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CAPÍTULO 3

LA PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN Y SU REALIDAD POLÍTICA.

El origen de la Procuraduría General de la Nación en el Estado colombiano tiene diversas

posiciones. Un primer planteamiento proviene del análisis de los funcionarios que defendían los

intereses del rey en la monarquía francesa (Morales, 1960). Otra posición expone los

funcionarios de la estructura colonial española en el nuevo mundo como cimientos de la

institución (Rodríguez, 2006). Finalmente la Revolución Francesa y los postulados de las ideas

liberales son considerados como el fundamento del Ministerio Público (Martínez, 1999).

Para el caso colombiano puede decirse que la institucionalización de funcionarios encargados

de la protección de los derechos en primer lugar del rey y posteriormente de los ciudadanos, son

los antecedentes de la Procuraduría General de la Nación. Es así como los conceptos

desarrollados en la historiografía institucional son acogidos desde el Procureur du Roi a la

institucionalización de le Gens du Roi cuerpo compuesto por abogados que intervenían en los

procesos judiciales que se considerados importantes para la corona.

Por otra parte la institución acogida y desarrolla en Colombia también recoge muchos

preceptos de las leyes de indias, especialmente en la estructura del sistema colonial español.

Será en las Reales Audiencias donde se encuentre el cargo de Procurador. Estos funcionarios

estaban encargados de intervenir en los procedimientos judiciales para salvaguardar los

procedimientos y en especial proteger a los particulares y las entidades territoriales de que hacían

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parte de la corona Española. Puede decirse que estos velaron por el debido proceso y el orden

público.

Dicho lo anterior no debe desconocerse la relevancia del proceso independentista.

Especialmente lo referente a la institución aquí estudiada pues la misma pareciera un desarrollo

desarticulado de los postulados hechos por Simón Bolívar ante el congreso de angostura. Nótese

que la historiografía constitucional de las repúblicas americanas y en especial la de Colombia se

planteó por diferentes asambleas constituyentes el objetivo de consolidar un gobierno

conformado por ciudadanos con una alta moral administrativa. Esto con el fin de proteger los

derechos de los ciudadanos frente al obrar de la administración.

La existencia de un organismo encargado de la moralidad pública fue una premisa

constitucional desde el Discurso de Angostura y los proyectos que en un primer lugar

establecieron la figura del Procurador General de la Nación como el encargo de velar el

comportamiento de los funcionarios de la administración en el desarrollo de sus funciones.

La evolución política y jurídica del Ministerio Público en Colombia y especialmente de la

Procuraduría General de la Nación llevaron a la asignaron de competencias que representaron

una complejidad para entender la esencia misma de la institución. Su intervención en el

procedimiento penal y el control de los servidores públicos llevaron a los estudios de esta

institución colombiana a considerarla similar al Ministerio Público instaurado con posterioridad

a la revolución francesa.

Sin embargo como se ha venido exponiendo la institución aquí estudiada posee una

originalidad en relación con la propuesta de crear un cuarto poder según Bolívar y su discurso

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dado en angostura. En este mismo documento se planteó que la educación de los ciudadanos es

la fuente para que estos asuman el gobierno de sus nacientes republicas, pues mientras fueron

colonias españolas el ejercicio de este derecho les fue negado y por ello su saber político y

administrativo solo se obtuvo con la independencia (Cacciatore & Scocozza, 2010).

Teniendo en consideración lo descrito anteriormente se encuentra que la historia

constitucional y legal de Colombia brinda desde 1830 hasta 1990 la evolución de nuestro actual

Ministerio Público. Especialmente en lo que se refiere a la institución de la Procuraduría General

de la Nación y su titular.

En la asamblea constituyente de 1991 se presentara la discusión entre la vigencia de la

Procuraduría y la implementación de instituciones europeas como el Ombudsman. Es de recordar

pese a que no es tema de esta investigación que las competencias de ente acusador fueron

desarticuladas del Ministerio Público en Colombia y asignadas a la Fiscalía General de la Nación

como institución nueva e independiente.

Al dividir las competencia del Ministerio Público y su procurador, el debate sobre la

continuidad de este y el nacimiento de una nueva institución se fijó en las competencias restante

que eran, la moralidad pública, la correcta administración de justicia, cumplimiento de las

normas y sentencias judiciales, la salvaguarda de los derechos y garantías ciudadanas entre ellas

los derechos humanos, colectivos y del medio ambiente.

Ahora es necesario preguntarse si la creación de dos entidades, o mejor la continuidad de la

Procuraduría General de la Nación y la instauración de la Defensoría del Pueblo son un logro de

los constituyentes colombianos o por el contrario la decisión tomada en la asamblea

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constituyente de 1991 se convirtió en una forma de crear mayor burocracia y desconocer lo que

hasta ese momento fue una evolución institucional propia ajena a la influencia de las

instituciones políticas de otros estados.

Finalmente se considerara si la estructura actual del Ministerio Público debe continuar, o si

por el contrario la Procuraduría General de la Nación debe asumir las competencias de la

Defensoría del Pueblo y consecuencia de ello la desaparición de esta entidad.

1. La esencia de la procuraduría general de la nación

Para entender la naturaleza político – jurídica del Ministerio Público y en especial de la

Procuraduría General de la Nación en necesario observar los cambios sufridos por la institución

en las diferentes constituciones colombianas teniendo en consideración los conceptos históricos

de la institución.

1.1. Fundamentos normativos en la naturaleza Político-jurídica de la procuraduría.

En este momento se abordara el desarrollo histórico de la Procuraduría en Colombia desde las

competencias asignadas a esta institución. Sin olvidar la historiografía descrita en este

documento pues es allí donde se fundan los criterios para comprender si la institución

investigada es de origen propio o simplemente es una copia de modelos externos.

En la constitución de 1830 el Procurador General de la Nación era un funcionario del

Gobierno Nacional y su nombramiento lo realizaba el Presidente de la Republica. Situación que

resulta muy similar a la de los Procureurs du Roi o los Procuradores de las Reales Audiencias

pues estos eran nombrados por el monarca y pertenecían a su corte.

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Como quiera que la constitución no desarrollo las competencias que este funcionario debía

asumir, es mediante la ley del 11 de mayo de 1830 se le asignan las funciones de proteger a la

nación, el orden público, el cumplimiento de las leyes y sentencias judiciales así como velar por

la conducta de los funcionarios de la administración.

Las competencias asignadas muestran que el deber del Procurador era el de proteger a la

república. Sin embargo y pese a ser parte del gobierno debía disciplinar a los miembro de la

administración. Finalmente la asignación de competencias no perfila a nuestro Ministerio

Público como una institución en la que sus funcionarios estén encargados en forma directa de

asumir la investigación o instrucción de los asuntos en materia penal.

En las constituciones siguientes el Ministerio Publico y el Procurador desaparecen. Solo

volverá a ser consagrada en la constitución de 1853. En ella el Procurador General de la Nación

asume una nueva posición dentro del organigrama de la administración pública siendo parte de la

Rama Judicial (Congreso de la Nueva Granada, 1853).

La constitución le asigna facultades para desarrollar actividades con el gobierno dentro de un

Consejo de Gobierno, que se toma como un cuerpo consultivo del Presidente. Apartándose del

modelo histórico francés y tratando de implementar en manera actualizada a la época el

procurador de las Reales audiencias de indias.

Las competencias del Procurador se asignan en el decreto del 7 de julio de 1853. En este

norma se desarrollan lo referente al Procurador, los fiscales y de los tribunales. La institución de

los Fiscales de Distrito y el Procurador General de la Nación revelan su independencia el uno del

otro al ser cargos de elección popular (Castro, 1986).

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La asignación de competencias fue muy clara los fiscales eran los encargados de dar impulso

a los procesos penales, mientras que los procuradores eran los encargados de la investigación

disciplinaria.

En este momento los procuradores asumen la salvaguarda de la moralidad pública y con ello

la protección de los derechos de los ciudadanos frente a la administración pública. Al no ser

parte del gobierno nacional se brindó una garantía de imparcialidad y transparencia a la

investigación disciplinaria.

La Constitución de 1858 cambia nuevamente la organización administrativa convierte a la

Cámara de Representantes en la titular del Ministerio Público. Esta debía elegir al Procurador

General de la Nación a este funcionario se le asignaban unas competencia de carácter general

consistentes en la intervención de los diferentes procedimientos ante la administración de justicia

por solicitud del Presidente de la confederación.

Además de sus competencias ante la administración de justicia el Procurador era facultado

para intervenir en las discusiones de las cámaras del Congreso. Podría asumir excepcionalmente

la presidencia de la confederación en casos estipulados asumiendo como jefe de gobierno. Se

entiende que el procurador asumirá competencias del gobierno nacional por ausencia de

representante elegido por el pueblo, lo que representaba una innovación a la institución de la

época tanto en el desarrollo político institucional de América como en el del continente europeo.

Se le bridaba al Procurador la facultad de asumir el poder del ejecutivo independientemente

de sus funciones ante la rama jurisdiccional todo lo anterior de acuerdo con ley orgánica de

administración de justica del 29 de junio de 1858.

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En este momento el Procurador adquiere una nueva dimensión dejando a un lado tanto los

preceptos medievales como los preceptos de la revolución francesa y adquiriendo una formación

propia según los alcances de los constituyentes de la época.

Cinco años después se proclama la constitución de Rionegro en el año de 1863, documento en

el que se opta por tener una organización político administrativa de tipo federal. En esta se

mantiene la titularidad del Ministerio Público en la Cámara de Representantes la que nombra al

Procurador General de la Nación quien tiene vínculos con la rama ejecutiva y judicial (Castro,

1986).

En este momento la constitución le otorgaba al Procurador competencias sobre de carácter

disciplinario sobre los funcionarios públicos presentando contra ellos las acciones

administrativas y judiciales a que hubiese lugar.

Pese a lo antes dicho efectuar una descripción de mayor profundidad resulta verdaderamente

difícil. La organización federal otorgaba a los Estados Federados de Colombia la oportunidad

para que cada uno de ellos se organizase y produjesen sus propias leyes y desarrollando sus

instituciones a nivel interno. Por lo que lo descrito anteriormente es el marco general de las

competencias del Procurador de los Estados Federados.

Después de cincuenta y seis años, nuevamente la institución del Ministerio Público y la figura

del Procurador General de la Nación regresan a través de la constitución de 1886 al poder

ejecutivo (Republica de Colombia, 1886).

En un primer momento y al igual que en las monarquías el nombramiento es directo por el

Presidente de la Republica. Pareciera que esta consagración constitucional fuese un retroceso en


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la evolución de la institución pues nuevamente el Procurador regresa al seno del gobierno

convirtiéndose en un funcionario de él y velando por sus intereses.

En 1945 la elección del Procurador se confiere mediante acto de reforma a la constitución a la

Cámara de Representantes de terna enviada por el Presidente de la República (Congreso de

Colombia, 1945).

Se asignaba al Ministerio Público y en especial al Procurador la protección de los intereses de

la Nación, el principio de legalidad, intervenir en actuaciones judiciales y administrativas. Las

competencias antes dichas se asemejan a la capacidad que tenía le gens du roi como institución

conformada por varios abogados para actuar en diferentes escenarios en nombre del rey, siendo

aquí en nombre del gobierno.

También se le confería al Procurador el ejercicio del control disciplinario debiendo encargarse

de supervisar la conducta de los funcionarios del estado sin importar a que rama del poder

público. Lo que demuestra una simbiosis entre el orden público y la moralidad pública, el

Ministerio Público y especialmente el procurador está constituido para proteger los intereses del

gobierno y a su vez salvaguardar al ciudadano de los excesos de la administración pública.

La ley 61 de 1886 amplio los funcionarios con componían el Ministerio Público incluyendo a

los Personeros municipales, confirmo las facultades de la Cámara de Representantes como

agentes del Ministerio Público para acusar a funcionarios ante el Senado entre ellos el

Procurador General de la Nación.

Mediante la ley de administración de justicia del 25 de noviembre de 1886 se estructura la

composición de la administración de justicia y en los artículos 121 a 134, establece la forma en


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que para cada circunscripción judicial deberán nombrarse los fiscales según los despachos

judiciales (Castro, 1986).

En esta norma se crearon cargos que tenía la obligación de cumplir con las mismas funciones

que el Procurador General de la Nación. Pero dentro de la rama judicial y de conformidad al

factor territorial podrían ser parte en los procesos a favor de los departamentos y municipios

cuando la Nación no tenga interés.

La ley de organización judicial y otras normas, reestructuraron el Ministerio Publico

estableciendo nuevos cargos, y dándole al Procurador el título de Jefe del Ministerio Público. Se

le confería la defensa de los asuntos relacionados con la Nación y sus entidades territoriales.

(Castro, 1986).

En 1910 mediante la reforma de la constitución se atribuyó al Procurador General de la

Nación el rendir concepto sobre las acciones de constitucionalidad y se consagro la justicia

administrativa dándole al Ministerio Público capacidad de intervención en los procesos contra las

entidades de la administración (Castro, 1986). Hasta 1930 las diferentes normas proferidas se

encaminaban a las funciones del Ministerio Público en lo relacionado con la administración de

justicia y su intervención en los procesos judiciales.

La estructura interna del Ministerio Público fue rediseñada en la ley 83 de 1936 creando la

“Dirección Negocios Administrativos y Constitucionales, Sección de Vigilancia Administrativa

y Estadística; Sección de Negocios Civiles y Sección de Negocios Penales y Orden Social.”

(Castro, 1986 p. 297).

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Aparte del control sobre los funcionarios de la administración los cambios importantes y que

dirigen al Procurador General de la Nación como un protector de los derechos del ciudadano fue

la ley 83 de 1936 que le permitió vigilar el funcionamiento de las empresas privadas que tengan

un objetivo de interés social. Posteriormente la asignación de salvaguardar el derecho de petición

es otro ejemplo de la transformación de la institución con anterioridad a la constitución de 1991.

1.2. Consolidación de la procuraduría general como institución autónoma.

Antes de la constitución de 1991, el congreso profirió la ley 4 de 1990 norma en la que se

reestructuro la Procuraduría General de la Nación y de adicionaron sus funciones. Esta

disposición legal fue un avance de las en las competencias de la entidad pues asigno jerarquías

de acuerdo con el ordenamiento territorial de la época permitiendo que los departamentos, las

intendencias, comisarías y provincias tuviesen sus agentes del Ministerio Público (Congreso de

Colombia, 1990).

En esta misma disposición se transforma una de las Procuradurías delegadas en lo

correspondiente a Policía Judicial, a fin de salvaguardar los Derechos Humanos por los

acontecimientos de violencia en la Procuraduría delegada para los Derechos Humanos. Esta

delegada tenía jurisdicción disciplinaria en casos específicos como genocidio, desaparición y

tortura (Congreso de Colombia, 1990). Esta norma resulta importante para comprender el

resultado final de la asamblea nacional constituyente.

También se especifica la forma de salvaguarda de los intereses de la nación al asignarle

competencias para intervenir en las causas civiles, laborales administrativas y arbitrales a la

Procuraduría Delegada en lo Civil (Congreso de Colombia, 1990).

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Asumía funciones de control fiscal precedente por intermedio de la Procuraduría Delegada

para Asuntos Presupuestales (Congreso de Colombia, 1990). Otra innovación es la veeduría

como encargada del control interno de la Procuraduría General de la Nación (Congreso de

Colombia, 1990). Se cambió el sistema de información para lograr brindar una información

actualizada sobre procesos disciplinarios y las sanciones.

Las diferentes constituciones y nomas expedidas en el tiempo propendieron por la salvaguarda

de moralidad de función pública, la prestación de los servicios públicos y los derechos humanos,

en una institución que debí obrar con cierta autonomía de las demás ramas del poder público

pese a su adscripción al ejecutivo.

En este momento la conformación del Ministerio Público era de Procuradores Delegados y

Fiscales de instrucción encargados del área penal y criminal. Con estos funcionarios se delimitan

el ejercicio de la acción penal y disciplinaria. De acuerdo con la ley 4 de 1990 la Procuraduría

General de la Nación tuvo representación en todas las dependencias del organigrama

institucional colombiano, las entidades administrativas y territoriales contaban con un

Procurador Delegado para proteger los intereses de la Nación y cuidar la moralidad

administrativa.

El proceso constituyente que se gesta desde 1990 y concluye con la expedición de la

Constitución de 1991, brinda a los diferentes sectores de la sociedad la posibilidad de cambiar las

instituciones que conforman el Estado Colombiano. Y es esta discusión la que se encuentra

dentro de la naturaleza política del Ministerio Público y especialmente del Procurador General de

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la Nación. Como ya se ha dicho en el capítulo anterior, fueron varias las propuestas para

reformar o cambiar esta institución.

Para autores como Henao (1996), Rodríguez (2006) y Velásquez (1998) el verdadero aporte

de la constituyente fue el otorgamiento de autonomía a las entidades encargadas de realizar

controles sobre los funcionarios por su conducta y por el manejo del erario público. Dentro de

estas instituciones encontramos la Procuraduría General de la Nación, cuyo titular es elegido por

el Senado de la República y el Defensor del Pueblo elegido por la Cámara de Representantes.

Pareciera que el debate de la asamblea nacional constituyente se hubiese centrado en las

funciones que debían ser o no asignadas al Procurador General de la Nación. Sin embargo la

verdadera innovación es la autonomía administrativa, financiera y presupuestal que se le asigna a

los órganos de control. Creando con ello lo que hoy en Colombia se denomina un cuarto poder.

Del estudio realizado se encuentra que la propuesta de poder moral no es algo nuevo dentro de

la historia institucional colombiana ya desde 15 de febrero de 1819 Bolívar en el discurso de

Angostura presento ante los constituyentes la necesidad de crear un organismo autónomo

encargado de la educación y moral pública. La institución propuesta por Bolívar puede tomarse

como la expresión de los postulados planteados por Montesquieu.

Como se demuestra con la reseña histórica efectuada en este documento se observa que la

institución estudiada fue objeto de una evolución lenta para obtener su autonomía. Se ha

demostrado que el Ministerio Público, la Procuraduría General de la Nación y el Procurador

General de la Nación tuvieron su tránsito por las diferentes ramas del poder público. En igual

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manera la forma de elección para el cargo se movió por las diferentes formas democráticas de las

épocas.

La elección del Procurador General de la Nación pasó de ser hecha por el Presidente de la

República, a la Cámara de Representantes y en un momento por elección popular. Demostrando

así que el camino recorrido por la entidad, busca por sí misma y por la esencia de sus funciones

obtener la independencia de las demás ramas del poder público para poder realizar sus preceptos

tales como la defensa de los intereses de la Nación, intervención en los procesos judiciales y

vigilar la conducta de los funcionarios públicos.

En la actualidad esta institución autónoma de la Rama Ejecutiva, Legislativa y Judicial,

muestra esta condición cuando su dirección se encuentra en un funcionario que es elegido por los

representantes del pueblo como lo son los senadores de la república quienes eligen de un

candidato propuesto por el Presidente de la Republica, otro por la Corte Suprema de Justicia y

uno del Consejo de Estado. La elección puede ser considerada hecha en forma indirecta por el

pueblo a través de sus representantes.

2. Instituciones encargadas de la defensa de los derechos humanos

El Ministerio Público y el Procurador han evolucionado en Colombia de manera radical.

Como se ha observado la influencia de las instituciones monárquicas medievales tienen gran

importancia dentro de la institución. Sin embargo son las competencias las que verdaderamente

diferencian al Procurador General de Colombia de los miembros del Ministerio Publico de otros

países.

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El permanente cambio histórico de la institución nunca abandono la protección de los

intereses de la nación y la acción disciplinaria frente a los servidores públicos, pero es la

salvaguarda de los derechos humanos lo que plantea una división tanto al interior de la asamblea

nacional constituyente de 1991 como en la constitución política producida y vigente.

El discurso de terminar con el Ministerio Público y asumir uno de los diversos modelos

europeos desarrollados para la protección de los derechos humanos. La consagración del

Ministerio Público como una institución conformada por dos entidades una encargada de la

protección de los derechos humanos y otra para el desarrollo de los mismos. Son el punto de

controversia que emerge de esta investigación.

Con la ley 4 de 1990 los legisladores colombianos realizaron el debate sobre la necesidad de

conferirle las competencias para la protección de los derechos humanos al Ministerio Público

mediante un procurador delegado. Resulta verdaderamente curioso que habiendo transcurrido

simplemente un año se ponga este tema a consideración de la asamblea nacional constituyente

cuando el mismo congreso de la republica ya lo había solucionado.

La historiografía he mostrado como nuestro Ministerio Público pese a la influencia de las

instituciones medievales, las propuestas liberales de la revolución y el cambio constitucional

permanente en cincuenta y seis años labro en manos de los legisladores su propio destino. El que

al parecer se vio interrumpido por los postulados y decisiones tomadas en la asamblea nacional

constituyente de 1991.

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2.1. Procuraduría General de la Nación y Defensoría del Pueblo.

Dos entidades en una misma institución que son simplemente diferenciadas por sus

competencias. Son el eje central de esta parte de la investigación. La procuraduría ha sido

encargada por la Constitución de la protección de los derechos humanos y la defensoría del

pueblo del desarrollo de los derechos humanos.

Pero no se entiende ¿por qué? si el debate en la asamblea nacional constituyente fue la

continuidad o no de la Procuraduría frente a la creación de una nueva entidad. El resultado

constitucional fue la fusión de estas entidades en un solo punto de congruencia los derechos

humanos.

Durante más de cien años la Procuraduría como parte del Ministerio Público presento un

desarrollo jurídico y político que trascendió de la simple intervención en los procedimientos

judiciales donde existía un interés por parte del Estado asumiendo el control de los miembros de

la administración.

En este sentido es importante tener claro que durante la evolución anterior a la constitución de

1991 el Ministerio Público conto con la Procuraduría general para desempeñar estas funciones

además de tener bajo su control la instrucción criminal por medio de los fiscales.

Véase como la separación de la instrucción criminal frente el control disciplinario son el

fundamento para el nacimiento de una cuarta rama del poder público. Tal y como lo proponía

Bolívar en sus discursos y propuestas políticas para los estados americanos nacientes (Cacciatore

& Scocozza, 2010).

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Este estudio no se encarga de la creación de la Fiscalía General de la Nación como institución

aparte del Ministerio Público. Sin embargo es necesario tener presente este antecedente que

genera tanta incertidumbre pues de acuerdo con la legislación penal y disciplinaria en el estado

colombiano los servidores públicos o particulares que desarrollen actividades del sector oficial

pueden resultar disciplinariamente responsables y no así penalmente.

Puede decirse que cuando la Procuraduría pierde su competencia sobre la instrucción criminal

y los encargados de esta actividad surge el cuestionamiento de la continuidad de esta institución

o la transformación de la misma en una nueva encargada de un tema específico como lo es la

protección y desarrollo de los derechos humanos (Holguín & Londoño, 1991).

Los asambleístas dividieron sus propuestas unas dirigidas a la continuidad de la Procuraduría

respetando el desarrollo legal del momento especialmente la ley 4 de 1990, norma en la que ya se

instauraba el Procurador Delegado para los Derechos Humanos. El segundo gran bloque de

propuestas se dirigió al cambio nominal y funcional del Ministerio Público teniendo como

criterio las instituciones europeas.

En los diversos proyectos y especialmente en la propuesta presentada por la comisión cuarta

las competencias asignadas a las entidades no son diferentes y por el contrario se puede decir que

la discusión sobre el Ministerio Público y la Procuraduría General de la Nación se centró en su

designación dentro de la constitución. Lo que culmino con el mantenimiento nominal del

Ministerio Público, la dirección de la Procuraduría y la inclusión del defensor del pueblo.

Actualmente tanto la Procuraduría General de la Nación como la Defensoría del Pueblo están

realizando las mismas funciones. Lo anterior se comprueba al leer su misión y visión dentro de

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las respectivas páginas web de las entidades en las que se establece el velar por los derechos

humanos y la protección de los mismos.

Por otra parte la procuraduría cuenta actualmente con una división denominada Delegada para

la Defensa de los Derechos Humanos. La Defensoría del Pueblo no solo asumió el desarrollo de

los derechos humanos sino también su defensa; y al igual que la procuraduría ha desarrollado

varias oficinas con competencias similares a las de la Procuraduría General de la Nación.

La dualidad de competencias está presente en las dos entidades. La estructura de la

procuraduría dispone la existencia de treinta y un procuradurías delegadas (Rodríguez, 2006).

Las que se distribuyen por competencias y funciones en el articulado de la Resolución 017 de

2000, en esta norma se encontró una primera división de quince procuradurías delegadas por

especialidades.

Adicionalmente el articulado de la norma establece dentro de la institución una (1)

Procuraduría auxiliar para asuntos constitucionales y una (1) Procuraduría Auxiliar para asuntos

disciplinarios.

Los quince grupos de las procuradurías delegadas están en los artículos 2 a 16 de la resolución

017 de 2000 que desarrollo al artículo 24 del Decreto Ley 262 de 2000. Las procuradurías

delegadas por sus competencias y funciones se organizan así:

Procuradurías delegadas para la funciones de preventivas y de control de gestión,

- Procuraduría Delegada para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública

- Procuraduría Delegada para la Defensa del Menor y la Familia

- Procuraduría Delegada para Asuntos Civiles

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- Procuraduría. Delegada para Asuntos Laborales

- Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales y Agrarios

- Procuraduría Delegada para la Prevención en Materia de Derechos Humanos y Asuntos Étnicos.

- Procuraduría Delegada para la Descentralización y las Entidades Territoriales

- Procuraduría Delegada para el Ministerio Público en Asuntos Penales. (Procuraduría General

de la Nación, 2000 Art. 2).

El siguiente grupo es el de las Procuradurías delegadas ante las autoridades judiciales que

son:

- Procuraduría Primera Delegada para la Casación Penal

- Procuraduría Segunda Delegada para la Casación Penal

- Procuraduría Tercera Delegada para la Casación Penal

- Procuraduría Cuarta Delegada para la Casación Penal

- Procuraduría Primera Delegada para la Investigación y Juzgamiento Penal

- Procuraduría Segunda Delegada para la Investigación y Juzgamiento Penal

- Procuraduría Primera Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Segunda Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Tercera Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Cuarta Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Quinta Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Sexta Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Séptima Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Delegada para Asuntos Civiles.

- Procuraduría Delegada para la Prevención en Materia de Derechos Humanos y Asuntos Étnicos.

- Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales y Agrarios


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- Procuraduría Delegada para la Defensa del Menor y la Familia

- Procuraduría Delegada para Asuntos Laborales. (Procuraduría General de la Nación, 2000

Art. 3).

En el siguiente artículo se organizan las Procuradurías delegadas con relación a temas

disciplinarios:

- Procuraduría Delegada para la Moralidad Pública

- Procuraduría Primera Delegada para la Vigilancia Administrativa

- Procuraduría Segunda Delegada para la Vigilancia Administrativa

- Procuraduría Primera Delegada para la Contratación Estatal

- Procuraduría Segunda Delegada para la Contratación Estatal

- Procuraduría Delegada para la Economía y la Hacienda Pública

- Procuraduría Delegada para la Policía Nacional

- Procuraduría Delegada para las Fuerzas Militares

- Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos

- Procuraduría Delegada para la Vigilancia Judicial y la Policía Judicial. (Procuraduría General

de la Nación, 2000 Art. 4).

A continuación se establecen las Procuradurías delegadas en los temas de protección y

defensa de los derechos humanos así:

- Procuraduría Delegada para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública

- Procuraduría Delegada para la Defensa del Menor y la Familia

- Procuraduría Delegada para Asuntos Civiles

- Procuraduría Delegada para Asuntos Laborales

- Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales y Agrarios

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- Procuraduría Delegada para la Prevención en Materia de Derechos Humanos y Asuntos Étnicos.

(Procuraduría General de la Nación, 2000 Art. 5).

Posteriormente la resolución establece la conformación de las Procuradurías delegadas para

intervención ante las autoridades de la administración pública de la siguiente forma:

- Procuraduría Delegada para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública

- Procuraduría Delegada para la Defensa del Menor y la Familia

- Procuraduría Delegada para Asuntos Civiles

- Procuraduría Delegada para Asuntos Laborales

- Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales y Agrarios

- Procuraduría Delegada para la Descentralización y las Entidades Territoriales

- Procuraduría Delegada para la Prevención en Materia de Derechos Humanos y Asuntos Étnicos.

- Procuraduría Delegada para la Moralidad Pública. (Procuraduría General de la Nación, 2000

Art. 6).

La norma constinua con la asignación de competencias y funciones en su artículado

estableciendo las Procuradurías delegadas para intervención en los procesos judiciales de tipo

penal así:

- Procuraduría Primera Delegada para la Casación Penal

- Procuraduría Segunda Delegada para la Casación Penal

- Procuraduría Tercera Delegada para la Casación Penal

- Procuraduría Cuarta Delegada para la Casación Penal

- Procuraduría Primera Delegada para la Investigación y Juzgamiento Penal

- Procuraduría Segunda Delegada para la Investigación y Juzgamiento Penal. (Procuraduría

General de la Nación, 2000 Art. 7).

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El siguiente artículo de la resolución se encarga de las Procuradurías delegadas para intervenir

en procesos de la jurisdicción contenciosos administrativa así:

- Procuraduría Primera Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Segunda Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Tercera Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Cuarta Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Quinta Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Sexta Delegada ante el Consejo de Estado

- Procuraduría Séptima Delegada ante el Consejo de Estado. (Procuraduría General de la

Nación, 2000 Art.8).

Dando continuidad a la asignación de Procuradurías delegadas en temas intervención ante la

rama judicial se consagran las delegadas ante la jurisdicción civil dando estas competencias a la

Procuraduría Delegada para Asuntos Civiles y la Procuraduría Delegada para la Prevención en

Materia de Derechos Humanos y Asuntos Étnicos. (Procuraduría General de la Nación, 2000

Art.9).

La norma proferida institucionalmente establece las Procuradurías delegadas en la jurisdicción

agraria en la siguiente forma, “Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales y Agrarios.”

(Procuraduría General de la Nación, 2000 Art. 10).

Ante la jurisdicción de familia la norma asigna en el artículo 11, las competencias de

intervención a la Procuraduría Delegada para la Defensa del Menor y la Familia y a la

Procuraduría Delegada para la Prevención en Materia de Derechos Humanos y Asuntos Étnicos

(Procuraduría General de la Nación, 2000).

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El artículo 12 de resolución establece la competencia de los asuntos judiciales en materia

laboral a la Procuraduría Delegada para Asuntos Laborales (Procuraduría General de la Nación,

2000). En forma especial el artículo 13 de la disposición aquí analizada confiera a todos los

Procuradores delegados para asuntos judiciales o intervención ante los despachos judiciales, el

trámite especial de la acción de tutela (Procuraduría General de la Nación, 2000).

En manera especial se asigna la intervención en los asuntos disciplinarios de los miembros de

la rama judicial que son investigados por el Consejo Superior de la Judicatura, esto según el

artículo 14 de la resolución 017 de 2000 (Procuraduría General de la Nación, 2000).

Con relación a la acción disciplinaria en manos del Congreso de la Republica, el artículo 15

de la norma establece la intervención ante esta corporación por parte de la Procuraduría Primera

Delegada para la Investigación y el Juzgamiento Penal y la Procuraduría Segunda Delegada

para la Investigación y el Juzgamiento Penal (Procuraduría General de la Nación, 2000).

Finalmente y en el tema de coordinación para la interacción de las Procuradurías delegadas y

las autoridades jurisdiccionales el artículo 16 de la resolución 017 confiere esta competencia a

las siguientes:

- Procuraduría Delegada para el Ministerio Público en Asuntos Penales

- Procuraduría Delegada para el Menor y la Familia

- Procuraduría Delegada para Asuntos Civiles

- Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales y Agrarios

- Procuraduría Delegada para Asuntos laborales

- Procuraduría Delegada para la Prevención en Materia de Derechos Humanos y Asuntos Étnicos.

- Procuraduría Primera Delegada ante el Consejo de Estado. (Procuraduría General de la

Nación, 2000 Art. 16).


149
Pese a que el Decreto 262 de 2000 (Presidente de la República, 2000) y la resolución 017 de

2000 hecha por la Procuraduría General de la Nación (2000) pretenden ser claras en la

delegación de competencias y funciones. Lo cierto es que los 15 temas sobre los que se delegan

las competencias tienden a ser confusos y por ello dentro del artículado de la norma analizada se

encuentran varias procuradurias delegadas siendo parte dentro de varias de las competencias

asignadas.

De esta forma se distribuyen las competencias de la Procuraduría a nivel nacional, regional y

provincial. Adicionalmente con la ley 640 de 2000 el Congreso de la República de Colombia

(2001), creó los procuradores delegados para la conciliación administrativa. En la actualidad la

página de web de la Procuraduria General de la Nación (2015), esta entidada estima su número

de funcionarios en 4000 aproximadamente.

En relación con la Defensoría del Pueblo encontramos que la misma fue estructurada por la

ley 24 de 1992. En esta se le confiere al Defensor del Pueblo las facultades para organizar la

institución y con ellos se crean las defensorías delegadas, la veeduría y las defensorías del pueblo

regionales entre otras dependencias (Rodríguez, 2006).

A nivel nacional se encuentran cuatro direcciones nacionales así: La de promoción y

divulgación de los derechos humanos, atención y trámite de quejas, recursos y asuntos judiciales

y defensoría pública, esta última organizada mediante la ley 941 de 2005 (Congreso de

Colombia, 2005).

De acuerdo con el Decreto 025 de 2014 proferido por el Presidente de la República, (2014) y

el organigrama elaborado por la institución que puede ser consultado en la página web de la

150
Defensoría del Pueblo (2015). Las defensorías delegadas son doce (12) y las defensorías

regionales son treinta y seis (36). La distribución de los asuntos en las defensorías delegadas son

los siguientes:

1. Orientación y asesoría de víctimas del conflicto armado interno.

2. Prevención de riesgos de violación de los derechos humanos y el derecho internacional

humanitario.

3. Asuntos agrarios y tierras.

4. Derechos de las mujeres y asuntos de género.

5. Derechos colectivos y del medio ambiente.

6. Indígenas y minorías.

7. Infancia, juventud y adultos mayores.

8. Política criminal y penitenciaria.

9. Salud, seguridad social y discapacidad.

10. Asuntos constitucionales y legales.

11. Derechos de la población desplazada.

12. Derechos económicos sociales y culturales.

Adicionalmente como se ha dicho en este documento el Congreso de la República desarrollo

el sistema de defensa pública con la finalidad de proteger el debido proceso y el derecho de

defensa mediante la ley 941 de 2005 (Congreso de Colombia, 2005). Norma que adiciona el

organigrama de la entidad y que conlleva al incremento de la planta de personal debiendo contar

con personal que asuma la defensa de aquellos que lo soliciten por carecer de medios

económicos.

151
Frente a la planta de personal de la Defensoría del Pueblo (2015), se encuentra en su página

web que el número de cargos en dicha entidad asciende a 636 funcionarios. Sin embargo la

información no ha sido actualizada desde el año 2008. En ella no se incluyen los 862 cargos que

fueron creados por el decreto 027 de 2014 (Presidente de la República, 2014).

La consolidación de las plantas de personal de los funcionarios pertenecientes al Ministerio

Público en sus entidades Procuraduría General de la Nación y Defensoría del Pueblo es de 6000

funcionarios aproximadamente. Sin embargo en estos números al parecer hacen referencia a los

cargos de carrera administrativa. Pero no existe certeza de que la cifra coincida con la realidad de

miembros vinculados a la institución pues existen vinculaciones diferentes a las de carrera

administrativa. Tales como los cargos de libre nombramiento y remoción, los contratos de

prestación de servicios y otras modalidades de vinculación que pueden hacer variar notablemente

esta cifra.

2.2. Procuradurías delegadas, defensorías delegadas y defensoría de oficio.

De acuerdo con las normas de estructuración de las entidades que se han visto anteriormente

se encuentra en ellas similitudes que deslegitiman la existencia de las dos corporaciones. En la

Procuraduría General de la Nación encontramos cuatro procuradurías delegadas que se conectan

con cuatro o más de las Defensorías delegadas.

Se encontró que la Procuraduría tiene sus delegadas para los temas de: - Prevención en

materia de Derechos Humanos y asuntos étnicos. – Disciplinaria para la defensa de los derechos

humanos. – Defensa del menor y la familia. – Asuntos ambientales y agrarios (Procuraduría

General de la Nación, 2000).

152
Por otra parte la Defensoría del Pueblo cuenta una mayor división de sus especialidades en los

temas para sus delegadas. Pero podría tomarse como despachos afines con los de las

Procuradurías delegadas las siguientes: - Prevención de riesgos de violación de los derechos

humanos y el derecho internacional humanitario. - Asuntos agrarios y tierras. - Derechos de las

mujeres y asuntos de género. - Derechos colectivos y del medio ambiente. - Indígenas y

minorías. - Infancia, juventud y adultos mayores. - Derechos económicos sociales y culturales

(Presidente de la República, 2014).

La similitud de las delegadas lleva a considerar si es necesaria la existencia de dos entidades

con funcionarios desplegando competencias similares en temas afines. Puede considerarse la

existencia de la Procuraduría General de la Nación y sus delegadas así como la existencia del

Defensor del Pueblo y sus delegadas un incremento de la burocracia en el Estado colombiano. El

incremento de los cargos públicos con la existencia de estas dos entidades está sobrepasando las

necesidades de la población con lo que puede decirse que existe un sobrecosto en el presupuesto

nacional.

En igual manera la ley de la defensoría pública genera controversia. El Ministerio Público por

medio de la Defensoría del Pueblo es el llamado a salvaguardar el debido proceso y el derecho

de defensa, asignado a quien no pueda asumir los costos una defensa técnica adecuada dentro del

proceso penal. Pero a su vez el Ministerio Público también podrá intervenir dentro del proceso

judicial por intermedio de los procuradores delegados y judiciales para la salvaguarda del debido

proceso y derecho de defensa en favor las víctimas.

153
De lo anterior se encuentra que el Ministerio Público por medio de sus entidades está

asumiendo varios papeles dentro del sistema penal. En Primer lugar con las Procuraduría

Delegadas para: asuntos penales, investigación y juzgamiento penal y casación penal. Y por otra

lado con las procuradurías judiciales penales.

De acuerdo con el decreto ley 262 de 2000, las procuradurías delegadas en lo penal buscan la

protección de los contenidos constitucionales y legales, es decir, la prevalencia del principio de

legalidad (Presidente de la República, 2000). Además de vigilar el correcto tramite del proceso

judicial y el derecho a que no se mantenga ordenes de captura vigentes una vez terminados los

procesos judiciales y/o cumplidas las penas impuestas.

Se encuentran dentro de las competencias que las Procuradurías Delegadas para la

investigación y juzgamiento penal son una permanencia de la antigua institución desarrollada en

Colombia. Pues ella esta instaurada para intervenir en los procesos en que son investigados

funcionarios del gobierno nacional. En razón a la protección de los intereses de la Nación. Los

que en otro tiempo fuesen los intereses de la corona.

2.3. El Presupuesto general de la nación y el ministerio público.

En el último trienio mediante las leyes presupuestales la Procuraduría General de la Nación y

la Defensoría del Pueblo recibieron como entidades que conforman el Ministerio Público

presupuestos de miles de millones de pesos para su funcionamiento e inversión en la siguiente

manera:

Mediante la Ley 1593 del 10 de diciembre de 2012 como presupuesto para el año 2013. La

Procuraduría General de la Nación recibió por partida de funcionamiento $426’007.000.000.00,

154
y como Presupuesto total $460’359.000.000.00. La Defensoría recibió para su funcionamiento

$302’406.000.000.00. Y como Presupuesto total $ 317’788.000.000.00 (Congeso de Colombia,

2012).

Con la Ley 1687 de 11 de diciembre de 2013 del presupuesto para el año 2014. La

Procuraduría General de la Nación recibió como partida de funcionamiento

$481’051.000.000.00. Y como Presupuesto total $499’862.290.000.00. La Defensoría recibió

para su funcionamiento $333’346.000.000.00. Y como Presupuesto total $ 363’167.000.000.00.

(Congreso de Colombia, 2013).

Finalmente la Ley 1737 de 2 de diciembre de 2014 presupuesto año 2015. A la Procuraduría

General de la Nación se le asignaron como partida de funcionamiento $493’785.800.000.00, y de

asignación total para este año $517’596.800.000.00. Se le asignó a la Defensoría del Pueblo una

partida de funcionamiento por $389’900.600.000.00. Y como Presupuesto total $

424’721.600.000.00. (Congreso de Colombia, 2014).

De estas asignaciones presupuestales se encontró que para estos años los montos de las

subcuentas Servicios Personales asociados a nómina, se redistribuyen las partidas en los

diferentes emolumentos que debe cubrir cada una de las entidades con relación a sus

funcionarios y los derechos laborales económicos que les asiste. Entendiendo que esta es una la

partida de mayor monto dentro de la partida de funcionamiento.

Ahora bien, de acuerdo con el desarrollo de esta investigación y especialmente de la última

parte. Cuando se observa la existencia de oficinas y funcionarios que conocen de temas similares

como ya se ha dicho entre otros la defensa de los derechos humanos, la protección de los

155
ciudadanos. Es importante peguntarse si las partidas presupuestales asociadas con las nóminas de

personal no son un despropósito al Estado Socia del Derecho consagrado en la Constitución.

Esto entendiendo que frente a la duplicidad de cargos y funciones se genera un doble gasto

dentro de partidas diferentes y entidades diferentes pero que propenden por el mismo objetivo.

Aunado a lo anterior encontramos de acuerdo con The Global Coalition Againts Corruption

(2015) Colombia se encuentra en el puesto 94 entre 175 países a los que se les evalúa sus

condiciones de transparencia en las entidades del sector público.

Entonces puede decirse que el Estado colombiano y sus instituciones son considerados dentro

de un alto margen corrupción tomando el puntaje de 37 sobre 100 puntos donde cero (0) equivale

a el mayor grado de corrupción y cien (100) al más alto grado de transparencia (The Global

Coalition Againts Corruption, 2015).

Dicho lo anterior y observando la asignación presupuestal de las entidades que conforman el

Ministerio Público. Puede decirse que la creación de entidades y cargos dentro de ellas son una

forma de burocratización y desviación de recursos presupuestales que podrían destinarse a la

verdadera protección de los derechos de los ciudadanos.

Sin embargo bajo el estandarte de la protección de los derechos humanos, el derecho

internacional humanitario y la protección de los derechos consagrados en la constitución política.

Se le confirió a las instituciones aquí analizadas no solo la autonomía para la composición de sus

plantas de personal sino que los salarios y prestaciones sociales de los agentes de Ministerio del

Público podría equipararse a los de los funcionarios de la Rama Judicial. Esto según el artículo

280 de la constitución Política de Colombia.

156
Debe tenerse en cuenta además de la percepción de corrupción a nivel internacional en la que

se encuentran las instituciones del Estado Colombiano. Los análisis de protección de los

derechos humanos que han realizado instituciones como Human Rights Watch (2015) y

Naciones Unidas Derechos Humanos Oficina del Alto Comisionado Colombia (2015). Son

reiterativas en establecer que los problemas frente a la protección a los derechos humanos

continúan pese a los procesos de dialogo iniciados por el Gobierno Nacional y los grupos

guerrilleros.

Tanto Human Rights Watch (2015) como Naciones Unidas Derechos Humanos Oficina del

Alto Comisionado Colombia, (2015) han desarrollado sus informes tomando como punto de

partida los diferentes actores del conflicto interno y su influencia sobre los civiles que resultar

ser los directos afectados por las distintas acciones bélicas tanto de los grupos al margen de la ley

como de las instituciones armadas del gobierno.

Consecuencia de lo anterior han expuesto que en Colombia continúa presentándose un

desplazamiento forzado interno de los campos a las ciudades (Human Rights Watch, 2015).

También las muertes de ciudadanos que son imputados a los diferentes actores del conflicto

interno y en la actualidad no han sido resueltas judicialmente (Human Rights Watch, 2015). Esto

entre muchos otros factores que refuerzan la idea de una falta de protección de los derechos

humanos, el derecho internacional humanitarios y especialmente los derechos consagrados

constitucionalmente en 1991 (Naciones Unidas Derechos Humanos Oficina del Alto

Comisionado Colombia, 2015).

157
Ahora bien, tomando el puesto de corrupción en el que se pone al Estado colombiano y sus

instituciones. Considerando la desprotección de los derechos humanos y tomando las partidas

presupuestales que se le han asignado tanto a la Procuraduría General de la Nación y la

Defensoría del Pueblo. Es cuestionable la existencia de dos entidades destinadas a un mismo

objetivo. No es posible separa la protección de los derechos humanos de su desarrollo y puesta

en marcha.

Este análisis del presupuesto frente a uno de los objetivos principales del Ministerio público y

sus entidades como lo es la protección de los derechos humanos es un punto generador

controversia frente a la existencia de estas instituciones. Si a lo anterior se le adhiere la

percepción internacional de corrupción que sitúa a Colombia como un país con altos índices de

corrupción se desdibuja el control disciplinar y moral con el que comulga la Procuraduría

General de la Nación.

De esta reflexión entones podría considerarse que la autonomía y existencia del Ministerio

Público ha fracasado y que su existencia debe replantearse pues el monto de presupuesto de las

entidades es considerable para la satisfacción de las necesidades de varios ciudadanos.

3. Reformulación del ministerio público y sus entidades.

Esta investigación ha propendido por develar el origen histórico y la naturaleza política de la

Procuraduría General de la Nación en Colombia. Dentro de este marco conceptual se han

encontrado diversas valoraciones y criterios que han permitido de establecer en Colombia una

evolución del Ministerio Público y en especial la Procuraduría General de la Nación

158
independientes de los modelos que brindados por las revoluciones liberales a las repúblicas y

estados nacientes.

Dicho lo anterior y acogiendo las palabras del libertador Simón Bolívar dichas ante el

congreso reunido en Angostura: “No olvidando jamás que la excelencia de un gobierno no

consiste en su teoría, en su forma, ni en su mecanismo, sino en ser apropiado a la naturaleza y el

carácter de la nación para quien se instituye.” (Cacciatore & Scocozza, 2010 p. 210). Se propone

para la salvaguarda de los derechos consagrados en la constitución de 1991, los derechos

humanos y el derecho internacional humanitarios una idea de estructuración del Ministerio

Publico.

Palabras sabias las del libertador que no fueron consideradas en su magnitud por ninguna de

las diferentes asambleas constituyentes de Colombia y en especial por los constituyentes de

1991. Quienes centraron sus proyectos y debates en la teoría y la forma de las instituciones y

para el caso concreto el Ministerio Público constituido por la Procuraduría General de la Nación

y la Defensoría del Pueblo.

La propuesta de convertir el Ministerio Público en el Defensor del Pueblo u Ombudsman. Fue

simplemente el resultado de observar mecanismos europeos para la protección de los derechos y

el anhelo de su implementación en Colombia. Pero nunca se tuvo a consideración la institución

que se estaba proponiendo para quien estaba destinada. En relación con quien iba a ejercer sus

competencia y finalmente dentro de que ámbito social, político e histórico se instauraba.

Como se ha reiterado dentro de esta investigación los legisladores desde 1830 hasta 1990 no

solo consagraron la protección de los intereses de la Nación, la protección de los derechos de los

159
ciudadanos, la investigación de la conducta de los funcionarios de la administración y la

intervención de los procedimientos judiciales. En las diferentes constituciones y leyes

proclamadas en la historia colombiana.

Sin embargo la consolidación del Ministerio Publico y de la Procuraduría General de la

Nación se logra con la Constitución de 1886 y especialmente la ley 4 de 1990 norma en la que a

esta institución se le asignan los temas relacionados con los derechos humanos como

consecuencia del conflicto armado interno.

Pese a lo dicho anteriormente las condiciones de la Procuraduría General de la Nación

cambiaron con la Constitución de 1991. La vigencia de esta entidad está entre dicho así como el

cumplimiento de sus obligaciones. Encontrando a Colombia como uno de los países con mayores

problemas de protección de los derechos humanos según Human Rights Watch (2015) y

Naciones Unidas Derechos Humanos Oficina del Alto Comisionado Colombia (2015).

3.1. Unificación de la procuraduría general y la defensoría del pueblo.

De acuerdo con la constitución de 1991 y las diferentes normas ya sean leyes, decretos-ley,

resoluciones y otras. Tanto la Procuraduría General de la Nación como la Defensoría del Pueblo

dependen del Procurador General de la Nación. Teniendo esto de presente puede decirse que la

existencia del Defensor del Pueblo y la entidad que este lidera como director está condicionado a

las directrices que tome el Procurador General. Lo anterior según lo dispuesto en los artículos

275 y 281 de la Constitución Política de Colombia.

Ahora bien, cualquier propuesta relacionada con una reforma al Ministerio Público y las

entidades que lo conforman y para el caso concreto la fusión de la Procuraduría y la Defensoría.

160
Solo puede efectuarse conforme a lo dispuesto en la Constitución Política, es decir, mediante la

presentación de un proyecto de acto legislativo, un referendo o una asamblea nacional

constituyente.

Según el Decreto-Ley 262 de 2000 y la resolución 017 del mismo año, así como Ley 24 de

1992, la ley 945 de 2005 y el decreto 025 de 2014, normas que contienen la estructura de las

entidades de las que se propone su fusión en esta investigación. Son estas disposiciones las que

han permitido encontrar similitudes dentro de las estructuras internas tanto de la Procuraduría

como de la Defensoría.

Los temas de convergencia que se encuentran en las Procuradurías Delegadas son: -

Prevención en materia de Derechos Humanos y asuntos étnicos. – Disciplinaria para la defensa

de los derechos humanos. – Defensa del menor y la familia. – Asuntos ambientales y agrarios.

Frente a las siguientes Delegadas de la Defensoría del Pueblo: - Prevención de riesgos de

violación de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. - Asuntos agrarios y

tierras. - Derechos colectivos y del medio ambiente. - Indígenas y minorías. - Infancia, juventud

y adultos mayores. - Derechos económicos sociales y culturales.

Los temas en los que aparentemente no se encuentra duplicidad son: Orientación y asesoría de

víctimas del conflicto armado interno. Derechos de las mujeres y asuntos de género. Política

criminal y penitenciaria. Salud, seguridad social y discapacidad. Asuntos constitucionales y

legales. Derechos de la población desplazada. Sin embargo estos pueden ser asumidos por las

diferentes procuradurías delegadas existentes.

161
Siguiendo con las competencias que en la actualidad desarrolla la Defensoría del Pueblo. Esta

la defensa técnica de aquellos ciudadanos que no cuentan con los recursos necesarios para cubrir

los gastos de un profesional del derecho constituyéndose así los defensores de oficio.

Competencia que podría ser desarrollada por las procuradurías existentes ante la jurisdicción

penal. Con esto quedaría plenamente establecida la imparcial del Estado en la administración de

justicia al contar con un ente acusador como lo es la Fiscalía General de la Nación y un ente

garante del debido proceso que sería la Procuraduría General de la Nación.

La unión de las entidades que conforman el Ministerio Público permitiría la reasignación de

competencias dentro del organigrama interno de una institución que nominalmente se designaría

Procuraduría General de la Nación por el vínculo histórico que existe en el desarrollo de la

institución y la sociedad colombiana.

El empalme de las instituciones permitiría reducir los costos anuales del presupuesto al

posibilitar la supresión de cargos existentes en la Defensoría del Pueblo. Tales como el despacho

del defensor del pueblo, las oficinas asesoras y la secretaria general con sus dependencias

administrativas. Funciones que podrán ser asumidas por las dependencias existentes en la

Procuraduría General de la Nación. La misma decisión puede adoptarse con relación a las

Defensorías Regionales Delegadas cuyas competencias pueden ser adjudicadas a los

Procuradores Regionales y Provinciales.

Por otra parte, y en caso de que las procuradurías delegadas no pudiesen asumir los temas en

que no existe relación con las defensorías delegadas. Estas últimas podrán transformase en

procuradurías delegadas para los temas de Orientación y asesoría de víctimas del conflicto

162
armado interno. Derechos de las mujeres y asuntos de género. Política criminal y penitenciaria.

Salud, seguridad social y discapacidad. Asuntos constitucionales y legales. Derechos de la

población desplazada.

Finalmente los personeros municipales podrían ser incrementados en número y remuneración

para así lograr cubrir los diferentes municipios y corregimientos existentes en el territorio

nacional y con ellos lograr una mayor cobertura y un mejor aseguramiento en la protección no

solo de los derechos humanos sino también de todos los derechos elevados a rango constitucional

desde 1991.

3.2. Beneficios en la unificación de la Procuraduría y la Defensoría.

Teniendo en cuenta que para el año 2015 la Ley 1737 de 2 de diciembre de 2014 asigna a la

Procuraduría General de la Nación un presupuesto total de $517’596.800.000.00. y la Defensoría

del Pueblo un presupuesto total $ 424’721.600.000.00. La unificación de estas entidades y sus

rublos presupuestales que asciendes a 924’318.400.000.00. para la presente vigencia fiscal.

Permitirían de acuerdo con la restructuración de la entidad dos opciones (Congreso de Colombia,

2014).

En primer lugar una reducción del presupuesto por la disminución en la planta de personal

con relación a los cargos que debieran ser suprimidos como ya se ha dicho especialmente en las

áreas de tipo administrativo. Competencias que pueden ser asumidas por las actuales oficinas

administrativas de la Procuraduría General de la Nación.

Sin embargo, en tal sentido esta restructuración presenta un inconveniente con los

funcionarios que en la actualidad hacen parte de la carrera administrativa ya sea por concurso de

163
méritos o por su vinculación a título de provisionalidad. Pues la restructuración de la entidad

estaría frente a una posible oleada de acciones judiciales en su contra.

En segundo lugar la no reducción del presupuesto y la redistribución adecuada de nuevos

cargos permitiría la expansión en la cobertura por parte de la institución a todo el territorio

nacional. En este sentido todos los miembros de las instituciones a fusionar quedarían sujetos

como miembros de la función pública a desarrollar sus cargos en los lugares adonde fuesen

asignados previa reestructuración de la planta de personal.

Es de considerar que el presupuesto de la Procuraduría General de la Nación aunado al de la

Defensoría del Pueblo representan un monto ostensiblemente alto destinado al aseguramiento no

solo de la defensa y desarrollo de los derechos humanos. Sino que dentro de las competencias de

estas entidades y en especial de la Procuraduría se encuentran la moralidad pública y la defensa

de los intereses de la Nación.

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