Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Caso Dora
El fenómeno del chiste tiene un mecanismo que produce placer. Decir chistes da placer, hay un
mecanismo que da placer en sí. Se pregunta de dónde viene.
Desde que el niño es pequeño obtiene placer por medio del ejercicio mismo del lenguaje. Con
independencia del Otro el ejercicio mismo del lenguaje le genera placer al niño, cuando lo
están aprendiendo. Hay palabras que al repetirlas les causan gracia, les parecen chistosas. Lo
que se instala de entrada es el placer de disparatar, el placer de decir disparates. Algo de ese
placer del disparate recupera el chiste, por eso es que lo relaciona con el mecanismo del
chiste.
Él cree que en ocasiones ese placer es el responsable de las fallas en el rendimiento escolar. Es
por no poder renunciar al placer del disparate.
Solemos pensar que el lenguaje es sustituto de la acción. Primero es la acción y luego viene el
lenguaje. La sustitución de la acción por el lenguaje es un gran logro cultural.
En el medio, entre el placer del disparate infantil y el disparate en la acción, hay un período en
donde en el plano del lenguaje el placer está puesto en la rima, y luego (en la latencia) surge el
placer en las repeticiones y reubicaciones del lenguaje. Hay mucha presencia de la censura, es
muy poco lo que queda del disparate. “Te rere quiero” .
JERGA: Dentro de este contexto, va a surgir el fenómeno particular de la jerga, que consiste en
el invento de nuevos vocablos que tienen el carácter de neologismo, pero tienen una
particularidad, empieza siendo disparate en el sentido en que son términos sin sentido,
comparten con el neologismo el carácter de términos inventados, pero a diferencia del
neologismo que cuando aparece como vocablo en la psicosis tiene valor solamente para el
sujeto que lo nombra y ni siquiera él pueda dar cuenta de ese sentido, ni él te puede explicar
lo que está nombrando con ese neologismo, en el adolescente sí tiene un valor para él, el
neologismo de la jerga en la pubertad tiene un diferencia radical: TIENE VALOR PARA UN
CIERTO GRUPO. Nombran algo del orden de la sexualidad o también de la agresividad.
Si tomamos en cuenta la formulación de Freud del Otro en relación al chiste, analizamos qué
pasa con los términos en jerga en la adolescencia, vemos que lo que permiten estos términos
es un entendimiento, una alianza entre los pares, y una exclusión de los que no lo son. En
principio lo más importante a excluir son los adultos, pero también a los chicos.
La jerga no es exclusiva de la pubertad. Las cárceles tienen su jerga, los distintos submundos,
los oficios, las profesiones. La jerga adolescente, a diferencia de estas, tiene la clara finalidad
de que no sea comprendida por el adulto y que no sea usada por éste. Si un adulto usa un
término de ellos se enojan y sienten que le usurpan algo que es de su propiedad privada.
Chiste: término que se transforma en chistoso en el diálogo espontáneo. Freud designa así al
chiste, no con nombre de chiste. Generalmente los términos en jerga surgen así, alguna
palabra tomó un sentido metafórico a partir de que fue dicha en un contexto determinado y
así se empezó a extender.
El término en jerga siempre es metafórico, esta es otra diferencia en relación a las psicosis.
“Matar a besos”: condensa las dos corrientes de la ambivalencia. Uno odia a quien ama,
porque no le es indiferente. No hay vínculo amoroso sin ambivalencia. La relación de la madre
con el hijo varón es la más libre de ambivalencia, es la que menos tiene.
El amor nunca es puro, en el iccte el amor está mezclado con otras cuestiones de la persona.
Para que un término se constituya como tal y no permanezca en un puro neologismo, tiene
que sufrir la sanción del Otro. Ese neologismo tiene que ser aceptado y reconocido por quien
ocupa el lugar del gran Otro en esta etapa: el grupo de pares.
La jerga tiene un placer extra al del chiste, la exclusión del mundo de los adultos, la sanción del
gran Otro semejante, y además permite recuperar el antiguo placer de disparatar. Cómo son
términos que aluden a la sexualidad, permite llevar al plano del lenguaje algo de la fantasía.
Subyacentemente, en el plano iccte, la fantasía sigue siendo incestuosa- novela familiar del
neurótico-. Si en el iccte la fantasía es incestuosa, mejor que no entiendan la jerga por la que
manifiestan algo que es de este orden.
Vamos a ver otro tema: la contracara de todo esto--) el fenómeno de la ruptura del diálogo.
Cap 8 Millar
La pregunta es por qué se rompen las condiciones del diálogo: una es la jerga, que es para que
no le entiendan los adultos, por motivos de fantasías incestuosas icctes. Pero hay otro motivo
que es el que menciona acá: Alude a 3 aspectos: -el plano de los ideales, el plano de la angustia
y del deseo en el Otro- en dónde se pone de manifiesto una diferencia y una oposición tan
grande entre enunciado y enunciación que produce ruptura de diálogo. El enunciado es el
discurso efectivamente producido, el texto del discurso, en cambio la enunciación siempre
hace referencia al acto en que ese discurso de enuncia, refiere al dónde, adverbios, tiempo,
lugar, pronombres. Una cosa es que yo diga “va a llover” y otra “me parece que va a llover”. El
enunciado en sí puede ser lo más objetivo, la enunciación es la forma que hace que se
entienda el sentido del mensaje. Dice que el sujeto es partícula de enunciación. Para el PSA la
partícula de la enunciación no va tanto por sujeto y predicado sino por la estructuración del
iccte. La enunciación siempre apunta a la iccte.
El texto toma ejemplos: Vuelve el chico de la escuela y la mamá le dice, como te fue que hiciste
en la escuela. Ahora responde “metete en tus cosas”. Lo que pasa acá es una diferencia entre
el enunciado y enunciación. La madre parece inocente pero el chico no la escucha como
inocente. Quizás el chico hizo algo malo en la escuela y él toma esa pregunta de la madre
como diciendo “hiciste algo malo como siempre?”. Subyace a la pregunta de la madre ese
sentido para el chico.
El plano de los ideales: Los padres se interrogan sobre si han logrado transmitir o no los ideales
que querían. No solo el chico se entera si tiene los títulos en el bolsillo o no, el padre también.
El padre tiene la angustia de que si no ha logrado transmitir esos ideales, el chico va a estar
como indefenso en la vida, son esos temores que tienen los padres de que el chico sea
desviado, criminal, sexualidad, etc.
En relación a los ideales, el texto hace una diferencia entre enseñanza y transmisión. Dice que
los ideales no se enseñan, sino que se transmiten. Esto se da por vía simbólica, ya que se
transmite por vía la palabra. En lo que se transmite como ideal, nadie puede transmite nada en
lo cual uno no esté implicado en cuanto su propio deseo. Un padre que le dice a su hijo “tenés
que leer porque lo más impo es que leas” y se la pasa en internet ese padre. Se transmite
aquello de lo que uno disfruta.
No es que se transmita lo que uno es. De hecho, siempre se transmite algo en relación con la
falta.
En relación al deseo en el Otro, del lado de los propios padres, el chico necesita ruptura con el
deseo del Otro para poder plantearse el propio deseo. El tema es que el deseo de uno se funda
en el deseo del Otro. Tiene que separarse del deseo del Otro reconociendo el lugar que tiene
ese deseo en la propia historia.