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HISTORIA DE LA SALUD CUPACIONAL EN COLOMBIA

Conocer la historia de la salud ocupacional en Colombia nos puede servir en gran medida para no
volver a cometer los mismos errores del pasado.

Nuestro país posee una de las legislaciones más avanzadas y desafortunadamente presenta una gran
ineficiencia en su aplicación bien sea por falta de conocimiento, compromiso o inversión por parte de la
empresa para poder ejecutar adecuadamente el sistema.

QUE ES LA SALUD OCUPACIONAL?


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como una actividad multidisciplinaria que
controla y realiza medidas de prevención para cuidar la salud de todos los trabajadores. Esto incluye
enfermedades, cualquier tipo de accidentes y todos los factores que puedan llegar a poner en peligro
la vida, la salud o la seguridad de las personas en sus respectivos trabajos.

«La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia
de afecciones o enfermedades».
ANTECEDENTES

En Colombia en 1904 RAFAEL URIBE URIBE habla sobre la accidentalidad laboral y enfermedades
profesionales y se convierte en la ley 57 de 1915 conocida como “ley Uribe” Es la primera ley
relacionada con el tema de salud ocupacional en el país.

LEY 57 DE 1915
(Noviembre 15)
Diario Oficial No 15.646, del 17 de noviembre de 1915
<NOTA: Esta norma no incluye análisis de vigencia completo>
EL CONGRESO DE COLOMBIA
Sobre reparaciones por accidentes del trabajo.

DECRETA:
ARTICULO 1o. Para los efectos de la presente Ley, entiéndase por accidentes del trabajo un suceso
imprevisto y repentino sobrevenido por causa y con ocasión del trabajo, y que produce en el organismo
de quien ejecuta un trabajo por cuenta ajena una lesión o una perturbación funcional permanente o
pasajera, todo sin culpa del obrero.
Entiéndase por patrono toda persona, natural o jurídica, dueña de las industrias, obras o empresas en
que por sí o por interpuesta persona se esté verificando un trabajo, y por obrero, a toda persona cuyo
salario no exceda de seis pesos oro semanales, que ejecute trabajo por cuenta del patrono.

ARTICULO 2o. El patrono es responsable de los accidentes ocurridos a sus operarios con motivo del
trabajo que realicen y en el ejercicio de la profesión que ejerzan, a menos que el accidente sea debido a
culpa del obrero, o a fuerza mayor extraña al trabajo en que se produzca el accidente, o a imprudencias
o descuidos del operario, o a ataque súbito de enfermedad que lo prive del uso de las facultades
mentales o de las fuerzas físicas o a violación de los Reglamentos de la Empresa.

ARTICULO 3o. Se considera como culpa, imprudencia, o descuido, el arrojo innecesario, la


embriaguez, la desobediencia a órdenes expresas de los superiores o a los Reglamentos de la
Empresa o Fábrica, y en general, todo acto u omisión que produzca consecuencias desgraciadas y en
que resulte culpable el trabajador.

ARTICULO 4o. En las obras municipales, departamentales o nacionales, las reparaciones por
accidentes del trabajo corresponden al Municipio, al Departamento o a la Nación, respectivamente; pero
si tales obras, o las de particulares, se ejecutaren por contrato, entonces las reparaciones por
accidentes del trabajo serán de cargo del Contratista.

ARTICULO 5o. Divídense en cuatro clases las consecuencias de un accidente del trabajo:


a. Incapacidad temporal cuando la lesión o perturbación es pasajera y se termina por la curación
completa.
b. Incapacidad permanente parcial, cuando la víctima queda con una disminución definitiva de la
capacidad obrera que no tenía al tiempo del accidente. Se clasifica en este grupo, por ejemplo, la
pérdida anatómica de un miembro o de un segmento de miembro; la pérdida funcional) o la disminución
de validez (funcional) de un miembro o de un segmento de miembro; la pérdida de un ojo; la pérdida de
la audición bien sea completa o incompleta; una enfermedad traumática que no condene a la inacción
total etc. etc.
c. Incapacidad permanente total, cuando la invalidez deja al obrero definitivamente impotente para todo
trabajo industrial útil.
Se considera de esta clase, como ejemplos, las perturbaciones mentales incurables; la pérdida de dos
miembros por parálisis o amputaciones; la pérdida de ambos ojos, de ambas manos o de ambos pies,
las enfermedades traumáticas graves de las vísceras abdominales o torácicas.
d. Muerte del trabajador.

ARTICULO 6o. Las indemnizaciones respectivas en los casos anteriores, serán:


a. Se pagará al lesionado durante el tiempo de la incapacidad para trabajar la asistencia médica
necesaria y las dos terceras partes del jornal que ganaba al tiempo del accidente.
b. Se pagará al lesionado la asistencia médica necesaria y el jornal entero correspondiente hasta un
mínimo de noventa días y un máximo de ciento cuarenta días, según el grado de incapacidad parcial
definitiva.
c. Se pagará al lesionado la asistencia médica necesaria y una suma igual al valor del salario
correspondiente a un año teniendo en cuenta el salario semanal que ganaba al tiempo del accidente.
d. Se pagará una indemnización igual al jornal entero en un año, únicamente a los herederos que se
determinan adelante.
Para el caso de esta indemnización se considera cumplida la causal cuando la muerte ocurra por
consecuencia y efecto natural del accidente dentro de los sesenta días siguientes a éste.
Los herederos de que se ha hablado y la manera de distribuir la indemnización serán los siguientes:
Si hay sólo viuda, a ésta toda la indemnización;
Si hay viuda e hijos legítimos, la mitad a la primera y la otra mitad a los hijos; pero si la viuda ha
contraído nuevas nupcias antes del reconocimiento del derecho de la indemnización, ésta
corresponderá toda a los hijos; Si hay hijos legítimos solamente, toda la indemnización será para ellos;
Si no hay viuda ni hijos legítimos, la indemnización será para los ascendientes legítimos, por iguales
partes; Si faltaren éstos también, la indemnización será para los hijos naturales.
A falta de todos los anteriores, la indemnización será para los padres naturales; pero si solamente uno
de ellos tuviere la calidad de madre o padre natural, a éste corresponderá la indemnización.

PARAGRAFO. Si el patrono pudiere emplear a cualquiera de los que conforme a esta Ley tienen
derecho a la indemnización, en el mismo oficio que desempeñaba el de cujus, con el mismo jornal que
ganaba éste. por el término expresado, el patrono quedará relevado de la indemnización; pero si el
salario fuere menor, el patrono está obligado solamente a pagar el completo a las mencionados
herederos. Los gastos indispensables del entierro y las diligencias del caso serán siempre de cargo del
patrono.

ARTICULO 7o. Los patronos quedan en libertad de sustituir la obligación de reparar los accidentes del
trabajo, con el seguro, hecho a su costa, y a favor de los obreros, de los riesgos de tales accidentes,
siempre que los aseguren en una Sociedad debidamente constituida, y que a suma que corresponda al
obrero a título de seguro no sea inferior a la que recibiría a título de reparación, según la presente Ley.
ARTICULO 8o. La obligación más inmediata del patrono o empresario es la de proporcionar sin demora
alguna la asistencia médica y farmacéutica al obrero lesionado, y al efecto se acudirá en el primer
momento, en demanda de los auxilios más próximos, pero inmediatamente después la asistencia será
puesta a cargo de facultativo o facultativos designados por el patrono.

ARTICULO 9o. La asistencia médica que, conforme a las disposiciones de la presente Ley, debe darse
a las víctimas de los accidentes del trabajo, será contratada libremente por el empresario o patrono;
pero donde hubiere médicos graduados, en ningún caso podrá confiársele a persona que no lo sea.

En caso que con peligro para la vida del lesionado y por culpa del patrono o empresario, se retardare la
consecución del facultativo que hay de encararse de la asistencia médica o quirúrgica de la víctima,
aquél pagará a favor del lesionado, mientras dure su estado de peligro, una multa de cinco pesos ($ 5)
por cada día de retarde en el suministro del médico.

ARTICULO 10. Las Industrias o empresas en que hay lugar a la reparación por accidentes del trabajo,
conforme esta Ley, son las siguientes:
1o. Las Empresas de alumbrado público;
2o. Las Empresas de acueductos públicos;
3o. Las Empresas de ferrocarriles y de tranvías;
4o. Las fábricas de licores;
5o. Las fábricas de fósforos;
6o. Las Empresas de arquitectura o construcción y de albañilería en que trabajan más de quince
obreros;
7o. Las minas y las canteras;
8o. Las Empresas de navegación por embarcaciones mayores;
9o. Las Empresas industriales servidas por maquinaria con fuerza mecánica; y
10. Las obras públicas nacionales.
ARTICULO 11. En los trabajos que dependan de empresarios, industriales o cualquiera otra clase de
capitalistas cuyo capital no alcance a mil pesos ($1.000) oro, no están obligados a pagar por
indemnización de accidentes de trabajo sino la asistencia médica de que habla el artículo  7o de esta
Ley.

ARTICULO 12. Para los efectos del conocimiento del hecho y de las reclamaciones e intervenciones a
que pueda dar lugar, el patrono dentro de las veinticuatro horas siguientes a las del accidente, dará
noticia de él al Juez respectivo, en un escrito firmado por él o por quien lo represente, en papel común,
y en que hará constar la hora y el lugar en que el accidente ha ocurrido, como se produjo, quiénes lo
presenciaron, el nombre de la víctima, el del lugar adonde ha sido trasladada, el del facultativo o
facultativos que la asisten, el salario que ganaba el obrero y la razón social de la Compañía
aseguradora, si existe el aseguro.

ARTICULO 13. Caso de defunción del obrero, el patrono o empresario dará inmediatamente parte del
hecho al Juez competente, haciendo constar los datos que sean pertinentes, de los consignados en el
artículo anterior, y si la muerte ha sido producida simultáneamente con el accidente.
ARTICULO 14. El escrito de que hablan los dos artículos anteriores tendrá el carácter de información
para la controversia judicial a que pueda dar lugar el accidente.

ARTICULO 15. Conocerán, mediante juicio ordinario, de las controversias que se susciten por razón de
la presente Ley, entre el patrón y el trabajador, cualquiera que sea la cuantía, los Jueces Municipales.
La actuación será en papel común.
Si la acción se dirige contra el Municipio, el Departamento o la Nación, el juicio se seguirá ante los
Jueces que sean competentes, según las reglas generales.

ARTICULO 16. Es nula toda renuncia de los derechos consagrados en la presente Ley a favor del
obrero. Esta nulidad no va contra la transacción, ni contra el compromiso y arbitramiento que se
celebren con posterioridad al accidente.

ARTICULO 17. <Artículo derogado por el artículo 4 de la Ley 165 de 1941>.

ARTICULO 18. El consejo de Estado queda encargado de presentar a la próxima legislatura un


proyecto de ley complementario de la presente.

ARTICULO 19. Queda facultado el Gobierno para emplear hasta quinientos pesos ($ 500) en el primer
año de la vigencia de esta Ley, con el fin de asegurar en una Compañía Nacional de Seguros a los
trabajadores de las obras públicas de la Nación.

Dada en Bogotá a once de noviembre de mil novecientos quince.

Después de esta ley siguieron otras que buscaron fortalecer la protección de los trabajadores frente a
los peligros y riesgos de su trabajo y que tuvieron trascendencia en el futuro de la salud ocupacional en
Colombia: la Ley 46 de 1918, que dictaminaba medidas de Higiene y Sanidad para empleados y
empleadores.
LEY 46 DE 1918
(noviembre 19)
“por la cual se dicta una medida de salubridad pública y se provee a la existencia de
habitaciones higiénicas para la clase proletaria”
El Congreso de Colombia 
  
Decreta: 

Artículo 1°. Es prohibido arrendar para habitaciones casas, piezas, accesorias y cualesquiera otra
clase de edificios que no tengan las condiciones higiénicas necesarias al efecto. 

Artículo 2°. La Dirección General de Higiene determinará las condiciones respectivas, según los
edificios, piezas, accesorias, etc., hayan de ser habitadas permanentemente o solo durante el día. 

Artículo 3°. Los que contravengan lo dispuesto en el artículo 1o de esta Ley pagarán multa de diez
pesos a quinientos ($ 10 a $ 500), que se duplicará en cada caso de reincidencia, e impondrán los
funcionarios de policía, por propio conocimiento del hecho o por queja de cualquier ciudadano,
mediante la tramitación del procedimiento ordinario establecido en el Código de Policía del respectivo
Departamento. 

Artículo 4°. Los mencionados funcionarios y los de Higiene, quedan facultados para visitar las casas,
piezas, accesorias y demás edificios arrendados o destinados a serlo, con el objeto de averiguar si
tienen o no las condiciones higiénicas determinadas por la Dirección General del Ramo, señalar el
término que juzguen prudente para que tales condiciones sean llenadas e iniciar el juicio de Policía
conducente a la imposición de las penas a que haya lugar. 

Artículo 5°. Para la visita, prevendrán a los habitantes del edificio, si estuviere habitado y si no lo
estuviere, al dueño, con veinticuatro horas de anticipación, que van a practicar la diligencia y en esta se
limitarán al examen de aquellos departamentos o lugares que sea preciso examinar, según las
condiciones señaladas por la Dirección General de Higiene. 

Artículo 6°. Pasadas las veinticuatro horas de que hablara el artículo anterior, los funcionarios de
policía e higiene no necesitarán el consentimiento de los habitantes o dueños del edificio, para efectuar
la visita. 
  
Parágrafo. La prevención para la visita podrá ser hecha inmediatamente antes de ella, cuando haya
estallado una epidemia o deban tomarse medidas preventivas contra las que en otros lugares hayan
estallado. 

Artículo 7°. Es obligación de los Municipios que tengan más de quince mil (15.000) habitantes destinar
el dos por ciento (2 por 100) del producto de sus impuestos, contribuciones y rentas, a la construcción
de viviendas higiénicas para la clase propietaria. Dichas viviendas tendrán que llenar las condiciones
determinadas por la Dirección General de Higiene; por habitarlas se cobrará solamente una
arrendamiento equivalente al seis por ciento (6 por cien) anual del valor de su costo, más un cuatro por
ciento (4 por 100) sobre el mismo valor, destinado a cubrir éste; todo conforme a los reglamentos
ejecutivos de esta Ley, y a los que sin contrariar los ejecutivos, dicten los respectivos conceptos
Municipales. 
Artículo 8°. Cuando lo pagado por un locatario como fondo de adquisición de la vivienda, alcance al
valor de costo primitivo de ella, se le expedirá el título correspondiente de propiedad. Todos los
derechos del locatario, como tal, son transmisibles a sus herederos. 

Artículo 9°. Auxiliase con la cantidad de cien mil pesos ($ 100.000) la ciudad de Bogotá, con destino a
la compra de uno o más lotes de terrenos para la construcción de casas higiénicas para la clase
proletaria y para la edificación de las mismas. 
  
La cantidad expresada se pagará por el Gobierno Nacional al Municipio de Bogotá, en cuotas no
menores de dos mil pesos ($ 2.000) en cada mes. La partida correspondiente se considerará incluida
en el Presupuesto de gastos nacionales de cada vigencia; el Gobierno, al liquidar el Presupuesto,
incluirá precisamente la partida correspondiente a este auxilio. 
  
Parágrafo. Para la inversión del auxilio a que hace referencia el presente artículo, se celebrarán
acuerdos previos entre el Gobierno y la Municipalidad de Bogotá. 

Artículo 10. La Municipalidad de Bogotá llevará cuenta separada de la inversión del auxilio que le
otorga la Nación según el artículo anterior, y no cobrará por el canon de arrendamiento de las
construcciones que con el auxilio se lleven a efecto, más de un tres por ciento (3 por 100) anual del
valor de las construcciones; esto sin perjuicio del cuatro por ciento (4 por 100) anual destinado a la
adquisición de la propiedad de la habitación por el locatario. 

Artículo 11. Las cantidades que ingresen al Tesoro Municipal como precio de las construcciones
llevadas a cabo con el auxilio del Tesoro Nacional, se aplicarán a nuevas construcciones, si las
declararen necesarias un acuerdo celebrado entre el Gobierno Nacional y la Municipalidad; en defecto
de esto se aplicarán tales productos a las obras más urgentes para la salubridad pública de la capital de
la República. 

Artículo 12. La Dirección General de Higiene preparará una cartilla de Higiene Pública, que el Gobierno
hará publicar y distribuir en todos los Municipios de la República. 

Artículo 13. Esta Ley empezará a regir desde su promulgación. 


Dada en Bogotá a quince de noviembre de mil novecientos diez y ocho. 
  
El Presidente del Senado, Benjamín GUERRERO. El Presidente de la Cámara de
Representantes, Ricardo TIRADO MACÍAS. El Secretario del Senado, Julio D. Portocarrero. El
Secretario de la Cámara de Representantes, Fernando Restrepo Briceño.
Luego llegó la ley 37 de 1921 que establecía un seguro de vida colectivo para empleados

LEY 37 DE 1921
(Noviembre 19)
que establece el seguro colectivo obligatorio.
Subtipo: LEY ORDINARIA
El Congreso de Colombia
  
Decreta:

Articulo 1°. Seis meses después de la publicación de la presente Ley, las empresas industriales,
agrícolas, de comercio o de cualquiera otra clase, de carácter permanente, existentes en el país, o que
se establezcan en lo sucesivo, cuya nomina de sueldos o salarios sea o exceda de mil pesos ($1,000)
mensuales, deberán efectuar, a su cargo, el seguro de vida colectivo de sus empleados y obreros, por
una suma equivalente al sueldo o salario del respectivo empleado u obrero durante un año, debiendo
quedar incluidos todos los empleados u obreros que disfruten hasta de dos mil cuatrocientos pesos ($
2,400) anuales. 
 
Articulo 2°. El seguro no será contratado a favor de determinado individuo, sino a favor de la entidad
que haga el contrato, la que cuando llegue el caso de hacer efectiva la cuota a que haya derecho por
defunción de alguno de los asegurados, está obligada a pagar íntegramente dicha cuota al cónyuge
sobreviviente si lo hubiere, y herederos legítimos del empleado que fallezca y cuyo nombre figure en la
nomina respectiva del mes en que ocurra la defunción. 

Articulo 3°. En igualdad de primas y condiciones, los Gobiernos Nacional y Seccionales contrataran el


seguro de su cargo con alguna de las Compañías nacionales que expiden y pagan sus pólizas dentro
del territorio de la República. 
  
Dada en Bogotá a diez y ocho de noviembre de mil novecientos veintiuno. 
  
El presidente del senado Miguel M TORRAL El presidente de la Cámara de Representantes, Víctor M
SALAZAR El Secretario del Senado, Julio D Portocarrero. -El Secretario de la Cámara de
Representantes, Fernando Restrepo Briceño 
  
Poder Ejecutivo.- Bogotá, noviembre 19 de 1921. 
  
Publíquese y ejecútese. 
  
JORGE OLGUIN. 
  
El Ministro de Agricultura y comercio 

 
Llega la Ley 10 de 1934, donde se reglamentaba la enfermedad profesional, auxilios de cesantías,
vacaciones y contratación laboral,

LEY 10 DE 1934
(Noviembre 20)
SOBRE PÉRDIDA Y REHABILITACIÓN DE DERECHOS POLÍTICOS Y POR LA CUAL SE
ESTABLECEN ALGUNOS DERECHOS DE LOS EMPLEADOS
Subtipo: LEY ORDINARIA
El Congreso de Colombia
  
DECRETA: 
  

Artículo 1º Para efecto del artículo 16 de la Constitución Nacional, se consideran penas aflictivas las de
presidio y reclusión las cuales llevan anexa la pérdida, por tiempo indefinido, de los derechos políticos
del condenado, cuando son impuestas por autoridad judicial. 
  
También llevan anexa la pérdida de los derechos políticos, las penas establecidas o que establezca la
ley contra los responsables por actos de violencia, falsedad o corrupción en elecciones. 
  

Artículo 2º La pena de pérdida de los derechos políticos no puede ser decretada sino por el Senado o
por las autoridades del orden judicial. 
  
La pena de privación temporal de los derechos políticos no excederá de ocho (8) años. 
  

Artículo 3º Los que hayan sido privados de los derechos políticos por tiempo indefinido, podrán ser
rehabilitados en el goce de tales derechos por el Senado de la República, a quien corresponde
exclusivamente conceder esa gracia. 
  

Artículo 4º. La rehabilitación no podrá concederse sino después de transcurrido un lapso, conforme se
expresa en el presente artículo y mediante las formalidades indicadas en los artículos que siguen; a los
condenados a un año o menos de presidio o reclusión, un año después de que se haya cumplido la
pena principal; a los condenados a un tiempo mayor de un año, y no mayor de cinco, dos años después
de cumplida la pena principal; a los condenados a más de cinco años, sin llegar a diez, cuatro años
después de cumplida la pena principal; y a los condenados a diez años o más, ocho años después de
cumplida la pena principal. 
  

Artículo 5º En los casos en que el reo hubiese sido condenado únicamente a la pena de privación de
los derechos políticos, por tiempo indefinido, podrá ser rehabilitado cuatro años después, contados
desde el día en que quedó ejecutoriada la sentencia condenatoria. 
  

Artículo 6º Los dos artículos que preceden no son aplicables cuando se trate de condenados por la
comisión de delitos electorales. En tales casos la rehabilitación no podrá solicitarse sino pasados ocho
años después de cumplida la pena corporal si la hubiere o de ejecutoriada la sentencia condenatoria, si
ésta se refiere únicamente a la privación de los derechos políticos u otra incorporal. 
  
Artículo 7º El reo que quiera obtener rehabilitación deberá solicitarla al Senado por medio de memorial
que presentará personalmente al Secretario de la Corporación; pero si no residiere o no estuviere en la
capital podrá enviarlo por cualquier vía, autenticado por cualquiera autoridad del lugar de donde se
dirija. 
  
A la solicitud deberá acompañar, por lo menos, los siguientes documentos: 
  
a). Copia autenticada de la sentencia de primera instancia, con sus notificaciones; 
  
b). Copia de la sentencia de segunda instancia con sus notificaciones, si las hubiere habido; 
  
c). Copia de la sentencia de la Corte Suprema, si el juicio hubiere estado al conocimiento de esa
corporación, por cualquier causa; 
  
d). Sendas copias de las boletas de encarcelación y excarcelación expedidas por los directores de los
establecimientos donde se cumplió la pena. 
  
Si no pudieren ser obtenidas esas copias, se suplirán por certificados expedidos por los nombrados
Directores con vista de los libros que se lleven en el establecimiento; 
  
a). Tres declaraciones por lo menos, de personas honorables, sobre la conducta observada por el
peticionario después que cumplió la pena. Los declarantes deberán expresar los hechos positivos en
que basen sus informaciones, de los cuales pueda deducirse la verdad de tales afirmaciones. 
  
Las declaraciones serán rendidas ante cualquier Juez del orden judicial, con citación del Personero
Municipal o de cualquier otro agente del Ministerio Público. 
  
El Juez que reciba las declaraciones certificará sobre la honorabilidad de los testigos; y 
  
b). Certificado del Juez o Jueces Municipales, de Circuito en lo penal y del superior del distrito
respectivo, acerca de que no cursa sobre el solicitante causa criminal alguna. 
  

Artículo 8º Los memoriales, declaraciones, copias, certificados, etc., Podrán extenderse en papel
común y no llevarán estampillas. Los funcionarios no cobrarán emolumento alguno. 
  

Artículo 9º condenado un individuo a la pérdida de los derechos políticos, el Juez respectivo dará
cuenta de ello, una vez que esté ejecutoriada la sentencia condenatoria, al Alcalde del vecindario de
aquél, y éste lo comunicará al Jurado Electoral del respectivo distrito. 
  
Decretada una rehabilitación, la Secretaría del Senado la comunicará al interesado, al Juzgado donde
se pronunció la sentencia y se archivó el proceso y al Alcalde del Distrito del agraciado. El Alcalde
transcribirá la Comunicación al Jurado electoral del respectivo Distrito. 
  

Artículo 10. Si a juicio del Senado, de la documentación presentada por el peticionario no resultare
plenamente justificada la concesión de la gracia que se solicita, podrá negarla o aplazarla hasta que el
interesado llene las deficiencias que se anoten, las cuales deberán precisarse. En caso de negativa, el
interesado no podrá hacer nueva solicitud de rehabilitación, sino después de que haya transcurrido por
lo menos un año contado desde la fecha en que fue aprobada la respectiva resolución. 
  

Artículo 11. Quedan derogados los artículos 1987 y 1991 del Libro 3º. del Código Judicial, y
reformados el inciso 2º del artículo 40 del Código Penal, el 42, el 90 y el 91 del mismo Código. 
  

Artículo 12. Se entiende por empleado particular, para los efectos de esta Ley, toda persona que no
siendo obrero, realice un trabajo por cuenta de otra persona o entidad, fuera del servicio oficial, en
virtud de sueldo o remuneración periódica o fija, participación de beneficios o cualquiera, otra forma de
retribución. 
  
Se entiende por patrono, la persona por cuya cuenta se realice el trabajo del empleado. Si esta persona
obra como intermediario entre el dueño de la empresa o negocio y el empleado, serán responsables
solidariamente del cumplimiento de las disposiciones establecidas por esta Ley, el dueño y el
intermediario. 
  

Artículo 13. Todo contrato de trabajo con empleados particulares se extenderá por escrito, en papel
simple, en dos ejemplares, para que conserve uno cada parte, y estará exento de los derechos de
timbre y sanidad. Este contrato, además de las estipulaciones que acuerden los contratantes, y que
contraríen la presente Ley, contendrá: las especificaciones del trabajo a que se obliga el empleado, la
cuantía de la remuneración y la forma y periodo de pago; la duración del contrato, las causales que lo
hagan caducar durante su vigencia, y un certificado de salud expedido por un médico graduado
escogido y pagado por el patrón. En caso de controversia, el contrato antedicho será plena prueba de
las obligacio
nes respectivas. 
  
Parágrafo. Los contratos que se hallen vigentes al entrar a regir esta Ley, deberán hacerse constar por
escrito y sujetarse a sus disposiciones, en un término de sesenta (60) días a partir de la sanción de
ella. 
  
Parágrafo. La Oficina General de Trabajo redactará y publicará un modelo del contrato de trabajo de
que trata esta Ley, cuyos términos generales se observarán al hacer tales convenios, sin perjuicio de
que las partes incluyan estipulaciones que no violen disposiciones legales. En caso de que no se haya
firmado contrato, éste se presume celebrado de acuerdo con los términos del modelo publicado por la
Oficina General del Trabajo en el Diario Oficial. Dicha entidad revisará, cuando lo estime conveniente,
el mencionado modelo, con el fin de hacerle las modificaciones que la experiencia aconseje. 
  

Artículo 14. Los empleados particulares gozarán de las siguientes concesiones y auxilios: 


  
a) Quince (15) días de vacaciones remuneradas por cada año de servicio, de conformidad con las
remuneraciones ordinarias devengadas. La época de vacaciones será señalada por el patrón. 
  
b) Auxilio de enfermedad hasta por ciento veinte (120) días, a la rata siguiente: las dos terceras partes
del sueldo, durante los primeros sesenta (60) días de la enfermedad; la mitad, para los treinta días
siguientes, y la tercera parte para el tiempo restante. 
  
c) En caso de despido, que no sea originado por mala conducta ni por incumplimiento del contrato
comprobado, tendrán derecho a un auxilio de cesantía equivalente a un mes de sueldo por cada año de
servicio que presten o hayan prestado y proporcionalmente por las fracciones de año. 
  
Para los efectos de este artículo se tomará el sueldo medio que el empleado hubiere devengado en los
tres últimos años de servicio, y si hubiere trabajado por un tiempo menor, se tomará el sueldo medio de
todo el tiempo de trabajo. 
  
Parágrafo. Al auxilio de cesantía tendrá derecho el empleado, aunque su retiro del servicio obedezca a
terminación del contrato por vencimiento del plazo de duración, excepto en este caso cuando el patrón
se allane a renovarlo en condiciones iguales a las anteriores, y el empleado no acceda a ello. 

Artículo 15. Ningún empleado podrá ser obligado a trabajar más de ocho (8) horas por día. 
  

Artículo 16. En los casos en que un empleado preste servicio activo en el Ejército o sea llamado a
prestar el servicio militar obligatorio, no se considera interrumpido el contrato de trabajo, y, en
consecuencia, conservará el derecho a desempeñar el cargo para el cual fue contratado. 
  

Artículo 17. En igualdad de circunstancias, no puede concederse a los empleados extranjeros, por las
entidades públicas o por empresas nacionales o extranjeras que trabajen dentro del país, mayores
garantías o ventajas que las otorgadas a los empleados colombianos. 
  
La infracción de este mandato será penada con multas de doscientos a mil pesos ($200 a $ 1.000), a
cargo del patrón y a favor del Tesoro Nacional. 
  

Artículo 18. Mientras se establece una jurisdicción especial para la solución de los conflictos del trabajo
que puedan originarse con motivo de la aplicación de las disposiciones de la presente Ley, dichas
controversias se tramitarán de conformidad con el procedimiento señalado en el Título 46 del Libro II de
la Ley 105 de 1931. Las solicitudes y actuaciones que se adelanten a este respecto estarán exentas de
los impuestos de papel sellado y timbre nacional. 
  
Parágrafo Las multas y demás sanciones establecidas por las leyes vigentes sobre trabajo serán
aplicadas de oficio a petición de cualquier ciudadano, de un Sindicato o de las Federaciones de
Empleados. El valor de las multas ingresará a los respectivos Tesoros Municipales. 
  

Artículo 19. Las garantías concedidas por esta Ley a los empleados no podrán renunciarse en ninguna
forma. 
  

Artículo 20. Quedan exceptuadas de las disposiciones sobre descanso dominical las farmacias y las
peluquerías, donde podrá trabajarse voluntariamente hasta la una de la tarde de los días feriados. 
  

Artículo 21. Esta Ley regirá desde su sanción. 


  
Dada en Bogotá a ocho de noviembre de mil novecientos treinta y cuatro. 
  
El presidente del Senado, ROMAN GOMEZ-El Presidente de la Cámara de Representantes, LUIS
FELIPE PINEDA. El Secretario del Senado, Fidel Perilla Barreto-El Secretario de la cámara de
Representantes, Carlos Samper Sordo. 
  
Poder ejecutivo-Bogotá, noviembre 20 de 1934. 
  
Publíquese y ejecútese. 
  
ALFONSO LOPEZ 
  
El Ministro de Gobierno, Darío ECHANDIA-El Ministro de Industrias y Trabajo, León CRUZ SANTOS. 
Llega la Ley 96 de 1938 con la creación de la entidad hoy conocida como Ministerio de la
Protección Social

LEY 96 DE 1938
(Agosto 06)
Por la cual se crean los Ministerios de Trabajo, Higiene y Previsión Social y de la Economía
Nacional
Subtipo: LEY ORDINARIA
El Congreso de Colombia

Decreta:
  

ARTICULO 1º. Crease un nuevo Despacho del Órgano Ejecutivo que se denominará Ministerio de
Trabajo, Higiene y Previsión Social, cuyos negocios determinará el Presidente de la República en
ejercicio de la atribución constitucional que le compete. 
  
ARTICULO 2º. Fusionase los actuales Ministerios de Industria y Trabajo y Agricultura y Comercio en
uno solo que se denominará Ministerio de la Economía Nacional. 
  
ARTICULO 3º. Los Ministerios que se establecen por los dos artículos anteriores seguirán en orden de
procedencia al de Guerra. 

ARTICULO 4º. El Presidente de la República señalará el personal que requieran las dependencias de
los nuevos Ministerios, así como sus sueldos y atribuciones, para lo cual queda autorizado hasta el 31
de diciembre del presente año. 
  
ARTICULO 5º. El sueldo de los dos nuevos Ministros será el que corresponda a los funcionarios de su
clase. Para la fijación de las asignaciones de los Secretarios y demás personal de los nuevos
Despachos Ejecutivos, el Gobierno tendrá en cuenta las que devenguen los empleados similares del
Ministerio de Hacienda. 

ARTICULO 6º. Tan pronto como entre a funcionar el Ministerio de Trabajo, Higiene y Previsión Social,
queda eliminado como Departamento independiente el actual Departamento Nacional de Higiene.   

ARTICULO 7º. Autorizase al Presidente de la República para que, dentro del Presupuesto actual,
reorganice la Secretaria de la Presidencia, creando puestos nuevos, suprimiendo o fusionando los
existentes y fijando las asignaciones respectivas. 

ARTICULO 8º. Autorizase al Gobierno para que, en cumplimiento de la presente ley, abra los créditos
adicionales del caso o proponga al Congreso su apertura, y para que en la Ley de Apropiaciones de la
actual vigencia haga los traslados de las partidas correspondientes a las secciones que ya estén
funcionando como dependencias de otros despachos y que deban quedar incorporadas en los nuevos
Ministerios.   
ARTICULO 9º. Esta ley regirá desde su sanción. 
  
Dada en Bogotá a cuatro de agosto de mil novecientos treinta y ocho. 
  
El Presidente del Senado, MAXIMILIANO GRILLO
-El Presidente de la Cámara de Representantes, JOSE UMAÑA BERNAL
-El Secretario del Senado, Rafael Campo A.-
El Secretario de la Cámara de Representantes, Jorge Uribe Márquez. 
  
Órgano Ejecutivo-Bogotá, agosto 6 de 1938. 
  
Publíquese y ejecútese 
ALFONSO LOPEZ
  
El Ministro de Gobierno, 
Alberto LLERAS 

El Ministro de Hacienda,   
Héctor José VARGAS. 

El Ministro de Industrias y Trabajo, 


Gonzalo RESTREPO  

El Ministro de Agricultura y Comercio, 


Marco Aurelio ARANGO 
Ley 44 de 1939, creación del Seguro
Obligatorio e indemnizaciones para accidentes de trabajo

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