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“Ambito de aplicación temporal de la ley penal”

Principio general se aplica la ley vigente al momento de cometer el


hecho delictivo

En razón de la variación de la valoración social de los hechos se


producen frecuentes cambios legislativos. Se deben analizar las
repercusiones que tienen esas alternativas en el ámbito penal.

Hay que recordar que la forma de la sanción, promulgación y


publicación de las leyes está reglada en la Constitución Nacional, a la
que complementa el Código Civil en cuanto establece desde cuándo
comienzan a regir.

Las leyes tienen vigencia hasta que sean derogadas, lo que tiene
especial importancia en la materia que nos ocupa pues no es admisible
invocar el desuso.

En principio, como en toda rama del derecho, rige la regla de la ley


vigente al momento de ocurrir el hecho es la que se aplica para resolver.

Ocurre en la práctica que entre el momento en que se comete el


hecho y el momento en el cual éste es sentenciado, transcurre un lapso
de tiempo más o menos prolongado, durante el cual las leyes aplicables
al caso pueden sufrir modificaciones.

En cuanto a ellas, en el derecho penal rige el principio absoluto


de legalidad, en virtud del cual ninguna conducta es punible si
previamente una ley no la define como delito y la sujeta a una pena. Por
ende, jamás una ley penal puede aplicarse en forma retroactiva.

La situación del cambio legislativo entre el delito y el proceso, está


resuelta por nuestro Código Penal en su Art. 2: “Si la ley vigente al
tiempo de cometerse el delito fuere distinta de la que exista al
pronunciarse el fallo o en el tiempo intermedio, se aplicará siempre la
más benigna. / Si durante la condena se dictare una ley más benigna, la

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pena se limitará a la establecida por esa ley. / En todos los casos del
presente artículo, los efectos de la nueva ley se operarán de pleno
derecho.”

Por ley formal entendemos, aquella dictada por los órganos competentes
(Congreso Nacional) y conforme el procedimiento estatuido
constitucionalmente.

Existen delitos que por sus exigencias no se agotan y se


consumen en un solo acto o momento temporal preciso. O en
determinados tipos de delitos, bajo las condiciones que se los comete,
puede considerarse que hay una persistencia o continuidad delictiva.

Por lo cual es necesario distinguir entre:

A.- DELITOS INSTANTÁNEOS:

Son aquellos que se consuman en una solo acto. Ejemplo:


homicidio, robo, etc.

B.- DELITOS CONTINUOS O PERMANENTES:

Son aquellos en los cuales la acción que constituye el delito, por


definición debe necesariamente prolongarse en el tiempo durante un
lapso significativo, para que la conducta pueda ser típica. Ejemplo:
secuestro extorsivo o privación de libertad (aquí la persona aparece
restringida, cuya duración se traduce en una restricción de la libertad
ambulatoria del individuo).

EXTRACTIVIDAD DE LA LEY:

Hace referencia a la aplicación de la ley fuera del tiempo de


referencia.

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Retroactividad una ley nueva se aplica para atrás

EXTRACTIVIDAD

Ultractividad una ley que fue derogada se sigue


aplicando a un caso anterior

¿Qué momento debe tenerse por consumado el hecho para


determinar la ley penal aplicable?. Es de aplicación aquí la: “ley más
benigna”, ya sea la anterior o la posterior. Asimismo debe tenerse como
momento del delito, la iniciación del mismo, ya que el delincuente
conocía la ley que regía y su pena para el hecho que iba a realizar.

Cuando se hace referencia a ley más benigna, uno centraliza la atención


en aquella que reduce la pena del delito. Sin embargo debe decirse que
esto abarca problemas que exceden a la ley penal, ya que la mayor o
menor benignidad de la pena, puede venir de un ámbito extrapenal
(ejemplo: ley de estupefaciente reprime la tenencia y el consumo de las
sustancias catalogadas como tales a través del poder ejecutivo. Cabe la
posibilidad de que alguna sustancia que hoy se considera como
estupefaciente, en un próximo decreto no estuviera en el listado
respectivo, debido a estudios posteriores. / Otro ejemplo es el hecho de
que una ley contemple como agravantes circunstancias que en una ley
posterior no resultan tales).

No se puede determinar a priori cuál es la ley más benigna, esto


es una cuestión que debe ser determinada frente al caso concreto,
durante el proceso, e individualizando sobre los acusados.

El Pacto de San José de Costa Rica, suscripto por nuestro país,


en su Art. 9 dispone la aplicación de la ley más benigna. Con lo cual y a
partir de la reforma de la Constitución Nacional de 1994, el principio en

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estudio adquiere jerarquía constitucional. Carácter que anteriormente
no poseía, por lo que podía actuarse en sentido contrario.

Hasta que se produzca el agotamiento de la condena, puede


plantearse el principio de la ley más benigna, a partir de allí no existe
posibilidad de aplicación ni interés jurídicamente tutelado.

El principio se aplica a pedido de parte o de oficio por el juez. Al


considerarse la ley más benigna debe tenerse en cuenta el cuerpo
íntegro de normas.

En el caso que los delitos se hayan cometido durante la vigencia


de una ley, y luego ella cae durante el proceso, se debe continuar
igualmente con su aplicación.

Las leyes excepcionales son aquellas que están dirigidas a una


figura específica. Atienden a la aplicación de cuerpos legales de tipo
punitivos en ámbitos restringidos.

Las medidas de seguridad son medidas de carácter penal no


punitivas. Son medidas que se adoptan contra el autor de un ilícito que
es inculpable, y si además son peligrosas. Internación en un
manicomio, es la única medida contemplada específicamente a los
inculpables. Se discute en estos casos si se aplica la ley más benigna.
En general se entiende que sí, sin embargo existen autores como Soler
que se oponen a ello, diciendo que si el autor es peligroso la medida de
seguridad debe ser impuesta, aunque luego exista otra posterior más
benigna.

El principio de la ley más benigna tuvo rango constitucional en


nuestro país durante la vigencia de la Carta de 1949, cuyo artículo 29
disponía: "Siempre se aplicará y aun con efecto retroactivo, la ley penal
permanente más favorable al imputado".

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“La Ley Penal más benigna: su determinación”

Los puntos de partida en esta materia son los siguientes: Lo


básico es la no extractividad de las leyes penales: no retroactividad, ni
ultractividad, conforme al aforismo: tempus regis actum.

La doctrina ha elaborado estas teorías:

a. Irretroactividad de la ley en todos los casos, según lo


propugnaban antiguos escritores alemanes.

b. Irretroactividad, salvo el caso de la ley más benigna. Los funda-


mentos de esta idea son: 1. Constituyen manifestaciones de pura
justicia, tanto la regla como la excepción. 2. Lo primero es una garantía
para el ciudadano, además de un derecho adquirido; en cuanto a lo
segundo, la sociedad al dictar una ley más favorable considera que la
represión que esta última impone es suficiente. 3. La aplicación de la
ley más benigna es la manifestación de un principio humanitario.

c. Retroactividad de la nueva ley, salvo que sea más severa.

d. Retroactividad absoluta. Se la aceptaba en el Derecho romano


de la era republicana, y modernamente fueron partidarios de la misma
algunos positivistas, dejando a salvo empero que ello no podía ocurrir
cuando al momento del hecho este no estaba incriminado como delito.

Casos que pueden presentarse:

a. La creación de un nuevo tipo delictivo. b. La abolición de un


tipo delictivo. c. Modificaciones en la solución legal de los casos.

En nuestro ordenamiento positivo el primero se resuelve por el


artículo 18 de la Constitución Nacional, y los dos restantes en virtud de
lo que dispone el artículo 2 del Código Penal: "Si la ley vigente al tiempo
de cometerse el delito fuere distinta de la que exista al pronunciarse el
fallo o en el tiempo intermedio, se aplicará siempre la más benigna.

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"Si durante la condena se dictare una ley más benigna, la pena se
limitará a la establecida por esa ley.

"En todos los casos del presente artículo, los efectos de la nueva
ley se operarán de pleno derecho.

Para la determinación de cuál es la ley más benigna puede ser


necesario considerar las variaciones producidas en otras ramas del
Derecho. Porque por ley, según la palabra usada por el artículo citado
por ley se debe entender cualquier norma que tenga incidencia en la
resolución del caso.

Se deben comparar las leyes sucesivas en relación a: a. El tipo de


pena. b. La gravedad de la misma. c. Los términos de la prescripción. d.
Los requisitos de la acción y de procedibilidad, etc.

En definitiva cuál es la ley más severa y cuál la más favorable


debe decidirse en cada situación concreta. Pero hay dos aspectos insos-
layables: No se le puede dejar elegir al reo, dado el carácter público del
Derecho Penal y no es posible hacer combinación de leyes, tomando lo
más benigno de una y de otra. Esto le está vedado al juzgador, porque
es una facultad legislativa. La única excepción está dada por el artículo
tercero del Código: "En el cómputo de la prisión preventiva se observará
separadamente la ley más favorable al procesado".

Esta norma se aplica a las leyes penales especiales, siempre que


no dispongan lo contrario, según el artículo siguiente: "Las disposi-
ciones generales del presente Código se aplicarán a todos los delitos
previstos por leyes especiales, en cuanto éstas no dispusieran lo
contrario”. Pueden indicar, por ejemplo, reglas de reincidencia o de
prescripción diferentes.

Tiene importancia para determinar el principio y el fin del período


durante el cual se debe aplicar la ley más favorable, el tiempo en que el
delito se estima cometido, así como si es instantáneo, permanente o

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continuado. También si se trata de un delito a distancia, en caso de
existir diferencias entre la ley del lugar de la manifestación de la
voluntad y la del lugar del resultado, o cuando opera el "derecho penal
por representación", pues en esos casos se aplica la ley más benigna
tomando esta regla como principio general del derecho.

Leyes temporales y excepcionales:

Se presentan problemas referidos a la ultractividad cuando la ley


penal tiene un determinado límite de vigencia (ley temporal) y el delito
se comete por ejemplo el último día, cuando ya no habrá tiempo para
juzgar al autor. O en casos de leyes que van a regir durante una
determinada emergencia, como una guerra, una inundación u otra
catástrofe (ley excepcional). ¿Cesado el tiempo de vigencia de la ley o
superada la situación excepcional, puede el delincuente invocar el
artículo 2o. del Código Penal y pretender que se le aplique la ley más
benigna?

No existe una respuesta unánime en la doctrina y en la jurispru-


dencia, aunque prevalece el criterio de que los hechos acaecidos
durante la vigencia de la ley temporal deben regirse por ella, ya que si
se aplicase la ley más benigna con efecto retroactivo, la ley temporal no
podría cumplir la finalidad que llevó a su sanción. En cuanto a las leyes
excepcionales la solución sería la misma, pero preocupa la imprecisión
del plazo, pues la vigencia de ellas resulta de la desaparición de las
circunstancias que la motivaron.

Validez temporal de ciertas clases de leyes penales:

a. Ley penal intermedia. El mismo artículo segundo del Código


Penal resuelve el caso pues menciona el "tiempo intermedio". De
manera que a veces la comparación hay que hacerlo entre más de dos
leyes y aún puede ocurrir que entre la vigencia de una y otra ley quede
un tiempo en que el hecho no esté previsto como delito. Durante ese

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lapso la ley más benigna es la que no existe y consecuentemente
corresponde la absolución.

b. La extractividad favorable de los tratados internacionales. Los


tratados internacionales para cuya concreción se han seguido las reglas
que fija la Constitución son ley y consecuentemente sus disposiciones
integran el campo de la regla que estamos analizando.

c. Leyes interpretativas y fe de erratas.

Cuando las primeras, so excusa de fijar el entendimiento de la norma


anterior en realidad varían su alcance, el principio del artículo 2o. debe
ser respetado.

No ocurre lo mismo en el caso de una ley de fe de erratas, pues lo


único que hace es corregir un error material: no hay dos textos sino uno
sólo corregido.

d. Medidas de seguridad. Se discute si en relación a las medidas


de seguridad funciona este principio, y aparentemente la respuesta
debería ser negativa, porque se supone que se trata de disposiciones
que tienden siempre a beneficiar al sometido a ellas y que si se
modifican será porque nuevas experiencias científicas lo aconsejan.
Pero esta opinión no debe prevalecer cuando las nuevas medidas de
seguridad impliquen una restricción mayor a la libertad del sometido a
ellas.

El principio de la cosa juzgada cede exclusivamente en el ámbito


referido a la aplicación de la ley más benigna;

Si se ha operado un cambio más favorable al reo para la ejecución


de la pena, también se debe aplicar el principio contenido en el artículo
2 del Código Penal.

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