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E. Priscila Alatorre Pérez Grupo.

SG02G

El nuevo institucionalismo
Teoría institucional en ciencia política.
B. Guy Peters
En el primer capitulo “viejo y nuevo institucionalismo”, Guy Peters nos hace un
recuento histórico en la evolución de la ciencia política, separando el viejo y nuevo
institucionalismo. Conforme avanzan las páginas, nos hace hincapié en que para
entender la ciencia política debemos entender de qué trata cada teoría y, de esta
manera, al hacer un análisis sea desde distintas perspectivas.
Al principio del capitulo nos dice que las raíces de la ciencia política se encuentran
en el estudio de las instituciones. De manera general nos presenta una serie de
diferencias entre el viejo y el nuevo institucionalismo, como por ejemplo, a pesar
de que se parezcan mucho el nuevo institucionalismo “enriquece con las
herramientas de investigación y con la explicita preocupación por la teoría que
habían informado tanto al conductualismo como al análisis de la elección racional.
La metodología utilizada por el viejo institucionalismo es la observación para
describir y comprender el mundo político que lo rodea. Los primeros filósofos
políticos primero observaron y de ahí emitieron recomendaciones para el diseño
de instituciones basadas en ello; de esta forma se construyó, en términos
normativos, el comienzo de la ciencia política a través del análisis sistémico de las
instituciones y su influencia sobre la sociedad. Presenta desde Hobbes hasta
Montesquieu diciendo que la cuestión fundamental (para ellos) era el pensamiento
político tiene sus raíces en el análisis y el diseño de las instituciones.
Para el siglo XIX las cuestiones seguían siendo institucionales y normativas. De
igual forma, empieza a comprar autores que representan la tradición
angloamericana y la europea, ya que sus desarrollos fueron distintos pero en
esencia con las mismas preocupaciones. Nos presenta a Woodrow Wilson el cual
se centró en el rol de las instituciones tanto en Estados Unidos como
comparativamente; todos los autores norteamericanos, su eje central era el
Estado; en los dos casos la ciencia política tenia una gran influencia de las
universidades alemanas. En esos momentos, en Europa, el estudio de los
fenómenos políticos seguía formando parte de otras áreas de investigación, “en
términos generales, el gobierno se ocupaba de la formación y aplicación de la ley
a través de las instituciones públicas; y la política constituía una parte
insignificante de ese ejercicio. De igual forma, en muchos sistemas políticos
europeos el funcionario desempeña un papel muy parecido al de un juez que al de
un administrador de la cosa pública. Por otra parte, dentro de esta concepción del
Estado, la ley es más una institución formal de gobierno que elabora e impone a la
sociedad una serie de normas y valores claramente articulados”.
E. Priscila Alatorre Pérez Grupo. SG02G

Dentro del viejo institucionalismo encontramos el legalismo que se ocupa del


papel central de la ley en la actividad gubernamental, tal enfoque da por sentado
que la ley es producto de la acción humana, aunque también una realidad
empírica que expresa las decisiones que se toman a través de medios
institucionales.
El segundo supuesto, el estructuralismo se asumía que si un analista era capaz
de identificar los aspectos salientes de la estructura, podría predecir el
comportamiento del sistema; tendió a centrarse en las principales características
institucionales de los sistemas políticos.
Por otro lado el holismo, con enfoque natural teniendo en cuenta el interés por las
constituciones y las estructuras formales, pero asimismo tuvo efectos en el
desarrollo de la investigación; no usaba la comparación.
El historicismo, o sea una fundamentación más histórica; examinó como los
sistemas políticos de su tiempo estaban insertos en su desarrollo histórico, como
también en su presente cultural y socioeconómico, el argumento era que para
comprender la practica política en determinado lugar, el investigador tenía que
comprender la pauta de desarrollo que había producido ese sistema; veían que las
interacciones no iban en un solo sentido, más bien son reciprocas.
De igual forma tenían un carácter normativo, la distinción entre el echo y valor
sobre la cual tal ciencia social contemporánea ha sido construida. Se constituía un
todo sobre le gobierno.
Ya para los años 1950-50, la revolución conductista y la revolución racional, se
preocupo y puso en tela de juicio la metodología y el enfoque sistémico. En este
caso creían que se debía elaborar una teoría donde se tuvieran preceptos que
describieran el sistema político, marcando la diferenciación estructural y la
secularización cultural; la metodología avanzo en la comprobación de hipótesis.
El individualismo metodológico, en los contextos políticos los actores son
individuos, y por lo tanto, la única perspectiva es poner el foco en los individuos y
sus comportamientos. El enfoque sistémico lo realmente importante era el voto,
la actividad de los grupos de interés y formas aún menos legales de articulaciones,
las instituciones formales se remitían a una caja negra donde se producían la
transformación de los insumos en productos.
Podemos decir que las “nuevas” formas de entender el nuevo institucionalismo es
desde la mirada clásica con renovaciones en la metodología y la forma de hacer
política.

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