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Agua Riego Arboles Ancestros y Poder en
Agua Riego Arboles Ancestros y Poder en
Diagramación e impresión:
Este libro es publicado con el subsidio otorgado por el Ministerio de Educación, según
ley de presupuesto No 30281 Anexo A. Subvenciones para Personas Jurídicas.
Índice
Presentación.......................................................................................... 11
Prefacio................................................................................................. 14
Introducción......................................................................................... 27
Capítulo 1
El riego andino en una perspectiva histórica.......................................... 41
Capítulo 2
El regadío, los lagos y los mitos de origen.............................................. 53
2.1 Introducción................................................................................... 53
2.2 Los mitos de las rutas subterráneas.................................................. 56
2.3 Expansión política del imperio incaico............................................ 74
2.4 La realidad hidrológica.................................................................... 79
2.5 Conclusiones................................................................................... 82
Capítulo 3
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico................................. 85
3.1 Una nueva interpretación................................................................ 85
3.2 Principios organizativos................................................................... 89
3.3 Implicancias.................................................................................. 101
Índice
5
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Capítulo 4
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas.................... 117
4.1 Introducción................................................................................. 117
4.2 División dual del Cuzco................................................................ 122
4.3 División radial: Los ceques............................................................. 126
4.4 Distribución de los derechos a las acequias.................................... 131
4.5 El ayllu y los derechos a los distritos de acequias............................ 132
4.5.1 Distribución de las acequias a las “panacas”.......................... 133
4.5.2 Los ceques y la organización del trabajo................................. 137
4.5.3 Los distritos de las acequias mayores..................................... 139
4.5.4 Los ayllus en el Cuzco........................................................... 143
4.6 Administración del riego en el Cuzco............................................ 145
4.7 Planificación metropolitana del Cuzco.......................................... 150
4.8 A modo de conclusión................................................................... 157
Capítulo 5
El agua: Ideología y poder de los Incas................................................. 159
5.1 Introducción................................................................................. 159
5.2 Fuentes y metodología................................................................... 159
5.3 El agua en la cosmología................................................................ 162
5.4 Los orígenes de los pueblos............................................................ 164
5.5 La circulación del agua y el territorio político................................ 166
5.6 El poder del Estado incaico........................................................... 168
5.7 Los símbolos del poder imperial.................................................... 169
5.8 Cuzco: el centro del Mundo.......................................................... 173
5.9 Conclusiones................................................................................. 174
Capítulo 6
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes............................ 177
6.1 Cultivo andino de árboles.............................................................. 177
6.2 Ecología vertical de los árboles....................................................... 181
6.3 Mallki, los ancestros...................................................................... 184
6.4 Simbolismo de la raíz del árbol...................................................... 187
6.5 Simbolismo de los frutos de los árboles.......................................... 192
6
Índice
Capítulo 7
El regadío en el Área Andina Central: Ensayo de distribución
geográfica (1969)................................................................................. 217
7.1 Introducción................................................................................. 217
7.1.1 Fuentes consultadas.............................................................. 218
7.2 La Costa: Condiciones geográficas................................................. 222
7.2.1 Antigüedad del regadío costero............................................. 223
7.3 La Sierra: Condiciones geográficas................................................. 225
7.3.1 Antigüedad del regadío serrano............................................ 226
7.4 Distribución del regadío en el Área Central Andina....................... 227
Bibliografía.......................................................................................... 261
7
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Figuras y Mapas
Figura A: Foto del retablo y altar del Señor de Unupuncu..................... 23
Mapa 3: Guanaypata............................................................................. 70
8
Figuras y Mapas
Figura 8: Guaman Poma: El Inca, la coya y sus consejeros abren tierras ritual
y festivamente para la siembra del maíz............................................... 176
9
Retrato de la autora: Foto de: Jeanette Elizabeth Sherbondy, en su casa de
Chestertown, Maryland, Estados Unidos (Julio de 2017).
10
Presentación
1 Entre las más importantes, tenemos Cuzco: aguas y poder / Horacio Villanueva U., co-autor
(1979); “Los ceques: Código de canales en el Cusco incaico,” Allpanchis 27:39-74, (1986);
“Water Ideology in Inca Ethnogenesis”. En R. V. H. Dover, K. E. Seibold y J. H. McDowell
(eds.). Andean Cosmologies through Time. Bloomington: Indiana University Press; 1992.
2 Les réseaux d’irrigation dans la géographie politique de Cuzco. Journal de la société des
américanistes. N° 66, pp. 46.
11
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Confronta los mitos con la realidad de las vías subterráneas y de los cuerpos
de agua superficiales, en especial los lagos, lagunas y puquiales. En un tercer
capítulo, comparte una “nueva” interpretación del sistema de ceques, de sus
principios organizativos e implicancias, precisando en el capítulo siguiente
“la lógica de cómo se codificó en el sistema de los ceques la organización de
los derechos a las acequias y las tierras del Cuzco, … cómo los incas distri-
buyeron y delimitaron las tierras del Inca, del Sol y del Pueblo en esta área
metropolitana de su ciudad capital”. El capítulo 5 completa este estudio
exhaustivo de la multifuncionalidad del sistema socio-político-territorial
de los ceques. El capítulo 6 amplia dos estudios previos sobre los “Ancestros
y cultivos de árboles en los Andes”3, el Mallki, el simbolismo de la raíz del
árbol, de los frutos de los árboles; los árboles en las ceremonias. Muestra
la relación entre los acontecimientos históricos, las actividades económicas
y la deforestación del valle del Huatanay, implicando la primera grran re-
forestación del Cuzco. A manera de conclusiones, el capítulo 7 constituye
un ensayo de distribución geográfica del regadio en el área andina central
(1969). Aborda las condiciones geográficas de la costa y de la sierra así como
la antigüedad del regadio costero y serrano.
3 1986. Mallki: ancestros y cultivo de árboles en los Andes. Ministerio de Agricultura, Instituto
Nacional Forestal y de Fauna, 1986; 24 paginas.
1988. Ancestros y cultivos de árboles en los Andes. In Sociedad andina, pasado y presente,
Pp. 101-135. Lima: FOMCIENCIAS.
12
Presentación
Finalmente no podemos concluir sin agradecer los aportes del Dr. Nicanor
Domínguez quien reviso cuidadosamente y superviso toda la edición de la
obra.
13
Prefacio
por Nicanor Domínguez Faura
Lima, junio-diciembre 2017
14
Prefacio
como verán las lectoras y lectores de este libro, se inscriben en este segundo
modo de análisis cultural.
Aunque la información sobre los ceques era conocida desde fines del siglo
XIX, prácticamente hasta 1964 no se había intentado una explicación de
su significado. En ese año, el antropólogo holandés Reiner Tom Zuidema
[1927-2016] sustentó una tesis doctoral que proponía una explicación sis-
témica sobre las líneas sagradas y las huacas del valle cuzqueño.6 Aunque
altamente abstracta, su explicación buscaba recuperar el universo ideal que
los Incas habían desarrollado y plasmado en este complejo sistema radial de
5 El primer libro de la serie ha sido: Franklin Pease G.Y., El mar peruano: Mitos andinos y
europeos (Lima: Sociedad Geográfica de Lima, 2015).
6 La tesis, publicada en inglés en 1964, fue traducida al castellano 30 años después; véase
Zuidema 1964/1995. Sin embargo, disponíamos de un detallado resumen hecho por Nathan
Wachtel 1966/1973.
15
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Aunque su interés por los temas del riego en los Andes se inició en la dé-
cada de 1960, y estuvo inicialmente guiada por el antropólogo español
José Alcina Franch [1922-2001], Jeanette Sherbondy trabajó durante los
años 70 como alumna graduada de Zuidema en la Universidad de Illinois
(Urbana-Champaign), en los Estados Unidos. La orientación metodoló-
gica recibida --sobre la que la autora nos explica páginas más adelante en
su Introducción--, le permitió combinar sus estudios sobre la base mate-
rial de la subsistencia que los Incas practicaron a partir del riego, las aguas
y sus actividades agrícolas en el Cuzco, con una explicación renovada del
sistema de ceques, combinando los ámbitos tanto mítico-ideológicos como
socio-organizativos.
7 Véase Rowe 1981, 1985; Bauer 2000 (recientemente reeditado con ampliaciones).
8 Véase Hernández 2008.
9 El primero en sugerir la interpretación de “panaca” como un término quechua de parentes-
co habría sido Max Uhle en 1911. La palabra tampoco se encuentra en lengua aimara, por
lo que el término podría ser originalmente puquina, la “lengua secreta de los Incas”. Véase
Cerrón-Palomino 2013, pp. 101-104, y 2016, p. 19.
16
Prefacio
del Cuzco incaico. Según la crítica del lingüista César Itier, “el panaca” sería
un ‘vicario’ o ‘lugarteniente’, pues el término estaría vinculado a la idea de
‘delegar’ en el grupo de descendientes los privilegios del soberano fundador.
En otras palabras, “panaca” sería el título dado por el Inca al primer kuraka
a cargo del grupo de sus descendientes al momento de establecerlo.10
A partir de este análisis, Itier ha cuestionado que los “ayllus reales” hayan
estado organizados como grupos de descendencia matrilineales, interpre-
tación que Zuidema hacía derivar del --ahora sabemos-- malentendido de
interpretar “panaca” como una palabra quechua derivada de pana.11 En este
sentido es que, como afirma contundentemente el lingüista francés, las “pa-
nacas” no habrían existido. Sin embargo, los que sí habrían existido son los
“ayllus reales”, los grupos de la élite incaica a cuyos miembros los cronistas
se refirieron como los “orejones” del Cuzco, por la costumbre de deformarse
los lóbulos de las orejas a modo de marcador étnico. Lo que ahora ya no
tenemos tan claro, después de esta crítica lingüística a la interpretación de
Zuidema, es cómo se organizaban internamente los “ayllus reales”, dado que
no terminamos de entender el sistema de parentesco que utilizaron como
la base de su organización social.
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Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
El Señor de Unupuncu
Existe hasta el día de hoy un importantísimo culto al agua en el Cuzco, que
Sherbondy relaciona con antiguas tradiciones incaicas. Es una representación
de Cristo cargando la cruz que recibe el nombre de “Señor de Unupunco”
(portal del agua) y que ocupa un lugar prominente en el lado izquierdo del
antiguo Altar Mayor de la Catedral cuzqueña.13 El historiador Víctor Angles
Vargas nos lo presenta de la siguiente manera:
13 Según Angles Vargas (1999), “En la Catedral [del Cuzco] existen once capillas, siete altares
menores, un altar mayor y la sacristía” (pp. 77-78). Esta imagen: “Ocupa una parte del tes-
tero [pared posterior] de la Catedral, al fondo de la nave de la Epístola y con vista hacia la
puerta del mismo lado [izquierdo]” (p. 100). Incluye un plano de la “Planta de la Catedral
e Iglesias laterales” (p. 61).
14 Véase Angles Vargas 1999, pp. 100, 103.
18
Prefacio
“Sobre la mesa sólida y fija del altar, dentro de una urna portátil, aparece la
imagen en bulto (sólo busto y cabeza) de Jesús conduciendo la cruz sobre
el hombro izquierdo, la mano derecha parece apoyarse en algo, en la cabeza
lleva la corona de espinas, el rostro expresa dolor, la mirada es fija e inten-
sa; en cuanto al tamaño es ligeramente menor al natural de la persona, es el
Señor de Unupuncu”.15
Detrás del altar y la imagen, cubriendo toda la pared, se encuentra el retablo:
“El retablo tiene tres cuerpos, en cada cuerpo existen tres vanos fingidos o ni-
chos de poca profundidad; cada nicho da lugar a un lienzo, no hay imágenes
en bulto. En el primer cuerpo existen cuatro columnas, en el segundo otras
cuatro sobre el entablamiento que hacen las primeras; y en el tercer cuerpo,
hay adornos como proyección de las columnas inferiores.
“En el nicho central del primer cuerpo, existe una pintura parcialmente
malograda por un incendio, correspondió a Jesús Crucificado con la Virgen
Dolorosa a un lado, y San Juan al otro; la parte central del lienzo había su-
frido total deterioro, problema que ha sido convenientemente resuelto: se
consiguió un Santo Cristo en bulto con dimensiones idénticas al que había
en el lienzo quemado, y se le ha adosado al nicho, en reemplazo de la pintu-
ra quemada, constituyendo una composición artística especial y bella. A la
derecha del nicho central está el lienzo que representa a Jesús en el prendi-
miento, es decir, cuando fue tomado preso; a la izquierda del nicho central
corre el lienzo que representa la Coronación de Espinas.
“En el nicho central del segundo cuerpo, corre un bello lienzo del
Descendimiento de Jesús, copia de la obra de Rubens; a la derecha, en el ni-
cho correspondiente, aparece la pintura de Jesús llevando un cordero sobre
el hombro, es el cuadro del Buen Pastor; en el nicho de la izquierda está la
pintura del Señor de Huanca, aparece Jesús castigado, levantando su túnica.
“En el nicho central del tercer cuerpo aparece un cordero aparece un cor-
dero recostado y con una bandera roja, sobre el Libro de los Siete Sellos, es
el lienzo del Cordero Pascual; a su derecha está el lienzo de San Juan; a su
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Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
izquierda, Magdalena. Además sobre los nichos laterales del primer cuerpo y
debajo de los nichos laterales del segundo cuerpo, existen convenientemente
colocados y casi imperceptibles por su corto tamaño en relación a todo el
altar, un espacio pequeño a cada lado, alojan pinturas con la cabeza de Jesús.
“El retablo es de estilo barroco. El tallador fue el artista cusqueño Diego
Martínez de Oviedo. El retablo fue hecho originariamente para la Virgen
Natividad. El decorador del retablo fue el cusqueño Juan Tomás Tuyro Túpac
Inca”.16
Este altar del “Señor de Unupuncu” es, probablemente, uno de los rinco-
nes más tradicionalmente andinos y de indudable raigambre prehispánica
de la Catedral cuzqueña.
16 Véase Angles Vargas 1999, pp. 103-104. Se incluye una foto a color del “Retablo y Altar
del Señor de Unupuncu” (p. 147), y un diagrama de los “Lienzos en el Altar del Señor de
Unupuncu” (p. 83).
20
Prefacio
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Prefacio
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Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Bibliografía
Angles Vargas, Víctor [n.1927]. La Basílica Catedral del Cusco. Lima:
Industrial Gráfica, 1999.
Cerrón-Palomino, Rodolfo.
- “Cuzco no Cusco ni menos Qosqo”. Histórica (Lima), vol. XXI, no. 2, 1997,
pp. 165-170.
- “‘Hurin’: Un espejismo léxico opuesto a ‘hanan’”. En: Javier Flores Espinoza y
Rafael Varón Gabai, eds. El hombre y los Andes: Homenaje a Franklin Pease
G.Y. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Fundación Telefónica,
Instituto Francés de Estudios Andinos, Banco de Crédito del Perú, 2002, 3
vols. Tomo 1, pp. 219-235.
- “Cuzco: La piedra donde se posó la lechuza. Historia de un nombre”. Revista
Andina (Cuzco), no. 44, 2006, pp.143-174.
- Las lenguas de los incas: El puqina, el aimara y el quechua. Frankfurt am
Main: PL Academic Research, 2013.
- “El lenguaje como hermenéutica en la comprensión del pasado: A propósito
del Puquina enla génesis del Imperio incaico”. Diálogo Andino (Arica), no.
49, marzo 2016, pp. 11-27.
Flores Espinoza, Javier. “Desde dentro y desde fuera: Los incas entre lo emic y
lo etic”. Histórica (Lima), vol. XLI, no. 1, 2017, pp. 161-170.
Itier, César.
- “Las panacas no existieron”. En: Willem Adelaar, Pilar Valenzuela y Roberto
Zariquiey, eds. Estudios sobre lenguas andinas y amazónicas: Homenaje a
24
Prefacio
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Introducción
por la Dra. Jeanette E. Sherbondy
27
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
28
Introducción
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Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
30
Introducción
* * *
Confieso que en agosto del año de 1975, cuando empecé a trabajar en el
Cuzco, no tenía ninguna intención de involucrarme en los problemas del
parentesco incaico. Al contrario, quería informarme sobre los sistemas con-
temporáneos de riego en el área general cuzqueña y determinar qué modelos
se podían deducir sobre las continuidades culturales de la época incaica, así
como los cambios ocurridos desde la invasión europea. Mi orientación era
hacia la agricultura y su lugar en la cosmología. Sin embargo, al tercer día
después de mi llegada al Cuzco, me enfrenté con un enigma. Una acequia
me llevó al descubrimiento central de todo mi trabajo: la relación entre
los canales y el sistema de ceques. El Dr. Luis Barreda, de la Universidad
del Cuzco, me estaba guiando en un recorrido por las ruinas incaicas de
Sacsayhuaman y otras colindantes, cuando llegamos a una colina más aba-
jo de Tambo Machay, con una vista amplia de los cerros al Este de Cuzco.
Barreda me indicó un canal largo que fluía por el pequeño pueblo de Yuncay.
Me comentó que los pobladores de Yuncay no tenían ningún derecho al
agua que pasaba por su pueblo. Además, este canal era muy antiguo, ¡y de-
cían que llegaba por un conducto subterráneo desde el lago Coricocha, en
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Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
una colina al Nor-noreste del Cuzco! El agua fluía hasta el valle del Cuzco,
al pueblo de San Sebastián, ubicado al oriente del centro del Cuzco.
Cuando volví al Cuzco, me di cuenta de que tenía poca energía para hacer
más subidas y bajadas por la sierra. Por eso me dediqué más a investigar en
el Archivo Departamental (hoy Regional) del Cuzco, gracias a la bienvenida
de su director, el Dr. Horacio Villanueva Urteaga [1918-2004]. Villanueva
y yo descubrimos, cada uno por su parte, varios documentos tempranos
que, añadidos a los que había encontrado María Rostworowski, trataban
de pleitos legales sobre los derechos a los canales de irrigación después de
la Conquista. También incluían listas oficiales del orden de distribución del
agua de riego en las tierras del valle del Cuzco. El entonces nuevo Centro de
Estudios Rurales Andinos “Bartolomé de las Casas” (CBC), bajo la direc-
ción del padre Guido Delran [1937-2000], publicó estos documentos como
el primer tomo de su serie “Archivos de Historia Rural Andina” en 1979.4
32
Introducción
ayllus) encargados de mantener los ritos para cada huaca de cada ceque.5
Como un relampagueo recordé aquel día de agosto de 1975, cuando el Dr.
Barreda me mostró el canal de Sucso-Aucaille que fluía hacia San Sebastián
cruzando Yuncaypampa. Don Jorge Chara, un oficial de este pueblo, ya me
había mostrado las acequias, la represa, las terrazas --de hecho, todos los
componentes de este sistema de riego que el ayllu Sucsu-Aucaille contro-
laba en la actualidad. Documentos históricos delineaban la evolución jurí-
dica del control que este ayllu --anteriormente las “panacas” diferentes de
Sucsu y Aucaille-- ejerció durante la época incaica. Aquí tenía una prueba
clara y documentada de cómo el sistema de ceques era un código de la or-
ganización del Cuzco: (a) trazaba el mapa geográfico de la topografía y la
hidrografía del valle del Cuzco y, además, (b) codificaba los derechos sobre
la tierra y el agua, (c) en la forma de las obligaciones rituales de cada “pa-
naca” y de cada ayllu.
Descubrí otra función incaica de las huacas, y de los ceques en los que se
encontraban, como si fueran nudos de un quipu que codificaban mensajes.
Muchas huacas, más de cien, indicaban fuentes de agua o puntos impor-
tantes en los canales. Mi interpretación de los ceques incorporaba informa-
ción de los límites de las tierras regadas por los canales, distritos de riego de
5 Nótese lo dicho en el Prefacio sobre el reciente debate relativo al término “panaca” [N. del
Ed.].
33
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
34
Introducción
* * *
El tema principal de todas mis investigaciones y mis obras es la importancia
del agua y del riego en la vida de los incas. La visión incaica de la geografía
era muy diferente de la mía, y por eso la encontraba fascinante y admirable.
Existía una integración profunda y completa de la vida de la Naturaleza
(Pacha) y la vida humana, expresada en su cosmología y su topografía. Las
historias de los reyes y las reinas tratan de seres humanos, o de montañas u
otros aspectos del paisaje. Las vidas de los seres humanos están tan entre-
lazadas con la Naturaleza que no se puede separar la una de la otra. Sea o
no que los reyes y las reinas fuesen seres humanos reales e históricos, en el
sentido Occidental, era algo irrelevante para ellos. Los seres humanos y sus
antepasados --ya fueran dioses o reyes antiguos, o montañas o piedras, o la
tierra de la pampa o los manantiales de agua--, formaban parte de una sola
Naturaleza: se relacionaban y se comunicaban entre sí, tenían emociones y
agencia.8 Semejantes a las antiguas cosmologías y visiones del mundo de la
Amazonía, las culturas andinas en general, y la incaica en particular, prac-
ticaban rituales para fortalecer esta relación. Trataban a su mundo como a
un ser humano y se relacionaban con el medio geográfico a través de una
compleja red de relaciones, a la que los investigadores de hoy en día llaman
ontologías relacionales.
35
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
cerca con los sistemas de riego que transportaban el agua de la sierra y las
cuestas más altas del valle del Cuzco a las pendientes, preparadas cuidado-
samente con terrazas agrícolas construidas en la zona donde se cultivaba el
maíz. Sinchi Roca con su esposa, por su parte, se asociaba con las aguas más
bajas del valle del Cuzco, el mismo río Huatanay y también los manantiales
de las cuestas bajas, las cuales regaban las tierras al borde del Huatanay. Se
puede pensar en las vidas entrelazadas de los seres humanos (runa) y de sus
montañas (urcu), campos (pampa) y fuentes de agua (puquio). Ver a los jefes
históricos de reinos, como antepasados, como poderosos señores --por cuya
gracia los incas florecieron y prosperaron en el Cuzco--, en la forma de un
cerro, o un lago, o como en lago subterráneo que yace debajo de un cerro.
Entenderlos como la fuerza que da forma a las vidas de los seres humanos
--todos son auténticos y todos son reales.
Inca Roca y Sinchi Roca eran seres vitales, asociados con las divisiones de
la tierra en arriba (Hanan) y abajo (Urin), igual que sus súbditos, los cam-
pesinos, lo son. Están casados y tienen descendientes, que están “vivos” en
el sentido restringido de la palabra en castellano. Pero también mantienen
relaciones sociales entre ellos en un sentido muy andino. Tienen sus pro-
pios grupos étnicos que les ofrecen respeto y ofrendas, y a cambio los reyes
les deben la protección y la vida a sus descendientes humanos. Ignorar esta
red social significa el caos y un desastre de proporciones humanas y geo-
gráficas. Los señores de las montañas (apus) pueden ofenderse, enojarse y
castigar. Este sentido del entrelazamiento de las vidas y las obligaciones, de
los regalos recíprocos, sigue muy vivo en el Cuzco hasta hoy. En 1986 un
fuerte terremoto se consideró por todos los vecinos como el castigo por una
falta ritual contra el Señor de los Temblores. Incluso el arzobispo del Cuzco,
monseñor Alcides Mendoza Castro, reconoció este sentido de culpa de la
población en un sermón en la Plaza Mayor. Y convocó a una nueva proce-
sión para desagraviar al Señor de los Temblores, en la que el remordimiento
profundo de los cientos de personas presentes era patente.
36
Introducción
37
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
* * *
Al volver a los Estados Unidos en 1986 comencé una etapa profesional
muy activa. Como catedrática de Antropología, la única, en Washington
College (en Chestertown, Maryland), llegué a construir un programa di-
námico a lo largo de 20 años. Juntando los cursos que enseñé anterior-
mente en las Universidades de Illinois, de Indiana y de Iowa, desarrollé
unos 30 cursos y facilité programas interdisciplinarios de Estudios Andinos
(Indiana University), de Antropología nutricional (Universidad de Illinois
y Universidad de Iowa), Estudios Latinoamericanos, Estudios de Género
y, durante 13 años, fui la editora de la Washington College Review. Al ju-
bilarme me lancé a la investigación etnológica y etnohistórica del pueblo
afro-americano de esta región de Maryland, un lugar donde desde al menos
el siglo XIX vivieron muchos negros libres.
38
Introducción
39
Capítulo 1
El riego andino en una perspectiva histórica 1
42
El riego andino en una perspectiva histórica
43
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Estas comunidades son los ayllus,5 grupos que comparten un sentido de pa-
rentesco, de compartir antepasados comunes y de originarse en las mismas
fuentes locales de agua. Esta es la unidad que da al individuo andino su
identidad étnica principal. El ayllu es una comunidad espiritual que com-
parte ritos y tradiciones.6 Es una unidad económica que tiene sus propios
cultivos y que cría su propio ganado, y que es fundamentalmente autosufi-
ciente en sus necesidades básicas. El ayllu comparte obligaciones de traba-
jo y redistribuye los excedentes dentro de las familias que lo constituyen,
como parte de una ideología de reciprocidad (ayni). Es también una unidad
legal que posee tierras y aguas. Resumiendo, el ayllu es un microcosmos.
En centro del universo está localizado en su núcleo y su vida gira alrededor
de este centro.
5 En lengua aimara el término es hatha (Albó coord. 1988) [N. del Ed.].
6 Véase Salomon 1991.
7 En lengua aimara el término es taypi (Bouysse-Cassagne 1987) [N. del Ed.].
44
El riego andino en una perspectiva histórica
A pesar de que hay y hubo una gran diversidad cultural en los Andes, hay
también algunos conceptos comunes sobre el cosmos, el ayllu y el agua que
estuvieron ampliamente extendidos y que han persistido. Estos conceptos
están con frecuencia en el centro de los conflictos con las culturas naciona-
les, basadas en ideas y creencias europeas (u occidentales). El cosmos andino
es un universo finito, cerrado y curvo en el que las aguas circulan debajo,
alrededor y a través de la tierra.10 No es un universo de posibilidades infini-
tas de explotación y expansión. El espacio horizontal se basa en los cuatro
puntos cardinales medidos según el movimiento solar, y el espacio vertical
está distribuido a lo largo de un eje central que distingue entre lo de arri-
ba y lo de abajo. El punto en el que estas dimensiones se intersectan es el
centro (chaupi), que es el foco de visión de todas las comunidades andinas
(Ver Figura 2). Este es el punto de observación para contemplar la hidro-
logía del universo, porque se puede observar un horizonte continuamente
curvo. Las aguas fluyen hacia abajo y hacia todos los lados, desapareciendo
en un mar cósmico. El sol aparece y desaparece en el horizonte en ciclos
regulares recurrentes.
8 Nótese lo dicho en el Prefacio sobre el reciente debate relativo al término “panaca” [N. del
Ed.].
9 Es decir, extraía recursos de las comunidades que dominaba y los “devolvía” parcialmente en
ciertos contextos específicos, aparentando mantener una “generosidad” que era altamente
valorada en la cultura andina y que ayudaba a legitimar la dominación incaica [N. del Ed.].
10 Véase Earls y Silverblatt 1979. 45
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
46
El riego andino en una perspectiva histórica
Las aguas fluyen hacia arriba desde el centro de la Tierra, para reabastecer
aquellas que fluyen hacia afuera y a lo lejos (Ver Figura 3). Estas son las
fuentes hídricas de la comunidad: los manantiales, las lagunas y los ríos
que alimentan sus sistemas de riego. Estas aguas vienen del mar que rodea
y está por debajo de la Tierra y la penetra. Las aguas corren por la super-
ficie de la Tierra hacia abajo a este mar y entonces vuelven a elevarse para
circular a través del interior de la Tierra y reaparecer por las aberturas de la
Tierra. Para la gente andina, por tanto, “abajo” implica también “adentro”.
Las aguas dentro de la Tierra fluyen hacia arriba, hacia la superficie, donde
proveen de riego a los cultivos. El balance hidrológico del cosmos se logra
también mediante la constelación de la Llama, dentro del río celestial, el
Mayu (o sea la Vía Láctea) y el Arco Iris, porque ambos absorben regular-
mente las aguas bajas del mar primordial, formando las nubes en los cielos
desde donde el agua, en forma de lluvia, regresa a la Tierra.11
Figura 3: Esquema del balance hidrológico del cosmos andino (dibujo de Nicanor
Domínguez Faura).
48
El riego andino en una perspectiva histórica
49
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
los Andes. Comunidad tras comunidad refiere en sus mitohistorias cómo sus
antepasados originales establecieron los derechos a las tierras y aguas de ese
punto geográfico, para que fueran usadas por sus descendientes y herede-
ros. Los derechos a canales específicos se basaron en este principio original,
y en la afirmación de los miembros de la comunidad de que ellos habían
construido los canales, les daban mantenimiento y cumplían con los ritua-
les necesarios para su cuidado. Este concepto fundamental continúa defi-
niendo los derechos hídricos del campesinado indígena en todos los Andes.
Los derechos de las familias al agua de riego dependen de que sus miembros
cumplan las tareas para la comunidad en general, y en particular para el
mantenimiento de los canales y reservorios. El no colaborar con la limpieza
comunitaria de los canales puede significar el castigo para los campesinos
incumplidos, que se expresa en la entrega de agua en último lugar, o en la
imposición de una multa. Una comunidad no desea negarle completamente
el agua al campesino que incumple las leyes, pues existe la creencia de que
el agua pertenece a la Tierra y no a los seres humanos. “No hay razón para
castigar a la Madre Tierra por los errores de los seres humanos”, fue la ma-
nera en que un campesino expresó la filosofía de su comunidad.
Esta relación de ayni (reciprocidad) con respecto del agua es personal y so-
cial, al igual que la relación entre un ser vivo y otro; pero con la conciencia
de que los seres humanos, para vivir, dependen de las aguas y de la Tierra.
La gente piensa que el agua es la sangre de la Madre Tierra, que los sustenta.
50
El riego andino en una perspectiva histórica
Los ríos subterráneos son conceptualizados como venas, y los ríos super-
ficiales pueden estar asociados con otro fluido vital, el semen. La lluvia es
considerada como las lágrimas del Cielo. Todas estas metáforas (sangre,
semen y lágrimas) demuestran cuán vital es el agua como parte del cuerpo
cosmológico. Esta forma de pensar acerca de los recursos hídricos entra en
conflicto con el concepto del agua como una mercancía en una economía
capitalista o mercantil. La compra y venta del agua provoca una profunda
contradicción, que ha afectado a las comunidades andinas desde el período
colonial español hasta nuestros días. Las iniciativas contemporáneas para
privatizar el agua, sin duda, exacerbarán este conflicto entre el pensamien-
to andino, que considera al agua como un fluido vital del cuerpo vivo del
cosmos, y la concepción capitalista, que la concibe como un recurso eco-
nómico a ser explotado racionalmente.
51
Capítulo 2
El regadío, los lagos y los mitos de origen 1
2.1 Introducción
Mi interés en el uso del agua subterránea para la irrigación en el Cuzco me
condujo a investigar el contexto cultural en el cual se habla de este tema
en los Andes. Se dice que el agua para el canal de Tambo Machay proviene
del lago Coricocha por medio de un canal subterráneo que construyeron
los Incas (Ver Mapa 1). Este lago también se considera la fuente de agua
para varios otros ríos y sistemas de regadío. Aunque se encuentran restos
de canales subterráneos artificiales en el valle del Huatanay, la conexión
entre Coricocha y el canal de Tambo Machay no es ni natural ni artificial.
1 Publicado originalmente en la revista Allpanchis Phuturinqa (Cuzco), vol. XVII, no. 20,
1982, pp. 3-32. Tres de los mapas originales del artículo fueron dibujados por Steve Lensik.
La traducción al castellano ha sido revisada por el editor.
53
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
54
El regadío, los lagos y los mitos de origen
Primeramente consideraré los mitos sobre las rutas subterráneas. Los pueblos
andinos basaron estos mitos en sus observaciones de los fenómenos hidro-
lógicos reales, para luego desarrollar estos principios y formar una teoría de
los orígenes de los seres humanos. Después trataré sobre la manera en la cual
estos principios cosmológicos fueron empleados para fines políticos por los
Incas, para legitimar la expansión de su imperio. Finalmente, intento des-
lindar la realidad hidrológica de las elaboraciones estrictamente mitológicas.
55
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
56
El regadío, los lagos y los mitos de origen
El río Desaguadero lleva el agua del Titicaca al lago Poopó, donde el agua
parece desaparecer dentro de la tierra, puesto que no tiene salida al mar (Ver
Mapa 2). Hay dos teorías andinas que explican este fenómeno hidráulico:
1) el agua fluye directamente al mar por vía subterránea, y 2) el agua fluye
debajo de la tierra y brota en la forma de manantiales y riachuelos en la Costa
del Pacífico, en la provincia de Tarapacá (hoy en el Norte de Chile).8 Como
prueba de ésta segunda explicación, la gente señala la totora que crece tanto
en los manantiales como en el lago Titicaca y que se asocia con los lagos de
las punas.9 La zona de la Costa asociada con este mito se llama Tarapacá,
7 Pedro Pizarro (ms.1571/1844) comentó: “En ella hay tormentas a tiempos como en la
mar… es el agua un poco salobre…”.
Antonio de la Calancha (1639/1972, p. 111) dice que: “La laguna de Titicaca o Chucuito
tiene olas que quiebran en sus playas; a veces quiere parecerse al mar, y siendo dulce presume
altivo y tiene alteraciones y borrascas; es émula del Mar del Sur, encapilla sus olas y argenta
sus resacas […]. En esta laguna entran muchos ríos que por invierno son caudalosos, [a]de-
más de otros infinitos arroyos que le acuden con perpetuas aguas, con que pudiera llamarse
mar, pues de ella salen y entran aroyos [sic] y ríos y no redunda [= no se desborda]…”.
8 “La laguna de Titicaca desagua en otra que se hace en la provincia de los Carangas y Quillacas
cuasi tan grande como esta otra: no se halla desaguadero ni por donde desagüe; entiéndese
por debajo de tierra sale a la mar, porque según la gran cantidad de agua que en ella entra,
no puede ser menos” (Pizarro ms.1571/1844, p. 234).
“El desaguadero de esta laguna es uno solo. Hay diferentes pareceres sobre el paraje donde
se acaba o se hunde. El P. Fr. Alonso Ramos dice: Con ser esta laguna tan grande, tiene un
desaguadero muy conocido… el desaguadero… corre por la provincia de los Pacajes has-
ta la destemplada Paria, donde, abriéndose forma una laguna mediana que llega hasta los
Aullagas… allí se hunde todo el agua por las entrañas de la tierra, sin saberse donde vaya
a salir, siendo cierto que responde a alguna parte; mas cual sea, anda en opiniones. Porque
unos dicen sale entre Arica y Tacna… repartida en muchos manantiales y arroyuelos, que
allí se ven carca del mar” (Calancha 1639/1972, p. 113).
En los Andes ecuatorianos la misma idea de una conexión directa entre el mar y un lago
explica el fenómeno opuesto. El lago Coltacocha no tiene tributarios, es decir, ninguna
fuente visible de agua, pero sí tiene dos desaguaderos notables. Puesto que parece no tener
fondo, se cree que el lago tiene una comunicación escondida con el mar por medio de la
cual recibe agua del océano (Velasco ms.1789/1960, t. I, pp. 48-49).
9 “…es verosímil esta opinión porque en la laguna de Paria [y en la] laguna de Titicaca se
cría esta yerba llamada totora… Esta totora se ha visto varias veces salir por los manantia-
les que dijimos entre Arica y Tacna; prueba cierta que viene de Paria y sale a estos parajes”
(Calancha 1639/1972, p. 113). 57
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
por una población del mismo nombre. Tarapacá es otro nombre del dios
Viracocha. Cieza de León le llama Tuapaca y dice que era otro nombre de
Viracocha.10 Pachacuti Yamqui dice que el dios Tonapa también se llamaba
Tarapacá o Viracocha.11
10 Véase Cieza ms.1554/1943, p. 43. [Información reunida en 1549-1550 (N. del Ed.)].
11 Véase Pachacuti Yamqui 1968, p. 283. [Según Pierre Duviols y Carlos Araníbar, este texto
debe haber sido escrito entre 1625-1630, y no en 1612 como se consideraba anteriormente
(N. del Ed.)].
12 “…Viracocha Pachayachachi, cuando distruyó esta tierra, como se ha contado, guardó con-
sigo tres hombres, el uno de los cuales se llamó Taguapacac, para que le sirviesen y ayudasen
a criar las nuevas gentes que había de hacer en la segunda edad después del diluvio; lo cual
hizo desta manera. Pasando el diluvio y seca la tierra, determinó el Viracocha de poblarla
segunda vez, y para hacerlo con más perfección determinó criar luminarias que diesen cla-
ridad. Y para lo hacer, fuése con sus criados a una gran laguna, que está en el Collao, y en la
laguna está una isla llamada Titicaca, que quiere decir montes de plomo […]. A la cual isla
se fue Viracocha y mandó que desde luego saliese el sol, luna y estrellas y se fuesen al cielo
para dar luz al mundo; y así fue hecho. […] Es esta laguna frontero de Chuchuyto [sic],
pueblo del Collao, cincuenta y siete leguas del Cuzco al sur. Y como Viracocha mandase
algunas cosas a sus criados, el Taguapaca fue inobediente a los mandamientos de Viracocha.
El cual, por esto indignado contra Taguapaca, mandó a los otros dos que lo tomasen; y atado
de pies y manos, lo echaron en una balsa en la laguna; y así fue hecho. E yendo Taguapaca
blasfemando del Viracocha por lo que él le hacía, y amenazando que el volvería a tomar
venganza del, fue llevado del agua por el desaguadero de la mesma laguna, adonde no fue
visto más por muchos tiempos. Y esto hecho Viracocha fabricó en aquel lugar una solemne
guaca para adoratorio, en señal de lo que allí había hecho y criado” (Sarmiento de Gamboa
ms.1572/1943, pp. 39-40).
58
El regadío, los lagos y los mitos de origen
60
El regadío, los lagos y los mitos de origen
61
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
62
El regadío, los lagos y los mitos de origen
Figura 3: Dios del maíz, cerámica Nasca: El dios Nasca del maíz con el dios subterrá-
neo y dos riachuelos subterráneos representados en forma de serpientes. Figuras casi
humanas con varas caminan por los riachuelos. La vasija pertenece a una colección
particular. Foto de R.Tom Zuidema (Sherbondy 1982-a, Fig. 1, p. 9).
63
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
23 Los qanats más antiguos del Viejo Mundo se encuentran en Armenia y datan del siglo VIII
d.C. (Needham 1971, p. 335). Se difundieron desde el Medio Oriente hasta la China al
Este y hasta España al Oeste. Hay construcciones parecidas en Mesoamérica, pero la mayoría
serían construcciones españolas (Cleek 1973). Podría ser que algunas sean prehispánicas,
pero no se han analizado. Se cree que los qanats del valle de Nazca son incaicos (González
García 1935; Rossel Castro 1942). Sin embargo, hasta que los canales se estudien, no hay
ninguna certeza de que sean del período Nasca o de algún período prehispánico posterior,
o que hayan sido construidos por los españoles. La ausencia de mampostería en su cons-
trucción indicaría que no fueron introducidos por los españoles y el tipo de estructura de
piedra es típicamente andino.
24 Véase González García 1935; Rossel Castro 1942.
25 Comunicación personal de Hernán Amat, 1972.
64
El regadío, los lagos y los mitos de origen
65
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Este mito de Conococha demuestra que había una jerarquía de lagos, siendo
cada uno el origen de fuentes de agua en su propia zona. El lago Titicaca
era considerado como el origen principal de las aguas, de los antepasados
del Mundo andino, del Sol, la Luna, y las Estrellas. Los otros lagos se con-
sideraban como orígenes secundarios para zonas menores.
Como sabemos que las llamas se asocian estrechamente con los seres huma-
nos en la religión andina, el sentido de su sacrificio sería el de reemplazar
al sacrificio humano. Los pueblos ganaderos de los Andes sienten una in-
timidad con la llama parecida a la que existía entre el hombre y el buey en
la antigua religión griega Clásica. Por consiguiente, si los indios contaron
a los españoles que las llamas se originaron del lago, es muy probable que
también creyeran que sus antepasados emergieron de esos mismos lagos.
Del mismo modo, los Incas tenían la tradición de provenir del lago Titicaca.
Viracocha mandó a Manco Cápac, y a sus hermanos y hermanas, que se su-
mergiesen debajo de la tierra y saliesen por la cueva de Pacaritambo.34 De allí
caminaron hacia el Cuzco buscando el sitio donde establecerse, tanteando
el suelo con varas de oro, de forma parecida a cómo hoy los varayoq de los
pueblos de Ayacucho prueban los suelos mojados cerca de los manantiales,
para encontrar el sitio donde habían dejado sus ofrendas el año anterior.35
El sentido de esta parte del mito de Manco Cápac y Mama Huaco era tanto
simbólico-religioso como práctico. Al buscar un sitio húmedo los primeros
Incas quisieron asociarse con una abertura en la Tierra que simbolizara la
fundación de su grupo, de acuerdo con la lógica cosmológica que hemos
estado analizando. Además, en su rol de agricultores, parecido al rol de los
huaris en la mitología, buscaban buenas tierras para establecer campos irri-
gados. El mito dice que probaron la textura y el olor de los suelos. Cuando
clavaban la vara, si se caía, significaba que el suelo era pedregoso y no fértil.
Si penetraba el suelo y se sostenía, sabían que el suelo era fértil porque era
67
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Todos estos criterios indican que los Incas buscaban un suelo entre los ex-
tremos de grava suelta y arcilla compacta; y que posiblemente buscaban
un suelo pantanoso, que tiene dos ventajas: primero, los suelos pantanosos
tienen un porcentaje más alto de materia orgánica y por eso son más ricos
en nitratos, cuya carencia es el factor limitante de la fertilidad del suelo; y
segundo, tienen agua en abundancia. La acumulación del agua en el suelo
indica que ese es un punto terminal, desde donde el agua puede ser cana-
lizada a otra parte. Ramiro Matos Mendieta y su equipo encontraron que
en el valle del Mantaro los antiguos pobladores tuvieron preferencia por
cultivar tierras pantanosas y áreas de lagunas antiguas.37
36 “…los Incas estuvieron en Matagua dos años, intentando pasar el valle arriba a buscar bue-
na y fértil tierra. Mama Guaco, que fortísima y diestra era, tomo dos varas de oro y tirólas
hacia el norte. La una llegó como dos tiros de arcabuz a un barbecho llamado Colcabamba
y no hincó bien, porque era tierra suelta y no bancal; y por esto, conoscieron que la tierra
no era fértil. Y la otra llegó más adelante cerca del Cuzco y hincó bien en el territorio que
llaman Guanaypata, de donde conoscieron ser tierra fértil. Otros dicen questa prueba hizo
Manco Cápac con la estaca de oro que traía consigo, y que así conoscieron la fertilidad de la
tierra cuando hincándola una vez en un territorio llamado Guanaypata, dos tiros de arcabuz
del Cuzco, por el migajón de la tierra ser graso y denso, aferró de manera que con mucha
fuerza no la podía arrancar. Sea de una o de otra manera, que en esto concuerdan todos
que venían buscando la tierra experimentándola con un palo o estaca y oliéndola hasta que
llegaron a ésta de Guanaypata que les satisfizo” (Sarmiento de Gamboa ms.1572/1943, pp.
56-57).
37 Véase Matos Mendieta 1978, p. 310.
38 Véase Morote Best 1953.
39 Véase Amades y Gelats 1955.
68
El regadío, los lagos y los mitos de origen
69
Mapa 3: Guanaypata, sitio donde se hundió la vara de Manco Cápac (Sherbondy 1982-a, Mapa 2, p. 14).
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
70
El regadío, los lagos y los mitos de origen
Otro sitio inundado era el centro mismo del Cuzco, donde hoy día está la
Plaza de Armas. Ambos sitios eran relativamente llanos y al pie de cerros,
de manera que son el primer terreno donde las aguas de los manantiales y
riachuelos pueden acumularse. De hecho se cree hoy que hay una relación
directa entre estos dos sitios húmedos. Se dice que el agua de los manantia-
les en el valle donde se encuentra Guanaypata proviene del lago que yace
debajo del centro del Cuzco.42 Se dice que el agua del lago corre por dos
riachuelos subterráneos y cada ramal alimenta varias fuentes importantes
del valle. Estos riachuelos míticos podrían referirse a los dos drenajes gran-
des ubicados debajo de la Plaza de Haucaypata, vistos por Estete en la época
de la Conquista española del Cuzco.43
Podemos trazar la historia de esta creencia tanto hasta el pasado real como
mitológico del Cuzco. Durante la época colonial se tenía que tratar con pro-
blemas verdaderos de inundación del piso de la Catedral. Los manantiales
que brotan de la colina sobre la cual se levantó la iglesia catedral solían inun-
darla, hasta que se construyeron unos canales de desagüe en el siglo XVIII.46
71
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Los Incas, antes de los españoles, construyeron obras para solucionar el mis-
mo problema. Al llegar al Cuzco incaico, Estete vio y describió dos desagües
grandes ubicados debajo de la plaza de Haucaypata. Los desagües entraban
en el río Saphi.47 Los españoles también describieron las obras incaicas para
la conservación y control de los ríos, cuyos lechos y orillas estaban revestidos
de piedra desde una legua encima del Cuzco hasta dos leguas debajo de él.
Los Incas habían enderezado el curso de los ríos, y así evitaron que el agua
se saliera de su lecho, aún durante la estación de lluvias.48 El río Saphi habría
inundado regularmente la plaza de Haucaypata sin estas obras.
47 “...dos vertederos anchos de hueco de más de media vara que vertían por debajo de losas
en el río, que debían ser hechos para la limpieza y desaguadero de las lluvias que caían en
la plaza; o por ventura, lo más cierto para aquel efecto corrían todo el día orines, de los que
en ellos orinaban; en tanta abundancia como si fueran fuente que allí manara...” (Estete
ms.1534/1924, p. 55).
48 Véase Sancho de la Hoz ms.1534/1962; Estete ms.1534/1924, p. 55.
49 Véase Betanzos ms.1551/1968, pp. 11-12.
50 Véase Toledo ms.1570-1572/1940, p. 186.
51 Véase Cieza ms.1554/1943, p.172.
52 Véase Garcilaso 1609/1959, Libro 17, Cap. 10.
72
El regadío, los lagos y los mitos de origen
El área del antiguo lago, entre las dos Ticsicochas, fue drenada e investida
de una importancia mayor como representante del propio mar. Polo de
Ondegardo describe cómo los Incas mandaron traer arena de la costa del
Pacífico para llenar el área de las plazas de Haucaypata y Cusipata hasta la
profundidad de dos palmos y medio, y en algunos lugares más. Sus infor-
mantes incaicos dijeron explícitamente que habían traído la arena del mar
como reverencia a Ticsi Viracocha. Explicaron que como era un asunto del
mar lo llamaron así. Dentro de la arena enterraron vasijas de oro y plata, así
como figuras de auquénidos y pequeñas figuras humanas.56 Puesto que gen-
tes de todas partes del imperio llevaron arena del mar, y el mar era el origen
de todo, todo el imperio incaico veneraba esta arena del mar. Cuando Polo
se dio cuenta de su sentido religioso y político, mandó a los españoles que
utilizaran la arena para construir la Catedral y cuatro puentes.
Al traer la arena del mar al Cuzco, los Incas ubicaron el mar ritualmente en el
centro religioso y político del imperio incaico. Utilizaron el idioma religioso
para expresar un concepto político: el origen y fundación del imperio. De
esta manera pudieron simbolizar la unificación de todo el Mundo andino.
73
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
74
El regadío, los lagos y los mitos de origen
El agua a la que se refiere el relato es la que se cree que tiene origen en la la-
guna Coricocha. Hasta hoy día esta laguna se considera la “matriz” de todas
las aguas que nacen de manantiales alrededor de ella. Se cree comúnmente
que la mayoría del agua de la laguna fluye al río Vilcanota por el río que
cruza la hacienda Paullu, es decir, por la antigua capital guallacán. La gente
de Chitapampa y de Taray también cree que los manantiales que alimentan
los ríos que pasan por sus pueblos son aguas que los Incas canalizaron des-
de la laguna por dentro de la tierra. Asimismo se dice que el agua del río
Tambo Machay y del manantial de Pumamarca también es derivada por
medio de canalizaciones incaicas de la laguna Coricocha. Como prueba de
la conexión directa que hay entre el lago y los manantiales se señalan los
peces, que son los mismos que viven en la laguna como en los manantiales.
Y, como prueba de que los Incas construyeron los canales subterráneos, se-
ñalan las construcciones de piedra que protegen la boca de los manantiales.
75
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
76
El regadío, los lagos y los mitos de origen
60 ¿Será la laguna Mamacocha, que Cobo describe como un pequeño lago más arriba de
Sacsayhuaman? Es una huaca del sistema de ceques, pero no se sabe en cuál línea está.
61 La relación entre las redes más importantes de canales de irrigación (acequias) y el sistema
de ceques es analizado por Zuidema (1978) y por Sherbondy (1979).
62 Nótese lo dicho en el Prefacio sobre el reciente debate relativo al término “panaca” [N. del
Ed.].
63 Véase Zuidema 1978.
77
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
lagos y las llamas se asocian por la creencia de que las llamas originalmente
salieron de los lagos.64 La herranza también ocurre cerca de un lago. En la
astronomía incaica, la llama se asocia con el agua. La constelación negra de
la llama, “Yacana”, bebe el agua de los manantiales y el agua del mar cada
noche para evitar un diluvio.65 La constelación se encuentra en el extremo
Sur del “Mayu” (río), que corresponde a la Vía Láctea.
78
El regadío, los lagos y los mitos de origen
Apu Corcor consintió en darle el agua a cambio de una mujer noble incaica,
pero el Inca lo engañó. En vez de enviarle una mujer noble, le dio una hija
secundaria de Polli-Auqui Ttitu. Esto parece ser una transformación de la
historia del compromiso de Mama Micay con Tocay Cápac, a quien traicionó
al casarse con Inca Roca. “Polli” sería una transformación de “Paullu”. Este
incidente se referiría no sólo a este suceso, sino al intercambio de mujeres
que efectuó Inca Roca con Tocay Cápac después de la derrota de este. El
resultado es la síntesis de dos mitos antiguos en uno más reciente.
La historia de Matto de Turner sigue contando cómo Corcor Apu dejó co-
rrer el agua hacia el Cuzco a través de Sacsayhuaman. Esta parte sería una
referencia al mito de las aguas de Chacan que Inca Roca llevó al Cuzco.
Hoy día el cerro Corcor-Sencca todavía se considera la fuente mayor de
agua para el Cuzco. Me han contado que existe una laguna debajo del cerro,
de la cual los Incas consiguieron agua para su capital. Según Zuidema este
concepto es antiguo, puesto que Sencca en la época incaica se asociaba con
la idea de un borracho, o alguien que puede tomar mucho, y se asociaba
con el concepto de absorber o chupar el líquido.69
79
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Las creencias religiosas relacionadas con las “chincanas” persisten hoy día.
En Chinchero, un pueblo ayarmaca conquistado por los Incas, hay una
piedra llamada Titicaca, tallada con pasillos interiores, al lado Norte de la
Gran Plaza de la ciudad incaica.73 Se cree que debajo de ella hay una lagu-
na a la que uno puede llegar por medio de un desfiladero subterráneo, lla-
mado una “chincana”.74 Al Este del Cuzco hay otra piedra tallada, llamada
Titicaca, que está cerca del otro canal importante para el Cuzco. También
se encuentra en el ceque o línea que utilizaron los Incas para medir el ama-
necer del solsticio de junio.75
80
El regadío, los lagos y los mitos de origen
76 Véase Zuidema1978.
77 Véase Squier 1877, p. 442.
78 Véase Alcina 1970.
79 Véase Ardiles 1986 [N. del Ed.].
80 Véase González Holguín 1608/1952, pp. 286 (pincha), 389 (sañu pakcha), 416 (sañu pincha).
81 “A igual distancia [1 ½ leguas del Cuzco] hay una Pincha trabajada con mucho arte y si-
metría, que tiene muchas leguas de extensión, y va por la hacienda llamada San Judas, que
es del doctor Medina” (Blanco ms.1834/1974, t. I, p. 181).
81
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
2.5 Conclusiones
Hemos visto el importante rol que las vías o canales subterráneos, que se
dicen provenientes de los lagos, tienen tanto en las explicaciones sobre la
hidrología subterránea, como en las explicaciones cosmológicas del origen
de los pueblos andinos. Un área que reconoce a un mismo lago como la
fuente del agua para la irrigación de sus tierras, tenía en ese lago un símbolo
para la unificación política.
Estos conceptos deben ser muy antiguos en los Andes, probablemente des-
de el Horizonte Temprano, como atestigua el templo de Chavín y, poste-
riormente, la cerámica Nasca. Reinos e imperios preincaicos, como los de
Tiahuanaco y Huari, habrían utilizado estos conceptos hidrológicos y cos-
mológicos para expresar una unidad política a un nivel mayor y más com-
plejo que el nivel de organización fundamental y básico de los Andes, el
ayllu. Muchos ayllus, al reconocer su origen común en un lago, disponían
de un lenguaje y una lógica para justificar su unificación.
Los Incas habrán seguido, sin duda, el patrón andino de los Huaris y
Tiahuanacos. Fundaron su capital en un lago. Los reyes que fundaron las
dinastías de Hanan y Urin Cuzco realizaron obras hidráulicas importantes:
Sinchi Roca, de Urin Cuzco, drenó las aguas del centro de la ciudad, e Inca
Roca, de Hanan Cuzco, canalizó las aguas de irrigación más importantes
hacia la ciudad desde Chacan. Este, además, incorporó los territorios de
los Guallacanes y de los Ayarmacas bajo el dominio cuzqueño y, de esta
manera, logró controlar sus aguas, que tenían sus orígenes -- reales o sim-
bólicos-- en el lago de Coricocha y en el lago debajo de Sencca-Huayna
Corcor, respectivamente.
82
El regadío, los lagos y los mitos de origen
Las fuentes de agua llegaron a ser huacas principales de los incas y fueron
incorporadas en el sistema de ceques, el “modelo” incaico de organización
religiosa, social, territorial y política. Sencca, con el antiguo territorio de
los Ayarmacas, se incorporó en el Chinchaysuyo, el sector Noroeste, y
Coricocha, con el territorio antiguo de los Guallacanes, en el Antisuyo, el
sector Noreste. Las aguas originales del lago del Cuzco se asociaban con las
que corren al Sudeste a través del Collasuyo. El cerro Huanacauri estaba
dentro de ese sector y tenía una importancia similar al de Sencca. Se asociaba
con el arco iris, que es la entidad que mantiene el balance hidrológico en el
universo al absorber el agua de la Tierra y llevarla al cielo para convertirse
de nuevo en lluvia.82 Los riachuelos alimentados por los manantiales de las
faldas del Huanacauri son fuentes de agua para irrigar las chacras ubicadas
al Sur y Suroeste del río Huatanay. Anahuarque, Puquín y Quilque son
otros cerros que son fuentes de aguas para el área del Contisuyo, el sector
Sudoeste del Cuzco incaico. Futuras investigaciones revelarán la mitología
hidráulica de este sector.
Por último, los Incas trajeron arena del mar para llenar el centro del Cuzco,
un gesto que declaraba que el Cuzco era el centro político y cosmológico
del imperio del Tahuantinsuyo. En resumen, los pueblos andinos antiguos
no solo poseían los conocimientos prácticos de la hidrología subterránea, y
desarrollaron técnicas para utilizar las aguas subterráneas, sino que elabo-
raron una cosmología basada sobre estos conocimientos, que era útil para
expresar conceptos de etnicidad y de unidad política.
83
Capítulo 3
Los ceques: Código de canales en el Cuzco
incaico 1
1 Publicado originalmente en la revista Allpanchis Phuturinqa (Cuzco), vol. XVIII, no. 27,
1986, pp. 39-74. La traducción al castellano ha sido revisada por el editor.
2 Este artículo es una versión revisada de la ponencia “Nueva interpretación del sistema de los
ceques”, que se presentó a la Comisión de Folklore, Arqueología e Historia del Seminario
de Investigaciones Sociales en el Sur Andino, 27-30 de octubre de 1985, en el Cuzco.
Todos los datos e ideas que utilizo en esta ponencia se basan en mi trabajo de campo en el
Cuzco en 1975-1976, si no indico otra cosa. El trabajo se realizó con el apoyo de una beca
Fulbright-Hayes (1975-76) y una subvención del ‘Graduate College’ de la Universidad
de Illinois (1976). Posteriormente (1983) la ‘Joint Committee for Latin America of the
American Council of Learned Societies and the Social Science Research Council’ me otor-
garon una beca post-doctoral para investigación etnohistórica adicional. Becas de la ‘Wenner
Gren Foundation for Anthropological Research’ (1985) y de la Comisión Fulbright (1985-
86) me han permitido seguir mis investigaciones en el Perú. Agradezco a todas estas insti-
tuciones por su apoyo.
También quiero agradecer la ayuda editorial que me prestó Humberto Rodríguez Pastor.
Rocío Fernández Baca y Salcedo preparó los dibujos y mapas que acompañaban el artículo
original.
85
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Lo que más me llamó la atención fue un canal cuyas aguas regaban las tie-
rras del ayllu Sucsu-Aucaille del pueblo de San Sebastián, muy cerca de la
ciudad de Cuzco. La acequia que tiene este ayllu nace en Tambo Machay,
recorre varios kilómetros, pasa por en medio del pueblo de Yuncaypata y
llega, por último, a los andenes cultivados cerca de San Sebastián. Varias
personas me indicaron que, aunque el agua transita por Yuncaypata, sus
pobladores, sin embargo, no pueden tocar ni una gota de ella. Más tarde,
varios informantes de San Sebastián confirmaron que el canal era de ellos
y no de aquel pueblo.
Este canal también me interesó porque está todavía en manos de los descen-
dientes de dos “panacas” incaicas: “Sucsu panaca ayllu” y “Aucaille panaca
ayllu”, que ahora forman un solo ayllu llamado “Sucsu-Aucaille ayllu”.3
3 Nótese lo dicho en el Prefacio sobre el reciente debate relativo al término “panaca” [N. del
Ed.].
86
Mapa 5: El valle del Cuzco: ceques y suyos. Se indican algunos ceques y los tres canales principales de Hanan Cuzco (Sherbondy
1986-a, Mapa 1, p. 65).
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
87
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
El mapa vino a ser mi punto de partida para una nueva interpretación del
sistema de ceques. Antes de aquella fecha (1975), se sabía que este sistema
era una lista de 320 huacas que se encontraban dentro de un radio de dos
leguas (10 kilómetros) alrededor del Cuzco incaico, organizadas sobre 41
rayas imaginarias o ceques (Ver Figura 5). El sistema representa algo similar
a una rueda de bicicleta: desde un eje central parten líneas en todas direc-
ciones. Cobo dijo explícitamente que los ceques eran líneas y que en cada
una de ellas: “estaban por su orden las guacas y adoratorios que había en el
Cuzco y su comarca, como estaciones de lugares píos, cuya veneración era
general a todos: y cada ceque estaba a cargo de las parcialidades y familias
de la dicha ciudad del Cuzco, de las cuales salían los ministros y sirvientes
que cuidaban de las guacas de su ceque y atendían a ofrecer a sus tiempos
los sacrificios estatuidos”.6 Por eso sabíamos que este sistema constituía
un mapa de ciertos sitios sagrados (huacas) y que cada “panaca” y ayllu del
Cuzco incaico tenía la responsabilidad de los ritos y ofrendas de un cierto
88
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
7 “The relationship of any group to its ceque, cannot, however, be used as an indication of
the group in or around Cuzco” (Zuidema 1964, p. 1). En su prólogo a la obra de Zuidema,
Josselin de Jong (Zuidema 1964, p. xi) destaca esta hipótesis.
8 Véase Sherbondy 1979-a y 1982-a.
9 Véase Barthel 1959 [Traducido en Barthel 1986 (N. del Ed.)].
10 Véase Albó 1972.
89
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Figura 5: Los ceques y las huacas del sistema de ceques del Cuzco, con indicación de las
fuentes de agua y de las huacas de los canales principales (Sherbondy 1986-a, Dibujo
1, p. 72).
90
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
Mapa 6: Socaire, Atacama, Chile. Cerros que se consideran fuentes de agua para el
sistema de regadío de Socaire. Basado en datos de Barthel 1959 (Sherbondy 1986-a,
Mapa 2, p. 66; 1987, p. 125).
91
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Los Incas utilizaban estos dos principios, más algunas refinaciones adicio-
nales. Los ceques que incluían las huacas que marcaban las fuentes de agua
para los canales principales del Cuzco siempre estaban a cargo de una “pa-
naca” o ayllu.11 Y esta asignación determinaba que esta “panaca” o ayllu tenía
derechos a las aguas de ese canal.
Otro principio básico es que las aguas pertenecen a las tierras que riegan,
formando una unidad territorial que generalmente es la propiedad corpo-
rativa de un solo ayllu. Esto es lo ideal. Aún hoy día se encuentra, cuando
es posible, que cada ayllu o parcialidad andina tiene su propio canal, y que
este canal y las tierras por donde corre y las que riega forman una unidad
topográfica. Por ejemplo, Mitchell describe cómo cada barrio de Quinua
(Huanta, Ayacucho), tiene la falda de un cerro con un sistema de irriga-
ción distinto para cada uno. Isbell describe lo mismo para Chuschi (Víctor
92
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
Por lo demás, hay muchos casos de canales compartidos por ayllus que nor-
malmente se dividen en dos partes, según la aplicación del principio orga-
nizativo de la división dual entre una parte superior (de arriba) y una parte
inferior (de abajo). Las designaciones de “arriba” y “abajo” indican también
la ubicación topográfica: una parte se encuentra aguas arriba y la otra aguas
abajo. El canal de Tambo Machay, al que me he referido en un comienzo,
es un buen ejemplo de propiedad múltiple. “Sucsu panaca ayllu” controló
la mitad de arriba del canal y “Aucaille panaca ayllu” la parte de abajo. El
ceque de “Sucsu panaca” pasa por la toma. El ceque de “Aucaille panaca”
cruza el punto medio del canal, el equivalente de la fuente --u origen-- de
la parte que le corresponde del canal (Ver Mapa 8).15
93
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Mapa 7: San Andrés de Machaca, Pacajes, Bolivia: (a) esquema, (b) mapa. División
del pueblo en mitades y en ayllus en forma de sectores. Compárese el esquema ideal de
las subdivisiones del pueblo con la realidad geográfica. Basado en Albó 1972, p. 781
(Sherbondy 1986-a, Mapa 3, p. 65 y Dibujo 2, p. 73; 1979-a, p. 64; 1987, p. 123).
94
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
El ejemplo anterior sirve además para ilustrar que los ceques se agrupan de
tres en tres. Cada grupo incluía un ceque de rango más alto (collana), otro
de rango medio (payan) y el último más bajo (cayao). En el caso de “Iñaca
panaca”, el ceque medio o payan fue asignado a la “panaca”. El “Cápac ayllu”,
en cambio, recibió el ceque de bajo rango, cayao. El ceque collana marca el
final del canal y el ceque payan divide el canal en dos. “Sucsu panaca” tiene
el ceque collana, igual que “Aucaille panaca” y los otros ceques cortan el canal
en seis secciones.16 El ceque de “Yacanora ayllu” pasa por el extremo inferior
de las tierras regadas por el canal de Sucsu-Aucaille, formando el límite.
Lo que se desprende de estos datos es que hay ceques que marcan los lími-
tes de los distritos de irrigación y hay otros a cargo de “panacas” y ayllus
específicos, y estos siempre incluyen las huacas de las fuentes de los canales
(Ver Figura 6). Esta correspondencia directa que proponemos nos ahorra
la necesidad de plantearse que Cobo no tuvo mucho cuidado cuando hizo
su descripción de los ceques, o que la correspondencia debería ser siempre
con los ceques payan, como sugirió Zuidema.17
16 Esta división del canal en seis secciones podría haber servido para organizar a los dos ayllus
en seis equipos que limpiaran el canal. Véase Sherbondy 1982-b, pp. 92-95.
17 Véase Zuidema 1964, pp. 8-9.
95
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Mapa 8: Canal de Tambo Machay, de Sucsu-Aucaille, con los ceques que lo delimi-
tan y dividen (Sherbondy 1986-a, Mapa 4, p. 68).
96
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
Mapa 9: Canal de Chinchero, con los ceques que lo delimitan y dividen (Sherbondy
1986-a, Mapa 5, p. 69).
97
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Lo que destaca de este análisis es que los límites de las subdivisiones del
Cuzco se basan en la hidrología del valle. Las tierras de las “panacas” y ay-
llus se forman alrededor de sus respectivos distritos de irrigación, porque
siempre se mantienen como una unidad los canales y las tierras que riegan.
Y si se subdividen, se hace según un criterio basado en una división lógica
de la red de acequias. Se distingue también la aplicación de criterios hidro-
lógicos al hacer las subdivisiones mayores del Cuzco: los cuatro suyu y las
dos mitades, Hanan Cuzco y Urin Cuzco.18
Este último aspecto se ilustra en un pleito que ocurrió a principios del si-
glo XVIII entre “Cápac-Hatun ayllu”, los descendientes de las “panacas”
incaicas de los mismos nombres, y “Sucsu-Aucaille ayllu”.20 Cápac-Hatun
reclamó el derecho de utilizar las aguas del canal de Sucsu-Aucaille durante
cuatro días y cuatro noches de cada año. Lo que precipitó el conflicto no
fue el uso del agua, sino el intento de Cápac-Hatun de limpiar la sección
del canal que se utilizaba. Mi interpretación del significado de este acto es
que, en realidad, “Cápac-Hatun ayllu” estaba reclamando el derecho de
propiedad del canal por encima del derecho de usufructo.
18 Esta aseveración se basa en un pleito sobre unas tierras entre partes de Hanan Cuzco y de
Urin Cuzco en el siglo XVI (Lilly Library, Indiana University, Latin American Manuscripts).
El caso se decidió según el derecho incaico pre-existente, en el cual jugaba un papel decisivo
los derechos a las aguas de las tierras disputadas. Aunque la parcela en cuestión se encontra-
ba en la frontera de Hanan Cuzco, recibía aguas para regar de una fuente de Urin Cuzco,
de manera que no había duda de parte de los testigos incas que la parcela pertenecía a Urin
Cuzco. Véase Sherbondy 1982-c, 1982-d, 1983.
19 Véase Sherbondy 1982-a.
20 Rostworowski de Diez Canseco (1964) publicó los papeles de este pleito; yo lo analizo en
mi tesis doctoral. Véase Sherbondy 1982-b.
98
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
Mapa 10: Canales de Chacan, con los ceques que delimitan el distrito de riego y el
ceque que indica la huaca de su fuente, Chacan Guanacauri (Sherbondy 1986-a,
Mapa 6, p. 70).
99
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Ahora bien, se nota otra distribución jerárquica: dar los canales más im-
portantes a las “panacas” de más alto rango político. Por ejemplo, “Iñaca
panaca” y “Cápac ayllu”, las dos “panacas” más prestigiosas, controlaban los
canales más grandes que conducían el agua hacia la ciudad misma (los de
Chacan y el canal de Chinchero-Ticatica), mientras que “Sucsu panaca” y
“Aucaille panaca”, “panacas” menos prestigiosas, tenían un canal largo que
llevaba el agua a tierras al Este del Cuzco.
100
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
3.3 Implicancias
Las implicancias de este análisis son varias. Primeramente, resalta la prepon-
derancia que tiene el agua y los sistemas de canales para regar las tierras del
valle del Cuzco. Interesa destacar que es una importancia no sólo económica
23 El resultado es el siguiente orden de “panacas”, comenzando del más alto rango y pro-
siguiendo al de menor rango. Con cada “panaca” he puesto el Inca que se consideraba el
“fundador” de la “panaca”. [La tabla ha sido elaborada por el editor (N. del Ed.)].
1 Cápac ayllu Túpac Inca Yupangui
2 Iñaca panaca ayllu Pachacuti Inca
3 Sucsu panaca ayllu Wiracocha Inca
Hanan Cuzco
4 Aucaille panaca ayllu Yahuar Huacac
5 Vicaquirao panaca ayllu Inca Roca
6 Apu Mayta panaca ayllu Cápac Yupangui
7 Usca Mayta panaca ayllu Mayta Cápac
8 Hahuaini panaca ayllu Lloque Yupangui Urin Cuzco
9 Raurau panaca ayllu Sinchi Roca
10 Chima panaca ayllu Manco Cápac Fundador
24 En realidad había en la época incaica varios canales que derivaban sus aguas del río de Tambo
Machay, y todo este sistema hidráulico era de “Sucsu panaca” y “Aucaille panaca”. 101
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
25 Amaru Túpac Inca, la “segunda persona” de Túpac Inca Yupanqui, tomaba las decisiones
de cuáles huacas se incluirían en el sistema de ceques. Véase Murúa ms.1616/1962-1964, t.
1, p. 58.
102
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
Figura 6: Esquema de los ceques del Cuzco, con indicación de las “panacas” y ayllus en-
cargados de ceques específicos y con las indicaciones de su jerarquía (collana, payan y cal-
lao). Basado en Cobo 1956, t. II, pp. 169-186 (Sherbondy 1986-a, Dibujo 3, p. 74).
103
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Existen ‘tradiciones’ incaicas,28 que cuentan que hubo una organización ma-
siva del Cuzco, por la que el Inca expulsó a todos los pueblos de la cuenca
del Huatanay de ese entonces y luego distribuyó las aguas y tierras a los ayllus
incaicos señalándoles una ubicación oficial. Sólo algo así podría explicar la
distribución de aguas y tierras a las “panacas” y a los ayllus del Cuzco con
su jerarquía política.
26 Inspirado por el ejemplo incaico, Conrad (1981) desarrolló una interesante teoría para
explicar la expansión Chimú, que se basó en el presupuesto de que los Chimú formaron
una “panaca” nueva con cada gobernante, quien se veía obligado a conquistar un territo-
rio nuevo para heredar a su linaje. Sin embargo, es probable que las “panacas” incaicas no
cumplieran esa función expansionista. Sugiero (Sherbondy 1982-b) que podrían haberse
formado todas las “panacas” simultáneamente, como un modo de reorganizar y subdividir
a la población incaica del Cuzco, que había crecido enormemente. La función principal de
esta reorganización era la distribución de las responsabilidades para los canales de regadío.
27 Mis descubrimientos relativos a esta distribución de canales y tierras en el Cuzco son una
confirmación independiente del argumento expuesto en Zuidema (1964, pp.15-16); cf.
Duviols 1980, Rostworowski 1983.
28 Utilizo ‘tradición’ en este caso para no predisponer el análisis al aplicar un término como
‘mito’ o ‘leyenda’, ni tampoco ‘historia’, por las connotaciones que estos términos tienen
en cuanto a la veracidad de la información dada.
29 La “panaca” de Huayna Cápac es “Tumibamba panaca” y tenía sus tierras fuera de la cuenca
del valle del Cuzco. No hay noticias de que Huáscar Inca ni Atahuallpa tuvieran “panacas”.
30 Son un total de nueve “panacas” porque omite la “panaca” de Sinchi Roca, “Raurau panaca”.
Hay dos posibilidades para explicar esta omisión: (1) que se equivocó y “Raurau panaca”
104
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
“[Topa Inga Yupangue] ... dividió la ciudad en dos barrios grandes: el uno
y el más principal llamo Annan Cuzco [Hanan Cuzco], que quiere decir el
barrio de arriba del Cuzco, y el otro se llamó Hurín Cuzco [Urin Cuzco], que
significa el barrio de abaxo. Hecho esto repartió el barrio de arriba en cinco
partes: al primero y más principal llamó Ayllo Cappa [Cápac Ayllu], que
fue asignado un sector, posiblemente de Contisuyo, donde se menciona sólo una “panaca”,
o (2) realmente “Raurau” no figuraba en el sistema de ceques. Pienso que la primera posi-
bilidad es la correcta.
31 Esto no quiere decir que todo lo que se le atribuye a Túpac Inca Yupanqui es histórico, sino
que no hay duda de que existió un Inca con ese nombre y que lo recordaban varios infor-
mantes de los primeros españoles que llegaron al Cuzco.
32 Cita en Sarmiento de Gamboa ms.1572/1960, p. 237.
105
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
quiere decir el barrio del linaje del Inga; el segundo se llamó Iña Capañaca
[Iñaca panaca]; y la tercera, Cuccopanaca [Sucsu panaca]; la cuarta, Illipanaca
[Aucaille panaca], y la quinta, Cumapanaca [Suma panaca], y a cada uno
destos barrios señaló número de gente para que, como vecinos perpetuos,
estuviesen en él. Del primer barrio hizo capitán y señor a un hijo que tenía
que le había de susceder en el reino; el segundo y el tercero señaló para sus
descendientes por línea transversal; el cuarto, a su abuelo y descendientes; el
quinto, a su bisabuelo. El otro barrio segundo, que era la otra parte de la ciu-
dad de abaxo, repartió en otras cinco partes: a la primera llamó Uzcamayta, y
desta hizo capitán a los descendientes del segundo hijo del primer Inga que
reinase después dél; la segunda nombró Appomayta [Apu Mayta], de la cual
constituyó por capitán al hijo segundo del segundo Inga. Y por esta orden
mandó que en el tercero, cuarto y quinto barrio suscediesen en la adminis-
tración los segundos hijos del tercero, cuarto y quinto Inga, aunque después
no cresció este imperio por la entrada que hicieron los españoles en la tierra.
“Dicen los indios más viejos y antiguos que esta ordenación y repartimiento
y división hizo Pachacoti Capac Inga Yupangue, aunque otros dan el loor al
Topa Inga Yupangue, de quien vamos tratando”.33
¿Se puede aseverar algo de la organización de las “panacas” dentro del
sistema de ceques que arroje alguna luz en esta cuestión de quien reorganizó
el Cuzco? Creo que sí. Hemos notado que las “panacas” de Pachacuti Inca
y de Túpac Inca Yupanqui tenían los sistemas de canales más importantes
para la ciudad del Cuzco, el canal que viene de Chinchero y los canales de
Chacan. ¿Cuál de ellos era más importante? Hay varias referencias específicas
en las crónicas en cuanto que las aguas de Chacan lo eran. De hecho, estas
aguas, que son utilizadas entre el río Saphi y el río de Choquechaca (ahora
Tullumayu), son las que iban a la parte principal de la ciudad incaica, que
se construyó precisamente entre estos dos ríos.
106
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
irrigación de los Incas.34 Luego, cada año al final del mes de Camayquilla (fe-
brero), durante la época de lluvias, se realizaba el rito de Mayocati. Consistía
en construir varias represas en el río Chacan y en el río Saphi, y luego echar
al agua, justo antes del anochecer, los restos de los sacrificios quemados
durante todo el año, además de carbones y cenizas. A la puesta del sol se
rompía la represa más alta y la fuerza del agua rompía a su vez cada represa
ubicada más abajo, llevándose todos los restos de los sacrificios con gran
fuerza hacia el mar.35 Sugiero ahora que los canales de Chacan gozaban de
mayor importancia, a pesar de que en otras oportunidades ha sostenido
que el canal de Chinchero era más importante por ser el más largo y segu-
ramente por llevar más cantidad de agua al Cuzco.36
Ahora bien, este canal era propiedad de dos “panacas”: “Cápac ayllu”, que
tenía la parte más cercana al Cuzco, y de “Iñaca panaca”, que tenía la parte
de afuera. Además, “Iñaca panaca” tenía las aguas de Chacan. Una inter-
pretación posible sería que Pachacuti Inca distribuyó a su propia “panaca”
(“Iñaca”) las aguas de Chacan, de mayor importancia ritual, y la parte del ca-
nal de Chinchero, que incluye los manantiales de su tramo inicial. Pachacuti
107
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
La situación descrita sugiere que había dos Incas simultáneos, uno para cada
mitad o ‘barrio’, que se relacionaban el uno con el otro como mayor y me-
nor. Este tipo de organización política se encontraba en la Costa Norte.41
Es evidente que lo mismo existía también en la capital incaica. Al momen-
to de la Conquista el señor de Urin Cuzco, (don Juan) Tambo Uscamayta,
representando los intereses de esa mitad, negoció con un señor de Hanan
Cuzco, (don Francisco) Cayo Topa, muy vinculado a los españoles, para
que le ayudara a conservar los derechos a las tierras de Urin Cuzco, ya que
el Inca mismo estaba en exilio.42 Si todos los Incas de Urin Cuzco prece-
dieron a todos los de Hanan Cuzco, entonces Juan Tambo no podría haber
sido el bisnieto de un Inca (Mayta Cápac) que había muerto hacía ocho
generaciones.
40 Presenté estas líneas y datos por primera vez en dos ponencias, una para la ‘American Society
for Ethnohistory’ (Sherbondy 1982-c) y otra para la 11ra ‘Annual Conference on Andean
and Amazonian Archaeology and Ethnohistory’ (Sherbondy 1983).
41 Véase Netherly 1977, 1984.
42 Estos señores, Cayo Topa y Tambo Uscamayta, se bautizaron posteriormente y recibieron
nombres españoles.
108
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
A partir de estos datos concluyo que Hanan Cuzco y Urin Cuzco eran dos
territorios distintos con señores propios, y que el señor de Urin Cuzco go-
zaba de una posición política inferior a la del señor de Hanan Cuzco. Cada
mitad administraba sus propios asuntos relacionados con aguas y tierras.
Sin embargo, esto no prueba que las dos listas de los cinco Incas de Urin
Cuzco y los cinco de Hanan Cuzco que tenían “panacas” en el sistema de
ceques eran las listas de sucesión histórica de los señores de cada mitad: tam-
poco prueba que no lo eran. Lo que sí se nota es que hay una simetría entre
los atributos del Inca de Urin Cuzco y el Inca correspondiente de Hanan
Cuzco. Empezando con los reyes que reciben el crédito por las obras hi-
dráulicas, Sinchi Roca (Urin Cuzco), mandó hacer las obras para drenar el
valle del Cuzco, e Inca Roca (Hanan Cuzco), mandó construir los canales
que llevaron el agua para regar el valle. Sinchi Roca hace lo apropiado para
el barrio de abajo, Urin Cuzco, e Inca Roca hace lo que corresponde al ba-
rrio de arriba, Hanan Cuzco.
109
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
110
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
3.4 Conclusiones
Partiendo de un estudio de los canales incaicos, ha sido posible una nueva
interpretación del sistema de ceques que demuestra que una de sus funciones
principales, sino la más importante, era codificar la distribución de aguas y
tierras del valle del Cuzco a las “panacas” y los ayllus. Esto aclara la pregunta
sobre qué eran realmente las “panacas”. Mi argumento es que eran unidades
fundamentales de la organización política del Cuzco, que se conformaron a
base de distritos de irrigación, los que incorporaban por lo menos un canal
mayor, incluyendo las tierras por donde corría y las que regaba.
111
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
De esto se deriva que Gutiérrez de Santa Clara acertó cuando describió las
“panacas” como diferentes grupos de Incas que se formaron a la vez y no
una tras otra, acumulándose con cada generación de Incas; y que el Inca
nombró a uno de sus parientes coetáneos como el señor de cada “panaca”.
112
Los ceques: Código de canales en el Cuzco incaico
Igualmente, la parroquia de San Blas incluyó áreas de dos suyus: el área más
oriental de Chinchaysuyo y la más occidental de Antisuyo. Sin embargo,
51 No es mi intención analizar estos cambios en esta oportunidad, sino esbozar algunos rasgos
generales del efecto de la administración española sobre la organización de los ayllus del
Cuzco y los sistemas de irrigación.
52 “Incorporación de los indios yanaconas del Cuzco a la Corona Real” (1572), manuscrito
transcrito y publicado por Aparicio Vega 1963, pp. 119-128.
113
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Esta será la razón por la cual no se encuentra “Cápac ayllu” en este sector,
que corresponde al tramo inferior del canal de Chinchero, sino más bien en
tierras al Oeste, especialmente en la parroquia de San Blas. Aparentemente
“Cápac ayllu” y “Hatun ayllu” fueron desplazados al Este, para acomodar
al ayllu de los Chachapoyas.
los mismos límites hasta hoy día, en los cuales coinciden los límites de un
sistema de canales con los límites del barrio limeño (antiguo cacicazgo).54
115
Capítulo 4
Organización hidráulica y poder en el Cuzco
de los Incas 1
4.1 Introducción
El agua de regadío era esencial para la vida económica de los incas.2 Permitía
117
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
119
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
En este capítulo argumento que los incas administraron el valle como una
totalidad, integrando estas zonas urbanas y rurales dentro de las subdivisio-
nes que crearon, basadas en la geografía del riego. Por eso hay que analizar
el valle completo como una totalidad para llegar a una comprensión mayor
de lo que era la organización incaica del Cuzco. La ciudad se consideraba
el centro del valle, y el valle fue organizado desde el punto de vista del Inca
en el Cuzco. Los límites entre las subdivisiones se medían con referencia al
centro. La distribución de los derechos a las acequias y a las tierras fueron
codificados por medio de un sistema de organización radial basado en un
conjunto de líneas --en quechua ceque-- que funcionaban sobre el territorio
como los radios que dividen un círculo en sectores.
5 Nótese lo dicho en el Prefacio sobre el reciente debate relativo al término “panaca” [N. del
Ed.].
6 Véase Zuidema 1964, p. 1.
120
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
Bernabé Cobo, el cronista cuya descripción de los ceques es la base para es-
tos análisis, se equivocó en la designación de qué “panaca” tenía cuál ceque.7
7 Véase Zuidema 1964, pp. 8-9. Estas conclusiones erróneas se hicieron a base de datos in-
suficientes. Me complace saber que Zuidema pudo hacer buen uso de la información que
yo he podido aportar al tema y la ha incorporado en varios artículos posteriores a 1976,
notablemente Zuidema (1978).
8 Véase la nota 25, abajo. NOTA 194.
9 La reconstrucción de la ubicación geográfica de las acequias mencionadas en el presente
trabajo, y la presentación de los datos sobre las tierras que regaban y los derechos a estos
canales y terrenos, se encuentran en Sherbondy (1982-b).
121
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Este tipo de división de un territorio entre cerro y valle era muy común
en los Andes, sobre todo en el Sur Andino. En el Altiplano las naciones se
dividían en dos: Urqosuyu y Umasuyu. En aimara, urqo significa ‘cerro’ y
uma significa ‘agua’. El punto de referencia para hacer esta distinción era
el lago Titicaca. La mitad de Umasuyu se consideraba más cerca al lago.10
También había divisiones menores de “Hanansaya” y “Hurinsaya” dentro
de cada suyu, que eran parecidas a las de Hanan Cuzco y Urin Cuzco. Otra
manera de designar las dos mitades de una división dual era en términos
de derecha e izquierda.
122
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
La importancia de la dirección del flujo de las aguas para definir las dos
parcialidades se expresó en las tradiciones incaicas oficiales. Se le atribuía
a un Inca de cada parcialidad la construcción de las obras hidráulicas de
su parcialidad. Estos dos Incas se consideraban los primeros de sus par-
cialidades respectivas y por eso eran los fundadores de ellas. Sinchi Roca,
el primer Inca de Urin Cuzco (después de Manco Cápac, el fundador de
todos los incas), construyó las obras de drenaje en esta parcialidad. Era él
quien drenó las aguas del lago o pantano que ocupaba la zona central del
Cuzco, permitiendo la construcción de la plaza Aucaypata, hoy día la Plaza
de Armas. También Sinchi Roca canalizó las aguas del río Huatanay, una
obra que permitió la utilización de tierras para el cultivo y un mayor con-
trol de las inundaciones.
Inca Roca, el primer Inca de Hanan Cuzco, construyó las obras de irriga-
ción para el Cuzco, llevando aguas de las tierras de arriba hacia las chacras
(campos) cultivados más abajo. Los mitos le atribuyen el descubrimiento
de las aguas de Chacan y su canalización subsecuente hacia la ciudad. Los
dos mitos expresan los conceptos fundamentales de la geografía política de
la división dual del Cuzco incaico: la parcialidad superior se refería a los
123
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
cerros donde nacían los afluentes del río principal y de donde nacían las
acequias que conducían el agua hacia la ciudad y, en contraste, la parcialidad
inferior se refiere al valle por donde las aguas salían del Cuzco y a las obras
hidráulicas que drenaban el valle. Estas son las obras que simbolizan cada
parcialidad en los mitos, pero no son las únicas obras hidráulicas.
El lindero entre las dos parcialidades dividía el valle entre Norte y Sur apro-
ximadamente, pero la ubicación real y efectiva de este lindero la determi-
nó el sistema de irrigación. En el Norte se encontraban las tierras regadas
por las acequias que venían desde los cerros hacia el valle. Al Sur estaban
las tierras regadas por las acequias que salían del río Huatanay, y de otras
fuentes ubicadas al Sur de la ciudad. El lindero entre estas dos zonas dividía
las tierras que pertenecían a los incas de Hanan Cuzco de las de los incas
de Urin Cuzco. Un pleito del año 1560 sobre los derechos a ciertas tierras
del valle indicó que la ubicación del origen del agua que regaba un terreno
determinaba su clasificación en Hanan Cuzco o en Urin Cuzco.12 En este
12 Estas ideas y datos se presentaron inicialmente en dos ponencias, una para la ‘American
Society for Ethnohistory’ (Sherbondy 1982-c) y otra para la 11ra ‘Annual Conference on
Andean and Amazonian Archaeology and Ethnohistory’ (Sherbondy 1983).
124
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
caso los ‘tomeros’ de la época incaica,13 que seguían distribuyendo los tur-
nos del agua para el valle, dieron testimonios al efecto de que, en este caso,
sólo el señor de Urin Cuzco tenía el derecho a reclamar el agua para regar
las tierras disputadas, a pesar de que él podía prestar el usufructo de esas tie-
rras a un miembro de Hanan Cuzco. Se desprende de este caso el siguiente
principio legal: que el derecho a las aguas de regadío era un derecho más
fundamental e inalienable que los derechos a las tierras. En otras palabras, se
podía prestar y compartir el uso de las tierras pero no el derecho a las aguas.
Por el lado Este del Cuzco, como revela este caso, el lindero entre las dos
parcialidades se ubicaba entre las tierras regadas por acequias que bajaban
de los cerros al Norte (Hanan Cuzco) y las tierras regadas por acequias que
provenían de la zona baja del valle (Urin Cuzco). Por el lado Oeste del
Cuzco el límite entre las dos parcialidades también se habría determinado
por distritos de riego.
13 Un ‘tomero’ era el encargado de abrir y cerrar las bocatomas de los canales de regadío [N.
del Ed.].
14 Véase Poma de Ayala ms.1615/1980, fols. 352-353 [354-355].
125
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Las líneas radiales cumplían múltiples funciones. Las que más interesan aquí
son: (1) indicar las fuentes de agua para las acequias de un pueblo, y ligarlas
mental y ritualmente a un punto central de la población por medio de líneas
o rayas, y, (2) indicar los límites entre zonas, formando así sectores (en su
sentido geométrico) de tierras. El pueblo actual de San Andrés de Machaca
(Bolivia) ilustra este segundo punto (Ver Mapa 7). El punto central es la
población o marca desde la cual irradian las rayas que delimitan las tierras
de los tres ayllus de cada mitad. De esta manera se distribuye a cada ayllu
un sector (geométrico) de tierra.
Del mismo modo, el plano conceptual del pueblo de Socaire (Chile) une
el pueblo (o más precisamente el sitio ceremonial para los ritos) por medio
de líneas imaginarias con los cerros que, según la cosmología del pueblo, lo
proveen del agua para su canal (Ver Mapa 6).16 Muchos son los cerros en
torno al pueblo --algunos a grandes distancias-- que son adorados, porque
se cree que los cerros envían el agua al sistema de irrigación de Socaire. Este
caso ilustra el primer punto.
126
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
la cuenca del río Huatanay.17 Aunque las líneas son imaginarias, se pueden
identificar por los marcadores ubicados en cada una de ellas que eran hua-
cas o sitios sagrados (muchos de los cuales siguen manteniendo el mismo
topónimo hoy día).
Los ceques cumplían funciones múltiples. Quizá la más importante era dis-
tribuir los derechos a las acequias del valle a las “panacas” (de la gente inca)
y a los ayllus (de la gente que no era inca, pero gozaba del privilegio de re-
sidir en el Cuzco). Esta información referente a la distribución de las aguas
y, por consiguiente, de las tierras en el Cuzco se codificó en el sistema de
ceques, cuya descripción se recopiló poco después de la conquista española.
El licenciado Polo de Ondegardo, corregidor del Cuzco en 1559-1560, re-
conoció que el sistema de ceques era la clave para entender la organización
del poderío incaico. Polo lo puso al servicio de la administración colonial
en forma práctica al descifrar el código o la lógica del sistema, lo que le
permitió ubicar y destruir las momias de los Incas fundadores de las “pana-
cas” junto con sus imágenes, huauges (quechua: ‘hermanos’), dando así un
golpe mortal al régimen inca.18
del Huatanay, que fluyen por el centro urbano. Todas las acequias de este
suyu llevan también sus aguas al Cuzco. Las aguas, ríos y acequias del cua-
drante Nordeste, el Antisuyo, llevan sus aguas al Este del Cuzco.
Figura 7: División radial de sectores (collana, payan, cayao), Esquema Hanan / Urin.
(Sherbondy 1987, pp. 128, 130)
128
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
Las subdivisiones de cada suyu se delimitaban por los ceques. Estos se clasi-
ficaban cada uno por una jerarquía de alto (collana), medio (payan) y bajo
(cayao), formando grupos de tres ceques (Ver Figura 7). Cada uno de estos
grupos de tres líneas formaba un sector principal, con tres subsectores. Cada
suyu incluía tres sectores, con la excepción del Contisuyo.
Cada sector se subdividía por medio de tres ceques: collana, payan y cayao.
Estos subsectores cumplían funciones similares. Por ejemplo, indicaban las
fuentes de agua y los límites entre distritos regados por una acequia o por
129
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
un ramal de una acequia. Sugiero, además, que las utilizaban para organi-
zar el trabajo. Por ejemplo, las secciones de una acequia --formadas por las
definida por los ceques. Esta fue dividida internamente en Hanan Cuzco (alto) y Urin Cuzco (bajo) (Sherbondy 1994, p. 77).
Mapa 13: Cuzco Inca (Vilcanota, Huatanay, Anta): esquema de circulación de los ríos. La línea punteada delimita el área
líneas que la cortan-- servirían para dividir los miembros de una “panaca”
o ayllu en grupos para la limpieza anual de la acequia.
130
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
21 Las haciendas ubicadas aguas arriba sobre el canal de Sucsu-Aucaille han tenido disputas
con Sucsu Aucaille ayllu. Este insiste en su derecho exclusivo a la distribución de las aguas
de la acequia al pueblo de Yuncaypata, a pesar de que el canal pasa por el mismo pueblo.
Esta situación moderna probablemente refleja los derechos tradicionales de “Sucsu panaca”
y “Aucaille panaca”, y de su sucesor Sucsu Aucaille ayllu. Ver la “Visita y composición de
tierras efectuadas por el Marqués de Valdelirios, como visitador de la Ciudad del Cuzco,
años 1711-1714”, Archivo General de la Nación (Lima), Títulos de Propiedad, Cuaderno
454, publicado en Rostworowski (1964).
131
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Estos ritos, tanto las ofrendas como la faena misma, constituyen un acto
legal dentro del derecho tradicional andino, que afirma los derechos del
ayllu a las aguas y a las acequias. Por eso, la participación en la faena es una
obligación a la vez que es un privilegio. Sólo los miembros del ayllu que
posee la acequia pueden limpiarla. Otro ayllu puede utilizar el agua con el
permiso del ayllu que la posee, pero se considera sólo un favor --un gesto
de ayni o de reciprocidad-- y no un derecho perpetuo.
Un individuo reclama sus derechos al agua en base a dos criterios: (1) por
su calidad de ser integrante del ayllu, y (2) por la ubicación de sus tierras
132
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
cerca de una acequia. Hay un cierto sentido informal de que las tierras y
las acequias forman una unidad. Un forastero no puede tener acceso, ni a
título matrimonial. Al heredar parcelas de tierras se heredan también los
derechos a las aguas que las riegan. Es éste un concepto que siguió vigente
entre los ayllus después de la Conquista, en contraste con la costumbre de
los españoles de vender sus derechos al agua por separado, sin transferir los
derechos a las tierras correspondientes.22
133
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Las “panacas”, como los ayllus, tenían derechos a las tierras y a las aguas.
La manera en que se distribuyeron las acequias en el Cuzco a las “panacas”
indica que eran unidades territoriales creadas especialmente para facilitar la
administración del valle del Cuzco. Las “panacas” controlaron las acequias
mayores y, por ende, las tierras principales. Además, el orden de distribuir-
las demuestra una correspondencia directa entre el orden de prestigio de
la “panaca” con el orden de importancia de la acequia. La división dual se
manifiesta en la simetría de la distribución. Las cinco “panacas” de Hanan
Cuzco controlaban las acequias principales de Hanan Cuzco, y las cinco “pa-
nacas” de Urin Cuzco controlaban las acequias principales de Urin Cuzco.24
Dentro de cada mitad había tres “panacas” asignadas a uno de los suyus y
dos “panacas” asignadas al otro suyu.
De esta manera los incas incorporaron formalmente las aguas dentro de este
sistema ritual que, en realidad, indicaba la distribución de los derechos a las
acequias y las tierras regadas a las “panacas”. El sistema de los ceques, enton-
ces, cumplía una función primaria como un plano oficial de los distritos de
acequias y los distritos administrativos.
El cuadro que sigue recopila los datos sobre los sistemas de riego principales
de Hanan Cuzco en su orden geográfico, siguiendo el orden del sistema de
los ceques desde el primer ceque del Chinchaysuyo, al Oeste, hasta el últi-
mo ceque del Antisuyo, al Este. En la primera columna se encuentra la lista
de las acequias principales de Hanan Cuzco; en la segunda, las fuentes de
estas acequias que son huacas y otras huacas asociadas con estas acequias;
en la tercera, los ceques en que se ubican; en la cuarta, las “panacas” o los
ayllus encargados de estos ceques, y, en la quinta, el Inca fundador de cada
“panaca”, con la indicación de su rango. Se ve que una gran cantidad de
información está expresada explícita e implícitamente por medio de esta
organización radial de ceques (ver cuadro 1).
El sistema de ceques era un sistema flexible, que se podía adaptar a las exi-
gencias de la realidad fisiográfica de los sistemas hidráulicos. Ilustraré cómo
funcionaba en los casos de las acequias de Hanan Cuzco.
El caso más claro para demostrar cómo se configuraban los distritos de ace-
quias es el del canal de Sucsu Aucaille, que, como hemos dicho, pertenecía
a las dos “panacas” “Sucsu panaca” y “Aucaille panaca”. La línea encargada
a “Sucsu panaca” incluye la huaca en el punto inicial de la acequia. El sec-
tor de “Sucsu panaca” comprende el área entre esta línea y la de “Aucaille
panaca”, formando así un sector que se subdivide por medio de dos líneas.
Las tres líneas de “Sucsu panaca” forman un grupo de una línea collana, una
línea payan, y una línea cayao. El sector de “Aucaille panaca” tiene forma
parecida, también con tres líneas collana, payan y cayao. La línea que sigue
a la última de “Aucaille panaca” está encargada al ayllu Yacanora, y delimi-
ta el extremo inferior del distrito regado por la acequia de Sucsu Aucaille y
el límite superior de los distritos de varias otras acequias. De esta manera,
seis líneas (ceques) delimitan dos sectores correspondientes a dos “panacas”
que forman un distrito de una acequia (Ver Mapa 8).
135
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
CUADRO 1
CHINCHAYSUYO
Huaca de ‘Panaca’ o Inca y su
Acequia Ceque
fuente ayllu rango
Callanca
Canal de Ticatica y Cápac ayllu Túpac Inca
puquio de I 1 c: 6
Chinchero (“panaca”) Yupanqui 1.ro
Ticatica
Canal de Ticatica y I 2 b: 10 Pachacuti Inca
Corcorpuquio Iñaca panaca
Chinchero 2.do
Canal de Ticatica y Guargua Illa
I 2 a: 10
Chinchero puquio
Chacan
I 2 b: Pachacuti Inca
Canales de Chacan Guanacauri y Iñaca panaca
7, 9 2.do
Sencca
Uicaquirao
Viroypaccha Viroypaccha I 3 b: 4 Inca Roca 5.to
panaca
Pilco puquio (Quenqo Huacaytaqui
Puco puquio I 3 c: 3
mayu) ayllu
ANTISUYO
Huaca de ‘Panaca’ o Inca y su
Acequia Ceque
fuente ayllu rango
Canal de Tambo Ma- Tambo Sucsu Viracocha Inca
III 1 a: 9
chay (parte superior) Machay panaca 3.ro
Canal de Tambo (Aucompu- Aucaille pa- Yahuar Huacac
III 2 a: 5
Machay (parte inferior) quio?) naca 4.to
Puquios de
Canales de puquios
Guamantian- III 3 a: 2,
de margen izquierda Yacanora ayllu
ca, Pacay y 3, 5
del Huatanay
Cuillor
Puquios de
Canales de puquios Sacasaylla, III 3 b: 1, Ayarmaca
en cerro Picol Pirqui, Ava- 2, 4, 6 ayllu
cos, Urco
Canales de puquios Puquios de
III 3 c: 1,
entre Picol y Angos- Lampa, Sura- Cari ayllu
2, 3
tura ma y Corpor
136
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
Los derechos a la acequia se indican por las dos líneas encargadas a “Sucsu
panaca” y a “Aucaille panaca”, que marcan el punto inicial del canal dentro
de su propio sector. Aunque se trata de un caso de propiedad dual de una
acequia, los principios de la lógica organizativa se demuestran claramente.
Los ceques encargados a estas dos “panacas” son collana, pero de ello no se
debe deducir que las líneas encargadas a las “panacas” siempre son collana.
“Cápac ayllu” tiene una línea cayao, “Iñaca panaca” y “Uicaquirao” tienen
líneas payan. La asignación de los ceques a “panacas” específicas no tomó en
cuenta su calidad de collana, payan o cayao, sino correspondió directamen-
te al ceque donde se encuentra la fuente del agua para la acequia principal
distribuida a aquella “panaca”.25
25 Esta correspondencia directa obvia la necesidad de suponer que Cobo se descuidó cuando
nombró las “panacas”, ni que la correspondencia debería ser con los ceques payan, como
sugirió Zuidema (1964, pp. 8-9).
137
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Por las descripciones etnográficas del trabajo comunal en los pueblos andinos
modernos, se sabe que las unidades de la organización social de la comu-
nidad funcionan igualmente como las unidades organizadoras de la mano
de obra en los proyectos laborales comunes.26 Esto rige en especial para la
limpieza de las acequias, la cual en muchos casos es el único trabajo en co-
mún que ha perdurado. Se le atribuye la continua existencia, y pervivencia
de la comunidad como tal, a este trabajo comunal por la dependencia de
toda la comunidad de la acequia.
26 Véase Isbell 1971 y 1978; Pinto1970; Quispe 1969; Tello y Miranda, 1923.
27 Véase Zuidema 1964, p. 117.
138
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
tres pachacas o patacas, de 100 hombres cada uno. Estas tres subdivisiones
también se designaban Collana, Payan y Cayao.28
Es muy probable, entonces, que de igual manera las “panacas” del Cuzco
incaico hayan utilizado los ceques así denominados para organizar el tra-
bajo. En el caso de la acequia de Sucsu Aucaille, podrían haber utilizado
los puntos donde cada ceque cortaba la acequia para marcar las secciones
que cada grupo de trabajadores tenía que limpiar, tres para cada “panaca”.
Una comparación de este canal con el de Sucsu Aucaille hace resaltar otro
principio, de cómo se determinó la jerarquía de las dos mitades de cada
canal para poder encargar la “panaca” de prestigio mayor a la mitad más
prestigiosa del canal. En el caso de la acequia de Sucsu Aucaille, “Sucsu
panaca” tiene una posición más alta, que corresponde a la mitad de aguas
28 Véase Zuidema 1964, pp. 115-117.
139
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
140
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
El distrito de las tres acequias se delimita, por un lado, por la línea collana
de “Iñaca panaca” y, por el otro lado, por la línea cayao, y en el medio se
encuentra la línea payan, que marca la huaca de la fuente. Corresponden
a los mismos principios básicos del sistema radial para indicar los distritos
de acequias, aunque en este caso la línea asignada a la “panaca” pasa por el
medio del sector.
31 “Repartición de las aguas desta ciudad, por comission particular, dada por el govierno al R.
P. Mro. Fr. Domingo Cabrera y Lartaun del orden de predicadores, Jues visitador de tierras,
y desagrabio de indios, y dho. repartimiento de aguas se hizo por el año de 1659”, docu-
mento en el Archivo Departamental [hoy Regional] del Cuzco, Administrativo, 1596-1824;
y “Distribucion de las aguas de tanda de la ciudad con espresion de las sequias meses y dias
en que se distribuyen con arreglo a lo que se tienen mandado en los Libros de Cabildo (año
1824)”, documento en el Archivo Departamental [hoy Regional] del Cuzco, Fondo Vega
Centeno, Municipalidades, año 1842; transcrito por Horacio Villanueva Urteaga. Estos
documentos se encuentran publicados en Villanueva y Sherbondy, eds. 1979; se trata del
canal Chacan en pp. 27-40 y 70-72.
141
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Los suyus también eran territorios definidos por su hidrología. Los tres sec-
tores del Chinchaysuyo se habrían considerado un solo distrito, dependiente
de las aguas subterráneas del cerro Sencca. El concepto se enlaza con la or-
ganización política de los incas, como en este caso de los suyus del Cuzco.32
El Antisuyo, igualmente, representaba una zona en que todas las acequias
venían de la misma fuente de aguas.
Dentro del Antisuyu, Tambo Machay es la huaca que indica no sólo el ori-
gen del canal de Sucsu Aucaille sino la fuente del río de Tambo Machay,
que a su vez alimenta varias otras acequias que se surten del río aguas abajo
de la toma de la acequia de Sucsu Aucaille (Ver Mapa 8). Las dos acequias,
Palpacalla Alto y Palpacalla Bajo, son ejemplos. Al preguntar de dónde viene
una de estas acequias, generalmente la respuesta es que vienen de Tambo
Machay, aunque sus tomas se encuentran muy abajo de Tambo Machay.
Una riega tierras por una banda del río y la otra por la otra banda. Además
hay manantiales que brotan de las laderas dentro del área comprendida en-
tre los ceques que definen el sector de “Sucsu panaca” y “Aucaille panaca”.
Aunque no haya ninguna conexión visible entre estos manantiales y Tambo
Machay, se dice que el agua viene de Tambo Machay por canalizaciones
subterráneas hechas por los incas. El canal de Amaro se consideraría como
derivado de Tambo Machay también. Todas las aguas en esta zona, enton-
ces, se le atribuyen a la fuente de Tambo Machay.
A su vez, Tambo Machay se considera parte de una zona más amplia, que
deriva todas sus aguas por vías subterráneas desde el lago Coricocha, tal
como he argumentado en otro lugar.33 Si se extiende el primer ceque del
Antisuyo hasta el río Vilcanota, se incluye en esta zona mayor del Antisuyo
todos los ríos y distritos de acequias que, en última instancia, se piensa que
son dependientes del agua de Coricocha.
El simbolismo de esta zona asocia el territorio del Antisuyo con las histo-
rias de Mama Micay, mientras que el simbolismo del Chinchaysuyo lo aso-
cia con su esposo Inca Roca, el primer Inca de Hanan Cuzco. Esta unión
142
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
143
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
144
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
de la otra, casi formando una sola línea. Aunque teóricamente cada ceque
comenzaba en el Coricancha, las huacas de cada una se siguen la una a la
otra en dirección al Este. Hay otro caso en el Contisuyo de una línea que
comprende dos ceques.35
Las acequias incaicas eran, sin duda, los productos de obras realizadas en
varias épocas --preincaicas e incaicas-- por varios pueblos, aunque faltan las
investigaciones arqueológicas para comprobarlo. Varias historias incaicas se
refieren a la usurpación de las aguas y tierras de los pueblos que ocupaban
el valle antes de la llegada de los incas. Mama Huaco, el personaje más im-
portante para el establecimiento de campos de cultivo de los primeros in-
cas, no bien escogió un sitio con suelos apropiados para el cultivo del maíz,
expropió las acequias de los Gualla que vivían allí. Otros mitos mencionan
las acequias de los Alcauiza, que los incas robaron.
145
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
En el valle del Cuzco los incas tenían que administrar las obras hidráulicas.
Su solución se basaba en los principios del derecho tradicional de la sierra
andina, que entrega a los ayllus (“panacas”) la responsabilidad tanto como
los derechos propietarios de las acequias y reservorios. El sistema funcionaba
bien porque un ayllu, o controlaba una acequia completamente o la com-
partía con otro ayllu, organizando su relación con el otro ayllu de acuerdo a
las relaciones jerárquicas que establecían una relación dual, entre una mitad
alta y otra baja. De manera que la organización sociopolítica tradicional
asumía la responsabilidad para la distribución de los derechos de varios ay-
llus a una acequia. Las autoridades de los ayllus también servían de oficiales
para administrar asuntos hidráulicos.
146
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
El orden en el Cuzco incaico era, generalmente, desde arriba hacia abajo. Sin
embargo, hay que resaltar que el orden correspondía idealmente al calenda-
rio propio de cada terreno. La diferencia fundamental entre la costumbre
incaica y la española era que entre los incas los turnos al agua correspon-
dían a los terrenos, y no a las personas que tenían derechos a los terrenos.
Los españoles se consideraban propietarios de los turnos, y solían vender
sus turnos independientemente de los terrenos regados.
En la época incaica, para asegurar que los turnos se respetaran, había ‘to-
meros’. Actualmente una acequia que usa un solo ayllu elige un tomero --o
varios tomeros--, que vigila que cada persona tome su agua en su debido
turno. Se dice que el tomero debe ser una persona ágil, que corre bien, para
poder vigilar las acequias.36 En el caso de una acequia o río cuyas aguas se
comparten entre varios ayllus, la responsabilidad del tomero sería mayor.
Los tomeros incaicos del río Huatanay distribuían el agua por turnos a las
autoridades de los ayllus y “panacas”.
Sin embargo, no hay ninguna indicación de que estos torneros eran una
burocracia hidráulica que formaba la base del poder del Estado inca.
Básicamente el poder para controlar la administración de las aguas era la
responsabilidad de las autoridades de cada ayllu, sin separar los derechos
del agua de los derechos a las tierras regadas. Estos derechos pertenecían a
los ayllus y “panacas”. Por eso la distribución de los derechos a las aguas en
el Cuzco incluye la distribución de las tierras.
147
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
148
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
acequias. Sugiero que era él, Amaru Túpac Inca, la segunda persona, quien
era la autoridad que decidía esta distribución de los derechos a las tierras y
las aguas, y que era él quien decidiría las disputas al nivel máximo. El inspec-
tor general, el Tucuricu, tendría la obligación de vigilar el funcionamiento
cotidiano del valle del Cuzco, para asegurar que las decisiones hechas por
la segunda persona se ejecutaran bien. El Tucuricu conocía quiénes tenían
cuáles tierras y aguas.
149
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
150
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
Dentro de cada suyu había también una división entre el área dominante
de las dos “panacas” mayores y el tercer sector de menos prestigio. En el
caso del Chinchaysuyo se encuentra una oposición entre “Cápac ayllu” e
“Iñaca panaca”, por un lado, y “Uicaquirao panaca” y “Guacaytaqui ayllu”,
por otro. En el Antisuyo la oposición es entre “Sucsu panaca” y “Aucaille
panaca”, por un lado, y los tres ayllus de Yacanora, Ayarmaca y Cari, por
otro. En el Collasuyo ocurre una estructura similar: “Uscamayta panaca” y
“Apumayta panaca” forman la parte dominante, y el tercer sector se com-
parte entre una “panaca”, “Haguayni panaca” del Inca Lloque Yupanqui, y
“Aquiniaylla ayllu”. Para el Contisuyo, Cobo menciona sólo una “panaca” en
el sistema de ceques: “Chima panaca” de Manco Cápac, el primer Inca que
con Mama Huaco fundó el Cuzco. Su “panaca” se asocia con las aguas del
43 Los suelos de Hanan Cuzco son más antiguos, del Cretáceo medio, y provienen de roca
calcárea, mientras que los suelos en Urin Cuzco son más recientes, del Cretáceo superior, y
tienden a ser suelos areniscos y arcillosos. Véase Marocco 1978.
44 Véase Astete 1984.
151
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
río Huancaro, un tributario principal del río Huatanay. Otros dos sectores se
asocian con las aguas del cerro Puquin y del cerro Piccho, respectivamente.
Básicamente, las aguas y tierras más importantes del Cuzco fueron distri-
buidas a las “panacas” y las menos importantes a los ayllus. Concluyo que
esta organización urbana y rural del Cuzco se hizo de acuerdo a un plan
coordinado para todo el valle. Puesto que el plan incorporó a diez “panacas”
--de los cinco Incas de Urin Cuzco y los cinco Incas de Hanan Cuzco--,
esta planificación no pudo ocurrir en esta forma hasta que hubiera, por lo
menos, diez Incas. Igualmente no se pudo crear por partes, añadiendo una
acequia y un sector a la muerte de cada Inca. Si las diez “panacas” se hubie-
ran originado sucesivamente, una por una, con la muerte de cada Inca, y sí
cada “panaca” hubiera establecido un territorio nuevo con un nuevo canal,
como argumenta Geoffrey Conrad, no hubiera resultado el mapa que se
codificó en el sistema de ceques.45
Todas las piezas del plan original tuvieron que crearse simultáneamente, en
un solo momento histórico. La simetría de su ubicación, y su coordinación
con el simbolismo de cada posición, indica que el valle del Cuzco fue un
área metropolitana planificada. La mitología o historia oficial de los incas
describe una reorganización de las tierras de estas características por obra
de Pachacuti Inca, quien expulsó del valle a los ayllus que no quería allí, y
redistribuyó las tierras a los grupos privilegiados que se quedaron.
152
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
153
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
154
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
Hasta ahora, sin embargo, no se conoce mucho de las tierras del Sol. Sugiero,
en base a unos datos que se refieren al valle del Cuzco, que las tierras del Sol
se ubicaban en Contisuyo y la “panaca” de Sinchi Roca, “Raurau panaca”,
las cultivaba. “Raurau panaca” es la única “panaca” que no se menciona en
la descripción de los ceques de Cobo, pero se puede proponer como hipótesis
que “Raurau panaca” se insertaba en el Contisuyo, entre “Chima panaca”
y el límite con el Chinchaysuyo, una área que incorpora al cerro Puquin.
Hay una noticia de tierras del Sol en este cerro, que se regaban con una ace-
quia de Cachona.52 En el cerro Puquin había un templo importante para la
observación de los movimientos del sol. Las tierras del Sol, entonces, se ubi-
caban cerca de la huaca o templo dedicado al sol. Se codificó en el sistema
de la organización radial de igual manera que las otras huacas mencionadas:
Puquin cancha, una casa del sol se situaba en un ceque del Contisuyuo.53
La acequia que regaba esas tierras se originaba en las alturas del pueblo de
Cachona. Regaba las tierras de Mananguañunca, que eran otro sitio de un
156
Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas
157
ciudad capital. Esta distribución respondía a las exigencias especiales de la
capital, donde residían la nobleza incaica y otros grupos privilegiados, cuya
presencia en el Cuzco era no solamente un honor sino necesaria para el fun-
cionamiento de la administración imperial. La existencia de las “panacas”
sólo en el Cuzco indica su rol especial de manejar las acequias principales
de la capital y de disfrutar de las mejores tierras. Sin embargo, los principios
organizativos que los incas aplicaron a esta distribución y delimitación de
las aguas y tierras eran comunes en los Andes. Es en el Cuzco incaico donde
se aplicaron con la mayor complejidad, formando el ejemplo más elegante
e impresionante que conocemos de la organización política andina.
Capítulo 5
El agua: Ideología y poder de los Incas 1
5.1 Introducción
En este capítulo presento el argumento de que el agua era el elemento más
importante de la cosmología incaica. Era el principio dinámico que expli-
caba el movimiento, la circulación y las fuerzas del cambio. Por eso, el agua
se veía como la esencia de la vida misma. Esta ideología básica del agua era
el fundamento de las teorías incaicas de los orígenes de los pueblos y de los
derechos tradicionales a las aguas y a las tierras que daban forma a las estruc-
turas políticas y económicas del Estado. Los incas en el siglo XV elaboraron
una identidad imperial en base a esta ideología. Se presentaron como los
159
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
al Estado incaico que estudiar los orígenes del mismo en el Cuzco.2 Esto
se debe en parte a la ocupación del sitio por una ciudad moderna, que se
expande rápidamente.
La mayor parte de las fuentes sobre los Incas son históricas y datan de varios
años después de su conquista por los españoles, iniciada en 1532. La única
cronología que tenemos para la época incaica se basa en una interpretación
de la historia oral que los incas sobrevivientes comunicaron a los españoles.6
Esta cronología ha sido criticada por no tomar en cuenta las distorsiones que
se hicieron de la historia incaica a finales del siglo XVI --que no concuer-
da con la que se recopiló en los años inmediatos después de la conquista.7
Dado este estado de los estudios incaicos en el Cuzco, basé mis investiga-
ciones sobre un reconocimiento del terreno del valle del Cuzco para ubicar
la red de canales, y las piedras grabadas y las estructuras asociadas a ellos.
Además, estudié el riego moderno en el Cuzco que utiliza acequias anti-
guas. Los datos lingüísticos fueron muy útiles, puesto que los topónimos
han permanecido bastante estables. Y, finalmente, utilicé fuentes históricas
--las crónicas publicadas y los documentos legales de títulos, amparos y
posesiones de tierras, reglamentos de aguas, pleitos sobre tierras y aguas, y
160
El agua: Ideología y poder de los Incas
los cuadernos de actas del Cabildo del Cuzco. Los manuscritos inéditos se
hallan, en su mayoría, en el Archivo General de la Nación en Lima y en el
Archivo Departamental --hoy Regional-- del Cuzco.
Estas obras son ricas en datos; sin embargo, ninguna fue escrita en el idioma
del Inca, aunque Juan de Betanzos era intérprete y lo conocía bien. Por eso,
lo incaico se nos transmite a través del lente cultural de los administrado-
res coloniales y de los religiosos españoles, quienes se preocuparon princi-
palmente por el gobierno y la evangelización. Afortunadamente, estas dos
preocupaciones arrojan mucha luz sobre el modo de gobernar de los incas
y su visión cosmológica.
161
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Además, ‘abajo’ es también ‘adentro’, lo cual requiere que las cuatro direc-
ciones cardinales se curven hacia abajo para reunirse dentro del medio de la
tierra. La parte inferior del Universo es un mar cósmico. Su superficie supe-
rior es visible en los puntos donde rodea la tierra. Estas aguas se profundizan
hacia abajo y hacia el centro, desde donde ascienden con un movimiento
vertical hacia arriba. Estas aguas salen a la superficie de la tierra en forma
de manantiales, lagos, ríos y riachuelos (Ver Figura 3).
El Universo se originó en este mar, cuando todo era mar, la unión de todas
las aguas. Este concepto es pachacuti. Los Incas creían que todo se originó
en el lago Titicaca, que se encuentra entre el Perú y Bolivia, a unos 3,810
metros sobre el nivel del mar, el lago más grande de los Andes y, por ende,
la manifestación más grande del mar cósmico en la sierra andina. Allí se
crearon el sol, la luna y las estrellas. Esto estableció la separación de la tie-
rra y del mar. Las aguas siguieron un movimiento centrífugo, empujando
del centro de la Tierra hacia afuera, en la forma de ríos subterráneos que
afloraban como manantiales, y luego las aguas fluían hacia el mar otra vez
en la forma de riachuelos y ríos. Los lagos, ríos y el océano que se formaron
de este modo, se unificaron bajo el concepto de Mama Cocha, la madre de
estas aguas. La unión de todas las aguas, o pachacuti, es el concepto que
162
El agua: Ideología y poder de los Incas
inicia este ciclo hidráulico. El lago Titicaca se conecta con el mar circun-
dante por medio del eje vertical, que se conceptualiza como un gran océa-
no o lago por debajo y dentro de la Tierra (Ver Figura 2). El movimiento
centrípeto desde la superficie de la Tierra devuelve las aguas de los ríos y
acequias al mar que está debajo y dentro de la Tierra. Esta cosmovisión es
un sistema cerrado, sin ninguna orientación fija o absoluta. Precisa de un
punto de vista, un centro, para poder definir la distinción entre ‘afuera’ y
‘adentro’, entre ‘arriba’ y ‘abajo’. Los Incas, y la civilización anterior de los
Tiahuanaco, escogieron conscientemente el lago Titicaca como el centro
de todos los orígenes. Se definió como el punto de referencia primordial.
163
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Este concepto fue de una importancia fundamental para establecer los de-
rechos a las tierras y las aguas en los Andes. El punto donde emergió una
nación era el lugar donde tenían derecho a sus tierras y aguas. Declararon
sus derechos a las acequias también como parte de este regalo de los ances-
tros.15 La unidad básica de la estructura socio-económica de los Andes, lla-
mada ayllu, fue este grupo que respeta a sus antepasados, quienes les dieron
acceso a sus tierras, aguas y a su vida misma.
164
El agua: Ideología y poder de los Incas
Así que los Incas, según su historia oficial, se originaron --nacieron-- como
los primeros y más importantes seres humanos del Universo. Fueron los hi-
jos del Sol. Esta relación con el Sol les dio el derecho de dominar a las otras
naciones, cuyo origen era más tardío, y de llevar mucho oro para comunicar
en cada momento el mensaje de que su parentesco con el Sol legitimaba su
dominio sobre los demás pueblos.
Pero este rito del agua de la isla de Titicaca también legitimó el cambio del
centro territorial de los Incas. Emergieron a seis leguas del Cuzco. En el
Cuzco desterraron o conquistaron a los pueblos que ya vivían allí. Luego
establecieron allí su nuevo centro. La ideología de unir los derechos a tie-
rras y aguas con los lugares originales de surgimiento, daría una visión fija
del mundo social andino, cuando en realidad se mudaban frecuentemen-
te. Parte del rito de refundar un ayllu en su nuevo sitio consistía en llevar
agua de su antiguo manantial al nuevo, donde la vertían y daban a la nue-
va fuente el nombre de su viejo lugar de surgimiento o pacarisca.19 De este
modo, los Incas refundaban y relegitimaban su presencia en el Cuzco cada
165
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
vez que traían agua del lago Titicaca para ungir al rey. Fue necesario para
amparar sus derechos a las tierras y aguas usurpadas de los pueblos gualla,
sauasiray, quizco y alcaviza.20
Esta ideología, que asociaba la hidrología con los movimientos de los an-
tepasados originales de los pueblos, formó una base para la percepción de
las regiones. Es decir, que varios pueblos se veían unidos por las conexio-
nes hidráulicas subterráneas que los unían, tanto por medio del agua como
por el origen común de los antepasados. En el caso del lago Choclococha,
se contaba que un antepasado construyó un canal subterráneo que llevó el
agua a los manantiales de varios pueblos.21 Uno de éstos se ubica a 97 ki-
lómetros del lago, lo cual indica que se conceptualizaban territorios muy
grandes como zonas hidrológicas, a pesar de que la investigación científica
actual no puede probar tal conexión.
166
El agua: Ideología y poder de los Incas
“Casó Inca-Roca con una señora por nombre Mama Michay [Micay], cacica
del pueblo de Guayllacan […] acabadas las fiestas deste casamiento, echando
de ver la Coya [reina] que el valle del Cuzco carecía de suficiente agua para
regar las chácaras de maíz, hizo traer a él la mayor parte de la que hoy tiene, y
en memoria deste beneficio que hizo a la comarca, quedó a cargo de la fami-
lia y linaje que della procedió, el repartir el agua con que se riega el valle”.22
167
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
168
El agua: Ideología y poder de los Incas
26 Nótese lo dicho en el Prefacio sobre el reciente debate relativo al término “panaca” [N. del
Ed.].
27 Véase Betanzos ms.1551/1987, Cobo ms.1653/1956, Zuidema 1964.
28 Véase Sherbondy 1982-b.
169
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
descendientes. Inca Roca fue un gran héroe cultural y ancestro en ese sen-
tido. Es esa cualidad de poder proveer a un pueblo de agua para el regadío
lo que convierte a los ancestros en personajes sobrenaturales. Cuando los
primeros españoles llegaron con Pizarro a las costas del Perú, los mensajeros
incaicos del Inca Atahualpa le explicaron que los españoles no eran dioses,
porque no “producen ríos ni fuentes en las partes donde hay necesidad de
agua, porque pasando por partes estériles desto traen agua consigo en cán-
taros y calabazas”.29
Otro rey, Sinchi Roca, jugo un papel complementario al de Inca Roca. Sinchi
Roca canalizó el agua del lago que antiguamente se ubicaba en el centro del
Cuzco, y que hoy día se cree que existe debajo de su plaza principal. Drenó
el valle inferior para el uso agrícola. Encausó el río principal y revistió de
piedra el río y todos sus tributarios, y por implicación, todas las acequias.
Todos estos actos son válidos para reclamar posesión de aguas dentro del
derecho consuetudinarios de los Andes.
170
El agua: Ideología y poder de los Incas
El mar cósmico fue venerado en otras formas también. Los Incas cons-
truyeron el templo a su deidad creadora, Ticsiviracocha, encima del sitio
que antiguamente fue el lago o pantano que Sinchi Roca había drenado.
Después de la Conquista, los españoles construyeron la Catedral encima, y
hoy día hay un culto dentro de ella al Señor de Unu Punku --el Señor de la
Puerta del Agua--, que se venera mucho porque se cree que es el Señor del
lago que todavía yace por debajo de la Catedral.31 Hoy día también se cree
que algunos manantiales del valle reciben su agua de este lago maravilloso,
donde nadan patos de oro.32
“de esta arena estaba toda la plaza cuando yo fui a gobernar aquella ciudad y
si fue verdad que aquella arena se trajo del mar como ellos afirman y tienen
puestos sus registros, paréceme que será así que toda la tierra junta tuvo ne-
cesidad de entender en ello, porque la plaza es grande y no tiene número las
cargas que en ella entraron, y la costa por lo más cerca está más de noventa
leguas a lo que creo, y cierto yo me satisface, porque todos dicen que aquel
género de arena no le hay hasta la costa, que yo hice toda la información po-
sible así entre indios como entre españoles, inquiriendo la razón de haberla
traído, dicen haber sido por reverencia del Tiziviracocha, a quien ellos diri-
gen principalmente sus sacrificios y le envían las cenizas de ellos por aquellos
dos ríos que salen del Cuzco, en cada un año con aquella solemnidad de los
bacos y cantares”.33
Polo añade que llevaban cenizas de los sacrificios hasta Pacaritambo, la cueva
donde emergieron los primeros incas. Tanto el lugar como el rito evocan los
tiempos primordiales del mar cósmico y los orígenes de los Incas. Polo sigue:
171
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
“lo principal fue quitarles la reverencia grande que se tenía a aquella plaza
por esta razón: la orden que dicen los viejos que tuvieron en traerla [la arena]
por tambos y provincias, acudiendo toda la [gente de esta] tierra al camino
real, y cada provincia ponía y llevaba por sus términos, lo cual se les manda-
ba hacer en tiempos desocupados, y así no solamente en el Cuzco, pero en
todo el reino se tuvo gran veneración a esta plaza por esto y por las fiestas
y sacrificios que en ella se hacían de ordinario por la salud de todo el reino,
reservadas solamente a los incas”.34
172
El agua: Ideología y poder de los Incas
La plaza también unió el culto del Sol al del mar cósmico. Se situó allí una
pequeña pirámide, llamada el ushñu, que el Inca utilizaba como trono en
momentos importantes. El Inca llevaba en estas ocasiones su corona con
un fleco rojo, la mascapaicha, que simbolizaba al Sol. Al pasar el Sol por el
zenit en el Cuzco, el Inca, sentado encima de la pirámide, se convertía en
el eje cósmico que le unía al Sol.35 Los Incas utilizaban el Sol para repre-
sentar su autoridad política. Reinaron como hijos del Sol. Y utilizaron el
mar cósmico para legitimar esta autoridad establecida por el dios Viracocha
en los tiempos primordiales de la creación del Mundo y de los ancestros.
Viracocha creó a los Incas para ser los señores del Mundo, y por ende a los
otros pueblos para ser sus súbditos. Así, los Incas construyeron los símbolos
de una identidad imperial.
173
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Los movimientos del sol definían las direcciones horizontales (Norte, Este,
Sur y Oeste) y las divisiones principales del calendario.36 Los solsticios, equi-
noccios y los pasajes del sol por su zenit, dividían el calendario incaico en
ocho partes. Formaron la base del marco temporal anual. Las observaciones
del sol se hacían desde el Cuzco. Se dividió el Estado en cuatro provincias,
que correspondían a las direcciones --y el conjunto de las cuatro que for-
maba la totalidad se expresó en el nombre del imperio: Tahuantinsuyu.37 El
Cuzco era el centro de su sistema de caminos reales. Formalmente cuatro
caminos principales salían del Cuzo a las cuatro provincias.38
5.9 Conclusiones
El sistema de ceques, entonces, cumplía múltiples funciones: formaba un
marco de referencia espacial, basado en el centro, que permitía ubicar lin-
deros de tierras, formalizaba el rango social de los grupos cuzqueños dentro
36 Véase Earls y Silverblatt 1978; Zuidema 1966, 1977.
37 Véase Mannheim 1991.
38 Véase Hyslop 1984.
39 Nótese lo dicho en el Prefacio sobre el reciente debate relativo al término “panaca” [N. del
Ed.].
174
El agua: Ideología y poder de los Incas
El agua en sus múltiples formas era el elemento original de este cosmos y sus
movimientos lo envolvían todo. El papel del Sol se subordina al del agua.
Por eso, he argumentado que el agua representa el elemento más impor-
tante de la cosmología incaica y que el agua era la esencia de la vida misma.
Dentro de este marco teórico incaico, podemos comprender mejor el riego.
175
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Figura 8: Guaman Poma: El Inca, la coya y sus consejeros abren tierras ritual y festi-
vamente para la siembra del maíz, mes de agosto. “Travaxa: Hailli chacra iapvicvi pa-
cha”, Nueua Corónica (ms.1615), fol. 1153 [1163] (Sherbondy 1993, p. 349).
176
Capítulo 6
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los
Andes 1
1 Publicado originalmente como folleto, Mallki: ancestros y cultivo de árboles en los Andes
(Lima: Ministerio de Agricultura, Instituto Nacional Forestal y de Fauna; Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, 1986), 24 p.; y posteriormen-
te, con el mismo título, en Ramiro Matos Mendieta, comp., Sociedad andina, pasado y
presente: Contribuciones en homenaje a la memoria de César Fonseca Martel (Lima:
Fomciencias, 1988), pp. 101-135. La versión en castellano ha sido revisada por el editor.
2 Este capítulo surgió de una ponencia que presenté en la Universidad de Illinois, Urbana,
Illinois, en la XII Reunión Anual del Medio-Oeste (EE.UU.) sobre la Arqueología y la
Etnohistoria Andina y Amazónica, del 25-26 de febrero de 1984: “Trees, Rivers, and
Ayllus: Reforestation in Cuzco 1590”. Les agradezco a Lawrence Carpenter, César Fonseca
y Deborah Poole, quienes tomaron tiempo de sus horarios muy ajustados para leer este tra-
bajo y hacer sus comentarios. Estoy muy agradecida a Tanya Pacheco por su ayuda editorial,
a Ana Arroyo por su ayuda indispensable, y a Rosío Fernández Baca Salcedo por dibujar el
mapa. Finalmente expreso mi aprecio por la acogida que Chris Van Dam dio a la ponencia
original en la que este capítulo se basa, por animarme a revisarla y por editar esta publica-
ción (véase Sherbondy 1986).
3 Véase Pilares Polo 1936, p. 25.
177
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Hay una rica terminología en quechua para los árboles cultivados, las acti-
vidades para su cultivo y sus resultados. Mallki es la palabra quechua para
un ‘árbol cultivado’.4 Se refiere al árbol plantado por el hombre, el árbol
joven trasplantado, y muchas veces implica que el árbol joven fue regado
en su etapa inicial. Mallki contrasta con otro término que significa ‘árbol
silvestre’: sacha.5 Este término es bastante amplio. Se refiere a toda vegeta-
ción silvestre o maleza, incluyendo arbustos y hierbas.
Hay muchos términos basados en mallki para referirse a varios aspectos del
cultivo de los árboles. Varios de ellos se refieren al trasplante: mallki o ma-
llkina es la planta tierna para plantar. Mallkisapiyac es la planta con raíz y
tierra. Mallkijpac o mallkinpac es la estaca para plantar.6
Los resultados de plantar son: mallkiscca, “la cosa plantada”; malki mallki,
“un plantel o arboleda de muchos frutales juntos”; y mallkisapa muya, “la
huerta de muchos árboles frutales”. Estos términos resaltan el significado
de árbol frutal, porque mallki también se refiere a “cualquier árbol frutal”.8
178
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
Todos estos términos denotan que había una tradición y una tecnología
andinas para el cultivo de los árboles. Las palabras para almácigos (mallki-
qocha y mallkiqochasqa) implican además un manejo del agua para regar las
plantas jóvenes. El cultivo en qocha se ha estudiado bastante,14 pero no en
el contexto del cultivo de árboles. Sería interesante investigar si en alguna
parte de los Andes siguen cultivando almácigos de árboles en qocha.
El cultivo de los árboles es muy notorio hasta hoy día. Al lado de las vi-
viendas campesinas se forman canchas o corrales con un cerco de árboles
plantados. Esta cancha es un elemento muy característico del paisaje de la
Sierra. El huerto familiar es un ambiente protegido, donde la familia pue-
de cultivar sus verduras y hierbas para cocinar y curar. Los árboles que se
plantan en las canchas sirven para muchos usos. Hoy en las comunidades
de la Sierra Central los campesinos siembran varios tipos de árboles a fin
de proteger la vegetación especial que crece en las canchas: hortalizas, flo-
res, plantas medicinales y condimentos. Utilizan las ramas de estos árboles
para leña y para la construcción: como armazón de las chozas o techos de
las casas, para fabricar los mangos de sus herramientas, o construir pesebres,
179
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
180
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
cancha.17 Entre estas ruinas hay una variedad de árboles. Las especies que
se encuentran dependen de la altitud y el microclima de las tierras donde
se plantaron; además se nota una selección humana de algunas especies
preferidas por los pobladores prehispánicos.
Hay dos árboles andinos que crecen en alturas de más de 4,000 metros sobre
el nivel del mar: el qolli (Buddleia coriacea) y el q’ewña (Polylepis racemosa).
Augusto Weberbauer comentó sobre el qolli:
El q’ewña (Polylepis racemosa) puede crecer hasta las nieves perpetuas.20 Otra
planta grande que crece a esa altitud, es la puya (Puya sp.) una bromeliácea
181
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Hay varios árboles que crecen hasta los 3,800 metros sobre el nivel del
mar. Todos se utilizan para la construcción y para obtener leña. Los
kiswar (Buddleia longifolia o B. incana),26 chachacoma (Escallonia resinosa
o Steroxylum sp.), lloq’e (Pineda incana o Kageneckia lanceolata) y alisos o
lambran (Alnus jorullensis).
Juan de Betanzos, otro cronista, dice que los Incas usaron los alisos para
construir casas.27 Este suele crecer en las riberas de los ríos y riachuelos por-
que necesita bastante agua.28 Todos estos árboles son nativos de la Sierra
peruana. El sauce (Salix Humboldtiana) también crece a estas alturas y
probablemente fue introducido en el Perú desde Chile en la época incaica.
Los Incas lo utilizaron para construir puentes.29 El eucalipto (Eucaluptus
182
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
El pati (Carica augusti) es un árbol extraño, que crece a menor altitud que
los árboles hasta ahora mencionados. Se destaca por estar muy bien adap-
tado a climas secos y fríos entre los 2,600 y 2,850 metros sobre el nivel del
mar.31 Por eso se encuentra principalmente en Ayacucho y Huancavelica.
Fortunato Herrera, quien lo clasifico como Bombax discolor, cuenta que tiene
dos adaptaciones especiales para la aridez. Sus raíces forman engrosamien-
tos a manera de tubérculos, que parecen depósitos de agua, y la superficie
exterior de sus ramas está cubierta por una especie de secreción serosa de
color gris, que la recubre a manera de un velo para impedir la evaporación
del agua contenida en el interior.32 En general estos árboles son especies fo-
restales y se utilizan por su madera para la construcción y para leña.
183
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Más abajo, por el Oeste, crecen árboles como el algarrobo o ttaca, la lúcuma
y el pacae, en los valles calientes y secos de la Costa. Por los valles orientales
se llega a la Selva, donde los árboles son abundantes.
Un ayllu es una institución indígena, tal vez la más importante, para com-
prender la cultura andina prehispánica, porque era una unidad fundamental
en la organización social, económica, religiosa, y por último, política. En
principio era una familia, o un grupo de personas que pensaban que eran
parientes, porque descendían de un antepasado común. Además, el ayllu
era dueño corporativo de las aguas y tierras que usufructuaba. La vida de
estas gentes, que eran agricultores y pastores, se relacionaba íntimamente
con las fuentes de agua y la fertilidad que procedía del interior de la tierra,
184
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
37 Para un análisis más detenido de la importancia del ayllu y su fundamentación para los de-
rechos sobre las aguas y tierras, véase Sherbondy 1982-a [capítulo 2 del presente libro (N.
del Ed.)], 1982-b, 1984-b; y Spalding 1984. Para un análisis de los ayllus modernos, que
mantienen muchos de los antiguos atributos, véase Isbell 1978.
38 Véase Isbell 1978, p. 115.
39 Véase Duviols 1971, pp. 380-383.
185
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
“un árbol llamado molle a quien los yndios tenían gran miedo por auer sido
su adoratorio antiguo porque en el pie tenían enterrados cinco ydolos cono-
pas que el Dr. obispo Don Fernando de Avendaño siendo visitador saco y
quemo por los quales los dichos indios possieron diez los quemo y las dichas
guacas chaguares sotanos todo lo asolo y arrasso y echo por tierra predicán-
doles y exortando y dando a entender a los yndios en la lengua nuestra Sta.
fee católica”.40
Las madres y los padres ancestros de los Incas eran árboles: mallki. El cro-
nista indígena Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui dibujó el sitio de ori-
gen de los Incas (Ver Figura 9).43 Era un t’oqo, un ‘hueco’ o “ventana” en
el cerro, por donde emergieron los Incas originales desde el interior de la
Tierra. En el dibujo hay un t’oqo rectangular con un árbol en cada lado.
Dice: “Estos dos árboles significaban a sus padre y madre Apotampo y a
Pachamamaachi”. Se nota que son árboles y no arbustos, según la defini-
ción moderna de Lira, quien dice que es un “árbol, planta de tronco leñoso
que se ramifica a considerable altura”.44 Dentro del contexto del mito de
186
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
los orígenes de los Incas, es significativo que haya dibujado los dos árboles
con sus raíces, la parte del árbol que se queda dentro de la tierra. El árbol
con sus raíces simboliza muy bien los orígenes de los Incas, quienes al igual
que el árbol, salieron de dentro de la Tierra.
Dos Incas se asocian con árboles. Uno, Lloque Yupanqui, el tercer Inca
de Urin Cuzco, llevaba el nombre del árbol lloq’e, que tenía fama de ser
madera sumamente dura, que se comparaba con la chonta de la Selva. Los
Incas utilizaban la madera del lloq’e para fabricar porras o macanas, y las
varas de autoridad. El nombre de “Lloq’e” Yupanqui habría tenido el sen-
tido de árbol fuerte, como un mallki, y como vara representaba a la autori-
dad máxima. El otro Inca era el tercero de Hanan Cuzco, Wiracocha Inca,
quien gozaba de la fama de haber plantado muchos árboles: alisos, kiswar,
chachacoma y molle.45
Los Incas decían que la gente de la Selva, del Antisuyo, enterraba a sus
muertos dentro de unos árboles muy gruesos: el vitaca.46 Según González
Holguín este era un árbol conocido, es decir, parece ser un árbol de la Selva
que era muy conocido en la Sierra (Ver Figura 10).47 Quizás era el huitoc
(Genipa americana).48
(lugar sagrado) que se llamaba Saphi, que era el río de ese nombre. Su forma
se asemeja a una raíz con la ciudad como la parte superior. El jesuita Cobo,
en su descripción de la huaca Saphi, dice que: “era una raíz muy grande de
quinua, la cual decían los hechiceros que era la raíz de donde procedía el
Cuzco, y que mediante aquélla se conservaba. Hacíanle sacrificios por la
conservación de la dicha ciudad”.49
Figura 9: Santa Cruz Pachacuti: Tres ventanas (Pacaritampotoco), “tres ventanas que
significauan la cassa de sus padres, de donde desçendieron”, Relación (ms.1625-
1630), fol. 8v [139v], ed. 1927, p. 144 (Sherbondy 1986-b, Dibujo 1, p. 10; 1988,
Dibujo 1, p. 111).
188
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
Figura 10: Guaman Poma: Entierro dentro de árboles de los indios de Antisuyo.
“Entiero de Anti svios”, Nueua Corónica (ms.1615), fol. 291 [293], ed. 1936, p. 291
(Sherbondy 1986-b, Dibujo 2, p. 10; 1988, Dibujo 2, p. 111).
189
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
190
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
Cuzco actualmente se atribuye que el origen del agua de los canales de esa
zona es un lago que yace debajo del cerro más grande.55
Este caso del Saphi en el Cuzco incaico ilustra la interrelación que exis-
te entre los sentidos simbólicos de la raíz, el árbol, el agua y el cerro. Era
la fuente de la vida de la ciudad, que tenía que mantenerse por medio de
ofrendas a las tres huacas.
55 Véase Sherbondy 1982-a [capítulo 2 del presente libro (N. del Ed.)], 1982-b.
191
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
El árbol que era el símbolo del Cuzco era el “quinua”, pero como Cobo no
distinguía entre el cereal quinua (Chenopodium) y el árbol quinual o q’ew-
ña,56 es difícil saber con seguridad a cuál se refería.57 Dudo que el símbolo
de la vida de la ciudad fuera el cereal, por la falta de información sobre el
uso simbólico de la quinua como fuente de vida, y por la abundancia de
datos que indican que el árbol sí lo era. Las posibles razones para escoger
el q’ewña son su capacidad para vivir en las alturas. Cobo afirmó: “Es árbol
tan fuerte en resistir el rigor del frio o heladas como el quishuar; y así sólo
estas dos castas de árboles nacen en los rigurosos páramos del Perú, espe-
cialmente en las provincias del Collao”.58 Un árbol fuerte y resistente al frio
sería un atributo muy deseado como símbolo de la vida y resistencia de la
ciudad capital del Imperio incaico.
192
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
con los niños colgados de los pechos de sus madres, como en el mito de
Huarochirí en el que el dios Cuniraya quería copular con Cavillaca, pero
ella no quería. Entonces Cuniraya metió su semen dentro de la fruta de
un árbol de lúcuma. Como Cavillaca estaba debajo del árbol, Cuniraya
dejó caer la fruta. Ella la comió y quedó preñada del dios. El comer es un
símbolo universal de la unión sexual. Luego Cavillaca dio a luz una niña,
su “fruta”. En otra ocasión ella estaba dándole de lactar a la niña, cuando
Cuniraya se presentó y quiso conquistar a la madre nuevamente, esta vez
por medio de la niña colgada de los pechos --que era la fruta de ambos--,
sin que Cavillaca se diera cuenta.
Opdahl también sugiere que los pueblos andinos pudieron haber concep-
tualizado las momias de sus ancestros (mallki) como frutas con semillas: el
muerto envuelto en varias mantas, como las capas que protegen el germen
interior de la semilla. Incluso simbólicamente se plantaban las momias den-
tro de la tierra, y se las regaba o alimentaba con ofrendas, especialmente
en los ritos para la fecundidad de los cultivos y ganados y del ayllu mismo,
cuyos miembros eran los descendientes o “frutos” de los ancestros.
193
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
“los Parianas recogían las mamas saras y las misas saras. Se hacía un ramillete
con un palo de maguey y con ramas de sauce y molle; y en una plazeta donde
estaba el ídolo Tauris [que era una planta grande], bailaban toda la noche.
El ramillete era llevado por todos los indios en sus respectivos turnos, aquel
194
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
que los dejaba caer, debía de pagar la multa de dos reales. Los indios iban
vestidos a la manera gentílica y tocando una trompeta muy grande, bailaban
la airigua en dirección a la boca de la acequia”.68
Durante el primer día del festival Inca del Inti Raymi, en junio, se hacía en
el cerro Manturcalla (al Noreste del Cuzco) “gran cantidad de estatuas de
leña de quishuar labrada, y vestidas de ropas ricas; éstas estaban allí desde
el principio de la fiesta, al fin de la cual les ponían fuego y las quemaban”.70
Cabello Balboa, otro cronista, añade:
La época del año en que quemaban las estatuas de madera era la de las hela-
das, cuando la única protección en su contra eran las fogatas. La importancia
de quemar la madera se nota en el dibujo que acompaña el mes de julio en
la crónica de Felipe Guaman Poma de Ayala (Ver Figura 12).72
Figura 12: Guaman Poma: Inca y sacerdote realizan sacrificio para proteger las cose-
chas, mes de julio. “Iulio: Chacra ricvi chacra cvnacvi chava vrqvm”, Nueua Corónica
(ms.1615), fol. 248 [250], ed. 1936, p. 248 (Sherbondy 1986-b, Dibujo 4, p. 13;
1988, Dibujo 4, p. 116).
196
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
Los waris del Horizonte Medio habrían considerado que el pati tenía po-
deres especiales y le habrían dedicado ceremonias especiales. Hoy día los
campesinos consideran que el pati es un tipo de “alcanzo”, es decir que es
una planta que contiene una enfermedad que en cierta forma es un espíritu
o fuerza de la tierra, que llega a poseer a las personas afectándoles el cuerpo
con fuertes dolores y descomposición, pudiendo causarles la muerte.77 La
razón sería el alto contenido de alcaloides que se encuentran en las hojas
y frutos de este árbol. En la actualidad la gente evita cortar el pati y no se
duerme ni se sienta mucho tiempo cerca de él, porque creen que les dará
fuertes dolores de cabeza y gran malestar. Por eso hoy se la considera como
una planta portadora de enfermedades.78
197
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Figura 13: Guaman Poma: El Inca realiza agüeros o predicciones (consideradas abu-
siones o engaños por los evangelizadores). “Abvciones, agveros, Atitapia, acoiraqvi”,
Nueua Corónica (ms.1615), fol. 281 [283], ed. 1936, p. 281 (Sherbondy 1986-b,
Dibujo 5, p. 14; 1988, Dibujo 5, p. 117).
198
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
Hay indicaciones de que había huertos o bosques que pertenecían a los se-
ñores prehispánicos, pero no está claro si lo eran porque los señores, en su
capacidad de autoridades de los ayllus, cuidaban los derechos corporativos
del ayllu, o si eran propiedad privada del señor. Nathan Wachtel presenta
argumentos en el sentido de que, durante el reinado de Huayna Cápac,
este Inca comenzó a desarrollar el concepto de la propiedad privada de la
199
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
tierra para sus propias tierras, que no eran no las tierras del Estado inca, de
la iglesia inca y de los ayllus comunes (los que no eran de la nobleza inca).
En sus haciendas particulares, Huayna Cápac había tenido sus bosques o
cotos particulares. Sin embargo, los bosques o arboledas mandados plantar
o cuidar por los Incas anteriores habrían sido de propiedad del Estado.83
De igual manera, un señor andino podía tener “sus” bosques, que eran de
su responsabilidad, pero que eran, en última instancia, de propiedad co-
munal de su señorío.
“Lo mismo hizo el inga en lo que toca a los montes [= bosques] en las par-
tes y lugares donde fueron de alguna importancia, porque donde es la tierra
montanas [= bosques] y cantidad de maderas no hicieron caso dellos, pero en
toda la tierra rasa y falta de leña aplicaron los montes para sí y los llamaron
moyas del inga, pero él usó dellos también, para el pueblo en cuya comarca
cayeron los dichos montes, salvo que estaban con orden y licencia conforme
a la necesidad; todo lo qual ha resultado y resulta grandísima suma de pleitos
después que estos naturales entraron debajo del dominio de su Magestad, en
los quales y en su determinación, allende del trabajo y tiempo que en ello se
200
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
201
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Wampu peleó con Wallallo porque le envidiaba sus bosques, “que embe-
llecían y constituían la riqueza de la morada de Wallallo en Marka Wasi”.
Wampu le robó a Wallallo su órgano sexual y como consecuencia sus tierras,
igualmente, perdieron su capacidad de reproducción. Se secaron y se vol-
vieron estériles. A causa de esto, la gente fue víctima de desgracias y pestes.
Wallallo se fue en búsqueda de su pene.
“Solo después de muchos años volvió Wallallo a Marka Wasi llevando con-
sigo las lluvias y tratando de reparar las acequias y lagunas, y de sembrar en
diferentes sitios el linko, q’ewña, chachacoma, lloq’e y las pupas.86 Estas exis-
ten hasta hoy, aunque no como en los tiempos del apogeo de Marka Wasi,
cuando reinaba Wallallo, dueño absoluto de estas plantas, y cuando sólo
existían en sus dominios”.87
El semen de Wallallo era el agua que faltaba. Con agua crecían los árboles
y los otros cultivos, incluyendo los pastos --que muchas veces se regaban
en los Andes. Los árboles, pastos y cultivos precisaban del agua de regadío
y de las lluvias. El órgano procreador de Wallallo era el símbolo del agua y
de la semilla de la vida. La asociación con el agua es más clara todavía por-
que Wallallo era un dios del agua en las formas del relámpago y el trueno,
la lluvia y la nieve.
Los Incas Lloque Yupanqui y Wiracocha Inca, que plantaron arboledas, eran
Incas tempranos --si es que en realidad existieron--, durante el periodo en
que los incas todavía conformaban un señorío con un territorio limitado,
y no el Estado imperial del gobierno de Huayna Cápac. Lloque Yupanqui
habría sido un señor comparable al señor de Marcahuasi.
86 No he podido identificar botánicamente el linko. Pupa fue identificado por Herrera (1943,
p. 43) como Psittacanthus cuneifolius.
87 Véase Tello y Miranda 1923, pp. 514-517. Cuando Catherine Allen llevó al Museo
Arqueológico de la Universidad del Cuzco, a unos campesinos cuzqueños, uno de ellos ex-
clamó al ver un enq’aychu inca en forma de pene, que era “la vida misma” (comunicación
personal, 1985). Isbell (1978) ha analizado el simbolismo del agua de irrigación como semen.
202
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
203
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
del gobierno e iglesia incaicos; todo lo cual dio como resultado una fuerte
demanda de leña.
204
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
Por el lado Sur del pueblo de San Sebastián, y también al lado Sur del río
Huatanay, varios ayllus plantaron árboles. El ayllu Apomayta y Bicaquirau,
las antiguas “panacas” incas de Apomayta y Wicaquirao, ofreció plantar
200 alisos, chachacoma y kiswar, pero el juez mandó que plantaran 500, en
Wilcarpay Guaico. El ayllu de “Laurabachima”, es decir, las antiguas “pa-
nacas” de Raurau y Chima, ofreció plantar 200 q’ewña, alisos, chachacoma
y kiswar, pero tuvieron que plantar 500. Sus tierras eran de Auca Guaico,
que no se ha identificado. En el mapa anexo sugiero su posible ubicación
en la quebrada de Tancarpata, que hoy pertenece al ayllu Chima Raurau
(Ver Mapa 14).
206
Mapa 14: San Sebastián, Reforestación (1590). Basado en Agurto Calvo 1980 (Sherbondy 1986-b, p. 17; 1988, p. 124).
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
207
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Hay datos que indican que los Incas plantaron arboledas en el Cuzco, an-
tes que los españoles, como el del mencionado Wiracocha Inca, a quien
se recordaba por las arboledas de alisos, kiswar, chachacoma y molle que
plantó.97 Como fundador de los bosques plantados, se le puede considerar
como un mallki kamayoc, un “creador de mallki”. Algunos gozaban del es-
tatus de huaca y, como tal, habrían sido muy bien protegidos y estimados.
Chachacomacaja era una huaca constituida por una arboleda de chachacoma
plantadas a mano, y estaba ubicada al Norte de la ciudad del Cuzco.98 La
arboleda se adoraba para que no se enojara el Inca. Habría tenido un grupo
de personas encargadas de su cuidado y culto, y quizás fuera la responsa-
bilidad de “Iñaca panaca”, en cuyo ceque (o línea ceremonial) se ubicaba.
95 La ubicación de las tierras y aguas de las seis “panacas”, ya en ese entonces reducidas a tres
ayllus, y de los tres ayllus, corresponde, en los casos identificados, a las posiciones aproxi-
madas de estas en el Incanato. Véase Sherbondy 1982-b, 1984-b y 1986.
96 Según los resultados de las elecciones, de 1615 hasta 1658, eligieron a Sebastián Zuczo
(“Sucsu”) alcalde de las arboledas en 1615, y cada año subsiguiente se eligió a un hombre
diferente hasta 1646, cuando fue elegido Pedro Rimache. Hubo varios años en los cuales,
no obstante, no hubo nadie: 1624-1625, 1639-1640, 1642-1644 y 1647-1658, cuando
termina el registro de las elecciones.
97 Véase Pachacuti Yamqui ms.ca.1625-1630/1968, p. 296.
98 Véase Cobo ms.1653/1956, t. 2, p. 171.
208
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
209
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Todas estas facetas forman un cuerpo de conceptos del sentido del mallki
que responde a la preocupación central de los pueblos andinos: la repro-
ducción y la continuidad de la vida.
99 La transcripción del documento ha sido revisada por el editor [N. del Ed.].
210
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
Transcripción:
Testim[oni]o de los autos hechos por el juez de n[atural]es sobre la planta
de las arboledas en el t[e]r[mi]no de la perroquia de San Sebast[ia]n y por
comision del ynsigne cabildo de la d[ic]ha ciudad.
Año de 1590
211
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
se pondran en cada una de las d[ic]has quebradas asi de aliso como de cha-
chacomas y quisuar, a lo qual respondieron lo sig[uien]te
En las tierras llamadas Sicllapata [f. 34v] Guaico y Pillco Guaico se podrian
plantar cien posturas de quisguar y chachacoma, su m[e]r[ce]d mando se
pongan quatrozientos posturas de las d[ic]has arboledas.
Ayllo de Yacanora
Ayllo Ayarmaca
212
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
E visto por su m[e]r[ce]d, dixo que mandava y mando a los d[i]chos alcaldes
y caziques nombren yn[di]os viejos reservados para que los suso d[ic]hos
guarden las quebradas que asi se an de plantar, y para que mexor lo hagan su
m[e]r[ce]d cedara vara de la R[e]al [roto] los quales señalaron Felipe [roto]
Tito Yupangui, en lo que toca a Cucço [roto] Aucaille, y en lo que toca
a los aillos de [roto] Vicaquirau y Apo Mayta señalaron a P[edr]o Pascac
Yupangui, y en los ayllos de Laurabaychima señalaron a P[edr]o Cut [roto]
yn[di]o, y en los aillos de Sanoc señalaron a Al[ons]o Gualpa yndio, y los
aillos de Yacanora señalaron a Joan Tome, y en lo que toca al ayllo Ayarmaca
señalaron a don Diego Quispi Coro, a los quales pidieron a su m[e]r[ce]d
les aya por nombrado por tal alguaziles, e visto por su m[e]r[ce]d, atento
que no están presentes los d[ic]hos y[ndi]os señalados, mando quel d[ic]ho
don Fran[cis]co Sotachima alcalde de la d[ic]ha parroquia, en nombre del
Rey n[uest]ro S[eñ]or, entregue las d[ic]has varas a los d[ic]hos y[ndi]os
señalados y su m[e]r[ce]d se les dara recaudo A cada uno dellos, que para
ello le dio comision en esta forma qual de de[rech]o se [ha] rrequerido, y asi
mesmo mando al consejo y regimiento y Caziques pr[incip]ales de la d[ic]ha
perroquia que, so pena de cada v[eint]e p[es]os la mitad para la camara de su
mag[esta]d y la otra mitad para el ornato de la yglesia de la d[ic]ha perroquia
y de un mes de destierro, planten y hagan plantar las d[ich]as quebradas a
cada uno por lo que les toca dentro de dos meses primeros sig[uient]es so la
d[ic]ha pena, y asi mesmo m[an]do a [f. 35v] don P[edr]o Atoc alcalde de las
d[ic]has plantas salga en este fin del mes de septiembre primero venidero a
recorrer las d[ic]has quebradas y distrito, y a notificarles al dicho consejo y
caciques planten las d[ic]has quebradas en el te[rre]no contenido, So pena
que si en esto [¿tal de?] remysion sera suspendido de ofi[ci]o y cazique con
muncho rigor, y ansi lo mando y firmo, t[estig]os G[e]r[oni]mo de Vejar, y
don M[elchi]or Quizque aillo de la d[ic]ha perroquia, y otros, Antonio de
Torres de Mendoça, ante mi Pedro Quispe, escrivano.
213
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
214
Mallki: Ancestros y cultivos de árboles en los Andes
el dicho auto en las plazas della, un dia de domingo que estuvieren los yn-
dios dellas congregados para oyr misa, y ansi lo mandó y firmó, t[estigo]s
el p[adr]e Fran[cis]co de Medina, de la compañía de Jesús y[ndio natural]
lengua, Antonio de Torres de Mendoza, ante mi Pedro Quispe, escrivano.
215
Apéndice:
Capítulo 7
El regadío en el Área Andina Central: Ensayo
de distribución geográfica (1969) 1
1 Aunque con el mismo título en castellano, “El regadío en el área andina central: Ensayo
de distribución geográfica”, se publicó una versión en inglés (en la Revista Española de
Antropología Americana (Madrid), vol. IV, 1969, pp. 113-143) y otra efectivamente en
castellano (en la revista Humanidades (Lima, PUCP), no. 3, 1969, pp. 187-223). Ambas
han sido cotejadas por el editor.
217
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Leyendas indígenas que nos han llegado a través de varias versiones, tales
como las de Cobo y Sarmiento de Gamboa, nos ofrecen a veces referencias
al regadío en forma más precisa que las descripciones.
218
El regadío en el Área Andina Central
Debido al mayor interés de los cronistas y arqueólogos por los sistemas cos-
teños, el mapa incluido en este estudio da una imagen distorsionada de la
distribución de la irrigación prehispánica (Ver Mapas 15 y 16).
219
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
220
El regadío en el Área Andina Central
221
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
En la Costa casi no llueve. En Piura llueve un poco cada año, pero la Costa
hasta el Sur se vuelve progresivamente más seca, de tal manera que al Sur
de Pisco llueve solamente con intervalos de muchos años, aunque esta zona
frecuentemente está cubierta de niebla y nubes. Los vientos del Sur y Sureste
cruzan por encima del mar hacia tierra, bajando así la temperatura del aire,
algunas veces hasta el punto de condensación. En invierno, cuando los
vientos son más fuertes, se forma un estrato de nubes espesas. Donde este
estrato choca contra las laderas de las Cadena Costeña, o contra las monta-
ñas más bajas de los Andes, se produce una espesa llovizna llamada ‘garúa’,
que proporciona a la tierra una intensa humedad y aparecen las ‘lomas’, que
son un tupido crecimiento de plantas de rápido florecimiento y de pastos.
222
El regadío en el Área Andina Central
porque tienen más sol y agua. Donde los Andes llegan al mar, el área irri-
gable depende del contorno de la tierra. Sin embargo, el área de la Cadena
Costeña y los Andes, en el Sur es la más limitada agrícolamente, debido a
su superficie irregular y árida.2
223
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
En la Costa Sur, en los valles de Ica y del Río Grande, hay restos de ca-
nales y acequias de regadío, algunos de los cuales pertenecen al Período
Formativo. Además del regadío de superficie hay restos de acueductos
subterráneos construidos para traer las aguas filtradas de los tributarios
del valle alto. Estas construcciones son de 200 a 2,000 pies de longitud,
y están hechas de piedra y reforzadas con troncos.13
225
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
agricultura. La mayor parte del área de las superficies altas poco inclinadas
tampoco son usadas en la agricultura, es decir entre los 10,000 a 15,000
pies de altitud, y consistentes en roca liza y roca cubierta con una fina capa
de material desechable. Muchos de los valles están llenos hasta sus bordes
rocosos de capas de gravilla, que provienen de las laderas circundantes. Sin
embargo, el establecimiento de la agricultura es posible en algunas cuen-
cas profundas que descansan bajo el nivel general de tierra, pero sobre las
cimas de los cañones. En los cañones más profundos existen posibilidades
para la agricultura en pequeños sectores en el fondo, en las fajas angostas
de los andenes, o en los pequeños conos aluviales donde los arroyos llegan
hasta el valle principal.15 Los valles andinos son generalmente profundos y
angostos, tanto que la tierra plana e irrigable es muy limitada. En la estación
lluviosa el agua que discurre de las pendientes es tanta que puede ser un gran
peligro para los campos y las poblaciones que se encuentran en el valle.16
226
El regadío en el Área Andina Central
En las dos primeras columnas del cuadro de las páginas siguientes aparece
una lista de los 205 sitios en los que el material consultado menciona la
existencia de obras de regadío (143 en la Costa, 62 en la Sierra). Casi todos
estos lugares aparecen en el mapa (ver Mapas 15 y 16), excepto unos cuan-
tos que no pudieron ser localizados con precisión. En la tercera columna
aparece la clasificación de acuerdo al tipo de referencias encontradas. En la
cuarta columna aparecen las referencias específicas a las fuentes de infor-
mación. En la quinta columna se incluyen notas con citas y comentarios.
227
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
El área seca al
1 Sur de Santa c, f Kosok 1965: 243
Elena (Ecuador)
Jerez y Sancho
a
1917: 35
Cieza de León
a
1922: 205-206
Fernández de
a Oviedo 1959: 42-
43, 99
Valle de Tumbes (1) “… la red incaica estaba
2
(Perú) formada por dos canales
principales, uno a cada lado
Regal 1945: 83, en
del río. El de la margen
a, e Horkheimer 1958:
oriental tenía un desarrollo
73-74
de unos 70 kilómetros y el
de la occidental..., alrededor
de 60 kilómetros”.
e Kosok 1965: 239
(2) “Al escribir sobre la zona
del Chira hacia el norte, el
Sr. Spruce menciona que
por todo el valle, desde su
nacimiento hacia abajo, se
encuentran antiguos acue-
ductos. El agua es llevada
a través de quebradas y
a lo largo de la superficie
de pronunciados declives.
Markham 1910: También hubo previsión
3 Valle de Chira b, e, f, g
207 para recoger el agua de
lluvia en los ‘años de aguas’
[FEN, ENSO] mediante
canales a lo largo de la base
de los cerros de Máncora y
los riscos de los valles, así
como para conservar esta
agua en reservorios hechos
mediante la construcción de
sólidos diques a través de la
salida de las quebradas”.
Regal 1945: 84, en
De Pazne hasta
4 e Horkheimer 1958:
Amotape
74
228
El regadío en el Área Andina Central
Valle de San
5 Miguel de Piura a Relación 1885: 231
(Piura)
(3) “E por lo alto de las
sierras vienen las aguas por
Fernández de acequias hechas a mano,
a, e
Oviedo 1959: 94 de uno e dos estados de
hondo..., e de ocho e diez
pies en ancho...”.
(4) “Debido a las diferencias
de niveles de los valles,
canales de irrigación traen
agua desde el valle de
Lambayeque al valle de
La Leche… y, a su vez,
canales traen agua de este
valle al valle de Motupe…
En los tiempos antiguos
estos valles tuvieron mayor
cantidad de canales de
irrigación conectados entre
sí que la que tienen hoy en
día, y el área total irrigada
El complejo
6 a, e Kosok 1965: 147 era mucho mayor que en la
“Lambayeque”
actualidad… En una época
el sistema de regadío del
valle de Lambayeque tam-
bién llevó agua al de Zaña
y el sistema de regadío de
este último llegaba a unirse
con el de Jequetepeque…” /
“Este sistema que compren-
dió cinco valles probable-
mente constituyó la tercera
parte del área total cultivada
y tuvo casi la tercera parte
de la población de la costa
entera”.
Región de los
ríos Chancay
7 (Eten y Lam- a Bennett 1939: 94
bayeque), La
Leche y Saña
Valle de Jayanca Cieza de León
8 a
(Motupe) 1922: 229
Huacas de la Kosok 1965: 174-
9 a, e
Bandera 175
229
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
230
El regadío en el Área Andina Central
231
Agua, Riego y Árboles: Ancestros y Poder en el Cuzco de los Incas
Bennett 1946-b:
b
21 El Purgatorio 139
a Kosok 1965: 166
Desde el rio La
Leche hasta
el canal Taymi
22 (Canal Taymi e Kosok 1965: 162 (13) Ver nota 11.
Antigua, Canal
Taymi “moder-
no”)
De La Puntilla a
Pátapo, a Cerro
Kosok 1965: 162;
23 Mirador, a Lus- e (14) Ver nota 12.
Bennett 1939: 94
faque, a cerro
Purgatorio
Leicht 1963: 132-
Valle de Lamba- a
24 133
yeque
b, e, f Tello 1942: 17
(15) Se refiere a un canal
Regal 1945: 87, en
Entre Patapón y con unos 35 kilómetros de
25 e Horkheimer 1958:
Chongoyape recorrido y que tomaba
74
aguas del río Lambayeque.
(16) (El antiguo canal Ra-
carumi, uno de los canales
más grandes de la América
prehistórica) “tuvo su fuente
algunas millas más arriba
del pueblo de Chongoyape y
llevó agua por la ribera norte
del Lambayeque hasta que
Kosok 1965: 95, entro en la ancha y larga
26 Chongoyape a, e
159-163 Quebrada Chaparrí, que es
parte del norte del valle de
La Leche. El canal entonces
se dividió en varios ramales
que regaron completamente
ambos lados de la quebrada
antes de combinar con los
canales al lado norte del
valle de La Leche”.
De Chongo-
yape por el río
Kosok 1965: 159-
27 Lambayeque e
163
hasta Quebrada (17) Ver nota 16.
Chaparrí
Quebrada Cha- Kosok 1965: 159-
28 a, e
parrí 163
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a Willey 1953: 27
(55) Restos de campos de
cultivo, de unos 20 metros
a, e Willey 1953: 364
cuadrados, que fueron rega-
dos por canal.
(56) Hay unas construccio-
nes grandes llamadas “Cas-
a, e Willey 1953: 419 tillos” que probablemente
servían para la protección
del sistema de irrigación.
65 Valle del Virú Towle 1961: 114-
a
115
(57) “Los restos indican que
una gran parte del valle, que
ahora está abandonada, fue
irrigada y habitada antes.
a Bennett 1939: 21 Esto incluye la mayor parte
de la faja ancha de la costa
a la boca del río y las que-
bradas secas por las laderas
del valle”.
66 Huaca de Plata a, e Bennett 1939: 22
Valle de Gua- Cieza de León
67 a
ñape 1922: 234
a Willey 1953: 27
Valle de Huaca- (58) Murallas que protegían
68 el sistema de canales y al
pongo a, e Towle 1961: 116
mismo tiempo al valle contra
ataques enemigos.
Lado Sur supe-
69 e Kosok 1965: 183
rior del Virú
70 Valle del Chao b Towle 1961: 112
Lado Norte del
71 a, e Kosok 1965: 186
Chao
Kosok 1965: 184-
72 Cerro de la Cruz e
185
Valle de Santa Horkheimer 1958:
73 e
Clara 15
(59) “... regaban todo lo más
Cieza de León
a, e del valle, por lugares altos y
1922: 235
por laderas”.
e Kosok 1965: 136
74 Valle de Santa
Larco Hoyle 1946: (60) Se refiere al acueducto
e
162-163 de Tambo Real.
Towle 1961: 112-
a, e, f
113
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b, e, f Tello 1942: 17
103 Valle de Pativilca (69) “Ubicamos tres canales
e Kosok 1965: 218 antiguos mayores en la
región de Pativilca”.
104 Valle de Supe b Kosok 1965: 226
(70) “En estos valles, prác-
Desde el valle
ticamente todos los campos
105 de Huaura hasta a, e Kosok 1965: 227
y canales de los antiguos
el de Nazca
están en uso actualmente”.
Lado Sur del va-
106 e Kosok 1965: 229
lle de Chancay
Towle 1961, 118-
107 Aspero Midden e, c
119
Towle 1961, 119-
108 Midden, Li-31 e, c
123
La llanura cos-
Stumer 1954-a:
109 teña Chillón-Rí- a
214
mac-Lurín
Stumer 1954-b:
a
130, 145
Cieza de Leon
a
1922: 236
(71) Se refiere a regadío
pero no específicamente
a regadío precolombino;
sin embargo, parece muy
i Cobo 1881: xxvi probable que existía porque
dice que los indios solían
sembrar cuando el río venía
caudaloso y los españoles al
contrario.
110 Valle del Rímac Markham 1910:
a, e
237
(72) Acequias tomaban sus
aguas de los ríos Rímac y
Carabayllo. Una atravesaba
de Norte a Sur la ciudad de
Lima y regaba casi todo el
a, e Tello 1942: 17 Lurín-Lima. Regaban “alto”
Lima otra de Late que llega-
ba hasta el extremo Este de
las colinas y otra de Surco
que llegaba hasta la laguna
de Villa en el Sur.
Towle 1961: 119- (73) Cita a Jijón y Caamaño,
111 Maranga a
123 1949.
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Provincia de
153 a, h Ramírez 1547: 41
Condesuyo
(100) Garcilaso escribió:
“Otra acequia semejante
atraviesa casi todo Cuntisu-
yu y corre del Sur al Norte
más de ciento cincuenta
leguas por lo alto de las
sierras más altas que hay en
aquellas provincias y sale a
los quechuas, y sirve o ser-
vía solamente para regar los
pastos cuando el otoño de-
Garcilaso de la
e tenía las aguas”. Valcárcel
Vega 1919, II: 118
154 Cuntisuyu se refiere a lo que Garcilaso
dijo de estos dos canales (el
de Parcu-Cotapampa y el
de Cuntisuyu). Horkheimer
(1958: 75-76) opina que los
canales no deben haber sido
tan grandes como Garcilaso
da a entender, pero que
probablemente existieron,
sobre todo el que atraviesa
todo Cuntisuyu.
Valcárcel 1959:
e
129
(101) Había pocas aguas
y “el año que llueve poco
tienen [los collaguas] mucho
trabajo en el regadío por la
poca agua que hay. Del río
Ulloa Mogollón
155 Yanqui Collagua a principal no se aprovechan
1586: 41
de sacar acequias... porque
va muy bajo y acanalado y
los pueblos están en algu-
nas llanadas pequeñas en lo
alto del valle...”.
(102) Se aprovecha de la
nieve derretida del cerro
Ulloa Mogollón
156 Cavana a Gualcagualca, que está
1586: 40
enfrente del pueblo de Ca-
vana, para regadío.
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