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CONSEJO DE ESTADO
SECCION CUARTA
Bogotá, D. C., treinta y uno (31) de mayo de dos mil dos (2002)
ANTECEDENTES
El apoderado de Dragados y Construcciones de Colombia y del Caribe S. A.
DRAGACOL presentó el 3 de julio de 1998, ante el Centro de Arbitraje y
Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, demanda de convocatoria de
Tribunal de Arbitramento contra el Ministerio de Transporte, en la cual solicitó
como pretensión la suma de $ 2.377.183.758, más la indemnización de los
perjuicios morales y materiales incluyendo daño emergente y lucro cesante,
adicionalmente reclamó actualizar el valor de las sumas derivadas de los
perjuicios.
(..)
Por su parte, Dragacol se comprometió a desistir del trámite arbitral que fue
convocado y de dos procesos ejecutivos adelantados contra el Ministerio de
Transporte ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca.
DEMANDA
CONTESTACIÓN A LA DEMANDA
Consideró que las pretensiones de la Contraloría coinciden con las del Ministerio
de Transporte, la cuales se manifestaron en la demanda instaurada el día 14 mayo
de 1999 ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en ejercicio de la acción
contractual consagrada en el artículo 87 del Código Contencioso Administrativo,
para obtener la nulidad del contenido en el acta de conciliación celebrada el día 6
de noviembre de 1998.
PACTO DE CUMPLIMIENTO
SENTENCIA APELADA
Consideró que en este caso la conducta del funcionario del Ministerio Público se
juzgará bajo el proceso disciplinario y si se concluye que contribuyó al desmedro
patrimonial, es competencia de la jurisdicción penal conocer el hecho y
sancionarlo.
Consideró que no se vulnera el principio del non bis in idem porque las diferentes
acciones –fiscal, de nulidad y popular– tienen regímenes distintos que
salvaguardan intereses diversos
ALEGATOS DE CONCLUSIÓN
Señaló que las condiciones para que proceda la responsabilidad patrimonial del ex
ministro no son objetivas ni inmediatas.
Indicó que los actos de los conciliadores particulares son actos judiciales,
homologables eventualmente por la rama judicial, con el fin de verificar que se
hayan presentado las pruebas necesarias que le sirvan de fundamento, que el
acuerdo no sea violatorio de la ley y que no resulte lesivo del patrimonio público.
En su opinión, como no se presentó solicitud de homologación del acta de
conciliación por el ministerio público, ésta presta mérito ejecutivo y tiene efectos
de cosa juzgada.
CONSIDERACIONES DE LA SECCIÓN
Por el contrario, del contenido de esta Ley se desprende que el derecho o interés
colectivo puede ser amenazado o quebrantado por, acciones u omisiones de la
entidad pública o del particular que desempeñe funciones administrativas, lo que
significa que es al resolver la controversia cuando el juzgador debe pronunciarse
sobre aquellas, independientemente de los procedimientos legales en los que
puedan pretenderse fines similares.
a) La Moralidad Administrativa:
1
Consejo de Estado. Sección Tercera. Exp. AP-166. Sent. Del 17 de junio de 2001. C.P. Dr. Alier Eduardo
Hernandez.
2
Gaceta Constitucional No. 46, abril 15, 1991.
A pesar de que dicho concepto no está definido en la Constitución Política ni en la
Ley 472 de 1998, el literal b) del artículo 4º de la misma, lo reconoce como
derecho colectivo, el cual se encuentra relacionado con el artículo 209 de la
Constitución Política que señala los principios sobre los cuales se debe desarrollar
la función pública, destacándose el de moralidad.
En la ponencia para primer debate del proyecto que se convirtió en la Ley 472 de
1998, se introdujo la siguiente definición de moralidad administrativa: “ Se
entenderá por moral administrativa el derecho que tiene la comunidad a que el
patrimonio público sea manejado de acuerdo con la legislación vigente, con la
diligencia y cuidado propios del buen funcionario”3. Sin embargo, esta definición
fue eliminada en el segundo debate, de acuerdo con la propuesta presentada por
“Fundepúblico”, sin que exista constancia de las razones de la decisión.
3
Gaceta del Congreso No 493, diciembre 28, 1995.
4
Consejo de Estado, Sección Tercera . Sentencia del 6 de septiembre de 2001, exp. AP-163. C.P. Dr. Jesús
María Carrillo Ballesteros.
Frente a la contratación administrativa, el artículo 40 de la Ley 472 de 1998
establece expresamente:
Tal derecho ha sido reconocido por la Corte Constitucional con ocasión del estudio
de constitucionalidad del artículo 40 de la Ley 472 de 1998:
“Constituye cabal desarrollo de la Carta Política, pues la prevalencia
del interés general (art. 1º.) ; la proclamación de un orden justo (art. 2º.)
y la vigencia de los principios axiológicos que en el Estado Social de
Derecho guían la contratación pública, como modalidad de gestión que
compromete el patrimonio y los recursos públicos, cuya intangibilidad
las autoridades están obligadas a preservar (arts. 209) hacen, a todas
luces, necesario que el legislador adopte mecanismos idóneos para
hacer efectiva la responsabilidad patrimonial de los responsables de la
contratación estatal, con miras a la recuperación de la totalidad de las
sumas que se desvían del patrimonio público, a causa de la corrupción
administrativa, en materia de contratación pública.
Toda vez que como se dejó anotado, por tratarse de una norma abierta, cuya
aplicación al caso concreto se deriva de la interpretación que sobre ésta efectúe el
juez atendiendo los Principios generales del derecho y la justificación de la función
administrativa, esta Sala estima que para que se concrete la vulneración de la
“moralidad administrativa” con la conducta activa o pasiva, ejercida por la
autoridad o el particular, debe existir una trasgresión al ordenamiento jurídico, a
los principios legales y constitucionales que inspiran su regulación, especialmente
a los relacionados con la Administración pública.
La protección del Patrimonio Público busca que los recursos del Estado sean
administrados de manera eficiente y transparente, conforme lo dispone el
ordenamiento jurídico y en especial las normas presupuestales.
El Caso concreto:
5
Corte constitucional, sentencia C-088 de Febrero 2 de 2000, M.P. Dr. Fabio Morón
Para el ciudadano Jaime Botero Correa hubo actuaciones dolosas e ilegales que
concluyeron en una conciliación fraudulenta.
6
De acuerdo con la Ley 640 de 2001 no es posible la conciliación en asuntos relacionados con el artículo 85
del C.C.A.
Transporte, sin que aparezca acreditado que se haya satisfecho la duda
probatoria con base en sus propias constataciones.
7
En este sentido, el Procurador General de la Nación profirió la Resolución 0020 del 30 de enero de 2002 en
la cual ordenó a los Procuradores judiciales en lo contencioso administrativo, que una vez celebrados los
acuerdos conciliatorios, se remitan al respectivo Tribunal competente para su homologación. Esta resolución
fue dictada con el fin de establecer criterios de intervención de los representantes del Ministerio Público en
sus intervenciones en las conciliaciones realizadas en cumplimiento de los artículos 77, 79 y 121 de la Ley
446 de 1998.
Juicio fiscal N° 0026-99 del 13 de enero de 2000, de la Contraloría General de la
República (fls. 107 a 403 del cn 6), dan cuenta de las siguientes inconsistencias:
8
Contratos interadministrativos suscritos con el Departamento del Valle del Cauca para el dragado del puerto
de Buenaventura. Este departamento, en cumplimiento de los contratos interadministrativos, suscribió el
contrato 95-04-003 con DRAGACOL S.A.
9
Auto del 26 de diciembre de 2000 del Vicefiscal General de la Nación, que resolvió los recursos interpuestos
contra el pronunciamiento calificatorio, folios 169 a 172 del cuaderno 3. También el Auto de Cierre de
Contrato 098/95.10 Para este contrato se concilió por la suma de
$2.052.607.047,89, por concepto de actas pendientes de pago, monto que no se
debía como quiera que la Fiscalía determinó que ya había sido cancelado por su
valor definitivo ($7.431.717.000,86) entre el 30 de mayo de 1995 y el 20 de febrero
de 1998, por lo cual en la fecha de la conciliación, si algo se adeudaba eran los
intereses moratorios por el lapso transcurrido entre la presentación de las actas de
obra y la fecha de los pagos correspondientes.
Para nadie es desconocido que toda acta de obra, cualquiera que sea el periodo
de corte de la obra, debe ser aprobada en primer lugar por la interventoría.
La firma interventora DREXCO LTDA. se negó a firmar varias de las actas de obra
correspondientes a los meses de octubre, noviembre y diciembre de 1995, y
Investigación y Orden de Apertura de Juicio fiscal N° 0026-99 del 13 de enero de 2000, suscrito por los Jefes
de Investigaciones Fiscales de la Contraloría General de la República, folios 168 y 169 del cuaderno 6.
10
Su objeto era ejecutar por el sistema de precios unitarios las obras de dragado y adecuación del Río
Magdalena en el sector Barrancabermeja-Chingalé.
11
Su objeto era ejecutar por el sistema de precios unitarios las obras de dragado y adecuación del Río
Magdalena en el sector Chingalé-Regidor. Se suscribió el contrato adicional 194/96 para prorrogar el plazo del
contrato en tres meses.
enero, febrero, marzo, abril y mayo de 1996, por cuanto no correspondían a las
obras efectivamente realizadas. Sin embargo, estas actas fueron convalidadas y
pagadas al contratista.
12
Auto N° 0026-99 del 13 de enero de 2000, de la Contraloría General de la República (fls. 111 y 350 del cn
6)
13
Auto de 30 de abril de 1999, proferido por el Procurador General de la Nación, folio 14 del cuaderno 4, y
Auto del 26 de diciembre de 2000 del Vicefiscal General de la Nación, folios 164 a 167 del cuaderno 3.
14
Contrato suscrito entre el Ministerio de Transporte y la Gobernación del Atlántico para contratar el
mantenimiento a 34 pies de profundidad del canal de acceso al puerto de Barranquilla, hasta cubrir el monto
de los recursos asignados. Con ese fin la Gobernación del Atlántico suscribió con DRAGACOL S.A. el
contrato 01-15-97-003 y con Ingeniería de Proyectos Ltda. El contrato 01-17-97-001
15
Según el Auto del 26 de diciembre de 2000, el 6 de marzo se suscribió el acta de recibo definitivo del
contrato en el que se reconocían obras adicionales por $171.288.698 y costos de espera por $108.720.000.
Folios 172 y 173 cuaderno 3.
la Nación y la Contraloría General de la República, se reconocieron en la
Conciliación intereses sobre valores no contratados.16
Allí se dijo que el Stand by comprende los costos en que incurre el contratista por
cada día de suspensión en las labores de dragado por causas ajenas a su
voluntad, relacionados con equipos, materiales en obra, transporte, mano de obra
y costos indirectos.
En los pliegos de condiciones de los contratos 234 y 098 estaba estipulado que
sólo generaban costo de espera aquellas interrupciones sin culpa del contratista,
mayores a 24 horas, para lo cual debía comunicársele a la interventoría para la
correspondiente constancia. Adicionalmente, si la interrupción se prolongaba por
más de 15 días continuos o 30 discontinuos, el Ministerio podría dar por terminado
el contrato. 17
16
Al igual que en los contratos anteriores, se reconoció un interés de 4.5% que no estaba pactado y que
resulta superior al autorizado legalmente. Auto de 30 de abril de 1999, proferido por el Procurador General de
la Nación (fls 6 a 10 del cn.4) y Auto de Cierre de Investigación y Orden de Apertura de Juicio fiscal N° 0026-
99 del 13 de enero de 2000, de la Contraloría General de la República (fls. 155 a 160 del cn 6)
17
Auto del 26 de diciembre de 2000 del Vicefiscal General de la Nación, folios 176 a 180 del cn. 3.
Para el contrato 098 el costo de espera diario se fijó en $1.902.528,oo. En este
caso las actas de entrega no dan cuenta de días de espera.18
Sin embargo, se determinó que esta draga no fue secuestrada y que por los días
que se le reclaman al Ministerio, se hallaba operando en la Bahía de Cartagena
cumpliendo un contrato suscrito entre DRAGACOL y el Departamento de Bolívar.
18
Auto N° 0026-99 del 13 de enero de 2000, de la Contraloría General de la República (fls. 374 a 379 del cn
6)
19
Auto del 30 de abril de 1999 del Procurador General de la Nación. (Fl10 del cn. 4)
Procesos ejecutivos contra Mintransporte. Adicionalmente, DRAGACOL S.A.
se comprometió a desistir del trámite arbitral y de las acciones ejecutivas que
adelantaba contra el Ministerio de Transporte.
Conclusiones.
De conformidad con las pruebas que obran en el proceso adelantado con ocasión
de esta acción, estima la Sala que los representantes del Ministerio de Transporte,
de Dragacol S.A. y el Ministerio Público desconocieron el principio de la moralidad
administrativa y vulneraron el derecho colectivo a la defensa del patrimonio
público, por cuanto está demostrado que algunos de los conceptos materia de
conciliación son inexistentes, que no están probados los perjuicios reconocidos, y
en consecuencia, las sumas conciliadas exceden su justo valor, además, el
compromiso adquirido por DRAGACOL S.A. para desistir de las acciones, no
tenía soporte.
Conforme al último inciso del artículo 43 de la Ley 472 de 1998 “La acción popular
no puede interferir las acciones disciplinarias o penales que para el caso
procedan”. Pero es claro que ésta debe procurar evitar el daño contingente, hacer
cesar el peligro, la amenaza, la vulneración o agravio sobre los derechos e
intereses colectivos, o restituir las cosas a su estado anterior cuando fuere posible,
conforme a lo anotado anteriormente.
Va = Vh x Ipf
Ipi
Para el efecto, se tendrán en cuenta las sumas que conforme a las investigaciones
penal, disciplinaria y fiscal, fueron consideradas a cargo del Ministerio de
Transporte y a favor de DRAGACOL S.A. y que obran dentro de este proceso.
Contratos 318/94 y 286/96. Tanto la Fiscalía General de la Nación como la
Contraloría General de la República están de acuerdo en que la cifra que el
Ministerio de Transporte adeudaba a DRAGACOL S.A. por estos contratos al
momento de la conciliación era de $2.923.588.842,39. Como se concilió por la
suma de 3.818’490.408,46, resulta un valor en exceso de $894’901.566,07.20
20
Ver páginas 33 y 34 de ésta providencia.
y en $547’059.785,01 para el contrato 098/95 reconociendo una tasa del 1%
mensual, para un total de $1.272’841.161,07. Esta suma es aceptada por la
Contraloría General de la República en el Auto N° 0026-99 del 13 de enero de
2000 (fls. 346,351,352 y 354 del cuaderno 6).
Para los contratos 234 y 098 estaba pactado en los pliegos de condiciones, que
sólo generaban costo de espera aquellas interrupciones sin culpa del contratista,
mayores a 24 horas, para lo cual debía comunicársele a la interventoría para la
correspondiente constancia; para el primero se fijó la suma de $4’589.813.oo
diarios y para el segundo $1’902.528.oo diarios. Adicionalmente se estableció que
si la interrupción se prolongaba por más de 15 días continuos o 30 discontinuos, el
Ministerio podría dar por terminado el contrato.
21
Ver páginas 37 a 39 de esta providencia.
Acta 10, se reconocieron y pagaron 35 días; Acta 11 se reconocieron y pagaron
31 días; Acta 12 se reconocieron y pagaron 4 días; Acta 17 se pagaron 26 días,
para un total de 96 días de los cuales la empresa interventora únicamente autorizó
30 días.
Responsabilidad Solidaria.
De otra parte, la Sala estima que la actuación del entonces Ministro de Transporte
Mauricio Cárdenas Santamaría fue determinante para que tuviera lugar la
conciliación del 6 de noviembre de 1998, por los siguientes hechos:
Está clara la participación del Ministro Cárdenas para que se realizara una
conciliación extrajudicial, en lugar de la decisión del Tribunal de Arbitramento, toda
vez que suscribió el día 23 de septiembre de 1998, en conjunto con el
representante legal de DRAGACOL S.A. Reginaldo Bray Bohórquez, una solicitud
de conciliación extrajudicial (Fl. 3 del cuaderno de pruebas “B” aportado por el
señor Urias Torres Romero), pese a que en ese momento se adelantaba por la
Cámara de Comercio el trámite prearbitral dentro del cual se intentó, entre el 5 de
septiembre y el 29 de octubre de 1998, la conciliación previa a la instalación del
Tribunal.
22
Aunque este trámite de conciliación no se llevó a cabo, obra a folios 185 a 191 del cuaderno 7 la solicitud
suscrita por el Ministro de Transporte Marín Bernal y el representante legal de DRAGACOL S.A., Bray
Bohórquez, en los términos señalados. De esta comunicación y la respuesta a la demanda dan cuenta tanto
la Contraloría (Auto N° 0026-99 del 13 de enero de 2000, folios 121 y 122 del cuaderno 6), como la Fiscalía en
el Auto del 26 de diciembre de 2000 (folios 213 y 214 del cuaderno 4) .
Después de declarar fracasada la conciliación dentro del trámite arbitral que se
adelantaba, (29 de octubre de 1998) consta en el Acta No 006 del Comité de
Defensa Judicial y Conciliación del Ministerio de Transporte de fecha 6 de
noviembre de 1998 lo siguiente:
23
Según señala la apoderada del ex ministro Cárdenas a folio 446 del cuaderno 3, éste fue informado por su
Ese mismo día, 6 de noviembre de 1998, el Ministro Cárdenas Santamaría en
conjunto con el representante legal de DRAGACOL S.A. Reginaldo Bray
Bohórquez , suscribieron y radicaron ante la Cámara de Comercio de Bogotá una
solicitud para convocar una nueva audiencia de conciliación, la cual se llevó a
cabo horas más tarde, con el resultado perjudicial para el Estado y la sociedad,
como ya fue señalado.
Para la Sala, la delegación en cabeza del Jefe de la Oficina Jurídica del Ministerio
de Transporte y los argumentos esgrimidos en esta acción por la apoderada del ex
ministro, en el sentido que éste último obró conforme se lo dictaba su subalterno
experto en temas jurídicos, no resultan suficientes para eximirlo de
responsabilidad, pues la firma del Acta de Conciliación del 6 de noviembre tuvo en
cuenta su voluntad en ese sentido, como consta en el Acta 006 del Comité de
Conciliación del Ministerio de Transporte, en donde se relata que la solicitud de
audiencia fue suscrita por él y por el representante de Dragacol S.A. después del
acuerdo logrado en su despacho.
antecesor Rodrigo Marín Bernal de la existencia del Tribunal de Arbitramento y las pretensiones de
(...)
Esta determinación es propia de la Acción popular, la cual se reitera una vez más,
es una acción principal e independiente de los procesos que se hayan adelantado
o se estén tramitando actualmente. Como lo señaló la Corte Constitucional al
declarar exequible el inciso segundo del artículo 40 de la Ley 472 de 1998:
Toda vez que el representante legal del Ministerio de Transporte en ese momento
era Mauricio Cárdenas Santamaría, quien fue vinculado formalmente a este
proceso, ejerció su derecho de defensa, a través de su apoderada judicial quien
respondió la demanda y presentó alegatos de conclusión en esta instancia, y
DRAGACOL S.A.
están comprobadas las irregularidades en la conciliación celebrada el 6 de
noviembre de 1998, originada en reclamaciones contractuales que concluyeron
con la lesión a la moralidad administrativa y al patrimonio público, se configura la
responsabilidad patrimonial del representante legal del Ministerio de Transporte de
ese entonces, en forma solidaria con DRAGACOL S.A. hasta la recuperación total
de lo pagado en exceso.
Incentivo.
24
Corte Constitucional, Sentencia C-088/00 del 2 de febrero de 2000, Exp. D-2469, M.P. Fabio Moron Diaz.
Por las razones expuestas, se revocará el fallo del Tribunal que no dio
prosperidad a las pretensiones de los accionantes.
F A L L A:
4. Para efectos de esta acción y sin perjuicio de lo que se resuelva en los demás
procesos penales, disciplinarios y fiscales, ORDÉNASE a la Sociedad de
Dragados y Construcciones de Colombia y del Caribe S. A. DRAGACOL S.A. que
reintegre la suma de Trece mil sesenta y nueve millones quinientos sesenta y
nueve mil seiscientos veintiún pesos con un centavo ($13.069’569.621,01.)
debidamente actualizada, valor que según lo determinado en la parte motiva fue
cancelado en su favor en exceso de lo que se le debía efectivamente, en virtud del
acuerdo de conciliación que se deja sin efectos. El reintegro deberá realizarse
dentro de los tres meses siguientes a la notificación de la presente providencia.
El monto de los embargos certificados por cada entidad financiera deberá ser
depositado a órdenes del Ministerio del Transporte.