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Reseña Giro Decolonial
Reseña Giro Decolonial
ISSN: 0121-7550
nomadas@ucentral.edu.co
Universidad Central
Colombia
Dairo Andrés Sánchez Mojica* rentes deseos, intereses, afectos y de un pensamiento crítico latino/
saberes que abren mundo y que, a latinoamericano, que no latino-
Antes que contarles de lo que su vez, se conectan con entidades americanista, elaborado en/desde
se trata la más reciente publicación políticas, subjetivas, estéticas y localizaciones subalternizadas por
colectiva del programa moderni- epistémicas. El texto como agen- las jerarquías etno-raciales, geopo-
dad/colonialidad/decolonialidad ciamiento maquínico que produce, líticas y corpopolíticas del sistema
(en adelante PM/C/D), quisiera al articularse con una multiplicidad mundo posmoderno/poscolonial1 .
compartir algunos acercamientos a de entidades, su propio horizonte En este sentido, disputa interpreta-
la pregunta por aquello que produ- rizomático de sentido. ciones sobre lo social con los
ce aquel artefacto. Con esta pro- paradigmas de cuño (neo)liberal,
puesta quisiera desplazar su Para ello hay que comprender multicultural y eurocentrado que se
atención, si me lo permiten, del el locus de enunciación desde el articulan con las formas de acción
problema de la referencia al texto, que emerge el texto, lo cual no ne- social y producción de conocimien-
hacia la dimensión de sus efectos y cesariamente remite a la soberanía to corporativo propias de los pro-
agenciamientos. Les propongo un de la función de autor, ni a la con- cesos posfordistas de acumulación
distanciamiento de la comprensión fesionalidad cristiana del sujeto, del capital.
del texto como algo que remite a sino más bien al campo de fuerzas
una porción delimitada del mundo en el que se produce. El PM/C/D es La categoría giro decolonial im-
y que nos da cuenta de ella, mira- un colectivo que integra diferentes plica, al parecer, un transito en el
da docta, acaso memorística y, un pensadores, activistas, intereses PM/C/D que va de la crítica contra
poco sacerdotal del texto, para de- políticos, afectos, categorías, publi- la llamada colonialidad del saber,
jarnos inquietar por la asunción del caciones, códigos y rituales de en- a la transformación afirmativa de
mismo como articulación de dife- cuentro en torno a la producción diferentes espacios, subjetividades
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individuales y colectivas, institu- develar la experiencia subalterna poder y del ser, así mismo realiza
ciones y modos de ser que generan de mundo, permitiendo la articu- una “apertura” a las experiencias
y perpetúan relaciones de domi- lación de diferentes lugares, saberes subalternizadas que buscan dispu-
nación. La colonialidad es un ele- y subjetividades sometidas. Es por tarse diferentes escenarios de ejer-
mento complementario de la esto que más que una opción teóri- cicio del poder.
descolonización: mientras esta úl- ca, entre otras disponibles para el
tima remite a la transformación de investigador, la decolonialidad “pa- Una de las dimensiones en las
estructuras económicas y políticas, rece imponerse como una necesi- que se manifiesta esta apuesta es la
aquella implica una crítica a las for- dad ética y política para las ciencias llamada interculturalidad, la cual
mas de producción de saber, a los sociales latinoamericanas” (Castro- no supone un relación meramente
procesos de subjetivación y a las Gómez; Grosfoguel: 21). comunicativa entre las diversas cul-
relaciones sociales que agencian turas que se encuentran en igual-
procesos de subalternización. De Al parecer de Migñolo, la ge- dad de condiciones debido al
modo que la decolonialidad, uno de nealogía de la decolonialidad se ejercicio de un “velo de ignoran-
los términos centrales de este pro- remonta a la emergencia misma del cia” trascendental (multiculturalis-
yecto, es una categoría que supone sistema mundo moderno/colonial mo neoliberal), sino una disputa
un posicionamiento político y no (categoría que apela a un nivel pla- que parte de la existencia de rela-
remite tanto a una voluntad de ver- netario de dominación), sus mani- ciones de poder asimétricas y que
dad, como sí a una voluntad de festaciones abarcarían trayectos propugna por conocimientos, prác-
poder. No se propone acceder como los recorridos por el cronista ticas políticas, poderes sociales y
asintóticamente a grados cada vez Wuaman Poma de Ayala, en el si- formas de pensamiento otras
más certeros de verdad sobre lo so- glo XIV, y el esclavo liberto (Walsh: 47), vinculadas al propó-
cial, sino que busca transformarlo Ottabbah Cugoano en el siglo sito de construir “un mundo en el
de manera crítica articulando la ex- XVIII, pues sus tratados políticos se que quepan muchos mundos”
periencia de la memoria colonial. producían desde la herida de la (Grosfoguel: 75). Desde la praxis
“Ya no se trataría de las puertas que colonialidad y denunciaban la co- política de la interculturalidad,
conducen a la ‘verdad’ (aletheia), rrupción del ordenamiento social decolonialidad implica “un camino
sino a otros lugares: a los lugares de la época. La genealogía de la para pensar desde la diferencia a tra-
de la memoria colonial; a las hue- decolonialidad pasa, más contem- vés de la descolonización y la cons-
llas de la herida colonial desde don- poráneamente, por escritores como trucción y constitución de una
de se teje el pensamiento Aimé Césaire, Franz Fanon y sociedad radicalmente distinta”
decolonial” (Migñolo: 29). Enrrique Dussel; su emergencia se (Walsh: 57).
encuentra atada a lugares, saberes
El giro decolonial implica una y experiencias otrorizadas en las De otro lado, la decolonialidad
forma de producción de sentido que jerarquías del sistema mundo mo- también se manifiesta en la subver-
remite a la experiencia generada derno/colonial. Sería pues un pen- sión de los universalismos abstrac-
por la diferencia colonial. No bus- samiento que se “desprende” de los tos que se producen desde las
ca posicionarse en la suspensión de supuestos naturalizados que agen- entrañas de la modernidad/colonia-
la subjetividad que conoce, sino cian la colonialidad del saber, del lidad, los cuales funcionaban y fun-
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Nación colombiano. Cabe resaltar ta articulada en El giro decolonial.
el trabajo de Mónica Espinoza so- Considero que lo interesante de este Bibliografía
bre el ejercicio de la violencia con- artefacto reside en las resonancias
tra los indígenas en Colombia y la que puede generar y los usos per- CASTRO-GÓMEZ, Santiago, 2005, La
poscolonialidad explicada a los niños,
lectura de Eduardo Restrepo sobre formativos que potencialmente se Popayán, Universidad del Cauca/Instituto
la construcción por parte de la pueden agenciar a partir del mis- Pensar.
antropología colombiana de su ob- mo. En cierta medida, la importan- ESCOBAR, Arturo, 2005, Más allá del tercer
jeto de referencia, a partir de pro- cia de la decolonialidad no es tanto mundo. Globalización y diferencia, Bo-
cedimientos como la etnografía y su campo de referencia conceptual, gotá, ICAHN/Universidad del Cauca.
de categorías como cultura, las cua- como hemos venido argumentan- WALSH, Catherine, 2005, “(re)pensamiento
les totalizan la experiencia de la do, sino los usos que puede gene- crítico y (de)colonialidad”, en: Catherine
Walsh, Pensamiento crítico y matriz
alteridad convirtiéndola en esencia. rar en la experiencia. Implica un (de)colonial. Reflexiones latinoamerica-
ejercicio afirmativo frente a las ló- nas, Quito, UNAB/Abya-Yala.
(...) la indiologización de la an- gicas de captura basadas en el re-
tropología, más que su énfasis en conocimiento de la otredad. En
ciertas poblaciones, es el efecto este sentido, el libro es un nodo que
epistémico y político de la produc- articula diferentes flujos disconti- * Licenciado en Educación Básica con én-
ción de lo indígena como otredad nuos, que implican subversiones en fasis en Ciencias Sociales. Investigador
esencial, es decir, como una alte- diferentes espacios de significación del Cinep y Profesor catedrático del De-
partamento de Ciencias Sociales de la
ridad radical que, no obstante su y de acción; su potencia está en lo Universidad Pedagógica Nacional. E-
apariencia de caos o sinsentido –a que puede devenir a partir de allí mail: dairoasm@hotmail.com
los ojos etnocentristas de los no ini- en términos políticos, culturales y 1 Para conocer la genealogía del PM/C/D
ciados, por supuesto–, respondía a sociales. De modo que la decolo- pueden consultarse los diferentes balan-
ces, en los que se encuentran referen-
un cuidadoso ordenamiento intrín- nialidad debe apartarse, como dice cias a las publicaciones colectivas e in-
seco al cual se plegaban los sujetos. Eduardo Restrepo, de una cuestión dividuales, categorías de análisis y en-
de “prestigio y pasarela académica” cuentros académicos que han constitui-
do el horizonte rizomático de interpre-
Hemos visto algunos de los pla- (Restrepo: 296). tación del programa (Castro-Gómez,
nos y frentes que abarca la propues- 2005b: 49-71; Escobar, 2005: 63-93;
Walsh, 2005: 124).