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CONCILIACIÓN EN PAREJAS DEL MISMO SEXO

La Corte Constitucional determinó que las parejas del mismo sexo están habilitadas para adoptar
conjuntamente, acorde con una lectura de las normas legales acusadas conforme con la
constitución política y los tratados internacionales sobre derechos humanos, que consagran la
protección del interés superior de los niños, niñas y adolescentes.

La Corte decide sobre una demanda contra algunos segmentos normativos, contenidos en los
artículos 64, 66 y 68 del Código de la Infancia y la Adolescencia (Ley 1098 de 2006), y 1º de la Ley
54 de 1990. Estas normas se refieren a los efectos jurídicos de la adopción, al consentimiento para
la misma, a los requisitos para adoptar y a los elementos constitutivos de la unión marital de
hecho.

A juicio de los accionantes, las normas acusadas excluyen la posibilidad de que los niños sean
adoptados por parejas conformadas por personas del mismo sexo. Los demandantes cuestionaron
justamente dichas disposiciones, en esencia, por vulnerar el derecho a la igualdad y el interés
superior de los niños que permanecen en situación de adoptabilidad, al limitar sin justificación
suficiente el universo de familias que pueden adoptarlos. También, adujeron que hubo una
omisión relativa del legislador, violatoria del interés superior de los niños, porque la ley no
consagró claramente una regulación para la adopción de niños por parejas del mismo sexo, lo cual
supone una desprotección de la niñez. Finalmente, observaron que existe una interpretación
dominante en la administración pública (ICBF y Procuraduría General de la Nación), orientada a
desproteger a los niños, que reduce el universo de familias potencialmente adoptantes, en cuanto
excluye a las parejas del mismo sexo en detrimento de los derechos de los niños.

La Corte comenzó por precisar que la decisión reciente sobre la materia, contenida en la sentencia
C-071 de 2015, no impide un pronunciamiento sobre las normas demandadas. Ese fallo solo hizo
tránsito a cosa juzgada relativa, por cuanto se centró en el examen de dos problemas jurídicos,
referidos a los derechos de la igualdad y a la familia de las parejas del mismo sexo, pero no a los
derechos de los niños desde la perspectiva del principio constitucional del interés superior del
menor (CP art. 44).

En el presente caso la decisión de fondo (habilitar la adopción de niños por parejas del mismo sexo
en virtud del interés superior del niño) tuvo como base los siguientes argumentos:

1.- En primer lugar, la Corte señaló que los estudios científicos y las pruebas aportadas al proceso
demostraban en forma dominante, o bien que la adopción por parejas del mismo sexo no genera
afectaciones en el desarrollo integral de los niños, o bien que no está acreditada ninguna
afectación a los niños que viven con parejas del mismo sexo. Aun cuando algunas intervenciones
indicaban que los resultados no eran definitivos, la Corte verificó que no se refutaron las
conclusiones prevalecientes, y en un caso la objeción planteada fue inaceptable a la luz de la
Constitución, por cuanto afirmaba que la homosexualidad es considerada como una patología, lo
cual ha sido claramente desvirtuado.

2.- En segundo lugar, la Sala Plena resaltó que según la Constitución, los tratados internacionales
sobre derechos humanos, la jurisprudencia internacional y la jurisprudencia de esta Corte, la
orientación sexual de una persona, o su sexo, no son por sí mismos indicadores de falta de
idoneidad moral, física o mental para adoptar; de modo que impedir que un niño tenga una
familia, fundándose para ello únicamente en la orientación sexual o el sexo de una persona o de
una pareja, representa una restricción inaceptable de los derechos del niño, y es entonces además
contrario a su interés superior, protegido por la Constitución y los instrumentos que se integran a
ella.

3. En tercer lugar, la Corte reconoció que una lectura conforme con la Constitución indica que,
desde la perspectiva de la protección al interés superior del niño, la ley debe entenderse como
neutra al sexo de las parejas y a la orientación sexual de quienes las conforman.

4.- En cuarto lugar, la Corte advirtió que, en vista de que no se encuentra acreditado de manera
concluyente que los menores sufran o puedan sufrir algún tipo de afectación en su desarrollo
armónico e integral por el hecho de ser adoptados o crecer en el entorno de una familia
conformada por parejas del mismo sexo, excluir a estas últimas del universo de potenciales
adoptantes implica una limitación del derecho de los niños a tener una familia y no ser separados
de ella, que afecta injustificada, irrazonable y desproporcionadamente su interés superior (CP
art.44).

5. En quinto lugar, la Sala Plena de la Corte verificó y reafirmó que tiene competencia y legitimidad
para intervenir en la resolución de este caso. No solo porque la Constitución así se lo reconoce
expresamente en el artículo 241, sino además porque se trata de proteger derechos de población
vulnerable, como los niños en situación de adoptabilidad, frente a una interpretación de la ley que
no es conforme con el principio de interés superior del menor, en un contexto en el cual los niños
son una población desaventajada en términos representativos, cuyos derechos debe proteger el
juez al margen de la decisión de las mayorías políticas.

Es precisamente en estos casos, para garantizar los derechos de grupos vulnerables y sin
representación democrática específica, que se justifica la función de control constitucional a la
actividad del Legislador.

6.- La Corte aclaró que cualquier proceso de adopción debe estar siempre dirigido a garantizar el
interés superior del menor y el restablecimiento de sus derechos, y por tanto en todo caso será
deber del Estado verificar, conforme a la Constitución y en los términos de esta sentencia, si se
cumplen los demás requisitos establecidos en el ordenamiento jurídico.

Por las anteriores razones, la Corte resolvió declarar la exequibilidad condicionada de las normas
impugnadas, en el sentido de que “en virtud del interés superior del menor, dentro de su ámbito
de aplicación están comprendidas también las parejas del mismo sexo que conforman una
familia”. De tal forma, el ordenamiento constitucional no excluye que los niños sean adoptados
por parejas del mismo sexo.

De igual manera podemos verificar que también en la sentencia SU-696 de 2015, por considerar
que se vulneró el debido proceso y se desconocieron preceptos constitucionales, el procurador
General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, solicitó la nulidad parcial de la Sentencia SU
969 de 2015, a través de la cual la Corte Constitucional señaló que los hijos biológicos de uno de
los integrantes de una pareja conformada por personas del mismo sexo, que nacieran durante la
existencia de una relación estable, podían ser registrados como hijos procreados por la pareja.

La Corte argumentó que debía aplicarse en forma analógica a los casos de parejas homosexuales la
disposición contenida en el artículo 213 del Código Civil, que establece que los hijos habidos
durante el matrimonio o la unión marital de hecho se presumen como hijos legítimos de la pareja
de la madre que los engendró.

De otra parte, el procurador general le señaló a la Corte que su decisión terminaría por quitar a los
niños hijos de un miembro de la pareja homosexual el derecho fundamental a la filiación biológica
y a conocer su verdadero origen natural y, además, demostró que una decisión así configuraría
una discriminación frente a aquellos niños concebidos de forma natural, ya que ellos sí tendrían
derecho a conocer su origen biológico.

La corte constitucional da un reconocimiento de derechos a las parejas homosexuales en la


sentencia C-075/07 donde resalta que el estado y la misma sociedad deben garantizar la
protección integral de la familia tanto, parejas heterosexuales, como a parejas homosexuales.

La base de este concepto parte de la constitución política la cual no permite distinción alguna
entre los diversos conceptos de familia que actualmente ampara.

La evolución de nuestra sociedad y sus costumbres han dado a que la concepción que se tiene de
la conformación de la familia entre un hombre y una mujer cambie y tenga nuevas variables
jurídicas y socialmente constatables que superan la noción tradicional de familia y lo podemos ver
a partir de la sentencia C-075 de 2007.

Se le da un reconocimiento de las personas homosexuales que conviven en pareja como fuente de


familia, que deciden una comunidad de vida permanente y singular, de conformidad con los
precisos términos del artículo 1° den la ley 54 de 1990.

El artículo 5° de la constitución política reconoce como principio del ordenamiento jurídico la


interrelación entre la persona y la familia.

<<El estado reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos inalienables de la
persona y ampara a la familia como institución básica de la sociedad>>. Estos dos apartes se
interrelacionan. En principio hace relación a la persona y sus derechos y el final hace referencia a
la familia, que está conformada por personas, seres humanos que tienen derecho a nacer, crecer y
a morir en el seno de una familia.

Así también la sentencia SU-696 de 2015 en referencia de acción de tutela por la que los
accionantes demandan las entidades de la registraduría nacional del estado civil y notarias de
Medellín en la que consideran los actores que la negación de dichas entidades para inscribir a sus
hijos en el registro civil de nacimiento vulnero derechos fundamentales como la dignidad humana,
a la igualdad, discriminación, reconocimiento a la personería jurídica y la prevalencia de los
derechos del menor.

Conforme con lo estipulado en la ley la corte considera que se deben proteger los derechos
fundamentales del menor y por ese hecho declara procedente la acción de tutela y concede la
protección de estos mismos.

La ley 979 de 2005 por medio del cual se modifica parcialmente al ley 54 de 1990 y se establecen
unos requisitos para demostrar la unión marital de hecho y sus efectos patrimoniales entre
compañeros permanentes.

En su artículo 1° literal b dice: Cuando exista una unión marital de hecho por un lapso no inferior a
dos años e impedimento legal para contraer matrimonio por parte de uno o de ambos
compañeros permanentes, siempre y cuando la sociedad o sociedades conyugales anteriores
hayan sido disueltas antes de la fecha en que se inició la unión marital de hecho.

Motivo por el cual se asume que las parejas del mismo sexo tienen los mismos derechos que las
parejas heterosexuales.

De esa forma tenía que argumentar los derechos de las parejas homosexuales en unión marital de
hecho para luego dar una repuesta jurídica que fuera acorde con los principio constitucionales y
no estuviera en contravía de lo normado, así entonces puedo decir que:

1. La conciliación extrajudicial es un mecanismo con acceso rápido a la justicia.


2. Los centros de conciliación son competentes para conocer en materia de familia (custodia
y cuidado personal de los hijos), según el artículo 31 de la ley 640 de 2001.
3. Que las parejas del mismo sexo con unión marital de hecho tienen los mismos derechos
que las parejas heterosexuales.
4. Que los derechos fundamentales son prevalente en nuestra constitución.
5. Que los derechos de los niños están por encima de los demás.

Con esto argumentos doy una respuesta afirmativa de la pregunta, ¿puede haber conciliación
sobre cuidado y custodia de hijos cuando las parejas son del mismo sexo y han declarado unión
marital de hecho?

José Luis Avellaneda Avellaneda


DECRETO LEGISLATIVO 491 DE 2020

Las partes en los tramites conciliatorios, y los deudores y sus acreedores en los de insolvencia de
persona natural no comerciante, podrán manifestar su aceptación a través de cualquier mensaje
de datos u otro medio idóneo que permita registrar su voluntad de conformidad con lo
establecido en la ley 527 de 1999. El plazo contenido en los artículos 20 y 21 de la ley 640 de 2001
para el trámite de las conciliaciones extrajudiciales

Parágrafo 2. No se podrá adelantar ninguno de los trámites previstos en el artículo si alguna de las
partes se muestra en imposibilidad para comparecer a las audiencias virtuales, o aportar pruebas,
soportes y anexos.

Artículo 11. De las firmas de los actos, providencias y decisiones. Durante el periodo de
aislamiento preventivo obligatorio las autoridades a que se refiere el artículo 1 del presente
decreto, cuando no cuenten con firma digital, podrán válidamente suscribir los actos, providencias
y decisiones que adopten mediante firma autógrafa mecánica, digitalizadas o escaneadas, según la
posibilidad de dichos medios.

Regla: no se permite que graven por ningún otro medio la audiencia,

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