Hubo una vez un conejo blanco que quería cruzar el mar.
A través de las olas podía ver una bella isla a lo lejos. el conejo soñaba con ir hasta allá. pero había un problema: él no sabía nadar y, además, no había botes. Entonces tubo una gran idea. Fue a la orilla de la playa, llamó a un tiburón y les dijo: - ¡Oh!, señor tiburón, ¿quién de nosotros tienen más amigos, usted o yo? -Estoy seguro que yo tengo más amigos que tu -dijo el tiburón. -Bien, vamos a contarlos para estar seguros -dijo el conejo-. Ponga a sus amigos en fila desde aquí hasta la isla, entonces podré contarlos