Está en la página 1de 14

Adolfo Bioy Casares

EmerGentes, ..
En rt [es de María Esther Cilla,
Repo a . I
.' es de la Flor, Buenos Aires, 986, p. 158.
Edlclon

_ Hábleme sobre el escribir.


_ Escribir es hacer un mal borrador y luego corregir-
esentrañar lo que uno realmente piensa (...)
lo hasta d _ ..
_ ¿Escribe con alegrIa? ¿Le da verdadero placer escnblr?
_ Es un acto alegre que a veces se interrumpe por-
ue me doy con una tozudez que siento como ajena a mí y
~ue me impide expresar lo que quiero decir. Es como si
dos partes mías se pelearan. Y hay una que busca atacar a
ese otro, a ese tozudo que quiere que esta frase sea así de
talo cual manera.
- ¿Qué lo enfurece, que la frase no sea impecable?
- No, lo que me enfurece es que he encontrado una
fraseformalmente impecable pero que no traduce el pen-
samiento. La frase puede ser riquísima, pero si no trasunta
la verdad hay que renunciar a ella.
- Uno de los princiPios de Cervantes era saber renunciar.
- Sí, hay que saber. Pero cómo duele a veces.
72 Juan Rulfo
En Juan Rulfo: del páramo a la esperanza,
7'
Friedrich Nietzsche
En Estética y teoría de las artes,
una lectura crítica de su obra por Yvette Jiménez de Selección de Agustín Izquierdo,
Fondo de Cultura Económica, México, 1990, p. 23 Editorial Tecnos, Madrid, 2001, p. 206.

Nunca hago un plan, sino que simplemente me La buena obra de arte narrativa desarrollará el motivo
go a escribir. Puedo escribir cinco o seis páginas, don . ·pal como crece la planta, dándole forma cada vez con
poncl
estoy diciendo nada y, de pronto, aparece el persa claridad, hasta que finalmente la flor se abre como
mayor
esas cinco páginas anteriores van a parar al cesto. algonueva y, sin embargo, ya vislumbrad~. El arte del no~~-
me produce una angustia tremenda. El papel en bla listaconsiste, sobre todo, en hacer preludiar el tema, antici-
una cosa terrible. Lo lleno lo más pronto posible. e parlasimbólicamente varias veces, preparar el ambiente en
se han llenado varias hojas, las que siguen ya paree que se anticipa el comienzo de la tormenta, hacer sonar
nos blancas y comienza la alegría, el hermoso mo notascercanas a la melodía principal y así excitar de todas
de escribir. lasmaneras la capacidad inventiva del lector como si debie-
ra adivinar un enigma; pero resolverlo después de modo
que sigasorprendiendo, sin embargo, al lector.
96 Sylvia Plath
En Diarios,
Alianza editorial, Madrid, 1995, pp. 384-385.
Vladimir Nabokov
E Entrevistas de Playboy,
e~trevistado por Alvin loffler,
Compilación de G. Barry ~olson,
Emecé Editores, Buenos AIres, 1982, pp. 38-39.

Escribir es un acto religioso: es un ordenar, Un _ .Es cierto que usted escribe de Pie y que prefiere hacer·
mar, un volver a aprender y volver a amar a la ge man~ en lugar de dactilografiar sus obras?
mundo tal como son y tal como podrían ser. Un loa _ Sí. Nunca apren dí1 a escn ibirr a maquma.
,. Genera 1-
ma que no se desvanece como un día de mecan te comienzo mi día frente a un hermoso y antiguo
Oleo . ,
un día de dar clases. Lo escrito permanece: sale al podio que tengo en el estudio. Mas tarde, cuando siento
por su propio pie. La gente lo lee: reacciona ante eU la fuerza de la gravedad me mordisquea las piernas,
ante una persona, una filosofía, una religión, una instalo en un sillón cómodo frente a un escritorio co-
gusta o no les gusta. Les ayuda o no les ayuda. Se o; y finalmente, cuando la gravedad comienza a trepar-
como una intensificación de vivir: das más, inves . por la columna, me recuesto en un sofá en un rincón
guntas, miras, aprendes y das forma; recibes más: mi pequeño estudio. Me resulta una rutina agradable.
truos, respuestas, color y forma, conocimiento. cuando era joven, cuando tenía veinte años o poco
por la escritura misma. Si trae dinero, ¡qué bien! de treinta, a menudo me quedaba todo el día en cama,
lo haces por dinero en primer lugar. El dinero no ndo y escribiendo. Ahora las cosas han cambiado. La
te hace sentarte ante la máquina. No es que no lo horizontal, los versos verticales y las glosas sedenta-
Es maravilloso cuando una profesión te paga el ~ecan permanentemente los calificativos y estropean
alIteración.
sal. Con la escritura es quizá sí, quizá no. ¿Cómo .
semejante inseguridad? ¿Qué es peor, la falta ID ti -¿Puede decirnos más acerca del proceso creatiw inwlucrado
nea o la pérdida de la fe en la escritura misma? nacimIento de un l'b
lita! . '1 eyen d o a 1gunas anotaciones
1 ro... qUlzas
r o a gunos ext d
ractos e una obra en creación?
vivir con esta disyuntiva?
- Decidid . ,
Lo peor, peor que todo lo demás, sería vi~r a Un amente no. Ningún feto debe ser sometí-
a opera' , 1
bir. De manera que, ¿cómo vivir con los males in Est . cron exp oratoria. Pero puedo hacer otra
a caja conr: .
conseguir que sigan siendo secundarios? en épo ntlene tarjetas con anotaciones realiza-
cas más .
ribí P '!'d o menos recientes y que descarté cuan-
, a I o Fuea S d _
re alO'1'
•• ",unas
Selene la
«: '
",O. e trata e un punado de rechazos.
omlenza a leer las tarjetas) .
. : ciudad a luna, Slenginsk, una antigua ciudad de
en eI Pico cohete
d l' a 1a 1una " "G rano: protu b erancia
e Clsne mudo" "Gata peluda: pequeña
oruga que pende de un hilo" ... "En The New York finalizado su obra por mí. Llega un momento
Magazine", volumen cinco, 1820, página 312, las 19CIO
, 'o haya
l o en mi intenor " me inrorma
L
que laa imtegn id a d d e
tas son llamadas "muchachas de la ciudad" ... "Su efl que a g a ha quedado terminada, Entonces lo único que
uctlir
veniles: calzoncillos olvidados; sueños de viejo: d la estr d or hacer es llevarla al papel con un lápiz o una
ras olvidadas" ... Un estudiante explica que al leer me que a<r.p que esta estructura tata, 1 apenas I'1'umma da en
, era, la
vela le gusta saltearse algunos pasajes "para Poder IBplC 'mente puede ser comparada con una pintura, y
, ropla '
una idea propia acerca del libro sin verse influen . mi p o es necesario que uno trabaje gradualmente de
el autor" ... "Naprapathy: la palabra más fea del le ya q~edn a derecha para percibirla de manera correcta, pue-
¡zquler a
- ¿Qué lo lleva a registrar y coleccionar esas cita¡
do diIrtg ' ir1, la luz de mi linterna hacia cualquier sector o deta-,
siones tan inconexas? Iledelcuadro sin necesidad de llevarlo al papel. No corruen-
- Lo único que puedo decirle es que duran ~ mi novela por el principio, no llego al tercer capítulo
meras etapas del desarrollo de una novela, me asalta antes de llegar al cuarto, no voy obedientemente de una
sidad de coleccionar detalles incongruentes aquí y páginaa la siguiente siguiendo un orden lógico; no, elijo un
comer piedritas. Nadie sabrá jamás hasta qué punto trozo aquí y un trozo allá hasta haber llenado todas las lagu-
un pájaro el futuro nido y los huevos que contend nas en el papel. Es por eso que me gusta escribir mis histo-
lo visualiza en absoluto. Cuando recuerdo después rias y novelas en tarjetas, que más adelante numero cuando
que me obligó a anotar los nombres correctos de las el conjunto está completo, Reescribo muchas veces cada tar-
sus medidas y matices, antes de necesitar realmen jeta. Alrededor de tres tarjetas forman una página me cano-
mación, me siento inclinado a suponer que lo que, fiada, y cuando por fin tengo la sensación de haber co-
de un término mejor llamo inspiración, ya actua . do el cuadro concebido con tanta fidelidad como me es
de mí, señalándome en silencio un detalle u otro, icamente posible -por desgracia siempre quedan algunas
me acumular materiales conocidos para una es :-lagunas" - le dicto la novela a mi mujer, y ella escribe a
conocida. Después del primer impacto que me 1báquina por triplicado.
reconocimiento -una repentina sensación de "es
voy a escribir" - la novela comienza a tomar ~
misma: el proceso se desarrolla solamente en mi
en el papel; y para darme cuenta del estado al ~u
do en un determinado momento, no es necesart~
, espec1e
conciencia de cada frase exacta. Siento una
" , ' yséque
desarrollo, un d esenvo 1vtrruento mtenor, .
lles ya se encuentran allí, que en realidad lo~art~
claridad si los mirara más de cerca, si detuViera
",' ero en cafll
y ab riera e 1compartimiento mtenor: p bto
ro esperar que lo que vagamente reciib e el no
Ill
José Donoso briel García Márquez
103 De "Escribir para poder pensar",
entrevista con Miguel Riera,
Ga Cabriel Carda Márquez habla de Carda Márquez,
En vistado por Armando Durán,
entre ilación de A Ilronso Rentena'M ann'11a.
En Quimera, NI! 60, Barcelona, enero, 1987 P 2
' . 3. RecoP
compañía .
de InverSIones Edinona 1es, Bogota,
'1 978, p. 35.

- ¿Cuál es tu método de trabajo? ¿Corriges mucho~ _ 'Cómo sabes cuando una de tus ideas tiene porvenir?
ras muchos borradores? _ No me interesa una idea que no resista muchos
-Muchos, muchos. Yo escribo todo el tiem _o de abandono. Si es tan buena como la de mi última
unos cuadernos que son mis diarios, más que an 1 que resistió 17 años, no me queda más remedio
nave a,
diarios literarios. De alguna manera la literatura queescribirla. Entonces la he pensado durante tanto tiem-
do mi lugar, toda mi vida. En el hecho de ese . po, que puedo contarla muchas veces, al derecho y al re-
todo incorporado: el amor, el cariño ... todo está , camo si fuera un libro que ya he leído. El problema
casi no sé pensar si no escribo simultáneamente más duro es escribir el primer párrafo. Puede que cueste
pienso. De modo que escribo para poder pensar. muchosmeses, e inclusive muchos años, hasta tenerlo como
be ser. Sólo cuando está escrito el primer párrafo se pue-
de decidir, en definitiva, si la historia tiene porvenir, y se
cuál ha de ser su estilo y su longitud, y el tiempo que
costaráescribirla.
- Aquí entra en juego la disciplina. Se dice que la tuya es
trande, que eres algo así como un escritor con horario de emplea.
" bancario.
- Escribo todos los días, inclusive los domingos de
Uevede la - '
id manana a tres de la tarde, en un cuarto sin
o bY con buena calefacción, porque lo único que me
furn
r a son la 1
s VOcesy e frío. Durante las horas de traba-
o cuarent· '11
tratando d a ~lgarn os negros, yel resto del día se me
Uic'd e deslOtoxicarme. Los médicos dicen que me
landa
te qUe de ' ,pero no creo que haya un trabajo apasio-
'bo COn algun modo no sea un suicidio. Otra cosa:
C'0rn.od Un overol d e rnecaruco,
,. en parte porque es
. o Y en
CIOnesen 1 parte porque cuando no encuentro las
a a m' .
rrn.oY de aq u ina y tengo que levantarme a pen-
sarrno
con Un destornillador las cerraduras y
las conexiones eléctricas de la casa, o pinto las Pu
.y las pruebas?
colores alegres.
- 'Siempre leo las pruebas por precaución, pero en
- ¿Cuánto avanzas cada día?
- - os de soledad" los editores me autorizaron para
- Si escribo un cuento me siento satisfecho de
Cie~ a~odo lo que quisiera y sólo cambié dos palabras. En
zar una línea por día. Si es una novela, trato de
ca~bla~ desde que hago la última lectura satisfactoria de
una página. En términos, generales, el trabajo es
reahd~" a les el libro me deja de interesar para siempre.
do a medida que se avanza y el rendimiento es m tos ongtn ,
eso la novela es más hospitalaria que el cuento:
que empezar una vez, en tanto que empezar cada
cuesta tanto trabajo como empezar una novela co
Hay ocasiones en que podría escribir más, pero
día siguiente, habiendo descansado bien, las cosas
mejor. Durante el tiempo que dura el trabajo, y "e
de soledad" duró más de 18 meses, no hay un solo
del día o de la noche en que piense en otra cosa.
hablo de lo mismo, con mis amigos más íntimos
prensivos, pero no les leo una sola línea, ni permi
lean, ni que toquen mis borradores, porque te
perstición de que el trabajo se pierde para siem
- Mientras tanto, ¿tomas notas?
- No. Nunca tomo notas, salvo apuntes del
diario, porque tengo la experiencia de que cu
man notas uno termina pensando para las notas y
el libro.
- Hemingway decía que el escritor, puede senti
las oportunidades que tiene de reescribir, al menoS
obra. ¿Tú corriges mucho?
- Lo primero que hago al levantarme es.
mano, con tinta negra, el trabajo del día ante~o
"
guida saco todo en limpio. Luego h ago correcCl
original completo y se lo voy llevando poco a U
' 'de lo q
mecanógrafa, porque nunca d ejo COpla rlÍ
ierd 1 id id
y si algo se pier e en as 1 as y veru a , s no se
no lo pueda rehacer en un día.
109 Italo Calvino
En Seis propuestas para e/ próximo mi/en;
csrnen
te distinto, el mundo no escrito, el mundo vivi-
Ediciones Siruela, Madrid, 1998, pp. 125 ~26 . .ble- Pasado este umbral se entra en otro mundo
OV1Vl ,
con aquél puede entablar relaciones que se deciden
e da ocasión, o ninguna relación. El principio es el
caliterario por excelencia porque el mundo de fuera es
~~nuo por definición, no tiene límites visibles.
Hasta el instante previo al momento en que
mas a escribir, tenemos a nuestra disposición el m
que para cada uno de nosotros constituye el rnu
suma de datos, de experiencias, de valores-, el mu
en bloque, sin un antes ni un después, el mundo]
memoria individual y como potencialidad impli .
que queremos es extraer de este mundo un argum
cuento, un sentimiento: o, tal vez más exactamen
mas llevar a cabo un acto que nos permita situarn
mundo. Disponemos de todos los lenguajes: los e
por la literatura, los estilos en los que se han exp
lizaciones e individuos en todos los siglos y país
bién los lenguajes elaborados por las disciplinas
res, los concebidos para alcanzar las más variadas
conocimiento. Y lo que nos proponemos es extraer
el lenguaje más apropiado para contar lo que que
tar, un lenguaje que sea aquello que queremos co
El principio es siempre ese instante de dis
to de la multiplicidad de los posibles; para el
supone desprenderse de la multiplicidad de las
posibles para aislar y hacer narrable aquella hi
ha decidido contar en esta velada; para el poeta,
derse de un sentimiento del mundo indiferen
objeto de aislar y lograr una armonía de palabras
cidan con una sensación o un pensamiento.
El principio es también la entrada en un 111
pletamente distinto: un mundo verbal. Fuera,
principio, existe, o se supone que existe, un 111

1AA
Antonio Tabucchi
11 En Conversaciones con Antonio Tabucchi
oe... P
ara entrar en sintonía
..,pomediodía .
no consigo
con el mismo, por lo que
ponerme a escn ibiIr, mientras
.
de Carlos Gumpert, ,
Editorial Anagrama, Barcelona, 1995, pp, 92-98. basta d las doce hasta las tres, hora en la que como
d~ e '
qtle' mUy a gusto (...)
b
rt _o Y respecto a 1os utensr '1'lOS d'e escntura, ¿cuá 1es son sus
7
~erenclas. . .
- Junto a la inspiración, para muchos escritores es p'''r _ Escribo a mano, en viejos cuadernos de tapas ne-
mental el momento concreto de la escritura que Puede ue cada vez tengo más dificultad en encontrar. Los
convertirse en un auténtico rito: Hemingway prefería e ~~ ~omprar en una vieja papelería de Pisa, pero no siern-
pie, Umberto Eco ha hablado de la erótica del ordenador. re los tienen, por lo que debo encargarlos a Lisboa, don-
ra. ¿Tiene usted alguna manía o costumbre particular en ~ todavía se encuentran en tiendas tradicionales, o bien
tido? abastecerme de una buena reserva en mis viajes a Portu-
- Yo tengo muchísimas manías, tengo casi Habitualmente escribo de pie, apoyado sobre un alto
que es posible tener, pero por lo que concierne a la 'n porque padezco dolores de espalda y lo prefiero a
ra, no creo ser especialmente maniático. Me gusta permanecer sentado. Escribo en la página de la derecha y
escribir en Lisboa y también en Vecchiano, en '0 la de la izquierda para posibles correcciones. Utilizo
casa donde pasé la infancia, en este ambiente cuaderno porque no sé escribir a máquina, escribo con
tranquiliza; aunque soy capaz de escribir también solo dedo. Si escribiera a máquina creo que podría ha-
partes, en los cafés, por ejemplo, a los que soy poesía concreta (...)
aficionado. En invierno voy muy a menudo a - Partiendo del germen inicial aportado por la inspira-
Marmi, una ciudad costera cercana a Pisa, en la ¿cuál es el proceso de elaboración de sus relatos?
un viejo café donde me paso el día entero. En . - Habitualmente hago tres versiones: la inicial la es-
en Forte dei Marmi no hay casi nadie. En ese ~n Un cuaderno del modo que ya les he contado; des-
únen grupos de viejos amigos que conversan sob ago una cap' la en l'LmpLO, . como cuan d o íbamos a la
ela-porqu d 1
ca o fútbol, y alli, mientras bebo una copa de c . e e a escuela me han quedado este tipo de
•yo creo qu l'
me como unas pastas, oigo hablar de cosas que sól e, en rea ídad, el colegio enseña muy poco
o estas e - , ,. '
tienen pero que no me molestan. El ambiente es . P quenas mamas, estas técrucas=. Volviendo
, mi necesid d d .
co y agradable y me estimula para ponerme a es escnto d a e cap Larcon buena caligrafía lo que
se ebe
tanto, diria que fundamentalmente escribo en te Pro a que tengo una letra realmente pésima'
'1.
ti ttmo 1
ceso de . li
COpLarea LZOya vanantes y correcciones.
'
café, que son mis lugares predilectos.
, a redac " f 1 .
Me gusta escribir a últimas horas de td o qUe . Clan LOa consiste en pasarlo a máquina
fert oS d:_1 escnbo
antes de la cena. Son mis momentos pre --=no, lo h con mucha atención, porque; como ya
-ana
por otro lado, cuando me levanto por la rn~n un tefleXionago ~on un solo dedo, tengo mucho tiempo
ar e Intr d .
una relación óptima con el mundo, neceSitO o UCLrnuevas correcciones.
- ¿Cuáles son sus sentimientos frente a la obr
aq~e
ra, tras estas versiones, ya acabada?
- Una vez que están acabadas las casas qu
prefiero tenerlas en mi casa lo menos posible. M.
siempre un fortísimo deseo de deshacerme de ellae
jarlas de mí, de confiárselas a alguien, a otra pe s,
rSQ
que se ocupe en adelante de todo. Lo mejor es qUe
de un editor o de un tipógrafo, de alguien que 1
antes posible vida material, que las transforme en U
to, de modo que yo sienta su separación irreme .
pueda comenzar a elaborar el luto, como se dice en
guaje psicoanalítico (...)
- Así pues, hay que deducir que usted no deja nu
sar las obras para una revisión al cabo del tiempo, como
otros escritores.
- No, jamás. Si al acabar algo no quedo satis
ello, lo tiro. Creo que, ante la obra acabada, la alte
rígida: o se tiene la valentía de publicarla o el coraje
hacerse de ella. Esto se debe probablemente a que
viejos manuscritos experimento la misma desazón
las viejas fotografías que nos devuelven a una época
de nuestra vida. Si la obra no se convierte en un
autónomo e independiente, en un libro, que siga SU
camino y se distancie de quien la ha escrito, los 1
ambos son demasiado fuertes. La página impresa
una separación entre la obra y su autor, mientra&
página escrita, sobre todo si está escrita a mano y.
quina, como en mi caso, conserva unos lazos sen
muy intensos, que me provocan generalmente, c
reencuentro a mí mismo a través de algo escrita
hallado en un cajón, una especie de vértigO. ~o.r
parece que 1o que hee escnto
escri no esta, en co ndlC10lo
quirir autonomía, por razones estéticas o por
prefiero tirado.
43 Jorge Luis Borges
En Arte poética, (Seis conferencias),
4'
José Donoso
En EmerGentes,
Editorial Crítica, Barcelona, 2001, p. 140. Reportajes de María Esther Gilio,
Ediciones de la Flor, Buenos Ai res, 1986, p. 14.

Cuando escribo, no pienso en el lector (porqu _ ¿Cuál es su grado de conciencia y autocrítica durante
lector es un personaje imaginario) ni pienso en mí (q ' t¡'ntaS etapas de la creación?
las dIS
porque yo también soy un personaje imaginario), sino _ Tengo bien marcadas las etapas en el proceso de
pienso en lo que quiero transmitir y hago cuanto pu escribir una novela. Primero está mi diario de escritor, un
para no malogrado. Cuando yo era joven creía en la e cuaderno donde yo anoto todo lo que pienso, donde anali-
sión. Había leído a Croce, y la lectura de Croce no zo cada personaje y donde voy armando la trama. Pasada
hizo ningún bien. Yo quería expresado todo. Pensaba, esaprimera etapa cierro el cuaderno y comienzo a escribir la
ejemplo, que, si necesitaba un atardecer, podía encon historia. Esta sería la primera versión. En ésta el proceso es
la palabra exacta para un atardecer; o, mejor, la metá inconsciente, pero hay un proceso consciente anterior.
más sorprendente. Ahora he llegado a la conclusión (y - Es decir que al cuaderno, una vez hecho, no vuelve a
conclusión puede parecer triste) de que ya no creo mirarlo.
expresión. Sólo creo en la alusión. Después de todo, ¿ - Eso es. Ahí me largo con todo lo que tengo aden-
son las palabras? Las palabras son símbolos para recue tro, con todo lo que ese proyecto me suscitó. Esta es la
compartidos. Si yo uso una palabra, ustedes deben t etapa más pesada de la creación. Escribo desesperadamen-
alguna experiencia de lo que representa esa palabra. Si te, febrilmente, con fastidio. No logro en ese momento
la palabra no significará nada para ustedes. Pienso escribir más de dos horas por día. De aquí sale una prime-
ra ve '.
sólo podemos aludir, sólo podemos intentar que eli rSLOnque generalmente es bastante corta.
imagine. Al lector, si es lo bastante despierto, puede - La verdad es que trabaja poco por día: dos horas.
tarle nuestra simple alusión. gu' - Trabajo dos horas a la mañana y, como decía al-
unten,paso el resto del día convaleciendo. ldiotizado, como
zornbie L· .
CortO . uego viene el proceso mverso. Tomo eso tan
tto y 1 hí
sibilidad o incho, lo multiplico. Desarrollo todas las po-
impo es, me aventuro por todos los caminos. No me
filmarttadelorden. Es como si fuera un director de cine que
o as 1
Sobre Otra as escenas posibles. Aunque se monten unas
larguíSirn sEY se contradigan. Esta tercera versión es
__.~. n ella trabajo interminables horas.
( on feliCidad?
TrurTlan Capote .
4 En El oficio de es~nt~r~
E trevista con Pati Hili,
E~iciones Era, México, 1977, p. 317.

'Qué escribió usted primero?


= ~uentos. y mis ambiciones más firmes giran toda-
lrededor de ese género. Creo que el cuento, cuando
1fa~lorado seriamente, es el más difícil y el más riguroso
los géneros en prosa existentes. Todo el control y la
íca que yo pueda tener se lo debo enteramente a mi
·estramiento en ese género.
_ ¿Qué significa exactamente "control" para usted?
- Significa mantener un dominio estilística y emocio-
sobre el material. Llámelo preciosismo si gusta y mánde-
al demonio, pero yo creo que un cuento puede ser arrui-
por un ritmo defectuoso en una oración -especialmen-
al final- o por un error en la división de los párrafos y
en la puntuación. Henry J ames es el maestro del punto
. Hemingway es un parrafista de primer orden. Desde
to de vista del oído, Virginia Woolf nunca escribió una
~ración. N~ me propongo implicar que practico con
que prediCO.Lo intento, eso es todo (...)
; ¿Hay recursos que uno pueda utilizar para mejorar la

- El único
Iite. recurso que conozco es el trabajo. La crea-
rana tien 1 d
qUe la' e eyes e perspectiva, de luz y sombra, al
Illagníf Pintura o la música. Si uno nace conociéndo-
1..~ leo. Si h
laay qUe no, ay que aprenderlas. A continua-
reordenarlas a conveniencia de uno.
1 Mempo Giardinelli
De "Para escribir tengo que estar caliente",
, rtante; cualquiera tiene una idea ingeniosa, cual-
lo 100po ás o menos, puede escribir. Lo difícil es el rigor
en Voces de América Latina,
entrevista con Ciro Bianchi Ross, quier~e~ebe hacerse. Lo difícil es armarse de la paciencia
Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1988, pp, 153-1 con q , para luchar durante días y semanas enteros con
cesana , ' ,
ne íd de una págma, con el adjetivo que no convence.
lsonl o "
e _ Me gustaría saber ahora como cornge sus textos.
- ¿Cómo es su método de trabajo? _ Hay todo un largo proceso entre el momento en
- Yo tengo una disciplina muy rigurosa: trabaj luyo un libro y el momento en que lo entrego al
que co nc '.
dos los días, de lunes a lunes, pero sólo escribo cu edi Cuando siento la novela terminada, la Cierro y sal-
ltor.
tengo ganas, A veces, paso jornadas enteras leyendo go a celebrar el fin del trabajo. Me emborracho, me paso
vestigando sobre un tema; a veces, en toda una se una encerrona de amor, y durante dos o tres meses no la
escribo una cuartilla, y a veces, en un día me sale un miro, no tengo nada que ver con ella, la olvido totalmen-
vión. Escribir no es un problema para mí, la pági te. Me dejó vacío, exhausto, seco, y trato de reponerme de
blanco no me produce ningún miedo; lo que sí me d esa forma. Una vez recuperado, la agarro de nuevo y, lápiz
pera y aterroriza es la página escrita, porque si puedo en mano, la leo íntegra y como si fuese una obra ajena,
bir en cualquier momento y circunstancia, pulir me e como si se tratase de la obra escrita por un enemigo, y
mucho trabajo, debe estar muy bien para que resista mi propia exigencia.
Pensar, leer, escuchar música, hacer el amor .., t No sé cuánto dura ese proceso ... un mes, dos, tres
que hago forma parte de mi trabajo como escritor, meses y trae aparejado siempre una reestructuración, una
muchas cartas y las contesto pues tengo en eso una di pasada en limpio o quizás una reescritura. He escrito algu-
na casi prusiana. Escribir cartas es una forma de m nos de mis cuentos diez, doce, quince veces. Luna caliente
dedos frente a la máquina y es, también, un mara la reescribí en cinco ocasiones. Mientras dura el período
género literario, un género divertido y poco exigente
de revisión , procuro no moverme, no pensar en otra cosa
que no sea el t d Id'
- Cuando concibe la idea para una novela, ¿como a tr 1 exto, y cuan o o ay por concluido lo paso
es ectores.
trabajarla enseguida o la madura durante un tiempo la.
- No tengo regla fija al respecto. Empiezo a - ~cePta sus recomendaciones? ¿Acepta incluso su veto?
el libro en el momento en que está caliente la idea CUalq:e lenen derecho al veto y yo acepto su decisión,
ra que ell C
anima (...) "'anos e a sea. uando les di a leer El cielo con las
, sos ami
Cada trabajo es distinto y yo soy distinto ,en qUe no 1 gas me recomendaron, por unanimidad,
trabajo, y en el proceso de cada nueva novela se,; aUt
Ocompl a publicara '" Y 1 íbí
a escn I nuevamente. La
acencia l
ran lecturas, dudas, temores. Dejo madurar las 1 no va e para mí en la literatura.
un libro , más que el proceso de escribirlo, me o
planificación mental, la búsqueda del tono, el cO~b'r
to de sus personajes. Creo que el hecho de escrt 1
133 Eduardo Galeano
En Literatura en voz alta, (entrevistas con escrt
'tren'
huir la primera imagen también cambia. Lo que
1
de Marco Antonio Campos, 'o
cpll. contando no es o que empecé a contar.
Ediciones Coyoacán, México, 2000, pp. 83-84 termino

- ¿y cómo elabora los textos?


- Empiezo a trabajar a mano (mire estos
tos sumamente corregidos) luego los paso a máqu'
corrijo una, dos, tres, cinco, veinte veces o cuan
necesarias, hasta que llego a la palabra desnuda.
me interesan las palabras vestidas. Me abruma en
tores latinoamericanos el lenguaje artificiosam
do. Con las palabras pasa en América Latina co
personas: la desnudez es pecado. Para los indi
cuerpo era cara.
- ¿y cuánto tiempo le lleva el proceso del texto?
- Es variable. Hay textos que trabajo m
Algunos los abandono porque no alcanzo a d
quería. Pero en general peleo y peleo y peleo
algo asoma. Pero debe ser algo despojado y sen
fin y no el inicio del camino.
- Borges ha dicho (es más o menos la idea) que
en imágenes el cuento en la mente antes de redacta
decía que se sentaba sin una idea previa y el cuento
zando en la velocidad de la escritura. ¿Cuál es su
- Lo primero es una imagen. Cierro los
. .
quiza porque quise . ser pmtor
. y no pude . por
escribiendo. Probablemente porque veo al mu
1o que 1o escucho. Hay gente que reci'be el mo
un sonido; en mi caso es como una imagen,
.
como un conjunto i
dee imagenes, de colores,ír
.. . . aducI
cierro los OJos y veo algo que quisiera tr f
ue IJO
A medida que busco y exploro, de q
168 Gabriel Garda Márquez
En Cabriel Carcía Márquez habla de Carcía Má sCfI
'bir el resto. De acuerdo con esto, ¿hay más probabilidades
entrevistado por Plinio Apuleyo Mendoza, ,rIe ¡ talla esté justamente al princiPio?
Recopilación de Alfonso Rentería Mantilla. qUe a "
le _ La falla puede estar en cualquier parte del libro,
Compañía de Inversiones Editoriales, Bogotá, 1978, Pp.
[ malo es que cuando uno la siente ya ha trabajado
ro o 1
pe h tiempo sobre el a. Por eso le pongo tanta atención
\le °
lfI imer párrafo, porque él solo puede ser un laboratorio
- Me parece que crees poco en la inspiración. i al pr establecer sin muchos sacrificios todos los elementos
- Cuando se quiere escribir algo se establece zaestilo, estructura y lenguaje, y hasta la longitud del
pecie de tensión recíproca entre uno y el tema, d T ~ Mala Hora estaba planeada como una novela mu-
ro. LA
que uno atiza el tema y el tema lo atiza a uno. Hay más larga, pero en el curso de la escritura, que fue
mento en que esa relación alcanza un punto a .
uy ardua y accidentada, fui modificando los planes sin
que todos los obstáculos se derrumban solos, los rdarme más del principio. Cuando conocí a Angel
se apartan, ya uno se le ocurren cosas que no había ma, en México, lo primero que me dijo, con toda ra-
y entonces no hay en la vida nada mejor que es que La Mala Hora empieza como si fuera un libro
es lo que se conoce como inspiración. Los ro largo.
des prestigiaron la palabra, pero la situación es real,
estado de gracia ni como soplo divino, sino por u
ciliación con el tema a fuerza de tenacidad y domi
- A veces suspendes deliberadamente, por sem
por meses (io por años!) el libro que estás escribiendo. 4
exactamente lo interrumpes?
- Cuando siento que declina esa relación in
lo que estoy escribiendo. Entonce vuelvo a
todo desde el principio. Son las épocas en que
con un destornillador las cerraduras y los enbch.
casa y pinto las puertas de ver die, porque e tra aJO
, . . id d Hasta
me ayuda a dommar el miedo a la reah au. .
me he equivocado: siempre que pier o
. d el entu
II
S1

que estoy escribiendo, es porque hay una fa ara


. años pa
no advertí a tiempo. A veces necesito
dónde está. . er..A
. 1pnm Y""
- Le asignas mucha importancta a 1.cUl
... bías per,e
libros. Alguna vez me dIjIste que conce , ralo
. . . er par l'
uno tardara tres años en escribir este pnm

También podría gustarte