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Gnoseología

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El experimento mental del cerebro en una cubeta pretende poner a prueba distintas teorías acerca


del conocimiento.

La gnoseología (del griego γνωσις, gnōsis, «conocimiento» o «facultad de


conocer», y λόγος, logos, «razonamiento» o «discurso»), también
llamada teoría del conocimiento,1 es la rama de la filosofía que estudia la
posibilidad, el origen o medios, la naturaleza o esencia, y la fenomenología
del conocimiento.23
La gnoseología no estudia los conocimientos particulares, como pueden ser los
conocimientos de la física, de la matemática o del entorno inmediato, sino la
naturaleza del conocimiento en general. Muchas ciencias particulares tienen
además su propia filosofía, como por ejemplo la filosofía de la física, la filosofía
de la matemática, la filosofía de la historia, etc. Otras disciplinas también se
ocupan del conocimiento en general, pero desde otros puntos de vista.
La psicología estudia los aspectos de la vida mental implícitos en el conocer,
la lógica estudia la corrección o incorrección de los razonamientos que pueden
implicar nuevos conocimientos, y la ontología o metafísica estudia la naturaleza
de los objetos que se pueden conocer.
Los problemas en torno al conocimiento son centrales en la filosofía y su
consideración se inicia con la filosofía misma, especialmente en
el Teeteto de Platón. Prácticamente todos los grandes filósofos han contribuido
a la gnoseología.4

Índice

 1Naturaleza del conocimiento


o 1.1Tipos de conocimiento
 1.1.1Conocimiento proposicional
 1.1.2Conocimiento práctico
 1.1.3Conocimiento directo
o 1.2Vías de acceso al conocimiento
o 1.3Problema de Gettier
 2Adquisición del conocimiento
o 2.1Justificación
 2.1.1Justificación a priori y  a posteriori
 2.1.2Problema de la inducción
 2.1.3Problema de la deducción
o 2.2Teorías del conocimiento
 2.2.1Fenomenología
 3Límites del conocimiento
o 3.1Trilema de Münchhausen
 4Historia
o 4.1Edad Antigua
o 4.2Edad Media
o 4.3Renacimiento
o 4.4Edad Moderna
o 4.5Edad Contemporánea
 5Véase también
 6Notas y referencias
 7Enlaces externos
 8Bibliografía

Naturaleza del conocimiento[editar]


Tipos de conocimiento[editar]
En la gnoseología se suele distinguir entre tres tipos de conocimiento: el
conocimiento proposicional, el conocimiento práctico o performativo, y el
conocimiento directo (acquaintance).5 El primero se asocia a la expresión
«saber que», el segundo a la expresión «saber cómo», y el tercero, en el
español, se asocia a la expresión «conocer» (en vez de «saber»). Así se dice,
por ejemplo, que en la biología se sabe que los perros son mamíferos. Este es
un conocimiento proposicional. Luego existe un saber cómo entrenar un perro,
el cual es un conocimiento práctico o performativo. Y por último, el
conocimiento por familiaridad es aquel que posee quien dice, por ejemplo,
«yo conozco a mi perro».5 La mayoría del trabajo en gnoseología se centra en
el primer tipo de conocimiento, aunque ha habido esfuerzos por cambiar esta
tendencia.6
Conocimiento proposicional[editar]
El conocimiento proposicional es un tipo de conocimiento intelectual que se
tiene cuando un sujeto sabe que X:

1. Si X es verdadero
2. Si cree en la verdad de X
3. Si hay fundamento para creer en X
Se lo asocia a la expresión del lenguaje ordinario "saber que" (en inglés, know
that) . Por ejemplo, decimos que sabemos que la Luna orbita alrededor de la
Tierra, que el texto que tenemos delante de los ojos está en español, que
padecemos de dolor de muelas, o que 2 + 2 = 4. Todos estos conocimientos
son muy diversos entre sí, pero tienen en común que todos son conocimiento
de una proposición.
Conocimiento práctico[editar]
El conocimiento práctico, también llamado conocimiento
operacional o procedimental, es el conocimiento que se tiene cuando se
poseen las destrezas necesarias para llevar a cabo una acción. Se lo asocia a
la expresión "saber cómo" (know how). Por ejemplo, decimos que sabemos
cómo ir en bicicleta, cómo redactar una carta comercial o cómo amamantar un
niño.
Es frecuente la suposición de que la mayor parte de la teoría del conocimiento
"clásica" —es decir, aquella anterior al siglo XX— se ocupa principalmente del
conocimiento proposicional. Sin embargo, los problemas del conocimiento
operacional gozan de una extensa historia en la filosofía occidental. En la
gnoseología contemporánea, sin embargo, la mayoría de los esfuerzos se
centran en el conocimiento proposicional (enunciado que afirma o niega algo).
Conocimiento directo[editar]
El conocimiento directo, u objetivo (de objeto), es el conocimiento que se puede
tener de las entidades. En español, el conocimiento directo se asocia a la
expresión "conocer". Por ejemplo, decimos que conocemos a Juan Pérez, que
conocemos tal canción, que conocemos París.
Bertrand Russell trazó una distinción influyente entre conocimiento por
familiaridad (en inglés, knowledge by acquaintance) y conocimiento por
descripción. El primer tipo de conocimiento es el conocimiento de un objeto al
que se tiene acceso directo, como puede ser una percepción o un dolor. El
segundo es en cambio el conocimiento de un objeto al que no se tiene acceso
directo, al que llegamos solo mediante una descripción definida que
refiere unívocamente al objeto siendo conocido. Por ejemplo, nuestro
conocimiento del agua es un caso de conocimiento por familiaridad, mientras
que nuestro conocimiento del centro del Sol es un caso de conocimiento por
descripción.7
Vías de acceso al conocimiento[editar]
Un debate importante y recurrente en la gnoseología es aquel entre
el racionalismo y el empirismo.8 El racionalismo es la doctrina que sostiene que
parte de nuestro conocimiento proviene de una «intuición racional» de algún
tipo, o de deducciones a partir de estas intuiciones. 8 El empirismo defiende, en
cambio, que todo conocimiento proviene de la experiencia sensorial. 8 Este
contraste está asociado a la distinción entre conocimiento a priori y
conocimiento a posteriori,9 cuya exposición más famosa se encuentra en la
introducción a la Crítica de la razón pura, de Immanuel Kant.
Existen dos formas de adquirir el conocimiento:

 Sentidos: Es la información que se adquiere por


contacto, visión, olfato, audición, gusto o cualquier
otro sentido como la propiocepción. Una variante
elaborada de esta forma es la transmisión de
información entre personas, por ejemplo,
comunicar lo que hizo una persona cuando estaba
sola.
 Razón: Elabora la información e infiere una
conclusión. Por ejemplo: si se ponen todas las
piezas de un juego de ajedrez en una bolsa oscura
y se van retirando una por una, cuando quede una
sola pieza se podrá saber cuál es esta pieza sin
necesidad de sacarla.
Problema de Gettier[editar]
Esta sección es un extracto de Problema de Gettier[editar]
El problema de Gettier es un problema en gnoseología moderna que surge al
presentar contraejemplos a la definición clásica de conocimiento como
«creencia verdadera justificada» y que obligan a modificar la definición.
Desde al menos el Teeteto de Platón,10 la gnoseología contaba con una
definición generalmente satisfactoria del conocimiento proposicional: si S es
un sujeto y p una proposición, entonces S sabe que p si y sólo si:

 S cree que p
 p es verdadera
 S está justificado en creer que p
Por ejemplo, Newton sabe que de alguna manera tiene una manzana si y sólo
si:

 Newton cree que tiene una manzana


 Es verdad que tiene una manzana
 Newton está justificado en creer que tiene una
manzana
Sin embargo, en 1963, Edmund Gettier publicó un artículo de tres páginas
titulado ¿Es el conocimiento creencia verdadera justificada? en el que
argumentó que la definición clásica no es suficiente. Gettier mostró que hay
casos en los que una creencia verdadera justificada puede fallar en ser
conocimiento. Es decir, hay casos en los que los tres requisitos se cumplen, y
sin embargo intuitivamente nos parece que no hay conocimiento. Retomando el
ejemplo anterior, podría ser que Newton crea que tiene una manzana y esté
justificado en ello (por ejemplo, porque parece una manzana), pero que sin
embargo la manzana sea de cera. En ese caso, según la definición clásica,
Newton no posee conocimiento, porque falta que sea verdad que tiene una
manzana. Pero supongamos también que dentro de la manzana de cera hay
otra manzana, más pequeña, pero real. Entonces Newton cumple con los tres
requisitos: Newton cree que tiene una manzana; Newton está justificado en su
creencia; y de hecho tiene una manzana. Sin embargo, intuitivamente nos
parece que Newton no posee conocimiento, sino que solamente tuvo suerte (lo
que se llama suerte epistémica).
Frente a este problema, muchos filósofos contemporáneos intentaron y aún
intentan reparar la definición, dando lugar a nuevas corrientes gnoseológicas.
Otros filósofos han propuesto problemas ligeramente diferentes, que se han
incorporado a los contraejemplos enunciados por Gettier. El conjunto de estos
problemas y el desafío que plantean a la cuestión ¿qué es conocer? recibe el
nombre de el problema de Gettier. Aunque se han dedicado cientos de
artículos a esta cuestión, no hay consenso respecto a la solución al problema
general.11 El problema de Gettier es uno de los motores principales de la
gnoseología contemporánea.

Adquisición del conocimiento[editar]


Justificación[editar]
Artículo principal: Teoría de la justificación
Uno de los problemas centrales de la teoría del conocimiento es el problema de
la justificación, la determinación de en qué circunstancias una creencia —es
decir, un determinado juicio o proposición a la que asentimos— puede llamarse
realmente conocimiento. El planteamiento clásico de esta cuestión se
encuentra en un diálogo platónico, el Teeteto, donde Sócrates defiende que el
término "conocimiento" debe restringirse a las creencias verdaderas y
justificadas, al mismo tiempo que rechaza que la sensación pura y simple
pueda ser identificada con el conocimiento. De acuerdo a esta definición, no
basta con afirmar algo verdadero para considerar que eso constituye
conocimiento; las razones por las cuales se afirma deben ser fundadas y
suficientes. Cuando no se dispone de una justificación semejante, se habla
de fe, opinión o convicción, pero no de conocimiento en sentido estricto.
Por su parte, la exigencia de que solo puede considerarse que es conocimiento
un conjunto de proposiciones estrictamente verdaderas (demostrables), ha sido
cuestionado. En su Lógica de la investigación científica, Karl Popper propuso
el falibilismo, según el cual incluso la mejor clase de ciencia empírica es falible.
Una posición semejante puede rastrearse ya en René Descartes.
Si partiendo de la llamada "definición platónica" se acepta el punto de vista
falibilista, se llega a la idea de que el concepto que designa la característica
central del conocimiento (y la ciencia), es el de la (adecuada) justificación o
prueba.
Justificación a priori y a posteriori[editar]
Esta sección es un extracto de A priori y a posteriori[editar]
Las expresiones a priori12 (en latín: 'previo a')1314 y a posteriori12 ('posterior a') se
utilizan para distinguir entre dos tipos de conocimiento: el conocimiento a
priori es aquel que, en algún sentido importante, es independiente de la
experiencia;15 mientras que el conocimiento a posteriori es aquel que, en algún
sentido importante, depende de la experiencia.
Por ejemplo, el conocimiento de que «no todos los cisnes son blancos» es un
caso de conocimiento a posteriori, pues se requirió de la observación de cisnes
negros para afirmar lo establecido. Los juicios a posteriori se verifican
recurriendo a la experiencia, son juicios empíricos, se refieren a hechos. Tienen
una validez particular y contingente. Ejemplos: «los alumnos de filosofía son
aplicados» o «los ancianos son tranquilos».
En cambio, el conocimiento de que «ningún soltero es casado» no requiere de
ninguna investigación para ser establecido como verdadero, por lo que es un
caso de conocimiento a priori. Parece razonable afirmar que todo el
mundo sabe que eso es cierto. Incluso diríamos que es obvio. ¿De dónde
proviene la justificación para ese conocimiento? Está claro que no viene de
haber preguntado a cada soltero si es casado. Más bien, parece que basta
con comprender el significado de los términos involucrados, para convencerse
de que la proposición es verdadera. Esta proposición es un ejemplo de lo que
se llama una proposición analítica, es decir una proposición cuya verdad
descansa sobre el significado de los términos involucrados, y no sobre cómo
sea el mundo. Otros ejemplos de proposiciones analíticas podrían ser: «todas
las nubes son nubes», «si llueve, entonces llueve» y «esta manzana es roja o
no lo es». Al parecer, cuando se trata de proposiciones analíticas, nuestra
justificación para creer en ellas es a priori. Esto no quiere decir, por supuesto,
que nuestro conocimiento de su verdad sea completamente independiente de
la experiencia, pues el significado de cada término se aprende empíricamente.
Pero una vez entendidos los términos, la justificación de la verdad de las
proposiciones no parece depender de la experiencia (es decir, de cómo sea el
mundo). Existen otros candidatos a conocimiento a priori, cuya justificación a
priori no estriba en que la proposición sea analítica. Por ejemplo, la famosa
frase de Descartes, pienso, luego existo, pretende mostrar que para que
alguien sepa que existe, no necesita recurrir a la experiencia, sino que basta
con pensar acerca de ello para convencerse. Otro candidato importante es el
conocimiento de Dios. Los argumentos ontológicos pretenden mostrar, sin
recurrir a la experiencia, que Dios existe.
Tradicionalmente, el conocimiento a priori se asocia con el conocimiento de
lo universal y necesario, mientras que el conocimiento a posteriori se asocia
con lo particular y contingente. Como la experiencia sensorial en la que
generalmente se basan las justificaciones de las proposiciones a posteriori no
siempre es confiable, estas proposiciones se pueden rechazar sin caer en
contradicciones. Sin embargo, a partir del trabajo El nombrar y la
necesidad de Saul Kripke, actualmente se debate la posibilidad del
conocimiento contingente a priori y el conocimiento necesario a posteriori.
Problema de la inducción[editar]
Esta sección es un extracto de Problema de la inducción[editar]

El hallazgo por Willem de Vlamingh de cisnes negros en Australia, en 1697, obligó a corregir la vieja
creencia inductiva de que todos los cisnes eran blancos. Lo mismo podría ocurrir en el futuro con
otras generalizaciones científicas.

El problema de la inducción radica en si un resultado obtenido


mediante inducción está justificado epistemológicamente, es decir, si la
inducción produce conocimiento.16
A partir de la definición de Platón del conocimiento como «creencia verdadera y
justificada»,17 disponer de una justificación adecuada para la inducción es
requisito indispensable para que tales «creencias» constituyan
conocimiento válido o legítimo.
La RAE define «inducir» en su sentido filosófico, como «extraer, a partir de
determinadas observaciones o experiencias particulares, el principio general
que en ellas está implícito». Esas «extracciones» son de dos tipos:

 Generalizaciones acerca de las propiedades de


«clases de objetos», efectuadas a partir de una
cierta cantidad de observaciones de casos
individuales. Por ejemplo: la inferencia que las
esmeraldas son verdes a partir de la observación
de algunas (quizás muchas) esmeraldas
individuales.
 Presunción de que eventos en el futuro
continuarán presentando la misma forma o que las
mismas causas ocasionarán los
mismos efectos observados en el pasado
(ver causalidad). Lo que implica, por ejemplo, la
creencia en que las leyes científicas serán válidas
en el futuro. John Stuart Mill llamó a esta asunción
el principio de la uniformidad de la naturaleza.18
Dado que ambas son utilizadas, ya sea explícita o implícitamente, en forma
generalizada para proponer hipótesis —ya sea formales o no— a partir de
observaciones empíricas, su cuestionamiento pone en duda una gran parte, si
es que no la totalidad, del conocimiento humano. El problema adquiere
especial relevancia en el ámbito científico, dado que generalmente se pensaba
que las asunciones necesarias para formular leyes científicas requieren tanto
generalizaciones como expectativas de que eventos en el futuro continuarán
exhibiendo los mismos comportamientos que en el pasado. 19 Esto se expresa
generalmente como el principio de simetría202122 o principio de invariancia23
(véase también principio de Curie24 y teorema de Noether).
Consecuentemente Alfred North Whitehead describió la inducción como «el
rompecabezas (the despair) de la filosofía»25 y el filósofo C. D. Broad sugirió:
«La inducción es la gloria de la ciencia, y el escándalo de la filosofía». 26
Según el sentido de la teoría de la justificación la ciencia ha de consistir en
proposiciones probadas.27 El experimento no es una verificación de la teoría
que lo sustenta, como mostró Karl Popper desnudando el problema de la
inducción.28 Por otro lado, las inferencias lógicas transmiten la verdad, pero no
sirven para descubrir nuevas verdades.29 Las teorías generales no son
directamente contrastables con la experiencia, sino solamente mediante casos
particulares, con soluciones específicas mediante teorías específicas, como
modelos teoréticos. Cuanto mayor sea la lógica que detente una teoría, menor
será la contrastabilidad empírica. Esto quiere decir que teorías tan generales
como la teoría de la información, mecánica clásica o mecánica cuántica solo
pueden ser contrastadas respecto a modelos teóricos específicos en el marco
de dichas teorías, teniendo en cuenta que no siempre es posible saber qué es
lo que hay que corregir en el modelo cuando el contraste empírico fracasa o, si
por el contrario, es la propia teoría general la que contiene el error, 30 teniendo
muy presente la dificultad de poder asegurar que el valor de los datos
manejados y obtenidos sean los correctos. Por ello la filosofía de la ciencia
adquiere un carácter de investigación científica muy importante. 3132
Problema de la deducción[editar]
Esta sección es un extracto de Problema de la justificación de la
deducción[editar]
El problema de la justificación de la deducción es el problema de la filosofía de
la lógica acerca de cómo justificar los métodos deductivos propios de
las ciencias formales, suponiendo que necesitan ser justificados. Este problema
presenta un desafío a varios tipos de justificación a priori y constituye un
desafío para los proponentes de dicha justificación.
Suponga que la proposición «la vida extraterrestre existe o no existe» está
justificada a priori. No se necesita recorrer el universo para saber que esa
proposición es verdadera. Sin embargo, según las técnicas estándar de
la lógica contemporánea, si se quiere demostrar la verdad de esa proposición,
se debe demostrar que bajo cualquier interpretación de las partes de la
proposición, la proposición completa resulta verdadera. Pero este proceso de
demostración supone, necesariamente, la validez de al menos una regla de
inferencia, generalmente el modus ponens. Pero para demostrar la validez del
modus ponens, es necesario recurrir al modus ponens, o a reglas de inferencia
cuya validez se demuestra por medio del modus ponens. Luego, parece
imposible dar una justificación última de la verdad de la proposición.
En 1895, Lewis Carroll publicó un breve ensayo titulado Lo que la tortuga le
dijo a Aquiles, donde por medio de un diálogo entre estos dos personajes,
expone un problema de justificación de la deducción. Carroll observa que para
aceptar la verdad de una conclusión basada en un argumento deductivo, es
necesario aceptar tanto la verdad de las premisas como la validez del
argumento. Sin embargo, la validez del argumento puede ser considerada una
premisa adicional, que debe por lo tanto sumarse a las premisas que ya se
tenía. Pero esto genera un nuevo argumento, distinto al anterior, con n + 1
premisas, y si se quiere aceptar la conclusión original con base en este nuevo
argumento, entonces debe aceptarse que el nuevo argumento con n + 1
premisas es válido. Pero aceptar esto, otra vez, es introducir una nueva
premisa, que genera un argumento con n + 2 premisas, distinto al anterior. Y
así ad infinitum.
En un artículo de 1976, Susan Haack revela varios paralelismos entre el
problema de la justificación de la deducción y el problema de la inducción.33
Según Haack, tanto la inducción como la deducción se pueden justificar
deductivamente o inductivamente.33 En el caso de la inducción, una justificación
deductiva resultaría demasiado fuerte, porque mostraría que siempre que las
premisas sean verdaderas, la conclusión también lo será, y una justificación
inductiva resultaría circular.33 Análogamente, en el caso de la deducción, una
justificación inductiva resultaría demasiado débil, porque mostraría que casi
siempre que las premisas sean verdaderas, la conclusión también lo será,
mientras que una justificación deductiva resultaría circular.33
Paul Boghossian, en su trabajo titulado Knowledge of Logic, menciona otro
posible camino de justificación para la deducción: el camino no inferencial,
según el cual es posible algo así como una intuición racional de la verdad de
las bases de la deducción (Boghossian se refiere en particular al modus
ponendo ponens).34 Este camino, dice, aunque ha sido históricamente
influyente, parece más un nombre para el problema que una solución a él. 34
Teorías del conocimiento[editar]
Ante la posibilidad del conocimiento existen distintas aproximaciones:

 El realismo es una doctrina filosófica según la cual


el conocimiento humano está regido por el ser de
las cosas. La verdad de una proposición depende
de que tal proposición concuerde con el estado de
las cosas. Esta doctrina ha sido defendida
por Aristóteles, Tomás de Aquino y muchos otros
autores modernos y contemporáneos.
 El dogmatismo es una doctrina filosófica según la
cual podemos adquirir conocimientos universales,
y tener plena certeza de ello. Puede haber también
un dogmatismo de la experiencia, como el que se
dio entre estoicos, cínicos y epicúreos, que niegan
la validez de afirmaciones universales pero afirman
la certeza completa de la experiencia sensible. A
este dogmatismo empirista se opusieron
fuertemente dos académicos, Arcesilao y
Carnéades, y el más famoso escéptico, Sexto
Empírico.
 El escepticismo es una teoría filosófica opuesta al
dogmatismo la cual duda de que sea posible un
conocimiento firme y seguro, en algunos ámbitos
del saber (un escepticismo más moderado) o en
todos (un escepticismo radical). Esta postura fue
defendida por Pirrón.
 El criticismo es una doctrina filosófica intermedia
entre el dogmatismo y el escepticismo, admite la
existencia de la verdad absoluta, y la posibilidad de
acercarnos a ella mediante la crítica: es decir, la
eliminación de hipótesis falsas, otorgándonos
verdades provisionales. Cualquier verdad
provisional sigue estando sometida a la
falsabilidad, de tal forma, que jamás exista la
certeza de que una verdad provisional sea verdad
absoluta. Tal doctrina fue defendida por Immanuel
Kant.
 El relativismo es una corriente de pensamiento
filosófica, defendida por los sofistas, que niega la
existencia de una verdad absoluta y defiende la
idea de que cada individuo posee su propia
verdad, la cual depende del espacio y el tiempo.
Un prototipo de sofista, al menos como lo presenta
Platón, sería Protágoras de Abdera.
 El perspectivismo es una doctrina filosófica que
defiende la existencia de una verdad absoluta pero
piensa que ninguno de nosotros podemos llegar a
ella sino que llegamos a una pequeña parte. Cada
ser humano tiene una vista de la verdad. Dicha
actitud fue defendida por José Ortega y Gasset.
 El racionalismo de René Descartes proponía que
los seres humanos nacían con ideas, tales como la
idea de Dios, y que el conocimiento proviene del
razonamiento.
 El empirismo fue desarrollado por los filósofos
ingleses John Locke, George Berkeley y David
Hume, los cuales, basándose y siguiendo las
enseñanzas de Aristóteles, sostienen que todo
conocimiento proviene de la experiencia, y que el
hombre es al nacer una tabula rasa, es decir, como
una tabla lisa, sin ninguna idea preconcebida y en
la cual las experiencias van dejando su marca, al
contrario de lo que sostenía Descartes.
 El idealismo desarrollado en 1781 por el filósofo
alemán Immanuel Kant; publica la Crítica de la
razón pura, una obra muy influyente en la que
critica tanto al racionalismo como al empirismo y
propone una alternativa superadora: el idealismo
trascendental. Con ello propuso un "giro
copernicano" en la filosofía moderna, donde el
sujeto ya no es pasivo frente al mundo, sino que
pasa a ser un sujeto activo que "construye" el
objeto de su conocimiento. De este modo, Kant
propone que el mundo nouménico permanece
incognoscible para el sujeto, que solo puede
conocer el mundo fenoménico, mediado por las
intuiciones puras del espacio y el tiempo, las
categorías del intelecto y las ideas regulativas de
la razón. A partir de entonces, la gnoseología ha
intentado volver a recuperar el conocimiento del
mundo. La obra de Kant dio inicio al idealismo
alemán, escuela que tuvo a sus mayores
exponentes, además del propio Immanuel Kant,
en Johann Gottlieb Fichte, Friedrich Wilhelm
Joseph von Schelling y Georg Wilhelm Friedrich
Hegel.
 El constructivismo es una doctrina filosófica según
la cual el sujeto "construye" estructuras que
representan la realidad dentro de sí mismo, a partir
de su interacción con los objetos, de tal manera
que no es solo la experiencia pura lo que crea el
conocimiento, sino la transformación de las
estructuras por el sujeto
(ver Estructuralismo). Jean Piaget desarrolló su
teoría del constructivismo genético, con la cual
busca dilucidar la "génesis" de las estructuras en el
individuo, a partir de la observación de niños desde
su nacimiento hasta la adolescencia. Los principios
de esta construcción de estructuras son la
asimilación y la acomodación, conceptos que
Piaget tomó de la biología.
 El materialismo dialéctico es una postura filosófica,
desarrollada por Karl Marx y Friedrich Engels, que
retoma el pensamiento dialéctico de Hegel, pero
"dándole vuelta". Según estos autores, existe una
realidad material independiente de los sujetos,
pero que solo es comprendida por la actividad de
los hombres. Es decir, que la realidad solo es
realidad porque es mediada por la práctica de los
hombres concretos. La idea de que el hombre
construye la realidad, no obstruye que el hombre
pueda conocer la realidad tal cual es, sino todo lo
contrario, solo así puede conocer tanto la realidad
humana creada como la naturaleza.
 El objetivismo randiano es el sistema filosófico
desarrollado por la filósofa y novelista Ayn Rand.
Sostiene que existe una realidad independiente de
la mente humana, que los individuos están en
contacto con ésta a través de la percepción de los
sentidos, que adquieren conocimiento procesando
los datos perceptivos utilizando la razón (o la
"identificación no-contradictoria"). Esta teoría parte
de los principios de la lógica y
metafísica aristotélicas.
Fenomenología[editar]
Dentro de la gnoseología, una parte importante, que algunos consideran
incluso una rama independiente de la filosofía, 35 es la fenomenología. La
fenomenología es el estudio de los fenómenos, es decir de la experiencia de
aquello que se nos aparece en la conciencia. 35 Más precisamente, la
fenomenología estudia la estructura de los distintos tipos de experiencia, tales
como la percepción, el pensamiento, el recuerdo, la imaginación, el deseo,
etc.35 Algunos de los conceptos centrales de esta disciplina son
la intencionalidad, la conciencia y los qualia, conceptos que también son
estudiados por la filosofía de la mente.35

Límites del conocimiento[editar]


Trilema de Münchhausen[editar]
Esta sección es un extracto de Trilema de Münchhausen[editar]

Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en


una publicación acreditada.
Este aviso fue puesto el 1 de diciembre de 2015.

El barón de Munchausen se saca del lodo tirando de su propio pelo.

El trilema de Münchhausen o trilema de Agripa es un ataque a la posibilidad de


lograr una justificación última para cualquier proposición, incluso en las ciencias
formales como la matemática y la lógica.
Un trilema es un problema que admite sólo tres soluciones, todas las cuales
parecen inaceptables. El argumento discurre así: cualquiera que sea la manera
en que se justifique una proposición, si lo que se quiere es certeza absoluta,
siempre será necesario justificar los medios de la justificación, y luego los
medios de esa nueva justificación, etc. Esta simple observación conduce sin
escape a una de las siguientes tres alternativas (los tres cuernos del trilema): 36

 Una regresión infinita de justificaciones: A se


justifica por B, B se justifica por C, C se justifica
por D, etc. La necesidad de remontarse cada vez
más en la búsqueda de fundamentos, un proceso
sin fin irrealizable que no provee ningún
fundamento seguro.
 Un corte arbitrario en el razonamiento: A se
justifica por B, B se justifica por C, y C no se
justifica. Esta última proposición se puede
presentar como de sentido común o como un
principio fundamental (postulado o axioma), pero
en cualquier caso representaría una suspensión
arbitraria del principio de razón
suficiente recurriendo a un dogma.
 Una justificación circular: A se justifica por B, B se
justifica por C, y C se justifica por A. En el proceso
de justificación se recurre a enunciados que ya
antes se habían mostrado como enunciados que
requieren justificación y por lo tanto sin llegar
nunca a una justificación segura por ser
lógicamente defectuosa.

Historia[editar]
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en
una publicación acreditada.
Este aviso fue puesto el 21 de agosto de 2012.

Edad Antigua[editar]
La investigación sistemática del conocimiento comienza en la Antigua Grecia,
especialmente con el diálogo platónico Teeteto, aunque también en
la República (VI). Aristóteles dedica parte de su trabajo titulado De Anima a
explicar el conocimiento "empírico", el que se obtiene a través de los sentidos,
y en la Metafísica dedica el libro IV (especialmente el capítulo 4 y ss.) a discutir
cuestiones como la prueba de los primeros principios y el relativismo. En
los Segundos analíticos (o Analíticos posteriores) presenta lo que puede
considerarse como su epistemología. Para estos dos autores, solo podía haber
conocimiento que llegue a ser ciencia de lo inmutable: para Platón las Ideas, y
para Aristóteles las sustancias (también las sustancias separadas). En
el período helenístico el pirrónico Sexto Empírico ofrece la expresión más
completa y sistemática del escepticismo antiguo.
Edad Media[editar]
En el mundo cristiano antiguo y en la Edad media se elaboraron diversas
doctrinas sobre el conocimiento humano. San Agustín pensó en la necesidad
de una iluminación divina que garantizase la verdad de nuestras
afirmación. Santo Tomás de Aquino, por su parte, recoge ideas de Aristóteles y
elabora una completa teoría del conocimiento, que critica el ultrarrealismo (por
ejemplo de Guillermo de Champeaux), el representacionismo y el nominalismo
-o verbalismo- (de Roscelino).
Renacimiento[editar]
Con el Renacimiento comenzó un período de intenso desarrollo de la
gnoseología, que marcará toda la modernidad. La invención de nuevos
instrumentos de observación, como el telescopio, ayudaron al desprendimiento
de los cánones (principalmente Aristóteles y la Biblia) a la hora de fundamentar
el conocimiento.
Edad Moderna[editar]
En el siglo XVII, el inglés Francis Bacon escribe Advancement of
knowledge y Novum organum, donde reclama el apoyo de la monarquía para
impulsar el conocimiento de tipo empírico. La tradición empirista encontraría a
sus principales defensores en John Locke, David Hume y George Berkeley.
Locke se ocupó de estas cuestiones en su obra Ensayo sobre el entendimiento
humano; Berkeley sigue parcialmente a Locke en su Tratado sobre los
principios del conocimiento humano, de 1710; y Hume, hizo lo propio en la
primera parte de su Tratado de la naturaleza humana y en su Investigación
sobre el entendimiento humano.
Por otro lado, el francés René Descartes publica en 1637 el Discurso del
método y en 1641 las Meditaciones metafísicas, obras en gran parte dedicadas
a plantear y resolver los problemas fundamentales de la teoría del
conocimiento. Descartes introduce la duda metódica como método racional
para obtener conocimiento seguro, y dio inicio a la tradición racionalista, que
será continuada por Spinoza y Leibniz, entre otros.
Ya en el siglo XVIII, en 1781, el alemán Immanuel Kant publica la Crítica de la
Razón Pura, una obra muy influyente en la que critica tanto al racionalismo
como al empirismo y propone una alternativa superadora: el idealismo
trascendental. Con ello propuso un «giro copernicano» en la filosofía moderna,
donde el sujeto ya no es pasivo frente al mundo, sino que pasa a ser un sujeto
activo que «construye» el objeto de su conocimiento. De este modo, Kant
propone que el mundo nouménico permanece incognoscible para el sujeto, que
solo puede conocer el mundo fenoménico, mediado por las intuiciones puras
del espacio y el tiempo, las categorías del intelecto y las ideas regulativas de la
razón. A partir de entonces, la gnoseología ha intentado volver a recuperar el
conocimiento del mundo. La obra de Kant dio inicio al idealismo alemán,
escuela que tuvo a sus mayores exponentes en Johann Gottlieb
Fichte, Friedrich Schelling y Georg Wilhelm Friedrich Hegel.
Edad Contemporánea[editar]
A principios del siglo XX, Husserl propuso un retorno "a las cosas mismas",
expresión con la que quedó fundada la fenomenología, que sería continuada,
de distintos modos, por Heidegger, Sartre y Merleau-Ponty, entre otros.
En la filosofía analítica, por el contrario, a mediados del siglo XX se inició a
partir de un breve artículo de Edmund Gettier una tradición de análisis del
conocimiento en términos de atribuciones de conocimiento, retomando las tres
características que señalara Platón para todo conocimiento: que sea una
creencia, que sea verdadera y que esté justificada. A partir de este análisis
estándar han surgido a principios del siglo XXI diversas teorías sobre las
atribuciones de conocimiento como el invariantismo, el invariantismo sensible,37
el contextualismo38 y el relativismo.
En 1963, Frederic Fitch publica un trabajo en lógica epistémica en el que
demuestra que dados ciertos supuestos básicos, "si toda verdad se pudiera
conocer, entonces toda verdad sería conocida". Pero como no toda verdad es
conocida, se sigue que no es posible conocer todas las verdades. Esta
paradoja se conoce hoy como la paradoja de la concupiscibilidad de Fitch
(Fitch's Paradox of Knowability).39
Paralelamente, desde mediados del siglo XIX, quizá empezando con las
reflexiones metodológicas del astrónomo británico William Whewell, como a lo
largo del siglo XX, se dedicaron muchos esfuerzos filosóficos al estudio del
conocimiento científico, dando lugar a la filosofía de la ciencia. Este tipo de
estudios pronto se ven complementados con otros sobre la historia de la
ciencia, y más tarde, la sociología de la ciencia.

Véase también[editar]
 Cogito ergo sum
 Ego
 Epistemología
 Filosofía de la ciencia
 Teoría evolutiva del conocimiento
 Objetividad
 Constructivismo (filosofía)
 Dualismo
 Monismo

Notas y referencias[editar]
1. ↑ Real Academia Española y Asociación de Academias de
la Lengua Española. «gnoseología». Diccionario de la
lengua española (23.ª edición). «Teoría del conocimiento.»
2. ↑ Steup, Matthias. «Epistemology». En Edward N. Zalta,
ed. Stanford Encyclopedia of Philosophy (en inglés) (Spring
2010 Edition).
3. ↑ Truncellito, David A. «Epistemology». Internet
Encyclopedia of Philosophy (en inglés). Consultado el 10 de
febrero de 2010.
4. ↑ «Epistemology». Encyclopædia Britannica Online.
Consultado el 10 de febrero de 2010.
5. ↑ Saltar a:a b Véase la primera sección de Truncellito, David
A. «Epistemology». Internet Encyclopedia of Philosophy (en
inglés). Consultado el 23 de junio de 2009.
6. ↑ Velarde Lombraña, Julián (1991). Gnoseología de los
sistemas difusos. Universidad de Oviedo. pp. 39-
40. ISBN 9788474685084.
7. ↑ Russell, Bertrand (1995). «Capítulo V». Los problemas de
la filosofía. Labor. ISBN 978-84-335-3503-0.
8. ↑ Saltar a:a b c Marke, Peter. «Rationalism vs. Empiricism». En
Edward N. Zalta, ed. Stanford Encyclopedia of
Philosophy (Fall 2008 Edition).
9. ↑ Véase la 5.ª sección de Russell, Bruce. «A Priori
Jusification of Knowledge». En Edward N. Zalta,
ed. Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2008 Edition).
10. ↑ Teeteto, 201c-210b
11. ↑ «Gettier Problems». The Internet Encyclopedia of
Philosophy (en inglés). Consultado el 30 de mayo de 2008.
12. ↑ Saltar a:a b «[...] cuando se utilizen en textos escritos en
español, lo más adecuado, en consonancia con el uso culto
mayoritario, es que las locuciones latinas reciban el mismo
tratamiento que las otras lenguas (ver § 2.1.2) y, por tanto,
se escriban en cursiva (o entre comillas) y sin acentos
gráficos, ya que estos no existen en la escritura latina».
Citado en RAE y ASALE (2010). «La ortografía de las
expresiones procedentes de otras lenguas: locuciones
latinas y dichos o citas en latín». Ortografía de la lengua
española. Madrid: Espasa Calpe. pp. 610-612. ISBN 978-6-
070-70653-0.
13. ↑ http://quesignificado.com/a-priori/ A priori en
QueSignificado
14. ↑ http://deconceptos.com/general/a-priori Concepto a priori
deConceptos
15. ↑ Russell, Bruce. «A Priori Justification and Knowledge». En
Edward N. Zalta, ed. Stanford Encyclopedia of
Philosophy (en inglés) (Fall 2008 Edition).
16. ↑ Vickers, John. «Problem of induction». En Edward N.
Zalta, ed. The Stanford Encyclopedia of Philosophy (en
inglés) (Summer 2009 Edition edición).
17. ↑ Teeteto, 201c-210b
18. ↑ Por ejemplo: Ernest Nagel (2006): «Según Mill, el principio
de la uniformidad de la naturaleza (que es el nombre que
Mill da al principio de causalidad) afirma que "en la
naturaleza, se producen casos paralelos; lo que sucede una
vez, volverá a suceder, dado un grado suficiente de
semejanza de las circunstancias..."» en La estructura de la
ciencia p 417
19. ↑ Mermin, David (2005). It's about time: understanding
Einstein's relativity. Princeton University
Press. ISBN 0691122016. OCLC 57283944. Consultado el 30 de
agosto de 2019. «Por ejemplo, la regla que describe la
fuerza de gravedad de Newton entre dos trozos de materia
es la misma tanto si están en esta galaxia o en otra
(invariancia traslacional en el espacio). También es la
misma hoy como lo fue hace millones de años (invariancia
traslacional en el tiempo). La ley no funciona de manera
diferente dependiendo de si un trozo está al este o al norte
de la otra (la invariancia rotacional). La ley tampoco tiene
que ser cambiado dependiendo de si se mide la fuerza
entre los dos trozos en una estación de ferrocarril, o hacer
el mismo experimento con los dos trozos en un tren en
movimiento uniforme (principio de la relatividad).»
20. ↑ por ejemplo: JOSÉ F. CARIÑENA M (2001): «Como
quiera que la simetría ha estado constantemente, como
motivación y como objetivo, presente en mis
investigaciones, y es realmente no solo un principio lógico y
filosófico, sino que ha cautivado durante muchos años a
filósofos, pintores y poetas, es mi intención hacer una
reflexión aquí sobre su significado, para hacer ver como es
posible utilizar estos principios de simetría para comprender
mejor múltiples teorías científicas y obtener de forma
sencilla resultados concretos mediante el empleo de estos
principios básicos.» en SIMETRÍA EN CIENCIA: PRINCIPIO
Y MÉTODO Archivado el 14 de febrero de 2012
en Wayback Machine.
21. ↑ Alexander V. Voloshinov (1996): Symmetry as a
Superprinciple of Science and Art
22. ↑ Michael Kruse (2000): Invariance, Symmetry and
Rationality
23. ↑ Por ejemplo: Agnar Pytte, Robert W Christy: “Hay una
íntima relación entre las leyes de la conservación de la
física y los « principios de invariancia». “ en Estructura de la
materia (Editorial Reverte- 1971), p 591
24. ↑ Jenann Ismael (1997): Curie's Principle
25. ↑ A.N. Whitehead (1925) Science and the Modern
World (Cambridge U Press) p 25
26. ↑ C.D. Broad (1952): Ethics and the History of Philosophy.
(Routledge & Keegan, London) p 143
27. ↑ Lakatos, Imre; Currie, Gregory (1983). La metodología de
los programas de investigación científica. Madrid: Alianza.
p. 130. «El falsacionista ingenuo insiste en que si tenemos
un conjunto inconsistente de enunciados científicos en
primer lugar debemos seleccionar entre ellos: 1) Una teoría
que se contrasta (que hará de nuez); 2) Un enunciado
básico aceptado (que servirá de martillo) y el resto será
conocimiento básico que no se pone en duda (y que hará
las funciones de yunque). Y para aumentar el interés de
esta situación hay que ofrecer un método para «endurecer»
el «martillo» y el «yunque» de modo que podamos partir la
nuez realizando un «experimento crucial negativo». Pero las
conjeturas ingenuas referentes a esta visión resultan
demasiado arbitrarias y no ofrecen el endurecimiento
debido.»
28. ↑ Lakatos, Imre; Currie, Gregory (1983). La metodología de
los programas de investigación científica. Madrid: Alianza.
p. 219. ISBN 8420623490. OCLC 318332464. Consultado el 26 de
febrero de 2019. «El inductivismo estricto fue considerado
seriamente y criticado por muchos autores, desde
Bellarmino, Whewell, y finalmente destruido por Duhem y
Popper, aunque ciertos científicos y filósofos de la ciencia
como Born, Achisnstein o Dorling aún creen en la
posibilidad de deducir o inducir válidamente las teorías a
partir de hechos (¿seleccionados?). Pero el declinar de la
lógica cartesiana y en general, de la lógica psicologista, y la
emergencia la lógica de Bolzano y Tarski decretó la muerte
de la deducción a partir de los fenómenos.»
29. ↑ Lakatos, Imre; Currie, Gregory (1983). La metodología de
los programas de investigación científica. Madrid: Alianza.
p. 20. ISBN 8420623490. OCLC 318332464. Consultado el 28 de
febrero de 2019.
30. ↑ Bunge, Mario; Sempere, Joaquín (1981). Teoría y
realidad (3ra edición). Ariel.
p. 46. ISBN 8434407256. OCLC 431866086. Consultado el 28 de
febrero de 2019.
31. ↑ Schrödinger, Erwin (1962). ¿Qué es una ley de la
naturaleza?. México: Fondo de Cultura Económica.
32. ↑ Cabrera, Isabel (2009-2013). «Analítico y sintético, a priori
y a posteriori». En Villoro, L., ed. El conocimiento.
Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía 20. Trotta. p. 134
y ss. ISBN 978-84-87699-48-1 (obra completa) ISBN 84-8164-358-
0 (edición impresa) ISBN 978-84-9879-402-1 (edición digital).
33. ↑ Saltar a:a b c d Haack, Susan (1976). «The Justification of
Deduction». Mind 85 (337): 112-119.
34. ↑ Saltar a:a b Boghossian, Paul (25 de enero de 2001).
«Knowledge of Logic». En Paul Boghossian y Christopher
Peacocke, ed. New Essays on the A Priori (Oxford
University Press): 230-231.
35. ↑ Saltar a:a b c d Smith, David Woodruff. «Phenomenology». En
Edward N. Zalta, ed. Stanford Encyclopedia of
Philosophy (en inglés) (Summer 2009 Edition).
36. ↑ Albert, Hans; Gutiérrez Girardot, Rafael (trad.) (1973). «I.
El problema de la fundamentación, 2. El principio de la
fundamentación suficiente y el trilema de
Münchhausen». Tratado sobre la razón crítica. Estudios
Alemanes. Buenos Aires: Sur. pp. 23-29. (23, 24-25, 26-
27, 28-29)
37. ↑ Gendler, Tamar; Hawthorne, John (2006). Oxford Studies
in Epistemology (en inglés) 1. Oxford University
Press. ISBN 9780199285907. Consultado el 17 de agosto de
2009. «Si hemos aprendido algo, es que cada una de las
vistas estándar - invariantismo, contextualismo e
invariantismo sensitivo - tiene su talón de Aquiles: un
residuo de hechos acerca de nuestro uso de atribuciones de
conocimiento que solamente puede explicar con súplica
especial.»
38. ↑ Santoianni, Flavia. Modelos teóricos y metodológicos de
la enseñanza. pp. 89-98.
39. ↑ Brogaard, Berit; Salerno, Joe. «Fitch's Paradox of
Knowability». En Edward N. Zalta, ed. Stanford
Encyclopedia of Philosophy (en inglés) (Fall 2009 Edition
edición).

Enlaces externos[editar]
  Wikcionario tiene definiciones y otra
información sobre gnoseología.
 El proceso de las ideas Sistémico-Cibernéticas -
Sara B. Jutoran
 La gnoseología como fuente de conocimiento para
la superación personal - Evelyn G. Carreón

Bibliografía[editar]
 Verneaux, Roger, Epistemología general o crítica
del conocimiento, trad. Luisa Medrano, Herder,
1999.

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 Datos: Q2560959

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Microsoft Academic: 2780136987
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