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Cultivo[editar]

El té proviene principalmente de China continental, India, Sri


Lanka, Taiwán, Japón, Nepal, Australia, Argentina y Kenia.
La planta de té se adapta mejor en climas tropicales y subtropicales, además necesita de
lluvia aproximadamente 1250 mm por año, varios de los mejores sembradíos de té se
encuentran a más de 1500 metros de altura, este factor hace que crezca más lento y las
hojas intensifiquen su sabor.
Los cuatro tipos principales de té se distinguen según su procesamiento.
Las hojas del arbusto Camellia sinensis, si no son secadas apenas se recolectan,
comienzan a oxidarse. Para prevenir este proceso de oxidación, se calientan con el
objetivo de quitarles la humedad.
El arbusto es podado para que no supere los 2 metros de altura facilitando así la labor de
recolección. A partir del tercer año, las hojas pueden cosecharse con rendimiento.
Las hojas de té se procesan para producir el té verde o negro. La fabricación del té negro
comienza con el proceso de "desecado" de las hojas, sea en forma natural o con aire
caliente. Luego del desecado, se hace pasar el material entre rodillos para exprimir los
jugos y se golpea para romper las hojas. Después se ciernen y se fermentan para lograr la
calidad del producto final. Entonces se seca, gradúa y clasifica el té fermentado para
empaquetarlo. El té verde se prepara calentando las hojas, sea en platos calientes o con
vapor. Las hojas se apisonan con el rodillo, se calientan y se apisonan otra vez, para lograr
la calidad deseada.
La producción del té puede causar algunos desechos gaseosos de la operación de
desecado. Estas emisiones tienen poca importancia, comparadas con las descargas de las
calderas a carbón o petróleo que se utilizan para producir el vapor. Los desechos líquidos
procedentes de las operaciones de limpieza son, igualmente, de poca importancia.

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