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XXIII Domingo del Tiempo Ordinario 

Ciclo B

Monición de entrada
Buenos días /tardes/ noches…
Queridos hermanos, nos da mucha alegría recibirles para la celebración de esta Santa Misa
en el Vigésimo Tercer domingo del Tiempo Ordinario.
La Liturgia de la Palabra de hoy nos recuerda que el anuncio del Reino de Dios debe estar
siempre acompañado por el servicio a los más pobres y enfermos.

Jesús, es el hombre que todo lo hace bien, que hace el bien a todos: es Dios, en persona, en
medio de nosotros. Ante las necesidades ajenas muchas veces somos como sordomudos: no
logramos escuchar su grito de auxilio, no logramos hablar en nombre de Jesús, no logramos
llevar un mensaje de amor y paz.  

De pie iniciemos esta celebración, estando seguros de la presencia de Jesús Resucitado aquí
y ahora en medio de nosotros.
Sean todos bienvenidos.

Liturgia de la Palabra
En la primera lectura, Isaías profetiza sobre las bondades que surgirán cuando venga “Dios,
en persona”. Ese día desaparecerá todo lo que le hace daño al hombre, y todo se llenará de
bien.
La segunda lectura, nos recuerda que las discriminaciones y prejuicios sociales no estaban
ausentes de las asambleas litúrgicas en los tiempos de Santiago, como tampoco ahora. Por
eso nos viene bien la invitación que Dios nos hace el día de hoy.
En el Santo Evangelio Jesús, cura al sordomudo con un gesto sencillo y una sola palabra.
La multitud se asombra ante tanto bien y alaba a Dios.

Abramos la mente y el corazón, y alimentémonos con la Palabra. Escuchemos con atención.

Oración Universal

Presidente: Queridos hermanos, con esta oración queremos expresarle a Dios que, cuando
dos o más se reúnen en su nombre y piden una gracia, Él la concederá.
Oremos juntos, diciendo: Que tu Palabra Señor, sea luz para nuestras vidas.

1. Por la Iglesia Universal y por nuestra parroquia: para que sea un pueblo santo, y
para que siga anunciando el Evangelio por todo el mundo, a pesar de que éste no lo
quiera oír. (Roguemos al Señor).
2. Por el Papa Francisco, por todos los obispos y nuestro Párroco, quienes predican y
viven de la Palabra de Dios: para que el Señor les conceda larga vida y santidad.
(Roguemos al Señor).
3. Por los gobernantes de las naciones, para que abran sus oídos y escuchen el clamor
de los más necesitados y atiendan sus demandas a la manera de Jesús con amor y
justicia. (Roguemos al Señor).
4. Por los enfermos, especialmente los que padecen sordera espiritual, para que en
este día Dios pueda abrir sus oídos y se abran a la escucha del mensaje de salvación.
(Roguemos al Señor).

5. Por nosotros los aquí presentes en esta Eucaristía para que nuestra oración sea
escuchada por Dios nuestro Padre, recibamos la abundancia de su misericordia y de
su amor y seamos dignos del reino eterno. (Roguemos al Señor).

Presidente: Danos, Señor, un corazón sensato, para saber escucharte, y crea en nosotros un
espíritu nuevo para dejarnos corregir y saber corregir a nuestros hermanos. Por Cristo,
nuestro Señor. Amén.

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