Está en la página 1de 10

Lección 3

La administración de nuestras vidas. (restaurando nuestra


imagen)
El plan de Dios
Hay muchas cosas que no pueden ser hechas si no se dispone de un plan.
(Génesis 1:3-31)
El plan de Dios observado desde la eternidad
La biblia dice que Dios hizo al hombre a su imagen y le dio dominio sobre
todo el mundo (Genesis1:26,28; 8:6-8). Dios era el dueño de todo el mundo y
el hombre era el administrador.
Desde la caída del hombre Dios trazo un plan para la humanidad, satanás
creyó haber arruinado totalmente la obra de Dios. Pero no sucedió así
porque Dios estaba preparado. el sabe todas las cosas, aun lo que ocurrirá en
el futuro. Así que Dios supo antes de la creación del mundo que el ser
humano fracasaría.
El plan de Dios observado desde nuestro nacimiento
¿le ha parecido alguna vez que su vida no tiene significado?
¿que usted era una persona innecesaria en este mundo? ¿qué hubiera sido
mejor si no hubiera nacido? Usted pudo haberse sentido así antes de conocer
a Jesús como su Salvador. En aquel entonces usted desconocía que había
nacido porque así Dios lo quería, porque Él tenía un plan para su vida.
La biblia nos proporciona muchos ejemplos para quienes Dios tenían un plan
antes que hubieran nacido.
Moisés (Hebreos 11:23)
Sansón (jueces 13.1-5)
Dios le dijo a Abraham ¨serás bendición¨ (Génesis 12:22)
Algunas ocasiones confunden el plan de Dios con lo que el hombre los
hombres escogen hacer con sus vidas.
El plan de Dios observado desde nuestro llamamiento
El plan de Dios tiene para nuestra vida entra en una etapa decisiva cuando
respondemos a su llamamiento y aceptamos a Jesucristo como salvador. Es
entonces cuando Dios comienza a restaurar su imagen en nosotros (2
Corintios 3:18; colosenses 3-.10) y es también cuando Dios comienza a
mostrarnos el propósito específico por el cual nos trajo a este mundo.

Dios llamo a Abraham para que fuera el fundador de su pueblo escogido


(Génesis 12:1-2); a Moisés para que fuera el libertador de su pueblo (Éxodo
3:1-10); a Isaías para que fuera un profeta (Isaías 8: -10); y a Saulo para que
fuera un apóstol (Hechos 26:15-18). Dios me llamo para un propósito
específico. ¡y sin duda Dios también le ha llamado a usted!
El sufrimiento es una parte importante del plan de Dios para que nuestra vida
terrenal. Como el escultor golpea la piedra con el martillo y el cincel hasta
que logra la forma deseada, así Dios usa el sufrimiento para que nuestras
vidas conformen su plan. Jesús fue varón de dolores, experimentado en
quebranto (Isaías 53:3). No se sorprenda entonces si su vida hasta ahora ha
sido como las experiencias que Jesus sufrió hasta llegar al calvario. Sin duda
le está preparando para usarle de la manera que Él lo desea. (Romano 8:18)
NUESTRA PARTE
Buscar el plan de Dios
Usted ya sabe que Dios es el dueño de su vida y que su única responsabilidad
es administrarla. También sabe que es el dueño quien hace los planes para
determinar cómo sus bienes serán usados y que el administrador es quien los
lleva a cabo.
Entonces tomamos estos puntos para buscar el plan de Dios:
1) Examine su situación. Es posible que hasta ahora haya pensado que
Dios le llamo solo para ser un miembro pasivo de su iglesia. Dios es
experto en componer vasijas quebradas (Jeremías 18:1-8)
2) Renuncie a sus propios planes. Usted antes de su conversión, se
consideraba a sí mismo el dueño de su vida; hacia lo que le daba gana.
Pero a partir de entonces usted comenzó hacer lo que Dios quería, o
por lo menos así pensaba. (Hechos 8:3; 9:1-2; Filipense 3:6).
3) Reconozca el señorío de Cristo. Mientras Saulo permanecía caído en
tierra, el respondió “Señor” a la voz que le había hablado (Hechos 9:5-
6). El comprendió que la voz y el poder que lo había arrojado en tierra
pertenecían a la misma persona. Usted nos podrá conocer el plan de
Dios si no reconoce el señorío de Cristo y se entrega completamente
a Él.
4) Pregúntele al señor que debe hacer. Saulo pregunto: “¿Qué hare,
Señor”? (Hechos 22:10).
5) Esté preparado a aceptar el plan de Dios. mientras ora, este
preparado a aceptar lo que Dios desea para su vida. Dios no tiene un
mismo plan para cada persona.
6) Escuche la voz de Dios. una vez que le ha pedido al señor que le revele
el plan para su vida, necesitamos recibir el plan de Dios.
a) La voz audible de Dios (Hechos 22:10)
b) Un ángel (Hechos 8:26)
c) Una visión o aparición (Éxodo 3:1-10; Hechos 16:9-10)
d) Un sueño (Mateo 1:20-21)
e) Una profecía (Hechos 13:1-2; 22:15-16)
f) la voz del Espíritu santo en su corazón (Hechos 8:29; 10:19)
preparación para seguir el plan de Dios.
la preparación necesaria
algunas veces el plan de Dios concuerda con nuestros deseos
personales. Así ocurrió con Moisés llegara a ser el libertador de su
pueblo. Pero Moisés estaba apurado; el era un hombre impulsivo y
violento (Éxodo 2:11-14). Transcurrieron 40 años durante los cuales
Dios lo preparo. Moisés llego a hacer humilde (Números 12:3). ¿Está
usted dispuesto a ser un obrero para el Señor?¡ usted anhela un
trabajo excelente! (1 Timoteo 3:1)
Jesús paso más de 3 años con sus discípulos.
una estrategia para la vida.
Objetivo identificar la Relación entre el plan de Dios y nuestros
planes.
En Lucas 14:28-32 Jesús nos enseña, por medio de un ejemplo, la
importancia de trazar planes con el fin de asegurarnos que
alcanzaremos nuestras metas. La estrategia tiene 3 facetas: metas
prioridades y planes. (Fil: 3:14).
Vivir de acuerdo con el plan de Dios
Usted no necesita terminar su preparación para comenzar a vivir de
acuerdo con el plan de Dios. debemos vivir para el Señor, no para
nosotros mismos, porque pertenecemos a Él (Romanos 14:7-8).
Vivir para el señor produce buenas ganancias. Cuando vivimos para Él,
le honramos como el dueño de nuestras vidas. Como resultado, Él
también nos honrara. Así lo hace con sus fieles mayordomos (1Samuel
2:30).
Si usted participa de actividades seculares, no olvide que está
trabajando para el señor. (Colosenses 3:23) Jesús hablo de su trabajo
(Juan 4:34).
Lección 4
Desarrollando nuestra personalidad
Nuestro intelecto
El intelecto, o la mente, nos permite pensar, comprender, recordar o
imaginar. El uso impropio que el hombre le ha dado a este, es una de
las causas principales de las enfermedades y males de este mundo.
Pero si es propiamente usado, el intelecto humano puede ser una gran
bendición para la humanidad. (1Corintios 13:12; colosenses 3:10).
Piense en aquello que es bueno.
Una de la manera de ejercitar nuestro intelecto es pensando. Por
cierto, pensar es la actividad principal de nuestro intelecto. Nuestros
pensamientos determinan nuestro carácter “porque cuál es su
pensamiento en su corazón” (Proverbios 23:7), tal es el hombre. Por
eso es que Dios desea que pensemos acerca de aquello que es bueno
y le complace (Filipenses 4:8; salmo 19:14).
Hay dos cosas que puede hacer.
1) Usted necesita alimentar su mente. Nuestra mente puede
funcionar bien, es decir, pensar en buenas cosas, si la alimentamos
con buenos pensamientos.
La Biblia es la mejor comida para nuestra mente (Mateo 4:4).
El Espíritu Santo es otro recurso de buen alimento (1 Corintios
12:8; 1 juan 2:27).
Si usted asiste a la iglesia frecuentemente a las reuniones de su
iglesia los mensajes predicados enriquecerán su mente para la
meditación provechosa (Santiago 1:21).
2) Disciplinar su mente. Usted recibió una nueva mente cuando
acepto a Jesus como su salvador. Usted, ahora, la alimenta con
buenos pensamientos. No obstante, ha descubierto que a veces le
ha sido muy difícil pensar acerca de lo que es bueno. No se
sorprenda ni se desanime por eso. Todos los creyentes tienen esta
experiencia.
los malos pensamientos provienen de nuestros deseos humanos; pero quizá
no sean completamente suyos. Pueden provenir de satanás, quien trata de
provocarlos en su mente. La primera mujer (Génesis 3:1-3) y con Jesús (Lucas
4:3-9). La mujer fracaso; pero Jesús venció. Y debido a que usted posee la
mente de cristo (1Corintios 2:16), también puede triunfar.

Estudie cosas útiles


Utilizamos una parte importante de nuestras vidas en el estudio. Cuando
éramos niños. Cuando éramos niños pudo haber momentos en que no nos
gustaba.
Es posible que hasta ahora usted no haya hecho nada para la obra del señor
porque cree que no posee la preparación necesaria. Esta es su oportunidad;
puede comenzar estudiando la Biblia (Hechos 17:11).
Estudiar, por supuesto, requiere más esfuerzo mental que solo pensar. ¡pero
qué buena inversión es! Al final sus poderes mentales estarán mas
desarrollados y conocerá más cosas. Y si cree que no posee habilidad mental
suficiente como para estudiar, pídale a Dios que le ayude. El seguramente lo
hará (Santiago 1:5). y mientras estudia la Biblia, Él le ayudara a comprenderla
(Efesios 1:18, 1 Juan 5:20).
Ore con su mente
Cada que vez que habla use su mente (1 Corintios 14:15) orar con el
entendimiento, no con locuras y largas y aburridas oraciones (Mateo 6:7)
tener criterio al orar con el dueño del universo.
Nuestro modelo de oración (Mateo 6:9-13).
Comparta su entendimiento
Nuestras mentes pueden honrar a Dios y ser de bendición a otros si
compartimos lo que sabemos.
1) Testificando (Hechos 23:11)
2) Predicando (Hechos 8:4)
3) Enseñando la palabra de Dios (1 Timoteo 4:6).
Si puede hacer otras cosas enséñeles.

Sea prudente
Alguien dijo en cierta ocasión que a lo que le llamamos sentido común
no pareciera sentido común. Y la palabra de Dios lo confirma. De
hecho, el apóstol pablo le tuvo que decir a los corintios “hermanos, no
seáis niños en el mundo de pesar…. Pero maduros en la manera de
pensar” (1Corintios 14:20).

Nuestra voluntad

Nuestra voluntad es parte de nuestra personalidad. Reconocemos que,


como mayordomos de Dios, Él
es el dueño de nuestra voluntad.

Obedezca a Dios
Significa someter nuestra voluntad a la voluntad de Dios (1Samuel
15:22), la voluntad necesita la ayuda de la mente para obedecer a Dios.
si la mente no sabe lo que Dios desea, la voluntad no obedecerá.
Nuestra mente necesita estar saturada de la palabra de Dios. entonces
podar instruir a nuestra voluntad para que obedezca a Dios.
Nuestra voluntad no puede obedecer a Dios por sí misma. (Lucas
22:42). Pero a medida que aprendamos podemos contar con la ayuda
del Espíritu Santo, hasta que podamos decir: “El hacer tu voluntad,
Dios mío, me ha agradado” (Salmo 40:8).

Evite toda clase de mal


Usted puede descubrir que a veces tiene conflicto interno. Su mente
sabe que es bueno (Romanos 7:23); pero su voluntad es demasiado
débil como para obedecer las instrucciones de su mente (Romanos
7:15, 19). Esto es lo que Dios desea de nosotros, y en medio de la
prueba Él pone a la disposición la fortaleza que la sobrelleva y también
nos provee una salida (1 Corintios 10:13). Pero nosotros debemos
ejercitar nuestra voluntad para recibir su ayuda.

Escoja aquello que es correcto


Cuando Dios le dio al ser humano el poder de escoger, le confió algo
muy delicado y sensitivo.
Somos el resultado de nuestras decisiones buenas y malas. Por
supuesto, Dios desea que siempre escojamos aquello que es correcto
(Deuteronomio 30:19). Una voluntad bien administrada produce
buenas decisiones, mientras que si es dirigida incorrectamente puede
resultar en mala decisiones.

Haga el bien
Dios desea que usemos nuestra voluntad no solo para producir buenos
deseos sino, por, sobre todo, para que produzcamos buenas obras
(Santiago 1:22; Mateo 5:16). Pablo dijo: “hagamos bien a todos”
(Gálatas 6:10)

NUESTRAS EMOCIONES

Adore a Dios
Una de las maneras de utilizar nuestras emociones como Dios quiere,
es adorándole. Expresamos nuestro amor a El por qué le agrada que si
lo hagamos. (Mateo 22:37).
El libro de Apocalipsis nos muestra como las emociones de los
redimidos alcanzaran su clímax en la Adoración a Dios. su entusiasmo
será incontenible (Apocalipsis 7:9-10; 14:2-3); su alegría, indescriptible
(Apocalipsis 19:6-7). Por lo tanto, usemos nuestras emociones
confiadamente para la gloria de Dios.
Crezca espiritualmente
Las emociones cumplen una función muy importante en nuestro
crecimiento espiritual. Esto lo observaremos al considerar dos aspectos
de este crecimiento.

El fruto del Espíritu


Como en el caso de Adán, Dios nos ha dado la responsabilidad de
cuidar un hermoso jardín. Ese jardín de nuestro jardín emocional.
Tenemos la responsabilidad de desarraigar las “malezas”: amarguras,
pasiones, enojo y otros sentimientos odiosos (Efesios 4:31; colosenses
3:8). Pero el Espíritu Santo, quien habita en nosotros, es quien cultiva
el jardín para que produzcamos hermosa “fruta” (Gálatas 5:22-23).

La actitud de Cristo
Habremos llegado a la cumbre de nuestro desarrollo emocional
cuando tengamos la misma “actitud” que cristo tuvo (Filipenses 2:5).
Jesucristo sintió gran compasión por los perdidos, los enfermos y los
hambrientos (Mateo 9:36; 14:14 15:32)
Apocalipsis 1:5, esta actitud fue la causa que ha impulsado a millones
de creyentes a predicar el evangelio.

También podría gustarte