Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
de la
PERSONALIDAD
DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONES
DEL
LICEO EXPERIMENTAL "MANUEL DE SALAS"
19 5 1
F L O R E N C I A B A R R I O S T I R A D O
de la
PERSONALIDAD
DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONES
DEL
19 5 1
I N D I C E
INTRODUCCION 7
CONCEPTO D E PERSONALIDAD 11
FACTORES DETERMINANTES DE LA
PERSONALIDAD 15
A. — La Herencia y el medio 15
B. — Los Motivos o Impulsos 16
DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD 19
A. — Los Comienzos de la Personalidad 19
B. — La Personalidad en el Primer Año de Vida . . . . 20
EL "YO" 31
A. — Conciencia del YO 31
B. — Sugestión 33
C. — Amor' Propio 33
D. — Inferioridad y Compensación 34
AUTONOMIA FUNCIONAL 37
LA PERSONALIDAD MADURA O ADULTA 41
A. — Extensión del YO 41
B. — Objetivación del YO 43
C. — Filosofía de la Vida 44
BIBLIOGRAFIA 47
Con la publicación de la obra "Ideas
para una Teoría de la Personalidad", de
que es autora la señorita Florencia Ba-
rrios Tirado, se inician los trabados de
divulgación de experiencias educaciona-
les bajo los auspicios del Departamento
de Publicaciones de la Sección Técnico-
Pedagógica del Liceo Experimental
"Manuel de Salas", de acuerdo con la
nueva organización aprobada en 1950
por el Honorable Consejo Universitario.
INTRODUCCION
t » 1
CONCEPTO DE PERSONALIDAD
[ 13 1
FACTORES DETERMINANTES DE LA
PERSONALIDAD
A. — L A HERENCIA Y EL MEDIO.
B. — L O S MOTIVOS O IMPULSOS.
[ 17 3
DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD
A. — L O S COMIENZOS DE LA PERSONALIDAD.
B. — L A PERSONALIDAD EN EL PRIMER AÑO DE VIDA.
[ 20 1
FENOMENOS CARACTERISTICOS
DEL CRECIMIENTO
A. — DIFERENCIACION.
B. — INTEGRACION.
C. — MADUREZ.
D. — APRENDIZAJE.
l 28 ]
2. — Discernimiento. — Cuando hablamos de
discernimiento pensamos en una idea importantí-
sima para el comportamiento individual, ya que
a través de él pueden los seres humanos concebir
las relaciones de los más complejos factores que
aún convienen a sus necesidades e intereses.
De acuerdo con esta idea del discernimiento,
los seres humanos poseen la habilidad indispensa-
ble para reconocer y organizar su campo de acción
y concebir las relaciones de ios factores entre sí,
de modo que puedan adoptar la conducta que más
convenga a sus necesidades.
La existencia de una conducta de discernimien-
to presupone que un esfuerzo inteligente y una eva-
luación adecuada de sus factores influyen en el
desarrollo de la personalidad.
3. — Imitación. — La personalidad de un niño,
y en menor grado la de un adulto, se forma en
gran parte por la imitación. Miuchos métodos de
adaptación se toman de otras personas y sirven
como modelos de conducta. A fines del siglo XIX,
el sistema de educación consideraba este recurso
como una explicación indispensable de formas de
aprendizaje.
Desde el punto de vista de la psicología peda-
gógica, se reconocen tres tipos de procesos de imi-
tación, independientes en su manera de operar, ca-
da uno de los cuales examinaremos brevemente.
nuestro estado actual de conocimientos, pueden ser aún más apro-
piados otros métodos".
"Enciclopedia de la Educación Moderna". Rivlin y Schueler.
[ 29 1
El primero de ellos es una especie de acción
refleja condicionada, que suele considerarse sim-
plemente como un eco, al que puede atribuirse el
primer idioma del niño, en el cual se incluyen ade-
más de la lengua hablada ciertos gestos conven-
cionales primitivos.
Una segunda forma de temprana imitación es
la inconsciente derivada de "tensiones muscula-
res", que no siempre se comprende bien sin inves-
tigaciones previas.
La tercera forma de imitación es la copia cons-
ciente y deliberada de la conducta de otro. Apare-
ce a fines del primer año. En su avance hacia el
término de la niñez, la copia deliberada se hace un
factor más y más importante en el crecimiento
de la personalidad, especialmente en lo que se re-
fiere a la adopción de prejuicios, creencias y acti-
tudes de nuestros mayores. Este tipo de imitación
consciente y deliberada continúa a través de toda
la existencia y juega un rol de importancia en el
desarrollo de la personalidad.
I 30 ]
EL YO
A. — CONCIENCIA DEL "YO".
B. — SUGESTION.
C. — A M O R PROPIO.
D. — INFERIORIDAD Y COMPENSACION.
I 36 ]
AUTONOMIA FUNCIONAL
I 39 ]
LA PERSONALIDAD MADURA
O ADULTA
A. — E X T E N S I O N DEL 'YO".
B. — OBJETIVACION DEL "YO".
C. —FILOSOFIA D E LA VIDA.
Hay tantas maneras de crecer como individuos
existen, y en cada uno de ellos el producto es único
o exclusivo. Existen tres características diferencia-
doras, que parecen a la vez ser universales e indis-
pensables, mediante las ¡cuales (se distingue una
personalidad totalmente desarrollada de una que
todavía no lo está.
A. — Extensión del "yo". — En primer lugar, la
persona desarrollada tiene una variedad de inte-
reses. Pueden referirse éstos al trabajo, pensamien-
tos y recreaciones. Puede participar vigorosamente
en las investigaciones que le sirvan para alcanzar
algún valor. El egocentrismo no es signo de perso-
nalidad madura. Cualquier vida será inmadura,
salvo que esté orientada hacia fines culturales y
sociales, o que esté absorta en la búsqueda de las
causas y las finalidades que combatan todo prin-
cipio de vanidad y egoísmo. Estas finalidades re-
[ 41 1
presentan una extensión del "yo" que es el primer
requisito para la madurez de la personalidad.
El sentimiento del "yo", que se forma en la
infancia y que se refuerza durante el período del
negativismo, no está totalmente formado en los pri-
meros tres años, ni en los primeros diez. Continúa
agrandándose con la experiencia, las adaptaciones
y el discernimiento. Durante la adolescencia es es-
pecialmente agudo, y todavía continúa el proceso
de maduración. Los bienes, los amigos, y la vida
familiar, los intereses culturales, las ideas abstrac-
tas, la política, la recreación y especialmente nues-
tro propio trabajo, conducen a la personalidad con
conciencia de su propio yo. Se extiende el "yo" me-
diante la introspección; poco a poco, objetivamen-
te la personalidad evoluciona y madura. La intros-
pección juega un papel importante en la extensión
del "yo", aunque sólo adquiere forma objetiva en
la última etapa de su evolución y madurez.
El planeamiento inteligente del futuro es siem-
pre un rasgo significativo de la madurez de la vi-
da. El individuo se imagina las cosas como podrían
ser y se representa tal como le gustaría que fuera
su propia personalidad. El planeamiento del futu-
ro determina el desarrollo de la personalidad en
forma tan efectiva como lo hacen las fuerzas del
pasado, conservadas por la memoria y los recuer-
dos. Cada vida parece definitivamente ordenada y
dirigida hacia una meta seleccionada; cada perso-
na tiene que vivir para algo. Un estudio de lo que
pudiera llamarse suicidio ha demostrado que la vi-
da se hace insoportable para los que no encuen-
[ 42 1
tran ninguna finalidad, para la cual vivir, o no tie-
nen una meta a la cual llegar.
B. — Objetivación del "yo". — En segundo lu-
gar, puede considerarse la objetivación del "yo" que
es una especie de aislamiento característico de la
persona madura cuando considera sus pretensiones
en relación con sus habilidades; sus objetivos pre-
sentes en relación con las metas que pretende al-
canzar; su bagaje intelectual o dotes en compara-
ción con el de otros y su opinión de sí mismo en re-
lación con la que otros tienen de él. Esta capaci-
dad se relaciona íntimamente con el discernimien-
to y está unida al sentido del humor que, en una
u otra forma, casi siempre implica la posesión de
una personalidad madura.
El discernimiento, cuyo valor nunca se discu-
te, es el conocimiento de sí mismo y el requisito
indispensable para producir cualquier cambio in-
teligente del yo.
Hace comprensibles y conscientes los errores
pasados, de tal manera que no los vuelve a repetir
por ignorancia. También desplaza las inquietudes
innecesarias; pero para que una persona cambie
fundamentalmente, además del discernimiento, de-
be tener un plan para el futuro y nuevos motivos
de acción. A la gente de buen discernimiento se le
reconoce por poseer una inteligencia superior a la
normal.
El discernimiento y el humor van juntos. De-
be distinguirse el sentido del humor del sentido có-
mico. El verdadero humor ha sido definido como
l « 1
la "habilidad para reírse de las cosas que se quie -
ren, incluyéndose, por supuesto, a sí mismo y a las
cosas que le pertenecen, y, aún, continuar querién-
dolas".
El humor de esta clase parece tener un desarro-
llo enteramente paralelo al del discernimiento. Un
niño pequeño carece de ambos. En la adolescencia
es muy raro que se alcancen a tener, porque la
juventud carece de perspectivas. En la madurez se
procede con discernimiento a elegir entre lo que
hay que cuidar y lo que no necesita cuidado y en-
tre lo que es verdaderamente valioso y aquello que
no lo es.
El discernimiento y el humor son psicológica-
mente fenómenos simples, particulares o únicos,
como lo es la objetivación del "yo".
C. — Filosofía de la vida. — Un tercer factor in-
tegrante de la personalidad madura o adulta, es
una filosofía de la vida. Cualquiera personalidad,
que sea realmente madura, actúa y reflexiona, vive
y goza de acuerdo con alguna filosofía de la vida
que ha desarrollado para su propia satisfacción y
que representa para ella su lugar en la vida.
Hay muchas filosofías como modos de vida, pe-
ro la psicología no ha tratado de darles una orde-
nación sistemática. Una escuela psicológica con-
temporánea ha descrito tipos ideales de filosofía
que representan modelos fundamentales de valo-
res humanos. Estos tipos ideales, según Spranger,
son los siguientes:
[ 44 1
1) El Teórico. — El interés dominante del hom-
bre teórico es el descubrimiento de la verdad. Su
principal finalidad en la vida está en sistematizar
sus conocimientos.
2) El Económico. — El hombre económico se
interesa por lo que es útil, positivo y práctico, y
armoniza su vida con valores económicos.
3) El Estético. — El hombre estético ve sus
más altos valores en la forma y la armonía. Con-
centra su interés primordial en lo que hay de artís-
tico en la vida.
4) El Social. — El hombre social quiere a sus
semejantes. Reconoce a las demás personas como
fines y no como medios para servirse de ellas. Es,
por lo tanto, bondadoso, simpático, generoso y al-
truista.
5) El Político. — El hombre político se inte-
resa esencialmente por el poder. Sus actividades no
están exclusivamente dentro del campo de la po-
lítica, sino en otros que también pueden satisfacer
sus intereses.
6) El Religioso. — El más alto valor para el
hombre religioso es la divinidad. Es místico y trata
de comprender al mundo en su totalidad y relacio-
narse espiritualmente con él.
Hay varias razones de por qué la orientación
de esta escuela de pensamiento psicológico no pue-
de seguirse en todos sus aspectos. Exalta la natu-
raleza humana demasiado y los tipos ideales indi-
[ 45 1
cados son exageraciones. Existen muchos posibles
modelos individuales dentro de cada uno de ellos,
muchas clases de intereses, cada una de las cua-
les produce un curso diferente en el desarrollo de
la personalidad.
Cada rama de la psicología tiene sus limitacio-
nes, de modo que sus recursos combinados deben
agruparse para dar apenas una explicación adecua-
da y aproximada del desarrollo de la personalidad.
[ 46 1
BIBLIOGRAFIA
A L L P O R T , G . W. — Personaiity, A Psychological
Interpretaron.
[ 47 1