LA IDENTIDAD POÉTICA

La humanidad demanda expresarse y establecer identidades culturales propias. Estar

expuestos al arte nos ayuda con nuestras habilidades descifrar el simbolismo, y adquirir los
conocimientos necesarios para comunicarnos con empatía y correlacionarnos con las demás
personas. A través de la poesía, la escultura, la música y la danza, los seres humanos del
pasado y presente tienen la capacidad de expresar quiénes son y de dónde provienen.

La poesía es anterior a la imprenta, anterior a la palabra escrita. Nació con la palabra

y con la capacidad del hombre de admirar el mundo y de querer transmitirlo a los demás, en
todos los espacios y culturas; en América hay poesía quechua, maya, azteca, mapuche y
otras; la occidental tiene como antecedente a la lírica greco-romana.

Esta semana en el seminario de formación integral, tuvimos la oportunidad de

compartir diversos versos de famosos poetas. Inmediatamente comprendí que los poemas
no deben rimar siempre y no todos tratan sobre el amor, como “Mi Colina”, de Ramón
Palomares. Existe una diferenciación de gran importancia para llevar a cabo la lectura de un
poema, el tono, por ejemplo: “Mi Padre el Inmigrante” de Vicente Gerbasi, tiene un tono de
tristeza, haciendo alusión al fallecimiento de su padre, mientras que “Sembrando un Árbol
o Perder el Mundo” de Armando Amanaú, usa un tono de protesta, hablando de la
indiferencia del ser humano con respecto a la deforestación.

Se usan palabras para dibujar una imagen en la mente del lector y transportarlo a
otro tiempo y lugar. El poema "Mi País Nace Todos los Días con el Alba" de Javier
Alexander Roa, nos permite valorar el país que tenemos, dejando a un lado los problemas
que a diario acontecen, con expresión sincera de sentimientos y propósitos en los que todos
participamos y que, en definitiva, es lo que identifica y fortalece a una nación: su
encarnadura humana, su actitud ante los otros, su presencia en la vida.

En pocas palabras los poetas tienen el don de decir mucho sin necesidad de utilizar
una gran cantidad de palabras, logrando expresar emociones, y hacernos interactuar y
sentirnos parte de ese pensamiento.

Lisardo Salgado Castro