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Recorte clínico
Caso Julieta
Esta joven de veinticinco años es llevada a una consulta psiquiátrica porque apareció en
ropa interior en el comedor de la casa que comparte con su madre y la empujo frente a
todas las amigas (que desde siempre se reúnen todos los domingos allí).
Para comenzar a analizar el caso, previo a que se desarrolle este episodio, Julieta
mostraba conductas que daban cuenta de la incomodidad que le generaban esas
reuniones a las cuales estaba obligada a asistir. El ultimo tiempo ya no saludaba, se
presentaba en pijamas, con mala cara, etc., como una forma de llamar la atención.
Posibles intervenciones a realizar luego de este evento:
Determinar que la casa sea el lugar de encuentro para acompañarla.
Generar un espacio de seguridad y confianza.
Abrir los canales de comunicación con su madre.
Establecer un espacio de escucha y confidencialidad para que ella pueda abrirse.
Proponerle si el equipo lo permite, una salida a la semana (los domingos) a
pasear, a hacer actividad física, a ver una película, a salir de su casa.
Formar una red de contención, que pueda ayudarla en los momentos que yo no
este presente, con quienes pueda hablar u organizar una salida de su casa cuando
lo necesite.
Incentivarla para que realice alguna actividad semanal que sea de su interés con
el objetivo de lograr que tenga su propio espacio.
Adolescentes y la cuarentena
https://www.lanacion.com.ar/politica/coronavirus-argentina-los-adolescentes-sindrome-
del-pijama-nid2395005
En esta noticia que incluye relatos de madres que están desesperadas por como ven a
sus hijos, se habla de como el confinamiento por el coronavirus esta llegando a los 5
meses y afecta cada vez mas la cotidianeidad de los adolescentes.
Desde la cuestión de no cambiarse la ropa en todo el día, hasta encerrarse en la
virtualidad (pero ausentarse a las clases) y en sus cuartos como ensimismados.
Es cierto que la necesidad de descansar es una cuestión normal, pero el estado en el que
nos mantiene esta cuarentena nos lleva a estar desganados, con miedo, sin ganas de
hacer nada ( a todos), pero en especial a los adolescentes, que están acostumbrados a la
rutina de ir al colegio, juntarse con amigos, salir a bailar el fin de semana o a tomar algo
en algún bar (cosa que todavía no se puede hacer y es muy incierto cuando se podrá.
Lo importante es mantener el contacto con cada uno de ellos, proponerles cosas nuevas
que se puedan hacer en la casa, revivir juegos de épocas donde la tecnología no tenía
tanto auge. Ayudarlos a aprender a comer sano, a cuidar su salud, su higiene, su imagen
personal, a fortalecer su estado de ánimo y sobre todo a mimarlos como comúnmente
por el trabajo y la rutina no se puede hacer.