos y el modo de satisfacerlas. Veamos ahora tan sólo algunos
aspectos generales sobre los usos del agua (80).

En términos generales el agua puede ser objeto de uso, de consumo y de


contaminación. Así por ejemplo, una central hidroeléctrica es simplemente un
uso del agua, que no implica consumo ni contaminación. En cambio, una
central de energía nuclear implica uso, consumo y contaminación del agua.

El uso de las aguas es la expresión del provecho que se obtiene de ellas.


Uso y dominio son, pues, conceptos diferentes. Evidentemente el dominio es
más amplio que el uso. Así, el Perú tiene el uso de las aguas del canal de
Uchusuma, pero no el dominio, como lo veremos en el capítulo 7.

Pero los usos del agua pueden ser también conflictivos y competitivos.
En la Ley General de Aguas del Perú, Decreto-Ley 17732, se establece que “ los
usos de las aguas son aleatorios y se encuentran condicionados a las
disponibilidades del recurso y las necesidades reales del objeto al que se
destinen y deberán ejercerse en función del interés social y el desarrollo del país"
(Art. 26°).

Más adelante se señala en dicha Ley que "el orden de preferencia en el uso
de las aguas es el siguiente:

a. Para las necesidades primarias y abastecimientos de poblaciones.;


b. Para cría y explotación de animales;

8
c. Para la agricultura
d. Para usos energéticos, industriales y mineros: y
e. Para otros usos

El Poder Ejecutivo podrá variar el orden preferencial de los incisos c, d y e en


atención a los siguientes criterios básicos: características de las cuencas o
sistemas, disponibilidad de aguas, política hidráulica, planes de Reforma
Agraria, usos de mayor interés social y público y usos de mayor interés
económico" (Art. 27°).

Más adelante se señala en la misma Ley que:

"El otorgamiento de cualquier uso de aguas está sujeto al cumplimiento de las


siguientes condiciones concurrentes:

a. Que no impida la satisfacción de los requerimientos de los usos otorgados


conforme a las disposiciones de la presente ley;

b. Que se compruebe que no se causará contaminación o pérdida de


recursos de agua;

c. Que las aguas sean apropiadas en calidad, cantidad y oportunidad para


el uso al que se destinarán;

d. Que no se alteren los usos públicos a que se refiere la presente ley; y

e. Que hayan sido aprobadas las obras de captación, alumbramiento,


producción o regeneración, conducción, utilización, avenamiento, medición
y las demás que fueran necesarias. (Art. 32°) (131).

El tema de los usos preferenciales del agua es siempre polémico, y sobre él


volveremos más adelante

Un determinado uso del agua, aunque no la afecte en cantidad ni en


calidad, puede disminuir o anular las posteriores posibilidades de nuevos usos
del agua. Así por ejemplo, una central hidroeléctrica no consume agua ni
deteriora su calidad. Pero, pueden ocurrir algunas circunstancias que
disminuyen o anulen las posibilidades de usos posteriores del agua. Uno de
ellas puede darse cuando las aguas que han sido turbinadas sean restituidas
a una elevación tal que no pueden emplearse para otro uso.

Para concluir este breve examen de las posibilidades del uso del agua y a
modo de recapitulación conviene recordar que el agua tiene múltiples usos y
que estos son tanto alternativos como sucesivos; a la vez, que el agua es un

9
recurso vital y escaso. En consecuencia, resulta imperativo efectuar la
Planificación del Uso de los Recursos Hidráulicos, como parte de un Plan
Nacional de Desarrollo.

1.4 Las reservas de agua de la Tierra

La cantidad total de agua que hay en la Tierra se estima en 1 350


millones de km3. Esta es la totalidad de las reservas hidráulicas del planeta
Tierra; es lo que constituye la Hidrósfera. Si bien es cierto que el agua está
sometida a cambios permanentes, también lo es que la cantidad total de agua
que hay en la Tierra es siempre la misma. La cantidad total de agua que hay
en nuestro planeta en la actualidad es la misma que había, digamos, hace 3
000 millones de años. Pero el agua no siempre se ha distribuido del mismo
modo. Así por ejemplo la fusión de los casquetes polares, por aumento de la
temperatura media de la Tierra, significaría una sobreelevación del nivel medio
del mar del orden de 60 metros. En cambio en la época de máxima glaciación
el nivel medio del mar estuvo 140 metros debajo del actual.

La cantidad total de agua que hay en la Tierra se distribuye de la


manera que se ve en Cuadro 1.1 y en la Figura 1.1

CUADRO 1.1.

Distribución de la Cantidad Total de Agua de Nuestro Planeta [86]


(En kilómetros cúbicos)

Agua Superficial 0.017% 230 850


Lagos de agua dulce 0,009% 121 500
Lagos de agua salada 0,008% 108 000
Ríos y corrientes 0,0001% 1 350

Agua Subsuperficial 0.625% 8 437 500


Humedad del suelo 0,005% 67 500
Agua subterránea 0,31 4 185 000
(menos de 1 km)
Agua subterránea profunda 0,31 4 185 000

Casquetes polares y glaciares 2,15% 29 025 000

Atmósfera 0,001% 13 500

Océanos 97,2% 1 312 200 000

100,0% 1 350 000 000

10
11
Hay, pues, una enorme cantidad de agua, pero no toda tiene las mismas
posibilidades de utilización para los múltiples fines que el hombre necesita.

El 97,2% de las reservas mundiales de agua está en los océanos. Si a


esto añadimos el agua contenida en los lagos salados, casquetes polares,
glaciares, humedad atmosférica y agua subterránea profunda reuniremos casi
el 99,7% del agua total de la Tierra.

El agua dulce, a la que podemos tener acceso más o menos directo,


constituida por los lagos de agua dulce, ríos y corrientes y aguas subterráneas
ubicada a menos de 1 kilómetro de profundidad, representa sólo el 0,32% de la
Hidrósfera (4 307 850 km3). De esta última cantidad, casi todo, el 97%, es
agua subterránea.

SHIKLOMANOV, director del Instituto Hidrológico de Leningrado, hoy


nuevamente San Petersburgo, en Rusia, ha publicado recientemente un nuevo
cálculo de la cantidad total del agua existente en la Tierra, que presentamos en
el Cuadro 1.2. Este autor señala acertadamente que existen varias
estimaciones sobre la cantidad de total de agua de nuestro planeta, las que, si
bien coinciden bastante en los valores globales o totales, difieren, sin embargo,
en el detalle. Esto se explica principalmente en función de los diferentes
métodos de cálculo empleados, según los objetivos propios de cada una de las
estimaciones realizadas [171].

SHIKLOMANOV usó para su estimación un periodo de análisis de 70


años (1900-1969). Los datos de precipitación provienen de 50 000 estaciones
meteorológicas y los de evaporación de 1 700. La diferencia notable con
respecto al cuadro tradicional de reservas mundiales de agua (Cuadro 1.1) está
en las aguas subterráneas (casi el triple de lo anteriormente estimado). Este
autor hace también un cálculo de la cantidad total de agua dulce disponible.
Llega así a 35 millones de kilómetros cúbicos (2,5% de la hidrósfera). Pero, el
69% está en las regiones polares y el 30% es agua subterránea (la parte de
agua dulce que equivale a 10,53millones de km3). Por lo tanto el agua dulce
disponible está en los ríos y lagos y en la parte del agua subterránea que
tenemos posibilidad real de usar.

Las cantidades de agua potencialmente utilizables son enormes. El


problema principal es la desigual distribución espacial y temporal de este
recurso. Hay partes del planeta en las que hay grandes cantidades de agua y
otras muy extensas, en la que ésta es prácticamente inexistente. Las antiguas
civilizaciones se desarrollaron a las orillas de grandes ríos, dentro de un
concepto muy avanzado de política de ocupación territorial. A lo largo de los
años las cosas han cambiado. Así por ejemplo, Lima, nuestra ciudad capital
concentra la tercera parte de la población del país, pero sólo tiene los 5/10 000
de los recursos hidráulicos nacionales disponibles superficialmente.

12
CUADRO 1.2
Distribución de la Cantidad Total de Agua de la Tierra según SHIKLOMANOV [171]

Tipo de agua Superficie de Volumen Altura Total agua Reservas de


referencia (km3x103) equivalente almacenada agua dulce
(km2x103) (m) (%) (%)

Mar 361 300 1 338 000 3 700 96,5 -


Total de aguas subterráneas 134 800 23 400 174 1,7 30,15
Glaciares y masa de nieve permanente 16 232 24 064 1 482 1,74 68,7
Antártida 13 980 21 600 1 545 1,55 61,7
Groenlandia 1 802 2 340 1 299 0,17 6,68
Islas árticas 226 83 367 0,006 0,24
Regiones montañosas 224 41 183 0,003 0,12
Hielo subterráneo de la zona del gelisuelo 21 000 300 14 0,022 0,86
Lagos 2 058 176 85,5 0,013 -
Agua dulce 1 236 91 74 0,007 0,26
Agua salada 822 85 103 0,006 -
Pantanos 2 683 11,5 4,3 0,0008 0,03
Ríos 148 800 2,1 0,014 0,0002 0,006
Agua de la biósfera 510 000 1,1 0,002 0,00007 0,003
Agua de la atmósfera 510 000 12,9 0,025 0,0009 0,04

Total 510 000 1 385 984 2718

Agua dulce 148 800 35 029 235 2,53

13
1.5 El ciclo hidrológico

La noción o principio general en torno al cual gira la Hidrología es el de


ciclo hidrológico. La hidrología, etimológicamente, es la ciencia del agua. Sin
embargo, se refiere fundamentalmente al agua terrestre. La Hidrología se
ocupa de la presencia del agua, de sus reacciones con el resto de la Tierra y
con la vida sobre ella. Incluye la descripción de la Tierra con respecto al agua,
más que las profundidades físicas y químicas del agua como sustancia.

El concepto de ciclo hidrológico y el conocimiento de su funcionamiento


no sólo son de interés para la hidrología o la meteorología. En realidad es muy
importante para la planificación del uso de los recursos hidráulicos y para
esclarecer una serie de conceptos vinculados al uso de las aguas.

El concepto principal que engloba el ciclo hidrológico es el de totalidad


[12]. Todas las manifestaciones hídricas, todos los estados del agua están
presenten en el ciclo hidrológico. La fuerza que hace posible el ciclo hidrológico
viene del sol, de la gravedad terrestre y del movimiento de la Tierra. Escaparía
a los alcances de este trabajo analizar in extenso el ciclo hidrológico. Sólo nos
referimos a algunos de sus aspectos en relación con los recursos hidráulicos.

La forma más simple de pensar en el ciclo hidrológico es como un


proceso sin principio ni fin, dominado básicamente por la precipitación,
infiltración, escorrentía, percolación profunda, almacenamiento en el suelo,
evaporación y transpiración (Fig. 1.2 y Fig. 1.3)

Sin embargo, debe tenerse presente lo siguiente. Sólo una pequeña parte
de la cantidad total de agua existente en la Tierra está participando en el ciclo
hidrológico. Según algunos autores, esta pequeña parte es el 0,005% del total,
o sea, 67 000 km3. El resto, el 99,095%, no participa activamente en el ciclo
hidrológico. Una partícula líquida puede permanecer años, siglos, millones de
años, en las profundidades del mar o de la tierra, o en algún otro lugar como
los casquetes polares, sin cambiar de estado ni movilizarse. Se calcula que
debajo del desierto del Sahara hay depósitos de agua subterránea que tienen
una antigüedad de 40 000 años. Pero, en algún momento de la inmensidad del
tiempo llegará su oportunidad y participará del ciclo hidrológico. En cambio "el
agua de la atmósfera se renueva cada ocho días y el agua de los ríos cada
dieciséis" [171].

Se estima que anualmente se evaporan de la Tierra unos 400 000 km3.


De esta cantidad, el 84%, o sea 335 000 km3, lo hace desde los océanos. La
diferencia de 65 000 km3 corresponde a la evaporación desde la tierra, lagos
corrientes y a la transpiración de las plantas. De la cantidad de agua que se

14
15
evapora la mayor parte cae nuevamente en forma de precipitación sobre los
océanos. Otra parte cae sobre las cuencas, constituye los ríos y regresa al mar
(35 000 km3). El resto, 65 000 km3, no da lugar a escorrentía y se evapora. En
las figuras 1.3 y 1.4 se representa esquemáticamente el ciclo hidrológico y el
balance mundial de agua.

Teniendo en cuenta que la superficie de la Tierra es de 510 x 106 km2,


que la superficie de los océanos y mares es de 364 x 106 km2 y que la superficie
continental es de 146 x 106 km2 se obtiene que la precipitación, y por lo tanto
la evaporación anual media sobre toda la Tierra, es de 784 mm (400 000 km3).
La precipitación media sobre los océanos es de 824 mm (300 000 km3) y la
precipitación anual media sobre los continentes es de 685 mm (100 000 km3).
Este último valor equivale a casi ocho veces la cantidad de agua contenida en
la atmósfera.

En el Cuadro 1.1 presentamos la distribución de las reservas totales de


agua de nuestro planeta. Obsérvese que los cinco ítems que allí se dan,
podrían reagruparse en función de tres grandes reservorios:

Océanos 97,2 %
Continentales 2,7 %
Atmósfera 0,001%

A su vez, en lo que respecta al agua continental el 77% de ella está en


los casquetes polares y en los glaciares y el 22% está en el interior del suelo.

A pesar de las enormes cantidades de agua que hemos señalado hay


grandes regiones de la Tierra que son áridas: gran parte de África, el Oriente
Medio, Asia Central, gran parte de Australia, y gran parte de la costa oeste de
América. Estas regiones son áridas porque en ellas la precipitación es muy
escasa. Lo deseable sería que estas regiones participasen en mayor grado de
las reservas hídricas mundiales.

El ciclo hidrológico, desde el punto de vista del Aprovechamiento de los


Recursos Hidráulicos, representa una continua renovación, una presencia
permanente de la disponibilidad de agua en la Tierra. El estudio del ciclo
hidrológico nos interesa para conocer la forma de aprovecharlo en provecho de
la Humanidad. El ciclo hidrológico es el concepto fundamental de la
Hidrología, pues describe una secuencia de fenómenos naturales en virtud de
los cuales el agua cambia de estado y de lugar. En un apartado anterior hemos
señalado los múltiples usos que tiene el agua. Examinaremos ahora las notas
características que tiene el uso del agua en conexión con el ciclo hidrológico
[122]. Ellas son:

16
17
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1. En general el agua es útil cuando no ha perdido calidad; es decir, que la
mayor parte de las veces se usa el agua en su estado puro natural, sin
contaminación por acción humana.

2. El hombre usa el agua continental, más que el agua oceánica; aún más, el
agua que llega al mar se considera perdida para su uso.

3. El agua se usa principalmente en la fase líquida.

La mayor parte de los aprovechamientos hidráulicos se hace a partir de


la escorrentía superficial. Es decir, que aprovechamos una de las secuencias
del ciclo hidrológico. ¿Cuál es la magnitud de la descarga total de los ríos de la
Tierra? Hay varias estimaciones hechas en diversas épocas y circunstancias.
ONERN menciona que el U.S. Geological Survey calculó que el escurrimiento
total medio de los ríos del mundo es de 1 170 400 m3/s y que según el Balance
Mundial efectuado por la Unión Soviética dicho total era de 1 154 200 m3/s
[117]. Hay otras estimaciones que mencionamos más adelante. Los valores
señalados, que no difieren significativamente, representan una masa anual de
36 000 km3, que equivale al 36% de la precipitación continental. Se denomina
escorrentía, o escurrimiento, a la parte de la precipitación que fluye por la
superficie del terreno.

LINDH, basándose principalmente en los trabajos de LVOVICH, estimó


que la escorrentía superficial mundial era de 38, 820 km3 por año y que de
este total se podía considerar como aprovechable, en función de su
persistencia, el 36% (14,010 km3/año). El 64% (24, 810 km3/año) corresponde
a caudales eventuales. La distribución de estos caudales en las principales
áreas geográficas es la que aparece en el Cuadro 1.3

Estimaciones más recientes hechas por SHIKLOMANOV consideran


para la escorrentía mundial un valor de 44, 500 kilómetros cúbicos anuales
(excluida la Antártida). Su detalle por continentes aparece en el Cuadro 1.4.

En el Cuadro 1.5 se señala algunos datos sobre la disponibilidad de aguas


superficiales en varios países, así como otros indicadores estadísticos.

La demanda mundial de agua aumenta rápidamente; sin embargo, el


aprovechamiento de las aguas superficiales es cada vez más costoso por su
desigual distribución espacial y temporal, por la pérdida de su calidad y
porque los proyectos más fáciles y económicos ya fueron hechos.

19
CUADRO 1.3
Distribución Continental de la Escorrentía Mundial según LINDH [87]

Región ESCORRENTIA km3/año Esc . Persistente


x 100
Esc . total

Total Persistente No persistente

África 4 225 1 905 2 320 45%


Asia (sin URSS) 9 544 2 900 6 644 30%
Australia 1 965 495 1 470 25%
Europa (sin URSS) 2 362 1 020 1 342 43%
Norte América 5 960 2 380 3 580 40%
Sud América 10 380 3 900 6 480 38%
URSS 4 384 1 410 2 974 32%

Total continental, sin 38 820 14 010 24 810 36%


regiones polares

20
CUADRO 1.4
Distribución Continental de la Escorrentía Mundial según SHIKLOMANOV [171]

Caudal anual Porcentaje Descarga


Territorio de la escorrentía Superficie específica
total (km2x103) (ls-1km-2)
(mm) (km3)

Europa 306 3 210 7 10 500 9,7


Asia 332 14 410 31 43 475 10,5
África 151 4 570 10 30 120 4,8
América del Norte y Central 339 8 200 17 24 200 10,7
América del Sur 661 11 760 25 17 800 20,9
Australia y Tasmania 45 348 1 7 683 1,4
Oceanía 1 610 2 040 4 1 267 51,1
Antártida 160 2 230 5 13 977 5,1

Total mundial 314 46 768 149 022 10,0


100%

21
CUADRO 1.5
Disponibilidad de Aguas Superficiales en Algunos Países [171]

Caudal anual medio a largo plazo


1
Superficie Población
País (km2 x 103) (106)
Por unidad Per Porcentaje
3
(km ) de superficie cápita del caudal
(103 m3 km-2) (m3 x 103) mundial

Brasil 8 512 130 9 230 1 084 71 20,7


URSS (Antigua) 22 274 275 4 740 213 17 11
República Popular de China 9 561 1 024 2 550 267 2,5 5,7
Canadá 9 976 25 2 470 248 99 5,6
India 3 288 718 1 680 511 2,3 3,8
Estados Unidos de América 9 363 234 1 940 207 8,3 4,4
Noruega 324 4 405 1 250 99 0,9
Yugoslavia (Antigua) 256 23 256 1 000 11 0,6
Francia 544 55 183 336 3,4 0,4
Finlandia 337 5 110 326 22 0,2

Total mundial2 134 800 4 665 44 500 330 9,5

Perú† 1 285 23 2 044 1 591 89 4,6


1 En 1983
2 Sin la Antártida
† Datos incorporados por el autor (1993)

22
Hay, pues, que pensar en soluciones diferentes. PEIXOTO y KETTANI
[122] examinaron las posibilidades de control sobre el Ciclo Hidrológico, a
partir del estudio de sus dos ramas: la terrestre y la atmosférica. Los estudios
hidrológicos tradicionales han cubierto siempre la rama terrestre del ciclo
hidrológico: precipitación, infiltración, evaporación, transpiración, escorrentía
y aguas subterráneas. Pero, las aguas superficiales son insuficientes para
satisfacer las necesidades hídricas cada vez mayores de un mundo que crece
explosivamente. Una primera idea tiene que ser volver los ojos hacia las aguas
subterráneas, hacia los océanos y hacia la rama atmosférica del Ciclo
Hidrológico. Con respecto a este último punto se puede pensar en aumentar la
velocidad del Ciclo Hidrológico mediante la lluvia artificial y en extraer la
humedad de la atmósfera.

En general para controlar el Ciclo Hidrológico en nuestro provecho hay


las siguientes posibilidades:

1. Reducir la evaporación del agua continental

2. Acelerar la evaporación del agua oceánica

3. Aumentar la eficiencia en el uso del agua, antes de llegar al océano

Sobre estos temas volveremos más adelante a estudiar la oferta y la


demanda del agua.

1.6 Los recursos hidráulicos de América Latina

América Latina y el Caribe, tomados como una Región geográfica, tienen


abundantes recursos hidráulicos. El 31% del escurrimiento mundial es
producido en la Región. La precipitación anual media es del orden de 1 500
mm, en tanto que la media mundial es de casi 700 mm. Sin embargo, hay una
muy desigual distribución geográfica de los recursos. Hay zonas desérticas,
extremadamente secas, como la costa peruana y el desierto de Atacama y otras
muy húmedas con enormes precipitaciones. Hay también importantes
variaciones estacionales y anuales con respecto a los valores medios.

En la Región hay tres vertientes. Una es la del Atlántico y el mar Caribe,


a la que corresponde el 84% de la superficie total de la Región. Hay ríos muy
caudalosos, generalmente de pequeñas pendientes y amplias planicies
inundables. Otra vertiente es la del Pacífico, a la que corresponde el 11% del
área regional. Los ríos son en general de fuerte pendiente y gran arrastre de
material sólido.

23
El 5% restante corresponde a cuencas cerradas, sin salida a los océanos
mencionados, como por ejemplo la del lago Titicaca.

Un elevado porcentaje de los recursos hidráulicos superficiales se


encuentra compartido internacionalmente. De este tema trataremos más
adelante.

En América Latina sólo se utiliza un 3% de las aguas superficiales, en usos


consuntivos. La capacidad hidroeléctrica sólo representa un 8% del potencial
estimado. Se riegan unos 11 millones de hectáreas, lo que representa el 7% de
la superficie cultivada en la Región. El 43% de la población no dispone de agua
potable (29).

1.7 Los Recursos Hidráulicos del Perú

El inventario y evaluación de los recursos hidráulicos superficiales del Perú fue


realizado por la Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales
(ONERN). El informe de evaluación preparado por ONERN incluye el Inventario
Nacional de Ríos, el Mapa de Zonas de Escurrimiento del Perú y una propuesta para
un Programa de Instalaciones Hidrométricas [117].

La citada evaluación concluye señalando que en el territorio peruano el


escurrimiento anual medio es de 2 044 km3, lo que equivale a 64 800 m3/s.
Este escurrimiento corresponde a las siguientes vertientes:

Vertiente Masa Anual Caudal Porcentaje


km3/año m3/s

Vertiente del Pacífico 35 1 098 1,7

Vertiente del Atlántico 1 999 63 379 97,8

Vertiente del Titicaca 10 323 0,5

Total 2 044 64 800 100,0

Del gran total de 2 044 km3/año señalado como recursos hidráulicos


superficiales del Perú, el 98,6% está de algún modo comprometido
internacionalmente. El escurrimiento superficial del Perú representa casi el 5%
del escurrimiento total de los ríos del mundo. En la antigua Unión Soviética el

24
escurrimiento anual medio se calculó en 4 740 km3 (150 000 m3/s) y era el
más alto del mundo. En cambio España, por ejemplo, tiene sólo 91,5 km3 de
escurrimiento superficial anual.

Los ríos de la cuenca del Pacífico con mayor aporte hídrico son: Santa
(144 m3/s), Tumbes (116 m3/s), Chira (114 m3/s), Camaná (83 m3/s), Ocoña
(67 m3/s), Cañete (63 m3/s), Pativilca (48 m3/s), Tambo (40 m3/s),
Jequetepeque (38 m3/s) y Huaura (31 m3/s). (Cuadro 1.6). Estos diez ríos
descargan el 68% del total de los ríos de la costa. Los cinco primeros
representan el 50% de la escorrentía. La suma de los 53 cursos de agua de la
costa llega a 1 098 m3/s, o sea 35 000 millones de metros cúbicos por año en
cifras redondas. Se trata de promedios plurianuales, que por su naturaleza
aritmética incluyen años húmedos y años secos y por ser valores anuales no
muestran la diferencia existente entre el invierno y el verano. Se trata, pues, de
una riqueza potencial cuyo aprovechamiento, difícil y costoso, presenta
peculiaridades que examinaremos más adelante. Hay otras estimaciones que
fijan en 40 000 millones de metros cúbicos por año, la masa hídrica media de
los ríos de la costa peruana.

En la vertiente Atlántica los ríos con mayor aporte hídrico son el


Amazonas (53 572 m3/s) y el Madre de Dios (7 988 m3/s).

En la Cuenca del Titicaca los ríos mayores son: Ramis (103 m3/s), Ilave
(42 m3/s), Coata (31 m3/s) y Huancané (24 m3/s).

El inventario de ONERN incluye un total nacional de 1 007 ríos (hasta


del 6to. orden) que se distribuyen de la siguiente manera:

Vertiente del Pacífico : 381 ríos hasta del 4to. Orden (53 ríos principales).
Vertiente del Atlántico : 564 ríos hasta del 6to. Orden (4 ríos principales).
Vertiente del Titicaca : 62 ríos hasta del 4to. Orden (12 ríos principales).

Es importante citar las recomendaciones del citado documento de


ONERN, cuyos aspectos más importantes hemos utilizado líneas arriba. Ellas
son:

“a. Realizar en el momento oportuno -dentro de cinco años a partir de la


fecha- una segunda aproximación del Inventario y Evaluación Nacional de
Aguas Superficiales, el que deberá incluir una actualización del Inventario
Nacional de Ríos. Esta segunda aproximación deberá determinar,
además, con la relación al presente estudio, los siguientes parámetros o
definir los siguientes aspectos:

25
i. Caudales a nivel mensual.

ii. Caudales de duración característica (50%, 75%, 90%, etc.)

iii. Las influencias locales importantes (nevados, áreas cársticas,


lagunas, etc.)

b. La ejecución de una segunda aproximación exigirá realizar previamente las


siguientes actividades, en orden de importancia:

i. Implementación del Programa de Instalaciones Hidrométricas propuesto


en el Inventario Nacional de Ríos, el que deberá ejecutarse a la
brevedad a fin de contar con un mínimo de cinco (5) años de registro.

ii. Culminación de la Carta Nacional Aerofotogramétrica, a escala de


1:100 000, de manera que abarque la totalidad del territorio del país,
con el fin de contar con el material cartográfico que permita una
delimitación más precisa de las cuencas y zonas de escurrimiento y la
obtención de parámetros geomorfológicos.

iii. Elaboración de un Mapa de Isohietas del Perú, con el fin de mejorar la


precisión en la determinación de la precipitación media anual.

iv. Investigación de la evapotranspiración real, en la vegetación natural de


las diversas zonas de vida existentes en el país.

v. Elaboración de metodologías complementarias para el tratamiento de


las influencias locales de importancia en la evaluación hidrológica,
entre ellas, cabe mencionar:

. Áreas nevadas de importancia


. Formaciones geológicas (cársticas, volcánicas, etc.)
. Extensas superficies libres de agua

vi. Ampliación del escaso o nulo conocimiento actual de las condiciones


hidrogeológicas del territorio nacional, en especial de las regiones de
Sierra y Selva. [117]

La ONERN preparó también un inventario nacional de lagunas y


represamientos [119]. Las lagunas son anomalías del ciclo hidrológico. Son
"corto-circuitos" del ciclo. Las lagunas significan grandes superficies
evaporantes. Los represamientos son lagunas artificiales, hechos por el
hombre.

26
CUADRO 1.6
Descargas Medias Plurianuales de los Ríos de la Vertiente del Pacífico
Río Módulo (m3/s) Río Módulo (m3/s)
Zarumilla 5 Chillón 11
Tumbes 116 Rímac 26
Qda. Bocapán 2 Lurín 7
Chira 114 Chilca 0
Piura 20 Mala 18
Cascajal 4 Omas 2
Olmos 2 Cañete 63
Motupe-La Leche 9 Qda. Topará 0
Chancay-Lambayeque 26 San Juan 14
Zaña 8 Pisco 23
Chamán 1 Ica 11
Jequetepeque 38 Grande 19
Chicama 22 Acarí 21
Moche 10 Yauca 8
Virú 9 Chala 0
Chao 3 Chaparra 0
Santa 144 Atico 0
Lacramarca 0 Caravelí 0
Nepeña 2 Ocoña 67
Casma 5 Camaná 83
Culebras 0 Quilca 23
Huarmey 3 Tambo 40
Fortaleza 6 Ilo-Moquegua 3
Pativilca 48 Locumba 8
Supe 1 Sama 2
Huaura 31 Caplina 0
Chancay-Huaral 19 Total 1 098 m3/s

27
En el Perú hay 12 201 lagunas (Cuadro 1.7) que se distribuyen de acuerdo a
las siguientes vertientes:

Vertiente Lagunas

Atlántico 7 441
Pacífico 3 896
Titicaca 841
Huarmicocha 23

De este gran total, en 1980 sólo se explotaba 186 lagunas que representaban
un total de 3 028 MMC (millones de metros cúbicos) de regulación. Su
descomposición por vertientes es la siguiente:

Vertiente Lagunas Vol. de Reg.


(MMC)
Atlántico 76 1 604
Pacífico 105 1 379
Titicaca 2 4
Huarmicocha 3 41

Total 186 3 028

Las tres lagunas más grandes de explotación son, según ONERN: Junín
(995 MMC), Aricota (885 MMC) y Choclococha (150 MMC).

La laguna de Aricota merece un comentario especial. El volumen


mencionado es el que tuvo permanentemente la laguna hasta 1967, en que se
puso a funcionar la primera central hidroeléctrica operada con aguas de la
laguna. Por diversas circunstancias se ha venido extrayendo más agua de la
que ingresaba; esto ha dado lugar a una impresionante disminución del
volumen disponible en la laguna, tal como había sido previsto hace muchos
años [100].

Existen asimismo 342 lagunas con estudios para su aprovechamiento,


lo que representaría un volumen de 4 000 MMC. Resulta, pues, evidente de
todo lo expuesto que el Perú dispone de grandes cantidades de recursos
hidráulicos superficiales. Sin embargo, para que el agua sea útil debe cumplir
con determinadas condiciones.

28
CUADRO 1.7
Resultados Generales del Inventario Nacional de Lagunas realizado por ONERN [119]

Vertiente Número de Número de Número Lagunas en Explotación Lagunas con Estudios Lagunas que
Lagunas Lagunas no Total de figuran como
Inventariadas Inventariadas Lagunas represadas en la
Carta Nacional
Número Capacidad Número Capacidad
(MMC) (MMC)

Pacífico 2 245 1 651 3 896 105 1378,58 204 616,62 33


Cerrada 8 15 23 3 41,00 1 185,00 --
Atlántico 4 138 3 303 7 441 76 1604,37 133 3 006,42 7
Titicaca 464 377 841 2 4,12 4 145,00 2

Total 6 855 5 346 12 201 186 3 028,07 342 3 953,04 42

29
Las recomendaciones del informe de la Oficina Nacional de Evaluación
de Recursos Naturales (ONERN), sobre lagunas se citan a continuación:

1. “Establecer un Archivo Central, donde se reúna toda la información producida


en el país sobre las obras hidráulicas construidas y proyectadas: la
constitución y operación de dicho Archivo podría estar a cargo del organismo
que formule el Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos.

2. Siendo el inventario de lagunas y represamientos un elemento fundamental


para la planificación del ordenamiento de los recursos hidráulicos, se
recomienda mantenerlo al día, actualizándolo por lo menos cada cinco años.

3. Con la finalidad de que todos los proyectos hidráulicos de un mismo nivel que
se formulen sean uniformes en su tratamiento y, por lo tanto, en la
información que produzcan, se recomienda elaborar especificaciones técnicas
o términos de referencia de aplicación obligatoria en el territorio nacional y
que normen su ejecución.

4. Como resultado del inventario realizado, se recomienda la adopción de las


medida necesarias (estudio, reiniciación de obra, iniciación de obra, etc.) en
las lagunas cuya relación se presenta en el Cuadro No. 10. Las lagunas
incluidas en dicho Cuadro han sido seleccionadas teniendo en cuenta los
siguientes criterios:

a. Incluir aquellas lagunas cuya explotación contribuya a aumentar la


producción agropecuaria y la productividad de la tierra, así como a la
generación de empleos en el medio rural, tanto en la región de la
Costa como en la de la Sierra;

b. Dar preferencia a aquellas lagunas cuyo objetivo principal sea el


mejoramiento de riego, y el incremento de tierras nuevas sea un
objetivo secundario;

c. Incluir ciertas lagunas cuyas obras se iniciaron, pero fueron


paralizadas por diversos motivos;

d. Dar preferencia a las lagunas cuyas obras hidráulicas sean


relativamente pequeñas y puedan ser construidas en muy corto plazo;
y

e. Descartar aquellas lagunas cuyas obras se encuentren en procesos


de construcción o cuya construcción ya haya sido decidida a
Diciembre del año 1975.

La relación debe ser tomada como preliminar y tentativa, ya que no incluye


todas las lagunas posibles de explotar, pudiendo comprender algunas lagunas
de las que no se contó con información suficiente. Debe señalarse, además, que

30
el nivel de estudio en que se encuentran los proyectos señalados en la relación
varía desde una simple propuesta de explotación hasta un estudio definitivo”
(119).

1.8 La Carta Europea del Agua

En la concepción, planeamiento, construcción y operación y


mantenimiento de todo proyecto hidráulico hay una serie de principios
generales, que de un modo u otro están presentados a lo largo de varios
capítulos de este libro, que conviene recordar y respetar siempre. En especial
es muy importante tener en mente la Carta Europea del Agua (Estrasburgo, 6 de
mayo de 1968), cuyo enunciado es el siguiente:

1. "Sin agua no hay vida posible. Es un bien preciado indispensable a toda


actividad humana.

2. Los recursos del agua dulce no son inagotables. Es indispensable


preservarlos, controlarlos y, si es posible, acrecentarlos.

3. Alterar la calidad del agua es perjudicar la vida del hombre y de los otros
seres vivos que de ella dependen.

4. La calidad del agua debe ser preservada de acuerdo con normas


adaptadas a los diversos usos previstos, y satisfacer especialmente las
exigencias sanitarias.

5. Cuando las aguas, después de utilizadas, se reintegran a la naturaleza,


no deberán comprometer el uso ulterior público o privado, que de ésta se
haga.

6. El mantenimiento de la cobertura vegetal adecuada, preferentemente


forestal, es esencial para la conservación de los recursos hidráulicos.

7. Los recursos hidráulicos deben inventariarse.

8. Para una adecuada administración del agua es preciso que las


autoridades competentes establezcan el correspondiente plan.

9. La protección de las aguas implica un importante esfuerzo tanto en la


investigación científica, como en la preparación de especialistas y en la
información del público.
31
10. El agua es un patrimonio común cuyo valor debe ser reconocido por todos.
Cada uno tiene el deber de utilizarla con cuidado y no desperdiciarla.

11. La administración de los recursos hidráulicos debiera encuadrarse más


bien en el marco de las cuencas naturales que en el de las fronteras
administrativas y políticas.

12. El agua no tiene fronteras. Es un recurso común que necesita la


cooperación internacional.”

Estos doce principios establecidos en la Carta Europea del Agua revisten


una enorme importancia. Ellos constituyen a nuestro juicio el gran
marco referencial para el estudio de los recursos hidráulicos.
Recomendamos su atenta lectura, pues nuestra aspiración es
desarrollarlos y comentarlos a lo largo de este libro.

Para terminar esta introducción General al Estudio del Agua


quisiéramos recordar algunos conceptos de Germán UZCÁTEGUI, quien
fue director del Centro Interamericano de Desarrollo Integral de Aguas y
Tierras (CIDIAT) y quien nos dice: “Y así como se habla de una cultura del
agro o agricultura, cuando el hombre cuida, modifica y transforma los
campos ;y se habla de cultura física cuando el hombre cuida, modifica y
transforma su propio cuerpo y cuando lo hace con su inteligencia, la
sensibilidad o el buen gusto, se habla de cultura artística, cultura religiosa,
cultura política o moral, y porque la palabra cultura abarca toda la vastedad
del hombre y coincide con el sistema de valores más altos que la sociedad
respeta y honra, creo que podemos perfectamente definir el termino Cultura
Hidráulica, como un cúmulo de principios morales y éticos, así como
también de ciertos conocimientos sencillos que le permitan a todos los
integrantes de la sociedad usar, cuidar, y transformar para beneficio
nuestro y de nuestros descendientes, el agua en cualquiera de sus
estados”(175).

32
Capítulo 2

DISPONIBILIDAD DE AGUA

2.1 Aspectos Generales

La población mundial viene aumentando con gran velocidad. Las


necesidades de agua per cápita también crecen y es natural que así sea,
pues el hombre busca continuamente mejores condiciones de vida. Mejorar
la calidad de vida implica, entre otros aspectos, disponer de agua en
cantidad, calidad y oportunidad adecuadas para satisfacer las necesidades
humanas. La agricultura bajo riego, que contribuye a la producción de
alimentos para esa población creciente, es la mayor consumidora de agua.
La industrialización y diversas actividades inherentes al progreso también
tienen requerimientos de agua cada vez mayores.

Es, pues, evidente que las demandas mundiales de agua vienen


aumentando. En los últimos 40 años el consumo mundial de agua se ha
triplicado. Es que el agua es fundamental para el progreso de los pueblos y
es indispensable para asegurar la supervivencia humana.

En un interesante estudio del Instituto WORLDWATCH se señala que


hay 26 países cuyos recursos hidráulicos son insuficientes para satisfacer
sus necesidades. Con una población mundial que sigue creciendo y con
aspiraciones legítimas de obtener cada vez una mejor calidad de vida, las
demandas de agua seguirán creciendo. Si no buscamos y encontramos
nuevas fuentes de agua nos veremos en serios problemas. En dicho estudio
se señala que "la escasez de agua afectará a todo, desde las perspectivas de
paz en Oriente Próximo, a la seguridad alimentaria del mundo, el crecimiento
de las ciudades y la localización de las industrias".

33
En el Cercano Oriente la escasez de agua es tremenda. Se ha estimado
que "a finales de los 90, los problemas del agua alcanzarán o bien un grado de
cooperación sin precedentes o un nivel conflictivo similar al del combustible".

Para satisfacer las múltiples necesidades hídricas se debe aprovechar el


agua que está en diversos lugares y formas. Para conocer y evaluar las
disponibilidades de agua debemos tener presente las diferentes ramas del ciclo
hidrológico, el que debe ser mirado y apreciado en su totalidad. A veces sólo
se piensa en las aguas superficiales, pero nuestra actitud deberá ser amplia y
general, sin prejuicio alguno. Deberíamos mirar la gran variedad de los
recursos hidráulicos, en sus diferentes manifestaciones, de modo de estar en
condiciones de escoger en cada caso lo más conveniente.

La multiplicidad de formas en la que se halla el agua ha sido reconocida


universalmente. El agua tiene diversas manifestaciones y estados físicos; sin
embargo es una sola. El concepto de agua involucra las aguas marítimas,
terrestres y atmosféricas. El concepto de agua incluye, sin que la enumeración
sea limitativa, lo siguiente: las aguas del mar, las de los golfos, bahías,
ensenadas y esteros, las aguas atmosféricas, las provenientes de las lluvias de
formación natural o artificial, los nevados y glaciares, las de los ríos y sus
afluentes, las de los arroyos, torrentes y manantiales, las que discurren por
cauces artificiales, las de los lagos, lagunas y embalses de formación natural o
artificial, las subterráneas, las minero medicinales, las servidas, las
producidas y las de desagües agrícolas, de filtración y drenaje. A mayor
abundamiento puede señalarse que "El agua comprende los llamados recursos
hidráulicos en general; o sea el agua en sus distintos estados físicos y
condiciones de existencia: nubes, lluvia, nieve, aguas superficiales y subterrá-
neas" [168].

El concepto de ciclo hidrológico tiene no sólo un sentido científico y


teórico, sino también práctico y útil para la concepción general de los
proyectos hidráulicos. Así, Joaquín LOPEZ, citado en [168], señala lo
siguiente: “para adecuar la legislación a la realidad actual es menester tener en
cuenta dos axiomas: que el agua en las diversas fases que se nos presenta en el
ciclo hidrológico es una; es simplemente agua y que el agua, como recurso
natural está íntimamente ligado a todos los demás recursos".
El movimiento del agua en la Naturaleza se representa usualmente de
acuerdo a lo que ocurre en una cuenca. Si producimos erosión en la parte alta
de la cuenca (sea por deforestación, construcciones, prácticas agrícolas
inadecuadas o cualquier otro motivo) esto se reflejará en la parte baja de la
cuenca. Aparecerá gran cantidad de sedimentos que dificultarán el diseño y la
operación de las estructuras hidráulicas. Si contaminamos la parte alta de la
cuenca, este efecto se propagará a la parte baja, a las aguas subterráneas
34
y eventualmente al mar. La contaminación atmosférica produce la lluvia
ácida. Es decir, que los problemas del agua no pueden tratarse aisladamente,
sino mirando a ésta como parte de un proceso que no tiene principio ni fin y
que se describe por medio del ciclo hidrológico.

Pero el agua, con todo lo importante e indispensable que es, tiene que
examinarse conjuntamente con otros recursos. Para el aprovechamiento y
control de los recursos naturales en general, y de los recursos hidráulicos en
particular, el primer paso que debemos dar consiste en conocer que es lo que
tenemos frente a nosotros. Antes de pensar en el modo de aprovechar algún
objeto natural o de defendernos de él, debemos examinarlo cuidadosamente.
La observación es el primer paso hacia el conocimiento.

El investigador científico, el ingeniero, el hombre que desea conocer los


recursos hidráulicos tiene que empezar por hacer un inventario de ellos. Un
inventario implica la recolección y el procesamiento de datos obtenidos en la
Naturaleza, así como de la interacción entre ellos. La recolección es la
acumulación pasiva de datos: precipitación, caudales de los ríos, temperatu-
ras, velocidades del viento, transporte sólido de las corrientes fluviales y
muchos otros datos más.

Los datos obtenidos deben ser procesados de modo de obtener el producto


final del inventario, que no es otra cosa que la Información. La Información es
a la vez el final de un proceso y el punto de partida de otro proceso, que es la
planificación del desarrollo. Sólo podemos planificar el uso de lo que
conocemos. El conocimiento de la Información se convierte así en fuente de
poder. La Información, lo han dicho muchos autores, no es un fin en sí; es un
medio para obtener conocimiento. Es un instrumento para la acción [178].

Para el progreso de todos los campos del conocimiento humano se


requiere Información. La diferencia entre los países desarrollados y los
subdesarrollados puede expresarse en función del grado de Información que
poseen. Recordemos que la Carta Europea del Agua señala que los recursos
hidráulicos deben inventariarse.

La Constitución del Perú de 1979 señalaba en su artículo 119° que el


Estado evalúa y preserva los recursos naturales. Evaluar es valorar, señalar el
valor de algo. Todo esto implica señalar la jerarquía, importancia y demás
características de los recursos naturales. Un inventario es imprescindible. El
valor de los objetos naturales es diverso. En algunos casos su valor está
vinculado a los precios del mercado; en otros, su valor es estratégico; en otros,
el recurso es prácticamente invalorable en términos económicos, como pueden
ser por ejemplo el aire y el agua.

35
El Estado, a través de diversas reparticiones públicas, efectúa o debe
efectuar el inventario de los recursos naturales en general y de los recursos
hidráulicos en particular. La Ley General de Aguas (D.L. 17752) vigente desde
1969 señala en su artículo segundo, en relación con los recursos hidráulicos,
que el Estado deberá "realizar y mantener actualizados los estudios hidrológi-
cos, hidrobiológicos, meteorológicos y demás que fuesen necesarios en las
cuencas hidrográficas del territorio nacional".

La Información debe ser diversa, es decir que debe cubrir la totalidad de


posibilidades y la totalidad del país. La Información debe ser profunda, debe
tener los alcances adecuados para ser útil.

La realización de un inventario para obtener Información supone fuertes


inversiones económicas. Debemos acá pensar en la diferencia que existe entre
el costo de conocer y el costo de no conocer. La falta de Información, o su
escasez, hace que los proyectos se desenvuelvan dentro de condiciones de
incertidumbre, lo que trae como consecuencia mayores riesgos y mayores
costos. Pero, la falta de Información puede ser más grave, pues podría
conducirnos a no ver la posibilidad de usar la Naturaleza en provecho nuestro.

El Inventario debe ser sistemático, debe ser realizado por personal


especializado y debe usarse las más modernas técnicas disponibles. Ante la
imposibilidad material de investigar, inventariar y conocer todo, debemos
establecer prioridades, jerarquizaciones. "Para la fijación de este orden de
prioridades es imprescindible la intención y criterio de los planificadores, quienes
sin disponer inicialmente de elementos de juicio exhaustivos, deben estimar las
áreas conflictivas derivadas del desarrollo; así como también las de mayor
potencialidad, a fin de establecer un programa provisorio para inventariar los
recursos de dichas áreas y proceder en consecuencia. Por consiguiente, los
planificadores hidráulicos deben disponer de un conocimiento profundo de su
país, ya que la falta de este requisito ha sido causa de muchos de los fracasos de
los consultores extranjeros no consustanciados con las áreas de trabajo" [12].

Al analizar los datos correspondientes a las variables asociadas a los


proyectos hidráulicos, nos encontramos con que hay una incertidumbre
intrínseca que se origina en su naturaleza estocástica. Esta incertidumbre es
resuelta mediante el análisis probabilístico a partir de series históricas
suficientemente largas.

El concepto de inventario, es decir, de evaluación de potencialidades, está


íntimamente vinculado con un proyecto específico o con un plan de desarrollo.
No podemos desarrollar un proyecto o establecer un plan de aprovechamientos
hidráulicos sin conocer la potencialidad de los recursos. Pero tampoco
36
podemos investigar los recursos y evaluarlos sin tener en mente, por lo menos
el bosquejo, de un plan de desarrollo. Son, pues, dos conceptos que deben
desarrollarse juntos, de un modo iterativo y secuencial, dice WIENER [178].
Después de todo, no nos interesa la Información en sí misma, como algo
aislado, sino en la medida en la que es útil para planificar, para diseñar, para
ejecutar el desarrollo.

El inventario de recursos hidráulicos tiene diversas modalidades según la


fase del recurso de que se trate. Muchas veces se requiere mucho tiempo,
pues los datos que buscamos son dinámicos. Para conocer los escurrimientos
de un río se requiere probablemente de varias décadas de toma de datos. En
cambio la disponibilidad de aguas subterráneas puede determinarse en un
tiempo muy corto. Dicho en otras palabras, un año de investigación de
recursos hidráulicos superficiales, prácticamente no da mayor información
útil; en cambio un año de investigación de aguas subterráneas, nos da
información valiosísima. Lo mismo podría decirse del monto invertido en
investigaciones con relación a los resultados obtenidos.

En el Consenso de Lima sobre los Problemas de Agua, al examinar los asuntos


relativos a la evaluación de la disponibilidad de agua se recomendó lo
siguiente:

"i Complementar y extender las redes de estaciones hidrológicas y


meteorológicas, con visión de largo plazo de las necesidades futuras,
siguiendo en lo posible las recomendaciones de las agencias especializadas
de las Naciones Unidas y las experiencias locales. Asimismo mejorar los
sistemas de medición de calidad.

ii) Usar en lo posible la tecnología moderna, incluyendo sensores remotos,


para colectar información hidrometeorológica, hidrogeológica y sobre el origen
y curso de contaminantes.

iii) Organizar y normalizar en lo posible el procesamiento y publicación de


datos de modo de mantener al día las estadísticas y aprovechar las
observaciones efectuadas en estaciones operadas por diferentes
instituciones.

iv) Incrementar la prospección y la determinación de parámetros (variables) de


los acuíferos, evaluando su potencial y posibilidades de recarga.

v) Estudiar los lagos, lagunas, glaciares y nevados así como sus aportes a las
corrientes superficiales y subterráneas.

37
vi) Apoyar y promover la labor de los Comités Nacionales para el Programa
Hidrológico Internacional.

vii) Establecer cuencas experimentales y representativas" [115].

Resulta, pues, evidente que la evaluación de las disponibilidades de agua,


es decir, la determinación de la oferta, es una tarea ardua. En todo cálculo de
la oferta de agua está presente el aspecto económico. Lo que debe buscarse es
proporcionar agua en las condiciones requeridas y al menor costo posible.
Para ello debe usarse la mejor opción, producto de un estudio de alternativas.

Como ejemplo de un caso concreto de búsqueda de fuentes de agua,


recordemos que cuando se hizo el estudio de las fuentes de agua para Lima,
con el fin de satisfacer las demandas crecientes de la población, se examinaron
varias posibles alternativas; entre ellas las siguientes [17]:

1. Disminución de las pérdidas en el sistema de distribución


2. Uso de las aguas subterráneas
3. Uso de las aguas de los ríos de la vertiente del Pacífico
4. Uso de las aguas del río Mantaro
5. Tratamiento de desagües
6. Operación de aparatos sanitarios con agua de mar
7. Desalinización

En la Figura 2.1 se aprecia esquemáticamente las diferentes fuentes de


aguas superficiales que fueron estudiadas en aquella oportunidad.

El presente capítulo está orientado a mostrar las posibilidades de


determinación de la oferta de agua. Examinaremos en general las fuentes de
agua que usualmente están disponibles. Utilizamos acá la palabra fuente en
su más amplia acepción. Ellas son:

- Precipitación
- Aguas Superficiales
- Aguas Subterráneas
- Aguas Salinas
- Aguas Atmosféricas
- Prevención y Control de la Contaminación
- Economía en el Consumo
- La Reutilización de las Aguas

38
39
2.2 Precipitación

En determinadas circunstancias el agua contenida en la atmósfera cae sobre


la Tierra. Esta caída, o precipitación, puede ser en forma líquida, como lluvia,
o de otras formas, como nieve o granizo.

La precipitación es una de las manifestaciones del ciclo hidrológico; es su


rama atmosférica. La precipitación es la fuente de agua por excelencia; de ella
se origina la escorrentía, tanto superficial como subterránea.

Si toda la humedad de la atmósfera precipitase violentamente sobre la


Tierra la inundación producida apenas si alcanzaría una altura de casi tres
centímetros.

La precipitación normalmente tiene una marcada distribución espacial.


Hay lugares donde llueve mucho y otros donde casi no llueve. Aun dentro de
una misma cuenca, en lugares relativamente cercanos, hay variaciones
importantes en la cantidad de precipitación.

Pero las variaciones temporales de la precipitación son más impactantes


que las espaciales. Hay épocas del año en las que llueve abundantemente y
otras en las que no llueve. Hay también variaciones importantes de un año a
otro. Hay años secos, lluviosos y excepcionales. Esta variabilidad es
particularmente notoria en las zonas áridas y semiáridas. En estas zonas
suele ocurrir que durante varios años la precipitación sea nula, y de pronto,
ocurra una tormenta de gran magnitud.

Una parte de la precipitación que ocurre sobre una cuenca da lugar a la


escorrentía, y otra, a veces importante, a la evapotranspiración. Hay también
una parte que se infiltra.

La precipitación usualmente se expresa en milímetros acumulados en un


lugar durante un cierto tiempo. Se tiene así valores horarios, diarios,
mensuales o anuales de la precipitación en una estación determinada. La
precipitación se mide por medio de pluviómetros; cuando estos son registrado-
res se llaman pluviógrafos.

En el Cuadro 2.1 se señala para algunos grandes ríos tropicales la


precipitación media sobre su cuenca y la parte de ella que constituye la
escorrentía y la evapotranspiración, todo expresado en milímetros por año. Se
señala también la descarga media de cada río.

40
CUADRO 2.1
Valores Característicos de la Precipitación en algunas Cuencas Tropicales [75]

PRECIPITACION ESCORRENTIA EVAPOTRANS- DESCARGA


CUENCA ANUAL ANUAL PIRACION MEDIA
(mm) (mm) ANUAL (mm) (m3/s)

Amazonas 2 150 1 088 1 062 212 000


La Plata 1 240 432 808 42 400
Congo 1 561 337 1 224 38 800
Orinoco 1 990 883 1 107 28 000
Mekong 1 570 523 1 047 13 500
Irauadi 1 970 978 992 13 400

En el Cuadro 2.2 aparecen los valores de la precipitación mensual de la


estación El Tigre, en Tumbes, para el periodo 1964 - 1986. Se observa que la
precipitación es variable con el tiempo. La media anual de los 23 años de
registro es de 377 mm, pero hay un año (1983) en el que la precipitación fue
más de 8 veces el promedio; en cambio en 1968, año más seco del registro, la
precipitación fue casi nula.

En 1983 la precipitación fue excepcional, pues se presentó con gran


intensidad el Fenómeno de El Niño. La precipitación de ese año equivale a la
precipitación acumulada en los 11 años anteriores. Este valor tan fuerte
produce serias distorsiones en los promedios. Así por ejemplo, si no
considerásemos la lluvia de 1983, entonces el promedio de los 22 años
restantes sería de 254,50 mm.

El Cuadro 2.2 es sumamente ilustrativo y puede ser analizado desde


diferentes puntos de vista. Nótese, por ejemplo, que el promedio de todos los
eneros es relativamente importante, pero hay 6 años en los que la lluvia de
enero es prácticamente cero. Nótese también que los valores de la precipita-
ción anual están concentrados en pocos meses. En 1981 la precipitación
anual se produjo en un solo mes. El Cuadro 2.2 está complementado con
algunos valores estadísticos.

Para comprender mejor la distribución temporal de la precipitación debe


observarse los valores diarios y, para ciertos cálculos, debe conocerse la
distribución horaria, en cuyo caso es indispensable el uso de pluviógrafos.

En el Cuadro 2.3 se presenta los valores diarios de la precipitación


durante 1975, para la misma estación del Cuadro 2.2. Hemos escogido este
41
año porque su precipitación anual es parecida al promedio. Se nota que el
59% de la precipitación anual se produjo en el mes de marzo. Así mismo, es
importante observar que la precipitación de enero y febrero se produjo en unos
cuantos días. Entre el 19 de enero y 18 de febrero la precipitación fue
prácticamente nula.

Los valores mostrados nos indican la gran variabilidad temporal de la


precipitación y lo cautelosos que debemos ser cuando se hable de promedios,
así como de la posibilidad de considerar el aporte efectivo de la lluvia.

Pero hay también variabilidad espacial de la precipitación. Es decir, que


no llueve igual en todos los puntos de una cuenca. De acá que deba
disponerse de una red de estaciones pluviométricas. A cada estación
corresponde una parte de la cuenca. De esta manera se puede calcular la
precipitación total media sobre la cuenca, para lo que se usa el método de los
polígonos de Thiessen o el de las isoyetas.

Las isoyetas son líneas trazadas sobre un plano de la cuenca, que unen
puntos de igual precipitación en un período dado. En consecuencia, puede
hablarse de isoyetas mensuales o anuales, por ejemplo.

En la Figura 2.2 se observa, a título de ejemplo, la red de estaciones de la


cuenca del río Santa y en la Figura 2.3 las isoyetas medias anuales de dicha
cuenca. En la Figura 7.3 se aprecia las isoyetas de la cuenca Puyango-
Tumbes.

El fantasma de la sequía siempre ha preocupado a los pueblos y se ha


buscado formas de estimular la producción de lluvias. En diversas épocas y
circunstancias se ha recurrido a la magia y a los rezos. Pero ha habido otros
intentos. VEN TE CHOW nos cuenta que en 1890 el Senado norteamericano
asignó un fondo de diez mil dólares para la realización de experimentos
encaminados a hacer llover a cañonazos. La conclusión fue, según se informó,
“moderadamente satisfactoria” [176].

La estimulación de lluvias forma parte de acciones encaminadas a la


modificación del clima que incluye metas como la supresión del granizo, la
disipación de la niebla o la mitigación de los huracanes.

Sin embargo, los progresos logrados hasta ahora para la estimulación


artificial de lluvias no son significativos.

42
CUADRO 2.2
Valores Mensuales de la Precipitación
En la Estación El Tigre (Tumbes) *
*
En mm
AÑO ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC TOTAL

1964 72,40 4,90 91,60 54,80 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 223,70
1965 0,00 3,10 303,10 135,10 30,20 0,10 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3,70 475,30
1966 30,60 3,20 29,50 0,30 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3,10 0,60 0,00 67,30
1967 57,10 111,50 0,00 12,40 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 8,60 0,00 0,00 189,60
1968 1,00 0,00 1,10 0,30 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 2,40
1969 13,00 22,90 149,30 153,60 97,80 43,90 0,40 0,00 0,00 0,00 0,00 0,50 481,40
1970 41,00 71,40 15,10 0,00 18,50 0,00 0,00 0,00 0,00 22,90 0,00 0,00 168,90
1971 12,10 81,20 59,10 20,80 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 173,20
1972 14,90 80,10 266,50 159,70 14,20 25,60 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 561,00
1973 313,00 85,10 40,40 53,50 4,20 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1,80 498,00
1974 0,20 6,10 8,30 12,40 20,30 7,30 0,00 0,00 0,60 9,90 0,60 0,80 66,50
1975 31,10 27,30 228,70 82,20 1,60 1,80 2,80 6,20 2,30 2,40 2,30 0,00 388,70
1976 225,20 130,10 136,40 44,20 18,70 12,70 0,00 7,20 0,30 0,40 0,00 0,30 575,50
1977 30,50 115,20 63,90 80,50 1,50 1,00 0,00 0,00 3,40 0,00 0,00 0,00 296,00
1978 36,10 27,50 65,10 38,10 8,90 8,80 0,00 0,00 14,60 2,20 0,00 17,80 219,10
1979 32,70 18,20 16,10 32,90 3,20 0,00 1,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 104,10
1980 12,00 11,50 26,80 97,80 2,30 0,00 0,00 0,00 0,00 1,70 7,40 25,50 185,00
1981 0,00 0,00 55,70 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 55,70
1982 0,20 0,40 0,00 5,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1,10 12,30 70,90 89,90
1983 397,80 470,70 339,30 480,40 540,30 348,90 289,30 100,50 54,20 10,60 0,00 40,20 3072,20
1984 0,00 237,80 76,80 41,50 0,00 1,10 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 10,70 367,90
1985 5,70 3,20 34,30 0,70 11,80 2,10 0,00 0,00 0,00 4,20 0,00 0,00 62,00
1986 138,70 120,10 4,20 67,80 1,50 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 8,60 7,00 347,90

MEDIA = 63,71 70,93 87,45 68,43 33,70 19,71 12,76 4,95 3,28 2,92 1,38 7,79 377,01
PORCENTAJE S/TOTAL = 16,90 18,81 23,19 18,15 8,94 5,23 3,38 1,31 0,87 0,77 0,37 2,07 100,00
DESVIACION STANDARD =106,37 106,04 102,14 102,39 112,38 72,51 60,29 20,92 11,52 5,46 3,32 17,05 613,39
COEF. DE ASIMETRIA = 2,08 2,51 1,30 2,93 4,16 4,24 4,38 4,32 3,95 2,42 2,30 2,61 3,64
COEF. DE CORRELACION = 0,70 0,44 0,78 0,91 1,00 0,99 1,00 0,96 0,29 -0,13 0,70 0,45 -0,06
DE X,X+1
COEF. DE VARIACION = 1,67 1,49 1,17 1,50 3,34 3,68 4,72 4,22 3,51 1,87 2,40 2,19 1,63
*
En mm

43
CUADRO 2.3
Valores Diarios de la Precipitación del año 1975
En la Estación El Tigre (Tumbes) *

DIA ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC

1 0,0 0,0 0,3 2,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
2 0,0 0,0 60,3 2,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
3 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
4 0,0 0,0 0,0 0,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
5 0,0 0,0 10,2 1,4 1,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
6 0,0 0,0 0,0 4,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
7 0,0 0,0 0,2 0,2 0,0 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
8 0,0 0,0 10,2 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
9 0,0 0,0 0,2 2,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,0 0,0 0,0
10 0,0 0,0 0,0 15,2 0,0 0,0 0,0 0,2 1,5 0,0 0,0 0,0
11 0,0 0,2 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
12 0,0 0,0 5,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
13 8,9 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
14 5,2 0,0 0,0 13,6 0,0 0,0 2,2 0,0 0,0 0,4 0,0 0,0
15 6,9 0,0 20,3 3,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,8 0,0 0,0
16 2,3 0,0 3,1 19,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0
17 5,9 0,2 20,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,6 0,0
18 1,4 0,0 30,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
19 0,0 6,3 10,2 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
20 0,0 0,0 0,0 6,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0
21 0,0 0,0 0,0 5,2 0,0 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
22 0,0 0,2 3,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
23 0,0 0,5 30,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
24 0,0 9,4 4,2 4,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
25 0,0 0,1 10,6 0,0 0,0 0,0 0,0 5,5 0,0 0,0 0,0 0,0
26 0,0 0,0 4,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0
27 0,0 0,2 0,9 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 0,0
28 0,0 10,2 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 0,3 0,0 0,0 0,0
29 0,0 2,1 0,0 0,0 0,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
30 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
31 0,5 1,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0

SUMA31,027,0 229,0 82,0 2,0 2,0 3,0 6,0 2,0 2,0 2,0 0,0

*
En mm

44
45
46
2.3 Aguas Superficiales
Las aguas superficiales constituyen la fuente de agua que mayormente hemos
utilizado hasta ahora. Cuando se produjo el tránsito de la economía del
hombre cazador y recolector a una economía basada en la agricultura, el
hombre tuvo que instalarse junto a las fuentes de agua. Hace de esto unos
10 000 años. Surgieron allí, años después, las grandes civilizaciones de la
antigüedad.

La utilización de las aguas superficiales puede lograrse muchas veces


mediante sencillas obras de ingeniería. Luego de la agricultura nació el riego,
la irrigación, y esto afincó más al hombre; dejó de ser nómada, recolector,
cazador y se dedicó a esta nueva manifestación cultural, la agricultura bajo
riego, que como actividad económica le produjo excedentes que pudo emplear
en la construcción de ciudades, abastecimientos de agua y en la creación de
un mercado de servicios.

Hablamos del riego no sólo porque es el uso del agua que representa un
mayor consumo, sino porque es probablemente el primer uso económico
importante que se le dio al agua. Las aguas superficiales permitían a esas
antiguas sociedades la satisfacción de sus necesidades fundamentales: uso
poblacional o doméstico, riego, cría de animales, pesca, recreación y
transporte.

En general, por ese entonces, la disponibilidad de recursos hidráulicos era


mucho mayor que las demandas, salvo en las zonas áridas en las que el
control del agua, por su escasez, constituyó fuente de poder.

Cuando nació la agricultura, hacía uno o dos millones de años que


nuestros antepasados habitaban la Tierra. Es significativo y no debemos
perder de vista el hecho de que de entonces acá, el 99% del tiempo transcurri-
do para llegar a nuestro presente cultural el hombre tuvo satisfechas sus
necesidades mediante la caza y la recolección de frutos. El hombre usaba el
agua para beberla, para recrearse y para dejar que crezcan los peces que
después capturaría. El agua más que un recurso era un objeto natural. Las
demandas eran muy pequeñas; la disponibilidad de agua parecía ser
inagotable. Quizá por eso hasta ahora tenemos esa tendencia a creer que toda
el agua del mundo está a nuestra disposición, sin límite, sin ahorro y sin tener
el debido cuidado por la conservación de su calidad. Obviamente, en aquellos
tiempos del paleolítico no tenía ningún sentido planificar el uso de los recursos
hidráulicos, pues la necesidad de planificar surge de la escasez. El agua no
era, pues, lo que en sentido económico llamaríamos un recurso natural.

47
El hombre, que fue la última gran especie que surgió, tuvo desde el
principio una doble relación con la Naturaleza, que en lo esencial se mantiene
hasta ahora. De un lado, la Naturaleza es la que le proporciona su subsisten-
cia, sus alimentos. El hombre tiene a su disposición los frutos y animales del
mundo natural. En este sentido la Naturaleza es fuente de vida. Pero, de otro
lado, la Naturaleza es también fuente de muerte, ofrece peligros y el hombre
debe aprender a defenderse de ella.

Esta complejidad de la relación Hombre-Naturaleza, como lo han señalado


muchos autores, establece una doble reacción humana [31]. El hombre trata
de adaptarse a la Naturaleza, a las condiciones imperantes en el lugar y en el
momento que le toca vivir. Pero, y aquí es donde se diferencia de otros seres
vivos, también trata de modificar el ambiente, la Naturaleza, el mundo
circundante y adecuar su hábitat.

Esta dualidad que hemos señalado para la relación del hombre con la
Naturaleza en general, ocurre con el agua en particular. Hace decenas de
miles de años el hombre tuvo que aprender a protegerse del agua. Tuvieron
que pasar muchos años más para que el hombre pretendiese modificar el
medio ambiente en su beneficio: nació así el riego; luego, las grandes obras
hidráulicas.

Antes había nacido la agricultura. La forma más simple de concebir la


agricultura es pensando que el agua de lluvia al caer sobre el suelo fértil
contribuye a la creación de las condiciones para la germinación de las
semillas, el desarrollo de las plantas y la culminación de su ciclo vegetativo con
la obtención de los frutos respectivos. Una de las funciones del suelo agrícola
es la de constituir el soporte físico de las plantas. Como tal es una mezcla de
arena, limo y arcilla, cuya proporción determina la textura del suelo. El agua
disuelve los nutrientes para que la planta pueda alimentarse. El agua, y no el
suelo, resulta ser fundamental para la agricultura, tal como se comprueba con
los cultivos hidropónicos. El método hidropónico consiste en cultivar las
plantas únicamente en el agua, sin contar con los recursos del suelo.

Los historiadores afirman que correspondió a la mujer el descubrimiento


de la agricultura. ¿Por qué nació la agricultura? Hay quienes piensan que la
presión demográfica obligó al hombre a establecerse en un lugar, a cultivar la
tierra y obtener frutos que podían permitirle no sólo subsistir, sino guardar y
aun tener excedentes, en el sentido económico del término. Hay otros que
piensan que fueron razones climáticas las que obligaron al hombre a asentarse
cerca de los ríos. Es la teoría de la gran sequía. El aumento demográfico sería
entonces una consecuencia y no una causa de la agricultura bajo riego [85].

48
Algo sucedió, pues, hace unos 10 000 años en diversas partes de la Tierra.
La velocidad de propagación del nuevo fenómeno fue impresionante. En
pocos miles de años más o menos simultáneamente en diversos lugares de la
Tierra, se abandonó un sistema de vida, de economía, de relación con la
Naturaleza, que había durado dos millones de años, y la agricultura, y luego el
riego, se extendieron por doquier.

El aprovechamiento de los recursos hidráulicos había empezado en el


Comienzo mismo: cuando el hombre se acercó a una fuente de agua y bebió de
ella. El riego empezó cuando el hombre vio que por ausencia de lluvias
requería trasladar el agua desde un río o una laguna hasta el lugar en el que
la necesitaba para los cultivos. Tuvieron que pasar muchos años para que
surgieran otros importantes usos del agua.

Las grandes civilizaciones, llamadas por algunos autores las civilizaciones


hidráulicas, surgieron junto a los grandes ríos: Nilo, Tigris, Eufrates, Indo y
Amarillo. Al instalarse el hombre cerca de los ríos aprovechaba, cuando podía,
las épocas de abundancia en las que el río crecía libremente, se desbordaba
e inundaba grandes extensiones de tierra que quedaban así aptas para recibir
las semillas. Recordemos los casos de Mesopotamia y Egipto. CHILDE nos
dice lo siguiente: “Sumeria era un territorio nuevo recién levantado sobre las
aguas del Golfo Pérsico por el sedimento que acarreaban los dos ríos. Estaba
aún cubierto de vastos pantanos, llenos de altas cañas, interrumpidos por bancos
de barro y arena, e inundados periódicamente por las crecientes. A través de
tortuosos canales, entre las cañas, las aguas barrosas fluían lentamente hacia el
mar. Pero en ellas abundaban los peces; los cañaverales albergaban muchas
aves silvestres, cerdos salvajes y otros animales, y en cada pedazo de terreno
que emergía crecían palmeras datileras que ofrecían todos los años una cantidad
considerable de nutritivos frutos.

Por contraste con el desierto que se extendía a ambos lados esta jungla debe
haber parecido un paraíso. Si alguna vez las crecientes podían ser dominadas y
canalizadas, los pantanos desagotados y los áridos bancos regados, se
convertiría seguramente en un Edén. En verdad, documentos que daten del año
2500 A.C. indican que el rendimiento medio de un campo de cebada equivalía a
86 veces la siembra" [31].

En los párrafos que se ha trascrito se nota, en el contraste entre la zona


con agua y el desierto, un parecido muy grande con la costa peruana.

Veamos lo que nos dice el mismo autor sobre Egipto: “Al sur de El Cairo
el estrecho valle que cruza la meseta árida y desierta guarda analogía, real pero
remota, con Sumeria. Estaba ocupada también por una cadena de marismas
cubiertas por un matorral de papiros que albergaban aves acuáticas, animales
49
de caza y peligrosos hipopótamos. A través de las marismas el Nilo proporciona
una vía perfecta para el transporte. Su crecida anual, más regular y más
oportuna para las operaciones agrícolas que las del Tigris y el Eufrates, riega
automáticamente las tierras que el esfuerzo humano ha conquistado".

En los valles de los ríos Nilo, Tigris-Eufrates y el Indo surgieron hace unos
5 000 años las grandes civilizaciones de la antigüedad, las ciudades y las
sociedades urbanas de servicios (artesanos, comerciantes, administradores).
CHILDE nos explica la importancia que tenían las obras hidráulicas en aquella
época. "La excavación y conservación de los canales de riego son tareas
sociales, más aún que la construcción de murallas defensivas o el trazado de
calles. La comunidad en su conjunto debe prorratear a los consumidores
individuales el agua canalizada mediante el esfuerzo colectivo. Ahora bien, el
dominio del agua pone en manos de la Sociedad una fuerza potente que
complementa las sanciones sobrenaturales. La sociedad puede excluir del
acceso a los canales a los recalcitrantes que no se ajusten a las reglas de
conducta unánimemente aprobadas. En una zona árida, el extrañamiento
constituye una pena más drástica que en un clima templado o tropical, donde la
tierra y el agua son relativamente abundantes" [31].

La forma más simple en que podemos concebir una obra de aprovecha-


miento del agua superficial para riego es la de desviar parcial o totalmente las
aguas de un río hacia las zonas agrícolas. Los asentamientos humanos,
prudentemente, estaban alejados del cauce natural de los ríos. La irrigación
nace cuando el hombre construye obras para captar y conducir las aguas
hasta lugares más alejados. Así es como se ha desarrollado, desde hace miles
de años, la costa peruana. El agricultor costeño es esencialmente regador,
sembrador. Desvió los ríos, construyó canales y adaptó sus métodos de riego a
las condiciones imperantes en los ríos. La regla general era, y es todavía donde
no hay obras de regulación, la siguiente: captar por los canales la mayor
cantidad posible de agua en el poco tiempo que ésta estaba disponible. De acá
que cuando se juzga el tamaño de los canales antiguos de riego en valles no
regulados, el técnico moderno piensa que están sobredimensionados, que son
muy grandes, pero no es así. Esos enormes canales para regar áreas más o
menos pequeñas son las más clara demostración de la identificación del
hombre con la Naturaleza; es decir que constituyen lo que por definición es la
técnica más avanzada: resolver los problemas con los recursos disponibles.

Las aguas superficiales son captadas en la obra de toma (bocatoma) y


conducidas por un canal hasta la zona de riego. Sistemas como éste se han
construido y operado en el Perú desde épocas inmemoriales. "Con justicia, el
sistema de canales de irrigación construido en la época precolombina, ha
llamado la atención de cronistas, arqueólogos y viajeros, pues aún prescindiendo
de exageraciones inútiles pone de manifiesto lo avanzado de ciertos
50
conocimientos de ingeniería de los pobladores del antiguo Perú", nos dice Jorge
M. ZEGARRA, quien se está refiriendo a los canales preincaicos de la costa
peruana y nos señala algunos ejemplos: “En efecto, se conservan en Lambaye-
que restos del Canal de Racarumi, que nacía en el río Chancay o Lambayeque y
atravesando el portachuelo de Chaparri irrigaba tierras en el valle de La Leche ....
Del mismo río, margen izquierda, se desprendía otro extenso canal, llamado de
Cucureque ..." [182].

Asimismo salían canales del río Zaña, del Chicama y de casi todos los ríos
de la costa. Del río Jequetepeque, entre otras, salía la acequia de Talambo, y
del río Moche, la de la Mochica. Sería muy larga esta lista. En realidad toda la
costa está llena de canales con los que se aprovecha las aguas superficiales
desde hace miles de años. En una hermosa tradición Ricardo PALMA nos
cuenta como se construyó el canal de la Achirana. Pensamos, sin embargo,
que debió tratarse de una remodelación, pues el canal debía haber estado en
funcionamiento desde mucho tiempo atrás.

BRIGG afirma que la costa norte del Perú fue un gran centro agrícola
americano. Hay evidencias, nos dice ese autor, de domesticación de plantas
en el quinto milenio antes de Cristo: frijoles y algodón, entre otras; 2 000 años
A.C. se sembraba maíz. Había granjas, ciudades y edificios monumentales;
todo basado en la agricultura bajo riego [69].

En el siglo XIX, en el sur del Perú, se capta las escasas aguas del río
Uchusuma, a más de 4 000 m sobre el nivel del mar, en la vertiente del
Titicaca, y se lleva un escasísimo caudal, inferior a 1 m3/s, a través de una
larga conducción que llega finalmente al valle de Caplina, en Tacna, donde la
escasez de agua era, y es todavía, notable. En Tacna la ciudad y el campo se
disputan las escasas aguas del río Caplina que, según dicen, en lengua
aborigen significa el que no llega al mar.

Cuando se usa las aguas superficiales para un proyecto hidráulico,


éstas pueden ser de la propia cuenca o de otra. Se introduce así el concepto
de cuenca cedente o excedentaria. Una cuenca como la del Santa es cedente
con respecto a otras en los proyectos CHAVIMOCHIC (Chao, Virú, Moche,
Chicama) y CHINECAS (Chimbote, Nepeña, Casma, Sechín). Para que una
cuenca sea cedente debe satisfacer primero sus propias necesidades. Sólo los
excedentes deben trasvasarse. El Chira cede sus aguas al Piura, el Jequetepe-
que lo haría al Zaña y así sucesivamente podríamos mencionar muchos
ejemplos.

Los aprovechamientos que no tienen embalses de regulación dependen de


la disponibilidad de agua en el río. Todo hace pensar que hace cientos de años

51
los torrentes costeños tenían un régimen hidrológico más regular que el actual;
es decir, que el contraste entre avenidas y estiajes no era tan pronunciado
como lo es ahora. Las cuencas tenían una mayor cobertura vegetal, la vida
rural era más intensa. En los Andes se aprovechaba las laderas de los cerros
construyendo andenes, no sólo para aumentar la extensión de las tierras
cultivadas, sino para defenderse de la erosión. Todo esto determinaba que la
cuenca tuviese mayor capacidad de autorregulación, pues actuaba como un
reservorio natural. A lo largo de los últimos 500 años se han producido
modificaciones importantes, originadas fundamentalmente por la acción del
hombre. La conquista europea trasladó el interés económico de la agricultura
a la minería. Se introdujeron especies animales exóticas como la cabra, gran
depredador, y se explotó y taló los árboles para obtener leña y carbón. Se
inició así el proceso acelerado de deforestación y desertificación. Las cuencas
se erosionan enormemente y cada vez es más difícil y costosa la construcción y
operación de obras en el cauce inferior de los ríos. En estas condiciones la
variabilidad temporal de los caudales, que describiremos más adelante,
aumenta muchísimo. Para poder disponer de caudales firmes concordantes
con las demandas, se ha debido construir presas de regulación, tales como
Poechos, Tinajones, Gallito Ciego o Condoroma.

Las aguas superficiales, como lo señalamos antes, se caracterizan porque


para establecer su potencial, es decir, para conocer los caudales disponibles
con un determinado grado de seguridad, se requiere largos registros históricos.
Los estudios hidrológicos son, pues, largos y complejos.

Uno de los mayores problemas que se presenta para el aprovechamiento


de las aguas superficiales de las zonas áridas y semiáridas es su gran
variabilidad temporal. Aunque más adelante examinaremos este aspecto del
agua, conviene que desde ahora mostremos algunos ejemplos de la gran
variabilidad temporal de la escorrentía, así como antes lo hicimos con la
precipitación.

En el Cuadro 2.4 se observa como se distribuyen mensualmente, en


porcentaje de la masa anual, los recursos hidráulicos del río Moche. Todos los
valores señalados son promedios. El Cuadro 2.4 es representativo de la
torrencialidad de los ríos costeños. Se observa que en promedio en tres meses
de avenidas (febrero, marzo y abril) escurre el 70% del total del año y en cinco
meses (enero a mayo) escurre el 90% del total anual. En los meses restantes
sólo hay un caudal muy pequeño. Esta es la situación que se presenta en la
mayor parte de los ríos de la costa peruana. Esta variabilidad tiene que
tomarse en cuenta para apreciar debidamente los valores que fueron
presentados en el Cuadro 1.6.

52
En el río Chicama la situación es similar, tal como puede verse en el
Cuadro 2.5. Para mayor ilustración de esta variabilidad temporal se presenta
en el Cuadro 2.6 los caudales anuales del río Chicama. En el período
comprendido entre 1911 y 1980 el río Chicama ha tenido en varios años
caudales medios anuales inferiores a 10 m3/s.

La gran variabilidad temporal de los recursos hidráulicos superficiales


juega un papel importante en el estudio y consideración de fuentes
alternativas de agua.

Las aguas superficiales a menudo están cargadas de sedimentos prove-


nientes de la erosión de la cuenca. Esto encarece y dificulta su
aprovechamiento, así como el funcionamiento de bocatomas, desarenadores,
canales, turbinas y obras de embalse. Las aguas superficiales tienen muchas
veces problemas de calidad, pues los ríos funcionan colectores de desagües
poblacionales, industriales, mineros y agrícolas. Si no existe, o no se pone en
práctica, una política nacional de preservación de la calidad de las aguas,
éstas pueden deteriorarse de tal modo que su aprovechamiento quede
fuertemente limitado.

Los lagos y lagunas constituyen singularidades de las aguas superficiales.


Los lagos pueden definirse muy simplemente como cuerpos de agua que
llenan las depresiones de la corteza terrestre [104]. En el Glosario para el Plan
Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos, el lago se define como
"ambiente acuático continental estancado de considerable extensión y cuyas
características y fenómenos geográficos son similares a los del mar, es decir
presenta golfos, bahías, islas, mareas, etc." [134]. Las lagunas son lagos de
menor dimensión.

En el Perú tenemos un lago muy grande como el Titicaca y una gran


cantidad de lagunas de diversos tamaños, algunas pequeñísimas (Cuadro
1.7).

Un lago representa una forma natural de almacenamiento de agua. En el


Perú hay gran cantidad de lagunas que han sido represadas; es decir, que se
ha cerrado su salida por medio de una presa con lo que se aumenta el
volumen disponible para su utilización, para lo cual una o más compuertas
permiten disponer del agua a voluntad. Las 19 lagunas represadas en la
cuenca del río Santa Eulalia contribuyen al afianzamiento hidráulico del río
Rímac. Hay otras lagunas, como la de Marcapomacocha, de la cuenca del río
Mantaro, cuyas aguas se derivan hacia el río Rímac.

Los lagos, en especial los pequeños, y las lagunas son generalmente


temporales (no perennes), sobre todo cuando se usa una escala de tiempo muy
grande. Esto significa que las depresiones del terreno, que aparecen como
lagos o lagunas, no siempre han estado llenas de agua. La limnología es la
ciencia que estudia los lagos y embalses, incluyendo los fenómenos
hidrológicos y especialmente el aspecto ambiental.
53
CUADRO 2.4
Distribución Porcentual de la Disponibilidad
Mensual de Agua en el río Moche
(Estación Quirihuac: 1912-1980)
Setiembre 0,6
Octubre 1,4
Noviembre 2
Diciembre 3,5

Enero 12

Febrero 14
Marzo 32 70% 90%
Abril 24

Mayo 8

Junio 1
Julio 1
Agosto 0,5

100,0

CUADRO 2.5
Distribución Porcentual de la Disponibilidad
Mensual de Agua en el río Chicama
Setiembre 1,5
Octubre 2
Noviembre 1,5
Diciembre 3

Enero 8

Febrero 20
Marzo 29 70% 86%
Abril 21

Mayo 8

Junio 3
Julio 2
Agosto 1

100,0

54
CUADRO 2.6
Caudales Medios Anuales del río Chicama *
(Estación Salinar)
AÑO Q AÑO Q AÑO Q

1911-12 7 1934-35 21 1957-58 21


1912-13 14 1935-36 32 1958-59 22
1913-14 10 1936-37 9 1959-60 20
1914-15 96 1937-38 29 1960-61 15
1915-16 83 1938-39 33 1961-62 32
1916-17 20 1939-40 32 1962-63 18
1917-18 28 1940-41 44 1963-64 24
1918-19 28 1941-42 14 1964-65 24
1919-20 31 1942-43 40 1965-66 13
1920-21 33 1943-44 36 1966-67 32
1921-22 36 1944-45 33 1967-68 5
1922-23 28 1945-46 29 1968-69 12
1923-24 16 1946-47 19 1969-70 16
1924-25 81 1947-48 29 1970-71 31
1925-26 59 1948-49 32 1971-72 31
1926-27 31 1949-50 9 1972-73 44
1927-28 28 1950-51 8 1973-74 21
1928-29 25 1951-52 25 1974-75 33
1929-30 21 1952-53 41 1975-76 23
1930-31 15 1953-54 17 1976-77 29
1931-32 35 1954-55 23 1977-78 6
1932-33 81 1955-56 33 1978-79 13
1933-34 60 1956-57 34 1979-80 1

* En m3/s

55
En el sentido más amplio, los lagos y lagunas se clasifican en abiertos y
cerrados, dependiendo de que tengan o no una salida. Los lagos abiertos
tienen un río, o una corriente de agua, que los descarga. Por ejemplo, el río
Mantaro es la descarga del lago Junín. Hay otro tipo de lagos que también se
consideran abiertos, pero que descargan por filtración. Este es el caso de la
laguna de Aricota, que da lugar, por filtraciones, al nacimiento del río Curibaya
(cuenca de Locumba). "Una nota saltante de esta zona es la laguna de Aricota,
profundo embalse natural de 120 m de profundidad y 800 MMC de capacidad
formada por el desprendimiento de grandes masas de los cerros laterales sobre
el cauce del río, haciendo una presa natural en cuyo talud de aguas abajo se
aprecian filtraciones que dan origen al río Curibaya y que han sido aprovecha-
das para la agricultura..." [100].

Los lagos cerrados son aquéllos que como su nombre lo indica no tienen
salida. Este tipo de lagos y lagunas es propio de las zonas áridas y semiári-
das. Como lo señala LANGBEIN en estas zonas la evaporación es mayor que la
precipitación y el número de lagos aumenta con el grado de aridez, llegándose
al caso extremo de tener lagos secos [84].

En los lagos cerrados hay por lo general un elevado grado de salinidad. La


explicación usual es que el continuo proceso de evaporación de agua, libre de
sales, y el ingreso de agua con un cierto contenido salino determina que haya
una acumulación de sales en el lago. Sin embargo, el contenido de sales de las
aguas no es una medida de su edad, como alguna vez se pensó.

En los lagos y lagunas hay una tendencia a la eutrofización. Es éste el


proceso mediante el cual las aguas se hacen más ricas en sustancias
nutritivas, como las algas. Este proceso puede ser natural como consecuencia
del paso del tiempo o artificial por efecto de fertilizantes y contaminantes.

El lago Titicaca, que es el más grande que tenemos, es compartido por


Perú y Bolivia. El lago Junín representa un área de gran valor histórico,
sociológico y científico, y desde 1974 es Reserva Nacional [17]. El proyecto
Trasvase Mantaro propone aumentar la capacidad del lago a 1 300 MMC para
cumplir con los objetivos del Proyecto, en lo que respecta a suministro de agua
potable para la ciudad de Lima y generación de energía. Es, sin embargo,
lamentable el grado de contaminación de este lago y de sus alrededores,
principalmente por la actividad minera.

Las lagunas, en general, son formas de retención superficial. Así, en la


cuenca del río Maure, de la vertiente del lago Titicaca, se da lo siguiente:
"Debido a la porosidad del tufo volcánico, la cuenca muestra un fuerte índice de
infiltración y gran retentividad de las aguas de precipitación como se verá más
adelante, constituyendo un reservorio natural y explica el caudal casi constante

56
que presenta el río Maure, pese al largo período seco, Mayo a Octubre". "En la
cuenca del río Maure, así como en la vecinas, abundan los bofedales, es decir
zonas donde el agua discurre lentamente, en forma subsuperficial en gran parte,
manteniendo los terrenos saturados en forma constante lo que favorece el
crecimiento de cierto pasto que aunque enano es bueno para la alimentación de
las alpacas. Por estos motivos los naturales fomentan la formación de estos
bofedales provocando inundaciones con pequeños canales que parten de los
pequeños ríos existentes. Por esta razón hay constantemente una masa de agua
expuesta a la evaporación... lo que baja el rendimiento de la cuenca" [139].

Pero las lagunas no sólo significan una forma inconveniente de retención


superficial desde el punto de vista del aprovechamiento del agua existente,
sino que también pueden ser fuente de peligro. La ruptura de lagunas ha
dado lugar a grandes aluviones. Recordemos que las lagunas son
represamientos naturales, sin aliviadero. "El aluvión de Huaraz, que destruyó
parte de dicha ciudad, segó la vida de gran número de personas el 13 de
diciembre de 1941. Se originó este aluvión por la ruptura de dos lagunas de la
quebrada Cojup, que descargaron más de 4 000 000 de m3 " [41].
Posteriormente ha habido muchos otros aluviones en la cuenca del río Santa.
El más importante fue el de 1970.

Las lagunas son lugares apropiados para la recreación y el turismo, por lo


que debemos preservarlas.

Otra forma de retención superficial está constituida por los pantanos. La


definición de pantano es muy amplia: "Ciénaga situada en un terreno de
drenaje nulo o escaso, constituido de aluvión o de morrena de glaciar, o más
concretamente situada en una cuenca rocosa llena de humus negro y arena
saturada de agua, de materia vegetal descompuesta y de musgo gris, incapaz de
soportar mucho peso. La superficie está habitualmente cubierta de montículos.
Denominación también aplicada en general a todo terreno musgoso y pantanoso,
cualquiera que sean las características topográficas del terreno circundante"
[134]. Esta larga definición se origina en el Glosario Hidrológico Internacional de la
Organización Meteorológica Mundial.

Los pantanos son ambientes acuáticos que forman parte del ecosistema y
que deben preservarse. La alternativa de los pantanos es el desierto. Los
pantanos son recursos turísticos, paisajistas y, como en el caso de los de Villa,
al sur de Lima, constituyen refugios de las aves migratorias, lo que también
ocurre con las lagunas de Mejía, en Arequipa.

Los pantanos de Villa están muy cercanos al mar. En ellos se desarrolla


vegetación, y fauna propia y son lugar de descanso para las aves. En otros
lugares de la costa hay formaciones similares, a las que se trata de poner bajo

57
protección internacional para impedir su destrucción.

El Ministerio de Agricultura estableció en 1989 la Zona Reservada de los


Pantanos de Villa, sobre una superficie de 396 hectáreas. Se estableció
asimismo que quedaba prohibida "en dicha Zona Reservada la caza de
animales silvestres, la extracción de flora y fauna y otras actividades de
explotación de recursos naturales renovables". Se encargó la administración de
dicha Zona Reservada al Patronato de Defensa de los Pantanos de Villa [109].

Los puquios son afloramientos de agua. En muchos lugares del Perú su


importancia es grande como fuente de agua y sustento de la agricultura.

Hace más de 1 000 años en el valle de Nazca sus habitantes usaban el


agua de los puquios u ojos de agua para satisfacer sus necesidades. Los
puquios de Nazca, construidos por el hombre, logran que el agua aflore y
pueda ser utilizada. Los puquios se interconectan por medio de acueductos
que pueden tener hasta 1 kilómetro de longitud.

En la referencia [40] se señala que "En el valle de Moche existen los puquios
siguientes: Puquio Alto, Puquio Bajo, Puquio Santa Rosa y Puquio Larrea. Estos
puquios atienden una extensión bastante considerable de terreno y el caudal
aprovechado es del orden de 300 litros por segundo como promedio anual".

En un informe del año 1966 se señala que en el valle del Chillón hay 15
puquios principales, los que descargan en conjunto más de 3 m3/s. Del
puquio de Punchauca, de 45 litros por segundo, se abastecía de agua potable
a Ancón. Los afloramientos del Fundo Chuquitanta dieron lugar a una planta
de embotellamiento de agua del mismo nombre.

Todo esto es una muestra de los esfuerzos hechos por el hombre, en todas
las épocas, por adaptarse a las condiciones naturales y tratar de obtener el
máximo provecho de ellas. En algunas oportunidades la explotación del agua
subterránea ha hecho desaparecer puquios y lagunas.

Otra forma de aprovechamiento de aguas subsuperficiales está constituida


por las hoyadas de Chilca. En Chilca, zona muy árida, había agricultura hace
7 000 años. Para lograrlo excavaban pozas hasta encontrar agua y sembraban
allí.

Pero las aguas superficiales no sólo se usan para el abastecimiento


poblacional y el riego, sino también en otras actividades como el transporte y
la generación de energía. Los ríos han sido usados para el transporte desde
épocas inmemoriales y siguen siéndolo en el presente. También se ha
construido canales para usarlos en el transporte.

58
Las corrientes superficiales proporcionan un caudal que combinado con
un desnivel da lugar a la producción de energía. Es una energía barata, no
contaminante, que juega un importante papel en el progreso de la Humanidad.

Tienen, pues, las aguas superficiales múltiples usos. Su importancia y


utilidad no está en duda; debe, sin embargo, resaltarse que no constituyen la
única fuente de agua. Debemos asimismo estar mentalmente preparados para
percibir todas las manifestaciones del agua y usar la más adecuada en cada
caso.

2.4 Aguas Subterráneas

Las reservas de aguas subterráneas a nivel planetario son mucho más grandes
que las de las aguas superficiales, pero su aprovechamiento es marcadamente
menor. Las aguas subterráneas constituyen la mayor fuente de agua dulce
disponible. Representan el 97% del agua dulce a la que podemos tener acceso.
Se afirma que en cualquier lugar de la Tierra se puede encontrar agua dulce si
se perfora a suficiente profundidad. Se calcula que debajo del desierto del
Sahara hay más de 600 000 km3 de agua dulce [86].

El agua subterránea se origina en el agua superficial, por infiltración, tal


como lo hemos señalado que ocurre en el ciclo hidrológico. La recarga de los
acuíferos se realiza con la parte de la precipitación que no escurre ni se
evapora. Puede producirse también a partir de la nieve y por infiltración de
aguas fluviales [44]. En realidad, las aguas superficiales y las subterráneas
son fases de un mismo recurso y su evaluación tiene que ser integral.
Generalmente, también su aprovechamiento [28].

Un acuífero es una formación geológica que contiene agua. Esta agua,


que se llama subterránea, está contenida en los poros. La porosidad resulta
ser una medida de la cantidad de agua que puede tener un estrato. "Se llama
acuífero a toda formación geológica que contiene agua a saturación de tal modo
que es posible extraer esa agua con caudales económicamente interesantes
mediante la construcción de captaciones apropiadas. De otro modo, la formación
se llama acuitardo" [44]. Los manantiales son sistemas naturales de descarga
de los acuíferos.

La importancia de las aguas subterráneas es mayor en los países áridos y


semiáridos, que quieren impulsar su desarrollo económico. España, que es el
país más seco de Europa, tiene un importante uso de las aguas subterráneas;
con ellas se satisface el 30% de la demanda urbana y doméstica [89].

59
El aprovechamiento de las aguas subterráneas es muy antiguo. En la
Biblia hay numerosas referencias a la existencia de pozos. Los suelos
aluviales de los valles constituyen magníficos reservorios naturales. En los
valles de Chao, Virú, Moche y Chicama había hace unos 10 años un total de 4
000 pozos de explotación de agua subterránea: 60% a tajo abierto y 40%
tubulares. De ellos se extraía anualmente 330 MMC [40]. En el valle de
Chicama la profundidad de los pozos tubulares varía entre 9 y 130 m, siendo
la profundidad más frecuente de 30 m. En este valle hay un acuífero
superficial de 40 a 50 m de potencia formado por cantos rodados y grava;
localmente hay zonas más profundas. En el estudio respectivo, mediante
controles piezométricos, se reconstruyó las hidroisohipsas. Se determinó que
la recarga del acuífero tiene su origen "aguas arriba del abanico fluvial, es decir
se origina en la parte alta del valle, donde se producen filtraciones directas a
través del lecho del río Chicama y de sus afluentes. Localmente la alimentación a
la napa es incrementada por las filtraciones del mismo río en época de avenidas,
por los canales de riego no impermeabilizados y por las actuales áreas bajo riego"
[40].

La ciudad de Lima se ubica sobre un importante acuífero correspondiente


a las cuencas de los ríos Rímac y Chillón. "Existe agua abundante en los
sedimentos del manto aluvial cuaternario superpuesto sobre el basamento rocoso
impermeable precuaternario. El aluvión varía desde bolones hasta arcilla, pero
en su mayor parte está constituido por grava con arena y limo, con un contenido
variable de arcilla" [48]. Con respecto a la calidad de estas aguas se afirma lo
siguiente: “son predominantemente del tipo de sulfato de calcio y además tienen
una baja salinidad (700 mg/l). La intrusión de agua del mar se detecta en la
vecindad del Callao y aguas sulfatadas con altas concentraciones (mayor de
1 000 mg/l de sulfatos) se presentan en el valle bajo del río Chillón" [48]. En la
Figura 2.4 aparece el balance del acuífero de Lima, para el período 1969 a
1978, en m3/s. Se observa que los ingresos de agua suman 17,3 m3/s, las
salidas son de 18,5 m3/s, por lo tanto hay una pérdida de almacenamiento de
1,2 m3/s. En Ica, años atrás, se realizó un uso intensivo de aguas
subterráneas (pampas de Los Castillos), lo que trajo como consecuencia que se
secasen algunas lagunas, como la de Huacachina.
La sobreexplotación de las aguas subterráneas en los alrededores de
Bogotá trajo como consecuencia la aparición de hundimientos en diversas
partes de la ciudad. Algunas calles parecían toboganes, según un observador
local. Las autoridades decidieron prohibir la explotación de pozos que venía
siendo realizada para el cultivo de flores y buscaron una fuente alternativa de
agua.
Uno de los mayores problemas que se presenta muchas veces en el
aprovechamiento de aguas superficiales es la necesidad de construir embalses
de regulación. En cambio cuando el aprovechamiento es de aguas del

60
61
subsuelo el reservorio ya existe: es el acuífero. Debe, sin embargo, presentarse
mucha atención a su recarga. Para poder mantener los acuíferos en
explotación es necesario que tengan una recarga suficiente. El ideal es que la
recarga sea natural, pero de no ser así, se debe hacer una recarga artificial.
Ernesto MAISCH ha estudiado la recarga del acuífero de Lima (Rímac, Chillón,
Lurín) [93]. José N. DE PIEROLA ha estudiado la recarga artificial del acuífero
del valle de Nazca, aprovechando los excedentes hídricos de los meses de
verano [47].

Uno de los mensajes que pretendemos dar a través de este libro es que la
mente del político, del planificador, del ingeniero y de los usuarios, debe estar
abierta a todas las posibilidades de oferta de agua que nos ofrece la Naturale-
za. Llevamos miles de años explotando las aguas superficiales, y esta
circunstancia parece haber provocado en nosotros una tendencia a considerar
que sólo el aprovechamiento de ellas nos ofrece garantía y seguridad de
abastecimiento. La explotación de las aguas superficiales nos da la sensación
de control del recurso y de la Naturaleza.

Pareciera que las obras que se construyen en la superficie, las obras


elevadas, tuviesen una mayor atracción y un impacto más fuerte en la opinión
pública. La inauguración de una presa o de una gran bocatoma se convierte
en algo espectacular e impactante ante el periodismo y la población. ¿Pero,
por qué no produce el mismo efecto la puesta en marcha de un sistema de
drenaje o de un pozo del que luego se construirán cientos similares para
conformar un gran proyecto hidráulico? La respuesta probablemente debamos
encontrarla en la naturaleza humana y en nuestra formación y educación. Es
decir, en nuestros esquemas mentales.

Dentro de este contexto debemos pensar en las aguas subterráneas como


una solución alternativa, y a menudo complementaría, de los aprovechamien-
tos superficiales. En aquellas zonas donde hay aguas superficiales y subterrá-
neas, es decir donde puede surgir la posibilidad de realizar el uso de ambas
fases del recurso, deberíamos tener la actitud mental más amplia posible, a fin
de analizar debidamente el aprovechamiento de la totalidad del recurso.

WIENER ha señalado, y refutado, las razones por las cuales, a su juicio,


mucha gente se opone a la explotación de las aguas subterráneas [178]. Ellas
son:

1. La explotación del agua subterránea es costosa, especialmente si la altura


de bombeo es demasiado grande.

62
2. Los estudios para el desarrollo de las aguas subterráneas requieren de
información, que generalmente no está disponible y que tomaría mucho
tiempo conseguir.

3. La evaluación de esa información requiere de personal altamente


calificado, que generalmente no está disponible en los países en vías de
desarrollo.

4. Es difícil predecir las respuestas cuantitativa y cualitativa que ocurrirán en


una formación de agua subterránea como consecuencia de su explotación.

WIENER considera que estas razones no son ciertas y que su aceptación


impide el desarrollo de las aguas subterráneas, las que en muchos casos
pueden ser una solución muy ventajosa. La idea de que el costo de explota-
ción de las aguas subterráneas es mayor que las superficiales no puede
generalizarse. Puede que lo sea o no en un caso determinado, pero el análisis
respectivo debe ser ampliamente concebido. Hay diferencias mucho más
profundas que deben considerarse y que involucran la totalidad del sistema
hidráulico y no sólo la fuente de agua. Así por ejemplo, si un sistema de
abastecimiento poblacional o de riego se opera con eficiencias muy bajas, la
demanda de agua será grande, mucho mayor que la estrictamente necesaria y
esto incidirá en los costos, pues gran parte del agua bombeada será desperdi-
ciada. El número de pozos y el costo del bombeo varían directamente con los
caudales requeridos. En cambio una bocatoma y un canal para, digamos, 50
m3/s cuesta prácticamente lo mismo que para 40 m3/s. Por lo tanto los
mayores costos de explotación de las aguas subterráneas no provienen
necesariamente de la naturaleza de las cosas, sino de la ineficiencia en el
manejo del agua. Pero el problema de la comparación de costos es mucho más
amplio. Una de las grandes ventajas de la explotación de las aguas
subterráneas es que la inversión se hace a lo largo del tiempo de maduración y
desarrollo del proyecto. Si se trata por ejemplo, de un proyecto de riego de
100 000 hectáreas en el que se va a incorporar 5 000 hectáreas al año,
entonces la explotación de aguas subterráneas se haría a lo largo de 20 años lo
que permitiría que la inversión sea gradual. En cambio, en una obra de
aprovechamiento superficial hay una inversión inicial grande, generalmente
para todo el proyecto, que durante muchos años no es necesaria en su
totalidad, pero cuya incidencia en los costos, vía intereses, es muy grande.
Todo esto debe hacernos pensar que la comparación de costos entre ambos
tipos de aprovechamiento debe ser correctamente hecha, de modo de reflejar la
realidad. No es pues necesariamente cierto que la explotación de las aguas
subterráneas sea más costosa que la de las aguas superficiales. La generaliza-
ción de este error puede llevar a decisiones equivocadas en el planeamiento de
los recursos hidráulicos.

63
Los aprovechamientos de aguas superficiales requieren de largos estudios
hidrológicos y meteorológicos, que pueden extenderse a lo largo de muchos
años. En cambio, los estudios para evaluar la disponibilidad de aguas
subterráneas son muchísimo más rápidos y de menor costo. De otro lado, los
estudios de aguas superficiales requieren de gran confiabilidad, precisión y
duración, pues se trata de construir una obra, tal como por ejemplo una
presa, para la capacidad total de desarrollo del proyecto. En cambio en las
aguas subterráneas el aprovechamiento es paulatino y cada pozo de
explotación sirve también como fuente de información. El estudio continúa
junto con el desarrollo del proyecto y orienta su dimensión y alcances.

La teoría y experiencia que debe aplicarse para el cálculo de la disponibi-


lidad de aguas subterráneas no es mayor que la que se requiere para una obra
de regulación superficial. Los estudios de una gran presa, de otro lado, son
bastante complejos y requieren del concurso de varios especialistas, para
definir, por ejemplo, las condiciones de cimentación, tipo de presa, riesgo
sísmico, máximas avenidas o sedimentación del embalse. Es decir, que el
aprovechamiento de cada fase del recurso tiene sus problemas y no hay
fundamento para partir de la base que una es más difícil que la otra. Debe
tenerse presente que la explotación de un acuífero nos da información acerca
de su evolución y respuesta y nos permite anticiparnos a su reacción.

En síntesis, pues, la explotación de las aguas subterráneas, nos dice


WIENER, es de especial importancia para los países en vías de desarrollo por
que supone menores inversiones, que además pueden subdividirse ventajosa-
mente en el tiempo, gran flexibilidad en el desarrollo del proyecto y rango de
errores manejable [178].

Una de las grandes posibilidades de las aguas subterráneas está en el


denominado uso conjuntivo, o conjunto. Se dice que hay uso conjuntivo
cuando la demanda puede ser satisfecha, ya sea desde una fuente superficial o
de una subterránea. Esta es la situación deseable para Lima, por ejemplo.
Obviamente debe existir un sistema que permita el uso alternativo de una u
otra fuente de suministro. Para Lima la idea es abastecer la ciudad con agua
del río Rímac, siempre que ello sea posible, lo que ocurre generalmente en los
meses de verano (enero a abril), captando hasta la capacidad que corresponde
a la planta de tratamiento, luego de las ampliaciones. Durante el resto del
año, en los meses en que el caudal del río es inferior a dicha capacidad se debe
recurrir a la explotación del acuífero. Este sistema permite que aproximada-
mente el 30% de los pozos esté fuera de servicio durante unos cuatro meses al
año [64]. En la Figura 2.5 se aprecia gráficamente lo antes expuesto.
Podríamos añadir que como la demanda de Lima es mayor que la capacidad de
la planta de tratamiento y que las disponibilidades del río, hay déficit

64
permanente cuya solución corresponde a un planeamiento integral. Para que
pueda cumplirse con lo señalado en la Figura 2.5 sería necesario: construir el
embalse de Yuracmayo, ampliar la planta de La Atarjea a 20 m3/s, ampliar la
capacidad de extracción del acuífero a 13,5 m3/s y, por cierto, renovar la red
de distribución. La solución de sobreexplotar el acuífero es peligrosa. Según
algunas estimaciones en 40 años ha habido un descenso de 81 metros (¡2
metros por año!) en la napa freática de Lima [101].

Todo esto hacer ver que la explotación de las aguas subterráneas debe
hacerse técnicamente, teniendo en cuenta la recarga del acuífero.

Ernesto MAISCH ha insistido mucho en el uso de los reservorios aluviales,


tema éste que por cierto debemos tener siempre presente. Los reservorios
aluviales tienen con respecto a los embalses de regulación de aguas superficia-
les varias ventajas, que han sido resumidas por Ernesto MAISCH. Ellas son:

"i) No interfieren con el uso superficial del suelo.

ii) No tienen pérdidas de agua por evaporación.

iii) No tienen pérdida de capacidad de almacenamiento por acumulación de


sedimentos.

iv) Mantienen el agua fresca y protegida.

v) No requieren tratamiento adicional del agua, siendo suficiente una simple


clorinación.

vi) Son por naturaleza asísmicos.

vii) Tienen un costo del orden de la cuarta parte del costo de los Reservorios
Superficiales (incluyendo el costo de bombas para extraer el agua del suelo).

viii) Permiten su desarrollo por etapas en forma paralela al crecimiento de la


demanda" [94].

Podríamos recordar, además, que la evaluación de las reservas de aguas


subterráneas es mucho más rápida que la de las superficiales.

Con ocasión del Fórum Agua para Lima, celebrado en el Colegio de


Ingenieros del Perú del 20 al 22 de Marzo de 1990, Ernesto MAISCH, luego de
exponer las dificultades de tipo sedimentológico que habría para construir
presas sobre el lecho del río Rímac, señala que: “De utilizarse el suelo aluvial
como reservorio, el costo sería la cuarta parte de los reservorios en superficie por

65
unidad de capacidad de rendimiento. Así el costo de 1 m3/s regulado en
un

reservorio aluvial sería de 12 millones de dólares; en cambio en un reservorio


superficial sería de 45 millones de dólares".

La sobreexplotación de un acuífero se produce cuando las extracciones


son mayores que la recarga. Esto significa el descenso de los niveles con el
consiguiente aumento de altura de bombeo. En algunos lugares, en áreas
vecinas a la costa, la sobreexplotación del acuífero puede conducir a la
intrusión salina.

Las aguas subterráneas también están sujetas a contaminación. Cuando


de un modo u otro se incorpora una sustancia extraña a un acuífero y ésta se
disuelve, se traslada en la dirección de la corriente hasta distancias muy
grandes del punto de origen. Mediante este fenómeno denominado advección
todo el acuífero puede quedar contaminado [44].

Los acuíferos contaminados pueden restaurarse, pero el costo puede ser


elevado. CUSTODIO ha señalado algunas de las medidas usuales para la
restauración de acuíferos:

"- Eliminar las fuentes contaminantes y dejar la restauración a los mecanismos


de dilución y reacciones químicas o bioquímicas.

- Eliminar el contaminante extrayendo el agua contaminada mediante pozos,


drenes y/o zanjas.

- Acelerar la dilución mediante recarga artificial.

- Instalar barreras impermeables para contener la zona contaminada.

- Inyectar productos que conduzcan a condiciones en las que se reduzca la


movilidad o la solubilidad del contaminante.

- Extraer el agua contaminada, tratarla y reinyectarla aguas abajo.

- Establecer, mediante pozos de bombeo e inyección, líneas de velocidad nula


que contengan la zona contaminante.

- Excavar y eliminar la parte contaminada del acuífero" [44].

66
67
2.5 Aguas Salinas
Según hemos visto los mares constituyen la mayor fuente de agua disponible
en el planeta. Tarde o temprano tendremos que llegar a usar masivamente
estas enormes reservas hidráulicas.

El agua de mar contiene sales en una cantidad tal que su uso, sin
tratamiento, sólo es posible en determinados casos. Normalmente el agua
de los océanos tiene una concentración media de sales de 35 gramos por litro
(35 000 partes por millón). Pero hay excepciones. En el mar Báltico la
salinidad media es de 8 gramos por litro, pero se ha observado que cuando hay
afluencia de agua dulce, por lluvia y descargas fluviales, la salinidad
superficial es inferior a 3 gramos por litro. En cambio en el mar Rojo, en
ausencia de lluvias, se ha registrado 41 gramos por litro.

Resulta de estos valores una situación paradójica y desventajosa desde el


punto de vista de la posibilidad de aprovechamiento de las aguas del mar. En
las zonas áridas, donde no hay lluvias y falta el agua, el contenido de sales en
el agua de mar es muy alto; en cambio en las zonas en las que hay exceso de
agua dulce, el contenido de sales de las aguas de mar es bajo.

La mayor parte de las zonas áridas tiene muy cerca grandes cantidades de
agua salada, cuya existencia no disminuye la aridez, pues no pueden usarse
en tanto que no se disminuya drásticamente la cantidad de sales en disolución
que tienen.

En cualquier caso el contenido de sales de las aguas de mar es muy alto


para los usos que mayormente damos al agua. Las plantas no resistirían esa
cantidad de sales, los suelos agrícolas se salinizarían, las sales depositarían en
tuberías y calderos.

El agua de mar contiene prácticamente todos los elementos conocidos. La


mayor parte de ellos está en cantidades pequeñísimas. Los principales
elementos presentes en el agua de mar son los que aparecen en el Cuadro 2.7.

El Cuadro 2.7 expresa las concentraciones de iones. Las mayores


cantidades corresponden a cloro y sodio; sin embargo, como se ve, el contenido
de sales no está limitado al cloruro de sodio. "Son los bicarbonatos y los
sulfatos de calcio y magnesio los que producen en el proceso de desalación los
mayores problemas y no el cloruro de sodio. Aquellos producen depósitos
insolubles como el carbonato de calcio, el óxido de magnesio y el sulfato de calcio,
los cuales forman sedimentos y gruesas costras que impiden la correcta
operación de muchos tipos de instalaciones desaladoras" [113].

68
CUADRO 2.7
Elementos Contenidos en el Agua de Mar

Elemento Símbolo Porcentaje Concentración

p.p.m.

Cloro Cl 55,04 18 980


Sodio Na 30,61 10 556
Sulfato SO4 7,68 2 649
Magnesio Mg 3,69 1 272
Calcio Ca 1,16 400
Potasio K 1,10 380
Bicarbonato HCO3 0,41 140
Bromo Br 0,19 65
Ácido Bórico H3Bo3 0,07 26
Estroncio Sr 0,04 13
Otros 0,01 2

100,00 34 483

Las altas concentraciones de sales no sólo se presentan en los océanos,


sino también en los mares interiores. En el mar Muerto la salinidad es de 271
gramos por litro y en el gran lago Salado (USA) es de 203 gramos por litro.

Para poder usar el agua con alto contenido de sales, como la de los
océanos, hay que reducir drásticamente la concentración; usualmente más de
100 veces. La forma de hacerlo se conoce desde hace mucho tiempo. El agua
se calienta, se evapora y por condensación de los vapores se obtiene agua libre
de sales. Es este el proceso natural que se produce en el ciclo hidrológico, en
el que el agua del mar se calienta por acción del sol.

El proceso mediante el cual se disminuye la concentración de sales de una


determinada agua recibe diferentes nombres: desalinización, desalación,
purificación del agua salada, conversión del agua salada, desmineralización
del agua, condensación, etc. [113]. Cualquiera que sea el nombre que demos
al proceso siempre habrá una gran dificultad: el elevado costo. En la
actualidad el costo medio de desalinización está comprendido entre $ 1,50 y $
2,00 por metro cúbico [75].

La desalinización del agua de mar es una forma de obtener agua dulce que
resulta ventajosa en algunos lugares aislados, relativamente pequeños, en los
que no resulta económica la explotación de fuentes alternativas, o bien,
simplemente cuando éstas no existen. Los buques recurren a la desalinización
de agua de mar.
69
En el siglo pasado el abastecimiento de agua de algunas ciudades, como
Iquique, se realizaba por desalinización del agua de mar, mediante las
llamadas máquinas condensadoras, que trabajaban a carbón. Hay muchas
islas que recurren a este método. El archipiélago de las Canarias tiene dos
fuentes de agua: el subsuelo y el mar. En las islas Gran Canaria, Lanzarote y
Fuenteventura se desarrolla un importante programa de utilización de aguas
de mar, previa desalación, como dicen en España. En el archipiélago hay
casi 30 instalaciones de diferentes tamaños. La producción total diaria es de
230 000 m3 (2,66 m3/s). Se usan varias tecnologías como la evaporación
súbita multietapa, compresión de vapor y ósmosis inversa. Las plantas
llamadas las Palmas I y Lanzarote I fueron en su momento las más grandes del
mundo. Al 30 de junio de 1986 había en operación en el mundo más de 5 700
plantas desalinizadoras, con una capacidad total de cerca de 12 millones de
m3 por día. El ritmo de crecimiento era de 7,5% anual, (en su mayor parte en
la península arábiga).

En el Perú hay plantas de tratamiento de agua salada en Hierro Perú


(agua para uso industrial), en la refinería de Ilo, a cargo de Minero Perú y en
algunos otros lugares más.

Sabemos que el abastecimiento de agua es complejo y difícil. No debemos


por lo tanto aferrarnos a un solo tipo de soluciones; en consecuencia, siempre
que sea posible debe recurrirse a soluciones alternativas, como el uso de agua
de mar, pues las aguas superficiales son cada día más escasas y costosas de
utilizar. Así por ejemplo, se ha planteado la posibilidad de instalar plantas
desalinizadoras para abastecer de agua potable a algunas partes de la Ciudad
de Lima (Cono norte).

Si en el Perú se quisiera usar actualmente el agua del mar tendríamos que


añadir a los costos de desalinización, los de bombeo, con lo que se obtendrían
valores bastante altos. Los costos son altos o bajos cuando se les compara con
soluciones alternativas. En el estudio del Trasvase Mantaro [17] se señala
que el costo, expresado como valor presente neto, para obtener por
desalinización del agua de mar, agua dulce para Lima es 15 veces el que
corresponde a la derivación de las aguas del río Mantaro. Los proyectos
alternativos con respecto al agua de mar, como el de Mantaro, tienen la
ventaja de ser de propósito múltiple, pues son útiles también para la
generación de energía.

Pero el agua de mar se puede usar también sin desalinizarla. Una forma
es la utilización de la energía de las mareas. Otra posibilidad es la siguiente.
En el estudio de 1971 sobre los recursos de agua para Lima [16] se señala la
posibilidad de usar en las zonas próximas al mar una red paralela de agua
salada para operación de aparatos higiénicos, como inodoros y otros. En el
referido estudio, Binnie & Partners señala que mediante este procedimiento se
70
logró en Hong Kong, donde el agua es escasa, reducir la demanda total en 70
litros/habitante/día. Este sistema bombea agua del mar hasta un reservorio
elevado, de donde se abastece por gravedad a cada sector de la ciudad. Las
bombas tienen impulsores de bronce, las tuberías son de asbesto cemento y
las instalaciones son de material plástico. El solo hecho de haber considerado
para Lima esta posibilidad en 1971 nos indica la gravedad de la escasez de
agua, sin embargo la idea se descartó porque impediría el uso de los desagües
en agricultura.

Denominamos aguas salobres a aquéllas que tienen un contenido de sales


mayor que el que usualmente contiene el agua dulce, pero muy inferior a la
salinidad del agua de mar. El agua salobre puede ser de ríos, lagos, u otros
cuerpos de agua cuyo contenido de sales sea mayor que unas 500 p.p.m. y
cuyo aprovechamiento pueda ser económicamente viable. Las aguas salobres
están utilizándose, sobre todo, para abastecimiento poblacional, previo
tratamiento para bajar la concentración de sales. De los varios métodos que
hay para desalinizar el agua, hay algunos en los que el costo es menor en la
medida en que la concentración de sales lo sea. Son estos los que se utilizan
para tratar, por ejemplo, aguas ligeramente salobres. De otro lado, hay ciertos
cultivos en los que un agua ligeramente salobre es conveniente para su
desarrollo. Las posibilidades de uso de aguas salobres en agricultura están en
aumento. Así en Abu Dhabi se está regando bosques con aguas subterráneas
cuyo contenido de sales es de 10 000 p.p.m. [75].

2.6 Aguas Atmosféricas

La costa peruana es seca, es árida; sin embargo se da un importante


fenómeno en las lomas [163]. Las lomas costeñas son lugares ligeramente
altos, cercanos al mar, en los que la humedad atmosférica contenida en la
niebla se condensa y aparece como agua. Ejemplo típico de esta formación
son las Lomas de Lachay, éstas son las más conocidas, pero hay muchas otras
a lo largo de la costa. La vegetación actúa como una pantalla que atrapa la
niebla y su humedad. En las lomas hay animales como venados, zorros y
guanacos. La zona de lomas se extiende desde Trujillo hasta la localidad de
Coquimbo, en Chile (30° de latitud sur).

En 1977 mediante Decreto Supremo fue establecida la Reserva Nacional


de Lachay, que abarca una superficie de 5 070 hectáreas en proceso de
reforestación. Estas son las únicas lomas protegidas, de un total estimado de
800 000 hectáreas [108].

71
La reforestación de las lomas de Lachay se realizó por el sistema de
atrapanieblas (captadores de agua de la atmósfera): mallas de polipropileno
que captan por condensación la humedad de la atmósfera.

El Colegio de Ingenieros del Perú y el Grupo de Trabajo de Nieblas (G.T.N.)


organizaron un Seminario sobre la explotación de agua de niebla en el desierto
peruano-chileno, en el que se expresó lo siguiente:

"La presión poblacional, industrial y agrícola en las costas desérticas del


Perú y Chile exigen el desarrollo de tecnologías que permitan la explotación de
nuevas fuentes de agua. La costa sur del Perú (Tacna, Moquegua y Arequipa) y
de Chile viene sufriendo desde hace muchos años una severa sequía, agravada
por la reducción paulatina de sus reservas hídricas. En la actualidad, obras
inauguradas en Lima-Perú y en La Serena-Chile están permitiendo considerar a
la niebla una alternativa, a fin de solucionar el déficit hídrico en el desierto
Peruano-Chileno. Entre las fuentes no convencionales de agua destaca la niebla.
En tal sentido y considerando que esta región presenta zonas de gran ocurrencia
de nieblas, la aplicación de esta técnica resulta ser una alternativa seria para
solucionar parcialmente la gran escasez de agua, a corto plazo".

Según el Grupo de Trabajo de Nieblas (G.T.N.) las zonas potenciales de


captación de agua de niebla en el Perú son: Trujillo, Virú, Casma, Lachay,
Lima, Cañete, Ica, Marcona, Atico, Ocoña, Camaná, Mollendo, Tacna e Ilo. El
G.T.N. señala que las ventajas del sistema de atrapanieblas son las siguientes:

" - Ofrece un rendimiento ilimitado en el tiempo, debido a que el clima de la costa


favorece la constante ocurrencia de niebla.

- Su diseño e instalación está acorde con la accesibilidad del área, aun cuando
ésta sea difícil.

- Es compatible y se adecúa a los sistemas tradicionales de distribución y


almacenamiento de agua.

- Requiere mínimo mantenimiento.

- No requiere ninguna clase de energía para su operatividad.

- El agua obtenida es pura y/o de fácil tratamiento, utilizable para su uso


múltiple.

- Permite la explotación del recurso a gran escala sin causar ningún impacto
negativo en el medio ambiente.

- Su costo de inversión es bajo debido a la sencillez de su infraestructura".

En la costa sur llaman a esta neblina, o humedad atmosférica,


72
camanchaca y se han hecho algunos logros importantes en el uso de los
atrapanieblas para el abastecimiento de agua poblacional. Así, el pueblo
costero de Chugungo, de 3 000 habitantes, ubicado 547 km al norte de
Santiago de Chile tiene instalado un sistema de atrapanieblas que permite el
abastecimiento poblacional.

El sistema de atrapanieblas ha provocado gran interés a nivel mundial.


Prueba de ello es la reunión internacional realizada en La Serena, Chile, en
abril de 1993, a la que asistieron especialistas de varios continentes.

2.7 Prevención y Control de la Contaminación

Más adelante nos referiremos con algún detalle a los problemas de la calidad
del agua y al deterioro que sufren las fuentes y los cursos de agua, lo que trae
como consecuencia una disminución de los recursos hidráulicos disponibles.
En consecuencia, cuidar la calidad del agua equivale a aumentar los recursos
disponibles. La preservación de la calidad del agua se vuelve un imperativo en
todo el planeta, especialmente en las zonas donde el agua es escasa.

En el momento de estudiar el modo de satisfacer la demanda de agua a


una región debe considerarse seriamente la prevención y control de la
contaminación del agua, pues esto equivale a disponer de mayor cantidad de
recursos hidráulicos. Este tema se desarrolla más adelante.

2.8 Economía en el Consumo

El agua es costosa y escasa, por lo tanto debemos restringir su uso. Esto


significa que no debemos desperdiciarla. La agricultura, el riego
específicamente, es la actividad que consume mayor cantidad de agua. Es, por
lo tanto, en el riego donde deben hacerse economías importantes. Las
antiguas prácticas de riego por inundación, de captación de grandes
cantidades de agua en poco tiempo, por la torrencialidad de los
escurrimientos, deben quedar en el pasado. Ahora debemos regular el agua,
usarla con gran cuidado y economía. Esto significa su almacenamiento,
conducción cuidadosa, la distribución de acuerdo a la mejor infraestructura y
técnica disponibles y una selección de cultivos compatibles con la
disponibilidad de los recursos hidráulicos.

Cuando un proyecto de irrigación con agua regulada se diseña con una


73
eficiencia global de uso del agua del 50%, esto significa que la mitad del agua
que regulamos, conducimos y distribuimos a un elevado costo se pierde sin
utilidad alguna. Es demasiado. En el abastecimiento de grandes ciudades,
como Lima, también pueden ocurrir pérdidas importantes. Esto no es correcto
ni es justo.

La racionalización y economía en el consumo son fuentes importantes de


agua. Muchas veces basta hacer economías de agua para aumentar la
disponibilidad de agua de un proyecto.

Las aguas no son propiedad de nadie en particular. Son patrimonio de


todos, son de la Nación. Constituyen un bien común. "Las aguas sin
excepción alguna, son de propiedad del Estado, y su dominio es inalienable e
imprescriptible. No hay propiedad privada de las aguas ni derechos adquiridos
sobre ellas. El uso justificado y racional del agua, sólo puede ser otorgado en
armonía con el interés social y el desarrollo del país" nos dice el artículo 1° de la
Ley General de Aguas [131].

Resulta, pues, de lo anterior, que el desperdicio y el mal uso de las aguas


son incompatibles con la Ley y con el sentido común. Más adelante, en el
artículo 26° la referida Ley señala que los usos de las aguas se encuentran
condicionados a las necesidades reales del objeto a que se destinen y deberán
ejercerse en función del interés social y el desarrollo del país. El interés social
es el interés de la mayoría.

Al estudiarse los problemas del agua en Latinoamérica se ha señalado lo


siguiente: “En la región se aprecia una baja eficiencia en el uso del agua,
principalmente en regadío y usos urbanos. Los volúmenes brutos captados en la
fuente son muy superiores a los que realmente se necesitarían de acuerdo con
patrones tecnológicos avanzados. En el uso agrícola, una proporción muy alta
del agua captada se pierde, especialmente por mala conservación de canales; en
la distribución, debido a carencia de obras de regulación diaria y a pobre
administración de los sistemas y finalmente en potrero por prácticas de riego
deficientes. Existen zonas de riego en que desterrando prácticas de despilfarro
podría aumentarse la superficie regada con inversiones relativamente modestas.
En usos urbanos también se aprecia una gran pérdida de agua por filtraciones de
acueductos y en las redes de distribución y en algunos casos estas pérdidas
superan el 40% del agua captada" [29].

Con ocasión del Estudio Definitivo del Proyecto Trasvase Mantaro la firma
consultora consideró que la economía en el consumo era fundamental para
lograr las dotaciones buscadas [17]. En dicho estudio se concluyó que la
demanda de la gran Lima (Lima, Callao y alrededores) aumentaría de 19 m3/s

74
en 1978 a 44 m3/s en el año 2000 basándose en un aumento de población de
4,4 millones a 10,3 millones de habitantes y considerando que las pérdidas en
el sistema disminuirían de 48% a 30%, en el año 1990. En dicho estudio se
examinaron tres formas de reducir la demanda: reducción de las fugas en el
sistema de distribución, reducción del desperdicio domiciliario y elevación del
precio del agua. "Las pérdidas ocurren en todos los sistemas de abastecimientos
de agua. Pueden manifestarse como fugas del sistema de suministro (esto es,
fugas de las tuberías matrices y demás elementos); como fugas de las
instalaciones del consumidor y como uso indebido (como por ejemplo, el dejar
correr el agua innecesariamente). Las fugas son raramente inferiores a un 10%
de la producción total entregada al sistema de abastecimiento; frecuentemente
exceden un 50%, cuando no se ejerce la detección de fugas en forma constante",
nos dicen los consultores del proyecto Trasvase Mantaro [16].

La regulación de las aguas superficiales se hace por medio de embalses.


En ellos se presenta pérdida de agua por evaporación. Hay algunos lugares
que por su forma presentan una gran superficie evaporante y no deben ser
considerados como vasos de almacenamiento.

El río Nilo tiene una masa media anual de 76 500 millones de m3. El
caudal se regula en la presa de Asuan, cuyo volumen total es de 162 000
millones de m3. Este embalse permite el riego de 2 800 000 hectáreas y la
generación de 10 000 millones de Kwh. Sin embargo, las pérdidas por
evaporación desde la superficie del embalse representan 9 600 millones de m3
al año (9,6 km3/año) lo que equivale a un caudal de 304 m3/s. La evaporación
diaria media es de 7,5 mm (2,75 m por año). Desde el reservorio de Poechos,
que regula las aguas del río Chira, la evaporación es de 3 a 4 m3/s.

Se ha ensayado varias formas de disminuir la evaporación de los embalses


sin haberse llegado a un resultado conveniente. Se ha determinado que en el
futuro las pérdidas de agua por evaporación desde los embalses que hay en la
Tierra, superarán a la parte irrecuperable de abastecimiento de aguas urbanas
e industriales, sumados ambos. Se estima que hacia el año 2000 las pérdidas
de agua por evaporación desde los embalses representarán unos 220
kilómetros cúbicos anuales, en tanto que las pérdidas irrecuperables en el
abastecimiento poblacional serán de 64,5 kilómetros cúbicos y en el
suministro industrial serán de 117 kilómetros cúbicos, tal como se ve más
adelante en el Cuadro 3.3.

75
2.9 La Reutilización de las Aguas

El agua es un bien natural escaso. Todo hace pensar que su escasez será
creciente. No debemos, pues, usar las aguas una sola vez y luego dejar que se
pierdan.

La reutilización de las aguas tiene dos modalidades. Una corresponde al


caso en el que luego de haber usado el agua una vez, sin que haya perdido
calidad, se aprovecha nuevamente. La otra modalidad consiste en que a pesar
de que un determinado uso haga que el agua pierda calidad, esto no impide
otro uso posterior, previo tratamiento del agua.

Un ejemplo interesante de reutilización, o de reúso de las aguas, es el que


ocurre en la cuenca del río Rímac. Hay varias centrales hidroeléctricas que
usan la misma agua, la que finalmente se emplea para abastecer a la ciudad
de Lima.

En Arequipa un sistema de represas permite la regulación de las aguas del


río Chili, las que son turbinadas, primero en la Central Hidroeléctrica
Charcani V y luego en varias otras centrales: Charcani IV, Charcani VI,
Charcani III, Charcani I y Charcani II. Es decir, un total de seis centrales
hidroeléctricas con las aguas de un mismo río. Finalmente las aguas de este
río se usan para abastecimiento público de la ciudad de Arequipa y para el
riego de su campiña. Existe en este río un proyecto interesante desde el punto
de vista de los recursos hidráulicos. Para lograr el uso múltiple, o sucesivo de
las aguas, hay que resolver generalmente el problema de la coincidencia
temporal de los usos. Así, la Central Hidroeléctrica Charcani V podría ser
operada a su máxima capacidad durante las horas de máxima demanda
eléctrica. Para ello habría que usar las aguas almacenadas en el embalse de
Aguada Blanca. Pero, la operación del sistema durante las horas de punta
demandaría un caudal superior al que podría usarse aguas abajo durante esas
horas. En consecuencia se ha planeado la construcción, aguas abajo de la
Central Charcani V, de un reservorio de compensación denominado Puente
Cincel en el que se almacenaría el exceso de agua liberada durante las horas
de máxima demanda y luego se utilizaría de acuerdo a las necesidades de
aguas abajo.

La otra modalidad de reutilización es aquella que requiere un tratamiento


previo de las aguas. Las aguas provenientes del riego y del abastecimiento a
ciudades pueden ser tratadas para uso posterior. Las aguas tratadas deben
cumplir determinados requisitos de calidad, según el uso al que estén
destinadas, el que puede ser, por ejemplo, riego, industria, incorporación a
fines recreativos, recarga de las aguas subterráneas y muchos otros más.

76
Para facilitar el reúso de las aguas es importante que se cumplan
estrictamente las normas que prohíben introducir sustancias nocivas,
provenientes de la actividad industrial, en las redes públicas de alcantarillado.

Al sur de Lima, en la década de los años 60, se construyó una serie de


lagunas de estabilización para tratar, y luego usar, los desagües provenientes
de un sector de la ciudad. Nacieron así las lagunas de San Juan y grandes
áreas de forestación. Dejemos que Alejandro VINCES ARAOZ, pionero de estos
trabajos, nos cuente algo al respecto: "Nosotros pensamos que los dos mayores
problemas que agobian a las metrópolis que tenemos en Latinoamérica son los
desagües y la basura, que no deben ser contemplados como problemas, sino
deben ser considerados como instrumento de desarrollo de la propia ciudad que
los produce; en ellos hay suficiente riqueza como para poder impulsar el
progreso, si tenemos el ingenio y el valor de desarrollar programas ..."

El diario "El Comercio" de Lima el 06 de febrero de 1984 encabezó un


artículo con un feliz y acertado titular: “Las aguas servidas también sirven".
Las aguas servidas, es decir las aguas provenientes de los desagües, pueden
emplearse nuevamente, previo tratamiento.

La Universidad de Piura tiene en funcionamiento en su campus un


sistema de lagunas de oxidación, cuyos estudios empezaron en 1984, para
tratar las aguas residuales de la Universidad y de tres zonas urbanas
adyacentes.

Las lagunas, de tratamiento primario y secundario, están provistas de


equipos automáticos de medición de niveles y caudales y de una red de
instrumentos que permite medir el impacto de las lagunas sobre la napa
freática, en términos de incorporación de contaminantes biológicos y físico-
químicos, así como la variación de sus niveles.

El sistema de lagunas, además del objetivo obvio y principal que es el


tratamiento de las aguas negras como parte del saneamiento ambiental, tiene
la función adicional de proporcionar agua para la reforestación. Esta es una
importantísima función en un área desértica en la que el agua es escasa y
costosa. Mediante estas aguas tratadas se está efectuando la reforestación del
campus, completamente depredado de su bosque natural de algarrobo, por
acciones humanas.

En la Universidad existen 6 hectáreas de dos variedades de algarrobo y 5


hectáreas de tamarindo regadas con aguas tratadas. La Universidad también
ha ensayado el uso de estas aguas en diferentes especies de hortalizas y ha
evaluado el riesgo de su utilización. La conclusión obtenida por la Universidad
de Piura es que ha quedado demostrado el gran potencial que supone este
recurso para la generación de áreas verdes en poblaciones de la costa [15].

77
Esta experiencia tiene un valor enorme y debería ser aplicada en gran
escala, pues a un costo bajísimo se logra aumentar la disponibilidad de agua.

Las necesidades de agua son grandes y la disponibilidad escasa. En


consecuencia debe estimularse la imaginación. En el Centro de Educación
Inicial No. 107, Israel, ubicado en San Juan de Lurigancho, Lima, el agua
potable se adquiere en camiones cisterna. La solución que han adoptado
consiste en que el agua que llega a los inodoros es de segundo uso, pues
proviene de los lavatorios. Hay, pues, una economía en el consumo como
consecuencia del doble uso. Equivale a aumentar la disponibilidad de agua.

Recordemos que el segundo principio de la Carta Europea del Agua señala


que "Los recursos de agua dulce no son inagotables. Es indispensable
preservarlos, controlarlos, y, si es posible, acrecentarlos".

2.10 Cantidad y Variabilidad Temporal


del Recurso Agua

En páginas anteriores hemos mencionado algunos valores sobre cantidades


globales de agua. Es decir, sobre las reservas hidráulicas del planeta. Sin
embargo, para fines de elaborar un Plan de Aprovechamientos Hidráulicos y,
por cierto, para estudios de proyectos específicos, se requiere información
mucho más detallada. Evidentemente que el nivel o grado de aproximación
requerido en la determinación de la oferta de agua depende del objetivo
deseado.

El ideal sería tener registros minuciosos, largos y confiables de las


cantidades de agua disponibles, no sólo en cada cuenca, sino en cada punto
particular de ella de probable aprovechamiento. No siempre es esto posible.

Uno de los mayores problemas que se presenta en los estudios


hidrológicos de los países subdesarrollados es la escasez de información
básica. Así ha sido puesto de manifiesto en la mayor parte de los proyectos
hidráulicos que se han desarrollado en nuestro país. A veces los registros son
muy cortos o el número de estaciones es muy pequeño. Otras veces las medi-
ciones no cubren todos los aspectos que se requiere y en muchas oportunida-
des la confiabilidad es baja. Dada la gran variabilidad temporal de la
precipitación y los caudales, así como de otras variables hidrometeorológicas,
es recomendable instalar aparatos registradores, como pluviógrafos, limnígra-
fos y muchos otros más, a fin de tener información lo más fidedigna y
completa posible.

78
La cantidad de agua se puede expresar simplemente como un volumen,
como cuando decimos, por ejemplo, que el lago Junín tiene 995 MMC de
capacidad. La cantidad de agua se puede expresar también en unidades de
volumen por unidad de tiempo, es decir, como un caudal. En este último caso
las unidades pueden ser m3/s, MMC/año, o muchas otras más. Una masa
líquida puede también expresarse como una altura de agua, si se le vincula
con un área determinada. Hay, pues, muchas formas de expresar cantidades
de agua. Sin embargo, el dato sobre una cantidad de agua no puede
desligarse del lugar de la cuenca para el que se ha hecho la determinación.

Cuando se trata de recursos hidráulicos superficiales la nota característica


en la determinación de cantidades es su gran variabilidad temporal. Los
caudales diarios, mensuales o anuales no son constantes en el tiempo. Están
variando continuamente. En las Figuras 2.6 al 2.9 se muestra varios hidro-
gramas en los que se expresa la variación de caudales y de masas con respecto
al tiempo.

La gran variabilidad temporal del recurso nos hace difícil evaluar su


disponibilidad para un fin determinado. De acá la necesidad de estudios
hidrológicos intensivos, apoyados en mediciones de campo largas y confiables.

En los años abundantes sobra el agua, no se puede aprovechar y se pierde


en el mar o en regiones donde no hace falta. En los años secos el agua
disponible no alcanza para satisfacer las necesidades de la población y de los
diversos aprovechamientos hidráulicos. Todo esto debe hacernos recordar que
en las zonas áridas y semiáridas el bienestar de la población depende en gran
medida de las características hidrológicas de cada año. En consecuencia debe
recurrirse a obras de ingeniería para mejorar las condiciones de vida.

Hay zonas del planeta en las que siempre llueve cada año y los ríos son
perennes; no se secan. En cambio en las regiones áridas y semiáridas el
recurso agua es aleatorio.

La variabilidad temporal del recurso agua es notable en la costa peruana.


La mayor parte de sus ríos descarga un gran porcentaje de su caudal anual en
unos pocos meses o semanas. El resto del año las descargas son insignifican-
tes. Veamos algunos ejemplos de esta variabilidad temporal del recurso agua.

El río Piura tiene al cruzar la ciudad del mismo nombre, en la Estación


Hidrométrica Puente Sánchez Cerro, una masa media anual del orden
de 1 000 MMC. Si esta cantidad estuviese uniformemente distribuida a lo
largo del tiempo equivaldría a un caudal constante de 32 m3/s y, mejor aún,
si estuviese distribuida temporalmente de acuerdo a las demandas, que
también son variables, aunque en muchísimo menor grado, alcanzaría para
regar el

79
Bajo Piura. Este valle depende exclusivamente del riego, pues la lluvia útil es
prácticamente inexistente. En este valle la lluvia se presenta esporádicamente
y a veces en tal cantidad que trae más daños que beneficios, tal como ha
ocurrido cada vez que se ha presentado el Fenómeno de El Niño. Los 1 000
MMC mencionados son el promedio de muchos años. Dentro del período de
análisis ha habido años muy secos como los de 1950 y 1951 en los que
prácticamente no hubo escurrimiento en el bajo Piura. En 1944 hubo sólo
300 MMC (9,8 m3/s). En cambio en 1983 hubo casi 12 000 MMC descargados
por el río Piura. Doce veces el promedio. Este ejemplo es, pues, característico
de que los recursos hidráulicos superficiales pueden tener una gran variabili-
dad a lo largo de los años. La característica de los regímenes torrenciales es la
gran diferencia, el contraste, entre sus valores máximos y mínimos. Esto hace
más difícil y costoso su aprovechamiento.

Los promedios sirven para dar una idea absolutamente general y


preliminar sobre el potencial hidráulico disponible. Los promedios reflejan el
registro de muchos años y por su propia naturaleza aritmética amortiguan la
presencia de máximos y mínimos. Los promedios pueden ser engañosos para
el cálculo de la disponibilidad de agua, por no reflejar adecuadamente la
realidad.

El problema de la variabilidad temporal es aún más grave puesto que a lo


largo del año el caudal tampoco es constante. El río Chicama tiene en la
cabecera del valle del mismo nombre una masa media anual del orden de 900
MMC, para el período 1911-1980, en la Estación Hidrométrica Salinar. Si el
agua estuviese distribuida convenientemente, es decir, de acuerdo a las
demandas, sería suficiente para el desarrollo de una agricultura altamente
tecnificada y rentable. Pero los 29 m3/s (900 MMC) tampoco están convenien-
temente distribuidos durante el año. En el Cuadro 2.6 se aprecia los caudales
anuales del río Chicama.

Las masas anuales o mensuales pueden expresarse, como lo hemos dicho,


mediante el valor medio, pero las enormes limitaciones de éste nos dan una
información muy reducida. Para una mejor descripción de las series registra-
das se recurre, por ejemplo, al coeficiente de variación, que es la relación entre
la desviación estándar y el valor medio. A medida que es mayor la dispersión,
es decir el contraste entre máximos y mínimos, es mayor el coeficiente de
variación. Es por eso que usualmente se recurre a la simulación.

Hemos señalado que la escorrentía superficial es variable con el tiempo. Esta


variabilidad depende del clima y de las características de la cuenca, la que es
un gran vaso regulador del escurrimiento.

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En el Cuadro 2.8 se presenta los valores de la escorrentía media mensual
del río Puyango-Tumbes en la estación Cazaderos, para el periodo 1964-1987.
Los valores mostrados son históricos en gran parte, y pseudo históricos donde
fue necesario para complementar la información existente. Los valores del año
extraordinario de 1983 fueron considerablemente atenuados para fines de
operación de embalses e ingeniería del Proyecto, en lo que respecta al cálculo
de la oferta de agua.

Obsérvese la gran variabilidad existente de un año a otro y también dentro


de cada año. Por lo tanto para el aprovechamiento del río se requiere embalses
de regulación.

En el Cuadro 2.9 se presenta para efectos de comparación los valores de la


escorrentía media mensual del río Santa, en la Estación Condorcerro, para el
periodo 1957-1984. Esta es una cuenca con características de
autorregulación, por lo que no hay los grandes contrastes que se aprecian en
la cuenca del río Puyango-Tumbes.

En el Cuadro 2.10 aparece el registro de caudales medios diarios del río


Santa, en la estación Condorcerro en el año 1966. El contraste entre los
caudales no es muy grande por las características antes señaladas de la
cuenca del río Santa.

¿Por qué es variable la escorrentía? Porque la precipitación lo es y la


escorrentía se origina en la precipitación. Nos parece evidente que así sea,
pero no siempre se ha pensado del mismo modo. En el siglo XVIII dos
franceses, Perrault primero y luego Mariotte, midieron la precipitación en la
cuenca del río Sena y la descarga del río en el mar y concluyeron que la
cantidad de agua precipitada era suficiente para explicar la magnitud de la
escorrentía y la recarga de los acuíferos. Fue la primera vez que se estableció
este hecho con lo que se desvirtuó antiguas y falsas creencias sobre el origen
de la escorrentía. De entonces acá ha habido importantes esfuerzos para
establecer la relación entre la precipitación y la escorrentía.

La variabilidad es algo propio de la Naturaleza. Al respecto José SALAS


nos dice lo siguiente: “Uno de los aspectos fundamentales del proceso de
planeamiento, diseño y operación de sistemas de obras hidráulicas es el de
conocer la variabilidad de las disponibilidades de agua, de los usos y demandas
correspondientes. Tradicionalmente, la variabilidad de las disponibilidades de
agua era representada por el record histórico de los eventos hidrológicos y
particularmente por un período crítico de este record" [166].

La gran variabilidad de los datos que conforman una serie histórica


determina que la representación de ésta se haga mediante un modelo

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CUADRO 2.8
Escorrentía Mensual del río Puyango-Tumbes (en m3/s)
ESTACION: CAZADEROS

AÑO ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC TOTAL

1964 81,90 152,93 160,81 346,13 132,54 53,72 34,36 25,34 20,00 18,13 18,45 21,99 88,86
1965 62,30 128,74 346,94 591,83 414,72 125,32 61,90 40,74 31,87 29,78 32,83 45,62 159,38
1966 161,28 175,16 172,82 145,98 94,62 53,61 34,41 24,34 18,81 22,99 17,40 16,32 78,14
1967 52,20 241,42 202,47 100,75 59,01 38,07 26,66 18,79 15,38 14,25 12,16 11,89 66,09
1968 18,99 42,25 115,31 69,58 33,58 21,44 16,46 12,21 10,79 12,91 9,44 10,18 31,09
1969 41,17 94,62 187,62 433,71 159,23 62,95 45,62 30,08 25,48 19,03 19,03 45,68 97,02
1970 111,96 154,15 139,29 108,70 160,49 74,27 38,24 25,99 20,18 18,97 17,56 32,63 75,20
1971 104,89 302,63 404,58 325,89 134,21 72,14 46,53 31,62 26,10 22,38 19,39 33,55 126,99
1972 92,55 181,37 485,44 352,35 184,79 116,13 65,61 43,72 33,42 28,03 27,25 84,85 141,29
1973 255,83 415,23 482,49 422,78 193,69 109,40 62,91 41,91 31,83 24,39 21,31 27,79 174,13
1974 60,08 200,20 287,04 153,72 141,07 70,26 41,86 27,35 21,65 23,70 23,39 40,28 90,88
1975 68,30 265,26 517,71 367,83 198,22 113,06 57,73 38,45 28,23 36,83 25,38 22,30 144,94
1976 99,33 409,34 508,38 306,53 161,94 80,06 48,55 33,16 24,65 18,56 13,75 16,95 143,43
1977 56,87 175,57 165,95 215,12 109,00 55,33 31,20 24,23 18,97 16,45 14,23 15,15 74,84
1978 55,41 65,54 120,04 170,12 98,00 53,88 31,06 20,60 16,39 14,60 10,99 17,03 56,14
1979 47,54 111,25 306,05 178,93 80,95 54,40 29,11 22,95 23,87 14,98 10,25 10,01 74,19
1980 25,14 139,88 96,78 160,36 91,73 45,21 26,42 21,20 14,73 13,42 14,20 36,12 57,10
1981 61,03 183,46 317,31 173,09 94,37 43,45 26,19 18,48 17,30 16,30 13,90 25,17 82,50
1982 61,29 142,28 118,86 153,94 84,00 55,70 31,97 19,40 15,86 30,34 119,61 379,81 101,09
1983 597,05 581,59 619,70 628,86 580,23 394,89 179,11 81,23 37,77 43,42 37,79 79,34 321,75
1984 88,67 390,22 399,94 391,01 197,00 87,98 58,25 39,13 31,62 33,26 27,10 53,82 149,83
1985 119,03 99,78 145,50 128,83 90,68 40,12 25,93 20,08 16,87 15,00 12,96 30,15 62,08
1986 141,74 248,22 156,35 227,47 152,31 54,57 33,58 24,43 18,77 16,50 19,57 20,50 92,83
1987 125,79 66,20 133,85 112,16 218,47 57,66 35,14 27,11 18,42 16,42 19,74 12,68 70,30

MEDIA = 107,93 206,97 274,63 261,07 161,04 80,57 45,37 29,69 22,46 21,69 23,24 45,41 106,67
DESVIACION STANDARD =115,83 131,49 159,23 154,41 116,84 72,05 31,55 13,81 7,01 8,12 21,73 73,94 59,31
COEF. DE ASIMETRIA = 3,29 1,19 0,65 0,86 2,30 3,56 3,25 2,18 0,53 1,09 3,76 4,00 1,92
COEF. DE CORRELACION = 0,72 0,79 0,71 0,81 0,90 0,99 0,98 0,89 0,77 0,50 0,98 0,95 0,22
DE X,X+1
COEF. DE VARIACION = 1,07 0,64 0,58 0,59 0,73 0,89 0,70 0,47 0,31 0,37 0,93 1,63 0,56

86
CUADRO 2.9
Escorrentía Mensual del río Santa (en m3/s)
Área controlada: 10 800 km2
ESTACION: CONDORCERRO
AÑO ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC TOTAL
1957 194,83 281,38 310,25 239,13 115,57 58,62 59,41 65,53 68,55 96,55 126,78 144,00 146,72
1958 191,10 206,83 274,07 245,34 83,90 60,81 59,20 60,20 74,22 97,20 109,52 125,75 132,35
1959 140,66 247,01 418,23 304,91 152,48 64,24 51,17 52,94 46,98 82,83 85,98 170,08 151,46
1960 245,52 330,62 371,08 264,71 129,61 72,51 50,97 50,63 49,89 64,93 96,38 114,50 153,45
1961 252,91 208,97 357,13 324,57 117,00 65,34 42,40 40,57 38,78 51,90 104,74 179,38 148,64
1962 360,46 520,32 471,48 284,10 106,16 70,38 50,95 47,49 53,81 54,45 77,60 84,57 181,81
1963 160,44 200,70 456,81 361,44 111,71 58,25 46,61 44,43 50,60 63,87 128,11 225,99 159,89
1964 183,42 234,75 298,73 269,30 127,51 62,98 52,72 49,10 44,34 73,06 104,29 75,73 131,33
1965 101,41 162,09 361,06 191,06 107,54 58,38 46,46 45,29 64,45 96,51 102,65 144,74 123,52
1966 239,74 214,79 182,10 129,81 97,26 61,10 64,20 62,84 67,99 115,50 125,85 124,97 123,84
1967 198,37 512,77 469,55 165,42 101,54 72,69 60,41 49,22 50,08 121,96 105,28 113,61 168,41
1968 134,26 141,54 198,39 105,19 60,61 46,57 41,50 39,70 49,71 78,36 86,95 95,03 89,82
1969 108,68 142,06 280,14 296,39 96,03 64,50 47,65 45,74 49,16 81,86 108,78 239,93 130,08
1970 403,15 193,68 236,28 224,21 188,65 69,06 68,11 67,16 64,86 74,05 110,47 138,05 153,15
1971 112,68 245,53 345,44 379,45 110,58 71,04 63,56 63,09 48,75 85,87 84,70 154,21 147,06
1972 173,21 262,41 339,02 345,41 161,83 78,65 67,84 60,17 60,55 70,78 93,52 135,49 154,07
1973 220,61 295,83 403,19 415,39 158,95 84,48 68,98 61,31 72,04 131,70 164,30 202,40 190,02
1974 302,02 409,43 337,68 254,13 100,03 76,40 57,89 51,49 50,07 69,21 83,05 96,90 157,36
1975 178,16 306,03 506,40 257,83 168,82 87,06 61,39 56,22 64,88 92,52 98,00 87,28 163,72
1976 232,62 304,99 352,13 166,25 73,89 64,00 48,43 43,71 46,24 68,22 75,53 85,92 130,66
1977 159,71 424,45 330,70 186,69 93,76 68,68 52,04 53,24 53,86 66,73 113,72 127,00 144,22
1978 111,80 193,03 152,44 124,32 85,03 57,77 53,43 45,40 63,55 64,78 93,94 108,76 96,14
1979 128,86 226,81 382,26 195,24 96,44 61,63 50,42 49,55 57,59 68,66 93,77 104,39 126,80
1980 121,16 135,14 121,72 117,67 66,28 48,26 47,91 51,33 67,51 102,68 133,29 223,80 103,06
1981 153,70 489,70 330,13 158,02 79,46 62,54 54,30 45,51 42,10 80,51 151,19 173,93 151,75
1982 156,31 282,69 182,55 187,79 89,79 61,21 46,01 38,91 46,44 101,86 160,10 221,07 131,23
1983 266,26 157,27 305,46 240,79 144,60 94,05 73,74 65,95 65,33 83,66 93,74 161,64 146,04
1984 145,13 555,10 546,38 308,16 174,53 97,58 55,10 48,67 46,69 102,27 107,83 140,71 194,05
PROM.192,04 281,47 333,89 240,79 114,27 67,81 55,10 51,96 55,68 83,67 107,83 142,85 143,95
Max. 403,15 555,10 546,34 415,39 188,65 97,58 68,98 67,16 74,22 131,70 160,10 239,93 194,05
Min. 101,41 141,54 121,72 105,19 60,61 46,57 41,50 38,91 38,78 51,90 75,53 75,73 89,82
87
CUADRO 2.10
Caudales Medios Diarios del río Santa en Condorcerro (año 1966) (en m3/s)

DIA ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC
1 337,58 243,00 249,90 123,12 108,68 65,90 64,80 64,72 76,75 70,60 138,90 127,70
2 395,75 210,30 310,52 127,85 122,30 67,00 65,62 61,00 74,80 67,00 131,85 121,70
3 374,00 195,00 329,75 138,65 114,05 63,40 66,24 59,92 80,10 57,20 136,75 120,10
4 317,00 197,60 279,22 166,18 127,85 63,10 66,60 58,88 76,40 83,75 147,59 118,60
5 287,27 249,00 248,38 146,46 127,85 63,40 65,60 57,80 76,75 82,25 159,25 123,50
6 297,30 238,30 218,50 130,10 115,85 62,90 63,92 58,88 74,40 95,00 168,36 131,40
7 278,35 212,80 202,00 125,60 112,63 63,60 63,52 60,60 77,75 85,75 148,60 189,00
8 284,60 194,20 207,50 128,60 111,95 64,25 63,60 63,52 78,75 83,10 127,40 180,60
9 288,05 188,04 227,50 184,35 107,72 64,10 62,48 63,00 74,90 87,80 125,45 183,75
10 300,80 179,85 197,60 175,44 104,48 64,40 60,72 62,48 69,60 101,90 121,87 201,98
11 321,08 171,94 175,44 186,96 100,28 62,80 62,24 62,72 66,32 103,10 124,70 186,90
12 281,15 170,18 159,10 152,92 93,50 63,80 60,80 63,12 65,80 98,12 124,80 164,56
13 245,44 168,73 146,80 134,15 89,36 64,50 62,72 62,32 65,90 115,57 114,30 146,09
14 216,50 183,90 138,20 126,65 87,50 61,25 65,00 62,24 62,78 148,60 110,50 133,75
15 195,90 175,35 130,10 128,75 90,68 59,75 66,00 57,80 60,20 155,50 104,00 126,75
16 179,85 195,00 124,10 126,13 100,40 60,00 65,00 58,08 61,28 130,75 96,92 122,20
17 164,48 227,09 126,87 120,13 126,20 60,25 65,28 60,20 59,12 107,90 92,12 116,20
18 159,82 246,70 118,62 117,65 120,50 61,80 64,32 61,40 63,68 103,90 89,75 109,70
19 153,60 210,00 149,67 109,70 102,92 60,10 62,40 61,60 65,80 115,05 92,30 104,00
20 146,40 187,68 158,53 107,00 93,68 59,75 62,60 60,72 62,08 162,66 101,72 99,50
21 144,42 240,92 165,92 105,92 87,80 57,40 62,88 61,60 61,40 165,32 106,95 102,08
22 204,80 295,78 181,02 100,52 84,80 57,25 65,20 61,28 63,20 146,85 106,60 96,20
23 201,60 287,73 173,57 114,13 83,50 59,75 67,20 59,80 68,32 131,10 104,65 95,48
24 178,50 270,25 159,12 116,00 81,80 60,75 68,32 71,68 64,60 128,05 110,40 90,50
25 164,65 233,89 162,10 112,63 79,30 59,90 67,80 64,48 62,12 163,61 113,75 89,40
26 168,73 205,00 174,00 145,10 77,80 56,80 64,32 62,20 61,28 186,35 114,40 92,00
27 157,68 223,80 163,12 126,12 75,50 55,55 59,80 64,20 62,48 151,35 143,50 95,30
28 192,50 212,00 157,68 111,35 73,00 55,00 62,40 69,00 65,52 125,45 200,88 103,10
29 218,50 -99,99 141,20 103,28 71,25 55,91 64,00 70,40 68,72 112,25 173,49 101,48
30 273,70 -99,99 138,87 102,80 71,75 58,50 63,80 70,32 69,00 105,30 143,85 101,12
31 302,00 -99,99 130,10 -99,99 70,25 -99,99 65,00 72,10 -99,99 109,50 -99,99 99,50
88
estocástico. Esta variabilidad temporal se presenta en las series de registros
de temperatura, evaporación, precipitación, escorrentía, etc. YEVJEVICH,
citado por SALAS "considera que las entradas y salidas de los sistemas
hidrológicos tienen características periódicas-estocásticas y que la causa
fundamental de ello es la existencia de la atmósfera. Considerando la atmósfera
como un medio hidrológico, la entrada a ésta, está básicamente constituida por la
energía solar en forma periódica. Sin embargo, debido a la distribución aleatoria
de la opacidad de la atmósfera, esta entrada periódica (determinística) es
transformada en una salida de energía periódica-estocástica en el tiempo y en el
espacio. Desde que estas entradas y salidas de energía deciden básicamente
todas las transformaciones físicas que se generan en los medios o sistemas
hidrológicos sobre la Tierra (ciclo hidrológico), entonces se deduce que todas las
entradas y salidas de agua en todas sus formas... constituyen procesos
determinísticos-estocásticos en el espacio y en el tiempo" [166].

Por lo general las series históricas de registros de precipitación son más


largas que las de escorrentía. Se procede entonces a generar datos de
escorrentía a partir de los de precipitación. Hay también métodos de comple-
mentación de datos por correlación.

Para evaluar con un razonable grado de seguridad las disponibilidades de


agua para un proyecto, se recurre usualmente a la simulación de la operación
del sistema y se obtiene así, para un período de análisis determinado, la
persistencia en el tiempo de una oferta de agua fijada y, por cierto, los déficit
respectivos.

No es nuestro objetivo, mostrar las diferentes técnicas hidrológicas para la


evaluación de los recursos hidráulicos. Simplemente estamos presentando y
comentado el concepto de disponibilidad del recurso agua desde el punto de
vista del Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos. En tal contexto
podríamos preguntarnos cuál es la longitud que debe tener un registro para
ser considerado representativo de una variable tal como la escorrentía
superficial. Algunos autores al tratar de los volúmenes disponibles con fines
de planificación dicen lo siguiente: “Es deseable que su cuantificación se pueda
hacer a base de los registros de estaciones hidrométricas que, a través de un
período de medición aceptable (más de 15 a 20 años), hayan permitido evaluar el
caudal medio de las corrientes fluviales superficiales que drenan en dicha área.
El volumen así determinado tiene un valor histórico, pues constituye el resultado
de una evaluación del caudal escurrido dentro del período de tiempo del registro.
Si bien planificación significa escudriñar lo futuro, dada la permanencia del ciclo
hidrológico (al menos dentro de los períodos de tiempo en consideración: 20 a 50
años) es razonable presumir que los volúmenes históricos se repetirán en el
tiempo, viniendo a ser entonces lo registrado una medida de los recursos
disponibles en el porvenir" [12].

89
Preferiríamos no fijar ni recomendar un número de años para la serie más
conveniente. Cada río es diferente. Sin embargo, la longitud de la serie debe
ser tal que incluya los eventos hidrometeorológicos extraordinarios, especial-
mente sequías, si se trata de determinar disponibilidades, y crecidas
importantes si se trata de calcular máximas avenidas.

Luego de lo expuesto sobre este punto debe quedar claro que la


determinación de la oferta de agua, es decir, de la disponibilidad del recurso,
implica conocer su cantidad y su variación en el tiempo. No basta conocer la
cantidad promedio. Anteriormente hemos dado valores sobre cantidades
globales de disponibilidad hídrica por regiones, países o continentes. Estos
valores son indicadores muy generales.

Para conocer la disponibilidad del agua para un aprovechamiento se


requiere saber su cantidad y las variaciones de la misma en el tiempo, además
de otros aspectos que detallaremos luego. La precisión, la exactitud y
profundidad que tenga la determinación dependerá de los fines que
busquemos. Evidentemente que el nivel de aproximación no es igual si se
trata de elaborar un Plan de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos o si
se trata de desarrollar un proyecto.

Para ilustrar un caso específico de variabilidad de caudales anuales


presentamos la caracterización hidrológica del río Chira, tal como fue hecha
con ocasión de los estudios del Proyecto Chira-Piura. Se distinguió, en función
de los aportes, varios tipos de años hidrológicos independientemente de la
demanda y de su cobertura. Ellos aparecen con sus descripciones y valores en
el Cuadro 2.11.
CUADRO 2.11
Caracterización Hidrológica del Río Chira [54]
Caudales (m3/s)
¡Error! Marcador no definido.
Año Hidrológico
Anual Periodo Húmedo Periodo Seco
ENE-DIC FEB-MAY JUN-ENE

A Año más seco (1950) 49 58 44


B Años secos 70 119 46
C Años medio secos 91 165 55
D Año húmedo normal 143 289 72
E Año medio (promedio) 144 296 69
F Año medio húmedo 256 576 99
G Años lluviosos 369 863 127
H Año más lluvioso (1983) 581 1 162 295

90
Esta clasificación, repetimos, de tipo estadístico, se refiere sólo a la oferta
de agua y es independiente del consumo o de las necesidades. En la
clasificación del Cuadro 2.11 el período húmedo corresponde a Febrero - Mayo
y el período seco a Junio - Enero. Los valores del Cuadro 2.11 pueden
analizarse de diversos modos. Así por ejemplo, en un año medio el aporte
durante los meses húmedos representa el 68% del total anual; en cambio en
un año lluvioso dicho aporte significa el 78%, y en un año seco la misma
relación es sólo del 57%.

Para una mejor compresión del carácter de las descargas del río Chira
pueden relacionarse algunos de los valores anteriores; así:
Caudal medio de aæos lluviosos
= 2,56
Caudal medio
Caudal medio
1 = 2,00
Caudal medio de aæos secos
Caudal del aæo m s lluvioso
2 = 4,03
Caudal medio

Caudal medio
3 = 2,94
Caudal mÍnimo

Caudal m ximo
4 = 11,86
Caudal mÍnimo

Para comprender mejor la irregularidad de las descargas se puede también


establecer las siguientes relaciones:
Caudal medio del perÍodo hœmedo en el aæo m s lluvioso
5 = 20
Caudal medio del perÍodo hœmedo en el aæo m s seco

Caudal medio del perÍodo seco en el aæo m s lluvioso


6 = 6,7
Caudal medio del perÍodo seco en el aæo m s seco
Todo lo anterior indica que el aprovechamiento del río Chira está ligado a
la redistribución temporal de sus aportes. Esto se logra mediante la presa
reguladora de Poechos, cuyo volumen útil (a los 50 años) es de 400 millones de
metros cúbicos.

Dado el carácter aleatorio que tienen las descargas de los ríos es necesario
idear algunos mecanismos para describir la persistencia de caudales con fines

de su aprovechamiento. Con tal objeto se usa la curva de duración de cauda-


les. Esta curva vincula cada caudal con un porcentaje del tiempo durante el
cual dicho caudal es igualado o superado, tal como puede verse en la Figura
2.10 que corresponde al río Santa, estación Condorcerro. En el Cuadro 2.12
se presenta los resultados de dicha relación para algunos valores
91
característicos, tanto para los valores diarios como para los mensuales. Del
examen del Cuadro 2.12 se nota que, por ejemplo, el 50% del tiempo el caudal
del río es igual o superior a 94 m3/s (descargas diarias) o a 98 m3/s (descargas
medias mensuales).

CUADRO 2.12
Duración de Caudales del río Santa [8]

Duración (%) Descargas medias Descargas medias


diarias (m3/s) mensuales (m3/s)

95 46 47
75 62 64
50 94 98
10 340 315
2 540 480

La curva de duración de caudales puede calcularse también para un mes


determinado o para un periodo hidrológico, como el estiaje o la época de
avenidas. Ver Figura 2.11.

Así por ejemplo, siempre para los mismos datos del río Santa, pero
tomando sólo el periodo de estiaje, se tiene que los valores característicos
diarios son los del Cuadro 2.13.

CUADRO 2.13
Duración de Caudales de Estiaje del río Santa [8]

Duración (%) Caudal (m3/s)

99,9 36,6
90 45
50 50
25 60
11 70

92
93
94
2.11 Los Problemas de Ubicación del Recurso Agua

Los ríos del Perú tienen una escorrentía anual del orden de 65 000 m3/s,
pero Lima se muere de sed, gran parte de la sierra es semiárida y en la costa
hay inmensos desiertos. La enorme cantidad de agua que acabamos de
mencionar significaría 250 m3/día para cada habitante del Perú. Estos datos
nos ilustran acerca de lo importante que es el lugar de ubicación de un
recurso. Esto es particularmente grave para el agua, pues su transporte es
costoso.

Resulta evidente que una evaluación de la disponibilidad del recurso agua


tiene que incluir información acerca de su ubicación, es decir de su localiza-
ción, para poder estudiar luego su utilización. Así por ejemplo, el agua que
sobra en Iquitos no vale nada para cubrir el déficit hídrico de Ayacucho.

Para realizar aprovechamientos hidráulicos en la costa muchas veces se


recurre a trasvases trasandinos, es decir se trae agua de la vertiente atlántica.
Examinemos el caso de la costa peruana.

Es un lugar común afirmar que los ríos de la costa peruana descargan


anualmente al mar, en promedio, un volumen del orden de 40 000 millones de
m3. Se dice que gran parte de esta agua se pierde en el mar. La cantidad
mencionada es muy grande. Si imaginamos, sólo como un ejercicio, que una
hectárea dedicada a la agricultura requiere en promedio una cantidad de agua
del orden de 20 000 m3/año, se tendría que teóricamente la masa hídrica
disponible permitiría regar 2 000 000 hectáreas. Pero, veamos bajo que su-
puestos se lograría la meta señalada. Se requiere, por lo menos, lo siguiente:

1. Que el agua estuviese convenientemente distribuida a lo largo del tiempo.


Es decir, que todos los meses hubiese la cantidad de agua requerida de
acuerdo a la demanda.

2. Que de no darse la condición anterior estuviésemos en condiciones


técnicas y económicas de regular las aguas mediante la construcción de
embalses.

3. Que existan en la costa 2 000 000 hectáreas con aptitud agrícola.


Actualmente se riegan una 800 000 hectáreas. El potencial de tierras
incluye unas 800 000 hectáreas adicionales, por lo que parecería que no
habría tierras para toda el agua disponible. Podría añadirse que se
requeriría que los suelos se distribuyesen a lo largo de los ríos de la costa
de un modo compatible con la oferta de agua de cada río, o que se hagan
las respectivas obras de conducción y trasvase.

95
Todo esto parece impracticable. Por eso es que la realidad ha seguido un
camino diferente. El desarrollo tuvo que enfrentarse a la gran variabilidad
temporal del recurso hidráulico y a su desigual distribución en el espacio.
Hubo que afrontar la realidad y reconocer que esa cantidad de 40 000 millones
de m3, sólo podría aprovecharse con costosas y complejas obras de
infraestructura. Es que el problema es muy grande. No se trata solamente, lo
que ya sería bastante, de que las aguas de un río estuviesen regularmente
distribuidas en el tiempo, sino que hay ríos que tienen que abastecer a valles
deficitarios. Hay un problema de ubicación del recurso agua. Así, el Chira se
deriva al Piura, el Santa abastecerá a otros ocho valles, el Jequetepeque
servirá a Zaña y así sucesivamente.

Pero cuando vemos con mayor claridad la pobreza de los recursos


hidráulicos de la costa peruana, a pesar de la enorme y engañosa cifra de
40 000 hectómetros cúbicos, es al observar que grandes proyectos hidráulicos
de la costa peruana dependen de recursos hidráulicos de la cuenca
amazónica, para cuyo aprovechamiento debe hacerse túneles a través de los
Andes: el proyecto Olmos basa su desarrollo hidráulico en el aprovechamiento
de varios ríos de la vertiente atlántica, tales como el Huancabamba y el
Tabaconas; el proyecto Tinajones requiere del Chotano, Conchano y Llaucano,
ubicados al otro lado de los Andes, el proyecto Jequetepeque-Zaña requiere,
además de las aguas de estos ríos, de las del Namora y el Cajamarca; el
principal proyecto de abastecimiento de agua para Lima se basa en el aumento
de los recursos hidráulicos a través de un túnel trasandino. El proyecto para
el riego de Ica, se basa en trasvases del otro lado de los Andes; el proyecto
Majes necesita de las aguas del Apurímac reguladas en la presa de Angostura
y la campiña de Tacna cuenta por lo menos desde el siglo pasado con las
aguas del río Uchusuma de la cuenca del Titicaca.

Por último cabe recordar que el Inventario de Lagunas realizadas por


ONERN permitió establecer que de las lagunas en actual explotación, 16 de
ellas tienen obras de derivación hacia la vertiente del Pacífico. Estas lagunas
tienen unos 385 millones de metros cúbicos de capacidad de regulación. En el
momento que ONERN hizo este Inventario había otras 18 lagunas estudiadas
para su trasvase a la cuenca del Pacífico, con un volumen de regulación de
2 494 millones de metros cúbicos [119].

De todo esto debe resultar evidente que la costa peruana, que es donde se
asienta más de la mitad de la población del país, tiene recursos hidráulicos
insuficientes y que su aprovechamiento se hace con apoyo de recursos
hidráulicos trasandinos.

En la mayor parte de los países ocurre, al igual que en el Perú, una


desigual distribución de los recursos hidráulicos. Así en Argentina el 82% de

96
los recursos hidráulicos está ubicado en la tercera parte del territorio. En
España se habla de la España húmeda, que con sólo el 11% de la superficie del
país dispone del 41% de los recursos hidráulicos; el resto es la España seca.
[25,112]. En Israel, el norte es relativamente húmedo (Mar de Galilea y río
Jordán) y el sur es muy seco (Desierto del Negev).

Hay algunos usos del agua, como el ya mencionado de una central


hidroeléctrica, que si bien no consumen ni deterioran la calidad del agua que
usan, restituyen ésta en condiciones de muy difícil o imposible utilización.
Hay, pues, un problema de ubicación del recurso.

Un problema interesante es el que se suscitó entre Panamá y Estados


Unidos con relación al agua que se requiere para el funcionamiento del canal.
Panamá alegaba que "Los requerimientos de agua para navegación en el canal
interoceánico son actualmente de unos 90 m3/s, que pierden su potencial de
utilización adicional por ser entregados al nivel del mar... Panamá considera que
esto va en desmedro de su soberanía, y es una limitación de usufructo de estas
aguas provenientes de las cuencas circunvecinas a los centros de mayor
desarrollo, que son las ciudades de Panamá y Colón" [115].

Con ocasión de la Reunión de Lima, de 1976, preparatoria de la


Conferencia Mundial del Agua, la delegación de Panamá presentó un proyecto
de resolución, que fue aprobado por la Reunión en la forma siguiente:

"Considerando,

- Que la utilización soberana de los recursos naturales, como un elemento


fundamental para el Desarrollo Económico, Social y Político de los pueblos es
un principio reconocido por las Naciones Unidas,

- Que este principio está estrechamente vinculado a los objetivos de esta


Conferencia Regional Preparatoria de la América Latina y el Caribe sobre el
agua,

- Que tanto el régimen de propiedad del recurso agua, al igual que la


jurisdicción sobre este recurso son aspectos de especial significación para los
propósitos de planificación y desarrollo de los recursos hidráulicos.

- Que el problema de la denominada Zona del Canal de Panamá constituye


uno de los principales obstáculos al desarrollo integral de los recursos
hidráulicos de las áreas circunvecinas a las ciudades de Panamá y Colón.

97
Resuelve

Expresar sus mejores deseos para que las negociaciones que llevan a cabo la
República de Panamá y los Estados Unidos de América culminen con una
solución justa y equitativa, que permita a la República de Panamá ejercer
totalmente sus derechos soberanos en la parte de su territorio denominada Zona
del Canal y, en consecuencia, poder determinar una política nacional de
desarrollo integral de los recursos hidráulicos.

Después de aprobada la Resolución, la Delegación de los Estados Unidos pidió


que constara en este informe la siguiente reserva:

La delegación de los Estados Unidos lamenta no poder apoyar al proyecto de


resolución propuesto por la delegación de la República de Panamá. El Gobierno
de los Estados Unidos opina que esta resolución no concuerda con la declaración
de principios formulada conjuntamente por los gobiernos de los Estados Unidos y
de Panamá en febrero de 1974, por cuanto no reconoce el interés que ambos
países tienen en el canal. En la declaración conjunta de 1974, sobre la cual se
basan las negociaciones acerca del Canal, la República de Panamá se
comprometió a otorgar a los Estados Unidos "el derecho de utilizar los terrenos,
aguas y espacios aéreos que puedan ser necesarios para la operación, el
mantenimiento, la protección y defensa del Canal y el tránsito de embarcaciones".
El proyecto de resolución no toma en cuenta esta posición.

Debo también observar que la resolución propuesta intenta incorporar a debates


multilaterales temas que son complejos y pueden resolverse mejor en las
negociaciones bilaterales que se están realizando entre los Estados Unidos y
Panamá. En un informe conjunto a la Asamblea General de la OEA en Junio de
este año, los Estados Unidos y Panamá señalaron que las "disposiciones sobre
terrenos y aguas que comprende la zona del Canal de Panamá" son uno de los
problemas que quedan por resolver" [115].

98
2.12 La Calidad del Agua

La calidad del agua es un poderoso factor limitante para su uso. No se


puede hablar en términos genéricos de buena o mala calidad del agua. El
agua de una fuente determinada puede tener o no la calidad requerida para un
fin específico. El agua que no es apta para consumo humano puede serlo para
el riego. El agua que tiene buena calidad para consumo humano puede no ser
adecuada para un uso industrial específico. Para preparar concreto se
requiere que el agua reúna ciertas condiciones en lo que respecta a su calidad.
Los requerimientos de calidad de agua de algunas industrias pueden ser muy
exigentes. Cada cultivo tiene su propio requerimiento de calidad de agua.

Toda gota de agua que se usa en alguna actividad, sea ésta doméstica,
agrícola o industrial, no se pierde ni desaparece, sino que a través del ciclo
hidrológico y con el paso del tiempo vuelve a aparecer en algún lugar de la
Tierra. Sin embargo, no siempre conserva sus propiedades. Muchas veces el
uso del agua produce una degradación de su calidad.

El agua que está en la Naturaleza, y que cuando caía en las gotas de lluvia
era prácticamente pura, se contamina al entrar en contacto con la corteza
terrestre. Diversos componentes del suelo se incorporan al agua por
disolución. El río es un gran dren colector de la cuenca, no sólo del agua, sino
también de aquello que está en contacto con el agua. A los compuestos
químicos naturales debe agregarse los orgánicos, producto de los animales que
entran en contacto con el agua. Son, sin embargo, las actividades humanas
las causantes de la mayor contaminación del agua: labores agrícolas, que
implican fertilizantes y pesticidas, las labores industriales y, sobre todo, las
actividades mineras, así como los desagües de las poblaciones.

Todo esto debe hacernos pensar muy seriamente que la disponibilidad de


agua depende no sólo de su cantidad, sino de su calidad.

Las características, naturaleza y cantidad de las sustancias extrañas


presentes en el agua son las que determinan su calidad, cualquiera que sea el
origen de ellas. La contaminación del agua, es decir, la pérdida de su pureza,
puede deberse, en concordancia con lo señalado líneas arriba, tanto a causas
naturales como a las actividades humanas. En consecuencia, la
contaminación puede ser natural o inducida. A su vez la contaminación puede
ser de origen bacteriológico, físico o químico.

La polución es la contaminación intensa y dañina del agua o del aire,


producida por los residuos de procesos industriales o biológicos. Según la Ley
de Aguas española, citada por LOPEZ CAMACHO, la contaminación consiste

99
en "la acción y el efecto de introducir materias o formas de energía, o inducir
condiciones en el agua que, de modo directo o indirecto, impliquen una alteración
perjudicial de su calidad en relación con los usos posteriores o con función
ecológica. El concepto de degradación del dominio público hidráulico incluye las
alteraciones perjudiciales del entorno afecto a dicho dominio" [91].

La creciente intensidad de la actividad industrial, el incumplimiento de las


leyes y la indiferencia general traen como consecuencia lo que algunos autores
denominan un déficit medioambiental, cuya solución será difícil. Al respecto
la situación en el Perú es dramática, pues el Estado es el responsable directo
de la contaminación existente en muchos cursos de agua. Cualquier forma de
contaminación representa en esencia un efecto medioambiental negativo.

Antes de examinar otros aspectos vinculados a la calidad del agua


conviene que nos preguntemos que es el agua, pues así estaremos en mejores
condiciones de apreciar lo que significa la expresión agua contaminada, y
comprender mejor los problemas referentes a su calidad.

Según el Diccionario de la Real Academia, agua significa lo siguiente:


"Substancia formada por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de
hidrógeno, líquida, inodora, insípida, en pequeña cantidad incolora y verdosa o
azulada en grandes masas. Es el componente más abundante de la superficie
terrestre y más o menos puro, forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es
parte constituyente de todos los organismos vivos y aparece en componentes
naturales; y, como agua de cristalización en numerosos cristales."

Luego de leer esta definición académica del agua resulta difícil reconocer
en ella el agua que vemos en un río como el Rímac, por ejemplo. Intentemos
una definición de esta última: sustancia de aspecto barroso con alto contenido
de sólidos en suspensión provenientes de la erosión de la cuenca y que lleva en
disolución gran cantidad de substancias altamente nocivas para la salud,
incorporadas al cauce del río por la actividad minera e industrial, a lo que debe
añadirse un elevado grado de contaminación bacteriológica debida a la
presencia de heces fecales y diversos microorganismos, originados en el hecho
de que se use el río como colector de desagües domésticos, mineros e
industriales. A partir de ella se abastece a una población de varios millones de
habitantes.

Este problema es muy serio, pero no es el único en el mundo. La


contaminación es cualquier alteración perjudicial de las características físicas,
químicas y/o bacteriológicas de las aguas. La contaminación se presenta en
los océanos, mares, lagos, lagunas, ríos y aun en el agua subterránea. En
algunos lugares la contaminación ha llegado a grados tan serios que hasta la
lluvia resulta afectada, en la forma de lluvia ácida. La lluvia ácida se debe

100
fundamentalmente a la actividad industrial, la que incorpora a la atmósfera
grandes cantidades de anhidrido sulfuroso, nitrógeno y monóxido de carbono,
entre otros.

La contaminación inducida puede ser de origen accidental, como la


originada en el naufragio de un barco petrolero, ó, sistemática como cuando
los relaves mineros se vierten en los ríos.

La calidad de agua para consumo humano influye decididamente en la


salud de la población. Se calcula que en algunos de los países en vías de
desarrollo sólo el 20% de la población rural y el 75% de la población urbana
tienen agua potable. Como en los países mencionados la mayor parte de la
población está en el área rural resulta que el promedio general de población
sin servicios de agua potable llega al 35%.

En la Conferencia Mundial del Agua celebrada en Mar del Plata, Argentina,


en 1977, se convino en que para 1990 el 100% de la población mundial
debería tener acceso al agua potable. El decenio 1980-1990 fue declarado el
Decenio Internacional del Agua Potable y del Saneamiento Ambiental. Sin
embargo, en 1993, en Lima, capital del Perú, hay más de 2 millones de
personas que en sus viviendas no tienen servicio de agua potable ni
alcantarillado.

La contaminación bacteriológica del agua da lugar a la aparición de


numerosas enfermedades, como el cólera, tifoidea, hepatitis, disentería y
muchos otros más. Se calcula [18] que a nivel mundial se da el siguiente
panorama:

Enfermedad Millones de casos al año

Gastroenteritis 400
Esquistosomiasis 200
Filariosis 200
Malaria 160
Oncocercosis 20-40

James P. GRANT, Director Ejecutivo de UNICEF, declaró lo siguiente: "Uno


de los mayores problemas ambientales de una gran parte de la humanidad es la
existencia de agua contaminada y métodos insalubres de saneamiento que son
responsables de casi las tres cuartas partes de la morbilidad y de gran parte de
la mortalidad infantil del mundo en desarrollo."

101
Más grave, y más difícil de tratar, es la contaminación química.

Un inventario de las disponibilidades de agua no sólo no debe prescindir,


sino que debe empezar por el estudio de la calidad de los recursos hidráulicos.
El avance de la civilización, la industrialización, el crecimiento demográfico son
algunos de los factores determinantes del notable deterioro de la calidad del
agua. En la Figura 2.12 se presenta esquemáticamente el proceso de control
de la calidad del agua.

Un Plan de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos debe estar


inspirado en un tratamiento general del recurso, y por lo tanto debe incluir los
aspectos pertinentes al suministro de agua y al destino de los desechos.

Un conocido problema de calidad de agua se presenta con el aprovecha-


miento de las aguas del río Mantaro para su trasvase a Lima con el objeto de
abastecer a la población, generar energía y fortalecer la agricultura [17].

En un estudio del río Mantaro realizado en 1970 se señaló que el agua de


este río no era apropiada para ser trasvasada, porque contenía impurezas
metálicas tales como Hierro (Fe), Manganeso (Mn), Cobre (Cu), Zinc (Zn),
Plomo (Pb), Cadmio (Cd) y Arsénico (As) en concentraciones mayores que las
permitidas por la Ley General de Aguas, en función del tipo de tratamiento
requerido. Las sustancias químicas antes señaladas provenían de la actividad
minera [17]. Para contrarrestar esta situación se expidió un Decreto Supremo
disponiendo que sólo se podían hacer vertidos al río Mantaro, entre la laguna
de Quiulacocha y Malpaso, que estuviesen previamente tratados de modo que
las aguas del río cumplan con las condiciones para ser consideradas como
Clase I.

¿Pero de donde provenía la gran cantidad de sustancias químicas vertidas


al agua? Principalmente de 11 minas que vertían un total de 163 400 m3/día
de residuos. Casi la mitad de ellos provenía de CENTROMIN, empresa del
Estado.

Veamos muy someramente otro ejemplo de contaminación. Las aguas


del río Puyango-Tumbes y las de sus afluentes fueron estudiadas desde el
punto de vista de su calidad, y teniendo en cuenta su uso futuro en el proyecto
peruano-ecuatoriano Puyango-Tumbes. En el estudio de factibilidad del
Proyecto se señala lo siguiente: “Dado que el uso de sustancias químicas en
la minería se ha incrementado durante los últimos 10 años, algunas fuentes
naturales se hallan en un peligroso estado de contaminación. Las aguas de los
ríos Calera y Amarillo se encuentran contaminadas en exceso en un 85% en
temporada seca y en un 35% en temporada húmeda, con mercurio y otros
minerales tóxicos (cobre, zinc, plomo), así como cianuro y ácidos. En zonas
próximas a molinos se ha medido

102
103
concentraciones de mercurio en el agua de 0,23 mg/l, siendo el límite para el
Ecuador de 0,002 mg/l. La solución de cianuro envejecida, que ya no usan las
procesadoras, se vierte a los drenajes naturales, causando un cambio abrupto en
el pH y un envenenamiento del agua". [33]

Tal como se señala en el referido estudio, como consecuencia de la


actividad minera en la parte alta de la cuenca del río Puyango-Tumbes
(Zaruma) se está contaminando la región anualmente con un mínimo de 2,6
toneladas de mercurio. "Después de los metales radioactivos, el mercurio es el
mineral más contaminante y peligroso en el mundo. Estimaciones conservadoras
determinan que en el medio ambiente de Portovelo-Zaruma ya se encuentran
unas 20 toneladas de mercurio acumuladas. El mercurio volatizado se eleva a la
atmósfera, se condensa y cae con la lluvia, distribuyéndose sobre toda la región
y finalmente llega a las vertientes y al río. Aquí es absorbido por micro-
organismos y convertido en metilmercurio, un compuesto orgánico de una
toxicidad todavía más elevada, porque la metilización permite al mercurio
atravesar las membranas biológicas. Estos micro-organismos constituyen el
alimento de crustáceos y peces, los cuales asimilan y acumulan el veneno en los
lípidos del cuerpo. De forma similar incorporan las plantas el mercurio de los
suelos, por las raíces. Así el metilmercurio es incorporado gradualmente en la
cadena alimenticia y transportado por la cuenca del Puyango-Tumbes envene-
nando a todos los organismos que dependen de sus aguas". [33]

El mercurio, que se usa generalmente en actividades industriales, causa


una intoxicación o envenenamiento, que se llama hidrargirismo, que causa la
paralización del sistema nervioso central. Esto es conocido desde hace
muchos años, pero se empezó a estudiar en la década de los cincuenta al
producirse el envenenamiento de un grupo de pescadores japoneses del puerto
de Minamata.

La eutrofización de lagos y embalses es un fenómeno vinculado a la


calidad de agua, que está muy generalizado [74]. La eutrofización "consiste en
un enriquecimiento excesivo de los elementos nutritivos del agua, que da lugar a
toda una serie de cambios sintomáticos indeseables, entre ellos la producción
perjudicial de algas y otras plantas acuáticas, el deterioro de la calidad del agua,
la aparición de malos olores y sabores desagradables y la muerte de peces" [74].

Las aguas eutróficas, ricas en sustancias nutritivas, contienen por ejemplo


algas y otras sustancias, las que caen al fondo, se descomponen, se consume
el oxígeno del agua, mueren los peces y el fenómeno se presenta con toda
intensidad. Esta falta de oxígeno puede dar lugar a contenidos excesivos de
hierro y manganeso, lo que puede hacer difícil el tratamiento del agua.

104
La eutrofización acelerada se debe al aporte excesivo de materias
nutritivas de plantas acuáticas. La eutrofización es uno de los problemas más
generalizados en el mundo y se origina en un desajuste ambiental causado por
acciones humanas.

A pesar del enorme volumen de agua que contienen los mares y océanos
también afrontan el peligro de la contaminación. Ésta es particularmente
preocupante en las costas y en los mares interiores y regionales. Son varias
las causas de la contaminación de los mares: residuos industriales y
radioactivos, desagües urbanos, pérdidas durante el transporte y manipuleo
de carga, especialmente petróleo.

Se ha calculado que los buques tanques derraman anualmente 1,5 millo-


nes de toneladas de petróleo en el mar (por lavado de tanques, pérdidas en los
motores, accidentes). La Academia Nacional de Ciencias de los EE.UU. calculó
que en 1980 se descargaron 3,3 millones de toneladas de petróleo al mar. Se
recuerda que la guerra entre Irán e Irak convirtió las aguas del golfo Pérsico en
una "balsa de petróleo" de 75 cm de espesor y un total de 1,5 millones de
barriles de petróleo derramados.

En el Perú también hay contaminación del medio marino por descarga de


petróleo. La causa es que los principales puertos petroleros del Perú no tienen
los servicios e instalaciones adecuadas para el embarque y desembarque de
carga, especialmente de hidrocarburos. Se estima que en las costas peruanas
se derraman anualmente 4 600 toneladas de petróleo. En 1984 hubo una
gran mancha de petróleo frente a Ventanilla (Lima) originada por las
operaciones portuarias de La Pampilla, específicamente por haber arrojado
desperdicios y residuos al mar. Dicha "marea negra" causó daños en las
especies marinas.

Hay numerosas fuentes de contaminación. El carguero japonés Akatsuki


Maru partió del puerto francés de Cherburgo el 7 de noviembre de 1992 trans-
portando 1,7 toneladas de plutonio. Este hecho produjo gran alarma entre los
países vecinos a la ruta de navío (Chile, Sudáfrica, Indonesia). Se temía que la
mínima pérdida de plutonio podría causar una catástrofe ecológica inimagi-
nable. Felizmente el viaje terminó exitosamente, pero las protestas internacio-
nales fueron grandes. Sin embargo, las preocupaciones no han terminado,
pues parece ser que este viaje forma parte de una serie que se realizará para
transportar 30 toneladas de plutonio de Europa a Japón en los próximos 20
años.
La calidad del agua de mar, su cuidado y conservación, son importantes
desde la perspectiva de los Recursos Hidráulicos, pues el mar constituye para
la costa peruana, y para otras partes del mundo, una importante fuente
potencial de agua dulce, además de constituir fuente de recursos alimenticios

105
y recreativos.

La explotación del petróleo en la selva también es causa de fuerte conta-


minación fluvial. Algunos especialistas han estimado que por cada barril
procesado de petróleo se producen de dos a tres barriles de salmuera, es decir
de sulfatos, bicarbonatos y cloruros, asociados a elementos como el sodio,
calcio y manganeso, entre otros. Todo esto se descarga en los ríos de la
Amazonía [120].

Otra causa muy importante de contaminación de los recursos hidráulicos


está en las actividades vinculadas a la cocaína. En 1989, Bruce GELF,
Director del Servicio Informativo y Cultural de EEUU, señalaba lo siguiente:
“Los cultivadores de coca destruyen los pulmones de la tierra. En el Perú ocupan
las cimas de los montes y los rocían con paraquat (un poderoso herbicida) para
plantar árboles de coca... Quizá eso no parezca tan terrible, pero cuando se
piensa en los ríos y en sus afluentes, se da cuenta que centenares de miles de
litros de desechos tóxicos van a dar en los ríos".

En un estudio publicado por CEDRO se afirma que según cálculos


realizados, en 1986 se incorporaron a los ríos de la Amazonía 57 millones de
litros de kerosene, 52 millones de litros de ácido sulfúrico, 16 000 toneladas
de cal viva, 3 200 toneladas de carburo, 16 000 toneladas de papel y
6 400 000 litros de acetona y otra cantidad igual de tolueno.

A nivel mundial preocupa el destino de los residuos atómicos. La


posibilidad de verterlos a los océanos representa un gran peligro. Hace unos
años la organización pacifista Green Peace denunció que Gran Bretaña
pensaba deshacerse de residuos contaminados con plutonio mediante su
vertido al océano. El Gobierno inglés aclaró que su intención era diferente:
procederían a enterrarlos en el fondo marino disparando contenedores en
forma de torpedo. De esta forma, señalaron, no infringirían las normas
internacionales sobre vertidos nucleares al mar.

Cuando en 1983 Gran Bretaña, Bélgica y Suiza pretendieron deshacerse


de los residuos de sus centrales nucleares depositándolos en el fondo del
océano Atlántico, a 700 km al sur oeste de las costas de Galicia, hubo grandes
protestas tanto en España como en otras partes del mundo.

Los ríos en el Perú presentan serios problemas de contaminación. Se


afirma que el 90% la padece. El río Rímac es altamente preocupante. Se ha
determinado que 14 plantas concentradoras de minerales descargan durante
el año alrededor de 25 millones de m3 de relaves y aguas de minas que
contienen importantes cantidades de plomo, zinc, cobre, plata, oro, y otras
sustancias tóxicas para la salud. A todo esto se debe agregar los desagües y
basuras de numerosos centro poblados e industrias diversas. Se ha determi-
nado, por ejemplo, que el agua que se consume en Lima tiene un elevado
106
contenido de plomo, que supera los máximos permitidos, lo que es gravísimo.

Tal como lo hemos señalado en el Capítulo 1, el tercer principio de la


Carta Europea del Agua establece que: “Alterar la calidad del agua es perjudicar
la vida del hombre y de los otros seres vivos que de ella dependen".

Para los aprovechamientos agrícolas también hay problema de calidad de


agua. La resistencia de los cultivos a la contaminación del agua es variable.

La preservación y conservación de las aguas en el Perú están contempla-


das en el Título II de la Ley General de Aguas desde 1969. El artículo 22° de la
Ley es sumamente claro: "Está prohibido verter o emitir cualquier residuo sólido,
líquido o gaseoso que pueda contaminar las aguas, causando daños o poniendo
en peligro la salud humana o el normal desarrollo de la flora o fauna o
comprometiendo su empleo para otros usos. Podrá descargarse únicamente
cuando:

a. Sean sometidos a los necesarios tratamientos previos;

b. Se compruebe que las condiciones del receptor permitan los procesos


naturales de purificación;

c. Se compruebe que con su lanzamiento submarino no se causará perjuicio a


otro uso; y

d. En otros casos que autorice el Reglamento.

La Autoridad Sanitaria dictará las providencias y aplicará las medidas


necesarias para el cumplimiento de la presente disposición. Si, no obstante, la
contaminación fuere inevitable, podrá llegar hasta la revocación del uso de las
aguas o la prohibición o la restricción de la actividad humana" [131].

En la lucha contra de contaminación, la primera tarea debe ser la


prevención. "La solución consiste en evitar la contaminación en origen para que
se produzca una contaminación mínima al final del proceso productivo. Esta se
puede conseguir buscando una nueva fórmula para el proceso productivo,
modificándolo adecuadamente, eliminando los componentes que sean fuertemen-
te contaminantes, y reciclando al máximo los residuos producidos" [102].

Para lograr esto tenemos abundantes dispositivos legales.

El Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, promulgado el 7


de setiembre de 1990 mediante el Decreto Legislativo N° 611, contiene también
importantes medidas para la protección de los cuerpos de agua.

107
Entre ellas se puede señalar las siguientes: se prohíbe la descarga de
sustancias contaminantes (Art. 14°); se prohíbe verter o emitir residuos
sólidos, líquidos o gaseosos u otras formas de materia, o de energía que alteren
las aguas en proporción de hacer peligrosa su utilización (Art. 15°); se prohíbe
que los desechos minero-metalúrgicos sean depositados en terrenos en los que
exista riesgo de precipitación por fenómenos naturales y en ningún caso serán
depositados a menos de 500 metros de los cuerpos de agua (Art. 63°). Se
establece asimismo en dicho Código que es responsabilidad del Ministerio de
Salud garantizar la calidad del agua para consumo humano y en general, para
las demás actividades en que su uso sea necesario (Art. 107°); que el Estado
debe fijar el destino de las aguas residuales (Art. 108°), etc, etc. Se establece
asimismo en dicho Código las penas para quien contravenga las disposiciones
legales vinculadas al medio ambiente, las que llegan a multas y a prisión por
varios años.

El nuevo Código Penal (1991) en su Título XII, Delitos contra la Seguridad


Pública, establece una serie de penas para diversos delitos contra la seguridad
de la población. Así por ejemplo "El que envenena, contamina o adultera aguas
o sustancias alimenticias o medicinales, destinadas al consumo, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de diez años ..." (Art.
286°). "El que, infringiendo las normas sobre protección del medio ambiente, lo
contamina vertiendo residuos sólidos, líquidos, gaseosos o de cualquier otra
naturaleza por encima de los límites establecidos, y que causen o puedan causar
perjuicio o alteración en la flora, fauna y recursos hidrobiológicos, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años o con
ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa. Si el agente actuó por culpa,
la pena será privativa de libertad no mayor de un año o prestación de servicio
comunitario de diez a treinta jornadas" (Art. 304°). "El que deposita, comercializa
o vierte desechos industriales o domésticos en lugares no autorizados o sin
cumplir con las normas sanitarias y de protección del medio ambiente, será
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años. Cuando el
agente es funcionario o servidor público, la pena será no menor de uno ni mayor
de tres años, e inhabilitación de uno o dos años conforme al artículo 36°, incisos
1, 2 y 4. Si el agente actuó por culpa, la pena será privativa de libertad no mayor
de un año. Cuando el agente contraviene leyes, reglamentos o disposiciones
establecidas y utiliza los desechos sólidos para la alimentación de animales
destinados al consumo humano, la pena será no menor de dos ni mayor de
cuatro años y de ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa" (Art.
307°).

La Ley General de Aguas (D.L. 17752) señala en su Reglamento una


clasificación de los cursos de agua en función de sus características de

108
calidad. Para cada clase se señala los topes (valores máximos permisibles) de
diversas sustancias tóxicas (Plomo, Flúor, Arsénico, Selenio, etc), así como las
propiedades que debe tener el agua en cuanto a color, contenido de sólidos
flotantes, aceites, grasas y fenoles.

Los contenidos de sustancias tóxicas se expresan como límites máximos.


Así por ejemplo: el agua no debe contener más de 0,1 mg/l de plomo, o de 0,05
mg/l, según la norma de que se trate. Sin embargo, a veces ocurre que
algunas normas aceptan que, ocasionalmente, se exceda el valor tope por un
lapso breve.

La calidad del agua para riego está definida en función de ciertos valores
que no deben ser sobrepasados. Las relaciones que vinculan la calidad del
agua con la producción agrícola son complejas, difíciles de obtener y sobre
todo difíciles de generalizar. Los resultados obtenidos bajo ciertas condiciones
no son fácilmente trasladables a otros lugares y circunstancias.

La calidad de agua para riego está determinada por la cantidad y clase de


cuerpos extraños que tiene en disolución. En consecuencia, puede darse que
el agua proveniente de una fuente determinada sólo sea adecuada para un
cierto cultivo, en un determinado suelo. Puede darse también que el uso del
agua de calidad inadecuada disminuya los rendimientos, afecte o restrinja de
algún modo la actividad agrícola y finalmente, puede ser que el agua no sea
apta para ningún cultivo.

El estudio de la calidad de agua para un fin determinado debe ser


exhaustivo y debe considerar el estudio de las fuentes de contaminación.

Los reglamentos establecen usualmente las cantidades tolerables de


determinados elementos, pero no agotan las posibilidades de que esos
elementos señalados sean los únicos.

En lo que respecta al agua para riego es usual evaluar la existencia de


calcio, magnesio, sodio, potasio, carbonatos, bicarbonatos, sulfatos, cloruros,
nitratos, boro. Usualmente se determina la concentración total de sólidos di-
sueltos, la proporción relativa de sodio a otros cationes, el pH y la conductivi-
dad.

Sin embargo, como hemos dicho, los análisis y estudios para conocer la
calidad del agua no deben ser limitativos. No hay una regla universal para
definir la calidad del agua. El método que se usa para definir la calidad del
agua consiste en fijar los valores máximos que puede haber de cada una de las
sustancias nocivas.

109
Cuando para el riego se usa agua de mala calidad hay varios efectos
indeseables:

1. Reducción del rendimiento de los cultivos


2. Disminución de la calidad de los productos agrícolas
3. Daños permanentes al suelo, volviéndolo improductivo
4. Deterioro del medio ambiente
5. Acumulación de sustancias tóxicas en los productos agrícolas [75].

Cada requerimiento de agua tiene sus propias normas de calidad. Así por
ejemplo, el agua para preparar concreto debe cumplir los requisitos exigidos
por la norma ITINTEC 334.088. Las características de dicha norma han sido
expuestas por Enrique RIVVA [138], quien nos señala que el agua para
preparar concreto, además de cumplir con la aludida norma ITINTEC, debe ser
de preferencia potable. Para preparar concreto está prohibido "el empleo de
aguas ácidas, calcáreas, minerales ya sea carbonatadas o minerales; aguas
provenientes de minas o relaves, aguas que contengan residuos industriales,
agua con contenido de sulfatos mayor de 1%, aguas que contengan algas,
materia orgánica, humus o descargas de desagües, aguas que contengan azúca-
res o sus derivados. Igualmente aquellas aguas que contengan porcentajes
significativos de sales de sodio o de potasio disueltas, en todos aquellos casos en
que la reacción álcali-agregado es posible". Se puede emplear aguas que no
sean potables, pero deben estar "limpias y libres de cantidades perjudiciales de
aceites, ácidos, álcalis, sales, materia orgánica u otras sustancias que pueden ser
dañinas al concreto, acero de refuerzo o elementos embebidos.

Al seleccionar el agua deberá recordarse que aquellas con alta concentración


de sales deberán ser evitadas en la medida que no sólo pueden afectar el tiempo
de fraguado, la resistencia del concreto y su estabilidad de volumen, sino que,
adicionalmente, pueden originar eflorescencias o corrosión del acero de refuerzo".
Es usual que la calidad del agua para un fin determinado se especifique
por medio de topes. Así, para el concreto los topes son los siguientes:

" Cloruros 300 ppm.


Sulfatos 300 ppm.
Sales de Magnesio 150 ppm.
Sales solubles totales 1500 ppm.
pH mayor que 7
Sólidos en suspensión 1500 ppm.
Materia orgánica 10 ppm. "

El tema de la calidad del agua para concreto es muy amplio, nuestra


intención ha sido la de presentar algunos aspectos, como un ejemplo de los
problemas de calidad ligados a un fin específico.
110
Capítulo 3

Demandas de Agua

3.1 Sobre las Demandas de Agua en General

En el capítulo precedente hemos examinado las diferentes fuentes a partir de


las cuales puede disponerse de una determinada oferta de agua.
Evidentemente el objetivo que perseguimos al investigar las fuentes de agua y
al estudiar los recursos hidráulicos en general, es su aprovechamiento para
satisfacer las demandas de agua de la sociedad.

La posibilidad de disponer de agua con la calidad debida, en el momento


oportuno y en el lugar preciso, es indispensable para lograr el desarrollo y el
bienestar de la población. El acceso al agua en las condiciones señaladas
resulta fundamental para la obtención de una mejor calidad de vida.

En términos generales la demanda de agua es el requerimiento de los


usuarios para satisfacer una necesidad específica. En el punto 1.3 hemos
presentado los diversos usos que tiene el agua. Como puede comprenderse
cada uso crea su correspondiente demanda. A su vez, la demanda puede ser
presente o futura. Para los fines de un proyecto o para el planeamiento del
uso de los recursos hidráulicos se debe determinar la demanda futura.
Evidentemente que el concepto de demanda va asociado al de cantidad y
calidad del recurso, tal como lo hemos señalado en varias oportunidades.

Antes de examinar las características de cada demanda particular


conviene presentar alguna información general sobre la posibilidad de lograr la
satisfacción de la demanda global de una nación o de una región, desde el
punto de vista de su disponibilidad, también global, de recursos hidráulicos.

111
Evidentemente que si la disponibilidad total de agua es baja, también lo será la
posibilidad de satisfacer la demanda. Se ha establecido varias categorías en lo
que respecta a la disponibilidad global de agua; ellas aparecen en el Cuadro
3.1 [171].

CUADRO 3.1
Disponibilidad Global de Agua

Categoría Cantidad de Agua


(m3/hab/año)

I Extremadamente baja Menos de 1 000


II Muy baja de 1 000 a 2 000
III Baja de 2 000 a 5 000
IV Media de 5 000 a 10 000
V Satisfactoria de 10 000 a 20 000
VI Alta de 20 000 a 50 000
VII Muy Alta más de 50 000

Estos valores corresponden a la disponibilidad global de agua para la


satisfacción de las necesidades totales de agua, inclusive riego, si fuese
necesario.

La situación mundial, en los términos globales de la clasificación anterior,


es la siguiente: hay unos diez países cuya disponibilidad de agua es
extremadamente baja (menos de 1 000 m3/hab/año); hay unos setenta países
en los que la cantidad es de 1 000 a 5 000 m3/hab/año (Categorías II y III).
Pero lo más serio es que este problema se irá agravando y hacia el año 2000
serán veinte los países ubicados en la Categoría I y 100 los que tengan las
Categorías II y III.

Para comprender mejor las implicancias del Cuadro 3.1 mostramos en el


Cuadro 3.2 la disponibilidad total de agua que se requeriría en la Tierra el año
2050, cuando la población mundial llegue a 10 000 millones, para cada una
de las siete categorías de disponibilidad relativa de agua.

112
CUADRO 3.2
Requerimiento de Disponibilidad Global de Agua en el año 2050

Categoría Disponibilidad
(km3/año)

I Extremadamente baja 10 000


II Muy baja 15 000
III Baja 35 000
IV Media 75 000
V Satisfactoria 150 000
VI Alta 350 000
VII Muy Alta 500 000

Para poder situar en la realidad los valores del Cuadro 3.2, que corres-
ponden a la disponibilidad global de agua requerida para cada categoría,
debemos recordar que la disponibilidad de agua que nos da la escorrentía
mundial es de 38 000 km3/año. Si toda esta cantidad de agua fuese aprove-
chable, la disponibilidad mundial per cápita sería de 3 800 m3/año, lo que nos
colocaría en la Categoría III (Baja). Pero, si recordamos que sólo 14 010 km3
son aprovechables, entonces la disponibilidad mundial sería de 1 401 m3/año
por habitante, lo que nos colocaría en la Categoría II (Muy baja).

Como sabemos, en el mundo hay grandes desequilibrios espaciales en lo


que respecta a disponibilidad de agua. Algunos valores, en metros cúbicos por
año y por habitante, son los siguientes: Noruega y Canadá, 99 000; Perú,
89 000; Brasil, 71 000; la antigua Unión Soviética, 17 000; Estados Unidos,
8 300; China, 2 500 (Ver Cuadro 1.5).

BALCERSKI, científico polaco, citado por LINDH, calculó que para un país
europeo, cuyas demandas totales de agua dulce fuese inferiores al 5% de la
escorrentía, sus posibilidades de lograr un abastecimiento total eran muy
grandes. En cambio, si un país necesita utilizar entre 5 y 10% de su
escorrentía total es probable que lo logre, salvo en algunas áreas, pero si los
requerimientos de agua equivalen al 10 ó 20% de la escorrentía, se hace difícil
cubrir la demanda, si no se recurre a grandes inversiones en proyectos
hidráulicos [87].

Naturalmente que la disponibilidad global de agua es sólo un indicador


general de la posibilidad de satisfacer adecuadamente las demandas de agua.
Son varios los factores que habría que tener en cuenta. Hay países o regiones
que llevan ventaja en lo que respecta a la distribución espacial y temporal de

113
los recursos hidráulicos. Hay que tener en cuenta, además, la naturaleza y
composición de la demanda total, pues si una región requiere riego sus
demandas totales serán mucho mayores que en otra región en la que los
cultivos sean de secano.

En España, por ejemplo, la escorrentía total, incluyendo un 20% de aguas


subterráneas, es de 110 km3 por año, lo que da una disponibilidad media de
2 683 m3/hab/año. Este valor tiene que mirarse junto con el hecho de que
España tiene más de 1 000 grandes presas y 2 500 pequeños lagos y lagunas,
lo que facilita el aprovechamiento del agua.

En el Perú tenemos alrededor de 89 000 m3/hab/año, una cifra altísima,


la que, sin embargo, debe mirarse dentro de una gran distribución espacial y
variación temporal. La costa, donde está más del 50% de la población, sólo
tiene el 1,7% de los recursos hidráulicos superficiales del país.

El problema de la determinación de las demandas y la asignación de los


recursos hidráulicos para satisfacerlas no puede independizarse de la creciente
escasez de agua a nivel planetario.

Es decir, que la escasez tiene que llevarnos al uso racional de lo existente.


"El agua de que disponemos en nuestro planeta es algo precioso y que las
sociedades actuales no saben valorar", ha afirmado el secretario general de la
Organización Meteorológica Mundial de las Naciones Unidas (OMM). Dicha
Organización ha llamado la atención acerca del "derroche existente y mala
utilización de este recurso vital" y ha manifestado que pronto tendremos que
saber valorar el agua "ya que la escasez de agua no será un problema aislado,
sino general y repercutirá en los distintos sectores económicos, especialmente en
la agricultura" y "la crisis que se avecina se traducirá en un aumento de los
niveles de pobreza, y en otros casos se dispararán los índices de contaminación
de las aguas como consecuencia de los vertidos de fertilizantes y productos
químicos en los caudales fluviales".

Vivimos en un mundo en el que la población y sus demandas de agua


vienen aumentando. Pero los recursos hidráulicos con que contamos no están
aumentando, sino por el contrario, están disminuyendo, principalmente por
pérdida de calidad. Las demandas de agua aumentan, no sólo porque
aumenta la población, sino porque aumenta el deseo de mejorar la calidad de
vida, lo que implica que cada ser humano tenga más agua a su disposición.
Una sociedad pobre, en un clima de condiciones duras, tiene que hacer su
agricultura exclusivamente de secano, es decir, dependiendo en un alto grado
de la irregularidad de las lluvias. En cambio, una sociedad opulenta hace
obras de irrigación, regula la escorrentía y ejecuta otras acciones similares que
implican consumo de agua. Algo similar puede decirse con respecto a la
114
satisfacción de las necesidades de agua de las ciudades. A medida que su
potencialidad económica es mayor, demandan más agua. Así se tiene
ciudades que consumen varios cientos de litros al día por habitante. El
consumo de agua es una medida de la calidad de vida alcanzada.

Pero las demandas son crecientes y la disponibilidad de agua es


decreciente. Así por ejemplo, en los años cincuenta según la Organización
Meteorológica Mundial (OMM) cada europeo disponía anualmente de 5 900 m3
de agua dulce, para diversos usos. En cambio hacia el año 2000 sólo
dispondrá de 4 100 m3. En América Latina se pasará para el mismo periodo
mencionado, de 105 000 a 28 300 m3 por año y por habitante. Algo similar
ocurrirá en los otros continentes.

La escasez de agua se agrava debido a los problemas creados por la


contaminación. La pérdida de calidad de agua restringe, encarece o impide su
uso. El cálculo racional de las demandas y el uso justificado del agua son,
pues, un imperativo. ISRAELSEN ha afirmado, y debemos recordarlo, que
"Ningún hombre tiene derecho a malgastar el agua que otro hombre necesita"
[177].

Este aumento de las demandas de agua obliga a recurrir a todas las


fuentes posibles. En el capítulo anterior hemos visto la diversidad de fuentes
de agua existentes. El continuo desarrollo de proyectos de ingeniería para
disponer de agua tuvo que empezar con los más fáciles y más económicos.
Nos toca ahora acometer los proyectos más costosos y más difíciles. Pero no
todo puede resolverse por el lado de la oferta, también debemos actuar sobre la
demanda. Tiene que haber una política de manejo de las demandas compati-
ble con la disponibilidad de recursos económicos e hidráulicos. Debe haber,
pues, un uso racional del agua, en beneficio de las generaciones presentes y
futuras. Debemos marchar hacia una gestión del agua. Todo esto implica un
mejor uso de los recursos existentes.

Hemos señalado en varias oportunidades que la disminución de la


cantidad de agua disponible se viene originando, no sólo por el aumento de la
población y sus mayores demandas específicas, sino por la pérdida de calidad
del recurso. En 1980 el total mundial anual de aguas residuales era de 1 870
km3, de los cuales 308 km3 se producían en Europa y 440 km3 en Estados
Unidos. Hacia finales del siglo XX el total de aguas residuales ascenderá a
2 300 km3 por año [171].

El problema reside en que la mayor parte de las aguas residuales se


reincorpora al ciclo hidrológico, sin haber sido tratada adecuadamente. Pero,
como para diluir correctamente un metro cúbico de aguas residuales no
tratadas se necesita de 8 a 10 m3 de agua limpia, se concluye que la disponibi-

115
lidad mundial de agua no es suficiente para diluir las aguas residuales no
tratadas [171]. Se sobreentiende que se trata de valores medios y de aguas
residuales cuyo grado de contaminación como promedio general, sea bajo. Los
conceptos y valores anteriores no son aplicables a aguas especial y altamente
contaminadas, cuyos requerimientos de dilución y tratamiento suelen ser
muchísimo mayores. Sin embargo, las cifras dadas muestran con toda
claridad la magnitud del problema que se acerca.

Hemos mencionado que cada uso del agua crea su correspondiente


demanda. En consecuencia, para establecer la demanda total hay que
establecer tantas demandas como usos tenga el agua. Para los efectos del
Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos [133] se
establecieron ocho tipos de demanda; ellos son:

1. Demanda de agua para uso poblacional


2. Demanda de agua para uso agropecuario
3. Demanda de agua para uso ecológico, sanitario o biológico
4. Demanda de agua para generación de energía eléctrica
5. Demanda de agua para uso turístico y recreativo
6. Demanda de agua para flujo de dilución
7. Demanda de agua para uso pesquero
8. Demanda de agua para lavado de sales.

Naturalmente que una relación como ésta no puede ser exhaustiva.


Siempre es posible que surja algún uso adicional del agua y esto implicará la
correspondiente demanda.

3.2 Concepción de la Demanda

Las disponibilidades y las demandas de agua se suelen determinar por


separado. Luego se incorporan como datos de entrada para el desarrollo de un
proyecto específico o para la elaboración de un Plan de Desarrollo. Aparece así
el balance hidráulico, llamado también balance hidrológico.

En el Glosario del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos, el


balance hidrológico, al que se le llama hídrico, se define de la siguiente
manera: "Balance de entradas y salidas de aguas en una zona hidrológica bien
definida, tal como una cuenca, un embalse, un lago, etc., teniendo en cuenta los
cambios en el almacenamiento" [134].

116
El balance hidráulico o hidrológico es la base para el desarrollo y la
planificación de un aprovechamiento hidráulico. Los aportes de agua deben
ser suficientes para satisfacer la demanda. No siempre es posible cubrir el
100% de la demanda el 100% del tiempo. Cuando la oferta es insuficiente
para satisfacer la demanda se dice que el sistema tiene un déficit.

No debemos perder de vista algunas particularidades de los proyectos


hidráulicos que se realizan en zonas áridas o semiáridas y en países de
escasos recursos económicos. Una zona es árida, etimológicamente seca,
cuando el agua es la variable que controla su desarrollo [178]. En otras
palabras, cuando el agua y/o el capital son factores limitantes debe haber una
concepción especial de los aprovechamientos hidráulicos, en lo que respecta al
establecimiento de las demandas y a su grado de satisfacción.

La metodología general en los proyectos de aprovechamientos hidráulicos


consiste, cuando no hay ninguna restricción especial como las antes
señaladas, en el cálculo de las demandas poblacionales, agrícolas,
industriales, etc. y luego en la determinación de la forma más económica de
satisfacer esas demandas, a partir del inventario que se ha realizado de los
recursos hidráulicos disponibles y de los proyectos respectivos. Todo esto
dentro de un Plan de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos, el que a
su vez debe formar parte de un Plan Nacional de Desarrollo [12].

Pero ¿cómo proceder cuando hay recursos que como el agua, el capital y
el suelo pueden ser escasos? Evidentemente que entonces la norma general
debe ser el ahorro, y éste debe empezar por el agua.

El agua es un recurso escaso, vital y que debe usarse en concordancia con


esas características. Vital no sólo es algo de suma importancia o trascenden-
cia; es, fundamentalmente, lo que da vida. Tampoco debe usarse el agua en
provecho de unos y en desmedro de otros. El agua es un bien común,
pertenece a la Nación. Lo mismo podemos decir de los otros recursos natura-
les. Para comprender mejor lo anterior podemos plantearnos lo siguiente:
¿puede una gran ciudad con escasos recursos hidráulicos y perteneciente a un
país pobre, aspirar a que se resuelva su problema de abastecimiento de agua
potable de modo de satisfacer una demanda cómoda y holgadamente calcula-
da? Si la respuesta fuese afirmativa tendríamos que admitir que otras
ciudades o regiones del país se queden sin servicio de agua, sea por falta de
ésta o de los medios económicos necesarios. Como esto no puede ser correcto
tendremos que empezar el análisis de las demandas por señalar el concepto de
que en un país pobre las demandas no deben establecerse como un lujo para
satisfacer holgadamente todos los requerimientos. Debe haber una escala de
satisfacción de necesidades. El suministro de agua debe ser estudiado en
concordancia con la economía de la Nación [178].

117
Siguiendo esta misma línea de reflexión podríamos preguntarnos si es
justo que en un país árido, en el que se realiza proyectos de riego para poder
sobrevivir, las dotaciones de riego sean altas, que se pierda el agua por bajas
eficiencias y que se usen métodos de riego inadecuados. Evidentemente que
esto no es justo ni correcto. Si el agua es escasa, la eficiencia debe ser alta y la
agricultura debe concebirse de modo de obtener el máximo beneficio del agua
disponible.

La comparación entre la oferta y la demanda de agua da lugar a un


balance. Cuando la demanda es mayor que la oferta, es decir cuando el
balance hidráulico es negativo, hay un déficit, para cuya solución tenemos dos
opciones. Una de ellas es aumentar las cantidades de agua disponibles; es
decir, aumentar la oferta. En el capítulo precedente hemos examinado las
diversas posibilidades que pueden utilizarse para lograr este propósito. La otra
opción que nos permite actuar sobre el balance es la disminución de la
demanda.

Utilizar el agua en lo indispensable, del modo más eficiente posible, evitar


los desperdicios y cuidar su calidad debe ser nuestro objetivo. Es decir, hay
que hacer un mejor uso de los recursos existentes. La escasez de agua es una
realidad. En el futuro la situación será mucho más grave.

La disponibilidad de agua tiene límites, también lo tienen las inversiones


necesarias para aumentar la oferta mediante costosas obras de ingeniería.
Ambas opciones, aumento de la oferta y la disminución de la demanda, nos
interesan desde la perspectiva de los Recursos Hidráulicos.

La necesidad de poner atención en las demandas es un imperativo. "El


utilizar más eficazmente los recursos disponibles actualmente es una opción tan
válida como la de aumentar las disponibilidades con el objetivo de alimentar la
creciente población mundial, mantener el progreso económico y mejorar el nivel
de vida. Usando menos agua para producir cereales, manufacturar acero y
evacuar residuos por las cisternas de los aparatos sanitarios se incrementa el
agua disponible para otros usos de forma tan segura como construyendo una
presa o un trasvase" [105]. El uso racional de las aguas existentes será
fundamental para nuestra supervivencia. Esto implica, no sólo economía en el
consumo, sino preservación de la calidad del agua.

La UNESCO, a través de su División de Ciencias del Agua, ha manifestado


lo siguiente: "Las necesidades futuras que pueda tener la Humanidad en
materia de disponibilidad de agua se podrán afrontar tal sólo mediante una
comprensión inteligente y razonable del contenido que tiene el agua en el medio
ambiente natural en que se encuentra; de las relaciones que hay entre el agua y
la Humanidad, y de los obstáculos que existen para poder mantener una
vigilancia adecuada, tanto como eficiente, que es algo que se encuentra al

118
alcance del hombre mismo, puesto que estriba en la propia naturaleza de la
Humanidad".

Es necesario tomar medidas que conduzcan a ahorros significativos del


agua. Estos ahorros deben incluir, en el caso de la agricultura, la selección
adecuada de los cultivos y del sistema de riego y la adopción de prácticas de
riego, de manejo y de gestión del agua conducentes a obtener el máximo
ahorro. Lo mismo debe ocurrir con el consumo poblacional.

Un caso interesante desde el punto de vista de la gestión del agua es el


abastecimiento hidráulico de Tarragona, España. La ley dispuso que la
solución de su grave déficit de agua se resolvería con acuerdo a lo siguiente:
"La cantidad de agua que se destina a mejorar el abastecimiento urbano e
industrial de municipios de la provincia de Tarragona es la misma que resulte de
recuperar las pérdidas que en la actualidad se producen en la infraestructura
hidráulica del delta del Ebro, con un límite máximo de cuatro metros cúbicos por
segundo, equivalente a 126 hm3/año" [71].

Para la recuperación de las pérdidas que ocurrían en el delta del Ebro se


ejecutó un Plan de Obras de Acondicionamiento y mejora de canales. Se
revistieron 259 km de antiguos canales. Los costos de estas obras fueron
pagados por los beneficiarios de la concesión, sin aporte alguno del Estado. La
conducción del agua del delta del Ebro a Tarragona se hizo por bombeo y un
sistema de tuberías de más de 100 km de longitud. Cabe destacar que el
destino del agua era tanto la población como la industria [71].

De esta manera el ahorro de convierte en fuente de agua. La existencia de


grandes pérdidas de agua en los sistemas hidráulicos nos lleva a la necesidad
de analizar la estructura de la demanda.

Cualquiera que sea la naturaleza de la demanda se puede distinguir


algunos de sus componentes genéricos:

- La cantidad de agua que llega al lugar de utilización o consumo y que


corresponde al requerimiento mismo.
- Las pérdidas a lo largo de la conducción y distribución hasta llegar al
lugar de consumo.
- Las pérdidas que ocurren simultáneamente con el consumo, o en el
lugar de éste.

La cantidad de agua que llega al lugar de consumo o utilización debe ser la


demanda neta; es la que técnicamente corresponde a la satisfacción de las
necesidades. No incluye desperdicios ni pérdidas.

119
Las pérdidas a lo largo de la conducción y distribución pueden
corresponder, por ejemplo, al sistema de canales o tuberías que lleva el agua
desde el lugar de captación hasta el de utilización.

Las pérdidas por mal uso o inadecuada aplicación ocurren en el mismo


lugar del uso; pueden deberse, por ejemplo, a un exceso de riego o a un
aparato sanitario en mal estado.

La suma de los valores correspondientes a los tres valores antes


señalados representa la demanda bruta. La relación entre la demanda neta
y la demanda bruta es la eficiencia global del sistema.

En el Consenso de Lima sobre los Problemas del Agua [115] hay una serie
de recomendaciones con relación a la medición y proyección de la demanda
de agua. Consideramos que es útil reproducirlas y aprovechar de la ocasión
para hacer luego algunos comentarios sobre el concepto mismo de
establecimiento y satisfacción de una demanda. Ellas son:

Recomendaciones:

"1) Organizar, mejorar y ampliar las estadísticas de uso y consumo de agua


a base de las que llevan los servicios existentes, complementadas con
censos, catastros, etc. Incorporar en los censos relativos a actividades
reproductivas, información sobre fuentes de abastecimiento y volumen de
agua utilizada, coeficientes de reutilización e indicadores de calidad.

2) Para el largo plazo debe partirse del uso de metodologías con modelos
que incluyan la variable población y su localización, teniendo en cuenta
una evaluación de la demanda del conjunto de bienes y servicios básicos
que requiere esa población y que consume agua, teniendo en cuenta la tasa
de fertilidad de equilibrio que permita luego analizar la estabilidad del
ecosistema global y en especial el balance con los recursos naturales.

3) Incrementar considerablemente la realización de análisis retrospectivos y


prospectivos, estudios comparativos dentro y fuera de los países, modelos
de simulación y experiencias piloto sobre el efecto que pueden tener los
instrumentos de políticas en las demandas de agua. Todo esto en el marco
de planes generales que cubran los diversos sectores en la medida de su
importancia, y con visión realista del grado de eficiencia técnica que ellos
pueden alcanzar en el uso del agua".

El documento que comentamos parece poner énfasis, para la


determinación de las demandas, en la disponibilidad de datos estadísticos.
Pensamos, sin embargo, que hay algo más que decir al respecto.

120
En general la determinación de las demandas corresponde a una
concepción teórica completamente diferente de aquélla que se usa para la
determinación de la oferta de agua. Esta última corresponde a un estudio
de ingeniería, muchas veces de alto rigor científico, que se basa en datos e
informaciones de campo y que utiliza técnicas de validez comprobada. Toda
esta estimación se basa en datos del pasado; es, pues, esencialmente
retrospectiva. El supuesto teórico general es que lo que ha ocurrido en el
pasado ocurrirá en el futuro: Si la descarga media anual de un río en los
últimos cien años ha sido de A m3, lo más probable es que la descarga
media anual de los próximos cien años sea también A m3.

En cambio, la determinación de las demandas debe corresponder, en


principio, a una aproximación teórica totalmente diferente. Si bien es cierto
que las proyecciones demográficas se basan en análisis de rigor científico,
también lo es que el otro componente de la demanda total, la dotación per
cápita, o por hectárea, es una decisión que debe tomarse a partir de
consideraciones de política general dentro de un Plan Nacional de Desarrollo
del que forma parte un Plan de Aprovechamientos Hidráulicos. Si se trata,
por ejemplo, de desarrollar el proyecto de abastecimiento de agua potable
para una ciudad, o para todo el país, dentro de un plan general, la decisión
si se asigna 100, 200, 300 litros o más por día y por habitante tiene que
tomarse a la luz de la información técnica, pero fundamentalmente a partir
del grado de comodidad y confort, de la calidad de vida, que los planes
nacionales de desarrollo consideren para la población.

Algo similar podríamos decir con respecto a las demandas agrícolas; hay
una parte de ellas que es prácticamente inamovible. Se trata de la
evapotrans- piración. En cambio las eficiencias constituyen una variable
sobre la que se puede actuar a voluntad. Si la decisión política es la de
economizar agua, entonces tiene que invertirse en sistemas y métodos que
permitan el ahorro. En consecuencia el que exista en un país un sistema de
riego operando con bajas eficiencias no es razón suficiente para diseñar un
sistema nuevo y calcular sus demandas también con bajas eficiencias. La
determinación de demandas, lo que incluye las eficiencias de uso, es
esencialmente prospectiva, porque mira al futuro, no al pasado, como si lo es
el caso de la oferta de agua.

Al respecto es importante citar unas líneas de AZPURÚA y GABALDÓN:


"En la naciones en vías de desarrollo lo pretérito, más que una experiencia, es
casi siempre un lastre que conforma el contexto que debe superarse a través de
las profundas modificaciones que el progreso exige. De ahí que sólo partir de lo
pasado y extrapolar una línea de acción, equivale a aferrarse al atraso y al
estancamiento o por lo menos a una situación que por sus caracteres intrínsecos
es preferible evitar. Por estas razones se considera necesario emprender la
planificación recurriendo al método prospectivo para establecer un marco de

121
referencia donde la sociedad pueda desenvolverse libremente y orientar el
proceso de desarrollo" [12].

Es un lugar común afirmar que la demanda poblacional debe ser


prioritaria (debe ser satisfecha con prioridad) con relación a otros usos. Es
natural que así sea y así lo expresa la Ley. Pero, debería ser mejor que en
un país escaso de recursos se establezca que lo prioritario es la satisfacción
de la demanda poblacional básica. La cantidad necesaria para cubrir las
necesidades fundamentales es absolutamente prioritaria. Pero, todo lo que
se otorga por encima y que está encaminado a obtener una holgada dotación
o a tener un sistema que pueda ser operado "cómodamente", sobre la base
de grandes pérdidas, no tiene por que ser prioritario.

Recientemente se publicó un estudio conteniendo amplia información


acerca de la demanda y el consumo de agua a nivel mundial, según sus
principales usos, para el periodo 1900-2000. SHIKLOMANOV señala que
para dicho estudio se utilizó datos de 26 regiones del mundo. Se trabajó
con datos provenientes de la tasa de desarrollo económico, demografía y
climatología [171]. Sus resultados, resumidos en cuanto a demandas, se
muestran en el Cuadro 3.3. Son numerosas las conclusiones que pueden
obtenerse a partir del análisis de los resultados de dicho estudio. En este
punto nos interesa subrayar una de ellas. Tanto en Estados Unidos, como
en la antigua Unión Soviética, el consumo de agua en las últimas décadas
no ha crecido tanto como se esperaba. "El enfoque de la gestión del agua ha
cambiado radicalmente en los Estados Unidos de América haciéndose gran
hincapié en las tecnologías que ahorran agua, en la reutilización, en el empleo
del agua del mar, en la sustitución de prácticas extensivas por otras intensivas
y en métodos polivalentes de gestión del agua". "En la URSS se observan
tendencias similares: en tanto que en 1960-1970 se había previsto un
consumo anual de 600-700 km3, a finales de siglo, según cálculos recientes,
no habrá de sobrepasar los 400-450 km3. Debe observarse que, al igual que
en Estados Unidos de América, en algunos países de Europa Occidental (los
Países Bajos, Suecia, el Reino Unido), el consumo de agua no ha aumentando
desde los años setenta, con ligera tendencia a la disminución estimada para
finales de siglo" [171].

Sin embargo, a nivel mundial, la demanda sigue creciendo. El año 2000


la demanda mundial de agua dulce será de 5 190 km3 por año. De esta
canti- dad, el 56% (2 900 km3 por año) constituirá pérdidas de agua
irrecuperables. Según el estudio de SHIKLOMANOV en la actualidad el 65%
del agua consumida y el 87% de las pérdidas del agua irrecuperables se
deben al riego.

122
CUADRO 3.3
Demanda Mundial de Agua, según los distintos usos a que se destine [171]

Usuarios del agua 1900 1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000

Superficies regadas
(Mha) 47,3 75,8 101 142 173 217 272 347

Agricultura
A 525 893 1 130 1 550 1 850 2 290 2 680 (68,9) 3 250 (62,6)
B 409 679 859 1 180 1 400 1 730 2 050 (88,7) 2 500 (86,2)

Industria
A 37,2 124 178 330 540 710 973 (21,4) 1 280 (24,7)
B 3,5 9,7 14,5 24,9 38,0 61,9 88,5 (3,1) 117 (4,0)

Suministro a Ciudades
A 16,1 36,3 52,0 82,0 130 200 300 (6,1) 441 (8,5)
B 4,0 9,0 14 20,3 29,2 41,1 52,4 (2,1) 64,5 (2,2)

Embalses
A 0,3 3,7 6,5 23,0 66,0 120 170 (3,6) 220 (4,2)
B 0,3 3,7 6,5 23,0 66,0 120 170 (6,1) 220 (7,6)

Total
A 579 1 060 1 360 1 990 2 590 3 320 4 130 (100) 5 190 (100)
B 417 701 894 1 250 1 540 1 950 2 360 (100) 2 900 (100)

A, Consumo total de agua; y B, Pérdidas de agua irrecuperables.


Valores dados en km3/año; números entre paréntesis indican porcentaje

123
Según estudios efectuados por ONERN, en 1984, en el Perú se usaba
anualmente 22 000 millones de m3 de agua (22 km3). Esto significa
aproxima- damente el 1% de nuestros recursos hidráulicos superficiales.
Del total señalado, 15 000 millones de m3, o sea, alrededor del 68%,
corresponden a usos consuntivos: agrícola (91,9%), poblacional (5,9%),
minero (0,8%), industrial (1%), y pecuario (0,4%). El 32% restante del total,
o sea 7 000 millones de m3, corresponde a usos no consuntivos
(hidroelectricidad). De los 900 millones de m3 de agua estimados como uso
poblacional, el 85% corres- ponde al medio urbano y la diferencia al rural.

La demanda es un requerimiento de agua para un uso determinado.


Generalmente se expresa como una cantidad. Así por ejemplo, se estima
que la demanda poblacional de la Gran Lima será de 44 m3/s el año 2000 o
que la demanda de agua para riego del Proyecto Jequetepeque-Zaña, en su
máximo desarrollo, será de 1 193 millones de metros cúbicos por año (38
m3/s).

Sin embargo, la demanda tiene por lo menos dos elementos adicionales.


Uno de ellos se refiere a la variación temporal. En general, las demandas de
agua de un sistema, salvo excepciones, no son constantes, sino que varían a
lo largo del tiempo.

En el abastecimiento de agua poblacional hay variaciones diarias y


estacionales, las que sin embargo no son muy grandes. En una publicación
alemana [59] se señala la distribución mensual de la demanda poblacional,
como porcentaje del promedio mensual (demanda media mensual). Los
valores son los siguientes:

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC
82 80 87 92 108 120 123 123 112 101 90 82

Se observa que la demanda poblacional aumenta en el verano (en este


ejemplo del hemisferio norte). En la misma publicación se señala que hay
también una variación horaria de la demanda: hay un consumo mínimo
entre 3 y 4 de la mañana y dos máximos, uno al mediodía y el otro entre las
18:00 y las 20:00 horas. En Lima, por el contrario, las variaciones son muy
pequeñas. La variación mensual es del orden del 5%, según informó en su
oportunidad la antigua Empresa de Saneamiento de Lima (ESAL).

En los proyectos de riego hay una fuerte variación mensual en función del
clima, del Plan de Cultivos y de las necesidades de las plantas. Los requeri-
mientos mensuales que se calcularon para el proyecto Jequetepeque-Zaña
124
son

los que se señalan a continuación, en millones de metros cúbicos por mes y


en porcentaje con respecto a la demanda media mensual [167].

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC
144 150 134 111 94 58 63 76 65 95 105 98
145 151 135 112 95 58 63 76 65 96 106 99

Se observa que la máxima demanda mensual (febrero) es casi el triple


de la mínima demanda mensual (junio).

Las demandas para generación de energía hidroeléctrica también tienen


fluctuaciones que dependen de la demanda de energía de los usuarios. Así,
si una central hidroeléctrica es de punta requerirá durante algunas horas al
día una mayor cantidad de agua.

Otro elemento característico de la demanda es la calidad del agua. En


general el usuario requiere una cierta cantidad de agua, en un momento
determinado, con algunos requisitos sobre la calidad. Adicionalmente, la
demanda debe ser satisfecha en un lugar específico. A menudo hay también
exigencias de costo.

Los requerimientos de calidad del agua se establecen, según hemos visto,


mediante topes en el contenido de elementos extraños según cada uso. La
definición de calidad del agua depende, pues, del objetivo a que se destine el
agua, es decir, del uso.

La proyección de la demanda está ligada tanto al aumento de la


población como al mejoramiento de sus condiciones de vida. En
consecuencia, luego de esta introducción general al estudio de las
demandas, presentaremos algún informe demográfico. Luego examinaremos
las diferentes demandas y pérdidas de los sistemas.

125
3.3 Aumento de la Población

La población mundial viene creciendo incesantemente y de un modo cada vez


más acelerado.

Se estima que en la Edad de Piedra, hace unos 10 000 años, la población


del planeta era de un millón de habitantes, según unos autores, o de cinco
millones según otros. En la época del nacimiento de Cristo la población
mundial bordeaba los 250 millones. Cuando Colón llegó a América la
población de la Tierra era de 430 millones. Es decir que en 1 500 años la
población mundial no llegó a duplicarse. Sin embargo, en la época de la
Revolución Francesa ya era de 890 millones y cuando empezó la Era Atómica,
hacia 1944, llegábamos a 3 000 millones. Estimaciones recientes del Fondo de
Población de las Naciones Unidas señalan que la población mundial registrará
en las próximas décadas el crecimiento más rápido de la historia y que llegará
el año 2050 a los 10 000 millones de seres humanos.

En la actualidad se calcula que la población mundial es de 5 500 millones.


Las estimaciones para el año 2000 son impresionantes. La población mundial
llegará a 6 198 millones de habitantes y el ritmo de crecimiento anual será de
1,6%, es decir, unos 100 millones de nuevos seres humanos por año. Del total
señalado, el 20% (1 240 millones), estará en los países desarrollados y su
ritmo de crecimiento anual será de 0,5%; el 80% restante (4 958 millones),
estará en los países subdesarrollados y su ritmo de crecimiento será de 1,8 %
anual. Vale recordar que en 1950 el ritmo de crecimiento anual era de 0,8% y
que éste era casi igual en los países desarrollados y en los subdesarrollados.

Decíamos que el crecimiento mundial de población es acelerado, esto


significa que cada vez se crece más rápidamente. En el Cuadro 3.4 se aprecia
la relación entre los incrementos de cada mil millones de habitantes y las
fechas respectivas.

Este rápido crecimiento de la población es preocupante, ya que la mayor


parte del incremento poblacional antes señalado ocurrirá en los países
subdesarrollados.

América Latina es actualmente la cuarta región más poblada del mundo


con 448 millones de habitantes. Para el año 2025 América Latina alcanzará
los 757 millones y el Perú llegará a los 37 millones de habitantes.

126
CUADRO 3.4
Crecimiento de la Población Mundial

Población Año
(en millones)

1 000 1820
2 000 1930
3 000 1950
4 000 1975
5 000 1985
6 000 2000

Según el censo del 11 de julio de 1993 la población del Perú es de


22 128 466 habitantes. Esta cifra significa que en 12 años nuestra población
ha aumentado en más de 5 millones. El crecimiento anual medio del periodo
intercensal (1981-1993) ha sido de 2,2%. La densidad poblacional media
resulta ser 17,2 habitantes por kilómetro cuadrado.

En los últimos cincuenta años la población del Perú se ha triplicado. El


censo de 1940 encontró un poco más de 7 millones de habitantes. El aumento
ocurrido de 15 millones de habitantes en cincuenta años es algo muy grande.
El año 2000 seremos 28 millones, lo que a su vez significará que en sesenta
años se habrá cuadruplicado la población del país. Estamos creciendo a un
ritmo medio de 500 000 habitantes por año; o sea, más de 40 000 nuevos
habitantes cada mes. A esta creciente población hay que darle alimentación,
trabajo y servicios. Pensemos tan sólo en el esfuerzo inmenso que habría que
hacer para dotar de agua potable a 500 000 personas al año, y, además, satis-
facer el enorme déficit existente.

Una de las características más notables del aumento de la población es el


incremento de la población urbana con respecto a la rural. Cada vez la gente
tiende a vivir en ciudades en mayor proporción. Hay una tendencia a
abandonar el campo. En el Perú el 70,4% de la población es urbana.

Los problemas de abastecimiento de agua a las ciudades tienen mucho


que ver con el vertiginoso crecimiento de sus poblaciones. Este tema ha sido
analizado, entre otros, por LINDH, quien nos da información estadística
sumamente valiosa sobre el rápido crecimiento de los centros poblados. Al
empezar el siglo XX no había ninguna ciudad cuya población llegase a
los cinco millones de habitantes; pero cincuenta años más tarde ya había seis.
En 1980 había veintiséis y hacia fin de siglo habrá sesenta ciudades que

127
pasarán de los cinco millones de habitantes. Se calcula que el año 2025 habrá
noventa ciudades en esa condición [88]. Hay, pues, un crecimiento
extraordinario de las ciudades, las que en el Tercer Mundo constituyen
propiamente aglomeraciones urbanas. El área periférica de las grandes
ciudades constituye un problema de abastecimiento de agua que no ha sido
resuelto. La tendencia a convertir el abastecimiento de agua de las grandes
ciudades del tercer mundo en una actividad empresarial privada, la que
obviamente debe ser rentable, abre un gran interrogante acerca de como se
dará agua a los barrios de la ciudad cuyos pobladores no tienen capacidad de
pago.

Un autor nos recuerda que alguna vez Bernard Shaw exclamó a propósito
de Londres, que "no podía haber tanta agua para tanta gente" y Paul Norand
refiriéndose a Nueva York señaló que la ciudad "devoraba todas las posibilida-
des humanas" [62].

Este rapidísimo crecimiento ha traído multitud de problemas en las


ciudades del tercer mundo, en las que los medios económicos son insuficientes
para afrontar el reto de dar servicios públicos, de agua en nuestro caso, a esas
poblaciones crecientes. Se ha afirmado que "todas las grandes metrópolis han
crecido en el último siglo a tasas superiores al crecimiento vegetativo nacional, a
costa de migraciones internas y/o externas, afectando el equilibrio entre las
regiones de cada país producto del desplazamiento poblacional" [42].

El rápido crecimiento de las ciudades forma parte de un fenómeno mucho


más amplio, que es la desruralización: la emigración del campo a la ciudad.
Este fenómeno tiene mucho que ver con los recursos hidráulicos. El abandono
del campo no es sólo un fenómeno social o económico. Es mucho más amplio
y profundo. Forma parte de una nueva concepción del mundo y de la vida.
En el antiguo Perú, las andenerías, hoy casi totalmente abandonadas, no eran
sólo una forma de cultivar; eran un modo de vida, una identificación del
hombre con la Naturaleza. Nuestra sociedad actual es cada vez más urbana y
menos rural. El 80% de la población del Brasil vive en ciudades, pero la
tercera parte de estos habitantes urbanos vive en favelas. En el Cuadro 3.5 se
muestra como ha venido aumentando en varios países latinoamericanos la
población urbana expresada como un porcentaje de la población total.

En América Latina, por ejemplo, los retos del desarrollo son tremendos.
Ciudad de México incrementó su población en catorce millones de habitantes
en cincuenta años. En cambio París, requirió el doble de tiempo para aumen-
tar su población en dos y medio millones de habitantes [88]. Es decir que en
México la población creció once veces más rápidamente que en París. "Se ha
afirmado que el costo que supone la existencia de México D.F. puede ser mayor
que el de su contribución al país en bienes y servicios; y que lo que fue en un
tiempo locomotora económica del país se está convirtiendo en sangría financiera.

128
Atendiendo en concreto el sector hídrico también se puede percibir la situación
excepcional de México D.F. al considerar que sus habitantes no pagan sino el
20% de lo que cuesta realmente el suministro de agua. Así, pues, el agua que se
suministra a la ciudad tiene que ser subvencionada, lo que significa que se han
modificado deliberadamente las prioridades y que se está impidiendo un
aprovechamiento más ordenado del agua en favor de otras finalidades" [88].

CUADRO 3.5
Población Urbana de Algunos Países de Latinoamérica
Expresada como Porcentaje de su Población Total [174]

País 1960 1970 1975 1980 1985 1990


Argentina 73,6 78,4 80,6 82,7 84,6 86,2
Brasil 44,9 55,8 61,8 67,5 72,7 76,9
Costa Rica 36,6 39,7 42,2 46,0 49,8 53,6
Guatemala 33,0 35,7 37,0 38,5 40,0 42,0
Guyana 30,0 29,5 29,6 30,5 32,2 34,6
México 50,7 59,0 62,8 66,4 69,6 72,6
Venezuela 66,6 72,4 77,9 83,3 87,6 90,5

El Gran Buenos Aires tiene más de 2 500 km2 y 11 millones de habitantes;


es una de las diez ciudades más grandes del mundo. Su densidad
habitacional resulta ser de 44 hab/ha. En cambio Lima, con una población
estimada de 7 millones de habitantes y una extensión de 55 000 ha tiene una
densidad de 127 hab/ha.

En Buenos Aires hay tres millones de personas que viven en lo que se


llama el Distrito Federal y sus alrededores, y 8 millones viven en la zona
periférica. El Distrito Federal está servido al 100%, pero la zona periférica
tiene agua sólo en un 50% y desagües en un 30% [62]. Debe recordarse que
Buenos Aires está a orillas del Río de la Plata, formado por la confluencia de
los ríos Paraná y Uruguay, que tiene frente a la ciudad su zona más angosta,
que es de 50 km de ancho. Sólo el río Amazonas es más caudaloso que el Río
de la Plata, en América del Sur. Esto nos demuestra que hay enormes
problemas vinculados al abastecimiento de agua a pesar de estar cerca de una
fuente de agua.

129
Poco antes de la guerra con Chile la población del Perú era de 2 670 000
habitantes y Lima tenía 100 000 habitantes, es decir, el 3,7%. En los años
cuarenta, Lima tenía 9% de la población del país. Al iniciarse la década de los
ochenta ya la proporción había subido al 25% y en la actualidad se calcula que
la Gran Lima es casi el 30% de la población nacional.

En el Cuadro 3.6 y en la Figura 3.1 elaborados por Edgardo QUINTANI-


LLA, se muestra la evolución de la población del Perú y de Lima Metropolitana,
así como los índices de crecimiento. Las estimaciones a largo plazo indican
que la población peruana podría llegar a estabilizarse hacia el año 2075 en 54
millones de habitantes, aunque otras investigaciones señalan que la estabiliza-
ción se produciría hacia el año 2050 en 44 millones de habitantes [128].

CUADRO 3.6
Población del Perú y de Lima Metropolitana [128]

Población (miles) Porcentaje Índice de Crecimiento


Lima/País
Año Total País Lima Total País Lima
1876 2 670 100 3,82% 100 100
1931 5 104 374 7,33% 191 367
1940 6 208 520 8,38% 233 510
1961 9 907 1 836 18,63% 371 1 810
1972 13 538 3 295 24,39% 507 3 237
1980 17 295 648
1981 17 762 4 608 25,94% 665 4 518
1982 18 220 682
1983 18 707 701
1984 19 198 719
1985 19 698 5 524 738
1986 20 207 757
1987 20 727 776
1988 21 256 796
1989 21 791 816
1990 22 332 6 118 27,40% 836 5 998
1991 22 880 6 268 27,40% 857 6 145
1992 23 453 6 420 27,37% 878 6 294
1993 23 996 6 572 27,39% 899 6 443
1994 24 560 6 725 27,38% 920 6 593
1995 25 123 6 877 27,37% 941 6 742
1996 25 687 962
1997 26 253 983
1998 26 821 1 005
1999 27 387 1 026
2000 27 952 7 620 27,26% 1 047 7 471

130
131
El aumento de la población en el mundo en general y en el Perú en
particular, tiene que estar presente en nuestras mentes para comprender
mejor los problemas del agua. El abastecimiento de agua se vuelve difícil
cuando la población crece. Los problemas por resolver son cada vez mayores,
más difíciles y más costosos. Pero no sólo están aumentando las necesidades
de agua por aumento de la población, sino por la legítima aspiración que tiene
cada hombre de alcanzar mejores condiciones de vida.

El agua, lo hemos visto, es fundamental para nuestras vidas. Si no


disponemos de agua en condiciones adecuadas no podrá mejorar nuestra
calidad de vida.

Hemos dado algunos valores sobre el crecimiento vertiginoso de la


población mundial en las últimas décadas. En el Cuadro 3.7 se muestra la
evolución de la población mundial en el periodo 1965-2000 y se distingue
entre la población urbana y la rural, tanto en las regiones desarrolladas como
en las subdesarrolladas.

CUADRO 3.7
Evolución de la Población Mundial (Urbana y Rural)
Entre 1965 y el año 2000 [65]

Año

1965 1970 1980 1990 2000

Población urbana (millones)


Total del mundo 1158 1 352 1 854 2 517 3 329
Regiones más adelantadas 651 717 864 1 021 1 174
Regiones menos adelantadas 507 635 990 1 496 2 155

Población rural (millones)


Total del mundo 2131 2 284 2 614 2 939 3 186
Regiones más adelantadas 386 374 347 316 280
Regiones menos adelantadas 1745 1910 2 267 2 623 2 906

De la información proporcionada se deduce que en 1965, a nivel mundial,


la población urbana era el 35% del total y en el año 2000 será el 51%. Estas
cifras demuestran la intensidad de la desruralización mundial. Así mismo se
observa que en 1965 la población en las regiones menos adelantadas, es decir
en los países subdesarrollados, era el 68% del total mundial, en tanto que el
año 2000 será el 78%. Vemos acá el proceso creciente de empobrecimiento.

132
Según una publicación de Naciones Unidas World Population Trends and
Prospectus la población mundial, vista desde el punto de vista de su
distribución y evolución en regiones desarrolladas y subdesarrolladas, es la
que aparece en el Cuadro 3.8.

CUADRO 3.8
Evolución de la Población Mundial en Zonas de Diferentes
Grados de Desarrollo a lo largo del Siglo XX *

1900 1950 1975 2000


Regiones Desarrolladas 561 832 1093 1272
Regiones Subdesarrolladas 1089 (66%) 1681 (67%) 2940 (73%) 4926 (79%)

Total 1 650 2 513 4 033 6 198

*
En millones

En el Cuadro 3.8 hemos agregado un porcentaje que corresponde a aquél


de la población de los países subdesarrollados con respecto a la población
mundial. Como puede verse dicho porcentaje es creciente.

3.4 Pérdidas de Agua en los Sistemas Hidráulicos


El tema de la cuantificación de las pérdidas de agua en la operación de los
sistemas hidráulicos suele ser importante por las magnitudes que en muchos
alcanzan. En un sistema de abastecimiento de agua las pérdidas pueden ser,
por ejemplo, del orden del 50% lo que significa que la mitad del agua
entregada no se emplea en el fin buscado. La eficiencia del uso del agua se
define como la relación entre la cantidad de agua usada y la suministrada. La
diferencia entre ambas es una pérdida.

Para comprender mejor el tema de las pérdidas, éstas deben ser


clasificadas en dos grandes grupos: i) pérdidas con respecto a los objetivos de
un proyecto específico de abastecimiento de agua, es decir, pérdidas relativas,
y ii) pérdidas absolutas, entendiendo como tales las pérdidas de agua no
recuperables. Las primeras corresponden a lo siguiente: si consideramos y
distribuimos agua para un fin específico, por ejemplo abastecimiento de agua
para una ciudad, y una parte del agua se pierde por fugas en el sistema de
conducción y distribución y esta agua se infiltra en el subsuelo y alimenta la
133
napa freática, entonces es una pérdida relativa, con respecto al sistema, al
proyecto específico de abastecimiento de agua, pero no es necesariamente una
pérdida absoluta porque esa agua puede recuperarse.

El segundo grupo de pérdidas corresponde, por ejemplo, al agua que se


evapora, o se infiltra a gran profundidad, o aparece en un lugar en el que ya no
es posible su utilización. Se trata, entonces, de una pérdida absoluta. Es
cierto, sin embargo, que en función del ciclo hidrológico el agua no se pierde y
se incorpora a las reservas hidráulicas del planeta, pero ya se perdió el
significado que podía haber tenido para la satisfacción de las necesidades de
un proyecto o de una región específica.

Así por ejemplo, en el abastecimiento de agua de Lima hay importantes


pérdidas en la redes. Estas pérdidas se infiltran en el subsuelo y contribuyen
a recargar el agua subterránea. Si bien es cierto que en el ejemplo descrito el
uso del agua en el sistema no es eficiente, también lo es que el agua no se
pierde. En todo caso se trata de una pérdida relativa. Hace muchos años
había en el área de lo que ahora es Lima Metropolitana grandes áreas de
cultivo; el exceso de riego contribuía a alimentar la napa subterránea.

En cambio hay otro tipo de pérdidas en un sistema de abastecimiento de


agua potable, como las que se originan en un mal funcionamiento de los
aparatos sanitarios. Esta agua se va a los desagües y es una pérdida absoluta
del sistema.

Naturalmente que en cualquier caso el concepto de pérdida está asociado


al costo del agua y a su escasez. Si el agua no costase nada y estuviese en
abundancia, entonces el concepto de pérdida no sería útil.

Las pérdidas que ocurren en un sistema de conducción y distribución de


agua de riego pueden aparecer como agua de retorno o de recuperación. Su
posibilidad de utilización depende del lugar. Si el exceso de agua retorna al
río, aguas arriba de algún lugar de aprovechamiento, entonces el agua no se
ha perdido. Pero, si retorna aguas abajo del último punto de captación, o si
retorna al mar, entonces esa agua se ha perdido.

Otro importante aspecto para evaluar una pérdida de agua es considerar


si ésta pérdida implica deterioro de la calidad. El agua perdida puede ser
físicamente recuperable, pero su calidad puede haber sufrido tanto que ya no
sea posible usarla, por lo menos sin un costo adicional importante.

En general las pérdidas pueden originarse en dos circunstancias


diferentes: i) en la concepción del sistema y ii) en la forma de operación.

134
Un sistema de riego sin revestir tiene más pérdidas que uno revestido, un
sistema de riego deficientemente concebido tiene pérdidas importantes, un
aparato sanitario mal diseñado o inapropiado tiene pérdidas grandes. De otro
lado, un canal, un sistema de riego o un aparato sanitario, perfectamente
concebidos pueden tener pérdidas importantes por operación defectuosa. Por
lo tanto, las pérdidas de agua se deben a un mal diseño o a una mala
operación. De uno u otro modo se trata de un mal manejo del recurso.

La magnitud de las pérdidas se debe determinar experimentalmente,


mediante mediciones en sistemas que estén funcionando. En el Perú no
tenemos mediciones sistemáticas de las pérdidas de agua en los sistemas de
abastecimiento. El estudio y evaluación de las pérdidas que ocurren en los
sistemas resulta ser fundamental para el estudio de las demandas. Las
demandas no deberían estar exageradamente aumentadas por la existencia de
pérdidas cuya ocurrencia podría evitarse.

El manejo correcto del agua es preocupación permanente de instituciones


y autoridades vinculadas a los Recursos Hidráulicos. Así, en el Consenso de
Lima sobre los Problemas del Agua [115] hay varias recomendaciones para mejo-
rar la eficiencia del uso del agua. Dichas recomendaciones se originan en dos
conclusiones:

"1.En muchas zonas de la Región (conformada por Latinoamérica y el Caribe) se


aprecia derroche y uso excesivo de agua en relación a las necesidades
efectivas.
2. El agua es un recurso limitado y valioso cuyo uso debe ser ordenado con miras
a obtener el mayor bienestar nacional posible y su aprovechamiento exige,
por lo general, inversiones relativamente grandes"

Las recomendaciones fueron las siguientes:

"1.Investigar tasas apropiadas de uso de agua en los diversos sectores y


promover su efectiva aplicación.

2. Aplicar sistemas de tarifas con tasas diferenciales, que reflejen el costo real del
agua y de no ser ello posible racionalizar y hacer explícitos los subsidios. En
todo caso aplicar incentivos que eleven la eficiencia en el uso de ella y hacer
mediciones para detectar fugas en las redes de distribución.

3. Aplicar en lo posible controles en la descarga de contaminantes a los cuerpos


de agua mediante gravámenes, prohibiciones, permisos, etc.

4. Aplicar regímenes punitivos claros y con adecuado poder de conminación y


sanción.

135
5. Promover mediante incentivos adecuados la modernización de los sistemas de
purificación de aguas servidas así como la adopción de tecnologías menos
contaminantes.

6. Alentar en las actividades productivas la aplicación de tecnologías con bajo


consumo de agua, así como la reutilización de ella.

7. Establecer cursos y seminarios con orientación práctica para los adminis-


tradores y usuarios del agua".

En marzo de 1990 se realizó en el Colegio de Ingenieros del Perú el Fórum


Agua para Lima, al que nos hemos referido anteriormente. El Fórum tuvo dos
objetivos: crear conciencia sobre la grave situación de crisis de abastecimiento
de agua potable de Lima y debatir y proponer las soluciones más adecuadas
para el abastecimiento de agua a Lima, en el corto y mediano plazo. Dentro de
las recomendaciones a corto plazo de dicho Fórum estuvieron las relativas a la
reducción de la demanda. Ellas fueron:

1. Programa de instalación masiva de medidores.

2. Programa de detección y reparación de fugas en la red de suministro.

3. Programa de remodelación de parques y jardines, de acuerdo a la realidad


hídrica de escasez.

4. Programa de normalización y control de calidad en la fabricación de


grifería, sanitarios y tuberías.

5. Continuar con la campaña de divulgación y educación y control de


pérdidas al interior de los edificios y viviendas.

Durante el Fórum manifestamos lo siguiente: “Nos encontramos frente a un


problema generalizado de dispendio; esto es evidente a todas luces, aunque
pudiera haber alguna duda acerca de su verdadera magnitud. Pero, en princi-
pio, creo que está suficientemente demostrado que no se economiza el agua.
Siendo el agua un recurso escaso, debe economizarse y esto tendría que llevar-
nos a una concepción económica y social totalmente diferente del reparto de
agua en Lima. No es posible continuar con la situación injusta de que una parte
de la ciudad tenga abundante agua para usar y desperdiciar y otra parte de la
ciudad no tenga agua, sino en muy pequeña cantidad y a un costo muy alto.
Esto, no solamente por la escasez de agua, sino por la injusticia en su distribu-
ción, tiene que corregirse, independientemente de la realización de cualquier
proyecto de abastecimiento de agua para la ciudad. Ya se ha mostrado algunos
caminos, como el control de los sistemas de distribución, el control del uso
dentro de las casas, pero principalmente tendrá que ser el control del precio".

136
3.5 Demanda de Agua para Uso Poblacional

La satisfacción de la demanda de agua para uso poblacional es fundamental


para la supervivencia humana. Muchos de los problemas vinculados al
abastecimiento de agua de la población están presentados en varios capítulos
de este libro, pues se trata de un tema de gran importancia e interés nacional.
Es indispensable su análisis desde la perspectiva de los Recursos Hidráulicos,
pues está estrechamente vinculado con la calidad de vida de la población. En
muchas partes del mundo, y de nuestro país, la diferencia entre disponer de
agua y alcantarillado o no, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Las tres cuartas partes de la población rural mundial carecen de servicios de
agua potable. La carencia de los servicios fundamentales de agua potable y
alcantarillado trae como consecuencia la propagación de diversas enfermeda-
des. El notable incremento de las enfermedades infectocontagiosas ocurrido
en los últimos años en nuestro país y la impostergable necesidad de dar a la
población mejores condiciones de vida hacen imperiosa la necesidad de un
Plan Nacional de Agua Potable y Alcantarillado, debidamente coordinado con
otros aspectos del desarrollo.

Según un informe del Banco Mundial, en el Perú el 50% de los hogares no


tiene agua potable y el 35% no tiene agua potable ni alcantarillado. El 64% de
los locales escolares no tiene los servicios básicos de agua, alcantarillado y
energía eléctrica.

En Lima cerca del 40% de la población no tiene acceso a las redes de agua
potable. Este porcentaje de la población usa agua transportada en camiones
cisterna y paga elevados precios por el metro cúbico de agua; en cambio en los
barrios residenciales el uso de agua es generalmente irrestricto (sin medidor)
por menos de quince dólares al mes.

Para poder estudiar las demandas de agua es necesario establecer algunas


definiciones. Las definiciones son útiles para un fin específico y muchas veces
forman parte del planteamiento del problema. Las definiciones corresponden
al significado con el que una palabra opera en un contexto determinado. Las
definiciones no pueden adivinarse o intuirse, deben ser establecidas
convencionalmente y ser conocidas por todos. De esta manera nos evitaremos
discusiones inútiles acerca de si, por ejemplo, la demanda poblacional incluye
o no tal componente. A continuación, y con la salvedad anterior, examinare-
mos genéricamente las clases usuales de demandas poblacionales.

La demanda poblacional es de dos clases: una es urbana y la otra es del


medio rural. Para los efectos del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos
Hidráulicos se consideró como medio urbano las ciudades de más de 20 000

137
habitantes; sin embargo, se hizo la salvedad de que este límite era provisional
y dependía de los análisis y estudios que debían hacerse durante la elabora-
ción del Plan.

La demanda urbana tiene tres componentes: uso doméstico, municipal e


industrial-urbano. El abastecimiento de agua a cada ciudad tiene sus propias
características. En general se debe tener presente que por razones prácticas la
demanda urbana corresponde no sólo a las necesidades domésticas de la
población, (beber, lavar, higiene, operación de aparatos sanitarios, etc., en
viviendas, oficinas, hoteles; mantenimiento de los jardines privados relaciona-
dos con las formas de habitación antes descritas) sino también a todo aquello
que tiene que ser abastecido desde la misma red, como por ejemplo algunas
industrias.

Para la determinación de la demanda poblacional de uso doméstico hay


que tener en cuenta dos factores: el número de habitantes servidos y la
dotación per cápita.

El número de habitantes debe calcularse a futuro, de acuerdo a las


características del proyecto o del Plan. Se piensa usualmente en periodos de
veinte, treinta o más años, según cada caso. A partir de los datos estadísticos
y demográficos y de la población actual se determina la tasa de crecimiento
poblacional, dentro de una proyección de la población urbana regional que
incluya los resultados del análisis de migración interna.

Cada país tiene su información estadística y demográfica. En algunas


oportunidades puede ser muy cuidadosa y confiable; en otras, no. De acá que
al elaborar un proyecto o un Plan, haya que hacer estimaciones bajo diferentes
supuestos de crecimiento demográfico y llegar así a un límite superior y a uno
inferior. Para los efectos del proyecto o del Plan debe escogerse un valor, el
que puede ser intermedio.

Para ilustrar este punto vamos a presentar los resultados del estudio
demográfico efectuado como parte del proyecto Trasvase Mantaro para el
abastecimiento de Lima Metropolitana. El referido estudio, realizado por una
firma consultora británica en 1979, fue publicado en 1981 [17].

En aquella oportunidad el estudio partió de los datos del censo de 1972,


que había dado a Lima Metropolitana una población de 3,3 millones. A fin de
calcular la población que tendría Lima el año 2000 el estudio consideró tres
proyecciones a partir de los datos históricos de fertilidad, mortalidad y
migración interna. Las tres proyecciones corresponden a un crecimiento alto,
a un crecimiento bajo y a un valor intermedio, que es el valor de diseño que se
adoptó para el proyecto.

138
La proyección del crecimiento alto supuso una lenta disminución en la
tasa de fertilidad y un mantenimiento del ritmo de migración interna. De esta
manera el estudio obtuvo una proyección que hasta 1990 equivalía al 5,5% de
crecimiento anual compuesto, que fue la Tasa de Crecimiento Poblacional en el
periodo intercensal de 1961 - 1972. A partir de 1990 el ritmo de crecimiento
declinaría gradualmente hasta llegar a 4,5% hacia el final del siglo. De esta
manera la población de Lima el año 2000 sería de 13,5 millones.

La proyección de crecimiento bajo supuso una importante disminución de


la tasa de fertilidad y de la migración provinciana. Se supuso una gradual
disminución del ritmo de crecimiento anual desde 5,5% hasta 1,8% hacia el fin
de siglo. De esta manera la población de Lima el año 2000 sería de casi 7
millones.

Para los fines del proyecto se escogió una proyección intermedia, con la
que el año 2000 la población de Lima Metropolitana sería de 10,28 millones.
Esta proyección fue muy parecida a la efectuada por la Oficina Nacional de
Estadística (ONE). En la Figura 3.2 se muestra las Proyecciones Demográficas
de la Gran Lima tal como aparecen en la referencia [17].

Calculada la población de acuerdo al horizonte que nos hayamos trazado,


debe determinarse la dotación per cápita. Esta dotación no puede determinar-
se aisladamente de la realidad del país. Su determinación debe guardar
correspondencia con lo que los planificadores llaman imagen-objetivo. En el
documento de bases para la formulación del Plan Nacional de Ordenamiento de
los Recursos Hidráulicos se señala lo siguiente: "En cuanto a la metodología que
debe seguirse, tiene que partir razonablemente de las condiciones específicas
de cada país en cuanto a la disponibilidad, en cantidad y calidad, de recursos
humanos y recursos naturales, así como en cuanto a su capacidad financiera; y,
por otra parte, ha de tenerse en cuenta las expectativas y exigencias de
mejores niveles de vida, de acuerdo al grado de avance tecnológico, al contexto
de las relaciones internacionales y principalmente de conformidad a las
decisiones políticas" [133]. Lo que queremos enfatizar es que el grado de
satisfacción de la demanda debe estudiarse y determinarse dentro del contexto
económico de la Nación.

Debemos recordar que los asuntos vinculados a la determinación de la


cantidad de agua potable para una ciudad no se pueden desligar de lo que
ocurre con otros sectores económicos vinculados a la ciudad. El análisis de
las migraciones internas y de los cinturones de los barrios pobres que se
desarrollan alrededor de las ciudades es fundamental para estimar el
crecimiento. Tiene, pues, que decidirse el nivel de vida que se desea y que
puede darse a la ciudad. La dotación será una consecuencia de esa decisión.

139
140
Son varios los factores determinantes de la demanda urbana: tamaño de
la población, número de habitantes, clima, nivel económico de los habitantes,
parte de la población que no tiene acceso a la red de agua, etc. Sin embargo,
hay un factor que es fundamental; este factor es la tarifa. La única forma de
hacer un control efectivo del consumo es por medio del precio del agua.

El uso municipal se refiere al agua usada para mantener el ornato y la


higiene de la ciudad. Su magnitud está también muy vinculada al tamaño de
la población, número de habitantes, clima y calidad de vida que corresponda a
la población.

El uso industrial-urbano corresponde a aquellas industrias que están


ubicados dentro de la ciudad y cuya demanda de agua se cubre desde la red
pública.

El otro tipo de demanda poblacional que habíamos mencionado correspon-


de al medio rural, al campo.

Hasta ahora hemos tratado de los diferentes aspectos de las demandas


poblacionales, considerándolas como demandas netas; es decir, como la
cantidad de agua que se requiere para un fin determinado. Sin embargo, debe
considerarse adicionalmente a las demandas netas una cantidad de agua para
cubrir las pérdidas, por diferentes conceptos, que ocurren en el sistema. La
suma es la demanda bruta.

En algunos lugares las pérdidas son muy grandes y pueden acercarse al


50%. La disminución de las pérdidas tiene que considerarse en función de la
disponibilidad de agua y de recursos económicos.

En conclusión, pues, para determinar la dotación de agua de uso


poblacional hay que tener un modelo prospectivo, una visión del futuro, una
definición de la calidad de vida que podemos dar a la población con los
recursos disponibles. Siempre debemos tener presente que la demanda futura
no puede ser calculada con absoluta precisión, pues son numerosos los
factores de incertidumbre involucrados. La Figura 3.3 corresponde a la
Metodología para determinar la Demanda de Agua para Uso Poblacional, tal
como aparece en la referencia [133].

La historia del progreso del hombre puede verse como la historia del logro
de mejores condiciones de vida. Los usos y el consumo de agua han aumenta-
do notablemente. En una publicación española se señala que hacia fines del
siglo XIX, una población estaba bien abastecida si disponía de 20 litros por
habitante y día. En cambio en la actualidad la demanda urbana (doméstica
e industrial) promedio en España es de 388 litros por habitante y día, o sea
5 300 hm3 por año.

141
142
Cuando se elaboró en Venezuela el Plan Nacional de Aprovechamiento de
los Recursos Hidráulicos se consideró para el uso poblacional las dotaciones
que aparecen en el Cuadro 3.9 [12].

CUADRO 3.9
Demandas de Agua consideradas en Venezuela

Año 250 a 20 000 50 000 100 000 Más de Promedio


19 999 49 999 99 999 249 999 250 000 Nacional
1968 151 315 384 438 507
1970 164 329 397 452 521 411
1980 219 384 439 507 548 466
1990 301 452 507 562 603 548
2000 397 534 375 616 658 616
2010 507 616 644 671 699
2020 644 712 726 740 753

Las demandas del Cuadro 3.9 están expresadas en litros por habitante y
por día para cada rango de número de habitantes.

Siguiendo con el abastecimiento de agua para Lima mencionaremos que el


Estudio de 1981 [17], luego de determinar la probable población de la ciudad
en el futuro, calculó las pérdidas del sistema de abastecimiento y la dotación
neta que debería darse a los usuarios, para obtener luego la demanda bruta.

Los estudios efectuados sobre las pérdidas de agua en el sistema indicaron


que éstas ascendían al 50% del agua suministrada por la planta de tratamien-
to de La Atarjea. Se estimó que dicha pérdida se descomponía de la siguiente
manera: 32% desde el sistema público de distribución de agua y 18% desde el
sistema de agua del interior de las viviendas. Se pensó entonces que era
necesario establecer un programa de control de fugas, pérdidas y desperdicios
del agua, el mismo que fue iniciado, pero luego interrumpido. Es
materialmente imposible, o muy costoso, eliminar por completo las pérdidas
en un sistema de abastecimiento de agua, pero 50% es demasiado. Se
consideró que 25% era un límite práctico que podía alcanzarse. Más adelante
mencionaremos una serie de medidas que pueden tomarse para disminuir las
pérdidas en el servicio de agua de Lima.

Hasta 1970 se había observado en Lima una tendencia constante al


aumento de la demanda per cápita del orden de 8 litros por habitante por día y
por año (8 litros/hab/día/año). Sin embargo, a partir de 1970 la demanda
143
tuvo una tendencia a la estabilización. Es interesante recordar las razones
probables que se establecieron en esa época para explicar esta circunstancia,
pues están estrechamente vinculadas con la concepción de la demanda. Ellas
fueron:

1. Aumento del número de medidores mediante un programa de instalaciones


para cubrir del 45% al 85% de los usuarios entre 1970 y 1974. Recorde-
mos que la medición del agua, asociada a una tarifa real, se traduce en un
menor consumo.

2. Aparición de nuevos usuarios, en áreas marginales, los que demandaban


una cantidad de agua inferior al promedio (en razón de no tener sistemas
de distribución a nivel domiciliario y tampoco alcantarillado).

3. Campaña publicitaria para lograr un uso más eficiente del agua.

Para el cálculo de la demanda poblacional total de Lima se consideró los


siguientes factores:

1. Población total.

2. Proporción de la población con acceso a la red de distribución de agua


hasta cada domicilio.

3. Consumo doméstico per cápita y usos municipales.

4. Pérdidas.

5. Demanda industrial-urbana.

En 1978 el 81% de la población total de la Gran Lima tenía suministro


domiciliario de agua. Vale la pena comentar que en la actualidad esta
proporción es menor, pues se calcula que sobre una población de 6 800 000
habitantes, sólo 4 800 000, el 71%, tiene acceso a la red de agua. Sin
embargo, en aquella época la intención era que el año 2000, el 95% de la
población limeña tuviese acceso a la red pública de agua.

En 1978 la dotación de agua, la demanda bruta, era de 424litros/hab/día.


Como las pérdidas eran del 50% resultaba una demanda neta de 212
litros/hab/día (incluyendo usos municipales).

Se pensó que mediante un programa de control de pérdidas, fugas y


desperdicios las pérdidas totales podrían bajarse gradualmente hasta llegar al
30% hacia el año 1990. En la Figura 3.4 se presenta la evolución esperada de
las demanda bruta y neta de la Gran Lima bajo tres supuestos; A (Proyección
Alta): que continúe la elevada proporción de pérdidas; C (Proyección Baja): que
bajen notablemente las pérdidas y B (Proyección Intermedia): corresponde a lo
supuesto para el Proyecto.

144
145
Para las partes de la ciudad que no tenían acceso a la red pública de agua
potable se consideró una demanda bruta, sin aumento por crecimiento, de
100 litros/hab/día. La demanda industrial urbana se fijó en 50
litros/hab/día.

De esta manera se tenía todos los elementos para establecer la demanda


total futura de la ciudad de Lima. Se hizo tres proyecciones que aparecen
en el Cuadro 3.10.

CUADRO 3.10
Proyección de la Demanda Urbana de Lima [17]

Población Proy. Alta Proyecto Proy. Baja


Suministro mediante la red
(demanda neta) l/hab/día 212 212 212
Suministro sin acceso a la red
(demanda bruta) l/hab/día 100 100 100
Crecimiento anual l/hab/día 2.5 1.0 0
Pérdidas 48% 30% 25%
Demanda industrial urbana l/hab/día 50 50 50
Proporción de la población con
acceso a la red 95% 95% 95%

Veamos que ocurriría, por ejemplo el año 2000, para las proyecciones
intermedias, consideradas en el Proyecto. La población de la Gran Lima sería
de 10,28 millones de habitantes, de los cuales 9,77 millones tendrían acceso a
la red de servicio público. La demanda neta de estos pobladores sería de 234
litros por habitante por día, incluyendo el crecimiento anual de la demanda.
Las pérdidas serán el 30% de la demanda bruta, por lo tanto la dotación total
sería de 37,8 m3/s, de los cuales 11,3 m3/s serían pérdidas. La población
restante, 0,51 millones (5% de la población) no tendría acceso a la red. Su
dotación bruta sería de 100 litros/hab/día que equivale a 0,6 m3/s. La
demanda industrial sería de 5,6 m3/s. De esta manera, según el proyecto de
1981, la demanda bruta de la Gran Lima el año 2000 sería de 44,1 m3/s (sin
considerar las demandas agrícolas). Los resultados de las proyecciones se ven
en la Figura 3.5.

Veamos, sólo como un ejercicio, cual sería la demanda en las condiciones


actuales. La población de la Gran Lima se estima en 6 800 000 habitantes.
De ellos, 4 800 000 tienen acceso a la red. Las pérdidas deben ser del 48%,
pues no se ha hecho nada para reducirlas. La demanda neta sería de 227
146
147
litros/hab/día y la demanda bruta sería de 437 litros/hab/día. Por lo tanto,
la demanda sería de 24,3 m3/s. Además hay 2 000 000 de habitantes sin
acceso a la red, cuya demanda bruta sería de 100 litros/hab/día, lo que da
2,3m3/s. Si añadimos la demanda industrial de 2,8 m3/s, se tendría una
demanda bruta de 29,4m3/s.

Un problema importante en el abastecimiento de agua de las grandes


ciudades es el de las fugas que se producen en el sistema de conducción y
distribución de agua. Así por ejemplo, en El Cairo, hacia 1980, se estableció
que las pérdidas en el sistema de abastecimiento de agua llegaban al 50%.

El problema de las fugas y pérdidas no puede desligarse de la antigüedad


y estado de conservación de los sistemas de abastecimiento de agua poblacio-
nal. Dentro de los problemas usuales puede mencionarse los siguientes: poco
o nulo mantenimiento, roturas en la red, falta de medidores y tarifas bajas. Es
muy importante el conocimiento de las pérdidas que existen en el sistema de
abastecimiento de Lima por cuanto la ciudad tiene un enorme déficit de agua.
En consecuencia, las pérdidas deberían ser lo más pequeñas posibles.
Debería haber un manejo del agua adecuado a la escasez [95, 96, 97,98].

Este tema ha sido estudiado por BINNIE & PARTNERS de modo que la
información que se adjunta corresponde al informe respectivo [17]. De
acuerdo a las mediciones y estudios efectuados se concluyó, como lo hemos ya
señalado, que las pérdidas totales del sistema de abastecimiento eran del 50%,
con respecto a las cantidades de agua suministradas al sistema. Debe
señalarse, sin embargo, que una parte de lo que se considera pérdida
corresponde en este caso a sistemas clandestinos. Se trata de una "pérdida
empresarial".

En 1979 se inició (o debió iniciarse) un programa de detección de fugas en


los sistemas de abastecimiento con participación financiera del Banco
Mundial. Los consultores consideraron que en general resultaba económico
reducir las pérdidas al 15 ó 20%, pero en el caso de Lima, por sus característi-
cas sísmicas, un límite práctico sería el 25%. Para Lima, Ernesto MAISCH ha
detallado doce medidas que deberían tomarse para disminuir en un 25% la
demanda bruta de agua potable. Ellas son:

"a) Instalación de medidores de agua en la totalidad de las conexiones


domiciliarias para asegurar una cobranza en estricta proporción a los
consumos de cada una de ellas.

b) Establecimiento de una tarifa rápidamente creciente, que mantenga una tasa


mínima para los consumos destinados a cubrir las necesidades esenciales
del poblador, pero que recargue decididamente los usos suntuarios del agua
y penalice drásticamente el desperdicio.

148
c) Formulación de especificaciones rigurosas para materiales y mano de obra
empleados en las instalaciones intradomiciliarias e inspección y prueba de
las nuevas instalaciones que se ejecute.

d) Inspección de los domicilios que acusen un súbito incremento en el consumo


con respecto a su promedio normal.

e) Educación del usuario para lograr que tome conciencia del valor del agua y
de su limitada disponibilidad en nuestra árida región. Deberá invocarse el
espíritu de solidaridad humana y hacer comprender al usuario que el agua
que deja correr inútilmente hacia el desagüe es agua que le está quitando a
un vecino de otro barrio, situado en posición topográfica menos favorecida.

f) Divulgación de la forma de detectar las pérdidas de agua, particularmente en


lugares poco visibles, como inodoros, cisternas, depósitos de agua en
azoteas, etc. y eventualmente la forma de corregir dichas pérdidas.

g) Establecimiento de unidades de reparaciones de las instalaciones


intradomiciliarias de agua que, a precio de costo, se pongan a disposición de
los usuarios.

h) Establecimiento de un programa de periódica detección y corrección de fugas


que se infiltran en el terreno desde las instalaciones intra y
extradomiciliarias.

i) Propender al regadío más eficiente de parques públicos, cuando sean


regados con agua potable, mediante sistemas de aspersión y goteo.

j) Fomentar el establecimiento de sistemas de recirculación de agua en las


industrias que tienen altos consumos.

k) Revisión periódica de los aparatos sanitarios de los servicios higiénicos de


establecimientos públicos como: locales comerciales, cinemas y otros locales
de esparcimiento, locales deportivos, etc. y aplicación de multas cuando
acusen pérdidas por falta de atención y mantenimiento.

l) Establecimiento de disposiciones legales que penalicen severamente las


acciones vandálicas o dolosas contra las instalaciones de agua potable" [99].

Veamos el problema del abastecimiento poblacional desde el punto de


vista de la demanda global. Supongamos que para abastecer a los 22,5
millones de peruanos se considera una dotación de 200 litros por persona y
por día, valor que no es muy holgado, pero que tampoco es muy ajustado.
149
Entonces el caudal medio requerido sería de 52 m3/s. Se trata, pues, de una
cantidad absolutamente pequeña. Aun si considerásemos una cómoda
dotación del orden de 400 litros por persona y por día, llegaríamos sólo a 100
m3/s, caudal que representa el 0,15% de los recursos hidráulicos superficiales
del país. Con la última dotación mencionada se requeriría a nivel mundial
unos 25 500 m3/s, lo que equivale al 2,2% de la escorrentía
superficial mundial.

El problema del adecuado suministro de agua a las poblaciones no


siempre está, pues, del lado de la disponibilidad global del recurso, sino
también de lo siguiente:

1. Desigual distribución espacial y temporal de los recursos existentes.

2. Problemas con la calidad de agua.

3. Costo de los sistemas hidráulicos de captación y distribución del agua.

3.6 Demanda de Agua para Uso Agropecuario


La demanda agropecuaria tiene dos grandes componentes. Uno es la
demanda agrícola, es decir, la que se origina en las necesidades del riego. El
otro componente es el consumo pecuario. Lo pecuario se refiere estrictamente
a la ganadería, pero debe considerarse que involucra las necesidades de todos
los animales. El riego es la actividad que consume mayor cantidad de agua.
Se calcula que hacia el año 2000 la demanda mundial de agua para riego será
de 3 250 kilómetros cúbicos por año. Esto significará que el 62,6% de los usos
mundiales de agua corresponderán al riego. A principios de siglo este
porcentaje estaba alrededor del 90%. Esto nos indica el aumento de las
demandas de agua de otros sectores. Ver Cuadro 3.3.

Se calcula que hacia fines de siglo la superficie mundial cultivada bajo


riego será de 347 millones de hectáreas. En consecuencia, la dotación
mundial media será de 9 400 metros cúbicos por hectárea por año. En la
actualidad el promedio es ligeramente mayor y está alrededor de los 9 700
metros cúbicos por hectárea por año. Pero, el riego no sólo consume mucha
agua, sino que el 77% del agua que se usa en el riego constituye pérdidas de
agua irrecuperables. Es cierto que en muchos de los usos del agua hay una
parte que se pierde irrecuperablemente, pero en el riego este porcentaje es muy
alto. De hecho, del total de pérdidas de agua irrecuperables que ocurren, el
87% corresponde al riego. Todo esto nos hace pensar en la enorme
importancia que tiene el correcto uso de las aguas de riego. Ver Cuadro 3.3.
150
Hay países cuya área agrícola bajo riego es pequeñísima en comparación
con el área total cultivada (Brasil, 3%); en cambio hay otros en los que ocurre
lo contrario (Pakistán, 77%). Esta circunstancia tiene una gran incidencia en
el balance hidráulico de cada país.

No es nuestro objetivo realizar la presentación de los diversos métodos de


cálculo de las demandas agrícolas; sin embargo debemos examinar algunos de
sus aspectos dada la gran incidencia que tiene el consumo de agua para riego
dentro del consumo total de agua.

La demanda agrícola depende de la demanda unitaria (por hectárea)


multiplicada por el área bajo riego (número de hectáreas). En consecuencia se
puede hablar de una demanda agrícola nacional, regional, de un valle, de una
irrigación o de cualquier otra unidad agrícola.

El estudio de las demandas agrícolas empieza con el concepto de


evapotranspiración. La evapotranspiración, en su acepción más amplia, se
define como la evaporación desde superficies naturales, independientemente
de que la superficie sea el suelo o la vegetación, o, como ocurre generalmente,
una combinación de ambas. La evapotranspiración es una parte importante
del ciclo hidrológico. La mayor parte de la precipitación ocurrida sobre los
continentes regresa a la atmósfera por medio de la evapotranspiración.
Estimaciones hechas para Australia indican que el 90% de la precipitación
regresa a la atmósfera debido a la evapotranspiración [11].

Hay varios métodos para medir la evapotranspiración. Teóricamente el


más confiable es el del Balance de Energía. Muchas veces el uso de lisímetros
es muy útil, pero la confiabilidad está estrechamente ligada a la correcta
representación de los cultivos. A falta de lisímetros se realiza estimaciones a
partir de la medición de la evaporación desde la superficie libre en un tanque;
uno de los más usados es el denominado tanque clase A.

La evapotranspiración potencial depende de las condiciones climáticas de


cada lugar, tales como temperatura, velocidad del viento, humedad, horas de
sol, etc. Existen varias formulas para calcular la evapotranspiración potencial
(ETP). Debe tenerse presente que ella depende exclusivamente de las
condiciones naturales y no está vinculada a ninguna decisión que no sea la de
haber escogido una zona determinada. No depende, pues, ni del cultivo ni de
los métodos de riego.

Así por ejemplo en el valle de Tumbes se determinó una evapotranspira-


ción potencial de 1 540 milímetros por año [110]. Su distribución mensual y
porcentual es la siguiente:

151
Total ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC
1 540 142 115 123 117 131 122 111 123 128 130 140 158
100% 9,2 7,5 8 7,6 8,5 7,9 7,2 8 8,3 8,4 9,1 10,3

En el Bajo Piura, con motivo del Estudio de Factibilidad del Proyecto


Chira-Piura, se hicieron determinaciones de la evapotranspiración potencial y
se obtuvo los siguientes valores mensuales (en mm) y porcentuales:

Total ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC
1 930 176 162 178 166 162 150 151 152 150 158 157 168
100% 9,1 8,4 9,2 8,6 8,4 7,8 7,8 7,9 7,8 8,2 8,1 8,7

Como parte del Estudio de Factibilidad del Proyecto CHAVIMOCHIC se


calcularon valores de la evapotranspiración potencial por el método de la
radiación [40]. Para el valle de Chicama se obtuvieron los siguientes valores
mensuales (en mm) y porcentuales:

Total ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC
1 340 137 126 130 120 105 80 77 89 102 115 125 134
100% 10,2 9,4 9,7 9,0 7,8 6,0 5,7 6,6 7,6 8,6 9,3 10,0

Debemos tomar luego la decisión de escoger un determinado cultivo.


Aparece entonces el concepto de evapotranspiración del cultivo (ETC), el que se
expresa mediante un coeficiente (K ETP). Los coeficientes de cada cultivo son
resultado de mediciones, son empíricos, en el correcto sentido del término.
Los coeficientes de cultivos son variables (mes a mes, por ejemplo), según la
etapa de desarrollo de la planta. Del análisis de los coeficientes de cultivo se
concluye que hay cultivos que consumen más agua que otros.

Teóricamente la precipitación debería aportar la cantidad de agua


necesaria para la evapotranspiración de cada cultivo. Si no hay lluvia, o ésta
es insuficiente, hay un déficit de humedad que debe ser cubierto con el riego.
Aparecen así los conceptos de riego total y riego complementario, y las
correspondientes demandas. La demanda neta es, pues, la diferencia entre la
evapotranspiración potencial de los cultivos y la precipitación efectiva.

No toda la lluvia es aprovechable. Generalmente en las regiones


semiáridas la lluvia se distribuye irregularmente en el tiempo, tal como lo
hemos visto en el capítulo precedente. Hay años en los que no llueve o llueve

152
muy poco. La precipitación también se distribuye irregularmente a lo largo del
año. Hay meses lluviosos y otros secos. Por último, la precipitación mensual
puede corresponder a varios días de lluvia a lo largo del mes o puede haber
ocurrido en uno o dos días, en forma de tormentas aisladas. De acá que los
promedios no resultan significativos ni representativos.

Para aprovechar la lluvia, ésta tiene que reunir ciertas características, en


lo que respecta a su frecuencia y magnitud, que dependen de la necesidad de
agua de los cultivos. Hay también razones de tipo operativo que deben
tenerse en cuenta a fin de examinar correctamente la posibilidad de
considerar a la lluvia como un aporte real. En síntesis, pues, la lluvia es un
recurso importante como riego complementario, pero debe evaluarse
correctamente [148].

La demanda neta obtenida luego de las consideraciones anteriores debe


aumentarse en la cantidad necesaria para cubrir las pérdidas que ocurren en
el sistema. Es este uno de los temas más importantes, pues las pérdidas
pueden ser considerables. Puede observarse que la demanda neta depende de
las condiciones naturales, del clima, y además del tipo de cultivo. Hay, pues,
una parte de la demanda sobre la que podemos actuar y otra no. En cambio,
las pérdidas dependen fundamentalmente de la acción del hombre. Dependen
de la selección que se haga de los sistemas de conducción y distribución, del
tipo de suelos, del modo de operación del sistema y de varios factores más. Al
dividir la demanda neta entre la eficiencia global de riego se obtiene la
demanda bruta.

La eficiencia global de riego es la relación entre el volumen de agua


utilizado por los cultivos (evapotranspiración) y el volumen de agua
suministrado desde la fuente. La eficiencia global del uso del agua de riego
tiene tres componentes principales [19].

La Eficiencia de Conducción corresponde a la relación que existe entre el caudal


que llega al sistema de distribución y el caudal captado en la fuente de agua
del sistema (río, reservorio). Usualmente se considera hasta los canales
terciarios, pues luego viene el sistema de distribución. La eficiencia de
conducción depende de varios factores: amplitud del área regable, longitud de
la conducción, tipo de revestimiento y destreza con la que se opere el sistema.
Naturalmente que la eficiencia depende también de que el sistema de riego sea
continuo o intermitente. A pesar de que la eficiencia de conducción debería
ser alta, no siempre se logra pasar el 90%. En la referencia [110] se informa
que en la Irrigación San Lorenzo, en Piura, el sistema de conducción consta de
153 kilómetros de canales principales, 250 kilómetros de canales secundarios
y 7 kilómetros de sublaterales, todo revestido en concreto, con velocidades
comprendidas entre 1,5 y 3,0 metros por segundo, y las pérdidas en este

153
sistema son del 7 al 10%, lo que significaría una eficiencia comprendida entre
90 y 93%.

La Eficiencia de Distribución se refiere a la relación que existe entre el caudal


que llega a las parcelas y el que fue entregado al sistema de distribución, a
nivel de canales terciarios. Esta eficiencia depende del tipo de canales y de su
revestimiento, del tamaño de las unidades de riego y de la pericia y modo de
operar el sistema. Generalmente se considera que la eficiencia, cuando hay
parcelas mayores de 10 hectáreas con riego intermitente, es del 80% y para
riego continuo es del 90%. Lo que significa que las pérdidas en el sistema de
distribución son del 10 al 20%.

La Eficiencia de Aplicación en las Parcelas se refiere a la eficiencia con la que se


riega propiamente en el interior de una parcela, chacra, finca o unidad de
riego. Toda el agua aplicada en exceso con respecto a las necesidades reales
de los cultivos se considera una pérdida para los fines del cálculo de la
eficiencia de aplicación. Puede ser que esa agua no constituya pérdida total a
nivel de proyecto o de valle y que luego aparezca en forma de aguas de
recuperación. Sin embargo, para los fines que buscamos la eficiencia de
aplicación es la relación entre el volumen de agua usado por las plantas y el
volumen aplicado a nivel de parcelas. ¿De qué factores depende esta
eficiencia? De varios; por ejemplo, del tipo de suelo. Los suelos agrícolas desde
el punto de vista de su textura pueden ser arenosos, francos y pesados. Este
solo hecho, como puede fácilmente comprenderse, tendría incidencia en la
eficiencia de la aplicación del agua. Pero, no basta el tipo de suelo para definir
una eficiencia, pues interviene también el método de riego empleado. En el
Cuadro 3.11 se presenta eficiencias de aplicación promedio en función del tipo
de suelo y del método de riego.

La tabla del Cuadro 3.11 es una de las varias existentes para informarnos
acerca de las eficiencias. Hay otras tablas que dan valores diferentes. En el
Perú no disponemos de estudios sistemáticos que permitan conocer la
eficiencia de aplicación del agua en nuestros proyectos. Pero las tablas
existentes nos dan una idea bastante buena. Así, en un suelo arenoso en el
que el riego se efectúe por surcos, la eficiencia es del 45%. Esto significará que
más de la mitad del agua que hemos, quizás, regulado en un embalse,
conducido a través de túneles y canales a un costo altísimo, terminaría en una
parcela en la que sólo se aprovecha el 45% del agua que llega, y el resto se
pierde. En suelos de textura media y en los pesados la eficiencia puede subir
al 65%, pero siempre estamos frente a grandes pérdidas de agua.

En la Figura 3.6 se muestra una representación esquemática de las


pérdidas que ocurren en un sistema de riego.

154
CUADRO 3.11
Eficiencias de Aplicación del Agua de Riego [19]

Tipo de Suelo Sistema de Riego


Melgas Surcos Inundación con Pozas
Diques de Contorno

Arenoso 60 40-50 45 70
Medio 70-75 65 55 70
Fino 65 65 50 60

. Las eficiencias están expresadas en porcentaje


. Los suelos se suponen bien nivelados
. Los sistemas de riego se suponen bien diseñados y bien operados.

Con motivo del estudio del Proyecto Puyango-Tumbes se calculó la


demanda total de agua. Uno de los problemas principales fue la escasez de
datos de campo para calcular la evapotranspiración y los coeficientes de los
cultivos. El otro problema fue la total ausencia de datos sistemáticos,
provenientes de mediciones de campo de proyectos nuestros, que nos indiquen
eficiencias. En un estudio efectuado sobre el particular por el Ministerio de
Agricultura se hizo una estimación teórica de las eficiencias de aplicación para
el Proyecto Puyango-Tumbes, a partir de lo siguiente: eficiencias obtenidas a
partir de dos referencias, una es la que aparece en el Cuadro 3.11 y otra
proveniente de la International Comission on Irrigation and Drainage (ICID) y
considerando que el 30% del área se regase por inundación y 70% por surcos.
Los resultados fueron que para suelos arenosos la eficiencia de aplicación era
de 47%; para suelos francos, de 50% y para suelos pesados, del 57%. Estas
eficiencias dan lugar a grandes pérdidas que no se pueden tolerar. Debe
haber, pues, una concepción diferente de los métodos de aplicación del agua al
suelo, es decir, del riego.
El riego, lo hemos expuesto antes, empezó hace varios miles de años. En
la mayor parte del mundo los métodos de riego son esencialmente iguales a los
usados desde tiempos inmemoriales. La mayor parte de los sistemas de riego
por gravedad no representa ningún cambio sustancial con respecto al riego en
la antigüedad.
La idea básica en el riego por gravedad es que el agua corra por el terreno
y se vaya infiltrando. Evidentemente que el riego por gravedad tiene varias
desventajas que deben ser consideradas cuidadosamente. Ellas son:

1. Se necesita aplicar más agua por unidad de superficie, o bien, con la


misma cantidad de agua regar menos área.

155
156
2. Creación de problemas de salinización de suelos, por exceso de riego.

3. Mayores costos y tiempo en la preparación del terreno, el que debe ser


cuidadosamente nivelado, etc.

4. Necesidad de prestar un cuidado permanente para lograr las eficiencias


usuales, pues de no ser así las eficiencias serán mucho menores.

Naturalmente que el Riego por Gravedad también tiene ventajas, tales


como menor inversión inicial y facilidad de operación.

Se puede también pensar en mejorar la eficiencia de un sistema de riego


por gravedad tomando algunas medidas como:

1. Planeamiento del sistema de riego en función de las características del


terreno.
2. Uso de las mejores técnicas disponibles para determinar la frecuencia de
riego, la cantidad de agua aplicada, la duración de los riegos, etc.
3. Instalación de sistemas de medición de caudales.
4. Drenaje.

La alternativa que surgió al riego por gravedad fue el riego por aspersión.
De algún modo el riego por aspersión simula lo que ocurre con la lluvia. El
agua es llevada en conductos a presión y se puede, a diferencia de lo que
ocurre con la lluvia, regular la intensidad y frecuencia del riego. El sistema
permite colocar los aspersores a la distancia necesaria para lograr un riego
óptimo. El sistema de riego por aspersión se conoce desde hace muchos años,
pero hace unas décadas ha experimentado grandes mejoras. Hace 20 años en
Israel el 90% del riego era por aspersión. En Israel era vital recurrir a sistemas
de riego que usasen la menor cantidad posible de agua, dada la gran escasez
de recursos hidráulicos que tiene ese país. De otro lado, no sólo se economiza
agua, sino que la posibilidad de riegos más frecuentes aumenta los rendimien-
tos. Dan GOLDBERG, destacado hidrólogo israelí, nos dice lo realizado en su
país:

"La combinación de superiores métodos de laboreo, con la investigación


intensiva sobre las relaciones de vegetación-agua y un concentrado programa
de concesión crediticia, ha coadyuvado a optimar el uso del agua. En
consecuencia, se han disminuido las aplicaciones de agua y aumentado los
rendimientos de cosecha. La utilización correcta y regulada del agua ha
reducido al mínimo la necesidad de avenamiento, y aminorado el riesgo de
ensalobramiento y la consiguiente exigencia de lixiviación, a pesar de que el

157
país es, en su mayor parte, árido o semiárido, y de que a menudo el agua es
salobre.

La fertilidad y la aireación se realizan mediante especiales técnicas basadas


en el empleo de bajos coeficientes de aplicación, sobre todo en suelos de textura
mediana o fina. La gran uniformidad de aplicación se consigue como fruto de
programas seguidos sistemáticamente para el perfeccionamiento de aspersores,
acompañados de minuciosos programas de ensayos efectuados en diferentes
condiciones de viento, espaciado y presión. Estos ensayos son repetidos en
condiciones agrícolas reales, y, con base en sus resultados, los técnicos formulan
directrices para los agricultores.

En muchos casos, válvulas controladas por tiempo o por gasto regulan los
caudales aplicados; los reguladores de presión se emplean para mantener
uniformes las presiones y eliminar las diferencias de presión entre unos
aspersores y otros. Antes de cada temporada de riego, se formulan planes para
las grandes haciendas, integrando todos los datos sobre suelos, recursos
hidráulicos y elementos que hacen falta a las plantas; entonces, se programan
calendarios para el riego de cultivos, y se instituye un procedimiento comple-
mentario, con la ayuda de ensayos de sondeo, tensiómetros y otros indicadores
de las relaciones agrológicas de los cultivos.

Se adiestra a los administradores de riego en cursos solventados por el


gobierno. Para facilitar el trabajo de los regantes, se han ideado métodos
mecánicos (cuyo empleo está muy extendido) para trasladar tuberías portátiles,
instalaciones aspersoras permanentes o semipermanentes y sistemas
automatizados. De resultas de estas mejoras, unas pruebas efectivas de campo,
realizadas durante toda una temporada, han comprobado que (en algunas
parcelas) los rendimientos totales de riego son muy buenos, pudiendo llegar
incluso a 80 por ciento.

De este modo, el riego por aspersión ha sido puesto a prueba, tanto en Israel
como en otros países, en condiciones muy adversas; esto es: con agua de mala
calidad, suelos de capacidad menguada, cultivos de dudoso valor y colonos
completamente neófitos en cosas del agro. En tales condiciones, la aspersión ha
demostrado plenamente sus ventajas" [66].

Las ventajas del riego por aspersión son las siguientes:

1. Es posible obtener eficiencias de aplicación superiores al 75%.

2. Se evita el riego excesivo y el consiguiente ensalitramiento de los suelos,


como ha ocurrido en numerosos lugares.

158
3. El Calendario de Riego es más fácil de aplicar, el riego es más uniforme,
mejoran los rendimientos.

4 Se elimina o disminuye el movimiento de tierras.

Luego apareció la microaspersión y finalmente el riego por goteo. De esta


manera se llega hasta cada planta y junto con el agua se aplican los fertilizan-
tes y abonos disueltos. Aumenta así la eficiencia del uso del agua, pues las
pérdidas son mínimas.

La Eficiencia Global de Riego es el producto de las tres eficiencias. Así por


ejemplo, para el Proyecto Puyango-Tumbes las eficiencias globales para riego
por gravedad fueron: 36% para suelos arenosos (gruesos), 42% para suelos
francos y 43% para suelos pesados (finos) [110].

En el Cuadro 3.12 se presenta referencialmente, es decir a título


ilustrativo, las demandas de agua en cabecera de valle para diferentes cultivos
del valle de Chicama Bajo, tal como fueron determinadas con ocasión del
Estudio de Factibilidad del Proyecto CHAVIMOCHIC. Las demandas están
expresadas como valores anuales. Para los cultivos transitorios deberán ser
aplicadas de acuerdo a su periodo vegetativo y calendarios de siembras. Ver
Figura 3.7.

CUADRO 3.12
Demandas de Varios Cultivos para el Valle de Chicama Bajo * [40]

Cultivo Tipo de Suelo


Grueso Medio Fino

Plátano 28 665 20 004 18 978


Frijol 26 771 18 718 17 744
Caña de Azúcar (planta) 26 770 18 793 17 717
Caña de Azúcar (soca) 26 458 18 585 17 536
Yuca 22 517 15 772 14 907
Tomate 22 437 15 718 14 853
Maíz 19 766 13 859 13 020
Palto 18 440 12 949 12 135
Cítricos 18 440 12 949 12 949
Camote 17 271 12 099 11 335
Espárrago 16 990 11 901 11 178
Piña 12 861 8 922 8 397

* En m3/ha
159
160
3.7 Otras Demandas

Las demandas industriales son variables en función de su propia naturaleza.


Hay algunas industrias cuyo consumo es pequeño y que están dentro del área
de influencia de los centros urbanos. Entonces, como lo hemos visto
anteriormente, la demanda de la industria se convierte en industrial-urbana.
Hay otros lugares en los que la demanda industrial es de un valor importante
y requiere un abastecimiento de agua propio. Aparecen así los centros de auto
producción.

En el Cuadro 3.13 se muestra referencialmente la cantidad de agua re-


querida, en litros por unidad, para diversos productos y procesos industriales.

CUADRO 3.13
Requerimientos de Agua de la Industria [59]

Industria Litros de agua

Cerveza (litro) 9
Lavado de ropa (kg) 40
Textiles (kg) 22-75
Industria de la lana (kg) 265
Aluminio (kg) 380
Acero (kg) 285
Oxígeno (kg) 2 500
Automóviles (unidad) 400 000

Las demandas biológicas, sanitarias o ecológicas se refieren a la cantidad,


es decir, al caudal de agua mínimo, que debe tener un río para garantizar las
condiciones biológicas, sanitarias o ecológicas. La necesidad de mantener este
caudal mínimo se presenta cuando se hace grandes derivaciones o
extracciones de agua de un río. Estas extracciones deben tener un límite
desde el punto de vista del mantenimiento de las condiciones sanitarias del
cauce, de la vida de las especies animales y vegetales y de las condiciones
ecológicas. Este caudal no se refiere a un reparto de aguas, el que puede
hacerse en función de determinados intereses, sino al caudal que necesaria-
mente debe quedar en el río para mantener las condiciones ambientales que
existían antes de la extracción y derivación de agua hacia otros lugares.
161
Así por ejemplo, el río Rímac al llegar a La Atarjea entrega gran parte de su
caudal para abastecimiento de agua de la ciudad de Lima. En épocas de
escasez de agua se capta todo o casi todo el caudal disponible en el río. El
límite debería estar dado, independientemente de los requerimientos de otros
usuarios, por la necesidad de mantener un caudal sanitario mínimo hacia
aguas abajo.

El proyecto Puyango-Tumbes contempla la construcción de dos grandes


presas sobre el río del mismo nombre con el objeto de lograr la regulación de
sus aguas y la derivación de caudales muy importantes hacia lugares de
aprovechamiento ubicados fuera del cauce y sin retornos importantes. En
consecuencia debe haber un caudal mínimo, al que se denominó ecológico,
para mantener las condiciones sanitarias y biológicas de aguas abajo. En el
proyecto Puyango-Tumbes el caudal ecológico debe ser suficiente para el
mantenimiento de la agricultura, langostineras y asentamientos humanos; así
mismo debe mantener los niveles de agua que garanticen que no resultarán
afectadas las especies nativas del río y de sus orillas. Ver Figura 7.4. Es
también importante considerar el caudal y niveles mínimos para evitar la
intrusión salina y para el transporte fluvial.

Hay algunos proyectos en los que debe reservarse un caudal mínimo en


un río con el objeto de garantizar determinados niveles, alcanzar un cierto
grado de dilución y, eventualmente, asegurar la capacidad de transporte de
sedimentos.

La demanda para generación de energía hidroeléctrica no es de carácter


consuntivo, pues el agua puede usarse nuevamente para satisfacer otras
demandas. Sin embargo, debe cuidarse que no haya incompatibilidades
originadas por la ubicación del lugar de descarga de la central con respecto a
posibles usos, así como la compatibilización temporal entre las demandas de la
central hidroeléctrica y las de los usuarios de aguas abajo (riego o abasteci-
miento poblacional, por ejemplo). Para resolver este último punto se recurre a
los reservorios de compensación. Debe tenerse en cuenta que las instalaciones
termoeléctricas consumen agua durante su operación.

En los proyectos de riego a veces es necesario considerar una demanda


adicional al requerimiento de riego con el objeto de tener agua disponible para
el lavado de sales.

Sería muy largo, y escaparía a los límites que nos hemos propuesto,
examinar en extenso las diferentes demandas de agua que existen, pues casi
no hay actividad económica en la que no participe el agua.

162
Capítulo 4

Los Proyectos Hidráulicos

4.1 Naturaleza de los Proyectos Hidráulicos

Los proyectos de aprovechamiento y control de los recursos hidráulicos


involucran una interacción, una vinculación muy estrecha, entre los cuatro
elementos que se señala a continuación [75].

En primer lugar, obviamente, está el agua que es el elemento que


caracteriza a los proyectos hidráulicos. En páginas anteriores hemos
desarrollado numerosos aspectos relativos a la importancia del agua, a su
disponibilidad y a la necesidad que tenemos de ella. Ahora debemos mirar el
agua como uno de los componentes de un proyecto, específicamente, de un
proyecto hidráulico, sea para aprovecharla o para defendernos de ella. Desde
el punto de vista de los proyectos de aprovechamiento hidráulico el agua es
un insumo.

Pero los proyectos hidráulicos sólo pueden comprenderse en función del


hombre. El hombre es el ejecutor, el creador de los proyectos que le permitirán
la transformación de la Naturaleza en su beneficio. Sin embargo, estas
acciones de manejo del agua que ejecuta el hombre, tienen lo que se denomina
un impacto ambiental. Los proyectos hidráulicos tienen efectos deseables,
pero también otros que son indeseables. Los efectos indeseables atañen a los
daños al medio ambiente, a la Naturaleza, a la ecología. En cambio los efectos
deseables apuntan al objetivo del Proyecto y constituyen el cuarto elemento
característico del aprovechamiento hidráulico.
163
Los proyectos de aprovechamiento de los recursos hidráulicos contribuyen
al desarrollo, a la creación de mejores condiciones de vida y, por lo tanto, al
bienestar de la población. Son, pues, como decíamos, cuatro los aspectos o
elementos característicos de los proyectos hidráulicos: el agua, es decir, los
recursos hidráulicos en su más amplia acepción; el hombre, como realizador y
beneficiario del proyecto; la Naturaleza, como medio pasivo que sufre las
consecuencias de las acciones humanas, o como medio activo representando
las fuerzas de la Naturaleza, y por último, el resultado buscado, que es el
bienestar, el desarrollo y la felicidad de los seres humanos.
Dentro de la diversidad de proyectos que existen para el aprovechamiento
y control del agua distinguimos, desde el punto de vista del beneficio que
producen, fundamentalmente los siguientes:

- Abastecimiento de agua poblacional e industrial


- Irrigaciones
- Hidroelectricidad
- Control de Avenidas e Inundaciones
- Manejo de la Calidad del Agua
- Manejo de Cuencas
- Navegación Fluvial

Hay también los proyectos de propósito múltiple, que son aquéllos que
tienen varias finalidades, como por ejemplo, riego y energía; riego, energía y
abastecimiento poblacional; riego y control de avenidas, etc.

Hay, pues, numerosas posibilidades de desarrollar proyectos. Pero, ¿qué


es un proyecto? Según el Glosario para el Plan Nacional de Ordenamiento de los
Recursos Hidráulicos del Perú, se denomina proyecto a la "unidad de actividad de
cualquier naturaleza, que requiere para su realización del uso o consumo
inmediato o a corto plazo de algunos recursos escasos o al menos limitados
(ahorros, divisas, talentos, etc) aun sacrificando beneficios actuales y
asegurados, en la esperanza de obtener, en un periodo de tiempo mayor,
beneficios superiores a los que se obtienen con el empleo actual de dichos
recursos, sean estos nuevos beneficios financieros, económicos o sociales" [134].

AZPURÚA y GABALDÓN entienden por proyecto "las alternativas de


inversión dirigidas a poner en marcha un conjunto de factores de producción con
el fin de obtener determinados bienes y servicios" [12].

La idea de proyecto implica la determinación de las ventajas y desventajas


que podrían resultar de su ejecución. Así como es cierto que hacemos un
proyecto para obtener ventajas, es decir, beneficios, también lo es que casi
siempre hay desventajas que deben ser evaluadas anticipadamente. Cuando

164
se toma la decisión de ejecutar un proyecto esto puede implicar dejar de lado
la posibilidad de realizar otros.

La idea fundamental de la planificación de los proyectos hidráulicos es la


de modificación de las condiciones naturales, específicamente, la
disponibilidad espacial y temporal del agua requerida para determinados
objetivos nacionales, regionales o locales. La planificación de proyectos se
encuentra siempre con que las necesidades son mayores que la disponibilidad
de recursos. Usualmente puede haber escasez de agua, de tierras, de energía,
de recursos humanos, de capital y de otros factores de la producción [72].

Para poder sustentar un proyecto de aprovechamiento hidráulico se


requiere que, en lugar de la errática distribución temporal y espacial que tiene
el agua en la Naturaleza, se pueda disponer de las cantidades requeridas de
agua en el lugar preciso y con una cierta probabilidad. Este último concepto
es muy importante en la planificación de proyectos. La oferta de agua para un
proyecto no puede ser una variable aleatoria, sino que debe estar asociada a
una probabilidad de ocurrencia; por lo tanto, en todo proyecto se puede
aceptar la existencia de ciertos déficit.

Todo proyecto implica un riesgo. Pero debe tratarse de un riesgo


calculado. Debe haber un análisis racional de las posibilidades de éxito. La
posibilidad de error está presente tanto en la estimación del monto de la
inversión como en la magnitud de los beneficios y del impacto ambiental.

Debe recordarse siempre que los grandes proyectos hidráulicos están


necesariamente vinculados con el resto de la economía. Por lo tanto, los
proyectos no pueden ni deben concebirse o realizarse aisladamente. La puesta
en marcha de un gran proyecto hidráulico tiene repercusiones importantes en
los diferentes aspectos de la economía. Por ejemplo, una gran irrigación puede
alterar la balanza comercial del país.

Aquél que haga la inversión para un gran proyecto, el Estado o un


particular, debe hacer determinados supuestos sobre el desarrollo económico
de la región o del país. Todo proyecto implica la satisfacción de una demanda;
y el crecimiento económico está muy vinculado con la existencia de la
demanda, con su crecimiento y con su satisfacción.

Todo proyecto implica el trabajo de un grupo multidisciplinario. El trabajo


en equipo es fundamental y se realiza a la luz del concepto de que todo
proyecto es un proceso de aproximaciones sucesivas.
Todo proyecto busca la obtención de la mejor solución posible con los
recursos a nuestro alcance. En consecuencia, si se trata de los recursos del

165
Estado estos deben asignarse de modo que produzcan el mayor beneficio
posible. La idea fundamental en la asignación de recursos para ejecutar
proyectos tiene que ser "un proceso de maximización del bienestar social
resultante de la utilización de dichos recursos" [81].

¿Cómo saber que proyecto ejecutar cuando las necesidades son grandes y
los recursos escasos? De la escasez surge la necesidad de planificar, de
ordenar nuestras acciones. ¿Pero es esto siempre posible? Las decisiones
para ejecutar un determinado proyecto, es decir, la asignación de recursos
para su ejecución, puede provenir de una decisión gubernamental o de la
actividad privada. En ambos casos la ejecución de los proyectos hidráulicos
debe ajustarse a un Plan.

Los proyectos tienen objetivos y finalidades. Ambos conceptos no


significan lo mismo. "Las finalidades pueden ser diferentes y sin embargo
contribuir al mismo objetivo, y una finalidad puede satisfacer más de un objetivo.
La medida en la que cada finalidad contribuye a cada objetivo varía, por ello la
asignación de agua a cada finalidad implicará inevitablemente conflicto entre
quienes valoran de distinta forma los diferentes objetivos" [81].

Son, pues, numerosos y difíciles los problemas que se debe afrontar para
decidir la ejecución de los proyectos. La forma de resolver esta dificultad
marca una enorme diferencia entre los países desarrollados y los
subdesarrollados.

A propósito del tema de los proyectos hidráulicos nos parece útil recordar
y parafrasear unos conceptos de Aaron WIENER. Este autor señala que el reto
que nos plantea la necesidad del desarrollo es tremendo; sin embargo, los
recursos humanos y de capital son inadecuados. Pareciera, pues, que es difícil
salir del subdesarrollo. Pero, el subdesarrollo no se debe únicamente a la
escasez de recursos. Citando una palabras de Lord Keynes, WIENER recuerda
que hace falta algo más que recursos: hace falta fundamentalmente "a little, a
very little, clear thinking" [178].

Es que los problemas vinculados al aprovechamiento de los Recursos


Hidráulicos no son de fácil solución. Las necesidades son enormes y los
recursos escasos. Toda la problemática del aprovechamiento del agua a través
de proyectos está vinculada a nuestro grado de desarrollo, o de subdesarrollo.
El subdesarrollo no sólo es escasez de recursos; es también una actitud
mental. Esto lo vemos muy claro en las políticas de aprovechamiento de los
recursos hidráulicos.

166
4.2 La Necesidad de Planificar

Para que un país, o una región, desarrolle el aprovechamiento de sus recursos


hidráulicos debe tener un Plan, cuidadosamente trazado y que sea compatible
con un Plan Nacional de Desarrollo. La necesidad de un Plan es independiente
de que las inversiones para su realización las haga el Estado o la empresa
privada. Los proyectos hidráulicos implican el uso de un recurso como el
agua, que es escaso y vital. Un proyecto hidráulico puede concebirse de modo
de dar importantes beneficios económicos al inversionista en el corto y
mediano plazo, pero en el largo plazo los resultados podrían ser desastrosos
para la Nación. Puede ocurrir también que un determinado proyecto
hidráulico, mirado aisladamente, sea ventajoso, pero al ubicarlo dentro del
contexto regional o nacional resulte perjudicial.

Por lo anteriormente expuesto y por la magnitud de las inversiones


involucradas en los proyectos hidráulicos, su ejecución sólo debe hacerse
dentro de una política armoniosa de uso de los recursos naturales [43, 73].

Un proyecto hidráulico no se hace para aprovechar el agua simplemente.


Lo que se busca es el bienestar de la población y la satisfacción de sus
necesidades; no simplemente el aumento de la producción. Se busca la
mejora de las condiciones de vida de la población, el aumento real del ingreso,
la posibilidad de acceder a una vivienda decorosa, de tener escuelas y
hospitales, de tener, en síntesis una adecuada calidad de vida.

Todos estos conceptos tienen especial aplicación, por ejemplo, en las


irrigaciones. Si el Estado hace una irrigación, concebida como un conjunto de
obras de ingeniería civil y agrícola (presas, canales, nivelación de tierras, etc.),
y se piensa que otros elementos como asistencia técnica y crediticia,
comercialización, política de precios, tenencia de la tierra, etc. se van a resolver
solos se está en un gran error. En un país subdesarrollado, con escasos
recursos, no es suficiente la ejecución de obras de infraestructura física. El
proyecto debe tener una concepción clara en cuanto a su objetivo, que no
puede ser otro que la mejora del ingreso real del trabajador del campo, y debe
realizar todas las acciones para lograr ese objetivo social, que es, en última
instancia, el sustento de la inversión. Es tan importante la búsqueda de una
mejor calidad de vida que algunos sociólogos elaboraron la tesis de que lo que
hay que medir no es el Gross National Product, sino la Gross National
Happiness.
En concordancia con lo anterior no podemos ignorar la enorme
desproporción que existe en los proyectos de irrigación entre las inversiones
para obra física (grandes obras, generalmente con préstamos extranjeros) y lo

167
poquísimo que se dedica a las acciones de desarrollo agrícola, que es
indispensable para que haya un aumento de la producción y de los ingresos, y
se logre mejores condiciones de vida [70].

En materia de aprovechamiento de los recursos hidráulicos hay mucho


que hacer. Es fundamental tener el conocimiento del tema, el pensamiento
claro y la decisión para actuar, de modo que no nos suceda eso de "ver el
camino correcto y aprobarlo, ver el camino equivocado y seguirlo" [178].

Para poder desarrollar proyectos hidráulicos se debería tener un Plan de


Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos. A su vez este plan debe formar
parte de un Plan Nacional de Desarrollo. "Donde el agua es escasa con rela-
ción a los requerimientos potenciales, la adecuada asignación de los recursos
disponibles entre usos y áreas competitivas y conflictivas debe regir la planifi-
cación" señala Harvey O. BANKS, quien fue Director del Plan de Obras Hidráu-
licas del Estado de California y asesor del Plan de Abastecimiento de Agua
para la ciudad de New York y de otras ciudades del Este norteamericano [12].

La planificación nacional hidráulica fue definida por AZPURÚA y


GABALDÓN de la siguiente manera: "es el proceso mediante el cual se
formulan, implementan, vigilan y controlan las estrategias y directrices tendientes
a lograr la gestión racional del recurso, con el propósito de establecer una
distribución lógica y razonable de las disponibilidades de agua ante las
probables demandas, a fin de lograr un equilibrio cuantitativo y cualitativo del
balance demanda-disponibilidades e impedir así que el agua sea un factor
limitante al desarrollo económico social dentro de un ordenamiento legal e
institucional" [12]. Así por ejemplo, en el Plan de Aprovechamiento de los
Recursos Hidráulicos de Venezuela se planteó el logro de los siguientes
objetivos:

"1. Precisar la cantidad, calidad y ubicación de los recursos hidráulicos del país;

2. Satisfacer oportunamente las demandas de abastecimiento de agua para


consumo urbano, industrial y agrícola;

3. Asegurar la defensa contra la acción destructiva de las aguas, especialmente


en lo que se refiere al planteamiento conceptual del problema de
inundaciones, que debe ser tratado como el aprovechamiento armonioso de
los recursos de las áreas inundables;

4. Proteger las aguas contra la acción del hombre cuando va en detrimento del
saneamiento ambiental y de la conservación racional de los recursos
naturales;

168
5. Garantizar los caudales requeridos para la generación de energía, la
piscicultura, la navegación, la recreación y otros aspectos que afectan o
pueden afectar el aprovechamiento de los recursos hidráulicos;

6. Jerarquizar las diferentes acciones de programas para el aprovechamiento de


los recursos hidráulicos; y

7. Controlar el mayor aprovechamiento de los recursos hidráulicos" [12].

AZPURÚA y GABALDÓN, en su importante libro Recursos Hidráulicos y


Desarrollo, han examinado detenidamente las características que debe tener un
Plan Nacional de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos. A
continuación presentamos un brevísimo resumen de dichas características
[12].

- El Plan es Nacional, es decir que debe abarcar la totalidad del territorio del
país y no debe referirse o preferir una región en particular.

- El Plan es Transversal, es decir que el agua en sí no es objeto de


planificación, sino en la medida en la que forma parte del desarrollo de
diversos sectores.

- El Plan es Único, porque debe comprender todos los usos del agua,
proyectados en el tiempo y para todo el país.

- El Plan es Integral, porque cubre todas las posibilidades de uso y control de


agua a través de los diversos proyectos hidráulicos que hemos mencionado
anteriormente.

- El Plan es a Largo Plazo. Los autores cuyo pensamiento sobre el Plan


Hidráulico venimos resumiendo, recordando a HALL y DRACUP, señalan
que "El desarrollo de los recursos hidráulicos se hace casi siempre para el
futuro, futuro situado a veces más allá de la visión de cualquier hombre
vivo". Generalmente se piensa en más de 50 años.

- El Plan es Dinámico, es decir, flexible y con la posibilidad de adaptarse


continuamente a la realidad, que es esencialmente cambiante.

- El Plan es Estratégico, porque establece los fines para los diversos usos del
agua, las soluciones de ingeniería que será necesario realizar para dotar
de agua a cada sector y para resolver los problemas que puedan
presentarse.

169
- El Plan es Vinculante, es decir, que es de obligatorio cumplimiento.

- El Plan es Coordinativo, porque debe haber una comunicación constante


entre planificadores y usuarios del agua.

En el Perú estamos lamentablemente muy atrasados en lo que respecta a


la existencia de un Plan Hidráulico. En la Figura 4.1 se presenta esquemáti-
camente el proceso de planificación de los Recursos Hidráulicos [75].

170
4.3 Plan Nacional de Ordenamiento de los
Recursos Hidráulicos

En 1977 una Comisión Multisectorial nombrada por el Primer Ministro del


Perú, presentó el documento titulado Plan Nacional de Ordenamiento de los
Recursos Hidráulicos - Bases Técnicas y Económicas para su Formulación [132,
133,134].

Dicha Comisión estuvo presidida por un representante del Instituto


Nacional de Planificación (INP), e integrada por representantes de diversas
entidades: Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales (ONERN),
Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI), Dirección General
de Aguas y Dirección General de Irrigaciones, ambas del Ministerio de
Agricultura, Ministerio de Vivienda y Construcción, Ministerio de Industria y
Turismo, Ministerio de Energía y Minas, Ministerio de Alimentación, Ministerio
de Salud y Ministerio de Pesquería.

El documento antes aludido fue elaborado en un plazo de cuatro meses y


su finalidad fue "la de precisar los objetivos y lineamientos así como las bases
técnicas (metodológicas) y económicas y las necesidades de cooperación técnica
para la formulación del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos
Hidráulicos".

Por considerar que en lo esencial siguen siendo válidas las principales


conclusiones y recomendaciones de dicho documento, las reproducimos a
continuación.

Conclusiones

1. "El objetivo general del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos


Hidráulicos del Perú, es el establecer un uso racional, equitativo y efectivo
del agua en función de los requerimientos de los diversos usos: sociales
(urbano, turístico, recreacional, etc), económicos (agrícola, industrial, minero,
etc.) y naturales (flora y fauna) del país de acuerdo a prioridades, superando
los factores restrictivos de su disponibilidad (escasez, exceso, mala calidad,
etc.) y asegurando el equilibrio ecológico; siendo necesario para ello tener un
conocimiento profundo de su disponibilidad espacial y temporal.
El Plan será de alcance nacional y se elaborará a nivel de cuenca
hidrográfica o asociación de cuencas y las previsiones se harán para el largo
plazo (año 1990 y 2005), de manera de asegurar la ejecución de las mismas
con la debida antelación; ello, sin descuidar el mediano plazo".

171
2. "El análisis histórico y las proyecciones de la demanda de recursos
hidráulicos en el Perú, muestra:
a) Una distribución inversa entre la población y sus actividades
económicas, con la disponibilidad de recursos hidráulicos.

b) Una mayor presión sobre los recursos hidráulicos por la tendencia a


aprovechar al máximo, en el futuro, el potencial hidroeléctrico del país
estimado en 40 000 MW, con el objeto de enfrentar adecuadamente la
crisis energética mundial, lo que tiene además como ventaja la
utilización de una fuente energética no contaminante.

c) Una mayor exigencia sobre los suelos y consecuentemente sobre el


agua, al tener que enfrentarse, con medidas de ampliación de frontera
agrícola e incremento de la productividad, la creciente importación de
alimentos, que alcanzaría a US$ 1 000 millones anuales en 1990.

d) Una mayor presión sobre el volumen y calidad del recurso agua, por la
necesidad de impulsar el desarrollo mediante la explotación intensiva
de nuestro gran potencial minero y la implementación de un programa
agresivo de industrialización".

3. "La situación del recurso agua es crítica ya en algunas regiones, como la


Costa Central y Costa Sur; en la primera región, la ciudad de Lima deberá
buscar los recursos necesarios, en cantidad y calidad, para abastecer de
agua en el año 2000 a una población estimada, según una proyección
normativa en 10,0 millones de habitantes, vislumbrándose como única fuente
probable el río Mantaro, lo que hace urgente iniciar de inmediato las obras de
control de contaminación de sus aguas producida por la actividad minera.
En la segunda región, la ciudad de Arequipa afrontará, a mediano plazo, un
problema similar al de la ciudad de Lima; asimismo el eje Moquegua-Tacna
requiere de la búsqueda y localización de nuevos recursos hidráulicos, así
como de la conservación de los ya existentes, con el objeto de impulsar su
desarrollo".

Recomendaciones

1. "La situación de extremo desequilibrio de las relaciones Población/Recursos


Hidráulicos, debe merecer la preferente atención y apoyo político, económico
y administrativo del Gobierno, y del Pueblo Peruano de modo que se logre la
redistribución racional de la población y de las actividades económicas sobre
el territorio nacional, mediante una implementación de los Planes de
Desarrollo Regional y de las Políticas de Acondicionamiento del Territorio".

172
2. "Los integrantes de la Comisión Multisectorial, en su calidad de Directores
Generales o Jefes de Organismos, solicitan por unanimidad, que el Gobierno,
por intermedio del Instituto Nacional de Planificación, le otorgue al Plan
Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos, alta prioridad y le dé
el trámite consiguiente para que pueda obtener el financiamiento interno y
externo, así como la cooperación técnica internacional necesaria".

3. "Es urgente que el gobierno establezca medidas efectivas de carácter


institucional, técnicas y económicas, para controlar los procesos de
contaminación de las aguas por relaves mineros, especialmente en las
cuencas de los ríos Mantaro, Rímac, Moche y Locumba. Igualmente, deben
tomarse todas las medidas necesarias para que los nuevos proyectos
mineros no ocasionen contaminación de las aguas, para lo cual los estudios
deberán incluir un capítulo de factibilidad ecológica, en donde se diseñen las
obras y equipos de control de la contaminación, sin lo cual no debe
autorizarse su financiación y construcción".

Para alcanzar el objetivo general del Plan, señalado en la primera de sus


conclusiones, se planteó los siguientes objetivos específicos:
"1. Alcanzar un conocimiento a nivel nacional de la cantidad, calidad y ubicación
(espacial y temporal) del recurso agua, para planificar su uso.

2. Optimizar el uso del recurso agua, en armonía con el desarrollo integral del
país, mejorando y/o manteniendo la calidad del medio.

3. Mantener el equilibrio entre la demanda y la disponibilidad del recurso para


garantizar a los usuarios la dotación oportuna en tiempo y lugar.

4. Unificar criterios para el aprovechamiento integral y coherente de los


recursos hidráulicos.

5. Conservar y preservar permanentemente el recurso agua, en armonía con el


equilibrio ecológico.

6. Crear conciencia nacional sobre la importancia de la conservación y


preservación del recurso agua.

7. Obtener tecnologías adecuadas para la medición, control, evaluación,


aprovechamiento, conservación y preservación del recurso agua, a fin de
lograr una apropiada administración y manejo del mismo.

8. Realizar proyectos y mejoramiento de los servicios hidráulicos con la


participación financiera de la comunidad.

173
9. Hacer el trabajo relacionado con el recurso un ambiente propicio para la
realización personal de los trabajadores que intervienen en él".

Para lograr el objetivo general y los objetivos específicos señalados, el Plan


propuso los siguientes lineamientos de acción:

"1. Reforzar y ampliar el sistema de medición y control (calidad y cantidad) como


factor básico en la planificación, uso, conservación y preservación del recurso
agua.

2. Intensificar y ampliar los programas de inventario y evaluación del recurso


agua, con el fin de determinar su oferta a nivel nacional, regional y local.

3. Establecer un ordenamiento permanente del uso integral y racional del agua,


considerando los requerimientos actuales y futuros de la comunidad y sus
agentes naturales, en armonía con el desarrollo del país y el bienestar social.

4. Desarrollar programas de aprovechamiento del recurso agua con propósitos


múltiples, en concordancia con el marco ecológico y la política de desarrollo
del país.

5. Reforzar el marco institucional que permita en forma permanente enfocar


integral y coherentemente el ordenamiento del recurso agua y apoyar a la
Comisión Multisectorial del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos
Hidráulicos.

6. Establecer las medidas técnicas, legales y/o económicas que permitan la


conservación y preservación del recurso agua, procurando mantener el
equilibrio ecológico.

7. Desarrollar programas de educación y extensión, a nivel de usuarios, con el


objeto de alcanzar un uso eficiente y racional del recurso agua. Asimismo,
difundir a nivel nacional los conocimientos más apropiados para la
conservación y preservación de dicho recurso, creando mayor conciencia de
su importancia.

8. Intensificar programas de estudios, investigación y experimentación


relacionados con el recurso agua, a fin de fomentar e incrementar su uso
racional.

9. Fortalecer el sistema de financiamiento de la inversión asegurando la


participación de la comunidad en los costos inherentes a los servicios del
recurso agua.

174
10. Reforzar el apoyo económico a las instituciones que intervienen en las
actividades relacionadas con el agua.

11. Establecer mecanismos que aseguren a los trabajadores continuidad y


dedicación en las actividades relacionadas con el recurso agua".

Consideramos que ha sido importante reproducir las grandes líneas que se


propusieron para el establecimiento de un Plan Nacional de Ordenamiento de
los Recursos Hidráulicos. Desgraciadamente, dicho Plan nunca se realizó.
Ahora que los recursos hidráulicos son más escasos, que su aprovechamiento
es más costoso y que las demandas son mayores, se hace aún más importante
su ejecución. A lo anterior debe añadirse que la posibilidad de que la actividad
privada participe en la ejecución de grandes proyectos hidráulicos hace más
urgente la necesidad de un Plan Hidráulico.

4.4 Manejo de los Recursos Hidráulicos

En páginas anteriores hemos señalado reiteradamente que vivimos en un


mundo en el que las necesidades de agua son crecientes. Esto se debe, tanto
al aumento de la población, como a las mayores demandas de agua de cada
ser humano en su búsqueda de una mejor calidad de vida.

En contraposición a lo anterior se da una situación de lo más inconve-


niente: las disponibilidades de agua a nivel mundial vienen disminuyendo, en
lugar de estar aumentando, como sería lo deseable.

Esta disminución de la disponibilidad de agua se debe a diversos factores,


que hemos expuesto a lo largo de este libro. La contaminación creciente de los
cursos de agua, la deforestación de las cuencas, el mal uso y el desperdicio del
agua son algunos de los factores que nos están llevando a una dramática
situación en la que la demanda será mayor que la oferta de agua.

Se convierte, pues, en imperativa la necesidad de plantear y cumplir una


política de Manejo de los Recursos Hidráulicos. Se entiende por Manejo de los
Recursos Hidráulicos la ejecución de un conjunto de acciones para usar y
controlar el agua en todas sus formas y manifestaciones de modo de obtener
beneficios para la Humanidad. El Manejo de los Recursos Hidráulicos debe
mirarse como un sistema en el que la entrada está constituida por los recursos
hidráulicos y la salida por las mejores condiciones de vida de la Sociedad [75].

175
De lo arriba expuesto se deduce que el Manejo de los Recursos
Hidráulicos es algo que se desarrolla en el tiempo. Es un proceso. Pero un
proceso no es sólo el transcurso del tiempo o el conjunto de fases sucesivas de
un fenómeno. Acá, proceso debe entenderse como progreso, como la acción de
ir hacia adelante. Este proceso tendrá su propia velocidad, en función de
diversas circunstancias y condicionantes. Un proceso no puede ni debe
desarrollarse en desorden. El proceso inherente al Manejo de los Recursos
Hidráulicos debe ser, en primer lugar, cuidadosamente planificado, y luego
ejecutado e implementado.

Por lo tanto el Manejo de los Recursos Hidráulicos implica una serie de


acciones y tareas, vinculadas entre sí y que forman parte de una cadena
orgánica. Por ejemplo, no tiene ningún sentido construir embalses para
almacenar agua, si no se dispone de un sistema de conducción hacia los
usuarios, y así podría mencionarse otros ejemplos.

El Manejo de los Recursos Hidráulicos implica, además de la construcción


de infraestructuras, un conjunto de medidas legales y administrativas que
hagan posible el cumplimiento de los planes trazados [75].

El Manejo Integrado de los Recursos Hidráulicos significa el conjunto


técnico de acciones que toma en cuenta apropiadamente las instalaciones
físicas, económicas, sociales y culturales existentes en el sistema, como
pudieran ser, por ejemplo, los intereses de diversos usuarios, la
compatibilización entre riego y energía, los daños y beneficios causados a la
población como consecuencia de la construcción de obras y muchos otros
aspectos que detallamos en otro lugar.
El planeamiento es la primera etapa o fase del Manejo de los Recursos
Hidráulicos. A esta fase corresponde en primer lugar el estudio de las grandes
decisiones que deben tomarse, enmarcadas dentro de un Plan Nacional de
Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos. Finalizado el estudio de
proyectos alternativos viene el diseño, o sea, el desarrollo o estudios de un
proyecto específico.
Luego de la etapa de planeamiento viene la de implementación. En la
Figura 4.2 se representa esquemáticamente las dos grandes etapas del Manejo
de los Recursos Hidráulicos.
La implementación de un proyecto consta de la construcción, operación y
mantenimiento, tal como se ve en la Figura 4.3.
Independientemente de las dos grandes etapas señaladas podríamos decir
que los proyectos hidráulicos tienen tres fases: diseño, construcción y
operación y mantenimiento.

176
177
178
En los proyectos hidráulicos se dan frecuentemente ciertas características
y peculiaridades, que determinan que las tres fases señaladas no constituyan
siempre una secuencia absoluta. Se da, en cambio, lo que podríamos llamar
una presencia permanente de las tres fases a lo largo de la vida del Proyecto
con tendencia al predominio secuencial de cada una de ellas.

Examinaremos algunos ejemplos correspondientes a lo que estamos


afirmando. Cuando se trata de una presa ubicada sobre el lecho del río o un
sistema de encauzamiento fluvial, los estudios no terminan en el momento de
iniciarse la construcción. En realidad continúan a lo largo del proceso
constructivo para irse adecuando a las condiciones que se van encontrando y,
lo que es muy importante de resaltar, los estudios deben continuar después de
terminada la obra. Puesto en funcionamiento el proyecto hidráulico se tiene
un modelo a escala 1:1 que nos permitirá verificar las hipótesis de diseño y ver
además como reacciona la estructura ante eventos no previstos.

Las fallas ocurridas en las presas constituyen una de las principales


fuentes de conocimiento de su comportamiento estructural. El embalse creado
por una presa está sujeto a sedimentación, la misma que debe estudiarse. La
cortina está sujeta a deformaciones y a presiones que deben medirse y
compararse con las suposiciones hechas en el diseño.

El estudio del funcionamiento del sistema bocatoma-desarenador


permitirá perfeccionar los diseños, su operación y la concepción y detalles de
los sistemas que se proyecten en el futuro.

Los estudios son, pues, un proceso permanente. Podría estudiarse, ahora,


por ejemplo, el comportamiento de estructuras en actual funcionamiento y que
fueron concebidas, en términos hidrológicos, con anterioridad al Fenómeno de
El Niño de 1983.

La construcción, según lo hemos señalado, se traslapa con la fase de


estudios. Antes de empezar a construir la obra hidráulica propiamente dicha,
ya hay que hacer importantes inversiones en caminos de acceso y
campamentos; a veces en puentes y en otras estructuras importantes. Un
sistema de encauzamiento a base de diques en un cauce fluvial deformable
está sujeto a alteraciones y pequeños daños cuando ocurre una avenida de
alguna importancia. La construcción continúa, pues, como parte de las etapas
de operación y mantenimiento. Puede necesitarse reconstruir una defensa
afectada o modificarla para un funcionamiento más eficiente.
La operación y mantenimiento es una fase de lo más importante en las
estructuras hidráulicas. Su realización puede ser vital para las presas.
La operación y mantenimiento a veces empieza desde antes de terminar

179
la construcción de la obra. Desde el momento en el que empezamos las obras
de desvío y ataguías estamos alterando el comportamiento fluvial. Tenemos
que hacer un manejo del río.

Estudios, construcción, operación y mantenimiento van juntos a lo largo


de la vida del Proyecto. Esto es muy notorio para las presas, especialmente las
de materiales sueltos [154].

Mencionamos antes que el primer paso en el desarrollo de los Recursos


Hidráulicos es el planeamiento, es decir, el estudio de las diversas
posibilidades (alternativas) de aprovechamiento que puedan originarse. En
realidad es imposible el estudio de todas las alternativas, pues su número
podría ser enormemente grande. Tiene que haber una habilidad especial para
eliminar una serie de posibilidades y quedarse sólo con las que interesa
estudiar. Escoger es hacerlo entre posibilidades. Escoger una solución es
eliminar otras. Pero ¿cómo saber que posibilidades eliminar? No hay fórmulas
o métodos que nos permiten responder a esta pregunta. El universo de
posibilidades es muy grande. La intuición y la experiencia juegan un papel
muy importante para restringir el número de posibilidades, sin tener que
analizar cada una de ellas. Ese es el reto de la ingeniería de sistemas. La
ingeniería de sistemas se define como el arte y la ciencia de escoger, entre un
número grande de alternativas posibles (factibles), que involucran gran
contenido de ingeniería, el conjunto de acciones que satisfacen mejor los
objetivos buscados, dentro de las limitaciones que nos imponen los principios
legales, económicos, morales, políticos y sociales, y dentro de las leyes que
gobiernan la Naturaleza, según nos dice Warren A. HALL [72].

En la Figura 4.4 se presenta esquemáticamente el Sistema de los Recursos


Hidráulicos.

180
181
4.5 Problemas en el Manejo de los Recursos
Hidráulicos

En una publicación de la UNESCO [75], que trata del Manejo de los


Recursos Hidráulicos en las zonas áridas, se menciona cuatro grupos de
problemas principales que ocurren frecuentemente en los proyectos
hidráulicos. Ellos son:

1. Manejo de las consecuencias ambientales, sociales y culturales de los


proyectos de aprovechamiento de los recursos hidráulicos.
2. Manejo integrado de la cuenca y de sus recursos hidráulicos.
3. Necesidad de distribuir el agua racionalmente entre diversos usuarios y
usos.
4. Logro de la efectiva implementación del Proyecto.

A continuación examinamos cada uno de estos cuatro grupos de


problemas que se presentan en los proyectos hidráulicos, para lo cual
seguiremos la línea de pensamiento de la mencionada publicación de la
UNESCO, desde la perspectiva de nuestra realidad nacional.

El manejo de las consecuencias ambientales, sociales y culturales de los


proyectos hidráulicos debe tomarse en consideración desde las etapas iniciales
de un proyecto. Muchas veces desde su concepción misma. Cada proyecto
presenta una alteración de la Naturaleza, una modificación de las
condiciones del medio ambiente. Antes hemos señalado que todo proyecto
tiene dos clases de consecuencias o impactos: unos positivos y otros
negativos, o como también se dice, unos deseables y otros indeseables. Así
por ejemplo, un proyecto minero o industrial tiene desechos que
contaminarán el ambiente en general y los cursos de agua en particular.
Pero el proyecto también tiene efectos benéficos, como la producción minera
o industrial. Lo que debe hacerse es controlar los efectos ambientales
negativos a que hemos hecho referencia. Para tal efecto debe haber, por
ejemplo, un tratamiento de las aguas residuales contaminadas antes de su
retorno al ciclo hidrológico. Esto último es lo que no se hace, por ejemplo, en
las cuencas de los ríos Rímac y Mantaro. Una irrigación también tiene
efectos negativos sobre el medio. Así mismo, el abastecimiento de agua
potable a una ciudad crea inmediatamente el problema de los desagües y su
reincorporación al ciclo hidrológico. El aumento de la población, del
consumo de agua per cápita y el aumento de los usos de agua, todo lo que
se manifiesta como proyectos hidráulicos, produce un efecto negativo sobre
la calidad del agua. Se hace así imperativo actuar sobre los vertidos urbanos
182
e industriales de forma de limitar las cargas contaminantes. Lo indicado es
que los vertidos o vertimientos urbanos e industriales sean tratados en una
Estación Depuradora, a fin de impedir o disminuir el deterioro de los cursos
de agua y contribuir a la prevención de la calidad del agua. Una Estación
Depuradora elimina o limita las cargas contaminantes de las aguas que
retornan al ciclo hidrológico. En las Estaciones Depuradoras se realiza el
tratamiento primario y secundario de las aguas residuales. Así por ejemplo,
en una publicación del Ayuntamiento de Madrid se lee lo siguiente: "La
industrialización del Área Metropolitana de Madrid en las últimas décadas ha
estimulado la migración interior, con lo que el crecimiento de la ciudad ha sido
vertiginoso. Ello, unido al mayor consumo de agua por habitante, hace que los
vertidos de Madrid y su área rebasen los máximos permisibles en las cuencas
de los ríos Manzanares y Jarama, contaminándolos e inhabilitándolos aguas
abajo de Madrid. Para regenerar el ecosistema gravemente alterado y permitir el
uso público del agua nuevamente, se ha establecido el plan de Saneamiento
Integral de Madrid. Los objetivos a alcanzar por este Plan responder
plenamente a los indicados en la Carta Europea del Agua y consisten en la
reforma de las depuradoras existentes y en la construcción de nuevas
estaciones, todas ellas para el tratamiento primario y biológico de los vertidos,
aparte de otras actuaciones sobre la red de alcantarillado".

En el Perú hemos descuidado muchísimo estos aspectos. La mayor


parte de nuestros ríos está contaminada por la actividad minera, a pesar de
que la Ley siempre ofreció, por lo menos teóricamente, con los resortes para
la preservación de la calidad de las aguas. No se debe, pues, incorporar a los
ríos y cursos de agua, ni una gota más de agua sin depurar. Todo proyecto
debe concebirse de modo que sea beneficioso para la población y nunca
dañino para ella o para la Naturaleza. Nuestra meta debe ser la búsqueda
del bienestar y mejora de la calidad de vida de todos lo pobladores.

Veamos un ejemplo específico de contaminación. En 1989 una Comisión


Multisectorial emitió un amplio informe, como consecuencia del encargo que
había recibido de "identificar, estudiar y analizar los problemas de
contaminación ambiental de la ciudad de Ilo y de los Valles de Ilo y Tambo
ocasionada por las emanaciones de la Fundición Minero Metalúrgica de Ilo, de
la Empresa Southern Perú Copper Corporación en el sur del país" [38].

La referida Comisión identificó y dio las alternativas de solución para


diferentes problemas correspondientes a relaves, gases sulfurosos, escorias,
residuos de la actividad pesquera, residuos urbanos y otros. A continuación
mencionamos algunos de los problemas identificados:

"1. Como consecuencia de los relaves en el río Locumba se ha extinguido el


camarón, que era una especie alimenticia de la zona.
183
2. La descarga de los relaves sin recuperación del agua impide que se
aproveche este recurso, sumamente escaso en los departamentos de Tacna
y Moquegua.

3. Contaminación por emanación de gases sulfurosos de la Fundición


Metalúrgica de la Southern, en la ciudad de Ilo, en los valles de Ilo y Tambo
y en los fundos ubicados al norte de la Fundición, con efectos adversos
para la salud de la población y la agricultura. Se debe mencionar acá que
en 1989 al estudiarse más detalladamente este problema se multó a la
Southern mencionándose daños a los olivos, alfalfa, panllevar y hortalizas"

Los problemas de contaminación ambiental son, pues, reales y como


éste podría mencionarse muchos otros.

Pero los efectos negativos no sólo deben corregirse o controlarse una vez
que se producen. El planificador, el proyectista, debe adelantarse a los
problemas. La concepción misma de cada proyecto debe hacerse de modo que
su impacto ambiental sea mínimo y, sobre todo, que sea controlable.
Examinemos diferentes aspectos del impacto negativo que puede generar un
proyecto hidráulico.

Un proyecto hidráulico, sobre todo si es grande, puede representar una


alteración en los asentamientos humanos y en la vida del hombre. Así por
ejemplo, la construcción de la presa de Poechos en la década de los años
setenta, significó que el embalse creado por tan importante estructura del
Proyecto Chira-Piura, inundase el pueblo de Lancones, su campiña y
alrededores. Fue necesario reubicar a los pobladores, construir un nuevo
pueblo, asignarles tierras de cultivo dentro de las áreas nuevas del proyecto
y afrontar una serie de problemas de difícil solución, como el del cementerio,
dado su significado para los pobladores.

La construcción de la presa de Gallito Ciego, del Proyecto Jequetepeque-


Zaña, tuvo una gran demora en su iniciación, pues los agricultores se resistían
a abandonar el lugar. Adicionalmente, el embalse creado por la presa
inundaba los pueblos de Montegrande y Chungal, lo que obligó a su
reubicación, así como al otorgamiento de nuevas tierras agrícolas.

Para el aprovechamiento binacional del río Puyango-Tumbes se ha


previsto la construcción de dos grandes presas: Marcabelí y Cazaderos. Ver
Figura 7.3. La altura de la presa de Marcabelí, en el Ecuador, está limitada
por la posibilidad de inundar totalmente el pueblo del mismo nombre. Se ha
determinado que el embalse de Marcabelí tendrá los siguientes efectos:

184
"- En la etapa final quedará inundada un área de aproximadamente 27 km2.
- Con el volumen máximo de 1 400 millones de metros cúbicos las aguas
inundarían parte de la población de Marcabelí, lo que obligaría a
desplazamientos humanos con consecuencias sociales y psicológicas.
- Una gran zona de bosque nativo y la vegetación ribereña será cubierto.
- El proyecto de riego de los suelos fértiles de Santa Rufina de 600
hectáreas que serán inundadas" [33].

En lo que respecta a la presa de Cazaderos, ubicada aguas abajo en el


mismo río, y que dará servicio a la áreas peruanas, su altura se ha visto
limitada por requerimiento del Ecuador de disminuir las inundaciones que
se producirían en un área de aproximadamente 80 km2 de territorio
ecuatoriano, que incluye ocho pequeños caseríos, 200 hectáreas cultivadas
y 700 hectáreas aptas para el pastoreo, así como yacimientos de calizas
para una fábrica de cemento proyectada y árboles petrificados que
constituirían un recurso turístico.

La elevación de la capacidad del lago Junín, a fin de contribuir al


afianzamiento hidrológico del río Mantaro, traerá una serie de
consecuencias ambientales negativas, como la pérdida del 42% de las áreas
de pastoreo próximas al lago y de más de 100 casas ubicadas en el área
[17].

La construcción de canales de riego, mejoramiento del sistema de


distribución de agua, obras de drenaje y defensas ribereñas obligan muchas
veces al desplazamiento y reubicación de pobladores con la consiguiente
resistencia de los mismos. También puede ocurrir que las obras obliguen a
la reubicación de carreteras.

La construcción de la presa de Kariba, en el río Zambeze (África


Oriental) obligó al reasentamiento de 75 000 pobladores. La construcción
del lago Nasser, en Egipto, y del lago Nubia, en Sudán, requirieron el
desplazamiento de 100 000 personas. La construcción del embalse de Nam
Pong, en Tailandia, motivó el desplazamiento de 4 000 familias que vivían en
el área de lo que sería el embalse, lo que representó "serios problemas
psicológicos, sociales, económicos y culturales" [75].

Las consecuencias medio ambientales pueden extenderse de un país a


otro. La construcción de la gigantesca represa de Kumgangsan para una
central hidroeléctrica en Corea del Norte dio lugar a una cerrada oposición
de Corea del Sur por considerar que la construcción de dicha represa
constituía un peligro para su seguridad. El enorme embalse de 20 000
millones de metros cúbicos de agua está sobre el río Han-Gang. En 1986
Corea del Sur manifestó que:

185
"Si la represa se destruyese debido a una calamidad natural o es destruida
artificialmente, las inundaciones consecuentes no sólo pondrían en peligro la
supervivencia de 15 millones de habitantes en el valle de Han-Gang en el sur,
sino que verdaderamente aislarían a nuestras fuerzas armadas…"
"Aunque el uso del agua como un arma de destrucción masiva no ha sido
muy frecuente en la historia, ofensivas con agua en verdad han decidido el
resultado de importantes batallas y guerras…"

Los ejemplos anteriores parecerían indicar que los efectos de los proyectos
hidráulicos son sólo negativos, pero no es así. Si se hace proyectos es
precisamente porque los efectos positivos superan a los negativos.

Otro tipo de consecuencias ambientales negativas de algunos proyectos


hidráulicos es el que se origina por la creación de un cuerpo de agua, como
un embalse, que constituye hábitat para insectos transmisores de
enfermedades, como la filariosis, esquistosomiasis, malaria y otras.

Otro grupo de consecuencias medio ambientales negativas se refiere a


alteraciones físicas o químicas. Por ejemplo, la salinización de los suelos es un
impacto negativo relativamente frecuente en los proyectos de irrigación, que
se ejecuten sin una consideración adecuada del problema de drenaje. En
Pakistán, de 15 millones de hectáreas bajo riego hay 13 millones que están
severamente afectadas por problemas de salinización.

Cuando se construye una presa derivadora con el objeto de desviar


parcial o totalmente el curso de las aguas de un río, esta alteración puede
tener consecuencias medio ambientales negativas, sobre todo cuando el
caudal desviado es proporcionalmente alto con respecto al de la corriente
principal. Un curso de agua sólo debe ceder parte de su caudal en la medida
en la que el caudal remanente sea lo suficientemente grande como para
satisfacer las propias necesidades de la cuenca. Entre éstas se incluye,
ciertamente, la exigencia de mantener un caudal mínimo, al que se
denomina ecológico, biológico o sanitario, para no perturbar las condiciones
existentes aguas abajo. Esto tiene mucho que ver con los problemas de la
calidad de agua. Al extraerse agua de un río, los vertidos contaminantes que
se incorporen aguas abajo tendrán a su disposición un menor caudal de
disolución, y por lo tanto aumentarán las concentraciones de sustancias
nocivas. Sería muy largo analizar todos los problemas que pueden
presentarse al desviar el curso de las aguas superficiales, pero es evidente
que deben ser estudiados in extenso. Tampoco debe perderse de vista que la
extracción de una cantidad significativa de agua, para conducirla en otra
dirección, puede representar una disminución de las posibilidades de
desarrollo de las áreas ubicadas aguas abajo. Dentro de este grupo de
186
modificaciones hidrológicas debe incluirse también las que resultan como
consecuencia de la extracción de aguas subterráneas. La alteración del
curso de las aguas puede tener también consecuencias de tipo
internacional, tal como lo exponemos en el Capítulo 7.

Otra alteración importante dentro de este grupo es la sedimentación de


los embalses [145,153].

También se producen consecuencias negativas sobre la flora y la fauna.


En tal sentido fueron, por ejemplo, muy interesantes las acciones que se
realizaron con motivo de la construcción de la presa Itaipú, con el fin de
disminuir los daños a la flora y a fauna de la región afectada y para
preservar las principales especies animales y vegetales, que sin esas
acciones hubiesen desaparecido. La represa de Itaipú crea un embalse de
29 000 millones de metros cúbicos, cuyo espejo de agua es de 1 460
kilómetros cuadrados y tiene una central hidroeléctrica con una potencia
instalada de 12 000 MW. Obras tan grandes tienen un enorme impacto
sobre el medio ambiente.

Los peligros para la flora y la fauna resultantes de la ejecución de un gran


proyecto hidráulico han sido examinados como parte del Impacto Ambiental
del Proyecto Binacional Puyando-Tumbes. Dicho estudio considera que la
creación de los dos grandes embalses de Marcabelí y Cazaderos tendría las
siguientes consecuencias negativas para la flora y la fauna:

"- Efecto directo sobre una gran parte del hábitat del cocodrilo y de la
nutria, especies que están bajo protección, por dispositivos legales
especiales de ambos países.
- Cambio del medio para las especies acuáticas, una gran parte de aguas
corrientes se transformarán en aguas tranquilas y estancadas.
- Bloqueamiento de las rutas migratorias de peces y crustáceos, perdiendo
los recursos de toda la cuenca alta.
- Atrapamiento de los nutrientes en los embalses.
- Por posibles cambios del pH del agua en los embalses, compuestos de
metales tóxicos en los sedimentos pueden disolverse (Folson y Wood, 1986)
y ser incorporados en la cadena alimenticia.
- Construcción de caminos de acceso por bosques nativos.
- Reducción del área del bosque de mangle, por muerte del mismo y desapa-
rición de la flora y fauna acompañante, lo que llevaría a una degradación y
perturbación del ecosistema terrestre" [33].

187
Para el aprovechamiento de la cuenca del río Mahaveli, en Sri Lanka,
que incluía desarrollo hidroeléctrico y la incorporación de 175 000 hectáreas
a la agricultura, se debió construir cuatro grandes presas. Esto último
implicó el desplazamiento de 25 000 personas que vivían en las áreas
inundables por los embalses. Cuando ya estaba en marcha el proyecto se
ejecutó un plan de acción de medidas correctivas del impacto ambiental,
que incluyó:

- Conservación de la vida silvestre.


- Manejo de la cuenca.
- Manejo y planeamiento forestal (que incluyó la reforestación de 190 000
hectáreas).
- Investigación y mediciones de recursos hidráulicos.
- Desarrollos pesqueros.
- Planeamiento de los aspectos sanitarios y de salud.
- Manejo de los recursos agua y suelo.

En resumen, pueden ser numerosas las consecuencias negativas de los


proyectos hidráulicos. Es importante evaluar oportunamente el impacto
ambiental de cada proyecto y actuar en correspondencia mediante un
manejo adecuado de las consecuencias del proyecto.

El aprovechamiento de la Naturaleza debe ser racional, ordenado,


armónico. De lo contrario estaremos depredando nuestros recursos y
causando un daño irreparable a las generaciones futuras.

El manejo integrado de la cuenca y de sus recursos hidráulicos es suma-


mente importante.
La necesidad del tratamiento unitario de la cuenca es independiente de
que la cuenca constituya o no una unidad económica, política, agrícola, o de
cualquier naturaleza. La consideración de la unidad de la cuenca deriva de su
propia naturaleza y no de otras circunstancias. En la costa peruana existen
profundas vinculaciones y asociaciones de todo tipo entre valles
pertenecientes a diversas cuencas, que a menudo son mayores que las
existentes entre las partes altas y bajas de una misma cuenca. Los valles del
Chira y del Piura están en cuencas diferentes, pero están unidos
hidráulicamente y con profundas relaciones sociales y agroeconómicas. Sin
embargo, la parte alta de la cuenca del Chira está en el Ecuador. La cuenca
alta y la cuenca baja del Chira están independizadas desde el punto de vista
agrícola, económico o social, pero los problemas de deforestación y de
erosión de la parte alta influyen fuertemente en la parte baja. Se ve así la
necesidad de considerar el concepto de unidad hidrológica de la cuenca
[150].

188
La cuenca se define hidrográficamente como "el área comprendida dentro
de una formación topográfica en la cual las aguas de escurrimiento concurren
a un mismo lugar fijo como un lago o una corriente como un río o arroyo" [134].
La cuenca es, pues, la superficie que colecta el agua que cae sobre ella.

El Manejo Integrado de la Cuenca y de sus recursos hidráulicos es


fundamental. Se entiende por Manejo de Cuencas el proceso de formular e
implementar un conjunto de acciones vinculadas al agua y a la tierra,
dentro de la consideración de los factores sociales, económicos, ambientales
e institucionales, con especial énfasis en los lazos que existen entre las
partes altas y bajas de la cuenca, sus habitantes y sus características
físicas.

DOUROJEANNI y OBERTI ha definido el Manejo de Cuencas como "la


gestión que el hombre realiza a nivel de esta área para aprovechar y proteger
los recursos naturales que le ofrece, con el fin de obtener una producción óptima
y sostenida". El concepto de Manejo de Cuencas se ubica dentro de un
concepto más amplio que es el de la racional explotación de la Naturaleza en
provecho del hombre.
La relación que existe entre la cantidad de agua que escurre y la
cantidad de agua precipitada es el coeficiente de escorrentía de la cuenca.
La cuenca es, desde el punto de vista hidrológico, un gran reservorio de
almacenamiento de agua. El agua tiene diversas formas y estados, pero
siempre es una, sea superficial o subterránea, aunque las cuencas
superficiales no coincidan necesariamente con las subterráneas.
El agua transporta todos los elementos contaminantes. Vemos acá la
necesidad de tener siempre presente el concepto de la unidad hidrológica de
la cuenca. La contaminación de aguas arriba se propaga hacia aguas abajo.
Es por eso que el uso de una cuenca debe planificarse unitariamente. En el
Perú tenemos muy serios problemas de contaminación fluvial debido a que no
se ha practicado absolutamente los conceptos más elementales de Manejo
de Cuencas.

El río Rímac, fuente de abastecimiento de agua de la ciudad de Lima, de


casi 7 millones de habitantes, presenta un grado de contaminación
alarmante, debido a la cantidad de industrias y de actividades mineras que se
desarrollan en la parte alta de la cuenca, a lo que debe añadirse la descarga
de las aguas servidas de las poblaciones de aguas arriba. Como éste hay
muchos ejemplos en el Perú.

Desde hace varios años la Humanidad vive un proceso acelerado de


desruralización. El hombre tiene ahora más que nunca el deseo de abandonar
189
el campo y concentrarse en ciudades. De otro lado, los pobladores de las
partes altas de las cuencas, generalmente deprimidas económicamente,
contribuyen a la deforestación de las cuencas. Las consecuencias de esto
son varias. De una parte, hay consecuencias hidrológicas inmediatas:
aumento de las avenidas y agudización de los estiajes. La destrucción de la
cobertura vegetal disminuye la capacidad de retención de la cuenca. De otra
parte, aumenta la erosión y se llega finalmente a la destrucción y
desertificación de las cuencas. Hasta acá tendríamos con lo dicho razones
más que suficientes para la realización de programas de conservación de
cuencas, que como lo hemos dicho, casi no se hacen en el Perú.

La deforestación es un problema serio en todo el mundo. Así por


ejemplo, en la República de El Salvador ocurre lo siguiente: "La deforestación
provocada por la demanda de tierras para cultivos extensivos como el algodón,
la caña de azúcar y los cereales; así como la explotación de madera, el avance
de las zonas urbanas y la necesidad creciente de leña para usos domésticos del
agro, ha reducido apreciablemente el recurso hídrico en todo el país" [1].
En Colombia se estableció que "el consumo de leña en las zonas rurales
del país esta produciendo una deforestación y pérdida de bosques del orden
de 300 a 1 500 hectáreas por día, según las variables que se maneje al
analizar el problema. Independientemente de la cifra real, el hecho grave
radica en la pérdida continua de bosques con los consiguientes problemas de
deforestación, pérdida de la capa vegetal, arrastre de sedimentos, etc." [13].

También forma parte de la concepción unitaria de la cuenca el uso que se


haga de los cursos de agua de la parte alta, pues la contaminación
aparecerá aguas abajo. Tiene que haber un planeamiento del uso de la
tierra. No podemos establecer industrias contaminantes cuyos desagües se
incorporen a los cursos de agua e impidan, dificulten, limiten o encarezcan el
uso del agua en la parte baja de la cuenca. Hay muchos ejemplos sobre el
particular.

Pero lo que ocurre en nuestro país es mucho más grave. Además de


tener los serios problemas de erosión y transporte sólido derivados del mal
trato de las cuencas altas, se da la situación de que ejecutamos grandes
proyectos hidráulicos en la parte baja de las cuencas. Se presentan
entonces, graves problemas con el manejo de los sólidos. Hay dificultad para
la operación de bocatomas y es difícil conservar el volumen útil de los
embalses. La pérdida del volumen útil de los embalses tiene enormes
consecuencias económicas y sociales [145,153].

Es por eso que al desarrollar un proyecto en la parte baja debe


considerarse la totalidad del Manejo de la Cuenca. En algunos países se
encarga a la misma Autoridad la conducción de los proyectos hidráulicos y
190
el manejo de la cuenca.
El Manejo Integrado de Cuencas incluye todas las vinculaciones entre el
agua y la tierra de una cuenca. Precisamente la cuenca es, funcionalmente
hablando, un área, una región física, en la que se da una profunda
interdependencia entre el manejo del agua y el manejo de la tierra. En tal
sentido, el manejo de la cuenca debe ser holístico, vale decir que dentro de
una concepción de globalidad debe considerar todos los factores
interdependientes que están presentes en una cuenca. Todo esto es
importante, no sólo como una aproximación conservacionista, sino por sus
profundas implicancias económicas.

La Humanidad viene experimentando progresivamente, y a veces de un


modo acelerado, una disminución de los recursos naturales presentes en el
planeta. Los recursos naturales son los que permiten la existencia del hombre
sobre la Tierra. Los bosques, árboles, plantas y cultivos vienen
desapareciendo de la superficie de la Tierra a un ritmo alarmante. Lo curioso
es que en la mayor parte de los casos el principal causante del daño a los
recursos, que son la fuente de nuestro sustento, es precisamente el ser
humano.

La preocupación por la preservación de los recursos naturales no es


nueva. Pareciera más bien que en la antigüedad había una mayor conciencia
del problema, a pesar de haber mucho menos elementos contaminantes.
El tratamiento y cuidado que los antiguos peruanos dieron a las laderas
de los cerros constituyen formas de preservación de los suelos. La
desruralización, el abandono de los campos de cultivo y del cuidado de los
cerros y andenerías han traído como consecuencia una erosión creciente,
que en algunos casos parece incontenible. Las campañas de forestación y
reforestación son formas altamente beneficiosas de contrarrestar estos efectos
dañinos.

El tema de la destrucción del medio ambiente y la necesidad de


preservarlo no es nuevo. Pertenece a la sabiduría ancestral el mandato de
que cada hombre debe sembrar un árbol. Con ocasión del bicentenario de
Bolívar, se recordó que en 1825 el Libertador expidió un decreto en el que se
mandaba: "que en todos los puntos en donde el terreno prometa hacer
prosperar una especie de planta mayor cualquiera, se emprenda una
plantación sistemática a costa del Estado, hasta un número de un millón de
árboles, prefiriendo los lugares donde haya más necesidad de ellos". Más
tarde, en 1829, desde Quito, Bolívar expidió un decreto sobre conservación
de bosques.

Los departamentos de Piura y Tumbes tienen en su parte costeña tres


importantes ríos que son los que han permitido ancestralmente que ese
191
desierto sea habitable. De ellos, el río Piura tiene comparativamente
menores y más erráticos recursos lo que ha sido compensado por medio del
Proyecto Chira-Piura. El aprovechamiento de los ríos Puyango-Tumbes y
Catamayo-Chira, cuyos recursos se comparten con el Ecuador, es vital para
el desarrollo económico y social y para la supervivencia misma en dicho
territorio [150].

Sin embargo, sus cuencas deben considerarse cada una como un


sistema. Su aprovechamiento no puede ni debe limitarse al uso de sus
recursos hidráulicos. Debe ser integral. Existe una continuidad indisoluble
(y acá podríamos decir con toda propiedad que es una unidad que no
reconoce fronteras ni nacionalidades), entre la parte alta y la parte baja de
una cuenca. Si descuidamos la parte alta, deforestándola y agravando las
condiciones naturales existentes, el resultado será una incontenible e
inmanejable cantidad de sedimentos en la parte baja lo que hará insostenible
los proyectos de aprovechamiento.
Debe haber, pues, un manejo ambiental de cada cuenca, tanto para las
condiciones existentes como para la que se producirán por el impacto de las
grandes obras de regulación consideradas.

Los ríos Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira nacen y redesarrollan en el


Ecuador, atraviesan la frontera e ingresan al Perú donde llegan finalmente al
mar. Sin embargo, no puede ignorarse la realidad física en virtud de la cual
cada río constituye una continuidad natural y una característica inherente a
la Región.

En el Convenio de 1971 con el Ecuador, que se analiza en el punto 7.6, se


acordó, entre otros aspectos, lo siguiente:

1. Realización de estudios sobre las condiciones de las cuencas y las


implicaciones que para ellas tienen los proyectos actuales y futuros.

2. Ejecución de programas de acciones y obras de conservación y


mejoramiento de ambas cuencas en forma conjunta. [136].

Las descargas de los ríos que nos ocupan son sumamente irregulares. Así
tenemos por ejemplo, que si bien el río Tumbes tiene un caudal anual medio
del orden de 107 m3/s, debe recordarse que en 1968 dicho caudal fue sólo
de 31 m3/s, en 1978 fue de 57 m3/s y en 1980 fue también de 57 m3/s. A su
vez, en los meses de febrero, marzo y abril el río descarga el 57% de su masa
anual media. En cambio en los meses de agosto, setiembre y octubre sólo
descarga el 6%. Es, pues, imprescindible, para su aprovechamiento
integral, tener embalses de regulación y que estos conserven su volumen útil
el mayor tiempo posible. Acá no tiene sentido hablar de vida económica o de
192
recuperación de inversión. Una vez establecido el aprovechamiento
hidráulico y creadas las necesidades, éstas deben de satisfacerse
permanentemente. La sedimentación de los embalses se produce por la gran
cantidad de material sólido que acarrean estos ríos, el mismo que se origina
en la erosión de las cuencas.

En una publicación ecuatoriana se decía en 1972 que la foresta natural


de la cuenca de Puyango-Tumbes se hallaba en gran parte devastada por
talas, quemas y pastoreos excesivos y que en la cuenca de Catamayo-Chira la
foresta natural se había destruido en forma alarmante, tanto que, no sólo
habían desaparecido valiosos bosques, sino que el proceso de pérdida de
suelos agrícolas por erosión era aceleradamente creciente. Son numerosos
los embalses en diversas partes del mundo que han perdido gran parte o la
totalidad de su volumen útil debido a una colmatación acelerada. Resulta,
pues, de primerísima importancia controlar la erosión de las cuencas, a fin de
garantizar la vida útil de sus embalses.

Es innegable la necesidad de distribuir el agua racionalmente entre


diversos usuarios y usos. Cuando la disponibilidad de agua es menor que las
necesidades surgen los conflictos. Tradicionalmente este tipo de problemas se
ha presentado en los países de las zonas áridas y semiáridas. Es indudable
que cuando, o donde, el agua es escasa tiene que ser usada del modo más
conveniente para la Sociedad en su conjunto. En algunos países la Ley
establece las prioridades en el uso del agua. En el Perú según lo hemos visto
anteriormente, la Ley General de Aguas señala dichas prioridades. Hay,
últimamente, la tendencia a establecer las prioridades en el uso del agua de
acuerdo a determinados indicadores de rentabilidad. Este es un tema que
debería ser discutido ampliamente dentro de la realidad hidráulica y social del
Perú.

Cualquiera que sea la posición que se adopte sobre criterios para


distribuir el agua entre diversos usos y usuarios debemos admitir que se
trata de una decisión que debe ser compatible con la Sociedad y las
características del país en la que se aplique.

Es también cierto que en los países donde el agua es escasa, los


criterios de distribución del agua no son suficientes para resolver los
problemas de falta de agua. Frente a la escasez lo más común es pensar en
recurrir a nuevas fuentes de agua. Aparecen así los trasvases, presas,
canales y bombeos, que a un costo generalmente muy alto, aumentan la
disponibilidad de agua. Pero la construcción de los proyectos hidráulicos
puede terminar en que las zonas beneficiadas sigan siendo deficitarias,
puesto que es inútil aumentar la oferta de agua, si no hay un uso eficiente
del agua disponible. En muchos casos los desperdicios en el uso son tan
193
altos que simplemente corrigiéndolos se tendría una mayor disponibilidad
de agua. Anteriormente hemos visto que el ahorro es una fuente importante
de agua.
Debe haber, pues, un manejo de la demanda. La Autoridad tiene la
obligación de hacerlo. Hay varias formas de hacerlo, entre ellas cabe señalar
dos: política de tarifas de agua y medidas tecnológicas para aumentar la
eficiencia de uso.
En la mencionada publicación de la UNESCO [75], cuyas ideas principales
en torno a los problemas en el manejo de los Recursos Hidráulicos venimos
utilizando, se señala la experiencia proveniente de cinco partes del mundo
en las que se ha hecho un manejo del agua con miras a dar un mejor
servicio a la población. Veamos un brevísimo resumen de cada una de ellas.

La base del desarrollo hidráulico de Israel fue el reconocimiento de su


escasez de agua. En consecuencia, el desarrollo tenía que apoyarse en el
cuidado del agua, en su racional distribución entre usos alternativos y en la
máxima eficiencia en el almacenamiento, conducción y distribución del
agua. Para lograr estos objetivos se tomaron diversas medidas, tales como
incentivos para el menor uso del agua, traslado del uso del agua agrícola a
cultivos de mayor rentabilidad, distribución volumétrica del agua con tarifas
crecientes según el consumo y estrictas medidas para disminuir la
contaminación del agua y, por último, una decidida política de reúso de las
aguas.

Estas medidas, que no son imposibles de tomar en otras partes del


mundo, han permitido a Israel lograr un importante desarrollo económico, a
pesar de su escasez de agua.

En el sudoeste de los Estados Unidos, donde el agua es sumamente


escasa, se optó por un manejo de la demanda como un medio de aumentar
la disponibilidad de agua. En California y Arizona se tomaron una serie de
medidas para reducir la demanda, tales como aumento de tarifas, cambio de
los códigos y reglamentos de instalaciones de agua de las ciudades,
reciclado del agua y educación de los usuarios. La industria también ha
tenido que adaptarse a la escasez de agua y emplear nuevas tecnologías de
producción de menor consumo de agua. De acuerdo a la economía de cada
nación a veces resulta más conveniente derivar agua de la agricultura hacia
el servicio de las ciudades. Esto puede hacerse más o menos fácilmente en
países en los que la agricultura bajo riego no es significativa.

Los países árabes viven una permanente escasez de recursos


hidráulicos; para la solución de este problema se sigue una estrategia en
torno a las dos ideas principales que venimos desarrollando; un mejor uso
de los recursos existentes y reducción de la demanda. La lucha por disponer
194
de agua es intensa, se colecta el agua de lluvia en cisternas y depresiones de
terreno, se usa aguas salobres, se desaliniza el agua de mar, se vuelve a usar
el agua y se aumenta de eficiencia del uso de agua de riego, se trata de
disminuir las pérdidas por evaporación, se recarga la napa freática y se
realiza estudios para disminuir la transpiración y la evapotranspiración, ya
que el 99% del agua que absorben las plantas pasa a la atmósfera como
vapor [75].

En China se ha hecho grandes esfuerzos por mejorar la eficiencia del


uso del agua a partir del principio de que el agua debe ser usada donde sea
más productiva. A partir de 1985 se implantó en China una política de
mejor uso del agua. No sólo se incrementaron las tarifas, sino que éstas
fueron relativas. Así, para algunos usos el agua es más costosa que para
otros. Se tomó también un conjunto de medidas de manejo del agua,
similares a las anteriormente mencionadas, con el objeto de lograr que el
año 2000 hubiese equilibrio entre oferta y demanda de agua.

En Indonesia aparecieron conflictos por el uso del agua entre los


sectores poblacional e industrial, especialmente en el área de Yakarta. El
gobierno realizó, con asistencia de empresas especializadas, esfuerzos por
mejorar el manejo del agua. El planeamiento general del uso del agua se
hizo en colaboración con el grupo tecnológico de Delft, Holanda. Una de las
características de la metodología empleada fue que no se consideró las
demandas futuras como cantidades fijas, sino variables en función de varias
influencias, como por ejemplo la política de tarifas. Otro de los aspectos
considerados fue aceptar la posibilidad de hacer desplazamientos en el uso
del agua hacia usos de mayor valor; por ejemplo, de la agricultura hacia la
industria. Se estableció el planeamiento del uso del agua hasta el año 2000.

El logro de su efectiva implementación es una de las mayores dificultades


que han tenido los proyectos hidráulicos realizados en los países en vías de
desarrollo. Los resultados pueden expresarse en una frase: los logros
obtenidos han sido inferiores a las metas trazadas. Podríamos entonces
preguntarnos, ¿es que las metas fueron muy ambiciosas? Probablemente esto
sea cierto en algunos proyectos. En muchos otros, no. Por ejemplo, el
abastecimiento de agua potable de Lima podría mejorar si se pusiesen en
práctica las medidas que se recomendaron hace años para que haya un mejor
manejo del agua y se eviten o disminuyan las fugas y los desperdicios. En
los estudios de factibilidad de los proyectos de irrigación se supone la
existencia de una serie de factores, como por ejemplo determinados
dispositivos legales, créditos, campañas para aumentar la eficiencia del uso
del agua, política de precios y tarifas, etc., pero de pronto cambia la actitud
del gobierno hacia estos problemas y se modifican los supuestos del proyecto.
En otros casos no puede haber una efectiva implementación de un proyecto,
195
simplemente porque éste no se termina. El Perú está lleno de primeras
etapas de proyectos.

Estudios realizados por BOWER Y HUFSCHMIDT, citados en la


referencia [75] señalan las causas más frecuentes de proyectos de irrigación
no exitosos en su implementación. Ellas, en una traducción libre, son:

1. No haberse considerado adecuadamente, desde la etapa de


planeamiento del proyecto, los problemas que pudieran presentarse
para su implementación.
2. Descuido o poca atención de los problemas de manejo del agua a nivel
de parcela.
3. Inadecuada financiación de la operación del proyecto, lo que conduce a
falta de mantenimiento y deterioro de la infraestructura.
4. Falta de participación real de los usuarios del agua en el planeamiento y
manejo de la irrigación y en las acciones sobre la cuenca.

Todo esto ha sido analizado desde diversos puntos de vista y se ha


señalado que dichas causas se originan en una serie de distorsiones que
empiezan desde la formulación del proyecto y continúan en el diseño,
construcción, operación y mantenimiento. Las distorsiones se originan en
decisiones tomadas por los auspiciadores del proyecto y que incluyen, por
ejemplo, aspectos que no corresponden a la realidad donde se ubica el
proyecto. En todo proyecto es fundamental la participación de los
beneficiarios en su concepción y gestión. El proyecto debe sentirse como
propio.

4.6 Los Estudios de Impacto Ambiental

Hemos visto a lo largo del presente capítulo como es que los grandes
proyectos de ingeniería que se construyen para el aprovechamiento de los
Recursos Hidráulicos tienen, o pueden tener, efectos negativos sobre el medio
ambiente y sobre la Naturaleza en general, de la que formamos parte. Los
proyectos producen, pues, en mayor o menor grado, un impacto sobre el
medio ambiente, que debe ser evaluado anticipadamente para su
consideración dentro de la factibilidad del proyecto.

Este tema está contemplado en el Código del Medio Ambiente y los Recursos
Naturales, promulgado el 7 de setiembre de 1990 [35]. Este código fue
196
concebido dentro de la Constitución de 1979, la que dedica un capítulo a los
Recursos Naturales, la que en su artículo 123° señala: "Todos tienen el
derecho de habitar en ambiente saludable, ecológicamente equilibrado y
adecuado para el desarrollo de la vida y la preservación del paisaje y la
naturaleza. Todos tienen el deber de conservar dicho ambiente" [146]. Se ha
argumentado que estos conceptos son "letra muerta" y que no corresponden
a la realidad. Sin embargo, su contenido conceptual debe ser, en nuestra
opinión la guía general para la preservación del medio ambiente.

El Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, luego de


promulgarlo sufrió algunas modificaciones y su puesta en marcha real ha
sido sumamente lenta. Internacionalmente existen corrientes de
pensamiento y de acción muy fuertes sobre la protección de la Naturaleza,
las que deben ser tomadas en cuenta. Dada la gran incidencia de los
proyectos hidráulicos en el impacto ambiental consideramos que es
necesario detenernos unos momentos en este tema y reseñar el referido
Código.

El Código en su Título Preliminar reafirma y profundiza los conceptos de


la Carta de 1979, pues se señala el derecho irrenunciable que tiene toda
persona a gozar de un ambiente saludable, ecológicamente equilibrado y
adecuado para el desarrollo de la vida. Se señala que es obligación del
Estado mantener la calidad de vida de las personas, a un nivel compatible
con la dignidad humana. Corresponde al Estado prevenir y controlar la
contaminación ambiental y cualquier proceso de deterioro o depredación de los
recursos naturales. Se establece, así mismo, que el medio ambiente y los
recursos naturales constituyen patrimonio común de la Nación; aún más, el
territorio de la República comprende a su patrimonio ambiental.

El Código establece que la Política Ambiental tiene como objetivo la


protección y conservación del medio ambiente y de los recursos naturales a
fin de hacer posible el desarrollo integral de la persona humana. En
consecuencia, debe haber una Planificación Ambiental con el objeto de crear
las condiciones para el restablecimiento y mantenimiento del equilibrio
entre la conservación del medio ambiente y de los recursos naturales, con la
búsqueda de una mejor calidad de vida.

El capítulo III del Código trata de la protección del Medio Ambiente. Se


señala expresamente que "todo proyecto de obra o actividad, sea de carácter
público o privado, que pueda provocar daños no tolerables al ambiente, requiere
de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) sujeto a la aprobación de la autoridad
competente" (Art. 8°).

En el mismo artículo se establece cuales son las actividades de las que


197
deberá hacerse obligatoriamente un Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
Ellas son:

1. Irrigaciones, represamientos, hidroeléctricas y otras hidráulicas.


2. Obras de infraestructura vial y de transporte.
3. Urbanizaciones.
4. Instalaciones de oleoductos, gaseoductos y similares.
5. Proyectos de desarrollo energético.
6. Actividades mineras, pesqueras y forestales.
7. Obras y actividades permitidas en áreas protegidas.
8. Industrias químicas, petroquímicas, metalúrgicas, siderúrgicas o cualquier
otra actividad que puede generar emanaciones, ruidos o algún tipo de
daño intolerable.
9. Construcciones y ampliaciones de zonas urbanas.
10. Empresas Agrarias.

Esta relación, como puede verse, no es limitativa; es bastante amplia y


tiene muchas vinculaciones con los Recursos Hidráulicos.

Un estudio de Impacto Ambiental debe incluir, no sólo una descripción de


la actividad propuesta y de sus efectos, sino también una evaluación técnica
y una indicación de las medidas necesarias para "evitar o reducir el daño a
niveles tolerables" (Art. 9°).

Examina luego el Código las Medidas de Seguridad que deben tomarse


con relación a la descarga de sustancias contaminantes que provoquen
degradación de los ecosistemas. Queda así expresamente prohibido verter o
emitir residuos sólidos o gaseosos que alteren las aguas en proporción capaz
de hacer peligrosa su utilización (Art. 15°).

Hay un importante capítulo del Código dedicado a la Ciencia y a la


Tecnología. Se señala allí que las investigaciones científicas están orientadas
en forma prioritaria a los recursos naturales. En el Capítulo X del Código se
establece la existencia de Áreas Naturales Protegidas. Este es un aspecto
que tiene muchos puntos de contacto con el aprovechamiento de los
Recursos Hidráulicos. Se entiende por áreas protegidas, las extensiones del
territorio nacional que el Estado destina a fines de investigación, protección
o manejo controlado de sus ecosistemas, recursos y demás riquezas naturales
(Art. 51).

Son varios los objetivos de las Áreas Naturales Protegidas. La mayor parte
198
de ellos están relacionados con los Recursos Hidráulicos y con los proyectos
para su aprovechamiento. Los objetivos son:

1. Proteger y mejorar la calidad del medio ambiente.

2. Proteger y conservar muestras de la diversidad natural.

3. Mantener los procesos ecológicos esenciales y detener su deterioro.

4. Conservar, incrementar, manejar y aprovechar sostenidamente los


recursos naturales renovables.

5. Preservar, conservar, restaurar y mejorar la calidad del aire, de las


aguas y de los sistemas hidrológicos naturales.

6. Conservar, restaurar y mejorar la capacidad productiva de los suelos.

7. Proteger y conservar muestras representativas de cada una de las


especies de flora y fauna nativas y de su diversidad genética.

8. Proteger, conservar y restaurar paisajes sin iguales.

9. Conservar formaciones geológicas, geomorfológicas y fisiográficas.

10. Proteger, conservar y restaurar los escenarios naturales donde se


encuentren muestras del patrimonio cultural de la Nación o se
desarrollaron acontecimientos gloriosos de la historia nacional.

Toda esta relación es muy importante de tenerse en cuenta al


desarrollar proyectos hidráulicos. Las áreas protegidas son de diversas
denominaciones y alcances. Entre ellas tenemos:

- Parques Nacionales (Manu, Huascarán, Amotape, etc.)


- Reservas Nacionales (Paracas, Junín Titicaca, Pacaya-Samiria, etc.),
- Santuarios Nacionales, Santuarios Históricos, Bosques de Protección,
Cotos de Caza, Otras.

El Capítulo XIII del Código trata de los Recursos Energéticos. Los


aprovechamientos energéticos deben ser realizados sin ocasionar
contaminación del suelo, agua o aire. En el artículo 74° del Código que
venimos reseñando, se establece que en el costo de los aprovechamientos
hidroenergéticos debe considerarse el costo de prevención y manejo de la
cuenca colectora que lo abastece, en especial el establecimiento y manejo de
bosques de protección y de reforestación.

199
El Capítulo XIX del Código se ocupa del agua y alcantarillado. "Es de
responsabilidad del Ministerio de Salud garantizar la calidad del agua para
consumo humano y en general, para las demás actividades en que su uso sea
necesario" (Art. 107°). Se regula así mismo las condiciones que deben reunir
los vertimientos, la necesidad de tratar las aguas residuales con fines de
reutilización y otros aspectos sobre el tema, como se señala en el punto
2.12.
Finalmente el Código establece las sanciones, delitos y penas motivadas
por incumplimiento, que incluyen multas y prisión, según el caso.

El Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales es un intento de


salvar la Naturaleza, de lograr el equilibrio entre el desarrollo y el
aprovechamiento de los recursos naturales, de dejar a las generaciones futuras
un mundo en el que sea posible vivir. Conviene recordar que es un lugar
común afirmar que la conquista europea del siglo XVI produjo en el
continente americano enormes daños ecológicos. Esto es mirar el pasado
con los ojos del presente. Lo ocurrido hace cinco siglos debe contrastarse
con lo que está ocurriendo ahora, en los últimos años del siglo XX, en los
que somos o debemos ser plenamente conscientes de lo que es la
preservación del medio ambiente, la conservación de la Naturaleza y la
ecología. El medio ambiente, según una definición de Naciones Unidas, es
"todo el sistema físico y biológico interno en que viven el hombre y otros
organismos. Es un complejo sistema dinámico con numerosos componentes
que actúan en forma recíproca". El concepto de medio ambiente, para los
fines de la ingeniería de los proyectos, es el entorno natural, social, cultural
y económico en el que se desarrolla un proyecto determinado. La ecología es
la ciencia que trata del estudio de las relaciones entre los seres vivos y
organismos con su medio entorno. La ecología se ha definido también como
la "biología de los ecosistemas". Un ecosistema es una porción de la
naturaleza constituida por organismos vivientes y sustancias inertes que
actúan recíprocamente, intercambiado materiales [46]. A pesar de todo lo
que ahora se conoce sobre la necesidad de preservar el medio ambiente,
muchas veces nos comportamos más destructivamente que hace cinco
siglos.

Indudablemente que el desarrollo implica el aprovechamiento de los


recursos naturales, pero, por nuestro propio beneficio y por el de las
generaciones futuras, este desarrollo debe hacerse sin destruir la
Naturaleza. Tenemos no sólo el derecho, sino la obligación, de buscar mejores
condiciones de vida, lo que implica frecuentemente una alteración de las
condiciones naturales, pero no debemos llegar a la degradación irreversible
del mundo natural.

El ingeniero es un transformador del ambiente físico, de la Naturaleza;


200
es un transformador de los recursos en provecho de la Humanidad. Por lo
tanto desempeña una función social. Así fue reconocido cuando en
noviembre de 1983 se aprobó por la Federación Mundial de Organizaciones
de Ingenieros el Código de Conducta Ambiental para Ingenieros.
4.7 Consenso de Lima sobre los Problemas del Agua
en América Latina y el Caribe

Como una demostración de la necesidad de conocer en profundidad los


problemas del agua. Naciones Unidas decidió convocar a una Conferencia
Mundial sobre el Agua, la que se realizó en Mar del Plata, Argentina, en marzo
de 1977.

Dentro de las actividades previas a dicha reunión se celebró en Lima, en


setiembre de 1976, una Reunión Preparatoria, para América Latina y el Caribe. A
esta reunión asistieron representantes de 27 estados, así como de varios
organismos especializados: Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO), Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Organización Mundial
de la Salud (OMS), Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento
(BIRF), Organización Meteorológica Mundial (OMM), Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF), Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), y Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA). Asistieron también representantes de la Organización de
los Estados Americanos (OEA), del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), de la Comisión Mixta Paraguayo-Argentina del Río Paraná (COMIP) y
de la Asociación Internacional de Derecho de Aguas (AIDA), todo lo que nos
da una idea de la importancia de la Reunión.

Durante esta Reunión se examinaron diversos problemas vinculados al


desarrollo de los Recursos Hidráulicos en América Latina y el Caribe. Se
estableció que la correcta utilización del agua es fundamental para lograr el
objetivo del desarrollo económico y social, entendido como la preservación y
mejora de la calidad de vida de la población y la promoción de "su dignidad y
felicidad plenas". Sin embargo, los medios que se requiere para satisfacer las
necesidades de agua son muy grandes. Este es el reto y el desafío que
enfrentan los pueblos y sus gobernantes. Pero, los problemas no se refieren
sólo al agua, sino a los recursos naturales en general; de acá que sea necesario
establecer planes para el aprovechamiento integral de los recursos
naturales. El agua no es un fin en sí, es un medio. De acá que todos los
problemas vinculados al agua tengan que verse dentro de la perspectiva
general del "desarrollo económico y social de los pueblos, y no de manera
aislada".

201
Hay un punto que se precisó en la Reunión que comentamos y que
seguramente va a ser polémico en algún momento: "El agua es un recurso
esencial para todas las naciones de la tierra y consecuentemente debe
considerarse como un recurso sujeto a un efectivo control gubernamental".
¿Por qué debe haber un control sobre el agua? Porque el agua es
fundamental para la vida, es la base de la prosperidad. Todo esto ubicado
dentro de los conceptos de escasez e irregularidad del recurso,
características de las zonas áridas y semiáridas.
La Reunión que comentamos y cuyas conclusiones principales reseñamos
más adelante, partió de los siguientes conceptos:

1. El mal uso del agua, el mal manejo del recurso, afecta peligrosamente el
desarrollo económico y social y, por lo tanto, aleja las posibilidades de
lograr una mejor calidad de vida.

2. Los problemas asociados al aprovechamiento del agua son muy grandes


y constituyen un auténtico desafío para los países.

3. Es urgente la adopción de planes integrales para el aprovechamiento de


los recursos naturales.

4. Los problemas del agua se deben encarar dentro de la problemática


general del desarrollo.

5. El agua es fundamental, es vital, para todas las naciones de la Tierra y


está sujeta a control gubernamental.

Las más importantes conclusiones de tan importantes reunión mantienen


su vigencia, por lo que las presentamos a continuación:

"1. Los planes nacionales o políticas de desarrollo deben especificar los


objetivos principales del aprovechamiento del agua, y traducirse en
estrategias y directrices que en lo posible se desglosen en programas para
el manejo integral del recurso.

2. Es necesario adaptar el esquema institucional para el manejo del agua a


los requerimientos de la planificación y aprovechamiento eficientes del
recurso y a la promoción del uso de tecnologías avanzadas.

3. Es conveniente reunir en un cuerpo legal orgánico todas las


disposiciones sobre manejo de los recursos de agua teniendo como base el
dominio público de ella y la concesión de su uso como vía administrativa,
así como mantener el texto en permanente actualización tomando en
cuenta la evolución social y tecnológica y características del sistema
202
hidrológico.

4. Para mejorar el manejo de los recursos hidráulicos conviene ampliar el


conocimiento de su disponibilidad en cantidad y calidad en relación con las
necesidades previsibles.

5. Para proyectar las necesidades futuras de agua es conveniente disponer


de estadísticas de uso y consumo por tipo de usuario, así como de
información que permita estimar el efecto de la aplicación de los distintos
instrumentos de política (tarifas, gravámenes, etc.) para influir sobre las
correspondientes demandas.

6. El agua es un recurso limitado y valioso cuyo uso debe ser ordenado con
miras a obtener el mayor bienestar nacional posible y su aprovechamiento
exige, por lo general, inversiones relativamente grandes.

7. El abastecimiento de agua potable de calidad adecuada y la disposición


de las aguas, debe ser objeto de atención de toda la región.

8. Es necesario mejorar la eficiencia en el uso del agua para fines


agropecuarios, disminuyendo las pérdidas en la conducción y distribución
y evitando el empleo de sistemas de regadío con elevado desperdicio de
agua.

9. En la formulación de los planes de expansión del sector eléctrico es


necesario contemplar en todo caso la alternativa que ofrecen los proyectos
hidroeléctricos que aseguran el uso permanente de este recurso de carácter
renovable y no constituyen un medio de contaminación.

10. Los planes de aprovechamiento de los recursos de agua y de ordenación


territorial deben tener en cuenta los usos del agua en navegación,
recreación, pesca, y las necesidades ecológicas.

11. El tipo de tecnología aplicada al manejo de los recursos hidráulicos debe


adaptarse a las condiciones locales, al grado de desarrollo social y
educacional de los usuarios, y a los planes de desarrollo.
12. Es necesario evaluar las consecuencias que sobre el medio ambiente
tienen los diversos usos del agua; dar apoyo a las medidas tendientes a
controlar las enfermedades relacionadas con este recurso y proteger los
ecosistemas.
13. Es necesario programar y coordinar con debida anticipación las medidas
para evitar o reducir en lo posible los daños que producen los fenómenos
hidrometeorológicos extremos, coordinando en algunos casos acciones
similares entre países.
203
14. Los países que comparten recursos hidráulicos deberían examinar con la
asistencia adecuada de organismos internacionales y de otros órganos de
apoyo, las técnicas existentes y disponibles para el manejo de la cuencas de
los ríos internacionales y para resolver las disputas y cooperar en el
establecimiento de programas conjuntos y de las instituciones necesarias
para el desarrollo coordinado de tales recursos.

15. Es conveniente promover la cooperación en materia de investigación


hidrometeorológica y de control de gasto sólido y calidad del agua entre los
grupos de países que tiene condiciones geográficas ligadas.

16. Es conveniente continuar y reforzar la acción del sistema de las


Naciones Unidas dentro de las región, como asimismo, que éste se
coordine y complemente con las acciones desarrolladas por otros
organismos internacionales” [115].

Como puede fácilmente verse los temas contenidos en estas


conclusiones han sido desarrollados a lo largo de este libro.

204
Capítulo 5

LAS IRRIGACIONES

5.1 Las Irrigaciones y el Desarrollo Integral

El desarrollo económico de las zonas áridas y semiáridas depende del modo


como la población logre resolver sus problemas hidráulicos. Uno de esos
modos es el desarrollo de proyectos de irrigación. Ese es el reto de la pobla-
ción y de sus líderes.

Denominamos irrigación, en el sentido más amplio del término, al


conjunto de acciones y obras encaminadas a lograr el desarrollo
socioeconómico de una región árida o semiárida, a partir del aprovechamiento
racional y armónico de los recursos hidráulicos. Es, pues, una actividad
esencialmente multisectorial. Desde el punto de vista del desarrollo, las
irrigaciones constituyen esfuerzos gigantescos por modificar la Naturaleza, por
corregirla en beneficio nuestro.

El hombre tiene derecho de buscar su prosperidad y bienestar, así como el


de las generaciones futuras. Esto puede significar, en muchos casos, actuar
sobre la Naturaleza, corrigiéndola o modificándola para nuestro provecho. Sin
embargo, estas modificaciones tienen un límite que, como lo hemos visto en el
capítulo anterior, está dado por el daño que pudiera causarse irreversiblemen-
te a los recursos naturales. Esos son, pues, los extremos entre los que se
desenvuelven las irrigaciones.

El agua y la tierra tienen que mirarse conjuntamente, "como un sistema de


recursos que interactúan estrechamente". Dicho sistema debe incluir las
consecuencias ambientales.

205
En general las irrigaciones aparecen donde la precipitación es insuficiente
para una agricultura sostenida. Esta circunstancia es característica de las
zonas áridas y semiáridas, que es por tanto donde surgen las irrigaciones. Los
términos árido y semiárido se aplican a zonas con diversas características
físicas o climáticas, en las que en general la energía solar es grande, la misma
que da a lugar a la evaporación y al mantenimiento de altas temperaturas. Lo
más notorio de estas zonas es la escasez de agua y la irregular distribución
temporal de los pocos recursos hidráulicos existentes.

La UNESCO ha presentado una clasificación por zonas en función del


Índice Bioclimático de Aridez, que es la relación, para un año, entre la
precipitación (P) y la evapotranspiración potencial (ETP), tal como se ve en el
Cuadro 5.1 [75].

CUADRO 5.1
Clasificación Climática

ZONAS INDICE BIOCLIMÁTICO DE ARIDEZ

Hiperáridas P/ETP < 0,03


Áridas 0,03 < P/ETP < 0,20
Semiáridas 0,20 < P/ETP < 0,50
Subhúmedas 0,50 < P/ETP < 0,75

Como puede deducirse, luego de aplicar el Cuadro 5.1, la costa peruana es


hiperárida. Precisamente, una de las tareas de la ingeniería de los recursos
hidráulicos es crear las condiciones para un desarrollo agrícola que sirva de
base económica para el desarrollo integral de los pobladores de las zonas
áridas.

La irrigación es también una de las respuestas a la creciente desertifica-


ción que vive nuestro planeta. La desertificación se origina en la erosión y en
la destrucción de la cobertura vegetal. El tema de la desertificación es tan
importante que Naciones Unidas celebró en 1977, en Nairobi, una reunión
mundial sobre este asunto.

Es importante recordar que el 80% de las tierras agrícolas de las zonas


áridas y semiáridas de la Tierra está afectado por algún grado de desertifica-
ción. De otro lado, entre 1976 y 1980 se perdieron anualmente por diversas
circunstancias alrededor de 11 millones de hectáreas de bosques y montes de
las regiones tropicales. Debería llevarnos a reflexión el hecho de que la tercera
parte de la superficie terrestre es árida. "En todas las zonas áridas los
206
recursos naturales (específicamente suelo y agua) están en un delicado balance
ambiental".

Irrigación significa la lucha por la supervivencia en un medio ambiente en


el que el agua es escasa. Generalmente se considera que las irrigaciones
tienen un carácter vinculado esencialmente al sector agrario. En realidad las
irrigaciones son proyectos de desarrollo integral que abarcan casi todos los
sectores de la actividad económica.

El riego es la actividad que consume mayor cantidad de agua. A nivel


mundial se dedica al riego entre el 80 y el 90% del total del agua dulce
utilizada. En Estados Unidos, en 1975, se dedicaba a la satisfacción de las
necesidades del riego el 83% del total del agua dulce utilizada y se espera que
para el año 2000, dicho porcentaje haya bajado al 70%. Del total de agua
dulce que se emplea en España, el 80% lo es en el riego; el desarrollo previsto
para el siglo XXI considera que se dedique a la agricultura bajo riego el 70%
del agua total empleada. "A decir verdad, el regadío es una modalidad muy
despilfarradora de consumo de agua si se compara con algunos usos industria-
les, en los que se puede volver a utilizar hasta el 90% de las aguas" [88].

Así por ejemplo el Proyecto Jequetepeque-Zaña, que comprende el riego de


66 000 hectáreas (105 800 hectáreas cosechadas), tiene una demanda total de
agua de 1 193 millones de metros cúbicos por año (38 m3/s), que equivale a la
demanda poblacional de la Gran Lima hacia el año 2000.

Como hemos visto anteriormente la escorrentía anual de agua dulce


existente en la Tierra es de 36 000 km3. De este total se considera utilizable
casi un 40% (14 000 km3). La cantidad de agua utilizada a nivel mundial es
de 3 000 km3. De esa cantidad no menos del 80% se dedica al riego, es
decir, 2 400 km3 por año. Es, pues, muy grande la cantidad de agua
utilizada en el riego; de acá la necesidad de discutir adecuadamente este
importante tema dentro de los Recursos Hidráulicos. Examinaremos a
continuación, brevemente, como se vinculan las irrigaciones con los diversos
sectores de las actividades económicas y humanas.

Las irrigaciones se identifican con la agricultura. Generalmente los


proyectos de irrigación causan un fuerte impacto en la opinión pública en
función del número de hectáreas puestas bajo riego. La opinión pública pocas
veces piensa en la producción, generación de empleos, incremento de la
actividad comercial y otros beneficios que van implícitos en el aumento de la
frontera agrícola.

Usualmente los proyectos de irrigación comprenden, en lo que a riego


respecta, tanto el mejoramiento de las tierras cultivadas, como la

207
incorporación de eriazos. Conviene hacer una distinción muy clara entre esos
dos aspectos de los proyectos de irrigación. Casi todos tienen una parte que es
de mejoramiento de riego. Esto se presenta cuando hay un valle, con
agricultura establecida, que no logra su desarrollo pleno por una serie de
factores, entre los que está la falta de agua en la cantidad y oportunidad
requeridas (“el valle viejo”). Así ocurre en la mayoría de los valles de la costa
peruana.

Hay ríos que sólo tienen agua parcialmente en los meses de verano
(diciembre a abril) y el resto del año padecen escasez, lo que no permite la
satisfacción de las demandas agrícolas. En otros ríos el problema es más
grave, pues en determinados años ni aun en los meses de verano hay agua
suficiente. En los proyectos de mejoramiento de riego la ejecución de la
irrigación permite un aprovechamiento óptimo de la capacidad instalada
(tomas, canales, drenes, tierras cultivadas, sistemas de acopio, procesamiento
y comercialización, etc.). Estos proyectos tienen un efecto casi inmediato.
Veamos un caso concreto.

El Proyecto CHAVIMOCHIC según su estudio de Factibilidad [40]


comprende una extensión total de 131 768 hectáreas. De ellas, 92 990
hectáreas (el 71%) corresponden a mejoramiento de riego y 38 778 hectáreas,
a tierras nuevas. A su vez, las tierras de mejoramiento se dividen en dos
grandes grupos: uno constituido por las tierras que están ubicadas bajo el
canal (es decir dominadas topográficamente por él) y el otro constituido por las
tierras ubicadas sobre el canal y cuyo beneficio indudablemente es menor. En
el Cuadro 5.2 se aprecia el detalle de las áreas de riego del Proyecto CHAVIMO-
CHIC para cada uno de los cuatro valles que lo integran.

CUADRO 5.2
Áreas Netas de Riego del Proyecto CHAVIMOCHIC [40]

VALLES TOTAL
DESCRIPCION
CHICAMA MOCHE VIRU CHAO
Mejoramiento 45 093 8 917 10 987 5 023 70 020
Bajo Canal
Mejoramiento 20 547 1 785 638 - 22 970
Sobre Canal
Tierras Nuevas 14 960 5 259 12 894 5 665 38 778
TOTAL 80 600 15 961 24 519 10 688 131 768

208
Debemos recordar que el agua es indispensable para la agricultura, pero
no es suficiente. Para que un valle tenga óptima producción es necesario que,
además de agua, se dé un conjunto de elementos favorables. Prueba de ello es
que en la costa peruana hay valles con suficiente cantidad de agua en los que
no se realiza una agricultura intensiva. La irrigación no es solamente llevar
agua a una zona deficitaria. Este es un paso necesario, pero que no basta
para resolver el problema de la producción y para lograr el bienestar de la
población, que es el fin último de una irrigación.

Irrigación es también el conjunto de obras de ingeniería para llevar agua a


tierras que nunca han recibido riego. Se amplía así la denominada frontera
agrícola. Es este el otro aspecto de las irrigaciones. Hay un crecimiento
horizontal; hay más hectáreas bajo riego. Cuando se trata de incorporar
tierras nuevas hay una labor de colonización por realizar. Entonces el
proyecto de irrigación adquiere toda su magnitud y razón de ser como proyecto
de desarrollo, de ocupación territorial, de transformación de la Naturaleza en
provecho del hombre.

En una irrigación se busca que las tierras eriazas dejen de serlo. Se


denomina tierras eriazas a las que están sin cultivar ni labrar. A las tierras
eriazas se les denomina también eriazos. La Ley de Promoción de las
Inversiones en el Sector Agrario define que "Se consideran tierras eriazas las no
cultivadas por falta o exceso de agua y demás terrenos improductivos, excepto: a)
Las lomas y praderas con pastos naturales dedicados a la ganadería, aun
cuando su uso fuese de carácter temporal; b) Las tierras de protección,
entendiéndose por tales, las que no reúnan las condiciones ecológicas mínimas,
requeridas para cultivo, pastoreo o producción forestal; y c) Las que constituyen
patrimonio arqueológico de la Nación". (Art. 24°).

Dicha Ley señala asimismo que "No se consideran tierras eriazas aquéllas
en proceso de habilitación agrícola respecto a las cuales no hayan vencido los
plazos para su incorporación a la actividad agraria, o en las que el proceso de
irrigación se encuentra limitado en su avance por la disponibilidad de agua".
También se señala en la mencionada Ley que "El Estado promueve la inversión
en tierras eriazas a fin de habilitarlas para la producción agrícola, pecuaria,
forestal o agroindustrial".

En la costa peruana, que es un gran desierto, sólo ha sido posible la


existencia ancestral de grupos humanos en la medida en la que se ha logrado
transformar el desierto y hacerlo útil y habitable mediante obras de riego.

La irrigación no compete exclusivamente a los ingenieros, sino a la


Sociedad en general. Significa la aplicación de diversas disciplinas para crear

209
una zona económicamente activa. Decíamos que la irrigación no se reduce,
como a veces se piensa, a construir represamientos, derivaciones y canales.
Hay mucho más que hacer, hay que preparar la tierra, abonarla, cultivarla,
conseguir créditos, estudiar suelos y cultivos en relación con el clima. Hay que
construir centros de acopio, caminos, escuelas, hospitales, casas y centros de
comercialización, realizar la venta y distribución de los productos y su
procesamiento en forma de agroindustria. Hay que crear los mecanismos para
asegurarle precios y mercados al agricultor. Hay que buscar su prosperidad.

Irrigación es aprovechar el agua, traída con alto costo y esfuerzo, en el


mejoramiento integral de una región, para lo cual se requiere de un Plan de
Desarrollo; no es, pues, exclusivamente, un problema de ingeniería ni de
agricultura; es un asunto de planificación y desarrollo, vía irrigaciones.

Usualmente las irrigaciones se miden por el número de hectáreas que


abarcan. Sin embargo, este es sólo un valor referencial que muchas veces es
un pobre indicador, si no se le completa con información referente a los
cultivos, a su productividad (rendimiento por hectárea) y al beneficio real que
recibe el agricultor.

En el Estudio de Factibilidad del Proyecto Jequetepeque-Zaña se


estableció que el área cosechada en ambos valles pasaría, luego de ejecutar el
Proyecto, de 45 100 hectáreas a 105 800 hectáreas y la producción agrícola
pasaría de 281 000 toneladas a 759 000 toneladas por año. La ejecución del
Proyecto permitirá asegurar el agua y todos los elementos para favorecer la
producción, incluyendo la doble cosecha. De esta manera se logrará un grado
de intensi-dad de uso de la tierra igual a 1,6, que es la relación entre el área
cosechada y el área cultivada. Además la utilidad de los agricultores
aumentará en 296% y el ingreso total por concepto de trabajo aumentará en
183%.

La necesidad de las irrigaciones se origina tanto en la escasez como en la


desigual distribución temporal del agua. Para tener una idea más clara de la
influencia que tiene la disponibilidad de agua en la producción examinemos
un ejemplo concreto. El extenso Valle de Chicama tiene una importante área
dedicada al cultivo de caña de azúcar. Los rendimientos dependen, entre otros
factores, de la disponibilidad de agua. El rendimiento promedio anual de
muchos años fue de 162 toneladas por hectárea. Pero, en los años 1972, 1973
y 1974, que fueron hidrológicamente ricos, el rendimiento de caña estuvo por
encima de las 192 toneladas por hectárea. En cambio durante la fuerte sequía
de los años 1978, 1979 y 1980 el rendimiento bajó enormemente y llegó en
este último año a 88 toneladas por hectárea.

Los estudios realizados de la Irrigación CHAVIMOCHIC [40] permiten

210
anticipar que si se dispusiese de agua en la cantidad y oportunidad adecuadas
y se creasen y estimulasen todas las otras acciones propias de un desarrollo
agrícola se podría mantener un rendimiento anual de 230 toneladas de caña
por hectárea. Para tener una idea más clara e impactante de estas cifras se
puede comparar el volumen de la producción de caña en la década 1972-1981,
que fue de 29 millones de toneladas, con el que habría habido en el mismo
período de haberse dispuesto de agua regulada y de todas la facilidades
asociadas para obtener la producción agrícola y que habría sido de 83 millones
de toneladas (¡casi el triple!).

En realidad las irregularidades en la disponibilidad de agua, y por tanto en


la producción agrícola, traen una serie de consecuencias negativas, que en el
Estudio de Factibilidad del Proyecto CHAVIMOCHIC fueron las siguientes:

"Incremento del desempleo, tanto en el sector agrario como en los sectores


económicamente interdependientes de él, merma en las actividades de servicios,
reducción de los niveles de movimiento comercial, desabastecimiento en las
ofertas de productos de base agrícola e incremento de importaciones y eventual
generación de inconvenientes cambios en los hábitos de consumo" [40].

La ventaja de tener garantizado el suministro de agua es que se puede


realizar mayores inversiones, asegurar los mercados y mantener un área
constante bajo riego. En los ríos sin regulación se desarrollan obras de riego
que sirven una extensión agrícola muy variable cada año, en función
principalmente, de la cantidad de agua disponible.

El ideal sería disponer del agua necesaria en el momento oportuno, de


modo que pueda cultivarse toda el área irrigada. Sin embargo, no siempre
ocurre así. A veces falta agua y otras veces hay razones económicas o de
diversa índole, que llevan a los agricultores a no sembrar la totalidad de las
tierras disponibles. Surge así el concepto de índice de utilización anual del
suelo, que es la relación, para un año dado, entre la superficie de producción y
la superficie total con aptitud para riego. Desde el punto de vista de la
economía de los recursos hidráulicos interesa que dicho índice sea igual a la
unidad.

Una elevada producción agrícola es importante para cubrir las necesida-


des de alimentos de la población, disminuir la importación de alimentos y,
eventualmente, generar divisas por exportación de productos elaborados a
partir de la agricultura y de la actividad pecuaria.

Al disponerse de una masa hídrica regulada y de un sistema de


distribución es posible desarrollar ganadería, crianza de aves, etc. y las
industrias resultantes. Hay, pues, una estrecha relación entre las irrigaciones
y el desarrollo pecuario.

211
Las relaciones que existen entre la agricultura, específicamente las
irrigaciones, y la necesidad de alimentar una población creciente, son
estrechas y dramáticas. Luis PAZ SILVA nos decía en 1984 lo siguiente: “Se
estima que para el año 2000 el Perú tendrá aproximadamente 28 millones de
habitantes. Actualmente tiene 18 millones o sea que en un periodo de 16 años se
habrá aumentado 10 millones de habitantes, o en promedio, 600 000 habitantes
por año. Para comprender mejor lo que esto significa en cuanto a las
posibilidades de mejorar el nivel de vida de cada peruano y de acercarnos al
nivel de vida de los países industrializados, podemos compararnos con Inglaterra
que actualmente tiene 56 millones de habitantes, y que en el año 2020 tendrá
56 300 000 habitantes. En 36 años Inglaterra habrá aumentado en 300 000
habitantes, o sea mucho menos de lo que el Perú aumenta en un año.
Obviamente las posibilidades de aumentar el nivel de vida de la población de
Inglaterra son muy grandes, y las del Perú insignificantes, nulas o más bien
negativas. Otro dato importante es que cerca de la mitad de la población son
niños y por lo tanto dependientes" [141].

Luis SOLDI, en su libro Política Hidráulica al Servicio del Perú, señala lo


siguiente:

"El problema del Perú de hoy consiste básicamente en regular el riego de


numerosas extensiones que se encuentran en cultivo, pero mal atendidas en sus
demandas de agua, y regar simultáneamente tierras nuevas, aprovechando la
instauración de nuevos y modernos sistemas de riego..." [104].

Muchas veces el beneficio de las obras hidráulicas no es exclusivamente


de riego. Se puede combinar con la producción de energía, aprovechando el
agua y las caídas. Se forman así los denominados saltos. La producción de
energía hidroeléctrica y el abastecimiento de agua para riego no son,
necesariamente, proyectos diferentes. Pueden ser aspectos, modalidades, de
un aprovechamiento hidráulico al que en el Perú denominamos Irrigación.

Cuando el petróleo, y por consiguiente la energía térmica, eran muy


baratos no se veía la gran importancia hidroeléctrica de los proyectos de
irrigación, aunque siempre con gran visión se la consideró como desarrollo
futuro. A partir de 1973, con la llamada crisis del petróleo, se vio claramente
la importancia de antiguos proyectos de riego, como por ejemplo Olmos y
Majes. A algunos de ellos se les cambió el nombre para subrayar así su
enorme importancia en la producción energética. Nacen así nombres como
Proyectos Hidroenergéticos y de Irrigación. En realidad se trata de proyectos
de Irrigación, en los que se busca el uso pleno, múltiple y total de agua. La
energía generada puede usarse localmente, en el proyecto mismo, o
incorporarse a un sistema interconectado para un servicio regional.

212
En el diseño de un aprovechamiento hidráulico hay que coordinar
adecuadamente los diferentes usos (riego y energía, por ejemplo). Así, puede
suceder que al usar un determinado salto se pueda instalar una gran central
hidroeléctrica y producir mucha energía, pero esta solución podría implicar
que el agua que ha sido turbinada, no sea aprovechable para el riego por
razones de cota de descarga de la casa de máquinas. Puede ocurrir también
que las demandas hidráulicas para riego y energía sean diferentes en el
tiempo. Entonces hay que construir reservorios de compensación, como lo
hemos mencionado anteriormente.
Son estos problemas los que requieren un estudio específico para
encontrar la solución óptima. Existe abundante teoría y metodologías para
resolver estos problemas. Pero, a menudo, las restricciones impuestas al
sistema provienen de consideraciones sociales, políticas, regionalistas o
coyunturales.

Es entonces cuando se ve con toda claridad que una irrigación, entendida


integralmente como un proyecto de aprovechamiento hidráulico de propósito
múltiple, no puede plantearse y concebirse mediante consideraciones teóricas,
sino como un problema cuya solución está necesariamente al servicio del
hombre, es decir como una cuestión social.

El Perú utiliza un porcentaje pequeñísimo de su potencial hidroeléctrico,


apenas si llega al 3%. Es, pues, imperativo agotar las posibilidades de realizar
proyectos de propósito múltiple. Para ilustrar la escasez de nuestra produc-
ción energética se muestra en el Cuadro 5.3 la energía disponible en 10 países
sudamericanos integrantes de la Comisión de Integración Eléctrica Regional
(CIER). Así mismo, en el Cuadro 5.4 se ve la evolución de la producción
energética del Perú. Se aprecia la notable disminución del crecimiento.

Casi todos los proyectos de irrigación llevan como parte de sus objetivos el
abastecimiento poblacional. La experiencia ha demostrado que aquellos
proyectos que no consideraron explícitamente el abastecimiento poblacional
han tenido que incorporarlo posteriormente. La incorporación de nuevas
tierras a la producción y la creación de una colonización con centros poblados
implican que la demanda poblacional tenga que ser cubierta como parte de la
irrigación. En zonas sujetas a mejoramiento, es decir, a regulación de riego,
no resulta a veces tan evidente la necesidad del abastecimiento poblacional,
pero surge inevitablemente con el paso del tiempo.

Hace 30 ó 40 años las demandas urbanas eran pequeñísimas comparadas


con las de irrigación o energía. Pero la población ha seguido aumentando y
sus necesidades de agua también. La explosión demográfica es considerable.
Hay muchas ciudades del país cuyo abastecimiento hidráulico es precario.

213
CUADRO 5.3
Producción Energética de los Países de la CIER (1991) [21]
POBLACION CAPACIDAD TOTAL INSTALADA GENERACION GENERACION INTERCAMBIOS ENERGIA
PAIS TOTAL EN CENTRALES (MW) Vatios/hab. TOTAL PER CAPITA DISPONIBLE (*)
Miles de hab. GWh/año kWh/hab/año
Hidr. Térm. Total IMPORT EXPORT TOTAL PER CAPITA
GWh/año GWh/año GWh/año kWh/hab/año
Argentina 33 327 SP 6 271 (1) 9 084 15 355 461 49 203 1 476 1 905 9 54 899 1 647
T 6 293 10 904 17 197 516 53 003 1 590
Bolivia 6 842 SP 282 293 575 84 2 047 299 17 3 2 293 335
T 306 377 683 100 2 279 333
Brasil 146 155 SP 46 076 (2) 4 770 50 846 348 219 987 1 505 26 702 8 256 681 1 756
T 46 700 (3) 7 435 54 135 370 229 987 1 574
Colombia 32 842 SP 6 548 1 884 8 432 257 35 495 1 081 231 --- 38 226 1 164
T 6 641 2 284 8 925 269 37 995 1 157
Chile 13 463 SP 2 991 981 3 972 295 15 005 1 115 --- --- 19 566 1 453
T 3 080 2 020 5 100 379 19 566 1 453
Ecuador 11 078 SP 1 471 830 2 301 208 6 988 631 --- 13 7 175 648
T 1 481 (3) 841 2 322 210 7 188 (3) 649
Paraguay 4 397 SP 6 490 (2) 32 6 522 1483 29 654 6 749 --- 26784 2 893 658
T 6 490 38 6 528 1485 29 677 6 749
Perú 22 880 SP 2 176 709 2 885 126 10 468 458 3 --- 14 471 632
T 2 457 1 730 4 187 183 14 468 632
Uruguay 3 094 SP 1 196 (1) 512 1 708 552 6 929 2 239 --- 1823 5 191 1 678
T 1 196 599 (3) 1 795 579 7 014 2 267
Venezuela 19 786 SP 10 657 7 245 17 902 906 60 278 3 046 --- 218 65 294 3 300
T 10 657 8 165 18 822 952 65 512 3 311
TOTAL 293 864 SP 84 158 26 340 110 498 376 436 054 1 484 28 858 28858 466 689 1 588
CIER T 85 301 34 393 119 694 407 466 689 1 588

Notas:
(1) Incluye 945 MW correspondientes a la mitad del equipamiento de la central binacional de Salto Grande. T: Total
(2) Incluye 6300 MW correspondiente a la mitad del equipamiento de la central binacional ITAIPU SP: Servicio Público
(3) Sin datos de Autoproductores. Se repiten las cifras de 1990.
(*) Energía Disponible = Gen. total + Import - Export
214
CUADRO 5.4
Producción de Energía en el Perú [21]

Año Miles Producción GWh Incremento Anual % Producción e Incremento de Habitantes


de Total Servicio Autopr. Total Servicio Autopr. Total Total % Serv. Pub. Serv.Pub.
Habitantes Público Público kWh %
1962 10 517 3 055 1 400 1 657 291 133
1964 11 144 3 702 1 625 2 078 332 146
1965 11 467 4 006 1 828 2 178 349 168
1966 11 796 4 366 1 964 2 402 9,3 8,9 9,7 370 6,2 167 5,9
1967 12 132 4 770 2 256 2 514 393 186
1968 12 476 5 038 404
1969 12 829 5 288 412
1970 13 193 5 529 3 297 419
1971 13 568 5 949 3 525 2 652 6,4 12,4 3,3 439 3,5 243 6,3
1972 13 955 6 289 3 892 2 764 451 253
1973 14 350 6 255 4 316 2 363 436 271
1974 14 753 7 275 4 668 2 960 493 293
1975 15 161 7 486 5 032 2 821 494 308
1976 15 578 7 911 5 350 2 879 5,9 8,7 1,7 510 3,0 323 5,9
1977 16 004 8 627 5 490 3 277 539 334
1978 16 435 8 765 5 961 3 275 533 334
1979 16 867 9 265 6 389 3 304 549 353
1980 17 295 10 039 7 287 3 647 567 349
1981 17 718 10 757 7 638 3 470 6,3 7,4 3,8 607 3,5 411 4,9
1982 18 143 11 350 3 713 626 421
1983 18 567 10 675 7 459 3 216 575 402
1984 18 992 11 717 8 075 3 642 617 425
1985 19 417 12 115 8 380 3 736 624 432
1986 19 843 12 941 9 234 3 707 3,8 3,9 1,3 652 1,4 465 2,5
1987 20 269 13 785 10 093 3 692 680 498
1988 20 269 13 544 10 023 3 521 654 484
1989 21 123 13 358 9 567 3 762 632 453
1990 21 550 13 162 9 548 3 615 611 443
1991 22 050 14 503 10 485 4 000 2,3 2,6 1,5 658 0,2 476 0,5

215
Hay proyectos de irrigación en los que la parte correspondiente al abasteci-
miento poblacional es proporcionalmente fuerte. Hay zonas, como Tacna,
donde el uso urbano y el agrícola son competitivos. Hay industrias que
consumen gran cantidad de agua. Un aspecto importante del proyecto de
Irrigación CHAVIMOCHIC (Chao, Virú, Moche, Chicama) es el abastecimiento
de la ciudad de Trujillo con 4 m3/s. En el futuro tendrá que incorporarse las
necesidades de las poblaciones dominadas por el canal de derivación.

Finalmente, hay proyectos que se conciben con un claro multipropósito,


pero en los que el abastecimiento poblacional es determinante; ejemplo típico
es el Trasvase Mantaro.

Los proyectos de riego contribuyen a que la población disponga de agua de


mejor calidad. En el Perú sólo el 50% de la población cuenta con agua
potable. El 70% de los que la tienen está en zonas urbanas. La calidad del
agua, su grado de contaminación, determina que ella sea un medio de vida o
de muerte. En la Asamblea General de las Naciones Unidas se ha dicho que:
"En la actualidad, alrededor del 80% del total de enfermedades registradas en
los países en desarrollo, se relaciona con la insalubridad del agua y las deficien-
cias del saneamiento. A causa de su significación, tanto desde el punto de vista
de los planes como de los resultados, el número de tomas de agua por cada mil
personas será un indicador más preciso del estado de salud que el número de
camas de hospital". Según la Organización Mundial de la Salud: "Casi la cuarta
parte de las camas disponibles en todos los hospitales del mundo están
ocupadas por enfermos cuyas dolencias se deben a la insalubridad del agua".

Todo esto nos demuestra la estrecha relación que existe entre los
diferentes usos del agua y la enorme importancia que tienen los proyectos de
riego para ayudar en el suministro de agua limpia.

Los proyectos de irrigación tienen mucha relación con la industria. Hay


una doble relación [60]. Las irrigaciones, en cuanto representan proyectos
integrales de desarrollo, generan productos que deben ser objeto de un
tratamiento industrial; es la llamada agroindustria; por ejemplo, producción de
azúcar o de pasta de tomate.

Pero también las irrigaciones significan utilización de la industria. La


primera e inmediata participación es la de la industria de la construcción y
todo lo que ella conlleva: equipo mecánico, cemento, etc. También durante la
etapa de operación de una irrigación hay demanda de la industria. Resulta,
evidente que el desarrollo de un proyecto de irrigación importante debe causar
un impacto considerable en diversas manifestaciones industriales, dadas sus
necesidades de equipo para el cultivo de la tierra, fertilizantes, pesticidas,

216
equipo de riego (aspersión, micro aspersión, goteo, etc.) y maquinaria para
procesos de transformación de la materia prima, entre otros.
Las irrigaciones requieren caminos, desde su etapa de construcción y
durante la operación. Hay proyectos de irrigación que han construido gran
cantidad de caminos. Se ha dado el caso de un solo proyecto de irrigación que
en un momento dado tuvo para construcción de caminos un presupuesto
mayor que el del Ministerio de Transportes.

Los caminos de acceso a las obras cumplen, además de su finalidad


específica, con conectar pueblos, mejorar trochas y llegar a lugares que de otro
modo hubieran resultado inaccesibles. En el Perú la geografía es difícil y los
transportes son costosos. El incremento de la producción agrícola en la sierra
y en la selva requiere de caminos que pongan los productos en los mercados.

También las irrigaciones tienen mucho que ver con el turismo. Hay
algunos proyectos que requieren el almacenamiento del agua en reservorios.
Estos lagos artificiales constituyen centros de atracción turística. En otros
países se construyen presas con el objeto exclusivo de crear lagos con fines de
recreación. Con motivo de la construcción del proyecto Majes se ha redescu-
bierto zonas de gran valor turístico, como el cañón del Colca, por ejemplo.

Una irrigación es la ocupación integral y útil del territorio. Es la formación


de una zona económicamente activa y el establecimiento o fortalecimiento de
centros poblados. Las irrigaciones en zonas fronterizas significan una notable
contribución a la defensa nacional. Las irrigaciones representan la identifi-
cación del hombre con la tierra.

Hay proyectos de irrigación cuya realización está vinculada al aprovecha-


miento de cursos de agua internacionales. Tal es el caso, por ejemplo, de los
ríos Tumbes y Chira que nacen en el Ecuador, donde está la mayor parte de su
cuenca, y luego pasan a territorio peruano. Perú y Ecuador firmaron en 1971
un Convenio para el Aprovechamiento de las Cuencas Puyango-Tumbes y
Catamayo-Chira. Hay así la posibilidad de una efectiva integración.

Podríamos encontrar también que las irrigaciones están vinculadas a la


educación, a la salud, al trabajo, al comercio y a casi todas las manifestaciones
de la actividad humana.

En el Perú no todo el mundo piensa lo mismo acerca de la conveniencia de


desarrollar proyectos de irrigación. Hay quienes creen que el esfuerzo
económico por realizarlas es desproporcionado con respecto a los beneficios
obtenidos. Debería, sin embargo, esclarecerse si este punto de vista de
negación de las irrigaciones se debe a una posición principista, es decir, que

217
bajo ningún concepto conviene desarrollar irrigaciones, o a una posición
relativa a la forma en la que se han venido desarrollando los proyectos de
irrigación. En todo caso, quienes tienen una actitud negativa, o pesimista,
hacia las irrigaciones consideran que los beneficios obtenidos son menores que
las inversiones realizadas. Piensan así mismo que las grandes cantidades de
dinero que el Estado ha invertido en irrigar podrían haber rendido mucho más,
de haberse empleado de otro modo. Así tenemos que en el documento titulado
Las Bases de la Producción Agraria: Situación y Potencial, de Marc DOUROJEANNI,
leemos lo siguiente:
"Es en verdad curioso constatar, como, en nuestro medio, algunas alterna-
tivas de desarrollo se aceptan sin mayor análisis. Hacer una irrigación, construir
una carretera, una central energética o colonizar, es recibido como indiscutible
parabién. Apenas si se trata de la oportunidad y a veces del lugar. Pero eso es
todo. En el sector agrario jamás se ha contrastado la necesidad de una obra
como Majes o Chira-Piura con otras alternativas para aumentar la producción".
"Si queremos sobrevivir debemos aumentar la producción agraria. Pero para
lograr esto hay dos estrategias tradicionales: (I) la expansión de la frontera
agropecuaria en los desiertos costeros mediante obras de irrigación o en la Selva
mediante carreteras y programas de colonización y, (II) el aumento de la
productividad, intensificando el uso de la tierra que ha sido habilitada para fines
agropecuarios en las tres regiones del país. Hasta el presente, los gobiernos de
todas las tonalidades políticas se han volcado a la primera de las opciones, a la
que en las dos últimas décadas se ha destinado largamente más del 80% del
presupuesto de inversión del sector agrario" [50].

Marc DOUROJEANNI menciona que hubiera sido preferible, por ejemplo,


no hacer la irrigación de San Lorenzo "pues por culpa del mal uso del agua se
deterioró tanta tierra, aunque de mejor calidad, que la que se había irrigado". En
el mencionado documento se señala que para aumentar "la productividad hay
que tener un buen servicio de extensión e investigación agrícola, mejores
sistemas de abastecimiento de insumos, almacenamiento y comercialización y,
por cierto, créditos oportunos y suficientes así como precios justos" [50].

Hay, sin embargo, otro grupo de profesionales que piensa en las grandes
ventajas de las irrigaciones como proyectos de desarrollo, de ocupación
territorial, como medio de hacer posible la existencia en zonas desérticas,
hiperáridas, como la costa peruana.

Ambas posiciones, no son, en lo esencial, contradictorias. Debe tenerse


presente que muchas veces, además de los factores antes señalados, lo que
falta para garantizar la productividad es el agua, oportuna y suficiente. Es
función esencial y primordial de un proyecto de irrigación garantizar la
dotación de riego, permanentemente a lo largo de la vida del proyecto.

218
Una irrigación, lo hemos dicho varias veces, no termina con las obras de
infraestructura. Al finalizar las obras empieza el gran reto para la ingeniería
agrícola y agronómica, que consiste en obtener los beneficios buscados,
mediante un uso eficiente de los recursos disponibles. Es también el momento
de las grandes decisiones políticas para un buen manejo de las irrigaciones.
Las irrigaciones en sí no pueden ser buenas o malas. Lo bueno o lo malo es el
modo de desarrollarlas.
En este punto es importante recordar unas palabras de Humberto YAP
SALINAS, a propósito del desarrollo de los proyectos de riego.

"Algunos de los problemas cruciales más significativos en el sector agrícola


de un buen número de países del mundo son bajas eficiencias, falta de
efectividad, e inequidad en el uso de sus recursos de agua y suelo. Inevitable-
mente estas circunstancias se reflejan en los resultados del esfuerzo realizado en
la actividad agrícola integral. Como parte de este contexto, Latinoamérica dedica
a la agricultura bajo riego aproximadamente 90% del agua desarrollada en sus
proyectos hídricos. En Latinoamérica, a pesar del sostenido crecimiento anual
del área agrícola y también de la producción agrícola total, la tasa de producción
de alimentos per cápita se encuentra estacionaria y en algunos casos
dramáticamente decreciente"… …"Las causales de esta situación podrían
encontrarse en varios factores. Una de ellos es el hecho de no considerar en un
esquema de utilización del agua de riego la dualidad y complementariedad de la
parte estructural con la parte no-estructural". "El desarrollo intensivo del sector
no-estructural de riego, a través de reformas en el manejo, podrá prescribir
numerosas alternativas que existen para poder incrementar sustancialmente la
producción y la equidad en los proyectos de riego. Actualmente está comprobado
que reformas de manejo en los sistemas incrementan la eficiencia en el uso del
agua, permiten la posibilidad de un crecimiento horizontal del proyecto en base al
agua ahorrada y disminuyen los factores de deseconomías que se generan al
reducir los problemas y riesgos de drenaje y salinidad". "Se ha podido percibir
en el ambiente profesional del riego un grupo de características que llamaré el
"síndrome del sesgo estructural". Esto significa la concepción tradicional de que
un proyecto de riego se constituye solamente por la construcción del sistema de
almacenamiento, de captación y de transporte del agua. El resto, digamos, el
manejo mismo del agua, se asume que deberá aparecer automáticamente por sí
solo. La experiencia sugiere que este concepto es una de las grandes falacias del
enfoque que ha contribuido a la problemática existente. Igualmente, muchas
veces la ignorancia del esquema institucional en el cual se desarrolla el proyecto
de riego ha contribuido a tener una restringida comprensión del fenómeno social
que afecta la operatividad del mismo. Por otra parte, la falta de participación
significativa del agricultor en las diferentes etapas de desarrollo del proyecto
parece ser un factor adicional a la problemática de óptima utilización del agua de
riego".

219
"Existe una amplia evidencia que demuestra que varios problemas de índole
técnico, económico y socio-institucional están presentes en el bloqueo que impide
la realización plena de los beneficios previstos de las inversiones en riego. Las
eficiencias de manejo del agua son abismalmente bajas, y el impacto ambiental
del riego, el cual se traduce en la degradación de los recursos, es preocupante.
Una componente significativamente notoria en esta pobre performance puede ser
identificada en las deficiencias en el "manejo" del recurso hídrico, tanto en la
entrega del agua a la finca como en el uso en la misma. Sobre la base de este
diagnóstico, se podrán obtener mayores beneficios sociales y económicos por el
diseño e implementación de políticas y procedimientos encaminados a combatir
estas deficiencias. De estudios recientes sobre evaluación de un gran número de
proyectos de riego en el mundo, se concluye que existe un gran espacio para el
mejoramiento de las eficiencias, efectividades, y equidad en los proyectos. Esto
se logrará con la implementación de medidas de carácter no-estructural. [179].

Hay otro importante grupo de personas que, en una tradición que se


remonta mucho en el tiempo, piensa que las irrigaciones son obras de justicia
social, de reivindicación, de distribución de la riqueza. Así era, por ejemplo, en
los años veinte. El gobierno de Leguía, luego de haber ejecutado la irrigación
de El Imperial, en Cañete, emprendió bajo la dirección de Sutton, la irrigación
de Olmos, en Lambayeque. Con motivo del Primer Congreso de Irrigación y
Colonización realizado en Lambayeque en 1929, el presidente Leguía envió un
Mensaje en el que a propósito de la Irrigación de Olmos manifestó lo siguiente:
"Son obras que yo realizo conscientemente, valerosamente, abnegadamente para
despertar la conciencia del país, para democratizar la propiedad, a fin de que no
sea un privilegio de los fuertes sino un derecho de los débiles, en suma, para
destruir el último eslabón de la cadena esclavizadora que no pudo romper el
glorioso martillo de Ayacucho..." [123].

Hay también quienes piensan que un proyecto de irrigación es como


cualquier proyecto de inversión, como una fábrica por ejemplo, y que en
determinado número de años debe recuperarse la inversión. Este es el punto
de vista de los organismos de crédito. Es entonces cuando un proyecto de
irrigación se expresa en función de la relación Beneficio-Costo o de la Tasa
Interna de Retorno, utilizando una metodología de evaluación que, por lo
general, es inapropiada para los grandes proyectos hidráulicos.

El tema de las irrigaciones en el Perú ha sido siempre polémico. Hemos


expuesto diversos puntos de vista para que el lector obtenga sus propias
conclusiones.

220
5.2 La Irrigación en el Mundo
Según estimaciones de la FAO (Food Agricultural Organization) la superficie
mundial cultivada es de 1 500 millones de hectáreas. De esta cantidad
alrededor del 15%, unos 230 millones de hectáreas, está bajo riego; es decir, se
cultiva mediante obras de irrigación. El resto, 1 270 millones de hectáreas, se
cultiva por acción directa de la lluvia (al secano). Se calcula que para el año
2000 se alcance la cifra mundial de 350 millones de hectáreas bajo riego.

Resulta así que el promedio mundial de hectárea cultivada por habitante


es de 0,25. O sea, que una hectárea debe alimentar a cuatro personas. De la
superficie mundial bajo riego, casi 70%, es decir unos 160 millones de
hectáreas, está en los países en vías de desarrollo.

Es importante remarcar que casi las dos terceras partes de la población


mundial viven en países que tienen alrededor de la mitad de las tierras
cultivadas del mundo y, sin embargo, tienen las tres cuartas partes de las
tierras bajo riego del mundo. El Perú tiene un altísimo porcentaje (33%) de
tierras que producen bajo riego. Esto, que a veces se mira como un galardón,
es en realidad una gran desventaja económica.

En el Cuadro 5.5 se muestra el número de hectáreas cultivadas en toda la


Tierra y su descomposición en riego y secano, para países desarrollados y en
vías de desarrollo. En el Cuadro 5.6 se presenta para diversos países el
porcentaje de sus áreas de cultivo que producen bajo riego con respecto al
total cultivado.
El aumento mundial de las irrigaciones en los dos últimos siglos ha sido
impresionante. A principios del siglo XIX había sólo 8 millones de hectáreas
bajo riego, al empezar el siglo XX había 48 millones de hectáreas, cifra ésta
que en la actualidad casi se ha quintuplicado.

CUADRO 5.5
Superficies Mundiales Cultivadas *

Superficie Superficie Superficie


Cultivada regada al secano

Países Desarrollados 698 65 633


Países Subdesarrollados 802 165 637

Total 1 500 230 1 270


* En millones de hectáreas

221
CUADRO 5.6
Porcentaje de Áreas Bajo Riego con Respecto
al Total Cultivado en Varios Países

Pakistán 77 Perú 33 Somalia 17


Indonesia 33 Guyana 26 Zimbahue 6
India 26 Cuba 26 Mozambique 3
Sri Lanka 26 Ecuador 21 Kenia 2
Vietnam 26 México 20 Tanzania 2
Bangladesh 22 Costa Rica 18 Congo 1
Tailandia 19 Rep. Dominicana 13 Etiopía 1
Filipinas 18 Jamaica 13 Zambia 1
Laos 13 Venezuela 9 Camerún 0
Birmania 11 Colombia 8 Zaire 0
Malasia 8 Bolivia 5 Uganda 0
Honduras 5
Brasil 3
Resulta interesante conocer la distribución de las áreas bajo riego por
continentes [61]. Es la siguiente:

Millones de ha %
Asia 145 63
Centro y Norte América 26 11
CEI 21 9
Europa (sin CEI) 16 7
África 11 5
Sudamérica 9 4
Oceanía 2 1
_______ _______
Total 230 100%

Los ocho países que tienen mayor número de hectáreas bajo riego son:

País Millones de ha
China 45
India 42
CEI 21
USA 18
Pakistán 16
Indonesia 7
Irán 6
México 5

Estos ocho países reúnen el 70% de las áreas mundiales bajo riego [61].
El Perú cultiva 2 800 000 hectáreas; la tercera parte de ellas bajo riego.

En 1990 se celebró en Sri Lanka una reunión de expertos, promovida por


el Instituto Internacional del Manejo de la Irrigación (IIMI), con el objeto de
examinar la situación del manejo de la irrigación en América Latina. El
mencionado Instituto es un organismo internacional de investigación,
capacitación y divulgación de los problemas vinculados al mejoramiento de la
eficiencia de los sistemas de riego en los países en vías de desarrollo. Los
resultados de la reunión de expertos fueron presentadas en un volumen
titulado El Manejo de la Irrigación en América Latina; en él se señala lo
siguiente: “no es sorprendente que los países en vías de desarrollo hayan
realizado grandes inversiones en la creación de nuevas zonas de riego y en la
223
rehabilitación de las ya existentes. Varios países en vías de desarrollo con un
potencial de irrigación, han destinado alrededor de tres cuartas partes de su
presupuesto orientado a la agricultura, a la realización de proyectos de irrigación"
[76].

En Latinoamérica hay 140 millones de hectáreas cultivadas, lo que


representa el 9% del total mundial. De ellas, hay unos 11 millones de
hectáreas bajo riego, es decir, el 8%. El resto, 129 millones de hectáreas, se
cultiva al secano, lo que significa una gran variación en el área cultivada y en
los rendimientos, de un año a otro, pues se depende grandemente de un
recurso aleatorio (la precipitación). Esta incertidumbre tiene, como lo hemos
visto, grandes consecuencias en la producción.

En los lugares en los que las condiciones naturales son difíciles desde el
punto de vista de la existencia de recursos hidráulicos, la ingeniería tiene una
gran labor ante sí. No sólo la ingeniería; los políticos y los planificadores
tienen necesariamente que empezar por tomar conciencia y pasar a la acción:
el abastecimiento de agua en cantidad, calidad y oportunidad adecuadas es el
eje del desarrollo. Donde las condiciones naturales no permiten el desarrollo
de una agricultura rentable al secano, tiene que hacerse riego. Lo hicieron
nuestros antepasados y tenemos que seguir haciéndolo nosotros.

Pero el agua es escasa, las obras son costosas y las necesidades son
grandes. Como una necesaria aproximación al problema veamos que ocurre
en Latinoamérica. Del 28 de noviembre al 2 de diciembre de 1983 se celebró
en Santiago de Chile el VII Seminario Latinoamericano de Irrigación, organizado
por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). En
aquella oportunidad se aprobaron 21 recomendaciones, que por mantener su
vigencia creemos conveniente reproducir:

"1. Que se impulse la elaboración de planes nacionales de aprovechamiento de


los recursos hídricos en armonía con los planes nacionales de desarrollo y un
racional ordenamiento territorial.

2. Que, en armonía con los diferentes medios permitidos, se actualice las


disposiciones legales de fondo en materia de agua y aspectos afines.

3. Que se estudien y adopten nuevos modelos de organización institucional en


los países donde ello fuere necesario para favorecer el mejor establecimiento,
manejo y desarrollo de los proyectos de riego y drenaje, cuidando
particularmente de institucionalizar mecanismos adecuados de coordinación
con los organismos responsables de programas y acciones concurrentes a
dicho desarrollo.

224
4. Que los fondos públicos disponibles para favorecer el desarrollo de la
agricultura bajo riego y drenaje, se destinen prioritariamente a asegurar el
pleno aprovechamiento de los proyectos existentes y a complementar la
infraestructura faltante en los mismos, incluyendo estructuras y artificios
para el control y medición de las aguas.

5. Que se impulse significativamente la participación organizada de los usuarios


en el estudio, construcción, manejo y desarrollo de los proyectos de riego y
drenaje.

6. Que se estudien y adopten mejores sistemas para la administración,


operación, mantenimiento y desarrollo de los proyectos de riego y drenaje.

7. Que se fortalezcan los programas de capacitación y adiestramiento, a


diferentes niveles, de los funcionarios responsables del manejo y desarrollo
de los proyectos del riego y drenaje, incluyendo a los usuarios de los
mismos.

8. Que se promuevan y apoyen programas prioritarios de investigación en riego


y drenaje a través de procesos consultivos y participativos que involucren a
los generadores, transmisores y usuarios de la investigación, dando énfasis
a la investigación objetiva que a corto plazo genere resultados que respondan
efectivamente a los reales problemas del productor rural de la región.

9. Promover y apoyar la elaboración y consecuente difusión, de manuales


técnicos y metodológicos de riego y drenaje, a diferentes niveles.

10. Que con observancia de las realidades socio-económicas de los proyectos de


riego y drenaje existentes se procure lograr, en la medida de lo posible, la
autosuficiencia financiera de los servicios de administración, operación y
conservación de los proyectos de riego y drenaje, de preferencia con base en
tarifas de riego por unidad de volumen en áreas de riego total y de mixtos
por unidad de superficie y de volumen en el caso de áreas con riego
suplementario.

11. Reforzar al máximo posible los programas destinados a la preservación,


conservación y manejo racional de las cuencas hidrográficas.

12. Que en los programas de ampliación de la frontera agrícola con apoyo en


proyectos de riego y drenaje se consideren los correspondientes a pequeña
irrigación con una planificación principalmente ascendente.

225
13. Que se inicie trabajos de investigación de los métodos de riego por gravedad
de alta eficiencia de aplicación en el actual proceso de desarrollo, con miras a
su posible y deseable aplicación en los países Latinoamericanos y del
Caribe.

14. Que se impulse el saneamiento de tierras con problemas de inundación de


alta periodicidad para potencializar su aprovechamiento agropecuario, en
especial en las áreas tropicales húmedas y sub-húmedas.

15. Que, previos los estudios del caso, se adopten decisiones sobre la
conveniencia de establecer programas de seguro agrícola comprendiendo las
áreas con riego y drenaje.

16. Que, para facilitar la obtención de préstamos de los organismos interna-


cionales de crédito se fortalezca, acelere y optimice la formulación de
estudios de proyectos de riego y drenaje que satisfagan las especificaciones
de dichos organismos.

17. Que se estudien y adopten las medidas necesarias para la prevención,


control y manejo de las crecientes de ocurrencia extraordinaria que afectan
vidas y bienes en importantes áreas de la Región.

18. Que en todo proyecto de irrigación que se pretenda emprender, se tenga en


cuenta que las cuencas forman parte indisoluble del mismo y que, por lo
tanto deben asignarse fondos y dictarse medidas para su protección y
conservación.

19. Que los estudios sedimentológicos relacionados con los proyectos de


irrigación se inicien desde la etapa de estudios preliminares y no en la etapa
de estudios finales como sucede corrientemente.

20. Que en la evaluación de los beneficios de los proyectos de riego y drenaje


por parte de los organismos internacionales de financiamiento se dé el mayor
peso posible a los beneficios sociales de diverso orden que dichos
emprendimientos generan, en especial en las áreas económica y socialmente
deprimidas.

21. Que los organismos del sistema mundial y regional que prestan colaboración
técnica en materia del desarrollo del riego y drenaje en los países de la
Región, fortalezcan sus mecanismos de coordinación para un mejor
aprovechamiento de los escasos recursos disponibles, en especial en lo que
se refiere a favorecer la cooperación horizontal entre países y la capacitación
y el adiestramiento."

226
5.3 La Irrigación en el Perú

Para ofrecer una imagen de las irrigaciones en el Perú dentro del contexto de la
relación Naturaleza-Hombre nos apoyaremos como punto de partida en el
conocido y antiguo concepto de distinguir en nuestro país tres regiones: costa,
sierra y selva.

La razón y utilidad de esta consideración reside en el hecho de que estas


tres regiones naturales son, desde el punto de vista de las irrigaciones,
claramente diferenciables por lo menos en los siguientes aspectos:

1. Condiciones climáticas, en especial la cantidad y la distribución de la


precipitación (lluvia) a lo largo del tiempo, las temperaturas predomi-
nantes, la humedad y los vientos.

2. Cantidad y aptitud agrícola de los suelos.

3. Ubicación de los centros de consumo y de comercialización.

4. Características socioeconómicas de la población.

Antes de la presentación de los problemas vinculados a las irrigaciones,


en cada una de las tres regiones, conviene que hagamos algunos comentarios
sobre los suelos del Perú. El conocimiento del clima, de la disponibilidad de
agua y de los suelos es indispensable para analizar las posibilidades del
desarrollo agrícola. En el Capítulo 2 hemos presentado algunos aspectos de la
disponibilidad de agua; veamos ahora algo sobre la disponibilidad de tierras.
En el Perú hay gran escasez de tierras con aptitud agrícola. Los suelos pobres,
o no aptos, se caracterizan por su baja fertilidad originada por deficiencia en
nutrientes, acidez, escaso contenido de materia orgánica, pendientes fuertes y
mal drenaje. A todo esto debe añadirse, por cierto, la escasez de agua. Los
suelos con aptitud agrícola están dispersos en el territorio nacional, general-
mente a lo largo de los valles. Un problema serio que tenemos es que por lo
general el agua y el suelo no coinciden en un mismo lugar. En la costa hay
buenos suelos, pero falta agua; en la selva ocurre lo contrario.

La antigua Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales


(ONERN), hoy Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA) elaboró la
Clasificación de las Tierras del Perú, de acuerdo a su Capacidad de Uso Mayor
[118]. La capacidad de uso de un suelo puede ser definida "como su aptitud
natural para producir en forma constante bajo tratamientos continuos y usos

227
específicos".
A continuación se resume, a partir del estudio mencionado la clasificación
de tierras del Perú. Es convenientemente mencionar que ONERN elaboró
también el Mapa de Clasificación de Suelos del Perú, a la escala 1:1 000 000.
La clasificación de tierras es la siguiente:

Tierras aptas para cultivos en limpio. Se trata de las tierras de mayor valor
agrológico del país; se caracterizan porque a pesar de las labores agrícolas
continuadas no se deterioran ni pierden calidad. Es decir, que en este tipo de
tierras la agricultura sostenida no influye en la capacidad productiva del suelo.
Pueden dedicarse a plantas herbáceas, semiarbustivas de corto periodo
vegetativo o a cultivos permanentes de cualquier tipo, dependiendo la selección
del cultivo, de los estudios agroeconómicos y de otro tipo de consideraciones.

ONERN menciona que "las tierras de cultivo en limpio o arables, estadio


final de la revolución agrícola iniciada hace 10 000 años y máxima expresión de
la agricultura del mundo y de sus niveles de producción actual, representa el
sustento fundamental de la alimentación y preservación de la humanidad".

El potencial de tierras aptas para cultivos en limpio es de 4 902 000


hectáreas, lo que equivale al 3,8% de la extensión nacional y al 64% del total
de tierras apropiadas para fines agrícolas que tiene nuestro país.

Las tierras aptas para cultivos en limpio están dispersas y fraccionadas en


todo el territorio nacional; la mitad de ellas está en la selva. Su presencia por
regiones naturales es la siguiente:

Costa 1 140 000 ha 23%


Sierra 1 341 000 ha 27%
Selva 2 421 000 ha 50%

Total 4 902 000 ha 100%

Del total nacional del potencial de tierras aptas para cultivos en limpio, el
30% requiere del riego para ser productivas. El resto es de secano.

Tierras aptas para cultivo permanente. Estas tierras no son arables, es


decir no permiten la renovación periódica y continuada del suelo. Permiten,
sin embargo, cultivos perennes, forrajes y otros tipos de cultivos y su manejo
puede realizarse con técnicas al alcance económico de los agricultores.

ONERN señala que "las tierras para cultivo permanente, complemento

228
fundamental e indisoluble de las tierras en limpio y centro de la producción
frutícola y de la industria de derivados, conforman la prosperidad y desarrollo
económico de muchas naciones del planeta".

El potencial nacional de tierras aptas para cultivos permanentes es de


2 707 000 hectáreas lo que equivale al 2,1% de la extensión del territorio
nacional y al 36% del total nacional de tierras apropiadas para fines agrícolas
que tiene nuestro país.

Las tierras aptas para cultivos permanentes están ubicadas en la selva


(80%). En la costa hay casi un 20% que se ubica en las planicies y en las
partes altas de los valles irrigados. En la sierra hay una pequeñísima cantidad
que se localiza en las partes más abrigadas de los valles.

Tierras aptas para pastos. No se incluyen dentro del potencial de tierras


aptas para la agricultura. Su uso está restringido básicamente al pastoreo.

ONERN se refiere a este tipo de tierras de la siguiente manera "Las tierras


para pastizales, el fenómeno fundamental del mioceno y uno de los grandes
eventos de la historia terrestre, representan al ecosistema vegetacional abierto
que indujo a los mamíferos herbívoros primitivos a agruparse en manadas y
atrajo al hombre a dejar su condición de habitante arborícola y recolector,
abriendo las puertas a la domesticación de especies silvestres alimenticias. Hoy
en día base del progreso y desarrollo de la ganadería mundial".

En el Perú la extensión de tierras aptas para pastos es de 17 916 000


hectáreas, lo que significa el 13,9% de la extensión del país. La gran mayoría
de estas tierras está ubicada en la región Sierra Alto Andina, por encima de los
3 300 metros de altitud y según ONERN sustenta el grueso de la población
ganadera del país, con 15 millones de ovinos (97% del total nacional), 3,5
millones de vacunos (80% del total nacional) y 3,8 millones de camélidos
sudamericanos. En la región de la costa hay pastos en las lomas, pero en
cantidades muy pequeñas.

El éxito de los pastizales está vinculado a la presencia de lluvias. Las


sequías impactan fuertemente sobre los pastos y la ganadería, como lo
veremos más adelante.

De las tierras aptas para pastos, el 22% (4 millones de hectáreas) se


clasifica como de calidad agrológica alta, sin embargo, tiene limitaciones de
clima y gran parte necesitaría, teóricamente, un riego complementario. El 68%
de las tierras aptas para pastos (12 millones de hectáreas) es de calidad
agrológica media, pues presenta deficiencias y limitaciones para la producción
de pastos y, por lo tanto, para el desarrollo de una ganadería sostenida y

229
rentable. El 10% restante de las tierras clasificadas como aptas para pastos
(2 millones de hectáreas) tiene fuertes limitaciones y se considera de calidad
agrológica baja.

Tierras aptas para producción forestal. Se trata de tierras que no reúnen las
condiciones ecológicas para desarrollar cultivos o pastos. Son aptas para
árboles y producción maderera.

Respecto de ellas ONERN expresa que "las tierras de foresta representan la


maquinaria biológica más notable de la Tierra. Generadoras de productos
esenciales, de la riqueza maderera mundial y del suministro vital del agua en
forma indefinida, si son manejadas juiciosamente y, al mismo tiempo, el albergue
de la fauna silvestre y el hogar primitivo de nuestro antepasado remoto: el
hombre arborícola".

En el Perú, hay 48 696 000 hectáreas con vocación forestal; es decir, el


37,9% de la extensión del país. Estas tierras básicamente están en la selva.
Se estima que hay más de 2 500 especies de árboles de las que sólo se ha
clasificado 600.

Tierras de protección. Son aquéllas que no tienen condiciones naturales


para cultivos, pastoreo o producción forestal. Con respecto a las tierras
anteriormente descritas representan el resto del territorio nacional: 54 300 560
hectáreas, el 42,2% de la extensión del país. Incluyen los parques nacionales
y las reservas de Biósfera.

Respecto de ellas, ONERN expresa que "las tierras de protección


representan al vasto engarce terrestre, asiento de la actividad minera; de las
fuentes de energía en todas sus formas; de la caza y pesca oceánica y
continental; de los escenarios de valor paisajista y de atractivo turístico como
recreacional; centro de las reservas naturales para la preservación genética
vegetal y animal, y, el espacio donde el hombre busca su ligazón armónica con la
Naturaleza".

En la costa el 75% de las tierras son de protección, en la sierra el 64% y en


la selva el 25%. En el Cuadro 5.7 se presenta la superficie y porcentaje
respectivo para cada tipo de capacidad de uso mayor de la tierra, por regiones
naturales. En el Cuadro 5.8 se indica para cada departamento del Perú los
diferentes usos y porcentajes de capacidad de uso mayor de tierras.

Examinaremos ahora las características de las tres regiones naturales del


Perú desde el punto de vista de las irrigaciones.

La costa puede definirse como una franja muy estrecha paralela al mar
con un ancho que en algunos casos llega a los 200 kilómetros. Usualmente

230
CUADRO 5.7
Superficie y Porcentaje de los Grupos de Capacidad de Uso Mayor de la Tierra
en las Regiones Naturales del Perú [118]

CULTIVO EN CULTIVO PASTOS FORESTALES PROTECCION TOTAL


LIMPIO PERMANENTE
ha % ha % ha % ha % ha % ha %

COSTA 1140000 8,36 496000 3,64 1622000 11,90 172000 1,26 10207000 74,84 13637000 100,0

SIERRA 1341000 3,42 20000 0,05 10576000 26,98 2092000 5,34 25169000 64,21 39198000 100,0

SELVA 2421000 3,21 2191000 2,89 5718000 7,55 46432000 61,35 18924560 25,00 75686560 100,0

TOTAL 4902000 3,81 2707000 2,11 17916000 13,94 48696000 37,89 54300560 42,25 128521560 100,0

231
CUADRO 5.8
Superficie y Porcentaje de los Grupos de Capacidad de Uso Mayor de la tierra
en los Departamentos del Perú [118]

CULTIVO EN CULTIVO PASTOS PRODUCCION PROTECCION TOTAL


LIMPIO PERMANENTE FORESTAL Superficie de
Departamentos
DEPARTAMENTOS (ha)
ha % ha % ha % ha % ha %

TUMBES 25000 5,28 55000 11,62 205000 43,33 40000 8,45 148152 31,31 473152
PIURA 240000 6,59 15000 0,41 895000 24,59 275000 7,55 2215348 60,86 3640348
LAMBAYEQUE 265000 19,29 5000 0,37 220000 16,01 55000 4,00 828690 60,33 1373690
LA LIBERTAD 190000 8,18 50000 2,15 355000 15,27 150000 6,45 1579132 67,95 2324132
CAJAMARCA 150000 4,29 5000 0,14 655000 19,04 890000 25,48 1783046 51,05 3493046
AMAZONAS 190000 4,60 45000 1,09 375000 9,09 1040000 25,18 2479712 60,04 4129712
SAN MARTIN 200000 3,82 155000 2,96 335000 6,41 1870000 35,75 2670920 51,06 5230920
ANCASH 140000 3,82 40000 1,09 595000 16,23 190000 5,18 2701931 73,68 3666931
LIMA Y CALLAO 185000 5,45 30000 0,88 390000 11,48 50000 1,47 2741879 80,72 3396879
ICA 115000 5,41 50000 2,35 25000 1,18 --- --- 1935139 91,06 2125139
HUANUCO 230000 6,65 115000 3,33 775000 22,43 645000 18,66 1691357 48,93 3456357
PASCO 25000 1,06 60000 2,55 370000 15,70 390¡Error! 16,55 1511607 64,14 2356607
JUNIN 226000 5,21 146000 3,37 995000 22,93 Marcador 6,11 2706442 62,38 4338442
HUANCAVELICA 70000 3,32 3000 0,14 555000 26,33 no 4,98 1374896 65,68 2107896
AYACUCHO 140000 3,17 3000 0,07 1130000 25,58definido.000 3,50 2990104 67,68 4418104
APURIMAC 40000 1,95 3000 0,15 652000 31,72 6,33 1230036 59,85 2055036
CUZCO 415000 5,44 85000 1,11 965000 12,64 265000 10,69 5351909 70,12 7632909
PUNO 276000 3,81 15000 0,21 2565000 35,43 105000 4,84 4032244 55,71 7238244
MADRE DE DIOS 425000 5,42 440000 5,61 1140000 14,54 155000 59,82 1145271 14,61 7840271
AREQUIPA 155000 2,44 230000 3,62 825000 12,99 130000 --- 5142762 80,95 6352762
MOQUEGUA 10000 0,64 3000 1,91 190000 12,09 816000 --- 1340935 85,36 1570935
TACNA 50000 3,28 70000 4,60 75000 4,92 350000 --- 1328193 87,20 1523193
LORETO 540000 1,57 607000 1,76 2229000 6,47 4690000 80,14 3465100 10,06 34456100
UCAYALI 600000 4,50 450000 3,27 1390000 10,43 --- 67,38 1905755 14,42 13320755
---
---
27615000
8975000
TOTAL 4902000 3,81 2707000 2,11 17916000 13,94 48696000 37,89 54300560 42,25 128521560

232
se considera que se extiende desde el nivel del mar hasta los 2 000 ó 2 500
metros de altitud. Para nuestros fines el límite entre la costa y la sierra está
dado por la altitud a partir de la cual hay lluvia suficiente para el desarrollo de
la agricultura, por lo menos en una parte del año, sin necesidad de riego.

La costa peruana tiene una extensión del orden de 140 000 km2 (14
millones de hectáreas) y representa alrededor del 11% de nuestra extensión
territorial. La costa es, desde el punto de vista ecológico, un inmenso desierto.
Predomina la aridez más absoluta. Se dice que una zona es árida (etimológica-
mente, seca) cuando el agua constituye un factor limitante para la superviven-
cia o para el crecimiento económico. WIENER ha señalado bien esto cuando
afirma que "un país se considera árido si la cantidad o la calidad del agua es la
variable que controla su planificación" [178].

En la costa peruana no llueve. Por lo menos, no llueve con la persistencia


y oportunidad que se requiere para el desarrollo de labores agrícolas. Llueve
ocasionalmente, y, entonces, las aguas traen más daños que beneficios. La
costa peruana está cortada por unos 53 ríos, en su mayor parte torrentosos,
de corto recorrido y de régimen irregular (Cuadro 1.6).

En los estrechos valles que forman estos ríos existe ancestralmente


agricultura. Como no hay lluvia, la forma de cultivar la tierra en grandes
extensiones es el riego. El hombre ha cultivado la tierra adaptándose a las
condiciones naturales. El agua que llevan los torrentes costeños depende
directamente de la precipitación en la sierra, que empieza débilmente en
octubre o noviembre y aumenta hasta marzo, decrece en abril y se ausenta
casi totalmente durante varios meses. Esto mismo ocurre con los ríos de la
costa peruana; la mayor parte de ellos sólo tiene agua en cantidades
significativas, si es que no hay sequía, unos pocos meses al año. El año
hidrológico se define generalmente como aquél que empieza en setiembre y
termina en agosto del año calendario siguiente.

Desde la época en la que el hombre se instaló en la costa peruana tuvo


que realizar obras hidráulicas. Ante la ausencia de lluvias y teniendo a su
disposición tierras aptas para los cultivos, el hombre se vio obligado a ejecutar
obras de irrigación que permitiesen su subsistencia. Es decir, aprovechó las
aguas superficiales.

En su esquema más simple las obras de irrigación consisten en captar las


aguas de un río y conducirlas hacia las tierras y efectuar el riego. El hombre
logra así, con su ingenio y capacidad de adaptación, adecuarse al medio en el
que tiene que vivir y hacer producir la tierra a pesar de la ausencia de lluvias.
Desde hace miles de años el hombre construye este tipo de obras en las
regiones áridas. En el Perú hay sistemas de riego que tienen miles de años.

233
Afortunadamente en la mayor parte de la costa peruana el clima no
constituye un factor limitante para la producción agrícola. Usualmente la
temperatura no excede de los 30°-35°C, ni está por debajo de los 15°C. Sólo
en períodos cortos y no muy frecuentes las temperaturas están fuera de este
rango. La velocidad del viento es en general muy pequeña, salvo en algunas
pampas muy expuestas.

En general puede decirse que la costa, si bien no tiene lluvia, reúne en


cambio un conjunto de condiciones climáticas altamente favorables que
permiten el desarrollo de una amplia gama de cultivos. Hay, además, una
importante extensión de suelos que reúne, por su relieve y características, las
condiciones adecuadas para el desarrollo de los cultivos. En realidad la costa
tiene los mejores suelos agrícolas del Perú. Hay, sin embargo, problemas de
salinidad y drenaje en algunas áreas.

La costa tiene 1 140 000 hectáreas aptas para cultivos en limpio y 496
000 hectáreas aptas para cultivos permanentes, lo que hace un total de 1 636
000 hectáreas de tierras apropiadas para fines agrícolas (12% de la extensión
de la costa). El detalle puede verse en el Cuadro 5.7. Lo que la naturaleza
negó es la lluvia, oportuna, persistente y bien distribuida en el tiempo. Los
proyectos de irrigación corrigen esta situación.

En esta región desértica, árida, vive prácticamente la mitad de la población


del país (11 558 204 habitantes, según el censo de 1993, que equivale al
52,2% del total nacional). Allí se ubica la capital de la República, gran centro
urbano, en el que se asienta casi el 30% de la población del Perú, el 69% de la
producción industrial y el 57% del producto bruto interno. Lima es una
metrópoli que expresa claramente el centralismo y sus problemas, pues tiene
el 73% de las camas hospitalarias del país y del personal médico y el 63% de
los institutos científicos y tecnológicos. Los problemas de Lima Metropolitana
han sido analizados por Edgardo QUINTANILLA [128].

Los principales asentamientos humanos de la costa peruana están


cercanos a los ríos, en las áreas que se extienden hasta donde llegan las obras
de irrigación. Esto significa unas 800 000 hectáreas (6% del área de la costa)
en las que, en mayor o menor grado, se practica la agricultura, se ubican las
ciudades y se instalan las industrias. Es el territorio ocupado. Hay, sin
embargo, desarrollos urbanos, industriales o de servicios que están fuera del
área antes mencionada. Su extensión es insignificante. Ejemplos típicos
serían Paita, Talara y Marcona. La gran ventaja que tiene la agricultura de la
costa es su cercanía a los grandes centros de consumo y de exportación.

El 94% restante del área de la costa es un desierto absoluto. La


agricultura sólo podría desarrollarse con riego, y éste tendría que ser total. En
234
la sierra, selva alta y en otros países, el riego es complementario. Unos meses
hay lluvia y, cuando ésta es escasa o no se presenta adecuadamente, se
complementa con riego.

En el Cuadro 5.9 se aprecia en cifras redondas la distribución de la


extensión territorial del país y de la población por regiones naturales. En el
Cuadro 5.10 se presenta los usos actuales y potenciales de las tierras agrícolas
del territorio nacional.

CUADRO 5.9
Extensión y Población de las Tres Regiones del Perú

EXTENSION POBLACION
Millones % Millones %
(ha)
Costa 14 11 12 52
Sierra 39 30 8 36
Selva 76 59 3 12
TOTAL 129 100 23 100

CUADRO 5.10
Uso Actual y Potencial de Tierras por Regiones Naturales del Perú
(En millones de hectáreas)

USO USO ACTUAL INCREMENTO


POTENCIAL POSIBLE

Costa 1,6 0,8 0,8


Sierra 1,0 1,0 0,0
Selva 5,0 1,0 4,0

TOTAL 7,6 2,8 4,8

Las estadísticas mencionan para la costa peruana una densidad de unos


85 habitantes por kilómetro cuadrado. Sin embargo, si rehacemos el cálculo
considerando únicamente la extensión ocupada realmente, y si descontamos la
capital, por su gran efecto de distorsión de cualquier promedio nacional,
obtendríamos para la costa peruana una densidad real de 600 habitantes por
kilómetro cuadrado, que es un valor altísimo, comparable al de Holanda, por
235
ejemplo. Si incluyésemos a Lima, la densidad poblacional de la costa ocupada
subiría a más del doble. La conclusión que obtenemos es que la costa
peruana es en realidad un área densamente poblada.

Según estudios hechos por la antigua Oficina Nacional de Evaluación de


Recursos Naturales (ONERN) las posibilidades de incremento de tierra agrícola
en la costa ascienden a 876 000 hectáreas, con lo que potencialmente se
dispone en la costa de 1 636 000 hectáreas, de las que se cultiva la mitad. La
agricultura de la costa constituye el 50% del producto bruto agrícola nacional.

La sierra tiene una extensión de 391 980 km2 (casi 39 millones de


hectáreas) lo que representa el 30% de la superficie del Perú. El clima es
severo; las temperaturas varían fuertemente del día a la noche; su diferencia
puede ser de unos 20°C ó más, lo que implica algunos grados bajo cero en la
noche. Se presentan ocasionalmente las heladas que destruyen los cultivos.

En la sierra el terreno es muy accidentado; fuertes pendientes, cordilleras,


lagunas y nevados predominan en el paisaje andino. Las tierras aptas para el
cultivo son escasas y dispersas; se limitan a los estrechos valles interandinos y
a algunas mesetas a gran altitud. Los centros de consumo están alejados. Los
medios de transporte son difíciles y costosos. Los taludes inestables y una
cordillera joven y dinámica hacen más difícil las condiciones de vida para un
poco más de la tercera parte de la población del país (7 904 711 habitantes,
según el censo de 1993, que equivale al 35,7% del total nacional). En la sierra
está el 55% de la población nacional dedicada a la agricultura. En la sierra
sólo hay 1 361 000 hectáreas apropiadas para fines agrícolas, según se ve en
el Cuadro 5.7.

Sin embargo, en la sierra llueve con relativa regularidad. Esto permite el


desarrollo de una agricultura de secano, o de temporal, como se le llama en
otros lugares. Secano significa "tierra de labor que no tiene riego, y sólo
participa del agua llovediza". Las lluvias empiezan en octubre o noviembre y
continúan hasta marzo o abril. Este es el período en el que puede haber
agricultura, a excepción de los años de sequía. El resto del año la lluvia es
insuficiente para satisfacer las necesidades agrícolas. Usualmente hay sólo
una cosecha al año.

Recordemos las últimas sequías, muy intensas en el sur, la del año


hidrológico de 1965/66, la de 1982/83 y la de 1991/92. La sequía es terrible,
deja de llover completamente, los arroyos se secan, el ganado no tiene donde
abrevar, los cultivos se marchitan, y finalmente se llega a las situaciones más
dramáticas que se pueda imaginar. Los hombres abandonan la tierra de sus
antepasados y emigran generalmente a la costa. El tema de las sequías es
examinado en el Capítulo 6.

236
Las obras de irrigación son muy poco significativas en la sierra. Es
impresionante ver como se desarrolla la agricultura de secano en laderas muy
escarpadas y en extensiones pequeñísimas.

Desde épocas inmemoriales se usó el sistema de andenes, que permite no


sólo la creación de suelos agrícolas, sino también la protección de las laderas y
la disminución de la erosión. En la sierra hay, más que en la costa, una
heterogeneidad de condiciones. Cada pequeña región o lugar tiene problemas
peculiares en cuanto a clima, suelos, mercados, etc.

En la sierra hay escasez de suelos, en cantidad y calidad. Hay graves


problemas de pérdida de suelos por erosión. Habría que iniciar una activa
campaña de protección de cuencas y reforestación.

MASSON patrocina el rescate de tecnologías tradicionales, especialmente


en lo que respecta a los andenes. "Se ha calculado, en forma relativamente
aproximada, que en la Sierra existen 1 000 000 de hectáreas de andenes en
diverso estado de conservación. Hay andenes en uso (aproximadamente 25%);
andenes abandonados, pero en buen estado de conservación; andenes
desarmados, andenes derruidos o semiderruidos, andenes que sirven para la
admiración turística..." [103].

Se calcula que en la sierra se cultiva en forma precaria hasta un millón de


hectáreas. Las áreas de riego mediante obras de irrigación son una mínima
parte, prácticamente no significativa con respecto al total. Anualmente se
debe dejar fuera de cultivo unas 400 000 hectáreas que permanecen en
descanso (barbecho). La tecnología es en su mayor parte primitiva, los
rendimientos son bajos y la comercialización de los productos es difícil y con
fuertes limitantes.

En la sierra predomina la agricultura de autoconsumo e intercambio. Hay


un poco más de 10 millones de hectáreas con pastos naturales, de bajísima
productividad y fuertemente condicionados a la variabilidad de la
precipitación. Allí se desarrolla una ganadería de pobres rendimientos.

La característica general de la sierra es la escasez de recursos, salvo los


minerales. La agresividad geográfica dificulta la comercialización de los
productos. En la sierra los proyectos de irrigación abarcan extensiones
pequeñas. Las posibilidades de expansión de la frontera agrícola son muy
limitadas; la Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales considera
que son nulas. La alternativa es el aumento de la productividad, vía cambio
tecnológico y afianzamiento hidrológico.

237
El desarrollo agrícola, integralmente entendido, es fundamental. La parte
de ingeniería es por lo general sencilla. Lo difícil está en resolver los otros
problemas que forman parte de una irrigación. El agua, regulada y oportuna-
mente distribuida, en cantidad y calidad adecuadas, suple o complementa a la
lluvia. Pero no basta tener agua. El agua es indispensable, pero no suficiente
para el desarrollo agrícola. En la sierra, en mayor grado que en la costa, se
requiere asistencia técnica y crediticia y las facilidades indispensables para la
comercialización de los productos. De nada valdría, y la experiencia así lo ha
demostrado, construir obras de ingeniería para dar agua, si no se establece
paralelamente un programa de extensión agrícola en el más amplio sentido del
término. Y tampoco bastaría con mejorar la productividad (la producción por
unidad de área), si no se asegura mercados y precios que permitan al
agricultor vivir, desarrollar y progresar, y obtener el bienestar al que todos
aspiramos.

En la sierra siempre se ha dependido de la lluvia, y su abundancia o


escasez ha marcado el destino y la fortuna de sus habitantes.

La sierra, nos dice ZAMORA "ha superado ampliamente su capacidad


agrícola, no siendo posible ampliar o incorporar nuevas tierras al agro en esta
región. Más bien, lo que se requiere son acciones destinadas hacia una auténtica
optimización en el uso de los suelos que se traduzca en un incremento marcado
de su producción. De hecho, el molde agrícola en la región de la sierra requiere
la transformación de la actual situación de agricultura primitiva y de baja
productividad a una agricultura moderna mediante medidas y técnicas eficientes
de manejo del suelo y del agua, asociado a mecanismos de suministro de
asistencia técnica y crediticia, así como la desaparición de la tradicional práctica
del barbecho estimada en 400 - 500 mil hectáreas anuales. Algunos autores
consideran a la Sierra como la región más importante por razones de orden físico,
ecológico, económico, social y cultural. En lo físico, por su gran heterogeneidad
topográfica y de recursos agrícolas, así como por la variedad mineral y
energética; en lo ecológico, por la cantidad y variedad de zonas de vida que
incluye; en lo económico, por ser la región que proporciona mayor cantidad de
divisas por exportaciones, así como por ser la principal fuente energética del país;
en lo social, porque es la región con población más pauperizada del Perú; y en lo
cultural, por ser el asiento principal de la más importante cultura precolombina,
así como por su riqueza tradicional y costumbrista autóctona. A pesar de todo
ello, la Sierra es la región más desatendida del país" [181].

La tercera región natural es la selva, montaña o amazonía; comprende el


59% del área del país. Su población es, sin embargo, pequeña. Apenas el 12%
de los peruanos vive en la selva. Acá llueve fuertemente. El exceso de lluvias

238
produce el fenómeno llamado lixiviación, que es la pérdida de las sales y
nutrientes del suelo por un lavado excesivo. Gran parte de la región está
cubierta de una vegetación exuberante, silvestre. La selva es la región del país
que está sufriendo más intensamente “el impacto de la civilización”. La tala de
árboles, la destrucción de la cobertura vegetal y la pérdida de los suelos
agrícolas es dramáticamente impresionante. En la selva alta se han producido
cambios importantes en el clima. Está ocurriendo lo que hace algunos siglos
ocurrió en la costa peruana a raíz de la conquista europea: depredación de la
Naturaleza. Nuestra selva está siguiendo el mismo camino. Frente a una
agresión tan fuerte, los bosques se convierten en recursos relativamente
renovables.

La Selva Alta incluye las provincias de Jaén y San Ignacio (Departamento


de Cajamarca), Bagua (Departamento de Amazonas), Moyobamba, Rioja,
Lamas, San Martín, Mariscal Cáceres (Departamento de San Martín), Leoncio
Prado y Pachitea (Departamento de Huánuco), Oxapampa (Departamento de
Pasco), Chanchamayo y Satipo (Departamento de Junín), La Convención
(Departamento del Cuzco) y parte de las provincias de Carabaya y Sandia
(Departamento de Puno). El 68% es población rural y el resto población
urbana. La Selva Baja o Llano Amazónico comprende los departamentos de
Loreto, Ucayali y Madre de Dios.

Según el censo de 1993 la selva, con una población de 2 665 551


habitantes (12,1% del total nacional) ha tenido en los últimos años un fuerte
crecimiento poblacional, a razón de 3,3% anual. En cambio, el crecimiento de
la costa ha sido de 2,6% y el de la sierra de 1,3% anual.

Las áreas que constituyen potencial agrícola de alguna importancia están


ubicadas en la selva alta, o ceja de selva. Su explotación es difícil y constituye
una verdadera colonización. Los centros de consumo están alejados y la
comercialización de los productos es difícil.

Se menciona frecuentemente que la selva es rica en recursos forestales y


que tiene 46 millones de hectáreas de tierras de aptitud forestal. En éste un
recurso potencial, de enormes posibilidades, pero no debemos ser demasiado
optimistas. Así, Marc DOUROJEANNI nos recuerda que: “Si bien el 37,9% de
las tierras del Perú tienen aptitud para la producción de maderas y otros
productos forestales eso es sólo fruto de un descarte. Los árboles, como
cualquier otra planta, prefieren las tierras fértiles y crecen más grandes, más
sanos y más rápido en ellas que en las casi estériles tierras amazónicas que se
califican de aptitud forestal. Es así como el industrial maderero del Perú debe
lidiar con más de 3 500 especies de árboles, cada una escasamente representa-
da y en un 95% sin mercado conocido. Además debido a la pobreza de los
suelos y a la referida diversidad biológica, el volumen explotable en el Perú es

239
apenas, en el mejor de los casos, la tercera parte de lo que se saca, sin
esfuerzos mayores, de los bosques templados. Para colmo, más de la mitad de
los árboles de la Amazonía no flotan, complicando los costos de transporte" [50].

Carlos ARAMBURU ha dado importantes recomendaciones para el manejo


de la selva. Entre ellas destacamos las que se señala a continuación, que
como puede verse están muy vinculadas al manejo de los Recursos
Hidráulicos.

Manejo Ambiental: "Es perentorio concientizar a los técnicos y profesionales a


cargo de los proyectos y, luego difundir entre diversos tipos de agricultores, la
noción del medio ambiente como algo susceptible a la degradación y que por lo
tanto debe conservarse. El bosque tropical no es una mina a la que se saquea
hasta su extinción, sino algo que hay que renovar por el bien común..."

Investigación, Extensión y Adopción de Tecnologías apropiadas: "Este


componente nos parece central para propiciar un uso más intensivo, menos
depredador y económicamente más productivo de los recursos amazónicos". Hay
que diseñar paquetes tecnológicos teniendo en cuenta principalmente las
características de las pequeñas explotaciones. "Entre éstas cabe resaltar el
carácter diversificado de la producción, la doble finalidad (consumo y venta) de
los cultivos, el uso intensivo de la mano de obra familiar, la escasez de capital
financiero y técnico, la gran aversión al riesgo derivado de variedades y prácticas
desconocidas y de bruscas fluctuaciones de precios, la ineficiencia de los
sistemas de acopio, comercialización y transporte, etc..."

Organización de la población: “La población debe ser organizada en comités de


protección y manejo de los recursos naturales..." "La idea de conservación no se
riñe con el propósito de uso, sino que es compatible con el concepto de uso
racional...”

Plan de Manejo Ambiental: Los programas de extensión tecnológica deben


incluir medidas de manejo ambiental. "Así como se capacita a los agricultores
en abonamiento y sistemas de riego, se debe instruirlos también en medidas de
manejo ambiental, pero no en forma individual, sino en forma organizada para
que puedan asumirlos colectivamente".

Educación de la Población: Se debe utilizar los colegios y la radio para educar


en materia de manejo ambiental.

Diversificación productiva e integración del mercado regional: En la selva se


debería intentar la satisfacción del mercado local, pues éste va creciendo y
aumenta la dependencia de la Costa. "Por ejemplo resulta absurdo que desde

240
Lima se lleve aceite y desde Arequipa leche evaporada, para que sean
consumidos en Tarapoto..."

Servicios básicos y productivos: "Creemos que es necesario realizar una política


agresiva de servicios que no se limite a los aspectos clásicos (salud y educación),
sino que también incluya la expansión de los de integración de la producción
agrícola, para la creación de una agro-industria y de oportunidades de inversión
que brinden un mayor nivel de valor agregado a los bienes que produce la selva
alta..." "...Como resulta evidente de los planteamientos anteriores, la
problemática social en la Amazonía está íntimamente relacionada con los
procesos ambientales, el sistema económico y la viabilidad de los progresos
técnicos productivos. Por ello, el reto del desarrollo amazónico exige un esfuerzo
de investigación y planificación multidisciplinario, que sea capaz de aprender de
experiencias pasadas y que tome en cuenta prioritariamente las necesidades
percibidas de la población organizada" [2].

De lo expuesto anteriormente sobre las tres regiones del Perú se concluye


lo siguiente. Las tierras cultivadas en el Perú llegan a casi 3 millones de
hectáreas, lo que representa el 2,2% de la extensión del país. Los estudios
hechos por ONERN llegan a la conclusión de que las tierras cultivables,
potencialmente, son 7,6 millones de hectáreas, lo que equivaldría al 6% de
nuestro territorio. Es decir, que podríamos triplicar el área actualmente
cultivada. La mayor de las áreas potenciales de expansión agrícola está en la
selva. Las extensiones mencionadas son pequeñas. Debemos ser conscientes
de que en el Perú la tierra es escasa. Tenemos un país de gran extensión
territorial, pero con áreas aptas la agricultura de poca extensión. Como según
el censo de 1993 la población del Perú es de 22 128 466 habitantes, resulta
que en la actualidad tenemos 0,125 hectáreas por habitante, valor muy bajo si
se le compara con otros países. Si quisiéramos mantener esa bajísima relación
tendríamos que incorporar tierras a la agricultura a razón de 60 000 hectáreas
anuales, sólo para compensar el crecimiento poblacional, que según el censo
de 1993 es de 2,2% anual.

Marc DOUROJEANNI se pregunta "El Perú... ¿un país agrícola?...Las tierras


aptas para la agricultura son el recurso natural de mayor escasez en el Perú"...
"Francia, con más del 40% de su ámbito capaz de mantener una agricultura
sostenida, si es un ejemplo de un verdadero país agrícola". Debemos recordar,
señala el mismo autor, que "el Perú es uno de los países con menos potencial
agropecuario en toda América latina. Y no hay nada extraño en ello cuando se
tiene presente que nuestro país es la suma de desiertos, alta montañas y selvas
tropicales. La confusión deviene de una mala educación, que ha confundido los
esfuerzos extraordinarios de nuestros antepasados prehispánicos por superar la
deficiencia de recursos de suelo y agua, con la abundancia de estos" [50].

Los valores antes señalados nos indican claramente la importancia del

241
problema y tienen que obligarnos a preguntarnos si es posible aspirar a
crecimientos tan altos de la frontera agrícola, o debemos buscar soluciones
alternativas. Chile tiene casi 6 millones de hectáreas cultivadas y Argentina
posee 34 millones de hectáreas. Valores bastantes mayores que los nuestros
[32].

Respecto al incremento potencial de 4,6 millones de hectáreas ZAMORA


ha escrito lo siguiente: “Esta extensión adicional de tierras cultivables podrá
parecer escaso, pero, representa un área superior a las superficies territoriales de
los Países Bajos (Holanda) y Dinamarca en forma individual, países estos
eminentemente agrícolas y de elevada producción agrícola por unidad de área.
Aún más, cabe indicar que la suma de ambas extensiones territoriales coincide
con nuestro total cultivable nacional y que la población de dichos países es de 20
millones de habitantes, cifra poblacional idéntica a la del Perú (1984).

Lo arriba expuesto hace reflexionar que el desarrollo de nuestra agricultura,


dentro de un contexto integral, no debe estar exclusivamente dirigido a la cuantía
del recurso suelo agrícola, sino a la eficiencia o a la optimización con que éste sea
manejado" [181].

Definitivamente, nuestros recursos de tierra son escasos, y los de agua,


costosos de aprovechar. No nos queda otro camino que aumentar el
rendimiento de la tierra y el agua disponibles. Hay que aumentar la eficiencia,
hay que hacer que cada metro cúbico de agua y cada hectárea produzca más.
Esta tiene que ser una decisión natural.

5.4 Esquema General de un Proyecto de Irrigación


En la Figura 5.1 se muestra un esquema de la ingeniería de un proyecto de
irrigación simple (Esquema "A"). Las aguas de un río son captadas en la obra
de toma (bocatoma) y conducidas por el canal de derivación hasta la zona de
riego. Viene luego el sistema de distribución; se realiza entonces el riego, la
aplicación del agua al suelo. Se crean así las condiciones para el desarrollo
agrícola y, eventualmente, pecuario. El exceso de agua de riego debe ser
colectado por un sistema de drenaje (avenamiento) y conducido fuera de la
zona de riego. Irrigación y drenaje son dos conceptos que van juntos.

GARBRECHT en un interesante estudio sobre las lecciones que nos ofrece


la historia con relación a las antiguas obras hidráulicas señala lo siguiente:
“Por lo que a la agricultura de los terrenos irrigados respecta, a través de los
milenios siempre ha habido dos amenazas pesando sobre este sistema de
predios labrantíos, a saber: la sedimentación de los canales y la acumulación de
lo depósitos salinos en el suelo" [58].

242
243
Sistemas como el del Esquema "A" se han construido y operado en la costa
peruana desde épocas inmemoriales. Estos sistemas implican una redistribu-
ción espacial del recurso agua. La redistribución espacial significa trasladar el
agua de una fuente al lugar en el que se la necesita. Indudablemente que las
aguas captadas pueden servir también para el abastecimiento poblacional e
industrial. Puede también imaginarse que si las condiciones topográficas e
hidrológicas lo permiten se instale una central hidroeléctrica.

En este tipo de proyecto (Esquema "A") se usa los escurrimientos


superficiales existentes, sin obras de regulación. Sistemas como éste
dependen de las disponibilidades de agua en el río, pues se aprovecha la
capacidad autorreguladora de la cuenca.

El Esquema "A" es el fundamental en un proyecto de irrigación. Con este


esquema, lo decíamos antes, se han construido y desarrollado en la costa
peruana y en todo el mundo muchas obras de irrigación. Así por ejemplo, en
Tumbes se construyó la irrigación de la margen izquierda. Las obras
principales son dos: una bocatoma sobre el río Tumbes y un canal de
derivación. De este canal sale el sistema de distribución. Las obras
mencionadas se construyeron en este siglo a partir de la década de los años
cuarenta. Muy cerca hay otras captaciones por bombeo, que vencen un
desnivel de unos cuarenta metros. El valle de Tumbes tiene abundante agua;
no es, pues, el recurso hidráulico un limitante para la producción agrícola. El
agua, lo hemos dicho varias veces, es indispensable para la agricultura, pero
no es suficiente. Hacer agricultura es hacer empresa, es invertir, es trabajar.
Corresponde al Estado crear las condiciones para que el desarrollo tenga éxito.
En el valle de Tumbes hay agricultura bajo riego desde hace miles de años,
pero el río continúa subutilizado. Apenas si se emplea unos 10 m3/s, sin
embargo, el río tiene en promedio más de 100 m3/s.

En el valle del Chira, también caudaloso con más de 100 m3/s de


promedio plurianual, se construyó a principios del siglo XX el canal Miguel
Checa, para la irrigación de la margen derecha del valle. El proyecto fue
realizado por el ingeniero del Estado don Manuel A. Viñas y Reyes [30]. El
canal fue construido sin revestimiento; y la bocatoma, sin barraje. Esta
importante obra tuvo un enorme impacto en el desarrollo agrícola de la
margen derecha del valle. Tuvieron que pasar 70 años para que se
construyese la presa de Poechos sobre el cauce del río Chira. Esta presa
reguladora tuvo dos consecuencias beneficiosas: se resolvió el problema de la
captación, que era penoso debido al gran caudal del Chira, a la presencia de
enormes cantidades de sólidos y a no disponerse de una presa derivadora; y de
otro lado, la presa reguladora permitió disponer de agua a voluntad. Hasta ese
momento sólo se utilizaba un pequeñísimo porcentaje de las aguas del río
Chira. Ahora se ha remodelado el canal, revistiéndolo en concreto y mejorando
sus obras de arte.

244
En el siglo XIX se captó las escasas aguas del río Uchusuma, de la cuenca
del Maure, a más de 4000 m de altitud y se condujo el escasísimo caudal
aprovechable, muy inferior a 1 m3/s, por un largo canal, que atraviesa
territorio chileno y que llega finalmente a la quebrada de Vilavilane. El destino
final de las aguas es Tacna, donde la escasez de agua era y es todavía notable,
ahora más que nunca, dado el fuerte aumento de las demandas urbanas y el
pequeño, aunque constante aporte del río Caplina, que según dicen en lengua
aborigen significa el que no llega al mar.

El número de ejemplos podría aumentar enormemente, pues este sistema


(Esquema "A") se usa muchísimo y es el que permitió el desarrollo de la
agricultura bajo riego en zonas áridas como la costa peruana.

La redistribución espacial que mencionábamos antes puede ser dentro de


la misma cuenca, como es el caso del canal de la margen izquierda del río
Tumbes o el canal Miguel Checa en Piura, y muchísimos otros más, o bien la
redistribución puede ser de una cuenca a otra u otras. Hay así una cuenca
cedente y una o más cuencas beneficiadas. Ejemplo típico de este último caso
es la derivación de las aguas del río Chira al río Piura, mediante un canal de
54 kilómetros de longitud. Pero la redistribución espacial puede ser más
profunda y realizarse de una vertiente a otra. Mencionamos antes como es
que las aguas del río Uchusuma, de la vertiente del Lago Titicaca, se trasvasan
a la vertiente del Pacífico. El Proyecto Tinajones usa aguas de la vertiente
atlántica trasvasadas por el túnel Chotano. El abastecimiento de agua para
Lima está previsto mediante un trasvase de las aguas del río Mantaro, que
pertenece a la vertiente atlántica.

Una variante del Esquema "A", que venimos comentando, consiste en que
la captación sea mediante una planta de bombeo. La alternativa con una
bocatoma convencional es una cuestión económica. Esta alternativa se origina
en el hecho de que para poder regar determinadas tierras ubicadas a una
cierta cota se debe captar las aguas del río a una elevación conveniente. En
algunos casos esto implicaría grandes longitudes de canal, pues habría que ir
muy hacia aguas arriba en el río. Se opta entonces por una estación de
bombeo. También habría la posibilidad de construir una presa derivadora de
gran altura, de modo de conseguir así la altura necesaria para una derivación
por gravedad. Las variantes antes mencionadas deben examinarse a la luz de
un análisis económico. Naturalmente que antes debe haberse demostrado que
cada una de las probables soluciones sea técnicamente viable. Una derivación
por bombeo tiene la ventaja de que puede desarrollarse fácilmente por etapas,
en la medida en la que vayan creciendo las necesidades por aumento del área
regada [45].

245
Una planta de bombeo, a diferencia de una bocatoma, necesita energía.
Esta energía, que puede ser de origen térmico o hidráulico tiene un costo que
debe ser absorbido por el proyecto.

El Esquema "A", cuyas características principales venimos exponiendo, se


caracteriza porque no cuenta con obras de regulación. A veces se trata de ríos
de gran caudal, perennes, en los que no hay problema hidrológico alguno para
derivar los caudales que requiere la irrigación. En otros casos, muy numero-
sos, se aprovecha ríos de gran irregularidad en sus descargas; muchas veces
simplemente quebradas. Entonces la satisfacción de la demanda depende de
la oferta natural de agua. Esto trae como consecuencia que por lo general sólo
pueda haber una campaña agrícola importante al año y que se sufra
permanentemente la posibilidad de una sequía. Es en estas circunstancias
naturales donde se origina el fenómeno que hemos expuesto en otro lugar: en
las zonas bajo riego, sin regulación, el área de producción agrícola varía
fuertemente de un año a otro. Esta variación tiene consecuencias negativas
para la economía agrícola.

Los sistemas de irrigación, sin regulación, se caracterizan porque por lo


general sólo se utiliza un porcentaje pequeño de la masa hídrica disponible en
el río, debido a la irregularidad de las descargas y a su concentración en
determinados meses y años. De otro lado, el éxito de estos sistemas está
vinculado al de la obra de toma [149].

Una variante del esquema de irrigación que venimos exponiendo consiste


en la incorporación de un sistema de regulación lateral. (Esquema "A1"). Esto
significa que luego de captadas las aguas disponibles en el río son conducidas,
parcialmente, a un vaso de almacenamiento, de donde son posteriormente
derivadas para el riego. Así opera, por ejemplo, el Proyecto Tinajones (en la
etapa actualmente construida). Este esquema, con regulación lateral, es el
que se ha previsto para los proyectos CHAVIMOCHIC Y CHINECAS. Para el
primero se ha considerado el embalse lateral de Palo Redondo y para el
segundo el de Cascajal. Se efectúa así, además de una redistribución espacial,
una redistribución temporal del recurso agua.

Denominamos Esquema "B" a aquel en el que se produce la regulación


de las aguas mediante un embalse construido sobre el lecho del río. De esta
manera se puede lograr un alto grado de aprovechamiento del agua. Tal es el
caso de la presa de Poechos sobre el río Chira, la de Gallito Ciego sobre el río
Jequetepeque y otros más. Ver Figura 5.2.

La ingeniería tiene un reto muy importante para lograr el


aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos [39, 55,162]. Sin embargo, no
debemos perder de vista que las obras, los proyectos, deben concebirse y
desarrollarse dentro de planes armónicos.

246
247
5.5 Problemática de las Grandes Irrigaciones de la
Costa Peruana

Las grandes irrigaciones de la costa peruana constituyen cada una un


problema especial y una historia particular. Su realización no ha correspondi-
do a ningún plan. El orden de su ejecución ha sido función de factores
circunstanciales. Generalmente los agentes políticos y/o financieros han
jugado un papel muy importante.

Las grandes irrigaciones de la costa peruana tienen ciertos elementos


comunes que, a grandes rasgos, podrían dibujarse así: [155]

Grandes Obras de Infraestructura

En general las grandes irrigaciones de la costa peruana constituyen Proyectos


de Desarrollo cuyas obras de infraestructura tales como presas, bocatomas
desarenadores, canales, túneles y otras son de magnitud considerable. La
expresión magnitud considerable significa que su tamaño, tiempo de
construcción y costos, exceden largamente a los correspondientes a las
estructuras de este tipo que usualmente se construyen, y sus características
coinciden con las de obras importantes en cualquier parte del mundo. Lo
mismo puede decirse de los problemas relativos a su diseño y operación.

Son varios los factores que podrían explicar esta característica. Las
condiciones peculiares de nuestra geografía, el régimen irregular de las
descargas de los ríos y de las precipitaciones son algunos de los factores más
importantes para explicar esta característica.

Así por ejemplo, se prevé que para el aprovechamiento del río Puyango-
Tumbes en su componente peruano, será necesario construir una presa que
crea un embalse de 3200 millones de metros cúbicos (Presa de Cazaderos).

La presa de Poechos, sobre el río Chira, tiene casi 10 km de longitud y la


capacidad de evacuación de los aliviaderos es de 15 800 m3/s. La presa de
Poechos tiene una aliviadero de compuertas capaz de evacuar 5 000 m3/s, el
que se complementa con un aliviadero fusible para 10 000 m3/s. La
construcción de esta presa tomó 5 años y se usó 9 millones de metros cúbicos
de materiales. La presa de Gallito Ciego, estructura principal del Proyecto
Jequetepeque-Zaña, tiene una altura de 105 m y es la más alta del país.

A pesar de que los ríos de la costa tienen en promedio una masa hídrica
muy importante, su aprovechamiento es costoso y difícil por la irregularidad de

248
las descargas, la distribución espacial de los recursos y otros factores que
hemos venido señalando. De acá que los grandes proyectos de irrigación de la
costa peruana tengan que recurrir muchas veces a complejas y costosas obras
de trasvase desde la cuenca atlántica.
El estudio del túnel trasandino del Proyecto Olmos considera para éste
una longitud de 19 km, una sección circular de 4,8 m de diámetro y prevé que
durante su construcción se presentarán importantes problemas debido a las
condiciones topográficas, geológicas, hidrogeológicas y de otro tipo existentes
en el área. Se espera encontrar aguas termales, gases, elevadas presiones del
orden de 150 a 180 atmósferas y temperaturas de 55°C. El tiempo de
construcción previsto, luego de resueltos los problemas financieros, es del
orden de 10 años. Pero el proyecto tiene además otros túneles: Tabaconas de
2,6 km, Manchara de 6,2 km y Shumaya de 11,3 km, lo que hace un total de
casi 40 km de túneles para el Proyecto Olmos [161].

Asimismo los proyectos Alto Piura, Tinajones, Jequetepeque-Zaña,


Pampas y Majes, entre otros, tienen obras para conducir el agua de la hoya
amazónica a la cuenca del Pacífico. Son obras costosas y difíciles que
muestran la intensidad con la que se necesita modificar las condiciones
naturales, perforar los Andes y conducir el agua a lo largo de cientos de
kilómetros.

Las grandes obras de infraestructura muestran con gran nitidez el


esfuerzo gigantesco que tiene que hacer el hombre para corregir la Naturaleza,
es decir para traer agua desde zonas muy lejanas y con ello crear las
condiciones para el establecimiento y progreso de los asentamientos humanos.

El proyecto CHAVIMOCHIC, que aprovechará junto con la irrigación


CHINECAS las aguas del río Santa, tiene prevista una larga y costosa
conducción que atraviesa cuatro valles y termina en las pampas de Paiján y
Urricape con una longitud de 280 km, de los cuales aproximadamente el 25%
está constituido por túneles, según el estudio respectivo. En lo que respecta a
las grandes obras de infraestructura es muy conocido el caso del proyecto
Majes.

En conclusión, pues, las grandes irrigaciones de la costa implican la


construcción de grandes obras, costosas y difíciles, cuyo tiempo de ejecución
es largo. Estas obras representan un uso intenso de equipo pesado y el
componente de moneda extranjera es elevado.
Las obras de infraestructura no son solamente grandes en tamaño, sino
también en problemas. Las condiciones naturales en la costa peruana son
sumamente adversas. La región es sísmica, el régimen de los ríos, irregular y
torrencial, la erosión de las cuencas es severa, lo que motiva un transporte

249
sólido fluvial intenso.
El diseño de las estructuras debe acometerse utilizando todos los recursos
que las ciencias y las técnicas contemporáneas nos ofrecen. Así por ejemplo,
en lo que respecta a cimentaciones se debe investigar cuidadosa y
exhaustivamente las condiciones del subsuelo. El diseño sísmico debe hacerse
a la luz de las investigaciones y técnicas más recientes y de las observaciones
del comportamiento estructural como consecuencia de los últimos sismos. En
el aspecto hidráulico y sedimentológico se dispone de una valiosa herramienta
que es el estudio e investigación del comportamiento de las estructuras en un
modelo hidráulico [151].

Con respecto a la investigación en modelos hidráulicos debe recordarse


que desde 1964 se encuentra en funcionamiento el Laboratorio Nacional de
Hidráulica, proyecto de Daniel Escobar, que tuvo su origen en el Convenio
celebrado entre la Universidad Nacional de Ingeniería y la Dirección de Aguas e
Irrigación del Ministerio de Fomento y Obras Públicas, el 12 de febrero de
1960. Es significativo que el Laboratorio naciese y se desarrollase, dentro de la
Dirección de Irrigación. En su Reglamento de 1967 se estableció que el
Laboratorio debía "realizar estudios en modelos de los fenómenos hidráulicos
que se requiera investigar para los proyectos y obras de la Dirección de
Irrigación" así como de otras entidades. En la actualidad el Laboratorio es una
dependencia de la Universidad Nacional de Ingeniería.

En el desarrollo de la primera etapa del Proyecto Chira-Piura se realizaron


varios modelos hidráulicos cuyos resultados permitieron perfeccionar los
diseños. Durante la segunda etapa del proyecto se construyó la bocatoma Los
Ejidos, de la que se hicieron dos modelos hidráulicos: uno general y otro de
detalle. La ejecución de ambos modelos se realizó después de la construcción
y puesta en marcha de la bocatoma, al observarse que durante los eventos
extraordinarios de 1983 se produjeron fuertes erosiones y la destrucción del
aliviadero fijo. Hace años sucedió algo similar con la bocatoma de la Central
Hidroeléctrica de Machu Pichu, cuyo modelo se realizó después de observar
problemas sedimentológicos en la captación. También ocurrió lo mismo con la
bocatoma de Pitay del Proyecto Majes, cuyo modelo fue realizado en el
Laboratorio Nacional de Hidráulica, después de haber observado un deficiente
comportamiento de la captación. Sin pretender hacer muy larga ni exhaustiva
esta relación recordamos el sistema de disipación de energía en cascadas del
proyecto Tinajones, cuyo modelo fue realizado después de la obra.

Estos ejemplos, y otras consideraciones que podrían añadirse, nos indican


la conveniencia y ventaja de las investigaciones en modelo cuando se trata de
obras grandes, costosas e importantes.

250
Financiamiento Externo

Las grandes obras antes mencionadas se han ejecutado, o se están


ejecutando, con financiamiento externo. Estos financiamientos, o préstamos,
tienen diversas modalidades. El proyecto Chira-Piura en su primera etapa
(presa de Poechos, canal de derivación y sistema troncal de drenaje del Bajo
Piura) fue financiado en un 65% por la empresa constructora con participación
del Yugobank. La segunda etapa (presa derivadora Los Ejidos en el río Piura,
defensas fluviales y sistema de distribución y drenaje secundarios) fue
financiada por el mismo grupo yugoslavo, pero sólo en un 50%. Para la
segunda etapa hubo intervención del Banco Mundial en una pequeña
proporción.

Los estudios del Proyecto Puyango-Tumbes se realizaron con financia-


miento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Corporación
Andina de Comercio (CAF). Los estudios del Proyecto Olmos fueron financia-
dos, en su primera versión, por la FAO y en la factibilidad y definitivo de la
primera etapa, por la desaparecida Unión Soviética. El Proyecto Tinajones fue
financiado por el gobierno alemán, a través del KFW (Kreditanstalt für
Wiederaufbau). El Proyecto Jequetepeque, en su primera etapa, fue financiado
parcialmente por el mismo banco alemán. Para el financiamiento de la
primera etapa de la irrigación de las pampas de Majes y Siguas fue necesario
que junten sus esfuerzos cinco países.

Se concluye, pues, que la ejecución de los grandes proyectos de irrigación


de la costa peruana depende fuertemente del financiamiento externo. Otros
proyectos están a la espera de su realización por falta de financiamiento. Por
lo general el aporte externo, que es un préstamo, debe complementarse con
una partida presupuestal proveniente del Tesoro Público.

El análisis y planeamiento de las grandes irrigaciones desde el punto de


vista de su financiamiento es sumamente importante. Lo ideal sería como lo
venimos señalando reiteradamente hacer un Plan de Aprovechamiento de los
Recursos Hidráulicos y buscar los financiamientos de acuerdo a las priorida-
des establecidas. Si hubiese participación privada sería mayor la necesidad de
un Plan.

Dependencia Tecnológica Externa

Al tener que ser financiadas en el exterior estas grandes obras, los países,
bancos y agencias de préstamo han venido imponiendo sus propias condicio-
nes. Si bien es cierto que la concepción de todos los grandes proyectos de
irrigación ha sido hecha y estudiada en el terreno a lo largo de este siglo por

251
ingenieros peruanos de la antigua Dirección de Aguas e Irrigación, también lo
es que al pasar a la etapa de estudios definitivos y de construcción la
participación real e institucional de la ingeniería nacional ha sido pequeña en
la mayoría de las veces [124].

En muchos proyectos los cálculos, diseños y planos fueron ejecutados


muy lejos del Perú. Esto es grave por varias razones. Se crea un círculo
vicioso: la ingeniería nacional no participa porque no tiene experiencia y no
tiene experiencia porque no participa.

Los diseños han sido desarrollados en Londres, Belgrado, Moscú, Milán,


Tokio y otras ciudades de países cuya realidad geográfica es diferente. Nuestra
Naturaleza es difícil y a lo largo de los siglos vamos aprendiendo a convivir con
ella. Nuestros ríos, agrestes y poco conocidos, deben merecer un tratamiento
especial. La sismicidad de la región, nuestros hábitos de operación y
mantenimiento de las estructuras, todo, en suma, lo que interviene, no debe
ser acometido por ingenieros extranjeros de países en los que no tienen, ni han
visto jamás el tipo de problemas que ocurre en nuestras obras. El costo de las
obras, vinculado tan estrechamente a las condiciones de financiación, hace
que éste suba extraordinariamente.

Como si todo esto fuera poco, una vez terminadas las obras, la no
participación, intensa y real, de empresas e ingenieros nacionales, hace muy
difícil el mantenimiento, operación y control de las grandes estructuras,
pretendiéndose establecer a través del nexo umbilical una dependencia
permanente que no es conveniente.

Para ilustrar con algunos ejemplos lo señalado tenemos que el estudio de


factibilidad del Proyecto Chira-Piura fue hecho por una empresa norte-
americana y el estudio definitivo por una yugoslava; el estudio de factibilidad
de Olmos estuvo a cargo de una empresa italiana y el proyecto definitivo fue
hecho por dos firmas soviéticas; los proyectos de Tinajones y Jequetepeque
fueron ejecutados por una empresa alemana, el proyecto Pampas por
empresas españolas, el proyecto Majes por una firma italiana y los estudios de
los aprovechamientos hídricos en Tacna y Moquegua fueron realizados por
firmas japonesas.

Escasez de datos básicos

Los datos básicos de Hidrología, Sedimentología, Sismología, Meteorología y


otros, que sirven para diseñar y dimensionar las obras son escasos. Esto
significa que, muchas veces, se dispone de pocos años de registros, de un
limitado número de estaciones de control y lo que es más grave, la confiabili-

252
dad de estos datos es baja. Estos problemas no son sólo del Perú, sino que
constituyen característica común de todos los países pobres. Esto crea un
conflicto técnico.

Walter GOMEZ LORA al señalar diversos aspectos concernientes al


aprovechamiento del agua señala que "la evolución dinámica de este recurso
necesariamente está ligada a la forma como se mide este elemento en su
cantidad y calidad y, esto se relaciona con la funcionabilidad y operatividad de
una red hidrometeorológica nacional. En el Perú existe un déficit de 600
estaciones hidrométricas ($ 60 000 por estación) para cumplir con los requeri-
mientos mínimos de una adecuada medición de los caudales, sin considerar que
las estaciones existentes no tienen una adecuada operatividad y mantenimiento
debido en su mayor parte a un escaso presupuesto que limita esta tarea; razón
por la cual la información de caudales existentes en su mayor parte, sólo ha sido
estimada y la que se ha medido no cuenta con un período uniforme o está
sobreestimada en los meses de avenidas. Por tanto esta información presenta
deficiencias y al ser utilizada en proyectos hidráulicos, los caudales de diseño no
reflejan el real escurrimiento de la fuente de agua, permitiendo el sobredi-
mensionamiento de las obras y en algunos casos dificultando la sustentación
técnica del proyecto" [67].

Los métodos de cálculo desarrollados en los países adelantados requieren


de registros largos y confiables. Entre nosotros ocurre todo lo contrario.
Lamentablemente no siempre se combina adecuadamente la técnica más
avanzada con la ingeniería autóctona, que está en mejores condiciones para
desenvolverse con datos escasos y poco confiables, dado su conocimiento del
país.

Cuando es importante desarrollar de inmediato un proyecto y los datos


básicos son escasos no queda otro camino que aumentar los coeficientes de
seguridad con el consiguiente incremento de costos y riesgos.

El proyecto Pampas tiene una debilísima sustentación hidrológica, por


ausencia de mediciones. El diseño definitivo de la presa de Limón, del
proyecto Olmos, se realizó con tres o cuatro años de registros sedimentológi-
cos. Algo similar ocurrió con la presa de Poechos en actual funcionamiento
[153]. En muchos proyectos se recurre a correlaciones de dudosa confiabilidad.
El cálculo de máximas avenidas debería estar respaldado por cuidadosos y
largos registros limnigráficos, sin embargo esto no ocurre generalmente. Para
el desarrollo de algunas grandes irrigaciones carecemos de estudios de campo
sobre eficiencias de riego, consumo de agua y datos de evaporación, entre
otros.

253
Transcribimos a continuación algunos párrafos del discurso que nos tocó
pronunciar con ocasión de la inauguración del V Congreso Latinoamericano de
Hidráulica: “Latinoamérica presenta, en su relación con la naturaleza y en su
ubicación socioeconómica, problemas muy especiales, no comunes a los que
confrontan o confrontaron otros continentes y otras regiones hoy integralmente
desarrolladas. Nuestros problemas hidráulicos son casi propios y sus soluciones
demandan enfoque y metodologías exclusivas. Por otra parte, la técnica utilizada
en los países ya económicamente ricos, para planear y poner en ejecución sus
complejos hidráulicos, resulta ahora obsoleta si se tiene en cuenta que ella
correspondió a la existente hace casi medio siglo. Nosotros, al igual que ellos
tenemos que ubicarnos en el tiempo, pero dentro de nuestro propio problema. En
Latinoamérica suelen presentarse proyectos hidráulicos que en muchos aspectos
de magnitud y complejidad, sobre todo, superan a los construidos en los países
industrializados, y lo que es más, mientras éstos operan con la información fría,
pero altamente eficaz de la estadística obtenida a través de muchos años de
observación, nosotros debemos recurrir a los artificios y especulaciones técnicas
para integrar, a base de unos pocos datos, los largos registros sustitutorios de la
información de carácter histórico". "La problemática latinoamericana, conjugada
con el reto de los Andes y con su explosivo crecimiento, demandan esfuerzos
para liberarnos de la dependencia tecnológica. Recientes estudios de la
Organización de los Estados Americanos, demuestran que Latinoamérica invierte
anualmente unos 700 millones de dólares en la importación de técnica. Implica
esto que el 90% de la técnica utilizada en Latinoamérica proviene de los Estados
Unidos y de Europa. Esta situación, grave ya, tiende a incrementarse según los
estudios de la misma fuente de información. Tenemos, pues, que aunar
voluntades, esfuerzos y medios para mejorar la condiciones de adquisición
tecnológica con la mira puesta en el objetivo final que no debe ser otro que el de
desarrollar nuestra propia técnica. En la era en que vivimos la independencia
política sólo puede basarse en la independencia económica y ésta a su vez sólo
puede existir apoyada en una sólida independencia tecnológica y científica" [141].

Hay quienes piensan que gastar en investigaciones básicas es botar el


dinero. Todo lo contrario, es una inversión de lo más rentable y útil para
planificar nuestro futuro.

Tratamiento Puntual y Parcial del Proyecto

Por lo general las grandes, y a veces únicas, inversiones y acciones se realizan


en la infraestructura mayor para regular, captar, conducir y distribuir el agua.
En una proporción mucho menor se atiende al manejo de los suelos, al
drenaje, al desarrollo agrícola y a otros aspectos. Por último, prácticamente no
se atiende, estudia ni conoce la parte alta de la cuenca. La cuenca, que

254
colecta y regula el agua de las lluvias, no es objeto de ningún tratamiento en
relación con los proyectos millonarios que se ejecutan en la parte baja.

Julio GUERRA, quien fue Director General de Aguas, ha insistido en


señalar la desproporción que existe entre nosotros entre los montos asignados
para proyectos de irrigación y aquéllos que corresponden a otras actividades
conducentes a obtener un mayor beneficio de la capacidad agrícola instalada.
Así, "El análisis de la inversión total ejecutada (1975-80) y programada (1981-
82), en soles corrientes, muestra: a) Una altísima concentración de la inversión en
la actividad irrigación. En la mayor parte de los años ésta supera el 85%; el
saldo (15%) le corresponde a las actividades (I) conservación de suelos; (II)
desarrollo y asentamiento rural; (III) forestal y fauna; (IV) comercialización; (V)
investigación; (VI) extensión y fomento agropecuario. b) También en la mayor
parte de los años, más del 96% de la inversión asignada a la actividad irrigación,
fue insumida por los proyectos de riego, recayendo casi el 80% de ésta en tres
grandes proyectos: Chira-Piura, Tinajones y Majes..." [70].

Estos comentarios deben ser evaluados debidamente dentro de la más


amplia perspectiva posible. Así, Chira-Piura es fundamentalmente un
proyecto de mejoramiento de riego, incluyendo ciertamente el drenaje y otros
aspectos asociados a una irrigación. En Tinajones, aunque en menor
proporción, ocurre algo parecido. Sólo Majes es un proyecto típico y exclusivo
de ampliación de la frontera agrícola. Tanto en Chira-Piura como en
Tinajones, las grandes obras de infraestructura resultan ser indispensables
para el mejoramiento del riego y drenaje. La ampliación de la frontera agrícola
resulta ser un añadido, un beneficio adicional, pero no es la razón de ser de
estos proyectos.

Resulta, sin embargo, preocupante que en más de veinte años no se haya


terminado ninguno de los tres proyectos. Es, asimismo, interesante señalar
que dos de ellos, Majes y Tinajones, requieren de recursos hidráulicos
trasandinos y el tercero de ellos, Chira-Piura, se ha desarrollado dentro de un
Convenio Internacional. Para el éxito de estos proyectos se requiere, además
de terminarlos, un tratamiento integral como el reclamado justamente por el
autor cuyas palabras comentamos.

Julio GUERRA ha explicado detalladamente los problemas de manejo y


conservación de los recursos y de operación y mantenimiento de la infraestruc-
tura de riego. Según dicho autor hay dos grupos de problemas: "I) Mal manejo
y conservación de los recursos agua-suelo; y II) deficiente operación y
mantenimiento de los sistemas de riego" y señala que "Los efectos de los
problemas enumerados se traducen en altas pérdidas de agua en la conducción,
distribución y uso; pérdida gradual del potencial productivo del suelo (salinidad,

255
empantanamiento y erosión); rápido deterioro de las estructuras, canales de
riego y drenaje; cuya resultante se traduce en una disminución progresiva de la
producción y productividad agrícola" [70]. Todo esto debe hacernos pensar y
actuar.

Un gran proyecto de irrigación tiene un impacto ambiental que debe ser


cuidadosamente estudiado, pero también tiene un impacto socioeconómico
que debe ser analizado y evaluado.

Hay muchos problemas no resueltos. ¿Cuál es el impacto de la produ-


cción agropecuaria de un proyecto en el mercado nacional? ¿Qué ocurriría si
se pusiese en ejecución todos nuestros grandes proyectos? Cada uno tiene su
estudio de factibilidad. Cada uno tiene su cédula de cultivo óptima. Pero cabe
preguntarnos ¿es qué todo esto es compatible? CHAVIMOCHIC tiene un
estudio de factibilidad, CHINECAS también lo tiene. Pero, si se ponen en
marcha los dos proyectos, ¿cuál será el desarrollo agrícola resultante?

Cada gran irrigación debería concebirse y desarrollarse como un gran


Proyecto de Desarrollo Regional. Hacer irrigaciones no es, no debe ser,
quedarnos en la construcción de grandes obras. Una gran irrigación sólo se
justifica en la medida en la que, vía disponibilidad del recurso agua, en la
cantidad, calidad y oportunidad requeridas, se crea las condiciones para un
desarrollo agroindustrial y económico muy amplio, que permita el máximo
valor agregado para los productos y que esto conduzca a mejorar las
condiciones de vida de la población.

Incumplimiento del Plan Propuesto

Las grandes irrigaciones se realizan por etapas, pero deben concebirse como
un todo. Por lo general se consigue financiación para la primera etapa, o una
parte de ella, y el resto queda en idea durante muchos años. Debe tenerse
presente que cada etapa de un proyecto debe ser una etapa de desarrollo.

El Proyecto Tinajones culminó su primera etapa en 1968. La segunda


etapa no está en ejecución. Para el proyecto Jequetepeque se financió una
parte de la primera etapa, pero la segunda etapa sigue a nivel de factibilidad.
En el Proyecto Majes se están culminando las obras de la primera etapa, pero
falta la costosa segunda etapa.

Estos tres ejemplos tienen en común que su segunda etapa implica el uso
de aguas de la vertiente del Atlántico. En Tinajones esto se ha logrado
parcialmente con los pequeños aportes de la vertiente amazónica trasvasados
a través de los túneles Chotano y Conchano, pero falta la derivación principal,

256
por la importancia de su aporte hidráulico, que es la del Llaucano. Sin
embargo, se ha construido sobre el río Chancay la Central Hidroeléctrica de
Carhuaquero que no está convenientemente afianzada desde el punto de vista
hidrológico.
En el Proyecto Jequetepeque-Zaña se ha construido la gran presa de
Gallito Ciego, pero falta la derivación trasandina de los ríos Namora y
Cajamarca, que permitirán el pleno desarrollo agrícola del proyecto y la
realización de sus metas agrícolas e hidroenergéticas.

En el Proyecto Majes sólo podrá alcanzarse su meta de 60 000 hectáreas


brutas y las dos centrales hidroeléctricas previstas, cuando se construya la
presa de Angostura, en Apurímac y se trasvase sus aguas para integrarse al
sistema existente.

Del proyecto Chira-Piura se ha realizado sus dos primeras etapas, pero


sigue manteniéndose la paradójica situación, de que el valle menos beneficiado
sea el Chira, siendo el que tiene la mayor parte del agua disponible. Está en
ejecución la tercera y última etapa del Proyecto, que beneficiará precisamente
a este valle.

Se ha construido una parte del Proyecto CHAVIMOCHIC, que es la que


contó con financiación externa. Sin embargo, la parte construida no
constituye una etapa de desarrollo.

El incumplimiento del Plan Propuesto se refiere también a la libertad, o


libertinaje, con la que se decide el cambio de la cédula de cultivo recomendada
por el Estudio. En algunos casos, y esto es lo más grave, el incumplimiento se
realiza con participación del Estado. El ejemplo más clamoroso es el del arroz.
El arroz tiene un alto consumo de agua, que ha sido trasvasada, regulada y
derivada mediante obras muy costosas. Además, el exceso de agua de riego
crea o aumenta los problemas de drenaje en las áreas de cultivo. Esto ocurrió
primero en el valle del Chancay-Lambayeque, y luego en el Bajo Piura. La
expansión incontrolada de las áreas dedicadas al cultivo del arroz ha agravado
los serios problemas de drenaje existentes en estos valles. Este problema no
es nuevo. Vale la pena anotar aquí un dato histórico sumamente interesante.

El 19 de febrero de 1929 se inauguró en la ciudad de Lambayeque el


Primer Congreso de Irrigación y Colonización, convocado por 22 Comités
Agrarios. El temario de este Congreso nos da una idea muy clara de la forma
amplia en que debe concebirse una irrigación, pues para su desarrollo se
establecieron nueve subcomités: 1. Economía, Leyes y Ciencias Sociales 2.
Educación 3. Colonización 4. Agricultura 5. Caminos 6. Ingeniería 7.
Salubridad 8. Manufacturas 9. Literatura e Historia. No es nuestro propósito

257
traer acá un resumen de tan importante, y no repetido Congreso, cuyas
Memorias fueron publicados en cuatro volúmenes, sino referirnos y citar la
quinta recomendación del Subcomité de Agricultura: “5° Que se recomiende de
una manera especial, que en los terrenos que se va a colonizar quede terminante-
mente prohibido el cultivo del arroz como cultivo predominante..." [123].

La inexistencia de un Plan ha hecho que acometamos varios grandes


proyectos, que estemos iniciando otros y que no hayamos terminado ninguno.

Carácter de Multipropósito

Casi todos los grandes proyectos de irrigación de la costa peruana tienen


objetivos y propósitos adicionales al de riego. Por lo general también tienen
como propósito la generación de energía, el abastecimiento de agua a las
poblaciones y a las industrias, el fomento del turismo, el control de
inundaciones y algún otro propósito, en casos específicos.

Los proyectos se llaman entonces de propósito múltiple. Ejemplos típicos


serían los de Olmos y Majes, en los que los objetivos de riego y energía son
importantes. Ambos nacieron, hace muchos años, con énfasis en el riego,
específicamente en la incorporación de tierras nuevas a la agricultura. Con el
paso de los años fue adquiriendo importancia el aprovechamiento hidroenergé-
tico. Hubo un momento, en los primeros años de la década del setenta, en el
que se dieron grandes y acelerados pasos para la ejecución del Proyecto
Bayóvar, pero cuando éste disminuyó su ímpetu ocurrió lo mismo con el
Proyecto Olmos.

El Proyecto CHAVIMOCHIC tuvo originalmente (Proyecto CHAO-VIRÚ) su


énfasis en el riego: mejoramiento e incorporación de tierras nuevas.
Posteriormente se incorporó el aprovechamiento hidroenergético y por último
el abastecimiento poblacional de Trujillo.

El carácter de propósito múltiple de estos grandes proyectos hace que


sean varios los sectores interesados en su realización. Esto, que aparentemen-
te es una ventaja, ha conducido algunas veces a conflictos en la determinación
de prioridades y en la distribución de los costos.

Interés e Importancia Nacional

Los grandes proyectos de irrigación, no obstante la expectativa local y regional


que representan, son en realidad proyectos de inversión de carácter nacional.

258
Esta aseveración se sustenta tanto en el monto que representa la ejecución del
proyecto, como en sus beneficios, que exceden a lo que podría llamarse un
proyecto de interés local.

La decisión de emprender uno de estos proyectos es ya una decisión


nacional, pues implica un endeudamiento considerable. Los beneficios de un
proyecto de irrigación importante trascienden el ámbito regional e impactan en
la economía nacional. Veamos algunos ejemplos: El Proyecto Majes significa
hasta la fecha una inversión del orden de 1000 millones de dólares.
CHAVIMOCHIC, que está en la etapa de obras, tendrá una fuerte gravitación
sobre la balanza comercial, pues su ejecución determinará que el país exporte
productos agrícolas, en lugar de importarlos, como ha ocurrido en los períodos
de sequía.

La puesta en marcha de un gran proyecto de irrigación necesita de un


mercado muy grande, que debe considerarse a nivel nacional e internacional.
En algunos casos, como es el del proyecto Puyango-Tumbes, la irrigación no
sólo significaría una mejora de las condiciones locales, sino un acercamiento
entre naciones dado el carácter binacional del Proyecto.

Lo importante es que las grandes irrigaciones de la costa peruana son en


realidad proyectos de interés nacional en los que el aprovechamiento racional
de los recursos disponibles hace que sean proyectos integrados de desarrollo
regional. Cuando se expidió los dispositivos legales en virtud de los cuales se
transfería el Proyecto Olmos, del Gobierno Central a la Región Nororiental del
Marañón, se generaron protestas en Chiclayo y se señaló que "por su magnitud,
alcances, procedencias de recursos hidráulicos y otras características, el proyecto
escapa a la injerencia de una sola región y constituye una obra de envergadura
nacional".

El punto central de esta argumentación es que dada la inversión que


requerirá el Proyecto y el impacto resultante en la economía, se trata de una
inversión nacional, y no local o regional.

Expectativa Local

Cada uno de los grandes proyectos de irrigación se ha convertido en un centro


de expectativa local y regional. Lambayeque espera con ansiedad la ejecución
del proyecto Olmos. La Libertad presionó fuertemente por la realización del
proyecto CHAVIMOCHIC.

Olmos es un antiguo proyecto de irrigación que en una época representó


significativamente las expectativas de Lambayeque. Precisamente, con ocasión

259
de IV Congreso Nacional de Ingeniería Civil, celebrado en Chiclayo, en 1982,
Rafael RODRIGUEZ, quien había sido director ejecutivo del Proyecto Olmos,
escribió un artículo titulado, Olmos: Sesenta años de expectativa, en el que entre
otros importantes conceptos expresó lo siguiente: "Sesenta años como tema de
discusión, como materia de estudios a todo nivel, como plataforma de
candidaturas preelectorales, como motivo de campañas periodísticas, radiales y
televisivas, como slogan difundido en las más variadas formas, como razón de
ser de foros, simposios, mesas redondas, conferencias, reuniones locales,
regionales, departamentales, como punto de cuestionamiento y exigencia a
autoridades de alto rango, como infaltable referencia cuando se trata del futuro
de la agricultura o de la energía, como, en fin, causa de incidentes anecdóticos o
episodios dramáticos que han llenado de inquietud, expectativa y esperanza a
varias generaciones a lo largo de tan dilatado período, hacen que el de Olmos sea
el proyecto más publicado, divulgado y enraizado en la conciencia ciudadana"
[160].
Esta expectativa local tiene su fundamento o explicación en el hecho de
que la gente del lugar sufre en carne propia la escasez de agua y su irregular
distribución a lo largo del año. Todo el desarrollo reposa, para la gente local,
en la realización de “su proyecto”. Y en muchos casos es así. Desde Lima se
analiza, a veces fríamente, los proyectos de irrigación, considerándolos,
muchas veces, como una inversión del sector agrario.

La intuición local va más lejos y concluye que sin agua en cantidad y


calidad apropiadas no hay desarrollo posible. La irrigación no es sólo riego, es
creación de riqueza en casi todos los campos de la actividad humana, por el
beneficio multiplicador que tiene. Veamos otra manifestación de la expectativa
local y el tipo de argumentos utilizados para pedir la ejecución de un proyecto.

En un Forum organizado por el Club Lambayeque sobre el Proyecto


Olmos, se acordó dirigirse al Presidente de la República para expresarle "La
inquietud existente en el Departamento de Lambayeque, al no haberse
considerado la realización de esta obra" y se añade más adelante: "El Club
Lambayeque al servicio de los anhelos del departamento y preocupado por su
desarrollo económico, social y cultural, no sólo reclama, sino exige, que
comiencen los trabajos en Olmos, porque los lambayecanos están cansados y
desilusionados de promesas que nunca se han cumplido. Lambayeque fue la
primera región del país que juró la Independencia el 20 de Diciembre de 1820 y
expulsó al Ejército español. El Forum considera que las obras de Olmos no se
han realizado, en más de 50 años, por razones políticas y que el actual gobierno
tiene la necesidad moral y económica de realizarla".

Sin embargo, no debe perderse de vista que en muchas oportunidades el


clamor local es sólo producto de pequeñas minorías interesadas en

260
determinados beneficios provenientes del proyecto que promocionan.
Conflictos por el Uso de las Aguas

En la costa peruana los recursos hidráulicos son limitados. En consecuencia


su uso tendría que hacerse en función de un Plan Nacional de Aprovechamien-
to Hidráulico. La no existencia de este plan ha creado incomprensiones y
dificultades en diversas partes de la costa peruana. Las aguas del río
Huancabamba han sido disputadas por el Proyecto Olmos y por el alto Piura.
El aprovechamiento de las aguas del río Chira dio lugar a un serio enfrenta-
miento entre los agricultores de los valles del Chira y del Piura cuando se
concibió la realización del Proyecto Chira-Piura.
El desarrollo de los Proyectos CHAVIMOCHIC (Chao, Virú, Moche y
Chicama) y CHINECAS (Chimbote, Nepeña, Casma y Sechín) ha causado
malestar entre los pueblos libertinos y ancashinos por el aprovechamiento de
las aguas del río Santa. Similares problemas han ocurrido entre Tacna y
Moquegua.

Los proyectos CHAVIMOCHIC y CHINECAS usan agua del río Santa. Las
demandas de ambos proyectos fueron establecidos en sus respectivos estudios
de factibilidad. El Proyecto CHAVIMOCHIC tiene una demanda total de 2 150
MMC por año (69 m3/s) y el proyecto CHINECAS una demanda de 1 464 MMC
por año (46 m3/s), lo que hace un total de 3 614 MMC por año (115 m3/s). El
proyecto CHAVIMOCHIC comprende 92 990 hectáreas de mejoramiento de
riego y 38 778 hectáreas de tierras nuevas. El proyecto CHINECAS comprende
el mejoramiento de 45 500 hectáreas y la incorporación de 17 900 hectáreas.
En consecuencia ambos proyectos significan una extensión de 195 168
hectáreas, además de algunos desarrollos hidroeléctricos menores.

Cada uno de los proyectos tiene sus propias fuentes de agua, inseguras y
no muy grandes, por lo que requieren agua del río Santa: el proyecto
CHAVIMOCHIC requiere 1 583 MMC por año y el proyecto CHINECAS, 1 344
MMC por año.

En diversos momentos ha habido algunas dificultades entre Ancash y La


Libertad por el uso de las aguas del río Santa. En 1980 una Comisión
Multisectorial examinó el problema y en 1984 se realizó un estudio de
compatibilización de ambos proyectos [3]. Casos como éste son frecuentes en
el Perú, pero debe buscarse una solución armónica y equitativa pensando en el
interés general, antes que en el particular; lo mismo podría decirse de otros
proyectos.

La necesidad de obras de riego en la costa peruana es muy grande, pero


en la ejecución de los grandes proyectos ha habido una política errática,

261
ausencia de un Plan de Desarrollo de los Recursos Hidráulicos y como
consecuencia los resultados no son tan alentadores como deberían serlo.
Teniendo en cuenta que las posibilidades de expansión de la frontera agrícola
en la sierra son prácticamente nulas y que la selva, de clara vocación forestal,
presenta enormes y casi desconocidas dificultades, es innegable que debemos
revisar, y luego impulsar en la dirección correcta las grandes irrigaciones de la
costa peruana.

Según estimaciones hechas por el Instituto Nacional de Desarrollo (INADE)


la culminación de los proyectos Chira-Piura, Tinajones, Jequetepeque-Zaña,
CHAVIMOCHIC y Majes y la ejecución de los proyectos Puyango-Tumbes,
Olmos, CHINECAS, Sur Medio, Tacna y Pasto Grande permitiría alcanzar la
meta de 791 663 hectáreas bajo riego, de las cuales 434 622 hectáreas (55%)
corresponderían a incorporación de nuevas tierras y 357 041 hectáreas (45%)
al mejoramiento de tierras actualmente bajo riego deficiente.

La situación actual es que sólo se ha ejecutado un total de 177 000


hectáreas, lo que representa al 22% de la meta total. El avance logrado
comprende 35 000 hectáreas nuevas y 142 000 hectáreas de mejoramiento.
Todo esto logrado en más de veinte años de esfuerzos. Tenemos, pues, que
revisar nuestra actitud hacia el desarrollo de los proyectos de irrigación.

262
Capítulo 6

Avenidas y Sequías

6.1 Caracterización de las Avenidas

Los caudales de los ríos son variables en el tiempo. En el punto 2.12 hemos
examinado la variabilidad temporal de la disponibilidad de agua; también
hemos expuesto los problemas que se presentan para lograr una oferta firme
de una determinada cantidad de agua para el desarrollo de un proyecto. Pero,
la variabilidad de las corrientes naturales se manifiesta de un modo más
intenso, mediante eventos extremos: avenidas y sequías.

Las avenidas son fenómenos naturales que suelen causar grandes daños
en todo el mundo. Debemos precisar que no es lo mismo avenida que
inundación. Una avenida, crecida, creciente o riada, como también se le
llama, es fundamentalmente un fenómeno hidrometeorológico; que se debe a
las condiciones naturales. En cambio una inundación es el desbordamiento
de un río por incapacidad de su cauce para contener el caudal que se
presenta. La inundación es, pues, más bien un fenómeno de tipo hidráulico;
prueba de ello es que pueden ocurrir inundaciones sin que haya una crecida o
un evento hidrometeorológico extraordinario. La inundación se puede
producir, por ejemplo, al ocurrir una falla estructural en los diques de
contención de un río, de un estanque o de un embalse. También puede
ocurrir una inundación por exceso de lluvia sobre un área sin drenaje
suficiente. Generalmente las grandes avenidas pueden causar rotura de
diques o exceder la capacidad del cauce y producir inundaciones. Es
conveniente recordar que en inglés avenida e inundación se designan con una
sola palabra, flood, lo que explica algunas confusiones terminológicas.
263
Los daños causados por las avenidas son de dos orígenes. Unos causados
por la fuerza de la corriente durante una crecida, y que se deben, por lo tanto,
a una acción dinámica. Ejemplo típico sería la erosión de la base de una
estructura, como un puente. El otro origen de daños está en el desborda-
miento de las aguas, las que al salirse de cauce producen inundaciones.

Las avenidas son fenómenos originados por el carácter aleatorio de las


descargas de los ríos, las que a su vez se deben a la precipitación que ocurre
sobre la cuenca. Por lo tanto una avenida extraordinaria se origina, por lo
general, en una precipitación extraordinaria. Las características de la cuenca
en lo que respecta a tamaño, pendiente, cobertura vegetal y otras son
importantes y deben analizarse junto con el patrón de precipitación para
explicar las grandes avenidas. Las crecidas de los ríos sólo pueden describirse
en cuanto a su ocurrencia, en términos probabilísticos. Es decir, que cada
avenida de un río va asociada a una probabilidad de ocurrencia; en tal sentido
se ha afirmado que esperando un tiempo suficientemente largo, cualquier
avenida puede presentarse en cualquier río. En la Figura 6.1 se observa el
Hidrograma de Avenidas del río Tumbes correspondiente al verano de 1975;
como puede verse la máxima avenida de aquel año ocurrió a mediados de
marzo [6]. Las crecidas de los ríos tienen varias definiciones:

"1. Elevación rápida y habitualmente breve del nivel de las aguas en un curso
hasta un máximo desde el cual dicho nivel desciende a menor velocidad.
2. Caudal relativamente alto medido por altura o gasto.
3. Avenida de un curso de agua originada por grandes lluvias o por fusión de
nieve.
4. Elevación temporaria y móvil del nivel del agua en una corriente de agua o
lago" [134].

A menudo las avenidas van acompañadas de huaicos y deslizamientos.


En el Perú estos fenómenos son muy frecuentes, dadas nuestras condiciones
climáticas, geológicas y topográficas. Hay algunas zonas del país donde los
fenómenos de geodinámica externa son más activos e intensos debido a las
condiciones particulares de los suelos, pendiente, cobertura vegetal y la acción
del hombre. "Los huaycos nombre de terminología peruana, son flujos rápidos
de aguas turbias y turbulentas de corta duración, cargadas de sólidos de
diferentes tamaños y tipos de rocas; ellos ocurren en zonas de climas áridos y
semiáridos a consecuencia de una fuerte precipitación pluvial inusitada y de corto
período" [34].

Una avenida o inundación, según el caso, puede ser apreciada o descrita


de diversas formas. Estas pueden ser:

264
265
Por el máximo nivel alcanzado por las aguas. Este es el parámetro más
evidente, y el que permanece más tiempo en la memoria de los habitantes de la
zona. Es útil para describir una inundación. Los niveles alcanzados por el
agua durante una avenida o una inundación pueden y deben medirse en lo
posible con aparatos registradores, como los limnígrafos. Los niveles
alcanzados también quedan presentes por medio de huellas o marcas en los
árboles, postes, cercos o casas. Para los efectos de cálculo de caudales se debe
tener presente que durante la avenida hay un cambio importante en la sección
transversal del río, debido a los procesos de erosión o sedimentación, que se
producen en el cauce.

Por la extensión del área inundada. Cuando la avenida excede la capacidad


del cauce y se desborda, la extensión inundada es variable, aun para avenidas
iguales. Depende del estado del cauce y de las defensas. En realidad lo que se
mide en este caso no es la avenida, sino la inundación resultante. Muchas
veces la medición así realizada puede ser engañosa, pues una gran inundación
puede corresponder a una avenida pequeña.

Por la descarga máxima instantánea. Para su determinación se requiere


aforos cuidadosos y aparatos registradores. Este valor es muy importante
para el diseño de defensas y de aliviaderos. En el Cuadro 6.1 se puede ver,
para el período 1958-1984, los caudales máximos anuales del río Santa, así
como algunos indicadores estadísticos de la serie correspondiente.

Por el volumen descargado. Este valor puede ser más descriptivo que el
anterior, pues está asociado a la forma del hidrograma de crecidas e incluye,
por lo tanto, el concepto de duración de la avenida. Las avenidas pueden ser
de muy corta duración, casi instantáneas o de larga duración, la que en casos
extremos puede extenderse a lo largo de varios meses. El conocimiento del
volumen descargado es importante para el diseño de embalses de control de
avenidas. Más adelante, en el Cuadro 6.7, se muestra para el río Chira los
volúmenes asociados a cada avenida.

266
CUADRO 6.1
Caudales Máximos Anuales del río Santa (1958-1984) * [8]

Año Caudal máximo Caudal máximo


diario instantáneo

1958 407,9 618,5


1959 787,2 887,5
1960 753,4 1 205,0
1961 880,5 1 650,0
1962 780,0 1 078,0
1963 864,8 1 170,0
1964 471,6 607,0
1965 S/D S/D
1966 395,8 482,0
1967 805,2 925,0
1968 348,5 403,5
1969 598,4 922,0
1970 988,0 1 186,0
1971 S/D S/D
1972 S/D S/D
1973 S/D S/D
1974 S/D S/D
1975 648,5 900,0
1976 611,4 S/D
1977 1 019,5 1 130,0
1978 301,8 422,0
1979 627,7 730,0
1980 257,9 492,0
1981 S/D S/D
1982 552,6 736,0
1983 571,0 760,0
1984 792,2 1 041,0

Media Q 641,1 867,3


Desv.Stand. Q 221,4 320,5

Media Log Q 2,7772 2,9084


Desv.Stand.Log Q 0,1695 0,1686
Coef.Sesgo Log Q -0,68 -0,31

*
En m3/s

267
6.2 Predicción de Máximas Avenidas

Para el aprovechamiento de un río mediante la construcción de obras en


contacto con el cauce es necesario conocer las máximas avenidas que pueden
presentarse. Dicho en otras palabras, lo que se requiere conocer es la
probabilidad de ocurrencia de avenidas de una magnitud dada durante la vida
del proyecto. La ocurrencia de avenidas mayores que las previstas puede tener
para una obra determinada dos tipos de consecuencias negativas:

1. Imposibilidad de que la obra cumpla a cabalidad la función para la que fue


diseñada.

2. Destrucción de la obra

Para predecir la ocurrencia de avenidas se aplica métodos probabilísticos.


Sin embargo, todos estos métodos parten de mediciones. Durante un período
de observaciones, de cincuenta o cien años, por ejemplo, se registra las
avenidas ocurridas a lo largo de un río. Se hace luego un análisis estadístico
de frecuencia de caudales registrados. Así por ejemplo, los datos existentes de
caudales máximos registrados en el río Santa, en la estación Condorcerro, du-
rante el período 1958-1984 (Cuadro 6.1), se analizan de acuerdo a distribu-
ciones estadísticas usuales. Se tiene así que en la Figura 6.2 se muestra el
ajuste de los datos a la distribución de Gumbel; en la Figura 6.3, a la distribu-
ción Log-Normal y en la Figura 6.4, a la distribución Log-Pearson III [8].

Decíamos que cada avenida va asociada a una probabilidad. La inversa de


la probabilidad es el denominado período de retorno. Así por ejemplo, si una
avenida tiene una probabilidad de ocurrencia de 1% (0,01) en un año; su
período de retorno es de 100 años. Para esta avenida su probabilidad de no
excedencia es del 99% (0,99), como puede verse en cualquiera de las Figuras
6.2 a 6.4.

En el Cuadro 6.2 se muestra un resumen de los resultados de los ajustes


de los datos del río Santa, a las tres distribuciones de probabilidades antes
señaladas. Finalizado el estudio probabilístico viene el difícil problema de la
selección de la avenida de diseño. El principio general de la selección es que
mientras más graves sean las consecuencias de la falla de la estructura como
consecuencia de que la avenida de diseño sea excedida, mayor debe ser la
avenida de diseño, es decir, su probabilidad de no excedencia. Debe haber,
pues, un análisis de riesgo. Es decir, que debe examinarse el riesgo de que la
avenida de diseño sea excedida durante la vida de la obra.

268
269
270
271
CUADRO 6.2
Descargas Máximas del río Santa en Condorcerro * [8]

Tipo de descarga Distribución Periodo de Retorno (años)

1.01 2 5 10 15 25 50 100 200 500 1000

Máximas Gumbel 277 605 800 930 1002 1094 1215 1336 1456 1613 1734
Diarias Log-Normal 241 599 833 987 1075 1185 1335 1486 1635 1842 2007
Log-Pearson III 198 625 836 950 956 1073 1150 1219 1278 1355 1422

Máximas Gumbel 341 816 1098 1285 1390 1523 1698 1873 2048 2275 2500
Instantáneas Log-Normal 328 809 1124 1332 1450 1598 1798 2000 2200 2477 2700
Log-Pearson III 302 825 1127 1313 1452 1533 1687 1832 1973 2180 2310

*
en m3/s

272
6.3 Control de Avenidas

Una avenida ocurre como consecuencia de una combinación de eventos


hidrometeorológicos incontrolables. Por lo tanto, nuestras acciones deben
estar encaminadas a atenuar las avenidas y sus efectos. Hay varias opciones:

Construcción de presas. Mediante la construcción de una presa se crea un


embalse con el objeto de realizar la redistribución temporal de la avenida. El
agua de la crecida se almacena y luego se libera en un tiempo más largo, con
caudales menores. Se pueden usar embalses que tengan otros propósitos,
riego o energía, por ejemplo, y se dedica una parte del volumen total para el
control de avenidas. Así por ejemplo, el embalse de Gallito Ciego del Proyecto
Jequetepeque-Zaña tiene un volumen total de 571 millones de metros cúbicos
(MMC) de los cuales 85 MMC corresponden al control de avenidas, 86 MMC al
Volumen Muerto y 400 MMC al volumen útil. Cabe acá señalar que como con-
secuencia de la construcción de esta presa se inundaron 400 hectáreas de
cultivos de arroz, así como los caseríos de Montegrande y Chungal [167]. Este
es un ejemplo especial, de inundación permanente, como consecuencia de la
construcción de una obra.

El efecto regulador de un embalse es mayor en la medida en la que su


volumen lo sea. Hay embalses que se dedican exclusivamente al control de
avenidas. La acertada operación de un embalse para el control de avenidas
permite la protección de las zonas ubicadas aguas abajo del embalse. Esta es
una solución que se emplea frecuentemente; sin embargo, para tener alta
eficiencia se requiere por lo general grandes volúmenes de almacenamiento y
también altas capacidades de los conductos de descarga a fin de lograr el
abatimiento del embalse y dejarlo así preparado para la siguiente crecida. El
problema es, entonces, además de técnico, económico.

Encauzamiento. El encauzamiento de los ríos permite que éstos se manten-


gan dentro del cauce. El diseño de un encauzamiento es un difícil problema
de Hidráulica Fluvial. En muchos casos se combina un embalse de control de
avenidas y un encauzamiento aguas abajo. El embalse permite que el caudal
saliente no exceda de un cierto valor, que es el que corresponde a la capacidad
de encauzamiento de aguas abajo.

Mejoramiento del cauce. Para facilitar el tránsito de una avenida conviene


que el cauce se encuentre en las mejores condiciones hidráulicas posibles.
Esto significa que la resistencia al escurrimiento debe ser mínima. Por lo tanto
la rugosidad debe ser baja. Debe eliminarse cuerpos y elementos extraños. El
cauce debe mantenerse limpio y en las mejores condiciones para el paso de las
aguas.

273
Desvío u obras de alivio. A veces resulta conveniente desviar las aguas hacia
un cauce secundario, o de alivio, con lo que se logra proteger el valle principal.

Uso de las áreas de inundación. Muchos ríos tienen un cauce principal, que
es por donde escurre el agua generalmente, y un cauce secundario constituido
por las áreas de inundación. Las áreas de inundación sólo son ocupadas
eventualmente por el agua, y son por lo general áreas de gran riqueza y valor.
Hidráulicamente es difícil el manejo de una avenida sin recurrir al uso de las
áreas de inundación. Sin embargo, muchas veces ocurre que por falta de una
planificación adecuada se olvida que estas áreas constituyen potencialmente
cauce del río, se construye en ellas y se les da un uso que no les corresponde.
Al producirse una gran crecida e inundarlas, los daños son grandes. El otro
extremo sería el de pretender que las áreas de inundación sean intangibles y
sin uso alguno. Entre ambos extremos está la posibilidad de planificar su uso
y utilizarlas para parques y jardines; en ningún caso para la construcción de
viviendas. El uso de las áreas de inundación se combina con uno o más de los
métodos de protección antes descritos [63].

Siempre debe tenerse presente que las obras de defensa por medio de
encauzamiento, rectificación de cauce y otros, implican cambios fundamen-
tales en las condiciones del escurrimiento, especialmente en lo que a
transporte sólido se refiere; por lo tanto debe esperarse que como conse-
cuencia de dichas acciones se produzcan cambios fluviomorfológicos
importantes.

6.4 Avenidas e Inundaciones del Pasado

En un estudio de fines del siglo XIX, de Víctor EGUIGUREN, sobre las lluvias
en Piura, aparecen numerosas referencias a grandes avenidas y
precipitaciones ocurridas en la costa peruana en los últimos siglos [51]. Es
importante el conocimiento del pasado porque nos ayuda a comprender el
futuro. A veces pensamos que determinados fenómenos no pueden ocurrir y
nos damos con la sorpresa de que ya ocurrieron en el pasado. Así, es un lugar
común afirmar que en Lima nunca llueve; sin embargo, el P. Cobo refiere que
en 1541 hubo en Lima grandes lluvias y que corrieron arroyos por las calles;
así mismo en 1652 cayó en Lima "un aguacero tan recio que el Arzobispo mandó
se tocasen plegarias en todas las iglesias, pidiendo a Dios cesase el aguacero".
Conviene acá recordar unas palabras de Gumbel: “es imposible que lo
improbable no ocurra jamás" [20]. La villa de Santiago de Miraflores de Zaña,
fundada en 1563, sufrió una terrible inundación el 15 de marzo de 1720
originada tanto por el desborde del río Zaña como por lluvias torrenciales. Se

274
cuenta que el agua alcanzó en la ciudad una altura de cuatro metros, lo que
ocasionó grandes daños y la ruina de Zaña. Las lluvias de 1578 fueron
notables en Lambayeque. Empezó a llover fuertemente el 24 de febrero. El 3
de marzo la precipitación tuvo características de diluvio y continuó
fuertemente hasta los primeros días de abril. "La aterrada población buscó
refugio en los cerros y en las huacas. Se improvisaron toldos y ramadas en los
lugares altos, pero las lluvias calaban los precarios techos. Mucha gente se
ahogó, otras murieron a consecuencia de las epidemias que se desataron..."
[164]. Se perdieron las cosechas, las reservas de cereales y los animales. Como
si todo esto fuera poco también sufrieron fuertes daños las tierras de cultivo
que quedaron cubiertas de arena y piedras. Aparecieron después plagas de
langostas y el desastre fue total. Los problemas sociales derivados de las
inundaciones fueron muy grandes. La Autoridad obligó a los pobladores a
trabajar en la reconstrucción "bajo la amenaza de deportarlos a Panamá o de
ahorcarlos". Finalmente se rehabilitó el canal Taimi y todo el sistema de riego.
Hay noticias de que en Trujillo hubo lluvias extraordinarias en 1701, 1720 y
1728. Las de 1728 duraron 40 días y se sabe que "corrieron ríos de agua por
las calles y plazas de Trujillo". En 1828 hubo en Piura lluvias que duraron 14
días.
Las lluvias de 1891 fueron muy fuertes en el norte. En realidad este año,
según se ha podido establecer, se presentó el Fenómeno de El Niño. Las
lluvias de 1891 han sido descritas por Héctor LOPEZ MARTINEZ [92] a partir
de informaciones periodísticas de la época. El Perú se reponía de la guerra
cuando se presentó, muy caluroso, el verano de 1891. En febrero y marzo la
temperatura de Lima bordeó los 30°C. En Piura los daños fueron tremendos,
pues las grandes lluvias se presentaron luego de varios años de sequía:
“Lluvias torrenciales sacaron de madre a los ríos de Piura, Chira y Tumbes",
"inundando los campos, arrasando los sembríos y arruinando las poblaciones".
Catacaos, al igual que otras poblaciones, estuvo a punto de desaparecer.

El río Santa se desbordó y dañó 4 kilómetros del ferrocarril. Otras líneas


ferroviarias de la época también sufrieron daños. Huaraz quedó aislado
durante casi tres meses y "se tuvo que recurrir al trabajo forzado de campesinos
del lugar para abrir trochas de emergencia". En Trujillo y Chiclayo hubo lluvias
torrenciales que duraron más de dos meses y hubo tempestades, truenos y
relámpagos. Chimbote quedó destruido en un 95%; Casma quedó en ruinas y
el 24 de febrero Supe desapareció por el embate de las aguas. En Lima
también hubo cuantiosos daños "el río Rímac se desbordó el 20 de marzo,
anegando el puente Balta y avanzando sin obstáculos hasta las estaciones del
ferrocarril de Desamparados y la Palma destruyendo los terraplenes y obras
anexas e impidiendo el libre tráfico de los convoyes".

Los daños que sufrió el país en 1891 fueron cuantiosos. Héctor LOPEZ

275
MARTINEZ nos dice que "La situación económica del país, postrado por la guerra
y la depredación de los años en que estuvo ocupado por el invasor chileno, lo
difícil de las comunicaciones por entonces -a lomo de mula, ferrocarril o buques
caleteros a vapor- dificultad agravada en tierra por los desastres mencionados,
no permitieron una inmediata ni significativa ayuda a los numerosísimos
afectados. No sabemos tampoco el número exacto de muertos que, según el
cálculo más conservador, superaron largamente los dos mil en todo el país,
pasando de cincuenta mil los damnificados" [92].

En este siglo las lluvias de 1925 fueron catastróficas y los de 1983 son
examinadas más adelante. En el verano de 1972 se produjeron fuertes lluvias,
inundaciones y huaicos en diferentes partes del territorio nacional. Los daños
fueron considerables. El Colegio de Ingenieros del Perú organizó un simposio
sobre el particular y señaló las razones para ocuparse del tema: "Considerando
que es un reto a la profesión del Ingeniero Peruano, el castigo permanente que
sufre nuestro país, por estas contingencias de la Naturaleza, ha querido colaborar
decididamente para que se estudie en forma exhaustiva la ocurrencia de estos
fenómenos y facilitar por consiguiente las acciones que se deben tomar, con el fin
de disminuir en unos casos y suprimir en otros sus efectos" [34].

Todos estos datos nos demuestran que en nuestra costa norte ha habido
fuertes precipitaciones. Pero como también ha habido largos períodos de
sequía, lo que dicho sea de paso constituye el estado normal de la costa
peruana, otros cronistas tienen impresiones diferentes. Así por ejemplo
Antonio de Herrera al hablar de las tierras que se extienden desde Tumbes al
sur, dice que: “la tierra es muy seca aunque algunas veces llueve en las partes
altas, pero no en las zonas cercanas al mar". Cieza de León hablando de Piura
dice que "no labran más tierra de la que los ríos pueden regar"; en clara alusión
a las obras de irrigación y a la falta de lluvias. Jorge Juan y Antonio Ulloa que
recorrieron los valles de Tumbes a Sechura, a mediados del siglo XVIII, dicen
que en esas regiones no llueve nunca. Así son, pues, los notables contrastes
de la costa peruana: avenidas, inundaciones y sequías, se suceden
permanentemente [51].

276
6.5 El Fenómeno de El Niño de 1983

El año hidrológico 1982-83 se produjo una modificación generalizada del clima


en todo el Pacífico Sur, que abarcó principalmente desde Indonesia hasta
América del Sur y que produjo considerables daños en Perú, Bolivia y
Ecuador. El año 1982-83 fue lo que los meteorólogos denominan un año
atípico, en el que se presentó con gran intensidad el Fenómeno de El Niño,
que se caracterizó en el Perú por el aumento de la temperatura del mar,
fuertes precipitaciones cerca de la costa norte e intensa sequía en el Altiplano.

En dicho año, en Australia, se produjeron las más severas sequías del


siglo; en Indonesia, Filipinas, India y Sri Lanka se presentaron también fuertes
sequías, que implicaron muertes y epidemias; en diferentes lugares del Pacífico
hubo fuertes huracanes; en la Polinesia Francesa seis ciclones sucesivos
dejaron sin hogar a 25 000 personas; en América Central y México se
produjeron sequías y el sur de Afrecha padeció una sequía severísima. Los
daños ocurridos a consecuencia del Fenómeno en diversas partes del mundo
se estimaron en 8 500 millones de dólares [24].

El Fenómeno de El Niño es una complejidad meteorológica oceanográfica,


que se caracteriza en el océano por la presentación de aguas cálidas de baja
salinidad en la parte septentrional de nuestro mar, lo que coincide con
fenómenos meteorológicos como la debilidad de los vientos alisios del sudeste y
el desplazamiento de la zona de convergencia hacia el sur, acercándola al
Ecuador. El Fenómeno se presenta al comenzar el verano en el Hemisferio
Sur, coincidiendo con la cercanía de la Navidad, lo que dio origen a la corriente
de El Niño, que es diferente al Fenómeno, pero que se presenta en la misma
época. En lo que va del siglo XX el Fenómeno se ha presentado sólo unas seis
veces, por lo que su estudio científico es muy limitado, debido principalmente
a la escasez de datos de la zona oceánica. Los Fenómenos de El Niño, de los
que se tiene noticia cierta son: 1891, descrito por Schoot; 1925, descrito por
Murphy; 1941, descrito por Lobell; 1957-58; descrito por Wooster y Berjknes;
1965, descrito por Guillén y Flores y los más recientes e importantes de 1972 y
1983.

Según Klaus Wyrtki, profesor de la Universidad de Honolulu, Hawai, el


Fenómeno de El Niño no es sino una amplificación del calentamiento del
verano en el océano. Durante el verano del Hemisferio Sur, de diciembre a
marzo, los vientos alisios del sudeste, en el Perú, son generalmente más
débiles y las temperaturas de la superficie del mar son altas.

Todo hace pensar que en los años en los que ocurre el Fenómeno de El

277
Niño su aparición se debe a consecuencias aleatorias de factores meteorológi-
cos que ocurren siempre, pero con diferente magnitud cada vez, pero que
difícilmente identificarían desde el punto de vista estadístico una población
diferente de aquellos años en que no se presenta el Fenómeno. Las lluvias,
consecuencia de este Fenómeno, son también de intensidad y duración
aleatorias [5].

La elevación de la temperatura del mar es lo más característico del


Fenómeno de El Niño. En la Figura 6.5 se observa la variación de la
temperatura media del mar, en Paita según estudios realizados por Ramón
MUGICA [114]. Se observa que en 1983 la temperatura del mar subió
fuertemente con respecto a los años anteriores. El año 1925, recordado en la
costa peruana por las intensas precipitaciones que ocurrieron, coincidió
también con un gran aumento de la temperatura del mar. En la zona de
Puerto Chicama la precipitación media hasta ese año era de 4,2 mm y la
temperatura media del mar era de 19,1°C (para el mes de marzo). En marzo
de 1925 la temperatura del mar fue de 26,8°C y la precipitación fue de
96,4mm. Es, pues, innegable la vinculación entre el Fenómeno de El Niño y el
aumento de la temperatura del mar.

Desde el punto de vista de las precipitaciones el año hidrológico 1982-83


fue extraordinario en la costa norte del Perú. Debemos aclarar, sin embargo,
que se trata de precipitaciones en las zonas bajas de las cuencas. En las
partes altas de las cuencas hubo sólo un moderado aumento de la precipita-
ción, que no tuvo el carácter de extraordinario, ni mucho menos. En tal
sentido conviene tener presente que la frecuencia, características e intensida-
des de las precipitaciones son totalmente diferentes, según que sean altas o
bajas. Así por ejemplo, en la costa norte del Perú es usual que llueva en las
partes altas de las cuencas, pero inusual que se produzcan precipitaciones
intensas en las partes bajas. Esto último ocurre por lo general sólo en los
años en que se presenta el Fenómeno de El Niño.

En la Figura 6.6 se muestra los valores de las precipitaciones anuales en


la estación Piura hasta 1983, año del Fenómeno que nos ocupa. La figura se
explica por si misma. En el Cuadro 6.3 se señala, para mayor abundamiento,
la precipitación durante 1983 en varias estaciones del departamento de Piura,
así como la máxima precipitación que hasta entonces había sido registrada.

En lo que respecta a la escorrentía de los torrentes costeños del norte del


país se puede señalar que se produjo un aumento muy importante de sus
valores característicos. Así por ejemplo, en la Figura 6.7 se aprecia la
evolución de los caudales medios anuales del río Piura. Resulta evidente que
1983 fue un año absolutamente extraordinario.

278
279
280
281
CUADRO 6.3
Precipitación en el Departamento de Piura (1983)

Estación Número de Altura de lluvia Máxima altura de


Pluviométrica años de anual 1983 lluvia anual,
Registro (mm) antes de 1983
(mm)

Piura 53 2 401 380


Talara 41 1 655 259
Chilaco 16 3 414 488
Morropón 19 3 004 648
Ayabaca 20 2 665 1 622

Pero, 1983 no sólo se caracteriza hidrológicamente por una gran masa


anual, sino también por la persistencia de caudales altos. Así, en las Figuras
6.8 y 6.9 se muestra comparativamente la evolución de las avenidas del río
Piura durante los cinco primeros meses de 1972 y 1983, respectivamente. Se
comprende, luego de observar estas figuras, que 1983 se caracterizó por el
gran volumen descargado y por la gran cantidad de valores altos ocurridos
repetidamente a lo largo de varios meses.

Los daños causados por el Fenómeno de El Niño 1983 fueron cuantiosos.


En el sur hubo una fuerte sequía cuyas características señalamos más
adelante. En toda la costa norte se produjeron intensas precipitaciones y
aumentos de la temperatura del mar. Como la región de la costa es desértica y
normalmente la precipitación es casi nula, los daños causados por lluvias, que
en algunos casos excedieron los 3 000 mm anuales fueron enormes. La
escorrentía generada por tan intensas precipitaciones excedía la capacidad de
conducción de los cauces, lo que dio lugar a muchas inundaciones. En las
partes altas de las cuencas se produjo fuerte erosión. El material erosionado
fue transportado por las corrientes hacia la parte baja de los valles, donde
finalmente depositó debido a las menores velocidades de la corriente.

El Fenómeno de El Niño 1983 causó importantes daños en las obras del


Proyecto Chira-Piura, cuya segunda etapa estaba en construcción. El
contratista presentó un reclamo ante los aseguradores de las obras, por un
monto de 30 millones de dólares aproximadamente [4,6].

En Tumbes, en la estación Rica Playa, la precipitación durante 1983 fue


de 5 466 mm. La precipitación de este año excepcional fue superior a la suma
de las precipitaciones ocurridas en los diecinueve años precedentes, tal como
puede verse en el Cuadro 6.4.

282
283
284
CUADR0 6.4
Precipitaciones Mensuales del Periodo 1964-1986 de la Estación Rica Playa (Tumbes) * [22]

AÑO ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC TOTAL
64 2,00 48,00 76,10 90,80 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1,00 1,00 218,90
65 37,00 37,50 358,40 66,10 114,50 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 5,00 0,00 621,00
66 52,00 24,00 41,50 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 4,50 0,00 0,00 122,00
67 73,50 112,00 0,00 18,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 7,00 0,00 1,00 211,50
68 1,50 0,00 1,50 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3,00
69 11,50 6,50 117,50 107,50 27,80 28,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 6,50 305,30
70 22,00 72,00 23,50 7,00 20,00 0,00 0,00 0,00 0,00 2,00 0,00 7,00 153,50
71 11,00 76,00 126,30 8,90 0,00 1,50 1,00 1,00 0,50 0,50 0,00 2,00 228,70
72 20,50 79,50 341,30 27,80 25,90 30,00 2,50 7,00 0,00 0,00 0,00 12,00 546,50
73 419,50 66,00 101,70 0,00 14,50 1,00 2,10 0,00 2,70 0,00 0,00 4,80 612,30
74 1,90 20,60 5,50 0,50 27,20 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 55,70
75 36,90 33,60 155,40 74,40 4,40 4,80 6,50 11,60 5,10 5,80 5,50 0,00 344,00
76 36,90 143,90 119,60 41,20 28,60 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 370,20
77 50,20 124,10 110,40 61,60 0,00 0,00 0,00 0,00 8,00 0,00 0,00 0,00 354,30
78 15,90 22,10 75,40 9,20 7,40 0,00 0,00 0,00 6,50 0,00 0,00 18,20 154,70
79 44,70 21,30 50,70 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 116,70
80 78,90 0,00 55,00 148,50 10,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 6,50 31,80 330,70
81 0,00 62,50 64,50 47,90 0,80 0,40 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 176,10
82 -2,00 -2,00 -2,00 -2,00 -2,00 -2,00 -2,00 -2,00 -2,00 -2,00 -2,00 -2,00 0,00
83 897,80 801,60 692,30 1166,90 1426,20 303,90 65,20 56,80 18,90 0,00 10,80 25,30 5465,70
84 0,00 382,20 18,40 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 8,00 408,60
85 13,20 47,60 139,50 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,80 0,00 0,00 201,10
86 0,00 51,80 0,00 96,40 1,60 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 4,00 153,80
MEDIA 83,04 101,49 121,57 89,67 77,68 16,91 3,51 3,47 1,90 0,94 1,31 5,53 507,01
% SOBRE TOTAL 16,38 20,02 23,98 17,69 15,32 3,34 0,69 0,68 0,37 0,18 0,26 1,09 100,00
D. ESTANDARD 201,76 175,66 159,34 244,45 302,23 64,65 13,86 12,24 4,46 2,05 2,91 8,88 1120,10
COEF. ASIMETRIA 3,32 3,16 2,35 4,05 4,22 4,15 4,19 3,93 2,77 2,04 2,09 1,79 3,92
COEF. CORRELACION0,80 0,69 0,80 0,98 0,99 0,99 0,99 0,86 0,05 0,04 0,59 0,02 0,02
DE X, X+1
COEF. VARIACION 2,43 1,73 1,31 2,73 3,89 3,82 3,94 3,52 2,35 2,19 2,22 1,61 2,21
*
En mm

285
En una visita de inspección al departamento de Tumbes se pudo observar
que "los grandes caudales de los cursos de agua, originados por las lluvias,
afectan la estabilidad de los suelos, originando en primera fase erosión y arrastre
del material superficial y luego sedimentación del mismo en las zonas de baja
velocidad por cauce ancho y/o pendiente escasa. Los caudales de los cursos no
permanentes y los de los permanentes, al sobrepasar las cajas de sus cauces
ordinarios, han producido daños permanentes en las áreas de cultivo y en la
infraestructura de riego y drenaje, transporte y energía en el área rural y en los
servicios públicos en el área urbana. Evidentemente las viviendas, tanto en los
centros poblados como en el campo, han sufrido grandes deterioros al haber sido
atacadas por los torrentes de agua y/o por la acumulación de material aluvial
depositado por éstos" [5].

Los daños sufridos por el departamento de Tumbes en 1983 fueron


calculados en no menos de 75 millones de dólares, de los cuales el 90%
correspondió a infraestructura y el 10% a producción. Entre los principales
daños materiales puede citarse los siguientes:

1. Deterioro de 176 km de red vial.

2. Inundaciones de áreas de cultivo.

3. Destrucción total de la infraestructura de riego en un elevado porcentaje


(canales, drenes, obras de arte, etc.).

4. Deterioro e interrupción de los servicios de agua potable y desagüe.

5. Deterioro de la infraestructura urbana: viviendas, pistas, centros


educativos, centros de salud, edificios públicos y privados, etc.

A las pérdidas materiales antes señaladas debe agregarse las vidas


humanas perdidas, los problemas de salubridad y los daños y perjuicios no
cuantificables. Así se tiene que hubo daños de carácter socioeconómico por
retracción de la actividad agropecuaria, que es la principal fuente de trabajo de
la zona, y en la actividad comercial, lo que trajo consigo desocupación. El
deterioro de la red vial significó un desabastecimiento general de productos de
primera necesidad [5]. Con el objeto de ilustrar las pérdidas por sectores
puede examinarse el Cuadro 6.5 en el que se muestra las pérdidas económicas
en el departamento de Tumbes, ocurridas en diversos sectores, como
consecuencia del Fenómeno de El Niño 1983. Se observa la enorme pérdida
que significaron los daños a la infraestructura.

286
El río Tumbes, de muy pequeña pendiente y gran inestabilidad fluvial,
modificó su curso en muchos lugares y se produjeron, entre otros, daños
como:

- Ensanchamiento del cauce en la zona de Cabuyal, como consecuencia de


lo cual el barraje fijo construido para la toma fue burlado y parte del
caudal discurrió el 24 de febrero por el nuevo cauce formado hacia la
margen derecha.

- Formación de un nuevo cauce fluvial frente a la Planta de Agua Potable de


Tumbes. El río se separó 500 metros de su antiguo cauce y no se pudo
captar agua.

- Destrucción del puente El Piojo, de más de 20 metros de luz, por la erosión


causada en los estribos por un brazo del río Tumbes, hacia el cual
desbordaron las aguas del cauce principal.

- Destrucción del sifón invertido que estaba en el cauce de El Piojo y que


servía a una zona de riego de la margen izquierda.

- Destrucción del malecón de la ciudad de Tumbes, como consecuencia de la


socavación que causó el río.

- Desplazamiento del cauce y consiguiente erosión de terrazas fluviales


dedicadas a la agricultura, con la pérdida de extensas superficies de
terrenos agrícolas.

CUADRO 6.5
Pérdidas en el Departamento de Tumbes como
consecuencia del Fenómeno El Niño 1983
(A junio de 1983, en millones de dólares)

Sector Producción Infraestructura Total

Agricultura 4 8 12
Pesquería 3 2 5
Energía 1 2 3
Transporte - 42 42
Educación y Salud - 2 2
Vivienda - 10 10
Interior - 1 1

TOTAL 8 67 75

287
Los daños causados regionalmente por El Niño 1983 fueron apreciados
por una misión de Naciones Unidas, la que se constituyó con el objeto de
evaluar las necesidades de asistencia internacional en las zonas afectadas. En
la Figura 6.10 se observa las zonas afectadas en Perú, Ecuador y Bolivia [116].
Los daños fueron de tres tipos:

1. Destrucción de infraestructuras por inundaciones y disminución de la


producción.
2. Disminución notable de la disponibilidad y captura de muchas especies
marinas.
3. Impacto de la sequía.

Estos tres tipos genéricos de daños tuvieron una fuerte incidencia en los
niveles de ingreso, nutrición y salud de la población. En el referido informe de
Naciones Unidas se señala que "Los daños ocasionados por los excesos de agua
y el aumento en la temperatura del mar son más evidentes y cuantiosos que
aquéllos causados por la sequía, y sus efectos se han hecho sentir sobre
actividades que se caracterizan por una mayor productividad y capacidad de
recuperación. En cambio, los efectos de la sequía no son tan visibles, pero si
elevados, y han afectado a amplios grupos de la población que tienen ingresos
muy reducidos" [116].

Los sectores de la producción afectados fueron varios. Así, se tuvo que en


el sector agrícola se perdieron cultivos que estaban listos para cosecharse, se
retrasó la siembra y se produjo desabastecimiento de productos agrícolas. El
sector pesquero sufrió la disminución de sus exportaciones. Se calculó que los
daños ascendieron en Perú, Bolivia y Ecuador a la cifra de 3 480 millones de
dólares (el 41% de los daños causados por El Niño 1983 en todo el mundo). El
monto de los daños se descompuso así: Perú, 2 000 millones de dólares;
Bolivia, 840 millones y Ecuador 640. Del total de los daños en los tres países,
2 265 millones de dólares (65%) se refieren a la infraestructura y producción
de los sectores primarios. El resto, 1 215 millones, son efectos o pérdidas
indirectas en los sectores secundarios y terciarios que fueron más allá de
1983. En el Cuadro 6.6 aparece un resumen de los daños causados por El
Niño 1983 en Bolivia, Ecuador y Perú.

El Fenómeno de El Niño 1983 tuvo también un fuerte impacto en la


economía de los tres países. En el Perú se produjo una fuerte disminución del
Producto Bruto Interno; aumentaron las importaciones y disminuyeron las
exportaciones con los consiguientes efectos económicos. Para aliviar la
situación de las zonas afectadas se puso en marcha con la ayuda económica
de AID, y a través del Instituto Nacional de Desarrollo, un Programa de
Rehabilitación y Reconstrucción de las Zonas Afectadas [7].

288
289
CUADRO 6.6
Resumen de Daños Causados por el Fenómeno de El Niño 1983
En Bolivia, Ecuador y Perú [116]
(Millones de Dólares)

Tres países Bolivia Ecuador Perú


Total Directo Indirecto Total Directo Indirecto Total Directo Indirecto Total Directo Indirecto
Total 34 78,9 22 65,0 1 213,9 836,5 521,5 315,0 640,0 533,9 106,7 2 001,8 1 209,6 792,2
Sectores sociales 178,8 146,8 32,0 22,5 12,5 10,0 23,6 16,7 6,9 132,7 117,6 15,1
Salud 72,5 60,5 12,0 4,7 - 4,7 10,7 4,6 6,1 57,1 55,9 1,2
Vivienda 94,1 74,9 19,2 17,8 12,5 5,3 6,3 6,3 - 70,0 56,1 13,9
Educación 12,2 11,4 0,8 - - - 6,6 5,8 0,8 5,6 5,6 -
Sectores Productivos 26 66,2 1 693,6 972,6 716,0 447,0 269,0 405,6 351,4 54,2 1544,6 895,2 649,4
Agropecuario 15 98,8 1 057,2 541,6 716,0 447,0 269,0 233,8 224,2 9,6 649,0 386,0 263,0
Pesca 223,1 230,5 (7,4) - - - 117,2 117,2 - 105,9 113,3 (7,4)
Minería 310,4 310,4 - - - - - - - 310,4 310,4 -
Industria 533,9 95,5 438,4 - - - 54,6 10,0 44,6 479,3 85,5 393,8
Infraestructura 633,9 424,6 209,3 98,0 62,0 36,0 211,4 165,8 45,6 324,5 196,8 127,7
Transporte 610,4 411,2 199,2 98,0 62,0 36,0 209,3 164,3 45,0 303,1 184,9 118,2
Otros 23,5 13,4 10,1 - - - 2,1 1,5 0,6 21,4 11,9 9,5

290
6.6 El Desembalse de Poechos

Con el objeto de conocer las características del fenómeno denominado desem-


balse y la avenida e inundación resultantes, presentamos acá el Desembalse
de Poechos, a partir de un artículo nuestro del mismo título [157].

Chira-Piura es uno de los grandes proyectos de irrigación de la costa


peruana. Como tal, participa de las virtudes y defectos que constituyen nota
característica de los esfuerzos hechos por incrementar nuestra frontera
agrícola [152]. Chira-Piura fue concebido a fines de la década de los años 60
para realizarse en tres etapas. Las dos primeras están terminadas: presa de
Poechos, canal de derivación Daniel Escobar que trasvasa las aguas del río
Chira al río Piura, bocatoma de Los Ejidos sobre el río Piura y el sistema de
riego y drenaje del Bajo Piura. La tercera etapa se refiere al valle del Chira y
dentro de ella se incluye el sistema de defensas fluviales, cuya construcción
había sido empezada con carácter de emergencia en 1982, justamente antes
del Fenómeno de El Niño 1983, el que causó fuertes daños en el valle y la
interrupción de los trabajos. La década de los ochenta fue muy difícil para la
tercera etapa del Proyecto Chira-Piura. Grandes problemas económico-
financieros, la deuda impaga de las etapas anteriores, algunas marchas y
contramarchas, caracterizaron esa década. Finalmente, culminaron los
estudios de la tercera etapa, especialmente en lo que respecta a la presa
derivadora de Sullana y al sistema de diques de defensa contra inundaciones a
lo largo del Chira.

El año hidrológico 1991-92 se caracterizó por una nueva aparición del


Fenómeno de El Niño, el que en la costa norte del país produjo una vez más
fuertes precipitaciones en las zonas bajas de los valles, aumento del caudal de
los ríos y las consiguientes inundaciones.

La Presa de Poechos sobre el río Chira es la estructura clave del Proyecto


Chira-Piura. Su función es la de regular el agua de riego para los valles Chira
y Piura, y producir energía en forma subsidiaria. No es una presa de control
de avenidas, sino, por el contrario, es una presa concebida para que su
operación sea realizada de manera de disminuir la sedimentación. Tiene, sin
embargo, obviamente, un pequeño efecto en la atenuación parcial de avenidas
pequeñas.

En marzo y abril de 1992 se presentaron en el río Chira caudales de


alguna importancia, que fueron laminados parcialmente por el reservorio.
Finalmente, el 18 de abril la descarga por el aliviadero de compuertas de la
represa de Poechos llegó hasta 3 800 m3/s, lo que produjo daños en unas

291
7 000 hectáreas del valle, según lo manifestado por los agricultores. El caudal
afluente a la represa había llegado, según lo manifestado por la Dirección
Ejecutiva del Proyecto Chira-Piura, a 5 911 m3/s [126]. Las obras de
protección del valle del Chira contra las inundaciones, constituidas por un
sistema de diques, se encontraban en construcción.

La cuenca del río Chira hasta el embalse de Poechos es de 13 000 km2.


Gran parte de ella está en territorio ecuatoriano (6 900 km2). El río Catamayo-
Chira es desde el punto de vista internacional, un río de cauce sucesivo. Su
aprovechamiento se realiza en virtud del Convenio para el Aprovechamiento de las
Cuencas Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira, celebrado entre las Repúblicas del
Perú y del Ecuador el 27 de Setiembre de 1971, cuyos alcances examinamos
en el Capítulo 7.

Cuando se estudió el Proyecto Chira-Piura se consideró para la cuenca


una masa hídrica media anual de 4 080 MMC, es decir unos 130 m3/s. Si se
descuenta la derivación del Quiroz, proyecto San Lorenzo, entonces resulta
para Poechos un caudal afluente del orden de 105 m3/s [54]. La capacidad de
evacuación de los aliviaderos, para un periodo de retorno de 10 000 años,
alcanza los 15 800 m3/s y su volumen es de 2 353 MMC. Se trata, pues, de
valores sumamente grandes.

La presa de Poechos [53] es una gran presa (Large Dam) que consta de los
siguientes elementos:

- Presa principal, de 50 m de alto, cuya cresta está en la cota relativa 108 m


y que en el futuro podría ser elevada a la cota 113 m. Esta presa, al igual
que los diques laterales, es de materiales sueltos (de tierra) y núcleo
impermeable arcilloso. Por su naturaleza el agua no debe jamás verter
sobre ella, pues esto implicaría su destrucción. Queda claro, pues, que no
es una presa vertedora.

- Dique izquierdo, de 25 m de altura promedio.

- Dique derecho, de altura muy variable, pero en general menor que la


anterior.

- Aliviadero principal, es una estructura de 50 m de alto que aloja tres


compuertas de 9,8 x 12 m cada una. El umbral está en la cota 78. Su
capacidad de descarga es de 5 500 m3/s.

- Aliviadero de emergencia constituido por un dique fusible, con umbral


ubicado en la cota 100. Su longitud es de 400 m y su capacidad de

292
descarga es de 10 000 m3/s.
- Obras de toma, de desvío, descarga de fondo y estructuras auxiliares. La
longitud total de la represa, al nivel de la cota 108, es de 9 500 m. El
embalse creado por la presa tiene las siguientes características:

Largo 24 km
Ancho Máximo 7,4 km
Ancho Medio 4,2 km
Profundidad Máxima 43 m

El nivel normal de operación del embalse está en la cota 103 m. Para


este nivel el volumen total del embalse es de 885 MMC (millones de metros
cúbicos). La cresta está 5 m por encima, es decir en la cota 108 m. Si la presa
se sobreelevase a la cota 113 (nivel normal de operación 108 m), entonces su
capacidad aumentaría en 350 MMC y el volumen total sería de 1 235 MMC.
Del volumen total de 885 MMC una parte corresponde al volumen
muerto por cota de derivación y otra al Volumen Muerto por sedimentación.
En el momento inicial el volumen útil era de 705 MMC. El estudio previó que
la pérdida de volumen útil empezaría desde el momento inicial y que al cabo de
50 años, el volumen útil se habría reducido a 400 MMC.

Dada la fuerte sedimentación ocurrida desde la finalización de la presa


en 1976 y a partir de las mediciones efectuadas por la Dirección Ejecutiva
[153], consideramos que el volumen útil actual debe ser del orden de 500 MMC,
el mismo que está previsto para regular el agua para riego.

El valle del Chira siempre ha estado sujeto a inundaciones. La


pendiente del río es relativamente pequeña, hay formación de meandros y gran
inestabilidad fluvial. El cauce no está definido. Después de cada gran avenida
aparece un cauce diferente. Los levantamientos aerofotográficos, topográficos
y los testimonios de los habitantes y agricultores demuestran que siempre ha
sido de este modo. Así ocurrió después de las grandes avenidas de 1925,
1965, 1972, 1983 y algunas otras.

En un estudio efectuado por ENERGOPROJEKT en 1981 se afirma lo


siguiente: “Los meandros en el lecho del río son una de las características
básicas del río Chira. La modificación del trazo del lecho principal en el
transcurso del tiempo ha sido registrada en los mapas aerofotogramétricos. Las
modificaciones ocurren regularmente durante las avenidas, tales como fueron las
de los años 1965 y 1972. No existen datos suficientes para un análisis
morfológico completo, sin embargo, inclusive sin ellos puede concluirse que las
velocidades del agua en las curvas y la resistencia del material de las orillas son
tales que causan la modificación permanente del curso de agua, lo que a su vez

293
se refleja en el corte natural de meandros, formándose estos nuevamente.
Puede concluirse que la pendiente promedio del valle, aguas abajo de la represa
de Poechos, asciende a 0,75%. Dado que la relación entre el largo de la corriente
y el del valle es 1,59, puede llegarse a la conclusión de que la pendiente media
del fondo del río es de 0,47%. Según la posición actual (1981) del lecho principal
el largo del mismo, entre el Océano y la Represa de Poechos, asciende a 126 km,
mientras que en el año 1963 el mismo ha sido de 111,5 km" [54].

El régimen hidrológico del río Chira siempre ha sido sumamente


irregular. Varios años secos son seguidos de años húmedos. Hay aparición de
bancos, playas, vegetación y una ocupación agrícola variable de las orillas.

Dadas las irregulares características hidrológicas del río, la introducción


del gran efecto regulador de la presa de Poechos trajo como consecuencia la
laminación parcial de las pequeñas crecidas. Ellas eran las que formaban y
mantenían el lecho. Al eliminarlas, o disminuirlas, prácticamente desapareció
el lecho. Sin embargo, la presa no ofrece control significativo para las avenidas
medianas o grandes. Es éste, pues, uno de los efectos de las grandes presas
ubicadas en los ríos de régimen muy irregular. Generalmente se tiene la
creencia de que un gran embalse constituye de hecho una protección contra
las inundaciones del valle ubicado aguas abajo. Sin embargo, no siempre es
así.

ENERGOPROJEKT realizó el Estudio del Valle del Chira, el mismo que


comenzó en 1981, pero a fines de 1982 debió ser interrumpido debido al
Fenómeno de El Niño que empezó en aquel año. Fue reiniciado varios años
después y las obras respectivas se encontraban en ejecución cuando ocurrió el
desembalse de semana santa de 1992. El estudio considera para el
encauzamiento del río Chira un sistema de diques de 73 km de longitud. La
avenida de diseño es de 3 000 m3/s [54].

El embalse de Poechos no tiene una parte de su volumen reservada para


el control de avenidas. El volumen de almacenamiento es para riego. Por el
contrario, la creación del gran lago de Poechos trajo como consecuencia que el
río Chira, en el tramo ubicado aguas abajo del embalse, perdiese gran parte de
su capacidad de conducción. En consecuencia, la contención de avenidas en
el cauce quedó disminuida y crecidas de magnitud inferior a las que ocurrían
antes de la construcción del embalse resultaron causando serios daños. A lo
anterior debe añadirse la mayor ocupación de las áreas de inundación a lo
largo del cauce por los denominados orilleros.

Con motivo del Estudio Definitivo del Proyecto se calculó la frecuencia de


máximas avenidas y sus respectivos volúmenes y se obtuvo los valores del

294
Cuadro 6.7 [54].

CUADRO 6.7
Máximas Avenidas del río Chira

Periodo de Q Volumen
Retorno (m3/s) MMC
(años)

5 2 650 394
10 3 700 598
25 5 500 797
50 6 700 977
100 8 150 1 150

Es absolutamente claro lo señalado por los proyectistas:

"Dentro de su volumen total de 885 MMC, el Embalse de Poechos no


cuenta, por debajo del remanso normal en la cota 103, con espacio específica-
mente destinado a almacenar y transformar (amortiguar) crecidas y a proteger el
valle de las inundaciones. Sin embargo, es un hecho que, entre el remanso
normal en la cota 103, y la corona del Aliviadero de Emergencia en la cota 105,
existe un volumen adicional de 130 MMC, previsto para balancear la diferencia
entre la aportación y capacidad de descarga de las estructuras para evacuar
crecidas extremadamente grandes. Este volumen puede ser aprovechado en
parte para el control de crecidas de pequeñas probabilidades de ocurrencia" [54].

Debemos acá agregar algo muy importante. El pequeño volumen


mencionado de 130 MMC, que podría ser usado para el control parcial de
avenidas de pequeño periodo de retorno, y que está ubicado por encima de la
cota normal de operación, tiene en la actualidad un valor bastante menor
debido a la sedimentación en la cola del embalse. En la actualidad debe ser
aproximadamente la mitad.

En el estudio de control de inundaciones en el valle del Chira se


consideró varias posibilidades para la utilización de un pequeño volumen del
embalse, que aunque no hubiese sido expresamente concebido para el control
de avenidas, pudiese eventualmente usarse para tal fin. Se estudiaron tres
posibilidades:

Posibilidad A: Ocupar un metro por encima del nivel normal de operación para
dedicar ese volumen, comprendido entre las cotas 103 y 104, al control de
avenidas. Esto representaba inicialmente unos 65 MMC, que en la actualidad
no debe ser más de 35 MMC, lo que hace que su efecto sea prácticamente
295
insignificante.
Posibilidad B: Disminuir el volumen útil bajando la cota de operación al nivel
102 y utilizando los 123 MMC ubicado entre las cotas 102 y 104 para el
control de avenidas. Este volumen en la actualidad se ha reducido a 70 MMC,
por sedimentación de la cola del embalse, lo que lo hace de poca utilidad.

Posibilidad C: Este es el caso extremo que consiste en reducir en 2 m el nivel


normal de operación con lo que se obtenía, inicialmente, un volumen de
180MMC, el mismo que en la actualidad es sólo de 100 MMC (Ocupando hasta
la cota 104).

Evidentemente que estos valores son insuficientes. Recuérdese, por


ejemplo, que la avenida de 25 años representa un volumen de 797 MMC. En
el cuadro siguiente se muestra la capacidad de laminación del embalse en
cada una de las tres posibilidades antes señalados. En todas las posibilidades
se supone que los volúmenes de control son los originales, sin sedimentación
[53].

Periodo de CAUDAL CAUDAL LAMINADO


Retorno m3/s
A B C

5 2 650 1 580 1 160 830


10 3 700 3 000 2 000 1 580
25 5 500 4 000 3 380 2 920
50 6 700 5 100 4 580 4 000
100 8 150 7 750 6 920 6 380

Sin embargo, como lo hemos señalado, los valores actuales para los
volúmenes disponibles entre las cotas mencionadas antes, son menores debido
a la sedimentación.

Cuando decimos, por ejemplo, que una avenida de 5 500 m3/s puede
laminarse a 2 920 m3/s esto implica disponer en el embalse de un volumen de
180 MMC reservado exclusivamente para el control de avenidas. Este
volumen debe estar libre de agua y de sedimentos. Estos conceptos están muy
relacionados con la capacidad de diseño del sistema de encauzamiento.

Antes hemos recordado que Poechos no ha sido concebido como un vaso


de control de avenidas. Esta decisión siempre puede revisarse mediante un
fácil análisis económico: daño por inundaciones vs. beneficios del riego. En
todo caso se trata de una decisión que hay que tomar en el marco del aprove-
296
chamiento de los recursos hidráulicos.
El año 1992 se caracterizó desde el punto de vista hidrometeorológico
por la aparición de lluvias bajas de gran intensidad. El 13 de marzo el
embalse se encontraba en la cota 94,2m, es decir, muy por debajo de su nivel
máximo de operación normal (103 m). El 31 de marzo el nivel del embalse
llegó a la cota 102,5 m. En esos días la operación del embalse era sumamente
difícil, pues cualquier caudal significativo que se liberase del embalse causaría
daños en el valle. Se decide no pasar de 1 200 m3/s.

Los días 17 y 18 de abril en el lapso de 41 horas ingresaron al embalse


de Poechos 435 MMC. Esta onda de avenidas tuvo tres picos importantes: 4
161 m3/s; 5 611 m3/s y 5 911 m3/s. Con este último caudal se llegó a la
cota 103,66 m. Nótese que si se hubiese llegado a la cota 105 m se habría
activado el aliviadero de emergencia con la consiguiente destrucción del canal
de derivación Daniel Escobar, que es el que conduce las aguas al valle del
Piura. El aumento del nivel del reservorio obligó a aumentar paulatinamente
las descargas al valle del Chira a través del aliviadero de compuertas. Se llegó
a una descarga de 3 800 m3/s. Es importante consignar que las descargas
mencionadas del río Chira se originaron básicamente por aportes de las
quebradas de la margen derecha, en la zona ubicada inmediatamente aguas
arriba de la represa.

En el valle del Chira, totalmente desprotegido, se produjeron daños cuyo


valor económico fue estimado en unos 3 millones de dólares, por la Comisión
Investigadora designada por el INADE [77].

Después de haber examinado la concepción del sistema de control de


avenidas del río Chira dentro del proyecto Chira-Piura y las circunstancias del
desembalse de 1992 arribamos en ese momento a las siguientes conclusiones
[157]:

1. La protección del valle del Chira contra las inundaciones está confiada a
un sistema de diques, que no se ha construido y que forma parte de la
tercera etapa del Proyecto Chira-Piura, la que está aún pendiente de
realización.

2. El embalse de Poechos tiene la función de regular los caudales para riego.


Su función no es la de controlar avenidas.

3. En alguna medida se puede usar un pequeño volumen dentro del


embalse de Poechos para la atenuación parcial de crecidas pequeñas y
medianas, en la medida en la que se disponga de Reglas de Operación
técnicamente sustentables y una determinada capacidad de conducción
controlada en el valle del Chira, con lo que se potencia ese pequeño

297
efecto regulador.

4. En todo caso es sumamente importante disponer de Reglas de Operación


del embalse basadas en la más completa información hidrometeorológi-
ca, en un conocimiento de la capacidad real del embalse de Poechos y de
la concepción y fin del Proyecto, así como de las restricciones aguas
abajo del embalse. En las Reglas de Operación debe primar la seguridad
de las estructuras de almacenamiento y conducción.

5. El embalse de Poechos ha introducido cambios importantes en la


morfología fluvial del tramo ubicado aguas abajo, lo que motiva una
disminución de su capacidad de conducción. Esta es inferior a la que
había en condiciones pre-embalse [54].

6. Luego del último desembalse de Poechos nos preocupa que pudiera


creerse que las inundaciones ocurrieron porque alguien abrió más o
abrió menos una compuerta, o porque lo hizo antes o lo hizo después.
Pero no ha sido así. Lo que ocurrió en abril de 1992 puede volver a
ocurrir, si es que no se toman las medidas del caso para un manejo
integral del Proyecto.

6.7 Aspectos Generales de las Sequías


Todos somos conscientes de lo que son las sequías y de las graves consecuen-
cias que tienen para el bienestar humano. Diferentes partes del mundo han
experimentado severas sequías a lo largo de su historia. Hay registros de
sequías ocurridas en China hace más de 2 000 años [35].

Cuando disminuye la precipitación hasta un punto crítico se dice que


ocurre una sequía. Es difícil definir de un modo general a partir de que
momento hay una sequía. Evidentemente que en una región en la que no
haya ninguna actividad humana no tiene sentido hablar de sequía. Tampoco
lo tendría que en una región muy húmeda se hable necesariamente de sequía,
porque la precipitación disminuyó, digamos, a la mitad, puesto que aun así
podría haber agua en cantidad más que suficiente para cubrir las necesidades
de la población.

Resulta entonces evidente que la sequía no puede definirse simplemente


como la disminución de la precipitación o de la cantidad de agua disponible;
sino que tiene que definirse en función del impacto económico y social que se
origina como consecuencia de la disminución de la cantidad de agua
disponible. Por lo tanto, la definición de sequía tendría que considerar una
disminución de la precipitación, de un modo más intenso que lo usual y cuyo
efecto es la no satisfacción de las expectativas de los usuarios.

298
Una precipitación de 500 mm anuales puede ser normal en una región y
permitir el desarrollo de actividades agroeconómicas. En cambio, en otro lugar
donde la precipitación usualmente sea mayor que 500 mm y en un año
determinado disminuya a 500 mm, podría tratarse de una sequía.
Una sequía puede verse desde diferentes puntos de vista, según el uso que
tenga el agua. Cada usuario tiene su propia concepción de lo que es una
sequía. YEVJEVICH señala en relación con la afirmación anterior que desde el
punto de vista del estudio del mundo físico en general las sequías pueden
verse como fenómenos climatológicos, meteorológicos, hidrológicos, limnológi-
cos, glaciológicos o desde otros aspectos. En cambio el ingeniero puede ver la
sequía como un conjunto de variables que afectan la precipitación, escorrentía,
almacenamiento de agua y otros. Para el economista hay diversas formas de
apreciar una sequía, ésta puede ser por ejemplo, en función del área
económica afectada, de la producción de energía, del riego, etc. Para el
agricultor la aparición de una sequía está muy vinculada al tipo de cultivos y
así sucesivamente. Hay, pues, diferentes formas y modos de ver una sequía
[180].
Una sequía se describe por medio de sus características, pero también por
medio de sus efectos. Pero ¿por qué las sequías causan daños tan severos?
Son varias las causas; entre ellas se distingue las siguientes:

1. Imposibilidad de predecir con suficiente anticipación la ocurrencia de una


sequía.

2. Negligencia en el planeamiento, desarrollo y conservación de los recursos


hidráulicos, especialmente en lo que respecta al manejo de los déficit de
agua en el largo plazo.

3. Falta de decisión política para el manejo integral y permanente, y no


coyuntural, del problema de las sequías [35].

Todo parece indicar que las sequías son cada vez más severas y más
frecuentes. En los tiempos antiguos, cuando el hombre se estableció a orillas
de los ríos para dar lugar a modos de vida más avanzados, seguramente que se
preocupaba más de las crecidas de los ríos que de las sequías. Con el paso del
tiempo, al ir aumentando los usos del agua y las demandas sobre un mismo
río, crece la posibilidad de que ocurran sequías. Así por ejemplo, hace años
las sequías que ocurrían en la sierra y que daban lugar a una disminución del
caudal del río Rímac tenían poco o ningún impacto, en razón del poco uso que
se hacía de las aguas del río, especialmente en lo que respecta al
abastecimiento poblacional de Lima. En cambio ahora, una leve disminución
de los caudales del río frente a las expectativas, causa un fuerte impacto en la
ciudad. En general se tiene que el riesgo de sufrir déficit en un sistema de

299
abastecimiento aumenta en la medida en la que usamos una mayor
proporción de los recursos existentes.
La escasez de agua, que puede llegar a constituir una sequía, tiene
características diferentes según el panorama hidrológico y económico de cada
región. A veces se entiende por sequía únicamente la disminución de la
disponibilidad de agua en un grado tal que afecta económicamente a una
región, pero nada más. En cambio en zonas pobres, por su escasez de agua y
de recursos económicos, la falta acentuada de agua llega a extremos
inimaginables. Presentaremos brevemente las características de la sequía
1982-83 ocurrida en el altiplano peruano.

El año hidrológico de 1982-83 se caracterizó, como lo hemos visto, por la


aparición del Fenómeno de El Niño. En la región altiplánica de Perú y Bolivia
se presentaron fuertes sequías, las que fueron calificadas por una misión de
Naciones Unidas como causa de daños de extrema gravedad.

La quinta parte del territorio peruano sufrió diferentes grados de sequía y


hubo 460 000 personas afectadas, total o parcialmente, por la pérdida de sus
viviendas y ganado. Debe recordarse que la sequía de 1982-83 afectó
fuertemente a una de las zonas más pobres del país. Precisamente, cuando
ocurren sequías en zonas económicamente deprimidas los daños suelen ser
muy grandes, debido a la menor capacidad de los pobladores para absorber las
consecuencias de este tipo de desastres naturales. En el altiplano ha habido
numerosas sequías, pero ésta fue una de las más severas, comparable a las de
1878-79 y de 1941-43. A partir de la información contenida en el documento
preparado por la Misión de Expertos de Naciones Unidas, que visitó las zonas
de sequía con el objeto de exponer a la comunidad internacional la necesidad
de asistencia para la rehabilitación y reconstrucción de las zonas afectadas por
el Fenómeno de El Niño 1983, expondremos las características más saltantes
del impacto causado por la sequía altiplánica [116].

Los habitantes del altiplano tuvieron que sacrificar su ganado, debido a la


falta de alimentos y de agua para mantenerlo. Los pastizales se secaron por
falta total de lluvia y fueron depredados por los animales hambrientos, los que
comieron hasta las raíces de las plantas. Esta situación extrema motiva que
sean necesarios varios años para la recuperación de los pastizales y de la
ganadería. Con esto vemos claramente como es que los efectos de una sequía
no terminan cuando empieza a llover. El daño ya se produjo y se requiere
varios años para la recuperación.

Como consecuencia de la sequía disminuyó fuertemente la producción de


alimentos; se llegó al caso extremo de consumir las semillas. La escasez de
agua trajo como consecuencia problemas de calidad de agua y de salud

300
poblacional. Los habitantes del altiplano afectados por la sequía estuvieron al
borde de una hambruna generalizada y se produjo una gran emigración hacia
otras zonas, e incluso hacia otros países, para poder subsistir. Los daños
fueron de incalculable alcance. Dado que el principal patrimonio de la
población era el ganado se comprende fácilmente la situación económica en
que quedaron.

La sequía se extendió a Bolivia donde comprometió una extensión de


380 000 km2, que representa el 35% de la extensión de ese país. Una
población de 1,6 millones se vio afectada en diversos grados. En los
departamentos de Santa Cruz y del Beni ocurrieron, en cambio, fuertes
precipitaciones que originaron inundaciones tanto en zonas urbanas como
rurales. En Santa Cruz ocurrió en el mes de marzo una precipitación de 350
mm, que fue prácticamente el triple del valor usual. Ver Figuras 6.10 y 6.11.

Siete años después se presentó otra sequía en el Perú, pero con extensión
diferente. El año 1990 se presentó esta sequía cuyas características
hidrológicas han sido presentadas por Walter GOMEZ LORA [67] en los
términos que se resume a continuación.

Durante el mes de febrero de 1990 hubo un déficit de precipitación del


40% y un déficit hídrico del 50%, a nivel nacional. Este segundo valor nos da
una idea muy clara de la intensidad de la sequía. Los embalses de la zona
norte del país sólo se llenaron en un 25% y los de la zona sur en un 18%. La
sequía se extendió más allá de 1990; en febrero de 1992 la deficiencia de
precipitación media en el país fue de 55% y el déficit hídrico varió entre el 60 y
70%, según la zona considerada. La capacidad de los embalses sólo fue
ocupada en un 20% en la zona norte y 10% en la zona sur del país.

La sequía de 1990-92 fue de carácter nacional, pero tuvo mayor impacto


en Ancash, Abancay, Ayacucho, Cajamarca, Puno, Lima y Lambayeque,
siempre según la misma referencia. En la cuenca del Rímac la precipitación
anual media es de 400 mm, el 78% de la cual se produce entre diciembre y
marzo. En 1990 sólo llovió la tercera parte de lo que suele llover en un año
medio. En 1992 la situación fue peor, pues sólo llovió un 25% de lo usual [67].

La disponibilidad de agua fue insuficiente para satisfacer la demanda de la


ciudad de Lima, la que fue sometida a un intenso racionamiento. El caudal
medio plurianual del río Rímac es de 29 m3/s. En el año hidrológico 1989-90
el caudal del río sólo llegó a 14 m3/s. Lo que evidentemente significó que en
los meses de estiaje, en los que el caudal es mucho menor que el promedio
anual, la escasez de agua fuese muy importante.

301
b

302
6.8 Definición de Sequía

Según el U.S. Weather Bureau una sequía se define como "una falta de lluvia
tan intensa y tan larga como para afectar y causar daños a las plantas y a los
animales de un lugar y como para disminuir el abastecimiento de agua a las
poblaciones y a las centrales hidroeléctricas, especialmente en aquellas regiones
donde normalmente la lluvia es suficiente para cubrir las necesidades" [176].

Debemos tener presente que no es lo mismo sequía que aridez. La sequía


es eventual, inesperada, circunstancial; la aridez es permanente, inherente a
un lugar. Es interesante el caso de la costa peruana. La costa peruana es
árida, no llueve; su abastecimiento de agua depende de los ríos que vienen de
la sierra. En consecuencia la sequía en la sierra produce efectos en la costa.

En el Glosario del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos,


siguiendo la definición de la Organización Meteorológica Mundial, se da dos
definiciones de sequía: 1) Ausencia prolongada, deficiencia marcada o mala
distribución de la precipitación. 2) Periodo anormal de tiempo seco,
suficientemente prolongado, en el que la falta de precipitación causa un grave
desequilibrio hidrológico [134].

En general el concepto de sequía, o de déficit, va asociado a que se


presente una diferencia entre la demanda y la disponibilidad de agua. Se dice
que esta diferencia da lugar a una sequía cuando la escasez de agua tiene
duración prolongada, se extiende sobre un área importante y tiene grandes
impactos regionales. Un déficit, se refiere también a una demanda mayor que
la oferta, pero en un lapso de tiempo determinado, no muy grande, y con
consecuencias moderadas [35]. Nos parece importante añadir que un déficit
puede ser manejable, sin mayores consecuencias, mediante un conjunto de
medidas; en cambio el manejo de una sequía es mucho más difícil.

En cada parte del mundo se define la sequía de un modo particular. En la


Conferencia realizada en Colorado State University, Fort Collins, sobre el tema
de las sequías se mencionó algunas formas de calificar la aparición de una
sequía [35]. Así, en Gran Bretaña, desde el punto de vista urbano, se
considera que un periodo de 15 días consecutivos con menos de 0,01 pulgada
de precipitación, constituye una sequía. Una de las definiciones usadas en
Estados Unidos para establecer la existencia de una sequía es la siguiente:
"periodo de 21 días en los que la precipitación es 30% inferior a la precipitación
normal en ese lugar y momento". Hay muchísimas definiciones de sequía.
Todas son controversiales. Hay quien las defiende y quien demuestra su
inutilidad.

303
Es por eso que en 1967 YEVJEVICH al analizar el problema de las sequías
y de su definición, empezó por señalar lo que es una definición objetiva. Una
definición objetiva implica que los criterios, métodos y técnicas presentes en la
definición estén expuestos de un modo tal que varias personas,
interpretándolos del mismo modo, lleguen a los mismos resultados a partir de
la misma información básica [180].

CORRODUS, citado en [35] nos recuerda que las sequías sólo se presentan
ante la gente, sus usos y necesidades, e indicó que un ecosistema estable está
en equilibrio con las fuerzas exteriores, incluyendo el suministro de agua. Si
se extrae más agua de la producida empiezan los problemas y se agudizan las
sequías.

6.9 Características e Impacto de las Sequías

Hay diversos modos y formas de describir una sequía. Una sequía tiene
determinadas características, efectos e impactos. Estos últimos pueden ser
económicos, sociales o políticos y pueden reflejarse en la agricultura, en la
ganadería, en la producción de energía o en otras actividades.

Una sequía se caracteriza por su extensión, intensidad, frecuencia y


duración. La ingeniería de los recursos hidráulicos determina la probabilidad
de ocurrencia de una sequía de cierta severidad y duración. La extensión de
una sequía puede ser local o regional y puede abarcar eventualmente varios
países, como lo hemos visto anteriormente.

Dado que la sequía, o el déficit, provienen de la diferencia entre el aporte y


la demanda de agua, la sequía tiene un carácter estocástico. Para los efectos
de calcular un déficit o una sequía, hay muchas variables que considerar en lo
que respecta el aporte de agua: precipitación, humedad del suelo, evaporación,
escorrentía, almacenamiento de agua superficial y subterránea, etc. El
resultado debe compararse con la demanda; como resultado se tiene informa-
ción sobre duración, extensión e intensidad de la sequía.

Muchas veces toda la atención se centra en la posibilidad de predecir las


sequías. Esto es útil en la medida en la que estemos dispuestos a tomar las
medidas del caso para atenuar los efectos de la sequía.

El análisis de las características de las sequías tiene que cubrir por lo


menos los siguientes aspectos: Recolección de información básica, descripción
de las sequías y explicación del fenómeno [35].

304
En algunos países o regiones existe abundante información básica sobre
precipitación, infiltración, temperaturas, presiones y demás variables que
pueden tener relación con las sequías. Esta información básica debe ser
relacionada y ajustada desde el punto de vista del análisis de sequías.
Muchas veces ocurre que la información básica está muy sesgada y orientada
hacia la determinación de disponibilidades de agua y no resulta ser muy útil
para el análisis de eventos extremos como avenidas y sequías.
En otros países o regiones la información básica es limitadísima. Debe
entonces incrementarse adecuadamente. Como puede comprenderse fácil-
mente el estudio y análisis de las sequías, y de su impacto, requiere informa-
ción muy específica, como por ejemplo, el comportamiento de los cultivos y el
rendimiento de las cosechas como consecuencia de la disminución de la
cantidad disponible de agua. Al producirse una sequía muy intensa debe
evaluarse los daños producidos. Este es un dato que permitirá proyectar y
justificar la ejecución de medidas de control de las sequías. Cuando las
sequías abarcan extensiones muy grandes, que comprenden dos o más países,
debe entonces haber entre ellos un intercambio de información.

Las sequías tienen mucho que ver con la desertificación. La desertifica-


ción consiste en la aparición de condiciones propias de un desierto en una
tierra que servía para agricultura y/o pastoreo. La desertificación ocurre en
las zonas áridas y semiáridas y aparentemente se origina por el uso intensivo
de la tierra, al que se adiciona la aparición de sequías. En las regiones áridas
y semiáridas es muy difícil mantener el equilibrio entre tierra, agua, población
humana y animales. Cualquier trastorno provoca la aparición del desierto.

La búsqueda de los datos debe estar orientada al mayor conocimiento de


una sequía para poder así describirla mejor. La descripción de una sequía
debe incluir información acerca de lo siguiente: iniciación, duración, severidad,
persistencia, amplitud (área afectada) y terminación.

No debe perderse de vista que clima y sequía son fenómenos entre los que
existe la relación causa-efecto. El estudio del clima resulta entonces ser muy
importante para el análisis de las sequías. Es también importante considerar
y registrar los cambios que ocurren en el uso de la tierra. Puede ser, por
ejemplo, que en una cuenca ocurran cambios derivados de un mayor uso de la
tierra, tales como nuevas irrigaciones, asentamientos humanos e industriales
que demandan agua y por lo tanto al presentarse una escasez de agua, y ser
mayores los usuarios y usos hay la posibilidad de sequías. Muchas veces
resulta útil el estudio de las sequías ocurridas en la antigüedad.

En lo que respecta al impacto de las sequías también hay un requeri-


miento de información básica, que incluye por ejemplo el análisis y registro de

305
la reacción de diferentes grupos frente a la posibilidad de una sequía. Los
dirigentes de cada grupo humano, tales como empresarios, políticos y
agricultores tienen cada uno un punto de vista particular acerca de lo que es
una sequía y, por lo tanto, sus reacciones van a ser diferentes. La reacción de
la población frente a la probable ocurrencia de fenómenos naturales y a su
anuncio depende de dos factores. De un lado, que estos desastres ocurran con
cierta frecuencia y, de otro lado, que haya una razonable seguridad en los
pronósticos. Existen patrones de conducta ante la posibilidad de que ocurran
terremotos, huracanes, maremotos, avenidas, sequías, avalanchas y huaicos.

El éxito que puede obtenerse en el manejo de las consecuencias de un


fenómeno natural depende en gran medida de la reacción ciudadana, de su
predisposición a seguir las instrucciones de la Autoridad. Naturalmente que
en época de escasez de agua, de sequía, tienen que crearse reglas especiales
para el manejo del agua. Durante una sequía los recursos hidráulicos tienen
que usarse más racionalmente que nunca. Los recursos existentes en los
almacenamientos tienen que mirarse como críticos o estratégicos y la
oportunidad de su uso tiene que ser rigurosamente planificada. En realidad
en las zonas en las que los recursos hidráulicos son escasos, haya o no sequía,
el agua tiene que usarse cuidadosamente. Caso contrario corremos el riesgo
de que todos los proyectos sean deficitarios. Debe haber, pues, una Autoridad
del Agua que maneje el recurso del modo más eficiente posible, en especial en
épocas de escasez.

Debe registrarse y analizarse el impacto económico de las sequías. Como


consecuencia de una sequía puede cambiar el producto bruto de cada sector,
la distribución de ingresos regionales, el empleo por sectores y especialidad y
muchos otros aspectos más. Como consecuencia de una sequía se producen
también efectos sociales diversos.

Con motivo del Estudio de Factibilidad del Proyecto CHAVIMOCHIC la


firma consultora encargada del proyecto obtuvo varias conclusiones, que a
continuación desarrollamos, sobre el problema de sequías en el área del
Proyecto [40].

1. A fines de 1977, y a lo largo de los tres años siguientes, se produjo en los


cuatro valles que constituyen la zona de riego del Proyecto (Chao, Virú,
Moche y Chicama) la sequía más intensa que se tiene registrada.

El año hidrológico 1979-80 fue el más severo, por cuanto los dos primeros
años de sequía fue posible recurrir a la explotación de las aguas
subterráneas, hasta que prácticamente se agotaron las reservas.

306
A continuación se señala en el Cuadro 6.8, para los principales ríos del
área del Proyecto, las descargas medias anuales, para diferentes periodos
de registro y los caudales que se presentaron el año 1979-80.

CUADRO 6.8
Comparación de Caudales de ríos del Departamento de La Libertad

RIO PERIODO CAUDAL ANUAL CAUDAL *


MEDIO * 1979-80

CHICAMA 1911 - 1980 28 1,5


MOCHE 1912 - 1980 10 0,5
VIRU 1923 - 1980 4 0,05
* En m3/s

2. Ha habido sequías en otras oportunidades. La siguiente en importancia,


que duró 30 meses, fue la de 1968. También hubo sequías en los años
1949, 1950 y 1951.

3. Las sequías que se presentan pueden tener duración importante. La


duración de esta fuerte sequía fue de 36 meses.

4. Las sequías no son periódicas. Esto es muy importante, pues frecuente-


mente se afirma, erróneamente, que las sequías y las avenidas son
"cíclicas".

En casos como éste no queda otra solución que generar un proyecto de


abastecimiento hídrico, trayendo agua de otras cuencas. Estas transferencias
de agua permiten además incrementar la frontera agrícola y dar otros usos al
agua, como el energético y el poblacional.

307
6.10 Manejo del Agua en Tiempos de Sequía

La presencia de un déficit en la satisfacción de las necesidades hídricas puede


presentarse, ya sea, por un aumento de la demanda, o por una disminución de
la oferta de agua, debido a circunstancias diversas. Puede también
presentarse una suma de ambas posibilidades.

En los valles de la costa peruana, servidos por ríos con erráticos caudales,
suele ocurrir que en época de abundancia de agua, en los años ricos, el área
cultivada crece todo lo que las condiciones naturales y agroeconómicas lo
permiten (salvo naturalmente, en épocas de profunda depresión económica o
en aquéllas en las que hay una gran importación de productos agrícolas, como
en el año 1992-93, en el que el área cultivada disminuyó, a pesar de haber
buenas condiciones naturales). Cuando vienen los años medianamente secos
hay la imposibilidad de regar toda el área que se habilitó en años anteriores.
Cuando vienen los años verdaderamente secos ocurre un gran desastre.

En Lima ha habido un crecimiento incesante de la demanda y durante los


años secos del periodo 1990-92 se produjo un gran déficit en el suministro de
agua a la ciudad. Situaciones deficitarias, similares o peores, pueden
presentarse cada vez que se produzcan condiciones hidrometeorológicas
similares y en tanto no se realice un manejo de la demanda y un aumento de
la oferta de agua.

Algunos autores recomiendan que al planificar y diseñar los sistemas de


abastecimiento de agua se reserve una cierta capacidad de almacenamiento
para absorber las fluctuaciones de la demanda, específicamente para aliviar
las consecuencias derivadas de un súbito incremento de la demanda o una
disminución de la oferta. Sin embargo, esto no es posible en los países pobres
en los que los sistemas tienen una tendencia a quedar rápidamente subdimen-
sionados, debido al rápido y, a veces, impredecible crecimiento de la demanda.

Durante una sequía no sólo hay que manejar el agua, sino todos los
recursos. De acá que el manejo de una sequía sea un problema fundamental-
mente multisectorial. En este manejo juega un papel importantísimo la
población. Los usuarios y todas las fuerzas vivas deben estar conscientes de
los esfuerzos de la Autoridad por paliar los efectos de la sequía; aún más, es
imprescindible la participación activa de la población en estos esfuerzos.

Hemos señalado anteriormente que en la satisfacción de las necesidades


de agua de un sistema pueden presentarse déficit. Cuando éstos son muy
intensos, duran demasiado e impactan fuertemente, puede hablarse de sequía.
¿Pero cómo saber en que momento empieza una sequía? Debemos distinguir
308
entre el análisis de las precipitaciones, descargas de los ríos y de la oferta de
agua en general, que hacemos después de los sucesos, y el análisis que va
haciendo el usuario día a día, en la medida en la que va escaseando el agua
hasta que llega un momento en el que los daños son grandes e irreversibles.
Por ejemplo, si no se dispone oportunamente de agua puede esperarse una
disminución de los rendimientos agrícolas, pero si la escasez se prolonga llega
un momento en el que ya la cosecha está perdida, aunque se dispusiese de
agua en ese momento. ¿Cuándo empezó la sequía? Es difícil decirlo de un
modo general. Esta circunstancia determina que la toma de acciones tenga
que ser paulatina y de acuerdo a un plan dinámico, según la evaluación de las
condiciones naturales. Cuando se dispone de agua regulada, en reservorios
superficiales o subterráneos, el uso de ésta no puede ser de acuerdo a lo usual
si es que sabemos que hay escasez de precipitación y de recarga.

En general frente a los problemas de escasez de agua tenemos las


siguientes posibilidades:

1. Mejor uso de los recursos existentes (Manejo de la demanda)


2. Desarrollo de nuevas fuentes de agua
3. Combinación de ambas posibilidades

El mejor uso de los recursos hidráulicos existentes tiene muchos matices.


Se ha observado que durante épocas de escasez aumenta la eficiencia del uso
del agua ¿Por qué no puede ser esto permanente? Pero el punto fundamental
está en como operar, durante épocas de escasez, los sistemas que tienen
reservorios de regulación. El agua regulada es el elemento fundamental para
el manejo de la sequía. En los sistemas de riego hay diversas políticas de
manejo del agua en épocas de escasez. Una norma usual es, por ejemplo,
atender primero los cultivos permanentes y luego los transitorios.

Cuando hay uso conjunto de aguas superficiales y subterráneas la época


de escasez es el momento de que la demanda sea satisfecha con el
complemento de las aguas subterráneas, cuando están reservadas para tal fin.
Los reservorios subterráneos actúan como un volumen de embalse adicional
para épocas de escasez. En tiempos de abundancia se usa plenamente el agua
superficial y se recarga la napa subterránea. El déficit energético de los
sistemas hidroeléctricos suele cubrirse con la operación de centrales térmicas.

La presencia continuada de escasez y sequías origina la necesidad de los


proyectos de abastecimiento hídrico. Aparecen así los embalses, obras de
derivación, trasvases y otros. Hay formas excepcionales de aumentar el agua
disponible en épocas de escasez. Se recurre, por ejemplo, a las aguas fósiles.
Entre nosotros se ha desaguado lagunas, prácticamente sin recarga, para usar

309
sus aguas en épocas de escasez. Otros recursos pueden consistir en usar al
máximo la capacidad instalada de plantas desalinizadoras.

Actualmente el Bajo Piura dispone de agua regulada desde el reservorio de


Poechos, lo que permite, o debe permitir, una programación de las labores
agrícolas en función de la disponibilidad de agua de cada año. El agua
proviene del río Chira y, por lo tanto, constituye un aporte al Bajo Piura, lo que
permite a su vez, una mayor disponibilidad de los caudales propios en el
medio y el alto Piura.

Nos parece conveniente presentar brevemente el contenido del Reglamento


para la Distribución de las Aguas del Río Piura de 1926 [130]. Es un ejemplo
de como se manejaba el agua de los ríos sin regulación, antes de la Ley
General de Aguas y, por cierto, antes de la construcción del Proyecto Chira-
Piura.

Se establece en este Reglamento que los riegos comenzarán en "los valles


de Piura, Catacaos y Sechura desde el momento en el que el río en sus avenidas
periódicas llegue al pueblo de Sechura; o en su defecto corra durante tres días
consecutivos bajo el puente del canal de la Muñuela". Se considerará Toma
Libre cuando el río tenga una descarga de 45 m3/s o más.

En el estado de Toma Libre se permite el riego sin límite, "cualquiera que


sea el método para el aprovechamiento de las aguas". Para que se dé esta
situación es necesario que la Autoridad declare que el río está en estado de
toma libre, hasta que la Autoridad determine lo contrario. Por lo tanto, en un
año puede haber varios períodos de Toma Libre.

Cuando el caudal del río Piura es inferior a 45 m3/s, pero superior a 3


m3/s se dice que el río está en estado de Reparto. En este estado la Autoridad
puede cortar el agua a determinados fundos, así como reducir a su mínima
dotación a varios otros fundos.

El Reglamento establecía que si luego de 48 horas de haberse declarado el


estado de Reparto, la descarga del río en la estación del puente Piura fuera de
20 m3/s o menos, el agua pertenecía integralmente a los distritos de Catacaos
y Sechura, entre los que se distribuiría en partes iguales. El Reglamento
establecía así mismo porcentajes de agua que comprendían a los canales de
cada distrito.

Cuando la descarga en el río fuese inferior a 3 m3/s, el Reglamento


considera al río en estado de Mita. En este estado se cerrarían todas las
captaciones superiores para permitir que el agua llegue a Catacaos y Sechura,

310
a los que corresponde el agua a razón de 10 días consecutivos cada uno.

Finalmente se considera al río en estado de Seca cuando la descarga es


inferior a 1 m3/s. En este estado dice el Reglamento "cesarán por completo
todos los aprovechamientos, sin excepción alguna, dejándose correr el agua
libremente para el abastecimiento e higiene de las poblaciones".

Se observa, pues, de la lectura de esta reseña del Reglamento la forma en


la que se distribuía y aprovechaba el agua. Dada la importancia que tiene el
agua para la vida y la riqueza de los pueblos, es natural que surjan
dificultades para el reparto de aguas. Así, en períodos de escasez de agua se
suscintan a menudo problemas entre los usuarios de las partes altas y bajas
de los valles. Se recurre entonces a las denominadas quiebras. Los regantes
de la parte alta tienen que cerrar sus tomas para que pueda llegar agua a la
parte baja del valle.

Algunos de los problemas que ocurrían en el pasado, en el valle de Piura,


entre la parte alta y la parte baja han sido relatados así: "...para poder servir a
la agricultura del valle medio y bajo del Piura (Catacaos y Sechura) se ha
realizado una polémica periodística entre los regantes de la parte baja, quienes
sostienen que el agua no les llega por que toda es aprovechada en la parte alta
(provincia de Morropón) y alegando que el área cultivada en esa región, se ha
aumentado enormemente; sosteniendo que el valle de Sechura goza de derechos
preferenciales; que el reglamento los ampara, puesto que establece que no se
debe hacer uso de las aguas, mientras éstas no llegan a Sechura..." ..."Los
solicitantes de las quiebras de las tomas de los afluentes, hacían el pedido
asegurando que en esa forma las aguas llegarían a Sechura y servirían para que
los pobladores de esa región tuvieran agua para beber. No tengo derecho a
dudar que esos eran sus humanitarios deseos. La Administración de Aguas,
sostenía, en cambio, basándose en la técnica, que la suma de los volúmenes de
aguas de los afluentes, no era cantidad suficiente para que pudieran llegar a
Sechura, dado el enorme recorrido..." [30]. Quiebra, según la Ley de Aguas es el
cierre de las tomas ubicadas en las partes altas de un río o canal para que las
aguas puedan utilizarse en las tomas de las partes bajas.

En la Figura 6.12 se muestra esquemáticamente el recorrido del río Piura,


desde su nacimiento en las alturas de Huarmaca hasta su desembocadura en
la laguna Ramón. Hasta hace unas décadas el río Piura tenía en su último
tramo un cauce diferente al actual, pues pasaba por Sechura y llegaba al mar
(cauce antiguo).

311
312
Capítulo 7

Recursos Hidráulicos
Internacionalmente Compartidos

7.1 Aspectos Generales

El agua, lo hemos mencionado varias veces, es un recurso natural cuyo


aprovechamiento es vital para el ser humano. El agua en la Naturaleza se
presenta bajo diversas formas; sin embargo, el concepto de recursos hidráuli-
cos se asoció originalmente a las aguas superficiales. Cuando el agua era
abundante y la población escasa, los primeros asentamientos importantes se
realizaron cerca de los ríos. Desde la más remota antigüedad, agua, río y vida
han sido eslabones de una misma cadena. Con el paso del tiempo se fueron
constituyendo los Estados, como grupos humanos organizados jurídicamente
en un territorio.

El territorio, es decir, aquel espacio de la geografía sobre el que el Estado


ejerce su dominio, no siempre contiene íntegramente, de principio a fin, a un
curso de agua. Es decir, que como consecuencia de la demarcación política de
los Estados, resulta que un lago o un río queda contenido en dos o más
Estados. Nos encontramos entonces frente a los recursos hidráulicos interna-
cionalmente compartidos. Ese es el tema del presente capítulo. Pero, para
comprender en toda su amplitud el tema de los recursos hidráulicos comparti-
dos, debemos recordar que el estudio de los Recursos Hidráulicos no se refiere
únicamente a su aprovechamiento en beneficio del hombre, sino a otros dos
aspectos. El estudio de los Recursos Hidráulicos incluye las medidas para
defendernos de la eventual agresividad de las aguas, como, por ejemplo, de las
crecidas de los ríos. El tercer aspecto fundamental en materia de Recursos
313
Hidráulicos es el referente a la protección que el hombre debe hacer de ellos;
es decir, la lucha contra la contaminación del agua.
Los primeros intentos importantes en torno al establecimiento del régimen
jurídico de los ríos internacionales se realizaron en Europa y giraron en torno a
los problemas de la navegación fluvial. En Europa hay varios ríos que pasan
de un país a otro y que son navegables; en consecuencia, las acciones que
pueda o no ejecutar un Estado se reflejan en otras partes del río, sujetas a la
jurisdicción de otros Estados.
Es así como en Viena, en 1815, se convino en la aprobación del
Reglamento de la Libre Navegación de los Ríos. De este Reglamento emana la
definición de curso de agua internacional, que presentaremos más adelante y
que es la que hasta ahora se emplea.
En 1921, en Barcelona, se celebró la Conferencia Internacional del
Transporte, de donde resultó una Convención sobre el Régimen de las Vías
Navegables de Interés Internacional. Sin embargo, la Convención no fue
ratificada por numerosos Estados.

Surge luego el interés por otros aspectos del uso de los recursos
hidráulicos internacionalmente compartidos. Este interés aparece posterior-
mente, como reacción a las crecientes demandas de agua en diferentes partes
del mundo. Cuando en 1848 y 1853, México y los Estados Unidos firman los
tratados de límites sólo se señala, en lo que respecta a las aguas, que no
deberá menoscabarse la navegabilidad de los ríos Colorado y Bravo (Grande).
Sin embargo, en 1906, se firmó un Tratado entre los Estados Unidos y México
sobre partición de aguas del río Bravo (Grande), en virtud del cual Estados
Unidos se comprometió a entregar a México, anualmente, 74 millones de
metros cúbicos de agua, de acuerdo a una distribución mensual determinada.
A su vez, México se comprometió a retirar sus reclamaciones, "sea cual fuese
su objeto, a las aguas del río Bravo, entre la bocatoma del Canal Principal
Mexicano y Fort Quitman, Tex. donde se considera que termina el valle de
Juárez" [169].

Por esa época Estados Unidos y México también lograron un acuerdo para
el uso, a través de una empresa concesionaria, de las aguas del río Colorado.
Nació así la famosa irrigación conocida como el Imperial Valley. Finalmente, el
3 de febrero de 1944 Estados Unidos y México celebraron el Tratado sobre
Aguas Internacionales, que incluye los ríos Colorado, Bravo (Grande) y
Tijuana.
A lo largo del siglo XX ha habido numerosos acuerdos entre países para el
uso de aguas de ríos internacionales con fines de navegación, irrigación,
hidroelectricidad y otros, a los que nos referiremos más adelante.

La lucha contra la contaminación de los recursos hidráulicos ha abierto

314
una perspectiva más amplia sobre los recursos internacionalmente comparti-
dos. La protección de las aguas contra todas las formas de contaminación
trasciende los límites de un Estado. La lucha contra la contaminación es
esencialmente planetaria, globalizadora.

En consecuencia, los problemas relativos a los recursos hidráulicos


compartidos internacionalmente tendrán que verse desde una triple perspecti-
va: aprovechamiento, protección de su agresividad y protección de los recursos
contra la acción del hombre.

En el continente americano el 55% de las grandes cuencas hidrográficas y


el 75% de los Recursos Hidráulicos existentes están compartidos entre dos o
más Estados; en el Perú casi la totalidad de sus Recursos Hidráulicos
superficiales es compartida, o está comprometida, internacionalmente.

A nivel internacional existen numerosas recomendaciones de carácter


general orientadas a ordenar el uso de las aguas de los ríos internacionales.
Así por ejemplo en la Carta Europea del Agua se señala que el agua no tiene
fronteras y que es un recurso común que necesita de la cooperación interna-
cional. En el Consenso de Lima sobre los Problemas del Agua en América Latina y el
Caribe se señala que los países que comparten recursos hidráulicos "deberán
examinar con la asistencia adecuada de organismos internacionales y de otros
órganos de apoyo, las técnicas existentes y disponibles para el manejo de las
cuencas de los ríos internacionales y para resolver las disputas y cooperar en el
establecimiento de programas conjuntos y de las instituciones necesarias para el
desarrollo coordinado de tales recursos" [115].

7.2 Cursos de Agua Internacionales

Se dice que un curso de agua es internacional cuando su escurrimiento se


produce en más de un Estado. En consecuencia, se denomina curso de agua
internacional a todo curso de agua, canal o lago que separa o atraviesa los
territorios de dos o más Estados. En otras palabras, debe entenderse por
curso de agua internacional todo colector del drenaje de una cuenca que
excede los límites de un solo Estado. En tal sentido, el concepto de curso de
agua es un concepto más amplio que el de río y resulta ser útil para tratar, por
ejemplo, la contaminación.

Algunos ríos pasan de un país a otro, atravesando la frontera. A este tipo


de ríos se le denomina, desde el punto de vista internacional, ríos sucesivos. Al
país que está ubicado antes del cruce de la frontera se le llama el país de

315
aguas arriba y al otro, el país de aguas abajo. También puede darse el caso de
que el río corra a lo largo de la frontera. Podríamos decir que el río constituye
la frontera. A estos ríos se les denomina ríos contiguos. Un río puede ser a la
vez sucesivo y contiguo. Ver Figura 7.1. Así por ejemplo, el río Puyango nace
y se desarrolla en el Ecuador, luego ingresa al Perú, toma el nombre de
Tumbes y desemboca en el Océano Pacífico. Lo mismo ocurre con el río Chira,
que nace y se desarrolla en el Ecuador con el nombre de Catamayo. Perú y
Ecuador son con respecto a ambos ríos Estados Ribereños. El río es una
riqueza natural compartida.

Las aguas de los ríos internacionales constituyen patrimonio común de


dos o más Estados; son recursos naturales compartidos. El concepto de río no
puede independizarse del de cuenca. El río es el drenaje de la cuenca; pero no
sólo es el colector del agua producida, sino también del material sólido
erosionado de la cuenca. El río transmite también la contaminación que se
produce en la cuenca y el río es también el elemento de descarga de las
grandes crecidas. Si bien es cierto que en un río internacional cada uno de los
Estados tiene soberanía sobre una parte de la cuenca, también lo es que
siendo el río un elemento natural, continuo, móvil e indivisible, los Estados
ribereños tienen legítimo interés sobre la parte de la cuenca que pueda
afectarlos.

La unidad de la cuenca, que algunos autores llaman coherencia


hidrográfica, es una realidad dentro de la que tenemos que actuar. La unidad
hidrológica de la cuenca implica que las acciones que se realicen en la parte
alta de la cuenca pueden tener influencia en la parte de aguas abajo. Las
acciones que se realicen en la parte alta pueden ser extracción de agua, en
cuyo caso hay un cambio en la cantidad total de agua disponible en el río. Tal
es el caso, por ejemplo, de Turquía con respecto al Éufrates. El Éufrates es un
río internacional de cauce sucesivo; nace en Turquía, ingresa a Siria y luego a
Irak, donde desemboca, junto con el Río Tigris, en el golfo Pérsico. Turquía
tiene un programa de aprovechamiento de las aguas del río Eufrates mediante
la construcción de un sistema de presas, lo que disminuirá los caudales
disponibles aguas abajo. Es acá donde vemos la necesidad de que los Estados
lleguen a un acuerdo para el uso armónico de un recurso natural compartido.

La cooperación entre los países es fundamental para el éxito en el manejo


del agua. Es acá necesario recordar nuevamente que el ciclo hidrológico está
más allá de cualquier concepto de límites o fronteras. El agua es, pues, un
recurso esencialmente planetario. Los países deben ponerse de acuerdo para
el uso de los recursos compartidos. Las negociaciones pueden ser lentas y
difíciles, pero deben acometerse en función del interés general.

316
317
7.3 Acuerdo de Montevideo

Es conveniente presentar algunas normas o conceptos dentro del Derecho


Internacional que sirven de gran marco de referencia general para llegar a
acuerdos internacionales sobre uso de las aguas.

El Acuerdo Multinacional más importante al respecto quizá sea el


denominado Acuerdo de Montevideo [170]. Este Acuerdo está constituido por
la Resolución LXXII de la Séptima Conferencia Internacional Americana, del 24
de diciembre de 1933, que a la letra dice:

"USO INDUSTRIAL Y AGRICOLA DE LOS RIOS INTERNACIONALES


La Séptima Conferencia Internacional Americana,
DECLARA:
1. En el caso en que, para el aprovechamiento de fuerzas hidráulicas con fines
industriales o agrícolas de aguas internacionales sea necesario realizar
estudios para su utilización, los Estados en cuyo territorio se hayan de
realizar los estudios, si no quisieren efectuarlos directamente, facilitarán por
todos los medios al otro Estado interesado, y por cuenta de éste, la
realización de los mismos en su territorio.

2. Los Estados tienen el derecho exclusivo de aprovechar, para fines


industriales o agrícolas, la margen que se encuentra bajo su jurisdicción, de
las aguas de los ríos internacionales. Ese derecho, sin embargo, está
condicionado en su ejercicio por la necesidad de no perjudicar el igual
derecho que corresponde al Estado vecino en la margen de su jurisdicción.
En consecuencia, ningún Estado puede, sin el consentimiento del otro
ribereño, introducir en los cursos de aguas de carácter internacional, por el
aprovechamiento industrial o agrícola de sus aguas, ninguna alteración que
resulte perjudicial a la margen del otro Estado interesado.

3. En los casos de perjuicio a que se refiere el artículo anterior, será siempre


necesario el acuerdo de las partes. Cuando se tratare de daños susceptibles
de reparación, las obras sólo podrán ser ejecutadas después de solucionado
el incidente sobre indemnización, reparación o compensación de los daños,
de acuerdo con el procedimiento que se indica más adelante.

4. Se aplicarán a los ríos sucesivos los mismos principios establecidos por los
artículos 2 y 3, que se refieren a los ríos contiguos.

5. En ningún caso, sea que se trate de ríos sucesivos o contiguos, las obras de
aprovechamiento industrial o agrícola que se realicen, deberán causar
perjuicios a la libre navegación de los mismos.

318
6. En los ríos internacionales de curso sucesivo, las obras de aprovechamiento
industrial o agrícola que se realicen, no deberán perjudicar la libre
navegación de los mismos, sino antes bien, tratar de mejorarla en lo que sea
posible. En este caso, el Estado o Estados que proyecten la construcción de
las obras, deberán comunicar a los demás el resultado de los estudios
practicados en lo que se relacione con la navegación, al solo efecto de que
tomen conocimiento de ellos.

7. Las obras que un Estado proyecte realizar en aguas internacionales, deberán


ser previamente denunciadas a los demás ribereños, o condóminos. La
denuncia deberá acompañarse de la documentación técnica necesaria como
para que los demás Estados interesados puedan juzgar del alcance de
dichas obras, y del nombre del o de los técnicos que deban entender,
eventualmente, en la faz internacional del asunto.

8. La denuncia deberá ser contestada dentro del término de tres meses con o
sin observaciones. En el primer caso, se indicará en la contestación el
nombre del o de los técnicos a quienes se encargará, por el requerido, del
entendimiento con los técnicos del requirente y se propondrá la fecha y lugar
para constituir, con unos y otros, una Comisión Técnica Mixta que habrá de
dictaminar en el caso. La Comisión deberá expedirse dentro del plazo de
seis meses, y si dentro de este plazo no se hubiera llegado a un acuerdo,
expondrán los miembros sus opiniones respectivas, informando de ellas a los
Gobiernos.

9. En tales casos, y si no es posible llegar a un acuerdo por la vía diplomática,


se irá al procedimiento de conciliación que haya sido adoptado por las Partes
con anterioridad y, a falta de éste, por el procedimiento de cualquiera de los
Tratados o Convenios multilaterales vigentes en América. El Tribunal deberá
expedirse dentro del plazo de tres meses, prorrogables, y tener en cuenta en
el laudo lo actuado por la Comisión Técnica Mixta.
10. Las partes tendrán un mes para expresar si aceptan o no el laudo
conciliatorio. En este último caso y a requerimiento de las Partes interesadas
se procederá a someter la divergencia al arbitraje, constituyéndose el
Tribunal respectivo por el procedimiento que determina la Segunda
Convención de La Haya para la solución pacífica de los conflictos
internacionales".
Como se ve claramente de la lectura de este documento es indispensable que
los países lleguen a un acuerdo para el uso de los ríos internacionales bajo el
principio general de que lo que haga un Estado no debe causar daños o
perjuicios en el otro. Bajo el espíritu de este acuerdo, Ecuador y Perú llegaron
en 1971 al Convenio para el uso de los ríos Puyango-Tumbes y Catamayo-
Chira.

319
7.4 Normas de Helsinki

Dentro de las pautas internacionales se puede mencionar también las


adoptadas por la Asociación de Derecho Internacional en su 52a. Conferencia,
celebrada en Helsinki en 1966 y que se conocen con el nombre de Normas de
Helsinki sobre el Uso de las Aguas de los Ríos Internacionales [10]. Estas normas
constan de 28 artículos, agrupados en 6 capítulos. Transcribimos acá por
considerarlo de interés el contenido de los tres primeros capítulos.

" CAPITULO 1
DISPOSICIONES GENERALES

Artículo I
Las normas generales de derecho internacional enunciadas en estos
capítulos son aplicables al uso de las aguas de una cuenca hidrográfica
internacional, salvo lo dispuesto en contrario por las convenciones, acuerdos o
costumbres que vinculen a los Estados ribereños.

Artículo II
Se entiende por cuenca hidrográfica internacional una zona geográfica que
se extiende sobre dos o más Estados y está determinada por la divisoria del
sistema de aguas, incluidas las de superficie y las subterráneas, que fluyen a un
término común.

Artículo III
Se entiende por "Estado Ribereño" el Estado cuyo territorio incluye parte de
una cuenca hidrográfica internacional.

CAPITULO 2
USO EQUITATIVO DE LAS AGUAS DE UNA
CUENCA HIDROGRAFICA INTERNACIONAL

Artículo IV
Todo Estado ribereño tiene derecho a una participación razonable y
equitativa en el uso de las aguas de una cuenca hidrográfica internacional.

Artículo V

1) Lo que se entiende por participación razonable y equitativa a los efectos


del artículo I ha de determinarse en cada caso a la luz de todos los factores
pertinentes.

320
2) Son factores pertinentes que han de tomarse en consideración, entre otros
factores, los siguientes:

a) La geografía de la cuenca, incluida, en particular la extensión de la zona


de captación del territorio de cada Estado ribereño;
b) La hidrología de la cuenca, incluida en particular, la aportación de agua
de cada Estado ribereño;
c) El clima de la cuenca;
d) El uso de las aguas de la cuenca en el pasado, incluido, en particular su
uso actual;
e) Las necesidades económicas y sociales de cada Estado ribereño;
f) La población que depende de las aguas de la cuenca en cada Estado
ribereño;
g) Los costos comparativos de otros medios de satisfacer las necesidades
económicas y sociales de cada Estado ribereño;
h) La existencia de otros recursos;
i) La conveniencia de evitar pérdidas innecesarias en lo que toca al uso de
las aguas de la cuenca;
j) La posibilidad de indemnizar a uno o más de los Estados corribereños
como medio de resolver conflictos entre los diversos usos; y
k) El grado en que pueden satisfacerse las necesidades de un Estado
ribereño sin causar daños de consideración a un Estado corribereño.

3) El valor que haya de atribuirse a cada factor vendrá determinado por su


importancia en relación con la de los otros factores pertinentes. Al determinar lo
que es una participación razonable y equitativa, han de considerarse en su
conjunto todos los factores pertinentes y ha de llegarse a una conclusión sobre
esta base.

Artículo VI
Ningún uso o categoría de usos gozará de preferencia sobre cualquier otro
uso o categoría de usos.

Artículo VII
No podrá negarse a un Estado ribereño el uso razonable actual de las aguas
de una cuenca hidrográfica internacional para reservar a un Estado corribereño
el uso futuro de tales aguas.

321
Artículo VIII
1) Los usos razonables establecidos continuarán en vigor a no ser que los
factores que justifiquen su continuación queden desvirtuados por otros factores
que lleven a la conclusión de que semejante uso haya de ser modificado o
terminado para conciliarlos con otro uso concurrente e incompatible.
2) a) Se presume que los usos establecidos han existido desde el
momento de iniciarse las obras directamente relacionadas con él o,
cuando no se requieren tales obras, de iniciarse actos semejantes de
ejecución práctica;
b) Se presume que tal uso continúa existiendo mientras no se
interrumpa con intención de abandonarlo.
3) No se considerarán como usos existentes aquellos que en el momento de
empezar a considerarse como establecidos sean incompatibles con un uso
razonable ya establecido

CAPITULO 3
CONTAMINACION
Artículo IX
A los efectos del presente Capítulo, la expresión contaminación de las aguas
hace referencia a cualquier cambio ocasionado por la conducta humana que
perjudique la composición, el contenido o la calidad naturales de las aguas de
una cuenca hidrográfica internacional.

Artículo X
1. De conformidad con el principio de uso equitativo de las aguas de una
cuenca hidrográfica internacional, todo Estado
a) Debe impedir toda forma nueva de contaminación de las aguas o todo
incremento del grado de contaminación de las aguas de una cuenca
hidrográfica internacional que pudiera causar daños de consideración
en el territorio de un Estado corribereño; y
b) Debe adoptar todas las medidas oportunas para reducir la contami-
nación de las aguas de una cuenca hidrográfica internacional en la
medida impuesta por la necesidad de evitar que cause daños de
consideración al territorio de un Estado corribereño.
2. La norma establecida en el párrafo 1 del presente artículo se aplica a la
contaminación de las aguas originada

322
a) Dentro del territorio del Estado; o
b) Fuera del territorio del Estado, pero ocasionada por la conducta del
Estado.

ARTICULO XI
1. En caso de contravención de la norma prescrita en el inciso a) del párrafo
1 del artículo X del presente Capítulo, se exigirá al Estado responsable
que ponga fin a la conducta indebida y que indemnice al Estado
corribereño por los daños que haya sufrido;
2. En los casos en que sea aplicable la norma prescrita en el inciso b) del
párrafo 1 del artículo X, se exigirá a todo Estado que dejare de tomar las
medidas oportunas que inicie inmediatamente negociaciones con el
Estado lesionado a fin de llegar a un arreglo equitativo, atendidas las
circunstancias del caso".

El Capítulo 4 de las Normas de Helsinki trata de la navegación fluvial y


lacustre. Se establece que todo Estado ribereño goza del derecho de libre
navegación por todo el curso de un río o lago, dentro de ciertas condiciones de
seguridad, salud pública, control policial y otras, que regulan, pero no
controlan, la libre navegación.

El Capítulo 5 trata del transporte de troncos por vías de agua y el Capítulo


6 se refiere a los procedimientos para la prevención y el arreglo de las
controversias internacionales relativas a los derechos u otros intereses
legítimos de los Estados ribereños y otros Estados, en las aguas de una cuenca
hidrográfica internacional. El principio general que se establece es que con
arreglo a la Carta de las Naciones Unidas, los Estados están en la obligación
de resolver las controversias internacionales relativas a sus derechos u otros
intereses legítimos, por medios pacíficos. Se recomienda a los Estados
ribereños que faciliten a los demás Estados ribereños la información pertinen-
te, de que razonablemente puedan disponer, acerca de las aguas de las
cuencas hidrográficas situadas en su territorio y de su uso, así como de las
actividades que desarrollan en relación con dichas aguas. El intercambio de
Información resulta ser muy importante.

Cuando haya controversias que no puedan resolverse mediante el diálogo


directo se recomienda en las Normas constituir un Tribunal de Arbitraje y,
eventualmente, recurrir a la Corte Internacional de Justicia.

323
7.5 Principios Generales y Convenios Específicos

Cuando dos o más Estados tienen derechos sobre las aguas de un río, o sobre
un recurso hidráulico en general, no queda otro camino que la búsqueda de
una solución compatible con los intereses de los países y que ellos deben
encontrar y concordar.

Todos los casos de uso de recursos compartidos son diferentes. Las


normas existentes, algunas de las cuales hemos presentado, son de carácter
general y sólo tienen valor orientativo, pues no ofrecen reglas ni dispositivos
especiales para llegar a un acuerdo. En general todo lo concerniente a usos de
recursos compartidos es esencialmente casuístico. Comisiones internacio-
nales de Naciones Unidas (NN.UU.) y la Comisión Internacional de Riego y
Drenaje (ICID) han expresado algunos conceptos importantes, que los citamos
a continuación, tal como aparecen en la referencia [27].

"Los ríos y sus aguas tienen numerosos usos para la humanidad. Estos
usos varían considerablemente en distintas partes del mundo debido al cambio
de condiciones físicas y climáticas. Por lo tanto, ningún conjunto de reglas o de
prioridades prescritas puede tener aplicación universal. Tales reglas o
prioridades, si es que se establecen, servirán solamente para crear barreras
artificiales y dificultades en la solución de controversias internacionales" (ICID).

"Si es necesario crear un régimen internacional en un río de interés común,


esto puede ser realizado solamente por negociaciones que lleven a un convenio.
No existe ninguna otra manera de resolver efectivamente una controversia sobre
el uso de las aguas" (Comisión de Recursos Hidráulicos de NN.UU.).

"Podemos deducir que los esfuerzos destinados a asegurar la adopción de


una ley internacional de aguas que pueda ser aplicada a disputas internaciona-
les de aguas, no solamente no son útiles sino incluso podrán ser contraproducen-
tes. Por lo tanto, mientras más pronto decida la comunidad internacional adoptar
una actitud práctica y más realista, tanto mejor para todos y especialmente para
la gente que se ve privada de los beneficios del agua debido a controversias
internacionales" (ICID).

El ingeniero ecuatoriano Luis CARRERA DE LA TORRE [26] resume, a


partir de estudios realizados por Naciones Unidas y la Comisión Internacional
de Riego y Drenaje, los principios generales para los aprovechamientos de ríos
internacionales y da los siguientes:

"a. Los problemas internacionales relativos al uso de las aguas de los ríos deben
ser estudiados con un objetivo doble.

324
Las aguas de los ríos deben ser usadas para el máximo beneficio humano.
Al mismo tiempo los intereses nacionales deben ser salvaguardados y
respetados para la mutua satisfacción de las naciones interesadas en el
problema.

b. Cada región tiene sus necesidades especiales y económicas y no puede


haber ninguna imposición respecto a la prioridad de un uso frente a otro.

c. Como primer paso, las naciones interesadas deberían acordar en aislar el


problema de cualquier otra controversia si hubiera entre ellos y encontrar
una solución:
En un plano funcional de ingeniería y economía
En un espíritu cooperativo y de buenos vecinos
Si bien un país debe salvaguardar sus intereses, debe también estudiar las
necesidades de otro país o países con la intención de llegar a un acuerdo
mutuamente satisfactorio.

d. El siguiente paso sería hacer un estudio de ingeniería de los recursos


hidráulicos disponibles y de las necesidades reales de cada país. Cada país
debe proporcionar libremente al otro los datos técnicos que sean de interés
común y emprender los estudios o investigaciones que sean necesarias.

e. Debe hacerse un intento para desarrollar un plan o planes alternativos de


obras de ingeniería para la utilización más efectiva de los recursos
hidráulicos disponibles tratando, hasta donde se puede, de satisfacer todas
o la mayoría de las necesidades de los países envueltos. También debe
hacerse una estimación de los beneficios esperados.

A menos que haya condiciones favorables para una acción conjunta, tales
planes deben procurar conseguir un desarrollo cooperativo con la máxima
independencia de acción posible para cada país en el desarrollo y utilización
de las aguas adjudicadas a él.

f. El último paso sería de un acuerdo negociado entre las partes interesadas


respecto al plan que debe ejecutarse y sobre la división de las probables
utilidades. A tal acuerdo puede llegarse sólo con espíritu cooperativo de
buena vecindad.

g. En el acuerdo a negociarse, si bien cada país debe tener la seguridad de los


derechos de aguas, debe hacer al mismo tiempo una provisión para
revisiones periódicas y para una medida razonable de flexibilidad en vista
de la naturaleza constantemente cambiante del problema".

325
Con respecto al uso de aguas compartidas internacionalmente conviene
tener presente lo expresado por Herbert Arthur SMITH: "Todo sistema fluvial es
por naturaleza una unidad física indivisible y como tal debe ser desarrollada de
manera que preste el mayor servicio posible a toda la comunidad humana a la
que sirve, sea que dicha comunidad esté dividida o no en dos o más
jurisdicciones políticas" [172].

Existen numerosos acuerdos sobre aguas internacionales entre diversos


países; así por ejemplo se puede mencionar los siguientes: Convenio Hispano
Francés del 29 de julio de 1963 sobre aprovechamiento de los recursos
hidroeléctricos de la cuenca superior del río Garona, Convenio Hispano-
Portugués del 16 de julio de 1964 para regular el aprovechamiento
hidroeléctrico de los tramos internacionales del río Duero y sus afluentes,
Tratado sobre Aguas Internacionales celebrado entre México y los Estados
Unidos de Norteamérica con fecha 03 de febrero de 1944 al que nos hemos
referido anteriormente, Convenio Hispano-Portugués para regular el uso y
aprovechamiento hidráulico de los tramos internacionales de los ríos Miño,
Límia, Tajo, Guadiana, Chanza y de sus afluentes, de fecha 29 de mayo de
1968. Austria tenía celebrados acuerdos bilaterales con Yugoslavia respecto
de los ríos Drau (1954) y Mur (1956), y con Hungría (1959) y Checoslovaquia
(1970) que tratan de la utilización del agua, su contaminación y el control de
las inundaciones. Se recuerda también el Tratado de Itaipú concertado entre
Brasil y Paraguay el 26 de abril de 1973 sobre el que más adelante haremos
algún comentario, el Tratado de Yaciretá del 03 de diciembre de 1973
concertado entre la Argentina y el Paraguay. Polonia celebró acuerdos
internacionales bilaterales sobre ríos compartidos con Checoslovaquia, la
Unión Soviética y la República Democrática Alemana. Los estados atravesados
por el río Rin formaron la Comisión Internacional para la Protección del Rin
contra la Contaminación, en virtud de la Convención de Berna del 29 de abril
de 1963, y muchos otros más [36].

El río Nilo atraviesa nueve países (Burundi, Egipto, Etiopía, Kenia,


Ruanda, Sudán, Tanzania, Uganda y Zaire). Egipto y Sudán llegaron a un
acuerdo en 1959 para la utilización de las aguas del río Nilo en sus respectivos
territorios. Egipto adquirió así derechos sobre 55 500 MMC y Sudán, sobre 18
500 MMC. Se estableció asimismo que si la disponibilidad de agua fuese
mayor que la prevista, el exceso se repartiría por igual entre ambos países.

Estos ejemplos citados, entre los numerosos existentes, muestran como es


que los países ribereños han llegado a acuerdos específicos con respecto a ríos
compartidos. Así lo hicieron también Perú y Ecuador en 1971, a través del
Convenio para el aprovechamiento de los ríos Puyango-Tumbes y Catamayo-
Chira, que luego reseñaremos.

326
7.6 El Convenio Peruano-Ecuatoriano de 1971

Desde el punto de vista de su aprovechamiento para el desarrollo los ríos


Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira tienen las siguientes características
comunes:
1. Ambos ríos nacen y se desarrollan en el Ecuador, atraviesan la frontera,
ingresan al Perú y desembocan en el Océano Pacífico.

2. Las cuencas respectivas se hallan sometidas a un intenso y creciente


proceso de erosión y deterioro.

3. Son ríos caudalosos que en promedio anual descargan 107 m3/s y


135m3/s, cada uno de ellos. Sin embargo su régimen hidrológico es
irregular, tanto a lo largo del año como de un año a otro. Para su
aprovechamiento integral se requiere, según los estudios realizados, la
ejecución de obras de regulación mediante embalses ubicados sobre el
lecho del río.

4. Ambos ríos se encuentran dentro del área de influencia del Fenómeno de


El Niño.

5. Ambos ríos tienen tendencia a divagar en sus partes bajas y a producir


inundaciones debido a su baja pendiente y a la inestabilidad fluvial.

6. Ambos ríos constituyen recursos hidráulicos importantes cuyo aprove-


chamiento debe dar lugar a proyectos de irrigación, hidroelectricidad,
control de inundaciones, abastecimiento poblacional e industrial y
proyectos de recreación y desarrollo turístico.

7. Los proyectos de aprovechamiento de estos ríos son de larga maduración y


difícilmente podrían hacerse sin el concurso de capitales externos.

8. Las cuencas de estos ríos se caracterizan porque, desde el punto de vista


de la ejecución de sus respectivos estudios de aprovechamiento, la
información básica de tipo hidrológico, meteorológico y sedimentológico es
escasa y de baja confiabilidad.

El 27 de setiembre de 1971 se reunieron en Washington los Ministros de


Relaciones Exteriores del Perú y del Ecuador y, en representación de sus
respectivos Gobiernos, firmaron el Convenio para el Aprovechamiento de las
Cuencas Hidrográficas Binacionales Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira. El Convenio,
tal como se señala en su parte introductoria [136], está inspirado y orientado
por los siguientes propósitos:

327
1. Estrechar, aún más, los lazos de amistad y buena relación entre los
pueblos de ambos países y propender al mejoramiento de sus condiciones
socioeconómicas.
2. Cumplir con los objetivos del Acuerdo de Cartagena que en su artículo 86°
dispone que los países Miembros emprenderán una acción conjunta para
solucionar los problemas de infraestructura que inciden desfavora-
blemente sobre el proceso de integración económica.
3. Promover el desarrollo equilibrado de las provincias ecuatorianas de El
Oro y Loja y los departamentos peruanos de Tumbes y Piura por medio de
proyectos de aprovechamientos hidráulicos.
4. Necesidad de promover la utilización de los recursos hidráulicos de las
cuencas Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira.

Fueron, pues, altos y de permanente vigencia los propósitos que


inspiraron al Perú y al Ecuador para llegar al Convenio de 1971. Evidente-
mente que el cuarto de los propósitos señalados resulta ser el fundamental
para lograr los otros tres dentro del marco del Convenio. En la Figura 7.2 se
aprecia el área general del Convenio. Los cuatro propósitos antes señalados se
plasmaron en el Convenio en los siguientes objetivos y alcances específicos:

1. Aprovechamiento de la cuenca Catamayo-Chira mediante la ejecución de


los respectivos proyectos nacionales. Se convino en que de acuerdo a las
informaciones intercambiadas el caudal del Chira era suficiente para llevar
a cabo los respectivos proyectos nacionales en la magnitud y dentro de la
prioridad con que hasta la fecha habían sido programados.
2. Ejecución del Proyecto Binacional Puyango-Tumbes, que consiste en el
aprovechamiento de, al menos, 50 000 hectáreas en el Ecuador y, al
menos, 20 000 hectáreas en el Perú, y otros usos, sin afectar el régimen
natural del río Tumbes hasta el límite de las demandas de los actuales
usos y el mejoramiento de riego en las tierras de cultivo de ambos países.
Los estudios definitivos comprenden las posibilidades adicionales en el
Ecuador y en el Perú, que, en el caso del Perú incluirán las 16 000
hectáreas ubicadas en los pequeños valles vecinos al sur del río Tumbes.
Si las posibilidades adicionales fueran mayores que las necesidades de las
16 000 hectáreas arriba mencionadas los excedentes serán considerados
para ambos países.

En el Convenio de 1971 los dos países se comprometieron a dar la más


alta prioridad e iniciar de inmediato y continuar ininterrumpidamente
todas las acciones necesarias para una pronta ejecución del Proyecto
Puyango-Tumbes en forma conjunta y con carácter binacional.

328
329
3. Realizar estudios sobre las condiciones actuales de las cuencas y las
implicancias que para ellas tienen los proyectos actuales y futuros, con el
fin de establecer un programa de acciones y obras de conservación y
mejoramiento, fijando el financiamiento que corresponda a cada país; así
como ejecutar los programas de obras que se acuerden.
4. Establecer un programa coordinado para la obtención, manejo y
procesamiento de la información hidrológica, meteorológica y de medición
de sedimentos, unificando las normas a las que deben sujetarse ambos
países; así como para construirlas, instalarlas y operarlas, centralizando la
información y publicando las estadísticas respectivas.
5. Realización de un programa para la conservación de las cuencas
binacionales Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira, en forma conjunta.

Se trata, pues, de cinco acciones concretas cuya realización es de mutuo


beneficio para los países y en especial para sus zonas fronterizas, cuya
población se verá fuertemente favorecida por proyectos de tal envergadura. Es
de destacar la gran visión que se tuvo hace más de veinte años para incluir
dentro de los objetivos del Convenio lo referente a preservación de cuencas e
impacto ambiental de los proyectos.

A fin de dar cumplimiento a lo señalado en el Convenio se creó, a través


del mismo, una Comisión Mixta Peruano-Ecuatoriana para las cuencas Puyango-
Tumbes y Catamayo-Chira. Este es el organismo encargado de realizar las
acciones descritas en el Convenio. La Comisión Mixta está conformada por
dos Subcomisiones Nacionales.

Entre las atribuciones y deberes de la Comisión Mixta se recuerda


brevemente las siguientes: Realizar los estudios necesarios para determinar los
recursos de las cuencas y sus futuros aprovechamientos, realizar un estudio
sobre las condiciones actuales de las cuencas y las implicancias que para ellas
tienen los proyectos actuales y futuros, determinar las acciones y obras para la
conservación y mejoramiento de las cuencas, ejecutar los programas y obras
sobre conservación y mejoramiento de las cuencas, realizar un estudio sobre
las condiciones actuales de las estaciones hidrológicas, meteorológicas y de
medición de sedimentos, establecer un programa coordinado para la
obtención, manejo y procesamiento de la información hidrológica,
meteorológica y de medición de sedimentos, gestionar y coordinar la ejecución
de la ampliación de las redes hidrológicas, meteorológicas y de medición de
sedimentos, ejecutar los programas binacionales, en lo que se refiere a
estudios, construcción y administración, que hayan sido aprobados por los
Gobiernos de los dos países, así como todas las acciones necesarias,
incluyendo la negociación y suscripción de los contratos y compromisos del
caso, para la más pronta ejecución del proyecto binacional Puyango-Tumbes.

330
7.7 El Proyecto Binacional Puyango-Tumbes

Perú y Ecuador han dado pasos importantes para la ejecución del proyecto
binacional Puyango-Tumbes. En 1971, firmado ya el Convenio, Perú y
Ecuador presentaron de inmediato una solicitud al Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) para el financiamiento de los estudios del proyecto. Con la
información que por entonces estaba disponible y con los escasos medios
existentes la Comisión Mixta Peruano-Ecuatoriana elaboró, para fines de
sustentar una solicitud de crédito ante el BID, el documento titulado Estudio de
Prefactibilidad del Proyecto Puyango-Tumbes, el mismo que debidamente aprobado
por la Comisión Mixta fue alcanzado al BID el 30 de diciembre de 1974. En la
Figura 7.3 se aprecia la cuenca Puyango-Tumbes, los lugares de embalse y las
isoyetas anuales.

El mencionado Estudio de Prefactibilidad presentó ocho alternativas. Las


tres primeras a partir de los embalses en Linda Chara y Palmales, otras cuatro
a partir de un embalse en Portovelo, en combinación con otros en Tahuín y
Palmales. La última alternativa consideraba los embalses de Portovelo, Tahuín
y El Tigre.
El 15 de abril de 1976 se celebró el Contrato de Préstamo entre la
Comisión Mixta y el BID hasta por la suma de 5,2 millones de dólares para la
financiación parcial de un proyecto de desarrollo en el área de influencia de la
cuenca hidrográfica Puyango-Tumbes. La primera parte estaba encaminada a
encontrar la alternativa óptima de aprovechamiento del río. El estudio fue
asignado a un grupo de firmas consultoras, tanto del Perú como del Ecuador,
encabezadas por una firma norteamericana, las que constituyeron el
Consorcio Internacional Puyango-Tumbes (CIPT). El estudio consideró cuatro
lugares de embalse. Ellos fueron: Cazaderos, Linda Chara, Marcabelí y
Portovelo. Combinando el potencial de estos embalses con diversas rutas de
conducción y alcances del proyecto los consultores identificaron 35 alternati-
vas de aprovechamiento del río, en todas las cuales se trató de optimizar el uso
de los recursos disponibles para emplearlos en irrigación, energía
hidroeléctrica, control de avenidas y en el mantenimiento y mejora del medio
ambiente. La alternativa recomendada por el Consorcio fue la constituida por
los embalses de Marcabelí y Cazaderos, con determinado tamaño de los
embalses y rutas de conducción, dentro de lo que el Consultor consideró la
mejor interpretación del Convenio. El estudio de alternativas aludido debió
servir únicamente para escoger la alternativa óptima de aprovechamiento del
río y luego definir los alcances del proyecto en cada país. Sin embargo, no fue
así. A nuestro juicio fueron varios los factores que determinaron al Ecuador
para no proseguir los estudios mencionados. Puede mencionarse el hecho de
que en el Ecuador hubiesen considerado que la interpretación dada por la
Comisión Mixta y por

331
332
el Consultor a los artículos pertinentes del Convenio conducía a un reparto de
aguas no satisfactorio para el Ecuador. De otro lado la presa de Cazaderos,
con la altura que permitiera regar el máximo posible de tierras en el Perú y a la
vez instalar una central hidroeléctrica mediana, tenía algunos problemas para
su aceptación por Ecuador. El embalse creado por la presa de Cazaderos
inundaría una pequeña área de territorio ecuatoriano, que incluía 8 pequeños
caseríos, así como yacimientos de caliza para una fábrica de cemento y árboles
petrificados que constituirían recursos turísticos.
Pero, fundamentalmente resultaba evidente la poca disposición del
Ecuador para adoptar una solución que implicase la inundación del área antes
mencionada; también puede mencionarse que la prioridad que, desde el punto
de vista del desarrollo nacional, tiene el proyecto Puyango-Tumbes es, a
nuestro juicio, mayor en el Perú que en el Ecuador y por último debe
mencionarse que existían en el Ecuador fuertes corrientes de opinión
contrarias a la ejecución de un proyecto binacional con el Perú. Estos factores
fueron decisivos para limitar posteriormente la altura de la presa de Cazaderos
y por consiguiente los alcances hidroenergéticos de esta parte del proyecto.

Este esquema de aprovechamiento mediante las presas de Marcabelí y


Cazaderos permitía que, además de satisfacer los usos actuales, se lograse
irrigar las 86 000 hectáreas mencionadas en el Convenio (50 000 para
Ecuador y 36 000 para el Perú). Como el sistema permitía aumentar los
alcances agrícolas del proyecto se añadió la posibilidad de desarrollar 27 510
hectáreas más en cada país. De esta manera el proyecto en el lado peruano
permitiría incorporar a la agricultura 63 510 hectáreas y en el Ecuador 77 510
hectáreas, conformándose de esta manera un gran proyecto binacional de 141
200 hectáreas. El desarrollo agrícola ecuatoriano está íntegramente fuera de
la cuenca Puyango-Tumbes.

Luego de largas conversaciones y negociaciones a nivel técnico-diplomático


no se logró modificar la decisión del Ecuador de no aceptar los resultados del
estudio, el mismo que se frustró en 1978.

Como consecuencia de la imposibilidad que tuvo la Comisión Mixta, por


las razones antes señaladas, de aprobar alguna de las alternativas propuestas
por el Consultor o de producir una nueva, se llegó a un impasse que significó
la interrupción del Estudio, la pérdida de crédito del BID y el consiguiente
retraso en la búsqueda y obtención de las metas que se habían propuesto
ambos países con respecto al Proyecto Puyango-Tumbes.

Al no poderse encontrar en el seno de la Comisión Mixta una alternativa


de aprovechamiento que fuera producto de los estudios hasta entonces
realizados, y a la vez aceptable por ambas Subcomisiones nacionales, se

333
convino en que el asunto sea trasladado a los respectivos gobiernos para que
éstos encontrasen una solución político-diplomática al problema, lo que
ocurrió en 1985 con el llamado Acuerdo de Quito [137].

En 1984 se había producido un acercamiento entre los países en torno a


Puyango-Tumbes y finalmente el 25 de octubre de 1985 se firma, mediante un
canje de Notas, el documento conocido como Acuerdo de Quito. El Acuerdo de
Quito representa la definición de la alternativa de aprovechamiento del río
Puyango-Tumbes aceptada por los dos países. No es, pues, necesariamente la
solución óptima desde el punto de vista técnico o económico, pero si lo es
cuando se adiciona la perspectiva política. El Acuerdo de Quito es la
materialización de la parte declarativa del Convenio de 1971, en un esquema
concreto de ingeniería y reparto de aguas. Sus elementos principales, que se
muestran esquemáticamente en la Figura 7.4, son los siguientes:

1. Determinación de los lugares de embalse y los volúmenes máximos de


almacenamiento: Marcabelí (1 400 MMC) y Cazaderos (3 200 MMC).

2. Reparto de aguas: El caudal afluente a Marcabelí se reparte en la


proporción de 5/7 para el Ecuador y 2/7 para el Perú. El Ecuador
dispondrá de 52 m3/s del caudal regulado en el embalse de Marcabelí.
Dispondrá además de 5,7 m3/s para pequeños proyectos de riego: 3,7m3/s
aguas arriba de Marcabelí y 2 m3/s desde el embalse de Cazaderos. El
Perú dispondrá de los caudales generados aguas abajo de Marcabelí.

3. Reparto de Energía: La energía generada a partir de Marcabelí será para


Ecuador y la que se produzca a partir de Cazaderos, para el Perú.

4. Coordinaciones: Establecimiento de un sistema estrechamente coordinado


de operación de ambos embalses, así como en lo que respecta a su
construcción.

5. Financiamiento: Gestiones ante organismos internacionales de crédito para


conseguir la financiación del Proyecto.

6. BID: Informar al BID acerca del Acuerdo logrado.

Se decidió finalmente presentar una solicitud de financiamiento a la


Corporación Andina de Fomento (CAF) para la prosecución del Estudio.

Es importante subrayar que la Alternativa Marcabelí-Cazaderos (AMC) no


es el resultado de una optimización. Es, en realidad, la alternativa de
aprovechamiento escogida en 1985 para hacer políticamente viable el Proyecto

334
335
y que se inspira en los resultados de la primera parte del Estudio de 1976.
Algunos aspectos del Acuerdo de Quito fueron posteriormente especificados
por resoluciones de la Comisión Mixta, con el objeto de posibilitar su
aplicación.

El 3 de febrero de 1989 se firmó, luego de largas gestiones y trámites, un


contrato de préstamo hasta por un monto de diez millones de dólares entre la
Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Comisión Mixta Peruano-
Ecuatoriana para el Aprovechamiento de las Cuencas Hidrográficas
Binacionales Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira. El objeto del contrato era la
realización del Estudio de Factibilidad del Proyecto Puyango-Tumbes. Parte de
los fondos provenía del BID [37].

En dicho contrato de préstamo se estableció que "la única alternativa a ser


considerada en estos estudios de factibilidad es la conocida como Alternativa
Marcabelí-Cazaderos, definida en el esquema descrito en el ACUERDO DE
QUITO y en documentos conexos acordados por ambos países. Cualquier otra
alternativa no está planteada y no debe, bajo ningún aspecto, ser considerada".
Se ratifica, pues, plenamente el concepto fundamental del Acuerdo de Quito.
El estudio no debe buscar la alternativa óptima de aprovechamiento del río,
sino que a partir de la alternativa (Marcabelí-Cazaderos), convenida por ambos
países, debe buscar la mejor forma de desarrollarla.

La CAF pone énfasis en la necesidad de estudiar las posibilidades de un


desarrollo por etapas, tanto de las obras de almacenamiento y trasvase como
de las centrales hidroeléctricas y de las zonas de riego. A partir, pues, de la
alternativa Marcabelí-Cazaderos podía esperarse diversas posibilidades
técnico-económicas para su desarrollo.

El proyecto quedó descompuesto, para fines del estudio, en tres grandes


componentes: uno binacional, uno peruano y otro ecuatoriano. El
componente binacional fue estudiado por un Consorcio Internacional, el que
firmó dos contratos; uno con cada Subcomisión. El contrato nacional
ecuatoriano fue financiado dentro del préstamo de la CAF. El contrato
nacional peruano fue ejecutado por un consorcio nacional, con fondos del
Tesoro Publico.

La CAF consideró en los Términos de Referencia que el estudio binacional


debía realizarse en dos partes. La Parte Primera debía ser para encontrar la (s)
Posibilidad (es) óptimas. Era condición indispensable que en la Parte Primera
del Estudio se mostrase la viabilidad preliminar técnica, económica, financiera,
social, legal, institucional y ambiental de la Alternativa Marcabelí-Cazaderos y
la identificación de la Posibilidad más conveniente de desarrollo de dicha

336
alternativa [37].

La CAF consideró conveniente la realización independiente de un Estudio


Hidrológico del río Puyango-Tumbes. Dicho estudio fue contratado directa-
mente por la CAF con una firma venezolana [22].
Luego del respectivo concurso de méritos la Comisión Mixta celebró, a
fines de 1989, dos contratos de estudios para el proyecto binacional, con el
grupo conformado por cuatro empresas consultoras provenientes de otros
tantos países (Suiza, Yugoslavia, Ecuador y Perú), constituido bajo el nombre
de Consorcio CIMELCO Consultores. El estudio se inició el 13 de junio de
1990. Los consultores debían desarrollar la Parte Primera del Estudio de
Factibilidad, antes señalada.

Los consultores examinaron, en concordancia con los Términos de


Referencia y en estrecha coordinación con la CAF, 29 Posibilidades de
Desarrollo de la Alternativa Marcabelí-Cazaderos: 11 para Ecuador y 19 para
el Perú [33]. El conjunto de 29 Posibilidades se originó en varias hipótesis
alternativas para el Proyecto: energía prioritaria con riego subordinado, riego
prioritario con energía subordinada, energía y riego equilibrados, exclusiva-
mente riego, desarrollo por etapas con desfase entre ellas (hasta 3) y diferentes
ritmos de evolución del Proyecto (lento y rápido).

Una de las conclusiones más importante de los consultores fue que "para
ninguno de los dos países la construcción por etapas, en desarrollo continuo,
resulta atractiva y que sería técnicamente más conveniente la construcción de las
obras principales de regulación de una sola etapa".

Los consultores consideraron que en función de la Tasa Interna de


Retorno (TIR), se debía determinar el orden de conveniencia de las Posibilida-
des encontradas. Las dos mejores Posibilidades para Ecuador tienen
desarrollo de energía y riego equilibrados. Una de ellas da lugar a una
potencia media de 125,1 MW y 44 020 hectáreas, con una inversión total de 1
050 millones de dólares y una TIR de 8,4%. La otra tiene una potencia media
de 124,5 MW y 61 249 hectáreas con una inversión total de 1 167 millones de
dólares y una TIR de 8,12%.

Para el Perú las dos mejores Posibilidades, bajo la forma de evaluación


antes señalada, coinciden con la prioridad de riego y alcanzan un total de
58 922 hectáreas nuevas. En una de las Posibilidades se considera además
una central de 37,3 MW de potencia media con una inversión total de 1 232
millones de dólares y una TIR de 9,92%. En la otra Posibilidad, sin desarrollo
energético, el costo total es de 1 179 millones de dólares y una TIR de 9,84%.

337
El análisis económico sólo consideró algunos de los beneficios del
Proyecto, específicamente, riego y energía. Más adelante trataremos de
demostrar que un Proyecto Binacional como Puyango-Tumbes es bastante
más que una forma de producir energía y regar eriazos [9].
El Estudio de Factibilidad, en su Parte Primera (Prefactibilidad), ha
permitido establecer las características del aprovechamiento del río Puyango-
Tumbes a partir de la consideración de dos embalses (Marcabelí y Cazaderos)
en concordancia con el Acuerdo de Quito. El proyecto en su máxima
expresión permitirá la obtención de los siguientes beneficios:
1. Mejoramiento de las relaciones peruano-ecuatorianas, estrechando aún
más los lazos de amistad y buena relación entre los pueblos mediante la
ejecución de un proyecto binacional de desarrollo socioeconómico y de
interés común.

2. Cumplir con los objetivos multinacionales, específicamente, los señalados


en el artículo 86° del Acuerdo de Cartagena y que se refieren a la acción
conjunta que deben emprender los países para solucionar los problemas
de infraestructura que inciden desfavorablemente sobre el proceso de
integración económica.

3. Contribución notable al desarrollo equilibrado de las provincias


ecuatorianas de El Oro y Loja y los departamentos peruanos de Tumbes y
Piura (Región Grau).

4. Aumento de la productividad en las áreas de riego existentes en el Perú,


aproximadamente unas 8 000 hectáreas, para las que se ha reservado
dentro del proyecto un caudal de 6 m3/s.

5. Beneficios resultantes del control de inundaciones en el valle del río


Tumbes.

6. Incorporación de unas 8 500 hectáreas en pequeños proyectos de riego


ubicados en el Ecuador, aguas arriba de Marcabelí, para lo cual se ha
reservado un caudal de 3,7 m3/s dentro del proyecto.

7. Incorporación de unas 5 000 hectáreas en las inmediaciones del embalse


de Cazaderos, en territorio ecuatoriano, para lo cual se ha reservado
2 m3/s a partir de dicho embalse.
8. Incorporación de 58 000 hectáreas ubicadas en territorio peruano, en el
tablazo de Tumbes-Zarumilla, en las quebradas Casitas-Bocapán, Lavejal,
Huacura, Quebrada Seca, Quebradas Carpitas y Fernández, y en la zona
de El Alto-Talara. En la Figura 7.5 se muestra el área agrícola del
Proyecto.

338
339
9. Central Hidroeléctrica de Guayacán con una potencia garantizada al 95%
de 83 ó 64 MW según el dimensionamiento del proyecto de riego.

10. Central Hidroeléctrica de pie de presa en Guanábano, con una potencia del
orden de 7 MW.

11. Central Hidroeléctrica de pie de presa en Cazaderos con una potencia


media instalada de 38 MW.

12. Incorporación en territorio ecuatoriano de 44 000 hectáreas o de 66 000


hectáreas dependiendo del dimensionamiento del proyecto hidroeléctrico
asociado.

13. Disponibilidad por parte del Ecuador de un caudal medio plurianual del
orden de 6 m3/s, que puede ser usado en asociación con el embalse de
Tahuín.

14. Creación de las facilidades para el abastecimiento de agua potable a las


poblaciones ubicadas en el área del Proyecto.

15. Contribución al mejoramiento de la calidad del agua, la que ha venido


deteriorándose notablemente en los últimos años.

16. Ejecución de las obras y acciones de preservación y conservación de la


cuenca.

Existe, pues, la posibilidad real de llevar a cabo el gran proyecto


binacional Puyango-Tumbes, cuyas ventajas son evidentes para los dos países.
Corresponde a ellos, en estrecha comunicación con los organismos internacio-
nales de crédito, ubicar este Proyecto en su significado exacto, en su
dimensión real y en su necesidad urgente dentro de la problemática del
subdesarrollo que nos agobia.
La ejecución de la Parte Segunda del Estudio permitirá superar los
alcances hasta ahora obtenidos y llegar al planteamiento técnico-económico
del desarrollo de una gran área fronteriza de ambos países en torno a 150 000
hectáreas de agricultura sostenida [9].
Quedó así conformado el Proyecto dentro de los lineamientos generales del
Acuerdo de Quito. La presa de Marcabelí de 182 m de altura, el túnel de
trasvase hasta Guayacán, de 16 km de longitud. La presa de Cazaderos de
138 m de altura y la presa derivadora de Guanábano con una altura de 88 m.
Se trata, pues, de estructuras importantes y costosas. En Cazaderos la
avenida de diseño resultó ser de 24 350 m3/s, que corresponde a la Crecida
Máxima Probable. El caudal medio plurianual derivado hacia Guayacán por el

340
túnel de trasvase es de 44 m3/s (el caudal máximo es de 52 m3/s). El caudal
medio plurianual derivado desde Cazaderos hacia la zona peruana para
nuevos desarrollo de riego resultó ser de 33,3 m3/s [33]. La asignación de los
recursos hidráulicos totales del río Puyango-Tumbes quedó descompuesta de
la siguiente manera:

A) Asignados al Ecuador para desarrollos 50,0 m3/s


- Aguas arriba de Marcabelí 3,7
- Caudal medio por el túnel 44,3
- Área de riego de Cazaderos 2,0
B) Asignado al Perú para desarrollos 33,3 m3/s
- Caudal medio de Cazaderos
C) Caudal promedio perdido en el Océano
por superar la capacidad de regulación
del sistema 10,0 m3/s
D) Usos actuales del Perú 6,0 m3/s
E) Requerimientos ecológicos del sistema 5,7 m3/s

Todo esto de acuerdo a los alcances antes señalados y para un período


de simulación de 24 años. El tiempo total de ejecución del Proyecto y logro de
su pleno desarrollo es de 23 años. El estudio demostró que el Proyecto es
viable desde los aspectos técnico, económico, financiero, social, legal,
institucional y ambiental.

No es a nuestro juicio la Tasa Interna de Retorno (TIR), ni otros


indicadores, lo que debe decidir la ejecución del proyecto binacional Puyango-
Tumbes. La decisión nace de la firme convicción de que es necesario lograr el
desarrollo económico y social de una gran zona fronteriza y con ello alcanzar
mejores condiciones de vida para la población. La necesidad social resulta ser
así fundamental para justificar el proyecto. La inversión es superior a los
2 000 millones de dólares ¿Están nuestros países en condiciones de realizarla
en las circunstancias actuales? ¿Estarían los organismos internacionales de
crédito dispuestos a facilitarnos una cantidad tan grande? Podría
eventualmente argumentarse que hay necesidades con mayores urgencias. Si
esto fuese así, ¿Significaría acaso abandonar el proyecto Puyango-Tumbes?
Evidentemente que no. Hay acciones que se pueden tomar y que han sido
oportunamente presentadas [156].

Los más de veinte años transcurridos desde la firma del Convenio nos
colocan en una situación expectante y esperanzadora. Confiemos en que el
tiempo transcurrido no haya sido en vano.

341
7.8 El Proyecto Itaipú

El río Paraná, que nace en territorio brasileño, de la confluencia de los ríos


Paranaíba y Grande, es uno de los siete ríos mayores ríos del mundo. El río
Paraná corre en territorio brasileño hasta el Salto del Guairá. A partir de este
punto constituye la frontera entre Paraguay y Brasil, siendo lo que internacio-
nalmente se denomina un río de cauce contiguo, entre ambos países, hasta la
desembocadura del río Iguazú, a partir de donde el río se convierte en contiguo
de Paraguay y Argentina. Desemboca finalmente en el Río de la Plata, hasta
donde tiene una longitud de 4 000 km y una cuenca de 3 000 000 de km2.

La zona del proyecto Itaipú comprende 190 km a lo largo del río (entre
Guairá e Iguazú) y un desnivel de 120 m, que constituye el salto aprovechable.
El área de la cuenca del río Paraná, hasta Itaipú, es de 820 000 km2. El
caudal promedio es de 9 070 m3/s. El caudal sólido es muy bajo, 35 000 000
de m3 por año. Equivale aproximadamente a una erosión específica de
47t/km2/año. El caudal sólido equivale al 0,013% del caudal líquido. En el río
Chira, por ejemplo, tenemos una erosión específica de 800 t/km2/año y el
caudal sólido corresponde al 0,5% del caudal líquido.

Hacía varios años que Brasil y Paraguay habían visto la posibilidad de


usar el gran potencial hidroeléctrico del río Paraná. El 22 de junio de 1966
ambos países firmaron una declaración conjunta, conocida como Acta de
Iguazú en la que "manifestaron la disposición de proceder, de común acuerdo, al
estudio y levantamiento de los recursos hidráulicos pertenecientes en condominio
al Paraguay y al Brasil, desde, e inclusive, el Salto de Guairá/Salto Grande das
Seta Quedas hasta la desembocadura del río Iguazú".

En dicha Acta se convino asimismo en que "la energía eléctrica que


pudiese ser producida con la utilización del salto existente en el río Paraná, en el
tramo en cuestión, será dividida equitativamente entre los dos países, siendo
conferido a cada uno de ellos el derecho de preferencia de comprar, a precios
justos, cualquier cantidad de energía que no fuese utilizada por el otro país para
su consumo".

Como consecuencia del anterior acuerdo los Gobiernos del Paraguay y


del Brasil constituyeron la Comisión Mixta Técnica Paraguayo-Brasileña, para
la ejecución del estudio de evaluación de los recursos hidráulicos, señalado en
el Acta de Iguazú.

En 1970 ambos países, en virtud de un Convenio de Cooperación, esta-


blecieron las condiciones "para la realización del estudio de evaluación de las
posibilidades técnicas y económicas del aprovechamiento del potencial

342
hidroeléctrico del tramo fronterizo del río Paraná. El convenio previó que los
estudios incluirán una apreciación general del uso múltiple del agua, como por
ejemplo, para la navegación, consumo humano e industrial, irrigación y otros
beneficios correlacionados" [79].

Al realizarse el estudio se estudiaron 50 alternativas de


aprovechamiento. Se encontró finalmente que la selección más ventajosa era
una presa única en Itaipú. Este fue el punto de partida para el desarrollo del
estudio de factibilidad. El 26 de abril de 1973 el Paraguay y el Brasil firmaron
el Tratado de Itaipú para el aprovechamiento de los recursos del río Paraná
pertenecientes en condominio a los dos países.

En 1974 en virtud del acuerdo de ambos países, se constituyó para la


ejecución de los trabajos una entidad binacional, denominada ITAIPU
BINACIONAL. Las obras se iniciaron en 1975, con un plazo de 8 años. El
proyecto está en funcionamiento con una potencia instalada de 12 600 MW y
una producción de 73 x 109 kwh/año.

Respecto a este importante proyecto binacional es necesario señalar que


su ejecución, incluyendo las evaluaciones, técnicas, estudios y negociaciones,
se ha producido en un plazo bastante breve, como puede verse en la secuencia
de los pasos seguidos por Paraguay y Brasil. Asimismo es importante resaltar
que el paso previo al Tratado fue la realización de estudios que permitiesen
evaluar las potencialidades del aprovechamiento del río. Debe asimismo
destacarse que el proyecto por su propia naturaleza no implica consumo de
agua en perjuicio de un tercer país ubicado aguas abajo. Hay, si, una
redistribución temporal de los caudales y un impacto ecológico que fueron
debidamente considerados.

Si quisiéramos apreciar comparativamente el tratado de Itaipú y el


Convenio Peruano-ecuatoriano de 1971 podríamos pensar en lo siguiente:

1. Itaipú es un proyecto hidroeléctrico, el Convenio se refiere


fundamentalmente al riego. Por lo tanto en Itaipú no hay uso
consuntivo, en el Convenio si.

2. Itaipú es un solo proyecto de ingeniería, el Convenio incluye varios


proyectos.

3. En Itaipú se llegó al tratado luego de un estudio de los recursos


hidráulicos.

4. En Itaipú se reparten beneficios, en el Convenio se reparte agua.

343
7.9 Otros Casos de Uso de Recursos Comprometidos

Para terminar este capítulo haremos un breve comentario sobre las tres
vertientes hidrográficas que tiene el Perú, desde el punto de vista de los
recursos hidráulicos internacionalmente compartidos o comprometidos.

En la costa, es decir en la vertiente del Pacífico, los recursos hidráulicos


superficiales constituyen el 1,7% del total nacional. Dentro de esta vertiente
se encuentra los ríos Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira que tienen el
carácter de ríos sucesivos y cuyo aprovechamiento se realiza dentro del
Convenio Peruano-Ecuatoriano de 1971, cuyos alcances ya hemos expuesto.
Si se descuenta los caudales de estos dos ríos se tiene que los recursos
hidráulicos superficiales de la costa, exclusivamente nacionales, significan el
1,33% del total del país.

La vertiente del Titicaca es un sistema hidrográfico y lacustre en el que el


lago es un patrimonio común peruano-boliviano. Los recursos hidráulicos de
esta vertiente representan el 0,5% del total nacional.

La vertiente atlántica forma parte de un amplio sistema hidrográfico


internacional, que abarca casi la totalidad de nuestra sierra y toda la parte
amazónica. En esta vertiente se encuentra casi el 98% de nuestros recursos
hidráulicos superficiales. El sistema hidrográfico del Amazonas está formado
por numerosos e importantes ríos. El Perú está aguas abajo de Ecuador y
Colombia y aguas arriba de Brasil y Bolivia. El problema principal en la
vertiente atlántica está ligado a la conservación y preservación de los recursos
naturales en general, y, en especial a la lucha contra la contaminación. Así
por ejemplo, un derrame de petróleo ocurrido en el Ecuador contaminó el río
Napo y una parte del curso hacia aguas abajo, lo que puso en alerta al Perú y
Brasil. En materia de contaminación es mucho más útil y amplio el concepto
de curso de agua que el de río, que es un concepto más restringido. Precisa-
mente, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y
Venezuela han firmado el Tratado de la Región Amazónica, que tendrá que ver
mucho con el aprovechamiento y cuidado de los recursos hidráulicos.

Es conveniente detenernos un momento para comentar brevemente la


posibilidad de utilización del lago Titicaca. Debemos partir de dos principios
fundamentales. Uno está originando en la demarcación política de los Estados
y el otro en la Naturaleza, en la Geografía. Desde el punto de vista internacio-
nal el lago Titicaca es un curso de agua binacional, en el que el Perú es el país
de aguas arriba y Bolivia el país de aguas abajo. Desde el punto de vista de la
Naturaleza el lago es una masa indivisible cuya posibilidad de aprovecha-
miento no puede basarse en una partición. En consecuencia, el lago

344
constituye lo que ilustres tratadistas han denominado un "condominio
indivisible", o una "comunidad esencial", a decir de José Luis BUSTAMANTE Y
RIVERO, quien se expresó de la siguiente manera: ..."si bien la línea de
delimitación entre ambos Estados se encuentra precisada en los acuerdos
vigentes..." ..."dicha línea en la zona ocupada por las aguas del Lago Titicaca, no
destruye la comunidad esencial que, por razones naturales y permanentes, existe
para los países ribereños en cuanto al uso y aprovechamiento de esas aguas, en
relación con su volumen, profundidad, líneas de costa y demás características del
régimen lacustre" y más adelante señala que "uno y otro país tienen el concepto
de que la comunidad esencial del dominio de las aguas limita el ejercicio de cada
soberanía y obliga a la cooperación y al concierto mutuo para el aprovechamiento
de esas aguas".
De todo lo anteriormente expuesto resulta que cualquier intento de uso
de recursos naturales, especialmente si son compartidos, implica un
conocimiento profundo de los fenómenos físicos involucrados, que vaya más
allá de un simple inventario de recursos y que constituya lo más avanzado en
materia de Información. La Información es el primer paso para discutir las
posibilidades de aprovechamiento de los recursos hidráulicos.

Un caso interesante es el del canal Uchusuma. Si bien no se trata de


uso de recursos hidráulicos compartidos, si se trata de uso de aguas en
función de un tratado internacional. Desde hace muchísimo tiempo se capta
aguas del río Uchusuma de la vertiente del Maure y por lo tanto perteneciente
a la cuenca del Titicaca. El caudal es muy pequeño, menos de 1 metro cúbico
por segundo; se conduce por medio de un largo canal hasta Tacna, donde
contribuye el abastecimiento de agua. Como consecuencia de la delimitación
fronteriza resultante de la guerra con Chile un tramo del canal quedó en
territorio chileno. Sin embargo, se estableció en el Tratado de Lima de 1929 la
más amplia servidumbre en favor del Perú, en el que consta lo siguiente:

"El territorio de Tacna y Arica será dividido en dos partes, Tacna para el Perú y
Arica para Chile. La línea divisoria entre dichas dos partes y, en consecuencia la
frontera entre los territorios del Perú y de Chile, partirá de un punto de la costa
que se denominará "Concordia" distante diez kilómetros al Norte del puente del
Río Lluta, para seguir hacia el Oriente paralela a la vía de la sección chilena del
Ferrocarril de Arica a La Paz y distante diez kilómetros de ella, con las inflexiones
necesarias para utilizar, en la demarcación, los accidentes geográficos cercanos
que permitan dejar en territorio chileno las azufreras del Tacora y sus
dependencias pasando luego por el centro de la Laguna Blanca, en forma que
una de sus partes quede en el Perú y la otra en Chile.

Chile cede a perpetuidad a favor de Perú todos sus derechos sobre los
Canales del Uchusuma y del Mauri, llamado también Azucarero, sin perjuicio de

345
la soberanía que le corresponderá ejercer sobre la parte de dichos acueductos
que queden en territorio chileno después de trazada la línea divisoria a que se
refiere el presente artículo. Respecto de ambos Canales, Chile constituye en la
parte que atraviesan su territorio, el más amplio derecho de servidumbre a
perpetuidad en favor del Perú. Tal servidumbre comprende el derecho de
ampliar los Canales actuales, modificar el curso de ellos y recoger todas las
aguas captables en su trayecto por territorio chileno, salvo las aguas que
actualmente caen al río Lluta y las que sirven a las azufreras del Tacora".

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165. ROSTWOROWSKI DE DIEZ CANSECO, María, Historia del Tahuantinsuyo,


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359
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182. ZEGARRA, Jorge M., Irrigación y Técnica en el Perú Precolombino, "El


Ingeniero Civil" N° 15, Nov-Dic 1981.

360
INDICE DE CUADROS

Capítulo 1 INTRODUCCION GENERAL AL ESTUDIO DEL AGUA

1.1 Distribución de la Cantidad Total de Agua de Nuestro Planeta........... 10


1.2 Distribución de la Cantidad Total de Agua de la Tierra
según SHIKLOMANOV ........................................................................ 13
1.3 Distribución Continental de la Escorrentía Mundial según LINDH ...... 20
1.4 Distribución Continental de la Escorrentía Mundial según
SHIKLOMANOV ................................................................................... 21
1.5 Disponibilidad de Aguas Superficiales en Algunos Países.................. 22
1.6 Descargas Medias Plurianuales de los Ríos de la Vertiente
del Pacífico ........................................................................................... 27
1.7 Resultados Generales del Inventario Nacional de Lagunas
realizado por ONERN........................................................................... 29

Capítulo 2 DISPONIBILIDADES DE AGUA

2.1 Valores Característicos de la Precipitación en Algunas


Cuencas Tropicales .............................................................................. 41
2.2 Valores Mensuales de la Precipitación en la Estación
El Tigre (Tumbes) ................................................................................. 43
2.3 Valores Diarios de la Precipitación del año 1975
en la Estación El Tigre (Tumbes) ......................................................... 44
2.4 Distribución Porcentual de la Disponibilidad Mensual de
Agua en el río Moche ........................................................................... 54
2.5 Distribución Porcentual de la Disponibilidad Mensual de
Agua en el río Chicama ........................................................................ 54
2.6 Caudales Medios Anuales del río Chicama (Estación Salinar) ........... 55
2.7 Elementos Contenidos en el Agua de Mar........................................... 69
2.8 Escorrentía Mensual del río Puyango-Tumbes.................................... 86
2.9 Escorrentía Mensual del río Santa ....................................................... 87
2.10 Caudales Medios Diarios del río Santa en
Condorcerro (año 1966) ....................................................................... 88
2.11 Caracterización Hidrológica del río Chira............................................. 90
2.12 Duración de Caudales del río Santa .................................................... 92
2.13 Duración de Caudales de Estiaje del río Santa ................................... 92

Capítulo 3 DEMANDAS DE AGUA

3.1 Disponibilidad Global de Agua ............................................................. 112


3.2 Requerimiento de Disponibilidad Global de Agua en el año 2050 ...... 113
3.3 Demanda Mundial de Agua, según los distintos usos
a que se destine ................................................................................... 123
3.4 Crecimiento de la Población Mundial ................................................... 127
361
3.5 Población Urbana de Algunos Países de Latinoamérica
Expresada como Porcentaje de su Población Total ............................ 129
3.6 Población del Perú y de Lima Metropolitana........................................ 130
3.7 Evolución de la Población Mundial (Urbana y Rural) entre
1965 y el año 2000 ............................................................................... 132
3.8 Evolución de la Población Mundial en Zonas de Diferentes
Grados de Desarrollo a lo largo del Siglo XX....................................... 133
3.9 Demandas de Agua consideradas en Venezuela................................ 143
3.10 Proyección de la Demanda Urbana de Lima ....................................... 146
3.11 Eficiencias de Aplicación del Agua de Riego ....................................... 155
3.12 Demandas de Varios Cultivos para el Valle de Chicama Bajo ............ 159
3.13 Requerimientos de Agua de la Industria .............................................. 161

Capítulo 5 LAS IRRIGACIONES

5.1 Clasificación Climática.......................................................................... 206


5.2 Areas Netas de Riego del Proyecto CHAVIMOCHIC .......................... 208
5.3 Producción Energética de los Países de la CIER (1991) .................... 214
5.4 Producción de Energía en el Perú ....................................................... 215
5.5 Superficies Mundiales Cultivadas......................................................... 221
5.6 Porcentajes de Areas Bajo Riego con Respecto al Total
Cultivado en Varios Países .................................................................. 222
5.7 Superficie y Porcentaje de los Grupos de Capacidad de
Uso Mayor de la Tierra en las Regiones Naturales del Perú............... 231
5.8 Superficie y Porcentaje de los Grupos de Capacidad de
Uso Mayor de la Tierra en los Departamentos del Perú...................... 232
5.9 Extensión y Población de las Tres Regiones del Perú ........................ 235
5.10 Uso Actual y Potencial de las Tierras por Regiones
Naturales del Perú ................................................................................ 235

Capítulo 6 AVENIDAS Y SEQUIAS

6.1 Caudales Máximos Anuales del río Santa (1958-1984) ...................... 267
6.2 Descargas Máximas del río Santa en Condorcerro ............................. 272
6.3 Precipitación en el Departamento de Piura (1983) .............................. 282
6.4 Precipitaciones Mensuales del Periodo 1964-1986 de la
Estación de Rica Playa (Tumbes) ........................................................ 285
6.5 Pérdidas en el Departamento de Tumbes como consecuencia
del Fenómeno El Niño 1983................................................................. 287
6.6 Resumen de Daños Causados por el Fenómeno de El Niño
1983 en Bolivia, Ecuador y Perú .......................................................... 290
6.7 Máximas Avenidas del río Chira........................................................... 295
6.8 Comparación de Caudales de ríos del Departamento
de La Libertad....................................................................................... 307

362
INDICE DE FIGURAS

Capítulo 1 INTRODUCCION GENERAL AL ESTUDIO DEL AGUA

1.1 Representación Esquemática de los Recursos Mundiales de


Agua ................................................................................................... 11
1.2 El Ciclo Hidrológico............................................................................... 15
1.3 Representación Esquemática del Ciclo Hidrológico ............................ 17
1.4 Representación Esquemática del Balance Hidrológico Mundial ......... 18

Capítulo 2 DISPONIBILIDADES DE AGUA

2.1 Ubicación de las Alternativas de Aguas Superficiales para Lima........ 39


2.2 Red de Estaciones Hidrometeorológicas de la Cuenca del
río Santa ............................................................................................... 45
2.3 Isoyetas Medias Anuales de la Cuenca del río Santa ......................... 46
2.4 Balance del Acuífero de Lima............................................................... 61
2.5 Esquema de Uso Conjuntivo de Recursos Superficiales y
Subterráneos para Abastecimiento de Agua de Lima ......................... 67
2.6 Hidrograma del río Santa en Condorcerro para el año
más húmedo 1973-1974 ...................................................................... 81
2.7 Hidrograma del río Santa en Condorcerro para el año
más seco 1967-1968 ............................................................................ 82
2.8 Masas Anuales del río Santa en Condorcerro para el
periodo 1957-1984................................................................................ 83
2.9 Hidrograma del río Santa en Condorcerro para el
año medio del periodo 1957-1984........................................................ 84
2.10 Curva de Duración de Caudales Medios Diarios y Mensuales
del río Santa Estación Condorcerro (1957-1984) ................................ 93
2.11 Curva de Duración de Caudales Medios Diarios del periodo de
Estiaje del río Santa (Junio-Setiembre, 1957-1984) ............................ 94
2.12 Representación Esquemática del Proceso de Control de la
Calidad del Agua .................................................................................. 103

Capítulo 3 DEMANDAS DE AGUA

3.1 Indices de Crecimiento de la Población del Perú y de Lima................ 131


3.2 Proyecciones Demográficas para la Gran Lima .................................. 140
3.3 Metodología para Determinar la Demanda de Agua para
Uso Poblacional.................................................................................... 142
3.4 Proyecciones de la Demanda de la Gran Lima ................................... 145
3.5 Proyecciones de la Demanda Urbana ................................................. 147
3.6 Esquema Representativo de las Pérdidas en un Sistema
de Riego................................................................................................ 156
3.7 Periodos de Riego de los Cultivos........................................................ 160

363
Capítulo 4 LOS PROYECTOS HIDRAULICOS

4.1 Proceso de Planeamiento para el Aprovechamiento de


los Recursos Hidráulicos ...................................................................... 170
4.2 El Manejo de los Recursos Hidráulicos................................................ 177
4.3 Implementación de Proyectos de Aprovechamiento de
los Recursos Hidráulicos ...................................................................... 178
4.4 El Sistema de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos ............ 181

Capítulo 5 LAS IRRIGACIONES

5.1 Esquema "A" de un Proyecto de Irrigación .......................................... 243


5.2 Esquema "B" de un Proyecto de Irrigación .......................................... 247

Capítulo 6 AVENIDAS Y SEQUIAS

6.1 Hidrograma de Avenidas río Tumbes-Estación "El Tigre"


enero-mayo 1975.................................................................................. 265
6.2 Ajuste a la Distribución Gumbel de los Caudales Máximos
Diarios y Máximos Instantáneos .......................................................... 269
6.3 Ajuste a la Distribución Log-Normal de los Caudales Máximos
Diarios y Máximos Instantáneos .......................................................... 270
6.4 Ajuste a la Distribución Log-Pearson III de los Caudales
Máximos Diarios y Máximos Instantáneos........................................... 271
6.5 Variación de la Temperatura Media del Mar frente a Paita ................. 279
6.6 Variación Anual de la Precipitación en la Estación Piura..................... 280
6.7 Caudales Medios Anuales del río Piura-Puente Sanchez Cerro......... 281
6.8 Descargas Medias Diarias. Año 1972 del río Piura-Puente
Sanchez Cerro...................................................................................... 283
6.9 Descargas Medias Diarias. Año 1983 del río Piura-Puente
Sanchez Cerro...................................................................................... 284
6.10 Zonas Afectadas por Desastres Naturales en Bolivia,
Ecuador y Perú ..................................................................................... 289
6.11 Precipitación en dos Sitios Seleccionados de Bolivia .......................... 302
6.12 Esquema del río Piura .......................................................................... 312

Capítulo 7 RECURSOS HIDRAULICOS INTERNACIONALMENTE


COMPARTIDOS

7.1 Esquemas de Definición de Ríos Internacionales................................ 317


7.2 Area General del Convenio Peruano-Ecuatoriano............................... 329
7.3 Cuenca Puyango-Tumbes.................................................................... 332
7.4Representación Esquemática del Acuerdo de Quito ................................. 335
7.5Area Agrícola del Proyecto Puyango-Tumbes ........................................... 339

364
INDICE DE TEMAS

A
Abastecimiento poblacional, 213 C
Acuífero, 59, 62, 65 Calidad de vida, 141, 164, 201
Acuitardo, 59 Calidad del agua, 99, 103, 108, 125
Agricultura, 47-49, 207 Calidad del agua de mar, 105
Agua, 2, 5, 34, 100, 163, 164 Caminos, 217
de mar, 38, 69, 70 Canales
de niebla, 72 de riego, 50, 185, 249, 345
disponibilidad, 12 preincaicos, 50
para concreto, 109, 110 Capacidad de uso mayor, 227, 231,
para riego, 108, 109 232
Aguas - conflictos, 261 Cauce, 273
Aguas Caudal
atmosféricas, 71 ecológico, 162, 341
de retorno, 134 laminado, 296
eutróficas, 103 máximo diario, 271
residuales, 115 máximo instantáneo, 271
salinas, 68 Cédula de cultivo, 257
salobres, 71 Ciclo Hidrológico, 14-18, 23, 89,
servidas, 77 115, 316
subterráneas, 38, 59, 60, 62, 67, Ciénaga, 57
134, 309 Civilizaciones hidráulicas, 49
superficiales, 47 Clasificación de tierras, 228
Andenes, 129, 191, 237 Clima, 206, 305
Areas naturales protegidas, 198, Código del Medio Ambiente, 196
199 Coeficiente de escorrentía, 189
Aridez, 206, 233, 303 Concentración de sales, 69, 71
Atrapanieblas, 72 Conflictos, 9
Autoridad sanitaria, 107 Conservación de cuencas, 330
Avenida de diseño, 268 Consumo de Agua, 122, 123
Avenidas, 263, 265, 268 Contaminación, 73, 99, 100-102,
caracterización, 263 135, 183, 189, 198, 314, 315,
control, 273 322
del pasado, 274 ambiental, 183
predicción, 268 atmosférica, 35
bacteriológica, 101
B fluvial, 189
de aguas subterráneas, 66
Balance del acuífero, 61
del agua y narcotráfico, 105
Balance hidrológico, 60, 116, 118
marina, 105
mundial, 18
Contaminación por
Barbecho, 238
mercurio, 103
Bocatoma, 50, 242
petróleo, 104
Bombeo, 245
plutonio, 104
Contaminación química, 102, 103
365
Costa peruana, 230,233 Distribuciones probabilísticas, 268-
Control de avenidas, 296 271
Crecidas, 264 Dotaciones urbanas, 146
Drenaje, 255
Cuenca internacional, 192, 320,.......................................................................................... 327,
332 Duración de caudales, 92-94
Cuencas, 99, 189, 191, 316
tropicales, 41 E
Cultivo permanente, 228 Ecología, 163, 200
Cultivos en limpio, 228 Economía en el consumo de agua,
Cursos de agua, 315 73, 119, 135, 136, 148, 149
Ecosistema, 198, 200, 304
D Eficiencia
Datos básicos, 252 de aplicación, 154, 155
Daños, 286 de conducción, 153
Déficit, 303, 308 de distribución, 154
Demanda en el uso del agua, 74
agropecuaria, 150, 159 Eficiencia global, 74, 120, 121, 153
biológica, 161 de riego, 153, 156, 159, 219
bruta, 120 Embalses, 60, 187, 246, 273, 295,
ecológica 161 331
industrial, 161 Efecto regulador, 296, 297
industrial-urbana, 141 Encauzamiento, 273
municipal, 141 Energía, 212-215
neta, 119, 153 Enfermedades debidas a la calidad
poblacional, 124, 137, 142, 144, del agua, 101, 137, 216
145, 147, 213 Ensalitramiento, 218
por electricidad, 161 Epidemias, 275
sanitaria, 161 Eriazos, 208, 209
urbana, 138, 146 Erosión, 282, 286, 342
Demandas de agua, 111, 116, 155 Escasez
en Venezuela, 143 de agua, 33, 114, 115, 117,
Demandas industriales, 160, 161 168, 193, 194, 311
Demografía, 126 de datos, 252
Densidad poblacional, 129, 235 Escorrentía, 85
Dependencia tecnológica, 252 superficial mundial, 19-22, 207
Desagües, 38, 129 Estación depuradora, 183
Desalinización, 38, 69, 70 Estaciones hidrometeorológicas, 42,
Desarrollo 45, 89, 253
agrícola, 237 Estiaje, 92
regional, 256 Estudio del impacto ambiental, 197
Desastre natural, 289, 306 Etapas de desarrollo, 337
Desembalse, 291 Eutrofización, 56, 103
Desertificación, 206, 305 Evaporación, 14, 16, 23, 65, 75
Desforestación, 34, 190 Evapotranspiración, 40-41, 151-152
Desierto, 72 Eventos extremos, 90
Desruralización, 128, 129, 132, 189
Disponibilidad de agua, 112, 113
Distribución del agua, 193
en la Tierra, 12-14 F
366
Fenómeno de El Niño, 41, 277, 287, Irrigaciones - beneficios, 338
290 Isoyetas, 42, 46, 332
Pérdidas, 287, 290
Financiamiento, 251 L
Flora y Fauna, 187 Lagos, 53, 56, 103, 344
Forestación, 77, 191 Lagunas, 26, 28, 29, 53, 56, 57, 77, 96, 103,
Fuentes de agua, 38 309
Fugas y pérdidas en las redes, 143, Lagunas de estabilización, 77
148 Limnología, 53
Lixiviación, 238
G Lomas, 71
Gestión del agua, 119, 135 Lluvia, 40, 156, 234, 275
Glaciación, 10 ácida, 35
Grandes irrigaciones, 248 artificial, 42

H M
Hidrargirismo, 103 Maderas, 239
Hidroenergía, 212 Manantial, 59
Hidrología, 14 Manejo de la
Hidropónico, 48 cuenca, 188, 191, 192
Hidrósfera, 10, 11 demanda, 194, 308, 309
Hoyadas, 58 irrigación, 223
Huaycos, 264 selva, 240
sequía, 309
I Manejo de los Recursos Hidráulicos,
Impacto ambiental, 163, 182, 186, 175, 177, 178, 188
196, 256 Manejo del agua, 135, 306, 308,
Implementación de proyectos, 176, 316
195 en China, 195
Indice bioclimático de aridez, 206 en Indonesia, 195
Industria, 216 en Israel, 194
Información básica, 78, 79, 330 en los Estados Unidos, 194
Infraestructuras 248, 255 en los países árabes, 194
Ingeniería de sistemas, 180, 181 Marismas, 49
Inundaciones, 184, 263, 274, 293, Máximas avenidas, 253, 264, 267,
333 272, 295
Inventario de Medio ambiente, 185, 196, 197, 200
lagunas, 26, 29 Mejoramiento de riego, 208, 255
recursos, 35-37, 79 Migraciones, 129
ríos, 24 Mita, 310
Irrigación, 49, 50, 108, 150, 167, Modelos hidráulicos, 250
196, 205, 243, 247, 257, 291,
328 N
en el mundo, 221 Navegación, 313, 314, 319, 323
en el Perú, 227 fluvial, 97, 98
en Latinoamérica, 224 O
Obras de
prehispánica, 50, 51
infraestructura, 248
367
irrigación, 51, 233 Recursos
Operación y mantenimiento de pro- compartidos, 313, 316, 324, 327,
yectos, 180 344
energéticos, 199
P hidráulicos del Perú, 124
Pantanos, 57 naturales, 35
Parques nacionales, 199 trasandinos, 96
Pastos, 229, 237 Reforestación, 72, 77, 191
Pecuario, 211 Regiones áridas, 16
Penas y castigos por contaminación, Reglas de operación, 298
106, 107 Relaves, 183, 189
Pérdidas de agua, 38, 122, 133, Rendimiento agrícola, 210
143, 148, 156 Reparto, 310
Periodo de retorno, 268, 272 Reservas de agua de la Tierra, 10-13
Plan Reservas nacionales, 199
de Desarrollo, 210 Reservorios aluviales, 65
Hidráulico, 168-171, 256 Residuos atómicos, 105
Planeamiento, 170 Restauración de acuíferos, 66
Planificación, 89, 165-167, 210 Reubicación de pueblos, 184, 185
Pluviógrafo, 40 Reutilización de las aguas, 76
Pluviómetro, 40 Riego, 48-50, 108, 109, 150, 155,
Población, 126-128, 130, 133, 139, 157, 160, 207, 233
172, 212 complementario, 153
de Lima, 130, 131, 138-140 por aspersión, 157, 158
Indices de crecimiento, 131 por goteo, 159
mundial, 127, 132, 133 por gravedad, 155, 156
urbana, 128 Riesgo, 268
Pozos, 60, 63 Ríos
Precipitación, 40, 41, 43, 44, 89, de la vertiente del Pacífico, 25,
206, 282, 285, 302 27
efectiva, 152, 153 contiguos, 316-318
Precipitaciones del pasado, 274 internacionales, 217, 313-318,
Presas, 333, 334, 248, 291 320, 324, 327, 342
Preservación de la calidad del agua, sucesivos, 315, 317, 318
106, 107 tropicales, 41
Producción forestal, 230
Propiedad de las aguas, 74 S
Propósito múltiple, 164, 213, 216, Seca, 310
258 Secano, 236
Proyección del crecimiento, 139 Sedimentación, 293, 296, 342
Proyecto, 164 Sedimentos, 330
Proyectos hidráulicos, 163-164, Selva peruana, 238
167, 253 Sequías, 42, 236, 263, 277, 298
Puquios, 58
Q Sequías (continúa)
Quiebras, 311 Características, 304
Definición, 303
Impacto, 304
R Manejo, 308
368
Sierra peruana, 236 Transporte de troncos, 323
Simbolismo del Agua, 5 Trasvases, 249
Sistema Solar, 1 Túneles, 249
Sistemas, 205 Turismo, 217
de recursos hidráulicos, 180, 181
hidrológicos, 89 U
Suelos agrícolas, 48, 234 Uso conjuntivo, 64, 67
Sustancias tóxicas, 109 Usos
agrícolas, 7
T del agua, 7
Tasa de crecimiento, 139 domésticos, 7, 138
Tecnología, 251 industriales, 8, 138
Temperatura del mar, 278, 279 pecuarios, 7
Tierras, 227, 231, 232
agrícolas, 235 V
de protección, 230 Variabilidad de
en descanso, 237, 238 descargas, 308
Toma Libre, 310 la escorrentía, 52, 54, 55, 79-89
la precipitación, 42-44
Variación de la demanda, 124, 125
Vertidos, 102, 183, 198, 200

369
INDICE DE NOMBRES PROPIOS

A
Abu Dhabi, 71
Academia Nacional de Ciencias de
EEUU, 104
Acarí, 27
Achirana, 51
Acuerdo de Cartagena, 328
Acuerdo de Montevideo, 318
Acuerdo de Quito, 334, 335
Africa, 20, 21, 16, 223
Agua para Lima, 136
Aguada Blanca, 76
AID, 288
Aketsuki Maru, 104
Altiplano, 300
Alto Piura, 249
Amarillo, 49, 102
Amazonas, 25, 41, 232, 344
Amazonía, 104, 105
América, 16
América Latina, 3, 23, 97, 115, 126,
129, 223, 224
Amotape, 199
Ancash, 232
Ancón, 58
Andes, 52
Angostura, 96
Antártida, 21, 22
Apurímac, 232
Aramburú, Carlos, 240
Arequipa, 57, 72, 75, 76, 172, 232
Argentina, 96, 101, 128, 214, 342
Arica, 345
Aricota, 28, 56
Arizona, 194
Asia, 20, 21, 16, 223
Asuan, 75
Atarjea, 143, 162
Atico, 27, 72
Atlántico, 23, 24, 25, 28, 29, 105
Australia, 20, 21, 16, 151
Ayacucho, 232
Azpurúa, 121, 164, 168, 169

B
370
Bajo Piura, 152
Báltico, 68
Banco Mundial, 137, 251
Bangladesh, 222
Banks, 168
Barcelona, 314
Bélgica, 105
Beni, 301
BID, 201, 251, 334, 336
Binnie & Partners, 148
Birmania, 222
Bogotá, 60
Bolívar, 191
Bolivia, 56, 214, 222, 288, 290, 344
Bower, 196
Brasil, 22, 128, 129, 214, 222, 342,
344
Bravo, 314
Brigg, 51
Buenos Aires, 129
Bulcerski, 113
Burundi, 326
Bustamante y Rivero, José Luis,
345

C
CAF, 251, 334
Cajamarca, 96, 232
Calera, 102
California, 194
Callao, 60, 74, 232
Camaná, 25, 27, 72
Camerún 222
Canadá, 22, 113
Canal de Panamá, 97, 98
Canarias, 70
Cañete, 25, 27, 72, 220
Caplina, 27, 51, 245
Caravelí, 27
Carhuaquero, 257
Caribe, 3, 23, 135
Carrera de la Torre, Luis, 324

Carta Europea del Agua, 3, 31, 35,


78, 106, 315
Cascajal, 27
Casitas, 338
Casma, 27, 51, 72
Catacaos, 311
371
Catamayo-Chira, 192, 193, 217,
327
Cazaderos, 85, 184, 185, 187, 331,
332
CEDRO, 105
CEI, 223
Centro de Educación Inicial N° 107
Israel, 78
Centro América, 223
CENTROMIN, 102
Chala, 27
Chamán, 27
Chancay, 51
Chancay-Huaral, 27
Chancay-Lambayeque, 27, 257
Chao, 27, 51, 60
Chaparra, 27
Chaparri, 51
Charcani, 75
CHAVIMOCHIC, 51, 152, 159, 208,
210, 211, 216, 246, 249, 256,
257, 258, 259, 261, 306
Cherburgo, 104
Chicama, 27, 51, 52, 53, 54, 55, 60,
80, 152, 159, 210, 307
Chilca, 27, 50, 58
Chile, 71, 72, 73, 104, 130, 214,
345
Chili, 75
Chillón, 27, 58, 60, 62
Chimbote, 51
China, 22, 113, 195, 223, 298
CHINECAS, 51, 246, 256, 261
Chira, 25, 27, 75, 90, 96, 188, 217,
244, 245, 246, 248 293
Chira-Piura, 90, 184, 192, 218, 251,
252, 255, 291
Choclococha, 28
Chotano, 96, 245, 256
Chugungo, 73
Chungal, 184
Chuquitanta, 58
Cieza de León, 276
Coata, 25
Cobo, 274
Código del Medio Ambiente, 196
Colegio de Ingenieros del Perú, 72, 136, 276
Colombia, 190, 214, 222, 344
Colón, 97

372
Colorado, 314
Colorado State University, 303
Comisión de Integración Eléctrica
Regional (CIER), 213, 214
Comisión Internacional de Riego y
Drenaje, 324
Conchano, 96, 256
Concordia, 345
Condorcerro, 81, 82, 83, 84, 85, 88,
92, 93, 94
Condoroma, 52
Conferencia Mundial sobre el Agua,
3, 97, 101
Congo, 41, 222
Congreso de Irrigación, 257
Congreso Latinoamericano de
Hidráulica, 254
Consenso de Lima, 3, 37, 120
Coquimbo, 71
Corea del Norte, 185
Corea del Sur, 185
Corrodus, 304
Costa Rica, 128, 222
Cuarto Congreso Nacional de
Ingeniería Civil, 259
Cuba, 222
Cucureque, 51
Culebras, 27
Curibaya, 56
Custodio, 66
Cuzco, 232

D
De Piérola, José N., 62
Delft, 195
Diez Esteban, P., 5
Dirección de Irrigación, 250
Domínguez, Bernardo, 6
Dourojeanni, 189
Dourojeanni, Marc, 218, 239, 241
Dracup, 169

E
Ebro, 118
Ecuador, 103, 185, 188, 192, 214,
217, 222, 288, 290, 331, 344
Egipto, 49, 185, 326
Eguiguren, Víctor, 274
El Cairo, 49, 148
373
El Comercio, 7, 77
El Imperial, 220
El Salvador, 190
El Tigre, 41, 43, 44
Eliade, 5
ENERGOPROJEKT, 293
ESAL, 124
Escobar, Daniel, 250
España, 25, 59, 70, 97, 105, 114,
141, 207
Estados Unidos, 194, 207, 314
Estados Unidos de América, 22, 97,
98, 105, 113, 115, 122
Etiopía, 222, 326
Eufrates, 49, 50, 316
Europa, 20, 21, 59, 104, 115, 122,
223

F
FAO, 4, 221, 251
Fenómeno de El Niño, 179, 277
Filipinas, 222
Finlandia, 22
Fondo de Población de la ONU, 126
Fort Collins, 303
Fortaleza, 27
Francia, 22

G
Gabaldón, 121, 164, 168, 169
Galicia, 105
Galilea, 97
Gallito Ciego, 52, 184, 246, 248,
273
Garbrecht, 242
Garcilaso, 5
GOLDBERG, 157
Golf Bruce, 105
Golfo Pérsico, 49, 104, 316
Gómez Lora W., 253, 301
Gran Bretaña, 105, 303
Gran Canaria, 70
Grande, 27, 342
Grant, James P., 101
Green Peace, 105
Grupo de Trabajo de Nieblas, 72
Guatemala, 128
Guerra Mundial, 130
Guerra, Julio, 255
374
Gumbel, 274
Guyana, 128, 222

H
Hall, Warren, 169, 180
Han-Gang, 185
Helsinki, 320
Herrera, Antonio, 276
Hierro Perú, 70
Holanda, 195
Honduras, 222
Hong Kong, 71
Huacachina, 60
Huancabamba, 96
Huancané, 25
Huancavelica, 232
Huánuco, 232
Huaraz, 57
Huarmaca, 311
Huarmey, 27
Huarmicocha, 28
Huascarán, 199
Huaura, 25, 27
Hufschmidt, 196

I
Ica, 27, 60, 72, 232
Ilave, 25
Ilo, 70, 72, 183
Ilo-Moquegua, 27
INADE, 261, 288, 297
India, 22, 222, 223
Indonesia, 104, 195, 222, 223
INRENA, 19, 227
Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura
(IICA), 224
Instituto Nacional de Planificación,
171
International Comission on
Irrigation and Drainage, 155
Irak, 316
Irán, 223
Irauadi, 41
Israel, 157
Israel, 194
Israel, 97
Israelsen, 115
Itaipú, 186, 214, 342
375
ITINTEC, 109

J
Jamaica, 222
Japón, 104
Jarama, 183
Jequetepeque, 25, 27, 51, 96, 256,
257
Jequetepeque-Zaña, 96, 124, 184,
207, 210, 248, 249, 251, 252,
273
Jordán, 97
Juan, Jorge, 276
Junín, 28, 56, 79, 199, 232

K
Kariba, 185
Keltani, 22
Kenia, 222, 326
Keynes, 166
KFW, 251
King, 1
Kumgangsan, 185

L
La Atarjea, 65
La Haya, 319
La Leche, 51
La Libertad, 232, 307
La Pampilla, 104
La Paz, 345
La Plata, 41
La Serena, 72, 73
Laboratorio Nacional de Hidráulica,
250
Lachay, 71, 72
Lacramarca, 27
Lago Junín, 185
Lago Nassev, 185
Lago Nubia, 185
Lago Salado, 69
Laguna Blanca, 345
Lagunas de San Juan, 77
Lambayeque, 51, 220, 232
Langbein, 56
Lanzarote, 70
Laos, 222
Las Palmas, 70
376
Latinoamérica, 74, 135, 219, 254
Leguía, 220
Ley de Promoción de Inversiones en
el Sector Agrario, 209
Ley General de Aguas, 193, 311
Lima, 39, 56, 57, 60, 61, 62, 64, 67,
70, 72, 74, 76, 77, 78, 95, 96,
101, 102, 104, 105, 124, 129,
130, 134, 137, 137, 143, 201,
232
Linda Chara, 331, 332
Lindh, 19, 113, 127
Llaucano, 96
Lluta, 345, 346
Locumba, 27, 56, 173, 183
López Camacho, 99
López Martínez, H., 275
López, Joaquín, 34
Loreto, 232
Los Castillos, 60
Los Ejidos, 251
Lurín, 27, 62

M
Machu Picchu, 250
Madre de Dios, 25, 232
Madrid, 183
Mahaveli, 188
Maisch, Ernesto, 62, 65, 148
Majes, 96, 212, 218, 249, 250, 251,
253, 257
Mala, 27
Malasia, 222
Malpaso, 102
Mama Ocllo, 5
Manchara, 249
Manco Cápac, 5
Mantaro, 53, 56, 70, 74, 75, 102,
138, 172, 173, 182, 185, 245
Manu, 199
Manzanares, 183
Mar del Plata, 101
Mar Muerto, 69
Marcabelí, 184, 185, 187, 331, 332
Marcapomacocha, 53
Marcona, 72
Mariotte, 85
Masson, 237
Maure, 56, 245, 345
377
Mejía, 57
Mekong, 41
Mesopotamia, 49
México, 128, 129, 222, 223, 314
Miguel Checa, 245
Minamata, 103
Moche, 27, 51, 52, 54, 58, 60, 173,
307
Mochica, 51
Mollendo, 72
Montegrande, 184
Montevideo, 318
Moquegua, 72, 172, 232, 252
Morropón, 311
Motupe-La Leche, 27
Mozambique, 222
Mugica, Ramón, 278

N
Naciones Unidas, 3, 200, 201, 206,
216, 288, 300, 324
Nairobi, 206
Nam Pong, 185
Namora, 96
Nazca, 58, 62
Negev, 97
Nepeña, 27, 51
New York, 168
Nilo, 49, 50, 75, 326
Norand, Paul, 128
Normas de Helsinki, 320
Norte América, 20, 21, 223
Noruega, 22, 113
Nueva York, 128

O
Oberti, 189
Oceanía, 21, 223
Ocoña, 25, 27, 72
Olmos, 27, 96, 212, 220, 249, 252,
253, 260
Omas, 27
ONERN, 19, 24, 25, 26, 28, 29, 30,
96, 124, 171, 227, 236
Organización Meteorológica Mundial
114, 115
Oriente, 16, 33, 34
Orinoco, 41
378
P
Pacaya-Samiria, 199
Pacífico, 24, 25, 27, 28, 29, 96
Paiján, 249
Países Bajos, 122
Pakistán, 186, 222, 223
Palma, Ricardo, 51
Palmales, 331
Pampas, 249, 252, 253
Panamá, 97, 98
Paracas, 199
Paraguay, 214, 342
Paraná, 129, 201, 342
Paranaíba, 342
París, 129
Pasco, 232
Pativilca, 25, 27
Patronato de Defensa de los
Pantanos de Villa, 58
Paz Silva, Luis, 212
Peixoto, 22
Perrault, 85
Perú, 22, 24, 28, 50, 51, 56, 58, 70,
72, 95, 96, 100, 104, 105, 106,
113, 114, 127, 214, 222, 232
Pisco, 27
Pitay, 250
Piura, 27, 51, 77, 79, 80, 96, 153,
188, 191, 232, 245, 282, 310,
311
Poechos, 52, 75, 184, 244, 246,
248, 253, 291
Portovelo, 103, 331, 332
Puente Cincel, 76
Puente Sánchez Cerro, 79
Punchauca, 58
Puno, 232
Puquio Alto, 58
Puquio Bajo, 58
Puquio Larrea, 58
Puquio Santa Rosa, 58
Puyango-Tumbes, 85, 86, 102, 103,
155, 159, 162, 184, 187, 192,
193, 217, 327, 331

Q
Qda. Bocapán, 27
Qda. Topará, 27
379
Quilca, 27
Quintanilla, Edgardo, 130, 234
Quito, 191
Quiulacocha, 102

R
Racarumi, 51
Ramis, 25
Ramón, 311
Reglamento de la Libre Navegación
de los Ríos, 314
Reino Unido, 122
República Dominicana, 222
Rica Playa, 284, 285
Rímac, 27, 53, 60, 75, 105, 162,
173, 182, 189, 275
Río de la Plata, 129
Rivva, Enrique, 109
Rodríguez, Rafael, 260
Rojo, 68
Rostworouski, María, 7
Ruanda, 326

S
Sahara, 14, 59
Salas, José, 85, 89
Sama, 27
San Juan, 27
San Juan Baustista, 5
San Juan de Lurigancho, 78
San Lorenzo, 153, 218
San Martín, 232

Santa, 25, 27, 42, 45, 46, 51, 57,


81, 82, 83, 84, 85, 87, 88, 92,
93, 94, 96, 261, 267, 268, 272
Santa Cruz, 301
Santa Eulalia, 53
Santiago de Chile, 73, 224
Sechín, 51
Sechura, 311
Sena, 85
Shaw, Bernard, 128
Shiklomanov, 11, 19, 122
Shumaya, 249
Siria, 316
Soldi, Luis, 212
Somalia, 222
Sri Lanka, 188, 222, 223
380
Strasburgo, 31
Sud América, 20, 21, 223
Sudáfrica, 104
Sudán, 185, 326
Suecia, 122
Suiza, 105
Sumeria, 49
Supe, 27
Sutton, 220

T
Tabaconas, 96, 249
Tacna, 51, 72, 172, 232, 252, 345
Tacora, 346
Tailandia, 185, 222
Talambo, 51
Talara, 338
Tambo, 25, 27, 183
Tanzania, 222, 326
Tarragona, 118
Tasmania, 21
Thiessen, 42
Tigris, 49, 50
Tijuana, 314
Tinajones, 52, 245, 246, 249, 250,
253, 251, 252, 256
Titicaca, 5, 23, 24, 25, 28, 29, 51,
53, 56, 96, 199, 245, 344
Tlaloc, 6
Tratado de la Región Amazónica,
344
Tratado de Lima, 345
Trujillo, 71, 72
Tumbes, 25, 27, 41, 43, 44, 151,
191, 192, 217, 232, 245, 264,
286, 287
Turquía, 316

U
U.S. Geological Survey, 19
U.S. Weather Bureau, 303
Ucayali, 232
Uchusuma, 51, 96, 245, 345
Uganda, 222, 326
Ulloa, Antonio, 276
UNESCO, 118, 182, 194, 206
Unicape, 249
UNICEF, 101
Unión Soviética, 19, 20, 22, 24, 113,
381
122, 251
Universidad de Piura, 77
Universidad Nacional de Ingeniería,
250
Uruguay, 129, 214
USA, 223

V
Ven Te Chow, 42
Venezuela, 128, 143, 168, 214, 222
Ventanilla, 104
Viena, 314
Vietnam, 222
Villa, 57, 58
Vinces Araoz, Alejandro, 77
Viñas y Reyes, M., 244
Virú, 27, 51, 60, 72, 307

W
Washington, 327
Wiener, 37, 62, 63, 64
Wiener, Aaron, 166, 233
Worldwatch, 33
Wyrtki, K., 277

Y
Yakarta, 195
Yap Salinas, H., 219
Yauca, 27
Yevjevich, 89, 299, 304
Yugobank, 251
Yugoslavia, 22
Yuracmayo, 65

Z
Zaire, 222, 326
Zambeze, 185
Zambia, 222
Zamora, 238
Zaña, 27, 51, 96, 274
Zaruma, 103
Zarumilla, 27, 338
Zegarra, Jorge M., 51
Zimbahue, 222

382

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