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27. METODOS DE AUTOCONTROL LYNN P. REHM E] objetivo de este capitulo consiste en revisar los métodos de autocontrol para la terapia. Comienza con una introduccién a algunas de las posiciones tedricas que contribuyen a una orientacién de autocontrol hacia la terapia, describe posteriormente los métodos y variaciones basicos y, finalmente, pro- porciona una detallada deseripeién de un programa de terapia de autocontrol para la depresién. 1. DEFINICION Y DESCRIPCION El autocontrol no es una teoria sistemdtica tinica de la conducta humana, ni tampoco una escuela unificada de psicoterapia. El término se refiere a un grupo de técnicas y de estrategias de terapia que tienen algunos propésitos y suposiciones comunes. Estos métodos de terapia provienen de una serie de modelos tedricos y, 2 menudo, se aplican bien como técnicas auxiliares 0 bien como componentes de muchas formas de psicoterapia. El autocontrol se refiere a aquellos procedimientos de terapia cuyo objetivo es ensenar a la persona estrategias para controlar 0 modificar su propia conducta a través de distintas sitnaciones, con el proposito de alcanzar metas a largo plazo. EI vérmino autocontrol expresa claramente Ja importancia del papel de la persona como director de su propia conducta. Se trata a la persona como si fuera dos personas. Una, el individuo «respondiente» que se comporta de modo problematico en una serie de situaciones y, la segunda, el individuo «controlador» que observa, evalita y modifica la conducta del primero. Desde esta perspectiva, el terapeuta es un colaborador que ayuda a la segunda per- sona, ensefidndole la teoria y los métodos para llevar a cabo el control de la conducta de la primera persona. El terapeuta acttia como un profesor, ins- truyendo a la persona en los principios del cambio de conducta aplicado a uno mismo. Aunque la distincién puede ser sutil a veces, hay una importante diferencia entre las estrategias de terapia que intentan cambiar la conducta de la persona directamente y las estrategias que intentan enseiar a la persona a Universidad de Houston (FE UU), 656 Lynn P. Rehm cambiar su propia conducta. Los enfoques de autocontrol reconocen la par- ticipacién activa del individuo en el proceso de terapia, a todos los niveles ~—recogida de informacion, especificacién del problema, planificacidn de la intervencién, la intervencién misma y la evaluacién de los resultados. La persona se vuelve mas poderosa con los principios y programas de la terapia, que luego aplica a un problema particular. El terapeuta es un colaborador, un consultor 0 un profesor de estos principios A menudo se utiliza la metafora de la persona como cientifico (Kelly, 1955; Mahoney, 1980) para indicar que la gente observa, de manera natural, los fenémenos de su vida, desarrolla teorias sobre su mundo, hipotetiza re. laciones entre variables y lleva a cabo experimentos para validar sus teorias y controlar sus ambientes. Muchas de las teorias empleadas provienen de los intentos para comprender de qué manera tiene éxito la gente para regular su Propia conducta. Las estrategias de la terapia de autocontrol utilizan estas teorias para fundamentar los procesos naturales de autorregulacién. Fl auto. control convierte a los procesos naturales que normalmente estén fuera de la conciéncia, son encubiertos e informales, en procedimientos que son conscien. tes, manifiestos y formales. Los enfoques de autocontrol se centran en el cambio del ambiente natural de la persona. Todas las formas de psicoterapia se enfrentan con el problema de Ja generalizacion y el mantenimiento del cambio. Se puede cambiar a la conducta en el contexto controlado de la sesin de terapia, pero gsc trasladaré ese cambio a la vida diaria de la persona y sera duradero? El autocontrol aborda la generalizacién al «ambiente de la persona» situando la intervencién en ese ambiente. Las estrategias de autocontrol son, en su mayor parte, tareas Para casa, que intentan provocar el Cambio en las situaciones naturales donde tiene lugar la conducta problematica de la persona. La sesién de terapia se convierte, entonces, en un momento para la evaluacin y la planificacién, teniendo lugar la intervencin entre las sesiones. Las técnicas de autocontrol pueden ser técnicas auxiliares que ayuden a los métodos de cambio, aplicados dentro de las sesiones, a la generalizacion al mundo real Las estrategias de autocontrol ponen el énfasis en la persona dentro de la interaccidn persona-situacién. El autocontrol incluye técnicas que la persona aplica a través de distintos contextos. Esto implica que los métodos son, en su mayor parte, cognitivos. Provienen principalmente de posiciones teéricas cognitivoconductuales 0 del aprendizaje social. La gente adquiere el algorit- mo 0 el programa para cambiar cognitivamente y lo aplica para cambiar su conducta manifiesta. | autocontrol se interesa por el modo en que la gente trabaja para con- seguir objetivos a largo plazo. Conductas que pensamos se hallan bajo el autocontrol son conductas como la demora de la gratificacién, la resistencia ala tentacion y la persistencia frente a la adver idad. Se piensa que la persona Métodos de autocontrol 657 que, controla sus gastos, que es capaz de controlar su peso haciendo dieta 0 que mantiene un programa de ejercicios, es una persona con autocontrol, es decir, una persona que puede autocontrolar su conducta. Dichas conductas permiten que la persona reduzca la influencia de las recompensas y de los castigos del ambiente inmediato, con el fin de lograr un objetivo en el futuro. Desde esta perspectiva, se puede pensar que muchos problemas o tipos de psicopatologia consisten en un excesivo control ambiental de la conducta Los objetos fdbicos controlan a la gente con trastornos de ansiedad, la co- mida controla a la persona obesa y el alcohol controla al alcohélico. Las estrategias de autocontrol ayudan a la persona a vencer este dominio del ambiente externo y reemplazarlo por una planificacién y un control interno Las estrategias de autocontrol abordan temas como el establecimiento de objetivos, el control de la motivacion, y la recompensa y el castigo internos ‘SPECTIVAS TEORICAS Hay una serie de posiciones teéricas que contribuyen a una perspectiva de autocontrol sobre la terapia. Uno de Jos primeros tedricos en centrarse en la forma en que los individuos desarrollan perspectivas tinicas sobre el mundo fue George Kelly (1955). Kelly empez6 con la analogia de la gente como cientificos individuales que intentan comprender, predecir y controlarse a si mismos en su ambiente. Kelly pensaba que la forma de comprender a la gente era comprender su modo Gnico de percibir y categorizar los acontecimiento: Postulaba que Ia gente desarrolla sistemas de constructos interrelacionados que emplea para entender los acontecimientos y realizar predicciones sobre cl futuro. El mantener un sistema de constructos titil y funcional es un tema fundamental para la gente, y cada vez que se hace una prediccion se pone a prueba, lo mismo que sucede con una teoria cientifica, dicho sistema de constructos. El resultado de estos experimentos valida el sistema o hace que la persona bien Jo reconstruya o bien lo revise. Kelly ha influido mucho al hacer que tedricos posteriores se centren en las formas en las que’ los indi- viduos construyen su mundo y controlan su conducta. Julian Rotter (1954) ha sido una persona que ha contribuido de forma importante a la teoria del aprendizaje social y cuyo enfoque ha aportado mucho a los enfoques de autocontrol sobre la terapia. Desarrollé un modelo de como la gente regula su conducta en funcidn de los valores y expectativas que asignan a los posibles resultados de una accién determinada. La singu- laridad del individuo se refleja en la idea de que no es el valor objetivo, externo de una recompensa lo que determina la conducta, sino el valor que el individuo asigna a esa recompensa. De igual manera, no es la probabilidad 658. Lynn P. Rebm objetiva, externa y contingente lo que determina la conducta, sino las expec- tativas del individuo sobre la probabilidad de un resultado. Para cualquier accion se puede calcular una suma, subjetivamente, como el producte del valor de cada posible resultado multiplicado por la probabilidad de ese ro- sultado determinado. La suma del valor de una accién puede compararse con {a suma del valor de otro posible resultado para determinar una eleccion entre las dos acciones. Rotter introdujo también el concepto de lugar de control interno versus lugar de control externo. Como una funcién de la experiencia, los individuce desarrollan expectativas generalizadas de su grado de control sobre distintrs areas de la actividad. La persona con un lugar de control interno eree que los resultados estan, generalmente, bajo su control y responsabilidad personales La persona con un lugar de control externe cree que los acontecimientos oe Enéuentran, en. gran medida, controlados por factores fuera de ella y de su control. Esta dimensién de las diferencias individuales es continua y varia entre areas. Es decir, un individuo puede tener un lugar de control muy intefno en el area de las pruebas atléticas en las que se siente habilidoso, pero puede tener un lugar de control externo en asuntos concernientes a Ine rela ciones interpersonales, donde piensa que depende de los demas el que sea aceptado o no. La misma persona podria tener una sensacién intermedia de control en asuntos académicos, donde parece funcionar bien en algunas clases pero no tan bien en otras. Rotter ha tenido también una considerable in. fluencia en tedricos posteriores. Bandura (19772) tomé el concepto de la valoracién personal de las pro- babilidades de los resultados y aadié la idea de las evaluaciones personales sobre la probabilidad de que el individuo pueda llevar a cabo la respuesta, Es decir, el decidir sobre una respuesta depende no solo del resultado espe- rado de la respuesta, sino de la probabilidad de que la persona pueda realivar adecuadamente la respuesta, Lo primero constituye la expectativa de los + sultados, lo segundo la eficacia personal. Alli donde Rotter subrayé la inter. Pretacion subjetiva de la recompensa y de la contingencia, Bandura ahade tuna valoracién subjetiva de la capacidad de respuesta de la persona. La ali. Cacia se refiere a la estimacién, por parte de la persona, de la probabilidad de que sera capaz de acercarse a un objeto temido, de que seré capaz de llevar a cabo una determinada proeza atlética o de que sera capaz de aprender una nueva habilidad. Al igual que sucedia con las expectativas generalizadas de Router, la eficacia puede ser especifica 0 mas general. La eficacia ee un constructo fluide que puede cambiar en cada momento, dependiendo de la influencia externa y del centro interno de la atencién. Las intervenciones del autocontrol pueden funcionar aumentando la autoeficaci para situaciones y acontecimientos determinados. Walter Mischel (1968) merece ser destacado por su trabajo sobre la forma Métodos de antocontrol 659 en la que la gente desarrolla consistencia en su conducta a través de las situaciones. Al igual que los teéricos anteriores, Mischel aborda los signifi- cados subjetivos ¢ ideograficos que dan los individuos a los estimulos. Anade la consideracién de que la gente es capaz de transformar y manipular estos significados. Gran parte de su trabajo se ha centrado en la capacidad para demorar la gratificaciin. Los nifios pueden aumentar su capacidad para la demora cuando se les ensefian estrategias como la distraccién o el transfor- mar mentalmente las imagenes del objetivo deseado. Estas y otras estrategias las ‘adquieren los nifios de forma natural, conforme maduran y desarrollan el autocontrol. La adquisicién de «conocimientos de procedimiento» sobre la planificaci6n, el establecimiento de objetivos, la solucion de problemas, etc se ahade al creciente repertorio, en el nifilo, de competencias y habilidades que pueden aplicarse a través de las situaciones. Mischel plantea la importante cuestién de que demasiada consistencia al abordar problemas puede también ser problematico y desadaptativo. La flexibilidad, en vez de la rigidez, del abordaje tiene que formar parte de los «conocimientos de procedimiento» adquiridos. Una perspectiva tedrica sobre la que se apoyara notablemente la organi- zacin de este capitulo es el modelo de Frederick Kanfer sobre el autocon- trol. Kanfer (1970, 1977) define el autocontrol en términos de aquellas estra- tegias que emplea una persona para modificar la probabilidad de una res- puesta, en oposicién a las influencias externas existentes. Atribuimos el au- tocontrol a las personas cuando nos damos cuenta de que no estan respon- diendo a las presiones de las contingencias externas del momento, sino en favor de algiin objetivo a largo plazo. Como hemos senalado anteriormente, el dejar de fumar, el perder peso sometiéndose a una dieta o el empezar programas de ejercicios son ejemplos de autocontrol. El trabajo de Kanfer se ha centrado en los procesos a los que se entreg Ja gente cuando quiere alterar su conducta, con la meta puesta a largo plazo. Cuando Ja persona se encuentra insatisfecha con algiin aspecto de su con- ducta (p.ej., fumar demasiado), empieza a implicarse en, conducta de auto- control. Kanfer describe este proceso natural y lo divide en tres etapas. La primera etapa consiste en el autorregistro, donde la persona empieza a darse mas cuenta o ser mas consciente de la conducta en cuestién. Por ejemplo, la persona se vuelve més consciente de cada cigarrillo fumado, de los momentos y los lugares en los que fuma, y del néimero de cigarrilios consumidos. Esto podria hacerse de manera informal y asistematica o bien puede hacerse de un modo muy formal como, p.¢j., llevando una hoja de registro de la hora y el lugar de cada cigarrillo fumado. La segunda etapa del proceso de autocontrol es la autoevaluacién. Con- forme la persona recoge informacién sobre su conducta, la compara con algiin patron, Estos patrones internos pueden ser formales © informales, es- Métodos de autocontrol 661 que se deberia afiadir Ia “autoatribucién a dicho modelo, como una variable que modera la autoevaluacion. Para que la gente juzgue una actuacién como un éxito © un fracaso y se sienta bien o mal al respecto, tiene que creer que su conducta se encontraba bajo su control o responsabilidad. En términos atribucionales, tiene que hacer una atribuci6n interna sobre las causas de su conducta. Otras dimensiones atribucionales pueden influir también en la au- toevaluacién. Una conducta determinada puede considerarse como un ejem- plo de actuacién bajo un modelo muy delimitado © bajo un modelo muy amplio. El fumar pocos-cigarrillos un dia determinado puede considerarse como el éxito de una estrategia especifica 0 como el éxito de la eficacia general de una persona. Esta dimension es parecida a la dimension atribu- cional global-especifico, que Abramson, Seligman y Teasdale (1978) han hi- potetizado como un factor importante que determina la interpretacion de los acontecimientos aversivos, interpretacion que puede conducir a la indefensién y ala depresion. Kanfer y Hagerman (1981) propusieron una amplia revision del modelo, revisién que postula una secuencia de juicios en cada una de las tres etapas de autocontrol, -lo que implica hacer multiples atribuciones de causalidad sobre los componentes del autocontrol. El modelo mas complejo no ha re- cibido tanta atencién de la investigacién como el original. En un capitulo reciente (Rehm, 1988), empleé el modelo basico de Kanfer como esquema heuristico para describir una variedad de procesos, que han constituido el tema de investigacion de los procesos cognitivos de la depresion. La discusién Posterior sobre las técnicas de la terapia de autocontrol usard un formato organizativo similar Se pueden seftalar otras posiciones tedricas que ofrecen distintas perspec- tivas sobre el autocontrol. La teoria de la atribucion, tal como se deriva de la psicologia social (Weiner y cols., 1971) se ha aplicado a la depresién en la intluyente teoria sobre la indefensioa aprendida de Seligman (Abramson, Se- ligman y Teasdale, 1978) y tambicn se ha utilizado ampliamente en muchas areas de la psicopatologia (Brewin, 1989). Donald Meichenbaum (1975, Mei- chenbaum y Goodman, 1971) ha aplicado un anilisis evolutivo de como aprenden los nifios a internalizar la informacion relativa al procedimiento, en una estrategia de terapia autoinstruccional (ver capitulo de Santacreu, en este manual). En esta estrategia, la persona observa primero a un modelo que realiza una tarea y verbaliza, al mismo tiempo, su pensamiento relativo al procedimiento; luego, el individuo realiza él mismo la tarea, siguiendo las instrueciones verbales dadas por el modelo. Mas tarde, él sujeto se hace cargo de las instrucciones, manifestandolas en voz alta conforme ejecuta Ia tarea. nalmente, las verbalizaciones son internalizadas gradualmente, de modo que la persona se autoinstruye en silencio mientras actiia Posteriormente, en el contexto de las discusiones sobre técnicas especifi- 662 Lynn P. Reb cas, se tratarén algunos aspectos del enfoque cognitivo de Beck (1967, 1976; Beck y cols., 1979) sobre la psicopatologia y la psicoterapia. Fl enfoque terapéutico de solucin de problemas de D’Zurilla y Goldfried (1971) posee también procedimientos que se solapan con los enfoques de autocontral, La investigacién de Lazarus (1974, 1981) sobre las estrategias que la gente em. plea para afrontar el estrés se ha sumado a las conceptualizaciones sobre les componenses cognitivos de la psicopatologia y de las estrategias de terapin, Mahoney (1980) ha desarrollado un enfoque sistematico de la terapia de au, tocontrol y ha escrito profusamente sobre los enfoques cognitivos de la psi. coterapia. El modelo de Eric Klinger (1982) sobre los intereses y planes cognitivos y el modelo de Carver y Schreier (1982) sobre la atencisn y Ia autorregulacion también merecen que se les preste atencidn. Muchos de estos sistemas conceptuales comparten suposiciones y técnicas, parte de las cusles se revisan en los apartados siguientes. UL AUTORREGISTRO: TECNICAS Y VARIACIONES EI autorregistro es una técnica bisica de autocontrol. El que el paciente observe y registre sistematicamente su propia conducta, es consistente con el Principio del paciente como colaborador y agente de cambio. También es consistente con el principio conductual de la medicién observacional directs de los problemas de interés, El autorregistro se emplea de distintos modos para la evaluaci6n y como estrategia de intervencién. Las tareas de autorre, sistro que se da a los pacientes pueden tomar muchas formas El autorregistro puede utilizarse para evaluar la conducta, sus anceceden- tes situacionales, sus consecuencias, el afecto que la acompafia o las relaciones cntre todas estas variables. La forma mas habitual de autorregistro seria el obtener una medicion de la misma conducea de interés. Por ejemplo, el nti- mero de cigarrillos que se ha furnado, las calorias que se han consumido, los ataques de panico sufridos, las horas que se han dormido o las respuestas asertivas que se han intentado. Se puede evaluar cualquier dimension de une conducta, incluyendo la frecuencia, la duracidn, la intensidad o la calidad For ejemplo, se puede pedir a una persona con dolor psicdgeno que registre el niimero de veces que siente el dolor cada dia, el nimero de minutes de dolor, la intensidad media del dolor sufrido durante el dia, o la naturaleza o localizacién del dolor. Se pueden registrar, por supuesto, muilkiples dimen. siones, como seria una combinacién de la frecuencia, la intensidad y la dura- cion. Se pueden registrar los antecedentes de la conducta, siendo a menudo un camino para descubrir asociaciones y generar hipstesis para la terapia. Los Métodos de autocontrol 663 pacientes no se dan cuenta, a menudo, de los factores o estimulos situacio- nales que pueden estar asociados con las respuestas problema. Esto puede ser particularmente cierto respecto a las respuestas emocionales, como la an- siedad y la depresion. Los pacientes que registran las circunstancias en las que ocurre la ansiedad, pueden descubrir conexiones estimulo-respuesta que de otra manera no se harian obvias. De igual manera, el registro del estado de animo puede indicar cual de las actividades del dia se encontraba asociada con estados de animo negativos 0 estados de dnimo mis positives. Incluso puede hallarse que respuestas que parecen no tener ninguna relacién con los acontecimientos externos, como ciertos pensamientos obsesivos, estan rela- cionadas con los acontecimientos ambientales. El anotar clases de condiciones antecedentes puede ayudar a planificar una intervencion. Por ejemplo, el ano- tar las situaciones mas comunes en las que una persona fuina cigarrillos puede proporcionar bien informacién para desarrollar un programa que reduzca la conducta de fumar en cada una de las situaciones o bien respuestas alterna- tivas para situaciones especialmente dificiles El autorregistro puede también centrarse en las consecuencias de la con- ducta. Esto puede ser especialmente util cuando se evaltia una conducta in- terpersonal problematica. Se le podria pedir a una persona con problemas de asercién que registrase las consecuencias de sus peticiones en la conducta de los demas. Los datos podrian mostrar al paciente que su conducta es mucho mas eficaz de lo que piensa o bien podria proporcionar sefales de las estra- tegias ineficaces que emplea el paciente. E] registro de secuencias mas largas de respuestas consecuentes puede ser especialmente atil en la evaluacion de los déficit de habilidades sociales. Meichenbaum y Cameron (1973) deseri bieron un procedimiento, trabajando con esquizofrénicos, en el que ensena- Fon a estos pacientes a estar especialmente atentos a las consecuencias inter- personales de su habla, de modo que les ayudase a reconocer cuando su habla y su pensamiento pueden haberse desviado de una secuencia légica de conver- sacion. El autorregistro no sdlo tiene la ventaja de ser una evaluacién directa de las conductas problematicas de la persona, cuando ocurren, sino que también puede emplearse para registrar respuestas subjetivas, encubiertas, no dispo- nibles para los observadores externos. Ya se ha sefialado el registro de res- puestas afectivas. Puede ser atil registrar los pensamientos obsesivos, los pe- riodos de preocupaciones, los impulsos para realizar conductas no deseadas, los pensamientos que podrian ser los antecedentes de la conducta, 0 las con secuencias de situaciones particulares. Beck y cols. (1979) describen una me- todologia, en la terapia cognitiva, que examina las secuencias cognitivas con propésitos terapéuticos. Hace que los pacientes registren las ocasiones en las que se sienten especialmente tristes o deprimidos. Tienen que registrar la intensidad de los sentimientos y la situacién en la que tienen lugar. Luego 664 Lynn P. Rebm se les instruye para que intenten identificar los pensamientos que transpira- ban en Ia situacién que condujo a la reaccién emocional. Estos datos se cmplean para ayudar al paciente a que examine la racionalidad de los pensa mientos, de modo que puedan ser racionalmente debatidos y sustituidos. El autorregistro es til no sélo para la evaluacién inicial y la generacion de hipétesis, sino también para la evaluacion del progreso. La evaluacion con. tinua de la conducta de interés proporciona al paciente y al terapeuta una indicacién del progreso y puede ofrecer informacion sobre las revisiones ne~ cesarias de las estrategias de intervencién cuando el progreso no se desarrolla como se esperaba. Los cambios en frecuencia, intensidad, duracién o calidad pueden constituir indices de progreso. A veces pueden ser titiles también las medidas indirectas. En mi préctica clinica, una paciente con ansiedad regis. traba diariamente el niimero de veces que experimentaba ansicdad y llevaba también la cuenta de los miligramos de tranquilizante que consumia sema- nalmente. La elevada ingesta de tranquilizantes constituia uno de los motivos Por los que buscaba ayuda y era especialmente reconfortante para ella ver cémio iba siendo capaz de enfrentarse a més situaciones sin la ayuda del diacepam. El autorregistro puede utilizarse, como estrategia de intervencién, de dis tintas formas. Para empezar, el autorregistro tiene efectos reactivos. Es decir, cl acto de autorregistrarse tiene un efecto sobre la conducta que se esti re. sistrando. Normalmente, las conductas deseadas aumentan y las conductas no deseadas disminuyen, cuando son registradas. El iniciar conversaciones podria ser uno de los objetivos del entrenamiento en habilidades sociales y el autorregistro de esos acontecimientos probablemente ayudaria a aumentar el némero de ocurrencias. El autorregistro del ntimero de cigarrillos que se han fumado ayuda a la gente a reducir el ntimero de cigarrillos que consume, A veces, las tareas de autorregistro, planteadas como evaluaciones, se con. vierten en intervenciones eficaces. En dos casos que se encontraban bajo mi supervision, estudiantes que actuaban como terapeutas estaban tratando a individuos que se arrancaban el pelo compulsivamente (tricotilomania). Los terapeutas pedian a los pacientes que se autorregistrasen, lo que tomaba la forma de un registro diario de cada pelo arrancado en un sobre y la intro- duceién de los cabellos en el sobre. En ambos casos, la conducta disminuy6, de modo consistente, a lo largo de dos a tres semanas y, finalmente, se eliminé aplicando ‘nicamente el autorregistro. Se supone que los efectos reactivos del autorregistro tienen lugar porque hacen que las consecueneias y los motivos para el cambio se destaquen ma La condueta deseable se recompensa por la oportunidad de registrarla y pre- sentar mas tarde al terapeuta esta evidencia de éxito o progreso. La conducta no deseada se vuelve mis dificil cuando tiene que registrarse y el registro e un recordatorio de las razon para no llevar a cabo la conducta. La conducta Métodos de antocontrol ee de registrar constituye un acto publico, en el sentido de que tendra que ser contada al terapeuta. Los pacientes dicen a menudo que resisten los impulsos para llevar a cabo la conducta no deseable porque piensan que, si lo hacen, tendran que registrar el acontecimiento y presentar el registro al terapeuta. EI autorregistro puede usarse como una intervencion para modificar la forma en que se dirige la atencion en Ja vida de una persona. Por ejemplo, la ansiedad se acompafia a menudo por una atencién dirigida hacia estados internos y respuestas fisiolégicas (Barlow, 1988). Esta focalizacin interna hace que el paciente se dé mas cuenta de los minimos sintomas de ansiedad y aumente, de esta manera, su existencia y su importancia. Un tipo de inter- vencién consiste en hacer que el paciente registre los acontecimientos exter- nos de la situacién, en un esfuerzo por redirigir su atencién. En la depresion, los pacientes registran, normalmente, los acontecimientos negativos, exclu- yendo, relativamente, los sucesos positives (Rehm, 1977). EI redirigir la aten- cin hacia los acontecimientos positivos, por medio de tareas de autorregis- tro, seré descrito con mas detalle posteriormente, cuando se exponga un programa de autocontrol para la depresion. EI trabajo de Mischel (1968) sobre la demora de la gratificacién sugiere que puede lograrse la demora redirigiendo la atencion hacia aspectos distintos de las propiedades reforzantes de la recompensa. Por ejemplo, los nihos pue- den aumentar su capacidad para demorar la gratificacion ensenandoles a di- rigir su atenci6n hacia las propiedades no consumibles del caramel deseado © ensefandoles a distraerse redirigiendo su atencién hacia algo muy distinto del objeto. Otra variacion sobre este tema es el disminuir la conducta por medio de la imposicién de la demora. Por ejemplo, en un programa de terapia, para un paciente que realizaba exploraciones ritualistas de comprobaci6n, la tarea de autorregistro que le asigné consistié en anotar la hora en que tenia el impulso de realizar la comprobacion y demorar la respuesta cinco minutos, antes de Ievarla a cabo. El paciente pensaba que una demora de cinco mi- nutos no aumentaria su ansiedad y, a menudo, cuando transcurrian los cinco minutos, o bien ya no sentia el impulso de realizar la comprobacin o bien se habia distraido con alguna otra cosa y se olvidaba de realizar la conducta compulsiva. Los procedimientos especificos de autorregistro pueden tomar muchas formas. Para que sea util y eficaz, el autorregistro deberia hacerse tan pré- ximo (en el tiempo) del acontecimiento como sea posible. Asi, se necesita que los instrumentos de autorregistro sean portatiles y pasen desapercibidos. La tarea de autorregistro no deberia ser demasiado compleja 0 pesada, con el fin de maximizar la probabilidad de una buena adherencia. Se han disehado varios formularios, hojas de registro, o cuadernillos con este propésito y el genio del terapeuta para desarrollar tareas de autorregistro anadira siempre 666 Lynn P. Rebm nuevas formas. Las hojas de autorregistro, de pequeiio tamafo, que pueden colocarse en la envoltura de celofin de un paquete de cigarrllos, constituyen un ejemplo de un sistema portitil y continuo de autorregistro, que se ha utilizado en una serie de programas para dejar de fumar. El registro de acontecimientos discretos, como el ntimero de cigarrillos fumados, puede ser continuo. Si el objetivo del registro es, tinicamente, el niimero total de acontecimientos por dia o por semana, se pueden adaptar, facilmente, instrumentos para llevar en cl bolsillo o en la museca, como los gue se venden para llevar la cuenta de los golpes en el juego del golf, Fl afecto puede registrarse a través del muestreo del tiempo a intervalos varia- bles. La ansiedad podria evaluarse muchas veces durante el dia. La depresion se registra, a menudo, por medio de una tinica evaluacin, que sirve para todo el dia IV. «AUTOEVALUACION: METODOS Y VARIACIONES La autoevaluacién es un tema que padece toda una serie de problemas en psicopatologia y que constituye la base para una serie de técnicas de auto, control en psicoterapia. Los problemas formulados en términos de autoevs. luacién incluyen una confianza excesiva en las evaluaciones externas, con la consiguiente exclusién de la autoevaluacion, el plantear patrones que son inalcanzables 0, en otras palabras, garantizar la evaluacion negativa, y el va lorar las situaciones de tal manera que dificulte el desarrollo de esirategias de afrontamiento eficaces. Tal y como se emplea el término aqui, la autoe valuacién se utilizara también como un encabezamiento para hablar sobre temas que se refieren a las evaluaciones de la eficacia de un individuo. al evar a cabo una conducta deverminada, y a las evaluaciones de las causas de la conducta, wa. El establecimiento de metas La autoevaluacién negativa constituye, a menudo, un componente de los problemas de ansiedad y depresién. Como sucede en el modelo de Kanter, se puede pensar en Ia autoevaluacién como la comparacién de la propia conducta con respecto a un patron impuesto por uno mismo. Se puede con- siderar entonces a los problemas de autoevaluacién en téminos de estable- cimiento de patrones. Este conjunto de patrones u objetivos puede ser irreal- mente elevado y/o, después de que ha tenido lugar el hecho, se pueden reinterpretar los patrones, de modo que la actuacién se encuentre siempre por debajo de esos patrones Métodos de autocontrol 667 En un reciente caso de terapia, un hombre de treinta y pocos afios se quejaba de ansiedad social en situaciones que implicaban el conocer a mujeres de su edad. El examen de sus pensamientos y de su conducta, en esas situa- ciones, revelé que se habia planteado a si mismo la meta perfeccionista de impresionar, a cada mujer que conocia, con su inteligencia, ingenio y encanto superiores. Con base en este objetivo, interpretaba cada resultado posible como un fracaso. Si no iniciaba una conversacién, debido al miedo al fracaso, servia para validar su fracaso. $i llevaba a cabo una breve conversacién, se corisideraba a si mismo un fracaso por su incapacidad para hacer que la conversacién durase mas tiempo. Si la mujer parecia responder positivamente a sus esfuerzos, también pensaba que era un fracaso, ya que sdlo habia in tentado impresionarla presentando una falsa apariencia y, seguramente, no la gustaria si supiese cémo era realmente, es decir, socialmente ansioso ¢ in- competente interpersonalmente. El resultado era una grave ansiedad social y una evitacion de las mujeres, en la mayoria de las situaciones. La intervencién en este caso consistié en ayudar al paciente a que viese |a situacién como un problema que tenia que resolver por medio del examen de sus procesos de evaluacién. Las metas que se habia planteado mostraban abundantes rasgos de una autoevaluacién disfuncional. Eran irrealmente ele- vadas, estaban vagamente definidas, colocaban el éxito fuera de su control y se definian en términos negativos. Sus metas eran irrealmente altas en el sentido de que pensaba que tenia que causar una gran impresién en cada mujer que conociese. Esto era claramente imposible ¢ innecesario, También era poco realista el esperar que cada interaccién llegara a ser una relacion duradera. Se necesitaba redefinir el problema en términos de una serie de pequeitos objetivos mas realistas y alcanzables. La meta era vaga debido a que se definia en términos de impresionar a la otra persona, La evidencia para alcanzar este objetivo era muy subjetiva y_no se podian especificar cri terios claros para el éxito. Parte de la vaguedad consistia en que el objetivo se planteaba en términos de la respuesta de la otra persona. Algo que es sélo parcialmente observable y que no se encuentra bajo control del paciente. Un objetivo apropiado deberia ser realista, definirse en términos observables y hallarse dentro del control del sujeto. En este caso, un objetivo inicial podria ser simplemente iniciar conversaciones con mujeres. Plantear el objetivo de esta manera es hacer su realizacion posible, sin ambigiiedad y que se encuen- tre totalmente bajo el control del paciente. El éxito puede plantearse como la realizacién de un paso, dentro de un proceso de cambio, sin importar el resultado de la interaccién. Se disminuye atin mas la ansiedad ante el fracaso, cuando se eliminan todos los objetivos que se encuentran mis alla del iniciar una conversacién y se aconseja al sujeto que no Ileve a cabo ninguna con- ducta que vaya mas alla de una breve conversacién. Los objetivos iniciales del paciente estaban también parcialmente defini- 668 Lynn P. Rebm dos en términos negativos, es decir, la ocultacién de su nerviosismo ¢ incom. petencia o el no cometer una equivocacién social. Fl éxito se convierte ea imposible, debido a que un caso no es una evidencia convincente de que no sucedera la proxima vez. Los objetivos deberian definirse en términos post, tivos, como conducta que se tiene que aumentar. Se deberia contar como éxito el que la conducta de interés se lleve a cabo, sea o no realizada fic, mente 0 sin ansiedad, Los objetivos amplios, a largo plazo, pueden descomponerse en objetivos mas pequefos, ya sea en una secuencia graduada o por medio del establec. iento de subobjetivos equivalentes. La idea de la secuencia graduada con. sjste en reducir Ia ansiedad sobre la consecucién de objetivos mis amplios y desarrollar la préctica y la confianza, llevando a cabo objetivos inferiore:, Algunos objetivos pueden descomponerse, simplemente, en una serie de con ductas componentes, cada una de las cuales podria ser un ejemplo del pro- greso hacia el objetivo general. Por ejemplo, el objetivo de iniciar converse. ciones con mujeres podria incluir el presentarse a si mismo a una mujer en una‘fiesta, el hacer comentarios sobre el tiempo mientras se espera el autobiis, cl tener una pequefia charla con una compaiera de trabajo en la oficina, ete, Aunque estos objetivos pueden variar en dificultad, todos pueden caer denteg de la misma categoria de conseguir el objetivo inicial. Parte de la intervencion consiste en ayudar al paciente a reconocer y dar fe de sus éxitos o de es Progreso en cada conducta componente, en vez de contemplar cada realiza. cién como un ejemplo de lo lejos que se encuentra de su meta final. El plantear previamente una meta claramente definida evita el cambio de objetivos, como el decidir més tarde que el nivel de éxito logrado no ors realmente el que deberia haberse alcanzado en esa situacion determinada. El plantear uno mismo el objetivo pone también énfasis en la persona, que toma la responsabilidad de evaluar su propia conducta. Un elemento del problema en este caso, era su confianza en las evaluaciones percibidas de los demas como la base para su autoestima. La practica en autoevaluacion internals Jas bases para una autoestima po va. 1v.2. La autoeficacia El concepto de Bandura sobre la autoeficacia se relaciona con la autoevalua- cidn, en el sentido de que es una expectativa generalizada sobre si la persona puede cumplir con un determinado objetivo de actuacidn. Las expectativas de eficacia determinan si la petsona iniciara esfuerzos dirigidos hacia el afron. tamiento y la solucién de problemas. Las expectativas de eficacia se encuen- tran influidas por cuatro factores: 1) la actuacién real; 2) la experiencia vi- caria; 3) la persuasion verbal; y 4) los estados fisiolégicos. El determinante Métodos de autocontrol ba mas poderoso de las expectativas es la propia historia de éxito 0 fracaso, por parte de la persona, con una tarea especifica o con tareas de una clase deter. minada. Puede considerarse que cualquiera de los muchos enfoques de terapia para la adquisicién de habilidades, mejora la eficacia de Ia persona para un manejo competente de la situaciGn relevante. La experiencia puede conseguir se también a partir de la observacin de los demas en la misma situacion. La representacién de papeles y el modelado por el terapeuta, 0 por otros pa- cientes participantes en los grupos de habilidades sociales, aumentan el rango dle respuestas del individuo y el conocimiento de formas alternativas de lograr los objetivos en situaciones determinadas. La persuasién verbal incluye el dar 4nimo, ias instrucciones, el consejo, las ayudas verbales y todos los métodos de influencia verbal interpersonal Muchas técnicas de la terapia de apoyo tradicional pueden considerarse como persuasion verbal para aumentar la eficacta. Los estados fisiologicos pueden tnfluir sobre la eficacia en cualquier momento. La activacién o la relajacién en un determinado momente influiré sobre la eficacia de la persona con Fespecto a su capacidad para acercarse a un estimulo temido. El estado fisio- logico puede manipularse, por ejemplo, con el entrenamiento en relajacin, Para mejorar terapéuticamente la eficacia sobre las capacidades para lograr un objetivo. 1v.3. Las atribuciones La forma en que la gente maneja sus respuestas a los acontecimientos esti determinada, en parte, por las causas a las que atribuye estos sucesos. Las atribuciones se producen a lo largo de dimensiones basicas, como causas internas versus causas externas (es decir, debido a mi versus debido a causas externas a mi) y causas estables versus inestables (una influencia continua sobre esos acontecimientos, con implicaciones para ocasiones futuras, versus una causa limitada a un nico acontecimiento). Para los propésitos de su anilisis de la depresién, Abramson, Seligman y Teasdale (1978) plantearon una tercera dimensién, causas globales versus causas especificas (una causa que afecta generalmente a un amplio rango de acontecimientos versus una causa que esti limitada slo a un area determinada). Segiin esta version atri- bucional de la teoria de la indefension aprendida sobre la depresion, se da una forma de vulnerabilidad cognitiva ante la depresién cuando una persona Hene un estilo atribucional depresivo. Este estilo consiste en una tendencia a hacer atribuciones internas, estables y globales para los acontecimientos negativos y atribuciones externas, inestables y especificas para los sucesos positivos. Cuando tiene lugar un importante acontecimiento negativo y la persona hace una atribucién depresiva, se desarrolla una expectativa genera- 670 Lynn P. Rebm lizada de indefensién personal y continua, que da como resultado una de- presion. No se ha desarrollado ningtin programa especifico de tratamiento Partiendo de este enfoque teorico, pero Seligman (1981) sugiere que hay cuatro estrategias generales de terapia que son consistentes con la teoria, La primera es el enriquecimiento ambiental, que implicaria el colocar a la Persona en un ambiente en el que pudiese experimentar un mayor control y un menor peligro con respecto a los resultados adversos. La segunda es el entrenamiento en el control personal, que consistitia en mejorar cualquier habilidad relevante que proporcionase a la persona una mayor competencia ¥, de este modo, un mayor control sobre una situacién, La tercera estrategia es el entrenamiento en resignacidn, a través del cual se alienta al paciente pa que abandone un objetivo deseado, pero poco realista, y lo sustituya por otro con mayores posibilidades de ser alcanzado. En el apartado sobre el establecimiento de metas se vieron técnicas de esta clase, La cuarta estrategia es el reentrenamiento en atribucién, por medio del cual se ensefia a la persona a recanocer su habitual estilo disfuncional de atribuciones y sustituirlo por un enfoque mas realista y flexible. Esto ultimo se ejemplifica en el programa de terapia de autocontrol para la depresién, descrito mas adelante. Deberia sefialarse que muchas formas alternativas de atribucién pueden ser funcionales 0 disfuncionales para clases especificas de situaciones, Por ejemplo, Dweck (1975) ha estudiado a niftos que hacen atribuciones internas y estables sobre el fracaso ¢ intenta ensefarles a hacer atribuciones intetnas pero inestables. En otras palabras, a los nifios que creen que fracasan debido a su falta de capacidad, se les ensefia a pensar que el fracaso se debe a ung falta de esfuerzo, que se puede modificar V. AUTORREFUERZO: METODO Y VARIACIONES El autorrefuerzo es el tercer componente del modelo de autocontrol pro- puesto de Kanfer. La autorrecompensa motiva la persistencia y el esfuerzo, en ausencia de reforzamiento 0 en presencia de castigo, externos. El auto. castigo disminuye las desviaciones de.los esfuerzos planificadas y reduce las respuestas que intentan obtener reforzadores externos, como, por ejemplo, cuando se sigue una dieta alimenticia, podrian hacerse seguir pensamientos de autocastigo después de pedir un postre con muchas calorias. Cuando se aplican con habilidad, ambos procedimientos pueden ayudar a aleanzar ob- jetivos a largo plazo. Por otra parte, para un individuo con habilidades de autocontrol deficientes, la autorrecompensa puede verse como el mecanismo de la conducta desafiante, de oposicién y el autocastigo puede contemplarse como el mecanismo de la baja autoestima, la inhibicion y la evitacion Métodos de autocontrol gm El autorreforzamiento se refiere a las‘consecuencias del proceso de autoe- valuaci6n, tal como se encuentra determinado por contingencias autoimpues- tas. El autorrefuerzo puede ser manifiesto o encubierto. Una persona podria recompensarse a si mismo con una recompensa manifiesta, tangible, como un sorbete de helado o ver una pelicula, por terminar una tarea dificil o bien podria recompensarse a si misma encubiertamente, con el pensamiento de los efectos positivos, a largo plazo, de su conducta o de sus realizaciones, como, por ejemplo, los pensamientos positivos sobre una mejor salud después de hacer ejercicio o los pensamientos satisfactorios al examinar un proyecto acabado. El autocastigo puede ser, igualmente, manifiesto (cortar el césped ta mismo, en vez de pagarle al chico del vecino para que lo haga, después de no haber cumplido un objetivo durante el fin de semana) 0 encubierto (pensamientos de culpabilidad después de un postre con muchas calorias). Tanto el reforzamiento manifiesto como el encubierto pueden emplearse terapéuticamente como técnicas de autocontrol. Cuando la terapia de auto- control implica tareas para casa, las técnicas de autorrefuerzo pueden em- plearse para mejorar la adherencia, aumentar la generalizacién e incrementar Ja capacidad para mantener el cambio de conducta después de la terapia. La autorrecompensa puede servir como motivo para hacer la tarea, puede hacer més prominentes las recompensas a largo plazo, tanto en las situaciones dia- rias como en la sesién de terapia y puede alentar la adquisicién de un habito de autorrecompensa, que se podria aplicar mas tarde a nuevas conductas problema Es importante ensefar los conceptos de consecuencias inmediatas versus consecuencias demoradas de la conducta y de contingencias autoadministra- das. El examinar las consecuencias a corto plazo versus las consecuencias a largo plazo, es una técnica especialmente dtil para tratar con el autocontrol desadaptativo. Por ejemplo, la impulsividad puede considerarse como con- ducta motivada por las recompensas externas inmediatas, a pesar del castigo o de la pérdida de reforzamiento a largo plazo. Una serie de estos principios estén incorporados en el programa de terapia de autocontrol para la depre- sién, que se describe seguidamente VI. UN PROGRAMA DE AUTOCONTROL PARA LA DEPRESION El programa de autocontrol para la depresién ha sido el niicleo de mi inves- tigacién y la de mis estudiantes durante los dltimos 17 anos. El modelo de autocontrol para la depresién (Rehm, 1977) fue el producto de los intentos para proporcionar un amplio marco conceptual en la consideracién de la depresién como un trastorno complejo, con una serie de importantes dimen- 672 Lynn P. Rebm siones psicoldgicas. Fue un intento para integrar, bajo un marco conceptual, factores que se habian identificado como componentes significativos de [, depresion, por varias teorias contemporsneas ‘cognitivo-conductuales de le depresién. EI articulo de 1977 adapté el modelo de Kanfer sobre el autocontrol, Proponiendo que la gente que ests deprimida o que es vulnerable a la depre. sin se caracteriza por alguna combinacién de seis déficit especifices eh cl autocontrol de la conducta. Estos componentes'psicoldgicos de la depresion tienen lugar en las conductas de autorregistro, de autocvaluacién y de auto, rreforzamiento, de la siguiente manera: 1. Las personas deprimidas atienden selectivamente a les acontecimientos pegativos de sus vidas, con la exclusién relativa de los sucesos positives, De forma parecida a la idea de Beck sobre la abstraccién selectiva, In idea os que la gente deprimida pone su atencidn en la vigilancia de experrencias © acne tecimjentos negativos. 2. Las personas deprimidas atienden selectivamente a las consecuencias inmediatas, y no a las demoradas, de su conducta. Como un componente de la dificultad general para trabajar en objetivos a largo plazo, Ine personas deprimidas se encuentran mas afectadas por sus necesidades emocionales i mediatas y tienen dificultades para centrarse en la gratificacion demorada cle una conducta que necesita mas esfuerzo. 3. Las personas deprimidas establecen exigentes patrones de evaluacién Para su conducta. La gente deprimida es, a menudo, perfeccionista y ve que Su conducta nunca es tan buena como deberia ser. Estos patrones estan ve- Presentados a veces por objetivos de «todo 0 nada» (es decir, la conducta o ¢s Perfecta 0 es un fracaso) y a menudo son mucho mas elevados para In Persona en cuestién que cuando se aplican a los dema La conducta de autoevaluacion se encuentra moderada por la autoatribu- ion, en el modelo adaptado. Con el fin de evaluar una conducta como buena © mala y sentir orgullo © vergiienza, la persona tiene que construir la con ducta como internamente controlada. 4, Las personas deprimidas tienden a hacer atribuciones internas en el caso de acontecimientos negativos y atribuciones externas en el caso de scene positives. Con la reformulacién atribucional del modelo de indefensidn apren- dida sobre la depresién (Abramson, Seligman y Teasdale, 1978), el modelo ha incorporado la idea de un estilo atribucional depresogénico, que incluye las dimensiones atribucionales de estable-inestable y global-especifico, Como consecuencia de lo anterior. 5. Las personas deprimidas se administran a si mismas recompensas con- Métodos de axtocontrol 673 tingentes insuficientes. Se supone que la autorrecompensa complementa a la recompensa externa, para motivar a la conducta hacia objetivos a largo plazo, conducta que es la mas deficiente en la depresién. Mientras que la teoria de Lewinsohn sobre la depresién se centra en la pérdida o [a falta de refuerzo positivo proveniente del ambiente y contingente a la respuesta, cl modelo presente enfatiza la falta de suplementos autoadministrados al reforzamiento externo. 6. Las personas deprimidas se administran a si mismas un autocastigo excesivo. La conducta de las personas deprimidas esta inhibida y falta la iniciativa debido a las consecuencias contingentes de una autocritica y una culpa excesivas. Empleando este modelo como base, hemos desarrollado un programa de terapia que aborda cada déficit sccuencialmente, que ensefa los principios basicos a las personas deprimidas y que asigna tareas para casa con el fin de producir cambios en su conducta en cada area especifica. El programa esta organizado en un formato grupal, con un orden del dia estructurado para cada sesin. La mayoria de las sesiones comienza con una revision de las tareas para casa asignadas en la ultima sesin y una discusién general sobre las experiencias relevantes y de los problemas de la vida. Se presenta un nuevo principio o idea cada dos semanas y los pacientes participan en alguna clase de ejercicio de papel y lapiz. durante la sesion, con el fin de ayudar a que comprendan el principio. Le sigue la asignacién de las tareas para casa, que implican que el sujeto se centre en un objetivo especifico de autorregis- tro, dentro de un formato de autorregistro continuo. EI programa actual se compone de 12 sesiones de 1 % hora cada una, una vez ala semana. El periodo de 12 semanas permite cierta flexibilidad para aumentar el tiempo que se dedica a algunos temas, si se desea, y/o para que los participantes contintien con el programa durante un par de semanas més después de haber finalizado las 12 sesiones y sin incluir nuevas tareas para casa, El programa ha sido objeto de una serie de estudios realizados por mi y por mis estudiantes y también ha sido estudiado por otros investigadores (ver Rehm, 1984, para una revision mas completa). La descripcion del pro- grama, que viene a continuacién, sigue la version més reciente desarrollada a partir de la experiencia con muchos grupos de terapia que discurren por estos cauces de la investigacién. Es una breve revision del contenido del programa, omitiendo muchas de las cuestiones més sutiles o especificas que estan cubiertas en el manual de terapia (Rehm, 1990). 674 Lynn P. Rehm vit. Sesiones I y II: Autorregistro La primera sesién del programa comienza con una revisién de la naturaleza didactica del programa y de cuestiones generales sobre la terapia de grupo, como la confidencialidad. Se pide a cada participante que cuente algo sobre él mismo y por qué ha buseado ayuda para la depresién. El terapeuta welling este intercambio para empezar a facilitar los procesos de grupo, sefalando las similitudes de los temas y alentando los intercambios entre los partici- Pantes. El terapeuta empieza también a resaltar cuestiones pertinentes ya contar con otras palabras las preocupaciones principales, en términos consis tentes con el programa de terapia El terapeuta proporciona un resumen de los temas que abordaré el pro- Brama completo y luego presenta con detalle dos principios iniciales para que sean considerados por los participantes. Estos principios son: 1) que el estsdo de apimo es una funcién de la conducta; y 2) que cuando la gente se encuen tra deprimida atiende, de manera selectiva, a la conducts negativa, excluyendo en gran medida Ia conducta positiva. Por conducta queremos decir tanto Is conducta motora-manifiesta como la cognicién. Para los propésitos del gru- Po, nos referiremos a la conducta motora-manifiesta como actividad yala cognicién como antoverbalizaciones. Las actividades positivas se refieren « cualquier conducta que se experimente como agradable o que sea satisfactoria debido a que conducira a algo positivo en el futuro. Las autoverbalizaciones son pensamientos sobre uno mismo, con un contenido o una implicacion valorativos. A las actividades agradables normalmente les siguen las sutover. balizaciones positivas. En este punto del programa, tanto las actividades como las autoverbalizaciones se consideran como acontecimientos que tienen Iesar de forma natural. La discusion de la afirmacion de que el estado de animo es una funcion de la conducta, a menudo provoca puntos de vista opuestos en los partic Pantes, que pueden sentir que sus estados de énimo no provienen de ningiin sitio y que, ademés, influyen sobre su conducta, en ver de suceder al com, trario. También sale a la juz, a menudo, la idea de que el estado de animo deprimido es un producto de causas biolégicas subyacentes. Reconocemes que los factores bioldgicos pueden estar también implicados en la determi, nacion del estado de dnimo deprimido y reconocemos que cl estado de animo influye realmente sobre la conducta. El estado de animo se encuentra influido Por una serie de factores, y Ia conducta y el estado de dnimo se pueden influir reciprocamente; pero una manera de obtener control sobre el estado de ani- mo consiste en sacar ventaja del hecho de que la conducta influye sobre el estado de animo. La conducta es controlable y modificable y, por lo tanto, también lo es el estado de dnimo. Pedimos a los participantes que adopten

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