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l frío interno 内寒 Nèi hán

Publicado el 1 julio, 2021 por eduard


Eduard Genís Sol, julio del 2021

El frío interno puede generarse por dos vías:


La primera es una penetración directa de frío externo ( 外 寒 , Wài hán),
que invade el organismo a través de la piel y los tejidos subcutáneos, para
después irrumpir en los canales y los órganos internos, obstruir la circulación
del yáng Qì y de la sangre, y manifestarse con dolor, rigidez y punzadas. Cuando
asedia los canales, el frío suele acompañarse de humedad, y la conjunción de
ambos perversos produce lo que en medicina china se conoce como un patrón
de impedimento ( 痹 证 , Bì zhèng), relacionado,  parcialmente, con el concepto
occidental de ‘reumatismo’. Otras veces, el frío externo invade directamente el
estómago a partir de una ingestión de alimentos y bebidas frías, y se manifiesta
con retortijones abdominales, vómitos y diarrea. En ambos casos, se trata de
un frío plenitud ( 实 寒 , Shí hán) que, además, suele dañar el yáng Qì y
conducir a un vacío del yáng. Por otra parte, si el yáng Qì del organismo está
vacío, la capacidad de resistencia del cuerpo contra la invasión de perversos
externos disminuye, con lo cual aquél es invadido fácilmente por el frío externo.
La segunda vía de generación de un frío interno se produce a partir de un vacío
del yáng Qì de los órganos internos -especialmente el riñón, el bazo y el
corazón- que se manifiesta como un frío vacío ( 虚 寒 , Xū hán). Ante un vacío
del yáng Qì, las funciones de calentamiento y de transformación del Qì quedan
dañadas, con lo cual se debilitan las actividades funcionales del organismo y se
genera frío por vacío del yáng. Cuando el frío interno ( 内 寒 , Nèi hán) se
produce a partir de ello, se hace referencia a una producción de frío vacío en el
interior( 虚寒内生 , Xū hán nèi shēng) o, simplemente, de frío vacío ( 虚寒 , Xū
hán), y éste suele estar relacionado con un vacío del yáng Qì del bazo y/o del
riñón. El bazo es la raíz del Cielo posterior (脾为后天之本, Pí wèi hòu tiān zhī
běn) y el origen de la generación y de la transformación del Qì y de la sangre (脾
为 生 化 气 血 之 源 , Pí wéi shēng huà qì xuè zhī yuán), y el yáng del bazo debe
alcanzar las cuatro extremidades para calentarlas. Por otra parte, el yáng del
riñón es la raíz del yáng Qì de todo el cuerpo. Calienta las vísceras, las entrañas
y los tejidos de todo el organismo, y es la fuente de la transformación del Qì. Por
lo tanto, si el yáng Qì del bazo y/o el del riñón se debilitan, el calentamiento y la
transformación del Qì quedarán dañados, situación que produce un frío vacío en
el interior que se manifiesta mediante signos de falta de calor (aversión al
frío, extremidades frías, deseo de calor…) y mediante signos de falta de
transformación (tez pálida, heces deshechas o diarrea, saburra húmeda,
ausencia de sed, y una acumulación interna de líquidos no transformados en
forma bien de humedad, bien de mucosidades, o bien de ambas).
De hecho, las vísceras que se ven más afectadas por un frío vacío (虚寒, Xū hán)
son el riñón, el bazo y el corazón. Así, un vacío del yáng del riñón puede
producir un dolor frío (冷痛, Lěng tòng) en las lumbares y las rodillas, diarrea,
micciones largas de orina clara, impotencia o esterilidad. Un vacío del yáng del
bazo suele manifestarse mediante heces pastosas o diarrea, debido a la
acumulación de líquidos no transformados. Y un vacío del yáng del corazón
puede revelarse mediante opresión y dolor torácico y unos labios cianóticos, ya
que el frío ralentiza la circulación de la sangre hasta el punto de generar una
estasis de sangre (血瘀, Xuè yū), sobre todo en la región torácica.
Además, si eventualmente el Qì y la sangre quedaran obstruidos
repentinamente, o bien la sangre y el yīn se debilitaran súbitamente, no podrían
sostener el yáng, que se colapsaría. La medicina china define a esta situación
como una deserción del yáng (阳脱, Yáng tuō) o como un colapso del yáng (亡
阳 , Wáng yáng), o también como una deserción fulminante del yáng ( 阳 气 暴
脱 , Yáng qì bào tuō) y todos estos términos definen una debilidad extrema
del yáng qì caracterizada por un sudor y una piel fríos, un frío que remonta a
contracorriente por las extremidades, apatía, un espíritu nublado en los casos
extremos, ausencia de sed o preferencia por los líquidos calientes, una lengua
pálida y un pulso escondido, o filiforme y sin fuerza. Este patrón puede
encontrarse en situaciones críticas, sobre todo tras una deserción del Qì ( 气
脱 , Qì tuō), situación que puede darse en caso de hemorragias copiosas,
transpiraciones profusas, traumatismos o infartos de miocardio.
Finalmente -y en otro caso extremo- puede suceder que, ante un debilitamiento
considerable del yáng original (元阳, Yuán yáng), la abundancia de frío-yīn en
el interior expulse el yáng hacia el exterior del cuerpo, de manera que
el yáng vacío flote extraviado ( 虚 阳 浮 越 , Xū yáng fú yuè) en el exterior,
causando un calor externo que cohabita con un frío interno. A ello se le llama
‘frío verdadero y calor aparente’ ( 真 寒 假 热 , Zhēn hán jià rè) y las
manifestaciones que encontraremos serán contrarias a la naturaleza de la
enfermedad. En este caso, se trata de un cuadro que se presenta con signos de
frío y de calor, pero sólo los signos de frío son auténticos, mientras que los
signos de calor son engañosos. En realidad, lo que sucede es que el frío-
yīn interno exuberante desplaza el calor-yáng hacia la periferia, de manera que
el paciente puede presentar debilidad e inversión de frío en las extremidades,
diarrea con alimentos sin digerir, una lengua pálida con saburra húmeda, un
pulso sin raíz, ausencia de aversión al frío, preferencia por las bebidas calientes
y, simultáneamente, con un enrojecimiento de las mejillas, dolor de garganta,
agitación, transpiración de la cabeza y un ascenso de tufaradas de calor.
Concretando, en función de las diferentes causas y mecanismos de su
generación, el frío interno puede presentarse en forma de múltiples patrones de
frío interno (内寒证, Nèi hán zhèng). Los más destacados y frecuentes son:
– Frío en los canales (经寒, Jīng hán): Tanto un frío de origen externo como
un frío producido por un vacío del yáng pueden generar y/o coexistir con este
patrón, en el que el frío obstruye los canales y los colaterales (经络阻滞, Jīng luò
zǔ zhì) y puede generar dolor en las extremidades, rigidez corporal, rampas
musculares, dolor menstrual y menstruaciones bloqueadas.
– Frío en el estómago (胃寒, Wèi hán): Se forma a partir de una penetración
directa de frío externo en forma de bebidas y/o de alimentos fríos ingeridos en
un momento inapropiado. Se manifiesta con un dolor frío en el conducto del
estómago y en el abdomen, diarrea, extremidades frías, complexión pálida,
saburra lingual blanca y un pulso profundo y de cuerda.
– Vacío del yáng del riñón ( 肾 阳 虚 , Shèn yáng xū): Se suele encontrar en
personas ancianas, o con enfermedades crónicas y en personas débiles, de pobre
constitución. Se manifiesta mediante unas extremidades frías, con frío y/o dolor
en la región lumbar y en las rodillas, con micciones frecuentes y/o nicturia, con
impotencia o bien una libido escasa, con infertilidad, dismenorrea, diarrea
líquida e hinchazón por agua (edema). El cuerpo lingual puede estar
ligeramente morado, con saburra blanca y húmeda, y el pulso puede ser
profundo, lento y sin fuerza.
– Vacío del yáng del bazo (脾阳虚, Pí yáng xū): Se manifiesta en personas
con desórdenes digestivos crónicos, que suelen tener dolor y distensión
abdominal, heces deshechas (o con una diarrea inodora que incorpora
alimentos sin digerir), hinchazón por agua (edema) más global que el
propiciado por un vacío del yáng del riñón, inapetencia y preferencia por las
bebidas calientes. Se puede apreciar un cuerpo de la lengua pálido, con una
saburra blanca y espesa y un pulso lento y sin fuerza.
– Vacío del yáng del corazón ( 心 阳 虚 , Xīn yáng xū): Suele aparecer en
personas sometidas a un estrés emocional persistente. Se manifiesta en forma
de palpitaciones, dolor torácico, falta de aliento, extremidades frías, lengua
morada o con manchas moradas y un pulso profundo, irregular y de cuerda.
– Colapso del yáng ( 亡 阳 , Wáng yáng): Como hemos apuntado
anteriormente, este patrón puede encontrarse en situaciones críticas, sobre todo
tras una deserción del Qì     ( 气 脱 , Qì tuō), situación que puede producirse en
caso de hemorragias abundantes, transpiraciones profusas, traumatismos o
infartos de miocardio y que se manifiesta mediante unas extremidades
marcadamente frías, una sensación de frío intenso que no se alivia con la
aplicación de calor, una complexión extremadamente pálida, una respiración
entrecortada, una transpiración profusa de gotas frías, una lengua pálida y un
pulso escondido.

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