Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Amenazas a la
Asociación Campesina
del Catatumbo
La región del Catatumbo empezó a colonizarse en 1904, tras la guerra de los 1000 días.
Existen varios factores que llevan a su colonización: la huida de la violencia por parte de
pequeños campesinos, el impulso del latifundio, la exploración y búsqueda de recursos entre
otros.
La región originalmente era habitada por la comunidad indígena Barí. Los indígenas
ofrecieron fuerte resistencia a la colonización y los campesinos fueron convertidos en
mercenarios: recibían una recompensa de 1000 pesos por cada cabeza de indígena. Los
habitantes de la región calculan que en esta cazería murieron 12.000 indígenas.
Desde los primeros años del siglo XX, la región fue objetivo de las compañías
multinacionales de combustibles fósiles. La Gulf Oil Corporation empezó la construcción de
un oleoducto con el que llegó la realización de una carretera y varios poblados. Fue a raíz de
la extracción de hidrocarburos que se aceleró la colonización del territorio.
Las décadas de los 70-80 se caracterizan por la producción masiva de alimentos de todo tipo y
de relativa prosperidad para la región.
A finales de los 80 hay una fuerte introducción del cultivo de coca, a causa del aumento de la
demanda en Europa y Estados Unidos. La producción de alimentos no es rentable debido a los
altos costes del trasporte y al mal estado de la infraestructura viaria. Además en los '90 se
produjo una epidemia de “broca” en el café. Esta enfermedad era tratable pero costosa. Los
pequeños agricultores no recibieron ayudas por parte del Estado. Todas estas circunstancias
llevaron a la ruina durante la década de los '90 al campesinado, que se ve obligado a cultivar
en un principio marihuana y coca, y más adelante se impulsa el monocultivo de palma de
aceite, conocida también como palma africana. Los estudios de los varios continentes
muestran que la palma africana causa daños enormes al medio ambiente, tanto por la
utilización de abonos, como por la deforestación, así como los efectos habituales producidos
por el monocultivo intensivo. Consecuentemente los efectos sociales son muy negativos.
Por el momento, el uso alimentario de aceites vegetales queda predominante, aún para la
palma africana, pero se prevé que su papel en la producción de energías renovables aumentará
rápidamente.
TIERRAS
1
T, Vasquez, “Volver los ojos al campo: política regiona, conflicto y tierra” en Ciendìas
especiál N. 71 “El largo camino de la restitución de tierras”. Febrero 2011
EL CONFLICTO
La historia reciente de Norte de Santander está marcada por la violencia y por la presencia
histórica de los grupos insurgentes. En Norte de Santander, la dinámica del conflicto tuvo un
cambio con la desmovilización del Bloque Catatumbo de las AUC, en diciembre de 2004, a
quienes se les sindica de haber cometido 5200 crímenes entre 1999 y 2004 en el área
metropolitana de Cúcuta y 11200 en otras zonas del departamento, así como del
desplazamiento forzado de cerca de 100.000 personas.2 Desde el 2005 la presencia la Fuerza
Pública en la región aumenta abundantemente.
Las guerrillas FARC-EP y ELN tienen un presencia marcada en la región desde los años 80
hasta el momento. También hay una presencia menor del EPL. Los grupos insurgentes han
cometido infracciones al DIH, utilizando medios y métodos prohibidos que han afectado la
población civil.
- La falta de inversiones por parte del Estado, lo que lleva a la situación de pobreza y
abandono de la población.
- La tierra. Tanto su acumulación por parte de los terratenientes, como por el interés de las
multinacionales mineras y de monocultivos.
2
La tasa de homicidios por cada cien mil habitantes en el año de 1998 en la región del Catatumbo
(68,39) era superior a la tasa nacional (56,57) alcanzando una elevada magnitud a partir de 1999 (año
de llegada de los paramilitares a la zona), una gran cantidad de estos crímenes tuvieron relación con el
conflicto armado y las victimas fueron en su mayoría personas protegidas por el DIH, asesinadas por
las AUC con responsabilidad directa o indirecta del Estado. Los homicidios en el Catatumbo fueron
aumentando a partir de 1999, y se incrementan en aquellos municipios de la cordillera a medida que
los paramilitares empiezan a incursionar desde Tibú hacia éstos (especialmente en el año 2002), un
caso significativo fue el del municipio de El Tarra donde la tasa de homicidios se incremento desde el
2000 y especialmente en el 2001 (466,62) como parte de la confrontación armada entre paramilitares y
fuerza pública contra las guerrillas.
3
Informe final de la II Comisión de verificación y seguimiento a la situación de derechos humanos en
Desde 1999 hasta el 2004 se producen varias masacres. Campesinos que impulsaron el plan
de desarrollo, concejales y alcaldes de la Unión Patriótica, pero sobre todo campesinos que
lideraban distintas asociaciones populares como “A luchar” han sido las víctimas
preferenciales del conflicto armado que está todavía vigente en Colombia.
forzados y presiones a los pobladores, de manera especial en el sector urbano del municipio
de Tibú, en el corregimiento de Campo Dos, en vía a La Gabarra, en vía la Cúcuta a Tibú. De
igual manera, utilizan al municipio de El Tarra como corredor para acceder a los municipios
de la Provincia de Ocaña.
En enero han llegado amenazas a líderes sociales y panfletos amenazantes firmados por el
“Comando escorpión” aparecieron en el municipio La Gabarra. Extorsión y presencia de
retenes armados son las actividades denunciadas por las organizaciones de derechos
humanos en las últimas semanas.
La falta de derechos básicos, y la pobreza que lleva asociada, lo único que hace es alimentar
aún más el conflicto interno de Colombia.
Ante las prácticas de violación de derechos humanos por parte de la fuerza pública y las
infracciones al DIH por parte de los grupos ilegales que operan en la región, se ha tratado de
mantener la labor de observación y denuncia. En el '05 nace la Asociación de campesinos del
Catatumbo en torno al derecho a la tierra y la lucha por la permanencia en el territorio. Desde
sus inicios ha trabajado en la organización de base del campesinado, realizando un importante
trabajo colectivo de talleres y encuentros de sensibilización, en temas como derechos
humanos, derecho internacional humanitario, pertenencia con el territorio, medio ambiente y
formación de líderes y lideresas entre otros.
El blanco principal de las amenazas y judicializaciones hacia la asociación han sido los
miembros de la familia Quintero Sierra. 3 de los hijos, Juan Carlos, Olga Lucía y
Guillermo forman parte de la junta directiva de la asociación.
Todas las amenazas han sido denunciadas ante los órganos correspondientes: Defensoría del
pueblo, a la Procuraduría regional del Norte de Santander, a la Fiscalía general de la nación
(Unidad de Derechos Humanos). Así mismo, la defensoría del Pueblo ha solicitado al
Comandante de Policía del Departamento de Santander adoptar las medidas de protección
pertinentes a la familia.
Las amenazas han sido orales y escritas. En 3 ocasiones individuos armados han entrado en la
finca de los Quintero, buscando a José Alberto Quintero, padre de la familia y
amenazándoles con matarlos. En la primera ocasión iban con uniforme militar pero sin
identificación, en las otras dos iban armados pero de civil, identificándose como paramilitares
de Ocaña.
En otras ocasiones, 4, las amenazas han sido en forma de notas. Bien dejadas en la finca de la
familia o en casa de algún familiar. Estas notas aparentan proceder de diferentes personas
(grupos). Hay dos notas con una caligrafía muy parecida pero con contenido totalmente
opuesto. En una escribe un supuesto conocido “aconsejando” salir a toda la familia del país
porque los quieren matar por guerrilleros, mientras que la otra es una amenaza directa. En la
primera nota de amenaza que recibieron, también un amigo aconseja a la familia huir del país.
En esta, sin embargo, la caligrafía y la ortografía es excelente, propia de un adulto con
cultura. Por último recibieron una imagen de un ataúd y una cruz.
JUDICIALIZACIONES
Durante los años 2009 – 2010 la estrategia del Estado para reprimir y desmovilizar a los
movimientos sociales han sido las judicializaciones.
A los 3 días se organizó una comisión de verificación y en abril una campaña llamada
“Libertad para el Catabumbo”. En apenas 15 días se levantaron las medidas de aseguramiento
todos los detenidos fueron puestos en libertad sin cargos. Sin embargo los procesos siguen
vigentes.
ASESINATOS
En julio del 2010, Jefferson Guerrero, líder juvenil de ASCAMCAT, fue asesinado en Ocaña
a la vuelta de la marcha patriótica celebrada en Bogotá. El sicario se confesó miembro de un
grupo paramilitar y que había elegido al muchacho por ser una persona muy querida entre los
líderes de la asociación.