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han obtenido los siguientes resultados principales: en porcentajes 1982 en la prisión de mujeres de Valencia, consistió en la instalación en
acumulados, durante el primer año de seguimiento reincidieron un 22 por pisos de la ciudad de un grupo de internas, bajo supervisión de personal
ciento de los sujetos, durante el segundo ya lo habían hecho un 30 por penitenciario. Desgraciadamente, ni uno ni otro fueron evaluados de
ciento, y durante el tercero un 36 por ciento. El parámetro utilizado para forma sistemática.
evaluar la reincidencia ha sido el «reingreso en prisión de los sujetos por
nueva causa o procedimiento penal» (Redondo, Funes y Luque -1993-).
Terapia de conducta
constituya el de competencia psicosocial (Ross, Fabiano y Garrido - una consecuencia de los cambios introducidos en el funcionamiento y
1990-), cuyos elementos fundamentales serían los siguientes: 1) se ambiente de la prisión, influir favorablemente sobre ciertos factores
evalúan los déficits cognitivos y de habilidades de interacción de los psicológicos y/o habilidades de comportamiento de los internos que
sujetos; 2) se trabaja con grupos reducidos (8-12 sujetos), en sesiones habitan en la institución carcelaria. Dentro de esta perspectiva nos
de 1-2 horas, de 1-5 veces por semana; 3) se aplican las siguientes referiremos a los tres modelos más utilizados.
técnicas estructuradas: Solución de problemas, cuyo objetivo es enseñar
a los sujetos a reconocer situaciones problemáticas y generar soluciones Comunidad terapéutica
a las mismas; entrenamiento en habilidades sociales útiles para la
interacción más exitosa de los individuos con su entorno social (para ello Las comunidades terapéuticas pretenden abarcar toda la vida diaria
se emplean técnicas de modelado, role-play, «feedback» y práctica de los sujetos; las relaciones encarcelados-personal son definidas como
estructurada); control emocional de la cólera, aprendiendo a anticipar semejantes a las que deberían existir entre pacientes-enfermeros en un
situaciones y utilizar ciertas habilidades cognitivas para evitarlas; contexto terapéutico. Sus principales componentes son:1) se eliminan
razonamiento crítico, mediante el que se enseña a los sujetos a pensar los controles rígidos, o los sistemas de sanciones más habituales; 2) el
reflexiva y críticamente sobre su propia conducta y la de los otros; control de la conducta de los sujetos se hace descansar en el propio
desarrollo de valores, técnica en la cual, mediante el trabajo sobre grupo: en la comunidad, formada por encarcela-dos y personal; 3) tienen
«dilemas morales», se enseña a los individuos a tomar una perspectiva lugar asambleas periódicas de comunidad, para de-batir los problemas
social, poniéndose en el papel de los otros; habilidades de negociación, existentes en la institución. Como operadores de una comunidad
en donde se enseña a negociar como estrategia alternativa a la terapéutica suele mencionarse a todo el personal de la institución.
confrontación; y pensamiento creativo, programa en el que se procura Corresponden a esta modalidad interventiva diversos programas
desarrollar el «pensamiento lateral» o alternativo, frente a las más desarrolla-dos en prisiones europeas, especialmente con encarcelados
habituales soluciones estereotipadas, frecuentemente violentas, conque toxicómanos (por ejemplo Petterson et al. -1986-, Robertson y Gunn -
muchos delincuentes suelen abordar sus problemas. Son operadores 1987-, Cooke -1989-, Sánchez y Polo -1990-,y Berggren y Svárd -1990-).
corrientes de los programas cognitivo-conductuales, terapeutas expertos La primera experiencia española en tal sentido se llevó a cabo entre
o educadores y para-profesionales entrenados en estas técnicas. 1980-86 en una nueva prisión —Ocaña II— con capacidad para 300
Dentro de las terapias cognitivo-conductuales se inscriben el mayor jóvenes penados entre 21-25 años, que tuvieran buen pronóstico (García
número de programas en instituciones correctivas que pueden -1987-). Los internos eran clasificados por el tipo de problemática que
localizarse en la actualidad, tanto en Europa como en Norteamérica les era diagnosticada (reincidentes, toxicómanos, etc.), y se empleaban
(Hollin y Courtney -1983-; Hollin et al. -1986-; McDougall et al. -1987-; sesiones de grupo y atención individualizada para motivarlos a un
González y Gutiérrez -1989-; Garrido et al. - 1989-; McGuire y Priestley - «cambio de sus actitudes criminógenas» y para participar en actividades
1989-; McMurran -1990-; y Hopkins -1991-). formativas. También se realizaban «salidas al exterior» de pequeños
grupos y «asambleas» periódicas de internos, directivos y personal, para
debatir los problemas del centro. Aunque sus directivos informaron que
Intervenciones ambientales el programa había logrado mejorar los niveles de convivencia y
confianza mutua entre internos y personal, no existe evaluación
Algunas intervenciones han tenido mayores pretensiones, y se han sistemática del mismo.
propuesto rediseñar los ambientes carcelarios, sobre la base de algún
modelo psicológico. Han considerado que ésta era realmente la Programa ambiental de contingencias
estrategia más potente para el logro de dos objetivos complementarios:
el primero, mejorar y humanizar «per se» el contexto de una prisión, lo Se asienta sobre los modelos teóricos de condicionamiento operante
que ya constituye en sí mismo una finalidad saludable; el segundo, como y del aprendizaje social o cognitivo. Un ejemplo típico de este tipo de
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Clemente, M, (1997) Fundamentos de la Psicología Jurídica. Evaluación Psicológica Forense. Pirámide: Madrid.
UNIDAD IV. EL TRATAMIENTO EN PRISIONES COMO UN ESFUERZO PARA GENERAR UNA TECNOLOGIA SOCIAL
MÓDULO 0305- EL CAMPO APLICADO DE LOS PROCESOS SOCIOCULTURALES 6
programas lo constituye el sistema de fases progresivas, cuyos internos que sean reforzados por los ascensos de fase funcionarán
componentes básicos son los siguientes (Redondo et al. -1990-) 1) se como «modelos positivos» para otros internos, y facilitarán el
establece un conjunto de objetivos conductuales, que suelen abarcar aprendizaje por éstos de conductas semejantes; mientras que las
toda la vida diaria de los sujetos; 2) se estructuran una serie de unidades conductas inapropiadas que sean castigadas mediante un descenso de
de vida o fases, distintas en exigencia de conducta y disponibilidad de fase facilitarán la inhibición de tales conductas en otros internos
reforzadores; 3) los sujetos son periódicamente asignados a unas fases observadores. Si estos procesos entraran realmente en funcionamiento,
u otras en función de sus logros conductuales. Para la aplicación de este se lograría una mejora gradual del clima general de la prisión,
tipo de programas se requiere la práctica implicación de todo el personal constatable mediante un incremento de la conducta prosocial y de
de la institución, liderados por un reducido grupo de expertos, que se participación de los sujetos en los distintos objetivos propuestos y la
encargarían del diseño, la supervisión y la evaluación de los mismos. reducción de los comportamientos violentos.
El intento más ambicioso en esta dirección lo constituye, sin duda, el Una evaluación de cinco años de funcionamiento de este programa
denominado «programa de fases progresivas», iniciado en la prisión de en el Centro Penitenciario de Jóvenes de Barcelona ha mostrado la
Jóvenes de Barcelona en 1984 y extendido posteriormente a nueve potencia del mismo para lograr una elevada participación académica de
prisiones en Cataluña, con una población media actual de 5000 internos los internos (de más del 66 por ciento) y una importante mejora en los
(Redondo et al. -1990-). Se trata de un programa de modificación de comportamientos de higiene (de hasta el 100 por ciento). Asimismo, se
conducta basado en los modelos de condicionamiento operante e redujeron sustancialmente los conflictos individuales manifestándose
imitativo. En consonancia con estos modelos psicológicos, el informes negativos del personal (desde 12 conflictos/interno y año,
funcionamiento de todos estos centros ha sido estructurado en una serie durante la línea base, a 4 conflictos/interno y ano con el programa de
de «unidades de vida» o «fases progresivas». Estas fases establecen un fases funcionando), los conflictos institucionales, y las autolesiones
gradiente de exigencia a los internos de paulatinas mejoras en ciertos (desde una proporción de 1,4 autolesiones/interno y año, durante la línea
objetivos conductuales, relacionados con su participación académica, en base, a 0,4 autolesiones/interno y año). También se realizó un
programas deportivos y ocupacionales, autocuidado e higiene, y seguimiento, tras su liberación, de una muestra de internos que habían
reducción de sus comportamientos vio-lentos y autolesivos. Las fases se pasado por este programa. El reingreso en prisión de los mismos fue del
diferencian también en una disponibilidad creciente de refuerzos, tales 22 por ciento durante el primer año, de 41 por ciento durante el segundo
como ciertas ventajas institucionales, mayor disponibilidad del propio y del 47 por ciento durante el tercero, en porcentajes acumulados.
dinero, mayor frecuencia de visitas íntimas con su pareja, disponibilidad Resulta sorprendente el hecho de que, a semejantes períodos de
de un trabajo mejor retribuido, tiempo fuera de las celdas y movilidad estancia en prisión, reincidieron en menor grado internos que habían
dentro de la prisión. Los internos son reclasificados periódicamente en experimentado cuatro o más cambios de fase (y, por tanto, con más
estas unidades o fases contingentemente con su comportamiento en los numerosas experiencias de aprendizaje, por el reforzamiento/castigo de
diferentes objetivos antes mencionados. De este modo, acceden a un su comportamiento) que quienes no habían experimentado ningún
incremento en el disfrute de estas ventajas como consecuencia de sus cambio de fase (que, teóricamente, habían sido me-nos afectados por
estables mejoras en los objetivos establecidos, o perdiéndolas a resultas este programa) (Redondo et al. -1989-).
de sus empeoramientos.
De acuerdo con los modelos operante e imitativo, mediante este Endurecimiento regimental (o «shock prison»)
programa se espera producir dos tipos de procesos psicológicos dentro
de la prisión: 1) los cambios de fase de los internos en un sentido No puede hablarse aquí de un programa psicológico sensu estricto.
ascendente funcionarán como «reforzamiento» de su comportamiento Esta perspectiva, de renovada actualidad, se basa en el modelo doctrinal
apropiado y aumentarán éste en futuras ocasiones; mientras que los clásico de la prevención especial, según el cual la sanción penal
descensos de fase actuarán como «castigo» de las conductas produciría por sí misma efectos reductores de la conducta delictiva
inapropiadas y las reducirán; y 2) los comportamientos apropiados de los futura. Sus propuestas básicas son las siguientes: 1) se establece una
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Clemente, M, (1997) Fundamentos de la Psicología Jurídica. Evaluación Psicológica Forense. Pirámide: Madrid.
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estricta disciplina y supervisión de los sujetos, que afecta a toda su vida efectuados hasta la fecha. De su trabajo, reproducimos parcialmente la
diaria; 2) se planifican actividades obligatorias: trabajo, gimnasia...etc.; 3) siguiente tabla, en la que el autor ofrece los tamaños del efecto medio de
se aplica un sistema inflexible de sanciones. Como operadores de este cada meta-análisis.
sistema aparecería todo el personal de la institución. Por fortuna, hemos Como puede verse en la Tabla 1, el tamaño del efecto promedio se
encontrado esta orientación en sólo uno de los trabajos evaluativos por sitúa en tomo a .10. El propio Lôsel (en prensa) ha sugerido algunas
nosotros revisados (Thornton -1987-), aunque cada vez es mayor el claves interpretativas de este resultado. En otros ámbitos, en
número de voces que claman por la introducción de sistemas psicoterapia por ejemplo, los tamaños del efecto suelen ser del doble o
disciplinarios duros de este tipo en los centros penitenciarios. del triple de los aquí obtenidos. Sin embargo, debe tomarse en
consideración la cuestión a la que nos estamos refiriendo: no cabe duda,
de que es muy difícil intervenir en conducta antisocial, a menudo con
Meta-evaluaciones de programas de tratamiento delincuentes con fortalecidas carreras criminales, y en contextos y
condiciones frecuentemente adversos. Pese a ello, un tamaño del efecto
Revisiones norteamericanas de .10 favorable a los sujetos tratados supone, en términos relativos, una
mejora importante, que, si asumimos una reincidencia promedio del 50
por ciento en grupos no tratados, implicaría una reducción al 40 por
En Norteamérica, donde se encuentran más desarrollados y
ciento de la tasa de reincidencia para los grupos tratados.
divulgados ciertos programas correccionales, se han llevado a cabo una
veintena de revisiones con el propósito de corroborar la eficacia o
Tabla 1. Tamaños del efecto promedio (TEs) en diversos Meta-
ineficacia de conjuntos amplios de programas aplicados. Las primeras
análisis sobre tratamiento de la delincuencia juvenil y adulta; coeficientes
de estas revisiones, realizadas en los setenta, sobre intervenciones
rmo Phi.
aplicadas en años precedentes (décadas de los cincuenta y sesenta), Meta-análisis N (estudios) TE (r)
evidenciaron escasos efectos positivos de los programas de re- Garrett (1985) 111 .18
habilitación sobre la reincidencia posterior de los sujetos (la más famosa Tratamiento de
es la revisión de Lipton, Martinson y Wilks -1975-) y concluyeron con un delincuentes juveniles
generalizado pesimismo al respecto. Posteriores meta-evaluaciones (la En contextos
primera de las cuales es la de Gendreau y Ross -1979-) han sugerido residenciales
efectos algo más prometedores de ciertos programas correccionales. Gensheimer, Mayer, 35 .10
Desde una perspectiva metodológica, á lo largo de los años ochenta Gottschalk,
ha ido adquiriendo fuerza el uso de la técnica del meta-análisis, a la hora y Davidson II (1986)
de llevar a cabo la revisión de un determinado sector de literatura Programas de
diversión o derivación
empírica. Esta técnica permite una integración sistemática de los para delincuentes
resultados cuantitativos obtenidos por diferentes intervenciones. De aquí juveniles
que las revisiones de programas correccionales de la década de los Gottschalk, Davidson 90 .10
ochenta —mayoritariamente norteamericanas—sean todas ellas meta- II, Gensheimer,
análisis de conjuntos numerosos de programas. Para ello, el meta- y Mayer (1987)
análisis examina estudios distintos con grupos o medidas de Programas
comparación diversas para cada uno de los cuales obtiene una medida comunitarios
de tamaño del efecto que pondera la ganancia que el tratamiento para delincuentes
produjo en los sujetos tratados frente a los controles. juveniles
Lösel y Kóferl (1989) 18 .11
Lôsel (en prensa) ha revisado y resumido los resultados obtenidos
Prisiones
por los diversos meta-análisis sobre tratamiento de la delincuencia
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Clemente, M, (1997) Fundamentos de la Psicología Jurídica. Evaluación Psicológica Forense. Pirámide: Madrid.
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