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Universidad de Boyacá
Facultad de Ciencias e Ingeniería
Programa de Ingeniería Sanitaria
Tunja
2021
Descripción de la Cuantificación del Covid 19 en Aguas Residuales como una
Herramienta de Control Epidemiológica para el Seguimiento y Monitoreo del Virus:
Una Revisión
Asesora:
Yadi Johaira Ramos Parra
Ingeniera Sanitaria
Magister en Salud Publica
Universidad de Boyacá
Facultad de Ciencias e Ingeniería
Programa de Ingeniería Sanitaria
Tunja
2021
Tabla de Contenido
pág.
TÍTULO 5
1. 1. PÁGINAS PRELIMINARES. 6
2. 2. INTRODUCCIÓN. 6
3. 3. METODOLOGÍA. 6
8. 8. CONCLUSIONES. 6
9. 9. RECOMENDACIONES. 6
El Covid-19 es una enfermedad ocasionada por una nueva cepa de coronavirus, “CO” hace
referencia a “corona”, “VI” a “virus” y “D” a disease (“enfermedad” en inglés) (Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia, 2020). El brote de enfermedad por coronavirus (Covid-19)
ha sido declarado emergencia de salud pública de importancia internacional debido a que el
virus se ha propagado a numerosos países y territorios. El 11 de febrero de 2020, el Grupo de
Estudio de Coronavirus (CSG) del Comité Internacional de Ttaxonomía de los Vvirus (ICTV)
propuso llamar al virus como SARS-CoV-2 y la Organización Mundial de la Salud (OMS)
nombró la enfermedad oficialmente como enfermedad de coronavirus 2019 (Covid-19) (Guo
et al., 2020); a partir de marzo la OMSquien , declaró la enfermedad como pandemia el 11 de
marzo de 2020.
El Covid-19 es una enfermedad ocasionada por una nueva cepa de coronavirus, “CO” hace
referencia a “corona”, “VI” a “virus” y “D” a disease (“enfermedad” en inglés) (Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia, 2020). Los síntomas de la infección por Covid-19 aparecen
después de un período de incubación de aproximadamente 5,2 días (intervalo de confianza
[IC] del 95%, 4,1 a 7), la muerte de una persona infectada puede ocurrir en un lapso de 6 a 41
días con un promedio de 14 días (Li et al., 2020). El virus SARS-CoV-2, permanece hasta 18
días en el tracto respiratorio, 16 días en suero y hasta 22 días en las heces (Godin et al., 2021).
La enfermedad provocada por este virus afecta principalmente al sistema respiratorio, pero,
también puede ocasionar daños al tracto digestivo y otros órganos ; el virus se propaga de
persona a persona, se produce debido al contacto cercano con una persona infectada, expuesta
a la tos, estornudos, gotitas respiratorias o aerosoles, estos aerosoles logran penetrar los
pulmones al inhalarse por la nariz o la boca (Phan et al., 2020), de acuerdo con (Kopperi et al.,
(2021) varios investigadores afirman la replicación del SARS-CoV-2 en el tracto
gastrointestinal y la propagación prolongada de material viral a través de las heces durante y
después de las fases infecciosas del virus por lo que su eliminación fecal también se
infiereindican una posible propagación a través del agua residual (Phan et al., 2020)..
Con base en lo anterior la aparición de estos virus en el ambiente acuático nos lleva a
prestar especial atención al tratamiento que reciben las aguas residuales, a lo largo del tiempo,
a través del monitoreo y la vigilancia de las aguas residuales se han estudiado enfermedades
virales mediante la detección de material genético en aguas residuales, como lo son el virus de
hepatitis E zoonótica reemergente (Cuevas-Ferrando, Randazzo, Pérez-Cataluña, & Sánchez,
2020), el virus de la diarrea epidémica porcina (PEDV) y poliovirus, entre otros, hecho por el
cual el análisis microbiológico de aguas residuales para detectar patógenos tiene una larga
historia en materia de salud pública.
En este contexto, es posible que el virus se libere en las aguas residuales y desde allí
contamine otros cuerpos de agua (superficiales, marinos, subterráneos), en algunos
situacionesescenarios, las aguas residuales pueden propagar el SARS-CoV-2 a través de
gotitas de aire y fómites (Gormley et al., 2020), generando así aerosoles (Carducci et al.,
2020), la idea de que este virus pueda sobrevivir en superficies durante horas o días sugiere la
posibilidad de que el SARS-CoV-2 también pueda ser un patógeno capaz de ser transmisible a
través de aguas residuales no tratadas siendo una potencial vía de transmisión fecal-oral, s; se
ha comprobado la presencia de ácido ribonucleico (ARN) viral en las heces (excremento) de
algunas personas infectadas asintomáticos o sintomáticos; y su carga viral es notoria en aguas
residuales (Randazzo et al., 2020).
Actualmente, realizar el monitoreo y vigilancia de las aguas residuales es un método
estratégico exitoso para rastrear marcadores biológicos y químicos de la actividad humana
(Panchal et al., 2021). Es asi que, , lLla cuantificación, estudio y monitoreo del SARS-CoV-2
en las aguas residuales permite seguir evaluar la prevalencia de infecciones entre la población
a través de la epidemiología basada en aguas residuales (wastewater based epidemiology:
WBE)., es; eEstá metodología resulta ser eficiente y potencial para la alerta temprana en la
transmisión de brotes de enfermedades infecciosas, su finalidad es rastrear el origen del virus,
vigilar si su concentración aumenta o disminuye, identificar la ubicación de los posibles
portadores, proporcionar una alerta temprana y eficaz (Mao et al., 2020) y permitir una toma
de decisiones de las autoridades sanitarias en materia de prevención y mitigación de riesgos en
la salud pública de una población objeto, por lo que En consecuencia, el monitoreo de las
aguas residuales no tratadas en el alcantarillado y en las PTARsplantas de tratamiento de
aguas residuales municipales pueden proporcionar una alerta temprana de los brotes de SARS-
CoV-2 (Thompson et al., 2020).
Es asi que el objetivo de la presente revisión es describir la relevancia de la cuantificación
y los métodos de tratamiento que pueden ser aplicados en las aguas residuales para el control
de SARS CoV-2 y su utilidad como herramientas de control epidemiológico de la enfermedad
Covid-19, resolviendo las siguientes preguntas: ¿Qué información existe referente al
monitoreo del SARS-CoV-2 en aguas residuales?, ¿Qué consideraciones técnicas deben tener
las plantas de tratamiento de agua residual (PTAR) para la eliminación del SARS-CoV-2?, y,
finalmente ¿El conocimiento del estado de las aguas residuales permite hacer parte de
generarlas estrategias de salud pública para el monitoreo y control del SARS- CoV-2?.
Metodología
Mediante el uso del motor de búsqueda de Google académico, se consultó bases de datos
tales como Elseiver, Scielo, Science Direct y Redalyc. Se incluyó literatura previa sobre el
SARS-CoV-2, así como los hallazgos actuales relacionados con el tratamiento, vigilancia y
monitoreo en las aguas residuales publicados desde el año 2019 en adelante.
El agua residual contiene una gran diversidad de virus, parte de la misma, desconocida para
nosotros (Aw & Gin, 2010) por lo que la aparición de estos virus en el ambiente acuático nos
lleva a prestar especial atención al tratamiento que reciben las aguas residuales. A lo largo del
tiempo, a través del monitoreo y la vigilancia de las aguas residuales se han estudiado
enfermedades virales mediante la detección de material genético en aguas residuales, como lo
son el virus de hepatitis E zoonótica reemergente (Cuevas-Ferrando, Randazzo, Pérez-
Cataluña, & Sánchez, 2020), el virus de la diarrea epidémica porcina (PEDV) y poliovirus,
entre otros, hecho por el cual el análisis microbiológico de aguas residuales para detectar
patógenos tiene una larga historia en materia de salud pública. Con base en lo anterior, los
virus excretados en las heces, la orina y el vómito entran en los sistemas de alcantarillado
(escorrentía de agua de lluvia, aguas residuales domésticas y aguas residuales industriales),
por lo que la descarga a estos sistemas implica una transmisión aérea (aerosoles), en el caso de
existencia de estaciones de bombeo, o una contaminación de los sistemas subterráneos de
distribución de agua potable, recursos de superficie hídrica, suelo, etc. debido a fugas en
tuberías subterráneas de aguas residuales. No obstante, la exposición a través de aerosoles o
contacto directo se limita a los trabajadores profesionales, si no se encuentran debidamente
protegidos por elementos de protección personal.
Ahora bien, estos vertimientos llegan a las plantas de tratamiento de aguas residuales
(PTAR) que eventualmente pueden ser vertidos en cuerpos de aguas utilizados para el
consumo, pesca, riego agrícola o recreación humana (Bosch, 1998). Procesos tales
como tratamientos con carbón activado, lodos activados, lagunas de oxidación,
filtración y cloración remueven gran parte de los virus presentes en las aguas
residuales, aunque en muchas ocasiones, una carga viral significativa puede permanecer
en los efluentes logrando contaminar asi arroyos, ríos y otros cuerpos de agua (Cloete
et al., 1998). La remoción física de las partículas por procesos como la coagulación,
floculación, sedimentación y filtración, ayudan a la remoción de los virus en los efluentes
de aguas residuales (Templeton et al., 2005). Asi mismo, la remoción adicional de los
contaminantes biológicos puede ser realizada mediante desinfección con cloro, ácido
paracético, ozono o irradiación con luz ultravioleta (UV) (Mezzanotte et al., 2007), por
lo que la calidad microbiológica del agua generalmente está dada por la determinación
de la concentración de coliformes totales y fecales y por bacteriófagos (Montero, 2015).
Actualmente no existe una metodología estandarizada para la concentración y detección del
SARS-CoV-2, por lo que investigadores adaptaron y utilizaron metodologías existentes
utilizadas en muestras con muy alta variabilidad, en términos de sólidos suspendidos,
contenido de materia orgánica y otros contaminantes (Solanet, 2020). Cabe destacar que la
obtención de una muestra representativa de la población a la cual se quiere analizar es de vital
importancia para conseguir un resultado eficiente, cada muestra de agua representa a una
determinada población, por lo que estimar el número de personas infectadas en un área de
captación de aguas residuales específica es posible si se conoce la concentración de virus en
las aguas residuales por día y la concentración de virus en las heces de una persona infectada
por día (Qu et al., 2020).
De acuerdo con el “Protocolo de Mejores Prácticas” validado por SCORE COST Action
ES 1307, el agua residual destinada al análisis químico debe ser muestreada como una muestra
compuesta de 24 horas (Castiglioni et al., 2014), una vez obtenida la muestra (generalmente
entre 50 y 500 ml) se procede a obtener la concentración viral para poder determinar
posteriormente la presencia de material genético de SARS-CoV-2 (Alygizakis et al., 2021). En
un estudio realizado por Rusiñol et al., (2020) las metodologías más utilizadas para la
concentración de virus a partir de estas muestras son: ultrafiltración centrifuga, ultrafiltración,
precipitación con polietilenglicol, floculación con hidróxido de aluminio, y adsorción sobre
partículas positivamente cargadas y posterior elución, una vez concentrada, se purifican los
ácidos nucleicos presentes, teniendo un foco especial en el ARN que constituye el material
genético del virus, actualmente se utilizan dos métodos principales de extracción de ARN
previo a la RT-PCR para la detección de SARS-CoV-2: la cromatografía de columna y la
aplicación de partículas magnéticas (Cuadra et al., 2021). Una estrategia es la extracción
química utilizando tiocianato de guanidinio-fenol-cloroformo, para lograr la extracción del
ARN en una fase acuosa que posteriormente se concentra por precipitación alcohólica, por
otro lado se pueden utilizar columnas de sílica, o partículas magnéticas, en las cuales el
ARN es absorbido en presencia de un agente caotrópico y posteriormente es eluído con agua o
distintos buffers, también se puede utilizar una combinación de ambos métodos, es
fundamental obtener el ARN con la mayor pureza posible para después detectarlo con la
sensibilidad y especificidad que se requiere, no obstante, en una revisión minuciosa de
estudios realizados hasta la fecha demostraron que una extracción de ARN con éxito podría
realizarse con kits comerciales, por el cual el Centro para el Control y Prevención de
Enfermedades de los Estados Unidos de América (CDC, por sus siglas en inglés), autoriza el
uso de diferentes kits y reporta pruebas que califican el desempeño de estos en la recuperación
ARN del virus a partir de las muestras y su utilidad en los ensayos moleculares subsecuentes,
se encuentran el mini kit QIAamp® Viral RNA (utilizado en mayoría de publicaciones),
QIAamp® DSP Viral RNA Mini Kit, EZ1® DSP Virus Kit and Buffer AVL, Roche MagNA
Pure™ Total Nucleic Acid Kit*, Roche MagNA Pure™ 96 DNA and Viral NA Small Volume
Kit (Cuadra et al., 2021), finalmente una vez obtenido el ARN puro se procede a la detección
específica y cuantificación del material genético del virus, la técnica comúnmente empleada es
la PCR en tiempo real (RT-qPCR), que tiene como blanco de la detección distintas regiones
del genoma viral, para lo que se siguen protocolos internacionalmente avalados (Solanet,
2020).
De acuerdo con el “Protocolo de Mejores Prácticas” validado por SCORE COST Action
ES 1307, el agua residual destinada al análisis químico debe ser muestreada como una muestra
compuesta de 24 horas (Alygizakis et al., 2021), una vez obtenida la muestra se procede a
obtener la concentración viral para poder determinar posteriormente la presencia de material
genético de SARS-CoV-2. En un estudio realizado por Rusiñol et al, las metodologías más
utilizadas para la concentración de virus a partir de estas muestras son: ultrafiltración
centrifuga, ultrafiltración, precipitación con polietilenglicol, floculación con hidróxido de
aluminio, y adsorción sobre partículas positivamente cargadas y posterior elución (Rusiñol
et al., 2020) .
Por otro lado, las aguas residuales municipales contienen más de 100 tipos de virus patógenos
de origen humano y animal (Qiu et al., 2015). Los virus se eliminan de las personas en niveles
que varían de 10 5 a 10 13
partículas de virus por gramo de heces y la mayoría de los virus no
son patógenos ( Bosch et al., 2008 ; Tu et al., 2008 ; Hewitt et al., 2011 ).
Los sistemas convencionales de tratamiento de aguas residuales no son lo suficientemente
eficientes para eliminar todos los microorganismos patógenos ( Simmons y Xagoraraki, 2011 ;
Zhang y Farahbakhsh, 2007 ). Se han detectado varios patógenos como Cryptosporidium
parvum , Giardia lamblia y una variedad de bacterias y virus entéricos en aguas residuales
convencionales con tratamiento secundario y sometidas a tratamiento terciario ( Zanetti et al.,
2006 ).
.
Capítulo III: Acciones preventivas y de mitigación para el control y monitoreo del virus
En las plantas de tratamiento de agua residual se tiene una constante exposición a riesgos
relacionados con agentes biológicos, dado que, el objetivo de estas plantas, es la depuración
de las aguas contaminadas, ya que estas son el medio de proliferación y vector de transmisión
de ymicroorganismos y los operarios se encuentran con una alta exposición a patógenos como
virus, bacterias, hongos y parásitos. El riesgo de contagio por SARS-CoV-2 en las PTARs es
dado por la exposición a aerosoles, sufriendo el contagio por las vías respiratorias. La mayor
incidencia se encuentra en el cribado, los reactores biológicos, la limpieza de decantadores y
digestores, y los desarenadores entre otros, también se debe contar con el r. Riesgo por la
exposición a las salpicaduras en las labores de limpieza, en los tamices rotativos y las tomas
de muestra, dado por el contacto directo con la piel y los ojos. Se debe evitar la entrada del
virus por las vías digestivas, ya que normalmente se tiende a llevarse las manos sucias a la
boca, a los y ojos y también se presenta el hecho de comer, beber o fumar en los puestos de
trabajo. (ASEPEYO, 2009). TESIS
Por lo expuesto anteriormente, cabe mencionar la importancia de evitar el mayor contacto
con agua contaminada, la utilización de todos los elementos de bioseguridad y protección
personal en las instalaciones de trabajo. Un equipo de investigadores en conjunto con
científicos de Pakistán, China y Estados Unidos, propusieron un modelo de rápida detección y
saneamiento del SARS-CoV-2 en aguas servidas, donde plantean que la aplicación de
nanomateriales mitigaríaa la contaminación biológica del agua, ya que esta es una herramienta
de detección temprana del virus presente en el agua, involucrando varios materiales a
nanoescala, algunos de estos materiales son plata (Ag), dióxido de titanio (TiO 2),
tetratiomolibdato de amonio (ATTM) y tetraetoxisilano (TEOS) mezclados con
poliacrilonitrilo (PAN), contando con alta eficiencia como nanometales, nanoadsorbentes,
fotocatalizadores y nanomembranas, en el quedonde se ha demostrado que el uso de
nanofibras, partículas y membranas compuestas erradican de manera eficaz los patógenos
como bacterias, protozoos y virus..
para una vigilancia eficaz, así como la predicción de la transmisión comunitaria y posibles
brotes futuros en las regiones menos desarrolladas. Más recientemente, la tecnología basada
en WBE se ha implementado con éxito para el seguimiento de fuentes cercanas (NST), lo que
permite la detección de casos de infección individualmente existentes o agrupados en la
infraestructura de servicio de drenaje de aguas residuales. Posteriormente, se está utilizando
una combinación de NST y pruebas clínicas específicas para detener los brotes de
enfermedades en varios países, incluidos Francia, Turquía, Estonia, Singapur, EE. UU., Reino
Unido y Finlandia
Por ejemplo, las aguas residuales no tratadas que albergan SARS-CoV-2 podrían tratarse
utilizando filtros / membranas compuestas de bajo costo y ampliamente desplegables que
contienen una gama de posibles nanomateriales.
Dada la presencia conocida de SARS-CoV-2 en las aguas residuales, es esencial investigar
cómo esto afecta la exposición humana en general y considerar e implementar estrategias que
puedan mitigar esta vía de propagación viral.
Las enfermedades infecciosas presentan un gran riesgo, dado que Uuna gran variedad
de virus infecta tanto a hombres como animales y son excretados mediante las heces y la
orina a las aguas residuales. La exposición a estas aguas contaminadas puede causar
distintas enfermedades como meningitis, algunos tipos de parálisis, enfermedades
respiratorias, diarreas y vómitos, miocarditis, anomalías congénitas del corazón,
hepatitis e infecciones oculares. Se pude analizar que los virus son los principales
causantes de brotes relacionados con la contaminación del agua, no obstante, la
optimización de los tratamientos de depuración ha reducido en gran medida la
propagación de patógenos bacterianos.
Conclusiones
La importancia y aplicación de la ingeniería mediante el despliegue de estaciones de
monitorización en colectores, la vigilancia y monitorización de los afluentes en la PTAR,
segmentar varios puntos de monitoreo en las ciudades y así llevar un debido control
epidemiológico del virus a través del tiempo. La contaminación fecal de los sistemas de
agua son una vía importante de exposición, por lo tanto, es esencial resaltar aún más la
necesidad de una vigilancia activa del SARS-CoV-2 fortaleciendo e implementando el
monitoreo constante en las PTARs.
Mientras el SARS-CoV-2 siga siendo viable en condiciones que facilitan la infección por
la transmisión vía fecal-oral, es de vital importancia continuar con las investigaciones
que se han venido desarrollando acerca de esta vía de proliferación, como son las aguas
residuales; se deben primar las regiones que cuenta con un déficit en infraestructura de
saneamiento, ya que estas presentan mayor riesgo de contagio. Las heces en presencia
del virus pueden permanecer infecciosas durante 2 días a 20 ° C, pero durante 14 días a
4 ° C, lo que demuestra al sistema de alcantarillado como posible vía de transmisión,
teniendo en cuenta la importancia de la influencia que tiene la temperatura en la
actividad del virus, por lo tanto, la evaluación de riesgos y de procesos de saneamiento
ayudan a prevenir esta vía de transmisión y sus consecuencias a la salud pública. No
obstante, tras la investigación realizada, se pudo determinar que en las plantas de
tratamiento que cuenta con procesos primarios, secundarios y terciarios de depuración,
no presentan SARS-CoV-2 en su efluente.
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Anexos