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Sobre el mito de la belleza.

Austria Colín

Una vez más la búsqueda de que las mujeres nos separemos y nos veamos como
enemigas se instauro. Al parecer es algo muy común en la historia de la
humanidad, el sistema patriarcal encuentra siempre maneras de que, una vez que
logramos ganar terreno, nos vuelvan a dividir. Esta situación solo me hace
preguntarme una cosa: una vez que logremos vencer en estas batallas (aborto,
igualdad, alto a los feminicidios) ¿Qué va a ser lo próximo que nos separe?

Después de leer el texto vino a mi mente esta figura del CHE femenino, Camila
Vallejo, fue líder estudiantil de hace ya algunos años en Chile. Lo sorpresivo de
esta situación no solo fue que era UNA líder estudiantil (ósea, mujer), sino que
además era guapa, no solo inteligente. Su imagen y hasta cierto punto historia la
recuerdo bien, quedo en mi memoria con una gran impresión, le hicieron una
entrevista, no estoy segura de en donde la leí, en donde le preguntaban que se
sentía ser llamada la nueva CHE, sus respuestas a las preguntas sobre ideales
políticos no iban mas allá, porque las preguntas en sí mismas eran muy sencillas.
El asunto con esa entrevista, que fue lo que se me pego a la cabeza, fue que una
de las preguntas era sobre su vida amorosa, algo así como “eres revolucionaria y
a la vez muy guapa ¿tienes pareja actualmente?, ¿Qué siente tu novio al respeto
de que la figura de líder la tengas tú, una mujer hermosa, y no el?”. En ese
momento de niñez no entendí muy bien porque esa pregunta me había parecido
total y completamente fuera de lugar. Ella se hizo famosa por sus ideas
revolucionarias, ¿No?, pensaba yo… después de un tiempo entendí que no era
ella, ni sus ideas, ni su manera de ser líder, lo que la hizo tan popular fue que ella
era guapa. Creo que ahora ella tiene un cargo político, no sé, tal vez era de
esperarse.

El asunto con la belleza es que parece que no podemos escapar de ella, no solo
como imagen a la que debemos apegarnos, también como estándar de cuidado
persona, estándar de higiene, como manera de sentirnos “correctas” en un mundo
que se empecina en decirnos siempre que hay algo mal en nosotras.

No hay mucho más que pueda pensar sobre el tema, en lo que respecta a mi vida
esto solo forma parte de esos momentos en los que tengo que tomar una pausa y
pensar ¿realmente me estoy comprando esta mascarilla que hidrata la piel porque
me gusta la sensación en mi cara de cosas frescas, o por qué se supone que
tengo que buscar ser hermosa y que mi piel sea radiante para los demás?. Este
mito, como muchos otros, nos afecta todo el día, todos los días, lo más frustrante
de este en específico es lo poco que participamos en su creación. Solo somos el
fin, el objeto de este concepto de belleza, no participamos en su creación como
tal, solo en su uso.

Mi propuesta sería, además de la destrucción de este mito, la creación de uno


nuevo, muy nuestro, en donde sean nuestras formas femeninas, diversas, reales,
peludas, olorosas, grandes, anchas, rizadas, morenas, las que carguen con el
sentido amoroso, de aceptación, de apapacho, de comprensión que este nuevo
concepto de belleza tendría que ser, para dejar de ser las víctimas, para no
volvernos a separar y competir.

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