Está en la página 1de 10

<

v
,

CIUDAD PERDIDA a:
1-
UN PAISAJE CULTURAL EN LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA EN COLOMBIA Z
<
•,
w
María Victoria Uribe, Álvaro Osorio* a

LaSierra Nevada de Santa Marta, con


un área de 21.158 kilómetros cua-
ras jurídicas lo que se pretende es la
conservación a perpetuidad de los
l'
drados, es un macizo montañoso
0-'

,'"'
... ' .....

ecosistemas estratégicos y de las


"• de origen Ígneo-lnetamórfico cuya
formación geológica es indepen-
0."
'@","-"'
,

".
",

•• -,_ ...
~

"
comunidades asentadas allí. Auna-
do a lo anterior y con el fin de
diente de la Cordillera de los Andes, contribuir a conservar la biodiver-
tiene forma piramidal yen tan sólo 42 sidad de esta zona del país, en 19811a
kilómetros alcanza alturas de 5,775 y Unesco elevó a la categoría de Reserva del
5,770 m,s.n.m, en los picos nevados Colón Hombre y de la Biosfera al Macizo Sierra
y Bolívar. Esta situada entre los 10° 03' y 11° Nevada de Santa Marta y al Parque Nacional
20' de latitud norte y 72° 03' y 74° 15' de Natural Tairona.
, longitud oeste. Esta montaña de litoral, con
La Sierra Nevada de Santa Marta tiene gran
, una base triangular de 120 Km de lado desde
importancia tanto ambiental como econó-
el nivel del mar hasta los picos nevados,
mica debido a los aportes de agua que rea-
posee un relieve muy quebrado y de pen-
.,
,~
dientes fuertes, cuenta con un sinnúmero
liza a la Ciénaga Grande de Santa Marta, la
cual sirve de reguladora de la salinidad,
de ríos y quebradas que bañan en su reco-
parámetro de vital importancia para la pro-
rrido una variedad de climas y suelos, fa-
ductividad hidrobiológica, ya la Ciénaga de
voreciendo la existencia de una serie de
Zapatosa. Así mismo, el macizo es un regu-
ecosistemas, que fueron aprovechados en
lador climático en su área de influencia y
• la antigüedad por grupos humanos que por
actúa como una barrera natural que contie-
• allí transitaron y que a la llegada de los
ne los fuertes vientos alisios del nordeste,
españoles se conocieron con el nombre
que al chocar con sus estribaciones pierden
• genérico de Taironas .
velocidad y al descender sobre Santa Marta
Tenien~o en cuenta que en la Sierra Nevada propicia el empuje de los vientos marinos
se presenta una biodiversidad considerable, hacia fuera.
el Estado colombiano en 1964 la convirtió
La Sierra Nevada sirve de refugio a las aves
en un Parque Natural con el objeto de velar
migratorias, que hacen su escala durante la
por su protección y manejo y a la cual se
travesía que realizan de norte sur. Una de
superponen actualmente los territorios de
sus características principales es la de po-
r varios resguardos indígenas. Con estas figu-
!;

1
Arllropóloga.
Antropología
DireclOl'a del Instituto
8 HislOria.
Colombiano de
seer una alta diversidad biológica caracteri-
zada por su endemismo en flora y fauna
(helechos, palmas, herpetofauna y avifau-
12 3
Allll"Opólogo Dirm;lol' del Parque AI'qlleológico Ciu- na). Al mismo tiempo, es epicentro para el
'dad Perdida. I'mfesor UNIMAC. desarrollo turístico por su diversidad de


$
~
g
..,'"" paisajes, climas, recursos naturales y sitios los Kogi (Kággabal. Arsarios (Wiwas), Ar-
o arqueológicos, entre otros; la Sierra favore- huacos (Wintukwas), los Kankwamos (Atan-
'2
..,~ ce el turismo y el desarrollo urbanístico de queros) y los Chimilas, estos dos últimos en
la zona costera con su potencial hídrico, proceso de recomposición étnica y de con-
energético y de producción de alimentos formación de resguardos que deberán ser
que surten a los conglomerados urbanos reconocidos por la ley colombiana, Así mis-
cercanos, El Macizo desde hace muchos mo existen regiones del país y del exterior,
años ha sido y continuará siendo un polo de que de una u otra manera están afectando el
investigaciones antropológicas, culturales y Macizo.
científicas por su gran diversidad étnica,
física y biológica, Los pobladores actuales de la Sierra Nevada
de Santa Marta son heterogéneos por su
diversidad étnica y cultural. En las partes
Los POBLADORES DE LA SIERRA bajas y medias, habitan comunidades cam-
pesinas provenientes de la Guajira, los San-
Siglos antes de la llegada de los españoles, tanderes, Tolima, Antioquia entre otros,
en la Sierra se asentaron diversos grupos quienes fueron desplazados por diversas
indígenas, conocidos como Taironas, que causas, especialmente la violencia que los
supieron aprovechar las ventajas y desven- afectó a mediados de siglo y les obligó a
tajas que ésta les proporcionaba; según al- refugiarse en esta parte del país en busca de
gunos investigadores, los Tairona dieron nuevos horizontes, experimentando inicial-
origen a los actuales grupos indígenas como mente con el cultivo del café, y combinán-

124 Ilustración tomada de HislOJia del arte colombiano. Salvar.. 1 i:un


-- «

dolo, en zonas no aptas, con la ganadería. HISTORIA PREHISPÁNICA DE LA SIERRA


Hacia 1974 algunos colonos participaron en NEVADA DE SANTA MARTA
a:
el cultivo de la marihuana, acelerando los 1-
procesos de deterioro del bosque natural. A Las investigaciones arqueológicas dejan ver Z

partir de 1980, las autoridades colombianas que la Sierra empezó a poblarse en el siglo ••
decidieron aplicar herbicidas para la erradi- VI,D.C.yque para el sigloXya se encontra- w
Q
cación y control de cultivos ilícitos, afectan- ba en el pleno desarrollo dentro de un ám-
do los ecosistemas de la Sierra y los sistemas bito bien definido de organización política,

I
de producción agrícola y ganadera, sin rea- económica y religiosa lo que le permitió a
lizar un registro y posterior monitoreo que sus pobladores asentarse en zonas muy di-
indicara hasta dónde se afectó el medio versas desde la costa hasta casi los tres mil
natural. Dichos procesos indujeron a algu- metros sobre el nivel del mar. Las crónicas
nos colonos a abandonar esta actividad al españolas del siglo XVIhablan de numero-
considerar afectadas sus áreas y sistemas de sas poblaciones asentadas en las partes altas
producción. Por la misma época, aparecen y bajas del Macizo, con un alto grado desa-
los primeros focos de subversión en algu- rrollo, especialmente las que vivían en las
nos territorios de la Sierra como respuesta vertientes norte y oc~idental. donde al pare-
a la crisis económica y social y como reac- cer estaban los cacicazgos más poderosos.
ción a estos se crean los primeros grupos de Uno de los primeros españoles en relacio-
autodefensas; estos últimos reemplazaron narse con lo indígenas fue Rodrigo de
los cultivos de marihuana por los de coca Bastidas, quien en 1526 fundó la ciudad de
con el objeto de financiar sus actividades, Santa Marta y estableció buena relación con
los enfrentamientos entre paramilitares y los nativos de la región; con el paso del
guerrilleros han incrementado la inseguri- tiempo y con la llegada de nuevos goberna-
dad en la Sierra. dores, dicha relación incrementó, hacia fina-
les del siglo XVI, el sometimiento y la
La población indígena de la Sierra Nevada
destrucción de los poblados indígenas
asciende a 25.000 personas aproximada-
costeros. Para protegerse de los españoles,
mente, distribuidos así: Arhuacos 15.750
los indígenas se refugiaron en las partes
(63%) YArsarios 1.750 (7%); de los grupos
altas de la Sierra afectados por las nuevas
restantes no se tienen datos estadísticos
enfermedades y perdiendo el acceso a los
confiables. La configuración política y ad-
recursos de la costa, lo que provocó un
ministrativa de la Sierra Nevada ofrece con-
colapso demográfico. A partir del siglo XVII
diciones especiales para una intervención
los españoles generalizaron el término
estatal orgánica, pero el hecho de que a su
.
<
interior existan tres departamentos, trece
«Tairona» para referirse a las sociedades
complejas que habitaron las partes altas y
municipios y dos resguardos indígenas, di-
,
• ficulta y atomiza el accionar regional.
bajas de la Sierra Nevada y cuyos indíge-
nas fueron cobijados bajo denomina-
sumándose a ello la diversidad
ciones que correspondían a los
étnica, campesina y de grupos ar-
nombres de poblados y caciques.'
mados, aparte de las acciones eje-
cutadas por las organizaciones no Los Taironas habitaron principal-
gubernamentales; que se traducen mente la proporción del litoral y las
en una pérdida de recursos y esfuer- vertientes Norte y Occidental de la
zos para el Macizo. Sierra Nevada de Santa Marta. Hasta
CIUDAD PERDIDA. UN PAISAJE CULTURAL EN LA SIERRA NEVADA DE STA. MARTA

<;
o
N

.¡¡ donde los indicios permiten inferir, fueron de la Sierra Nevada. Como producto de
O una sociedad estratificada compuesta por dicho reconocimiento, hasta 1976 se había
'2
..,~ artesanos. agricultores. guerreros y sacer- encontrado un total de 211 sitios arqueoló-
dotes llamados «noamas», quienes definían gicos con obras de infraestructura lítica que
los sitios de ubicación de las aldeas, los tienen una disposición espacial que respeta
lugares para ceremonias y ordenaban la las características topográficas de los dife-
construcción de las obras civiles. Las evi- rentes pisos ecológicos. Desde 1976, el Ins-
dencias existentes y los relatos de los espa- tituto Colombiano de Antropología lideró
ñoles dan cuenta de una agriculturaextensiva las investigaciones arqueológicas en la Sie-
con una variedad de productos y una fuerza rra, concentrando las explotaciones en el
,,;
de trabajo abundante que constituyeron la valle alto y medio del río Buritaca, una de las
base de su economía. Los cultivos principa- cuencas con mayor número de estructuras
les fueron el maíz, base principal de su líticas. Los trabajos se concentraron en el
subsistencia, la batata, yuca, fríjol, ahuya- asentamiento Buritaca 200, más conocido
ma, algodón y aguacate; la dieta incluía miel como Ciudad Perdida, donde se efectuaron
de abejas, pescados y moluscos del mar y las trabajos de excavación, consolidación y res-
ciénagas. La especialización en el trabajo se tauración que se prolongan hasta 1979, como
percibe en la talla de la piedra, en la orfebre- resultado de las labores ejecutadas en Buri-
..•,
ría y en la fabricación de la cerámica, que taca 200 se ha podido determinar el trazado
son los elementos que se han conservado y de esta población Tairona, se logró reunir
que hoy se exhiben en los museos. Los suficiente material cultural asociado a los
indígenas que más llamaron la atención de diferentes tipos de estructuras y basureros y
los españoles fueron los asentados en las se obtuvieron algunas fechas de C-14 que
vertientes norte y occidental de la Sierra,

"\
ubican la ocupación del poblado entre el
donde se ubicaban los cacicazgos más im- siglo XI D.C. y la conquista española en el
. 2
portantes como Banda y Pocigueica. SIglo XVI.

INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS CIUDAD PERDIDA, ARQUITECTURA


EN LA VERTIENTE NORTE Y PAISAJE CULTURAL

Desde los años 1922-1923, con las investi- Ciudad Perdida está ubicada en la vertiente
gaciones de J. Alden Masan, los desapareci- norte de la Sierra Nevada a 80 kilómetros de
dos Taironas se convierten en objeto de Santa Marta, capital del departamento del )

estudio y a partir de allí son numerosos los Magdalena. Los vestigios del asentamiento
trabajos que se han realizado. Entre estos se encuentran concentrados a un lado de río
cabe mencionar los llevados a cabo por Buritaca sobre el filo de una cuchilla trans-
investigadores .como Gerardo Reichel- versal que se desprende del Cerro Corea en
Dolmatoff, Alicia Dussan de Reichel, Hen- dirección sur-norte. Allí los antiguos Tairona
ning Bischo£, Casan Murdy, Jack Wynn y construyeron uno de los poblados más im-
varios arqueólogos colombianos. Cadavid y portantes como forma de adaptación de un
Herrera de Turbay realizaron entre 1973 y medio frágil, de topografía abrupta y con
126 1976 un reconocimiento de los asentamien-
tos Tairona que aparecen citados por los
altos índices de pluviosidad. Las ruinas se
distribuyeron desde los 900 hasta los 1.200
.•
cronistas en la vertiente norte y occidental metros sobre el nivel del mar, en un bosque
••
"
,, húmedo subtropical, donde casi todo el año
llueve y la precipitación alcanza niveles que
./ Antropología y la Organización Indígena
Gonawindúa Tairona para la administración
van de los 2.000 hasta los 4.000 m.m. anua-
les, con temperaturas que oscilan entre 17° ¡ conjunta del sitio; actualmente el convenio
sigue vigente y las decisiones que afectan el
a:
1-
Z
Y24°C;el asentamiento tiene una extensión ! lugar son consultadas por el ICAN con la ••
de 20 hectáreas y se encuentra rodeado de Organización Indígena. En 1995, el Consejo w
varias corrientes de agua: por el N el río de Monumentos Nacionales declaró a Ciu- Q

Buritaca y la quebrada Quiebrapatas y hacia dad Perdida como Monumento Nacional. lo

I
elsector NEcorren varias quebradas peque- que implica que cualquier intervención, obra
ñas que muy seguramente sirvieron para o modificación está restringida a la aproba-
abastecer a la población que allí residía. ción de este organismo y/o de su centro
filial-seccional Magdalena.
Ciudad Perdida hace parte del Resguardo
Indígena Kogi-Arsario y a la vez del Parque Ciudad Perdida tiene ciento sesenta y nueve
Nacional Natural Sierra Nevada de Santa terrazas (no todas despejadas ni excavadas),
Marta adscrito a la Unidad Administrativa con sus respectivos muros de contención
Especial del Sistema de Parques Nacionales que van ajustándose al contorno de la mon-
Naturales del Ministerio del Medio Ambien- taña, tiene caminos, escaleras, canales y
te. A partir de 1990, se suscribió un conve- desagües hechos de piedra los cuales se
3 •
nio entre el Instituto Colombiano de intercalan con zonas verdes. Las dIferentes
terrazas que conforman Ciudad Perdida es-
Ilustración tomada de Historia del arte colombiano. Salvat. 1983.
tán escalonadas siguiendo el eje de la cuchi-
lla de los cerros, formando lo que se ha
llamado el eje central donde se encuentran
los centros religiosos y políticos; de éste se
desprenden otras obras arquitectónicas y de
ingeniería que conforman vados núcleos
ubicados sobre las laderas y que correspon-
den a terrazas de tipo habitacional que se
diferencian entre sí por el tamaño de sus
vías de acceso y por la calidad del trabajo en
piedra.

Las terrazas de Ciudad Perdida fueron cons-


truidas con el fin de obtener una mayor área
de superficie plana y varían en forma y en
tamaño dependiendo de su localización y de
su posible uso. El sistema empleado en la
construcción, tanto de las terrazas ceremo-
niales como de vivienda, fue el de cortes
,
,
verticales en forma de talud rellenos con el
material resultante y sostenidos en la parte •
opuesta de la pendiente por sofisticados
muro's de contención, así lograban los
Taironas adecuar áreas planas. Las lajas que
1127
, '

í ,
;;;._:-e:'¡".,.", ...._._1
CIUDAD PERDIDA. UN PAISAJE CULTURAL EN LA SIERRA NEVADA DE STA. MARTA

•Z
oo
N
m
"C
O
'E
..,:> ,.
~

,,

,.

1
,
,

,,

•'\
Ilustración tomada de Historia del arte colombiano. Salvat. 1983.

conforman los muros fueron colocadas for- Sobre la superficie de estas terrazas se pue-
,
mando traslapas y en ciertos lugares se den ver anillos de piedra que corresponden
colocaron tensores o lajas largas de forma a los cimientos de las casas y de los sitios
rectangular cuya función es la de dar estabi- ceremoniales. En Ciudad Perdida un 93% de
4
lidad al muro; el muro de contención varía los basamentos encontrados son de forma
según la pendiente y el volumen del relleno circular, con un área mínima de seis metros
hecho con arcillas. En ambas laderas del filo
se encuentran una sucesión de terrazas que
cuadrados y una máxima de doscientos
metros cuadrados. Existen otros de forma
,

sirvieron de basamento para las casas que semicircular que pueden haber servido para
varían en su composición y densidad y pre- almacenamiento y que están ubicados en
sentan diferencias marcadas en lo relacio-
nado con su elaboración y el pulimento de la
los lugares periféricos. En el eje hay dos
estructuras de forma rectangular de gran
,
piedra. Lasterrazas de Ciudad Perdida, como tamaño. :

la mayoría de las construidas por los anti-
guos Tairona, están cubiertas por numero- Otro vestigio de gran importancia en Ciu-
sos vestigios culturales que yacen en la dad Perdida son los muros de contención
128 superficie como metates o piedras de mo-
ler, manos de moler, trituradores y restos de
que fueron elaborados con lajas amarradas
por piedras rectangulares u ovaladas, deno-
vasijas de barro.
,"

soportar la carga del muro. Los muros de mediante las cuales se lograba controlar la
contención varían de tamaño de acuerdo a dirección de las aguas, facilitando su eva-
la altura de la pendiente y a la cantidad de cuación para así evitar la erosión y el arras- o::
1-
relleno que contienen y tienen la función de tre de algunos materiales. También se pueden Z

sostener las terrazas, reforzar los caminos y ver espacios enlozados con lajas que tenían «
regular el curso de las aguas de escorrentía, como función evitar la formación de loda- w
tan abundantes en la región, que de esta o
zales. Algunas piedras con petroglifos talla-
manera se deslizan por los extremos de los dos sirven como referencia para movilizarse
muros perdiendo la fuerza de la caída. En la dentro del sitio; los indígenas actuales las
construcción de los muros no se utilizó consideran sitios especiales de confesión y
ninguna clase de material cohesivo y sólo se los colonos creen que se trata de lugares
emplearon arcillas seleccionadas y en la donde los antiguos dejaron escondidos sus
parte superior se utilizaron arcillas de gran tesoros.
permeabilidad facilitando la filtración de las
Ciudad Perdida fue un centro regional de
aguas de escorrentía hacia abajo; para los
destacada importancia tanto económica '
cimientos se utilizaron piedras pequeñas
como social por encontrarse situada en cli-
acuñadas con arcilla apisonada la cual se
ma medio, al igual que la mayoría de pobla-
compactaba y servía como filtro. Algunos
-• muros fueron construidos por gravedad
cuando la topografía del terreno no era tan
dos Kogi actuales que tienen pequeños
recintos ceremoniales donde se reúnen cada
cierto tiempo de acuerdo al calendario agrí-
abrupta.
cola; dichas aldeas giran en torno a un
Los caminos son otro rasgo característico centro religioso al cual asisten los indígenas
de los asentamientos Tairona cuya finalidad en determinadas épocas del año ya sea para
es la de facilitar la comunicación entre te- celebrar rituales o para definir asuntos con-
rrazas y sectores aledaños; los r~inos se cernientes al gobierno y a las relaciones con
extienden hasta el litoral interconectando autoridades estatales.
entre sí varias provincias. En Ciudad Perdi-
da se destacan algunos caminos principales
,
.;. que atraviesan el sitio como eldel eje central
QUÉ SIGNIFICA CIUDAD PERDIDA
PARA LOS INDíGENAS
• que posee una estructura compleja y que
Li
< alcanza, en algunos tramos, hasta 0.60m. de Los indígenas consideran que en la cuenca
alto y 2m. de ancho. También hay caminos del río Buritaca fue donde Teyuna, su héroe
secundarios de menor amplitud, esci'¡ona- mítico, se dedicó a tallar figuras de piedra y
• dos en sentido transversal y senderos senci- oro que fueron enterradas para proteger y
llos construidos con rocas que no fueron sostener a «los padres» de todos los seres
trabajadas. Loscaminos principales y secun- que pueblan el mundo. Teyuna fue el cons-
darios fueron construidos con lajas de varias tructor de la Ciudad de Piedra -Ciudad Per-
tamaños y en ciertos tramos pueden verse dida o Buritaca 200- y también es el padre
unas lajas de gran tamaño llamadas «descan- de los Kogi quienes le hacen ofrendas o
F" -,
«pagamentos» en determinados sitios seña-
sos» que desempeñaban varias funciones,
lados por tradición con el fin de solicitar
I
entre ellas quitarle fuerza a las aguas-lluvias.

;-

Ciudad Perdida tiene una serie de obras de
canalización en los lechos de las quebradas
autorización para hacer uso de algunos ele-
mentos naturales sin que ello cause desequi-
librio.
112~
._--- ---------

Cuando las figuras estaban aquÍ- había mu-


cho animal de monte, pero cuando llegó
guaquero y sacó figuras ya todo está acaba-
do, porque es como si se llevaran alpapá de
ellos, ya no están los cabos para hacer
pagamentos, por eso el mundo se va a
acabar dicen los indígenas de la región al
referirse al problema de los buscadores de
tesoros, a la escasez de presas de caza, a las
pocas cosechas, a los prolongados inviernos
y veranos, a las enfermedades que aquejaban
a la comunidad Kogi de la región Buritaca.

Una vez que el parque Teyuna terminó de


construir la ciudad se la entregó al Mamo o
sacerdote Hubukui quien quedó a cargo de
las actividades agrícolas, tanto de la siem-
bra como de la cosecha. Cada familia asen-
tada en los alrededores de la Ciudad Perdidad
sembraba malanga, maíz y fríjol, como cua-
tro matas no más~pues cada una daba una
cantidad enorme de bultos, por eso indíge-
na antiguo no tenía que tumbar mucho,
Según la tradición oral Kogi cada terraza
cada mata daba mucho. El producto de la
arqueológica corresponde a un clan mascu-
cosecha se recogía y extendía en las terrazas
lino o femenino. Dichos clanes reciben «pa-
de Ciudad Perdida en donde el Mamo la
gameotas» que buscan garantizar la
bautizaba, proceso que duraba nueve días
obtención de energía; el «pagamento» u
incluyendo el ritual de confesión de la co-
ofrenda se le ofrece a los «guardianes de las
munidad además de los bailes y cantos. Con
terrazas» que son llamados Sundinkama
este proceso los alimentos quedaban listos
para ser almacenados, después de haber por los Kogiy que en la literatura arqueoló-
sido sacados al sol. cuando eran guardados gica se conocen como tensores o piedras ,,
para ser consumidos durante el resto del que ayudan a sostener los muros.
año. Los indígenas actuales siembran me-
diante los procesos de tumba y quema, la
Las excavaciones arqueológicas fueron sus- ,,
pendidas a partir de 1990 porque según los
primera de las cuales se realiza con mache- indígenas la extracción del contenido de las
te. Según la tradición en épocas de los tumbas, trátese de cuentas de collar o de
Taironas era Kalabolo, el jefe del viento, ;
figuras que representan a «los padres», ha
quien derribaba los árboles con solo soplar- incidido en la pérdida de energía de la madre
los; sin embargo la comunidad lo descuidó tierra y en la proliferación de pleitos entre ,
y por ello tuvo que sufrir las consecuencias. indígenas. Según los indígenas el saqueo de la
Teyuna les enseño a tallar las hachas de tumbas es lo que ha propiciado la violencia

130 piedra con las cuales tan solo era necesario


tocar los árboles para que se cayeran des-
que hoy en día caracteriza la zona, así como
los robos, las inundaciones, las sequías y
pués de hacerles ofrendas propiciatorias. otros sucesos catastróficos.
,
;
,
.,

--
En a actualidad, los indígenas Kogiy Arsario tranjeros, de los folletos promocionales de
que habitan en las cuencas de los ríos Buri- la Corporación Nacional de Turismo y de los
plegables, libros y videos editados por el a:
taca y Guachaca, se reúnen al final del año 1-
•, para realizar la fiesta de sanación de la tierra Instituto Colombiano de Antropología e "Z

Historia, ICANH. «
dedicada a propiciar el crecimiento y la
w
abundancia de los animales mediante can- Ciudad Perdida se encuentra inmersa en Q
tos y bailes rituales que se llevan a cabo en una serie de conflictos regionales pues sir-
~ Ciudad Perdida. Estas fiestas son organiza-

I
• ve como límite entre territorios domina-
das por un Mamo que al momento del ritual dos por la guerrilla y por los paramilitares,
se reúnen con otros indígenas mayores mien- grupos que se desplazan por varias partes
tras el resto del grupo se agrupa según de la Sierra. Hacia 1984 los cabecillas de
género, ubicándose en las terrazas y bailan- ambos grupos celebraron un acuerdo de
do y cantando a medida que trascurre la no-agresión y por el respeto de los límites
~
" noche. Estos bailes y cantos también se establecidos por ambas colectividades,
realizan cuando se construyen las casas ce- acuerdo que definió a Ciudad Perdida como
remoniales que son utilizadas también para zona de amortiguamiento entre bandos
dar hospedaje a los indígenas de la región enfrentados. Es por ello que a pesar de la
que visitan Ciudad Perdida. gran afluencia de visitantes extranjeros
La afluencia de visitantes extranjeros hacia hasta el momento no se han presentado
este sitio se ha incrementado teniendo en incidentes violentos como secuestros o

cuenta que de 145 personas en 1987 (en toma de rehenes.
años anteriores no hay registros confiables), Recientemente la Fundación Tairona reci-
la cifra asciende a 1.100 en 1997, que se bió grandes sumas de dinero por parte de
traduce en un aumento significativo. agencias internacionales las cuales serán
." invertidas en aquellos campos que propi-
CIUDAD PERDIDA, UNA ESTACiÓN cian un desarrollo sostenible tanto de los
DE TURISMO CIENTíFICO Y ECOLÓGICO recursos naturales como de los habitantes
de la Sierra. Ciudad Perdida continuará sien-
Muchos de los turistas que vistan Ciudad do administrada por el ICANH, de común
Perdida llegan allí después de haber recorri- acuerdo con la organización indígena, bus-
do otros sitios arqueológicos como cando optimizar el desarrollo ecoturístico
Machupichu, Nazca, Chavín y Tiahuanaco de la zona y la protección del invaluable
en el Perú y generalmente llegan a la Sierra patrimonio humano y arqueológico que se
Nevada después de haber visitado San encuentra diseminado a lo largo y ancho de
Agustín y Tierradentro en Colombia, reco- la Sierra Nevada de Santa Marta.
rrido que les permite conocer los sitios con
arquitectura monumental más importante
de Suramérica. La gran mayoría de visitan- BIBLlOGRAFfA
tes llegan por recomendación de textos de
Aprile-Gniset. Jacques, El urbanismo prehispáoico en Buri-
..- _...,
..
I
promoción turística como South American
¡ laca, la ciudad colombiana. Vol. 1. Biblioteca Banco
Handbook y Colombia Traveling Guide; un
" reducido grupo se ha conformado a partir
Popular, Bogotá. 199].
Bischof, Henning. "Una colección etnográfica de la Sierra
de fuentes alternas de información proce- Nevada de Santa Marta, Siglo XVI". Congreso de
•• dente tanto de colombianos como de ex- American/stas; Gónova-Roma; Italia, ]972.
CIUDAD PERDIDA. UN PAISAJE CULTURAL EN LA SIERRA NEVADA DE STA. MARTA

___ "Indígenas y españoles en la Sierra Nevada de Santa


Oyuela, Augusto. Las fases arqueológicas de las ensenadas
Mana". En RevJ~"taColombiana de Anlropología. Vol.
de Nahuange y Cinto. Parque Nacional N<lturalTairona,
XXIV pp 76-123; Bogotá, ] 982
Depanamento del Magdalena. Tesis de grado. Depar-
Cadavid, Gilberto & Luisa Fernanda Herrera de Turbay. tamento de Antropología, Universidad de Los Andes;
"Manifestaciones culturales en el área tairona", En Bogotá, 1985.
Informes Antropológicos, No. ]; Instituto Colombia-
___ "De los tairona a los kogi: Una interpretación de cnmbio
no de Antropología; Bogotá, 1985.
cultural". En Boleti"n del Museo del Oro, Banco de La
Cadavid, Gilberto fr, Ana Maria GroO!de Maheeha. "Buritaea RepLlblica; Bogotá, ] 986.
200. Arqueología y conservoción de una población
___ "Exc[lv8ción de un basurero en Ciudad Perdida. Sierra
precolombina, Sierra Nevada de Santa Marta". En
Nevada de Santa Marta". En Bolean de Arqueología,
Boletín del Museo del 01'0, No. ]9. Bogotá, ]987.
Fundación de Investigaciones Arqueológicas Na-
Cardaso M. Patricii'l. "Nuevos aportes para el conocimiento cionales. Banco de la HepúbJica; Bogotá, 1986,
cronológico del área tairona". En Bolet/n en ArQueo-
__ "Contribución a la periodización cultural en el litoral
logía, Año] #1: Fundación de Investigaciones Ar-
queológicas, B,¡nco de la Republica; Bogotú, 1986.
del Parque Tairona ". En Bolet/n de Arqueologla, Año
1. Número 2; Fundación de Investigaciones Arqueo-
,,
Groot, Ana María. "Ciudad P(~rdida". En Historia del Arte lógicas Nacionales. Banco de La República; Bogotá,
Colombiano Vol. IJI, Salvat; Bogotá, ]983. 1986.
__ "Arqurmlogía y conservación de la localidad precolom- Reichel-Dolmatoff, G. Datos histórico-culturales sobre lnhus
bina de 8uritaca 200 en la Sierrf.l Novada de S,mtil de la <""1Dtigua
gobernación de Santa Mana. Instituto
Marta". En Informes Antropológicos No. 1; Instítuto Etnológico del Magdalena y Banco de la República;
Colombiano de Antropología, pp 55-]02; Bogota, Santa Marta, 1951.
1985.
___ "Investigaciones Arqueológicas en la Sierra Nevada de
__ "La Costa Atlántica". En Colombia prehL"pánica regio- Sama Marta" En Revista Colombiana de Antropologla.
nes arqueológicas; Inst::llto Colombiano de Antropo- Vol JI. No 2, Pp. 139-170; Vol IV. Pp. 189-246; Bogotá,
lugía, pp 19-39; Bogotá, ] 989. ] 954-1 955.
__ "Los Talrona: Agricultores y arquitectos de la Sierra __ "Colombia Indígena. Periodo Prehispánico". En Manual
Nevada". En Parques Arqueológicos de Colombia; de Historia de Colombia. Tomo l Colcultura; Bogotá,
Instituto Colombiano de Antropología
Comercio, Pp. 115-149; Bogotá, ]990,
y Banco de ]978.

Se~je, Margarita. "Arquitectura y Urbanismo en la CultufCI


,
Herrera de Turbay, LUIsa Fernanda. "El manejo del medio Tairona", En Boletln del Museo del Oro, No. 19;
ambiente natural por el hombre prehispánico en la Bogotá, 1985.
Sierra Nevada de Santa ManaN, ~ En Bofr.:t/ndel Museo
__ "Ciudad Pcrdidél". En CUHdernos de AlquitectlJJ";). No
delOIV, No 19; Bogotá, ]985.
9; Bogotá, 1984.
Langebaek, Cal'!. "Cronología de la Región Arqueológica
Simón, Fray Pedro. Noticias historiales de las conquistas de
J
Tairona, vista desde Papare, Municipio de Cienag<l,
tierra firme en las Indias Occidentales. Biblioteca
Magdalena". En BoletJn de Arqueología. Fundación de
Banco Popular; Bogotá. 1982,
Invostigaciones Arqueológicas Nacionales. Banco de
Vollmer Rueda, Loraine. 1983. La Ciudad Botánica. Instituto
la Republica; Bogoul, ] 987.
Colombiano de Antropología; Bogotá. 1983.
___ "Algunos aspectos de la economía tairona en el litoral
adyacente a Ciénaga, Magdalena". En Revista Maguaré,
Vol. 15: Departamento de Ant:l'opología, Universidad
Nacional; Bogotá, ] 987.
NOTAS
I:.egast, Annc. El animal en el mundo In/tico tairoDa. Funda-
ción de Investigaciones Arqueológicas Nacionales. Helchel-Dolmatoff 1951; Bischof] 971, 1984; Cárdenas
Banco de la República; Bogotfi, 1987. 1983 ,
;
Lleras, Robeno. "La Utilización de las áreas libres en Ciudad 2 Groot, 1985; Cadavid, 1986; Oyuela, ]986,
Perdida". En Bolet/n del Museo del Oro. No 19; Bogotá, 3 Vollmer, t 983:2.
1985.
4
Masan, J. Alden. Archaelogy of Santa Marta Colombia. The
Campo y Maldonado 1992 Y 1993
,
tayrona culture. Field Museum of Natural HistOJy.

132 Anthmpological Serios. Vol 20 No 1-3; Chicago. 1931.

También podría gustarte