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Fundamentos de Sociología de la educación

Book · September 2018

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Narciso Pizarro
Complutense University of Madrid
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INTRODUCCION

Este libro podría llevar como subtítulo: Teorías de los


procesos educativos y de su inserción estructural. Porque nos
ha preocupado esencialmente el articular las diferentes
aproximaciones al estudio de esta formidable realidad social
que es la educación con la problematica de la sociología
general: el mantenimiento y el cambio de las estructuras
sociales.

Hay que consignar, en efecto, que la preocupación con-


temporánea por el estudio de la educación se inscribe en un
movimiento histórico de desarrollo de la educación formal.

Desarrollo que podemos constatar en todos los aspectos


del proceso y de la estructura educativa. Desarrollo, ante
todo, demográfico: tanto las cifras absolutas como los valo-
res relativos de la población en tránsito por el sistema de
enseñanza han experimentado un crecimiento enorme en el
último siglo.

El número de maestros y profesores ha experimentado


un crecimiento paralelo.

La educación, de actividad reservada a la familia —privada


— o a la Iglesia, ha pasado a ser una de las funciones del
Estado moderno: la Escuela se ha transformado en
institución estatal, los maestros en funcionarios y la asisten-
cia a ella, además de en «gratuita», en obligatoria en muchos
niveles.

1
La parte de los presupuestos nacionales (y familiares) mecanismos de imitación de conductas y de identificación
consagrados a la educación es un índice del desarrollo con otros accesos, así como a las actividades educativas
político institucional del sistema de enseñanza formal. informales de la familia, del grupo de pares, etc.; por ello, se
diversifican los contenidos educativos formalmente transmi-
De la misma manera que existe un desarrollo demográfico tidos y asistimos a la emergencia de programas de educación
y económico, y el crecimiento de diversas variables ya sexual, deportivos, para cuidar niños, de preparación al
mencionadas, se produce también un proceso de diversifica- matrimonio, de educación permanente, sobre el uso del ocio y
ción, un aumento de la complejidad del sistema aducativo. hasta sobre el consumo de drogas y sus efectos.
Podemos estimar el aumento de la diversificación y el La conjunción de la diferenciación de especialidades y
crecimiento de la complejidad contemplando tanto los tipos niveles hace de los sistemas de enseñanza unos complejos
de instituciones de enseñanza como la evolución de las sistemas de instituciones interrelacionadas funcional y jerár-
disciplinas enseñadas. quicamente, cuya imagen es el típico organigrama del aparato
En cuanto a los primeros, y en todos los paises, hemos educativo nacional de cualquier país desarrollado.
asistido a un claro proceso de diferenciación. Este proceso de La complejidad del sistema se ve reflejada en el volumen de
diferenciación se ha efectuado por una parte, de forma textos legislativos que regulan su funcionamiento: desde
funcional, mediante la creación de instituciones de enseñanza artículos de las Constituciones hasta reglamentos internos
especializadas, paralelas en su desarrollo a la división del de Escuelas, la jerarquía normativa es amplísima. Los
trabajo. El fenómeno se manifiesta con la mayor claridad en Ministerios de Educación son las instancias que, desde el
la historia de las enseñanzas técnicas en Europa; de la siglo XIX, se han desarrollado para asumir esta función
noción napoleónica de Escuela Politécnica a la proliferación reguladora, esta actividad política asociada con y requerida
de Escuelas de Ingenieros especializados en sectores más por el funcionamiento de un sistema educativo en continua
reducidos —y profundos— de las técnicas. La serie Ingenie- expansión.
ría Industrial, Eléctrica, Electrónica, Informática, es una
buena ilustración de este desarrollo. La asunción por el Estado de la regulación del sistema de
También se efectúa una diferenciación de los niveles de la enseñanza es, obviamente, un proceso paralelo a la estatali-
enseñanza, que van de la escuela pre-maternal a los estudios zación de la financiación de la enseñanza: el Estado canaliza
post-doctorales. Los prefijos pre y post indican claramente los flujos monetarios que aseguran el funcionamiento de la
que el abanico de niveles se ha ampliado en los dos extremos enseñanza «pública»: en los países occidentales, la financia-
cronológicos. ción de la enseñanza constituye uno de los capítulos más
importantes del Presupuesto Nacional.
Pero la palabra «nivel» no tiene solamente una connota- La estrecha relación postulada entre niveles y tipos de
ción cronológica. Designa también una escala evolutiva, en educación y el status e ingresos de los individuos es una de
la que las competencias se estratifican de la pura ejecución a las razones que hacen de la estructura del sistema educativo
la pura conceptualización, siendo esta escala una imagen de una alternativa política; grupos sociales de diferente natura-
otra estratificación, la del status social de los individuos. leza actúan para influenciarla: desde los Sindicatos hasta las
La educación formal, en su desarrollo, va ocupando Asociaciones de Padres de Alumnos, pasando por organizaciones
aspectos de la socialización reservados tradicionalmente a empresariales, partidos políticos y entidades religio-

2 3
sas, diversas instancias presionan sobre los Gobiernos para Y es que, en efecto, si la sociología de la educación es una
conformar el sistema educativo a los intereses que defienden. disciplina que se puede delimitar en el campo de las ciencias,
El mencionarlos aquí es subrayar que, aunque no pertenez- sólo lo es en tanto en cuanto la sociología de la educación no
can al sistema educativo, en su definición formal, en cuanto sólo es un discurso sobre la educación, sino que, además, es
inciden sobre su funcionamiento pueden contemplarse, al sociología.
menos, como factores externos de considerable importancia
para una adecuada descripción y análisis científico de la Diciendo esto último habríamos clasificado adecuada-
realidad educativa. mente la sociología de la educación si la sociología, a su
Pero esta somera descripción del contexto en el que vez, estuviera claramente delimitada respecto a otras ciencias
hacemos hoy una sociología de la educación sería incomple- humanas y sociales. ¿Hay que insistir sobre el hecho, sobra-
ta si no mencionamos también el contexto valorativo e damente conocido, de que tal no el el caso?
ideológico en el que se desarrolla la enseñanza. Sostenemos, en efecto, que el objeto y el método de toda
Su característica esencial, quizás desde los tiempos más ciencia son la misma cosa, que la distinción entre uno y otro
remotos de los que tenemos noticia, es la existencia de es formal e incluso pedagógica, pero no substantiva. Los
contradicciones y conflictos: la narración platónica de la efectos teóricos, metodológicos y pedagógicos de esta posi-
enseñanza de Sócrates es un paradigma clásico que no agota ción, se explicitan en el texto. No nos detendremos, pues, en
el tema. Hoy coexisten, en lucha abierta o larvada, numero- el tema en esta introducción. Pero sí añadiremos una
sas concepciones de la educación que no se diferencian sola- palabra sobre la relación entre teoría, investigación
mente por su conexión con ideologías políticas explícitas, empírica y acción, que desarrollamos después.
por valores asumidos y enunciados, sino, más profundamen-
te, por las formas de representarse las estructuras y los Conviene precisar aquí, indicativa y programáticamente,
procesos educativos, por las funciones contrapuestas que se que todo conocimiento científico auténtico es el resultado de
les atribuyen en el macrocontexto de la sociedad y de la un proceso en el que los tres aspectos mencionados, lo teórico,
historia. lo empírico y práctico ( o técnico) están íntima y continuamen-
Las disciplinas científicas que toman como objeto la te ligados. Y lo están porque la ciencia no es una esfera
educación no están al margen de este campo ideológico, sino aparte de la dedicación humana, de la realidad social, sino
que pertenecen a él y constituyen uno de los terrenos en los una actividad —proceso, forma, estructura— que forma
que se manifiestan diferencias y contradicciones conceptua- parte de la realidad misma que constituye su objeto.
les y valorativas. La relación entre esos tres aspectos consiste en un conti-
La sociología de la educación es la etiqueta con la que se nuo ir y venir entre uno y otro: establecer hechos teórica-
clasifican un conjunto de discursos descriptivos, analíticos y mente relevantes mediante la investigación empírica, esbozar
explicativos de procesos, formas y estructuras educativas. y construir teorías de los hechos, actuar sobre la realidad
Pero su caracterización no depende solamente del objeto (la guiados por el conocimiento teórico y empírico que tenemos
educación) puesto que otras disciplinas lo hacen también de ella, y descubrir en la resistencia que opone a nuestros
suyo : la didáctica, la pedagogía, la filosofía, la psicología, la designios la adecuación o inadecuación, siempre relativa, de
economía e incluso la ciencia política toman los sistemas y conocimientos teóricos y empíricos a esta realidad, siempre
procesos educativos como objeto. Para definir el ámbito de horizonte, cuya irreductible diferencia respecto al puro
la sociología de la educación hay que recurrir a los métodos. pensar y al puro querer nos es impuesto por esa resistencia.
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En el sector particular de la realidad que constituye aquí, y técnico como axiológico— que poseía en la década 55-65.
objeto de ciencia, las resistencias a nuestra voluntad y a Hoy, la definición de su objeto y de su método tiene que
nuestro conocimiento se manifiestan agudamente. No en hacerse mediante un amplio examen de teorías y hechos tanto
vano se dice de los sistemas educativos que son, entre los sociológicos como psicológicos y filosófncos. De este
examen se deducen más preguntas que respuestas, más
subsistemas sociales, entre las instituciones, aquéllas que se
incertidumbres que certezas. Pero el delimitar el campo de
reforman más frecuentemente, sin que por ello lleguen nuestras incertidumbres es también delimitar un objeto de
nunca a ser adecuadas ni satisfactorias. Las reformas fraca- ciencia, como identificar la estructura de nuestras
san, los planes no se realizan nunca enteramente. Y en esta preguntas es definir un método.
resistencia de la realidad educativa a nuestra acción encon-
tramos la simiente de la duda, el aguijón de la curiosidad, las
motivaciones, en fin, de ese trabajo científico que hace de la
educación su objeto.
En la mayoría de las sociedades occidentales, el gran
período del crecimiento del sistema educativo acaba en la
década de los setenta, tanto en los aspectos demográficos
como en los financieros. Con el fin del período de rápido
desarrollo económico, las instituciones de enseñanza entran
en una situación de crisis: el fin de la expansión es el fin del
optimismo respecto al sistema educativo. Este «optimismo»
se manifestaba en teorías tanto sociológicas como económi-
cas de la educación, que hacían de su funcionamiento y
desarrollo la panacea para curar los grandes males sociales :
la desigualdad y el subdesarrollo económico*.
La demanda de trabajo altamente especializada disminuye
relativamente en la década de los setenta, como disminuye el
salario comparativo del personal cualificado.
Además, la escuela fracasa en la tarea que se le asigna de
reducir las diferencias de actitudes y aptitudes asociadas con
la estratificación social. Se empiezan a considerar las institu-
ciones escolares como «terrenos de estacionamiento» para
jóvenes que, sin ellas, tendrían que considerarse como traba-
jadores en paro.
En este contexto social, la sociología de la educación ha
perdido la ingenuidad y el optimismo —tanto metodológico

(*) Me refiero a la «igualdad de oportunidades» en cuanto a las clases y a las teorías del
gasto en educación como inversión: teorías del «capital humano».

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CAPITULO PRIMERO

LA COYUNTURA METODOLOGICA
D E L A S O C I O L O G I A :
HISTORICIDAD Y SISTEMATICIDAD DEL OBJETO

1.1. Fundación y atomización de la disciplina sociológica

A partir de lo que se ha dado en llamar Revolución


burguesa, las representaciones legítimas de todo fenómeno
eran y sobre todo, tenían que ser, productos de la ciencia. El
Estado moderno institucionaliza la práctica científica ha-
ciendo de Academias, Universidades e Institutos de Investi-
gación elementos de su propio aparato. La eficacia técnica
de la ciencia y la asociación entre nuevas técnicas y benefi-
cios del capital hacen de ella, en los países de tradición
liberal, con un Estado poco intervencionista, una actividad
menos burocratizada, pero no por ello con menos legitimi-
dad social.
No es de extrañar, pues, que se produzca uña institucio-
nalización de la sociología cuando ésta no es aún más que un
proyecto, cuando no existe todavía ni un corpus importante
de investigaciones empíricas ni de elaboraciones teóricas
sobre las que apoyarse. Si el prototipo del discurso legítimo
es el «científico», y si el parangón de la cientifncidad es la
física, un discurso sobre la sociedad que vehicula un saber
que se presenta a lí mismo como una «física social» puede
aspirar al título de discurso legítimo sobre lo social. Así lo
pretendió la sociología de Augusto Comte.

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El proyecto sociológico de Comte es, además, un proyecto ca. Pero como la observación «pura», sin conceptos de lo
naturalista. Al fin y al cabo, para los clásicos, las reflexiones que se observa ni de cómo y por qué se efectúa la observa-
sobre el orden social eran cosa política, y, siguiendo la tradición ción es imposible, muchas investigaciones sociológicas han
que consiste en dar a las ciencias el nombre griego utilizado, a guisa de conceptos, las nociones del «sentido
correspondiente, de la misma manera que designamos con el común», con los resultados que se podía esperar...
término de física el discurso sobre el «mundo físico», hubiera
sido cosa normal el llamar «política» a la ciencia de social... La caricatura de esos trabajos se encuentra en esa cono-
cida «boutade» según la cual la sociología es la forma más
* * *
complicada de decir lo que todo el mundo sabe.
La ruptura de la tradición en la nomenclatura de las Gramsci había dicho del «sentido común» que es un
ciencias que preside el «nacimiento» de la sociología es signo magma de teorías disueltas, la sedimentación de los restos de
de vocación de una ruptura mucho mayor. La nueva ciencia, investigaciones muertas, petrificadas en sintagmas fijos, en
bautizada por Augusto Comte, no tiene pasado y es algo que «latiguillos», en términos dudosos. Siglos despues de Copér-
se fabrica «ex-novo». Con lo que toda reflexión sobre lo nico, el sol sigue «levantándose», en el lenguaje cotidiano.
social anterior a esa emergencia no es sociología sino «filoso- Pero hay usos lingüísticos más insidiosos, en cuanto a su
fía social», teología, metafísica. En resumen, algo que no sólo alcance teórico se refiere...
se puede sino que se debe ignorar; y cuando el deber no Llamaré , para abreviar, «metodologismo» sociológico a
supone ningún esfuerzo específico, no cabe duda de que su esa concepción de la sociología que se encuentra formulada
cunplimiento es muy satisfactorio. de forma absolutamente dura y radical en una célebre
Pero la vocación de ruptura con la historia del pensa- conferencia celebrada por Lazarsfeld en Estocolmo: es so-
miento que preside el nacimiento de la sociología tiene más ciología todo conocimiento que resulta de la aplicación del
consecuencias que el hacer «tabula rasa» de toda teoría de método sociológico a un objeto cualquiera.
lo social expuesta en otra época, en otra retórica, con otras
metáforas, con otra metodología. El «positivismo» de Com- El metodologismo sociológico es una posición que tiene
te, al rechazar la pertinencia científnca de la reflexión so- su origen en esa gran «tabula rasa» que supuso el nacimiento
bre los textos clásicos, genera hábitos y pautas de conducta de la sociología. Constituye, además, la culminación del
institucionales en el trabajo sociológico que tienen como rechazo continuo del pensamiento social.
consecuencia, precisamente, que la historia ignorada se
El método que no está ligado al objeto es lo que, en
repita. Las más rancias teorías filosóficas del orden socio-
nuestras latitudes, se suele llamar «técnicas» de investiga-
político encuentran un insospechado cobijo en la sociología
ción. El método de Lazarsfeld, que se puede «aplicar» a
contemporánea, que las adopta. Y el adoptado lleva el
cualquier objeto, que trasciende al objeto, consiste, pues, en
apellido del padre adoptivo: se les llama «teorías socio-
un conjunto de «técnicas» estadísticas, en recetas para el
lógicas».
diseño y la aplicación de cuestionarios, en reflexiones sobre
Obviamente, en su desarrollo ulterior, el pensamiento
las generalizaciones empíricas de tipo causal que se pueden
sociológico ha vuelto a las fuentes clásicas de la teoría social.
elaborar a partir de análisis de correlación...
Pero la sociología, como disciplina, ha quedado marcada
por ese rechazo inicial, que se traduce en la identificación de Sin desdeñar en absoluto la importancia de esas técnicas,
toda reflexión teórica con una actitud acientífica y metafísica- y lamentando sólamente que se hayan desarrollado demasia-
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do poco y unidireccionalmente (pues no todo pensamiento sociología del consumo de drogas al lado de otros sobre el
matemático es estadístico y, como ha demostrado, entre cambio social, misteriosamente diferenciados de los de es-
otros esfuerzos, el de la escuela de sociología algebraica de tructura social.
Harrison White (1), es posible desarrollar técnicas de investi-
gación inspiradas en otros sectores de la matemática, extre- ¿Es necesario probar que estas denominaciones de las
madamente fecundas), la identificación de la sociología con investigaciones sociológicas corresponden más al efecto del
los «conocimientos» que resultan de la pura aplicación de azar, de la moda o de los legítimos imperativos de los
técnicas de investigación social ha producido resultados que sociólogos de vender su fuerza de trabajo al que está dispues-
no han hecho progresar demasiado la disciplina, por varias to a comprarla que a una clasificación? ¿No hay «política»
razones. en lo «urbano», ni «economía» en lo «rural», ni «familia» en
La primera de ellas es la más superficial: cuando se llama la «educación», ni relación ninguna entre «lenguaje» y
«sociología» al conocimiento que resulta de la aplicación de «cultura», entre «comunicaciones» y «conocimientos»?
las técnicas a cualquier objeto, se juzga del valor de la Obviamente, sí. Lo que no hay es sistematización socioló-
investigación por el rigor en la aplicación de las técnicas y por gica de los objetos de la disciplina.
el objeto al que se aplican. Lo que ha producido ingentes
cantidades de estudios, cuidadosamente realizados, sobre cues- Importa insistir sobre un hecho para nosotros funda-
tiones que, aunque no carezcan de importancia, no llegan a mental: con los enunciados precedentes no ponemos en
constituir un «corpus» de conocimientos sistemáticos: la duda la significación del estudio de uno u otro objeto
sociología ha hablado de todo, pero sin tener casi nunca una parcial, ni mucho menos aún la absoluta necesidad de la
definición propia, es decir, sociológica, de aquello sobre lo investigación empírica. Lo que ponemos en duda es ese
que habla. No teniendo una definición propia de los objetos investigar cualquier cosa con la certeza de que el uso adecua-
sobre los que se propone investigar, es lógico que tome una do de las técnicas hará de ese estudio sociología; pues,
definición ajena, de otras ciencias o del «sentido común». precisamente, la pretendida independencia respecto a una
Los objetos de la investigación sociológica acaban clasifi- teoría sistemática de lo social acaba siendo una dependencia
cándose con categorías que son una curiosa mezcla del total respecto a las peores de las «teorías»: las del «sentido
glosario de los términos empleados para designar otras común».
ciencias con la nomenclatura de los Departamentos de las La carencia de sistematicidad en la clasificación de los
Administraciones Públicas. Encontramos así sociología polí- objetos parciales de la investigación sociológica no resulta
tica, económica, del trabajo, del ocio, de la religión, de la únicamente del «metodologismo», que, aunque esté muy
famila, de la delincuencia, de la medicina, rural, urbana, de la difundido, no es la única posición metodológico-epistemoló-
juventud, de la literatura, de las comunicaciones de masas, gica defendida por los sociólogos.
de la ciencia, del derecho, del lenguaje, de la cultura, del
Resulta también de la coexistencia, dentro de la discipli-
conocimiento...
na, de una pluralidad de «escuelas» que tienen una defnnición
Esta enumeración está lejos de ser exhaustiva. En los «propia» del objeto de la sociología y que niegan la cientificidad
programas de muchas universidades se encuentran títulos de y la pertinencia de las aproximaciones ajenas.
asignaturas aún más sorprendentes: se encuentran cursos de
La enumeración de las escuelas es una actividad no
(1) White, Harrison, Chains al opportunity, Cambridge, Harvard University Press, 1970.
menos tediosa que la de las «especializaciones» sociológicas;
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nos contentaremos, pues, con mencionar las más recientes y fundadas en la hipótesis de que éstas constituyen «sistemas
las que gozan de mayor implantación institucional: etnome- sociales en miniatura» (2) y que utilizan el entorno escolar
todología, interaccionismo simbólico, marxismo, estructuro- como dispositivo «experimental» de fácil acceso para verifi-
funcionalismo y a p r oximaciones sistémicas son las que, car teorías sociológicas generales.
tanto en los EE.UU. como en Europa, atraen mayor número
de investigadores y docentes. La lista no es exhaustiva. Examinaremos, pues, los principales paradigmas de los
social, entendiendo por paradigma la articulación del objeto
Con lo anteriormente expuesto queda ampliamente justi- y del método que conduce a la definición del primero como
ficada la aseveración que sigue: la sociología es una disciplina sistema.
atomizada tanto en cuanto al objeto como en cuanto al
método. Y lo que es verdad para la sociología en general, es
una realidad aun más tajante para la sociología de la 1.2. Los paradigmas de lo social en sociología
educación...
Si el identificar, en la historia de las ciencias naturales, la
Nos encontramos, pues, frente a un hecho que dificulta emergencia de los paradigmas cuyo desarrollo explica la
co
nsiderablemente la producción de un discurso sobre la orientación de las investigaciones es una compleja terea que
sociología y la sociología de la educación. Existen tres sólo puede efectuarse mediante el apoyo que una sólida
alternativas posibles frente a una situación como ésta: o escuela de historia de las ciencias ofrece, el identificarlos en la
11 I adherirnos a una escuela dada, o comparar unas y otras de las ciencias sociales es un empeño aún más dificultoso,
11 eclécticamente o, finalmente, intentar encontrar, más allá de pues la historia de las ciencias contemporáneas se ha ocupa-
escuelas y disciplinas parciales, una p roblemática en desa- do más de las ciencias naturales que de las ciencias sociales.
rrollo, contradictoria e incierta, pero identificable y que se Y si bien es verdad que en la historia de la filosofía encontra-
puede analizar. Es esta última alternativa la que nos parece mos capítulos utilizables para nuestro propósito, en la
más adecuada: identificar paradigmas y analizar la lógica de especial orientación de esos estudios, en la búsqueda de la
su desarrollo.
coherencia de los sistemas filosóficos se diluye y borra buena
parte de la especificidad de las representaciones de lo social.
Ante la atomización de la disciplina sociológica, se da No cabe duda de que esta situación es, por decirlo así,
una alternativa que consiste en identificar paradigmas y normal. Los historiadores de las ciencias naturales han
analizar la lógica de so desarrollo.
tenido que recurrir a las fuentes primarias pues, en la historia
El tratamiento de los fenómenos educativos, en esta de la filosofía, el discurso sobre la naturaleza, al ser conside-
perspectiva, no se limita ni puede limitarse al que reciben en rado como elemento de los sistemas filosóficos objeto de
la sociología de la educación e xclusivamente. Y esto por estudio, perdía también buena parte de sus características
varias razones. Una, porque, como veremos, la problemática propias. La Física de Aristóteles no es sometida a la misma
soc
io-educacional trasciende la sociología de la educación lectura por un historiador de la filosofía que por uno de la
propiamente dicha y forma parte, como un elemento esen- física.
cial, de las teorías generales del sistema social. Otra, porque
incluidos en el campo de la sociología de la educación se (2) El número de trabajos en este área es enorme. Citemos a título de ejemplo: Helen N.
Jennis, Sociometry in Group Relations, American Council of Education, 1948; Lloyd A. Cook,
encuentran trabajos sociológicos cuyo objeto no es el proceso «An Experimental Sociometric Study of a Stratified Tenth Grade Class», Amer. Sociol Rev., 10
(1945), pp. 250-261; J. Withall, «The Development of a Technique for Meassurement of Sociol-
ni las estructuras educativas: recuérdese, por ejemplo, las Emotional Climate in Classrooms», Journal of Exp. Educ. (13), 1945, pp. 191-205.
i
nvestigaciones sobre «relaciones sociales en las aulas»,
14
15
Existe una segunda razón que dificulta el examen de la de esta coexistencia conflictiva de paradigmas antagónicos que
emergencia y de la evolución de los paradigmas constitutivos produce discursos, tomas de postura y opciones en los campos
de lo social como objeto. Ya hemos mencionado anterior- categoriales definidos por ellos.
mente que la historia de la sociología está marcada por ese
«acto fundador» que quiso ser el proyecto comtiano, haciendo
de la sociología una ciencia con futuro y sin pasado. Sus efectos 1.3. El paradigma clásico
se han hecho sentir en la historia de la sociología, que suele
narrarse como el desarrollo de una disciplina cuyos «founding Llamamos «paradigma clásico» la concepción del orden
fathers» son Comte, Durkheim, Weber y, a veces, social y de sus relaciones con la Naturaleza, imperante desde
Marx... (3) los orígenes de la historia de nuestra cultura hasta la emer-
gencia de la sociedad burguesa. En tan amplio período la
La última razón que aduciremos para explicar la dificul- problemática, el objeto y el método del pensamiento social
tad de la tarea cuyos resultados exponemos aquí, es la han sufrido transformaciones varias, algunas de ellas de
dialéctica entre las ciencias «naturales» y «sociales», ese ir y extremada importancia, que mencionaremos a lo largo de
venir de metáforas, términos y modos de construcción de la exposición. Pero también han existido constantes. Son
objetos entre unas y otras. Sin detenernos más en ellas, éstas últimas, así como las articulaciones existentes entre
entramos en el desarrollo del núcleo de nuestra exposición. ellas, las que constituyen el paradigma clásico, las que posibi-
Distinguiremos tres paradigmas fundamentales: el pa- litan su identificación y análisis.
radigma clásico, el paradigma liberal y un tercer paradig- La constatación de la existencia de regularidades, de
ma, en proceso de emergencia, y aún no consolidado, que constantes en la vida social que trascienden, porque son más
designaremos con el término, provisional, de paradigma duraderas que ella, la vida de los hombres, es el punto de
histórico. partida de la reflexión sobre lo social. Esas constantes o
regularidades, en las sociedades divididas en clases, son
Mientras que el interés del estudio de los paradigmas que concebidas como un orden.
en otras ciencias se han sucedido temporalmente, substitu-
yéndose uno por otro, es, para ellas, esencialmente histórico, Ahora bien: para el pensamiento clásico, la cuestión del
para la sociología no es tal el caso. orden no conlleva un subsiguiente problema del orden. Por
problema del orden entendemos esa búsqueda de una expli-
Y no lo es, precisamente, porque en el curso de la cación de la emergencia del orden que justifique, a la vez, su
investigación sociológica, los paradigmas que han ido emer- necesidad, típica del pensamiento burgués.
giendo no se han impuesto, no se han substituido unos a La cuestión del orden, por el contrario, en su plantemien-
otros enteramente, con la consiguiente unificación del campo to clásico, no está asociado con una problemática del origen,
de la disciplina que eso hubiera supuesto. En la sociología aunque tenga una teoría, implícita o explícita, de éste.
actual coexisten, conflictiva y dialécticamente, los tres para- Quizás sea más preciso el decir por tener una teoría del
digmas que identificamos. La atomización antes menciona- origen, ya que su existencia es lo que desproblematiza la
da, la división de la disciplina en escuelas y tendencias, resulta existencia del orden.
(3) El discurso de Gurvitch, en su artículo «Objet et Méthode de la Sociologie», in
Gurvitch, ed., Traité de Sociologie, París, Presses Universitaires de France, 1958, es en ese
El que el origen del orden no constituya un problema no
sentido, paradigmático. signifnca que éste no sea objeto de estudio : al contrario. La
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filosofia clásica griega —y sobre todo la de Platón y Aristóteles relaciones entre ellas mediante la hipótesis de que unas se
— tanto como la romana —y en particular, Cicerón—así transforman en otras.
como los desarrollos ulteriores del pensamiento clásico en la
escolástica medieval y en la reflexión renacentista consagraban En el paradigma clásico, el orden social existe y funciona,
a la política —pues así se llama tradicionalmente la teoría de como existen estrellas, animales y plantas. Y si existen varias
lo social— un considerable esfuerzo analítico. Este esfuerzo formas del orden, que incluso se pueden considerar como
se aplica a clasificar las diferentes formas del orden social mejores o peores, esta pluralidad es tan natural como la de
conocido, a examinar los elementos que lo componen y su las especies animales, como la de los vegetales o la de los
articulación, á describir las condiciones de su mantenimiento. astros. La utopía que Sócrates elabora en La República de
La aproximación clásica a la cuestión del orden social, Platón es, ante todo, un artificio retórico con una finalidad
que Comte consideraba como, sencillamente, «teológica», al pedagógica: el reafirmar la validez racional de las normas
no tener en cuenta más que las teorías de sus orígenes, es, efectivas del orden social existente. Si el orden efectivo es una
ante todo, una aproximación naturalista. Y es naturalista sombra en la caverna, esa sombra es sombra del orden
precisamente porque las formas de representación de lo absolutamente racional que se dibuja en el diálogo socrático.
social como sistema, que son propias del desarrollo de la En el padigma clásico, el orden es un orden jerárquico. Y
cuestión del orden, se extienden hasta englobar la totalidad esto no sólo es verdad en el ámbito de lo social, sino que se
de lo real: la Naturaleza y la Sociedad son dos partes del extiende a la naturaleza. La jerarquía es una jerarquía de
Mundo sometidas a un mismo orden. O, mejor dicho, a un funciones y de formas y el orden se traduce en la existencia de
mismo principio ordenador. relaciones fijas entre ellas.
El que este principio de todo orden se identifique, de una u
otra manera, con la Divinidad, es para nosotros y aquí, una La sociedad es, pues, un conjunto de individuos someti-
cuestión secundaria. Lo que nos interesa no es tanto el identificar dos a un orden jerárquico tan natural como el que rige los
las variantes existentes en el pensamiento cosmogónico como el astros o las plantas. Y la sumisión al orden y la diferenciación
analizar el modo de definición de un objeto, de su estructura funcional de los individuos aparecen como dos aspectos de la
y funcionamiento, cualquiera que sea el origen que se le misma realidad. Platón escribe: «pero no nos des semejante
atribuya. consejo. Porque, si lo siguiéramos, el labrador dejaría de ser
Si esta separación entre la cuestión del orden y la de su labrador, el alfarero de ser alfarero: todos saldrían de su
origen es posible y legítima, es porque, precisamente, el condición y ya no habría sociedad» (La República, libro IV, p.
ahistoricismo . «naturalista» del pensamiento clásico excluye 495). El orden natural de la sociedad es que el trabajador
toda explicación genética, lo que constituye, además, una de trabaje, que el guerrero guerree, que los dirigentes dirijan.
las caracterísiticas fundamentales de lo que aquí llamamos el El orden y lo que hoy llamamos la estructura de clases se
paradigma clásico. La explicación genética que consiste en identifican en el pensamiento clásico. Las clases son conjun-
explicar la forma o estructura presente de un objeto por un tos defunciones sociales asimiladas unas a otras: la especiali-
proceso, por una serie de transformaciones que conducen zación funcional es una condición del orden. La jerarquía de
a su forma actual, es un modo de explicación mucho más las clases se deriva de la jerarquía de las funciones: el trabajo,
moderno: las génesis del pensamiento clásico explican la equivalente a lo vegetativo, es la base de la jerarquía de
existencia de la variedad de las formas, sin por ello establecer actividades, mientras que la dirección de la Polis, el privile-
gio y el deber del Gobierno se concibe como la cima de esa
18 19
de actuar en adecuación con los fines de la existencia
jerarquía de funciones y de las actividades desarrolladas
para desempeñarlas. humana, que están identificados con la función social de
cada uno: el bien es el orden. Pero esta concepción difnere
La relación entre la función social y el individuo que la considerablemente de lo que nos es más familiar, de la del
desempeña es unívoca. Más que el nombre propio, la función orden fundado en un sistema de valores común, compartido
social define el individuo: la división del trabajo lo asociaba por todos.
con la diferenciación de competencias, de saberes técnicos y Para el pensamiento clásico, el orden no se funda en la
teóricos. Y la univocidad de la definición de cada indivi- existencia de valores comunes entre los hombres. Los valores
duo en la unidad del Estado es fundamento del orden. y los conceptos tienen una considerable importancia en la
Platón escribe: existencia y en el mantenimiento del orden. Pero no por ser
valores compartidos, sino, al revés, por estar diferenciados
«Cada ciudadano no debe ser aplicado sino a una sola cosa, aquello
para lo que ha nacido, a fin de que cada particular, desempañando el
funcionalmente y asociados con las clases sociales e incluso
empleo que le conviene, sea uno, que, gracias a eso, sea también uno el con las profesiones y ofncios varios.
Estado íntegro y que no haya ni varios ciudadanos en un solo
ciudadano, ni varios Estados en solo Estado». (La República IV, p. Lo que llamamos cultura, las normas, los valores y
497). conceptos, es un elemento esencial del orden: la interioriza-
ción de la cultura específica de las diferentes funciones
Este orden es, como hemos subrayado ya, un sistema de sociales es una condición para que se efectúe la necesaria
relaciones entre elementos, en el que las relaciones se conci- identificación entre el individuo y la función que desempeña.
ben como constantes que fijan y definen a los elementos
mismos. Y los objetos naturales mantienen entre ellos rela- 1.3.1. Variantes del paradigma clásico
ciones del mismo tipo: la astronomía de Ptolomeo, la
geometría de Euclides, las taxonomias de animales y plantas En la historia del pensamiento occidental, el fenómeno
de Dioscórides o Aristóteles son sistemas de proporciones más importante lo ha constituído sin duda el conflicto y la
fijas, de relaciones estables, asimiladas con los elementos ulterior síntesis entre la concepción greco-romana del or-
mismos que intervienen en ellos. Relaciones y elementos se den y la teología cristiana.
definen mutua y sustantivamente.
La concepción cristiana del hombre es individualista y
Las jerárquias naturales son imágenes del orden social. Y la conlleva un concepto del individuo difícil de asimilar para el
naturaleza, conceptualizada y ordenada a la imagen de los pensamiento clásico. En efecto, en la concepción cristiana, el
social, es fuente de matáforas que ilustran lo natural del hombre es libre y responsable de sus actos, de los que
orden. Por eso el orden clásico no es un orden moral. depende la salvación de su alma o su eterno castigo. Y esta
El postulado burgués de la libertad individual es ajeno al libertad y responsabilidad está asociada con la igualdad de
pensamiento clásico. El sujeto es, en el pleno sentido del todos los hombres ante Dios, que se traduce en la universali-
término, concebido como sujeto de un orden, enteramente dad de los principios morales.
supeditado al sistema de relaciones que le definen y del que
Es obvio que esta concepción del hombre entra en
forma parte. La única moral que cabe consiste en adecuarse a
conflicto con la que acompaña al paradigma clásico de lo
la función social preestablecida. La virtud toma, entonces, un
social. Como hemos subrayado sufncientemente, en el pensa-
carácter instrumental, pues es, esencialmente, la capacidad
20 21
miento clásico, el individuo es un elemento del orden, defini- orden social. Los ataques al Estado se fundan teológicamen-
do por y enteramente supeditado a un sistema social cuya te, como lo hace la represión estatal y eclesiástica de
esencia es la diferenciación y jerarquización de sus componen- estos movimientos. La historia de los Concilios Ecuménicos
tes. es, en gran parte al menos, la de la adaptación del dogma a
las necesidades del mantenimiento del orden. Desde el de
Además, el pensamiento clásico es «naturalista» o, por Nicea, que en el año 325 condenó a los arrianos, esa historia
decirlo en otros términos más usuales en la tradición filosófi- es el anverso de la de las herejías, que ponen en peligro a la vez
ca, esencialmente inmanentista, lo que se opone a la concep- el dogma católico y el orden social.
ción cristiana de la trascendencia.
El éxito, siglos después, de la herejía luterana consagra un
El pensamiento cristiano presuponía, pues, un peligro nuevo tipo de relaciones entre el Estado y la Iglesia. La
para el mantenimiento del orden. La larga historia de las reforma abre las puertas a otra forma de organización social,
Persecuciones en el Imperio Romano es, esencialmente, la que se iba gestando desde la Edad Media, con el desarrollo
historia de ese conflicto entre el Estado y un movimiento incipiente de una burguesía comercial. Y, como veremos des-
social cuyos supuestos ideológicos ponen en peligro el man- pués, en el capítulo consagrado al paradigma liberal, en la
tenimiento y la reproducción del orden social existente. teología protestante se encuentran los gérmenes de una
La síntesis que, en lo teórico, culmina con San Agustín y nueva concepción del orden social (4).
con Santo Tomás, en la práctica se efectúa mediante la En lo que aquí nos concierne, la variante cristiana afecta
sacralización del Estado, que va acompañada, por decirlo así, poco al paradigma clásico: la versión tomista e incluso
por la «Estatalización» de la Iglesia, que se transforma de agustiniana de la teoría política, difiere poco de la de los
una comunidad de fieles en una estructura jerárquica, fiel clásicos, exceptuando, obviamente, los fundamentos cosmo-
copia de la Administración del Imperio Romano. gónicos y ontológicos que, en cualquier caso, fundan de
forma diferente un mismo orden estático.
La división de ámbitos de competencias entre ambas
estructuras jerárquicas es un fenómeno de especialización
funcional del mayor interés para la sociología general. Pero 1.3.2. Paradigma clásico y conservatismo moderno
lo que nos interesa aquí, ante todo, es constatar que el
«estadio teológico» de Comte es una variante medieval del El pensamiento clásico difiere del conservatismo moderno
pensamiento clásico, en la que, por decirlo así, la voluntad —del que Schumpeter (5) es uno de los más preclaros
divina substituye la inmanencia en lo que a la justificación exponentes— en un aspecto esencial que conviene subrayar
del orden se refiere. añora: la relación entre el individuo y las funciones sociales
específicas que desempeña está predeterminada por caracte-
El edicto de Milán, que Constantino promulga en el 313 rísticas individuales que, a su vez, vienen definidas por
inicia, pues, esta síntesis entre el orden político y la concep- factores hereditarios. Schumpeter, en su célebre artículo
ción cristiana del mundo que caracteriza la historia europea
hasta el Renacimiento. (4) El célebre estudio de Max Weber, La Etica Protestante y el Espíritu del Capitalismo,
Barcelona, Península 1969, es el examen clásico de la influencia del protestantismo sobre la
La sacralización del Estado y la estatalización de la sociedad occidental; aunque se trate de una interpretación idealista e históricamente mal
fundada, atrae la atención sobre hechos de indudable relevancia. Parsons, de manera no menos
Iglesia, la tan celebrada «inteligencia» entre ambos poderes, idealista, entiende mejor el fenómeno.
transforma en cuestión teológica todo cuestionamiento del (5) Schumper, Impérialisme et Classes Sociales, París, Ed. de Minuit, 1962.

22 23
sobre «La teoría de las clases sociales en un entorno étnica- referencia al mundo familiar, a la cultura de clase y al
mente homogéneo» (6) define las clases sociales como con- lenguaje de clase propio de la clase obrera.
juntos de funciones sociales específicas. Las funciones especí-
ficas de clase están, según el gran economista austríaco, Para el pensamiento clásico, la desigualdad es un fenó-
jerarquizadas por la sociedad misma. A las funciones especí- meno «natural», pero que no se atribuye a la biología, sino al
ficas de clase van asociadas aptitudes específicas. Pero éstas funcionamiento mismo del sistema social. Y es que el paradigma
dependen, en última instancia, de una aptitud general, la clásico no define, como el pensamiento burgués, la
inteligencia o el «genio», que es hereditaria. sociedad a partir de las características psicológicas de los
Para defender esta posición, Schumpeter se apoya en un individuos que la componen, sino como un nivel específico de
estudio empírico, el célebre Hereditary Genius de Galton (7), análisis de lo real, que trasciende al individuo.
que podemos considerar, a pesar de su ingenuidad metodo- La desigualdad de los individuos es, para los clásicos, lo
lógica, paradigmático de la problemática socioeducacional que constituye la esencia misma del orden social; pero por
del conservatismo moderno. En efecto, Galton, que no había ello mismo no depende de las características biológicas o
conocido en su época las sutilezas metodológicas que permi- pscológicas de éstos, sino que resulta de la necesaria división
ten la cosificación de la inteligencia mediante los tests de del trabajo y de la diferenciación de lo que hoy llamaríamos
cociente intelectual, define el «genio» por el éxito social, por las redes sociales y las estructuras asociadas con ellas.
el «alto nivel» de la función desempañada por el individuo.
La política —no la ciencia, sino la actividad— es, enton-
Con esta definición de la inteligencia o del «genio», no es
ces, la práctica del mantenimiento del orden y, por lo tanto,
dificil constatar que los «genios» —ministros, catedráticos,
la responsable del mantenimiento y de la producción de la
sabios, militares ilustres, grandes profesionales, artistas—
diferenciación y jerarquización de funciones, redes e indivi-
son hijos de «genios», de lo cual deduce el carácter heredita-
duos. Tal es, a ese respecto, tanto la tesis de Platón como la
rio de la inteligencia.
de Aristóteles o Cicerón.
En la psicología y en la psicosociología contemporáneas, el
concepto de «cociente intelectual» ha substituido la esti- Dado que el orden social es «natural», que constituye la
mación directa de la inteligencia por los roles sociales. Los forma de los social mismo, la función de mantener el orden
célebres «tests», que consisten, esencialmente, en series de es la más elevada en la jerarquía de las funciones sociales y los
problemas lógicos, estadísticamente normalizados, no están individuos que la desempeñan deben poseer las cualidades
exentos de determinaciónes sociales y socio-lingüísticas, requeridas para ello, así como el estatuto correspondiente.
como lo ha indicado con claridad el célebre libro de Hunt (8) Entre estas cualidades se encuentra una comprensión exacta
publicado en 1961, que es un clásico en esta cuestión. Los de la naturaleza del orden, de los mecanismos que lo mantie-
más recientes trabajos de Michel Pecheux demuestran que nen. Ese conocimiento es el conocimiento supremo. El
las diferencias observadas en el coeficiente intelectual medio conocimiento es, para los clásicos, un instrumento del poder.
de niños de clase obrera y de clase media alta mediante tests Encontramos, sobre todo en Platón, una conciencia clara
tradicionales, desaparecen cuando se utilizan otros tests con de la función política no sólo del conocimiento teórico, sino
la misma estructura lógica, pero donde los problemas hacen del conocimiento sensible. En La República desarrolla una
(6) Schumpeter, op. cit. teoría de lo que podemos llamar la función política de la
(7) Galton, F. Hereditary Genius: an inquiry finto its laws and consequences, Londres,
McMillan, 1869.
estética. Para él, las formas estéticas, el tipo de música, de
(8) Hunt, J. McV. Intelligence and Experience, New York, The Renald Press Co, 1961. poesía, de escultura, etc. son de la mayor importancia para el
24 25
mantenimiento del orden social, ya que configuran, en los das con la división del trabajo, con el mantenimiento de los
sujetos sociales, algo tan importante como las ideas en la individuos en posiciones diferenciadas son, también, fijas.
orientación de los comportamientos, los valores y los gustos.
La conservación de las formas culturales es, para Platón, La comparación de este paradigma con las teorías fun-
una parte esencial de la política: cionalistas y estructurofuncionalistas en sociología es del
«Así, por decirlo todo en dos palabras, los que se hallan al frente de
mayor interés. En efecto, la crítica contemporánea del es-
nuestro Estado habrán de velar especialmente por que la educación se tructurofuncionalismo en general y del de Parsons (9) en
mantenga pura, y, sobre todo, para que nada sea innovado en la particular, se hace afirmando que esta teoría del sistema
gimnástica ni en la música, de suerte que si algún poeta dice«los cantos social identifica el sistema con un equilibrio estático, la
más nuevos son los que agradan», no imaginen que el poeta habla de regulación con la homeostasis y la cultura con un codigo
nuevos aires, sino de una nueva manera de cantar, y no aprueben
semejantes innovaciones. No hay que encomiar ni introducir ninguna inamovible. Tal es, por ejemplo, la argumentación de Walter
innovación por ese estilo. Tengan cuidado pues, con no adoptar nada Buckley (10) y la de buena parte de la radical sociology
nuevo en materia de música, que con ello se arriesgan a echarlo todo a americana.
perder» (Platón, La República, IV, p. 497). Importa subrayar, ante todo, las diferencias: aunque
estamos de acuerdo con Buckley en que las concepciones
Estas concepciones son parte integrante del paradigma estructuralistas de Parsons son modelos de lo social concebi-
clásico de lo social y no una particularidad del idealismo do como sistema en equilibrio estático, esta información no
platónico. Recuérdese cómo la novela estaba considera- basta para definir un parentesco entre los paradigmas. Buck-
da, en los siglos XVII y XVIII, una forma literaria perniciosa ley no entiende claramente que lo esencial del pensamiento
que no debía ponerse al alcance de los niños sin gran peli- estructurofuncionalista es la definición del orden como orden
gro para el orden. normativo, que hace de la cultura, interiorizada por los
El paradigma clásico construye, pues, lo social como un individuos e institucionalizada al generar expectativas de rol
sistema de relaciones fijas entre elementos definidos por él y complementarias, la esencia del orden. La coherencia interna
no menos fijos que las relaciones que los ligan y definen. La del sistema de la cultura es, para los estructurofuncionalistas,
unidad del individuo y el rol, la diferenciación y jerarquiza- lo que hace de lo social un sistema.
ción de funciones , la cultura y los actos son interdependien- Esta concepción está muy alejada del paradigma clásico.
tes. Cualquier cambio puede producir consecuencias catas- En éste existe, como hemos visto, una funcionalidad de la
trófncas: la política es, entonces, una regulación homeostática, cultura respecto al orden, pero en ningún caso se identifica la
una actividad consistente en reducir las variaciones, en cultura con el orden social, haciendo de éste una expresión
volver al equilibrio. de la primera. Para el pensamiento clásico el orden es la
estructura de clases y la cultura un importante factor en su
1.3.3. El estructurofuncionalismo y el paradigma clásico mantenimiento, pero nunca el origen y la causa de la estratifi-
cación social.
Importa insistir aquí sobre dos aspectos esenciales de la La diferencia, al nivel más profundo, estriba en que el
construcción clásica de lo social. Concebido como sistema
de relaciones fijas, la existencia misma de lo social se indenti- (9) «Toward a General Theory of Action», «The Structure of Social Action», «Social
System», «Essays...», obras citadas.
fica con el mantenimiento del equilibrio. Por ello, la política es (10) Buckley, Walter, Sociology and Modern Systems Theory, Englewood Cliffs, N.J.
una regulación homeostática y las formas culturales asocia- Prentice Hall, 1966.

26 27
estructurofuncionalismo, al definir la sociedad como conjun- Marcuse analizó bien (11) y que no vale la pena repetir) una
to de individuos autodeterminados, libres, define necesaria- interpretación «positiva» de la obra marxiana que hace de
mente el orden como el conjunto de «orientaciones normati- ésta, en lugar de una crítica, un tratado de economía política
vas» que los individuos comparten y de cuya coherencia se que sirve de modelo para la sociología científica, lo esencial
derivan las regularidades, las constantes que definen el siste- de la contribución de Marx al pensamiento moderno no
ma social. Como hemos ya mencionado más arriba, en el estriba en el análisis político de lo social. Si tal fuere el caso,
paradigma clásico lo social no se reduce a lo individual, el Marx sería un continuador de Platón, en lugar de un antiguo
orden no se reduce a la cultura interiorizada e institucionali- discípulo de Hegel. El sentido del término «crítica» alude a la
zada, la teoría social es política y no psicosociología. dialéctica. Y la totalidad de la obra de Marx es, ante todo,
La distinción entre la defnnición del sistema social del es- una tentativa de constituir un paradigma de lo social que
tructurofuncionalismo y la del paradigma clásico es esencial. incluya, substantiva y no accidentalmente, la exigencia hege-
El no haberlo entendido es lo que lleva a la «sociología radi- liana de tener en cuenta la historicidad radical de lo social.
cal» a defender posiciones teóricas que no se diferencian del El examen de lo que de nuevo contienen los escritos de
paradigma clásico más que en un aspecto, que tiene poca o Marx forma parte del capítulo dedicado al paradigma histó-
ninguna pertinencia cientifica : la valoración moral que rico y no nos detendremos más aquí en este tema. Pero sí
acompaña una misma definición de los fenómenos y de su queremos mencionar un hecho importante: si la sociología
estructura. Como veremos después más detalladamente, la contemporánea se contempla como una lucha maniquea
sociología radical afirma el carácter político de la diferencia- entre dos tendencias —o dos paradigmas— que ocupan la
ción de los individuos, de los mecanismos que les asignan a totalidad del espacio de la disciplina, el «marxismo» y el
posiciones sociales dadas. Los clásicos pensaban exactamen- «funcionalismo», negando la existencia de un pensamiento
te lo mismo respecto al fenómeno, salvo que, en lugar de clásico, prefuncionalista, es porque la ocultación de la exis-
denunciarlo como una lacra que hay que suprimir, lo valora- tencia de ese paradigma clásico es lo que legitima ambos
ban positivamente. discursos.
De modo más general, en la sociología contemporánea 1.4. Educación y reproducción en el paradigma clásico
existe una escuela de pensamiento que elabora interpretacio-
nes políticas --en el sentido clásico del término— de la «3. Más aún, dicen que Jenócrates, uno de los filósofos más
totalidad de los fenómenos sociales: la educación y la econo- eminentes, al preguntársele qué era lo que aprendían sus discípulos,
mía son los dos sectores de lo social donde se concentran la respondió: «a hacer por propia iniciativa lo que están obligados a
hacer por la ley». Por consiguiente el ciudadano que obliga a todos los
mayoría de los esfuerzos de esta escuela. Atribuyendo a
hombres, por medio de la autoridad de los magistrados y por medio de
Carlos Marx la paternidad de la concepción política de lo los castigos que impone la ley, a seguir unas normas de cuya validez los
social que mantienen los miembros de esta tendencia, se mismos filósofos encuentran difícil convencer a unos pocos por medio
autodefinen como sociólogos marxistas. de sus consejos, debe ser considerado superior incluso a los maestros
Aunque no sea aún el momento de entrar en un análisis que enunciaron tales principios. Pues ¿qué disertación de éstos es lo
bastante excelente como para ser preferida a un Estado bien constitui-
de la problemática «marxista», tenemos que recordar que do en su derecho y sus costumbres?». (Cicerón, La República, Libro I,
Marx es autor de varias obras que llevan, de una manera u Cap. II, Buenos Aires, Aguilar 1967, p. 24).
otra, en el título, la expresión «crítica de la economía
política» y que aunque se haya impuesto (por razones que (11) Marcuse, Herbert, El marxismo soviético, Madrid, Alianza Editorial.

28 29
Estas palabras de Cicerón que anteponemos al texto Si la teoría de la educación propia del pensamiento
condensan y resumen la posición del proceso educativo en el burgués es la de la escuela neutra, igual para todos y todos
paradigma clásico. Y, para que alcancen su pleno sentido, iguales frente a ella, sin función política, seleccionando de
opongámosla a esas otras, de Rousseau, que presiden un acuerdo con los méritos propios de cada estudiante, inde-
texto contemporáneo que marca un origen a numerosas in- pendientemente de todo criterio de clase, el paradigma clási-
vestigaciones: en La Reproducción, que Pierre Bourdieu y J.
co afirma la función política del sistema educativo.
C. Passeron publican en 1970, una cita del Contrat Social(12)
adelanta lo que, en el texto, formulan con claridad: el trabajo Los grandes temas de la moderna crítica radical del
pedagógico es un sustituto de la constricción física (13). La sistema de enseñanza escolar se encontraban ya tratados en
represión «sanciona el fracaso del trabajo pedagógico». El La República de Platón, en La Política y en La Etica a
educador es, como afirma Rousseau, un agente del orden Nicómano de Aristóteles, en La República de Cicerón y, en
más barato y eficaz que los encargados de la represión. general, en todos los grandes textos clásicos. En ellos, la
Frente a esta teoría, las palabras de Cicerón toman todo su
sentido y precisan los contornos del pensamiento clásico. educación tiene como función el adaptar los ciudadanos a
Una y otra concepción del orden social se enfrentan a los las posiciones sociales que van a ocupar y a las que tienen
hechos: más escuelas y más agentes del orden, un período que identificarse. Tal es, al nivel más elemental, la tesis
más largo de inculcación y un aparato represivo con más clásica. Y dado que las posiciones no van a ser iguales, es
medios que nunca. Por eso, el examen detallado de la evidente, para el pensamiento clásico, que la educación que
función de la educación en el paradigma clásico es necesario debe darse a cada uno tampoco puede serlo.
para entender la coherencia de las posiciones teóricas con- Dado que el mantenimiento del orden estaba concedido
temporáneas. como la esencia de la política, la educación tenía para los
clásicos una obvia función política.
Y es que el libro de Bourdieu y Passeron, como las
investigaciones de Coleman (14), constituyen el punto de Precisemos aún más: lo que el sistema educativo tenía
partida de la crítica de la concepción estructurofuncionalista que mantener era la forma del estado de las relaciones
del sistema educativo como aparato neutro en cuanto a las sociales, lo que llamamos hoy la estructura de clases.
diferencias de clase se refiere. Y esta crítica es, también, la
crítica de esa escuela pública, única, normal, sobre la que se Para los pensadores clásicos, el mantenimiento de la
asienta la «meritocracia» burguesa. De los trabajos de forma del orden era un objetivo indiscutido e indiscutible. O,
Bourdieu y de Coleman nace una nueva problemática: la dicho de otra manera, constituía un elemento esencial del
sociología de la educación deja de ser una disciplina tecno- bien, parte del ARCH E para Platón, virtud suprema para
crática para convertirse en un campo donde el saber crítico y Aristóteles. No nos detendremos aquí en el examen crítico,
científico se opone a la ideología. efectuado por tantos autores, de las axiologías, epistemolo-
(12) Bourdieu, P. y Passeron J.C., La Reproduction, París, Minuit, 1970. gías y metafísicas de ambos clásicos: baste con recordar que
La cita de Rousseau es: Le législateur ne pouvant employer ni la force ni le raisonnement, c'est para Aristóteles la virtud tenía un carácter instrumental, que
une nécessité qu' il recoure a une autorité d' un autre ordre, qui puisse entrainer sans violente et
persuader sans convaincre. Voilá ce qui força de tous temps les peres des nations de recourir á 1' consistía esencialmente en la capacidad de actuar en adecua-
intervention du Ciel, p. 14. ción con el fin de la existencia humana: la felicidad, que el
(13) [bid, «Scolie». Le TP est un substitut de la contrainte physique: la repression
physique (e.g. internement dans une prison ou un asile) vient en effet sanctionner les echos filósofo estagirita consideraba como estado objetivo más que
de 1' interiorisation d' un arbitraire culturel: et un substitut rentable, p. 51. como sensación subjetiva (15). En cuanto a Platón, dado que
(14) Coleman, J. Equality of Educational Opportunity, U.S. Dept. of Healt, Education (15) La Etica a Nicomaco contiene lo esencial de la concepción aristotélica de la «virtud» y de
and Welfare, USA, 1966. la «felicidad».

30 31
postulaba la preexistencia del todas las formas, cuyo conjun- unidad del ciudadano que es condición de la unidad del
to, en su total pureza, constituía el arché, la forma del orden Estado.
social le parecía no menos preexistente a cualquier La educación, por lo tanto, transmite la cultura legítima y,
manifestación imperfecta y es obvio que el acercarse a la dado que la ley debe de ser justa, la cultura debe de ser factor
perfección de la forma pura constituía el bien... de diferenciación, de desigualdad, de jerarquía. Para ello, y en
Las comparaciones que Platón hace entre el individuo y cuanto a medios se refiere, los clásicos habían entendido bien
el Estado —y que Dewey lee, siglos después, como una lo que descubren hoy los sociólogos «radicales», los críticos
anticipación de las teorías modernas de la educación adaptada de la ideología escolar de la sociedad contemporánea: que la
a las tendencias de cada individuo, a sus necesidades «autoridad pedagógica» es un elemento esencial de la incul-
(16)— llevan a éste a enunciar la tesis de la sociedad- cación, que para que ésta se ejerza tiene que efectuarse la
organismo, en la que las funciones de las clases sociales se identificación entre la verdad y el discurso legítimo, ocultan-
hacen equivalentes a las tres partes del alma humana, ya que do el carácter institucional y político, «el arbitrario» (20)
existiendo entre ambas «idéntica subordinación» se les pue- «more burdiensi» del saber inculcado, la necesidad y la
den dar los mismos nombres (17). función de la censura de otros discursos, canciones y formas
Pero lo esencial del pensamiento clásico es su concepción estéticas.
de la justicia, en todo opuesta a la contemporánea. De for- ¿Qué explica esa coincidencia en la descripción de funcio-
ma críptica podemos enunciar que, en el paradigma clásico, namientos y funciones del sistema educativo en el pensamiento
la justicia es la desigualdad, que un comportamiento justo es clásico y en la sociología crítica de la educación contem-
aquél que se conforma al orden jerárquico y ayuda a mante- poránea? ¿Qué puede explicar las diferencias que rodean
nerlo: «cuando exigimos que el que hubiese nacido para ser tantas coincidencias?
zapatero, carpintero o para ejercer cualquier otro arte hicie-
Obviamente, el discurso clásico es un discurso normativo
se bien su oficio y no se entremetiese en ninguna otra cosa,
(21), mientras que la moderna sociología de la educación se
trazábamos la imágen de la justicia», escribe Platón (18). Si
presenta como un análisis de los hechos establecidos mediante
cupieran dudas sobre la relación entre justicia y estructura
investigaciones empíricas. El debe ser de los clásicos se
de clases en el pensamiento platónico, su definición de lo
transforma en el es de Bourdieu o de Coleman. Y es ésta una
injusto bastaría para disiparlas. La injusticia es sedición,
diferencia sin duda importante, aunque puede explicarse por
dirigirse a aquello que «no es de su incumbencia», «usurpan-
la finalidad misma de ambos discursos: el mantenimiento de
do ajeno oficio: una sublevación de una parte contra el todo
la justicia en uno, lo que conlleva el mantener la desigualdad;
por otorgarse una autoridad que no le pertenece, porque
el establecimiento de la justicia, en otro, lo que quiere decir
está normalmente hecho para obedecer a aquello que está
suprimir la desigualdad. También puede explicarse la diferen-
hecho para mandar» (19).
cia entre lo normativo de un discurso y lo fáctico del otro
Lo justo es, pues, el orden jerárquico de una sociedad de
teniendo en cuenta que el discurso de los clásicos es un
clases. Y la educación contribuye al mantenimiento de la (20) Bourdieu utilizó ese término que criticaremos más lejos. Arbitrario equivale más a
justicia, adaptando cada hombre a su oficio, asegurando esa
injusto que a innecesario...
(16) Dewey, John, Democracia y Educación, Buenos Aires, Losada, 1978. (21) Decir del discurso que es normativo no significa que no esté, también, apoyado en la
observación de los hechos, que no exista una búsqueda de la coherencia entre unos hechos y
(17) Platón, La República, Diálogos, Mexico, Amorrortu, Libro IV, op. cit, 504. otros. La normativa consiste, sencillamente, en deducir de la estabilidad absurda de los
(18) Ibid, p. 510. elementos y relaciones una necesidad ontológica de estabilidad de la forma observada de un
(19) !Ibid, p. 510. paradigma en el que el objeto es un sistema de elementos ligados por relaciones fijas.

32 33
discurso producido por la clase dominante para la clase
dominante. Y que, a pesar de las apariencias, es un discurso
práctico, que fundamenta lo que hay que hacer para mante-
ner el orden del que se forma parte tan ventajosamente.
Pero las diferencias entre uno y otro discurso tienen
aspectos más importantes que el estilo; para los pensadores
clásicos el proceso educativo es, sin duda, esencial para el
mantenimiento del orden, pero no se identifica con lo que lo
CAPITULO SEGUNDO
reproduce. La intervención del aparato represivo se considera
como más eficaz: leyes, tribunales y castigos son los
medios normales de hacer justicia, de mantener el orden INDIVIDUOS Y ORDEN NORMATIVO:EL PARA-
jerárquico. La injusticia se combate, en resumen, haciendo DIGMA LIBERAL
justicia...
Para la sociología crítica de la educación, la educación es 2.1. El paradigma liberal del orden social.
responsable de la reproducción de esas diferencias entre los
individuos. Y éstas acaban identificándose con la diferenciación El paradigma liberal del orden social emerge sobre todo
de roles y funciones. Como veremos después con mayor detalle, en Inglaterra y en Francia, aunque no únicamente, en un
el identificar la reproducción de las características individuales largo proceso que va del siglo XVII al xix.
con la reproducción social equivale a concebir la estructura Las condiciones sociales que imperan sobre esta emer-
social como entidad enteramente definida por dichas gencia son extremadamente complejas. La primera y la más
características. O, lo que es lo mismo, a reducir la división importante de ellas es, sin duda, el surgimiento del concepto
del trabajo a la especialización, sin tener en cuenta que ésta moderno (y no contemporáneo) de historia, fruto de la
sólo se produce cuando emergen formas nuevas de constatación del cambio social.
organización de lo dividido, tanto técnicas (formas de los La historia antigua es la narración de los avatares del
procesos productivos) como sociales (relaciones sociales de orden, el registro de un proceso homeostático en el que toda
producción, mecanismos de asignación del producto). desviación del equilibrio se traduce en inseguridad, sufri-
mientos y catástrofes varias,hasta que la reacción se produce y
se vuelve al punto de equilibrio. Y, aunque existen varias
formas del orden posibles, cuyas ventajas y defectos respecti-
vos discuten los tratadistas clásicos de política, aunque se
hayan constatado cambios de una a otra, lo substantivo del
orden —la división en clases y la jerarquización— aparece
como inalterable en el pensamiento antiguo. La historia,
pues, no es narración de una evolución, sino confirmación, en
las experiencias del pasado, de la eternidad del presente. El
ser social es como el de todos los objetos del mundo, la
historia social, como la natural, es solamente el inventario
de unas formas eternas.
34 35
Durante el Renacimiento empiezan a elaborarse nuevos de esta burguesía comercial, su creciente poder político,
modos de construcción de objetos, nuevos conceptos de no necesita una Revolución Francesa para afirmarse, sino
sistema. La sociología del conocimiento ha contribuido a que se va fortaleciendo en su paulatina fusión con la aristo-
esclarecer los procesos sociales subyacentes a esos cambios cracia (1) y va creando las bases de un orden social diferente,
epistomológicos, asociándolos con la consolidación del Es- cuya consolidación requiere la emergencia de un Estado
tado Moderno, con el subsecuente desarrollo de Imperios nuevo.
Coloniales, con el auge del comercio, la unificación de Este proceso histórico objetivo es el que explica que las
mercados y la emergencia de nuevas formas de división del tesis de Lutero no hayan acabado transformándose en una
trabajo. herejía más, reprimida por el Estado, condenada en un
La amplitud de los cambios, asociada con su coherencia, con Concilio y sepultada en el olvido. La Contrarreforma, la
la persistencia de su sentido, que excluía la posibilidad de solemne condena tridentina de las tesis de Lutero no logra
interpretarlos como meras desviaciones respecto a un reducir la nueva herejía a sus justos límites de acontecimien-
estado de equilibrio, obliga al pensamiento social, desde el to, de pura transgresión que acaba confirmando la intangi-
Renacimiento, a replantearse la cuestión del orden, haciendo bilidad del dogma y la eternidad del orden. Porque la fuerza
de ella el problema del orden. de las nuevas ideas, la eficacia de la ética protestante, estriba
ante todo en que sirven como ideas de la nueva fuerza de una
El primer ámbito de pensamiento en el que esta cuestión burguesía que está ya ahí, y que las utiliza para legitimar y
se plantea es el teológico. Como hemos mencionado en el consolidar un poder efectivo.
capítulo precedente, la integración del Estado y de la Iglesia
transforma en cuestiones teológicas lo que al orden social se Por eso, si la «ética protestante» está asociada con el
refiere, por lo que la Reforma es la condición de posibilidad desarrollo del capitalismo, la relación de determinación
de nuevos planteamientos filosóficos o científicos. entre una y otra va en sentido contrario al que indican las
tesis de Max Weber. Pero no insistiremos aquí más sobre la
En efecto, la Reforma afirma esencialmente el carácter cuestión, contentándonos con mencionar algunos estudios
privado, individual, de la relación del hombre con Dios. recientes sobre este tema, de innegable importancia para la
Hacerlo implica obviamente afirmar la libertad de concien- sociología del conocimiento, pero que se aparta de nuestros
cia, la libertad religiosa. Y, por lo tanto, la desacralización propósitos; los trabajos, ya clásicos, de Maurice Dobb (2)
del orden social, la secularización del Estado. sobre el desarrollo del capitalismo, los de Perry Anderson (3) y
Como hemos mencionado —en la nota (4) del capítulo las tesis de Inmanuel Walherstein (4), que han suscitado
anterior—, las célebres tesis de Max Weber sobre la relación una eran controversia entre los historiadores contemporá-
entre el protestantismo—que el pensador alemán reduce a neos (5), aportan numerosos elementos para la crítica de las
una ética— y el desarrollo del capitalismo, aunque hayan tesis de Max Weber:
(1) Carlos Moya, en su libro sobre La Elite Empresarial Española, hace un penetrante
planteado un problema, no constituyen en absoluto una so- análisis del mismo tipo de proceso en España siglos después...
lución adecuada, ni una formulación rigurosa de la cuestión. (2) Dobb, Maurice, Studies in the development of Capitalism, London, Routledge and
Kegan, 1963.
En efecto, las tesis de Weber no toman en cuenta un (3) Anderson, Perry, Passages from Antiquity to Feudalism, London, 1974.
(4) Walherstein, Inmanuel, The Modern World System: Capitalist Agriculture and the
hecho histórico esencial: el desarrollo efectivo de una bur- Origins of the European World-Economy in the Sixteen Century, New York, Academic Press,
guesía comercial en las grandes ciudades, tanto del Norte de 1974.
Europa como de Italia, durante la Edad Media. El desarrollo (5) En parte, puede verse la polémica en Europa, n.° 1, 1977, pp. 67-88.

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Pero no es aquí ni Max Weber ni la emergencia del construye el objeto social en el paradigma liberal: la socie-
capitalismo lo que nos ocupa, sino el desarrollo de lo que dad es un conjunto de individuos libres que persiguen fines
Parsons llama el «positivismo individualista» (6), del que propios.
surge después lo que él considera —en 1937— la concep-
ción científica en sociología: la teoría voluntarista de la Una vez definido así lo social, el orden tiene que ser una
acción. propiedad emergente de la interacción entre los individuos
que, como las partículas de la física, se mueven de un lado a
La etapa previa al desarrollo y a la consolidación del otro, chocando unos con otros. Y es que Hobbes tiene una
modo de construcción del objeto social que designamos por concepción mecanicista de la fisica, más cercana a Descartes
«paradigma liberal» es, pues, la secularización de lo social que a la de su compatriota Newton. Su racionalismo es,
que lleva a cabo, en lo fáctico, el desarrollo del capitalismo y además, más radical que el de Descartes, que admite la moral
en lo ideológico, la teología protestante. católica y que, además, critica el De Cive de Hobbes en
nombre de esta moral. Hobbes, liberado de las restricciones
A mediados del siglo XVII, el Leviatán, de Thomas que una sociedad católica imponía al racionalismo mecani-
Hobbes formula de manera coherente la problemática pro-
piamente social que se deriva de la teología protestante (7). cista, lleva éste a sus consecuencias lógicas: el orden social
Hobbes, que se consideraba a sí mismo —y veremos que no sólo se puede explicar como resultado de la interacción entre
sin razón— el Galileo o Copérnico de la ciencia política, individuos.
formula el problema del orden en términos que, de una No nos detendremos aquí en narrar la historia del
manera u otra, constituyen una de las constantes del para- pensamiento inglés del XVII, ni en establecer sus relaciones
digma liberal. con los Enciclopedistas franceses del XVIII (8). Bástenos con
decir que este planteamiento es, también, el de John Locke y
Hobbes se pregunta, en efecto, cómo es posible que el que Hume y Rousseau lo recogen un siglo después. El
orden exista, puesto que una sociedad es un conjunto de utilitarismo de Bantham, Stuart Mill y de Adam Smith, el
individuos que persiguen cada uno libremente sus fines pro- marginalismo de Marshall, son herederos notorios de ese
pios. Lo «natural» sería el estado de guerra permanente de modo de pensar lo social que Hobbes formula con claridad
todos contra todos; y, sin embargo, existe un orden. sin igual. Veremos que, a pesar de diferencias esenciales en
cuanto a otros aspectos del pensamiento, el evolucionismo
Las respuestas a la pregunta que Hobbes formula han
de Spencer es también, y en el sentido que damos aquí al
sido numerosas y algunas se hallan tan establecidas que
término, individualista.
aquéllos que las usan como punto de partida llegan a olvidar
Pero nuestra tarea, aquí, no es hacer la historia del
la pregunta a la que contestan. Pero más que el problema
pensamiento social, sino evidenciar el modo de construcción
que Hobbes formula, por muy importante que haya sido en
del sistema-objeto social que es común a un ingente conjun-
la historia de nuestro pensamiento, más importante aún,
to de obras y, sobre todo, que determina la forma de
por más universalmente aceptado, es lo que Hobbes pre-
definición del objeto y el método de buena parte de la
sume como punto de partida indiscutible, como hecho a
(8) Citemos, como de costumbre, algunas obras que tratan con detalle los temas que
partir del cual formula su pregunta. Este postulado es el que debemos, aquí, mencionar sólo en sus grandes líneas: Watkins, Frederic, The Political
(6) Parsons, T., The Structure of the Social Action, vol. 1, New York, The Free Tradition of the West... A Study in the Development of Modern Liberalism, Cambridge, Harvard
Press, edición de 1961, pp. 60-72. University Press, 1948; Laski, H. J., El liberalismo europeo, México, Fondo de Cultura
Económica, 1953; Laski, H. J., Political Though in England from Locke to Bentham, New York,
(7) Aunque, como veremos, no sólo de ello, sino de la concepción del sistema que H. Holt, 1920;Planenat, John, The English Utilitarism, Oxford, Blackwell, 1949.
desarrolla la física.

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sociología contemporánea. Por otra parte, sólo dentro del jurídica de lo que, más generalmente, llamaremos la concep-
contexto de este paradigma que define lo social y lo indivi- ción normativa del orden. El «contrato», tan invisible como
dual se puede entender el desarrollo de la sociología de la la célebre mano de Adam Smith, expresa ante todo la idea de
educación, a la que colveremos más lejos en este capítulo. que el orden está fundado en el consentimiento. Y el consen-
Por el momento, volvamos a la definición del paradigma timiento (que en francés se llama consens) no sólo tiene el
liberal.
sentido de la forma castellana, sino que, y sobre todo,
significa co-sentir o co-significar.
El mecanicismo de Hobbes es, en gran parte, metafórico,
como será después el de Augusto Comte: lo social no se Con la expresión «contrato social» lo que se indica, aún
deja reducir a una construcción sistemática como la de la torpemente, es que el sentido, los valores, las normas que
mecánica. Y esto sucede porque las «partículas» de lo social, rigen lo social son el fruto de la interacción entre individuos.
los individuos, al moverse, lo hacen persiguiendo fines pro- Que el sentido, comúnmente atribuido por los miembros de
pios, mientras que los cuerpos de la física obedecen, en su una sociedad a la sociedad misma y a su entorno, es resultado
movimiento, a leyes que, aunque sean internas al sistema de la interacción entre los sentidos que cada uno de los
físico, son externas respecto a sus elementos. individuos le atribuyen.
Un aspecto esencial de esta concepción, cuyo desarrollo
Hobbes atribuyó a los hombres la persecución de fines
seguiremos en la sociología contemporánea, es que el conferir
propios. Y aunque estos fines puedan pertenecer a una u otra
a toda acción humana los atributos de la conciencia, de la
clase, definida de una u otra manera, desde satisfacer deseos
libertad y de la voluntad, hace de todo acto un acto moral. El
hasta enriquecerse, lo esencial del modo de pensar que
individuo es entonces responsable de todos sus actos al ser
caracterizamos aquí es que los fines sean de cada uno, antes
concebido como «propietario» de la causa de éstos, los fines
de ser de todos...
del acto.
Esta «propiedad» individual de los fines es la contrapar- Y si el individuo es responsable, si él y sólo él es la causa de
tida laica de la libertad de conciencia de la teología luterana y sus actos, entonces también es culpable de ellos: la
el elemento esencial del pensamiento liberal, que la distingue fundamentación del castigo sólo se encuentra en la afirmación de
del paradigma clásico.
la causación interna, propia, del acto castigado. Como
La libertad de conciencia supone, en lo laico, ante todo, apunta agudamente García Calvo, la causalidad es una pura
la afirmación de la libertad que cada uno tiene de perseguir traducción de la culpabilidad...
fines que están, de una manera u otra, en la conciencia. Pero dejemos por el momento estas cuestiones y resuma-
mos lo esencial: al definir la sociedad como conjunto de
Con esta definición de lo social y de lo individual, la individuos que persiguen libremente fines propios, el orden
solución del problema del orden es siempre del mismo tipo. social —la sistematicidad de lo social— se define co-
Hobbes, en el Leviatán, formula ya la hipótesis del «contrato mo un resultado convencional de la interacción.
social» que hizo célebre a Rousseau más de un siglo des-
pués (9).
2.2. Nacimiento de la sociología
Pero el «contrato» no es más que la primitiva expresión
El proyecto comtiano de la sociología como una «física
(9) El Leviatán se publicó en 1651, mientras que Le Contrat Social salió a la luz en 1762... social» se inscribe en un contexto social e ideológico que
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determina en gran medida el devenir posterior de la discipli- Con esta afirmación no queremos reivindicar aquí la
na. Dominado por la idea de progreso, por una parte, y por explicación que Spencer da al hecho de la «evolución»
otra, respondiendo a los desórdenes revolucionarios que social. Pero sí apuntar que el problema planteado por él, la
agitan a Francia en el siglo pasado, el proyecto comtiano necesidad para la teoría sociológica de explicar no el
quiere conciliar las dos urgencias, la del orden y la del «cambio social», sino lo que, más correctamente, llamaba
progreso, en una teoría positiva de lo social. Esta teoría, Spencer la evolución social. Decimos «más correctamente»
además, va asociada con una práctica pedagógica, de la que porque el «cambio» social que constatamos no es un
volveremos a hablar después. fenómeno errático, la transición aleatoria de una forma de
La «física social», que la sociología aspira a ser, empieza a sociedad a otra forma cualquiera, sino un proceso que
construirse como «estática social». Esta expresión de Spencer parece tomar, si no una significación, al menos una
(10) que no tuvo futuro, era, empero, afortunada: las teorías dirección dada.
contemporáneas de la estructura social no han sobrepasado Spencer, como Comte, como Durkheim y Pareto y Weber
ese nivel analítico. El problema del «cambio social» no sólo y Parsonsns (y Merton y...) era un individualista en el
no se ha resuelto, sino que, como veremos, sigue plan- sentido que hemos dado, en el párrafo anterior, a ese
teándose de tal manera que la solución no parece posible. término. Y un positivista. Pero constataba la existencia
Pero, para justificar estas afirmaciones, tenemos que de la historia, aunque su sistematización de lo social, que
adentrarnos en la problemática sociológica, tal y como se ha reducía la sociedad a un conjunto de individuos, a veces en
ido desarrollando. Para ello acudiremos a manidos «foun- lucha y a veces en cooperación, pero actuando libremente en
ding fathers» de la disciplina. función de sus conciencias y voluntades, no permitiera
plantear el problema del cambio del orden más que como
En cualquier exposición tradicional de la historia de la efecto de la interacción de individuos en la lucha por la vida.
sociología se suele empezar por Comte. Porque, como dice El desarrollo de la sociología se efectúa desde Comte en
Parsons en la primera línea del primer capítulo de su primer un «olvido» del hecho del cambio, de la evolución de su
libro importante: «Who now reads Spencer?» (11). Leer a historia: su problema central es la explicación y el análisis
Spencer, en efecto, es incómodo. Y no porque, como añade del orden social. Con una particularidad: que el «orden» ya
Parsons, Spencer esté muerto, sino porque el no hablar de él no se llama «orden», sino sistema social o, peor aún (porque
ha sido la respuesta institucional a lo incómodo de sus crea más confusiones) estructura social. El orden social no
planteamientos. es una característica del sistema o de la estructura social,
En consecuencia, la perspectiva evolucionista que desa- sino que es el sistema mismo.
rrolló en su Social Statics y en la que se encuentra una teoría Para Comte, el «progreso» constituía aún un elemento
de la selección natural en la que se inspira después Darwin de su problemática sociológica, pero un elemento con estatu-
(12) no ha logrado formar parte integrante de la teoría socioló- to ambiguo. En efecto, al definir el orden social como orden
gica. normativo, el progreso del orden es la universalización de
las normas. Para el autor del Discurso sobre el espíritu
(10) Spencer, H., Social Statics, London, 1851.
positivo, el progreso se traduce en una sistematización de la
(11) Parsons, T., The Structure of the Social Action, op. cit., p. 3.
(12) Darwin escribió El origen de las Especies años despues de que Spencer publicara su moral y en la independencia de este proyecto de la
estática social. El mismo Spencer lo apunta en su El Hombre Contra e! Estado, Buenos Aires, teología y de la matafísica.
Aguilar, p. 129.
El progreso y el orden no son, pues, dos aspectos diferen-
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terizar como institucional, porque, al menos numéricamente,
ciados que la problemática sociológica contiene, porque,
se consagra casi exclusivamente al estudio del sistema social, de
sencillamente, el progreso es la extensión del orden. Esta la coherencia entre sus partes, excluyendo toda relación
afirmación, además, no se queda en puras formulaciones substantiva entre la lógica del cambio y el análisis sincrónico
abstractas. Para Comte, en efecto, la extensión del orden es de los componentes de los sistemas sociales.
la supresión de la lucha de clases. Los proletarios deben
perder las «perjudiciales ilusiones sobre el alcance de las En este sentido, la posición de Parsons representa, como
medidas políticas propiamente dichas» (13) y dedicarse a «su suele suceder con sus concepciones, la formulación más
indispensable participación en el poder moral, que siendo el clara y coherente: para Parsons el estudio de los cambios de
único verdaderamente accesible a todos, sin ningún peligro los sistemas sociales sólo puede venir después de haber definido
para el orden universal, y por el contrario, con gran ventaja éstos sincrónica y estáticamente. Porque si no se define qué es
para el mismo, autoriza a cualquiera, en nombre de una lo social..., ¿cómo se puede estudiar el cambio?
común doctrina fundamental, a llamar convenientemente a Esta argumentación es, como veremos, falaz, a pesar de
sus deberes a los más altos poderes» (14). su aparente consistencia. Pero, en cualquier caso, justifica una
La conciliación de orden y progreso es, pues, la substitu- práctica real. La sociología se ocupa poco del cambio, sin
ción de la lucha política para la reivindicación efectuada en preguntarse demasiado por qué. Parsons se lo pregunta y
nombre de valores comunes, de esa «común doctrina funda-
mental» que el desarrollo del «espíritu positivo» acabará responde a la pregunta (16).
implantando. Lo que más graves consecuencias tiene en la posición de
Parsons no estriba en este dejar para después el estudio del
Comte no es un sociólogo de la educación. Pero en sus cambio, sino en afirmar dogmáticamente que «no hay dife-
concepciones generales del progreso y del orden —que el rencia entre las variables implicadas en la descripción del
primero extiende y consolida— la educación tiene un papel estado de un sistema y las que lo están en el análisis de sus
de gran importancia. La «escuela positiva» es el instrumento procesos. La diferencia estriba en cómo se usan las mismas
mediante el cual se. desarrolla la común doctrina fundamen- variables» (17). Esta afirmación identifnca la dinámica de los
tal. La escuela, la buena escuela, es un instrumento esencial sistemas sociales con su estática. En la historia del pensa-
del progreso del orden. Sus concepciones sobre la función de miento científico nunca se ha podido dar una explicación con
la enseñanza son harto conocidas y no insistiremos sobre conceptos procedentes de la estática de la dinámica de los
ellas, contentándonos con recordar que, uniendo a la práctica sistemas. La unión entre una y otra se ha efectuado, a la
a sus teorías, Augusto Comte se dedicó a la enseñanza, inversa, elaborando teorías dinámicas del equilibrio. La física
organizando una instrucción científica para el pueblo (15). moderna no es la geometría del objeto en movimiento: al
La prevalencia de las concepciones de Comte ha supuesto contrario, su constitución hace de la geometría la física del
que las preocupaciones de Spencer sobre la lógica del objeto en reposo... (18).
cambio de las formas sociales hayan desaparecido de la Obviamente, desde la posición metodológica de Parsons,
sociología. Y lo han hecho de manera que podríamos carac- (16) Parsons, T. y Shils (eds.), Toward a General Theory of Action, 1958, New York,
(13) Comte, Augusto, Discurso sobre el espíritu positivo, Buenos Aires, Aguilar, 1962, Harper, 1962, p.6.
p. 156. (17) ¡bid, p. 6.
(14) ¡bid, p. 155. Los subrayados son nuestros. (18) El mismo Newton, en el prefacio a sus Principios, apunta esta relación entre física y
(15) El Discurso sobre el espíritu positivo, publicado en 1844, es el prefacio a un geometría, pero la formula diferentemente: la física seria la geometría del objeto en movimiento,
Tratado filosófico de astronomía popular. Escribe también un Tratado Elemental de Geometría. con lo que el tiempo se transforma en una dimensión más del espacio de esa geometría...
Es, pues, un activo pedagogo.
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no se puede leer a Spencer, y aunque las preocupaciones del características propias del objeto. En los fenómenos sociales
último no estén muertas, el primero las entierra, pues ponen existe una vertiente subjetiva y otra objetiva. Pero la objetividad
en peligro la dominación que las teorías voluntaristas de la de los fenómenos sociales se traduce, metodológicamente, en
acción ejercen sobre la sociología. Esta dominación es, que deben considerarse como si de cosas se tratara. Y la
además, tanto más eficaz cuanto menos explícita, y una cosa es, para Durkheim, el prototipo de la objetividad.
teoría que no se reconoce como teoría en la práctica de la Porque la cosa es lo dado y lo dado es el dato: «Est chose en
investigación empírica es, sin duda, la menos explícita de las effet, tout ce qui est donné, tout ce qui s'offre, ou plutót,
teorías (19). s'impose a l'observation» (21).
Antes de que Parsons formulase estas concepciones, ya La cosa, en efecto, se impone a la observación. Pero
habían venido desarrollándose y transformándose en una Durkheim no tenía en cuenta que existen procesos sociales
práctica institucionalizada que el sociólogo americano no que cosifican la realidad, que la imponen a la observación
hace más que explicitar y justificar coherentemente. Desde como cosa y que esos procesos subyacentes son, quizás,
los trabajos de Comte hasta la publicación, en 1958, de The en sí mismos, fenómenos más importantes que sus resultados
Social System la sociología se ha constituido como disciplina (22). El positivismo durkheimiano consiste, precisamente, en
legítima y los autores de este proceso nos interesan sobremanera. ignorar estos procesos.
Volveremos, pues, hacia atrás... En cuanto al objeto se refiere, el positivismo durkheimia-
La preocupación que por el progreso tenía Comte desa- no implica una concepción del sistema social como sistema
parece casi por entero en la obra de Durkheim quien, más de relaciones entre elementos cuya definición es independiente
aún que el primero, es considerado como un «fundador» de las relaciones mismas. Los fenómenos no son, por tanto,
indiscutible de la disciplina. Nuestro interés por Durk- procesos, transformaciones, realidades dinámicas: son cosas.
heim es doble: no sólo es un teórico de la sociología, sino El sistema social es, entonces, el orden que existe entre las
que, en sus célebres Reglas del método sociológico (20), se cosas. Durkheim se dedica a la construcción de una estática
plantea y discute del tema y del objeto de la disciplina. social.
Durkheim es, además, un estudioso de la educación: de sus
concepciones de ésta haremos un detallado examen más Y, cuando los fenómenos son cosas, se acepta implí-
adelante en este capítulo. citamente la vieja afirmación eleática: lo que es, es; la tarea
Lo que por el momento nos interesa es, ante todo, la del sociólogo se reduce a analizar cómo es. Durkheim de-
concepción durkheimiana de las relaciones entre objeto y muestra con su estudio sobre El estudio (23) o con su no
método de la sociología. La posición de Durkheim es estruc- menos célebre artículo sobre Lo normal y lo patológico (24), que
turada y compleja, por lo que se puede exponer empezan- los fenómenos sociales, nos gusten o no nos gusten, son cosas
do por una u otra de sus partes. Dado el propósito de este que existen y cuya existencia forma parte de la naturaleza
texto, nos centramos en la cuestión del método. misma de lo social, independientemente de las representaciones
La preocupación esencial de Durkheim, en lo que a que la sociedad produce respecto a ellos.
método se refiere, proviene de una distinción en cuanto a las (21) ¡bid, p. 30.
(22) Sobre la cosificación o reificación ver Lukacs, G., Historia y Conciencia de Clase,
(19) El «metodologismo», del que hablamos ya antes, conlleva esa ocultación de la teoría Barcelona, Grijalbo, 1975 y Goldmann, L., Recherches Sociologiques, Paris, Gallimard, 1966.
que orienta, efectiva y calladamente, la investigación empírica. (23) Durkheim, Le Suicide, Etude de Sociologie, Paris, F. Alcan, 1897.
(20) Durkheim, E., Les Régles de la méthode sociologique, 1901, París, Presses Universitai- (24) Durkheim, «Le normal et le pathologique», en Les Regles de la Methode Sociologique,
res de France, 1963. 1901, Paris, P.U.F., 1963.

46 4
7
Las representaciones, las convenciones y las normas son, Las instituciones son, para Malinowski como para
para el primer catedrático de sociología de la Sorbona, Durkheim, resultado de la institucionalización de los valores.
también hechos. Y es tarea de la investigación sociológica el La función de la institución se establece cuando se determina
evidenciar la relación existente entre las convenciones socia- con exactitud las finalidades que persigue, las necesidades
les sobre las cosas y las cosas mismas. Esta tarea desvela primarias o secundarias que satisface.
aspectos esenciales de la estructura social.
Los valores institucionalizados en la institución tienen,
Las representaciones y las convenciones son, para Durk- pues, un carácter instrumental respecto a los fines sociales.
heim, fenómenos del mayor interés. Y, sobre todo, la moral, Pero intrumentos y fines son atributos, siempre, de un sujeto
el derecho y la religión. Concibe los sistemas normativos y ese sujeto, generalmente implícito, es tanto para Malinows-
como reguladores, en el sentido cibernético del término, de ki como para Durkheim la colectividad, el conjunto de
las conductas. Lo «normal», lo que que se conforma con la individuos que constituye la sociedad.
norma, es también lo estadísticamente normal. Lo «patoló- El conjunto de individuos que persiguen libremente sus
gico» es una mera desviación de la norma, que aunque sea fines propios y que planteaba el problema del orden a
socialmente sancionada, es, debe ser también funcional. Hobbes se queda en segundo plano en el desarrollo del
Estas tesis que recordamos aquí son elementos esenciales pensamiento sociológico porque el problema del orden ha
del pensamiento funcionalista. Malinowski, que acuñó este sido «resuelto»: los valores comunes generan el orden nor-
término y que , en 1939, expuso los axiomas generales del mativo y éste es, sencillamente, el orden social. Lo que se
funcionalismo (25), recoge los elementos fundamentales del aparta de la norma es una desviación, sin duda necesaria,
pensamiento de Durkheim y los sistematiza. «La forma y la pero que es normal que sea reprimida, como lo recuerda
función (de las cosas) están relacionadas» (26). La función se Durkheim a aquéllos que pueden pretender educar a sus
define como instrumentación para alcanzar fines que, para hijos con pautas que se separan de las dominantes (27).
Malinowski son, ante todo, la satisfacción de necesidades Pero el funcionalismo de malinowski es hoy de mal tono
biológicas, las necesidades primarias, y, después, necesidades en la Academia, mientras que la obra de Max Weber sigue
secundarias, derivadas de las primeras. comentándose y sus hijos póstumos encuentran aún en ella
La crítica del funcionalismo de Malinowski ha insistido el fundamento de la auténtica ciencia.
sobre la definición que éste da a las necesidades primarias: No hablaremos aquí de las preocupaciones históricas de
porque son biológicas, e incluso pintorescamente biológicas, Max Weber, de sus análisis de fenómenos concretos. Nos
se ha querido ver en el funcionalismo un «biologismo». Pero limitaremos a analizar cuáles son para él los conceptos
lo más importante del método de Malinowski no está en su fundamentales de la sociología (28). El primero de ellos es el
postulado del carácter explicativo de la satisfacción de la de acción, que distingue del mero comportamiento (animal)
necesidad biológica, sino en su tentativa de fundamentar — por la presencia de un sentido subjetivo que la guía. Una vez
y, por lo tanto, legitimar— biológicamente la necesidad del definida la acción en general, define la acción social como el tipo
orden. El mantenimiento del orden es, para Malinowski, una de acción de cuyo sentido forma parte la acción de otros actores,
finalidad derivada, pero indiscutible, que permite analizar las la interacción.
instituciones desde un punto de vista instrumental. (27) Durkheim, E., Educación y Sociología, 1922, Barcelona, Península, 1975.
(25) Malinowski, Bronislaw, Una teoría científica de la cultura, Barcelona, Edhasa, 1970. (28) Weber, Max, Economía y Sociedad, vol. 4, México, Fondo de Cultura Económica,
(26) ¡bid, p. 60. 1944. (sobre todo el primer volumen).

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Con estos conceptos, Weber define la sociología como la identificar en la acción humana no puede resultar más que
ciencia cuyo objeto es la acción social. Los manuales en uso del que existe en los significados, valores y normas que,
en la mayoría de las universidades americanas hacen de esta interiorizados en los sujetos de la acción social, en los
afirmación el punto de partida del discurso sociológico. actores, guían los actos de éstos.
Por ello, Weber analiza la sociedad capitalista como una
Una vez definido el objeto de la sociología, Weber se forma de actuar que se explica —o, más precisamente, se
ocupa del método. Dado que su objeto es la acción social, y entiende interpretativamente— cuando se ponen en eviden-
puesto que la acción está determinada por el sentido subjetivo cia los significados y valores que guían a los actores, la
que para el actor tiene, la sociología no puede ser una ciencia célebre «ética protestante» que constituye el «espíritu de
que, como las de la naturaleza, explique los fenómenos: tiene capitalismo». Una sociedad es, ante todo, un sistema de
que limitarse a una comprensión interpretativa del sentido de acciones, y este la coherencia interna, el ideal-tipo de los
la acción para el actor. significados de los actos para los actores. Las célebres
Importa clarificar aquí esta distinción weberiana que ha distinciones weberianas de los tipos de orientaciones norma-
hecho correr ríos de tinta porque acaba con todo «naturalis- tivas de la acción son, pues, taxonomías de significados y
mo» en sociología. Lo que Weber afirma es que al ser las valores, de entidades subjetivas que se manifiestan en éstas.
representaciones subjetivas la causa (y la definición) de la Dejaremos de lado una discusión de la acción Zweckrational y
acción, ésta es un fenómeno autodeterminado. La explicación W ertrational que no contribuiría en nada a especificar lo
de las ciencias naturales consiste en evidenciar las determina- esencial de la metodología y de la definición del objeto de la
ciones exteriores de los fenómenos. Pero como la acción sociología en Weber.
humana no está determinada exteriormente, sino orientada Lo que, por el contrario, nos parece que debe ser resulta-
interiormente por el sentido subjetivo, no cabe explicarla, do es que, cuando se define la sociología como ciencia de la
sino entenderla por empatía... acción y ésta por su sentido subjetivo para el actor, la
Buena parte de la crítica de Weber no ha entendido distinción entre la sociología y psicología social se borra: la
un hecho elemental: que al definir el método sociológico primera se transforma en un sector de la segunda. Y que este
como una «compresión interpretativa», Weber está reafir- hecho es una consecuencia lógica de esa definición inicial de
mando el postulado liberal de la libertad del individuo y la sociedad como conjunto de individuos autodeterminados,
sacando las últimas conclusiones, las más radicales, que de él propia del paradigma que estamos analizando.
se deducen. Como apuntábamos antes, el individuo libre de La exposición más completa y coherente que existe de la
Hobbes actúa en función de fines propios y la afirmación de concepción de lo social propia del paradigma liberal se
la propiedad de los fines implica la de la existencia de la encuentra en las obras de Talcott Parsons. Es Parsons quien
autodeterminación. Obviamente, para lo autodeterminado articula con paciencia infinita el edificio de lo que él llama la
no cabe ninguna explicación, al menos si por explicar enten- teoría voluntarista de la acción, culminación del individua-
demos identificar determinaciones exteriores. En otras pala- lismo liberal, su forma más acabada.
bras: lo que diferencia al universo social de la naturaleza es Parsons ha sido uno de los sociólogos más criticados en
que, mientras el segundo es el reino de la necesidad, la acción los últimos veinte años. Y lo ha sido de forma violenta
humana es el de la libertad... e irritada: recordemos la ironía de C. R. Milis (29) o las
Una consecuencia de esta concepción, si no la más
importante, es que el orden —si existe— que podemos (29) C. N. Milis, Sociological Imagination, New York, Oxford University Press, 1959.

50 51
acusaciones de Gouldner (30). Se le ha acusado de formular, de sus libros, es un estudio de la emergencia de la teoría
de forma excesivamente compleja y oscura, las evidencias con voluntarista de la acción, de la teoría científica de los
las que todo el mundo está de acuerdo (31). Y, además, de ser un fenómenos sociales, en las obras de Durkheim, Weber,
teórico del equilibrio, un sociólogo conservador e, incluso
reaccionario. Pareto y Marshall. El autor se sitúa en la cima desde donde
se contempla la realidad y examina los caminos que llevan
La irritación proviene, precisamente, de la coherencia sel hasta ella.
razonamiento parsoniano, que une indisolublemente las
Para Parsons, como para Weber, la sociología es una
«evidencias», que todo el mundo acepta, con conclusiones
ciencia de la acción: la que se ocupa de la acción social. Y la
sobre la naturaleza del orden que, por razones éticas y
acción es la categoría fundamental de las ciencias sociales,
científicas, se quieren rechazar. Sus críticos logran evidenciar
pues es la que define su objeto. A lo largo de su obra, Parsons da
numerosos casos en los que la teoría de Parsons no coincide
dos definiciones de la acción: la primera en The Structure of
con los hechos observados. Pero ninguno osa analizar la
the Social Action (33), en 1937. La segunda, en Toward a
coherencia interna de la teoría parsoniana.
General Theory of Action (34), publicado en 1951 y que ha
Para evitar malentendidos, afirmaremos que nuestro
conservado hasta hoy. Aunque las formulaciones sean dife-
desacuerdo con este autor es tan profundo como nuestra ya
rentes, el concepto, en lo esencial, no cambia. El «marco de
manifiesta admiración por la coherencia de su obra. Parsons
referencia de la teoría general de la acción», que Parsons
ha sacado las conclusiones, hasta sus límites más extrema-
compara son las coordenadas espacio-temporales de la
dos, de los supuestos que comparten la mayoría de los
física, es según él, un conjunto de formas «a priori» del
sociólogos, vivos y muertos. Su importancia no debe ser
entendimiento humano.
confundida con su influencia: la sociología es parsoniana sin
Las categorías esenciales del marco de referencia son: 1.°
saberlo, porque entre otras cosas, los sociólogos, en su gran
el sujeto, actor o «mind»; 2.° los fines; 3.° los medios —que
mayoría, no han leído a Parsons. ¿Qué falta hacía?. Al fnn y
forman parte de la situación de la acción—, y 4.° y último, las
al cabo, el sociólogo de Harvard sólo formulaba, de forma
orientaciones normativas de la acción, que son criterios de
ilegible o, como se ha repetido, muy alemana, lo que todos
selección de fines y medios. En su segunda versión, el
saben, lo que orienta la investigación que se hace.
número de categorías disminuye. Sólo queda el sujeto, una
La referencia al autor de The Social System es, pues,
pluralidad de objetos (sociales, físicos, culturales) y un con-
inevitable: el paradigma que analizamos en estas páginas, lo
junto de orientaciones normativas de la acción que ligan al
que hemos designado como paradigma liberal, está entera-
sujeto con los objetos.
mente desarrollado en sus obras. La diferencia esencial entre
Con estas defnniciones iniciales, Parsons deduce y analiza
nuestro análisis y el suyo estriba en que lo que para nosotros
tres sitemas de acción: el de la cultura, el sistema de persona-
es un paradigma, un modo de construcción del objeto social
lidad y el sistema social (35). Los sistemas de acción son
(y no sociológico), para Parsons es, sencillamente, la formu-
sistemas de orientaciones normativas de la acción, contem-
lación más acabada de la más auténtica ciencia social, Su
pladas bajo tres aspectos analíticamente diferentes: el de la
obra The Structure of the Social Action (32), el menos leído
(33) 'Ibid. pp. 44-51.
(30) Alvin Gouldner, The Coming Crisis of Western Sociology , New York, Avon Books,
(34) T. Parsons y Shils, E. (ED.), Toward a General Theory of Action, New York, Harper,
197
1. (31) Tal es, en sustancia, la crítica de Milis... 1967.
(32) Parsons, T. The Structure of the Social Action, op. (35) En Societies, publicado en 1968, Parsons añade un ecosistema a los tres sistemas
cit. mencionados anteriormente, sin que por ello cambie su teoría del sistema social.
52 53
coherencia interna de los valores; conceptos y normas, el de estructura de clases. Mientras que las clases son conjuntos
la interiorización de éstos y, finalmente, la ulterior institucio- cerrados y entidades discretas, la «estratificación social» es
nalización de lo interiorizado. una diferenciación que se produce en un universo único,
definido por un conjunto de variables continuas que caracte-
Lo que se distingue analíticamente es, de hecho, una rizan los complejos rol-status, las posiciones individuales.
realidad única: la del orden normativo que constituye la Además, mientras que las clases son subgrupos diferenciados
trama misma de lo social. El sistema social que Parsons y en conflicto, los estratos se funden unos en otros para
analiza minuciosamente como sistema de roles y status es, en generar una estructura a la vez diferenciada y unificada.
última instancia, un resultado de ese orden normativo cuya Lo que aquí decimos de las teorías de la estratificación
esencia es lo simbólico. Los valores, las orientaciones nor- social se refiere, obviamente, a sus aspectos comunes, gene-
mativas de la acción social son «Shared symbolic systems» ralmente admitidos. Soslayamos las diferencias entre los
(36), lo que, en la terminología de la lingüística moderna, tratadistas, pues nuestro objetivo no es aquí inventariar y
se denominarían signos. analizar las teorías de la estratificación .social, sino situar
El orden social es, pues, un sistema de signos. Y los sis- la problemática de la educación en el contexto metodológico y
temas de signos son, para la semiótica, instituciones socia- teórico que clarifica no ya las respuestas, sino las preguntas que
les (37). El círculo del pensamiento individualista se ha definen las investigaciones contemporáneas en sociología de
cerrado: en su seno están incluidas las ciencias humanas la educación (38).
contemporáneas.
El esquema explicativo fundamental del fenómeno de la
diferenciación es, en el paradigma liberal, el siguiente: los
2.3. Estratificación social y movilidad valores comunes de una colectividad atribuyen a los roles
en el paradigma liberal generados por la división funcional de tareas una evaluación
jerarquizada, que se traduce en una jerarquía de estatus, es
Como indicamos al iniciar este capítulo, mientras que en decir, de recompensas y facilidades: retribuciones, autoridad
el paradigma clásico el orden define las características de los y prestigio son los tres componentes esenciales del estatuto
individuos que en él se insertan, en el paradigma liberal, el que acompaña cada rol.
orden es una propiedad emergente de la interacción entre los La diferenciación de los estatutos resulta, pues, de la
individuos. Por eso, mientras para el pensamiento clásico las evaluación de los roles, efectuada mediante los criterios que
diferencias de actividades, posiciones sociales, derechos y resultan de los valores compartidos por la comunidad. Se
culturas se identifican con el orden y no requieren justifica- explica así la existencia de una jerarquía de posiciones, en la
ción teórica, en el paradigma liberal la diferenciación de las que cada rol va acompañado automáticamente con su
posiciones que los individuos ocupan en la sociedad requiere correspondiente estatuto.
una explicación.
Si aceptamos este esquema, sólo queda por contestar a
Las teorías de la estratificación social son las explicacio-
una última pregunta para llegar a una teoría de la estratifica-
nes de la desigualdad propias del paradigma liberal. La
expresión «estratificación social» se opone y substituye a la
de (38) El mejor estudio que conocemos sobre las teorías de la estratificación social es el de
Nicole Laurin-Frenette, Teorías funcionalistas de las clases sociales, Madrid, Siglo ni, 1976, que
(36) Parsons, T., The Social System, Glencoe, The Free Press, 1951, p. I I. cubre desde las teorías de Comte hasta las de Touraine, Dahrendorf, Milis, Lipset o Lenski.

, Madrid, Alberto Corazón, Ed. 1979.


54 55
ción. Esta cuestión es, sencillamente, la de qué factores La sociología americana se ha dedicado a establecer,
determinan que sea un individuo y no otro el que posea un empíricamente, si existe o no discriminación sexual, racial y
rol determinado y adquiera, en consecuencia, el correspon- económica. La igualdad de oportunidades ha formado parte
diente estatuto. integrante del gran mito americano. El refrán «If you are so
smart, why you are not rich?» —que quiere decir: «Si eres
La respuesta a esta cuestión se hace en dos etapas: tan listo, ¿por qué no eres rico?»— es la formulación más
primero se afirma que existen dos maneras de atribuir roles, hondamente popular de esa identificación entre la capacidad
designadas por Parsons con los términos de «adscripción» y individual y el éxito (monetarizado) que ha tenido que
«achievement». La primera corresponde a las sociedades traducirse en leyes contra toda forma de discriminación.
tradicionales, en las que los roles son hereditarios. La segun-
da es la propia de las sociedades modernas, en las que el rol Lo que por el momento nos interesa es que, dentro de
lo ocupa aquél que ha demostrado por sus obras poseer las es ta co nce pci ón, o cu par u na po sici ón el eva da n o es
capacidades necesarias: el «achievement» es cumplimiento y resultado de querer o no ocuparla, —pues se supone que,
logro. compartiendo los mismos valores, todos los individuos
persiguen una indefinida ascensión—, sino de no tener la
La pirámide de la estratificación social es, pues, una capacidad necesaria para llegar a ella.
ineludible montaña que todos empezamos a escalar desde el
mismo valle y en la que cada uno sube tanto como se lo La jerarquía de roles y estatutos se transforma en estrati-
permiten sus fuerzas. En esto consiste, en suma, la teoría de ficación de individuos porque éstos tienen diferentes capaci-
la «igualdad de oportunidades» propia de una sociedad dades individuales, también jararquizadas, y las dos jerarquías
democrática. coinciden.

La «igualdad de oportunidades» es la respuesta liberal a Un ejercicio intelectual que no hemos visto en ningún
la vieja aspiración de una sociedad igualitaria. La diferencia- trabajo sociológico, a pesar de la facilidad con la que en
ción de roles y estatutos es inevitable, pues es a la vez una éstos se discuten hipótesis poco realistas, es el de intentar
consecuencia y una condición del desarrollo económico, que deducir qué fenómeno social resultaría si la inevitable
requiere una especialización creciente, una división del tra- jerarquía de los complejos rol-estatuto estuviera
bajo más acentuada y, al mismo tiempo, una organización acompañada de una sociedad en la que todos los individuos
más efncaz de las tareas. Y para que la división del trabajo tuvieran idénticas capacidades.
sea eficaz, es necesario, de todas maneras, que la retribución ¿Cómo se distribuirían entonces los individuos en los
(monetaria y simbólica) de cada uno sea paralela a su roles (o viceversa)?. Es obvio que la estratificación de
contribución. Por lo tanto, la desigualdad de estatutos es posiciones no explica la de los individuos. Plantearse la
inevitable y funcional; la única igualdad posible es la de la pregunta sirve, ante todo, para entender que las
oportunidad (o probabilidad) de alcanzarlos. diferencias individuales de «capacidades» no
En efecto, para la sociología dominante todo ciudadano constituyen un simple hecho que se incluye en un
debe tener, al menos, las mismas probabilidades de alcanzar esquema teórico que no tiene necesidad de él para su
las cimas de la pirámide social. Y cualquier obstáculo que se coherencia, sino, al contrario, una exigencia teórica
oponga a esta igualdad de oportunidades se concibe como fundamental- del modelo.
una auténtica discriminación. Las teorías liberales de la estratificación se apoyan, pues,
en la hipótesis de la existencia de diferencias individuales de
56 57
«capacidad». Y, más precisamente, en las diferencias indivi- ne como respuesta homeostática de un sistema que mantiene
duales de inteligencia, concepto que, de designar un atributo su identidad.
del alma humana en la filosofía escolástica, se ha transforma-
do en una variable numérica —el cociente intelectual—, no En el paradigma liberal la movilidad social tiene un
menos continua, además, que la jerarquía de «estatutos» con estatuto teórico muy diferente. Su existencia es el signo de
la que está asociada. Pero la identificación de la diferencia que existe una auténtica igualdad de oportunidades. Lloyd
de capacidades con la de inteligencia es ya, si no otra etapa, Warner, el célebre autor de una escala para medir el estatuto
al menos otro aspecto del desarrollo del pensamiento liberal. social, que ha sido ampliamente utilizada en numerosas
Antes de llegar a ella, habría que plantearse, evidentemen- investigaciones empíricas en España, escribe en el primer
te la cuestión del origen de las diferencias de las capacidades párrafo de su célebre «Social Class in America»:
individuales. La polémica entre los que las atribuyen a «The American Dream and Social Class.
factores exclusivamente sociales y los que hacen intervenir
In the bright glow warm presence of the American Dream all men are
determinaciones biológicas de tipo genético está, todavía born free and equal. Everyone in the American Dream has the right, and often
hoy, en pleno apogeo. Pero no entraremos aún en ella, pues the duty, to try to succeed and to do his best to reach the top. Its two
el terreno en el que se ha planteado ha sido, necesariamente, fundamental themes and propositions, that all of us are equal and that
el de las teorías de la educación, que constituyen el objeto del each of us has the right to the chance of reaching the top, are mutually
próximo capítulo. contradictor y, for if all men are equal there can be no top level to aim for,
no bottom one to get away from; there can be no superior or inferior
Antes de entrar en él, importa comparar la concepción positions, but only one commo level into which all Americans are born and in
clásica del orden jerárquico con la que se elabora en el which all of them will spend their lives. We all know such perfect
paradigma liberal. Recordemos que, en el paradigma clásico, equality of position and opportunity does not Many Americans by
las diferencias de clase o de posición jerárquica se conciben their own success have learned that, for them, enough of the Dream is true to
make all of it real. The examples from history, from the world around us
como la esencia misma del orden y que, por lo tanto, el
and from our own experience provide convincing evidence that,
mantener el orden, equivale a fijar a cada hombre y a sus although full equality is absent opportunity for advancement is present,
descendientes en la posición que ocupan. En esta perspecti- sufficiently to permit the rise of a few from the bottom and a still larger
va, las diferencias individuales de capacidad tienen poca number from the middle to the higher economic and social levels (39).
relevancia: la política tiene como misión el producirlas. Por
eso, la inteligencia podía ser un atributo universal del alma Estas palabras de Lloyd Warner son suficientemente
humana. Y sólo en la utopía platónica de la República se explícitas sobre la necesidad teórica e ideológica de constatar
plantea la cuestión de la adecuación entre las aptitudes y la y de dar publicidad a los casos notorios de movilidad social
posición social. Recordemos que Platón postula que, en porque: «el Sueño (de la igualdad de oportunidades) es lo
casos de falta o de exceso de aptitudes, el mantenimiento del bastante real para hacerlo enteramente real». Pocos suben,
orden exige la posibilidad de cambio de posición... pero bastan unos pocos para confnrmar la existencia de una
La cuestión de la movilidad social ascendente o descen- posibilidad abierta a todos.
dente (salvo en los escritos de Platón, donde responden al Los estudios sobre «movilidad social» —y sobre todo la
modelo ideal de una sociedad perfectamente estable y total- ascendente— han sido, pues, muy numerosos. Importaba
mente autoritaria, que funda su unidad inamovible en la
unificación absoluta de cada individuo con su posición (39) W. Lloyd Warner et al, Social Class in America, the Evaluation of Status, New York,
Harper, 1960 pp. 3-4.
social) no se plantea en el paradigma clásico. Sólo se mantie
58 59
determinar hasta qué punto el estatuto es hereditario, hasta (censos) y clasificarlos según un cierto número de variables.
qué punto cambia de una generación a otra y, también, qué La encuesta por muestreo, que consiste en estudiar un
variaciones se producen en el curso de una vida. Las conclu- subconjunto de individuos y no la totalidad de éstos, es el
siones son bastante confusas, pues el estudio de la movilidad tipo de encuesta usual en sociología.
presenta difíciles problemas metodológicos y técnicos. Pero
una cosa es clara: la amplitud del fenómeno es pequeña. Y La estadística es la rama de las matemáticas que se ha
aún más pequeña entre los negros americanos, los ciudada- desarrollado para responder a las necesidades derivadas del
nos de origen hispanoamericano, los «non-white». estudio de conjuntos de individuos a los que la observación
Más grave para la coherencia de la teoría es que la atribuye un conjunto de características (atributos o varia-
bles). Buena parte de la estadística se ocupa de las condicio-
movilidad descendente sea aún más pequeña y, sobre todo,
que desde un punto de partida alto, prácticamente nunca nes que se deben cumplir para poder generalizar al universo
conclusiones derivadas de la observación de una muestra
alcancen los niveles más bajos. Pero sobre este tipo de
movilidad, la evidencia empírica es aún más escasa... extraída de él. La teoría del muestreo, las técnicas de inferen-
cia y los tests de significación son los sectores de esta
No insistiremos en los detalles empíricos y las variantes disciplina más familiares para el sociólogo.
teóricas de este tema: aquí lo esencial era, ante todo, estable- No es nuestra intención la de examinar aquí estas técni-
cer la problemática en la que se insertan los estudios contem- cas ni las teorías matemáticas que las fundan. Pero sí
poráneos de sociología de la educación.
queremos subrayar un aspecto esencial y a menudo olvidado
* * * de su utilización: todas las técnicas estadísticas presuponen
que lo que se estudia es un conjunto de entidades distintas
2.4. Nota: metodología y técnicas (40), que se denominan «observaciones».

Del modo de construcción del objeto social propio del La estadística inductiva es probabilista, como son proba-
paradigma liberal, como de todo paradigma, se derivan bilistas las técnicas de muestreo. Y, al ser probabilistas, son
protocolos de observación propios. Y junto a estos protocolos de técnicas que no permiten el estudio de relaciones estructura-
observación se constituyen un conjunto de técnicas de les entre los elementos, como lo permiten y lo buscan otros
medida y de métodos de análisis que, aunque no sea este sectores de las matemáticas.
momento de exponerlos, sí debemos analizar su articulación
con el objeto y método propios del paradigma del que En efecto, el uso de la estadística genera distribuciones,
forman parte. que, abusivamente, se llaman a veces «estructuras», pero
que no son más que, precisamente, lo que su denominación
El paradigma liberal, al postular que una sociedad es un técnica indica: clasificar o repartir los individuos en catego-
conjunto de individuos cuyas características definen las pro- rías uniformes respecto a una o más variables dadas.
piedades sistémicas, se ve obligado a determinar las caracte-
rísticas individuales para llegar, a partir de ellas, a definir lo Dicho en otras palabras: la observación efectuada me-
social. Esto implica el desarrollo de técnicas adecuadas para diante la encuesta por muestreo y el ulterior análisis estadís-
esta tarea. tico de sus resultados nunca permite estudiar relaciones

La principal de estas técnicas es, sin duda, la de la (40) Y no de características distintas de las entidades. La correlación mide, justamente, la
encuesta, cuya primera misión es enumerar los individuos asociación de dos o más características en los individuos.

60 61
entre individuos, sino solamente relaciones numéricas entre Apuntemos, de pasada, que en íntima asociación con
características de individuos. otra sociología —la centrada en el estudio de relaciones
interindividuales— se están desarrollando nuevos instru-
Si la observación de esas características está cuidadosa- mentos matemáticos: la escuela de Harrison White en Har-
mente hecha y lo observado responde a conceptos bien vard y la nueva revista Social Networks, publicada desde
definidos y teóricamente pertinentes, establecer relaciones 1979, son buenos ejemplos de la emergencia de una metodo-
numéricas entre las caracterísjticas es, sin ninguna duda, una logía del análisis de roles, que efectúa una síntesis entre la
forma adecuada de investigación para todos aquellos estu- teoría de los grafos y el álgebra moderna.
dios que no definan su objeto como un sistema de relaciones
entre individuos (41). 2.5. Cultura y equilibrio
Cuando el sistema social se piensa como conjuntos de
Un aspecto esencial de la peculiar construcción del
individuos libres, autodeterminados por orientaciones nor-
objeto y del método de la sociología del paradigma liberal, es
mativas interiorizadas y propias, el uso de técnicas estadísti-
la función que la cultura tiene en su sistema teórico. Como
cas es natural y conveniente. Por ello se han desarrollado
hemos expuesto en páginas anteriores, el término cultura
tanto estos métodos en el último siglo: el modo de definición
designa el sistema simbólico integrado por significados concep-
de lo social propio del paradigma liberal excluye la posibili-
tuales, valorativos y normativos.
dad de que existan relaciones sociales que no puedan redu-
cirse a características o propiedades de los individuos; así, Uno de los méritos de Parsons es haber concebido la cul-
para estudiar, pongamos por caso, las relaciones entre las tura como sistema y no como un simple conjunto de entida-
profesiones y la estructura social, basta con examinar las des psíquicas; en su obra, el sistema de la cultura integra los
orientaciones normativas de «los profesionales» y las del aspectos catécticos, evaluativos y cognitivos de las represen-
«público» (42), sin analizar la relación concreta entre un taciones de objetos físicos, sociales y culturales (43). El lugar
profesional y sus clientes. Lo primero se hace con una que ocupan los valores, en el sistema de la cultura, es central:
encuesta por muestreo. Lo segundo, no... el orden de los valores determina la configuración de las
Estas afirmaciones tienen como objeto mostrar la re- demás representaciones.
lación existente entre el paradigma liberal y un conjunto de La cultura tiene una característica esencial en la teoría de
técnicas de investigación dado. Es evidente que a otro Parsons y, en general, en todo el pensamiento liberal que
paradigma corresponderán otros protocolos de observación, culmina en su obra: es una entidad transmisible «de una
otras técnicas de análisis, otras teorías matemáticas. El personalidad a otra por aprendizaje, y de un sistema social a
cálculo diferencial ha sido la matemática de la física newto- otro por difusión» (44). Esta característica resulta de otra,
niana, como la estadística es la matemática de la sociología más profunda, que constituye y define la cultura. Citaremos
liberal. A otra sociología, otras matemáticas; la historia de textualmente: «Culture is constituted by "ways of orienting
las ciencias demuestra, entre otras cosas, que las matemáti- and acting", these ways being "embodied in" meaningful
cas no son un «lenguaje universal», sino una forma abstracta, symbols» («La cultura está constituida por "maneras de
operativa y rigurosa de pensar lo real. orientar y actuar", estando estas maneras encarnadas en
(41) En este contexto, individuos es sinónimo de entidades distintas e identificables, "símbolos significativos" (la traducción es mía) N. P.) (45).
cualquiera que sea su naturaleza. (48) T. Parsons y E. Shils, (Eds.) Toward a General Theory of Action, op. cit., pp. 159-189.
(42) Shils, E., Professions and the Social Structure, New York, Wiley, 1968. Aunque podría (44) ¡bid, p. 159.
hacerse y, efectivamente, se ha hecho. La incapacidad señalada no deriva del muestreo, sino del (45) ¡bid, p. 159. Las comillas son de Parsons.
tratamiento estadístico (y no estructural) de atributos.
63
62
La cultura, pues, consiste en maneras de orientar y de Sin proceso de socialización no existe, pues, cultura ni
actuar encarnadas («embodied in») en símbolos significantes. sistema social: la transmisión de la cultura es, en este
Obviamente, y por su naturaleza, la cultura existe solamente paradigma, el proceso esencial para el mantenimiento y la
como entidad interiorizada, como arquitectura de la perso- reproducción del orden social. Puesto que el sistema social
nalidad de los individuos. Es, en efecto, la interiorización de está culturalmente ordenado, puesto que la cultura es la
la cultura lo que determina la forma de las disposiciones de la responsable de la sistematicidad de la acción social, la
necesidad y de las expectativas de rol en los actores que, para reproducción cultural es la reproducción social.
Parsons, son los factores determinantes de la forma de
actuar de los individuos. Estas tesis, que Parsons formula con el rigor analítico
que las hace tan apreciables, son también las tesis de casi
Dado que el orden social, el equilibrio del sistema social, todos los grandes sociólogos desde Augusto Comte hasta
consiste en la existencia de una lógica en las formas de actuar hoy. Durkheim, Weber, Pareto, entre los contemporáneos,
del conjunto de individuos que componen una sociedad, y Merton, Mclver, Sorokin, Homans, Lipset, el mismo Mills,
que las formas de actuar están definidas por la cultura Dahrendorf, Lenski, los interaccionistas simbólicos, los et-
interiorizada por los individuos, el equilibrio social reposa, en nometodológicos, como Cicourel o Gorfman e incluso el
última instancia, sobre la coherencia de la cultura interiorizada propio Buckley, comparten todos la idea fundamental que
(46). Parsons formula: el orden social se deriva del orden signifi-
cante, del orden simbólico. Las diferencias aparecen en otros
Pero la cultura, al existir esencialmente como propiedad de aspectos, y conciernen más a la problemática de la génesis y
la conciencia de los individuos de una sociedad, si no se de la evolución de los sistemas simbólicos, que a la función
tranmitiera de una personalidad a otra, moriría con los reguladora que tienen en lo social.
individuos mismos. La transmisibilidad de la cultura es, pues, Insistamos una vez más sobre la diferencia entre la
una propiedad esencial, sin la cual este término no designaría concepción de la función de la cultura en el paradigma
nada importante desde el punto de vista funcional. El paso de la clásico y en el liberal. Para los clásicos, el orden es
cultura «de una personalidad a otra» es, pues, un proceso la diferenciación y se mantiene y reproduce políticamente.
esencial que no sólo define a la cultura como tal, sino que le Las palabras de Ciceron que citamos en el capítulo anterior
confiere una función ordenadora respecto a la totalidad de lo son una expresión clara de la relación entre transmisión de la
social. cultura y orden social: las leyes, los jueces y los agentes
represivos son más eficaces que los maestros.
Ese proceso de transmisión es, en consecuencia, el proceso Pero lo que nos interesa aquí no es discutir la eficacia
de socialización que transforma en «actores sociales» a las relativa de la represión y de la socialización, sino insistir
individualidades biológicas de la especie («horno sapiens»). sobre la no identificación entre orden social y orden cultural
El proceso de socialización configura la personalidad de los en el pensamiento preliberal. Sólo en el paradigma liberal la
actores y, al hacerlo, orienta la acción de éstos de manera tal reproducción y el mantenimiento del orden se atribuye a la
que emerja un orden, una sociedad, y que no estemos ya en cultura, porque sólo en el pensamiento liberal lo social se
el hobbesiano «estado natural de la guerra de todos contra contempla como propiedad emergente de la interacción
todos».
entre los individuos.
Dadas las finalidades de este texto no podemos insistir
naux: Ideologie et realitee», in Socialisme, 18 Montreal y N. Laurin Frenette. op. cit.
64 65
sobre la relación que mantienen las teorías liberales del aprendizaje que a una sociología de la educación. No insisti-
sistema social con los hechos conocidos y los datos disponi- remos, por tanto, en ellas, contentándonos con apuntar que
bles. Pero vale la pena mencionar que en las sociedades más son teorías que difieren poco del pensamiento clásico sobre
«avanzadas» que se acercan al modelo democrático definido el valor del ejemplo y los nefastos efectos del escándalo. Los
en el paradigma liberal, las estadísticas oficiales indican la escritos de Platón, de Aristóteles o de Cicerón inciden todos
existencia de una tendencia al aumento en el número de sobre la función pedagógica del héroe. Y en otro ámbito, no
delitos contabilizados, de penas impuestas, de denuncias olvidemos el papel de la imitación de Cristo en la educación
efectuadas. católica tradicional.
La criminología contemporánea, la sociología de las Parsons hace de la familia el espacio privilegiado en el
desviaciones respecto al orden normativo, no sabe si se trata que tienen lugar los procesos de identificación y de imitación y
de un aumento de la «delictividad» o, sencillamente, de un utiliza elementos de la teoría psicoanalítica para teorizar la
aumento de la regulación mediante la represión (47). Cual- dinámica subyacente de estos mecanismos. En ello, obvia-
quiera que sea la interpretación, es lícito afirmar que jueces, mente, difiere del pensamiento clásico: en éste, la familia
policía, condenas y cárceles siguen existiendo, por lo que nuclear era un elemento menos importante del proceso de
atribuir el mantenimiento del orden social únicamente a la socialización, sobre todo porque en las sociedades premo-
transmisión de la cultura parece dejar de lado hechos de dernas la familia nuclear no existía más que como abstrac-
indudable significación (48). ción en sistemas relacionales de mayor amplitud. Dejemos el
Como decíamos, contrastar la teoría sociológica liberal y examen de estas diferencias a la psicología y a la historia
los hechos no es nuestra preocupación central en este mo- social, pues son de poca relevancia para las teorías del
mento. Volvamos, pues, al proceso de socialización, que sistema social, interesadas por las determinantes estricta-
comienza desde el nacimiento y que continúa durante la vida mente sociales de la transmisión cultural que por sus meca-
adulta. La socialización es aprendizaje, pero no todo apren- nismos psicológicos.
dizaje es producto de la educación,- al menos en el sentido de Lo que sí tiene gran importancia para una sociología de
transmisión consciente de contenidos culturales. Los meca- la educación es, sin embargo, la función de la familia, como
nismos primordiales son, según Parsons, el de imitación de y estructura social, en la reproducción cultural. La sociología
el de la identificación con otros actores (49). Y, aunque el de la educación se ha interesado más por la educación
conocimiento pueda ser adquirido de forma autónoma, las escolar que por la familiar, aunque nadie duda de que la
pautas valorativas se adquieren, según este autor, esencial- familia sea una institución formal, jurídicamente regulada.
mente mediante el mecanismo de identificación. Los concep- Pero la discusión de este tema es parte integrante del
tos y las técnicas se interiorizan gracias a la imitación que se próximo capítulo.
produce en el contexto de una previa identificación (50).
Estas cuestiones pertenecen más a una psicología del 2.6. Conclusión del capitulo.
(47) A este respecto véase nuestro Crimen y Suicidio, Barcelona, Bruguera, 1978.
(48) Existe obviamente, una teoría liberal de la represión, que identifica el castigo con la Este somero examen del paradigma sociológico liberal,
resocialización del «desviado», la cárcel con una escuela para individuos mal socializados. Tal
es el sentido de la Reforma Penitenciaria de García Valdés y de casi toda la dogmática penal
de su particular construcción del objeto como sistema y del
española. método que ésta construcción presupone, nos ha llevado a
(49) T. Parsons y E. Shils, op. cit., p. 129.
(50) ¡bid, p. 130.
plantear el problema de las relaciones entre reproducción
cultural y reproducción social, íntimamente ligado con el de
66 67
la relación entre estratificación social y aptitudes escritos más «políticos» sólo tienen un sentido auténtico en
individuales. Con ello podremos, en el próximo capítulo, situar el contexto de la Lógica (52). En efecto, el libro primero de
la problemática de la sociología de la educación esta obra, La lógica del ser, contiene un análisis del ser en el
contemporánea en el contexto que le confiere su más honda tiempo, del ser que es devenir, sin el que no es posible
significación. entender la Fenomenología del Espíritu ni los Fundamentos de
la filosofía del derecho.
En nuestro análisis hemos excluido voluntariamente, toda Recordemos, a este respecto, que un hombre tan poco
referencia a una variante esencial en el desarrollo de este
paradigma: la tradición filosófica alemana que desde Kant proclive a la metafísica como era Lenin apuntó en sus Cuader-
hasta Hegel identifica el Estado y su desarrollo con el de la nos sobre la Dialéctica (anotaciones a su lectura de la Ciencia
Razón, atributo del Espíritu. de la Lógica), que no es posible entender El Capital de Marx, y
en particular su primer capítulo, sin haber leído y entendido
Los investigadores alemanes post-hegelianos enfrentados la obra maestra de Hegel.
con el majestuoso edificio de la filosofía dialéctica del maes- Sólo un minucioso análisis de la aportación de la Ciencia
tro, se definen respecto a él, continuando su obra y oponién- de la Lógica al pensamiento contemporáneo nos hubiera
dose a ella. Feuerbach y Marx representan dos etapas en la permitido, pues, situar las concepciones hegelianas de la
crítica de Hegel. Dilthey (51) y Weber, la transformación de sociedad y del Estado en un contexto inteligible. El prescin-
la dialéctica en las ciencias del espíritu. dir de este análisis lleva a esas groseras simplificaciones de la
La síntesis marxista entre la dialéctica hegeliana, la dialéctica de Hegel, propias de los manuales, en las que la
economía política inglesa y el socialismo (sólo después dialéctica del «dueño y del esclavo» se transforma en el
llamado utópico) de Oweny de Proudhon pertenece a la vez paradigma de una lógica que no ha llegado a entenderse.
al paradigma que criticamos y al que tiende a substitutirlo. Hemos preferido, pues, excluir de esta exposición la filosofía
Por eso no lo mencionamos aquí. La preocupación por la alemana del xviii y sus prolongaciones críticas en el xix
historicidad concebida, como esencia misma de lo social, antes que reducirlas, por razones de espacio y de oportuni-
elemento clave de la dialéctica hegeliana, se conserva, trans- dad, a esta caricatura que es tan fácil despreciar...
formándose, en el pensamiento de Marx, y en todas las Por ello, nos contentaremos con afnrmar que las virtuali-
críticas de «izquierdas» al Maestro. dades críticas del idealismo hegeliano no están agotadas en
Por el contrario, los «continuadores» de Hegel, Dilthey nuestra cultura, que una comprensión más profunda y
y, más tarde, Weber, transforman la dialéctica hegeliana en generalizada de su Ciencia de la lógica hubiera evitado a la
esas ciencias del espíritu que confluyen con el individualismo sociología muchos de sus presentes escollos.
inglés del xvii en la consolidación parsoniana del paradigma
liberal.

Existe otra razón por la que aquí no hemos mencionado


las concepciones hegelianas del Estado. Se trata de una
dificultad puramente expositiva, que va asociada con nues-
(52) Hegel, G. W. F., Lógica, Madrid, Ricardo Agilera, 1971. Hemos utilizado tambien la
tra interpretación de la obra de Hegel. Pensamos que sus traducción francesa de la Wtssenschafi der Logik que, realizada por Jankilavitch, ha publicado,
en París, Aubier en 1969, vol. 4.

68 69
CAPITULO TERCERO

LA SO CI OLOGIA DE LA EDUCACIO N
EN EL PARADIGMA LIBERAL:
FUNCION ECONOMICA Y SOCIAL
DE LA ENSEÑANZA

3.1. Introducción.

La sociología de la educación, como especialidad identificada


y reconocida de la sociología, no se constituye hasta el principio
de los años cincuenta en los EE.UU. y aun más tarde en
Europa. El célebre Traité de Sociologie, editado por G.
Gurvitch en 1958 (1) no contiene ningún artículo consa-
grado al tema. Y el balance que hacía Neal Gross de esta
disciplina en el también clásico Sociology Today, editado por
Merton, Broom y Cottrell en 1959 (2), era el de una investi-
gación incipiente, que necesita aún legitimar su objeto y
métodos (3), aunque se hubieran publicado ya obras impor-
tantes dedicadas al tema (4).
hicieramos coincidir la historia de la sociología de la
educación con la de su implantación institucional como
especialidad de la sociología general, haríamos de ella una
(1) Gurvitch, G., Traité de sociologie, París, P.U.F., 1958 (2 vols.).
(2) Merton, R. K. Broom, L., Cottrell, L.S. (Eds.), Sociology Today, 1959.
(3) Gross, N., «The Sociology of Education», Sociology Today.
(4) Brookover, W. S., Sociology of Education, American Book, 1955; Havighurst, R. J. y
Bernice L. Neungarten, Society and Education, Boston, Allyn and Bacon, 1957; Dahlke, H. O.,
Values in Culture and Classroom, Harper, 1958; Clark, B. R., Adult Education in Transition: A
Study of Institutional Insecurity, University of Calofornia Press, 1956; Walter, W., The
Sociology of Teaching, John Whiley, 1932.

71
disciplina que emerge tardía y repentinamente, supeditada al sociológicos: conocer para reformar. La sociología es teoría
crecimiento del «esfuerzo educativo» que se hace sentir tan de la práctica del progreso social.
claramente después de la Segunda Guerra Mundial. Despre-
ciaríamos entonces las concepciones sociológicas de la edu- Harto conocida es la «ley de los tres estadios» teológico,
cación que, integradas en el «corpus» de la sociología gene- metafísico y positivo) que caracterizan, según Comte, la
ral, han respondido a las exigencias de la coherencia interna evolución social. El advenimiento del tercer estadio, del
del paradigma liberal del sistema social y, también, a la espíritu positivo, viene condicionado, para Comte, por el
implantación de la escuela laica, obligatoria, gratuita y desarrollo de la «escuela positiva».
«normal» en los países europeos. La «escuela positiva» es una «enseñanza popular supe-
rior» a la que el pensador francés consagra toda su vida. Su
Para los sociólogos considerados como «padres funda-
dores» de la disciplina, la educación es un fenómeno que no existencia presupone una alianza entre proletarios y filóso-
fos... Alianza que viene facilitada por la predisposición de «la
atrae particularmente la atención, concebida como entera-
mente definida por y supeditada a su función de transmisión clase más numerosa» al conocimiento positivo; porque la
clase más numerosa es la clase más activa y el conocimiento
de la cultura. Aunque, de forma ocasional, hicieran en sus
obras referencias a la educación, ni Weber, ni Marx, ni Von positivo es un conocimiento para la acción. Mencionaremos,
de paso, que esta tesis, formulada de otro modo, es la que
Wiese, ni Simmel, han consagrado a ésta un esfuerzo teórico
significativo. defiende, casi un siglo después, el filósofo marxista Lukacs en su
célebre artículo La ciencia y la conciencia del proletariado (7):
La más notoria excepción a esta afirmación la constituye la ciencia es la conciencia posible del proletariado,
la sociología francesa del xix y principios del xx, con las mientras que la ideología es la conciencia actual de la
obras de Comte y Durkheim. Veremos por qué burguesía...
Augusto Comte es, a la vez un profeta del progreso (5) y No nos detendremos en el análisis de las concepciones
un entusiasta de la educación. Esta asociación entre el educativas de Comte, contentándonos con señalar el carác-
objetivo del progreso y la educación escolar como medio ter instrumental que confiere a la educación, al hacer de ella
para alcanzar ese objetivo es, como veremos, una de las un medio para el progreso social. Esta idea constituye, sin
grandes constantes del pensamiento socioeducativo hasta duda, uno de los presupuestos básicos de la moderna tesis de
nuestros días. Comte, reformador social mediante la edu- la igualdad de oportunidades que hace de la escuela única una
cación, ante todo —no olvidemos que el Discours sur L'Es- productora de igualdad; así como la de la educación como
prit Positif es la introducción a un curso de astronomía inversión, generadora de crecimiento económico. Añadire-
popular— define el proyecto sociológico como necesaria mos que, para Comte, la enseñanza positiva tiene como
teoría del progreso y de sus condiciones. Su descubrimiento misión el desarrollo de una moral universal que permita a los
inicial de las primeras «leyes sociológicas» se consigue en un proletarios realizar su «verdadero programa social» (8): «la
texto titulado Plan de los trabajos necesarios para reorgani- educación normal y el trabajo regular», en lugar de inmis-
zar la sociedad (6), que no deja de ser un índice revelador de cuirse en vanas luchas políticas, que sólo interesan á los
esa constante en la intencionalidad de tantos investigadores poderosos.
(5) Existe una compleja relación entre el desarrollo de las nociones de progreso y * * *
de evolución biológica. La contribución de Spencer en este proceso es capital.
(6) Comte, A., Systeme de Politique Positive, 1822, Plan des travaux necessaires (7) G. Lukacs, Historia y Conciencia de Clase, Barcelona, Grijalbo, 1975.
por reorganiser la societe. (8) A. Comte, Discurso sobre el espíritu positivo, Buenos Aires, Aguilar, p. 156.

72 73
La consolidación de la sociología como disiciplina es Además, no es posible apartarse de las pautas educati-
obra, en Francia, de Emile Durkheim, primer catedrático de vas fijadas por la funcionalidad social del progreso educati-
esta ciencia en la Sorbona. Profesor de Ciencias de la Edu- vo, al menos sin graves consecuencias para el que así quiere
cación en la misma Universidad —así como en Burdeos—, hacerlo con sus hijos: «Estos, al llegar a la edad adulta, no se
Durkheim consagró a temas educativos numerosos estu- encuentran en condiciones de vivir en medio de sus contem-
dios. Sus concepciones de la función social de la enseñanza paráneos, por no comulgar con sus ideas». Toda desviación
son, en muchos aspectos, similares a las de Comte. Pero nos de la norma conlleva una sanción...
interesa aquí, sobre todo, subrayar las diferencias. De la asociación comtiana entre educación y progreso
Podemos encontrar el origen de estas diferencias en el hemos pasado, pues, a una «nueva» relación funcional entre
simple hecho de que Durkheim escribe sobre la educación educación y orden. Sería ingenuo concebir ambas funcio-
cuando ya se ha efectuado en Francia la implantación de esa nes como antitéticas, ya que, para el mismo Comte, el
enseñanza «normal», racionalista y laica que postulaba progreso es el orden, es decir, la supresión de esas estériles
Comte. El sistema escolar formaba ya parte de las institucio- luchas por el poder, en las que el pueblo se ha venido
nes estatales francesas, después de la áspera lucha entre implicando al tener «perjudiciales ilusiones sobre el alcance
laicos (y, además, anticlericales) y religiosos que desgarró la indefinido de las medidas políticas propiamente dichas»
política en la segunda mitad del siglo mx en aquel país. (10), en lugar de reducirse «a su indispensable participación
Lo esencial del pensamiento educativo de Durkheim continua en el poder moral, que siendo el único verdadera-
puede formularse crípticamente: a cada sociedad, su escuela. O mente accesible a todos, sin ningún peligro para el orden
dicho en otros términos, más precisos para el Catedrático de universal, y, por el contrario, con gran ventaja para el mismo,
la Sorbonne, las instituciones educativas se definen por su autoriza a cualquiera, en nombre de una común doctrina
función respecto al mantenimiento del orden social del que fundamental, a llamar convenientemente a sus deberes esen-
forman parte. La función de la enseñanza es mantener y ciales a los más altos poderes» (11).
reproducir ese orden, manteniendo y reproduciendo indivi- Comte asocia, pues, la educación cern la identificación
duos con las características morales y cognoscitivas requeri- entre el orden social y el orden moral, tan conveniente para
das por él. el mantenimiento del primero. La educación, en otras pala-
Estas características tienen que tener elementos comunes y bras, legitima el orden social, al representarlo como resulta-
elementos diferentes. Ambos son necesarios: los primeros, do de una moral universal de comunes valores.
para mantener la mínima cultura común que cimienta una Es ésta una concepción de la función social de la educa-
sociedad. Los segundos, para mantener la necesaria diferen- ción más sutil que la de Durkheim y la de la casi to -
ciación de tareas (La División del Trabajo Social, tema de su talidad de los planteamientos ulteriores. La educación
tesis doctoral y su obra más importante), funciones y roles transforma la lucha contra el poder en reivindicación, que, al
que conlleva la división del trabajo en toda sociedad civiliza- apelar a los valores que fundan el orden, confirman la
da: «la educación asegura la persistencia de dicha diversidad legitimidad del poder mismo.
necesaria», adaptando «al niño al ámbito social en el cual Comte y Durkheim se interesan por la educación esen-
está destinado a vivir», cialmente porque el proceso de implantación de una ense-
(9) E. Durkheim, Education et Sociologie, París, Alcan, 1922 (ed. castellana, Península, (10) A. Comte, op. cit., p. 156.
1975). (11) A. Comte, op. cit., p. 155.

74 75
fianza gratuita, obligatoria y laica había generado importan- El desarrollo de la sociología de la educación en la
tes tensiones en la sociedad francesa, debido, ante todo, a la década de los cincuenta se ve influido, además, por un
resistencia de la Iglesia. contexto socioeconómico, político y educacional que pode-
mos caracterizar globalmente con el término de crecimiento.
En los países anglosajones no existe un conflicto seme- En los países de la OCDE, y durante esa década, el gasto en
jante al francés, cuando en el XIX se generaliza la enseñanza educación experimenta un crecimiento anual medio que
pública, porque las Iglesias protestantes no aspiran, como la supera el diez por ciento. Para que esta cifra cobre su
católica, al monopolio de la enseñanza. La libertad de significación, basta con indicar que en los mismos países y
conciencia y el libre examen propios de la teología protes- durante el mismo período, el crecimiento anual medio del
tante hacen de la relación del hombre con Dios una cuestión Producto Nacional Bruto fue del orden del 5 por ciento y el
privada, y las Iglesias mismas, en consecuencia, no son del Gasto Público alrededor del 7 por ciento.
actores en la lucha política. Los primeros sociólogos anglo- La sociología de la educación de esa década de creci-
sajones se contentan con afirmar la existencia de relaciones miento económico se enfrenta, pues, con un desarrollo del
funcionales entre los tipos de sistemas educativos y las gasto en educación más rápido que el de las variables macroe-
formas de organización social, sin entrar en el análisis conómicas. El número de estudiantes aumenta un 30 por ciento
interno de los sistemas educativos como tales. Weber, que en el sector primario, casi un 100 por cien en el secundario y un
establece relaciones funcionales entre la educación que for- 200 por cien en el superior. La magnitud del fenómeno es tal
ma «especialistas» y el desarrollo de las organizaciones que requiere una explicación...
burocráticas, representa bien la actitud de la sociología
Ahora bien, las preocupaciones de la sociología de la
anglosajona de fines del xix y principios del xx ante los
educación no se concentran únicamente en explicar la ex-
sistemas de enseñanza.
pansión de los sistemas de enseñanza; se derivan también de
los problemas políticos e ideológicos que acompañan la
3.2. La sociología de la educación y el paradigma liberal: expansión misma.
la época de la confianza
Se trata, ante todo, de problemas estructurales. El más
En los años cincuenta, el estructurofuncionalismo, tal y importante de ellos es el de la desigualdad, o en los términos
estruturofuncionalistas, el de la estratificación social. El
como lo formularon, a diferentes niveles, Parsons, Merton, segundo es el de la relación entre la educación y el crecimiento
Shils y Lazarsfeld (en lo metodológico) es, en los Estados económico mismo.
Unidos, la teoría sociológica dominante. Hay que esperar a
los años sesenta para asistir a la polémica sobre el funciona- Estos dos problemas se formulan ante todo como pro-
lismo, al desarrollo de las teorías del conflicto, de la «radical blemas políticos. Los Gobiernos tienen que planificar el
sociology» y a la emergencia de las escuelas que, hoy, atraen desarrollo del sistema de enseñanza y, además de plani-
la atención del investigador: la etnometodología, el interac- ficarlo, justificarlo políticamente. La traducción presupues-
cionismo simbólico y el neomarxismo. taria de este desarrollo es, como hemos visto, considerable.
Esta «dominación» se extiende a Europa y también al Las investigaciones en sociología de la educación respon-
Japón. Por ello, la sociología de la educación de los años den a esa necesidad de justificar y planificar el gasto público.
cincuenta, en su casi totalidad, se inscribe dentro de la Pero tienen que responder también a cuestiones que se
problemática del estructurofuncionalismo. formulan a partir de las exigencias de mayor igualdad de los
76 77
ciudadanos defendidas por sus organizaciones políticas, técnica con el de una fuerza de trabajo compuesta por
sindicales y culturales. expertos y técnicos.

En efecto, cuando un número cada vez mayor de ciuda- Tanto en los EE.UU. como en Gran Bretaña y en el
danos, después de haber transitado por las escuelas públicas y Canadá se publican informes de carácter oficial sobre este
obligatorias, constata que la educación que han recibido no tema: el America's Ressources of Specialized T alent, publicado
cambia sustantivamente su posición social, la justificación en 1954 y redactado por la Comisión de Recursos Humanos
usual de las diferencias de ingresos por el «saber» y Formación Avanzada, y el célebre Rebbius Report, publica-
empieza a ser puesta en duda. Tanto más cuanto el aumento do en Inglaterra en 1963, son ejemplos, con el Rapport de la
de la riqueza nacional no disminuye, aparentemente, las Commission Royal d' Enquéte sur l' Enseignement, dirigida
desigualdades socioeconómicas. por Monseñor Parent y publicado en las mismas fechas
La expansión de la educación no se ha traducido sóla- (1964) en el Canadá, de la importancia política de la asocia-
mente en un aumento del número de estudiantes: no sólo ción entre crecimiento, progreso técnico y formación de
van más niños a la escuela, sino que se quedan en ella más mano de obra especializada.
tiempo: el desarrollo del nivel secundario y superior es más La organización de la enseñanza en el paradigma liberal
importante que el de la enseñanza primaria. responde funcionalmente a las necesidades de la división del
trabajo, suministrando a los individuos las competencias
Las instituciones de enseñanza secundaria que se van requeridas para efectuar trabajos especializados. Según esta
desarrollando en esa década difieren considerablemente de concepción, todo aumento de la división del trabajo, todo
las que estaban reservadas a minorías. Las formas organiza- progreso técnico, se traduce en la necesidad de una mano de
tivas varían de un país al otro, pero hay una constante: la obra especializada para realizar trabajos de complejidad
diversificación del «curriculum», la separación entre las técnica creciente. Esto es, además, lo que explica la expan-
enseñanzas técnicas y la formación literaria y científica sión de los sistemas de enseñanza: la incapacidad de la
tradicional. En algunos países, esta separación de los estu- familia, primero, y de la escuela primaria, después, para
diantes en programas diferentes va acompañada por la suministrar esa especialización requerida por el progreso
separación en escuelas diferentes, mientras que en otros, técnico.
como los EE.UU., tiene lugar dentro de la misma escuela. Las teorías estructurofuncionalistas fundan las reformas
El desarrollo de la especialización de la enseñanza, su del sistema de enseñanza en los años sesenta: la adecuación
duración creciente y el aumento del número de estudiantes entre la explicación y lo explicado toma la forma de la «self
incluidos en los sistemas de enseñanza, son cuestiones que fullfilling prophecy»...
están ligadas tanto con la problemática de la igualdad como
Obviamente, la teoría estructurofuncionalista del sistema
con la del crecimiento económico.
de enseñanza no limita la función de las escuelas a producir
La teoría estructurofuncionalista del sistema de enseñan- especialistas. Desde Durkheim —al menos— la escuela
za, para explicar este crecimiento y esta diversificación, pública y normal tiene, además la de transmitir los valores
identifica un factor primordial: el progreso tecnológico. Tanto comunes que fundan el consenso, la unidad moral que
en los Estados Unidos como en Inglaterra y Francia se asegura la cohesión social. Esta problemática ha producido
elaboran teorías de la sociedad industrial (e, incluso, post- numerosas investigaciones en la sociología de la educación
industrial) que tienen en común asociar el desarrollo de la contemporánea, que analizaremos después. Centrémonos,
78 79
por el momento, en la temática de la especialización y el Schultz, presidente de la American Economic Association,
progreso técnico. En párrafos sucesivos examinaremos la propone que se considere el gasto en educación no como el
cuestión de la desigualdad y la de las funciones ideológicas consumo de un servicio, sino como una inversión (15).
del sistema de enseñanza.
El gasto en educación, en efecto, es una inversión porque
se traduce en mayores rentas en el trabajo: a mayor educa-
3.3. Educación e industrialización: las teorías ción, más salario. Pero también mayor productividad, lo que
del capital humano se traduce, en lo colectivo, en crecimiento económico.
Estas tesis han sido criticadas con severidad en los años
Como hemos apuntado, en los años sesenta se generalizó sesenta. Pero la teoría de Schultz, además de justificar los
la idea de que el progreso técnico y la industrialización
costos crecientes de la educación pública, al hacerlos pasar al
exigen una mano de obra con una formación especializada,
compuesta por expertos y técnicos. Esta teoría explicaba la capítulo de inversiones, parece poder resolver los problemas
expansión de la enseñanza y fundaba las reformas en la planteados por las teorías económicas neoclásicas del
organización escolar. crecimiento.

Las tesis que Burton Clark expuso en su Educating the Las teorías postkeynesianas del desarrollo económico,
Expert Society (12) son ejemplares respecto a esta perspecti- como las de Dowar (16) y Harrod (17), constituyen el punto
va: la educación contemporánea tiene que educar a grandes de partida de la reflexión que sobre esta cuestión se desarro-
números de personas, lo que exige que la escuela seleccione y lla en los años sesenta. Son teorías en las que la función de
oriente a los estudiantes hacia programas especializados. producción tiene un solo factor.
Obviamente, el estudiante puede intentar escoger el progra- A mediados de los años cincuenta, estas teorías son
ma que le guste, pero el mecanismo de selección, fundado en reemplazadas por las llamadas teorías neoclásicas del creci-
una medida de las capacidades, es el que debe, en última miento, desarrolladas por Solow (18) y Swan (19), que
instancia, decidir. introducen en la función de producción la posibilidad de
La enseñanza moderna así organizada, responde a la substitución de un factor de producción por otro.
demanda creciente de expertos y técnicos provocada por el those employments wich require extraordinary dexterity and skill, may be compared to one
desarrollo industrial. La sociedad tecnológica o post-indus- of those expensive machines. The work which he learns to perform, it must be expected,
trial se avecina y la necesidad de trabajadores manuales sin over and aboy e the usual wages of common labour, will replace to him the whol expence
of his education, with at least the ordinary profits of an equally valuable capital. It must do
formación disminuye. this too in a reasonable time, regard being had the very uncertain duration of human life, in
the same manner as to the more certain duration of the machine». (Adam Smith, The
Wealth of Nations).
Esta concepción está lo suficientemente cerca de las (15) Schultz, Theodore W., «Investment in Human Capital», American Economic Review,
conocidas tesis de Alfred Marshall (13) como para que los 51, 1961, pp. 1-17; Schultz, T. W., The Economic V alue of Education. New York, Columbia
economistas desempolven la teoría del capital humano que University Press, 1963.
(16) Dowar, E. D., «Capital Expansion, Rate of Growth and Employment», Econometrica,
encuentra su origen en los escritos de Adam Smith (14). 14, 1946, pp. 137-147.
(12) Clark, Burton, Educating the Expert Society, San Francisco, Chandler, 1962. (17) Harrod, R. F., Towards a Dynamic Economics: Some Recent Developments of Economic
(13) Marshall, Alfred, Principies of Economics, London, McMillan, 1968. Theory and Other Application to Policy (1948), London, McMillan, 1960.
(14) Smith A., The W Wealth of Nations, Cannan Edition, New York, Modern Library, 1937. (18) Solow, ft, «A contribution to the Theory of Economic Growth», Quarterly Journal of
«When any expansive machine is erected, the extraordinary work to perfomed by it Economics, 70, 1956, pp. 65-94.
before it is worn out, it must be expected, will replace the capital laid out upon it, with at (19) Swan, T. W., «Economic Growth and Capital Accumulation», Economic Record, 32,
least the ordinary profits. A man educated at the expence of much labour and time to any of 1956, pp. 334-361.

80 8
En 1956, Moses Abramovitz (20), y en el 57, Robert La teoría del capital humano, por tanto (e independientemente
Salow (21) constatan que los aumentos en los factores capital de sus ulteriores desarrollos como teoría económica en el
y trabajo, tal y como se miden usualmente, no explican más sentido estricto), no sólo sirve para justificar el gasto
que una pequeña parte del crecimiento económico observa- público en educación, sino que además justifnca la desigual-
do en la economía americana en la primera mitad del siglo dad de ingresos, al asociar la productividad del trabajo con
Xx. El factor «residual» que debía explicar la porción del el nivel de instrucciones del trabajador. La productividad
crecimiento real que no se podía atribuir a los factores
capital y trabajo, en su definición clásica, parecía poder mide la contribución desigual de los individuos y justifnca la
identificarse como un cambio cualitativo en la fuerza de retribución desigual que reciben en sus puestos de trabajo.
trabajo. La justificación de la estratificación social mediante la
teoría del capital humano tiene un importante efecto; el de
Las investigaciones de Denison (22) confirman, indepen- hacer de la enseñanza un mecanimso de estratificación. Si la
dientemente, las tesis de Schultz : según ambos autores, se sociedad democrática se funda en la atribución de roles en
puede estimar que el veinte por ciento de la tasa de crecimiento función del logro (achievement) y no de la adscripción y si
económico en los EE.UU., durante los primeros cincuenta años existe en esta atribución una igualdad de oportunidades para
de nuestro siglo, se debe al aumento del nivel de instrucción de la todos los ciudadanos, el sistema de enseñanza mismo debe
fuerza de trabajo. traducir esa igualdad de oportunidades.
A partir de estos trabajos se desarrollan nuevas investi- La sociología de la educación de los años sesenta trans-
gaciones, que son, en un primer momento, de carácter forma esta relación en objeto privilegiado de investigación
comparativo (23). En otros países se observa el mismo empírica.
fenómeno. La teoría del capital humano tiene bases suficientes
para justificar decisiones políticas. Antes de examinar estas investigaciones, volvamos a la
El desarrollo de la teoría del capital humano insiste sobre la economía de la educación, a las teorías de la educación como
relación entre nivel de educación y nivel de ingresos. Y al hacerlo inversión, para recordar la importante función que han
confirma uno de los supuestos esenciales de la teoría tenido, en la década de los sesenta, en la polémica sobre las
funcionalista de las clases: el de la complementariedad entre la causas del subdesarrollo y las políticas de desarrollo que se
contribución y la retribución de los individuos, la asociación derivan del análisis causal de ese problema.
entre el rol y el estatuto, que nadie pone en duda en la sociología
Recordemos, antes de pasar a este tema, un aspecto
académica de la década de los cincuenta (24).
esencial del pensamiento económico neoclásico : en un mer-
(20) Abramovitz, Moses, «Resource and Output Trends in the U.S. Since 1870», American
Economic Review, 46, 2, 1956, pp. 5-34. cado competitivo y en situación de equilibrio, las remunera-
(21) Solow, Robert, «Technological Change and the Aggregate Production Function», ciones de los factores productivos —capital y trabajo— tien-
Review of Economics and Statistics, 3:, 3, 1957, pp. 312-320.
(22) Denison, Edward F., Sources of Economics Growth in the U.S. and the Alternative
den a identificarse con sus productividades marginales. La
Before Us., New York, The commitee in Economic Development, 1962. teoría neoclásica de la distribución en economía y las tesis
(23) Denison, E.F., 141iy Growth Rates Difer: Postwar Experience in Nine Western Coun-
tries, Washington, The Brookings Institution, 1967.
estructurofuncionalistas de la distribución en sociología
(24) Veánse los célebres artículos de Davis y Moore de 1945, el de Parsons de 1940 y la Davis, K., Moore, W., «Some Principies of Stratification», Amer. Sociological Review, 10,
obra colectiva de Bendix, R. y Lipset que, publicada por vez primera en 1953, se transforma en
lectura obligatoria para todo sociólogo. num. 2, 1945, pp. 242-249.
Parsons, T., «An Analytical Approach to the Theory of Social Stratification», Amer Journal of Bendix, and Lipset, S., Class, Status and Power: A Reader in social Stratification, Glencoe
Sociology, 45, 1940, pp. 841-862. New York The Free Press, 1953.

82 83
coinciden en cuanto a la interpretación de la desigualdad. La economía neoclásica, como la sociología estructuro-
Parsons había entendido el pensamiento de Marshall (25): la funcionalista, se ha ocupado más de estudiar el equilibrio que el
teoría general de la acción es la infraestructura categorial de cambio. Las teorías del desarrollo económico no empiezan a ser
las ciencias sociales contemporáneas (26). un sector de investigación importante hasta los años
cincuenta y, como hemos mencionado ya, cuando se aplican
los métodos neoclásicos a datos reales, se constató que las
3.4. Planificación educativa y crecimiento económico
tasas calculadas a partir del modelo eran muy inferiores a las
Si el nivel educativo de la fuerza de trabajo es un factor observadas. La teoría del capital humano que substituye al
de producción que explica, al menos parcialmente, las tasas modelo neoclásico del desarrollo, sin modificar los postulados
de crecimiento de las economías, cabe pensar que actuar básicos que lo fundan, es un instrumento esencial para la
sobre ese factor es un instrumento eficaz en una política de elaboración de políticas económicas de planes de desarrollo. Y
desarrollo económico; el análisis económico y las políticas esto, por varias razones.
económicas tienen una relación tanto más estrecha cuanto La primera de ellas es, como hemos indicado ya, que el
que las últimas afectan menos la distribución de la renta y la actuar sobre el nivel de instrucción de la fuerza de trabajo es
libertad de acción de los sujetos económicos... una política económica que no crea tensiones estructurales
importantes en las sociedades, porque afecta poco a la
Desde el fin de la Segunda Guerra se plantea agudamente distribución de la renta: en el peor de los casos es, sencilla-
un «problema» político: el de las diferencias entre las tasas mente, una política que no se traduce en hechos si no se
de desarrollo económico de los países industriales y los de logra financiar.
sus antiguas colonias. La expresión «países subdesarrolla-
Existe una segunda razón de orden ideológico y político
dos» se acuña para designar aquellos países que, en términos
por la que la teoría del capital humano es importante:
relativos (e incluso absolutos) son cada año más pobres
el nivel de instrucción de la fuerza de trabajo en una
frente a otros que son cada vez más ricos.
nación, la especialización y la competencia técnica , depende
En los grandes escenarios de la política internacional y, de factores internos y no se atribuye a la estructura económi-
particularmente, en el de las Naciones Unidas, se produce ca mundial, a las relaciones entre naciones. Dicho en otras
una reacción frente al aumento de la desigualdad económica palabras: para la teoría sociológica de la misma manera que
entre las naciones (y, por lo tanto, entre los ciudadanos de la estratificación social de los individuos depende de sus lo-
unas y otras), que se traduce en el establecimiento de diver- gros la desigualdad económica de las naciones puede atri-
sos programas de ayuda para el desarrollo. buirse a sus «logros» educacionales...
Esta comparación no es una metáfora gratuita: en 1960,
Los más ambiciosos de esos programas pretenden ayu-
dar a los países pobres a desarrollar su economía mediante la W. Rostow publica su célebre The Stages of Economic
aplicación de políticas económicas científicamente fundadas Growth (28), en el que se aplica al desarrollo económico la
(27). teoría parsoniana de la cultura y del sistema social: el
desarrollo empieza cuando se ha implantado en el país el
(25) La interpretación que Parsons hace de las teorías de Marshall forma parte conjunto de valores y normas que, interiorizadas por los
del volumen 1 de The Structure of The Social Action, op. cit. actores socioeconómicos, lo permiten y lo impulsan.
(26) En nuestro libro Metodología sociológica y teoría lingüística, op. cit., analizamos,
precisamente, la común estructura categorial de ambas ciencias. (28) Rostow, W., The Stages of Economic Growth, A Non Comunist Manifesto, Cambridge
(27) Decimos los más ambiciosos porque también se crea el Peace Corps... University Press,' 1960.

84 85
Las tesis de Rostow van aún más lejos que la teoría del La distinción que Aranguren establece (30) entre planea-
capital humano: no se trata sólo de aumentar la com- miento y programación educativa es, en este sentido, esencial.
petencia técnica de la fuerza de trabajo, sino de Su relación con los métodos de planificación es grande,
implantar en una sociedad los sistemas de valores que generan pues no es lo mismo planificar una disponibilidad de recur-
una sos materiales, para responder a las necesidades educativas
estructura psicológica y social adecuada para el desarrollo con recursos socialmente asignados, que elaborar un
económico. plan educativo acompañado de una programación educativa
rígida, en la que, por decirlo así, el plan está al servicio del
En este contexto teórico, ideológico y político, la planifi- programa... Y esto, como lo indica Aranguren, presupone
cación educativa cobra una importancia considerable. Du- una concepción de la sociedad que, de lo tecnológico, pasa a
rante los años sesenta, se elaboran modelos teóricos y técni- lo tecnocrático.
cos para efectuarla, como elementos indispensables para la Pero volvamos a los métodos. El primero de ellos, que
realización de los proyectos de colaboración internacional, consiste en prever la demanda social de educación basándo-
como el conocido Proyecto Regional Mediterráneo de la se en proyecciones demográficas y económicas, y tratar,
OCDE.
después, de instrumentar los medios para satisfacer lo mejor
Se distinguen dos grandes tipos de métodos de planifica- posible la demanda, no forma parte de la problemática de la
ción de los sistemas de enseñanza: el de la demanda social y el educación como inversión. La enseñanza se trata como un
de la demanda de mano de obra. El primero se basa en consumo de servicios que aumenta con el crecimiento econó-
estimaciones prospectivas de cuánta educación y de qué tipo mico. En esta perspectiva, pues, la planificación educativa no
será pedida por familias e individuos, explicando esta de- es un factor del desarrollo, sino, más modestamente, una
manda por el desarrollo económico mismo, que genera consecuencia del desarrollo mismo...
expectativas de consumo educativo previsibles. La previsibilidad Lo que nos interesa aquí es sobre todo el segundo tipo de
proviene de su asociación con los niveles de renta «per capita», métodos de planificación, que conllevan la hipótesis de la
así como con la evolución demográfica. El segundo, más funcionalidad económica directa del sistema de enseñanza. Y,
complejo, consiste en elaborar una prospectiva del lo que es más, la utilización de criterios económicos de optimi-
volumen y la composición de la oferta de puestos de trabajo zación social...
(o de la demanda de mano de obra) así como de la evolución
demográfica. Este método es el que ha sido elegido y desarrollado por
la ("DE en el Proyecto Regional Mediterráneo. En 1962,
Ahora bien; cualquiera que sea el método elegido, debe Parnes publica un documento sobre la previsión de las
ser resuelta la cuestión previa de los objetivos de la planifi- necesidades educativas para el desarrollo económico y social
cación educativa. Y esta cuestión es extremadamente com- (31), que es seguido por un conjunto de documentos, tam-
pleja, pues presupone una teoría de la función social y de la bién de la OCDE, que sistematizan y divulgan las adquisicio-
naturaleza de la educación misma, además de un proyecto de Eadministrateur de reducation face a la planification, París, Unesco, 1.I.P.E., 1976; Bousquet, I.,
«Prospectiva a largo plazo y programación de la acción inmediata», Madrid, Revista de
sociedad del que el sistema de enseñanza forma parte (29).
Educación, 204, julio-agosto, 1969.
(29) Paillet, P., Faut-il planiJier r éducation?,París, Col. information et formation, Entreprise (30) J. L. Aranguren, «Fundamentos y condicionamientos ideológicos de la planificación
moderne d'édition, 1974; Sauvy, A., Por una democratización de la enseñanza, Madrid, educativa», en Planificación Educativa, Barcelona, Nova Terra, 1975.
I.C.C.E., 1977; Hummel, C., Céducation d'aujourd'hui face au monde de demain, París, (31) Parnes, H. S., Forecasting Educational Needs for Economic and Social Development,
P.U.F., 1977; Fernandez de Castro, I., Reforma educativa y desarrollo capitalista. Informe crítico París, OCDE, 1962.
de la Ley de Educación, Madrid, Cuadernos para el diálogo, 1973; Debesse, M., et al., Aspectos
sociales de la educación, Barcelona, Oikos-Tan, 1976;Curle, A., Estrategia Educativa, Barcelona,
Herder, 1977; Capelle, J., Educación y Política, Barcelona, Planeta, 1977; Beeby, C. E.,
87
nes teóricas y metodológicas de la planificación educativa Si a la dificultad de estimación de la demanda de mano de
(32). En este esfuerzo teórico y metodológico colaboran obra, que resulta de las posibilidades de substitución de los
economistas célebres como Tinbergen y Correa (33), que factores productivos en la producción global de la
desarrollan modelos econométricos de la educación (34). Los economía, se añade el hecho constatado por Bowles (36) de
modelos matemáticos empleados en la planificación se sofistican la posibilidad de substitución de un tipo de formación por otro
considerablemente (35). En 1973, de 91 países observados, 13 en los trabajadores de un sector económico dado, el
tenían uno u otro sistema de planificación de la problema alcanza niveles de complejidad insospechados.
enseñanza, generalmente incluido en la planificación En efecto, la planificación educativa fundada en las
económica. estimaciones de la demanda de mano de obra presupone,
generalmente, que tiene una distribución por niveles de
La concepción del sistema de enseñanza como productor formación en proporciones rígidamente fijadas. Bajo esta
de mano de obra cualificada y adaptada a la demanda hipótesis, la estimación del número de personas con un nivel
impone a todo plan fundado en ese objetivo la exigencia de educativo dado se hace de manera relativamente simple,
estimar la demanda futura de mano de obra, desglosada por aplicando las mismas proporciones a un volumen de deman-
tipos y niveles de formación. Es obvio que, para elaborar esas da estimado en función de las proyecciones de la producción
estimaciones, hay que apoyarse en una perspectiva del desa- global y teniendo en cuenta el movimiento natural y el retiro
rrollo económico que permita determinar las necesidades de la población presuntamente ocupada. Pero si a la compli-
sectoriales. El problema es tanto más difícil cuanto que, por cación resultante de tener en cuenta la substitución del factor
la naturaleza misma del proceso de educación, la planifica- trabajo por el factor capital (o recíprocamente) se añade la
ción educativa sólo tiene sentido si se efectua a largo plazo. substituibilidad de tipos y niveles de formación de la mano de
La fiabilidad de las proyecciones del desarrollo económico obra, la incertidumbre de las previsiones del volumen de la
disminuye a medida que nos alejamos del presente. La demanda para cada tipo de educación aumenta rápidamen-
elasticidad de la demanda de los factores productivos es te. Por ello, se acaba recurriendo a extrapolar series tempora-
grande. La función de producción marginal para un factor les de la distribución de la población ocupada por niveles
dado, estimada mediante métodos de programación lineal educativos. Y, cuando rio están disponibles, a establecer
paramétrica, y bajo la hipótesis de una elasticidad cero en la tendencias mediante métodos de regresión.
substitución de los factores productivos, tiene una gran Una vez en posesión de una proyección de la demanda
elasticidad, lo que demuestra el efecto de los desplazamien- futura de mano de obra, distribuida por niveles y tipos de
tos en la composición del producto total en la substitubili- formación, la planificación educativa se plantea problemas
dad indirecta de los factores en la economía globalmente de optimización de la asignación de recursos, tanto más
considerada. difíciles de resolver cuanto la substitución de mano de obra
OCDE, Conférences et essais méthodologiques sur la planification de l' éducation, París,
(32)
1970; OCDE, Mathematical models in educational planning, París, 1967; OCDE, M.O.S. Un
más especializada por otra menos especializada es posible y
modele de simulation du systeme éducatif, París, 1970; OCDE, Méthodes et besoins statistiques de la hay que tenerla en cuenta en la etapa de determinación de los
planification de tenseigmment, París, 1967; OCDE, Systems Analysis for Educational planning.
Méthodes analytiques appliquées á la planfication de l'enseignement, París, 1967.
objetivos concretos del plan. Bowles (37) desarrolla un
(33) Tinbergen, I., y H. C. Bos, Econometric Models of Education: Some Applications, modelo de optimización de la asignación de recursos de gran
París, OCDE, 1965. interés.
(34) Correa, H., The Economics of Educational Resources, Amsterdam, Nort (36) Bowles, S. Planning Educational Systems for Economis Growth, Cambridge,
Holland. 1963.
Harvard University Press, 1969.
(35) Tinbergen, 3., Mathematical Models of Economic Growth, New York, McGraw (37) Bowles, S., Op. Cit.
Hill, 1964.

88 89
La tercera etapa es más concreta: se trata de determinar dos y de prácticas de planificación educativa va asociado con
la actuación que hay que realizar sobre el sistema de ense- una teoría del desarrollo económico que atribuye a la
ñanza como tal. En efecto, una vez determinados los objeti- educación una función importante en la determinación
vos del plan, que se traducen en un vector compuesto por los de las tasas de crecimiento.
volúmenes de graduados en diferentes niveles y sectores
En el próximo capítulo examinaremos con el debido
requeridos en una fecha dada (los salientes del sistema en t2),
hay que determinar cuántas personas deben entrar (matricu- detalle las críticas que, en la misma década de los sesenta y,
sobre todo, posteriormente, se han ido efectuando respecto a
larse) en los diferentes sectores del sistema en una fecha
anterior (los entrantes del sistema de enseñanza en t1). este planteamiento. Baste con subrayar aquí dos aspectos. El
primero de ellos es que, a finales de la década de los sesenta,
Para resolver este problema, Moser y Redforn (38) han existe .una aplastante evidencia de que el desarrollo de las
desarrollado un elegante y sencillo modelo matemático que sociedades industriales no requiere tanta mano de obra
relaciona los salientes del sistema en t 2 con los entrantes en especializada, tantos técnicos y científicos como postulaba la
t1 mediante la matriz de probabilidades de transición. Los teoría del capital humano: el número de graduados
entrantes en t1 se calculan multiplicándose la matriz inversa superiores en paro en las sociedades desarrolladas aumenta
de las probabilidades de transición por los salientes en t2. durante la última década.
La aplicación de este modelo no plantea más dificultad Por otra parte, el esfuerzo efectuado por los países
que la asociada con la obtención de los datos necesarios subdesarrollados con sus políticas educativas, que han au-
para establecer la matriz de probabilidades de transición. mentado el nivel de instrucción de la fuerza de trabajo, no ha
Esos datos son, esencialmente, estadísticas anuales de los acelerado el crecimiento económico: Parece evidente, al me-
efectivos en cada sector y nivel del sistema, que permiten nos para los directamente afectados por el problema, que el
calcular los flujos. En muchos países —España entre ellos— «subdesarrollo» es un efecto de la estructura económica
esas estadísticas son muy deficientes. mundial, de las pautas de intercambio entre los países
La última etapa consiste en determinar los medios huma- industrializados y los demás países, así como de la incidencia
nos y materiales requeridos por el volumen y la composición sobre sus economías de la organización de la producción que
de los entrantes que se han calculado con el método ante- imponen las firmas multinacionales.
riormente expuesto, y en establecer un programa de actua- En gran medida, pues, la excesiva asociación entre desa-
ciones financieras y técnicas para proveerlas. rrollo de la educación y desarrollo económico aparece como
una forma de ocultación de las correlaciones de fuerza entre
Se añaden, en lo que a los aspectos más técnicos de la naciones y la dinámica estructural del modo de producción
planificación educativa se refiere, las tomas de decisiones en capitalista. Pero esto es ya otra cuestión, que excede amplia-
cuanto a la distribución territorial de las inversiones, la mente la problemática que examinamos aquí.
elección de métodos de enseñanza, el reclutamiento y forma-
ción de profesores... No entraremos aquí en el examen de
estos problemas, excesivamente técnicos. 3.5.. Igualdad de oportunidades y sistemas de enseñanza:
la función de la escuela
Lo esencial para nosotros es que el desarrollo de méto-
(38) Citado y expuesto en OCDE, Mathematical Models in Educational Planning, París,
Según los preceptos del estructurofuncionalismo, una
OCDE, 1967. sociedad moderna y democrática se caracteriza por la atri-
90 91
bución de roles en función del logro (achievement) de cada nar de la determinación estructural nula de los fenómenos
individuo, con lo que la estratificación de los estatutos estructurales...
resulta también del «logro».
Apuntemos, para resolver de antemano el problema, que
En la misma teoría, el logro viene determinado, esencial- podría plantearse respecto a la forma de clasificación de las
mente, por las características psicológicas de los individuos, investigaciones sociológicas aquí mencionadas, que no
por la estructura de la personalidad. Como esta última pedimos a ningún autor una declaración de fe en los principios
resulta de la socialización de las necesidades biológicas, está estructurofuncionalistas para clasifncar sus trabajos en
culturalmente determinada, pero sólo en su mayor parte
(39), esta escuela. El criterio que empleamos se atiene a la
problemática subyacente a la investigación empírica.
Existen elementos irreductibles a la socialización, factores Esta precisión es de particular importancia para explicar
genéticamente determinados de los que el más importante la inclusión de los trabajos de Coleman, de Blau y Duncan
—si no el único— es el cociente intelectual, que mide la en este capítulo. Es usual considerarlos como
inteligencia. «empiristas» (sobre todo, el primero de ellos), debido a la
importancia de las técnicas empleadas y al peso
En este contexto teórico toma su significación la proble- relativamente pequeño de las consideraciones teóricas. Si
mática, ya mencionada, de la igualdad de oportunidades. incluimos ambos trabajos —y otros del mismo tipo— en la
versión estructurofuncionalista del paradigma liberal es,
La mejor definición de la igualdad de oportunidades que sencillamente, porque la hipótesis de la igualdad de
podemos proponer es la siguiente: existe igualdad de oportu- oportunidades que contrastan con los resultados empíricos,
nidades, en un sistema social, cuando el único factor que es la formulación más compacta y «política» de los
determina los niveles de «logro» de cada individuo es la supuestos teóricos de esta escuela.
capacidad del individuo mismo. Es decir, la hipótesis de la
Hechas estas precisiones, volvamos a lo esencial. La
igualdad de oportunidades equivale a borrar toda determi-
problemática de la igualdad de oportunidades, cuya
nación socioestructural del devenir de los individuos que
significación política e ideológica es evidente, genera una
componen una sociedad dada...
serie de investigaciones empíricas de decisiva importancia en
Importa recordar aquí la característica fundamental que el desarrollo de la moderna sociología de la educación.
atribuímos al modo de construcción del objeto de las cien-
cias sociales en el paradigma liberal: lo social (las estructuras El primero de esos trabajos es el célebre informe de
observables) es siempre, en este paradigma, una propiedad Coleman, Equality of Educational Opportunity (40), efectuado
emergente de la interacción entre los individuos. La «prima para responder a lo prescrito por una de las disposiciones
ratio» de las estructuras sociales está constituida siempre por legales sobre los derechos civiles en EE.UU.
las características propias de los individuos. Y es esto lo que La tarea de Coleman consistía en justifncar una interven-
confiere a las investigaciones empíricas estructurofunciona- ció masiva del Gobierno Federal para aliviar las tensiones y
listas sobre los fenómenos sociales, ese carácter peculiar que conflictos inter-raciales en las ciudades americanas. Las
terminamos por no percibir, debido a su repetición de una a medidas antisegregacionistas del gobierno no habían ataca-
otra: tienden a verificar la hipótesis que podríamos denomi-
(39) Sobre este tema, véase Parsons, T., Op. Cit. n, J. S., Equality of Educational Opportunity, Washington, U.S. Goverment Printing
Office, 1966.
92 93
do aún el problema de la desigualdad de oportunidades los especialistas y sirve de argumento para la crítica
entre individuos de igual competencia en lo que al empleo se radical: la escuela no reduce las desigualdades, sino que las
refiere, contentándose con definirla en el plano de la educa- aumenta. Al menos, es la interpretación que se da al hecho
ción.
constatado por Coleman: las diferencias entre los alumnos
aumentan con el tiempo pasado en la escuela...
La acción del Gobierno Federal americano frente a los
conflictos sociales ha sido, desde la Gran Crisis, del mismo La hipótesis de que la enseñanza como tal y no las diferen-
tipo: transferir recursos para reducir tensiones. El «Welfare cias en su calidad o medios es, al menos, una de las causas de
State» no es más que una política que consiste en paliar los la desigualdad de oportunidades, toma consistencia con la
efectos políticos de los problemas estructurales, sin atacar investigación de Coleman. Pero, a causa del planteamiento
nunca sus causas (41). En esta perspectiva política general, la inicial, los datos obtenidos no suministran los elementos
forma de intervención proyectada en las escuelas se fundaba necesarios para examinar los mecanismos que, en la escuela,
en la hipótesis de que las diferencias de oportunidades entre aumentan las desigualdades iniciales entre los alumnos de
ciudadanos blancos y negros provenían en gran parte de la diferentes grupos étnicos y sociales.
diferencia de medios educativos existentes entre las escuelas Metodológicamente, el estudio supone un salto cualitativo
frecuentadas por unos y otros. respecto a investigaciones anteriores, al demostrar la
Coleman, partiendo de esta hipótesis, diseña y realiza necesidad de entender el funcionamiento real del sistema de
una investigación que cubre diferentes aspectos del proble- enseñanza. Además, ofrece argumentos e hipótesis para la
ma: medio ambiente escolar, aprendizaje y motivación del nueva sociología de la educación y para la crítica radical del
alumnado, el profesorado de los grupos minoritarios y la sistema de enseñanza.
educación superior. Completa los datos estadísticos sobre Poco después de la publicación del trabajo de Coleman,
estos temas con estudios de casos de integración escolar y en 1967, se publica la investigación de Blau y Duncan, The
con estudios especiales sobre el lenguaje del niño en el hogar, American Occupational Structure (42) que, aunque no tiene
la orientación escolar y la formación profesional. como objetivo primario el estudio de fenómenos educativos,
Las conclusiones de Coleman, harto conocidas hoy, aporta una contribución importante al tema.
sorprenden en la época: las características de las escuelas Blau y Duncan intentan verificar la teoría parsoniana del
para los blancos y para los negros eran muy similares cambio de las pautas de atribución de roles sociales. La
y, además, el nivel de medios que poseen las escuelas tie- modernización e industrialización de una sociedad implica
ne muy poca influencia sobre los logros de los alumnos. en esta teoría, como recordaremos, la atribución de roles
Las características de las familias de origen de los alumnos mediante el criterio del logro (achievement) y el abandono de
era un factor mucho más importante que los de la escuela la atribución por adscripción, propia de las sociedades tradi-
para explicar la diferenciación de logros. cionales; la utilización de criterios universalistas en lugar del
Otro resultado de esta investigación atrae la atención de particularismo.
Para verificar esta hipótesis, Blau y Duncan estudian la
(41) Feagin, H. R. Subordinating the Poor, Welfore and American Beliefs, Englewood movilidad social. Y su aspecto más importante es la transmi-
Cliffs, New Jersey, Prentice-Hall, 1975. sión intergeneracional del estatuto.
Contiene una excelente exposición crítica del «Welfare System» y de sus supuestos
ideológicos, tanto más interesante cuanto el autor ha trabajado en la Comisión de Derechos
Civiles de los EE.UU. (42) Blau y Duncan, The American Occupational Structure, New York, Wiley, 1967.

94 95
Utilizando las técnicas del «path análisis», que es una Tener en cuenta esta última variable supone el modifi-
variedad de los modelos dinámicos desarrollada por el car una hipótesis de base del análisis clásico de la movilidad:
mismo Duncan, el análisis de la movilidad intergeneracional la independencia estadística de los movimientos individuales,
expuesta en The American Occupational Structure considera que traduce metodológicamente los postulados fundadores
la posición social de un individuo es un momento dado del paradigma liberal y sobre todo, el de la libertad indivi-
como un vector de dos componentes, el nivel de educación dual, el de la autodeterminación de los actos.
y el estatuto ocupacional. La posición, definida por ese La investigación de Blau y Duncan, finalmente, atri-
vector cambia con el tiempo, para alcanzar un punto de buye a la educación una función legitimadora de la po-
equilibrio. El problema de la movilidad intergeneracional sesi ón del estat ut o. Cua nd o afir ma n qu e el estat uto
se plantea entonces en términos de la influencia que ejerce la superior ya no se hereda, sino que debe ser alcanzado
posición de equilibrio del padre sobre la de su hijo. mediante el reconocimiento social del logro, no tienen en
Sin entrar en los detalles técnicos del análisis, mencione- cuenta que éste, al estar determinado por el nivel educativo,
mos que las correlaciones calculadas por los autores entre el se hereda mediante los mecanismos de transmisión del
estatuto ocupacional de padres e hijos, para cuatro cohortes, patrimonio cultural que Bourdieu analizó agudamente (44). Y
no indican ninguna tendencia clara a disminuir, lo que la herencia cultural es herencia. No insitiremos sobre esta
tendría que suceder si la adscripción del estatuto fuera cuestión aquí, pues en el próximo capítulo le dedicamos la
substituida por su adquisición en función del logro indivi- atención necesaria.
dual estimado con criterios universalistas. Además, las corre- Con el informe de Coleman y los resultados —dudosos—de
laciones entre nivel de educación y estatuto ocupacional Blau y Duncan, la idea liberal de la escuela como
tendrían que aumentar de una cohorte a otra: tal no es el instrumento de reforma social, como igualadora de diferen-
caso. cias familiares, empieza a ponerse seriamente en duda en la
Por otra parte, la investigación de Blau y Duncan, al no sociología americana, aunque, como veremos, en Europa la
tener en cuenta el hecho conocido de la tendencia general al escuela de Basil Berstein, en Inglaterra, y la de Pierre
aumento de la población ocupada en los servicios y, en Bourdieu, en Francia, habían desarrollado ya teorías de la
general, a la disminución del trabajo puramente manual, y función y del funcionamiento del sistema de enseñanza en
utilizando los mismos criterios para evaluar el estatuto en las relación con la estructura de clases. Estos trabajos, sin
cuatro cohortes estudiadas, encuentran una movilidad social embargo, no pertenecen enteramente al paradigma liberal.
ascendente mayor. Las investigaciones anglosajonas, además, no se reducen
al examen empírico de la relación entre la escuela y la 1958,
No entraremos en una discusión detallada de este trabajo, «igualdad de oportunidades». Ya en 1958 el libro que
pero sí mencionaremos que, además de no tener en cuenta los Michael Young publicó en Londres, The Rise of Meritocracy
cambios de la estructura ocupacional, lo que sobrestima la (45), plantea al lector de lengua inglesa el problema de la re-
movilidad ascendente, esta investigación, como la mayoría en lación entre el conocimiento y el poder, estableciendo clara-
este campo hasta que White publicó Chains of Opportunity mente que la «igualdad de oportunidades» sólo tiene la
(43), no tiene en cuenta tampoco una variable esencial: las función ideológicade justificar la desigualdad por el «mérito»
posiciones vacantes, que determinan el desplazamiento de los individual.
(44) Bourdieu, P. y Passeron, J. C., les Héritiers,Lesétudiants et la culture, París, Minuit,
individuos en la estructura social.
1966.
(43) White, Harrison, Chains of Oppotunity, Cambridge, Harvad University Press, 1970.
(45) Young, Michael, The Rise of Meritocracy, Thames and Andsen, 1958.

96 9
Además, dentro de la problemática del estructurofuncio- dad. Situándonos en la tradición de los grandes estudios
nalismo, al examinar la organización escolar y sus efectos, empíricos de Coleman, Blau y Duncan y de los trabajos de
Burton Clark (cuyo libro Educating the Expert Society (46) Sewell (51), Jencks acumula una importante masa de datos
fue uno de los pilares de la identificación entre la sociedad sobre la movilidad social, las características familiares, la
industrial y la educación de científicos y técnicos) había educación, las ocupaciones y las relaciones entre estas varia-
publicado años antes un artículo (47) en el que muestra la bles en los EE.UU.
función legitimadora de la desigualdad que cumple la ense- Uno de los más importantes resultados obtenidos por
ñanza, mediante la interiorización del fracaso escolar, y, en Jencks es el punto de partida de la investigación de Coleman, a
1963, Aaron Cicourel (48) (una de las más destacadas perso- saber, que las diferencias de los resultados escolares de los
nalidades de la etnometodología actual), atribuía a la escuela alumnos de clases y/o razas diferentes se explica esencialmente
una función reproductora de la desigualdad social dentro de por las diferencias de calidad de la enseñanza que reciben en
una problemática parsoniana... sus respectivas escuelas. Esta hipótesis que, como ya hemos
En 1958, Bendix y Lipset, comparando la movilidad mencionado, es coherente con la política del Social Welfare
social en los diferentes países industriales, llegan a la conclu- americana, con la redistribución de recursos para moderar
sión de que ésta no depende ni del sistema de estratificación diferencias y paliar los efectos políticos negativos de la
social ni del de enseñanza, ya que son más o menos iguales estructura social misma, era considerada, antes del trabajo
en todos los países considerados (49). El uso de los métodos de Coleman, una tesis respetable. El libro de Patricia Sexton,
de la sociología comparativa lleva, pues, observaciones que publicado en 1961, Education and Income (52), demostraba
contradicen el esquema estructurofuncionalista. la existencia de una gran desigualdad en los recursos
pedagógicos de las escuelas frecuentadas por alumnos ricos y
La aplicación sistemática de un paradigma genera he- pobres, y demostraba que la probabilidad de frecuentar una
chos que acaban contradiciendo sus supuestos iniciales. Pero escuela con pocos recursos era significativamente mayor
eso no basta para que sea substituido, porque los hechos para los pobres que para los ricos.
pueden ser considerados, simplemente, como anómalos y no Jencks demuestra que, aunque existen diferencias en los
conferírseles relevancia. Sólo el desarrollo de otro paradig- niveles de recursos disponibles en diferentes escuelas del
ma, de otra manera de definir el objeto, genera interpretacio- país, las diferencias de los resultados escolares de los
nes significativas de las anomalías. Quizás es esto lo que alumnos, entre unas y otras, no se explicaba por la diferencia de
explica la polémica suscitada por el trabajo que Cristopher recursos. Y, lo que es más importante, que las diferencias entre
Jencks ha publicado años después, en 1972 (50). las escuelas son relativamente pequeñas, comparadas con las
Inequality critica la problemática de la igualdad de diferencias que existen dentro de cada escuela (53). Esta
oportunidades desde el punto de partida de la simple igual- constatación de Jencks ha sido interpretada después, en
1976, por Rosembaum (54), como la prueba de la necesidad
(46) Clark, B., op. cit.
de un análisis estructural de los mecanismos de selección
(47) Clark, B., «The Cooling-out Function in Higher Education», American Journal
of Sociology, 65, 1960, pp. 560-576. en la escuela. Pero la «demostración» era superflua, pues ya
(48) Cicourel, A. y John I, Kitsuse, The Educational Decision Maker, New York,
BobbsMarrill, 1963.
Cicourel había
(51) Sewell, W. A., A. V. Haller y A. Portas, «The Educational and Early Occupational
(49) Bendix, R. y Lipset, S. M. Social Mobilyty in Industrial Societies, Berkeley, Attainment Process», American Sociological Review, 34, 1969, pp. 82-92.
University of California Press, 1958. (52) Sexton, P., Education and Income, New York, Viking, 1961.
(50) Jencks, C., et al., Inequality: A reasessment of the Effect of Family and Schooling (53) Jencks, C., op. cit. p. 106.
in America, New York, Harper, 1973. Traching, New York, Wiley, 1976, P. B.
(54) Rosembaum, J. E., Making Inequality The Hidden Curriculum of High School
98 Tracking, New York, Wiley, 1976, P. B.
estudiado esos mecanismos años antes. En el fondo, lo que derivadas o asociadas con las posiciones sociales efectiva-
ha conferido al trabajo de Jencks tanta importancia no es la mente ocupadas por los individuos.
novedad de sus constataciones, puesto que muchas de ellas
habían sido enunciadas antes por otros investigadores, sino No entraremos aquí en un detallado análisis de las
la sistematicidad del tratamiento de datos empíricos, el posiciones de los teóricos del conflicto sobre los diversos
refinamiento técnico de los análisis que conducen a enuncia- aspectos de la estructura social, contentándonos con men-
dos significantes respecto a una teoría del sistema de ense- cionar los nombres de algunos de ellos: Manheim (57), C. W.
ñanza que, en 1972, se presenta como una alternativa al Mills (56), R. Dahrendorf (57), G. Lenski (58), N. Birbaum
pensamiento estructurofuncionalista : la sociología de la (59) y D. Lockwood (60) son algunos de los autores más
educación neomarxista o socialdemócrata. Y, también, los representativos de esta orientación. Los análisis de N. Laurin-
análisis de la etnometodología. Frenette (61) sobre las teorías del conflicto en la estratificación
social concuerdan casi por entero con nuestra propia
Además de presentar conclusiones sobre los efectos de la
escuela, sobre la estratificación, Jencks ofrece resultados interpretación, lo que nos evita exponerlas aquí.
sobre la relación entre la inteligencia, medida por el cociente Lo que plantea un problema de clasificación importante
intelectual, y las ocupaciones. Esta cuestión, sin embargo, la es la variabilidad de la distancia que separa las teorías del
examinaremos unida a la problemática del funcionamiento conflicto en educación con otras escuelas de pensamiento,
del sistema de enseñanza y no a la de la función de ésta como la etnometodología, el interaccionismo simbólico y el
respecto a la estratificación social. neomarxismo contemporáneo. La separación entre las posi-
ciones de unos y otras llega a ser, en muchos casos, práctica-
mente nula; si se mantiene la distinción es más porque los
3.6. Variantes del paradigma liberal en educación:
teorías del conflicto autores reivindican para su propio trabajo una denomina-
ción de escuela, y emplean una terminología diferenciada, que
El estructurofuncionalismo parsoniano, que constituye porque excitan diferencias conceptuales auténticas.
la forma más acabada y coherente de los planteamientos Ahora bien, existe un aspecto importante en el que las
sociológicos del paradigma liberal, no ha sido nunca la única teorías del conflicto en educación se separan de las tesis
forma de construcción del sistema social propia de ese neomarxistas que esaminaremos después. En Ese aspecto se
paradigma. Sólo ha sido la forma dominante. distinguen también del funcionalismo, incluso de las concep-
En efecto, frente a la concepción del equilibrio en el
Manheim, C., Ideolog y and U topy, New York, Oxford University Press, 1956.
sistema social como un equilibrio estático, generado por un (56) Milis, C. W., The Power Elite, New York, Oxford University Press, 1956, L. Horowitz,
sistema cultural común para todos los miembros de una Power Politics and People, New York, Oxford University Press, 1963.
sociedad, ha existido siempre una concepción del equilibrio (57) Dahrendorf, R., Class and Class Conflict in Industrial Society y, Stanford, Cal., Stanford
University Press, 1959,(traduc. española Las clases sociales y su conflicto en la sociedad
dinámico, resultante del conflicto entre subgrupos o clases industrial, Madrid, Rialp, 1962).
sociales. (58) Lenski, G., Poder y privilegio. Teoría de la Estratificación social. Buenos Aires, Paidos,
1969.
(59) Birbaum, N., «Conflicting Interpretacions of the Rise of Capitalism: Marx and
Las teorías del conflicto son, también, teorías de la Weber», British Journal of Sociology, 4, 1953, pp. 125-141.
cultura. Pero, en lugar de postular la unidad del sistema de la (60) Lockwood, D., «Some Remarks on The Social System», British Journal of Sociology,
T, juin 1956, pp. 134-146.
cultura, parten del supuesto de que existen culturas específi- (61) Laurin-Frenette, N., Teorías funcionalistas de las clases sociales, madrid,. siglo xxi,
cas en los diferentes subgrupos o clases de una sociedad, 1976.
100 10
programas sin función productiva directa y que acaban
ciones propias a las teorías del conflicto en la sociología
general. Se trata de una cuestión, además, de importancia siendo «parados instruidos». La sociología soviética de los
central para la sociología de la educación: la funcionalidad de años sesenta estudió el rendimiento diferencial de los trabaja-
la escuela. dores de la industria, según el grado de educación general
y concluyó, sabiamente, que cuanto más elevado es el nivel
En efecto, y como hemos visto ya, en la teoría estructuro- educativo alcanzado más bajo es el rendimiento en las
funcionalista clásica, la escuela es un instrumento que res- cadenas de montaje. Y un principio, generalmente utilizado
ponde a una doble necesidad, la de formar una mano de en la selección científica de personal efectuada por los
obra adecuada a las necesidades del sistema económico y la grandes empresas, es el de no contratar trabajadores para un
de socializar a los alumnos, haciéndoles interiorizar los empleo dado, si tienen niveles de instrucción que superan los
valores morales, estéticos, intelectuales y sociales que son el exigidos por el empleo mismo: la excesiva educación genera
fundamento consensual del orden. Para los neomarxistas, d esc ont ent o e n el traba jo, actitu de s críti cas y b ajo s
por el contrario, y como veremos en el siguiente capítulo, la rendimientos.
escuela es, por decirlo crípticamente, un instrumento al ser- La problemática del conflicto en el seno de la institución
vicio de la clase dominante, o un aparato ideológico que escolar está estrictamente asociada con la de la función
reproduce las condiciones de la dominación. Ambas concep- social de la cultura: en la conclusión de este trabajo exami-
ciones atribuyen al sistema de enseñanza una funcionalidad naremos la cuestión de la reproducción social en su relación
respecto al mentenimiento del orden. Sólo difieren, en resu- con la noción de código.
men, respecto a qué orden es mantenido con el sistema de
enseñanza, si un orden democrático, fundado en el consenso,
universalista y racional, o un orden cuyas formas responden a 3.7. Conclusión del capítulo
los intereses de la clase dominante, constitutivamente fun-
dado en la desigualdad y la explotación. Nuestro centro de interés en este capítulo han sido
Las tesis de Collins (62) y de Bendan (63) difieren de las teorías de la función social y económica del sistema de
ambas concepciones precisamente porque ven en el sistema enseñanza dentro del paradigma liberal. Hemos visto cómo
de enseñanza una institución social cuyos conflictos, tanto este paradigma determina a la vez unas hipótesis y una
internos como los que se producen entre ella y su entorno metodología para verificarlas.
social, son lo suficientemente amplios como para no poder El progreso de las técnicas de investigación empíricas y el
reducir su funcionamiento a su función. La escuela tiene, en sus rigor en su aplicación al estudio de las relaciones entre
prácticas concretas, aspectos disfuncionales que se derivan no educación y estructura social, han llevado a poner en duda o a
tanto de que, a veces, cumple mal su función (lo que tanto rechazar las hipótesis iniciales y las teorías en las que se
funcionalistas como neomarxistas admiten), sino de que no fundan. Pero el diseño de las investigaciones, destinado a
todo lo que hace bien es efectivamente funcional para el orden. verificar precisamente esas hipótesis, no permite deducir
El sistema de enseñanza, para estos autores, tiene una re- de sus resultados empíricos una alternativa teórica. Cuando
lativa autonomía, que se manifiesta, por ejemplo, en el cons- se niega una proposición, sólo se afirma la contraria cuando
tante aumento del número de estudiantes matriculados en se está dentro de un sistema conceptual a la vez lógicamente
consistente y semánticamente cerrado. Tal no es el caso en
(62) Collins, R. «Functional and Conflict Theory of Social Stratification», American
Sociological Review, 36, 1971, pp. 1002-1019. ciencias sociales. Afirmar que un fenómeno no depende de
(63) Bendan, R., Education, Opportunity and Social Inequality, New York, Wiley, 1974. otro no conlleva afirmar lógicamente otra dependencia. Al
102 10
3
rechazar la hipótesis dominante se abre un abanico de alterna-
tivas de formulaciones teóricas y de nuevas metodologías
empíricas.
Algunas de las formulaciones teóricas no representan, sin
embargo, auténticos cambios en el paradigma subyacente,
sino meros desplazamientos del énfasis puesto sobre cada uno de
sus aspectos. Otras, por el contrario, son radicalmente
irreductibles al paradigma liberal. CAPITULO CUARTO

LA CRISIS DE PARADIGMA LIBERAL


EN SOCIOLOGIA DE LA EDUCACION:
MECANISMOS PSICOSOCIOLOGICOS
Y SO CI O LI NG ÜI STI CO S
EN EL FUNCIONAMIENTO
DE LOS SISTEMAS DE ENSEÑANZA

4.1. Introducción: características individuales


y estructura social
Como hemos apuntado ya anteriormente, la teoría de la
asignación de posiciones en función del logro y la tesis
complementaria de la igualdad de oportunidades postulan,
en última instancia, que la diferenciación y la desigualdad
sociales son el fiel reflejo de la diferenciación de las caracte-
rísticas propias de los individuos.
Dado que la diferenciación de roles y estatutos es estable y
dado que los hombres son mortales, si la primera depende de
las características propias de los segundos, estas características
deben sobrevivir a los individuos y transmitirse de uno a
otro. Entonces se abre una alternativa : o bien la
transmisión de las diferencias individuales se efectúa genética-
mente o bien la transmisión de características individuales se
hace socialmente, y entonces las características en cuestión
pierden todo valor explicativo, toda función causal en la
teoría, ya que dependen de los mecanismos sociales que los
generan. Con ello, la estructura social no es una propiedad
emergente de la interacción entre individuos, sino un objeto
104 105
distinto del que construye el paradigma liberal, un nivel de tesis de Spencer, con lo que, desde sus orígenes, la noción de
análisis de la realidad independiente de los individuos, inteligencia estaría ligada a las teorías del orden social (3).
aunque relacionado con sus características. Por lo tanto,
dentro del paradigma liberal, el recurso a la herencia biológi- Lo que no ofrece ninguna duda es que la moderna
ca, a la transmisión genética de las diferencias individuales, es psicología de la inteligencia encuentra su más cercano origen
inevitable. en el trabajo de Galton (4), Hereditary Genius, que expusi-
mos en el segundo capítulo del presente texto.
El «logro» es entonces el resultado conjunto de factores
individuales propios, y de una «socialización» ulterior de La definición de la inteligencia que se va elaborando
esas disposiciones o aptitudes «brutas» de origen genético desde las investigaciones de Galton, tiene elementos estables,
(1). que constituyen la definición actual del término.
De todas las aptitudes que caracterizan y diferencian a En primer lugar, la inteligencia es una característica
los individuos, la más importante es la inteligencia. La heredada. En segundo, se trata de una característica perma-
polémica sobre la función de lo heredado en la determi- nente y fija, que no aumenta ni disminuye en función de la
nación del logro, y del estatuto social que proviene de él, está experiencia ni del esfuerzo individual.
aún viva en las ciencias sociales contemporáneas. Conviene
En 1883, Galton publicó su libro Inquiries into Human
que examinemos someramente esta problemática, cuyas
Faculty (5), en el que examinaba diversos tests para medir la
relaciones con las teorías sociológicas de la enseñanza son
inteligencia, fundamentalmente de carácter sensorimotor,
determinantes.
acompañados de algunas pruebas para medir lo que hoy se
llama la memoria inmediata.
4.2. Inteligencia y logro: psicosociología del aprendizaje
El mismo Galton inventó una técnica estadística hoy muy
difundida: la medida de la correlación entre diferentes carac-
La palabra «inteligencia» nos es tan familiar que parece terísticas (6) y, al aplicarla a sus propios tests, descubrió que
designar una cosa petrificada en su ser, preexistente a toda no existía ninguna consistencia entre ellos, ni tampoco con
conceptualización, y no un concepto socialmente producido que las apreciaciones de los profesores o las notas académicas.
posee una historia.
El problema de la medida de la inteligencia fue replantea-
Recordemos los grandes hitos de la historia de la inteli- do por dos investigadores franceses, Binet y Henri, en
gencia: de facultad del alma humana, atributo de lo humano, términos ligeramente diferentes, criticando los tests de Gal-
la inteligencia llegó a ser, en el siglo )(IX, una variable, ton, considerados como demasiado sensoriales y demasiado
cuantificable, que distingue a un individuo de otro. sencillos, sugiriendo la elaboración de nuevos test que midie-
ran la comprensión, la memoria, la imaginación e incluso las
Se atribuye a Darwin y a su teoría de la selección natural apreciaciones estéticas. El Ministerio de Educación francés
el origen de la noción moderna de inteligencia (2). Pero ya (3) Spencer, H. Social Statics, London, 1851.
hemos apuntado que la teoría de Darwin se apoya en las (4) Galton, F., Hereditary Genius: an inquiry into its laws and consecuences,
London,
(1) El concepto fundamental de la teoría parsoniana de la personalidad es el significado McMillan, 1888.
con la expresión: «need-disposition», que designa, precisamente, la conformación social de lo (5) Galton, F., Inquiries into Human Faculty and its development, London, McMillan,
biológico. Vease Parsons, T., y Shils, E., Toward A General Theory of Action, op. cit. 1883.
(2) Darwin, C., Origin of the Species, London, Murray, 1859. (6) Galton, F., «Regression Toward mediocrity in Heredity Statute», J. Anthrop. Inst.,
106 107
Con estas afirmaciones no estamos negando en absoluto
les incluyó, en 1904, en una comisión destinada a estudiar los la capacidad predictiva de los coeficientes establecidos me-
problemas de la deficiencia mental en las escuelas parisien- diante los tests, pues éstos están construidos por procedi-
ses. Un año después, habían elaborado la primera escala que mientos estadísticos que la garantizan de antemano. Como
producía un índice global de inteligencia (7). tampoco tomamos una posición en la polémica sobre el
Binet y Simon no creían, sin embargo, que la inteligencia carácter hereditario de lo que miden los tests. Lo que afirma-
fuera una característica permanente de los individuos, y mos es, simplemente, una evidencia: la concepción misma del
deploraron (8) que fuera considerada así. Para ellos, la test hace de «lo medido» una noción substancialista sin
inteligencia aumentaba con el aprendizaje. demasiado contenido real. Veamos por qué.
Recordemos que, desde el desarrollo del primer test por
Pero, por razones diversas, esta idea no prosperó y fue la Galton, el concepto mismo de test va ligado con el concepto
concepción de la inteligencia fija de Galton la que llegó a estadístico de correlación. Para que un conjunto de ejercicios y
imponerse. La influencia de Cattell, discípulo de Galton, que preguntas sea un test y no un simple examen, sus resultados
introdujo los tests de inteligencia en América, fue enorme y tienen que:
compartía con su maestro la concepción de la permanencia de
la inteligencia (9).
1.0 Tener una fuerte correlación con los logros
No continuaremos exponiendo la historia del concepto individuales.
de inteligencia, ni nos detendremos en examinar las pruebas
que se han utilizado para establecer que se trata de una 2.° Distribuirse normalmente.
característica permanente, por muy importantes que estos
temas sean. Nos contentaremos con apuntar que, hasta Ambas condiciones se satisfacen mediante una selección
Piaget, la psicología parece interesarse más en medir la de las preguntas y ejercicios que componen los tests, y
inteligencia, y asociar esta medida con otros comportamien- mediante estudios de correlación entre los coeficientes-resul-
tos, que en entender en qué consisten los procesos mentales, tados del test y los resultados escolares y otros logros. En
cómo se piensa y se aprende, cómo se juzga, se deduce y se lenguaje técnico, un test está validado cuando se ha estableci-
evalúa. do su correlación con otros logros.
Apuntaremos también que la medida de la «inteligencia» Por esto mismo, deducir del carácter predictivo del test
efectuada por los tests es, aún hoy, una medida que no mide la la conclusión de que mide algo real es una tautología.
inteligencia —sea lo que fuera ésta—, sino sus efectos; los tests
de «inteligencia» son exámenes, en el sentido escolar del Apuntemos que la correlación interna entre los elemen-
término. Es decir, ejercicios con los que se manifiesta una tos de los tests, que llevó a Sperman (en 1904) a la idea de
«capacidad». Y esto es cierto aunque sean exámenes sofistica- que existe un factor único, una dimensión escondida o
dos, estadísticamente normalizados y validados por la corre- latente, efectivamente medida, es, por razones semejantes,
lación de sus resultados con otros... exámenes. bastante tautológica. El célebre «factor g» se vio acompañado
(7) Binet, A. y Simon, T., «Methodes nouvelles por le diagnostic du niveau intellectuel
des anormaux», Année Psychologique, 11, 1905, pp. 191-244.
de un factor s años más tarde (10). Los trabajos de Kelley
(8) Binet, A. y Simon, T., «Le developpement de l' intelligence chez les enfants»,
Année Psychologique, 14, 1901, pp. 1-94. (10) Spearman, C., The Nature of Intelligence and the Principies of Cognition, London,
(9) Cattell, J. Mck, «Mental Test and measurements», Mind., 15, pp. 273-381, 1893; «The McMillan, 1923; The Abilities of Man, New York, McMillan, 1927.
progress of psychology», Pop. Sci. Mon., 43, pp. 779-785, 1893.
10
108 9
(11) y Thurstone (12), confirmaron la idea de Sperman de revistas reflejan bien el desarrollo extremadamente rápido de
que existe un factor general que determina la consolidación esta nueva aproximación (16).
de los resultados en varios tests, a la vez que desarrollan
teorías multifactoriales de la inteligencia. No nos detendremos más en esta cuestión, que desborda
ampliamente el propósito de este libro, pues hemos esta-
El progreso más real en nuestra comprensión de los blecido ya lo que nos parece esencial para la sociología de
procesos mentales proviene del trabajo de Jean Piaget, que la educación: que cualquiera que sea nuestro concepto de
durante años se ha dedicado a estudiar los mecanismos inteligencia, lo que se mide con los tests está siempre en
intelectuales en el desarrollo infantil. La psicología de Piaget correlación con el logro, por la naturaleza misma de los test.
es genética en el sentido más riguroso del término: estudia Veremos después que la correlación existente entre los
qué actividades, qué procesos de interacción motriz, senso- cocientes intelectuales de padres e hijos traducen más la
rial, simbólica y emotiva presiden la emergencia de estructu- herencia cultural que un mecanismo biológico.
ras mentales. La inteligencia adulta es, para el investigador
de Ginebra, una estructura que emerge como resultado de la 4.3. Inteligencia, educación y clases sociales
interacción del organismo y del entorno, y que no depende
enteramente del primero ni del segundo (13). El destino de las medidas de la «inteligencia» mediante
Después, y a partir de otras preocupaciones, informáticas y los tests ha sido brillante. Es obvio que no lo hubiera sido
cibernéticas, las investigaciones sobre la inteligencia artificial tanto si hubiera dependido de lo que estas medidas han
contribuyen también a una mejor comprensión de lo que aportado al entendimiento de la psicología del conocimiento
implica la inteligencia de una frase, las condiciones de humano.
posibilidad de una respuesta. Minsky y, sobre todo, Pero como hemos apuntado, desde sus orígenes, la me-
Winograd (14) han confirmado en gran medida la tesis de di d a d e l a i n te l i ge nc i a se h a h e c h o p ar a e x p li c a r la
Piaget. desigualdad en la sociedad. Y como la mayoría de los
En los últimos años, se ha ido desarrollando la psicología hombres no ha perdido su secular aversión por las diferen-
cognoscitiva en una perspectiva interdisciplinar que abarca cias, siempre ha sido necesario justificarlas de una u otra
desde la neurofisiología hasta la semántica. Los trabajos de manera. En la era cuantofrénica en la que vivimos, un
Schank (15) y sus colaboradores son un exponente ejemplar número misteriosamente elaborado y atribuido con el ritual
de la orientación de estas investigaciones. Tres excelentes del secreto profesional es una explicación más conveniente
(11) Kelley, T. L. The influence of Nature U pon Native Differences, New York, McMillan,
de la desigualdad que el apelar a las armonías del Universo o a
1926; Crossroads in the Minds of Man: A Study of Differentiable mental Abilities, Stanford, Calif., la Voluntad divina.
Stanford University Press, 1928; Essential traits of mental Life, Cambridge, Harvard University
Press, 1935. Los tests de inteligencia no sólo han servido para justifi-
(12) Thurstone, L. L., The Nature of Intelligence, New York, Harcourt, Brad and World, car la existencia de diferencias individuales que «determi-
1926;The Vectors of the Mind, Chicago, University Chicago Press, 1935; Primary Mental
Abilities, Chicago, University Chicago Press, 1938.
nan» el logro (porque, simplemente, están en correlación con
(13) Piaget, J., Introduction a r épistémologie génétique, París, P.U.F., 1950; Traité de él) y dan consistencia a las teorías funcionalistas de la
logique, París, Colin, 1949; Essai sur les transformations des opérations logiques: les 256
opérations terciaires de la logique bivalente, París, P.U.F. 1952; La Psychologie de I' intelligence,
estratificación, sino que han sido empleadas como instrumen-
París, Colin, 1947. tos de selección en las escuelas por los «orientadores profe-
(14) Winograd, T., An Automata for Understanding natural language, Cambridge, M.I.T.
Monographs, 1965. (16) Cognitive Psychology, EE.UU., desde 1975; Cognitive Studies, EE.UU., a partir de
1977; Memory and Cognition, EE.UU., a partir de 1975.
(15) Schank, C., y Abelson, R. P., Plans Goals and Understanding An Inquiry into
Human Knowledge Structures, Hillsdale, Erlbaum, 1977.
111
110
sionales» y como argumento definitivo para la interioriza- ricas más recientes que se toman en consideración en esta
ción del fracaso escolar. polémica.
Lo esencial, en los EE.UU., es que las diferencias entre las
Por ello, debemos plantearnos ahora la cuestión de la
medias del cociente intelectual de grupos de estudiantes
interdependencia de la inteligencia y de los resultados acadé-
blancos y negros difieren, en promedio, 15 puntos (20).
micos con el estatuto ocupacional y la posición social. Y,
Además, la correlación entre el estatuto socioeconómico y la
también la de la herencia del estatuto y sus mecanismos.
inteligencia tiene una correlación que oscila entre 0,35 y 0,40
Las investigaciones de Jencks (17) integran y superan los (21).
trabajos anteriores hechos en la misma perspectiva estadísti-
ca. Como hemos mencionado ya, los resultados de Jencks Además, tanto Hauser (22) como Sewell y Hauser (23),
confirman y precisan los de Coleman(18) en cuanto a la poca demuestran que gran parte de la relación existente entre los
influencia de las diferencias de calidad de las escuelas sobre resultados escolares y las notas en la escuela con el estatuto
los resultados escolares. Estas dependen, pues, de otros socioeconómico de los estudiantes está mediatizada por el
factores, que se trata de identificar. cociente intelectual. Por ello, si se mantiene constante el
cociente intelectual, la relación entre el estatuto socioeconó-
Jencks examina la fracción de la varianza total explicada al mico y los resultados escolares no es significativa (24).
tener en cuenta primero un factor, después dos y así
sucesivamente. Con este criterio, Jencks concluye que, a En resumen: los ricos tienen mejores notas porque son
menos que todas las escuelas produzcan un idéntico efecto más inteligentes...
amplificador de la desigualdad entre los alumnos —lo que, A partir de estos hechos estadísticos bien establecidos, la
como veremos, no se puede descartar— hay que admitir o polémica sobre la inteligencia tiene necesariamente que
que las diferencias en los entornos familiares de los niños tienen plantearse cuestionando los métodos mismos. Y, particular-
un gran impacto sobre la inteligencia de éstos, o que puede mente, los que llevan a definir y a medir el cociente intelec-
haber diferencias genéticas de inteligencia, pero que, en tual.
cualquiera de las dos alternativas, la inteligencia es el
factor más importante del éxito escolar. Como en toda polémica, los términos en que se plantea
Insistamos sobre el carácter condicional de la alternativa: la que nos ocupa no llegan siempre a ceñirse al problema.
la inteligencia, determinada por el entorno familiar o por los Un ejemplo de esta aseveración es la argumentación sobre si
genes, es la causa más importante del éxito escolar si todas se debe o no se debe, si se puede no no se puede, medir la
las escuelas no producen por igual un efecto de amplificación inteligencia, que tanto ha obscurecido la cuestión. Y, tam-
de la diferenciación. Veremos que, para la sociología de (20) Shuey, A., The Testing of Negro Intelligence, New York, Social Sciences Press, 1966,
Bourdieu, tal es, precisamente, el caso (19).
2.° edición, p. 493.
Además la inteligencia es lo que mide los tests. Hechas (21) Jensen, A., «How much Can We Boost 1. Q. and Scholastic Achievement?», Har-
vard Educational Review, 39, 1969, pp. 1-123. p. 75.
estas dos observaciones, examinaremos las evidencias empí- (22) Hauser, R., Socioeconomic Background and Educational Performance, Washington,
D.C. American Sociological Association.
(17) Jencks, C., op. cit.
(23) Sewell, W., y Hauser, R., Schooling and Achievement in American Society, New York,
(18) Coleman, J., op. cit.
Academic Press, 1976.
(19) Bourdieu, Pierre y Passeron, J. C., la réproduction: Eléments pour une théorie du
systéme d enseignement, París, Minuit, 1970. (24) Alexander, K., y McDill, E., «Selection and Allocation Wlthin Schools», American
Sociological Review, 41, diciembre 1976, p. 963-980.
112 113
bién, la discusión sobre si los tests miden bien o mal la La curiosa ignorancia de los sociólogos sobre la naturaleza
inteligencia... (25). y el modo de construcción de los tests sólo se explica por
razones ideológicas...
El problema central a este respecto no es saber si los tests El único hecho que permitiría poner en duda las afirma-
deben o no emplearse: se emplean. Ni tampoco si miden bien o ciones precedentes sería el carácter hereditario del cociente
mal la inteligencia: todo instrumento de medida es imper- intelectual. A este respecto, la argumentación de Leen Ka-
fecto. Lo esencial, que ha sido esquivado con la mayor min (30) es del mayor interés : las «pruebas» existentes sobre el
perseverancia, es determinar si lo que miden los tests de carácter hereditario del cociente intelectual se derivan del
inteligencia (26) es, efectivamente, una capacidad permanente y uso, en las principales investigaciones, sobre la cuestión de
diferenciada del individuo, o bien otra cosa, un logro una metodología estadísticamente incorrecta.
obtenido en condiciones prefijadas. Ahora bien, lo esencial para nosotros es, ante todo, la de-
Como hemos indicado en el párrafo precedente, un finición del concepto mismo de inteligencia empleado en esos
conocimiento preciso de cómo se fabrican los tests de inteli- estudios como capacidad que se manifiesta en actos, como
gencia responde con claridad a las cuestiones planteadas por «substancia» cuya cantidad determina las diferencias de com-
los hechos mencionados más arriba: que exista una correla- portamiento. La concepción de la inteligencia de Piaget (31) y la
ción entre cociente intelectual y resultados escolares es que va desarrollando la moderna psicología cognoscitiva hace
sólo una consecuencia de la forma de construcción de los de este concepto una compleja estructura emergente de la
tests, en particular de su validación, que consiste, precisa- interacción entre el organismo, las prácticas seleccionadas y
mente, en llamar test a aquellas pruebas cuya correlación con permitidas por el entorno social y los códigos sociales y no se
los resultados escolares es fuerte. Es decir, lo descubierto es reduce ya a una dimensión cuantificable, atributo perenne
sólo una consecuencia de lo que se ha hecho previamente. del individuo.
El hecho de que la correlación entre los resultados
escolares y el estatuto socioeconómico esté mediatizada por el Por ello, la argumentación contemporánea de Herrstein
cociente intelectual, tan importante para los sociólogos de la (32) o de Bereiter (33), que «explican» la asociación entre
educación americanos Jencks (27), Sewell y Hauser (28) y clase e inteligencia por el «assertative matching» (que no es
Alexander y McDill (29), sólo indica, pues, que el logro más que la endogamia de clase, nos parecen una tentativa
escolar y el estatuto social están relacionados: es normal, más de fundar un viejo prejuicio ideológico. Tentativa, ade-
que a «cociente intelectual» constante, no haya relación más, tautológica, por las mismas razones que hemos invo-
entre estatuto social y resultados académicos, pues la costancia cado antes sobre la construcción misma de los tests.
del cociente intelectual es, simplemente, la constancia de los
resultados escolares por definición del cociente intelectual 4.4. Culturas e idiolectos de clase en la determinación
mismo. del rendimiento escolar

(25) Hurn, C. J., The Limits and Possibilities of Schooling, Boston, Allyn and Bacon, 1978,
La alternativa más importante a la explicación del rendi-
p. 141.
miento escolar por el cociente intelectual, consiste, esen-
(26) No dudamos en absoluto de que midan algo... (30) Kamin, Leen, «The Science and Politics of I. Q. Potomac (Maryland), Erlbaum, 1974.
(27) Jencks, C., op. cit.
(31) Piaget, J., op. cit.
(28) Sewell, W., y Hauser, R., Education, Occupation ami Earnings, New York, Academic (32) Herrestein, R., 1. Q. in the Meritocracy, Boston, Little Brown, 1973.
Press, 1975. (33) Bereiter, C. «The Future of individual Differences», Harvard Educational Review, 39,

(29) Alexander, K. y McDill, E., «Selection and Allocation Within Scbool», American nú. 2, 1969, pp. 310-318.
Sociological Review, 41, diciembre, 1976, pp. 963-980.
115
114
cialmente, en explicar uno y otro por las experiencias prees- Las dos ideas son, evidentemente, muy diferentes: mien-
colares (familiares y de clase) de los alumnos, así como por tras que la primera admite la existencia de, al menos, dos
el efecto de la autoidentificación, durante la escolaridad, a culturas distintas, la segunda implica que la cultura es única,
un grupo social de referencia con pautas culturales fijas. pero que unos tienen más y otros menos de lo que sigue
Esta explicación ha sido propuesta por varias escuelas en siendo, esencialmente, lo mismo.
sociología de la educación y en sociolingüística, aunque se La crítica que en los años setenta ha sufrido la teoría de la
puede considerar que los trabajos de Basil Berstein (34) han deprivación cultural es a menudo justa y pertinente,
sido auténticos pioneros en este sentido. En los Estados aunque también se leen argumentos peregrinos. Kenneth
Unidos, sin embargo, la etnometodología y el interaccionis- Clark, por ejemplo, considera que esta teoría sólo pretende
mo simbólico, que se desarrollan como prolongación, res- retirar la atención de la problemática escolar (38). Pero lo
pectivamente, de los trabajos de Schutz (35) y de Mead (36), esencial de la crítica es justo: la «deprivación cultural» no es
atacan el problema partiendo de sus propios supuestos. más que una diferencia de nivel cultural, aunque ésta genere
Apuntemos, además, que durante los años sesenta estuvo ulteriormente dificultades en la escuela (39).
muy en boga en EE.UU. una explicación por la «deprivación Las dificultades escolares de los «pobres» provienen,
cultural» que, aunque se haya confundido con las tesis de esencialmente, de las diferencias de lenguaje, que la institu-
Berstein, es de tipo bastante diferente. En efecto, la teoría de ción escolar transforma en diferencias de «calidad» en la
la deprivación cultural consiste en afirmar que el rendimiento utilización de una lengua que, por definición, es única.
escolar de los alumnos de clases bajas es el resultado de la La sociolingüística de Labov (40) constituye, en los
pobreza de los estímulos culturales de su entorno en general, y EE.UU., la forma más acabada de esta tesis. Labov se
del entorno familiar en particular (37). interesa por «la lógica del inglés no-estándard» (41), sin
entender realmente que el inglés estandard es, ante todo, un
La idea encuentra, quizás, su origen en el célebre trabajo producto de la institución escolar misma. La lingüística y la
de Oscar Lewis, Children of Sanchez, en el que el antropólo- semiología francesas contemporáneas han demostrado, con
go desarrolla, en un contexto intelectual muy diferente, la cuidadosos estudios históricos, que la génesis de la lengua
noción de «cultura de la pobreza». Para los investigadores «normal» o «estandard» es un producto de las gramáticas
americanos, la «cultura de la pobreza» se entiende como una normativas que se van escribiendo desde el Renacimiento y
simple «pobreza cultural» del entorno en el que se desen- que son utilizadas en la institución escolar como criterio de
vuelve la vida de los niños de clase social baja. evaluación del lenguaje de los alumnos. Estas gramáticas,
(34) Berstein, B. «Education Cannot Compensate for Society», New Society y, 26, Febrero fundadas a su vez en las gramáticas latinas y en la cultura
1970, pp. 344-34T; Class, codes and control, tres volúmenes, London, Routledge and Kegan
Paul, 1973, 74, 76. literaria y humanista de la clase dominante, transforman en
(35) Schutz, The Phenomenology of the Social World, Northwestern University Press, criterio del «bien hablar» lo que no es más que un dialecto de
Evanston, 1967; «On Multiple Realities», en sus Collected Papers, vol. 1, The Hague, Martins
Nijhoff, 1962; «The Dimensions of the Social World», en sus Collected Papers, vol. II, Nifhoff, clase.
The Hague. (38) Clark, K., Dark Ghetto, New York, Harper, 1958.
(36) Mead, G. H., «The Working Hypothesis in Social Reform», American Journal of (39) «Challenging the Myths: The School, The Black and The Poor», Harvard Educational
Sociology;'; 1899, pp. 367-371; «Social Psychology as counterpart of Phisiological Psychology»,
Psychol Bul VI, pp. 401-408, 1909. Review, Reprints Series, 5, 19T5.
(40) Labov, W., «The Logic of Non-Standard English» in Williams, ed., Language and
(37) Brooks, C., «Some Approaches to Teaching English as a Second Language», The
Disadvantaged Learner, San Francisco, Chandler, 1966, pp. 516-517; Hunt, J., «The Psycholo- Poverty, Chicago, Markham, 1970.
gical Basis for Using Pre-School Environment as an Antidote for Cultural Deprivation», (41) Véase, por ejemplo, el clásico manual de Marcel Cohen, Matériaux pour une sociologie
Merriel-Palmer Quarterly, 10, 1964, p. 236. du langage, París, Albin Michel, 1956 (hay traducción castellana), para ver los orígenes de una
concepción política de la lingüística.
116 117
Pero la lingüística americana está dominada por una que, presentándose como universal, como normal, es el de las
variante del pensamiento gramatical normativo del XVII y del clases dominantes. Berstein, en términos apenas diferentes,
xviii. Chomsky ha elaborado una teoría del lenguaje que se vislumbra ya en 1961 esta interacción (44), aunque sea sobre
funda en la distinción entre la frase normal y la «patológica», todo Bourdieu (45) quien la analice de forma más sofisticada.
encubierta con su tautológica identificación entre «normal» Desde este punto, obviamente, los resultados diferen-
y «gramatical». La influencia de Chomsky es enorme en los ciales de los tests de inteligencia son el efecto de la interac-
EE.UU. (y en el resto del mundo) y, hasta hace pocos años, ción entre un artefacto lingüístico, producido según los usos
no compartir sus ideas lingüísticas era, simplemente, recha- lingüísticos «normales» —los de la escuela y de los es-
zar la ciencia auténtica (42). Por ello, el lenguaje popular, tan a tratos sociales más elevados— y conjuntos de individuos
menudo agramatical es considerado, simplemente, como no cuyas pautas lingüísticas son diferentes. Pecheux demuestra,
estándard. Labov afirmó, por lo tanto, algo heterodoxo cambiando la terminología de un test de inteligencia están-
cuando dijo que lo no-estándard tiene una lógica... dard, pero conservando la estructura lógica de cada una de
Pese a que no es este el lugar de entrar en consideraciones las pruebas que lo componen, que las diferencias que apare-
detalladas sobre las relaciones entre la teoría lingüística y la cían en los resultados medios de un grupo de alumnos de
realidad social, mencionaremos al menos lo esencial: la clase baja y otro de clase alta, al utilizar el test original,
lingüística es una ciencia social y, como las demás ciencias desaparecen con el test transformado. Y estos resultados no
sociales, ha pasado de una primera concepción naturalista de son opuestos sino, simplemente, diferentes de los alcanzados
su objeto, a una concepción normativa y después, al mismo por Stodolsky y Lessen (46) sobre las diferencias de clase
tiempo que la sociología y por las mismas razones, a una respecto a los componentes verbales, espaciales y numéricos
construcción a la vez individualista y consensualista de la del cociente intelectual, ya que las preguntas que miden los
lengua, semejante a la que la sociología efectúa del sistema tres componentes son artefactos lingüísticos, producidos en
social en el paradigma liberal (43). La teoría lingüística que la misma lengua, disociada de la experiencia de los niños de
adoptemos afecta, implícita o explícitamente, nuestras con- clases populares, excepto como objeto de experiencia...
cepciones del proceso educativo y, además, las teorías de la Pero el rendimiento escolar no es el resultado de una
inteligencia se apoyan generalmente en artefactos interacción puramente lingüística entre dos o más idiolectos.
lingüísticos (los textos)... Entre los alumnos y el sistema de enseñanza se produce una
Volvamos, pues, al problema central que examinamos en interacción psicosociológica más compleja.
este párrafo : cómo las culturas específicas de clase y sus
idiolectos correspondientes afectan el rendimiento escolar. 4.5. Interacciones psicosociológicas en el funcionamiento
Fuera de la problemática de la «deprivación cultural» y del del sistema de enseñanza
lenguaje «desviado», en la perspectiva que han construido Desde que Burton Clark publicó su célebre artículo «The
tanto la etnometodología como el interaccionismo simbóli- Cooling-Out Function of Higher Education» (47), se empe-
co, lo esencial es que se llega a afirmar que el rendimiento zó a entender que la interiorización del fracaso escolar, su
escolar está determinado por la interacción entre la cultura y
el lenguaje propios de cada clase y el de la institución (44) Berstein, B., op. cit.
escolar, (45) Bourdieu, P. y Passeron, J. C.. op. cit.
(46) Stodolsky, S. y Lesser, C., «Learning Patterns in the Disadvantaged»,
(42) Chomsky, N., Syntactic Structures, La Haya, Mouton, 1957. Harvard Educational Review, 37, 1967, pp. 546-593.
ada de la lingística de Chomsky, así como el modo de construcción del objeto de la (47) Clark, B., op. cit.
lingüística en sus relaciones con el de la sociología, véase nuestra Metodología sociológica

118 119
transformación en fracaso propio, manifestación de una trabajos, que encuentran su origen en el clásico The
«falta de ser», era un mecanismo importante en el funciona- Sociology of Teaching de Villard Waller (57), publicado en
miento de las instituciones de enseñanza. 1937, examinan todos la interacción que parece más
importante...
Pero hay que esperar hasta que los trabajos de Bourdieu y
Passeron, apoyados en las investigaciones de Bernstein, Obviamente, también se estudian las interacciones entre
integren los resultados de Clark en una teoría exhaustiva del profesores, entre éstos y los directores de escuelas, así
funcionamiento del sistema de enseñanza. Mientras tanto, como las carreras de los primeros. Empiezan a hacerse
especialmente en los EE.UU., se van acumulando datos estudios empíricos importantes sobre estos temas desde
empíricos sobre los complejos mecanismos de las interaccio- los años cincuenta.
nes psicosociológicas en la escuela. La etnometodología,
preocupada por los mecanismos sociales que configuran la La escuela como organización formal es objeto de interés,
construcción de la realidad para los actores, y el interaccio- también, desde muy pronto. Y se aplica a ella la problemática
nismo simbólico, que se plantea la cuestión del modo de propia de la sociología de las organizaciones de la época: el
definición del «yo», del «nosotros» y del «ellos», la autoiden- análisis de las estructuras de comunicación. La organización
tificación o construcción de la identidad propia, convergen escolar continúa siendo estudiada como factor que afecta el
en su común interés por los fenómenos microsociales. rendimiento de los alumnos (58).
Las interacciones que configuran la identidad y el destino
Las interacciones entre los alumnos son también exami-
de los alumnos en las escuelas son múltiples: las que se
nadas en varias perspectivas: la dinámica de grupos y los
producen entre alumnos y oricntadores escolares, estudiadas
sociogramas de Moreno son perspectivas que se completan
por Cicourel y Kitsuse (48), entre alumnos y profesores
con la preocupación de etnometodólogos y social interaccio-
recientemente examinados por Rosenthal y Jacobson (49),
nistas por las formas de autodefinición que generan las
por Evans y R. Rosenthal (50), Fleming y Anttonen (51),
relaciones sociales de alumnos en clase.
Fielden y Feeny (52), pero que se apoyan en una tradición
que remonta muy lejos y que se alimenta de los célebres Todas estas investigaciones desembocan en la teoría del
estudios de Parsons (53) y, en general, de los estudios de los «curriculum oculto» («hidden curriculum»), que podemos
sistemas de roles y de los conflictos normativos en la escuela — resumir como sigue: la escuela socializa más a los alumnos
(Stoufer (54) y Gentzels y Guba (55), Seeman (56)—. Estos por los efectos de su estructura que por los contenidos
(48)
1963.
Cicourel, A. y Kitsuse, J., The Educational Decision Makers, New York, Bobbs-Merril, manifiestos de la interacción pedagógica. El libro de Jack-
(49) Rosenthal, R. y Jacobsen, L, Pygmalion in the Class room, New York, Holt, Rinehart
son, Life in Classroom(59) es uno de los más influyentes. pero
and Winston, 1968. también contribuyen las tesis de Illich (60), los trabajos de
(50 ) E va ns, J. y Rosenthal, R., «Interpersonal P rophecies: Further Extrapola -
tions from the Laboratory to the Classroom», Proceedins of 77 th. annual convention of the
Katz (61) y Rethstein, y, en otra orientación, en la neomar-
American Psychological Association, 4, 1969, pp. 3T1-372. (57) Willard, W., The Sociology of Tracking, New York, Wiley, 1932.
(51) Fleming, E. y Anttonen, R., «Teacher Expectancy or My Fair Lady», American
(58) Postlethwaite, T. Neville, School Organization and Student Achievement: A
Educational Research Journal, 0 1971, pp. 1223-1228.
(53) Parsons, T., «The School Class as a Social System», op. cit. Study Based on Achivement in Mathematics in Twelwe Countries, Estocolmo y New York,
AlmyvistWiksell y Wiley, 1967.
(55) (54) Stoufer S. A., «An Analysys of Conflicting Social Norms», Amer, Social Rev., 14, (59) Jackson, P., Life in Classroom, New York, Holt, Rinehart and Winston, 1968.
1949. Gentzels, J. W., y Guba, E. G.,, «Role, y Role conflict, and Effectiveness»,Amer.
Social Rev.,1954. (60) Illich, T., Deschooling Society, op. cit.
(61) Katz, M., The Irony of Early School reform,Cambridge, Mass. Harvard University
(56) Seeman, M., «Role Conflict and Ambivalence in Leadership», Amer. Social. Rey., 18, Press, 1968; School Reform, Past and Present, Boston, Little, Brown, 1971; Class, Bureaucracy
1953.
and Schools, New York, Praeger Publishers, 19T1.

120 121
xista, los de Bowles y Gintis (62), los de Bourdieu (63) y meritocracia. La coincidencia de esta investigación empírica,
Bernstein (64), Althusser (65) y Baudelot y Establet (66). típica de la sociología americana, con las tesis de Bourdieu y
Estos últimos trabajos estudian la estructura interna de la de Baudelot y Establet es considerable: demuestra la progre-
escuela y, por ello, no pueden ser considerados como perte- siva constitución de una teoría homogénea del sistema , de
necientes al campo de las investigaciones estrictamente enseñanza.
psicosociológicas, que integran y desbordan a la vez. Habla-
remos de ellas con el debido detalle en las páginas siguientes. 4.6. Sistema de enseñanza y reproducción social.
Las investigaciones más estrictamente psicológicas sobre
la interacción son las que se han efectuado sobre las rela- La problemática de la reproducción del sistema de ense-
ciones entre profesores y alumnos. Las investigaciones de ñanza y la de los funcionamientos psicosociológicos, lingüís-
Rosenthal y Jacobsen (67) sobre el efecto de los prejuicios de ticos y culturales, se van integrando en una teoría global del
los profesores en el logro y el cociente intelectual de los sistema de enseñanza que se ha ido desarrollando durante
alumnos, se insertan en la tradición de la psicología experi- esta ultima década.
mental, que se interroga sobre las relaciones entre motiva-
Dos escuelas de pensamiento, la de Bourdieu y Passeron
ción y aprendizaje. Las investigaciones de Rist (68) son
en Francia y la neomarxista en varios países, han contribui-
ejemplos de la nueva aproximación etnometodológica al
do a desarrollar una concepción del sistema de enseñanza
tema, y también de la «nueva sociología de la educación»,
como aparato responsable de la reproducción social. Aunque
descriptiva, pragmática y poco teórica. Pero el nivel micro-
las investigaciones de Bourdieu y Passeron no pueden ser
sociológico y el macrosociológico no son, obviamente, in-
clasificadas como neomarxistas, ni por su terminología ni
compatibles: una sociología de la educación auténticamente
por su autodefinición, la proximidad de sus resultados con
científica tiene que poder integrarlos.
los de los neomarxistas permite examinarles conjuntamente.
El reciente trabajo de Rosembaum sobre el «curriculum
oculto» es, en cierto modo, ejemplar, pues asocia (en una Los trabajos más conocidos en la perspectiva neomarxista
investigación empírica sobre los expedientes escolares de una son, en los Estados Unidos e Inglaterra, los de Samuel
cohorte —la de 1971— en una «high school» americana, Bowles y Gintis (69), los de Martin Carnoy (70) y los de
seguida de una encuesta a una muestra aleatoria de un tercio Karabel (71); en Francia y los países de cultura francesa, el
de los 457 estudiantes que la componen) las problemáticas célebre artículo de L. Althusser «Idéologie et Appareils
del «curriculum oculto», de los mecanismos de selección, de Idéologiques d' Etat» y las investigaciones de Baudelot y
las interacciones dentro de la escuela y fuera de la escuela, la Establet (72). Este último trabajo contiene una crítica de las
de la autodefinición de sí mismo en los estudiantes y la de la posiciones de Bourdieu y Passeron (73) que define bien las
diferencias de perspectiva entre las concepciones de los
(62) Bowles, S. y Gintis, H., «1.Q. in the U.S. Class Structure», op. cit.
(63) Bourdieu, P., «Cultural Reproduction and Social Reproduction», in Knowledge, (69) Bowles, S. y Gintis, H., Schooling in Capitalist America: Educational Reform and the
Education, and Cultural Chango, ed. R. Brown, London, Tavistock, 1973. Contradictions of Economic Life, New York, Basic Book, 1976.
(65) Althusser, L., «Idéologie et Appareils Idéologiques d'Etat», en La Pensée, juin, 1970. (70) Carnoy, M., Schooling in Corporate Society: The Political Economy of Education in
(66) Baudelot, Ch., y Establet, R., L' école capitaliste en France, París, Francois Maspero, America, 2.` ed., New York, David Mckay, 1975.
1973. (71) Karabel, L., «Community Colleges and Social Stratification», Harvard Educational
(67) Rosenthal, R., y Jacobsen, L., Pygmalion in the Classroom, New York, Holt, Review, 4, noviembre, 1972.
Rinehart and Winston, 1968. (72) Baudelot, C. y Establet, R., L' école capitaliste en France, París, Maspero, 1973.
(68) Rist, R., «Student Social Class and the Expectations, the Self-Fulfilling Prophecy in (73) Bourdieu, P., y Passeron, L., La reproducción: elementos para una teoría del sistema
Ghetto Education». Harvard Educational Review, 40, august, 1970, pp. 411-450.
de enseñanza, Barcelona, Laia, D. L., 1977.

122 123
últimos y la de los neomarxistas: para Baudelot y Establet, mes en dissimulant des rapports de force qui sont le
en efecto, las tesis de Bourdieu son erróneas porque se refieren a fondement de sa force, apporte sa force propre á ces
un sistema de enseñanza único, cuando detrás de esta rapports de force».
apariencia existen dos sistemas distintos, uno para burgueses y
otro para proletarios. En esto consiste lo esencial de la La acción pedagógica, añaden, es una violencia simbólica
crítica. Las dificultades de Claude Escante (74) para aplicar «en tant qu' imposition, par un pouvoir arbitraire, d' un
la tesis de los dos sistemas a la enseñanza colegial en el arbitraire culturel» (77). El «arbitrario cultural» impuesto
Canadá, prueba hasta qué punto la posición de Baudelot y consiste en contenidos de la enseñanza, que son arbitrarios
Establet es maniquea y simplista. no porque no sean necesarios, sino porque entre los dos
Pero lo que más nos interesa aquí, no es entrar en una dis- polos que miden el «grado objetivo de arbitrariedad» de un
cusión sobre si hay dos o varios sistemas de enseñanza, o si saber impuesto, «la razón pura» y la «fuerza pura», están
es el mismo sistema el que opera la selección de los más cerca del segundo que del primero. El saber arbitrario
estudiantes en función de criterios de clase y los socializa, efectivamente impuesto es, en resumen, la cultura legítima y
haciéndoles interiorizar los valores y normas necesarios para ésta, a su vez, la cultura dotada de la legitimidad dominante,
adaptarse a la posición social que les está destinada. Lo más la de la clase dominante (78).
importante de las tesis de Bourdieu y de los neomarxistas La autoridad pedagógica, que consiste en una delegación
consiste, precisamente, en la relación que establecen entre la de poder, se presenta como fundada en la posesión del saber
función social del sistema de enseñanza y su funcionamiento. legítimo: no existe «ninguna fuerza de la verdad». Las
sanciones de la autoridad pedagógica tienen la fuerza que se
En cuanto al funcionamiento, los aspectos más impor-
tantes consisten en la existencia de un mecanismo de deriva de las relaciones de fuerza en la sociedad, de la
concordancia entre sus criterios y los del mercado (79).
selección en el que, en la formulación de Bourdieu y
Passeron (75), se elige a los elegidos. Es decir, el sistema de Los logros de los alumnos son el resultado de la mayor o
enseñanza transforma en méritos y logros individuales —o menor concordancia entre la cultura legítima, impuesta por
en fracasos—, que los individuos interiorizan como logros o el sistema de enseñanza, y la cultura que ha sido inculcada a
fracasos propios, lo que no es más que el resultado los mismos en la primera educación, la familiar.
inexorable de la pertenencia de clase previa de cada uno de Estas concepciones de Bourdieu y Passeron se encontra-
ellos. ban ya en los trabajos de Berstein (80) y coinciden con los
El sistema de enseñanza alcanza este resultado mediante resultados de numerosas investigaciones empíricas. Lo más
un mecanismo que consiste en presentar como valores y importante de las formulaciones de los autores de La Repro-
normas culturales universales, como saber legítimo lo que no duction es, ante todo, el esfuerzo de síntesis y de sistematiza-
es más que una cultura de clase. El axioma 0, que abre la ción en una teoría que explica el logro diferencial de los
Reproducción de Bourdieu y Passeron, condensa su teoría
del sistema de enseñanza: (76) ¡bid, p. 18.
(77) ¡bid, p. 19, 1.
(78) ¡bid, p. 31, 2.2.2.
0. Tout pouvoir de violence symbolique qui parvient á (79) ¡bid, p. 42.
(80) Berstein, B., «Social Structure, Language and Learning», en Educational Research,
imposer des significations et á les imposer comme légiti- vol. 3, tasc. 3, junio 1961, pp. 163-176; «Social Class and Linguistic Development: A Theory of
Social Learning», en A. M. Halsey et al., Educational Economy and Society, New York, Free
(74) Escante, Claude, Les classes sociales au CEGEP, Montreal, Parti-pris, 1974. Press, 1961, pp. 288-314.
(75) Bourdieu, P., y Passeron, J. C., op. cit.
124 125
alumnos en el sistema de enseñanza, sin recurrir a hipótesis Bowles y Gintis han efectuado, además, una aguda
psicológicas. Los fenómenos psicológicos son, en esta teoría, crítica de las medidas de la inteligencia mediante los tests
un resultado del sistema de enseñanza, que hace interiorizar a (84). El interés de estos autores por la diferenciación de
los alumnos como autoidentificación que se deriva de la características psicológicas de los individuos, está asociada
interacción simbólica entre culturas —o arbitrarias cultura- con la importancia que los confieren en la reproducción de
les— dominante y dominada. La distancia entre unas y las relaciones sociales. La diferencia de énfasis sobre el papel
otras, mide el capital cultural que se hereda y anula la de los elementos cognoscitivos en la selección que se opera
distinción entre adscripción y logro, pues la herencia cultural en la escuela, entre Bourdieu y Passeron y estos autores
es una forma de adscripción que determina el «logro». deriva, probablemente, de la diferencia objetiva entre el
sistema de enseñanza francés y el americano, mucho menos
El funcionamiento de la selección es, entonces, obvio: intelectualista que el primero.
confrontando los actos de los alumnos son unos criterios Por otra parte, Bowles y Gintis han conferido una gran
comunes (que son los de la cultura dominante), la evaluación importancia a la intervención directa de la burguesía en la
de esos actos, el logro que representan, es tanto mayor determinación de la estructura del sistema de enseñanza (85)
cuanto la cultura de origen de los estudiantes se acerca más a para conformar éste a sus intereses de clase, mientras que
la cultura dominante. Bourdieu y Passeron se refieren más que a una intervención
Con este mecanismo, el sistema de enseñanza legitima las directa en función de los intereses de clase, a la supedita-
diferencias de clase, transformándolas en diferencias de ción a una cultura legítima. Esta diferencia podría explicarse,
logros individuales que justifican la selección, que ocultan su también, por la diferencia de características de los respecti-
mecanismo y que generan hábitos en los alumnos. Estos vos sistemas de enseñanza en su relación con la forma del
hábitos, resultados de la inculcación, se traducen psicológica- Estado en Francia y en los EE.UU. El Estado francés es
mente en autoimágenes siempre confirmadas por la expe- centralista y la educación pública es responsabilidad directa
riencia social. del Estado. Los EE.UU. son un Estado Federal en el que la
enseñanza ha dependido, para su financiación y organización,
Las teorías neomarxistas de Bowles y Gintis (81), de de decisiones locales de los municipios, tomadas por comisa-
Carnoy (82) y de Karabel (83) ponen mayor énfasis que las de rios Escolares elegidos por los contribuyentes locales.
Bourdieu y Passeron, aquí expuestas, en aspectos menos La mediatización que ejerce un Estado centralista, como el
sutiles del mecanismo de selección; para los neomarxistas francés, en la intervención de los intereses de clase que
anglosajones, los «saberes legítimos» son menos importantes conforman el sistema de enseñanza, no es un mero oculta-
que la inculcación de pautas de conducta conformes con las miento, sino una transformación real, de los modos de
de la división jerárquica del trabajo: aceptar un trabajo intervención de esos intereses. En los EE.UU., las escuelas de
rutinario y cronometrado e interiorizar el respeto de la diferentes municipios difieren en medios —aunque, como
autoridad, son elementos esenciales en la enseñanza que se hemos visto, esta diferencia no sea significativa para la
da a los alumnos de familias proletarias, mientras que para calidad de los resultados escolares—, en programas, en
los de clase alta se estimula la creatividad, el autocontrol y la procedimientos de selección y en la formación misma del
autonomía en el trabajo. (84) Bowles, S., y Gintis, H., «I.Q. in the U.S. Class Structure», Social Polic y, 3, november-
(81) Bowles, S., y Gintis, H., op. cit.
december, 1972, pp. 65-96.
(82) Carnoy, M., op. cit.
(83) Karabel, L., op. cit. (85) Bowles, S. y Gintis, H., Schooling in Capitalist America: Educational Reform and the
Contradictions of Economic Lo, New York, Basic Books, 1976.

126 127
profesorado. En Francia, las diferencias entre instituciones función al matrimonio respecto a las mujeres, al servicio
tienen que traducirse en programas oficiales y en organigra- militar e incluso a la administración pública.
mas de aplicación general. Resumiendo: la diferencia provie-
ne de una dependencia del sistema de enseñanza respecto al Lo que está en juego, pues, no es tanto determinar cuál
es la función del sistema de enseñanza, sino, simplemente, si
Estado, en lugar de respecto a la sociedad civil.
explicar mediante la función el funcionamiento real de
Las diferencias existentes entre unos y otros autores instituciones y organizaciones formales, no es simplista y
sobre el funcionamiento del sistema de enseñanza desapa- reductor.
recen en cuanto a su función se refiere. Unos y otros consideran,
en efecto, que la función del sistema de enseñanza es la A un nivel aún más profundo, lo que tenemos plantea-
reproducción de las relaciones sociales de producción pro- do es si se pueden efectuar análisis de la estructura social con
pias de la sociedad capitalista. conceptos que, en su definición misma, no tiene ni dimensión
Esta función se ejerce mediante la selección , en virtud de temporal alguna: tanto la cultura como el sistema social y el
criterios de clase, y mediante la producción de las caracte- sistema de enseñanza son hoy conceptos estáticos. Y como la
rísticas psicológicas y cognoscitivas necesarias para que el historia existe, cambiamos ligeramente sus relaciones para
alumno se adapte a la posición de clase predeterminada por captar del devenir una imagen puntual y estática.
su origen de clase.
Lo que ni Bourdieu ni los neomarxistas explican es cómo
4.7. Conclusión del capítulo
la teoría de la reproducción social, del modo en que la desa-
rrollan, puede dar cuenta de la evolución de los sistemas de El modo de construcción del objeto de la sociología en el
enseñanza a la que hemos asistido desde hace varios decenios: la paradigma liberal es siempre el de un conjunto de indivi-
ampliación del número de alumnos no se explica por las duos ligados por relaciones que conllevan una determina-
necesidades de mano de obra de la economía, como tampoco ción de las características individuales. Los subsistemas
se explica el mantenimiento de contenidos de carácter mantienen entre ellos relaciones funcionales. Y el sistema de
general en la enseñanza, ahora obligatoria y de duración enseñanza, objeto de la sociología de la educación, aparece
prolongada. El paro intelectual y técnico, que ha existido en el paradigma liberal como un subsistema funcionalmente
siempre en mayor o menor grado, se ha tranformado, con el relacionado con la totalidad, en el que las interacciones entre
aumento vertiginoso de estudiantes de tercer ciclo, en un individuos producen las características individuales necesa-
fenómeno de tal amplitud que algunos sociólogos, buscando rias para que las relaciones entre individuos que caracterizan a
apresuradamente una nueva función al sistema de enseñan- esa totalidad, que dan forma al sistema social, se manten-
za, han esbozado una teoría de la escuela-asilo. Y aunque no gan.
quepa la menor duda de que las instituciones de enseñanza A este nivel de análisis, las tesis neomarxistas no difieren
cobijan una juventud forzosamente desocupada (por la evo- esencialmente de la teoría estructurofuncionalista: para am-
lución del modo de producción, por el aumento de la bas escuelas, la función del sistema de enseñanza es reprodu-
productividad en el trabajo, por el progreso tecnológico cir un orden, que para unos es consensual y para otros
mismo) y, que mientras lo hacen, disminuyen la población resultado del equilibrio de fuerzas entre grupos o clases de
activa y sobre todo, el número de parados oficialmente individuos con intereses contradictorios. Para ambas, ade-
contabilizados, atribuirles la función de cobijar es una más, la existencia de sus respectivos órdenes se traduce en —
explicación simplista. Se podría, en efecto, atribuir la misma incluso se identifica con— la reproducción de características
128 129
diferenciales en los individuos que forman parte de él. Y ni
una ni otra perspectiva logra, con sus conceptos propios,
explicar por qué, en su producción, las sociedades se trans-
forman continuamente. Hemos incluido a los neomarxistas
en el presente capítulo porque sus planteamientos tienen de-
masiados elementos en común con los propios del paradig-
ma liberal y porque sus diferencias son más de orden axioló-
gico que conceptual: el panegírico y la denuncia de lo que,
sustancialmente, se concibe de manera semejante, sólo difie- CAPITULO QUINTO
ren en lo que a la apreciación se refiere.

EMERGENCIA DEL PARADIGMA HISTORICO:


A MODO DE CONCLUSION

5.1. Introducción: la metáfora del código


• Desde La República de Platón hasta el Más allá de la
Libertad y la Dignidad de Skinner (1), los hombres han hecho
de la cultura, y de su transmisión mediante la educación, un
elemento esencial de la felicidad colectiva y del orden social.
La conservación del orden y su mantenimiento se han
traducido, además, en una codificación de las pautas de
conducta, en su inscripción escritural en materiales diversos:
piedra, arcilla, cera, papiro, papel, cuerdas, han sido soportes
de marcas y éstas, signos de otros signos que pautaban las
conductas y que estaban inscritos en la psiché. De las tablas
de Hanmurabi al moderno banco de datos, contenido en la
memoria magnética de un ordenador, las inscripciones han
variado de soporte material, pero han conservado —como
condición de su interpretabilidad y, por lo tanto, de su
eficacia social— el que se recuerde la convención que fundó la
escritura. Y, tradicionalmente, eran pocos los hombres que
leían o escribían; el acceso a las inscripciones estaba
reservado a una minoría de escribas y letrados
subordinados a los poderes efectivos, a los legisladores que
producían las pautas ulteriormente codificadas por los
menestrales.
El nombre de código, que se daba a las compilaciones de
(11 Skinner, B.F., Más allá de la Libertad y la Dignidad, Barcelona, Fontanella, 1977.

130 131
inscripciones, llegó a designar, en el siglo XIX, no sólo lo elementos. La necesidad, el orden, son el fruto del azar (5) y
transcrito, sino la convención misma que funda su inteligibilidad. emergen de él.

El término código se hace polisémico: el «código Morse»


es tan código como el de la circulación. Y el lenguaje mismo se 5.2. Orden y reproducción
piensa como código: de Saussure funda así la lingüística La existencia de constantes en la diversidad del Mundo,
estructural (2). Más tarde, en biología, el término «código» así como la de relaciones estables entre las constantes
tiene la suerte que sabemos: el «código genético» es la mismas, ha requerido siempre análisis y explicación.
«prima ratio» de la reproducción biológica... Como vimos en los primeros capítulos, para el pensa-
miento preburgués, la constancia de elementos y relaciones,
La polisemia del término oculta lo metafórico de su uso.
el orden, se concebía como propiedad ontológica del Mundo,
El deslizamiento de sentido que, según Pecheux, constituye el
y la actividad humana tendente a mantener ese orden, en lo
sentido mismo (3), o, mejor dicho, el objeto de la investigación
social, como parte constitutiva del orden mismo, justificada
semántica, en el caso del «código» revela una modificación
por las necesidades que de él se derivan. La problemática del
sustantiva en nuestra cultura: el paso del epistemé clásico
orden y el concepto de reproducción no estaban asociados:
al pensamiento individualista y consensual propio de la
lo que hoy llamamos reproducción biológica humana pensa-
sociedad burguesa. El código ya no es la transcripción
da como re (petición de una) producción— se concebía como
convencional de la ley, sino la ley misma, producto, como su
puro crecimiento, en el vientre materno, de los «homúncu-
transcripción, de una convención.
los» que se encontraban en el líquido seminal, de las copias
Este deslizamiento semántico alcanza también a la cultu- en miniatura de un organismo ya completo, que no se hace
ra: de considerar que la cultura está codificada en textos, se durante el embarazo, porque está ya hecho desde el origen del
pasa a pensar que la cultura es un código. Una vez más, del hombre.
carácter convencional de la transcripción de las normas, el
deslizamiento del sentido transforma en convención, en Cuando el organismo ___metáfora preferida del orden
código, lo transcrito mismo (4). social en el pensamiento clásico— aparece como resultado
de un desarrollo en sentido estricto, cuando la embriología
La metáfora del código traduce, pues, otra metáfora, muestra las fases de un proceso morfogenético, la asociación
constitutiva de un paradigma —que hemos examinado en entre la génesis y la forma misma deviene necesaria.
sociología general y en la sociología de la educación en par-
ticular—, pero cuyas categorías fundan también la econo- La constancia en las relaciones entre los elementos de
mía, la lingüística y la semiología, las ciencias políticas y, un todo —el del organismo humano y el de los seres vivos en
más ampliamente, buena parte del pensamiento contempo- general— no puede entonces seguir siendo atribuida ontoló-
ráneo: la realidad es una inmensa combinatoria arbitraria- gicamente al Mundo. La persistencia de las relaciones for-
mente generada por la interacción cuasi aleatoria de sus males y funcionales entre los elementos, cualquiera que sean
(2) Vease Pizarro, N., Metodología sociológica y teoría lingüística, op. cit. éstos, aparece como resultado de un proceso que conduce a
(3) Pecheux, M., Analyse Automatique du Discours, París, Dunod, 1969. la repetición de los mismos. La estabilidad de las formas es,
(4) Vease sobre la escritura, Jacques Derrida, L' écriture et la différence, París, Seuil,
1967; De la Grammatologie, París, Seuil, 1967. (5) El libro de uno de los fundadores de la moderna teoría del código genetico,
defiende esta tesis, Monod, Jacques, Le Hasard et la Nécessité, París, Seuil, 1970.
132
13
3
por lo tanto, resultado de la impacable lógica de la reproduc- plica que la teoría sociológica contemporánea se encuen-
ción de lo idéntico. exenta de metáforas biológicas, de planteamientos reduc-
res.
Las formas, además de ser estables, son múltiples. Las
Los planteamientos biologicistas más difundidos en la
tentativas de clasificación de las especies se han enfren-
tado, desde el siglo xvii, con el problema del «parentesco» sociología contemporánea son los de la reproducción social.
entre unas y otras, de la graduación casi imperceptible que les Islo tenemos que insistir sobre la particular relevancia de esta
une. Las teorías de la evolución biológica dan cuenta del cuestión para la sociología de la educación...
parentesco entre las formas, teniendo que elegir entre dos
alternativas: o bien las interacciones entre el organismo y su .3. Información y reproducción de lo idéntico
medio ambiente modifican las pautas de la reproducción (y la
reproducción, por definición, no es ya reproducción de lo Como hemos indicado ya, la reproducción de la especie
mismo) o bien los organismos se reproducen siempre de la en biología es una reproducción idéntica. Su mecanismo —
misma manera (la reproducción es reproducción de lo idénti- cuyos detalles técnicos no interesan aquí (7)— consiste,
co) y la variedad de especies que conocemos es sólo el esencialmente, en la duplicación de padres a hijos de un
conjunto de formas que han logrado sobrevivir. Frente a la mensaje que contiene la información necesaria para que los
primera concepción, defendida por Lamarck, acaba prevale- procesos bioquímicos produzcan un organismo similar al de los
ciendo la de Charles Darwin: la selección natural determina progenitores. Lo que nos interesa como sociólogos es el papel
qué especies existen y se reproducen idénticamente. de la información y del código que la vehicula en la reproduc-
En la moderna biológica molecular, el patrimonio genéti- ción de lo idéntico.
co, codificado según las reglas universales del código genéti-
co, se reproduce idénticamente y genera formas estables En biología, la estabilidad de las formas, la reproducción
durante períodos de tiempo de longitud indeterminadamente idéntica, reposa a la vez sobre la permanencia del código y la
grande. La reproducción es reproducción de lo idéntico. Y e l duplicación idéntica del mensaje, la conservación de la
c a mb i o a p a r e c e c o mo r e s u l t a d o d e l a z a r d e l a s información.
mutaciones.
Si el código no fuera inalterable, el mismo «mensaje» no
La lógica de lo vivo (6) plantea, pues, simultáneamente produciría organismos semejantes. Y si el mensaje mismo no
las cuestiones de la reproducción —que es reproducción de lo se duplicara idénticamente, también variarían las morfolo-
idéntico— y del cambio en las pautas de la reproducción. gías de una generación a otra.
El interés de la problemática biológica para la sociología Además, si una mutación, un acontecimiento exterior
es muy grande. Y no porque tengamos que inspirarnos en respecto al sistema biológico, produce, accidentalmente, un
ella, sino porque sólo entendiendo las diferencias entre los cambio en el mensaje, este cambio produce a su vez organis-
planteamientos de la biología y las características del objeto mos distintos que también se reproducen idénticamente si se
social podremos evitar el reduccionismo biológico en socio- adaptan al ecosistema. Lo esencial de la morfogénesis bioló-
logía. Aunque el darwinismo social haya sido ampliamente gica es que no es un elemento constitutivo de la reproducción
sobrepasado y no amenace ya la teoría sociológica, esto no
(7) Una exposición, a la vez clara y técnica, se ecuentra en Lehninger, Albert, L.,
(6) Jacob, F., La Logique du vivan, París, Gallimard, 1970.
Biochemistry, New York, Worth Publishers, 2.° ed., 1975.

134 135
misma, sino que está causada por un acontecimiento aleatorio as que orientan (normativamente) las conductas y ordenan
externo respecto a lo biológico, por un fenómeno físico o s interacciones haciendo de ellas un sistema.
químico imprevisible. Tal es el sentido del concepto de
mutación en genética: explicar el cambio, la emergencia de Para Bourdieu y los neomarxistas, los hábitos y la
formas nuevas sin que la reproducción deje de ser idéntica. estructura cognoscitiva y emotiva de los individuos, que el
sistema de enseñanza genera, reproducen las relaciones
Este divorcio entre la morfogénesis y la reproducción es sociales. Y aunque éstas sean relaciones de fuerza (Bourdieu)
constitutivo del pensamiento biológico actual. Y no nos o de explotación (neomarxistas), su conjunto es el sistema
concierne aquí y ahora si esta forma de explicación cubre social, reproducido al reproducirse las características indivi-
adecuadamente todos los hechos biológicos: ése es un pro- duales requeridas.
blema propio de la biología. Lo que como sociólogos nos in-
teresa, ante todo, es el examinar, primeramente, si este modo En todas estas teorías sociológicas, pues, el sistema social
de explicación se utiliza en sociología y después, si permite se reproduce como resultado de la «duplicación idéntica» de
una construcción del objeto de nuestra disciplina adecuado a la elementos culturales, equivalentes al «patrimonio genéti-
especificidad de los fenómenos sociales en sentido estricto. co», a la información codificada que orienta la biosíntesis y
reproduce el organismo.
Apuntemos que no planteamos la cuestión de si ese modo de
explicación lo ha tomado la sociología de la biología, o si es La diferencia esencial entre unas y otras teorías socioló
al revés: los términos de «código genético», de «informa- gicas concierne más a la naturaleza del «organismo» repro-
ción» y de «mensaje», utilizados en biología, son manifiesta- ducido que al mecanismo de reproducción mismo. Como en
mente de origen sociológico y cabe pensar que los conceptos y biología, la reproducción de las formas, del orden, se atribu-
las categorías hayan sido también productos del pensa- ye a la duplicación de mensajes que configuran conductas.
miento social. Pero esto es, aquí, secundario: nos interesa
más el parentesco que la filiación. La reproducción social, en otras palabras, va asociada
con la transmisión de la cultura de una generación a otra y
con la conservación de las pautas culturales.
5.4. El concepto de reproducción en sociología:
educación y generación La educación, en esta perspectiva, es el mecanismo por el
que se duplican los mensajes normativos y cognoscitivos, los
Hemos examinado, en capítulos anteriores, las teorías valores, conceptos y normas que configuran las interacciones
del sistema de enseñanza y la función que se le atribuye en la —las relaciones— en sociedad, cuya coherencia es el sistema
reproducción del sistema social. Compararemos ahora estas social.
concepciones con el esquema de la reproducción biológica. Los sistemas de enseñanza son, pues, una parte —cada
Para ello, nos limitaremos a recordar que en el pensamiento vez mayor— de ese proceso de socialización, de esa transmi-
estructurofuncionalista el sistema de la cultura, interiorizado sión de la cultura que hace de ella un mensaje portado por los
por los individuos que componen una sociedad, es el respon- individuos, interiorizado por todos ellos. El paso de la cultura
sable de la estructura del sistema social (8). Y la cultura es de una generación a otra es una duplicación del mensaje,
una realidad interiorizable, un conjunto de entidades simbó- responsable de la reproducción del sistema social.
(8) Parsons, T. y Shils, E., Toward a General Theory of Action, op. cit.; Parsons, T.,
Estas comparaciones ponen en evidencia que el mecanis-
Societies, op. cit.
137
136
Bourdieu, con la coherencia y la sistematicidad que le
mo de reproducción social se basa, como el biológico, en la
duplicación continua de «mensajes», de «información» codifi-
acterizan, reconoce, además, la pertinencia de la
cada y determinante de la morfoéstasis del sistema social (9).
identificación que aquí efectuamos entre reproducción
reproducción biológica. En La Reproducción, la educación es
información en el sentido etimológico de informar, neradora de «productores de prácticas» por la mediación
dar forma a procesos materiales y energéticos cuya lógica, mes la
con«producción del hábito
el arbitrario cultural (i. e.productor de prácticas
por la transmisión de laconfor
aunque exista, no es signifncativa, ya que obedece y se
conforma. Los procesos fisicoquímicos son así esa materia mente a los receptores): la educación es, pues, lo equivalente,
bruta informada por el mensaje genético, ese substrato físico en el orden de la cultura, a lo que es la transmisión de capital
de la vida que equivale al substrato biofísico del orden genético en el orden biológico: siendo el hábito análogo al
social: el cuerpo, como recordamos ya en otro lugar (10), sólo capital genético, la inculcación que defnne el cumplimiento de
es un instrumento más —en las teorías sociológicas— del sujeto
auténtico, el portador de signos, el actor, ego, o «mind» la AP (acción pedagógica) es análogo a la generación, en
parsoniano. cuanto transmite una información generadora de informa-
ción análoga» (11).
La reproducción social es, pues, duplicación de actores y Esta cita confirma nuestra interpretación de la analogía
mantenimiento de los contenidos evaluativos, normativos y entre el concepto actual de reproducción social y el de
conceptuales que se trasvasan a los nuevos recipientes por reproducción biológica. Ninguno de los críticos a la teoría de
ellos orientados, a los individuos biológicos. Bourdieu y Passeron atacan este punto. Los neomarxistas
franceses critican la unicidad del sistema de enseñanza
La reproducción social es una reproducción idéntica, al
supuesta por Bourdieu; los americanos, la excesiva importan-
reposar sobre la transmisión de la información cultural
cia conferida por éste a los contenidos conceptuales: las
codificada en símbolos y al postular que los sujetos están
diferencias que estas críticas manifiestan respecto a la teoría
socializados, es decir, socialmente determinados por ella.
de la reproducción son, esencialmente, diversos análisis de lo
El cambio social, cuando tiene lugar, proviene de fuera del
reproducido, más que del mecanismo de reproducción en sí.
proceso de reproducción social que, como el biológico,
Ahora bien, admitiendo que esta similitud exista, ¿cuál es
efectúa una reproducción idéntica: de influencias culturales
en la reproducción social el equivalente de la especie? ¿Cuál es
de una sociedad a otra (difusión), de «mutaciones sociales»
el término análogo del individuo biológico respecto a la
que, al no formar parte de la reproducción misma, tampoco
especie? Con sólo formular las preguntas, la respuesta se hace
forman parte del sistema social definido por ella. Para el
evidente: la «especie» en sociología es el patrimonio cultural,
estructurofuncionalismo, las mutaciones provienen de esos
como en biología es el patrimonio genético. Y el «individuo»
«márgenes» delimitados por las fronteras mismas del sistema
es la sociedad sincrónicamente considerada, en la que un
social, topos y reino de la conducta desviada y origen de
grupo de sujetos encarnan en sus interacciones ese patrimo-
«problemas sociales».
nio cultural. Hecha esta última comparación, tenemos ya casi
todos los términos de la problemática que subyace en la
(9) Bourdieu y Passeron consideran el «habitus» como transpasable, porque es: «capable sociología contemporánea.
d'engendrer des pratiques conformes aux principes de l'arbitraire inculque dans un plus grand
nombre de champs differents». La reproduction, élements por una théorie du systeme denseigne-
ment, Minuit, p. 49.
(11) Bourdieu y Passeron, op. cit., pp. 4T-48.
(10) Pizarro, N., Metodología sociológica y teoría lingüística, op. cit.

138 139
5.5. Irreductibilidad de la historia ica esencial de los cambios de cultura en las sociedades
Que la teoría de la reproducción social se asemeje a la manas.
de la reproducción biológica no plantearía ningún problema
Esa característica es, precisamente, la historia; la historia
si esta 'ultima, además de explicar la evolución, explicara la
ue es transformación de la cultura y memoria de lo trans-
historia. Porque lo social es radicalmente histórico, y lo
formado y de su transformación. La historia, que es
histórico no se explica postulando que la reproducción
reproducción ampliada de la herencia cultural siempre
produce formas idénticas a sí mismas, hasta la muerte del
capitalizada, es también memoria de la capitalización de
último ser que no ha llegado a reproducirse, o hasta la
los intereses. Por eso, la cultura presente de una sociedad
mutación que inicia otra reproducción idéntica.
contiene en su seno las culturas que la precedieron, y esta
Las sociedades humanas tienen una existencia más corta inclusión es de tal naturaleza, que lo «nuevo», que substituye
que la Vida, que el código genético. Y en este período de a lo antiguo, al substituirlo lo conserva.
tiempo tan corto para la evolución de las especies, no sólo se Si nuestra sociedad posee una cultura que la reproduce y
han reproducido y han cambiado, sino que, además, han que ha substituido —mediante una serie de mutaciones— la
aumentado en complejidad, se han diferenciado y organiza- cultura grecoromana clásica, ésta última no ha desaparecido
do simultáneamente, a un ritmo tal que ningún proceso de enteramente al ser substituida y tampoco lo nuevo es una
«selección natural» podría explicar nunca. Los procesos variacion, un puro cambio de posiciones de los elementos que
biológicos de reproducción idéntica, mutación exógena y componían la antigua: ese continuo decir «no es lo mismo»,
adaptación selectiva no dan cuenta ni del ritmo ni de la pero también «sigue siendo», ese cambio que no impulsa a la
amplitud de la morfogénesis social. nada su primer término, constituye, precisamente, la caracte-
Las ideas de Lamarck sobre la evolución biológica son rística propia de esta forma específica de cambiar. Y no
más aplicables a lo social que la teoría de Darwin y la moderna afirmaremos nada nuevo diciendo que la forma de cambiar es
teoría del código genético. En efecto, Lamarck postulaba que definitoria de la manera de ser de todo objeto.
la evolución se explica por la herencia de caracteres Estas constataciones han sido una continua preocupa-
adquiridos por la especie en su adaptación al ecosistema; la ción de esa otra rama, de esa variante del paradigma liberal
«herencia», que se transmite de una generación a otra era, que se desarrolló, sobre todo, en Alemania, durante el mismo
para Lamarck, un patrimonio genético capitalizado, un período en el que se elaboró el individualismo positivista
auténtico capital genético que aumenta (o disminuye) durante anglosajón. La gran tradición de la filosofía idealista alema-
la vida de los individuos. En la teoría moderna de la na que, desde la Crítica de la Razón pura de Kant, culmina
reproducción biológica, el mensaje genético es un patrimonio, en Hegel y se transforma después en Marx. De esa última
pero no un capital, porque por su naturaleza misma, por la transformación de la tradición alemana salen dos reduccio-
duplicación idéntica que le origina y le caracteriza, es un nes: el marxismo dogmático y el historicismo idealista de
patrimonio que no puede aumentar (ni disminuir). Dilthey que desemboca en Max Weber.
monio cultural de las sociedades que se transmite de unos Pero no podemos, aquí, reconstituir la historia de la
hombres a otros —es más un capital que un simple patrimo- problemática de la historia, sino únicamente designar fuen-
nio. La historia nos lo hace evidente y esa demostración sería tes, reconocer fnliaciones. Lo que nos interesa de esa gran
inútil: basta con mencionar, de forma ilustrativa, la caracte- tradición y de sus transformaciones es, ante todo, identificar
en ella la emergencia de un nuevo paradigma, de una
140 141
nueva manera de construir el objeto de la sociología, de un mutación exteriormente inducida y ajena a la reproducción.
nuevo método. Porque es, efectivamente, de esa tradición de obra de Hegel no tiene —o no tenía— cabida en la
donde nacen los términos radicalmente nuevos de ese para-
digma histórico que está en proceso de constitución desde reflexión sociológica, en la sociología de la cultura y en la de la
hace muchas décadas.
educación.
Lo que Hegel nos aporta es, ante todo, el reconocimiento
de la irreductibilidad de la historia a las categorías del La dialéctica hegeliana se ha transformado así en esa
paradigma liberal. Pero ese reconocimiento se efectúa desde una oscura digresión casi metafísica, totalmente ajena a la socio-
tradición estrictamente filosófica y en la terminología logía científica. Salvo, claro está, en las declaraciones de
propia de esa tradición, con una retórica enrevesada que principio de ese marxismo dogmático que menciona a Hegel
traduce más la dificultad de pensar en y desde el nuevo para, inmediatamente, etiquetar su obra como una «dialécti-
paradigma que el pensar sobre él. La Lógica, el Compendio de ca idealista» que ha sido substituida por el «materialismo
Filosofía, la Fenomenología del Espíritu son obras todas en las dialéctico», la ciencia verdadera, y que, por lo tanto, una vez
que se plantea esa irreductibilidad de la historia de lo cultural a mencionada como prehistoria del saber auténtico, tampoco
las categorías que constituyen la cultura como código, la vale la pena estudiar. Con ello, la inmensa riqueza del
irreductibilidad del sentido a la subjetividad consecuente- pensamiento de Hegel queda confinada al reducido cerco de
mente constituida. la historia de la filosofía...
La tentativa hegeliana de identificar la dinámica de la Existe un aspecto del pensamiento hegeliano de particu-
cultura tendría que ser del mayor interés para la sociología, lar relevancia para la problemática de la reproducción
que hace de su interiorización el fundamento del orden. Pero si social, porque concierne a la naturaleza misma de la cultura.
existe una dinámica de la cultura, una lógica cultural de los Se trata de la distinción entre las dos formas del concepto y
cambios culturales, la cultura deja de ser un patrimonio que de los dos aspectos de su existencia: como entidad subjetiva
pasivamente se transmite de una generación a otra en el y como objetividad.
proceso educativo y, por lo tanto, deja de ser esa informadora
que define y reproduce las relaciones petrificadas entre los El concepto existe como entidad subjetiva, afirma Hegel,
actores sociales. Ese «dejar de ser» genera un vacío explicati- pero no es la interiorización su única forma de existencia. La
vo en el paradigma liberal, ya que para éste las formas objetividad del concepto es la verdad, la adecuación al
sociales son el mero resultado de compartir el sentido. Un fenómeno. Y, aunque objetividad y subjetividad del concepto
sentido, además, que es arbitrario y que se define por el sean dos aspectos de una misma realidad, dos formas de
consenso, por el mismo consentir (12). existencia de los mismo, no pueden reducirse la una a la otra.
Porque admitir la existencia de una dinámica de la cultura Reducir el concepto a su existencia subjetiva es hacer de él
impide definir el orden consensualmente y hacer de su un puro resultado de la convención y del consenso, sin
reproducción una cuestión educativa. No cabe admitir ambas determinación alguna de su objetividad, de su adecuación
concepciones de manera simultánea, ya que el cambio del con los fenómenos.
(12) El interaccionismo simbólico no afirma otra cosa: Las teorías sociológicas, al hacer de los elementos de la
«This is another way of saying what has by now become a Truism in sociology and
cultura entidades interiorizadas y consensualmente definidas,
Social psychology: Human society rests upon a besis of consensus, i.e., the sharing of son una forma de idealismo que supera con mucho el
mecanings in the form of common understandings and expectations»; Bernard N. Meltzer,
«Mead's Social Psichology» en Manis and Meltzer, Symbolic interaction, Boston, Allyn hegeliano, ya que, para el autor de La Ciencia de la Lógica, la
and Bacon, 1972, p. 7. (ínter)subjetividad del concepto está supeditada a su adecua-
142 14
3
s cambios culturales, sociales, económicos — y la existencia
ción al fenómeno. Hegel plantea, con ayuda de esta e los elementos culturales mismos como entidades que
distinción, la problemática de la progresiva emergencia de
conjuntos de conceptos, existentes a la vez existen la vez subjetiva y objetivamente.
intersubjetivamente y dotados de objetividad. La La existencia de la historia impide subordinar las
Fenomenología del Espíritu es un análisis del desarrollo de formas concretas de organizació n social a la cultura como
lo que hoy llamaríamos las formas culturales. entidad subjetiva autónoma, cuya forma de existencia es su
La crítica que Marx efectúa de las teorías hegelianas, su
célebre y críptica afirmación de que la lógica —la dialécti- transmisión, mediante la educación, de un individuo a otro.
ca— hegeliana «anda con la cabeza» y de que hay que darle La autonomía —incluso relativa— de la reproducción de la
la vuelta para que ande con los pies, el tópico de que no es la cultura interiorizada por la duplicación educativa, exigiría a
conciencia quien determina la vida sino la vida la que la vez que las representaciones configurasen efectivamente el
determina la conciencia, fuera del contexto de la tradición mundo, que lo real fuera reflejo de las representaciones y,
filosófica alemana a la que Marx, con conocimiento de además, que ese reflejo mismo fuera estable, al menos
causa, se refiere, son peticiones de principio difíciles de tanto como lo reflejado.
asociar con su crítica de la economía política. Y el marxismo La relación entre las representaciones subjetivas y lo
acaba haciendo de Marx un fundador de la economía representad o no puede ser concebida tampoco como una
política «científica»: el materialismo dialéctico acaba siendo relación especular en sentido inverso: si los contenidos de la
un positivismo que identifica, de manera simplista, la afirma- conciencia, si las «representaciones» son un reflejo de la
ción de una correlación de fuerza entre las clases con la realidad representad a , la historia tampoco es pensable a
dialéctica, y las relaciones económicas con la materialidad de menos que exista una dialéctica de la naturaleza, que el
lo social. cambio social resultara de las modificaciones autónomas
El «marxismo» contemporáneo, en sociología de la edu- que se produjeran en ella. Exceptuando esta hipótesis,
cación, llega a formular una teoría del sistema de enseñanza que haría de la historia social un proceso sincronizado con la
como aparato reproductor de las relaciones intersubjetivas, historia natural, y por lo tanto, tan lento como la
que es como se piensan en última instancia las relaciones evolución biológica, no existiría tampoco la historia si la
entre clases. La cultura —«hábitos», «ideas», «valores», cultura interiorizada fuera un reflejo de «la realidad».
«normas»— interiorizada es lo que define las relaciones Esta teoría del reflejo ha sido defendida por muchos
sociales, lo que las produce y reproduce. «marxistas» como teoría de la génesis de las representaci o -
Hegel mismo hubiera considerado una concepción seme- nes, de las ideas, de la ideología. Después de examinarla,
jante como voluntarista y subjetivista, pues excluye toda parace obvio que no se puede concebir la relación entre la
determinación objetiva de las formas y contenidos de la subjetividad y la objetividad de manera tan simplista y
subjetividad, al hacer de ésta una entidad cuya existencia burda. Ni Hegel ni Marx, además, llegaron a confinarse en
depende exclusivamente de su duplicación educativa. tan sobrepasados planteamientos. Aunque la pasión política
del último le llevara a menudo a formulaciones crípticas y
polémicas —como las del Manifiesto— que han servido de
5.6. Posición del problema: la reproducción no idéntica
fundamento al marxismo...
El paradigma histórico emerge de la confrontación entre La metáfora especular no describe, pues, adecuadamente
la historia —la constatación de la existencia de una lógica de la relación entre las entidades subjetivas y su objetividad. Su
145
144
relación es un fenómeno más complejo: la idea no es repre- el sentido causal del término por la posición de la clase en las
sentación del fenómeno y el fenómeno no es expresión o relacione de clase. Un planteamiento de este orden genera
s

manifestación de la idea. las contradiciones que conocemos: la ciencia, identificada con la


verdad, acaba siendo «la forma de conciencia posible del
La dialéctica es, precisamente, la teoría de esa relación proletariad , la única clase interesada en abolir las clases.

dinámica entre la «representación» y lo «representado» en la Tal es la tesis de Lukacs en el conocidísimo artículo «La
que ni el uno ni el otro de los términos aparecen como dados ni ciencia y la conciencia del proletariado (14). »

como cosas; lo «representado» es objeto y todo objeto está En otras coordenadas escolásticas, la cuestión de la
determinado por su construcción social. Las subjetividades se génesis de las formas culturales ha sido planteada reciente-
construyen en sus relaciones con los objetos mismos. mente: tanto la etnometodolo como el interaccionismo gía

Si intentamos comprender qué significa, en una termino- simbólico centran su interés en la emergencia de las formas
logía familiar para el sociólogo, la problemática de la dialéc- de subjetividad y en los modos de construcción social de la
tica, podemos acudir, como primera aproximación, a la realidad. Pero la identificación entre lo social y lo intersubje-
sociología del conocimiento. En efecto, la problemática tivo acaba reduciendo las representacion a códigos y la es

propia de esta subdisciplina es el examen de las determina- «objetividad de éstos a la intersubjetividad misma, tal y
»

ciones que la estructura social ejerce sobre los «conocimien- como se constituye en una situación de interacción (15).
tos», sobre las «representaciones». Pero la sociología del La relación entre las representacio y el lenguaje, al ser
nes

conocimiento misma, muy ligada a la tradición «crítica» en tratadas con esquemas lingüísticos, que -
sensualment fundados, lleva, mediante unestán rodeo también que conno
e

sociología (Adorno, Horkeimer, Marcuse, Habermas, pero


también Goldman, Manheim y Luckacs (13)), y media- carece de interés, al consenso.
tizada por Marx, representa una tentativa de traducción Además, tanto el interaccionism simbólico como la et- o

sociológica de la dialéctica. Por ello, la sociología del nometodología, acaban confinándose en la microsociología
conocimiento ha acabado heredando las alternativas en las (16). La problemática de la historia desaparece, al desapare-
que se debate la dialéctica misma, sin sobrepasarlas con cer la tensión entre la intersubjetivi y la objetividad de los dad

planteamientos nuevos y auténticamente sociológicos. elementos culturales.


Buena parte de los problemas de interpretación del La reproducció social no idéntica, la morfogénesis so-
n

pensamiento dialéctico, tanto del de Hegel como del de cial, no recibe, pues, una gran atención en la sociología
Marx, proceden de la identificación entre el uso del término contemporánea, excepto en algunas obras, esparcidas en el
determinación en la filosofía dialéctica con la relación causal tiempo y en el espacio, que no pertenecen a ninguna escuela y
positivista. Y, obviamente, con la paralela identificación de la cuyos autores no mantienen entre ellos esas relaciones de
subjetividad del pensamiento dialéctico con el actor social de apoyo mutuo, de interferencia, que son signos de la consti-
las teorías de la acción, autodeterminado, libre. tución de una escuela nueva.
(14) Consultese la bibliografía que acompaña este texto. Lukacs, G., «La ciencia y la
La importancia en la sociología del conocimiento del
conciencia del proletariado» en Historia y Conciencia de Clase.
concepto de ideología viene, precisamente, de estas identifi- (15) El compendio de artículos: Manis, J. G. y Meltzer, B. N. (Eds.), Symbolic
caciones: la ideología es, simplemente, la forma de las repre- Interaction, Boston, Allyn and Bacon, 1972, da una buena definición del interaccionismo
simbólico. La presencia de textos de Garfinkel y de Goffman es una prueba de la poca
sentaciones colectivas de cada clase social, determinadas, en
distancia que separa esta perspectiva de la etnometodología.
(16) El clásico de Erving Goffman, The Presentation of Self in Every day Life, New
(13) Consúltese la bibliografía que acompaña este texto.
York, Anchor, 1959, es un ejemplo paradigmático de la aproximación etnometodológica.

146 147
certidumbre en el receptor al recibir un mensaje, se dispone
5.7. La perspectiva sistémica y la problemática
de la reproducción social manera de cuantifncar los intercambio s de informa-clon
exigidos por toda regulación. Pero la información que
se cuantifica con la fórmula de Shannon presupone la
Mucho se ha escrito sobre la «teoría general de sistemas»
desde que Bertalanffy tuvo la osadía de titular un libro con existencia de un código común al emisor y al receptor del
esas palabras (17). El autor de tan feliz expresión se contenta con mensaje. La regulación aparece condicionada por la existen-
generalizar la teoría matemática corriente de los sistemas de cia del código mismo. Y la asociación entre códigos y
ecuaciones diferenciales y de diferencias finitas, y atribuir a sistemas es tan estrecha que la existencia misma del sistema
estos sistemas de ecuaciones la virtud de representar acaba dependiendo de la eficacia del código.
matemáticamente cualquier sistema... Buckley, en su tentativa de aplicación de la teoría de
Sin embargo, lo cierto es que el desarrollo del pensamiento sistemas a la sociología (20), formula con claridad la necesi-
cibernético, que asocia regulación e información, lleva dad de pensar lo social en términos morfogenéticos y llega a
inevitablemente a la problemática de la reproducción. plantear el problema de la necesidad de descubrir los proce-
sos por los que los «códigos» sociales cambian. La estabili-
Efectivamente, la definición de la regulación como dismi- dad de los códigos reduce la reproducción del sistema a una
nución de la variedad, y los teoremas de Ashby (18) sobre el reproducció n idéntica, la regulación a una homeóstasis y
mínimo de variedad necesario de los reguladores mismos, suprime toda dinámica: o reproducción idéntica o muerte.
están asociados con la cuestión de la finalidad de la regula-
ción en un sistema, identifncada con la existencia misma del Pero tambien Buckley, como etnometodólo go e interac-
sistema como tal. cionista simbólico, reduce la génesis de los códigos a los
resultados de la interacción intersubjetiva, al pensar el código
La utilización de tratamientos axiomáticos-deductivos como una entidad arbitrariamente definida por el consenso.
pone en evidencia, de inmediato, que si se puede atribuir la Con ello se encierra en un círculo que es vicioso porque es
existencia de algunos sistemas a la reproducción idéntica, no estéril: el código cambia cuando los hombres se ponen de
todos los sistemas que existen mantienen el mismo grado de acuerdo para que cambie, cuando varía el consenso.
complejidad durante su existencia. No toda regulación, en La adecuación del código a lo codificado —la «objetivi-
resumen, es morfoestasis: también existen procesos regulado- dad del concepto» en la terminología de Hegel— desaparece
res de la morfogénesis. y lo que es más importante, empieza a cuando se identifica la información a la comunicación inter-
intuirse la necesidad de pensar en términos de lo que propo- subjetiva de mensajes.
nemos llamar una morfodinámica de los sistemas, que no se
finaliza en una forma estable que se reproduce idénticamente. Y es que Buckley, como los etnometodólogos e interaccio-
finaliza en una forma estable que se produce idénticamente. nistas simbólicos, como los sociólogos críticos y neomarxis-
Esta problemática está asociada con la teoría de la «infor- tas, no llega a pensar que si el código es eficaz en la regulación,
mación» que se deriva de los artículos de Schannon (19). que si ésta se efectúa mediante la circulación de mensajes
Midiendo la cantidad de información por la reducción de la codificados, la eficacia reguladora de los mensajes mismos
proviene, precisamente, de la adecuación del código a la

(17) Bertalanffy, L., General Systems Theory, New York, G. Brazillar, 1962, 2. edición. variedad incidente sobre el sistema regulado.
(18) Ashby, W, R. Introducción a la Cibernética, Buenos Aires, Nueva Visión, 1976.
(19) Shannon C. E. y Weaver W. The Mathematical Theory of Information, (20) Buckley, Walter, op. cit.
Urbana, Illinois University Press 1949.
149
148
entidades de productos cuya variedad es constante y, por
En otras palabras: la interacción entre la regulación y lo lo tanto, a no analizar ni prever las «ampliaciones
regulado define simultáneamente al regulador y a la varie- cualitativas» del mercado, la progresiva diversificación de la
dad incidente que su funcionamiento hace disminuir. El producción y sus efectos. La siempre inminente crisis
código con el que se codifican los mensajes comunicados en el definitiva del modo de producción capitalista aparece
proceso de regulación está determinado conjuntamente por la entonces como una necesidad
variedad efectivamente reducida y por los procesos de comunica- teórica.
ción y la reducción de la variedad misma. de la producción, tampoco se analizan adecuadament e
Esta problemática se encontraba ya desarrollada por
los aspectos relacionales e intersubjetivos de la «reproducción
Marx, en su tratamiento de la eficacia del fetichismo de la
ampliada». Los análisis «marxistas» de la estructura social
mercancía sobre la constitución del mercado y la medida del
no pueden entonces entender la génesis de una estructura de
valor económico, en el capítulo primero del Capital. Pero
clases con interacciones intersubjetiva s de complejidad cre-
este capítulo, uno de los más oscuros textos de Marx, no ha
ciente, la emergencia de nuevas estrucutras jerárquicas dife-
coriducido a desarrollos importantes en el pensamiento
renciadas y los fenómenos ideológicos concomitantes. La
marxista. Bettelheim (21) ha intentado replantearse algunas
«estructura de clases» se ve definida por una gradación
de las cuestiones en el texto de Marx, pero al hacer del valor de
cuantitativa en la relación subjetiva a la producción de una
cambio el resultado de un puro cálculo y no de una medida,
plusvalía unidimensionalmente definida.
condicionada por la previa constitución de la variedad de los
productos en un conjunto cerrado de objetos, por la previa
codificación del producto como mercancía, no logra ni 5.8. Conclusión
siquiera formular adecuadamente la cuestión, que Marx
plantea, de la eficacia de las representaciones intersubjetivas De un paradigma emergente no se puede hacer una
en la regulación y en la existencia de lo que es por ellas a la vez exposición sistemática. Este texto refleja, en sus rodeos y en
representado y regulado. su ir y venir constante de un aspecto a otro de la problemati-
No nos extenderemos aquí más en el examen de esta ca, la coyuntura de éstas.
cuestión, contentándonos con añadir que el concepto de
Queremos mencionar aquí los trabajos de Moscovici
reproducción ampliada que Marx desarrolla en el Capital es
(22), de Morin (23), de Yves Barel (24) como representantes
una primera formulación, poco clara pero de gran interés, de
de un todavía confuso esfuerzo de consolidació n del paradig-
la problemática de la reproducción no idéntica, y un primer
ma p ropio de esta problemática que hemos caracterizado
análisis de los procesos morfodinámicos. Pero, al reducir el
con el nombre de «paradigma histórico», porque el hecho de la
capital a una simple magnitud económica calculada, la repro-
existencia de la historia es lo absolutament e irreductible a las
ducción ampliada se traduce en puro crecimiento
teorías de la sociedad que identifican el sistema social con su
económico, sin significación alguna en cuanto a la
orden, la reproducción social con la reproducción idéntica, la
morfogénesis simultánea de las relaciones intersubjetivas y
cultura con códigos consensualmente definidos y la educación
de los objetos socialmente producidos. A un nivel más
con la transmisión de una herencia cultural que se
concreto, la reducción de la reproducción ampliada a la (22) Moscovici, Serge., La Société contre nature, París, 10/18, 1972.
acumulación del capital, pensado como magnitud (23) Morin, E. Le paradigme perdu: la Nature humaine, París, Seuil, 1968; Morin E., La
unidimensional, se traduce en la reducción de la méthode, vol. 1., Le Nature de la Nature, París, Seuil, 1978.
(24) Barel, Yves, La reproduction sociale, París, Anthropos, 1973.
«ampliación» a un aumento de las
(21) Bettelheim, C., Calcul Economique et Formes de Propiété. París, Maspero, 1970. 151
150
reduce a un patrimonio inmóvil, como duplicación idéntica
de subjetividades.
La problemática de la morfología social y el desarrollo
del concepto de reproducción ampliada aparecen como el
marco teórico en el que se pueden plantear mejor las investi-
gaciones teóricas y empíricas en sociología de la educación.
En efecto, la simple constatación de la existencia de procesos BIBLIOGRAFIA
morfogenéticos, de una reproducción ampliada, dinamizan
los análisis de la función de la escuela y plantean incluso la
cuestión de la pertinencia del análisis funcional mismo. Las
funciones de los subsistemas de un sistema dinámico tienen, Abramovitz, Moses, «Resource and Output trends in the U.
en efecto, que definirse respecto a estructuras que son abs- S. Since 1870», in American Economics Review, 46, 2, 1956, pp.
5-
tracciones sincrónicas de un proceso. El sistema de enseñan-
za, por la longitud del proceso educativo, por el retraso del 34.
efecto social de las modificaciones inducidas en él, se pliega Ackerman, J. M., Aplicación de las Técnicas de
mal a una concepción estática de sus funciones. condicionamiento operante en la Escuela, Madrid, Santillana,
En el análisis funcional estático de los sistemas de ense- 1976.
ñanza existen dos elementos esenciales cuya concepción se Agulla, Juan Carlos, Sociología de la Educación, Buenos
modifica sustancialmente en una perspectiva morfogenética. Aires, Paidós, 1967.
Se trata de las pautas culturales inculcadas y de su relación Alexander, K., y McDill, E., «Selection and Allocation
con las posiciones sociales que los alumnos están «destina- within Schools», in American Sociological Review, 4, diciembre
dos» a ocupar. En efecto, el sistema de diferencias en las 1976,
culturas interiorizadas en las personalidades de los alumnos, pp. 963-980.
se concibe como isomorfo del sistema de posiciones sociales Anastasi, A. «The Nature of Psychological Traits», in Psychologi-
que los alumnos van a ocupar. Es obvio que, si existen cal Review, núm 55, 1948, pp. 137-138.
procesos morfogenéticos, éstos se traducen en una dinámica
de las posiciones sociales mismas (25). Y si la función de la
Anderson, C. Arnold and Bowman, Mary Jean (eds.), Education
and Economic Development, Chicago, Aldine, 1965.
enseñanza es asignar los individuos a las posiciones y
adaptarlos a ellas, el que exista una dinámica en los sistemas de Anderson, A. Le contexte social de la planijication de r éducation,
posiciones plantea considerables problemas en cuanto a la París, IIIEP, 1968.
definición de las pautas culturales transmitidas y en cuanto a Anderson, Perry, Passages from Antiquity to Feudalism, London,
la naturaleza misma de la cultura «legítima». 1974.
En estas cuestiones, en su estudio teórico y empírico, está Aparicio, Rosa y Tornos, Andrés, Dimensiones éticas de la
lo más sustantivo de la investigación socioeducativa Enseñanza: Un estudio desde la sociología de la cultura,
contemporánea. Madrid,
Marova, 1978.
(25) Véase White, Harrison, Chains of Opportunity, op. cit.. que constituye un ejemplo
metodológicamente riguroso del estudio de esta dinámica de las posiciones sociales. Aranguren, J. L., «Fundamentos y condicionamientos ideológicos
de la planificación educativa», Planificación Educativa, Barce-
152 lona, Nova Terra, 1975.

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